FRANCISCO VELOSO PANIVINO Un zapatero pontevedrés en Cuba durante los primeros años de la república

Jacobo Mouriño Almeida, Agosto de 2014

La historia de cómo llegó a Cuba huyendo de las duras condiciones de vida en España, formó una familia y se convirtió en terrateniente, y de cómo una serie de circunstancias tanto personales como políticas causaron que tuviesen que volver a España dejando su fortuna atrás. Un inmigrante español en los primeros años de la República Cubana, dominada por la corrupción política y la subyugación a los intereses estadounidenses que décadas después darían lugar a la revolución socialista de 1959, y su papel en la peculiar historia de la América contemporánea.

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INTRODUCCIÓN

La independencia cubana, lograda en 1898 tras 30 años en guerra con España, se convirtió en nada más que un sueño una vez quedaron claros los intereses de una potencia mucho mayor y más poderosa que España: los Estados Unidos de América. Tras cuatro años de ocupación estadounidense en la isla, en 1902 se inaugura la república cubana, una república dominada por la corrupción política y la subordinación a EEUU, pasando a la historia de Cuba como el período neocolonial. Es justo en esta época cuando Francisco Veloso Panivino, un zapatero de Pontevedra, llega a Cuba en busca de una vida mejor. Lo que encontraría sin embargo es un país que, como España, estaba en lucha constante entre una minoría de ricos y poderosos que buscaba anteponer sus intereses económicos y sus privilegios, y el pueblo llano en busca de igualdad; una lucha plagada de dificultades que evidentemente no había hecho más que empezar…

Mapa de las provincias de Cuba: en la provincia de Camagüey, la mayor de la isla en cuanto a extensión se ubica Cascorro, a 60 km de la capital provincial, un pueblo dedicado a la ganadería y especialmente al cultivo de azúcar en donde la familia Veloso vivió durante casi 20 años antes de regresar a España

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ÍNDICE 1 – Un zapatero pontevedrés en la República Cubana 1898 - 1902 1.1 – Llegada a Cuba 1.2 – Hortensia Cruz y Reyes 1.3 – La proclamación de la república y la enmienda Platt. 1903-1912 1.4 - Primer gobierno de la república: Tomás Estrada Palma 1.5 – Segunda ocupación estadounidense y gobierno de José Miguel Gómez 1.6 – Francisco y Hortensia: una familia terrateniente 2 – Últimos años en Cuba 1913 - 1920 2.1 – Muerte de Hortensia y viaje de Francisco a España 2.2 – El gobierno de Mario García Menocal 2.3 – El regreso a España 1921 - 1925 2.4 – Gobierno de Alfredo Zayas. El nacimiento de una revolución 2.5 – El destino de las propiedades en Cuba 2.6 – Subida al poder de Gerardo Machado 3 – Cronología: Cuba a comienzos del siglo XX Gobiernos en Cuba de 1898 a 1925 y sus principales rasgos 4 – Anexo documental: La familia Veloso a través de los documentos de la época Testamentos, Cartas, Pasaportes… 5 – Conclusiones 6 – Bibliografía

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1 - UN ZAPATERO PONTEVEDRÉS EN LA REPÚBLICA CUBANA Una época de crisis: huida de España y llegada a Cuba El llamado desastre del 98 dejó a España sumida en una profunda crisis moral y existencial que se sumaba a la crisis política y económica existente desde los mismos comienzos de la restauración borbónica en 1875, el mismo año en el que nace en Pontevedra Francisco, hijo de Antonio Veloso y Josefa Panivino. Los primeros años del S. XX vieron en España tímidos intentos de reformas que quedaron en nada, y el sistema corrupto de la restauración permanecería invariable durante varias décadas. Es por eso por lo que, como Francisco, miles de personas (especialmente en regiones como Galicia) recurrieron a la inmigración a Hispanoamérica como forma de escapar del atraso económico que vivía el país. Algunos lograron enriquecerse, pero otros se encontraron con que América no era la tierra de oportunidades que se les prometió.

A raíz de un incidente con las autoridades, Francisco Veloso decidió unirse a los miles de gallegos que emigraron a América, embarcando en las precarias condiciones que le permitiría su oficio de zapatero hacia la Habana, capital y principal puerto de la Isla, desde donde iría a la provincia de Camagüey, al este de la Isla, donde ya residía algún familiar suyo, asentándose en el pequeño poblado de Cascorro, un pueblo dedicado como la mayor parte de la Isla al cultivo de azúcar así como a la ganadería.

Casco histórico de la capital provincial de Camagüey, patrimonio de la humanidad por la UNESCO

El pequeño poblado era sin embargo bien conocido en España por ser donde el soldado español Eloy Gonzalo llevó a cabo una famosa hazaña, muy exaltada en España durante la guerra ante le necesidad de en cierto modo ocultar el profundo fracaso de España en la contienda. El Héroe de Cascorro se deslizó con una lata de petróleo hacia un bien defendido puesto insurrecto, consiguiendo contra todo pronóstico su objetivo, atado a una cuerda para que sus compañeros pudiesen recuperar su cuerpo si moría. Aunque su hazaña no tuvo una repercusión relevante en la guerra, en 1897 se le dedico una calle en Madrid y se le erigió una estatua en la que hoy es la plaza de Cascorro. Estatua de Eloy Gonzalo en Madrid

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Hortensia Cruz y Reyes Allí, en Cascorro es donde conocería a su primera esposa, la cubana Hortensia Cruz y Reyes, una viuda de apenas 21 años, descendiente de la cubana Juana Reyes y el español Mariano Cruz Mendoza, de cierto nivel económico. Nacida en 1881, ya se había casado a la hoy chocante edad de 15 años, con un hombre llamado Ramón Villalobos Medero con el que se trasladó desde su pueblo natal Sibanicú (donde se realizó el pacto de Zanjón, el tratado de paz que puso un fin temporal a la guerra de los diez años) al poblado de Cascorro. Allí tuvieron una primera hija, Amada Villalobos y Cruz. El matrimonio fue sin embargo breve, al morir enfermo Ramón en 1902.

