fuenteovejuna - …€¦  · web viewid con dios, detrás de vuestro corzo. ... que vaya un...

25

Click here to load reader

Upload: vanlien

Post on 01-Sep-2018

212 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: FUENTEOVEJUNA - …€¦  · Web viewId con Dios, detrás de vuestro corzo. ... Que vaya un capitán con él para que seguridad lleve, y curen a este soldado de las heridas que tiene

FUENTEOVEJUNALope de Vega

Versión y adaptación: Alberto Morate

Todos los actores de la Compañía están en escena. Una voz en off suena:

Voz.- ¿Quién mató al Comendador?

Todos.- Fuenteovejuna, señor.

Voz.- Y, ¿quién es Fuenteovejuna?

Todos.- Todos a una.

ACTO I

Hay un oscuro rápido. Música. Después de un instante, el Comendador con Flores y Ortuño salen a escena.

Comendador.- ¿Sabe el Maestre que estoy en la villa?

Flores.- Ya lo sabe.

Comendador.- ¿Y sabe también que soy Fernán Gómez de Guzmán?

Ni Flores ni Ortuño, contestan. Sale el Maestre de Calatrava, vistiéndose a toda prisa.

Maestre.- Perdonad, Fernán Gómez de Guzmán, me acaban de avisar que estabais en la villa. Dadme un abrazo... ¿Qué novedades hay de la guerra?

Comendador.- Maestre Rodrigo, sois joven y precipitado, pero escuchad atentamente: debéis tomar con vuestros caballeros, Ciudad Real. No hace falta mucha gente, porque los soldados que la defienden son simplemente vecinos a favor de Isabel y Fernando.

Maestre.- No dudéis de mi valor por mi juventud. ¿Dónde residís vos?

Comendador.- En Fuenteovejuna.

Maestre.- Allí mandaré recado.... Salen hablando los cuatro.

Entran Laurencia y Pascuala, hablando.

Pascuala.- Ándate con cuidado, pues el Comendador te ha echado el ojo.

Laurencia.- Hace que me sigue un mes, pero en vano.

Pascuala.- Cuídate también de Flores y Ortuño, sus criados, tampoco son de fiar.

Laurencia.- ¿Hay algún hombre de fiar?

Pascuala.- Tienes razón, Laurencia, ninguno. Ríen y salen Mengo, Barrildo y Frondoso, como discutiendo.

Page 2: FUENTEOVEJUNA - …€¦  · Web viewId con Dios, detrás de vuestro corzo. ... Que vaya un capitán con él para que seguridad lleve, y curen a este soldado de las heridas que tiene

Barrildo.- Que sí, hombre, que sí.

Mengo.- Y yo te digo que no.

Frondoso.- Ellas nos lo dirán.... Dios os guarde, hermosas damas.

Laurencia.- ¡Uy, damas! ¡qué fino!

Frondoso.- Bueno, es una forma de hablar.

Laurencia.- ¡Ya!, has querido decir lo contrario...

Mengo.- ¡Qué demonio de mujer!

Laurencia.- ¿Lo ves?

Barrildo.- No hagas caso de él.

Laurencia.- Os oíamos discutir, ¿de qué? ¡si se puede saber!

Frondoso.- Barrildo y yo estamos en contra de Mengo.

Pascuala.- ¿Por qué?

Barrildo.- Dice que no existe el amor.

Mengo.- Lo digo y lo reafirmo, porque yo sé que es verdad.

Barrildo.- Sin amor no habría mundo. El mundo es armonía, y la armonía es puro amor.

Mengo.- Yo no sé filosofar, y es verdad que el amor existe.

Pascuala.- ¿Entonces?

Mengo.- Sólo existe el amor que cada uno se tiene a sí mismo.

Pascuala.- ¿Y el de un hombre a una mujer?

Mengo.- Eso se llama amor propio, y no querer. ¿Qué es amor?

Laurencia.- Un deseo.

Mengo.- Ahí está, ese deseo cada uno lo quiere gozar para sí, y si uno lo quiere para uno, no hay más amor que el de uno... para sí.

Pascuala.- Te explicas como un libro abierto.

Laurencia.- Da gracias, Mengo, que te hicieron sin amor. Así no sufrirás.

Mengo.- ¿Amas tú?

Laurencia.- Si, amo..... mi honor. Ríen todos, menos Frondoso que se queda mirando a Laurencia.

Page 3: FUENTEOVEJUNA - …€¦  · Web viewId con Dios, detrás de vuestro corzo. ... Que vaya un capitán con él para que seguridad lleve, y curen a este soldado de las heridas que tiene

Barrildo.- ¿Quién lleva razón?

Pascuala.- Preguntadle al cura o al sacristán, nosotras no tenemos experiencia.

Entra Flores interrumpiendo.

Flores.- Dios guarde a la buena gente.

Frondoso.- ¿Se ha acabado la guerra ya?

