fred alan wolf - la busqueda del aguila

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LA BUSQUEDA DEL ÁGUILA a Búsqueda del Águila  nos narra el apasionante viaje, interno y externo, de un físico cuántico al mundo del chamanismo. Fred Alan Wolf recorre el planeta (de las reservas Sioux a las profundidades de la jungla amazónica) para participar en diversas ceremonias chamánicas de iniciación, mientras a su vez emprende un viaje a los reinos del inconsciente humano. Se trata de un libro apasionante que interesará a quienes han disfrutado con la obra de Carlos Castaneda o con el Tao de la Física de F. Capra. Fred Alan Wolf, prestigioso físico especializado en mecánica cuántica, descubre verdades científicas en el mundo del chamanismo y nos introduce en la dimensión de los universos paralelos, el efecto observador y otras paradojas de la física cuántica que tienen su equivalencia en el ámbito del chamanismo. También nos describe ampliamente sus experiencias con la ayahuasca, la liana visionaria utilizada por los chamanes de las regiones amazónicas, presentándonos, con vividas descripciones, el extraño universo de visiones y maravillas fruto de la ingestión del "alimento de los dioses". El libro es a su vez una profunda reflexión sobre el arte chamánico de sanación y la relación del chamanismo con el mundo de la muerte, los alucinógenos, la vía del guerrero, los espacios transpersonales y la física cuántica. n ° S £ / fiSOS DE LA LIEBR E DE 788487 403101 P \ \ \V ¿

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LA BUSQUEDA  DEL ÁGUILA
a Búsqueda del Águila   nos narra el apasionante viaje, interno y
externo, de un físico cuántico al mundo del chamanismo. Fred Alan Wolf
recorre el planeta (de las reservas Sioux a las profundidades de la jungla
amazónica) para participar en diversas ceremonias chamánicas de iniciación,
mientras a su vez emprende un viaje a los reinos del inconsciente humano.
Se trata de un libro apasionante que interesará a quienes han disfrutado con
la obra de Carlos Castaneda o con el Tao de la Física  de F. Capra.
Fred Alan Wolf, prestigioso físico especializado en mecánica
cuántica, descubre verdades científicas en el mundo del chamanismo y nos
introduce en la dimensión de los universos paralelos, el efecto observador y
otras paradojas de la física cuántica que tienen su equivalencia en el ámbito
del chamanismo. También nos describe ampliamente sus experiencias con la
ayahuasca, la liana visionaria utilizada por los chamanes de las regiones
amazónicas, presentándonos, con vividas descripciones, el extraño universo
de visiones y maravillas fruto de la ingestión del "alimento de los dioses".
El libro es a su vez una profunda reflexión sobre el arte chamánico
de sanación y la relación del chamanismo con el mundo de la muerte, los
alucinógenos, la vía del guerrero, los espacios transpersonales y la física
cuántica.
7 88 48 7 4 03 10 1
P\ \ \ V ¿
LIBrOS DE/LA LIEBRE DE
 
Primera edición Diciembre 1993
Segunda reimpresión Octubre 1995
Tercera reimpresión Julio 1997
Traducción Femando Pardo
© de la traducción Los Libros de la liebre de Marzo, S.L.
Diseño de las cubiertas y maquetación Bom Design Grup, S A .
Impresión y encuademación Torres Associats, S.L.
Depósito legal B-36476-93
Apartado de Correos 2215 • 08080 Barcelona Fax. (93) 4317195
E-mail: [email protected]
Física Chamánica: Nueve Hipótesis....................................................................... 20
Una Sensación de Gran Poder................................................................................24
2. LOS VIENTOS DE LA AYAHUASCA............................................................... 27
Pistas Científicas................ .................................................................................... 31
3. EL PODER DE LAS PALABRAS Y LOS SONIDOS..................................... 33
En un Principio Fue la Palabra y la Palabra Fue: «Satán».....................................35
El «Chamán» del Traje de Franela Gris.................................................................38
El Sonido del Wyrd................................................................................................43 Poesía Chamánica..................................................................................................44
Lugares de Poder...................................................................................................85
Wilfredo y la Pócima Sexual................................................................................105  No,No,Nonoy...................................................................................................... 107
Crepúsculo en un Mundo Distinto...................................................................... 114
Viviendo en el Seno Materno de la Jungla............................................................143
8. EXPERIENCIAS DE OTRO MUNDO.............................................................149
Experiencia Fuera-Del-Cuerpo............................................................................. 154 Transportarse en la Enfermedad.......................................................................... 156
Telekinesis Chumash............................................................................................158 Cambio de Forma y Animismo............................................................................. 159
Atrapado como un Cuervo.....................................................................................160
Y VISIONES DEL PASADO Y DEL FUTURO..................................167
Viajes de un Ayahuasquero...................................................................................169
Los Carriles delTiempo.........................................................................................175
Hacer GirarTu Mente........................................................................................... 17 6
Un Principio de Sosten Universal........................................................................ 178
Designio y un Destello de Luz...............................................................................185
 
Guías de la Muerte...............................................................................................205
Un Mapa del Mundo Intermedio........................................................................ 2 07
Eliminar la Costra del Inconsciente.....................................................................228
FINAL: ES SOLO UNA PELICULA, FRED.......................................................235
 NOTAS......................................................................................................................251
Agradecimientos
En mis viajes alrededor del mundo, con la idea de recabar información y contactar con diversas personas, he quedado en deuda con mucha gente. He intentado mencionar a los principales amigos con los que me he encontrado en mis viajes. Quizás haya olvidado algunos pocos nombres. Pido perdón a todos aquellos con los que he tenido encuentros, he hablado o intercambiado ideas, o incluso a aquellos junto a los que me he sentado en un autobús de Cuzco a Dios sabe dónde, y de los que he olvidado sus nombres. Gracias también a vosotros.
Estoy totalmente en deuda con las siguientes personas, a las que dedico las palabras que siguen:
Con cada uno de vosotros tengo una deuda de gratitud. ' Sois realmente las tripas de este libro.
Sin vosotros el libro no existiría. En un sentido muy real sois las parteras de este libro. Es tanto mi historia como la vuestra.
En Suiza: Holger Kalweit y Amelie Schenk. En Inglaterra: Jennifer Maughan y Jerome Whitney de la orden Druida; Bridgett
Winter; Caroline Wise; Richard Lawrence y Chrissie Aubry de la Sociedad Aetherius; Christopher Hall y Richard Dufton de Brighton; Drs. David Bohm y Basil Hiley del Birkbeck College de Londres.
En Gales: Paul y Charla Devereux, Dr. Keith y Aleña Birkinshaw. En Nuevo Méjico: Maky (Max Ederly) y Edna Oxman, Bruce Lamb, Jamie Sams y el centro Heyokah, Dr. Richard Weise y Judith Wolf.
En Perú: Dr. Jorge Gonzalez-Ramirez, Raúl Espiritos, Don Solon, Dr. Jaques Michel Mabit, José Campos, Dr. Femando Cabieses, Sandra Weise, Nora de Izcue y Didier Lacaze.
En Arizona: Candace Lienhart. En California: Kote y Lin A Luí’ Koy Lotah y Terence McKenna.
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En Montana: Swain Wolfe y Clara Pincus. En New York: Bryce Bond y Zulma, y Rhonda Johnson. En la Reserva India Sioux de Pine Ridge: Ed McGaa, Doug White y Paul Little. En Rapid City, Dakota del Sur: Julie Rencountre y Mick McGaa.
Un agradecimiento muy especial a todos aquellos de la lista precedente que aceptaron dialogar conmigo y de los que reproduzco en el libro fragmentos de nuestras conversaciones.
Un agradecimiento también a mis editores, Bob Asahina y Laura Yorke de Summit Books, Simon & Schuster, por las muchas ideas y consejos sobre la en ocasiones compleja tarea del entrecruzamiento de tres líneas de relato en una sola narrativa. Laura fue particularmente paciente, inteligente y esmerada en la parte final.
Un agradecimiento muy particular a Candace Lienhart por proporcionarme protección  psíquica y espiritual a medida que me adentraba en los reinos del mundo chamánico. Ahora soy consciente de que me hacia falta. Sin esta ayuda, tal vez ni estaría aquí.
 Nota: En ocasiones, a lo largo del libro, he llamado a los medicine man o hechiceros nativo  americanos, «chamanes», no se trata de un menosprecio, ni en modo alguno de una   inferencia despectiva. A muchos medicine man o hechiceros nativos americanos, en   especial los tradicionales, no les gusta referirse a ellos mismos como chamanes. Prefieren  llamarse a si mismos medicine man, o sencillamente doctores. Entre los que no son nativos  americanos, la palabra chamán se acepta y se utiliza en general. He adaptado este uso por   motivos de simplicidad y claridad.
