Forma mariana della spiritualitá cristianaADRIAN ATTARDResención: criticar lo que hemos leido y asimilado. No hay que repetir el contenido, se busca ser críticos, no se entiende crítico en sentido destructivo, sino analizar el estado de la questión.

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Von balthasar, para quien la espiritualidad mariana, es espiritualidad cristina, por ello no se trata de una espiritualidad secundaria o decorativa. La espriritualidad mariana no es una opción al cristianismo, pero está radicada en la espiritualidad de la Igleisa. La espiritualidad mariana es una coincidencia permanente, íntima, unificante entre el cristiano y María por unión del Espíritu Santo.

En 1988 salió el documento diciendo que el studio de la mariología tiende ocmo úlitma menta a la adquisición de una sólida espiritualidad mariana, aspecto esencial de laepsiritualida crisitana. Se busca no de aprender cosas vanas, sino de saber traducir en la vida los actos marianos, el carácter de la Virgen María, porque María es una persona viva, y posee un carácter.

Ahora, resulta imposible hablar de iespiritualidad mariana sin antes habr hablado de la espiritualidad misma. Según algunos autore,s la espiritualidad ahora se a autodegenerado a un simple término de proliferación. Hoy todo el mudno habla de espiritualidad como algo de moda; como el Yoga, el Channeling, el camino interior, movimientos espirituales, new age, cientology, etc. Las varias espiritualidades del mundo contemporaneo se ocncentran sobre Dios, el problema se trata de una busqueda desesperada del Dios, y esto a traido la experiencia, un uso equivocado de la experiencia.

Por mucho tiempo, la espriritualidad católica ha distinguido la espiritualidad liacal de la espiritualidad religiosa, hay una vifurcación, la laical es muy devocional, yna oración en forma de petición, repetitiva, cuantitativa, la pieda popular, pero para la espiritualidad religiosa es una espiritualidad de expcación, de reducción, especializada, esotérica, misteriosa, así, no para principiantes. Una espirirtualidad completamente centrada sobre el… en evolución, marada por influjos piscológicos donde el individuo compincia a crear una imagen positiva de si, así se llama psicología de la perosnalidad, ego-spicology, tipología de la personalidad, etc. …

Cuando hablamos de espiritualidad, se entiende rpincipalmente vida espiritual, vida según el espíritu, la vida en Cristo, y es espiritual para distinguirla de una ivda vivida sólo en la carne, entendida como una vida en el pecado, el egoismo, lejano de la caridad, una vida espiritual que busca a una persona en relación a la ocmunidad, que busca la perfección en cuanto iglesia. Hay más dimensiones en la espiritualidad, como la eclesiológica, de liberación, vocacional, contemplativa, liturgica, misionaria, etc. Y la dimensión mariana?

A finales del año 60 muchos fueron tratados católicos de espiritualidad que dedicaron un cierto espacio indicativo de la función de María en la vida espiritual. Y se le da tanta atención, porque en la palabra de

Dios, a Jesús se llega por medio de María. Del 1947 al 1958 hubo 130 congresos marianos, y del 1952 -1957 se cuentan casi 6 mil lavores escritos sobre María. Un averdadera difusión mariana.

Por otra parte la espiritualidad cristiana se presentó monofisita, a finales de la mitad del XX siglo, abunda la espiritualidad que insiste sobre la divinidad del Cristo, fino a eclipsar su humanidad. En tal linea e pensmiento, María se ocnvirtió en una mediatris misericordiosa entre Dios y el hombre, que protege a los creyentes de aquél Cristo severo, juez del mundo, así se presentó a María ocmo una fitura de conveniencia, y aumentaron en este tiempo las manifestaciones externas rituales, folcloristicas, aunemntaron las tenciones a las apariciones marianas, Lourde, Fátima, etc. ¿Por qué tal atención de estos sucesos?

El tratado mariologico del siglo busca responder a una exigencia científica, y como la telogía tiene un valor cuando se estructura científicamente según un orden y según una unidad, tamib´ne la mariología no busca presentarse como un sistema de datos … pero comoo una serie de tesis organicamente unidos.