Proclamación de la república y la enmienda Platt Tras 4 años de dominio directo de Estados Unidos (bajo la promesa de facilitar la transición de Cuba de Colonia a estado soberano) las autoridades estadounidenses se decidieron a dejar a Cuba bajo el mando de los cubanos en ese mismo año. Pero bajo esta aparente independencia se escondía la Enmienda Platt: un apéndice añadido a la Constitución Cubana que aseguraba el control estadounidense sobre la Isla.

Ese fue el mismo año en el cual se casó con el recién llegado Francisco. La celeridad del enlace se debió seguramente en buena parte a las grandes dificultades que suponía para una madre viuda vivir en una época de gran discriminación social y sin ayudas a desfavorecidos de ninguna clase. Pero 1902 seria un año intenso no solo para la pareja, sino para toda Cuba, que estrenaría su independencia. En la imagen, el 20 de mayo de 1902, día en que la bandera estadounidense fue substituida por la cubana, aunque su control sobre la isla estaba lejos de terminar…

La enmienda Platt, caricaturizada por la prensa de la época. En la primera viñeta marca a los cubanos como propiedad de EEUU, y en la segunda aparece como pesados candados cuya llave ostenta el tío Sam.

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Este añadido a la constitución, que como puede apreciarse en el siguiente cuadro, disfrazaba los intereses estadounidenses de intereses a favor de Cuba, daba forma legal a las pretensiones colonizadoras de Estados Unidos sobre la isla. Fue mal recibido por muchos de los políticos de los antiguos partidos independentistas como Salvador Cisneros Bettencourt, y satirizada en el humor de la época. Sin embargo, su aprobación fue una condición impuesta por Estados unidos para terminar la ocupación militar. Los inicios de la republica: Tomás Estrada Palma Se organizaron entonces unas elecciones por sufragio restringido a los hombres letrados y con un mínimo de propiedades. Las autoridades estadounidenses favorecieron la candidatura de Tomás Estrada Palma, conocido político durante la Guerra de la Independencia, hasta el punto en que la principal candidatura opositora, la del militar del ejército libertador Bartolomé Masó, se retiró al ser evidente su derrota. Estrada Palma se manifestaba a favor de los intereses de Estados Unidos, país en el que vivió casi 20 años en el periodo de entreguerras. Este primer presidente cubano, favorecido por la opinión pública por su peculiar austeridad (aún más destacable comparada con los excesos de sus sucesores en el cargo), aprobó una serie de tratados que fortalecieron la enmienda Platt, en particular el tratado de reciprocidad comercial, y se entregaron territorios estratégicos a Estados Unidos, destacando la base de Guantánamo, la cual hoy en día alberga un polémico campo de concentración para sospechosos de actividades terroristas.

ALGUNOS DE LOS ARTÍCULOS DE LA ENMIENDA PLATT

I - Que el Gobierno de Cuba nunca cederá con ningún Poder o Poderes extranjeros ningún Tratado u

otro convenio que pueda menoscabar o tienda a menoscabar la independencia de Cuba ni en manera

alguna autorice o permita a ningún Poder o Poderes extranjeros, obtener por colonización o para

propósitos militares o navales, o de otra manera, asiento en o control sobre ninguna porción de dicha

Isla.

III - Que el Gobierno de Cuba consciente que los Estados Unidos pueden ejercitar el derecho de

intervenir para la conservación de la independencia cubana, el mantenimiento de un Gobierno

adecuado para la protección de vidas, propiedad y libertad individual y para cumplir las obligaciones

que, con respecto a Cuba, han sido impuestas a los Estados Unidos por el Tratado de París y que deben

ahora ser asumidas y cumplidas por el Gobierno de Cuba.

IV - Que todos los actos realizados por los Estados Unidos en Cuba durante su ocupación militar sean

tenidos válidos, ratificados y que todos los derechos legales adquiridos a virtud de ellos, sean

mantenidos y protegidos.

VII - Que para poner en condiciones a los Estados Unidos de mantener la independencia de Cuba y proteger al pueblo de la misma, así como para su propia defensa, el Gobierno de Cuba venderá o arrendará a los Estados Unidos las tierras necesarias para carboneras o estaciones navales en ciertos puntos determinados que se convendrán con el Presidente de Estados Unidos.

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Durante este primer gobierno comenzaron las prácticas corruptas que dominarían la historia de la republica cubana; de hecho, el propio Estrada Palma se hizo reelegir en 1906 mediante unas elecciones amañadas, provocando una sublevación por parte del principal partido opositor, el Partido Liberal. Este, junto al partido conservador, conformaría el bipartidismo que prevalecerá buena parte de la república, de una forma muy similar a la de sus homónimos españoles durante la Restauración.

Segunda ocupación estadounidense y gobierno de José Miguel Gómez Legitimados por la enmienda Platt, Estados Unidos intervino militarmente para mantener las cosas tranquilas en lo que prácticamente era su colonia (o como se conocía de forma coloquial, su “burdel”) dando lugar a su segunda intervención en Cuba, que duró hasta 1909. Durante estos 3 años al cargo de Charles Magoon, quien fue también gobernador de Panamá que destacó por su despilfarro de los fondos públicos cubanos., los estadounidenses crearon el ejército permanente cubano, asegurando sus intereses en la isla sin necesidad de volver a intervenir. La ocupación se realizó de forma encubierta, pues se mantuvieron los símbolos nacionales cubanos en los edificios públicos. Al término de la ocupación sube al poder el militar del partido liberal José Miguel Gómez, con el cual no solo se reanudó la corrupción política sino que alcanzó niveles exorbitados. Alcanzar un puesto de importancia política solo parecía implicar la posibilidad de saquear el dinero público, recurriendo a operaciones de tapadera como el dragado de puertos para el enriquecimiento personal. Se hizo patente que la diferencia entre Partido Liberal y Conservador era mínima y solo determinaba quien se enriquecía a costa del estado

Suplemento ilustrado del New York Tribune del 18-05-1902, destacando el nombramiento de Palma, así como “la casa blanca de Cuba” y el palacio de la Habana, capital del nuevo estado.