Flores.- Ciudad Real ya es del Maestre. Fernán Gómez le ha ayudado como un valiente. Mas ya la música suena, aquí vienen.

Suena una música y entra un montón de gente, vitoreando al Comendador.

Todos.- ¡Viva el Comendador! ¡Viva el Maestre de Calatrava! ¡Viva Fernán Gómez!

Comendador.- ¡Gracias! ¡Gracias!

Alonso.- Lo merecéis, por Dios.

Esteban.- Fuenteovejuna os ruega que recibáis este pequeño presente... Le entregan una cesta.

Comendador.- Estoy muy agradecido.

Alonso.- Descansad, señor, ahora, y seáis muy bien venido.

Comendador.- Id con Dios.

Esteban.- ¡Viva el Comendador!

Todos.- ¡Viva! Y van a salir todos, menos Flores y Ortuño y el Comendador espeta a Laurencia, mientras los demás se marchan.

Comendador.- Esperad vosotras dos.

Laurencia.- ¿Qué manda su señoría?

Comendador.- Entrad.

Laurencia.- No

Comendador.- ¡Flores! ¿Por qué no hacen lo que les digo?

Flores.- Intentando agarrarlas por los brazos ¡Entrad!

Laurencia.- No nos agarre...

Flores.- Entrad que os quiere enseñar lo que trae de la guerra...

Comendador.- A Ortuño - ¡Haced que entren a la fuerza! Sale de escena.

Laurencia.- Flores, déjanos pasar...

Page 4: FUENTEOVEJUNA - …€¦  · Web viewId con Dios, detrás de vuestro corzo. ... Que vaya un capitán con él para que seguridad lleve, y curen a este soldado de las heridas que tiene

Ortuño.- El Comendador sólo quiere platicar.

Pascuala.- Que platique con su madre o con su hermana... Consiguen zafarse y salen.

Flores.- ¿Y ahora qué hacemos?

Ortuño.- Aguantar el chaparrón, vamos. Salen también de escena.

Hay un cambio de ambiente. Entra en escena la Reina Isabel y su criada.

Criada.- Aguardando tu licencia dos mujeres de Ciudad Real aquí se hallan.

Isabel.- Dejadlas pasar.

Mujer 1ª.- Católica Reina Isabel, en nombre de Ciudad Real aquí nos presentamos con una queja.

Mujer 2ª.- El famoso don Rodrigo Téllez Girón, Maestre de Calatrava, ayudado por el Comendador Fernán Gómez ha tomado la ciudad, en mala hora.

Isabel.- ¿Pues qué ocurre?

Mujer 1ª.- Fernán Gómez se ha quedado en Fuenteovejuna, pero allí los desmanes que está haciendo superan cualquier calamidad.

Mujer 2ª.- Abusando de su poder, nos ultraja y nos deshonra.

Isabel.- Pondré límite a sus excesos, nos os preocupéis, mandaré a don Manrique con dos compañías para remediar sus demasías.

Mujer 1ª y 2ª.- ¡Gracias, señoría!

Desaparecen y entran Laurencia y Frondoso paseando, sin atreverse a hablar. Por fin, se decide Frondoso.

Frondoso.- Laurencia, sabes que es mi intención y deseo... ser tu esposo.

Laurencia.- ¡Ay, Frondoso! ¡Qué pesadito te pones! Eres un buen amigo, y con eso me conformo.

Frondoso.- ¿No te afliges de ver que ni bebo, ni duermo, ni como?

Laurencia.- Tengo que pensarlo... pero, escucha... ¿quién viene ahí?

Frondoso.- ¡El Comendador!

Laurencia.- ¡Escóndete, Frondoso!

Frondoso.- Me escondo, pero no me conformo....

Comendador.- Sale con una ballesta en la mano - ¡Vaya!, iba siguiendo un corzo, y me encuentro con una bella gama.

Page 5: FUENTEOVEJUNA - …€¦  · Web viewId con Dios, detrás de vuestro corzo. ... Que vaya un capitán con él para que seguridad lleve, y curen a este soldado de las heridas que tiene

Laurencia.- ¡Ya me iba!

Comendador.- ¡Alto ahí! Que si otras veces huiste, ahora estamos solos....

Laurencia.- Id con Dios, detrás de vuestro corzo.

Comendador.- ¡Menudo genio! Ríe y deja la ballesta en el suelo. – Así me gustan, fierecillas que hay que domar.... Agarra a Laurencia con fuerza – Te dará igual que te defiendas...

Laurencia.- ¡Por favor, ayudadme!

Comendador.- ¡Calla!, no tengas miedo, verás lo bien que lo pasas....

Frondoso sale y coge la ballesta y temblando le apunta.

Frondoso.- ¡Comendador!.... deje a la chica o le juro que aquí mismo le atravieso.

Comendador.- ¡Perro villano!

Frondoso.- ¡Huye, Laurencia!

