formacion humanistica para carreras técnicas

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UNIVERSIDAD DE MATANZAS UNIVERSIDAD DE LA HABANA FACULTAD DE FILOSOFIA E HISTORIA DEPARTAMENTO DE FILOSOFIA Y TEORIA POLITICA PARA LAS CIENCIAS NATURALES Y MATEMATICAS

FILOSOFIA Y ACTIVIDAD HUMANA : SIGNIFICACION PARA LA FORMACION HUMANISTICA DEL PROFESIONAL UNIVERSITARIO EN LAS CARRERAS TECNICAS

Tesis presentada en Opcin al Grado Cientfico de Doctor en Ciencias Filosficas

Autor : Lic. Gerardo Ramos Serpa Tutor : Dr. Jorge Nez Jover

MATANZAS 2000

AGRADECIMIENTOSDespus de escribir una tesis pudiera parecer que todo lo dems no es tan difcil, pero no es as, ms cuando en especial se trata de recordar a todos aquellos a quienes le agradecemos la posibilidad y el apoyo de haber llegado hasta aqu. No es posible referirse a todos, ya que por un lado, son muchas las personas que a este empeo han contribuido; y por otro, no siempre poseemos plena conciencia de cada uno de los que en ello han incidido, por lo cual es fcil olvidar o no percatarse de alguien. De cualquier forma, tendra que referirme a los innumerables maestros que durante tanto aos, desde los primeros grados hasta la universidad, han ido poniendo su grano de arena en la obra; A Zaira Rodrguez, mi mentora y formadora de un particular sentido acerca de qu es la filosofa; A Eduardo Albert, quien me hizo descubrir otra cara de este inagotable saber; A Jorge Nez, mi tutor y amigo de tantos aos; A los profesores del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad de Matanzas, quienes me apoyaron y facilitaron siempre esta labor; A los directivos de esta Universidad, quienes comprendieron y estimularon el avance en este empeo; A mis compaeros y amigos, quienes con sus vivencias y experiencias me hicieron comprender tambin, por la va no acadmica, los entramados de la compleja actividad humana; A mi familia, poca y Revolucin, que han contextualizado y hecho posible mi trabajo; A todos ellos, les agradezco el haber moldeado, en fin de cuentas, una manera de pensar y vivir la filosofa, sin lo cual no hubiese sido posible escribir estas cuartillas. Gracias.

DEDICATORIA

A MIS PADRES, ESPOSA E HIJO, POR TANTA COMPRENSION, APOYO Y AMOR.

SINTESIS Tomando como objeto de anlisis a la concepcin del conocimiento filosfico marxista que ha sido ms tradicionalmente aceptada y difundida en nuestro pas, en tanto disciplina cientfica y materia de enseanza, el presente trabajo se propone profundizar y enriquecer en la concepcin de la especificidad de esta ciencia, mediante la caracterizacin de la presencia y el empleo de la categora de actividad referida al hombre y la sociedad en el campo del saber cientfico contemporneo, la profundizacin en la comprensin marxista de la naturaleza de esta ciencia entendida como teora universal de la actividad humana, as como analizando la correlacin existente entre dicha concepcin y el proceso de formacin de profesionales de nivel superior en carreras tcnicas, a travs de la fundamentacin del papel de la formacin humanstica en ello y del lugar que en esto ocupa la enseanza de la filosofa desde la perspectiva de la actividad. En el campo del saber cientfico-social contemporneo apreciamos que, junto al hecho de que la teora psicolgica acerca de la actividad humana constituye un antecedente insoslayable para la comprensin filosfica de la misma, la categora de actividad se encuentra ampliamente extendida y frecuentemente empleada como referencia terico-conceptual y como enfoque cientfico-metodolgico, encontrndose ya hoy ubicada en el nivel cientfico-general del conocimiento. Un conjunto de inconsecuencias en el campo propiamente marxista alrededor de la interpretacin de la naturaleza de su saber filosfico, unido a una serie de importantes problemticas que al interior mismo del marxismo han sido desatendidas o inadecuadamente elaboradas, junto a nuevas exigencias del devenir de la sociedad, han exigido la reelaboracin y profundizacin en la comprensin de la filosofa del marxismo. La naturaleza del conocimiento filosfico marxista constituye una cualidad en sistema que se establece, delimita y comprende de manera ms cabal y rigurosa a travs de la fundamentacin e integracin de su regin de anlisis, objeto de estudio, enfoque, mtodo, dimensiones, momentos constitutivos, estructura, funciones y finalidad general, todo ello desde la perspectiva de la actividad humana. La comprensin de esta ciencia como teora universal de la actividad humana permite correlacionar la perspectiva sustancial y funcional en el tratamiento terico de su aparato conceptual, expresndose en el vnculo indisoluble y en la dialctica contradictoria de lo material y lo ideal junto a la de lo objetivo y lo subjetivo. En el campo de la educacin en general y de la enseanza de la filosofa en particular el cumplimiento de las irrenunciables funciones de la formacin humanstica en el nivel de enseanza superior hace de la misma un componente indispensable de la formacin integral del profesional que exige el siglo XXI, lo cual ser ms correctamente concebido y mejor implementado sobre la base de considerar a la filosofa como una teora universal de la actividad de los hombres en sociedad.

INDICEINTRODUCCION - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 1 1. ELABORACIONES TEORICAS FUNDAMENTALES DE LA CATEGORIA DE ACTIVIDAD REFERIDA AL HOMBRE Y LA SOCIEDAD - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 15 1.1. La categora de actividad en diferentes campos del saber sobre el hombre y la sociedad - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -16 1.2. La actividad del hombre y la sociedad en diversas concepciones de la filosofa del marxismo - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -26 1.2.1. La actividad en la versin sovitica de la filosofa marxista - - - - - - - - - - - 26 1.2.2. La actividad en la filosofa de la praxis - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -33 1.2.3. La actividad en la filosofa marxista cubana - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 36 2. FUNDAMENTOS PARA UNA COMPRENSION DE LA FILOSOFIA MARXISTA COMO TEORIA UNIVERSAL DE LA ACTIVIDAD HUMANA - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -43 2.1. Inconsecuencias en la comprensin de la naturaleza del conocimiento filosfico en el marxismo - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -43 2.2. Correlacin entre importantes problemticas filosficas y la perspectiva de la actividad humana en la filosofa del marxismo - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -54 2.3. Fundamentacin de la comprensin de la filosofa marxista como teora universal de la actividad humana - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -62 3. FILOSOFIA Y FORMACION HUMANISTICA DEL PROFESIONAL UNIVERSITARIO EN LAS CARRERAS TECNICAS - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 93 3.1. La formacin humanstica como componente de la formacin integral del profesional universitario en las carreras tcnicas - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -93 3.2. La enseanza de la filosofa desde la perspectiva de la actividad humana - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 105 CONCLUSIONES - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 113

RECOMENDACIONES - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 119 REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 120 BIBLIOGRAFIA - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -175 ANEXOS - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 197 I Algunas muestras de las bsquedas y profundizaciones en el devenir histrico del marxismo y su filosofa - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 197 I I La categora de actividad en los clsicos del marxismo - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -203 I I I Consideraciones sobre la categora de actividad en la psicologa general de orientacin marxista - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -221 I V Apuntes acerca de las alternativas en el marxismo a la concepcin tradicional de la especificidad de su filosofa - - - - - - - - - - - - - - - 250 V Propuesta de sistema de contenidos bsicos de la asignatura Filosofa y Sociedad - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -257 V I Tabla de contenidos del libro de texto La actividad humana y sus formas fundamentales - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -259 V I I Gua para la realizacin del componente laboral y para la presentacin del informe al examen final de la asignatura Filosofa y Sociedad en la carrera de Ingeniera Industrial - - - - - - - - - - - - - - - 261 V I I I Programa del curso de postgrado La formacin humanstica del profesional universitario - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 263 INTRODUCCION El perfeccionamiento y enriquecimiento de la concepcin marxista del mundo, y en particular de su filosofa, constituye una labor terica necesaria y siempre presente, condicionada hoy por peculiares contextos y exigencias. El hecho real del tipo de globalizacin neoliberal imperante, asociada al intento de implantacin universal de un modelo social que se asienta sobre la explotacin de naciones e individuos, la injerencia y dependencia econmica, el intercambio desigual, la pseudodemocracia privilegiadora, el aumento de la discriminacin en diversas formas, la creciente desigualdad social, el intervencionismo y la agresin

militar, la crisis ecolgica, la despersonalizacin del individuo, la homogeinizacin de las culturas, la imposicin de un pensamiento nico, entre otros rasgos inhumanos y deshumanizadores, exigen con cada vez mayor urgencia la refundamentacin de un proyecto social alternativo. Ello ha hecho que representantes de ese mismo sistema, como es el caso de John Kenneth Galbraith, apreciando los fenmenos negativos de las sociedades capitalistas ms desarrolladas, donde en su opinin prima la cultura de la satisfaccin, considere que la perspectiva no es brillante (1) para dicho modelo social. En el maremagnum de confusiones y contradicciones imperantes es importante saberse orientar en funcin del establecimiento de un tipo de sociedad verdaderamente humana, unido al rescate de los ms autnticos valores que corresponden con la esencia del hombre y el progreso de la humanidad. Al respecto Jos R. Fabelo ha considerado que : Los valores que la humanidad necesita hoy globalizar para garantizar su supervivencia se corresponden en alta medida con los valores emanados desde la alteridad histrica de la periferia capitalista (2). En este sentido, la alternativa socialista contina siendo, objetivamente, el camino para la solucin del problema (3). A su vez, dicho socialismo necesita adecuarse a los tiempos, enfrentarse a los nuevos retos, fundamentarse de manera ms adecuada e integral, as como perfeccionarse. Como ha reconocido Gabriel Vargas, la idea del socialismo no se ha agotado, ni en sus posibilidades histricas objetivas, ni en el imaginario social, pero se requiere una refundamentacin para que pueda cumplir hoy una funcin poltica (4). Y ese proceso de refundamentacin est indisolublemente unido tanto a la concepcin marxista del mundo como a su perfeccionamiento constante. En este sentido, Fidel Castro ha mantenido la siguiente posicin de principio : Entendemos que las ideas marxistas-leninistas requieren un incesante desarrollo, entendemos que un cierto estancamiento se ha producido en este campo y vemos incluso que a veces se aceptan bastante universalmente frmulas que en nuestra opinin se pueden apartar de la esencia del marxismo-leninismo (5). Pero hoy, el marxismo contina siendo, como lo calificara el Che, uno de los trminos ms controvertidos del mundo actual (6). Alrededor de l se agrupan las ms diversas interpretaciones y modos de implementacin, unos verdaderamente consecuentes y otros no, hasta tal punto que es ya usual el reconocimiento de la existencia de los marxismos. Es por esto que se plantea la doble tarea de, por un lado, deslindar aquello que en realidad no corresponde a la autntica naturaleza de este modo de pensar y de actuar, y por otro, desarrollarlo y enriquecerlo creadoramente. Ello, ms que una tarea coyuntural y pasajera, constituye verdaderamente una constante de sta y de toda concepcin tericamente correcta y prcticamente vlida. Segn la

