formas contemporaneas de esclavitud

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ASAMBLEA GENERAL 3º COMISIÓN: Trata Internacional de Personas y Lucha contra las Formas Contemporáneas de Esclavitud Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre; La esclavitud y la trata de esclavos están prohibidas en todas sus formas. Declaración Universal de Derechos Humanos y Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos -.-.-.-.-.-.- INTRODUCCIÓN: Los Objetivos de Desarrollo del Milenio En septiembre del año 2000, los líderes de 189 países se reunieron en la sede de Naciones Unidas en Nueva York y aprobaron la “Declaración del Milenio ¨, un acuerdo para trabajar de manera conjunta para construir un mundo más seguro, más próspero y más equitativo. La declaración se tradujo en un plan de acción que creó 8 objetivos mesurables y con límite de tiempo que debían alcanzarse para el año 2015, conocidos como los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM): Para que todos estos desafíos puedan ser superados es necesario que la persona goce de todos sus derechos y garantías, por lo tanto es sumamente importante la lucha por la libertad de todos y cada uno de los habitantes de la tierra. Según la Declaración de los Derechos Humanos nadie tiene porqué estar sometido, ninguna razón es real, es más bien un abuso a la naturaleza humana. En relación a esta temática, el 1º ODM es el que esta mas estrechamente relacionado: Erradicar la Pobreza extrema y el Hambre. La pobreza extrema y el hambre no pueden entenderse solamente como la carencia o limitación que se les presenta a las personas para llevar a su mesa una ración necesaria para su pervivencia diaria o la mera falta de ingresos. Es también, entre otras cosas, la condición de humillación que produce la mendicidad; es la falta de oportunidades y la concentración de la riqueza y de las oportunidades; es la falta de valoración de las

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ASAMBLEA GENERAL 3º COMISIÓN:

Trata Internacional de Personas y Lucha contra las Formas Contemporáneas de

Esclavitud

Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre;

La esclavitud y la trata de esclavos están

prohibidas en todas sus formas.

Declaración Universal de Derechos Humanos

y Pacto Internacional de Derechos

Civiles y Políticos

-.-.-.-.-.-.-

INTRODUCCIÓN:

Los Objetivos de Desarrollo del Milenio

En septiembre del año 2000, los líderes de 189 países se reunieron en la sede de Naciones Unidas en Nueva York y aprobaron la “Declaración del Milenio ¨, un acuerdo para trabajar de manera conjunta para construir un mundo más seguro, más próspero y más equitativo. La declaración se tradujo en un plan de acción que creó 8 objetivos mesurables y con límite de tiempo que debían alcanzarse para el año 2015, conocidos como los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM):

Para que todos estos desafíos puedan ser superados es necesario que la persona goce de todos sus derechos y garantías, por lo tanto es sumamente importante la lucha por la libertad de todos y cada uno de los habitantes de la tierra. Según la Declaración de los Derechos Humanos nadie tiene porqué estar sometido, ninguna razón es real, es más bien un abuso a la naturaleza humana.

En relación a esta temática, el 1º ODM es el que esta mas estrechamente relacionado: Erradicar la Pobreza extrema y el Hambre.

La pobreza extrema y el hambre no pueden entenderse solamente como la carencia o limitación que se les presenta a las personas para llevar a su mesa una ración necesaria para su pervivencia diaria o la mera falta de ingresos. Es también, entre otras cosas, la condición de humillación que produce la mendicidad; es la falta de oportunidades y la concentración de la riqueza y de las oportunidades; es la falta de valoración de las capacidades de las grandes mayorías excluidas de los beneficios del progreso.

Sobre este objetivo, y en relación a esta temática, se plantean algunas iniciativas:

Prevenir formas laborales seudo esclavizantes, así como el trabajo de los niños. Prevención sobre nuevas formas de esclavitud y la trata de personas.

Proporcionar oportunidades para que las personas realicen sus ideales de vida facilitando el derecho a la libertad personal.

A) INTRODUCCIÓN A LA TEMÁTICA:

La esclavitud es una de las peores formas de negación de lo humano. Implica un dominio que niega la posibilidad de la realización de los derechos humanos, porque quien es su víctima, simplemente está despojado de ellos; la esclavitud es siempre negación de la condición de humanidad, porque significa asumir que alguien puede decidir sobre la vida y la dignidad de quien es esclavizado.