Laurencia.- ¡Frondoso, ten cuidado!

Frondoso.- ¡Vete! – Laurencia sale corriendo.

Comendador.- Piensa bien lo que estás haciendo.... Tira la ballesta.

Frondoso.- Ni por asomo.

Comendador.- ¡Está bien, valiente! ¡Tira! ¡Tira a matar!

Frondoso.- Duda, está temblando de miedo - ¡Os dejo!, pero la ballesta me llevo – Y sale corriendo. El Comendador respira hondo de alivio.

Comendador.- Me vengaré, de mí no se ríe un mocoso.

Page 6: FUENTEOVEJUNA - …€¦  · Web viewId con Dios, detrás de vuestro corzo. ... Que vaya un capitán con él para que seguridad lleve, y curen a este soldado de las heridas que tiene

ACTO II

En escena, esperando al Comendador, Esteban y un Regidor.

Esteban.- El año apunta mal.

Regidor.- Así es.

Esteban.- ¿Y Fernán Gómez podrá hacer algo? Si el tiempo viene mal, nadie podrá impedirlo.

Regidor.- Puede ayudarnos con dinero.

Esteban.- No me fío de esa gente.

Entran Leonelo y Barrildo.

Leonelo.- A la paz de Dios, santas y buenas.

Barrildo.- ¿Aún no ha llegado el Comendador?

Regidor.- Esperando estamos. Entran Juan Rojo y Alonso.

Alonso.- ¿Qué hay del Comendador?

Juan Rojo.- No creo que tarde. Entran el Comendador y Ortuño y Flores, como siempre. Parece que viene enfadado.

Comendador.- Dios os guarde.

Regidor.- Señor.

Comendador.- ¡No se levanten!

Esteban.- Siéntese su señoría, que en pie nosotros estaremos bien.

Comendador.- ¡Que se sienten, digo! .... Alcalde, fui a cazar y me encontré una liebre que se escapó como un felino........Como Esteban y los demás no entienden, el Comendador aclara - ¡Hablo de vuestra hija!

Esteban.- ¿Mi hija?

Comendador.- Sí, debéis reñirla.

Esteban.- ¿Por qué?

Comendador.- Ha dado en darme pena. Alguna que otra mujer, y de ellas, alguna muy principal, nada más verme, no dudaron en complacerme.

Esteban.- ¿Qué queréis decir?

Comendador.- ¡Ah, qué zoquete!

Esteban.- Señor, bajo vuestro honor el pueblo vivir desea. Pero mirad que en Fuenteovejuna hay gente muy principal.

Page 7: FUENTEOVEJUNA - …€¦  · Web viewId con Dios, detrás de vuestro corzo. ... Que vaya un capitán con él para que seguridad lleve, y curen a este soldado de las heridas que tiene

Comendador.- ¿Y qué?

Regidor.- Que no es justo que nos quitéis el honor.

Comendador.- Riendo - ¿Vosotros tenéis honor?

Regidor.- Más que algunos que se precian de ser nobles.

Comendador.- Vuestras mujeres debían sentirse honradas de la suerte de servirme.

Esteban.- No os consiento....

Comendador.- ¡Cállate! Levantaos....

Esteban.- Antes dijisteis que me siente.

Comendador.- Chillando – ¡Salid todos de aquí!.

Esteban.- ¡Vámonos!

Comendador.- ¡Un momento!

Flores.- ¡Discúlpate!

Esteban.- Dándole un empujón a Flores – Yo ya me voy de aquí. Salen todos de escena, menos el Comendador, Flores y Ortuño.

Ortuño.- Ten un poco de paciencia.

Comendador.- ¿Por qué habría de tenerla? ¿Ha de quedarse el villano con mi ballesta y sin castigo? ¿Dónde está ese tal Frondoso?

Flores.- Dicen que anda por ahí.

Comendador.- ¡Por ahí se atreve a andar el hombre que quiso matarme! ¡Que un simple labrador ponga una ballesta al pecho! ¡No lo puedo consentir!

Ortuño.- Y aún debéis estarle agradecido de no haberos liquidado.

Comendador.- ¡Idioteces! Pero aún la venganza ha de llegar. ¿Y Olalla?, y la otra mujer, ¿cómo se llama?

Ortuño.- Inés.

Flores.- Para cualquier ocasión ya han ofrecido sus donaires.

Comendador.- A las mujeres fáciles quiero bien y pago mal, no me interesan.

Entra deprisa Cimbranos, un soldado.

Cimbranos.- ¿Está aquí el Comendador?

Ortuño.- ¿No le ves en tu presencia?

Page 8: FUENTEOVEJUNA - …€¦  · Web viewId con Dios, detrás de vuestro corzo. ... Que vaya un capitán con él para que seguridad lleve, y curen a este soldado de las heridas que tiene

Cimbranos.- ¡Gallardo Fernán Gómez!, el maestre de Santiago y el conde de Cabra cercan a don Rodrigo Girón en Ciudad Real. Necesita de su ayuda....