El principio primero: la teología del siglo fue construida sobre un prinicpio primero, es un proceso racional procedente del principio seguro, verdadero, sólido, contra las conclusiones tamibén verdaderas y seguras, es una idea germinal, de la cual deriban otros principios secundarios y conclusiones particulares, y el principio primo de la mariología, debe ser una síntesis de toda la misión de la Virgen María: la Maternidad Divina, la Theotocos, otros han elegido la Maria como nueva Eva, o la Maternidad esponsal, u otros. El principio de singularidad trascendente, por ejemplo, en la cual maria está constituida en un orden aparte on le privilegio que no competen a otras creaturas. El principo de singularidad trascendente, priviliegios que se le han dado a María y a ninguna otra creatura. (un modelo inalcanzable).

Otro principio derivado del principo primo es el de la analogía con cristo, que condduce en fuerza de semejanza, a atribuirle a ella, en proporcion y subordinación, las misas atributos de Cristo. Así, si Cristo es Redentor, maría es Co-redentora, si Cristo es mediador, María es Mediatriz.

El principio de eminencia, que atribuye a María las otras gracias que los demás tienen. No hay nin´gun santo que tenga algunao originialidad diversa a María, orque según ester principio, Maria es una síntesis de todos los dones que los demás santos tienen.

El principio de ocnvenciencia, que le da a maría todas las perfeciones requeridas de su dignidad de Madre de Dios.

El CVII busca la contracara de un sentimentalismo esteril, y sucede una disminución la atención a la Virgen María. Tenemos un venir del maximanismo mariologico al minimalismo mariologico, ahora tenemos un regreso, no progreso, pero regreso en las practicas tradciionales, el rosario, las procesiones, las asociaciones, el culto de las imágenes. Después del concilio se ve un silencio argumentativo, el resto de la predicación, lo sacerdotes tienem miedo de hablar de María porque es tenida como un elemnto de disturbo en la espiritualidad. La mariología se le tiene como un infantilismo catequetico. Hay una crisis legada a la des-mitologización, el mito de maria existe todavía y por desgracia, en la crisis la categoría esencial para la vida de todos, algun momoento para abrirse ala forma de existencia, algunos viven estar realidad como si fuese una catástrofe, y como consecuencia viven en el pasado, viven con sustento y se refugian en el pasado, porque lo antiguo es verdadero, y lo de hoy es menos verdadero, y cuanto compete a la mariología, tal evento ha retraido los estudios del pasado, una especie de nostalgia.

Hay los del otro extremo, quienes la no poder coger la crisis bien, se abren sólo al futuro, evitando el confrontamiento con el presente, se hace con una crítica estéril y destructiva, en la mariología esto ha producido una alergia sobre el discurso de María, así, María es una perosna y estudio marginal en la salvación.

Cuáles fueron las causas de esta crisis mariana?

Falta de parte del CVII, aquí los aspectos nuevos del concilio no son suficientmente recibidos del pueblo, tan así que han un ar´tiuclo de la receptiócn de los jóvenes sobre los arítucos del concilio, que los jovenes piensan de María en el ocnclio, y no han podido responder, porque han dicho que María es una Madre en quien se encuentra refugio, no han pensado que María fue definida en el concliio como tipo de la Iglesia, porque hubouna falta de asimilazion de la doctrina conciliar, así, la novedad del conclio no fue tomado así, sino conservativo.

Otros identifican tales causas en el ejercicio , al aislamiento de la mariología, en un sistema muy cerrado, muy hermetico.

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Descubrir a maria en la experiencia

Se trata de una concicienza de ella culturalmente sólida, un trabajo de pensamiento, como ejemplo, viene hhecho como la vida religiosa de los monjes y religiosa, se verifica en laa vidda religiosa un pasaggio muy eidente de una devoción cuantitativa y sentimental y profunda, muy interior, muy madura y activa, una devoción sólida, impeñanita y eclesial, se habla del orden carmelitano, el profilo di maria que emerge de más no como título, pero como una experiencia de vida, llamada … maría ha estdo desde el primer momento concebida sin pecado original, así, hay algo de fundamental de ella como nosotros, ella forma parte de la estirpe humana, en el carmelo se ha encontrado una madre particular, con el pasar del tiempo, el carmelita siente y siempre tiene la necesidad de comportarse con María con mayor intimidad, hablaba de una guia que camina junto a él mano a mano. La relación Madre-Hijo, implica por naturaleza propia una cierta distancia, un cierto distanciamieento, hay una jerarquía de valores, de un lado la superioridad de la madre, del otro la inferioridad del hijo, eto est un orden jerarquico que obviamente puede haber las consecuenias que no favorescan mucho el vivir cotidiano, conjuntura que puede econtrarse entre hermanos y hermanas, hijos de la imsma familia. El raporto entre hermanos y hermanas.