opinin de Jorge L. Acanda, Cada generacin de revolucionarios ha tenido que recuperar la verdadera esencia del pensamiento de Marx ... (7). Aqu, la cuestin se desenvuelve entre dos polos contradictorios. Por un lado, el hecho real de que la elaboracin y aplicacin del marxismo tiene lugar respondiendo a los ms variados contextos, necesidades y referentes terico-ideolgicos, lo que condiciona su diversidad de interpretaciones, en cuyo marco se hace necesario delimitar aquellas correctas con respecto a sus adulteraciones. Al respecto Fidel Castro ha planteado, refirindose al marxismo, que : La diversidad de situaciones inevitablemente trazar infinidad de interpretaciones. Quienes hagan las interpretaciones correctas podrn llamarse revolucionarios; quienes hagan las interpretaciones verdaderas y las apliquen de manera consecuente, triunfarn... (8). Por otro lado, tambin al interior de las interpretaciones acertadas y vlidas, se precisa de cierta unificacin de criterios y aceptacin de aquellas posiciones que ms se acercan a la verdad y sean propiciadoras de impulsar los cambios sociales revolucionarios. Como solicitara Pablo Guadarrama, el tercer milenio requerir un mayor ecumenismo de los marxistas ... (9). La presencia al interior del marxismo de cuestionamientos y deslinde de posiciones intelectuales y polticas ms o menos consecuentes, de debates cientficos e incluso de encarnizadas polmicas, de esfuerzos de profundizacin y enriquecimiento, as como de bsqueda de alternativas tericas y de vas de implementacin prctica, han acompaado tanto el proceso de surgimiento como de devenir ulterior de las ideas y la prctica marxista (10). Precisamente, el elemento principal que realza el valor y la trascendencia del marxismo como fenmeno cultural de la actualidad, y que a la vez constituye la mayor preocupacin de sus oponentes ideolgicos, ya fue destacado por Marx al plantear que no es en el intento prctico, sino en el desarrollo terico de las ideas comunistas donde est el verdadero peligro... (11). Ello se expresa con fuerza y actualidad peculiar en el plano de la lucha de ideas de hoy (12). Enfrentar tales retos y hacerlo con los instrumentos necesarios es una de las tareas ms acuciantes del momento actual, en especfico tambin para el caso de Cuba y de sus nuevas generaciones. Acerca de la cuestin se ha pronunciado Armando Hart del siguiente modo : Las nuevas generaciones formadas por la Revolucin, han de entrar cada vez ms en el combate de ideas, no slo en el plano coyuntural o poltico, sino tambin en el ideolgico e incluso terico, que es de importancia estratgica. (13). Todo ello se ha visto impactado y cuestionado por el derrumbe del socialismo real en la exURSS y Europa del Este y por la crisis del marxismo dogmtico.

Este ltimo, caracterizado por su exclusivismo paradigmtico, su incapacidad de aplicarse la crtica a s mismo, para asumir verdades generadas en otras escuelas de pensamiento, para vibrar en concordancia con los cambios y exigencias de la vida, su carcter apologtico, el esquematismo en la interpretacin de sus fuentes, la rigidez en cuanto a sus modos de aplicarse a las diversas condiciones socio-histricas, su hiperbolizacin de lo ideolgico, sus tendencias materialistas vulgarizantes, la desatencin a los fenmenos espirituales y superestructurales, entre otras limitaciones, hizo que se constituyera ms en una gua para la inaccin y en un factor objetivamente propiciador del retroceso histrico experimentado por esos pueblos. En este sentido, coincidimos en valorar como un hecho objetivo el que la interpretacin marxista prevaleciente en la segunda mitad del siglo XX sufri una ruptura definitiva (14). No obstante, es necesario comprender adecuadamente que el marxismo vlido, verdaderamente autntico, no fue el que desapareci, ya que como acertadamente se ha planteado, a la teora marxista la puede confimar o refutar, de manera cientfica y directa, la prctica consecuente, dialctica y creadora del marxismoleninismo y no la prctica distorsionada, perniciosa y diversionista del pseudomarxismo... (15). De este modo, a partir del rechazo de lo que en la prctica ha sido esa versin fundamentalmente estalinista del marxismo, asumida e impuesta al movimiento comunista internacional como marxismo oficial y nico posible y valedero, tergiversacin de las esencias reales del pensamiento y la accin de sus fundadores, conocido y divulgado muchas veces como marxismo-leninismo, compartimos la preocupacin de que la agona vergonzante del marxismo-leninismo, que durante casi 20 aos fue confundido con todo el marxismo, aumente el desaliento y la confusin actuales. Hay que evitar que esa ideologa arrastre en su cada a todo marxismo posible (16). Y tales peligros no dejan de estar presentes en las percepciones del fenmeno hechas desde nuestro pas, como cuando, por ejemplo, en relacin con toda la teora marxista, se considera que despus de Marx, apenas se ha hecho algo significativo y que el marxismo se ha estancado..., sus perspectivas son sombras... (17); o cuando en especfico vinculado a la teora filosfica del marxismo, se plantea que para Marx hay una teora que tiene en el proletariado sus armas materiales y se realiza a travs de la revolucin social. Pero esa teora no es filosfica. Esa teora ha superado la filosofa, ms all de ella, porque sabe que todo intento de superarla dentro, redunda en su ltima forma histrica : el hegelianismo (18). De cualquier modo, y compartiendo una percepcin ms balanceada y optimista de la situacin en lo que a reflexin terica y a perspectivas de elaboracin desarrolladora de la concepcin marxista se

refiere, se debe estar de acuerdo con que : Con el derrumbe del socialismo real ha desaparecido tambin un lmite de pensamiento (19). Precisamente, la confluencia de los fenmenos globalizadores neoliberales, con las sutilezas de la actual lucha de ideas, unido a la reciente situacin de crisis del mal llamado socialismo de Europa del Este y su tergiversacin y renuncia en la exURSS, conforman un abigarrado mosaico que hace que la comprensin de estos complejos y contradictorios procesos constituya una necesidad para entender y vivir la peculiar poca histrica que nos ha correspondido desde las condiciones del bloqueo imperialista, el tercer mundo y el subdesarrollo. Es por todo lo anterior que Fidel Castro ha enfatizado : Nuestro mayor inters es que nuestro pueblo, en sus conocimientos, en su cultura y, sobre todo, en su conciencia poltica y cientfica, se encuentre preparado para ese mundo que se nos viene encima y que marcha a pasos de gigantes (20). Ello entronca con las exigencias que tiene ante s el desarrollo del proyecto socialista cubano y su vnculo indisoluble con el estado, el papel y las potencialidades de las ciencias sociales en nuestro pas (21). No obstante, han sido reconocidas un conjunto de limitaciones e insuficiencias en el devenir de los estudios sociales y de sus fundamentos marxistas en nuestro contexto a lo largo del perodo revolucionario (22). En la actualidad, se ha considerado que aunque han avanzado los estudios cientfico-sociales concretos, se presenta en ocasiones la tendencia a convertirlos en tcnicas, a la fragmentacin terica, a la falta de integracin y que los enfoques tericos generales se continan realizando en muchas ocasiones an desde la perspectiva del marxismo tradicional. En sntesis, se insiste con urgencia en la necesidad de que nos replanteemos los paradigmas. En el caso del marxismo, no creo que habr desarrollo de las Ciencias Sociales marxistas, hasta que no haya un descongelamiento del marxismo, y en esto le asigno un papel muy fuerte a la filosofa....El primer gran reto est en descongelar la filosofa marxista, llevarla al momento actual de la historia (23). La dimensin de la tarea, como muchos han reconocido, sobrepasa los lmites del significado directo que todo ello pueda tener slo para nuestra isla (24). De aqu la necesidad de asumir al marxismo, y en particular a su filosofa, de manera creadora y renovadora. Tal es la tarea principal de la actual generacin de intelectuales revolucionarios, orgnicos dira Gramsci, para estar a la altura de los tiempos. Ello obliga a replantearse, una vez ms pero ante nuevos contextos internacionales, regionales y nacionales, unido a peculiares exigencias tericas y prcticas, la cuestin referida a la naturaleza, objeto, estructura y funciones del saber filosfico marxista como momento inherente al

perfeccionamiento de la propia concepcin marxista del mundo y como condicin necesaria para propiciar el conocimiento y la transformacin de la realidad, en aras de un proyecto social verdaderamente humano. La cuestin acerca de la especificidad del conocimiento filosfico marxista y de la comprensin de su objeto, estructura y funciones ha sido abordada con diversas pticas explicativas y en diferentes momentos y contextos socio-histricos de la produccin terica marxista (25). La bibliografa donde ello se recoge muestra que el tema siempre ha estado presente en una u otra medida, logrando mayor atencin y significacin all donde la problemtica especficamente filosfica dentro del marxismo ha pasado a ocupar un lugar ms relevante en relacin con la propiamente econmica o poltica, a la vez que al mismo se han aportado u conjunto de importantes reflexiones. En este sentido, se han n abordado aspectos tales como la interpretacin y trascendencia de los planteamientos de los clsicos de esta filosofa y el deslinde en los mismos de lo bsico o de principio y lo contextual, perfectible o completable; la universalidad del aparato conceptual de esta ciencia; la interpretacin y significacin del principio de correlacin entre la dialctica, la lgica y la teora del conocimiento; el vnculo entre la estructura tradicional de la filosofa y cmo ello aparece en el marxismo; la aceptacin o no de cuerpos tericos relativamente independientes al interior del sistema filosfico marxista; los criterios para avalar el campo y los lmites de lo propiamente filosfico en general y su grado de aplicabilidad y funcionalidad para el saber filosfico marxista; el lugar y papel del problema fundamental de la filosofa en ello; si es posible o no construir el sistema categorial de esta disciplina y cules seran sus categoras o principios estructuradores; el carcter de pronstico y el vnculo con el deber ser del conocimiento en este campo; el componente valorativo inherente a este saber y su correlacin con lo cognoscitivo; la interaccin de lo terico-cientfico y lo poltico-ideolgico aqu; entre otro gran nmero de problemticas. No obstante, el abordaje de dichas problemticas con frecuencia se ha visto lastrado por anlisis que no han tratado multilateralmente el asunto sino slo uno u otro ngulo de la cuestin; su atencin se ha constreido a determinados representantes o crculos interesados o dedicados a tales reflexiones y no ha tenido el debido y suficiente impacto o repercusin en la labor terica de las diversas escuelas y autores, en tanto la labor de los mismos debiera conscientemente permearse y llevarse a cabo a travs de los presupuestos que implican asumir y compartir determinada visin acerca de la naturaleza del saber filosfico marxista; a la vez que en ocasiones dicho problema se ha considerado abstracto y general, acusndosele de no encontrarse suficientemente vinculado a las cuestiones reales o concretas del quehacer en esta esfera; entre otros.