Comendador.- No sigas. Ortuño, ¿cuántos soldados tengo aquí?

Ortuño.- Por lo menos cincuenta.

Comendador.- Que se preparen todos.

Cimbranos.- Si no te das prisa, Ciudad Real es del rey.

Comendador.- No hayas miedo que los sea. Se marchan.

Entran Mengo, Laurencia y Pascuala.

Pascuala.- No te apartes de nosotras.

Mengo.- ¿De qué tenéis miedo?

Laurencia.- Mengo, en la villa no queda ningún hombre y podemos toparnos con él.

Pascuala.- No nos deja a sol ni a sombra.

Mengo.- Me han contado que Frondoso, aquí en el prado, te salvó de una buena.

Laurencia.- Desde aquel día le miro con otra cara. Fue muy valiente Frondoso, y creo que le puede costar la vida.

Mengo.- Tendrá que huir.

Laurencia.- Eso le digo yo, pero no acepta mi consejo.

Mengo.- Mal hombre es Fernán Gómez.

Pascuala.- Malo es poco, es peor.

Entra Jacinta.

Jacinta.- ¡Ayudadme, por amor de Dios!

Laurencia.- ¿Qué pasa, Jacinta?

Jacinta.- Los criados del Comendador me quieren llevar con él.

Pascuala.- Sólo un hombre te puede defender. Salen corriendo Laurencia y Pascuala.

Mengo.- Yo soy hombre.

Jacinta.- ¿Tienes armas?

Mengo.- Piedras hay por aquí. Entran Flores y Ortuño.

Flores.- ¿Querías escaparte?

Page 9: FUENTEOVEJUNA - …€¦  · Web viewId con Dios, detrás de vuestro corzo. ... Que vaya un capitán con él para que seguridad lleve, y curen a este soldado de las heridas que tiene

Jacinta.- ¡Mengo, ayúdame!

Mengo.- Señores.... por favor....

Ortuño.- ¿Qué te pasa a ti?

Mengo.- Digo que....¡la dejéis! Entra Cimbranos y el Comendador.

Comendador.- ¿A qué estáis esperando?

Mengo.- Señor, si sois hombre piadoso, castigar a estos soldados, que quieren robar a una labradora, y permitidme a mi que la acompañe a su casa.

Comendador.- Riendo – Voy a permitir.... que te lleven esposado. Ortuño, Flores, Cimbranos, atadle las manos y coged a esa mujer. Así lo hacen.

Mengo.- ¡Señor...!

Comendador.- ¿Qué piensan en Fuenteovejuna de mi?

Mengo.- Señor, nadie aquí os ofendió.

Flores.- ¿Ha de morir?

Comendador.- No, no merece la pena ensuciar las armas por este patán.

Ortuño.- Entonces, ¿qué mandas?

Comendador.- Que le azotéis.

Mengo.- ¡Piedad!, ¡Piedad, que sois un hombre noble!

Comendador.- Azotadle, hasta que deje de gritar.

Mengo.- ¡No, no! Se lo llevan.

Comendador.- Tú, villana, ¿por qué huyes? ¿Es mejor un labrador que yo?

Jacinta.- Tengo un padre honrado que si en nacimiento no te iguala, en valor te vence.

Comendador.- ¡Oh, qué miedo me está dando! Tira por ahí.

Jacinta.- Mira bien lo que haces.

Comendador.- Para tu mal lo he mirado. No has de ser mía, del ejército entero has de ser.

Jacinta.- ¡Piedad, señor!

Comendador.- ¡No hay piedad!

Jacinta.- Desesperada - ¡Apelo de tu crueldad a la justicia divina! Salen. Entran Laurencia y Frondoso.

Laurencia.- ¿Cómo te atreves a venir?

Page 10: FUENTEOVEJUNA - …€¦  · Web viewId con Dios, detrás de vuestro corzo. ... Que vaya un capitán con él para que seguridad lleve, y curen a este soldado de las heridas que tiene

Frondoso.- No podía estar sin verte. Y estando las cosas así, tienes que contestarme si estás dispuesta a darme tu consentimiento de quererme como marido y mujer. Responde no o sí.

Laurencia.- Sí.

Frondoso.- Déjame que te bese. Me das una nueva vida. Abrazo y beso.

Laurencia.- Habla a mi padre pronto, mira por allí viene con mi tío, yo te espero por aquí.

Entran Esteban y el Regidor hablando.

Regidor.- ¡Pobre Jacinta! ¿y Mengo?

Esteban.- Lo azotó. Está su cuerpo en carne viva. Y yo como alcalde, no hago nada, no me vale de nada esta vara.

Regidor.- No tenéis la culpa vos.

Frondoso.- ¡Señor!

Esteban.- ¡Frondoso! Tú por aquí.

Frondoso.- Señor, espero de vuesa merced un favor.