La sumisión humana fue la primera cuestión de derechos humanos que despertó un amplio interés internacional. Sin embargo, a pesar de la condena universal, las prácticas análogas a la esclavitud siguen siendo un problema grave y persistente en los últimos años del siglo XX.

La palabra "esclavitud" abarca en la actualidad diversas violaciones de los derechos humanos. Además de la esclavitud tradicional y la trata de esclavos, comprende abusos tales como la venta de niños, la prostitución infantil, la utilización de niños en la pornografía, la explotación del trabajo infantil, la mutilación sexual de las niñas, la utilización de niños en los conflictos armados, la servidumbre por deudas, la trata de personas y la venta de órganos humanos, la explotación de la prostitución y ciertas prácticas del régimen de apartheid y los regímenes coloniales.

Las prácticas análogas a la esclavitud pueden ser clandestinas. Esto hace que sea difícil tener una idea clara de la escala de la esclavitud contemporánea, y aún más descubrirla, sancionarla o suprimirla. El problema se complica debido a que las víctimas de esos abusos suelen pertenecer a los grupos sociales más pobres y vulnerables. Muchas veces el temor y la necesidad de sobrevivir les impiden denunciar su situación.

¿En qué consiste la esclavitud moderna?

La idea que viene a la mente de muchas personas cuando escuchan la palabra esclavitud, es la compra y venta de personas, su envío desde un continente hacia otro y la abolición de este comercio a comienzos del siglo XIX. Incluso si no sabemos nada acerca de la Trata de Esclavos, es algo en lo que pensamos como parte de nuestra historia, más que de nuestro presente. Sin embargo, la realidad es que la esclavitud sigue presente HOY.

A millones de mujeres, niños, niñas y hombres de todo el mundo se les obliga a vivir como esclavos. Si bien a esta explotación a menudo no se le llama esclavitud, las condiciones son las mismas. A las personas se les vende como a objetos, se les obliga a trabajar por salarios irrisorios o sin salario, y viven a merced de sus "empleadores".

La esclavitud existe hoy día pese a que está prohibida en la mayoría de los países donde se practica. También la prohíben la Declaración de los Derechos Humanos de 1948 y la Convención Suplementaria sobre la Abolición de la Esclavitud, la Trata de Esclavos y las Instituciones y Prácticas Análogas a la Esclavitud, de 1956. Hoy día, hay mujeres de Europa oriental que trabajan en la prostitución en condiciones de servidumbre por deudas, se trafica a niños y a niñas entre estados de África Occidental y en Brasil se obliga a hombres a trabajar como esclavos en haciendas agrícolas. La esclavitud contemporánea adopta diversas formas y afecta a personas de todas las edades, géneros y razas.

¿Cuáles son las características de este tipo de negación a la libertad?

La esclavitud tiene características que la distinguen de otras violaciones de los derechos humanos. A un esclavo:

* Se le obliga a trabajar - mediante amenazas psicológicas o físicas;

* Se le convierte en propiedad de un "empleador", generalmente mediante maltrato físico o mental o mediante amenazas de maltrato;

* Se le deshumaniza y se le trata como a una mercancía, o se le compra y vende como a una "pertenencia";

* Se le limita físicamente o se le impone restricciones a su libertad de movimiento.

¿Cuáles tipos de esclavitud existen hoy?

El trabajo en condiciones de servidumbre afecta a por lo menos 20 millones de personas en todo el mundo. Las personas se convierten en trabajadores en condiciones de servidumbre cuando aceptan, o se les engaña para que acepten un préstamo que apenas alcanza para cubrir el costo de los medicamentos para un niño enfermo. Para poder pagar la deuda, se ven obligadas a trabajar durante largas jornadas, siete días por semana, 365 días al año. Como "pago" por su trabajo, reciben alimentación y resguardo básicos, pero probablemente nunca consigan saldar la deuda, que puede traspasarse a sus familiares a lo largo de muchas generaciones.

El trabajo forzoso se refiere a niños y a niñas que son captados ilegalmente por gobiernos, partidos políticos o individuos particulares y que son obligados a trabajar - generalmente mediante amenazas de violencia u otros castigos.

Las peores formas de trabajo infantil se refieren a niños y niñas que trabajan en condiciones de explotación o de riesgo. Decenas de miles de niños y de niñas en todo el mundo trabajan en plena dedicación, privados de la educación y de la recreación que son vitales para su desarrollo personal y social.