Desde el punto de vidsta histórico no todos han llamado a María Hermana, no hubo siempre entusiamso por este titulo. No porque no se quiera ver en ella una madre, sino porque querían vivir con ella, con una intimidad con un sentido de afinidad y semejanza espiritual. Hablando de la comunidad religiosa se ve una forma de… para evitar este exceso, en el periodo posconciliar viene excluido un grupo de piedad mariana en lína unidireccional, se debe partir de Cristo, que es el Centro Vivo de la fe y de la catequesis, y en eso descubrimos a María, odnd e aquél camino muy popular, a Jesús por medio de marioa, se dice completo…

Algunos movimientos eclesiales ya están adoptando este nuevo estilo…

Con la encíclica Redemptoris Mater, de Juan Pablo II, donde la espiritualidad mariana del Papa se ha hecho encíclica. En ella se promueve el año mariano, una asimilación del capítulo VIII de la LG, a través

de un triple nivel, la doctirna de la fe, la devoción y la espiritualidad mariana. La Spiritualidad mariana no es paralela a aquella de la cristiana. La verdadera y autétncia espriritualida mariana, se´gun juan pablo II, es …

1 MARIA EN LA ESPIRITUALIDAD CRISTIANA A LA LUZ DE LA PALABRA DE DIOS

La presencia de María en el NT es algo sobria, todavía esta negación es superada de la misma manera que de por sí, se fornice un fundamento bíblico de la presencia de Maria en la existencia del cristiano. Lucas y Juan no se limitan an sobrelinear la pariticpación de Maria en al redención, pero manifiestan con algún profundimento un perfil espiritual, mariía tiene un carácter, y tiene varios elementos:

1.1 EL PERFIL ESPIRITUAL DE MARÍA

1.1.1 La pobrezaMaría en su perfil espiritual, está la pobreza, el temor de Dios, la alegría, la solidaridad con el Pueblo, la disponibilidad, la fe, el sentido de justicia, responsabilidad, amor de Dios, el reconocimiento de la propia pequeñez, pero especialmente la pobreza.

María podría ser realmente pobre, en hecho la Escritura lo indica en la presentación al templo, y en el nacimiento de Jesús, pero ella formaba parte de aquella gran tradición espiritual de Israel, y particularmente de los anawim, los pobres de Israel, porque esperaban de Dios la realización de las promesas hechas a su pueblo, se necesitaba la paciencia, la fe viva en Dios, la esperanza ansiosa de su reino. María formaba parte espiritualmente de estar tradición. No confiaba en sí misma, sino en Dios, en el poder no-revolucionario ni violento, típicamente humano, pero en la forma de Dios mismo, como lo confirma La Magnificat, el preludio que muestra su carácter. Se muestra fiducial a la misericordia de Dios.

El magníficat se necesita ver con ojos nuevos, no a partir del protagonismo de los violentos y potente, pero de la fuerza de los débiles, de cuantos han hecho sacramento el reino de Dios. María espera en Dios, pero diverso a los pobres de manera activa y pasiva. Activa, porque ella misma sufría materialmente la pobreza, no sólo de dinero, pero también de la marginación femenil; recordemos que la mujer era equiparaba a los paganos, como esclava, minoría. Pero fue solidaria con los pobres también activamente, como demuestra su presencia en la boda de Canaán, donde podemos ver este acercamiento con los pobres, una figura que intercede en favor de los otros; también lo podemos ver en su estar de pie junto a la cruz, ella recibe la vocación de ser madre espiritual de los pobres.

María haciéndose pobre diseña el horizonte específico de la propia fe y espiritualidad. Su actitud y estilo espiritual, porque a diferencia del canto de Ana, que demuestra la verdadera pobreza, la única riqueza de las mujeres de ese tiempo era el hijo, en María la pobreza es otra cosa, es abandono filial.

La manera de vivir la fe

Cuando se es de Dios, no es el desprecio como creatura, no hay algo que pueda ofender la dignidad de la creación a la imagen de Dios, no hay una manera de ofender un don que se nos ha dado de Dios mismo,

en María vemos este confiar en Dios, este abandonarse a él como un dinamismo, como un proceso, un vivir que liga el cumplimiento de las obras de Dios.

1.1.2 La sierva de DiosEste sustantivo constituye un nombre que reconoce de sí misma: María, que le fue dado por los hombres, el título llena de gracia es dado por un ángel, y el de sierva se lo da ella misma, este conocimiento del propio límite, cuando todos debemos resumirnos en una sola palabra, ella sabe que no es más que una simple y humilde sierva.