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En E stados Unidos
Ralph Blum, autor de California Carol Dryer, consejero psíquico en California Judith Gray, mi hermana en Illinois Candace Lienhart, Chamana americana en Arizona Paul Little, lider tribal Sioux Oglala en Dakota del Sur  Kote Lotah, hechicero Chumash en California Lin A lul'Koy Lotah, hechicera Chumash en California Ed Me Gaa, Indio Sioux Oglala, autor y chamán iniciado en Nuevo Méjico y Dakota del Sur  Mike (nombre ficticio), traductor de Jorge Gonzalez en Nuevo Méjico Sanador nativo americano, de nombre desconocido, en California Andrija Puharich, médico e investigador de los fenómenos paranormales en New York i Marvin Red Elk, Sioux Oglala, rapsoda ceremonial y percusionista en Dakota del Sur Tony Robbins, lider de caminantes sobre brasas en California Jamie Sams, india Seneca chamana en Nuevo Méjico Scot Sothern, ex-yemo ¡ Mujer-serpiente, espíritu de la sexualidad de los sueños en Nuevo Méjico Doug White, hechicero Sioux Rosebud en Dakota del Sur  Elaine Wolf, ex-esposa, madre de Michel en California Emma Wolf, mi madre (fallecida) fen Illinois Jacqueline Wolf, mi hija en California Judith Wolf, ex-esposa en Nuevo Méjico Leslie Wolf, mi hija en California . Michael Wolf, mi hijo (fallecido) en California Anthony Wolf, mi benjamín en California
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Mujer del sueño astral, identidad y lugar desconocidos David Bohm, físico teórico en Londres Paul y Charla Devereux, investigadores de geografía espiritual en Gales Richard Dufton, chamán anglosajón en Brighton Werner Erhard, fundador de la est en Londres Chris Hall, investigador anglosajón del mundo de la brujería en Brighton John Hasted, físico en Londres Thomas Maughan, antiguo jefe Druida (fallecido) en Londres  Nancy, ex-amante y compañera en Londres Jerome Whitney, antiguo pendragón de la Orden Druida en Londres
En Europa
Jean Durup, físico en París (fallecido) Holger Kalweit, investigador chamánico en Suiza Amelie Schenk, investigadora chamánica en Suiza Carlos Suarés, maestro Cabalista en París (fallecido)  Nadine Suarés, mujer de Carlos Suarés en Paris
En Perú
Arturo, guía peruano en Iquitos Carlos, estudiante graduado, investigador de plantas en Iquitos Fernando Cabieses Molina, cirujano jefe e investigador chamánico en Lima José Campos, joven chamán peruano en Tarapoto Meliton Delgado, un chamán de una película que en la vida real es también chamán en Lima Raúl Espiritos, profesor peruano en Tarapoto Franco, guía peruano en Iquitos Jorge Gonzalez-Ramirez, chamán peruano en Tarapoto Ignacio, ayudante de Jorge Gonzalez en Tarapoto  Nora de Izcue, cineasta en Lima Espíritus de la jungla y de la ayahuasca vistos en la jungla amazónica en Iquitos Jacques Mabit, médico francés e investigador chamánico en Tarapoto Miguel, protagonista de película en Lima  Nexy, heroína de película en Lima  Nonoy, mujer peruana y espíritu de la ayahuasca en Tarapoto Daniel Pacheco, productor de películas en Lima Pasajero de avión peruano, de nombre desconocido, en Lima Espíritus salvajes del aeropuerto deTarapoto, borrachos que también eran espíritus en Iquitos Don Solon, maestro chamán de Iquitos
En Inglaterra
 
Ted y Lisa (nombres ficticios), americanos en las ceremonias de Tarapoto Trisha, estudiante licenciada que realizaba investigaciones sobre plantas en Iquitos Sandra Weise, cineasta en Lima Wilfredo, chamán peruano en Tarapoto
 
Prólogo a la edición española
Lo que Fred Alan Wolf nos propone en este libro es un interesantísimo viaje a través del puen te que une el mundo racional y científico con el mundo irracional.
Como en una paradójica inversión, o por qué no, recuperación de los hilos de la Historia, el hombre moderno, el científico por antonomasia, el físico en este caso concreto, vuelve sus ojos hacia lo que todavía queda de ese mundo negado de forma  progresiva y contundente en los últimos siglos.
La humanidad renacentista inicia una carrera hacia el mecanicismo y la lógica racional, que se intensifica a partir del siglo XVIII, separándose del conocimiento oscurantista y mágico de la Edad Media y provocando, sin lugar a dudas, los más espectaculares cambiós de toda la historia.
¿Está nuestra sociedad actual pagando algún precio por este avance, incuestionable,  pero unidireccional? Es evidente que sí. Hemos perdido nuestra irracionalidad. Y en tiendo por irracionalidad no el caos, ni el desorden, ni tampoco la superstición, ni, por supuesto, el pensamiento lógico al que estamos habituados. Este pensamiento irracional  engloba laintuición, el desarrollo de cualidades sutiles y la conexión con otras leyes que rigen otros mundos, esos «otros mundos que están en éste», al decir de Paul Elvard. Hipertrofiando el mundo racional, el ser humano ha perdido el contacto con la otra  polaridad, necesaria para cualquier existencia y para la vida misma.
Afortunadamente, aunque quién sabe por cuanto tiempo, aún quedan pequeñas islas formadas por hombres, los chamanes, que mantienen la antorcha de ese conocimiento; islas en continuo peligro de inundación y desaparición.
Y en esta especie de arco paradójico de la evolución, hombres de ciencia, como Fred Alan Wolf, van encontrando respuesta a sus preguntas, no solo en el mundo de las formulas y ecuaciones que dominan, sino en la experiencia personal y vivida que les  pone en contacto con otro saber no deducible o lógico.
La experiencia de F. A. Wolf con la ayahuasca, superponible a la mía propia con esta misma substancia, nos habla de una posibilidad real de interacción entre los principios de la ciencia moderna y los actos curativos realizados por los chamanes.
Como médico, siempre me he preguntado qué es realmente curar y cual es la forma
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más completa de hacerlo. Al igual que F. A Wolf mis preguntas me han conducido por caminos que, aparentemente, se alejan de la ortodoxia científica, como son la Homeo  patía y un aprendizaje, continuo en los últimos años, con la disciplina de la ayahuasca, tal como la practican algunos pueblos de la Amazonia brasileña.
 No deja de asombrarme, que muchas de sus interesantísimas reflexiones y comprensiones sobre la forma de curar de los chamanes, sean muy similares a las respuestas que yo he ido encontrando a través de mis trabajos con la ayahuasca. Entresaco de sus páginas estos párrafos, a modo de pincelada de esta comprensión: «El  sonido sagrado existe y su mera pronunciación puede invocarla experiencia sagrada. Más  tarde comprobé mi sospecha; los sonidos son capaces de transformarla materia»...»Entonces  comprendí que curar es una transferencia de energía vibratoria al cuerpo».
La ayahuasca, el peyote, los hongos y otras plantas llamadas de «poder» o «enteógenas» (por su capacidad de generar el sentimiento de lo Divino), son los  puente s que el hombre ha usado milenariamente para entrar en contacto con ese «otro lado»: el mundo de la sabiduría, de la consciencia o ámbito espiritual, o como dice F. A Wolf, para llevarnos del mundo pensamiento-sensación al mundo intuición-sentimiento.
Según F. A. Wolf «lo que llamamos consciencia consiste en ondas de información que  se mueven del espíritu a la materia y vuelven al espíritu». La ayahuasca provoca un estado mental y corporal que permite «ver» cómo esa información viene del espíritu y cómo actúa sobre la materia, dando lugar a comprensiones profundas, que son el origen de  procesos curativos. Se abre aquí un importante campo de investigación, para aquellos sectores interesados en los procesos de crecimiento personal o que estén involucrados en la búsqueda de una curación más completa que la que nos ofrece la medicina actual.
La incursión en este atractivo viaje al que nos invita el autor, aporta nuevos y originales senderos en esta marcha imparable, que conduce al entendimiento entre la ciencia y la consciencia.
Esther M. Ibars Medico Esp. en Radiodiagnóstico
y Homeopatía Girona 1993.
P. D. Deseo manifestar mi agradecimiento al pueblo amazónico brasileño por sus enseñanzas. De ellos he aprendido el profundo respeto que profesan a esta substancia, tan Sagrada para ellos que solo se permiten usarla para entrar en contacto con su mundo espiritual superior y buscar las respuestas para actuar en su mundo material.
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PREFACIO
La historia que estás a punto de leer es una reconstrucción de mis relaciones con el chamanismo y de mi comprensión paulatina de sus coincidencias con la física cuántica, la psicología y la ciencia moderna en general. Para escribir esta historia, he pasado varios años visitando a chamanes e investigadores del mundo chamánico en Gran Bretaña, Suiza, los Estados Unidos, Brasil, Perú y Méjico. A lo largo de estos viajes me he visto también expuesto a experiencias iniciáticas y ceremonias. Dichas experiencias fueron dirigidas por chamanes del «nuevo mundo», por Nativos americanos (Indios) en  Norte América, y en particular en las junglas amazónicas del Perú. Durante mis  primeras experiencias con el mundo chamánico -aunque solo la perspectiva del tiempo me hizo ser consciente de haber penetrado en ese mundo- pasé largas temporadas en India, Nepal, Europa y Gran Bretaña.
El fondo de mi relato se basa en mis experiencias en Perú. Sin duda es la historia más sorprendente de todas. No tiene que ver únicamente con mi aventura en las montañas de Perú sino también con mis viajes a la jungla junto a chamanes peruanos y mis experiencias fruto de la ingestión de la liana visionaria, la ayahuasca. La ayahuasca es una substancia conseguida a partir de una liana que crece en las regiones altas y medias de la jungla amazónica del Perú. Los chamanes peruanos la utilizan como purgante en las ceremonias. También puede inducir estados de conciencia visionarios.
Mi experiencia con los Ayahuasqueros (chamanes que utilizan la ayahuasca) fue la más fuerte en el marco de mi investigación. Me ofreció nuevos atisbos sobre los ocultos secretos de la mente inconsciente y los llevó a la superficie, proporcionándome una nueva vía en la que la física y la psicología podían coincidir .También me proporcionó nuevas esperanzas paralaposible cura de cierto número de enfermedades pandémicas, entre las cuales están el problema de la adicción a las drogas y las enfermedades mentales propias de Occidente.