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Francisco y Hortensia: una familia terrateniente Mientras tanto, Hortensia y Francisco fueron afortunados y pudieron llevar una vida superior a la media en Cuba. Según recoge el testamento de Hortensia, a lo largo de su matrimonio adquirieron 5 casas, incluyendo una casa-quinta con 4 caballerías (medida de superficie empleada en cuba equivalente a 1.343 áreas, lo que nos da en total la considerable cifra de 537.200 metros cuadrados), en las que tenían ganado de varias clases, así como cultivos de viñas. Francisco, que llegó a la isla como zapatero, comenzó a dedicarse al comercio, obteniendo grandes beneficios. En estos años tuvieron varios hijos: Francisco, nació en 1904; la segunda, nacida entre 1905 y 1907 se llamó Carmen; en 1908 nacería Ángel; la cuarta sería, en 1910, Hortensia; finalmente, en 1912 nacería Angelines. Un sexto hijo, Antonio, moriría siendo muy pequeño. De su riqueza familiar, derivada probablemente de la buena situación económica de la familia de Hortensia, se puede pensar que viveron estos primeros años de la república ligeramente ajenos a los problemas de buena parte de la sociedad. Sin embargo la prosperidad no duraría para siempre…

Como resultado, proliferó el atraso económico, el desempleo, el analfabetismo, la insalubridad, la mendicidad y la prostitución, males sociales por desgracia casi siempre presentes en la sociedad cubana. Un episodio particularmente nefasto del gobierno de Gómez fue la durísima represión de un levantamiento organizado por el partido independiente de color, agrupación que perseguía la igualdad de derechos para los ciudadanos de origen africano, cuando a este partido se le impidió la participación política. Miles de negros y mulatos se levantaron para luchar por sus derechos, a lo que el gobierno respondió mandando al ejército, que masacró entre 3000 y 6000 rebeldes (depende de las fuentes) mientras que solo se registraron 12 bajas del ejército. Manifestante de color siendo linchado

Aunque la ganadería tenía un gran peso en Camagüey, la base de la economía cubana era sin duda la producción de azúcar. En la imagen, cultivo de caña y máquinas empleadas en su extracción.

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2 – ÚLTIMOS AÑOS EN CUBA Muerte de Hortensia y viaje de Francisco a España La insalubridad de la vida en la ciudad y el escaso desarrollo de la medicina de la época provocaban que las muertes prematuras por enfermedades fuesen frecuentes. En 1912 Hortensia contrajo bronquitis aguda; en febrero del año siguiente hizo testamento, y en Abril finalmente falleció en su casa a los 31 años. Esto ocasionó una disputa entre Francisco y Juana Reyes, madre de Hortensia, sobre la custodia de la hija con su primer marido, Amada Villalobos y Cruz (y sobre la parte de la herencia correspondiente a ésta). Este pleito fue saldado al año siguiente, cuando se confirmó a Juana como tutora legal de Amada, quien hasta ese momento viviría con Francisco. Fue entonces cuando Francisco, afectado por lo ocurrido, decidió retornar temporalmente a España. Uno de sus familiares en Cuba le encomendó que cuando volviese se trajese a su sobrina Aurelia consigo. Finalmente acabaría convirtiéndose en su segunda esposa (las relaciones de este tipo no eran infrecuentes o mal vistas en esta época), de manera que Aurelia criaría prácticamente como madre a las hijas pequeñas de Francisco y Hortensia, que conocieron poco a su madre biológica.

Gobierno de Mario García Menocal Mientras tanto, la situación sociopolítica cubana permaneció invariable; con un afianzado bipartidismo entre el partido liberal y el conservador, el turno recaía ahora en el general del partido conservador Mario García Menocal, continuando las prácticas corruptas hasta el punto en el que el propio Menocal finalizaría su mandato con una gran fortuna personal de origen incierto. Durante su mandato entro en vigor la moneda nacional, el peso cubano, y tuvo lugar un importante crecimiento económico debido a la favorable conjetura económica que se generó con la primera guerra mundial, pues los países neutrales pudieron aprovechar para comerciar con los necesitados beligerantes a buenos precios. Sin embargo, este crecimiento demostró ser muy frágil, pues la economía cubana dependía en exceso de la producción y exportación de azúcar (industria con la que Menocal tenía importantes vínculos), y la mayoría de los beneficios se fueron a parar a estados unidos, país cuyos ciudadanos poseían altísimos porcentajes de suelo e industrias cubanas.

Uno de los barcos en los que viajaban los inmigrantes entre Cuba y España

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Al término de su mandato, en 1917, se hizo reelegir, al igual que Estrada Palma en su día, a través de unas elecciones fraudulentas, provocando un levantamiento organizado por el opositor partido liberal, que se gano el apoyo del incipiente movimiento obrero a pesar de no tener ninguna voluntad más allá de la de asumir de nuevo el poder. Estados Unidos, contento con las favorables políticas de Menocal, empleo su ejército permanente en Cuba para acabar con la rebelión, permitiendo al presidente gobernar una legislatura más. Los malos años de gobierno de Menocal le restaron mucha popularidad al partido conservador, que ante el inminente triunfo del liberal Alfredo Zayas en las próximas elecciones se aseguró de pactar con el futuro presidente para mantener algo de poder en el parlamento. El regreso a España Finalmente, en 1917 la familia decidió abandonar definitivamente Cuba, una decisión cuyas razones nunca estuvieron muy claras. Hay varias explicaciones posibles de por qué decidieron regresar a España, en este momento sumida en la crisis del sistema de la restauración, con gobiernos inestables y en plena huelga general revolucionaria. Probablemente factores personales, como la nostalgia de Francisco o la delicada salud de Aurelia, que prefirió volver cuanto antes a España, influyesen en la decisión. Sin embargo, hubo una serie de posibles causas de fondo que llevasen a los Veloso a emprender la vuelta a casa en este particular momento.