Ella siempre está lista para cumplir la voluntad de Dios, la esclavitud es la prueba externa de su pobreza. Dio que estaba asumiendo en aquel momento la condición de siervo, usa lo mismo que la madre, la sierva. No se trata sólo de sumisión, sierva significa una plena conformación al misterio de la Encarnación, podemos decir que se conforma a Dios, Dios es para nosotros la forma veritativa y cualitativa, y nos tendemos a conformarnos a esta forma, es lo que hace María cuando dice aquí estoy para hacer tu voluntad. El deseo de aceptarlo pronto.

La raíz profunda de este servicio no tiene otra justificación más que el amor. En la mentalidad oriental vemos inmediatamente cuando aunque Israel es un pueblo que fue llamado al servicio divino, como lo atestiguan los patriarcas como Abraham, como los reyes, todos están al servicio del Dios viviente. En el nuevo testamento María quiere convertirse, porque es deseo de Dios mismo, la primera colaboradora de Dios. Dios la elige personalmente a fin de que ella realice, con su hijo, las promesas salvíficas.

1.1.3 Hija de SiónEl servicio de María no se queda como una colaboración directa con Dios sólo, pero en la comunidad de creyentes, dónde entra en la vida de la iglesia en su obra eclesial, pero con una acción propia a ella, la maternidad espiritual, este es un significado que Lucas hace del apelativo como hija de sión, el saludo angélico recalca este invito profético que se refiere a la comunidad profética de aquel tiempo: regocíjate, llena de gracia. Esto es un salto de exultan que repite Sofonías, Zacarías a la hija de Sion, por la venida del Mesías, pero ahora dirigiéndose a Maria, el ángel evidencia este significado, María está llamada a Reasumir en su persona toda la comunidad mesiánica. Micro-storia de la salvación, micro-compendio.

Su alegría viene a la participación a la alegría de todo Israel, al cumplimiento hecho por Dios a toda la Iglesia, Dios ha decidido realizar sus promesas, y lo hace a atreves de la maternidad espiritual y mesiánica de María, invitándola a ser primera colaboradora de Cristo, lo asegura con una certeza de una correspondencia “el Señor es contigo”. Dios hace así con sus colaboradores, por eso esta expresión el señor es contigo, no es un simple augurio, como lo hacemos a los demás, no es un simple saludo, en este sentido, no es sólo un saludo, pero es la promesa de una ayuda de parte del Señor por parte de su misión de asvolgere, esta re aseguración forma parte del códice bíblico, cuando Dios promete una particular presencia salvífica, así lo mismo se le promete a la Virgen, María es la misionaria, porque misión no significa en todo ser expedidos en India o en Asia, misión es primero que todo, ser con, ser con Cristo, eh aquí que la primera palabra a María es “llena de Gracia, el Señor es contigo” es perfecta en esta relación con Dios, y después el ser enviada, pero es enviada con una presencia divina. La misión de María es pues una misión continua, un proceso, ser la morada de Dios aquí en la tierra, en la humanidad de Cristo que es la misma humanidad de la madre, y la misma humanidad nuestra. Es la nueva sede de Dios aquí en la tierra, por eso María puede ser llamada punto de encuentro entre Dios y

los hombres, no se le llama Mediatriz, para no entrar en conflictos con protestante, pero el sentido es el mismo, el punto de encuentro entre Dios y hombres.

En estudio recientes se demuestran que san Juan modela el episodio de Canan como el evento central del AT, como en EX 19, donde la palabra de María en la boda de cannan, es el resumen, cuanto él diga, háganlo, es lo mismo que el pueblo de la alianza dice en el monte sión, todo aquello que él ha dicho, nosotros lo haremos. Los biblistas ven una correspondencia, es hija de Sión, pues, también porque María no es distante del mundo, no ha dejado la realidad, no ha eliminado la vida humana, sino porque cree en Dios liberador que opera un cambio de situación.

El la anunciación se puede ver como Dios está haciendo un cambio de situación. Respecto al esquema de vocación, porque el anuncio es un texto construido sobre esquemas de recuento vocacional, pero aquellos precedentes, son del estilo vetero testamentario, con María cambia la situación, el ángel se le aparece no a un sacerdote, o profeta, o una estéril, sino a una niña virgen, etc. Así hay un cambio del AT al NT.