Junto a ello, consideramos que la problemtica de la naturaleza del saber filosfico y de la comprensin de su objeto de estudio ha tenido poca presencia y atencin entre los filsofos marxistas en Cuba. Prcticamente, el nico y ms importante debate especialmente dedicado al tema qued delineado a finales de la dcada de los 80' a travs de los puntos de vista expuestos por Zaira Rodrguez en su obra Filosofa, ciencia y valor (Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, Cuba, 1985); y por Felipe Snchez en su libro Es ciencia la filosofa? (Editora Poltica, La Habana, Cuba, 1988). Pese a ello, la inesperada desaparicin fsica de la primera y la prematura salida de la labor intelectual del segundo, junto a la no continuidad de la polmica en otros pensadores y el poco espacio por ella ocupado en las publicaciones, dej la cuestin solamente planteada y no suficientemente tratada (26). Como se ha dicho, en general en el mundo de hoy se est realizando un vuelco integral en los fundamentos de toda reflexin filosfica, de toda reflexin sobre y para el hombre, ante el tercer milenio (27). Para Cuba ello es tambin una demanda impostergable, en tanto nuestra tradicin filosfica avala el principio, al decir de Roberto Agramonte, de que su quehacer ha sido una simbiosis constante de las esencias universales con las urgencias locales del espritu (28); a la vez que, segn considera Armando Hart, se mantiene an como deuda intelectual la exigencia de entrar en un debate sobre la relacin entre lo material y lo espiritual, que qued trunco en la historia de la Revolucin Cubana (29). La adecuada comprensin del marxismo supone tambin una adecuada comprensin de la especificidad de su saber filosfico, as como la aceptacin de la variabilidad histrica de su objeto de estudio, todo lo cual redundar en el cumplimiento ms pleno y efectivo de sus peculiares funciones. No obstante, existen diversas y no siempre consecuentes cientficas maneras de concebir la naturaleza del conocimiento filosfico marxista, adems de que si bien se reconoce la variacin histrica del objeto de estudio de cualquier ciencia (incluyendo a la filosofa), resulta poco usual la aceptacin y fundamentacin de dicha variacin aplicada al objeto de la propia filosofa del marxismo. No obstante, ello se asienta directamente en el desarrollo de la prctica multilateral de los hombres y de los conocimientos cientficos, en la dialctica del propio conocimiento filosfico marxista como sistema abierto y en desarrollo que debiera ser, en la aceptacin y aplicacin consecuente de los principios del historicismo y del desarrollo, as como en la validacin del carcter tanto absoluto como relativo de todo conocimiento cientfico, incluyendo tambin por tanto el de la filosofa del marxismo. La falta de disposicin y capacidad para aplicarle la dialctica a la propia filosofa marxista, la negacin y no suficiente atencin a las renovadas exigencias del devenir de la prctica y de los conocimientos humanos, la conversin en ocasiones de la concepcin filosfica marxista en un sistema cerrado e

inmutable, los rasgos de dogmatismo y de metafsica, la hiperbolizacin terica e ideolgica que en determinados momentos se manifiesta del aspecto aboluto en detrimento del relativo de la teora filosfica marxista, as como la inclinacin en algunos autores a la absolutizacin de los planteamientos de los clsicos de esta filosofa como verdades eternas e inmutables o la negacin de las carencias y temticas no abordadas o simplemente no coincidentes en ellos, explican y condicionan la no asuncin del carcter cambiante del objeto de esta disciplina y la necesidad de profundizar en su naturaleza especfica. Ello es, precisamente, uno de los requisitos de su cientificidad y valor prctico-poltico, en nada asociable a la endeblez terica o a la inconsecuencia ideolgica. En este sentido, consideramos que un momento consustancial de la tarea en nuestro pas lo es la superacin definitiva de la concepcin sovitica clsica de la filosofa del marxismo como fundamento terico an no completamente rebasado en la percepcin, interpretacin y empleo de la concepcin filosfica marxista en nuestro contexto. Pese a que se ha reconocido un reflujo del marxismo en su versin sovitica en el campo del pensamiento social cubano en la ltima dcada y una tendencia superadora del mismo en los ltimos tiempos, dirigida hacia una comprensin ms autntica y original del propio marxismo, ello an debe ser fortalecido y dinamizado (30). As, la versin sovitica clsica de la filosofa marxista, asociada en gran parte a la divisin de un materialismo dialctico y un materialismo histrico, a la existencia de un conjunto de leyes y categoras ontolgicas abstractas que slo con posterioridad son aplicadas a la realidad, unida a la visin positivista de su vnculo con la ciencia, canonizadora de los clsicos, escptica de los aportes de otras corrientes de pensamiento, defensora de una percepcin lineal del desarrollo social que automticamente conduca hacia la sociedad comunista, desatenta a los rasgos del individuo y enaltecedora de las macrovisiones sociales, esquemticamente dialectizada y dogmticamente asumida, empobrecida y manualescamente difundida, entre otras de sus caractersticas (31), an muestra su rostro en determinados lugares y circunstancias. En algunos casos, ello se aprecia en la consideracin de que el derrumbe del socialismo esteuropeo en nada afect al marxismo ni a su filosofa y lo siguen aceptando de manera inalterable o con superficiales e intrascendentes retoques; en otros, se asume que la filosofa marxista no cambia y mantiene intacto su aparato categorial, a diferencia de la teora econmica y socio-poltica que le acompaa. As mismo, los residuos e influencias de tantos aos de asumir de manera acrtica una doctrina que provena, como ha expresado Fidel Castro, del espritu santo y el lastre en la conciencia y psicologa individual y social; los trminos mantenidos en el discurso poltico oficial que aunque con un

contenido muchas veces diverso y ms preciso mantienen la asociacin con sus antecesores del marxismo real; el modo de pensamiento y de accin que acuado y repetido durante tanto tiempo slo paulatinamente puede ser sustituido y perfeccionado; la ausencia de una alternativa terica coherentemente sistematizada y consensualmente elaborada y asumida frente a la desacreditada filosofa del diamat y el histmat; los nuevos manuales para la enseanza de la disciplina que an se encuentran permeados por la dicotoma de lo general y de lo social en su sistema categorial y que todava no elaboran y extraen toda la significacin cosmovisiva de temticas ntimamente vinculadas con la naturaleza del hombre y su existencia social e individual; los intentos de actualizar y superar la enseanza de la filosofa marxista aadindole nuevas problemticas necesarias, pero muchas veces expuesta e interpretada bajo la misma lgica estructuradora y explicativa que ya debi ser superada y que se constata en diversas instituciones de educacin superior y de la enseanza precedente a sta; la sustitucin en el ejercicio de cambios de categoras docentes e investigativas as como en los exmenes para los grados cientficos de la temtica de filosofa marxista propiamente dicha por la de problemas sociales de la ciencia y la tecnologa, en realidad menos abarcadora del universo de profesionales a preparar y menos exigente en cuanto a la amplitud categorial a dominar y emplear por parte de los mismos, son slo algunos de los sntomas de esa indeseada permanencia (32). En fin, coincidimos con Joaqun Santana en que, an hoy, es mucho ms exacto pensar en trminos de un marxismo objetivista identificado plenamente con el modelo sovitico [quizs no tan plenamente, y sobre todo de manera en gran parte inconsciente Nota de G. Ramos] y otro que, sin atarse a una escuela especfica, intenta rescatar el sentido original de Marx, Engels y Lenin. Este marxismo se encuentra en un proceso de bsqueda de una interpretacin propia para explicar nuestras circunstancias (33). De lo que se trata, entonces, es de aportar a tal proceso de bsquedas y dinamizarlo. De cualquier modo, la renovacin terica del marxismo y de su filosofa en Cuba an tiene como asignatura pendiente el balance terico crtico de la concepcin sovitica clsica acerca de los mismos. El abordaje de la cuestin referida a la especificidad del conocimiento filosfico marxista, la pregunta reiterada acerca de qu es y cmo comprender la filosofa en general y la marxista en particular, no constituye la repeticin innecesaria de un problema aparentemente ya resuelto de una vez y por todas con anterioridad, ni una ocupacin de segundo orden en relacin con otras interrogantes ms apremiantes del momento. Todo lo contrario. Como expresara Zaira Rodrguez, ste constituye un