Por un lado, el gobierno de Mario García Menocal había favorecido notablemente a la industria azucarera, que fue la exclusiva beneficiaria del breve crecimiento económico experimentado por la Segunda Guerra Mundial. Por otro lado, la mayor parte de los beneficios fueron a parar a propietarios estadounidenses. Francisco, un comerciante y ganadero español, podría haberse visto perjudicado por los claros favoritismos del presidente Menocal. En tercer lugar, la reelección fraudulenta de Menocal dio lugar a un levantamiento auspiciado por el partido liberal (el cual puede que hasta haya secundado) que fue reprimido por el ejército permanente cubano de EEUU, creando un clima de represión en el cual Francisco, al ser español y probablemente opositor al gobierno se vio perjudicado.

El puerto de la Habana, el principal de Cuba, en los años 20

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En esta etapa comenzaron asimismo a cobrar fuerza los movimientos sociales, como el movimiento feminista con el Partido Nacional Sufragista a la cabeza, el movimiento obrero o el movimiento estudiantil, que adquirirían una gran importancia en la década de los años 20. Al darse esta situación poco infavorable para un comerciante y ganadero español, en 1917 Aurelia con Ángel, Hortensia y Angelines (los 3 hijos pequeños) embarcaron hacia el puerto de Vigo, donde la familia se instalaría definitivamente. Francisco y su hijo mayor Francisco, permanecieron en la isla con la difícil tarea de vender lo máximo posible de sus propiedades en Cuba, y así reunir dinero para reestablecerse en España, donde por otra parte persistía una situación no menos dura que la cubana. Lamentablemente en este período los precios de la propiedad eran muy inestables y en cuestión de un año podrían pasar de millones a nada. Francisco se vio obligado a malvender las fincas que pudo a los precios que pudo. Por si fuera poco, los primeros años de la década fueron de importante crisis económica al finalizar el crecimiento ocasionado por la Primera Guerra Mundial. Hubo terrenos que quedaron sin vender, y que Francisco dejó a cargo de José García y García, comerciante también de origen español, amigo de la familia desde hace tiempo. A principios de la década de los años 20 y del gobierno de Alfredo Zayas, ambos dejarían la Isla. Aunque se aseguró de preservar su doble nacionalidad española-cubana, Francisco ya no volvería a pisar suelo cubano nunca más. Gobierno de Alfredo Zayas. El nacimiento de una revolución En 1921 asume la presidencia el liberal Alfredo Zayas, que conforma gobierno con algunos miembros del partido conservador, probando así las escasas diferencias entre los dos partidos dominantes. Washington, preocupado por la inestabilidad política de su pseudo-colonia, diseño un método de control política de Cuba que denominaron “diplomacia preventiva”, designando al general Enoch Crowder para supervisar el gobierno de Zayas, convirtiéndose en una suerte de presidente en la sombra. Para mala suerte de ambos, su gobierno comenzaría en medio de una crisis económica, y vería nacer importantes movimientos sociales.

Gran importancia tuvo el movimiento estudiantil, que reivindicaba una reforma universitaria y defendía posturas revolucionarias. Comenzando con la fundación de la Federación Estudiantil Universitaria en 1922, cuyo líder fue el estudiante Julio Antonio Mella. Su primer éxito fue la fundación de la Universidad Popular José Martí, en donde se concentraron numerosos profesores y alumnos de izquierdas. Este movimiento estudiantil sería una parte muy importante del movimiento revolucionario que se estaba gestando en el momento, convirtiéndose Mella en uno de sus principales líderes, especialmente cuando funde en 1925 junto al líder independentista Carlos Baliño, el primer partido comunista de Cuba.

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Paralelamente al moviendo estudiantil, el movimiento obrero, que tuvo sus orígenes en la primera ocupación estadounidense, fue cobrando fuerza. En esta época tuvo lugar una caída del precio del azúcar que desembocó en un crac bancario, y en el empobrecimiento general de la población: a raíz de esta crisis, se organizaron reuniones como el Primer Congreso Obrero Independiente de 1920, donde confluían varias tendencias del obrerismo, aunque en esta época tenía especial importancia el anarcosindicalismo (al igual que en España con la CNT y la FAI), bajo el liderazgo de Alfredo López. Este tuvo una gran importancia para la creación, en 1925, de la CNOC (Confederación Nacional Obrera Cubana), la primera gran organización de los trabajadores cubanos. En la imagen, logo de la CNOC y su líder Alfredo López.

Los intelectuales también participaron activamente en las protestas de esta época, liderados por el poeta Rubén Martínez Villena, a partir de la llamada Protesta de los 13 en 1923. De esta protesta derivó asimismo un nuevo partido cubano de izquierda, Falange de Acción Cubana. Villena, vinculado al comunismo internacional, se convirtió en uno de los líderes, junto con Mella y López, del movimiento revolucionario. En esta época también cobró importancia el moviendo feminista, con el I Congreso nacional de mujeres celebrado en 1923, para perseguir diferentes metas sociales.