Esteban.- No os puedo librar del Comendador.

Frondoso.- No es eso, señor, muy al contrario quiero.... que me encadenéis a Laurencia como esposo enamorado.

Esteban.- Me alegras el corazón, Frondoso. Dadme un abrazo... pero, antes ella ha de consentir.

Laurencia saliendo de repente.- Sí consiento, sí.

Esteban.- ¿Tú le quieres?

Laurencia.- Cada vez más.

Esteban.- Pues arreglado. Vamos a buscar a mi compadre a la plaza... Al Regidor – Vamos, no te quedes embelesado. Salen.

Laurencia.- ¿Estás contento?

Frondoso.- ¿Contento? Eso es poco, ¡estoy loco!, totalmente loco por ti. Se marchan.

Entran el Maestre, el Comendador, Flores y Ortuño.

Comendador.- No tendrás otro remedio que huir.

Maestre.- El ejército enemigo era poderoso.

Comendador.- También pierden vidas.

Page 11: FUENTEOVEJUNA - …€¦  · Web viewId con Dios, detrás de vuestro corzo. ... Que vaya un capitán con él para que seguridad lleve, y curen a este soldado de las heridas que tiene

Maestre.- He de volver a Calatrava.

Comendador.- Y yo a Fuenteovejuna.

Maestre.- Os daré cuentas por carta.

Comendador.- El tiempo os curará esas heridas. Se marchan. Y entra todo un cortejo del pueblo celebrando la boda.

Todos.- ¡Vivan los novios!

Todos.- ¡Vivan!

Leonelo.- Mengo, ¿cómo llevas los azotes?

Mengo.- Mejor....

Alonso.- ¿Y cómo te dejaste azotar?

Mengo.- Sólo tenía una piedra, que si no....

Juan Rojo.- Olvidemos el suceso y celebremos el acontecimiento.

Todos.- ¡Vivan los novios!

Todos.- ¡Vivan!

Suena una música donde todos los asistentes bailan y ríen. Hasta que de repente se para y aparece el Comendador con sus tres soldados.

Comendador.- Estése la boda quieta y no se alborote nadie.

Frondoso.- ¡Muerto soy!

Laurencia.- ¡Huye, Frondoso! Por aquí.

Comendador.- ¡Cogedle! ¡Atadle! Lo agarran entre Cimbranos y Ortuño.

Juan Rojo.- ¿Por qué quieres matarle?

Comendador.- ¿Matarle? No mato yo sin culpa a nadie. Si hubiera querido ya le habría atravesado de parte a parte. Sólo le mando a la cárcel donde la culpa que tiene sentencie su mismo padre.

Pascuala.- Señor, es el día de su boda. Si os ofendió, perdonadle, por ser vos quien sois.

Comendador.- Es importante el castigo para el ejemplo. Se atrevió a ponerme una ballesta en el pecho.

Esteban.- Su mujer quisisteis quitarle.

Comendador.- Qué majadero eres, alcalde. No podía quitarle yo la mujer, pues no lo era.

Page 12: FUENTEOVEJUNA - …€¦  · Web viewId con Dios, detrás de vuestro corzo. ... Que vaya un capitán con él para que seguridad lleve, y curen a este soldado de las heridas que tiene

Esteban.- La intención es lo que cuenta. Os aprovecháis de vuestro poder para hacer grandes desmanes.

Comendador.- ¡Quitadle la vara!

Esteban.- Tomadla, no la quiero de balde.

Comendador.- Con ella os daría como a un caballo furioso.

Esteban.- ¡Dadme!

Pascuala.- ¿A un viejo te atreves a pegar?

Laurencia.- Si le pegas porque es mi padre, ¿qué vengas en él de mí?

Comendador.- Llevadla, y que la custodien diez soldados. Se marchan el Comendador y los soldados llevándose a Laurencia y a Frondoso.

Esteban.- Justicia del cielo baje.

Pascuala.- Se volvió de luto la boda.

Barrildo.- ¿No hay nadie que hable?

Mengo.- Yo ya tengo mis azotes.

Juan Rojo.- ¿No vamos a hacer nada?

Leonelo.- Esperaremos a que escampe.

Page 13: FUENTEOVEJUNA - …€¦  · Web viewId con Dios, detrás de vuestro corzo. ... Que vaya un capitán con él para que seguridad lleve, y curen a este soldado de las heridas que tiene

ACTO III

En escena Juan Rojo, el Regidor, Barrildo, Esteban y Alonso.

Barrildo.- La situación es mala.

Esteban.- Frondoso en prisión y mi hija Laurencia en manos de ese mal hombre...

Alonso.- No basta sólo con lamentos, habrá que hacer algo.

Entra Mengo.

Mengo.- A esta junta vengo también a formar parte. Indicaciones de que se siente.