1.1.4 In Maria gisce lo spirito di DiosToda la tradición afirma junto con el ángel que maría es llena de Gracia, Kecharitomene, es decir, ella es objeto de particular atención , favor, atención divina, Dios la llena de dones naturales y sobrenaturales en la dimensión del plano salvífico, la gracia en ella no es un favor, tanto menos un favor externo, como decía pelagio, que decía que la gracia es extrínseca, sino que maría tiene una nueva cualidad, llamar a María con este nombre de llena de gracia, dice que ella se caracteriza por tal don, y por eso tiene algo de íntimo, de connatural a su naturaleza, y todo eso hace más comprensible las palabras “el ES descenderá sobre ti y … la potencia del altísimo”. Extender su sombra sobre ella, para comprender esta acción del ES en María, necesitamos ver el misterio de la Encarnación que se realiza propiamente con la intervención del Espíritu Santo. LC dice alumbrar, un término que no es un eufemismo, para designar la concepción virginal, no es otro-termino inventado para decir la concepción, sino un valor apodíctico, evidente, porque designa una intervención directa de Dios, hay una obra directa de Dios, por este acto de Dios, el niño se hace presenta… esto demuestra que María y el ES tienen una sinergia de su acción,

María la portadora del Espíritu Santo, María la Icono que lo revela. María en el confronto de la trinidad, era siempre analizada a la luz de la trinidad en cuanto tal, pero nunca en la relación al padre, al hijo y al Espíritu independientemente ¿Qué cosa manifiesta Maria en su sinergia con el ES? María manifiesta la ES tal cual en su vida. María en su propria carne y vida, en su vida hist´roica y terrana, revela y manifiesta el Espíritu Santo como artífice de maravillas humanamente irrealizables, la Virgen que ha concebido, la unión de los dos estados, virginidad y maternidad, una unión humanamente imposible, y otra realidad que meustra la imposibilidad del hombre de realizar si no es por obra del Espíritu: normalmente lo mismo produce lo mismo, un hombre no produce un elefante, lo mismo, una creatura que produce al Creador, lo disimil, esto lo hace gracias a la obra del ES, ahora cuando se habla de la relación con el ES. La tarea de María es hacer posible y real aquello que es humanamente imposible.

El ES habita en María también en María cuando le da el Corazón Nuevo, el corazón prometido a Jeremías y Ezequiel, el Espíritu es la fuerza de la nueva aleanza que transofrma el corazón, porque lo habita y se adhiere por puro amor, se cree por puro amor. En maría se funda el facto fundante de Israel en su encuentro con el Dios que salva. Ella responde con la palabra, la acción y la meditación

1.1.5 La mujer del evento dialógicoEn la escena del aanuniación, el Evangelista especifica que María permanece turbada, pero pregutna, el te´rmino preguntar está formado del griego dialogo, se turba y pregutna, dialogando, se puede afirmar que María interiormente dialoga con la Palabra de Dios, realiza un dialogo interior, la interpela, y ella se deja interpelar, para buscar y penetrar más en el misterio. En la adoración de parte de los pastores, María tenía en sí juntas estas cosas en su corazón, esto quiere decir, un comprender en la meditación, un comprender meditantdo en el corazón, asíque se interpela. Ella confrotna la palabra, y lo conserva.

Junto con esta escena de Jesús, en el templo se le dice, con una cierta sorpresa, que los papás de jesus no comprenden sus palabras. La palabra perfecta, la más santa, la más abierta a Dios, las palabras divinas no son comprensibles ni claras en primer momento, es necesaria la humildad del misterio. Como teresa de jesus, comprendo de no comprender. De haí que uno medita, uno entra en diálogo con dDios, acepta en él momentos que no puede comprender, se trata del legamen, no tanto de la escala, pero el legamen entre meditación y acogimiento, un legamen que hace de maría una profetisa, que guarda la Palabra de Dios. Una modalidad de mística Cristina, que no consiste tanto en lo exraordinario, visiones, éxtasis, sino el continuo cambio de la existesncia creatural en dialogo con el creador…

1.2 LA LODE DI MARÍA E L’ACCOGLIENZA DEL DISCEPOLOA. Serra, “bibbia e spiritualitá mariana. Alcuni principi ed applicazioni”, in la spiritualita mariana. Legittimit’a, natura, aritcolazione, atti del IX simposio internazinali mariologico ()

2 MARIA EN LA ESPIRITUALIDAD CRISTIAN SEGÚN LA TRADICIÓN ECLESIAL

Todo aquello que hemos explicado en la Escritura, no es una toelogía o fantasía, fue realmente tomada en consideracion y traduciada en obras concretas de muchos. Debesmos constatar uque no xiste unahistoria de la epsiritualidam marian que preste una atención debida a la espiritualidad mariana, en hecho hay un texto que se llama, Maria y su nombre, de 1985, que ya es viejo, ahora tenemos una historia de la mariología, que es ahora una opera incompleta, solo tenemos los primeros dos volumenes, no existe una historia debida completa a la espiritualidad Mariana. Debemos regresar a la epoca patristica.

