friso

1
UNED. Historia del Arte. Curso de Acceso. Tutor: José Manuel Guardia Villar. Centro Asociado de Elche. Friso de los arqueros. Palacio de Persépolis. La obra: Este friso de ladrillos vidriados decoraba el palacio de Susa, que el emperador persa Darío I ordenó construir en el siglo V a. de C. En él se emplearon materiales y técnicas de todas las regiones del enorme imperio persa. Análisis formal: El friso es un bajorrelieve que representa un solemne desfile de arqueros armados, que aparecen de riguroso perfil, salvo los ojos. Los arqueros son todos iguales, solo que se diferencian por los colores y diseños de las telas que visten, muy decorativos. Probablemente formaban parte de la guardia personal del rey. La obra tiene un ritmo monótono y repetitivo típico del arte persa, sometido a unas normas muy rígidas. En los palacios, la escultura tiene una finalidad puramente ornamental, decorativa, y está siempre subordinada a la estructura arquitectónica. Significado: Los persas conquistaron un enorme territorio, que abarcaba desde Egipto hasta las costas de Asia Menor. Los palacios eran el símbolo de ese poder, y en ellos los relieves decorativos mostraban interminables desfiles de pueblos sometidos y de soldados desfilando. El arte persa recibe influencias de los países conquistados, y las sintetiza en un estilo propio, solemne y de una elegancia muy palaciega. La técnica: El empleo de ladrillos de arcilla vidriados y policromados en edificios tiene su origen en Babilonia; este recurso ya se utilizó con excelentes resultados en la Puerta de Isthar un siglo antes. La técnica consistía en lo siguiente: la arcilla s introducía en moldes y una vez modelada la pieza de ladrillo se aplicaba una capa de barniz vítreo de color azul, blanco, amarillo o verde; posteriormente se introducía la pieza en el horno a una temperatura muy alta y se cocía. Los ladrillos se marcaban en su parte superior para indicar donde debían colocarse. Esta técnica permite obtener unos efectos coloristas espectaculares con un coste muy reducido, ya que la arcilla es muy económica; además, endurece el material y hace mucho más resistente el edificio. Según una de las inscripciones del palacio de Susa realizada por Darío I, fueron artesanos babilónicos al servicio del emperador los que hicieron los ladrillos de esta construcción.

Upload: gagonbe

Post on 21-Dec-2015

216 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

comentario arte

TRANSCRIPT

Page 1: Friso

UNED. Historia del Arte. Curso de Acceso.Tutor: José Manuel Guardia Villar.

Centro Asociado de Elche.

Friso de los arqueros. Palacio de Persépolis.

La obra:

Este friso de ladrillos vidriados decoraba el palacio de Susa, que el emperador persa Darío I ordenó construir en el siglo V a. de C. En él se emplearon materiales y técnicas de todas las regiones del enorme imperio persa.

Análisis formal:

El friso es un bajorrelieve que representa un solemne desfile de arqueros armados, que aparecen de riguroso perfil, salvo los ojos. Los arqueros son todos iguales, solo que se diferencian por los colores y diseños de las telas que visten, muy decorativos. Probablemente formaban parte de la guardia personal del rey.

La obra tiene un ritmo monótono y repetitivo típico del arte persa, sometido a unas normas muy rígidas. En los palacios, la escultura tiene una finalidad puramente ornamental, decorativa, y está siempre subordinada a la

estructura arquitectónica.

Significado:

Los persas conquistaron un enorme territorio, que abarcaba desde Egipto hasta las costas de Asia Menor. Los palacios eran el símbolo de ese poder, y en ellos los relieves decorativos mostraban interminables desfiles de pueblos sometidos y de soldados desfilando. El arte persa recibe influencias de los países conquistados, y las sintetiza en un estilo propio, solemne y de una elegancia muy palaciega.

La técnica:

El empleo de ladrillos de arcilla vidriados y policromados en edificios tiene su origen en Babilonia; este recurso ya se utilizó con excelentes resultados en la Puerta de Isthar un siglo antes. La técnica consistía en lo siguiente: la arcilla s introducía en moldes y una vez modelada la pieza de ladrillo se aplicaba una capa de barniz vítreo de color azul, blanco, amarillo o verde; posteriormente se introducía la pieza en el horno a una temperatura muy alta y se cocía. Los ladrillos se marcaban en su parte superior para indicar donde debían colocarse. Esta técnica permite obtener unos efectos coloristas espectaculares con un coste muy reducido, ya que la arcilla es muy económica; además, endurece el material y hace mucho más resistente el edificio. Según una de las inscripciones del palacio de Susa realizada por Darío I, fueron artesanos babilónicos al servicio del emperador los que hicieron los ladrillos de esta construcción.