Esteban.- ¿Qué podemos hacer? ¿Cómo poner fin a tantas barbaridades? ¿No hay nadie que se atreva a enfrentarse a ese malvado? ....- Silencio - ¿Alguno de vosotros se ha librado de sus infamias y deshonras? ¿Qué es lo que nos pasa?

Juan Rojo.- Habrá que pedir remedio a la reina.

Barrildo.- ¿Y mientras tanto?

Regidor.- Voto por hacer una protesta, una revuelta, un levantamiento, ... algo.

Mengo.- ¡Cuidado!, mucho ojo, que si se entera el Comendador puede costar alguna vida.

Regidor.- Ni a los esclavos se trató con tanta bajeza.

Juan Rojo.- ¿Qué pretendes?

Regidor.- Morir, o dar muerte a los tiranos, pues somos muchos, y ellos poca gente.

Barrildo.- ¡Estoy de acuerdo!

Esteban.- No somos criminales.

Mengo.- Los labradores tiene miedo, y no se atreverán a coger las armas.

Juan Rojo.- Todos juntos seremos fuertes, el pueblo debe clamar venganza.

En ese momento se oyen voces fuera de Laurencia.

Laurencia.- ¡Dejadme entrar! A un consejo de hombres que más bien parece de mujeres. Entra Laurencia con la ropa destrozada y despeinada.

Esteban.- ¡Santo cielo! ¡Es mi hija!

Alonso.- ¡Laurencia!

Esteban.- ¡Hija mía!

Laurencia.- No me llames tu hija...

Esteban.- ¿Por qué, mis ojos? ¿Por qué?

Page 14: FUENTEOVEJUNA - …€¦  · Web viewId con Dios, detrás de vuestro corzo. ... Que vaya un capitán con él para que seguridad lleve, y curen a este soldado de las heridas que tiene

Laurencia.- Por muchas razones,... porque dejas que me roben tiranos sin que me vengues, traidores sin que me cobres. Aún no era yo de Frondoso, para que digas que sea él quien tome venganza; por ahí tu cuenta corre; que en tanto que de las bodas no haya llegado la noche, del padre, y no del marido, la obligación presupone. Me llevó delante de vuestros ojos a su casa Fernán Gómez: la oveja al lobo dejáis como cobardees pastores... ¡Dios mío, qué palabras, qué amenazas, qué delitos tan atroces, por conseguir mi castidad a sus apetitos torpes!... Mis cabellos, ¿no lo dicen? ¿No se ven aquí los golpes, la sangre, las señales? ¿Vosotros sois hombres nobles? ¿Vosotros padres y deudos? ¿Vosotros, que no se os rompen la entrañas de dolor de verme en tantos dolores?... Ovejas sois, bien lo dice de Fuenteovejuna el nombre....¡Dadme unas armas a mí!, pues sois piedras, pues sois bronces, sois jaspes, tigres, .... no, tigres, no, porque los tigres siguen feroces a quien roba a sus hijos, y matan a los cazadores. Liebres cobardes nacisteis, gallinas, dejáis que otros hombres gocen de vuestras mujeres... ¿Para qué tenéis espadas? ¡Vive Dios, que he de conseguir que las mujeres solas se cobren la honra de los tiranos, la sangre de los traidores! Y que os han de tirar piedras, ¡hilanderas!, ¡maricones!, ¡amujerados!, ¡cobardes!.... Ahora el Comendador quiere colgar a Frondoso, sin sentencias, sin pregones, y después hará lo mismo con todos, ¡medio hombres!, y ojalá tornara aquel siglo de amazonas, eterno espanto del orbe. Hay un largo silencio.

Esteban.- ¡Hija!.... ¡Iré yo solo contra ese hombre, si nadie se atreve!

Juan Rojo.- ¡Voy contigo!

Regidor.- ¡Y yo!

Alonso.- ¡Iremos todos!

Barrildo.- ¡Mueran todos ellos!

Juan Rojo.- ¡Orden! ¡Un poco de orden!

Mengo.- ¡Hay que matarle sin orden! Juntad al pueblo a una voz, que todos están conformes en que los tiranos mueran.

Esteban.- Tomad espadas, azadones, ballestas, chuzos y palos....

Mengo.- ¡Mueran tiranos traidores!

Todos.- ¡Mueran! Y salen puños en alto, gritando.

Laurencia.- Caminad, que el cielo os oye. ¡Eh, mujeres de la villa! ¡Acudid, porque se cobre vuestro honor! ¡Acudid todas!

Salen Pascuala, Jacinta y otras mujeres.

Pascuala.- ¿Qué ocurre?

Laurencia.- ¿No veis como todos van a matar a Fernán Gómez, y hombres, mozos y muchachos furiosos al hecho corren? ¿Serán sólo ellos los que de esta hazaña gocen? ¿No somos las mujeres las principales agraviadas?

Jacinta.- ¿Qué pretendes?

Laurencia.- ¡Que vayamos con ellos a sacarle los ojos a ese mal hombre!