2.1 EPOCA PATRISTICAEn un primer tiempo, el problema cristiano no era mariológico, sino cristológico, las controversias cristológicas fueron primero, pero la Madre de Jesús entra como un punto de referencia importante, pero siempre en relación con Cristo, no eran estudios de ella misma, sino en cuanto la relacionan con ella, por esto en el primer siglo no hay una mariología, sino una Theotocologia, su ser relacionado al Hijo. Después vendrá una verdadera mariología, es decir, un tratado de María considerada en sí misma. Esto contribuye a un desarrollo del paralelismo, el primer Adán, y el segundo Adán, y el binomio Eva y María:

2.1.1 Rol soteriológico de María, Nueva Eva.

2.1.2 JustinoFue el primer autor que percibe este paralelismo antitético entre Eva y María, a partir de la encarnación. Él hablando del hijo pre-existente del padre, afirma la pre-existencia de María en este plan salvífico de la salvación. En relación con el pecado y su anulamiento. Recordemos que la teología del primer siglo, aquello que es considerado la base para el análisis teológico era el pecado, así aquí el problema es la correspondencia del pecado y el anulamiento del mismo. Sí se genera una especie de Cristocentrismo CRONOLOGICO, porque Cristo entra en la discusión sólo después del pecado… después la encarnación. Esto ha hecho perder el verdadero Cristocentrismo, que es el Cristocentrismo lógico, porque del logos, el centro de la historia, el centro de toda la antropología debe ser el Cristocentrismo lógico, él es el centro de la historia, no el pecado, pero por desgracia, también Justino tiene esta base, el punto de partida para Justino no fue el binomio Adam-Cristo y Eva-María, se preocupa de Eva como la mujer que por desobediencia… y maría que concibe fe y alegría, en este paso, Justino garantiza que Eva y María es importante para curso del género. Una imagen moral de maría, es decir, se comienza a hablar de una teología del modelo, en el cual el detalle de las singulares descripciones permite meter la imagen global de María, con un fundo, y el fondo era el pecado e Eva, y su desobediencia.

Fue Ireneo de Lyon quien abrió una cuestión nueva mariana, cuando reconoce una dignidad profética de ella. En Adversus AEreses: María exultando y profetizando en nombre de la iglesia gritaba, el ánima mía exulta al Señor. Este canto ya viene visto como un canto de exultación profética dela comunidad de los fieles, de la iglesia, del que María se hace símbolo, así se genera un nuevo binomio: María-Iglesia. Ella muestra la iglesia en germen, si debemos hablar de su maternidad virginal, lode a dio, obediencia, es también lode, maternidad y obediencia de la Iglesia. Es un binomio inmediato. Ireneo después profundará la antítesis Eva-María.

Él con esta antítesis, no quiere indicar una nueva historia, para quien pensé que Eva es la mujer del pasado y debe ser olvidad, Ireneo no quiere hacer una nueva historia, pero se trata de traer de vuelta una inmersión de la misma historia. La ricirculatio: la regeneración de los creyentes. Recuperar la vida divina de Adam que los hombres habíamos periodo con el pecado, este principio con efecto renovador en el pasado viene a partir de la maternidad virginal de María en su obediencia a la fe, el principio es mariológico. Lo mismo sucede para las generaciones futuras.

Ireneo, entre otras cosas, habla como María abogada de Eva, causa de salud, etc. Abogada porque María es la nueva madre de los creyentes; causa de la salud, es algo interesante, porque hay el valor de la carne humana, la idea de Ireneo de andar en contra el gnosticismo, valorizar la carne humana que no es una cosa negativa, en otras está las consecuencias soteriológicas de la encarnación del verbo…

María es causa salutis, por causa de su ceno virginal, el verbo se hace aquello que nosotros somos, a fin de que nosotros seamos aquellos que debimos haber sido.

