francisco rico. historia y crítica de la literatura española

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FRANCISCO RICO, Historia y crítica de la Literatura Española José Manuel Blecua, “Corrientes poéticas en el siglo XVI” (pp. 114-117) Don José Manuel Blecua comenzaba explicando que “en este breve ensayo”, según lo consideraba, se proponía “sólo explicar las fuerzas, las corrientes que actúan paralelas a la gran innovación de Boscán y Garcilaso, corrientes olvidadas por los historiadores acostumbrados a fáciles esquemas”, ya que “los capítulos que se han hecho ya clásicos: Introducción de las formas italianas; Garcilaso y Boscán; La reacción tradicionalista, Seguidores, etc.”, sin tener en cuenta “la inmensa actuación de la poesía anterior y se carga todo al haber de un Castillejo, cuya influencia es minúscula comparada con la de otras fuerzas. El segundo paso es también elemental: consiste en dividir la poesía anterior a 1526 en haces coherentes y ver cómo actúan esas flechas que, lanzadas por arqueros medievales, van a traspasar todo el siglo XVI y gran parte del XVII.“ Y proponía estas cuatro divisiones: “Poesía lírica tradicional, el “Romancero”, la poesía culta del s. XV, Mena, Manrique, y “La poesía del llamado Cancionero General”. En 1526, no había desaparecido la lírica tradicional “barrida por el éxito de Garcilaso”. Por el contrario, continuó existiendo hasta mediados del siglo XX (este estudio de Blecua que comentamos había sido publicado primero en Ínsula, en 1952). Junto a abundantes ejemplos en Castillejo, también los hay en El Cortesano de Luis Milán, autor del célebre libro sobre la vihuela. Años más tarde en el Cancionero de Upsala “puede leerse una cancioncilla que conocería muy bien Vélez de Guevara: “¡Ay luna que reluces, / toda la noche me alumbres!”, etc. Después aparece en Sevilla la Recopilación de sonetos y villancicos de Juan Vásquez, de título significativo. “Y en la segunda mitad del siglo XVI han nacido ya Santa Teresa, fray Luis de León, San Juan de la Cruz y hasta Cervantes. Que Santa Teresa y San Juan de la Cruz amaban esta poesía tradicional lo sabemos por muchísimos testimonios. Que Cervantes era también un buen catador de este sabroso licor, es anticonsabido”. Hacia

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FRANCISCO RICO, Historia y crtica de la Literatura Espaola

Jos Manuel Blecua, Corrientes poticas en el siglo XVI (pp. 114-117)Don Jos Manuel Blecua comenzaba explicando que en este breve ensayo, segn lo consideraba, se propona slo explicar las fuerzas, las corrientes que actan paralelas a la gran innovacin de Boscn y Garcilaso, corrientes olvidadas por los historiadores acostumbrados a fciles esquemas, ya que los captulos que se han hecho ya clsicos: Introduccin de las formas italianas; Garcilaso y Boscn; La reaccin tradicionalista, Seguidores, etc., sin tener en cuenta la inmensa actuacin de la poesa anterior y se carga todo al haber de un Castillejo, cuya influencia es minscula comparada con la de otras fuerzas. El segundo paso es tambin elemental: consiste en dividir la poesa anterior a 1526 en haces coherentes y ver cmo actan esas flechas que, lanzadas por arqueros medievales, van a traspasar todo el siglo XVI y gran parte del XVII. Y propona estas cuatro divisiones: Poesa lrica tradicional, el Romancero, la poesa culta del s. XV, Mena, Manrique, y La poesa del llamado Cancionero General.En 1526, no haba desaparecido la lrica tradicional barrida por el xito de Garcilaso. Por el contrario, continu existiendo hasta mediados del siglo XX (este estudio de Blecua que comentamos haba sido publicado primero en nsula, en 1952). Junto a abundantes ejemplos en Castillejo, tambin los hay en El Cortesano de Luis Miln, autor del clebre libro sobre la vihuela. Aos ms tarde en el Cancionero de Upsala puede leerse una cancioncilla que conocera muy bien Vlez de Guevara: Ay luna que reluces, / toda la noche me alumbres!, etc. Despus aparece en Sevilla la Recopilacin de sonetos y villancicos de Juan Vsquez, de ttulo significativo. Y en la segunda mitad del siglo XVI han nacido ya Santa Teresa, fray Luis de Len, San Juan de la Cruz y hasta Cervantes. Que Santa Teresa y San Juan de la Cruz amaban esta poesa tradicional lo sabemos por muchsimos testimonios. Que Cervantes era tambin un buen catador de este sabroso licor, es anticonsabido. Hacia 1580 , irrumpen con toda gallarda en la poesa espaola nada menos que un Lope y un Gngora. Es harto sabido el gran amor de Lope de Vega por estas frmulas poticas, de las que arranc dramas ntegros, pero a Gngora tampoco le molestaban.El profesor Blecua agrega numerosos ejemplos ms que demuestran que [la lrica tradicional], esa fuerza potica que arrancaba de la poca mozrabe, no qued olvidada por la poesa italianizante [] y todava se olvid menos la gran corriente cristalizada en el Romancero. Por otra parte, la generacin de Cervantes se educar poticamente leyendo a Garcilaso y cantando romances viejos. De ah que los comienzos del romance llamado artstico haya que buscarlos en esa generacin . San Juan de la Cruz los esribi a lo divino. Muchos versos de romances viejos se convirtieron en tpicos, como el conocido Mensajero sois, amigo, que resonar hasta en el Quijote. Hacia 1580, Lope y Gngora comienzan a escribir los suyos, romances que sern publicados en pequeas antologas y escasos pliegos, y que en 1600 constituirn la base del famoso Romancero general. Pero, los romances nuevos no hicieron olvidar los viejos. Prlogo de M. Pidal a Flor nueva de romances viejos: la introduccin del romancero al gusto de las clases cultivadas en el siglo XVI trajo consigo para los viejos cantos una singular perfeccin estilstica y que por eso se satur de las esencias poticas ms naturales, a la vez que ms refinadas del arte hispnico. Palabras que a Blecua le parecen decisivas para hacer ver cmo fue caminando paralelamente a lo largo de la mejor y ms culta poesa espaola, una poesa que tambin arrancaba de la Edad Media. La poesa que algunos han tachado de intrascendente, conceptuosa y alambicada, recogida por H. del C en su famoso Cancionero general, V, 1511, es de poderosa influencia, fueron 9 ediciones de un libro que recogi cientos de poemitas, herencia en su mayor parte de un trovadorismo medieval.ESTO QUIERE DECIR QUE EL LIBRO ANDUVO EN MANOS DE TODOS LOS POETAS, Y EL DA QUE SE HAGA EL ESTUDIO DE SU INFLUENCIA EL ASOMBRO DE LOS EUDITOS SER GRANDE. PORQUE ADEMS ESTA POESA NO ESTABA REIDA CON LA PETRARQUISTA (AUNQUE SE PUEDE OBSERVAR QUE LAS EDICIONES SE ESPACAN A MEDIDA QUE SE IMPONE LA OBRA DE GARCILASO E INCLUSO A VECES TENA LA MISMA FUENTE

HISTORIA Y CRTICA DE LA LITERATURA ESPAOLA , al cuidado de Francisco Rico. II Francisco Lpez Estrada. SIGLOS DE ORO: RENACIMIENTO.

Barcelona. Editorial Crtica, Grupo Editorial Grijalbo, 1980, pp. 114-117