problema eterno y permanente del quehacer filosfico (34), que en el caso del marxismo adopta perspectivas y connotaciones peculiares. Subrayando la trascendencia y significacin de este cuestionamiento, el destacado filsofo marxista T. Oizerman ha expresado : El planteamiento de esta cuestin es una prueba del desarrollo de la autoconciencia de la filosofa, una manifestacin necesaria de su capacidad de autocrtica. As, la filosofa se diferencia de manera esencial de otros sistemas de conocimientos, en particular en que ella constantemente se pregunta a s misma sobre su esencia singular, su objeto, su designacin. Y ms adelante agrega : No debemos deducir, sin embargo, que cada vez que un filsofo se plantea la cuestin de qu es la filosofa, el contenido de la pregunta no cambia y el anlisis se dirige solamente a las insatisfactorias respuestas que se tienen. De hecho, la premisa terica de esta cuestin no consiste en la aspiracin a la respuesta perfecta, sino en la nueva problemtica filosfica que se contrapone a la vieja y se proclama que posee un significado ms importante y en esencia determinante del concepto de filosofa (35). Resulta evidente que todo ello tambin se vincula y es vlido para la propia filosofa del marxismo. En este sentido, es preciso reconocer que la comprensin de la naturaleza y del objeto de estudio de esta filosofa como ciencia de las leyes ms generales del desarrollo de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento, siendo vlida y correcta en principio, no debe ser absolutizada ni entendida como la nica y ms acabada respuesta a la cuestin, sino una perspectiva y un aporte al ininterrumpido proceso de profundizacin y enriquecimiento de la especificidad de la filosofa con el marxismo. Incluso, para algunos, la anterior comprensin no agota toda la riqueza de las afirmaciones de los clsicos del marxismo acerca de la naturaleza de la filosofa y mucho menos transmite la esencia del viraje revolucionario en la filosofa provocado por el marxismo (36). Es por esto que en nuestro criterio, tal reanlisis no debe realizarse a partir de cualquier enfoque terico. Consideramos que en los momentos actuales, a la profundizacin y enriquecimiento de la cuestin planteada puede contribuir la perspectiva terico-filosfica de la actividad humana. Acerca de ello se ha reconocido : Si en las obras marxistas clsicas se ha resuellto ya de modo general y primordial el problema de la dialctica de la actividad material real e ideal , en cambio en nuestros das es completamente urgente el estudio detallado de todas las sutilezas de la interdependencia de uno y otro tipo de actividad (37), as como que : La actividad, como proceso y resultado que sintetiza los aspectos objetivo y subjetivo del quehacer del hombre, ocupa un lugar central en el objeto de la

filosofa. Sin su comprensin resulta imposible revelar la naturaleza del conocimiento filosfico, as como la relacin de la filosofa con la ciencia y la prctica social (38). La categora de actividad en general, y su anlisis asociado al hombre y la sociedad a travs de la actividad humana, ocupa un lugar destacado en el campo del quehacer filosfico marxista. En la literatura al respecto podemos encontrar un amplio y variado espectro de consideraciones tericas que caracterizan a dicho fenmeno e incluso le asignan en ocasiones un papel relevante en relacin con la elaboracin del aparato conceptual de esta ciencia (39). No obstante, tales estudios frecuentemente abordan lados o aspectos determinados y relativamente aislados de esta categora, sin mostrar una visin de conjunto sistmica que permita conformar una comprensin filosfica integral de dicho fenmeno; y en cuanto a su significacin para la propia naturaleza y estructura del saber filosfico marxista, no explotan suficientemente todas las posibilidades heursticas de tal categora o del enfoque terico que ella puede brindar para profundizar en la naturaleza de este tipo de saber. Es por ello que consideramos importante enriquecer la comprensin que de la filosofa del marxismo poseemos a partir de concebirla tambin como una teora universal de la actividad humana. Tal perspectiva constituye una exigencia tanto terica, para la comprensin ms acertada de la naturaleza del conocimiento filosfico marxista; como prctica, para poder explicar la complejidad misma de la dialctica contradictoria de lo material y lo ideal junto a la de lo objetivo y lo subjetivo en la vida cotidiana y social de los hombres (40). Analizando en su conjunto la situacin anteriormente referida, acerca de la falta de atencin y la escasa elaboracin en la reflexin filosfica marxista en Cuba alrededor de la cuestin de la especificidad y objeto de estudio del conocimiento filosfico marxista, a la vez que la parcial permanencia y rezagos de la versin sovitica clsica de la filosofa del marxismo y de la concepcin de la especificidad de la filosofa en que ella se asienta, es que consideramos que en los momentos actuales en nuestro pas no existe una propuesta que fundamente una concepcin alternativa sistematizada e integral acerca de la naturaleza del saber filosfico marxista. Por ello, nos proponemos contribuir a conformar tal elaboracin ofreciendo un anlisis de la filosofa marxista desde la perspectiva de la actividad humana (41). Similar situacin podemos encontrarla tambin en la esfera de la enseanza del marxismo y de su filosofa. Resulta superfluo insistir en la conexin esencial y biunvoca existente entre la elaboracin, enriquecimiento y aplicacin de la teora filosfica marxista y su enseanza, as como en el papel insustituible que la ltima debe desempear en el sistema de la formacin humanstica del individuo en tanto componente de su formacin integral.

La bibliografa referida al tema de la formacin humanstica a travs de la educacin (y dentro de ella a la de nivel superior) en general, y de la enseanza de la filosofa en particular, aunque no se puede decir que sea prolfera, s va encontrando cada vez ms un espacio y un reconocimiento como rea de atencin y reflexin en los estudios de carcter educativo, tambin en nuestro pas (42). Los anlisis aqu se limitan muchas veces a declarar la importancia y necesidad de la presencia del componente humanstico en la formacin de profesionales, as como del lugar que en ello debe ocupar la enseanza de la filosofa. No obstante, no llega a recibir una elaboracin adecuada y profunda la fundamentacin de las bases conceptuales acerca de cmo entender a la propia formacin humanstica, qu debe ella aportar a la formacin del futuro profesional, ni cmo abordar desde el punto de vista propiamente terico-filosfico la estructuracin y el tratamiento de los contenidos en la imparticin de la filosofa de modo tal que los mismos se vinculen de manera natural a las problemticas profesionales, sociales e individuales de quienes la reciben, premisa de su ulterior elaboracin pedaggico-didctica. Frente al cuestionamiento de las humanidades en la educacin, al reconocimiento de su desgaste (43), a las presiones interesadas en su eliminacin (44), a los peligros que tras ella se creen encontrar, es preciso reconocer y defender la cuestin de principio referida a que los desafos que tiene ante s la educacin hoy y sus aspiraciones de excelencia y pertinencia (45) no pueden ser cumplimentadas sin incluir y realizar adecuadamente una formacin humanstica. Al respecto se ha reconocido que : El pensamiento materialista y dialctico, que aspira a formar hombres capaces no slo de conocer el mundo, sino tambin de transformarlo, slo podr desarrollarse en la medida en que, desde la escuela primaria hasta la universitaria, su presencia enriquecedora est en lnea con el desarrollo de las disciplinas humanistas... (46). La actualidad del problema se ha expresado de manera sui gneris en la atencin y prioridad de la llamada formacin de valores, problemtica en realidad que es motivo de preocupacin y ocupacin de muchos pedaggos y directivos de las ms diversas partes del mundo (47). As, la reciente Conferencia Mundial sobre la Educacin Superior, en su Declaracin Mundial sobre la Educacin Superior en el Siglo XXI. Visin y Accin, enfatiz entre las misiones de la educacin a ese nivel la de contribuir a proteger y consolidar los valores de la sociedad, velando por inculcar en los jvenes los valores en que reposa la ciudadana democrtica y proporcionando perspectivas crticas y objetivas a fin de propiciar el debate sobre las opciones estratgicas y el fortalecimiento de enfoques humanistas (48).

En nuestra opinin, el perfeccionamiento y la implementacin adecuada de la formacin humanstica, en particular en el nivel superior y dentro de l atendiendo a las carreras de perfil tcnico, tiene como momento constitutivo, condicin y base la enseanza de la filosofa y su correcta interpretacin, a lo cual debe contribuir la comprensin de la misma desde la perspectiva de la actividad humana. Ello no es slo una cuestin terica o pedaggica, ya que, como se ha reconocido, entre otros factores, el derrumbe del socialismo en Europa tambin se asent en la ausencia de una cultura humanista (49). As, se establece una dialctica interdependencia entre la renovacin de la filosofa del marxismo y de su enseanza. En nuestra opinin, renovar la filosofa del marxismo y su enseanza supone no comenzar por el tratamiento directo de sus problemticas especficas, de su aparato conceptual ms o menos establecido y de su vnculo con la realidad, ni improvisar nuevos programas y textos de estudio, sino ante todo esclarecer la naturaleza peculiar del conociminto filosfico marxista y la comprensin de su objeto, estructura y funciones. Como dijera Lenin, quien aborde los problemas particulares sin antes resolver los generales, fatalmente tropezar a cada paso con estos problemas, sin tener conciencia de ello (50). As, de todo lo hasta aqu expuesto, hemos tomado como objeto de investigacin a la concepcin del conocimiento filosfico marxista que ha sido ms tradicionalmente aceptada y difundida en nuestro pas, entendiendo a dicho conocimiento como disciplina cientfica y materia de enseanza. De igual modo, partiendo del reconocimiento del carcter amplio de la problemtica que vincula la cuestin de la especificidad del conocimiento filosfico marxista con la fundamentacin de su enseanza, lo que en realidad constituye un sistema de investigacin complejo constituido por diferentes momentos o fases en su resolucin; en la presente tesis nos planteamos el siguiente problema cientfico : cmo comprender de manera ms cientfica y tericamente argumentada la especificidad del conocimiento filosfico dialctico-materialista, as como la fundamentacin tericofilosfica de la instrumentacin pedaggica de tal comprensin en la enseanza de nivel superior para las carreras de perfil tcnico en el contexto de nuestro pas? Con ello perseguimos los siguientes objetivos: 1- Caracterizar la presencia y el empleo de la categora de actividad referida al hombre y la sociedad en el campo del saber cientfico contemporneo. 2- Profundizar en la comprensin de la especificidad de la filosofa del marxismo entendida como teora universal de la actividad humana.