Caricatura aparecida en la revista estadounidense Puck. Al pie de página se puede leer:

“La misión ahora: salvarla no solo de España, sino de un destino peor”

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Finalmente, también destacó el papel de los veteranos de la guerra de independencia, quienes formaron grupos de composición ideológica heterogénea como la Asociación de Veteranos y Patriotas, que perseguía reformas profundas en la república. En resumen, el gobierno de Zayas fue testigo de un ambiente revolucionario que causó miedo a la oligarquía dominante, cuyos privilegios peligrarían peligrosamente si no conseguían pararle los pies a estos movimientos populares… El destino de las propiedades en Cuba Desde España, Francisco mantuvo correspondencia habitual con José García, quien se hizo cargo de sus terrenos sin vender y se convirtió en intermediario ante sus deudores. Su principal deudor fue el vecino de la zona Antonio Porto, quien adquirió una finca a Francisco en un momento en que los precios del suelo estaban muy bajos (en contraste con los del “año de los millones”, 1920, en las que la tierra se vendió a precios desorbitados). Aún así, Porto no pudo pagar la finca. En Marzo de 1923, pidió más tiempo para reunir todo y liquidarlo; en Marzo, solicitó que se le perdonasen los intereses como hicieron otros vendedores de terreno durante el año de los millones, pero teniendo en cuenta los consejos de José García, Francisco se negó teniendo en cuenta lo barata que había sido vendida la finca. Porto pagaría finalmente 2.400 pesos en noviembre, suplicando en una carta desesperada que le perdonase los 80 pesos restantes de su deuda, hablando de las dificultades que tuvo a la hora de reunir el dinero, diciendo incluso que a pesar de haber comprado barata la finca, hoy nadie le daría por ella lo que el pagó. Menciona además que la situación allí en Cuba es muy inestable, y que podría haber una revolución, en referencia a los movimientos sociales que se habían iniciado durante el gobierno de Zayas. En España también se vivían tiempos difíciles, con el desastre de Annual muy reciente y el comienzo de la dictadura de Miguel Primo de Rivera. Francisco no pudo perdonar los 80 pesos y en su carta de 1924 José García dijo que se aseguraría de cobrarlos, comunicándole que las cosas iban mejorando y que en no mucho tiempo volvería a España, en cuanto terminase unos asuntos. Esta fue la última carta suya que recibió: no pudo volver a contactar con él, no pudiendo recuperar ni los 80 pesos ni los terrenos que este le administraba en Cuba. Se ignora lo que fue de José García; pudo ser que simplemente decidió quedarse con las propiedades de Francisco y cortase toda comunicación. También pudo morir de alguna enfermedad de la época o incluso en alguna revuelta. Eso nunca se sabrá. Francisco fallecería en 1942, y a cada año que pasaba más difícil pensar en recuperar lo que quedó atrás en Cuba, especialmente cuando los movimientos de protesta que se dieron en este período evolucionaron hasta dar lugar a la Revolución de carácter socialista de 1959, con el que se instauraría en Cuba un estado marxista-leninista de partido único que aún perdura hoy en día…

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La dictadura de Gerardo Machado La Cuba de la primera mitad de los años 20 vivía un marcado ambiente prerrevolucionario. Sin embargo, la oligarquía dominante se encargó de que eso no sucediese, poniendo al cargo del país a Gerardo Machado, del partido liberal. Este quinto presidente de la República se caracterizó por llevar a cabo importantes obras públicas (Como el capitolio de La Habana o la carretera central) y conseguir ciertos logros económicos, beneficiado por la etapa de crecimiento económico mundial que fueron los años 20. Sin embargo, a pesar de su relativa honradez, se aprovechó de su buena imagen para convertirse en un dictador. Mantuvo contentos a los partidos opositores permitiéndoles cooperar en su gobierno, asegurándose plenos apoyos en el parlamento. Aprovechó entonces para modificar la constitución y prolongarse en el poder, hecho que motivó una fuerte oposición…

La represión continuó con la clausura de la universidad José Martí, por la notable orientación comunista de sus miembros, pero fue demasiado lejos cuando ordenó asesinar a Julio Antonio Mella estando éste exiliado en México. A pesar de haber eliminado a buena parte de los líderes obreros, tal represión de la oposición solo provocó que esta se recrudeciese, creando un clima de terror por parte de ambos bandos. De entre las fuerzas opositoras surgieron nuevos líderes como el poeta Rubén Martínez Villena (que le daría a Machado el apodo con el que sería conocido en la posteridad, “asno con garras”) o Antonio Guiteras. Esta oposición se vio aumentada con la crisis económica mundial de 1929. Observando una vez más la delicada situación política de Cuba, Estados Unidos designó a un nuevo embajador, Summer Welles, para que mediase entre el gobierno y los cubanos y se llegase a un acuerdo pacífico entre ambos. Sin embargo, Welles no tuvo mucho tiempo para cumplir sus objetivos…

Su condición de dictador era tan notable que la revista Time, en una portada de la época (en la imagen) le calificó como el Mussolini cubano, en una época en la que el totalitarismo comenzaba a triunfar por toda Europa. Aunque como presidente fue mucho mejor y más eficaz que sus predecesores, la represión que llevó a cabo fue atroz. Desdeñaba profundamente el movimiento obrero y prohibió las huelgas y los sindicatos. Nada más acceder al poder prohibió asimismo el Partido Comunista y la FEU, y mandó asesinar al líder de la CNOC, Alfredo López, tirándole al mar con el cuello atado a un lingote de plomo. Todo opositor era perseguido, fichado y castigado sin contemplaciones.