Apartándome de mi forma habitual de escribir, el relato de mi viaje al mundo del chamán adopta una forma narrativa. Dicha narrativa consta de tres historias distintas, las cuales se entretejen las unas con las otras. En primer lugar está la historia de una
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 película que vi en mi último día en Lima, basada en las aventuras de dos personas que toman ayahuasca, y que curiosamente tiene paralelismos con mi propia historia. En segundo lugar, la historia de mi propia aventura basada en los lugares a los que fui, lo que vi y lo que hice. En tercer lugar se sitúa el desarrollo de la idea de una nueva física de la conciencia y como ésta explica algunos, no todos, de los acontecimientos que me sucedieron.
Aunque en su conjunto las tres historias pueden parecer pura ficción, constituyen la verdad tal como yo la viví. En realidad, incluso en el momento de emprender mi aventura, me di cuenta de que iba en busca de la verdad, aunque a veces me preguntaba si era capaz de separar la verdad de la fantasía. En esta búsqueda he pretendido utilizar mi comprensión de la física moderna, la psicología y el cuerpo humano para explicar los  poderes chamánicos. Considero que mis antecedentes tanto en el mundo de la física cuántica como en el de la magia (1), me cualifican para dicha tarea.
Antes de escribir el libro sospechaba que algunos de los principios de la ciencia moderna, en particular el efecto del observador (2) en la física cuántica, podían ser aplicados al mundo del arte de sanación del chamán. Tal vez los chamanes han estado utilizando en sus prácticas, aunque con conceptos de antiguas cosmovisiones y siste mas, estos principios.
En ocasiones he estado acertado a la hora de probar dicha teoría y en otras no. Los chamanes utilizan principios de la ciencia moderna y también otras cosas, incluso más reales y extrañas que la física cuántica. Dichas cosas no puedo reconciliarlas con la causalidad ordinaria tal como la describe la física. Sorprendentemente, puedo reconci liarlas con una nueva visión del determinismo o, si preferimos utilizar otra palabra, el destino, y algo aun más misterioso y a la vez tan simple que, creo, todos comprenderán. En definitiva aprendí cosas sobre la visión primigenia y chamánica que simplemente no era consciente de que ya las conocía.
He de recalcar que partí únicamente en pos de la verdad. No quiero que mi relato de los acontecimientos dé la sensación de una construcción de la verdad con vistas a complacer al lector. Pero aunque he tratado de decir la verdad sohre mis aventuras en este sorprendente mundo del chamanismo, poniendo enjuego todas mis capacidades, me siento obligado a decir que fui un participante y no un observador objetivo. En una auténtica perspectiva en el seno de la física cuántica, el observador y lo observado se convierten en uno. Era el observador y a su vez me observaba a mi mismo. Por lo que era difícil anticipar o intelectualizar al respecto. La experiencia fue algo que no me había sucedido nunca y las cosas no se desarrollaron como las preveía.
En realidad, mi formación en física y su acento en el materialismo y la objetividad fueron en ocasiones un obstáculo en mi camino hacia la verdad. Me explicaré. La mayor  parte de la ciencia de hoy se basa en una filosofía materialista que constituye también el fundamento de la medicina Occidental. La gente se cura mediante antibióticos. La causa conduce al efecto. Los chamanes pueden también dar «medicina» al enfermo,  pero en ocasiones la medicina es un placebo. La sanación real se produce de un modo que la ciencia materialista es incapaz de explicar.
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¿QUE SIGNIFICA LA PALABRA CHAMAN?
La mayoría de los que vivimos en Occidente hemos tenido noticia de los chamanes,  pero no de un modo que nos muestre realmente lo que son. Si pensamos en una película cuyo escenario es Africa o Sudamérica, recordaremos una escena en la que un doctor le hace un hechizo a algún pobre caminante que llega a la aldea. Este doctor-brujo o hechicero vudú ha sido el modo típico de Hollywood de presentar al mundo moderno lo que es un chamán.
La palabra original shaman  proviene de los montes Urales en Rusia. Se aplica a las  personas de la tribu con capacidades no ordinarias. Fueron dichas capacidades las que despertaron mi interés y caracterizan los siguientes capítulos de este libro.
Todos los chamanes tienen la habilidad de utilizar el sonido y la vibración de modos aparentemente mágicos para alterar la conciencia (Capítulo 3). Todos los chamanes  pasan por un periodo de iniciación antes de convertirse en chamanes de pleno derecho.  Normalmente la tradición chamánica se pasa de un anciano al iniciado. Todos los chamanes tienen maestros que han sido a su vez chamanes (Capítulo 4). Todos ellos conocen el poder de los lugares y plantas sagradas. Más tarde descubrí que había una conexión entre los lugares sagrados, las plantas y los sitios en que los chamanes aparecen en el mundo (Capítulo 5). También saben como utilizar la sexualidad para mejorar la salud y la potencia de las personas (Capítulo 6). Todos ellos tienen un poder de sanación que se basa en alguna forma de energía vibracional (Capítulo 7). Todos ellos son capaces de entrar en un estado de trance y, de algún modo, visitar otros mundos, posiblemente paralelos. Pueden, de un modo que me pareció inexplicable cuando inicié mi viaje, cambiar su forma corporal cuando penetran en los mundos  paralelos (Capítulo 8). Ven también en el tiempo, ya sea el pasado o el futuro, de individuos o de la tribu. En ocasiones, en el pasado, este poder lo habrían utilizado para ayudar a la tribu ha encontrar nuevas fuentes de comida o nuevos lugares en los que aposentarse si se trataba de una tribu nómada. Por regla general son visionarios (Capítulo 9). También he descubierto que los chamanes probablemente han nacido con estas sorprendentes capacidades. Tienen también que haber pasado por una expe riencia de casi-muerte con el fin de desarrollar estos poderes. El reino de la muerte es algo con lo que tienen tratos en términos de cotidianeidad. Son capaces de acceder a este reino a voluntad (Capítulo 10). Por último, los chamanes son capaces de alterar su conciencia para ver en otros mundos y sanar a las personas (Capítulo 11).
En cada capítulo, he entretejido lo que he aprendido de los chamanes del Viejo Mundo en Europa y lo que he aprendido y he experimentado de los chamanes del  Nuevo Mundo en Sudamérica, con algún tipo de explicación basada en mi comprensión de la física cuántica, la conciencia y la psicología.
Debido a mi formación en física, y de la reputación de que los físicos solo tratan con la realidad, os sorprenderá por la escritura imaginativa que utilizo en ocasiones. He incluido descripciones de las visiones que he tenido con los ayahuasqueros y las que he tenido cuando he participado en ceremonias con los chamanes nativos americanos. He introducido también descripciones de sueños significativos.
El episodio sobre el águila de presa en el Capítulo 4 y la fantasía del sacrificio
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ceremonial inca del Capítulo 9, los tuve en una visión la primera vez que ingerí ayahuasca con un chamán peruano. M eses después vi como se producía una ceremonia semejante, con el sacrificio de una llama, cuando observaba el Inti Rahmi en Cuzco. El episodio que describe una ceremonia de iniciación en el Capítulo 4, cuando sentí la  presencia del águila, se basa en una experiencia real que tuve con un chamán indio Sioux Oglala en Nuevo Méjico. La secuencia del sueño sexual del Capítulo 6 se basa en un sueño real que tuve unas sem anas antes de encontrarme con los chamanes peruanos y, por lo tanto, antes de que supiera que iba a pasar tanto tiempo con ellos. La conexión con ellos fue más que una pura coincidencia. La secuencia del sueño lúcido del Capítulo 8, donde soy conducido a un nivel astral de almas que se han suicidado, tuvo lugar hace muchos años, mucho antes de que supiera que escribiría este libro.
Tengo la sensación de que incluir bajo esta forma estos episodios fantásticos y material de sueños es importante para comprender mi búsqueda y mis descubrimientos. Me permite capturar las sensaciones que tuve durante la investigación así como la  progresión lógica de mis pensamientos.
Se trata de un viaje al corazón de mi mismo que se produjo de un modo inesperado. Creo que he descubierto parte del secreto del poder de sanación de los chamanes. Lo que queda por descubrir solo podré aprenderlo mediante mi próxima relación con el mundo chamánico. A la vez la espero y temo. Aunque esta historia está acabada, no considero que mi viaje chamánico haya finalizado. Lo desconocido todavía me aguarda y me hace señales desde la oscuridad.
Ahora os invito a que emprendáis el viaje conmigo. Os haré ir atrás en el tiempo, paso a paso, a través de cada ceremonia y cada expieriencia tenida. Quiero que veáis lo que he descubierto, en el momento en que lo he hecho, lo que he sido capaz de reunir en un cuadro consistente relacionado con la física cuántica, y lo que tenía la impresión que se perdía a lo largo de mi viaje. Fue esta pieza final del puzzle la que recogí en el mom ento en que finalicé éste.
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INDAGACION INTUITIVA DE UN FISICO I
Eran las tres de la mañana y me hallaba en una habitación de un hostal en Lima, Perú. Me había levantado pronto y tenía la mente en ebullición. Estaba sentado en la cama esperando que amaneciera y a un taxi que me trasladaría al aeropuerto para volver de nuevo a Estados Unidos. Aunque mi historia empieza aquí, mi viaje chamánico parecía haber alcanzado su fin.