Ireneo fue el primer exegeta que se fija en María y la interpreta por ella misma. El le da una atención particularidad a la cotidianidad de María, es decir, la realidad en cuanto tal, para después trascender la realidad misma con un significado espiritual. Ejemplo: la aspiración de la oferta pobre que María hace en el tiempo, es de inmediato espiritualizada por Ireneo, de manera que tiene toda una dirección cristológica, María hace una elección de pobreza para mostrar el concreto abajarse del hijo de Dios, su Kenosis, el hijo que deja, se abaja de la dimensión divina a la realidad humana. Otro es la anunciación, la

palabra “no conozco hombre” no solo por una indicación de un encuentro sexual, sino como un proceder de la fe, María va hacia la montaña, esta ascensión a la región montuoso, se ve como un precursor a una realidad elevada espiritual, que todo creyente debe cumplir.

San Ambrosio, piedad y teología son interg… él fue el primero en afirmar a los creyentes de no adorar a María, ella es el templo de Dios, no el Dios del templo, die Ambrosio. Fue gracias a san Ambrosio y a Lutero que hoy los cristianos no adoran a cuatro personas divinas. Para él, el paradigma ejemplar de las vírgenes consagradas, María se convierte para él en modelo de, discipulado, virtud, virginidad. … en Ambriosio vemos una María que sirve a Jesús como Madre Y discípula, no sólo madre, bajo la cruz, maría parece desear morir antes de Jesús en cuanto madre por el amor, con Jesús, en cuanto discípula por la fe.

María en grado de comunicar el conocimiento de los primeros misterios, no es tanto que acoja el divino… en ella, pella es capaz de comunicar, hacer conocer los divinos misterios, aquí hay la tipología mariana eclesial, todo aquello que María es, la iglesia desea serlo. Ella Esposa y Madre, así también la Iglesia, engendrar nuevos hijos para Dios.

La Teotocos

“Si la madre fuera ficticia, sería ficticia también al carne de Jesús, si la muerte será la muerte, ficticias las cicatrices de la resurrección” Agustín. Ella coopera mediante el amor a la generación de…

Lezione 23/10/2015

2.1.3 Servicio/consagración a María

El mérito de tal idea es por Ildefonso de Toledo, que ha difundido la idea de la consagración a María, pero a diferencia de una mariología como éramos habituados en el primer siglo como en San Efrén, que era una mariología simbólica, cuando uno habla de servicio, lo dice de manera simbólica, como Ojo luminoso, oído nuevo, símbolos, pero Ildefonso presenta y vive su servicio hacia maría como un estado de vida, es decir, como un fruto de conversión y elemento esencial de la vida espiritual, y no sólo como elemento decoroso. … esta distinción no indica dos attegiamenti diversos, el servicio a María es derivación del mismo servicio rivolto a Cristo, “oh Jesús haz que sirva a la Madre tuya…”

“Esclavitud Mariana” esta devoción de la esclavitud mariana tiene esta finalidad, la sumisión a Cristo, su Hijo. El contexto cultural barroco desarrolla el sentido totalizante de esta devoción que diremos ha fascinado a toda la Europa del XVI siglo, ha fascinado a la escuela franciscana y a tantos maestros espirituales. Pero qué es la esclavitud mariana? Es una ofrenda voluntaria, el término esclavitud pareciera otra cosa, aquí es una oferta voluntaria. Tiene una fuerte concentración teocéntrica, donde el individuo busca vivir y convertirse en un hombre nuevo.

Giovanni Damasceno tiene la primera forma de consagración a María, que incluye toda la persona, no sólo el alma, y se explique particularmente, la consagración se expresa con el canto de Laude. Esta oferta de consagración lo hacía con el aspecto del recuerdo, se consagra a María haciendo memoria de ella, es decir, guardar plenamente esas cosas en su corazón.

En el periodo patrístico… cultura helenística que en sentido era muy hostil a la encarnación de la divinidad. Así en este periodo María entra en el íntimo y la realidad eclesial, tanto que se convierte en

tipo de la Iglesia, por eso en el periodo patrístico hay un binomio, aquello que se dice de María se dice de la Iglesia. Determinando así la identidad teológica de la Iglesia. En este periodo hay también la iconografía que se apropia de la figura de María en particular los mosaicos, de una parte se puede ver ella mantiene una importancia por su condición terrena, es relacionada fuertemente al misterio de Cristo, y hace ver como Emperatriz, y se inicia junto con la motivación teológica, un cierto proceso de alejamiento de su figura del pueblo, por desgracia.