La explotación sexual de niños y de niñas con fines comerciales. Se explota a niños y a niñas por su valor comercial mediante la prostitución, la trata y la pornografía. A menudo se les secuestra, compra o vende, o se les obliga a ingresar al mercado del sexo.

La Trata implica el transporte y/o el comercio de seres humanos, usualmente mujeres o niños y niñas, con fines de lucro, mediante la fuerza o el engaño. A menudo se engaña o se obliga a mujeres migrantes para que ingresen al trabajo doméstico o a la prostitución.

El matrimonio precoz y el matrimonio forzado afectan a mujeres y muchachas a quienes se casa sin permitirles elegir y a quienes se obliga a llevar vidas de servidumbre que frecuentemente van acompañadas de violencia física.

La esclavitud tradicional o "propiedad personal" implica la compra y venta de personas. A menudo a estas personas se les secuestra en su hogar, o bien se heredan o se ofrecen como obsequios.

B) ANTECEDENTES DEL TRATAMIENTO DEL TEMA EN NACIONES UNIDAS:

Convenciones internacionales

La preocupación internacional que suscitan la esclavitud y su supresión ha sido el tema de muchos tratados, declaraciones y convenciones de los siglos XIX y XX. La primera de tres convenciones modernas que se refieren directamente a la cuestión es la Convención sobre la Esclavitud de 1926, elaborada por la Sociedad de las Naciones.

Con la aprobación de la Asamblea General, las Naciones Unidas sucedieron oficialmente en 1953 a la Sociedad de las Naciones, en la aplicación de la Convención sobre la Esclavitud. Los Estados que han ratificado la Convención -que en 1990 eran 86- se comprometen a prevenir y reprimir la trata de esclavos y a procurar la supresión de la esclavitud en todas sus formas.

En 1949, la Asamblea General aprobó el Convenio para la represión de la trata de personas y de la explotación de la prostitución ajena. Este instrumento jurídico consolidó otros acuerdos internacionales que databan de 1904.

El Convenio está dirigido más contra los proxenetas que contra las prostitutas. En él se dispone que los Estados Partes adoptarán medidas para prevenir la prostitución y rehabilitar a las prostitutas.

Los Estados que han ratificado o se han adherido al Convenio -que eran 60 a fines de 1990- se comprometen también a reprimir la trata de personas de ambos sexos con fines de prostitución y a suprimir las leyes, reglamentos, registros especiales y otras disposiciones impuestas a las personas que practican -o de quienes se sospecha que practican- la prostitución.

La definición de la esclavitud contenida en la Convención de 1926 ha sido ampliada, en la Convención suplementaria sobre la abolición de la esclavitud, la trata de esclavos y las instituciones y prácticas análogas a la esclavitud, adoptada en una conferencia de las Naciones Unidas celebrada en Ginebra, en 1956, para incluir las prácticas e instituciones de la servidumbre por deudas, las formas serviles del matrimonio, y la explotación de los niños y adolescentes. Hasta ahora, 106 Estados han ratificado o se han adherido a la Convención suplementaria.

El Grupo de Trabajo sobre las Formas Contemporáneas de la Esclavitud es el órgano de las Naciones Unidas encargado de recibir información de los Estados acerca de las medidas que éstos han adoptado para aplicar las tres convenciones relativas a la esclavitud. La OIT ha adoptado varios otros convenios pertinentes, y se encarga de supervisar su aplicación.

Otros medios de protección

La protección contra la violación de los derechos humanos comprendidos en la amplia definición de la esclavitud es un aspecto de la Declaración Universal de Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer y la Convención sobre los Derechos del Niño. Los Comités establecidos en virtud de cada Pacto y cada Convención vigilan su aplicación por los Estados Partes.

Además, las Naciones Unidas disponen de mecanismos para recibir las denuncias en casos concretos de violaciones de los derechos humanos, entre ellas las que pueden calificarse de esclavitud.

La Convención sobre los Derechos del Niño, que entró en vigor el 2 de septiembre de 1990, merece especial atención por tratarse del medio más reciente y, en potencia, de uno de los más efectivos en la lucha contra las prácticas análogas a la esclavitud, habida cuenta del número de víctimas infantiles. Debidamente aplicada por los Estados que la han ratificado, la Convención permite proteger a los niños amenazados de explotación sexual, económica y de abusos de otra índole, como la venta y la trata de niños, y su participación en conflictos armados.

