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La Historia de Almería 1/2 LA PREHISTORIA ALMERIENSE Paleolítico Se caracteriza por reducidos grupos nómadas, cazadores y recolectores. No son demasiado abundantes los yacimientos paleolíticos en la provincia, siendo al más antiguo de ellos el de Cueva de Zajara I, en Cuevas de Almanzora. Neolítico Aparecen las primeras aldeas y los primeros espacios dedicados exclusivamente a enterramientos. De esta época datan las pinturas rupestres de la Cueva de los Letreros, en Santonge, en la Comarca de los Vélez, entre las que destaca el famoso Indalo, convertido hoy día en símbolo de toda la provincia. Si bien los más románticos lo vieron como un hombre sosteniendo un arco iris, no es más que un arquero buscando su presa en el cielo. Dio su nombre a un movimiento pictórico e intelectual, el movimiento indaliano, que con Jesús de Perceval y Eugenio d´Ors a la cabeza sentía una atávica atracción por la población de Mojácar y sus habitantes, los primeros en pintar indalos con cal en las paredes de las casas para buscar la protección contra tormentas y mal de ojo. Entonces se le llamaba el "muñequillo mojaquero", pero hoy es ya toda una marca de calidad de la provincia, su turismo y su cultura. Edad del Bronce(1700-1400 a.C.) Nace una cultura igualmente influyente, la de El Argar. Desarrollan un modelo alfarero característico, el vaso campaniforme, cuyo uso se extenderá por todo el levante español. Sus necrópolis evolucionan con respecto a la cultura de Los Millares, y diversifican la producción agrícola y ganadera. PERÍODO MUSULMÁN Quedan pocos siglos para que Almería alcance su primer cenit histórico, político y socioeconómico. La gran historia de Almería comienza en efecto con la ocupación musulmana, iniciada el año 713 a manos fundamentalmente de poblaciones de origen bereber y yemení, cuya más pronta aportación fue la remodelación sustancial del paisaje y método agrícola. El periodo musulmán se divide en dos fases, separadas por un breve periodo de ocupación cristiana, el decenio entre 1147 a 1157, en que los ejércitos de Alfonso VII ocuparon la ciudad y la provincia. No obstante, aunque breves, estos diez años supusieron una ruptura insalvable en el crecimiento de la Almería musulmana. La primera fase destacable va así pues desde la fundación oficial de la ciudad en 955 hasta 1147, y la segunda desde 1157 a 1489. De la época musulmana se conservan innumerables restos. A la Alcazaba y los restos de la mezquita mayor hay que sumar los aljibes de Jairán, que en una época abastecieron a la ciudad, y las murallas construidas por el mismo rey. También se conservan lienzos de la muralla del puerto y restos de la puerta de Pechina, en el subsuelo de la Rambla Obispo Orberá. No sólo ciudades florecieron en la Almería musulmana: se pueden encontrar diseminados por los Filabres, las Alpujarras y el valle del Almanzora numerosos baños, mezquitas y castillos.

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La Historia de Almería 1/2

LA PREHISTORIA ALMERIENSE

Paleolítico

Se caracteriza por reducidos grupos nómadas, cazadores y recolectores. No son demasiado abundantes los yacimientos paleolíticos en la provincia, siendo al más antiguo de ellos el de Cueva de Zajara I, en Cuevas de Almanzora.

Neolítico

Aparecen las primeras aldeas y los primeros espacios dedicados exclusivamente a enterramientos. De esta época datan las pinturas rupestres de la Cueva de los Letreros, en Santonge, en la Comarca de los Vélez, entre las que destaca el famoso Indalo, convertido hoy día en símbolo de toda la provincia. Si bien los más románticos lo vieron como un hombre sosteniendo un arco iris, no es más que un arquero buscando su presa en el cielo.

Dio su nombre a un movimiento pictórico e intelectual, el movimiento indaliano, que con Jesús de Perceval y Eugenio d´Ors a la cabeza sentía una atávica atracción por la población de Mojácar y sus habitantes, los primeros en pintar indalos con cal en las paredes de las casas para buscar la protección contra tormentas y mal de ojo. Entonces se le llamaba el "muñequillo mojaquero", pero hoy es ya toda una marca de calidad de la provincia, su turismo y su cultura.

Edad del Bronce(1700-1400 a.C.)