Estábamos a final de Junio de 1989, y había estado prácticamente un mes en Perú. Tenía la esperanza de descubrir que hacían los chamanes, que normalmente se hallan en lo que los occidentales denominamos «paises del Tercer Mundo», para sanar. Aunque había recogido un montón de datos y había pasado por un gran número de experiencias mentales pasmosas, no estaba seguro.
Siempre había deseado conocer los secretos del universo. Había sido formado como físico y había aprendido a respetar mi profesión. Se me había enseñado que no había comida gratis y que todo lo que existía en el mundo tenía un sentido. Las leyes de lafísica no podían violarse. La energía tenía que conservarse, y la realidad era algo tangible, aunque no pudiéramos conocer su estructura definitiva. Al parecer la magia había desaparecido, desplazada por los experimentos científicos cuidadosamente controla dos que siempre podían ser repetidos. En el mundo científico no existían errores, solo experimentos mal ejecutados. Consideraba que el único modo avanzado de compren der el universo era a través de las puertas que abría la física moderna.
Sentado al borde de mi cama, despertando paulatinamente a mi ser racional, recordé los pensamientos que tuve cuando inicié mi búsqueda. Sabía que aunque había estudiado física cuántica y conocía sus extrañas predicciones, seguía siendo más bien un pensador Newtoniano. Tenía dentro de mi una máquina que tenía tanta lógica como el gigantesco reloj universal que imaginara Newton. Era mi propia mente.
Las cosas que eran el patrimonio del mundo chamánico, como la magia, la sanación espontanea, la gente que se transformaba en animales, el ver el futuro, y otros fenómenos paranormales eran, finalmente, imposibles. Pero había escuchado historias de muchas personas sobre la existencia de chamanes que vivían en el planeta y eran
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capaces de crear magia real. Por lo que decidí descubrir si realmente existía alguno de estos seres todavía vivo y trabajando en la actualidad. Y si existían, quería aprender sus secretos. Del modo en que sucedió, descubrí más de lo que esperaba.
Miré por la ventana. Todavía era oscuro, y estaba literalmente buscando a través de las tinieblas de mi alma. Pensando acerca de mis experiencias, me di cuenta de lo que había aprendido y de lo poco que sabía cuando inicié mi proyecto. Pensaba que había comprendido lo que tenía que investigar. En mi mente había un tema: las relaciones entre las prácticas de los chamanes y los principios de la física moderna. Me veía a mi mismo como un «reportero», un investigador objetivo, como Joe Friday en la serie televisiva  Dragnet, únicamente «en busca de los hechos, tío».
 No esperaba involucrarme tanto en el mundo chamánico como lo hice. Descubrí, sin embargo, que no tenía opción. Me di cuenta, cuando lo intenté, de que no había modo de determinar las relaciones entre el mundo chamánico y el mundo de la ciencia moderna sin involucrarme. Por lo tanto daba la impresión de que tenía que pasar por cierto número de procesos que exigían mi participación con los chamanes. A causa de ello no puedo decir que fuera realmente un investigador objetivo, «registrando los hechos, tío.» Me convertí en un participante, lo que en ocasiones me puso en serios aprietos, incluyendo la incomodidad física, la enfermedad e incluso el temor de no volver de la aventura. Ahora me doy cuenta de que había viajado a otra realidad, un mundo primigenio, otro modo de «ver». Me convertí, sin saberlo, en un chamán iniciado.
FISICA CHAMANICA: NUEVE HIPOTESIS
Paulatinamente, tras cada paso que daba a medida que me aventuraba en el mundo de los chamanes, empecé a formar un conjunto amplio de hipótesis sobre las relaciones entre la física moderna y las prácticas chamánicas. Solo después de un tiempo pude organizar mi pensamiento.
La primera hipótesis fue: todos los chamanes ven el universo como si estuviera formado    por vibraciones.  Había aprendido acerca de las vibraciones mediante mi educación en física. Las vibraciones son pautas repetitivas que pueden observarse en los sistemas físicos más sencillos. Desde el movimiento del sonido a través del aire, o el movimiento de un barco desde estribor al puerto, hasta las vibraciones invisibles de las ondas de luz desplegándose a través del universo.
Con mi estudio de la física cuántica descubrí que existían todavía vibraciones más sutiles. Estaban contenidas en las ondas de «probabilidad» de la materia atómica o subatómica. Estas ondas se denominan ondas de probabilidad, ondas cuánticas, o 
 función de onda cuántica,  puesto que consisten en un patrón vibratorio y determinan la  posibilidad de que tengan lugar acontecimientos físicos. Sea donde sea en el tiempo y en el espacio que se manifieste un acontecimiento, éste está gobernado por la fuerza o amplitud de dichas ondas.
Apartir de estas «vibraciones de probabilidad» los físicos son capaces de determinar el en ocasiones misterioso comportamiento de la materia y la energía. Según esta «nueva física» todo lo que existe en el universo tiene su inherente patrón vibratorio de  probabilidad. Este patrón permite a los físicos calcular la estructura real de los átomos
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y moléculas, y el modo en que estas partículas emiten y absorben energía electromag nética.
Puesto que estas ondas no son materiales, poseen propiedades extrañas. Cuando dos partículas de materia interactuan, sus ondas de probabilidad se entremezclan de modo que no hay una clara separación entre ellas, incluso cuando las partículas se han separado kilómetros tras la interacción. En este sentido, aunque las partículas están separadas, siguen comunicadas. De hecho cualquier observación sobre una de las  partículas, instantáneamente, a mayor velocidad que la luz, produce un efecto sobre la otra.
Los chamanes, aunque pocos de ellos comprenden los principios de la física cuántica, creen en una semejante subestructura vibratoria del universo. Por lo tanto la física cuántica, como la creencia chamánica, indica que el universo está también formado por vibraciones y que todo está comunicado por dichas vibraciones.
FISICA CHAMANICA Y REALIDAD MITICA
Las ondas cuánticas son invisibles. Son constructos del pensamiento humano necesarios en nuestro mundo moderno para permitimos comprender la materia atómica y subatómica. Sin embargo, aunque creemos en ellas, no las hemos observado realmente. Son parte de un sistema físico mítico. Por mítico que sea, son vitales. Sin ellas no existe modo de comprender el universo. En un sentido real, las ondas cuánticas son fantasmas en el seno de la máquina de la realidad. Para los físicos su existencia es  parecida a la existencia de espíritus para los chamanes.
Pero me he dado cuenta de que actualmente pocas personas del mundo moderno creen en los espíritus del chamanismo. Los chamanes sí lo hacen. Ven el mundo de un modo distinto a como yo lo veo. La segunda hipótesis concierne al hecho de que de algún modo los chamanes son capaces de observar el mundo en términos de mitos y visiones  que en un principio parecen contrarias a las leyes físicas. Son capaces de observar más allá de las barreras habituales que reprimen nuestras mentes occidentales. ¿En qué consisten las visiones de los chamanes? ¿Cómo se crean? ¿Estas visiones chamánicas conforman la base para nuestros mitos e historias?
Sospecho que el nivel mítico de la realidad, del que se ha escrito durante milenios,  puede hallarse en las percepciones de los chamanes del pasado y del futuro. Tal vez ven escenas míticas debido a que estas escenas son superposiciones de acontecimientos tomados de los pasados y futuros de la cultura.
Te preguntarás ¿cómo alguien puede ver en el futuro? Tengo algunas ideas al respecto. He escrito sobre ello en mi libro anterior Parallel Univerees. Resumiendo, según la interpretación transaccional de la física cuántica (1), estas ondas de probabilidad cuántica invisibles se originan en el presente, en el pasado y en el futuro. Para que se manifieste cualquier acontecimiento, estas ondas provenientes del futuro y del presente, o del pasado y el presente, deben interferir las unas con las otras en el presente. El  patrón de dicha interferencia crea entonces la mater ia y la energía tal como la  percibimos. De algún modo los chamanes son capaces de ver tanto las fuentes pasadas como futuras de estas ondas. De esta forma son capaces de construirvisiones que tienen  proporciones míticas y aparecen ante ellos como arquetipos en el sentido jungiano.
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CON SCIENCIA ALTERADA
Todos soñamos. Según Jung, en muchas ocasiones nuestros sueños están llenos de imágenes arquetípicas. Por ejemplo, todos hemos soñado alguna vez que volamos por el aire sin ningún tipo de artilugio mecánico como pueda ser un avión. Sospecho que los chamanes son capaces de alterar su conciencia despierta invocando a voluntad imágenes arquetípicas.
Creo que todos tenem os la capacidad para ello, pero para hacerlo necesitamos, como cultura, aprender a alterar nuestra conciencia; un tema algo delicado para nosotros. Algunas culturas han utilizado a través de la historia substancias que alteran la mente con vistas a una guía visionaria y espiritual. Nuestra cultura parece haber perdido el  propósito pero se engancha a substancias, lo que se manifiesta en nuestro deseo por las drogas y el alcohol. Esta verdad patente me hace recordar la tercera hipótesis: los  chamanes perciben la realidad en un estado de conciencia alterada.   Sospecho que se requiere un papel para la conciencia ordinaria en cualquier modelo correcto de la física cuántica. Nadie puede escapar al efecto del observador; en todo momento la elección de un observador para medir una propiedad particular de un sistema fuerza al sistema a emerger de un estado de probabilidad a uno real. El observador de un sistema cuántico trastorna el sistema al observarlo. ¿Era el acto de observación un acontecimiento cuántico? Si lo era, entonces la conciencia es capaz de ser comprendida, posiblemente del mismo modo que entendemos la materia, por medio de la física cuántica. Puesto que los chamanes se mueven en distintos y amplios estados de conciencia, tal vez haya un modo de comprender dichos estados en términos de física cuántica. Tal vez los chamanes manipulan la materia y la energía cuando mediante cierto poder observador están en un estado de consciencia alterado.