3- Fundamentar el papel de la formacin humanstica en la educacin de nivel superior en carreras de perfil tcnico y el lugar que en ella ocupa la enseanza de la filosofa desde la perspectiva de la actividad humana. Para dar respuesta al problema planteado y satisfacer los objetivos propuestos hemos asumido la hiptesis de que considerando a la categora de actividad como un concepto cientfico-general del saber contemporneo y sobre la base de las elaboraciones tericas en dicho saber elaboradas, se hace posible establecer un sistema de coordenadas terico-metodolgicas que contribuyen a profundizar y enriquecer la comprensin de la especificidad de la filosofa del marxismo a partir del enfoque de la actividad humana, as como determinar una serie de rasgos terico-filosficos esenciales que deben caracterizar la enseanza de la filosofa desde esta perspectiva cientfica y que a su vez permiten que la misma opere como base de la formacin humanstica del profesional de nivel superior en las carreras tcnicas. El fundamento metodolgico empleado ha sido el de partir del propio mtodo universal de la dialctica materialista aplicado a s misma, de modo tal que los principios, leyes y categoras de esta disciplina sean empleados como instrumento de validacin y perfeccionamiento de su propio aparato conceptual y de la significacin prctica del mismo. En este sentido, se ha priorizado el empleo del ascenso de lo abstracto a lo concreto en el devenir y la fundamentacin de la comprensin propuesta, partindose de la caracterizacin de la categora de actividad humana hasta llegar a la conformacin de un sistema de tesis que argumenten la comprensin de la especificidad del saber filosfico marxista como teora universal de dicha actividad; la unidad de lo histrico y lo lgico a lo largo de diferentes posiciones presentes en la propia historia de la filosofa del marxismo, vinculadas a la problemtica abordada, y sus elementos ms racionales y esenciales; as como el anlisis y la sntesis, la induccin y la deduccin operando sobre todo el material de ideas procesado y permitiendo la realizacin de una valoracin crtica que en cada caso facilitara delimitar los aportes y las limitaciones correspondientes. Con lo anterior no se persigue agotar este campo de reflexin ni elaborar un sistema acabado donde se plasme la concepcin filosfica del marxismo; si no, en lo estrictamente filosfico, abordar una problemtica importante y actual, a la vez que fundamentar una comprensin sobre determinados pilares terico-metodolgicos que permitan el acercamiento adecuado a la cuestin y encauzar ulteriores programas de trabajo en esa direccin; y en lo educativo, no se trata de ofrecer un modelo didctico integral acerca de cmo realizar la enseanza de la filosofa, sino elaborar algunos

fundamentos interpretativos y metodolgicos desde el punto de vista propiamente filosfico que encaucen de mejor manera dicha labor, as como dar a conocer algunas experiencias y aplicaciones especficas. Esto ltimo, evidentemente, amplia en alguna medida el campo de la tesis, pero a su vez conecta la problemtica filosfica general con una esfera real de su existencia y realizacin, que permite no dejar en el plano puramente general y declarativo el tratamiento del asunto, sino tambin concretarlo y mostrar su funcionalidad y significacin prctica. De por s, el que la tesis se dedique a abordar la conexin de tres problemticas amplias y complejas, como son la de la especificidad del conocimiento filosfico, la actividad humana y la formacin humanstica, hace que el campo del trabajo sea sumamente extenso, pero ste es un fenmeno real, que existe de esa manera objetivamente conectada y que su estudio parcializado no permite llegar a abarcar todas las complejidades e interrelaciones del asunto, por lo que su tratamiento integrador se convierte en una exigencia insoslayable, lo que a su vez demanda de un gran esfuerzo de sntesis donde la extensin y la profundidad compiten permanentemente en el contexto de las limitaciones y reglamentaciones de una tesis. De aqu que el trabajo desarrollado y la amplitud de aspectos con los que objetiva y necesariamente el mismo se conecta, nos condujo a una serie de importantes anlisis que por razones de extensin no se han includo en el cuerpo fundamental de la tesis. No obstante, en tanto representan momentos significativos y aportan argumentos para fundamentar y hacer comprender mejor las ideas propuestas, hemos decidido incluirlas en el aparato referencial as como en algunos de los anexos, por lo que su lectura en el momento indicado contribuye a comprender mejor la lgica del anlisis y las tesis de su demostracin. A todo ello responde, en lo fundamental, los momentos principales de la estructura del trabajo. En tanto nuestra propuesta se sustenta en asumir y emplear el enfoque de la actividad humana para fundamentar la profundizacin en la naturaleza del conocimiento filosfico marxista, ello exige a partir de una valoracin crtica apreciar, rescatar e integrar todo lo positivo elaborado en el campo del saber sobre el hombre y la sociedad (incluyendo el filosfico) acerca de la actividad como categora cientfica. Por esto, en el captulo 1, dedicado al anlisis de las elaboraciones tericas fundamentales de la categora de actividad referida al hombre y la sociedad, y partiendo de una referencia a cmo aparece y es tratada la actividad del hombre en los clsicos de la filosofa del marxismo, se aborda la presencia y empleo de dicha categora, primero, en diferentes campos de este saber, en los cuales se distingue un conjunto de disciplinas cientficas (tales como las ciencias polticas, la culturologa, la etnografa, la

antropologa, la ecologa, la demografa, las ciencias jurdicas, las ciencias de la administracin, las ciencias histricas, la lingstica, la ergonoma, las ciencias econmicas, la sociologa, la cienciologa, la ciencia de la educacin y la psicologa general y aplicada,) donde la categora de actividad aparece y es utilizada en el marco del anlisis de los objetos y procesos especficos de estas disciplinas, as como empleada en numerosas ocasiones como enfoque terico para explicar los mismos. En segundo lugar, en este mismo captulo, se tratan las elaboraciones de la categora de actividad del hombre y la sociedad en diferentes concepciones de la filosofa del marxismo, en particular en la versin sovitica de dicha filosofa, en la filosofa de la praxis y en la filosofa marxista cubana actual. El captulo 2 se centra ya en establecer los fundamentos que permiten acercarnos a la comprensin de la filosofa del marxismo entendida como una teora universal de la actividad humana, partiendo de la delimitacin de una serie de inconsecuencias presentes en la manera de concebir la naturaleza del conocimiento filosfico en el marxismo (haciendo nfasis en la versin sovitica de la misma, en tanto concepcin todava presente en cierta medida en nuestro contexto y que an no posee alternativa terica elaborada aqu), unido a un conjunto de importantes problemticas que no han sido suficiente atendidas o adecuadamente explicadas en esta esfera y cuyo tratamiento y correcta interpretacin supone el empleo del enfoque de la actividad humana. Por ltimo, ofrecindose una caracterizacin integral de los rasgos esenciales que posibilitan comprender a la actividad humana como categora filosfica, se establecen una serie de coordenadas terico-metodolgicas que permiten profundizar en la comprensin de la naturaleza del saber filosfico marxista desde la perspectiva de la actividad humana, mediante el anlisis de su regin de anlisis, objeto de estudio, enfoque, mtodo, dimensiones, momentos constitutivos, estructura, funciones y finalidad general. El captulo 3 analiza la expresin y concrecin de la comprensin propuesta de la filosofa del marxismo para la formacin humanstica de los profesionales de perfil tcnico, donde a partir de las limitaciones fundamentales que posee dicha formacin se fundamenta su lugar y papel en la formacin integral de los mismos, a travs de las funciones peculiares que ella se encuentra llamada a desempear, y cmo lo anterior se puede encauzar de manera ms adecuada si se tiene como base a la enseanza de la filosofa desde la perspectiva de la actividad humana. Todo lo anterior contribuye a precisar y argumentar lo que consideramos la novedad cientfica principal del trabajo, consistente en :

la integracin de la caracterizacin terico-filosfica de los rasgos esenciales de la categora de actividad humana, tratados de manera relativamente dispersa o unilateral y de modo no suficientemente sistmico en la literatura existente en el campo marxista en general.

la fundamentacin de una comprensin que contribuye a enriquecer la concepcin de la especificidad del conocimiento filosfico marxista desde la perspectiva de la actividad humana mediante el establecimiento de un sistema de coordenadas terico-metodolgicas que operan como base y referente de dicha comprensin, lo que a su vez ocupa un espacio al interior de una cuestin poco tratada en el pensamiento filosfico marxista cubano actual.

la argumentacin de la importancia de la formacin humanstica del profesional a travs de delimitar las funciones principales que la misma est llamada a desempear y cmo la enseanza de la filosofa debe ser la base de esta formacin, comprendida a partir de la perspectiva de la actividad humana.

CAPITULO I ELABORACIONES TEORICAS FUNDAMENTALES DE LA CATEGORIA DE ACTIVIDAD REFERIDA AL HOMBRE Y LA SOCIEDAD El estudio de la actividad de los hombres en sociedad y de su expresin en el plano cientfico que la refleja ocupa un amplio espacio en el contexto del saber terico en general y del filosfico en particular. Uno de los presupuestos imprescindibles a tomar en consideracin aqu lo constituye las reflexiones que al respecto realizaron los clsicos de la filosofa del marxismo. En el caso de C. Marx y F. Engels se subraya el carcter prctico-material y revolucionariotransformador de la actividad de los hombres. As mismo, es importante reconocer que la categora de actividad, aunque puede ser ms frecuentemente encontrada y trabajada en las obras tempranas de los fundadores del marxismo, en realidad se mantiene a todo lo largo de la labor terica de estos pensadores. La actividad humana y sus formas de existencia aparecen en la obra cientfica de Lenin sobre todo como trmino empleado en el lenguaje comunicativo y como categora de referencia y contexto que

generaliza la experiencia del hombre y las propiedades y nexos tanto esenciales como no esenciales que caracterizan al objeto analizado, pero casi nunca dicha actividad es asumida en tanto concepto conscientemente utilizado como eje estructurador del conocimiento ni como enfoque tericometodolgico que oriente e integre la explicacin del fenmeno o proceso de inters. A diferencia de Marx y Engels, donde prevalece el enfoque filosfico de esta categora y con frecuencia se encuentra un tratamiento de la misma desde esta ptica cientfica, en Lenin el estudio especficamente filosfico de la actividad humana (aunque presente) no es realizado de manera suficientemente explcita, multilateral y sistmica, trasladndose y centrndose en el aspecto o plano propiamente poltico de la misma. No obstante, desde el punto de vista terico general (que no se reduce al filosfico), Lenin retom e impuls el anlisis cientfico de la categora de actividad humana all donde Marx y Engels lo culminaron. Si estos ltimos transitaron del estudio de la actividad, al de la prctica y de ste al del trabajo, Lenin continu dicha labor y profundiz en el anlisis de la actividad poltica (51). Por otro lado, en el vasto campo del conocimiento cientfico contemporneo podemos constatar sin dificultades la extendida presencia y el multifactico empleo de la categora de actividad, en particular referida a la caracterizacin del hombre y de la sociedad. El estudio de la misma desde el punto de vista de su significacin terico-cientfica preparar el camino, al decir de Rubn Zardoya, para expresarla en la forma lgica del concepto y de este modo convertirla en instrumento conscientemente utilizado de la actividad... (52) efectivamente existente. En el presente captulo perseguimos como finalidad precisar y sintetizar los modos principales en que dicha categora es trabajada y utilizada, de modo tal que ello nos permita apreciar tanto el carcter cientfico-general de su elaboracin y empleo, a la vez que el arsenal de consideraciones tericas que alrededor de ella ha logrado conformar el saber actual, tanto en los campos ms diversos de las ciencias sociales y humansticas (espacio natural donde la categora de actividad referida la hombre y la sociedad es particularmente tratada y donde alcanza su mayor despliegue) como en la esfera de las propias elaboraciones filosficas (especialmente marxistas), todo lo cual funcionar de manera efectiva como antecedente cientfico-conceptual y premisa terico- filosfica para acercarnos a la comprensin de la naturaleza, el objeto y las funciones de la filosofa del marxismo entendida como teora universal de la actividad humana. Insistimos en que aqu no se trata de agotar exhaustivamente la revisin de todas las disciplinas de este campo ni de profundizar en cada una de ellas, sino de ofrecer una visin panormica que permita