Page 15: FUENTEOVEJUNA - …€¦  · Web viewId con Dios, detrás de vuestro corzo. ... Que vaya un capitán con él para que seguridad lleve, y curen a este soldado de las heridas que tiene

Mujer 1ª.- ¡Tienes razón! Le sacaremos los ojos y los cojones. Se van todas también gritando.

Cambio de luz y situación. Frondoso está en el suelo, atadas las manos. El Comendador, Ortuño, Flores y Cimbranos le vigilan mientras el Comendador da órdenes.

Comendador.- Colgadle de la primera almena.

Frondoso.- Nunca fue mi intención darte muerte entonces.... Se oyen voces.

Comendador.- ¡Calla! ¿Qué suena?

Flores.- ¡Gente!

Ortuño.- ¡Están rompiendo la puerta!

Cimbranos.- Viene todo el pueblo junto...

Comendador.- ¡El pueblo contra mí!

Ortuño.- ¡Ya entran!

Comendador.- Desatadle. Frondoso, calma a ese villano alcalde... Frondoso le mira con desprecio y sale.

Voces.- ¡Mueran los traidores! ¡Viva Fuenteovejuna!

Comendador.- ¡No hay salida por aquí! ¡Les haremos frente!

De repente se abren las puertas centrales y aparece un gran manto negro donde debajo están todos los del pueblo gritando: ¡Mueran los tiranos!

Comendador.- Pueblo, esperad.

Todos.- ¡Agravios nunca esperan!

Comendador.- ¡Pagaré mis errores!

Todos.- ¡Fuenteovejuna, todos a una! ¡Mueran los tiranos! ¡Mueran los traidores!

Comendador.- ¡Espera, Fuenteovejuna, espera!

Todos.- ¡Muere, traidor comendador! ¡Fuenteovejuna, todos a una!

Y bajo el manto negro del pueblo, el Comendador, Ortuño, Flores y Cimbranos son absorbidos y apaleados, hay fragor de tormenta, luces de relámpagos, gritos de histeria, música de batalla y espanto. Poco a poco la calma va llegando, el manto negro con el pueblo dentro se va retirando y tan sólo queda en el suelo Flores, malherido y sangrando.

Flores.- ¡Reina de Castilla!, mujer excelente, escucha la crueldad de una gentes que matan sin juzgar de forma demente. Poca vida me queda, lo que tengo que decir lo haré brevemente. De Fuenteovejuna vengo, donde los vecinos de la villa a su señor

Page 16: FUENTEOVEJUNA - …€¦  · Web viewId con Dios, detrás de vuestro corzo. ... Que vaya un capitán con él para que seguridad lleve, y curen a este soldado de las heridas que tiene

dieron muerte. Le llamaron tirano y no le escucharon, al contrario, de forma y furia impaciente, rompieron su pecho con mil heridas crueles, le tiraron por la ventana y con picas y espadas le recogieron las mujeres. Le pasearon ya muerto por el pueblo, le cortaron la cabeza, y han repartido sus bienes. Yo conseguí esconderme, y arrastrándome vine hasta aquí para pedirte justicia contra esos delincuentes.

La reina Isabel, que imperceptiblemente había salido, habla:

Isabel.- Sin castigo no quedarán los crueles. Haré enviar un juez que averigüe lo que conviene y castigue a los culpados para ejemplo de las gentes. Que vaya un capitán con él para que seguridad lleve, y curen a este soldado de las heridas que tiene.

Oscuro breve. Vuelve a salir todo el pueblo con la cabeza del Comendador en una lanza. Siguen celebrando la victoria lanzando mueras a los tiranos y vivas a los reyes. Esteban los hace callar.

Esteban.- Advertid, Fuenteovejuna, las palabras de un viejo: los reyes han de querer averiguar qué ha sucedido. Nos pondremos de acuerdo en lo que hay que decir.

Frondoso.- ¿Cuál es tu consejo?

Esteban.- Morir diciendo ¡Fuenteovejuna!, y a nadie saquen de ahí.

Frondoso.- No es difícil, Fuenteovejuna lo ha hecho.

Esteban.- ¿Todos responderéis así?

Todos.- ¡Sí!

Esteban.- Mengo, ¿tú qué dirás?

Mengo.- Que Fuenteovejuna lo hizo.

Esteban.- ¿Y si te martirizo?

Mengo.- Aunque me matéis, señor, no conozco otro ejecutor.

Una mujer entra.

Mujer 3ª.- Un juez ha llegado, y con él viene un capitán.

Esteban.- Todos: ya sabéis qué responder.

Mujer 3ª.- Están deteniendo a todos.

Esteban.- No tengáis temor, ¿quién mató al Comendador?

Todos.- ¡Fuenteovejuna, señor!

Salen de escena. Laurencia sale sola y mira la escena vacía, muy entristecida. Frondoso, por detrás, le llama.