EL SIMULACRO DEL CHAMAN
Siguiendo la senda que nos proporciona el efecto del observador, surge una cuarta hipótesis: los chamanes utilizan cualquier estratagema para alterar la creencia del  
 paciente acerca de la realidad.   El viejo proverbio dice : «ver para creer.» La realidad chamánica le da la vuelta. La gente solo ve lo que cree. Los chamanes pueden trabajar en el seno de la estructura de creencias de un paciente con el fin de empujarle fuera de ellas. A la hora de curar a un paciente tozudo, pueden crear un truco con el fin de alterar las fijaciones de éste. Hago mención de esto puesto que he descubierto que los chamanes son también tramposos. Pueden ejecutar conjuros trucados para convencer al iniciado de que el tramposo tiene dichos poderes. He comprobado que los chamanes utilizan algunos trucos, pero dichos trucos puede que no sean lo que parecen a un escéptico. Por el contrario, tal vez el «el truco» es el efecto del observador en acción. Tanto el chamán como la persona sanada deben es tar convencidos de que los poderes chamánicos existen, aunque se utilicen «trucos» con un paciente particularmente tozudo.
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LA FISICA DE LO SIGNIFICATIVO
Esto nos lleva a la quinta hipótesis: los chamanes eligen lo que es físicamente  significativo y ven todos los acontecimientos como universalmente comunicados. La clave  parece esta r en como escogen la realidad que perciben como verdad. La respuesta es que eligen presta r atención a aquellos acontecimientos de sus vidas que consideran significativos. Pero ¿qué significa esto? ¿Qué es significativo? ¿Existe una física cuántica de lo significativo?
Creo que el significado surge como la relación entre los acontecimientos, y lo que algunos chamanes pueden experimentar como una relación entre dos acontecimientos cualquiera, como si fueran los cabos de una tela de araña. Los chamanes anglosajones ven el universo como una gigantesca tela de araña vibrante. Algunos físicos, como David Bohm, ven el universo como un holograma (2) .Tal vez el holograma y la tela de araña son lo mismo desde distintos puntos de vista culturales.
Una tela de araña esta formada por hilos vibrantes. Un holograma esta conformado  por ondas de luz, vibraciones de energía. Al capturar las ondas de luz de laser que se emitieron desde una escena que contenía objetos, y al hacerlas interferir con ondas de una onda de luz pura de referencia, se atrapa la información y se congela en una emulsión de película. Cuando otra onda de referencia se vuelve a emitir sobre la película se vuelve a ver la escena original en tres dimensiones.
Bohm denomina al holograma el orden implicado. Este orden normalmente es in visible pero ya contiene todos los fenómenos posibles que pueden ser experimentados. Cuando se produce una experiencia, el orden varia. A este nuevo orden lo denomina el orden manifiesto.  Puesto que lo que es manifiesto es lo que se observa.
LOS MUNDOS CHAMANICOS PARALELOS SON REALES
La sexta hipótesis era: los chamanes penetran en mundos paralelos.  Según una interpretación de la física cuántica denominada la «interpretación de los mundos múltiples», de la que también he escrito en mi libro Parallel Universes,  existen otros mundos presen tes que afectan a nuestro mundo. Por «mundo» entiendo un conjunto de experiencias que tienen lugar en una región del espacio en un periodo de tiempo dado. La región espacial puede ser muy grande o muy pequeña ; tan grande como una habitación o tan pequeña como una fibra muscular. Por ello, dichos acontecimientos  pueden tener lugar en el cerebro y el sistema nervioso. De un modo semejante, el intervalo temporal en que suceden dichas experiencias puede durar días o ser tan corto como milésimas de segundo; el tiempo que se necesita para enviar un impulso neuronal a lo largo del axon.
Por lo tanto, el mundo que normalmente experimentamos es realmente una realidad múltiple, un compuesto de muchas otras realidades. Algunas de ellas son muy proba  bles, y por lo tanto si tenemos acceso a ellas no observamos diferencia de una a otra. Estas realidades indistintas conforman lo que llamamos nuestras experiencias pasadas comunes, nuestros recuerdos. A dicha realidad múltiple, compuesta de realidades simples no diferenciadas, la llamamos, sencillamente, realidad: el mundo tal como lo vemos.
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Pero algunas de estas realidades distintas no son tan probables. Normalmente no les  prestamos atención. Por así decirlo están fuera de los caminos trillados. Cuando las experimentamos decimos que tenemos acceso a una realidad o conjunto de experien cias extraordinarias.
Estas realidades extraordinarias implican procesos que no son muy comunes, y si sucedieran en el seno de n uestra realidad común diríamos que las leyes de la física, o  por lo menos las leyes tal como son descritas por Newton y Maxwell - las denominadas leyes clásicas de la física - serían violadas. Pero en física cuántica debemos tener en cuenta estas extrañas realidades con el fin de explicar de un modo adecuado los  procesos atómicos y moleculares más simples.
Los chamanes son conscientes de un número de distintas, e improbables, realidades  paralelas. Estas incluyen experiencias fuera-del-cuerpo, cambio de forma, transformación en animales, y viajes a través del tiempo, tanto al pasado como al futuro. Creo que sus realidades no-ordinarias, o mundos paralelos, son asimilables a lo que he descubierto en física.
UNA SENSACION DE GRAN PODER
Mi mente no descansaba. Me levanté de la cama y miré de nuevo por la ventana. El cielo empezaba a iluminarse. Otro día gris en Lima. Pronto debía partir para el aeropuerto. De acuerdo. Tenía algo parecido a una base de física cuántica para interpretar como sanaba el chamán. Consistía en vibraciones cuánticas, el efecto del observador y mundos paralelos. Todo junto equivalía al arte de sanar de los chamanes. ¿Era capaz de construir un modelo? Este modelo debía explicar como el chamán y el  paciente alcanzaban juntos un estado alterado de conciencia. Para construir un modelo necesitaba la séptima hipótesis: todos los chamanes trabajan con una sensación de gran  
 poder. ¿Cuál era este gran poder y como se manifestaba? Sabía que los chamanes se veían
a si mismos como parte del gran universo-madre. Tenían la sensación de que eran capaces de sintonizarse con un gran poder, quizás la mente de Dios. Eran capaces de reconstruir la realidad utilizando dicho poder. ¿Pero de dónde venía dicho gran poder? Por supuesto todos hemos oído hablar del gran poder asociado con el cielo y el poder inferior asociado con el infierno. Pero tengo la sospecha que los chamanes manejan  poderes que están entre ambos extremos.
Tengo una idea sobre ello: el gran poder que experimentan proviene de algún lugar intermedio; la tierra misma. Los chamanes son en cierto sentido materialistas. Utilizan el planeta para mejorar sus poderes mágicos y de sanación. Quizás utilizar   sea una  palabra muy fuerte. Comunican con nuestro planeta utilizando plantas sagradas y viviendo en las cercanías de lugares sagrados. En realidad sospecho que los chamanes obtienen sus poderes a partir de las plantas y lugares sagrados.
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SEXUALIDAD, AMOR Y SANACION
Existía otro poder que experimenté en todos los chamanes con los que me encontré. Este poder no era necesariamente el mismo que el gran poder mencionado antes, aunque tal vez si. Todos los chamanes con los que conviví poseían las extraordinarias habilidades de amar y ser compasivos. Creo que no era una casualidad. Para ellos era necesario utilizar el poder del amor con el fin de sanar. Ello lleva a la octava hipótesis: los chamanes utilizan el amor y la energía sexual como energía curativa. Sabía que los chamanes practican medicina masculina y femenina. Consideran que cada ser humano es físicamente varón y hembra, y que un desequilibrio en la energía sexual en ocasiones tiene como resultado la enfermedad ¿Cómo iba a relacionar esto con la física?
Sabía que las ondas cuánticas que existían se desplegaban a lo largo del espacio e incluso más allá de las barreras del tiempo. Sabía que estas ondas afectaban ala materia. En la interpretación de Bohr de la física cuántica dichas ondas se desvanecían en el instante en que se producía cualquier observación de la materia. De hecho, la obser vación se describía como un colapso repentino de la onda que producía una partícula de materia. Describiría por tanto la onda como una acción fem eninay la partícula como una acción masculina. He escrito antes sobre el particular en mi anterior libro Star* Wave.
Sospecho también que la energía sexual tiene mucho que ver con la interacción de la luz con la materia. Según el principio de exclusión de Pauli, los electrones poseen la habilidad de excluirse unos a otros en sus territorios. Las estructuras de energía atómica son posibles únicamente a causa de la exclusión de los electrones.
También según Wolfgang Pauli, físico que obtuvo un Premio Nobel, los fotones,  partículas de luz, tienen la habilidad de «incluirse». Tienen la capacidad de entrar en sus respectivos territorios, y de hecho tienen una fuerte tendencia a ello. Los laser actúan gracias a esta inclusión de fotones.
Por lo tanto el amor estaría representado por la inclusión del fotón, mientras que el aislamiento y la separación se producirían por la exclusión de electrones, y la energía sexual sería la danza de luzy materia acompañada por la música de la inclusión del fotón y la exclusión del electrón.