constatar que la actividad esta presente en las mismas en una u otra medida y que aqu se elabora tambin un material de ideas sobre la actividad de hombre que - en virtud de la relacin filosofa-ciencia (que no debe reducirse a las Ciencias Naturales sino abarcar tambin a las Ciencias Sociales) - la filosofa debe tenerlas en cuenta y aprovecharlas para sus elaboraciones; a la vez que comprobar que la actividad no es una categora de nivel cientfico particular sino cientfico general, y que ello facilita su elaboracin y profundizacin en el plano propiamente filosfico. 1.1. La categora de actividad en diferentes campos del saber sobre el hombre y la sociedad. Uno de los antecedentes que nos conduce a resaltar y reelaborar la significacin y trascendencia de la actividad humana para la reflexin filosfica, es la amplia presencia y empleo de la misma en los ms variados campos del conocimiento cientfico - social actual. Por ello, a continuacin ofreceremos una visin de conjunto acerca de las principales elaboraciones tericas que se han promovido alrededor de la categora de actividad, referida al quehacer del hombre y de la sociedad. En este sentido, podemos apreciar dos grandes niveles o esferas de presencia y empleo de la categora de actividad en las disciplinas cientfico - sociales (53). En el primero de ellos, se hacen referencias a la actividad del hombre y la sociedad comparativamente limitadas, adems de ser relativamente poco abundante el uso de la misma al interior de las esferas del saber en que se trata. En el segundo, dicha categora se encuentra ms ampliamente difundida y con mayor riqueza tratada y empleada, encontrndonos con esferas del saber cientfico-social o escuelas de pensamiento que, de manera muchas veces consciente, subrayan la relevancia de la actividad humana en su labor, as como la emplean en numerosas ocasiones como enfoque terico para explicar los fenmenos y procesos de su inters. Veamos a continuacin en detalle las anteriores consideraciones. Dentro del primer nivel encontramos las elaboraciones correspondientes a las ciencias polticas. En las mismas se aborda el estudio de la "actividad poltica" en el marco de la actividad social de los hombres, sus vnculos con la actividad econmica, el ejercicio del poder y la autoridad, la solucin de conflictos sociales, los sistemas polticos que resultan de su implementacin, las organizaciones e instituciones polticas en que se plasma y lleva a efecto, as como la dimensin moral de esta forma de actividad peculiar, entre otros aspectos (54).

En el caso de la etnografa, la actividad humana aparece no tanto como concepto explicativo sino como marco referencial en el que es insertado y al que es referido el anlisis de los procesos tnicos, en su vnculo estrecho con la "actividad productiva" de los hombres en primera instancia, y su especializacin, junto a otras expresiones de la misma, tales como la "actividad creativa" popular, la "actividad artstica " de los hombres, la "actividad administrativa y de organizacin", todo ello orientado al esclarecimiento de la "peculiaridad tnica de la actividad vital de los hombres" (56). Referido al contexto de la antropologa, la actividad es asumida como fondo o escenario general en el cual el antroplogo realiza su estudio, an cuando ste se dirija hacia un campo especfico o una manera peculiar de su existencia. Ello debe efectuarse sin perder de vista que el anlisis antropolgico del hombre debe investigar, en ltima instancia, todas las manifestaciones de la actividad humana vital de manera unificada. En este sentido, se subraya la importancia de la "actividad laboral" en general y de la "actividad instrumental" en particular, tanto para caracterizar el origen del hombre como su evolucin. Con frecuencia aparece en la perspectiva antropolgica el anlisis de "actividades" como la caza, la guerra, el deporte y la religin, entre otras, todo lo cual tambin es abordado desde los nfasis que pueden hacer disciplinas como la antropologa poltica (donde el estudio se efecta a partir del prisma de la actividad poltica de los hombres y sus grupos) o la antropologa cultural (donde se parte de la consideracin de la cultura como producto natural de la actividad humana) (57). De igual modo, referido a la ecologa (por algunos apellidada de humana), se considera ya imprescindible que el hombre sea capaz de pronosticar las transformaciones de la naturaleza en todas las escalas de su actividad, y a partir de una conciencia ecolgica que perme tanto la forma como el contenido de dicha actividad, enfocar entonces el estudio del "medio ambiente total", visto como unidad de los componentes y factores tanto naturales como humanos; tomando en cuenta entre los factores sociales que influyen el entorno humano y en las condiciones de vida, el relativo a "las actividades humanas", tales como la toma de decisiones, la utilizacin de las mquinas, la actividad poltica y comercial, los movimientos migratorios, entre otros (58). Referido a la demografa, la actividad es estudiada como un fenmeno demogrfico junto a la mortalidad, la migracin o la natalidad, vista sobre todo en relacin con la llamada demografa econmica, al analizar el vnculo entre los procesos demogrficos y el desarrollo econmico de la sociedad, en particular el empleo laboral. As, se hace referencia a la actividad laboral y a la "actividad de la poblacin", entendida esta ltima como la poblacin econmicamente activa, con determinada

estructura de edades, de sexo y de profesin, de lo cual se extraen ciertas "tasas de actividad", segn el indicador que se tome de referencia contra el universo al que se remite. A partir de aqu, se definen cuestiones tales como la oferta real de fuerza de trabajo, los cambios de actividad laboral de unos sectores a otros, el nmero de horas trabajadas, la participacin por edades y sexo en ello, el grado de calificacin de la fuerza laboral, la incidencia del sector informal en la actividad econmica de la sociedad, entre otras (59). Pasemos a caracterizar el tratamiento de la categora de actividad en las disciplinas cientfico-sociales que se encuentran en el segundo nivel de nuestra clasificacin. Entre ellas podemos referirnos a las ciencias histricas. Aqu, diversos autores parten del reconocimiento de la necesidad de considerar en el estudio de la totalidad histrica la pluralidad de actividades que se encuentran en la base de la sociedad humana y de su devenir, a la vez que asumen el propio carcter histrico de la actividad social que representa tanto la historia misma como su estudio cientfico. A partir del reconocimiento de que "la actividad del hombre social" es el principal contenido del proceso histrico, se concibe el desenvolvimiento de las alternativas histricas y su pluralidad de variantes, en tanto expresin de las leyes y tendencias objetivas que slo operan y se realizan en y a travs de la actividad humana. De igual modo, en ocasiones se llega a acentuar el significado de la actividad para la comprensin adecuada del proceso histrico, al reconocerse la existencia de un "principio de la actividad" que permite, entre otros aspectos, expresar de manera generalizada la existencia de diferentes fuentes motoras de dicho proceso, encauzar el reconocimiento y el estudio del mismo como resultado de la actividad del hombre, precisar la actividad de los sujetos que participan y hacen la historia, pudindose llegar a delimitar la contribucin y el papel de la actividad de las fuerzas sociales de avanzada y de las masas para el progreso social. Por ltimo, y sin agotar todo el espectro de consideraciones, la actividad y sus tipos es empleada con frecuencia desde la perspectiva de la historia como criterio (junto a otros) para subdividirla; como cuando, por ejemplo, se habla de la historia de la economa, de la poltica, de la cultura, etc. (63). Tambin aqu encontramos a la lingstica, disciplina donde la categora de actividad posee una amplia presencia, ante todo al reconocerse el lenguaje ya sea como "tipo de actividad humana" asentada en la praxis social, o ms especficamente como medio de la actividad comunicativa. As mismo, se aborda profundamente el tema de la peculiaridad de "la actividad lingstica" en tanto utilizacin activa de la

lengua por el hablante, sus bases psico-fisiolgicas y sociales, as como su carcter individual vinculado al estilo personal del habla. Los estudios lingsticos, con sus nfasis etno, psico y sociolingsticos, reconocen la existencia y analizan las peculiaridades de las "actividades verbales y no verbales, profundizan en la "actividad comunicativa" y su vnculo con el lenguaje; en la "actividad del habla" como proceso asociativo, sus funciones bsicas y los modelos sintcticos, semnticos y generativos de la misma; en la "actividad discursiva" en tanto serie de actos del habla donde se emplean palabras con un significado y una referencia unido a lo no dicho o presupuesto, todo ello en estrecho vnculo con el proceso de recepcin del discurso visto como una "actividad interpretativa" que se realiza por determinado sujeto y en condiciones especficas. En ocasiones, se llega a hablar en esta esfera de una "teora de la actividad lingstica" y a proponer una "perspectiva accional" o de la actividad como enfoque terico para interpretar el lenguaje y el acto lingstico (64). En el caso de la ergonoma, se considera por diversos autores que su peculiaridad distintiva se centra en el logro de un enfoque integral del estudio de la "actividad laboral" que permita la organizacin racional de la actividad humana en el sistema hombre-mquina, subrayndose que "la ergonoma utiliza ampliamente la categora de actividad. La actividad acta en la ergonoma como un principio, contenido y culminacin de la proyeccin y evaluacin ergonmicas..." (65). Incluso, se habla de un "enfoque ergonmico" en el estudio de la actividad. A tono con ello, la actividad es insertada en el conjunto de las acciones y vnculos que tienen lugar entre el hombre, la mquina y el proceso laboral, atendindose de este modo a la "actividad psicomotriz" que aqu se desarrolla, a las "actividades musculares", a las "actividades vegetativas" del hombre durante la produccin (tales como el latido cardaco, la respiracin y la presin arterial), a las "actividades conscientes y voluntarias" relacionadas con el sistema nervioso central, a la "actividad pensante" y la "actividad emocional" en el marco de la ejecucin motriz durante el trabajo, a la "tipologa ergonmica de las actividades", a los "componentes estructurales fundamentales de la actividad" as vista, a la "actividad del operador", etc. (66). Por otro lado, en el campo de las ciencias econmicas, la actividad humana se encuentra ampliamente difundida y utilizada. En primer lugar, la misma se aborda en un plano general al caracterizar la naturaleza de lo econmico como un aspecto o dimensin de la actividad humana y la relacin existente entre la produccin de bienes materiales y la "actividad vital" de los hombres. Frecuentemente ello se correlaciona con el trabajo como tipo de actividad humana, mediante la cual se adaptan y transforman