Medidas de las Naciones Unidas

Las Naciones Unidas, por su parte, deben coordinar los esfuerzos encaminados a abordar las causas que dan origen a la esclavitud, como la pobreza y la discriminación, y propiciar la adopción de normas internacionales – como la Convención sobre los Derechos de Todos los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares de 1990 – que tengan un papel que desempeñar en el ámbito de la prevención. La intensificación de los esfuerzos por parte de la Organización Internacional del Trabajo para erradicar los casos de trabajos forzosos es un ejemplo alentador.

El Grupo de Trabajo sobre las Formas Contemporáneas de la Esclavitud* es el órgano de las Naciones Unidas encargado de estudiar la esclavitud en todos sus aspectos. El Grupo se reunió por primera vez en 1975 como Grupo de Trabajo sobre la Esclavitud y se le dio un nuevo nombre en 1988.

El Grupo de Trabajo está integrado por cinco expertos independientes elegidos con arreglo al principio de la representación geográfica equitativa entre los miembros de la Subcomisión de Prevención de Discriminaciones y Protección a las Minorías. El Grupo se reúne durante una semana cada año y presenta sus informes a la Subcomisión.

* En 1990, el Grupo de Trabajo estuvo integrado por las siguientes personas: Fatma Zohra Ksentini (Argelia) (Presidenta/Relatora), Ion Diaconu (Rumania), Asbjorn Eide (Noruega), Waleed M. Sadi (Jordania), Suescun Monroe (Colombia).

Además de supervisar la aplicación de las convenciones sobre la esclavitud y examinar la situación en distintas partes del mundo, el Grupo escoge un tema para prestarle especial atención cada año. En 1989, el tema elegido fue la prevención de la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía y en 1990 la erradicación de la explotación del trabajo de los niños y de la servidumbre por deudas. El tema para 1991 es la represión de la trata de personas y de la explotación de la prostitución ajena.

Los programas de acción nacional e internacional para tratar los problemas planteados por los dos primeros temas han sido elaborados por el Grupo de Trabajo, que espera recibir reacciones a sus propuestas de los gobiernos y de una amplia gama de organizaciones. En 1992 el Grupo de Trabajo tiene previsto evaluar su estudio de los tres temas y examinar la idea de una conferencia internacional de promesas de contribuciones para ayudar a poner fin a la explotación del trabajo de los niños.

Convenciones internacionales

La preocupación internacional que suscitan la esclavitud y su supresión ha sido el tema de muchos tratados, declaraciones y convenciones de los siglos XIX y XX. La primera de tres convenciones modernas que se refieren directamente a la cuestión es la Convención sobre la Esclavitud de 1926, elaborada por la Sociedad de las Naciones.

Con la aprobación de la Asamblea General, las Naciones Unidas sucedieron oficialmente en 1953 a la Sociedad de las Naciones, en la aplicación de la Convención sobre la Esclavitud. Los Estados que han ratificado la Convención -que en 1990 eran 86- se comprometen a prevenir y reprimir la trata de esclavos y a procurar la supresión de la esclavitud en todas sus formas.

En 1949, la Asamblea General aprobó el Convenio para la represión de la trata de personas y de la explotación de la prostitución ajena. Este instrumento jurídico consolidó otros acuerdos internacionales que databan de 1904.

El Convenio está dirigido más contra los proxenetas que contra las prostitutas. En él se dispone que los Estados Partes adoptarán medidas para prevenir la prostitución y rehabilitar a las prostitutas.

Los Estados que han ratificado o se han adherido al Convenio -que eran 60 a fines de 1990- se comprometen también a reprimir la trata de personas de ambos sexos con fines de prostitución y a suprimir las leyes, reglamentos, registros especiales y otras disposiciones impuestas a las personas que practican -o de quienes se sospecha que practican- la prostitución.

La definición de la esclavitud contenida en la Convención de 1926 ha sido ampliada, en la Convención suplementaria sobre la abolición de la esclavitud, la trata de esclavos y las instituciones y prácticas análogas a la esclavitud, adoptada en una conferencia de las Naciones Unidas celebrada en Ginebra, en 1956, para incluir las prácticas e instituciones de la servidumbre por deudas, las formas serviles del matrimonio, y la explotación de los niños y adolescentes. Hasta ahora, 106 Estados han ratificado o se han adherido a la Convención suplementaria.