Tal vez, pensaba, los chamanes sintonizaban con este mágico aspecto de la física cuántica: sabían como alcanzar la inclusión del fotón y la exclusión del electrón con el fin de sanar y extraer sus mágicos poderes.
EL TEST DE LA MUERTE
La última y novena hipótesis concierne a como los cham anes cambian o alteran su conciencia. Solo pensarlo me da miedo. Los chamanes penetran en el mundo de la muerte 
 para alterar su percepción en este mundo.  Mis experiencias a la hora de comprobar esta hipótesis me dictaban que esto era cierto hasta donde yo alcanzaba.
¿Pero por qué la m uerte era tan necesaria para la vida y la sanación? Me parecía algo  paradójico. Pero tenía la profunda sensación de que probablemente era el descubrimiento más importante que había realizado. ¿Pero qué conexión tenía esto con la física cuántica? Empezaba a sospechar que tenía algo que ver con el efecto del observador.
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AI alterar el modo en que me observaba a mi y a mi entorno, variaba mi percepción. Al ser consciente de procesos que no concernían básicamente a mi supervivencia corporal, era capaz de ver otras realidades.
UNA RECAPITULACION: HIPOTESIS DE LA FISICA CHAMANICA
La clave en toda esta conexión entre la física cuántica y la realidad chamánica, y la conexión de todas las partes de mis hipótesis, se situaba en el efecto del observador en la física cuántica. Al alterar el modo en que veías la realidad alterabas la realidad. Tanto la física cuántica como los chamanes lo hacían, aunque de modos muy distintos y con  puntos de vista muy diferentes. Puesto que serán de utilidad al lector a lo largo de mis viajes en los próximos capítulos, recapitularé las nueve hipótesis:
Hipótesis 1. Todos los chamanes ven el universo como hecho por vibraciones. Hipótesis 2. Los chamanes ven el mundo en términos de mitos y visiones que en
un principio parecen contrarias a las leyes de la física. Hipótesis 3. Los cham anes perciben la realidad en un estado de conciencia alterada. Hipótesis 4. Los chamanes utilizan cualquier truco para alterar las creencias del
 paciente sobre la realidad. Hipótesis 5. Los chamanes escogen lo que es físicamente significativo y ven todos
los acontecimientos como universalmente comunicados. Hipótesis 6. Los chamanes penetran en mundos paralelos. Hipótesis 7. Todos los cham anes trabajan con una sensación de gran poder. Hipótesis 8. Los chamanes utilizan el amor y la energía sexual como energía
curativa. Hipótesis 9. Los chamanes penetran en el mundo de la muerte para alterar su
 percepción en es te mundo.
A medida que leas mi relato, al principio de cada capítulo, presentaré estas hipótesis tal como se aplican a mis descubrimientos. A veces se aplica más de una hipótesis a mis experiencias, y en ocasiones no he tenido éxito a la hora de relacionar la física con las experiencias que tenía con esta gen te fuera de lo común.
Bajé y salí del hostal. Volvía a casa. Al entrar en el taxi, vi de golpe, en un destello, ante mi mente, toda la historia del chamanismo. Empezaba a ver con mayor claridad como la historia conectaba con mi comprensión de la física cuántica.
Pero, aunque había penetrado en la realidad chamánica y había realizado co nexiones, seguía faltando algo; algo muy obvio y esquivo a la vez. ¿Qué era? Me sentía como te sientes cuando tienes una palabra en la punta de la lengua pero no te sale. O como cuando experimentas algo de un modo que sabes que no puedes saber. Mi mente volvió al día anterior, a quince horas antes. Parecía toda una vida. Mientras el taxi se dirigía al aeropuerto, de repente se levantó un viento intenso y me devolvió a la extraña sensación. Sonreí y mi mente volvió al día anterior...
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LOS VIENTOS DE LA AYAHUASCA 2
Eran las tres de la tarde. Estaba arriba en mi habitación esperando a una amiga  peruana que vendría a buscarme. Me daba cuenta de que tras todas mis experiencias en el mundo chamánico, todavía me sentía confuso. No sabía aun como ensamblar mis experiencias de una forma coherente. Todavía no sabía el modo en que la física cuántica entraba en la historia.
Me sentía algo frustrado, pero en unos minutos mi amiga Sandra Weise, una cineasta  peruana, vendría para llevarme a ver una película. No sabía en aquel momento que la  película resolvería mis problemas y llevaría mi búsqueda a su final.
A las 3:10 P.M., llegó Sandra. Sandra era una buena amiga de la directora de la  película, Nora de Izcue, a la que ya conocía. En su coche estaba también con ella Daniel Pacheco, el productor de la película. Nos trasladamos del suburbio de San Isidro al centro de Lima, elbarrio principal de la ciudad. Tras llegar, nos dirigieron a una pequeña sala de proyección en los sótanos de un gran teatro. Los tres nos sentamos. Le pregunté a Sandra si ya había visto la película. Dijo que no.
La película estaba filmada en 35 mm y en color, y su duración era de unos 90 minutos. Se titulaba Los Vientos de la Ayahuasca. Narraba una extraña historia de amor que giraba entorno a las creencias mágico-religiosas de la gente de la amazonia peruana. El  protagonista, Miguel, un joven y apuesto profesor de sociología de Lima, que llevaba un estilo de vida occidental, estaba de vacaciones en Iquitos, una ciudad de la selva en la desembocadura del Amazonas.
A Miguel le fascinaba el puerto de Iquitos. Se daba cuenta de que aunque era  peruano, los indios y mestizos de Iquitos le llamaban gringo. En realidad era como si fuera de otro mundo.
Mientras deambulaba por el puerto, por azar, encontraba a una extraña y deliciosa mujer llamada Nexy, que vivía en una barraca y solía hacer de prostituta.
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 Nexy se veía perseguida por unos espíritus denominados  yacurunas, que son fan tasmas provenientes del río Amazonas que se creía eran los delfines rosas que se encontraban allí. Miguel, extrañamente atraído por la mujer, decidía ayudarla. Iban en  busca de un sanador (protagonizado por Meliton Delgado, el hijo del famoso chamán, José Delgado). Miguel, aunque indeciso a la hora de involucrarse totalmente, observa  ba la ceremonia en que Nexy tomaba ayahuasca, la liana visionaria, para purgarse de los espíritus. La película mostraba la ceremonia y, según mis experiencias con dicha substancia, me pareció que su descripción era muy correcta.
 Nexy, tras tomar ayahuasca, junto con Miguel, seguía a Meliton, el chamán, a un retiro en la selva, y allí revivía su pasado y sus relaciones con su madre, que había muerto cuando ella era todavía muy joven. Veía como la muerte de su madre y su temprana infancia habían contribuido al hecho de su persecución por los espíritus, pero seguía siendo incapaz de deshacerse de ellos.
El chamán se daba cuenta de que Nexy necesitaba más ayuda, y adentraba a ambos  personajes más a fondo en la jungla (una metáfora de la penetración en el inconsciente) con elfin de lograr la cura definitiva de Nexy. El chamán descubría a los yacurunas y lograba expulsarlos por un tiempo. Pero a medida que profundizaba en los problemas de Nexy, la magia negra de los espíritus se fortalecía. Se producía un combate entre la magia negra y la magia blanca, y Nexy desaparecía sin dejar rastro.
Miguel tomaba entonces ayahuasca e iniciaba la búsqueda de Nexy. Su búsqueda lo acercaba al mundo chamánico en que habitaba Nexy, y se daba cuenta, de este modo dramático, que este extraño mundo se convertía entonces en parte de su propio mundo.
Mientras observaba la película me conmoví perceptiblemente y fui llevado al borde de las lagrimas. La historia del académico gringo barbudo yendo a la selvay descubriendo a una mujer que tomaba ayahuasca me sorprendió por su paralelismo con mi propia experiencia. Yo también había volado hasta la selva, a la ciudad amazónica de Iquitos, donde había encontrado a una bella y misteriosa mujer que iba a ser mi guía en los misterios de la ayahuasca y los espíritus de la selva. Su nombre era Nonoy. El hecho de que en la película Miguel tomara ayahuasca y ello alterara su visión del mundo era también un paralelismo con mi historia.
También me sorprendió otro aspecto de la historia. Había venido al Perú para visitar a J orge Gonzalez, un chamán peruano que había conocido antes en Estados Unidos. En la película, Jorge, el chamán que había ido a visitar a la selva, aparecía sorprendentem ente como actor. Hacía el papel de un playboy que invitaba a Miguel a Iquitos. Me sorprendió mucho ver a Jorge en la película y me impresionó lo buen actor que era. Jorge, en mi historia, en la supuesta vida real, me invitó a la selva. La aparición de Jorge como actor en la película resonaba con mi experiencia real. Jorge, mi chamán y mi guía en el ritual de la ayahuasca, y la razón principal por la que había ido a la selva peruana, era también el protagonista de mi «película»; mi viaje a la selva y a la ciudad de Iquitos.
Pero se trataba solo de una película, decía mi mente racional atada al tiempo. Se trataba solo de actores interpretando un papel creado por un guionista. Pero yo tenía la extraña sensación de que también estaba en un viaje que alguien había escrito, y me limitaba a seguir el guión, por así decirlo. La película de Nora era un recordatorio final, una oportuna mención, de que mi historia era también una obra y yo únicamente un actor. Esta obra había sido escrita para mi (¿por quién?), para que pudiera descubrir cosas sobre mi mismo que antes no había querido observar.