Frondoso.- ¡Laurencia!

Page 17: FUENTEOVEJUNA - …€¦  · Web viewId con Dios, detrás de vuestro corzo. ... Que vaya un capitán con él para que seguridad lleve, y curen a este soldado de las heridas que tiene

Laurencia.- ¡Esposo amado! ¿Cómo te atreves a venir aquí? El juez ya está interrogando a la gente, y a ti ha de caerte gran parte de la culpa.

Frondoso.- No puedo dejar sola a la gente, y menos a ti, porque eso sería no vivir.

Una música fuerte de trompetas anuncia la llegada del juez. Las puertas del fondo se abren y otra vez se deja ver todo el pueblo, esta vez sin el manto negro. El juez se sitúa en el centro del escenario, de espaldas al público, subido en un estrado. El capitán amenaza con una espada a quien se dirige el juez. Laurencia y Frondoso se incorporan al grupo.

Juez.- ¡Decid la verdad!

Uno.- ¡Ya la digo!

Juez.- ¿Quién mató a Fernando?

Uno.- Fuenteovejuna lo hizo.

Juez.- Ese muchacho, tú, yo sé que lo sabes, di quien fue. ¿Callas?

Niño.- Fuenteovejuna, señor.

Juez.- ¡Os ahorcaré con mis propias manos! ¿Quién mató al Comendador?

Niño.- Ya os lo he dicho, Fuenteovejuna lo hizo.

Juez.- Por Pascuala – Esa mujer lo dirá, capitán. Ponedle en la garganta el cuchillo. ¿Quién mató al Comendador?

Pascuala.- Fuenteovejuna, todos a una.

Juez.- Traed a aquel que tiembla detrás. – Por Mengo. Llevan a Mengo a los pies del juez. - Este ha de confesar. ¿Quién mató, villano, al señor Comendador?

Mengo.- Lo diré, señoría. – Todo el pueblo baja la cabeza o da la espalda entristecidos.

Juez.- Por fin un hombre cabal. Capitán, suéltale un poco. ¿Quién lo mató?

Mengo.- No fue un hombre solo, ni una mujer, fue Fuenteovejuna entera, la que hoy se rinde a tus pies.

Juez.- ¿Hay tan gran bellaquería? Se están burlando todos. Dejadlos, que yo daré buena cuenta al rey. Y al no poder averiguar toda la verdad, el rey los ha de matar uno por uno, o los ha de perdonar. Nunca vi una villa igual. Se retira junto con el capitán. Todo el pueblo celebra la respuesta de Mengo y los demás y van saliendo de escena. Sólo quedan en escena Frondoso y Laurencia.

Frondoso.- Dime, mi amor, ¿quién mató al Comendador?

Laurencia.- Fuenteovejuna, mi bien.

Frondoso.- ¿Quién lo mató de veras?

Page 18: FUENTEOVEJUNA - …€¦  · Web viewId con Dios, detrás de vuestro corzo. ... Que vaya un capitán con él para que seguridad lleve, y curen a este soldado de las heridas que tiene

Laurencia.- ¿Quién lo mató, me preguntas? Fuenteovejuna fue.

Frondoso.- Y a nosotros, ¿quién nos mató, Laurencia?

Laurencia.- ¿A nosotros? Nos mató el amor con querernos tanto. – Y se funden en un apasionado beso que no llega a ser muy largo, pues todos los participantes salen a escena y gritan:

¡FUENTEOVEJUNA, TODOS A UNA, SE ACABÓ!

Y SE HACE EL OSCURO FINAL.

Alberto MorateOctubre 2003-10-31

Page 19: FUENTEOVEJUNA - …€¦  · Web viewId con Dios, detrás de vuestro corzo. ... Que vaya un capitán con él para que seguridad lleve, y curen a este soldado de las heridas que tiene

Miércoles 26 mayo 2004

FUENTEOVEJUNA

Lope de VegaVersión, adaptación y dirección: Alberto Morate

Interpretada por alumn@s de 1º D Bachillerato

PERSONAJES

Adrián Alba Mengo    Abel Salcedo Ortuño      Álvaro Muñoz Frondoso      Andrea Campello Laurencia    Beatriz Lavado Mujer 1ª      Carolina Soba Mujer 2ª y 3ª      Cristina Fdez. Gutiérrez Reina Isabel    Emiliano Camacho Comendador    Gabriela Granda Pascuala    Isabel Arribas Criada    Javier Alonso Flores    Laura Alonso Capitán    Laura Galán Maestre    Miguel Ángel Rguez. Vallejo Cimbranos      Pablo Sagüillo Barrildo      Pablo Yagüez Esteban      Patricia Álvarez Juez    Paula Campello Jacinta    Rebeca Armenta Juan Rojo    Rebeca Luengo Alonso      Victoria Lamota Regidor      Virginia Serrano Leonelo      Mirian Arranz Niño - Ayte.Dirección