El Grupo de Trabajo sobre las Formas Contemporáneas de la Esclavitud es el órgano de las Naciones Unidas encargado de recibir información de los Estados acerca de las medidas que éstos han adoptado para aplicar las tres convenciones relativas a la esclavitud. La OIT ha adoptado varios otros convenios pertinentes, y se encarga de supervisar su aplicación.

Como siempre, la aplicación de los tratados internacionales es la prueba definitiva. La legislación nacional debe hacerse cumplir. Las víctimas de la esclavitud necesitan protección y apoyo en la búsqueda de remedios o compensación. Se ha de prestar especial atención a los niños para garantizar que no serán sometidos a abusos adicionales después de su liberación. Y son muchas las personas que de manera incansable y valerosa luchan por esta causa que merecen un enorme apoyo.

C) DISPARADORES:

Trabajo infantil

El trabajo infantil es muy solicitado porque resulta barato y porque los niños son naturalmente más dóciles y fáciles de disciplinar que los adultos y tienen demasiado miedo para protestar. Los empleadores inescrupulosos utilizan su baja estatura y su habilidad manual para ciertos tipos de labor. Muchas veces ocurre que se ofrece trabajo a los niños mientras sus padres se encuentran desempleados.

Hay niños de 7 a 10 años de edad que trabajan 12 a 14 horas diarias y ganas menos de la tercera parte del salario de un adulto.

Los niños empleados en el servicio doméstico no sólo trabajan muchas horas por un sueldo miserable, sino que están particularmente expuestos a los abusos sexuales, así como a otros abusos físicos.

En casos extremos, se secuestra a los niños y se les retiene en campamentos remotos, donde se les encadena por las noches para evitar que huyan, y se les obliga a trabajar en la construcción de carreteras y en canteras.

El trabajo infantil, a menudo arduo y peligroso, afecta la salud de manera irreversible y el goce normal de sus primeros años.

En América Latina se estima que cerca del 70% de niños y niñas que trabajan lo hacen en el sector rural. Si bien la agricultura, ya sea familiar de subsistencia o comercial, puede no ser una actividad peligrosa en sí misma, hay muchos niños, niñas y adolescentes que trabajan en este sector en situación de riesgo y en muchos casos de extrema explotación.

El trabajo infantil en la agricultura implica riesgos físicos, debido a la manipulación de herbicidas y pesticidas, al uso de maquinaria pesada o instrumentos punzo-cortantes, por adversidades climáticas y muchas veces por largas jornadas de trabajo. Los niños y niñas se exponen también a violencia en lugares de trabajo por parte de los adultos con consecuencias psicológicas como el abuso y el estrés ocasionado por la presión de cumplir con determinadas cuotas de producción.

Todo esto lleva a que muchos de ellos abandonen la escuela, o deban combinar el estudio con largas jornadas en el campo lo que afecta seriamente su rendimiento educativo y por tanto su formación.

Según el informe publicado por la OIT "el trabajo infantil contribuye a perpetuar la pobreza". Una estadística del Banco Mundial (BM) en Brasil señala que comenzar a trabajar en la infancia reduce las ganancias posteriores entre el 13 y el 20 por ciento, además de aumentar las posibilidades de ser aún más pobre.

El número de trabajadores infantiles en el mundo pasó de 246 a 218 millones entre el 2000 y 2004, mientras que el de los niños de entre 5 y 17 años que ejercen trabajos peligrosos descendió en el mismo período de 171 a 126 millones.

"El descenso fue mayor entre los niños trabajadores de 5 a 14 años, ya que esa cifra bajó un 33%", indica el informe, que atribuye esas reducciones "a la creciente puesta en práctica de políticas y acciones concretas contra la reducción de la pobreza y el aumento de la educación".

Venta de niños:

Muchos intermediarios inescrupulosos han descubierto que es posible obtener enormes ganancias entregando a niños de hogares pobres a personas con medios económicos -sin garantías ni vigilancia de ninguna clase para proteger los intereses del niño. En tales casos, el beneficio financiero -de los padres así como de los intermediarios- otorga a la operación el carácter de una trata de niños.

La trata de personas y la explotación sexual

El reclutamiento, el transporte clandestino y la explotación de las mujeres como prostitutas, así como la prostitución organizada de niños de ambos sexos en diversos países, son hechos bien documentados. Se ha comprobado el vínculo que existe en algunos lugares entre la prostitución y la pornografía -en particular, con explotación de niños- y la promoción e incremento del turismo.