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Mientras veía la película, volvía a cada escena de la vida de mi historia, desde que di inicio al proyecto de es te libro, pasando por el día en que llegué a Perú, hasta el día en que lo tuve que abandonar. Mi vida se parecía cada vez más al guión de una película, una historia en la que e ra conducido por el viento de la mano del escritor (el o ella). Me di cuenta que no era capaz de sostener mi propia fuerza de ser o mi identidad. Todo lo que me sucedió respondía solo a una linea del guión. Existían demasiadas sincronicidades, demasiados acontecimientos que no podía controlar o alterar.
Pero la película de mi vida no estaba contenida en una tira de celuloide de dos dimensiones cortada en secuencias que corrían a través de un proyector. Era mi vida al completo en tres dimensiones espaciales y por lo menos una dimensión en el tiempo. Era algo más que una película. Era algo más cercano a un holograma, y lo estaba experimentan do.
Si rebusco en mi memoria, me vienen muchísimos recuerdos. De repente se  presentan ante mi escenas de mi infancia. Me doy cuenta que mi viaje al mundo chamánico se inició en mi infancia cuando empecé a interesarme por la magia. Recuerdo haber tenido un gran interés por la magia, el tipo de magia que Harry Blackstone solía ejecutar hace muchos años en el Chicago Theatre antes de que se instalara el cine en el centro de la ciudad.
Recuerdo un día en particular cuando jugaba frente a mi casa. Subí hasta arriba de la escalera y miré abajo pensando en si podría volar sobre los
nueve o diez escalones que me separaban del suelo del nuestro primer piso. Sin  pensarlo dos veces recuerdo haberme deslizado, mis pies rozando los escalones. En un instante estaba en el suelo. No había bajado por la barandilla y no había puesto mis pies en ninguno de los escalones. Tenía apenas ocho años.
Cuando me hice mayor y pensé en lo que había hecho, me di cuenta de que era imposible. Mis pies no eran lo suficientemente grandes para ir de un borde de escalón a otro sin caerme de bruces. Se trataba de un sueño, de superpoderes, o realmente había resbalado por las escaleras. Hoy todavía no estoy seguro.
A lo largo de mis primeros años mantuve mi interés por la magia y la fantasía. Dicho interés me condujo a pensar sobre el mundo de un modo algo distinto al de mis compañeros. Eso me llevó a la física.
En 1957 me gradué en ingeniería física, eran tiempos de átomos y rosas a los pies de los científicos. La bomba atómica habíá probado al mundo que los Estados Unidos eran un poder a respetar, y todos creían que la ciencia era la respuesta a los problemas mundiales.
Pronto me matriculé en una escuela para graduados y en Junio de 1962 conseguía el doctorado en física teórica. En Febrero de 1963 me había convertido en el Dr. Wolf.
Pero pagué un precio por mi formación. Un alto precio del que en aquel momento no fui consciente. En algún lugar de toda aquella educación había perdido la magia. Había aceptado la formación en física como una doctrina. No puedo decir que comprenda la física incluso tras mi doctorado. Sé como manipularlas pruebas lógicas y matemáticas de todo aquello que puede ser comprobado según las leyes de la física, pero no la he entendido del todo.
Me convertí en una suerte de máquina física, e incluso aunque tenía ciertos momentos creativos a la hora de resolver problemas académicos, en realidad no sabía
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que papel tenía ella en el esquema total de las cosas. Tras mi graduación, conseguí un puesto académico en la Universidad de San Diego.
Aunque enseñé allí varios años, empecé a sentir un desasosiego creciente. Sentía que se perdía algo en mi vida.
A finales de 1970, me encontraba en India durante un viaje alrededor del mundo fruto de un año sabático. La vida en el subcontinente indio me impresionó de un modo fuerte y sutil. Empecé a darme cuenta de que el mundo no podía entenderse de un modo racional, algo que mis antecedentes en física nunca me hubieran permitido considerar. Al pasar un tiempo en India, descubrí literalmente un nuevo mundo, otro modo de  pensar, creer y vivir. No estaba preparado para manejar lo que estaba experimentando. Se parecía más a la magia. Pero en el subcontinente indio no penetró la mínima brizna de magia en mi vida.
En Octubre volé a los Himalayas y visité la ciudad de katmandú, en Nepal. Un día soleado, pero frió, abandoné la habitación de mi hotel y deambulé por la ciudad no sabiendo a donde dirigirme. Pronto dejé el centro de la ciudad y subí a una colina. En su cumbre descubrí un obelisco prom inente con una cúspide piramidal. En cada cara de la pirámide había pintado un ojo, el ojo del universo observando todas las direcciones. Tomando esto como meta ascendí, y me sorprendió encontrarme con un delicioso templo budista en el mismo nivel que el obelisco.
Al llegar a la cima había pasado el mediodía, tal vez eran alrededor de las cuatro de la tarde. El sol empezaba a descender, aunque todavía había mucha luz. El aire estaba extrañamente silencioso y calmo. Pude ver a muchos monos jugando en la escalinata del templo, pero también estaban muy serenos (Más tarde lo visité otra vez y descubrí que los monos eran muy ruidosos). Al ver que la puerta estaba abierta, penetré en el templo y permanecí unos instantes en el vestíbulo. Pasando al interior descubrí una larga línea de cojines vacíos que parecían esperar a que alguien se sentara. No era capaz de ver la pared al final de la habitación; la línea de cojines parecía extenderse hasta el infinito, y por un instante tuve la sensación de que el lugar era eterno.
De repente oí un fuerte sonido metálico, como alguien que tocara una nota baja en una larga trompa francesa. De golpe empezó a aparecer gente. Todos ellos con tonsura y con los hábitos tradicionales de color azafrán. Pronto me di cuenta de que se trataba de monjes budistas que ocupaban su lugar en los cojines para iniciar su meditación.
Una vez ocuparon su lugar estuvieron en silencio unos instantes hasta que empe zaron a cantar. El canto era completamente hipnótico. No puedo hallar otra palabra para describir su efecto sobre mi. Mientras escuchaba con atención, una mosca aterrizó en mi pie. Y entonces - no puedo explicarlo de otro modo - me convertí en la mosca. Tuve la sensación de ser uno con la mosca. No existía separación alguna. Todavía podía verla en mi zapato, pero al mirar a mi zapato, al final de mi pierna, me parecía que se hallaba a kilómetros de distancia.
Aunque mi vista me decía que todo era como racionalmente esperaba que fuera, mis otros sentidos me decían algo distinto. ¿Cómo podía ser una mosca? Pero era la sensación que tenía. (Al escribir ahora al respecto, parece estúpido. Mi primera experiencia transcendental y ¡con una mosca!). Mientras tanto el canto prosiguió y se tornó extático. Me sumergí en un océano de ondas budistas de sonido, y era uno con la mosca.
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PISTAS CIENTIFICAS
¿Cómo pude tener esa sensación? En mi estudio de la física cuántica descubrí más tarde, en un experimento que se llevó a cabo en 1982, una pista para su explicación. En dicho experimento, descrito teóricamente por Albert Einstein, Boris Podolskyy Nathan Rosen en una época tan temprana como 1935, y después llevado a la realidad, con ligeras modificaciones, por un físico francés, Alain Aspect y su grupo de la Universidad de París en Orsay (1) en 1982, dos partículas eran separadas por una distancia de más de diez metros. Pero medidas independientes sobre éstas indicaban que existía alguna forma de comunicación entre ellas, aunque no hubiera fuerza material alguna conectándolas.
Aunque es posible escribir la ecuación matemática que explica dicha conexión, no te da la impresión de ser algo verdadero. Estas sencillas partículas, aun estando separadas la una de la otra, permanecen en un único estado de conjunción. Aunque yo y la mosca estuviéramos separados, estábamos también comunicados.
La experiencia fue una pista, una clave de algo que experimentaría una y otra vez a medida que emprendía mi camino en el mundo chamánico. Existía cierta forma de conexión entre todos nosotros. En este punto, no sabía de que tipo de comunicación se trataba. Solo tenía la teoría de la física cuántica para respaldar mi sensación. Entonces no lo sabía, pero esta experiencia era chamánica y casaba con mi hipótesis de que los chamanes ven todos los acontecimientos como universalmente comunicados.
Entonces me di cuenta de que había experimentado dicha comunicación cuando sonó la trompa y los monjes iniciaron sus cantos. De algún modo los sonidos del templo  budista desplazaron mi conciencia de mi mismo. En cierta forma fui consciente de otro modo de ver y ser en el universo. Descubrí que existía un poder mágico en los sonidos y las palabras.
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En el teatro con Sandra y Daniel, viendo la película y al mismo tiempo recordando la película de mi propia mente, tuve una desproporcionada sensación del destino, que mi formación en física cuántica no podía explicar. Era como si fuera una hoja a merced del viento de la ayahuasca, el título de la película que estaba viendo. El tiempo parecía no tener sentido. El reloj newtoniano de mi propia m ente se había detenido. Estaba en silencio. !
En la película el chamán que conducía la ceremonia cantaba una extraña y encan tadora canción) a Nexy y Miguel. Estos cantos, como los cantos que oí cuando tomé  parte, unas pocas semanas antes, en mi ritual chamánico con los chamanes peruanos, hicieron reg resar todas mis experiencias con palabras y sonidos sagrados; incluidas las de años antes en el templo budista.