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En 1933, parte del ejército (el brazo ejecutor de la represión de Machado) se rebeló contra el dictador, hecho que le obligó a huir sin que Welles pudiese hacer nada. Entonces se instauró un gobierno revolucionario (conocido por su brevedad como el de los 100 días) dirigido por Ramón Grau San Martín, cuyo ministro de gobernación Antonio Guiteras instauro por fin el salario mínimo y la jornada laboral de 8 horas. Sin embargo, este gobierno duró poco más de 3 meses, cuando fue derrocado por un militar que interferiría en la vida política cubana en las dos décadas siguientes: Fulgencio Batista. Batista estaría presente en el gobierno la República cubana de una manera u otra hasta instaurarse finalmente como dictador en 1952, período en el cual se gestaría la revolución encabezada por Fidel Castro y Ernesto Guevara. Pero eso es una historia para otra ocasión, pues si la república ya fue un período tumultuoso para la historia de Cuba, cuanto más lo fue el período revolucionario que continua hasta nuestros días…

La Universidad Popular José Martí (derecha), llamada así en honor al líder independentista, y los intelectuales que la fundaron (izquierda), incluyendo a Mella y a Villena. Fue clausurada por Gerardo Machado, y sus líderes perseguidos.

Izquierda: el poeta Rubén Martínez Villena, comunista y destacado opositor a Gerardo Machado Centro: Antonio Guiteras Holmes, ministro de gobernación durante el gobierno de los 100 días Derecha: Fulgencio Batista, militar que derrocaría el mencionado gobierno y ejercería como presidente de Cuba entre 1940 y 1944 y como dictador militar entre 1952 y 1959.

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3 – CRONOLOGÍA DE LA REPÚBLICA CUBANA ENTRE 1902 Y 1925

Tomás Estrada Palma (1902-1906): primer presidente de la república, elegido por sufragio restringido a los hombres propietarios y letrados y notablemente apoyado por EEUU. Su gobierno se caracterizó por promulgar leyes que complementaron la enmienda Platt. Su austeridad ocultaba la corrupción administrativa, y se hizo reelegir fraudulentamente en 1906, provocando una insurrección. Durante su mandato se casarían Francisco y Hortensia y tendrían sus primeros hijos, Francisco y Carmen, aunque esta última moriría siendo una adolescente.

Charles Magoon (1906-1909): Estados Unidos respondió al levantamiento interviniendo militarmente en la isla. Una vez sofocado colocó al frente del gobierno cubano a Magoon, quien ya había sido gobernador de Panamá. Este gestionó el país como gobernador bajo la autoridad de EEUU, aunque esta ocupación se disfrazó manteniendo los símbolos nacionales cubanos en los edificios públicos. Para evitar tener que ocupar de nuevo Cuba, se creó un ejército permanente cubano. El tercer hijo de Francisco y Hortensia, Ángel, nacería durante su mandato.

José Miguel Gómez (1909-1913): militante del partido liberal, fue elegido al terminar la ocupación estadounidense. Durante su gobierno las prácticas corruptas alcanzaron niveles exorbitados, siendo apodado por los ciudadanos como “tiburón” (“cuando se baña salpica”, pues repartía los cargos públicos entre sus allegados). Reprimió duramente la oposición, especialmente al partido independiente de color. Durante su gobierno nacerían las últimas hijas de la pareja, Hortensia y Angelines. En sus últimos meses de mandato fallecería Hortensia Cruz y Reyes a causa de una bronquitis aguda.

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Mario García Menocal (1913-1920): militante del partido conservador, Menocal se benefició del crecimiento económico propiciado por la primera guerra mundial. Durante su mandato, no menos corrupto que el de su predecesor, se adoptó el peso cubano como moneda oficial. Se hizo reelegir mediante el fraude electoral en 1917, respaldado por Estados Unidos, lo que suscitó un levantamiento fallido por parte del partido liberal. Terminó su mandato con una gran fortuna personal y el país en crisis económica. Sus 8 años de incompetente gobierno provocaron en buena parte la decisión de Francisco de regresar a España de una vez por todas.

Alfredo Zayas y Alfonso (1921-1925): comenzó su gobierno con una notable crisis originada en el anterior gobierno, y tuvo que lidiar con múltiples movimientos sociales surgidos en esta época: La CNOC, el Partido Comunista, las asociaciones de veteranos, los partidos feministas, la FEU… La designación por parte de Estados Unidos del embajador Enoch Crowder, que prácticamente asumió el gobierno de Cuba, no impidieron la proliferación de las protestas y Cuba quedó al borde de la revolución. En esta situación de inseguridad y crisis, Francisco se vio obligado a malvender sus propiedades y regresar cuanto antes a España.

Gerardo Machado y Morales (1925-1933): la subida al poder de Gerardo Machado supuso el freno temporal del movimiento revolucionario mediante una feroz represión (prohibiendo y persiguiendo toda asociación obrera y castigando a sus líderes) y una cierta eficiencia económica. Realizó importantes obras públicas y permitió a los partidos opositores cooperar en su gobierno, generando un consenso que le permitió cambiar la constitución para perpetuarse en el poder. Sin embargo, la brutal represión se acabó volviendo en su contra y antes de que los Estados Unidos pudiesen impedirlo tuvo que huir del país cuando un sector del ejército se sumó a la causa revolucionaria.