El análisis del tráfico, como dispositivo de victimización de niñas, niños y mujeres pertenecientes a sectores vulnerados y excluidos, ha hecho desmitificar la “naturalización” de la prostitución y la explotación sexual. Así la “libre elección” y el “consentimiento” han quedado denunciados como una estrategia de poder, mediante la cual se permite al prostituyente ejercer violencia contra niñas, niños y mujeres dentro de un sistema de dominación, donde las personas son convertidas en mercancías, constituyéndose en esclavas y esclavos en pleno siglo XXI y así los traficantes de personas hacen excelentes negocios con total impunidad. Según un informe del Gobierno de los EEUU, anualmente entre 600 mil y 800 mil personas son traficadas a través de las fronteras. De ellas, el 80% son del sexo femenino y 50% niñas y niños. La principal causa es la explotación sexual y estos datos no incluyen la Trata “fronteras adentro” o sea, la “Trata interna”. En el mundo más de 12 millones de personas son víctimas del trabajo forzoso.

Según las Naciones Unidas, unos dos millones de niñas, de entre cinco y quince años, son introducidas anualmente en el comercio sexual en todo el mundo. Aunque el fenómeno de la Explotación Sexual Infantil (ESI) tiene mucha mayor envergadura en Asia, en los últimos años está experimentando un notable incremento en América Latina. Razones de esta progresión y medios necesarios para combatir el flagelo.

El aumento de la pobreza y la desigualdad, las migraciones del campo a la ciudad en busca de mejores condiciones de vida y la proliferación de niños y niñas de la calle en situación de precariedad extrema, pueden esgrimirse como elementos explicativos de la explotación sexual infantil (ESI). No obstante, la tremenda complejidad del fenómeno y su “invisibilidad” exigen explicarlo a través de un conjunto de factores de vulnerabilidad, no sólo socioeconómicos, sino también familiares, culturales y políticos. Ciertamente, la disfunción de la familia (violencia doméstica, maltrato infantil, abuso sexual, etc.) y la ruptura temprana del vínculo familiar, especialmente cuando ésta es conflictiva, suelen citarse como elementos desencadenantes de la ESI. Entre los factores culturales coadyuvantes cabe mencionar, además del consumismo y del irrespeto de los derechos de la niñez, la consideración de la mujer como un objeto y de los hijos como una propiedad. En el ámbito político, la corrupción policial y de los funcionarios públicos encargados de reprimir esta lacra, junto con la inexistencia de leyes específicas o su débil aplicación, son los factores del fenómeno más comúnmente citados, aunque quizá el más nefasto de ellos sea, simplemente, la negación de su existencia por las autoridades.

Del lado de la demanda, son otros factores, de tipo externo, los que ayudan a explicar el aumento de la ESI en América Latina. Se puede citar una represión más severa de la prostitución infantil en el Sureste Asiático y el efecto disuasorio del endurecimiento de las penas por abuso y explotación de menores en esos países, lo que conduce a los llamados “turistas sexuales” a buscar otros destinos; el abaratamiento del turismo; el espectacular aumento de pornografía infantil en Internet y la pandemia del SIDA, que impulsa a los “clientes” a solicitar los servicios sexuales de mujeres cada vez más jóvenes.

Algunas cifras

Haití: Más de 10.000 niños y niñas están involucrados en la prostitución.

El Salvador: Una tercera parte de las prostitutas vistas en lugares públicos son menores.

República Dominicana: 25.000 menores son sexualmente explotados, muchos de ellos varones.

Brasil: El 65% de los niños y niñas de la calle han estado involucrados, ocasional o sistemáticamente, en alguna forma de explotación sexual infantil.

México: Las cifras oficiales sólo reconocen 16.600 niños y niñas sexualmente explotados. No obstante, organismos independientes estiman que el número real es más del doble de esa cifra.

¿Hacia un turismo sexual masivo?

El turismo sexual es una forma de turismo con el propósito de sostener relaciones sexuales, normalmente con prostitutas pero también puede darse que mujeres busquen oportunidades sexuales con hombres o con mujeres e incluso entre personas del mismo sexo. Entre las causas que motivan el turismo sexual en otro país u otra región se encuentran las siguientes:

* Una mayor tolerancia de las autoridades, y en ocasiones una edad de consentimiento menor.