los elementos de la naturaleza para satisfacer las necesidades del hombre; as como con la "actividad laboral", vista como actividad consciente y orientada a un fin, donde se aplica la fuerza de trabajo del hombre en relacin con determinados objetos y medios de trabajo. En segundo lugar, la actividad humana en la esfera econmica se estudia y expresa en un conjunto de categoras especficas, entre las que ocupan el lugar central la "actividad econmica" en tanto produccin de bienes y servicios que se ponen a disposicin de los individuos de una sociedad para su consumo. As, se analiza la manifestacin de las leyes objetivas de la sociedad a travs de este tipo de actividad humana, las formas histricas de realizacin de la actividad econmica en diferentes pocas y sociedades (por ejemplo, la agricultura y la ganadera en la comunidad primitiva), los factores que la condicionan (naturales, polticos, financieros, tcnicos, etc.), los sujetos que la realizan (por ejemplo, la familia, las clases sociales, el Estado), su expresin institucional, los tipos fundamentales de la misma (la produccin, la distribucin, el intercambio y el consumo), el papel del mercado aqu, la reglamentacin de que es objeto, las polticas que en esta esfera se establecen, el control sobre esta forma de actividad, entre otros. En tercer lugar, la actividad del hombre en el campo de la ciencia econmica es tratada en diferentes direcciones, planos o niveles, dando lugar a elaboraciones tales como el estudio de la "actividad productiva", de la actividad de consumo, de la "actividad de la empresa o empresarial", de la "actividad del mercado" y de la actividad del colectivo laboral, para slo nombrar algunas de las variadas y multifacticas manifestaciones de la riqueza terica que se alcanza alrededor de este fenmeno (67). Pasemos a continuacin a caracterizar uno de los campos donde con mayor amplitud y diversidad aparece el anlisis de la actividad humana, precisamente, el de la psicologa aplicada (68). Dentro de ella, podemos apreciar, en la rama de psicologa infantil, que la actividad humana constituye el elemento esencial cuyo proceso de asimilacin le permite al nio adquirir las cualidades psquicas y las propiedades de la personalidad, que lo convierte no slo en adulto sino en ser humano pleno. Ello transcurre mediante la asimilacin de tipos de actividad tales como la comunicacin, la actividad con objetos, el juego, etc. (69). Muy cercano a lo anterior, en la rama de la psicologa pedaggica y de las edades, se hace nfasis en la correlacin de los "tipos fundamentales de actividad" y la edad o etapa del desarrollo de la personalidad, caracterizndose la presencia e influencia del juego o "actividad ldica" en el nio, de la "actividad de estudio" en el adolescente y de la "actividad social" o "laboral" en el adulto. Tambin aqu

se analizan las peculiaridades de la "actividad docente" o "pedaggica", la importancia de la "actividad de comunicacin", los rasgos de la "actividad de aprendizaje" del alumno, entre otras (70). En la rama concomitante de la psicologa de la enseanza, se tratan cuestiones referidas a la instruccin como una esfera peculiar de la actividad humana; al estudio como proceso de asimilacin de distintos tipos de actividad del hombre; la trascendencia de la "actividad orientadora" y la formacin por etapas de las acciones mentales, que transcurre a travs de sus momentos de orientacin, ejecucin y control, ello para dirigir el proceso de transmisin, formacin y asimilacin de los conocimientos durante el proceso de enseanza-aprendizaje, entre otros aspectos de inters (71). La psicologa es aplicada tambin a esferas como la tecnologa, donde desde la ptica de la psicologa ingenieril se analiza, por ejemplo, el papel del avance de la informtica en todos los campos de la actividad humana y su contribucin al desarrollo en el hombre de la lgica de la organizacin de su actividad (72); o a la actividad especfica del deporte y la cultura fsica, donde se caracteriza la "actividad deportiva" como una de las formas principales de la actividad humana, que se distingue porque a travs de ella se manifiestan y se comparan las posibilidades fsicas y psquicas de los sujetos durante el proceso de ejecucin de ejercicios multifacticos; estudindose, por ejemplo, el lugar del ejercicio, del entrenamiento y de la competencia en ella (73). Por ltimo, una rama de gran peso y elaboracin en el campo psicolgico es la de la psicologa social, donde la actividad humana en el contexto de la vida social es considerada por muchos autores como objeto fundamental de esta ciencia, lo cual adquiere su concrecin particularmente en el estudio de la "actividad de las comunidades sociales", la "actividad de los grupos" y la "actividad de los colectivos" o "colectiva". Otros modos de elaboracin de esta categora en el plano referido, es el anlisis de la "actividad del dirigente", del modo de vida entendido como "modo de actividad" del hombre en la sociedad, y donde en general se atiende al carcter mediatizado y cooperado de la actividad humana por las relaciones interpersonales, as como en su naturaleza y condicionamiento social (74). Refirindonos a otro campo del saber, podemos constatar que en la sociologa existe un amplio y variado espectro de elaboraciones tericas que incluyen o, incluso, ponen como centro a la actividad. No debiramos dejar de mencionar la existencia de varias concepciones que, aunque en rigor no emplean el trmino de actividad sino de accin, desarrollan importantes y reconocidos enfoques sociolgicos acerca de la actividad social de los hombres (75). Referido explcitamente al empleo de la categora de actividad en la sociologa, encontramos numerosas posiciones, sobre todo en el campo del marxismo, donde se parte de considerar humano

que la vida social y sus leyes objetivas son unidad y expresin, respectivamente, de la actividad material y espiritual de los hombres. Ello hace que tanto las relaciones sociales como la propia estructura social sean vistos como resultado y condicin de la actividad humana, lo que se manifiesta en el mismo funcionamiento del sistema social. A partir de lo anterior se asume, en numerosas ocasiones, la categora de actividad como base y punto de partida del saber sociolgico, o al menos se reconoce su trascendencia para abordar adecuadamente la diversidad de esferas de la sociedad y sus vnculos recprocos, en tanto expresin de las variadas formas de la actividad de los hombres en sociedad. Todo ello se concreta en la elaboracin de un amplsimo conjunto de conceptos y concepciones sociolgicos, tales como la "actividad social", la "actividad vital de la sociedad", la "actividad social de las clases, grupos e individuos", la "actividad de produccin", la "actividad poltica", la "actividad cientfica" desde la perspectiva social, la "actividad cultural y artstica" en general y en particular vinculada al tiempo libre, la "actividad ideolgica" y su papel social, la "actividad democrtica" en diversos contextos sociales, la "actividad de direccin" y de los "dirigentes" en la sociedad, la "actividad de las instituciones" sociales, la "actividad extralaboral" y sus tipos, la "actividad creadora en el campo sociolgico, los "mecanismos de motivacin de la actividad" en la sociedad, el experimento social como "tipo de actividad" social, el poder como una "forma de actividad" y sus fuentes, el estudio del modo de vida como "actividad humana", entre otros muchos (76). Lo anterior ha hecho justamente expresar que el perfeccionamiento ulterior de la categora de actividad humana tiene gran importancia para el enriquecimiento y desarrollo de la sociologa... (77). Veamos a continuacin las consideraciones tericas que se realizan alrededor de la categora de actividad en la esfera de los estudios cienciolgicos, entendidos estos como aquel abarcador conjunto multidisciplinario de estudios sobre la ciencia y la realizacin, distribucin y aplicacin social del conocimiento cientfico. Dicha categora aqu aparece tratada desde las diferentes perspectivas de las ramas de la economa de la ciencia, la poltica de la ciencia, la sociologa de la ciencia, la psicologa de la ciencia, la tica de la ciencia, la historia de ciencia, la metodologa de la ciencia, la teora de la informacin cientfica y la teora general de la ciencia, entre otras, en tanto enfoques y disciplinas cientficas que conforman el campo de la cienciologa. En este sentido, los anlisis ms comnmente presentes y difundidos se refieren a la caracterizacin de la "actividad cientfica" y de la ciencia como "tipo especfico de actividad humana", orientada sta precisamente hacia la produccin de conocimientos cientficos, su difusin y empleo ms racional y

humano. As, se abordan aspectos tales como la "actividad cientfica" como expresin de la "actividad vital" del hombre, la manifestacin en este campo de la "actividad del intelecto", el lugar y papel del mtodo en esta forma de actividad, la naturaleza creativa de la misma, las condicionantes de diverso tipo que sobre ella influyen y promueven o frenan su desenvolvimiento, las peculiaridades de la psicologa de la creacin en esta esfera, las funciones de esta forma de actividad en la vida social, los vnculos con otras formas de la actividad humana, los principios de organizacin y direccin de la misma, la elevacin de su productividad y eficacia, la dimensin cultural de la ciencia como actividad, la correlacin entre las leyes universales de la actividad humana y las leyes del desarrollo de la ciencia, los aspectos materiales y espirituales de esta forma de actividad humana, el proceso de profesionalizacin de este modo especfico de actividad del hombre, la dimensin institucional de la ciencia como actividad, el componente valorativo en ella presente y su estrecho vnculo con lo cognoscitivo, el papel de las polticas cientficas en el desenvolvimiento de la misma, las peculiaridades de la "actividad de la investigacin cientfica" al interior de este fenmeno, las escuelas cientficas que ejecutan dicha actividad, la regulacin jurdica que abarca este campo de la actividad humana, la dimensin tica presente en la misma, as como la especificidad de la actividad cientfica en el campo educacional y de la enseanza, entre otros. Junto a ello, tambin se pueden encontrar estudios en este campo referidos a la ciencia como tipo peculiar de actividad cognoscitiva, los rasgos de la "actividad experimental" aqu, la "actividad de los cientficos" y de sus comunidades como sujetos, la especificidad de la "actividad cientfico-informativa" al interior de la ciencia y su papel en los procesos de comunicacin cientfica documentalmente formalizados, entre otras cuestiones (78). Por ltimo, analizaremos la presencia y empleo de la categora de actividad en la ciencia de la educacin. Este es uno de los campos donde ms amplia y significativamente aparece tratada la actividad humana. Ante todo, ello es tomada en consideracin al entenderse a la educacin misma como un tipo peculiar de actividad humana, organizada segn la divisin social del trabajo y socialmente institucionalizada, que desempea trascendentales funciones en la sociedad a travs de su influencia en la formacin y desarrollo de la personalidad del individuo, lo que exige a su vez dirigir y realizar adecuadamente tal actividad. En relacin con ello se analiza la "actividad educativa" o "pedaggica", como la planificacin, organizacin, direccin y control del proceso de formacin de la personalidad segn las exigencias