Más tarde en mi habitación, me di cuenta que dichos cantos tenían poder. Recupero mis hipótesis. Todos los chamanes ven el universo como si estuviera hecho por vibraciones. Todos los chamanes perciben la realidad en un estado alterado de conciencia. Y todos los chamanes trabajan con una sensac ión de gran poder.
De alguna forma, contenido en las vibraciones del sonido, había un poder más allá de las palabras,. De algún modo este poder alteraba la conciencia tanto del chamán como del paciente qup estaba siendo sanado. Tenía que ver con la forma en que utilizamos el lenguaje, y en como éste condiciona nuestras mentes. Recuerdo que en todas mis experiencias chamánicas, el chamán cantaba una canción sagrada. Ello significa evidentemente:que estos cantos eran im portantes en el arte de sanación chamánico. En cierta forma dichos cantos me llevaban más allá del espacio y el tiempo. ¿Me estaba  perdiendo en una metáfora? ¿o existía alguna conexión en tre los sonidos chamánicos y la habilidad de ver más allá délos muros del espacio y el tiempo? ¿Podía relacionar esto con mi formación en física cuántica?
Por alguna razón mi mente, como si todavía estuviera participando en una ceremonia de ayahuasca, se comportaba como un mágico holograma que se hubiera iluminado de
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golpe. En el había compendios de todas mis experiencias que tenían que ver con sonidos y vibraciones. Normalmente mi mente sigue direcciones, y partes de mi mente son iluminadas en cierto orden, del mismo modo que partes de un holograma se ven iluminadas por el rayo de un laser. Y del mismo modo en que se ve iluminado un holograma, un rayo buscador de mi «voluntad» consciente debe brillar antes de que algo sea observado.
Pero en este instante no tenía vo luntad. Las cosas simplemente fluían a su aire. Por un momento el rayo buscador estaba ausente, y por el contrario la información brillaba en mi mente en un orden que antes nunca había percibido. Estos atisbos me producían una introspección. Me daba cuenta de que mi viaje chamánico, mi búsqueda de la verdad, empezó realmente muchos años antes de que pensara escribir este libro. De repente, estoy sentado en mi oficina de la universidad. Había retrocedido diecisiete años de mi vida.
Era la primavera de 1973. Había vuelto a Estados Unidos y, tras mi año sabático, remprendido mis tareas durante dos años. Un día recibí una carta de mi colega y amigo inglés, John Hasted, copresidente del departamento de física del Birkbeck College, de la Universidad de Londres, invitándome a pasar tres meses en Londres trabajando en una película sobre física animada por ordenador.
Tres m eses no es que fuera mucho, pero significaba nuevas personas con las que departir y también la oportunidad de trabajar y conversar con uno de los pensadores más profundos del mundo de la física, el profesor David Bohm, que codirigía el departamento de física en Birkbeck. Puesto que también había dinero a mi disposición  para regresar el siguiente verano, tuve la idea de pasar un periodo de seis meses consecutivos en Londres y volver a los Estados Unidos en Diciembre de 1973. Hablé de esta posibilidad con el presidente de mi departamento, y puesto que no había problema  para un substituto, le pareció una buena idea.
Por lo tanto telefoneé a Hasted y le dije que iría a Londres en Junio y permanecería hasta Diciembre.
La primera semana de Junio, el día antes de partir, mi ex-esposa, Elaine, vino a despedirme ami casa, en el campus, con nuestros niños. Mi hijo pequeño, Anthony, solo tenía cinco años. Mientras lo miraba y lo cogía en brazos, de repente rompí a llorar. Me superó la emoción y me di cuenta de que no lo vería ¡durante dos años! ¿Cómo podía saberlo? Mi estadía en Londres era solo por seis meses. La Universidad de San Diego me esperaba de vuelta en la primavera del 74.
Al llegar a Londres, a final de mes, enseguida me puse a trabajar en la película. Había que tenerla lista para una conferencia que iba a celebrarse en Belgrado, Yugoslavia, el mes siguiente. Cuando llegué a Belgrado, me encontré con otro amigo y colega, Jean Durup de la Universidad de París. Había conocido a jean, en París, en el verano de 1971, cuando volvía de mi viaje alrededor del mundo en mi año sabático. Durup me dijo que un profesor de la Universidad de Chicago, que iba a pasar un año académico, que se iniciaba este otoño, en la Universidad de París, había fallecido de repente de un ataque al corazón en Chicago, por lo que la plaza quedaba vacante. ¿La aceptaría?
Pensé en mi hijo pequeño, Anthony, lo que reavivó mis sentimientos de dos meses antes. Ahora sabía porqué no volvería a Estados Unidos en dos años. La oferta de Durup
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iba acompañada de un salario substancioso, que al ser libre de impuestos representaba una suma considerable para mi. Más que suficiente para pasar dos años en Europa. Dije «sí», prácticamente sin pensármelo. Jean me dijo que tendría que impartir un curso sobre física cuántica a estudiantes graduados, en francés, pero aparte de esto, tenía el resto del tiempo totalmente libre para investigar cualquier cosa.
Aunque mantenía mi puesto en el Birkbeck College en Londres, Jean me aseguró que no habría problema y que podía empezar con mis obligaciones en París en invierno.
En Enero de 1974, empecé a buscar un lugar donde vivir en París. Un colega parisino me presentó a un amigo suyo que buscaba a alguien con quien compartir un apartamen to. El apartamento estaba en el centro de París, en la Rué de Condé, justo frente donde viviera el Marques de Sade. Acepté.
Afínales de Febrero, mis lecciones de francés en la Alliance Frangaise daban buenos resultados. He de admitir sin embargo que me costaba más entender el francés que hablarlo^
El aprender a hab lar otra lengua fue más valioso para mi de lo que imaginaba. De hecho, descubrí que uno no solamente hablaba francés sino que en cierto sentido se convertía en francés. Al adap tarlas actitudes, las expresiones faciales y la personalidad de los franceses que merodeaban, me perca té de que podía perder mi acento americano con tanta habilidad, que aunque ningún parisino me tomaba por francés, no tenían ni idea de mi procedencia.
Ello me proporcionó una nueva introspección sobre el lenguaje: ¡era imposible traducir completamente de un lenguaje a otro! El lenguaje consta de algo más que  palabras. Las palabras tienen significados que se nos han metido tan a fondo que ninguna traducción simple es nunca totalmente adecuada.
Fue en el momento de hacer este descubrimiento cuando di otro paso en el camino de mi búsqueda. Conocí a un maestro cabalista, Carlos Suarés, quien me proporcionaría otra introspección; una nueva conexión entre mi trabajo en la física cuántica y la introspección espiritual que marcaba mi viaje chamánico.
EN UN PRINCIPIO FUE LA PALABRA Y LA PALABRA FUE «SATAN »
A principios de Abril, recibí una llamada telefónica de un viejo y querido amigo. Me llamaba para hablarme sobre un extraño libro que había recibido y leido. Me lo enviaba y quería saber mi opinión. El libro era The Cipher o fGenesis  (1) y el autor Carlos Suarés, quien todavía estaba vivo, aunque no gozaba de buena salud, y residía en París.
Pocos días después me llegaba el paquete de Toben. Leí el libro y tuve la sensación de que «me superaba». Sin embargo, intenté ponerme en contacto con el autor, y lo conseguí. Carlos y su esposa, Nadine, me invitaron a su apartamento.
Al llegar tuve la sensación de que había vuelto a visitar a mis «abuelos cósmicos». Carlos y Nadine tenían unos ochenta años. Sin embargo mi encuentro con Carlos no fue amistoso y cordial. A veces tengo el hábito de ser «demasiado directo» en mis  preguntas. Le dije a Carlos que había leido su obra con interés pero que no podía entenderla muy bien. Pareció algo molesto y me preguntó como me ganaba la vida. Le dije que era físico y que utilizaba ordenadores para hacer películas. No le interesaban
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los ordenadores y empezó a molestarle mi intrusión en los siete relatos del nido del águila frente a la torre del -ya hace tiempo olvidado- Cuento del Mundo.
Cuando estaba a punto de irme, me di cuenta que la habitación empezó a parecer menos tensa. Suarés volvió a su cómodo sillón de la sala de estar y permaneció en silencio. De repente me vi hablando de una de las imágenes del libro. Era una imagen que me fascinaba desde hacía tiempo. En realidad es un arquetipo primal del submundo. Se trataba de la imagen de Satán, el Demonio. Suarés se refería muchas veces a Satán en su libro. Una referencia en concreto me fascinaba. Satán era un código; un código que vivía en nosotros.
Satán es una palabra hebrea. En hebreo se pronuncia, seen-tayt-noon.  (2). En hebreo coloquial significa el adversario o acusador, y este es también su significado en inglés. Cada una de sus tres letras es también una «palabra». Cada una de ellas tiene su significado. Según la Cábala, seen  representa un movimiento - un movimiento cósmico y universal -, un movimiento que subyace a todo el del universo. Los cabalistas lo describen como «el aliento de Dios» que regresa del plano material a la infinitud de Dios.
Tayt   representa una estructura celular primitiva. Puede ser una célula viva, un «enagrama» de memoria, un circuito neuronal, o cualquier otra analogía que represente una es tructura básica que exhiba el tipo de comportamiento celular que conocemos. Se trata de un concepto femenino que tiende a encerrar energía que se repite a si misma, como el pájaro que construye un nido para sus huevos. Es un concepto autoreferente, uno que se sigue reproduciendo a su imagen.
Por último, noon, significa un principio elevado que opera en el cosmos. Se trata del  principio de ind