* Una mayor impunidad ante el delito. * Precios más bajos (al viajar el cliente de un país rico a uno más pobre). * Mayor privacidad. * El cliente encuentra a determinados grupos étnicos más "atractivos". * El cliente prefiere la "ética laboral" de las prostitutas extranjeras a la de las

prostitutas de su propio país. * Al cliente le excita más el sexo en un entorno tropical con un clima caluroso.

Entre los destinos más comunes para el turismo sexual se encuentran Marruecos, Brasil, Camboya, Costa Rica, China, Cuba y Tailandia. Tras la caída del telón de acero, Rusia, Hungría, República Checa y México también se han convertido en destinos habituales para los turistas sexuales. Algunos ejemplos son la ciudad de Sao Paulo y la Zona Norte de Tijuana. En muchos de estos países, el turismo sexual supone un pequeño porcentaje del negocio de la prostitución y la mayoría de las prostitutas sirven a los clientes del país.

Las industrias de viaje y de sexo comparten muchos intereses en la transformación del mundo en un gigantesco parque de ocio. Arraigado en el antiguo universo de la prostitución, el turismo sexual se extiende al ritmo del crecimiento de la movilidad y de la mundialización turística. En los países donde la constante es la pobreza, afecta a millones de seres humanos, de los cuales una parte no despreciable son niños.

Después del turismo tradicional, ahora le toca vivir su "democratización" al turismo sexual. Cada vez más, se observa el crecimiento de una "prostitución a la carta", una tendencia que, finalmente, no hace más que seguir la de los viajes a la carta... Ya no resulta extraño toparse, en Phuket o Ko Samui, para mencionar el caso de Tailandia, con un viajero occidental que lleva, en el asiento trasero de su moto o tomada de la mano, a una girlfriend -denominación oficial y más aceptable que "prostituta"- que alquiló por una semana o un mes.

El turismo sexual vive un efecto "bola de nieve" que no lo protege de la masificación. Siempre en Tailandia, los nuevos clientes son cada vez con mayor frecuencia jóvenes occidentales en busca de aventuras y sensaciones fuertes. Reemplazan poco a poco a los viejos turistas alemanes, japoneses o estadounidenses, quienes, a su vez, habían sucedido a los militares estacionados durante la guerra de Vietnam. Por otra parte, surge una nueva clientela en las playas y los bares: malayos, chinos, surcoreanos...

La prostitución "turística" afecta a muchos países del Sur: allí las chicas (o los chicos) son jóvenes, pobres y tienen poca educación, por ende son fáciles de explotar. Llegan de manera más o menos forzada a la prostitución, "oficio" que no tienen el menor deseo de ejercer. En busca de sexo fácil y barato, los turistas sexuales extranjeros van tras esa carne fresca, disponible y sumisa. Muchos de ellos, para tener la conciencia tranquila, encuentran todas las razones del mundo para convencerse de que no se abusan del desamparo de estos jóvenes. Sólo estarían ayudándolos, apoyándolos e incluso contribuyendo al desarrollo de su país...

En estos Estados, tras el auge del turismo masivo, el sector informal de la prostitución se desarrolló con la importante llegada de turistas individuales. Actualmente puede establecerse una suerte de cartografía del turismo sexual: las mujeres van a Goa (India), Jamaica, Gambia; mientras que los hombres prefieren los países del Sudeste Asiático, Marruecos, Túnez, Senegal, República Dominicana, Cuba, Panamá, Surinam, México, sin olvidar Brasil, donde se estima que no menos de 500.000 niños ejercen la prostitución .

Miseria y belleza

Las cinco principales razones del auge sin precedentes del turismo sexual masivo son la creciente pauperización; la liberalización de los mercados sexuales que alientan de manera más o menos directa el tráfico de personas con fines de prostitución; la persistencia de sociedades patriarcales y sexistas; la degradación de la imagen de la mujer sobre un trasfondo de violencia sexual generalizada y banalizada, y la explotación del turismo internacional y los flujos migratorios de todo tipo. Este auge se vio estimulado por dos características de nuestras sociedades: primero, la "democratización" de los flujos de viajeros (multitudes de turistas que circulan en todas las direcciones); segundo, la hipersexualidad de los jóvenes alimentada por medios de comunicación obsesionados por el sexo. También se alimenta del encuentro entre la miseria y la belleza del mundo. Miseria y belleza confirman la brecha que rige el orden desigual del planeta. Miseria afectiva en el Norte, miseria económica en el Sur y el Este; "belleza" de los bienes materiales de consumo en el Norte, belleza de los paisajes y las personas, pero también de la espiritualidad, el modo de vida y las "tradiciones" en el Sur y el Este.