sociales; las diferentes formas de organizacin de la misma, los diversos tipos a travs de los cuales se realiza y su constitucin como objeto de estudio de la pedagoga. Tambin en este contexto se aborda a la "actividad docente" como expresin y forma organizada de la actividad cognoscitiva de los escolares, dirigida a travs del proceso de enseanza en la escuela; donde a partir de un contenido determinado en los planes y programas de estudio se organiza y realiza incluyendo en su estructura la tarea docente, las acciones docentes y las acciones de control; a la vez que transitan por etapas tales como la motivacin, la comprensin de los contenidos, el dominio de los mismos, su sistematizacin y la evaluacin; se estudia el papel protagnico tanto de los profesores como de los alumnos en ella; y cmo ella se organiza en diferentes modelos de sistematizacin del proceso de enseanza-aprendizaje. Precisamente, la enseanza y el aprendizaje son tenidos en cuenta aqu como importantes tipos de la actividad especficamente social de los hombres, que desempea insustituibles funciones socioeconmicas, polticas y culturales, entre otras. En particular, se acrecienta cada vez ms el estudio de la "actividad de aprendizaje" entendida como una actividad de asimilacin peculiar que tiene lugar en el marco de un proceso especialmente organizado para ello en la escuela. Unido a ello, se analiza la "actividad de estudio" y las acciones de carcter general o no especfico, as como las especficas del material docente, que ello supone; junto a los diferentes tipos de habilidades (tales como las lgicas, de experimentacin, de lectura, etc.) a las que la misma se asocia. Todo lo anterior supone esclarecer las peculiaridades de la "actividad cognoscitiva" en el contexto del proceso de enseanza-aprendizaje como importante actividad vinculada a la formacin de conceptos y al desarrollo de capacidades como la imaginacin y el razonamiento; donde a partir de los componentes intelectuales, motivacionales y volitivos de la misma, se plantea la necesidad de dirigir dicha actividad en el alumno. As, segn el tipo de actividad cognoscitiva que desarrolle el educando, se distinguen por algunos autores determinadas etapas del proceso docente, tales como la motivacin, la comprensin de los contenidos, el dominio y sistematizacin de los mismos, y la evaluacin del aprendizaje. Dentro de esta actividad se destaca de manera especial la "actividad mental" del estudiante y su vnculo con los fundamentos lgico-psicolgicos, tanto del proceso de enseanza como del aprendizaje, as como el papel de los conceptos y su formacin como forma particular de dicha actividad. El anlisis de la "actividad independiente" de los alumnos, vista como aquella que no se encuentra determinada, o al menos no completamente, por prescripciones correspondientes, y que implica la bsqueda y eleccin de las acciones y el curso de las mismas, ocupa aqu un lugar importante; as

como la delimitacin de las condiciones para su eficaz desempeo; adecuada organizacin, orientacin y control. Precisamente, se considera que el grado ms alto de tal actividad independiente es la "actividad creadora, la cual adquiere una gran trascendencia en el marco de la educacin y el papel de la escuela en su formacin y desarrollo. En el contexto de la ciencia de la educacin se elabora tambin un conjunto de conceptos y puntos de vista vinculados a la actividad, tales como la "actividad y autoactividad del alumno", el anlisis de la instruccin como actividad, la correlacin entre la "actividad intelectual y corporal" en la escuela, las caractersticas de la "actividad del educador y del educando", la "actividad en la escuela" en general, los aportes y trascendencia de la llamada "actividad conjunta compartida" en particular para la educacin especial, el lugar y papel de la "actividad de investigacin" en el proceso educativo, as como los rasgos de la "actividad evaluadora", entre otros. En numerosas ocasiones se reconoce y plantea la necesidad e importancia del abordaje y estudio de la educacin a partir del enfoque o principio de la actividad, como perspectiva terica que facilita un anlisis consecuente cientfico del fenmeno educativo (79). Pero en el campo del saber acerca del hombre y la sociedad, es al interior de la psicologa general (y en particular en aquella de orientacin marxista) donde las elaboraciones tericas acerca de la actividad alcanzan en nuestra opinin un grado mayor de maduracin y coherencia. Por ello nos detendremos brevemente en su anlisis. Ya en esta esfera, de manera general, podemos distinguir un conjunto de planteamientos asociados a aquellas posiciones que, primero, establecieron toda una teora psicolgica de orientacin marxista acerca de la actividad; despus, desarrollaron y enriquecieron los postulados iniciales de tal enfoque; en otros casos, tomando como referencia dicha teora consideraron oportuno superarla e incluso oponerse a sus limitaciones e inadecuadas interpretaciones; todo lo cual posee una indiscutible significacin para la comprensin filosfica de la actividad. En este sentido, aqu la categora de actividad especficamente en relacin con el hombre aparece asociada al estudio de las llamadas formas culturales de la actuacin; la actividad del cerebro; la actividad psquica; la actividad de la conciencia; la actividad mental; la actividad objetal; la actividad orientadora; el nfasis en las consideradas formas superiores de actividad; el papel de la signacin como principio de la actividad; la actividad de la personalidad; los componentes internos y externos as como objetivos y subjetivos de la actividad del individuo, la estructura psicolgica de la actividad; los tipos de actividad; el papel de lo cognoscitivo, lo afectivo, lo emocional y lo volitivo en ella; el vnculo de la actividad con la motivacin, las necesidades, los fines, las habilidades, los hbitos,

la imaginacin, la atencin, el carcter, el temperamento, las emociones, los sentimientos; su carcter autorregulado; su vnculo con los procesos de socializacin e individualizacin; el lugar y papel de la comunicacin en ella; etc. Tomado en su conjunto, en el campo de la psicologa general se destaca un amplio y variado uso de la categora de actividad, fundamentalmente en las concepciones marxistas, sobre todo al abordar la naturaleza de lo psquico; la caracterizacin de lo psquico como momento o dimensin de la actividad humana, a la vez que como regulador de ella; el estudio de la personalidad humana mediante el principio de unidad de la conciencia y la actividad; la actividad como medio a travs del cual se establece la interrelacin entre el sujeto y el objeto, aunque la misma con frecuencia se reduce slo al plano cognoscitivo; la frecuente reduccin del sujeto de la actividad al individuo; la unidad en la actividad humana de lo terico y lo prctico, destacndose el papel determinante de lo ltimo; la distincin de lo cognoscitivo y lo valorativo en el reflejo psquico activo de la realidad, aunque no siempre lo valorativo se diferencia de lo emocional; el empleo indistinto, en ocasiones, de las categoras de actividad humana, actividad psquica y actividad mental; el reconocimiento del trabajo, el estudio y el juego como formas fundamentales de la actividad psquica, aunque a veces se extrapolan a la actividad humana en general; la diferenciacin de la actividad como objeto de estudio y como enfoque; el destaque y la elaboracin del aspecto funcional, junto al gentico-sustancial, de los fenmenos y procesos psquicos (80). Pasemos ahora a otro nivel de anlisis, precisamente el referido a cmo aparece la categora de actividad referida al hombre y la sociedad en el campo del saber filosfico, particularmente el marxista, y qu elaboraciones tericas fundamentales alrededor de ella se conforman. 1.2. La actividad del hombre y la sociedad en diversas concepciones de la filosofa del marxismo. No obstante, esta categora tampoco aparece de igual modo ni con similar significacin en todas las escuelas del pensamiento filosfico marxista. Su elaboracin terica ha adquirido un peso ms relativamente significativo en determinadas tendencias y representantes de la versin sovitica de esta filosofa, as como en la concepcin marxista de la filosofa de la praxis. Junto a ello, resulta importante y necesario valorar la propia elaboracin de la categora de actividad vinculada al hombre y la sociedad en la filosofa marxista en Cuba, por todo lo cual hemos decidido centrar nuestro anlisis en estas tres escuelas, sin por ello dejar de reconocer su presencia en otras. A esto dedicaremos el anlisis subsiguiente.

1.2.1. La actividad en la versin sovitica de la filosofa marxista. En primer lugar, ofreceremos una visin general acerca de los campos principales y tratamientos conceptuales de que es objeto dicha categora aqu. En segundo lugar, nos referiremos a los modos fundamentales en que ella es asumida, a saber : como categora filosfica, como teora filosfica especfica, como principio explicativo y como enfoque terico-metodolgico. En relacin con la primera cuestin, debemos plantear que en la literatura sealada se puede encontrar la referencia a la actividad material, destacndose el carcter sensorial de las transformaciones que ella produce directamente en el mundo objetivo, e incluyendo tanto a los fenmenos naturales como sociales (81). Unido a lo anterior, tambin se encuentran importantes reflexiones acerca de la actividad prctica entendida como base de toda la actividad humana y del resto de sus formas (82). Como lado opuesto, pero ntimamente conectado a lo material, se encuentra el tratamiento de la actividad espiritual, ampliamente trabajada en relacin con la produccin espiritual y su enfoque sociofilosfico, abordndose cuestiones como su funcionamiento en tanto tipo de trabajo singular en las condiciones de la divisin social del mismo y la separacin de sus productos con respecto a los individuos que la ejecutan aqu, la peculiaridad de los objetos ideales por ella creados, sus modos de existencia a travs de la actividad intelectual-terica y valorativo-orientadora, su conversin en rama de la produccin social y el carcter socialmente organizado de su funcionamiento en este plano, su proceso de institucionalizacin, et