Nace una cultura igualmente influyente, la de El Argar. Desarrollan un modelo alfarero característico, el vaso campaniforme, cuyo uso se extenderá por todo el levante español. Sus necrópolis evolucionan con respecto a la cultura de Los Millares, y diversifican la producción agrícola y ganadera.

PERÍODO MUSULMÁN

Quedan pocos siglos para que Almería alcance su primer cenit histórico, político y socioeconómico. La gran historia de Almería comienza en efecto con la ocupación musulmana, iniciada el año 713 a manos fundamentalmente de poblaciones de origen bereber y yemení, cuya más pronta aportación fue la remodelación sustancial del paisaje y método agrícola.

El periodo musulmán se divide en dos fases, separadas por un breve periodo de ocupación cristiana, el decenio entre 1147 a 1157, en que los ejércitos de Alfonso VII ocuparon la ciudad y la provincia. No obstante, aunque breves, estos diez años supusieron una ruptura insalvable en el crecimiento de la Almería musulmana. La primera fase destacable va así pues desde la fundación oficial de la ciudad en 955 hasta 1147, y la segunda desde 1157 a 1489.

De la época musulmana se conservan innumerables restos. A la Alcazaba y los restos de la mezquita mayor hay que sumar los aljibes de Jairán, que en una época abastecieron a la ciudad, y las murallas construidas por el mismo rey. También se conservan lienzos de la muralla del puerto y restos de la puerta de Pechina, en el subsuelo de la Rambla Obispo Orberá. No sólo ciudades florecieron en la Almería musulmana: se pueden encontrar diseminados por los Filabres, las Alpujarras y el valle del Almanzora numerosos baños, mezquitas y castillos.

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La Historia de Almería 2/2

Conquista cristiana y Edad Moderna

El siglo XVI es el siglo del retroceso y abandono de la ciudad y la provincia. Fueron varios los factores que influyeron en esto; en primer lugar, Almería estaba apartada de cualquier ruta comercial americana, y vio pasar de largo todas las riquezas provenientes de Nuevo Continente y la actividad que trajeron consigo. Por otro lado, se prodigaron en estos cien años tanto los terremotos como los ataques de los piratas berberiscos y turcos como Barbarroja (en el siglo siguiente, les sucederían los de la armada inglesa). Los primeros mermaron la población y los segundos la aterrorizaron y obligaron a desplazarse hacia el interior.

Especialmente funesto fue el seísmo de 1522, que destruyó la ciudad casi completamente y redujo la población a tan solo 700 habitantes que se asentaron en torno a la catedral de nueva construcción.

La Catedral de Almería es un gran ejemplo de edificio defensivo de la época. Fue levantado el primer templo catedralicio en 1496 bajo las órdenes del cardenal arzobispo de Toledo Pedro González de Mendoza sobre la antigua mezquita. El terremoto de 1522 la destruyó completamente y fue entonces cuando Fray Diego Fernández de Villalán, obispo de Almería, mandó construir el actual bajo la advocación de Nuestra Señora de la Encarnación. Su aspecto exterior le da clara apariencia militar; en efecto, se trata de una de las únicas catedrales-fortaleza de su clase en España: sólidos contrafuertes, torres albarranas, gruesos muros, escasez de vidrieras...

Los moriscos

La segunda mitad del siglo XVI estuvo marcada en toda la provincia por el levantamiento y posterior expulsión de la población morisca. Los moriscos, extensa comunidad de religión y cultura musulmanas a la que se había permitido permanecer en la península previa conversión, veía sin embargo sus derechos y su dignidad continuamente negados desde la firma de las Capitulaciones. La población morisca era, a pesar de la incipiente repoblación cristiana, mayoritaria en amplias regiones de la provincia, como las Alpujarras y el alto Almanzora.

Uno de los episodios más sangrientos de la represión contra los moriscos tuvo lugar en Níjar, y constituyó lo que se convino en llamar el "negocio de Inox". En las revueltas de la Navidad de 1569, cientos de familias moriscas acudieron a refugiarse al castillo morisco del peñón de Inox, cercano a Níjar. Informados los cristianos, reunieron un improvisado ejército de mercenarios que se adueñó fácilmente de la fortaleza, haciéndose de una vez con más de 3.000 esclavos, mujeres y niños, e incontables botines. A este "negocio" se debe el nombre de la cortijada actual cercana, La Matanza, en cuyos aledaños pueden encontrarse aun semiderruidos entre la maleza los muros de la antigua mezquita de Inox.