Como consecuencia de la Declaración de la Organización Mundial del Turismo (OMT) sobre la prevención del turismo sexual organizado, adoptada en El Cairo en octubre de 1995, que sensibilizó a los actores del turismo y al conjunto de los clientes-viajeros sobre este flagelo global (que no afecta sólo a los niños), la lucha contra "el turismo sexual masivo" comenzó desde entonces a organizarse mejor.

D) CONCLUSIONES:

La base esencial de los pactos internacionales, las leyes nacionales y los procedimientos de ejecución ya se encuentra bien establecida, pero la experiencia demuestra que las actividades oficiales por sí solas no suprimirán la esclavitud en sus

diversas formas. También es preciso que cambien las actitudes y las costumbres, que muchas veces se hallan profundamente arraigadas.

Las personas a quienes conmueve la penosa situación de las víctimas de las formas contemporáneas de la esclavitud -sobre todo cuando se trata de niños- escriben constantemente a las Naciones Unidas y muchas veces preguntan: "¿Qué puedo hacer yo?".

La respuesta es que todos podemos hacer algo por lograr un orden mundial en el cual ya no se tolere la explotación inhumana. Hay muchas cosas que pueden hacer en el plano nacional y local, las asociaciones y los particulares.

A continuación se presentan unas cuantas sugerencias:

Ayudar a establecer comisiones nacionales a fin de proteger y promover los derechos humanos, sobre todo en defensa de los grupos más vulnerables, entre los cuales los niños, las mujeres, las poblaciones indígenas y los trabajadores sometidos a la servidumbre por deudas.

Alentar a las organizaciones religiosas y laicas a que se esfuercen por dar a conocer a sus miembros, y al público en general, el carácter inhumano de formas de explotación que siguen siendo muy frecuentes.

Proponer, por intermedio de las asociaciones de padres de familia y maestros, que las escuelas utilicen diversos medios, como exposiciones de arte y concursos de ensayos, para dar a conocer las graves consecuencias de las prácticas análogas a la esclavitud.

Organizar concursos nacionales de arte en las escuelas, y utilizar las obras premiadas en carteles y sellos postales. El Día de los Derechos Humanos, el 10 de diciembre (aniversario de la proclamación de la Declaración Universal de Derechos Humanos en 1948), aprovechar la ocasión para señalar a la atención los problemas de la explotación mediante prácticas esclavizadoras.

Se podrían organizar conciertos a fin de recaudar fondos para proyectos de desarrollo, servicios de defensa de los derechos humanos, programas de formación y creación de escuelas.

Tratar de interesar a los medios de información -televisión, radio, periódicos y revistas- para que se ocupen de las cuestiones de la explotación en sus programas y artículos así como en sus informaciones.

Conseguir la ayuda de personalidades públicas para que fomenten en los medios de información el respeto por los derechos humanos e informen al público acerca de los problemas de la explotación.

Aumentar la preocupación que suscitan las prácticas de explotación y sus consecuencias para la salud y el desarrollo de las víctimas, en los grupos que defienden los intereses de las mujeres, en los consumidores y en la industria del turismo.

Hacer campaña con estos y otros grupos para que algunos productos lleven una marca o etiqueta especial indicando que no han sido fabricados por niños. Los mismos grupos podrían ayudar a educar a los consumidores para que exijan los productos que lleven esas marcas. Hacer campaña en pro de la ratificación de los pactos y convenios

internacionales de derechos humanos en los países en que esto todavía no se haya hecho.

“La lucha contra la esclavitud de hoy es la libertad de mañana”.

FUENTES:

1) www.campus.oimconosur.org

2) http://www.g-e-s.org.ar Grupo de estudios sociales

3) http://www.seminariotratadepersonas.org/ organización ceidas

4) http://www.oas.org organización de los estados americanos

5) http://www.gloobal.net Gloobal

6) http://www.unhchr.ch/spanish/html/menu6/2/fs14_sp.htm Folleto informativo No.14, Formas Contemporáneas de la Esclavitud

7) http://www.cinu.org.mx/prensa/PR01131SGAbolicion.htm Boletín ONU

8) http://www.monde-diplomatique.es/isum/Main?ISUM_Portal=1 Portal de Le monde Diploatique

9) www.nu.org/es Página oficial de Naciones Unidas