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4 – LA FAMILIA VELOSO A TRAVÉS DE LOS DOCUMENTOS DE LA ÉPOCA El principal testimonio del paso de la familia Veloso por Cuba lo conforman un conjunto de documentos de los que se pueden sacar muchas conclusiones no solo de la vida de la familia sino de la sociedad cubana. De documentos tales como el certificado de matrimonio de Francisco y Hortensia, el de nacimiento de la hija menor Angelines o el de defunción de Hortensia, o el pasaporte de Francisco permitieron sacar principalmente datos aislados que ayudan a reconstruir, con fechas y detalles la historia de la familia. Otros, como el testamento de Hortensia son un claro reflejo del tipo de familia que eran los Veloso. Las cartas (las de José García y la de Antonio Porto) por otro lado son documentos más personales, de tú a tú, en los que se expresan cosas que no aparecen en documentos oficiales. Algunos de estos documentos no se han podido incluir por la precariedad de su estado de conservación o dificultades en el escaneado. Principalmente documentos judiciales como la resolución del pleito entre Francisco y la madre de Hortensia Juana Reyes por la custodia de Amada, hijastra del primero, o la autorización que tuvo que dar Francisco a su mujer e hijos para que pudieran viajar solos a España (demostrando la excesiva dependencia legal de las mujeres y los niños de la época). Tampoco se han podido incluir, debido a sus dimensiones, la foto de Aurelia, Ángel, Hortensia (hija) y Angelines antes de viajar a España, ni el retrato de Francisco ya en Vigo, el cual permanece actualmente extraviado. Los que vienen a continuación son, sin embargo, los más destacables en lo que a la información histórica que proporcionan se refiere. Pág. 17: El certificado de matrimonio de Francisco y Hortensia Se trata de una copia realizada en 1913 (seguramente en relación al testamento o a la querella con Juana Reyes) del original de 1902. A pesar de ser Cuba entonces un país principalmente católico, no heredó la costumbre española de la boda religiosa y se casaron en el juzgado de Cascorro, en una pequeña ceremonia civil con un par de testigos. El certificado da una pequeña descripción de los contrayente, particularmente oficio (de Hortensia se dice que esta ocupada en oficios domésticos, aunque en otros documentos se refieren a la profesión de ama de casa como “labores propias de su sexo”, en referencia a que en esta época se entendía que las mujeres debían ser amas de casa), edad (destaca la juventud de Hortensia teniendo en cuenta que ya había estado casada una vez), procedencia (Pontevedra y Sibanicú) y padres de los contrayentes (donde se dice que Mariano y Juana, padres de Hortensia, eran naturales de Puerto Príncipe, que era como entonces se llamaba a Camagüey. Esto contrasta con la historia contada por Angelines de que Mariano Cruz era español, concretamente de Mallorca, aunque podría fácilmente tratarse de un error del documento). Destaca asimismo el número de faltas de ortografía para ser un texto oficial; de hecho, Hortensia aparece nombrada como “Ortencia”.

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Pág. 18: El testamento de Hortensia Cruz y Reyes

Redactado un par de meses antes de su muerte por bronquitis aguda, el testamento de Hortensia revela la situación económica de la familia hasta entonces: adquiridos con “el trabajo de la exponente y su actual consorte”, la familia poseía 5 casas en diversas calles de Cascorro (siendo la “casa sin número de la calle Cisneros” su residencia principal) incluyendo una casa-quinta con cuatro caballerías (sobre medio millón de metros cuadrados) y ganado de toda clase. De entre sus hijos, quien más recibió fue Amada, su hija con su primer marido Ramón Villalobo y Medero. Precisamente sobre la custodia de Amada y la gestión de su parte de herencia fue el rigen de una batalla legal entre Juana Reyes, madre de Hortensia y designada por esta como tutora de la joven, y Francisco, quien se había convertido en el tutor de facto de Amada. En este documento hace su primera aparición José García, albacea de Hortensia, quien posteriormente se convertiría en el encargado de las tierras de la familia en Cuba. _______________________________________________________________________ Pág. 20: El pasaporte de Francisco Este pasaporte fue obtenido por Francisco (acompañado como se indica de su hijo de catorce años Francisco) poco después de que Aurelia y el resto de niños hubiesen dejado Cuba, para ir ellos mismos posteriormente a España una vez vendidas el mayor número de tierras posibles (Noviembre de 1917). El documento, en cartulina gruesa, de tamaño cuadrado y de lado bastante mas grande que un folio convencional, adjunta asimismo una particular descripción de Francisco en ese momento: 42 años, casado ya con Aurelia, Comerciante (en contraste con los anteriores escritos en los que aparecía como zapatero)… También se dan características físicas como el color de ojos, pelo y piel (que en cierto modo servirían como indicadores raciales en una sociedad marcadamente segregada como era la Cuba de entonces), siendo él calificado como de color “trigueño”, ojos pardos, pelo castaño, estatura regular y llevando bigote. Francisco mantuvo ambas nacionalidades, española y cubana, aunque no volvería a viajar a Cuba después de abandonarla definitivamente a principios de los años 20.

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Pág. 21: Carta de Antonio Porto Porto fue uno de los que compraron alguna de sus fincas a Francisco a principios de los años 20. Una época de gran inestabilidad económica, los precios fluctuaban mucho y cuando fue vendida esa finca en particular estaban bajos, para desgracia de mi abuelo. Aún así, Porto no pudo pagar en su momento y Francisco tuvo que viajar a España sin poder cobrar su deuda, dinero que seguramente necesitaría. A medida que pasaba el tiempo Porto seguía sin pagar y suplicaba de vez en cuando por una rebaja en la deuda o que se le perdonasen los intereses. Finalmente, el 13 de Noviembre de 1923 pagó su deuda exceptuando 80 pesos, escribiendo ese mismo día una carta a Francisco rogando que se los perdonase. En esta carta se lamenta de las dificultades que tuvo que pasar para reunir el dinero; de que a pesar de haber comprado la finca barata, en ese momento nadie le daría por ella lo que el pagó; y que “salimos de una y entramos en otra”, que estaba “todo paralizado, pues los veteranos y el gobierno andan revueltos y se dice que puede haber revolución”. Porto resume así perfectamente la situación de Cuba en esos años (hace referencia en concreto a las asociaciones de veteranos de la guerra que participaron en el movimiento revolucionario contra el gobierno). Las desesperadas suplicas de Porto, revelan en efecto que estaría pasando muchas dificultades económicas. _______________________________________________________________________ Págs. 23 y 24: Cartas de José García Contrastando con el tono desesperado de Porto, las cartas de José García, el hombre que a cargo de las propiedades de Francisco que quedaron en Cuba, tienen un tono bastante optimista (“Esto continúa mejorando…”). La primera de las cartas conservadas es de 1922, en la que informa a Francisco que su hijo mayor ha regresado a España, cargando los gastos del viaje a su cuenta (lo que probablemente indica que Francisco aún tenía dinero en la isla). En la siguiente, de 1923, le comunica a Francisco la petición de Porto de que le perdonase los intereses. También dice en ella que no piensa volver a España por el momento, pues aún tiene negocios (relacionados con la caña de azúcar) por terminar. En otra posterior, también de 1923, le aconseja no perdonar los intereses a Porto, calificando a este último de “gente muy llorona que todo lo quiere para ellos”. La última carta que Francisco recibiría de José García sería de 1924, en la que asegura que reclamará los 80 pesos a Porto. Sin embargo, la familia no volvería a saber de él, por causas desconocidas.

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5 – CONCLUSIONES Investigar sobre la vida de mi tatarabuelo desde luego me ha demostrado como las circunstancias históricas de un período determinado influyen en la vida de las personas de esa época, de manera en que se convierten en piezas del enorme puzzle que es la historia de una región o un período concreto. Por otro lado esto no quiere decir que las circunstancias de un momento determinan la vida de las personas, por que en cierto modo, el azar juega un papel muy importante en la historia. Francisco, mi tatarabuelo, un zapatero de Pontevedra en la época de la restauración en España, viajó a Cuba por determinadas circunstancias, teniendo la suerte de conocer y casarse con una joven viuda cubana, con la que llegó a poseer cierta riqueza. Sin embargo, lo perdió casi tan rápido como lo ganó. Realmente, mi tatarabuelo se convirtió en un rico terrateniente igual que podría haberse convertido en un revolucionario. De hecho, como anécdota, el padre de Fidel Castro, nacido casualmente el mismo año que Francisco, 1875, era también gallego y emigró a Cuba en fechas similares, asentándose en una provincia contigua a Camagüey. Francisco no tuvo nunca, por otro lado, una marcada orientación política, si no que, como la mayor parte de la gente, se preocupó más bien por vivir en paz, según como las circunstancias se lo permitiesen. Investigar sobre la vida de tus antepasados te hace asimismo darte cuenta de lo mucho que ha cambiado la sociedad y el estilo de vida entre una época y otra. Eran tiempos en los que la medicina no estaba muy avanzada, la desigualdad social era atroz, la criminalidad era elevada, la sociedad por lo general estaba ideológicamente atrasada… Por otro lado, sin embargo, se pueden establecer miles de paralelismos entre esa época histórica y la actual. Verdaderamente, hay cosas que apenas han cambiado. Por esta razón la historia juega un papel crucial en corregir los errores del pasado, pues como dijo Cicerón, los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla. Por último cabe destacar que estudiar la historia a través de un individuo, y a partir de esa historia particular, la historia de la época en su conjunto te da una perspectiva totalmente nueva. A veces olvidamos que detrás de los sucesos históricos hay miles de personas con nombres y apellidos y sus determinadas circunstancias, poniendo su pequeño grano de arena en la historia general. Unos de ellos fueron Francisco y su familia, de la misma manera en la que hoy lo somos cada uno de nosotros. Por eso creo que cada persona debería plantearse cual quiere que sea su lugar en la historia y colaborar lo máximo posible a mejorar la sociedad, pues las grandes hazañas de la historia, detrás de los nombres conocidos, las hacen la gente en su conjunto. ¡Quién sabe lo que nos depara la historia ahora!

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6 – BIBLIOGRAFÍA Todos los datos de la vida de Francisco Veloso y su familia han sido obtenidos en medida de lo posible a través de los documentos de la época disponibles, añadiendo información adicional transmitida oralmente por Angelines, hija menos de Francisco y Hortensia, a su hija Ángeles Bautista Veloso, mi abuela. Todos los datos históricos complementarios fueron extraídos de tres fuentes principales, que al aparecer tan combinadas y difuminadas no me fue posible especificar exactamente que datos provenían de cada fuente. Por un lado, de www.ecured.cu, enciclopedia online auspiciada por el Ministerio de informática y comunicaciones del gobierno cubano. Esta enciclopedia es muy completa en cuanto a historia cubana se refiere, aunque tiene como inconveniente que al ser impulsada por el gobierno esta notablemente sesgada (habiendo sido la página llamada “Castropedia” por The Guardian), aunque esto no afecta en exceso al período de la república en particular, más allá del perceptible odio hacia Estados Unidos (país descrito en la misma enciclopedia como imperio) y el ensalzamiento del movimiento obrero. La historia de cuba proporcionada por la página del gobierno de cuba, http://www.cubagob.cu/otras_info/historia/inicio.html , presenta el mismo problema que la anterior. Por otro lado, los artículos contenidos en las ediciones española e inglesa de Wikipedia (http://es.wikipedia.org/ y http://en.wikipedia.org/ ), al ser páginas de libre edición, presentan una mayor pluralidad de contenidos, pero su rigor es ligeramente menor y no esta exenta de errores. Intenté por lo tanto seleccionar lo más adecuado de estas tres fuentes principales, y también me permití especular sutilmente, estableciendo paralelismos con la historia de España de la misma época. Así, auque pretendí la mayor exactitud histórica posible, la historia de Cuba contenida en este trabajo pretende ser un complemento para entender el por que de lo que paso a Francisco Veloso en su etapa en Cuba, siendo la dimensión personal y la dimensión histórica difícilmente disociables una de otra.

_______________________________________________________________________ Agradecimientos: No podría concluir el trabajo sin antes agradecer profundamente a mi abuela Ángeles Bautista Veloso, nieta de Francisco, toda la ayuda proporcionada durante este proyecto, y a mi tutora María Almeida Bautista quien me ayudó a realizar la revisión final del trabajo.