2.2 ÉPOCA MEDIEVALEn la época medieval, descubrimos una novedad, María viene llamada como una síntesis de valores. María es considerada un microcosmos. Es un referente colectivo que resuelve todo problema del pueblo… María es vista en el medioevo como una figura rica de atributos, funciones, etc. Así es como ahora ella es una figura individualizada, se desarrolla la Notre Dame, la Madonna, Nuestra Madre. Todos estos títulos son propios del medioevo. Ella como la patrona del Manto protector, la Milagrosa, la Potente, la Misericordiosa; en el medioevo María es presentada como una figura concreta, cercana según un particular, cercana a nuestra condición de humana, pero el arte la presenta como la poderosa, milagrosa, etc, pero una mujer que ha vivido como nosotros miseria, exclusión, dolor, perdida del hijo, etc. Pero permanece en primer plano una sobre salimiento de María como la que recibe privilegios, la que recibe tantos dones, el principio medieval de la todo lo contiene, omni-conteniente, la plenitud de carismas, todo lo que se puede imaginar en los santos, se puede encontrar sintetizado en María.

María tendrá un puesto intermedio, entre Cristo y la Iglesia, como mediatriz, una posición que provocará la reacción protestante y el esfuerzo teológico hasta hoy, de cómo esta imagen no entra en contraste con Cristo, el único mediador.

Se pasa así de la Madonna terrena a la Asunta glorificada. El misterio más meditado, hay incluso numerosas catedrales dedicadas a la Asunción, con el fin de acercarla Más a Cristo, su Hijo. El medioevo no ofrece una espiritualidad en que la referencia a María sea constante, pero hay elementos interesantes de la dimensión mariana en la vida espiritual, tanto es verdad que así se prepara la época siguiente. En esta época hay una teología laudativa, típica del medioevo, la teología que es lode di Dio: que a Dios se le encuentra por medio de la oración, meditación y contemplación. …

Bernardo de Chiaravalle, Creo para hacer experiencia, creo para amar. Se comprende ahora como el referencia monástico a María privilegia mucho la sabiduría, no la ciencia, es normal que el monaquismo exprese el dialogo con la Virgen de manera congenial, más que de la Lode, la meditación, la oración. Una Teología mariana orante.

Para hacer un ejemplo de esta oración a María tenemos dos Anselmos, de Luca y de Canterbury, el primero compone 5 oraciones marianas, que el fondo de la oración es esta: los pecados más numerosos que la arena del mar… el punto de partida no es el Cristo, sino los pecados, los obstáculos y la miseria propia; de María se habla como si fuera una persona de grandeza inefable, exaltada sobre la gloria de todo mortal y de la dignidad angélica, sintetizando al máximo, ella se convierte en la Clemente, la Pía, la misericordiosa. Anselmo de Luca es de los que se le atribuye la difusión de la mentalidad que ponen en Jesús como el Severo juez del mundo, por ejemplo la capilla sixtina, Jesús juez absoluto, mientras que María es la clemente, al misericordiosa, aquella que es un contrapeso a la severidad de Cristo, por lo tanto el creyente va a ella, esperando más en la intercesión de ella, etc.

Anselmo de Canterbury compone 3 oraciones, cada una de la cual es un proceso, un progreso de la anterior, él parte del pecado para pasar al miedo o tormento, y terminar concentrándose sobre el predominio del amor. Como respuesta, el fruto de la conversión será la confesión, después encontrar refugio contra el miedo en María, y al final meditar todo lo que Dios ha hecho en María, que espinge al amor de Dios.

San Bernardo ha ofrecido un ejemplo claro de un lenguaje típicamente medieval, de él tenemos 19 homilías, lo que cuenta con él no es la cantidad, sino la cualidad, la idea principal de san Bernardo es siempre la glorificación de María, habla tanto de su exaltación y asunción, pero dedica también la vida evangélica, la vida real de María, dedica a la anunciación 4-5 homilías, pero contra el lugar común que hace de San Bernardo un Tradicionalista, aquí se demuestra lo inovativo, porque es el iniciador de la María meditatio ad Cristum, se comienza a hablar teológicamente de María como mediatriz, aunque influenciado de su época, siguiendo el orden jerárquico o piramidal, él se sale de la imagen patrística que identifica con la Iglesia y María, sino como Mediana, Superior a la Iglesia, pero subordinada a Cristo, un lugar en medio entre Cristo y la Iglesia. María es la que repara lo que Eva había hecho, pero siendo condicionado por la antropología de su tiempo, fue feminista, pues hablando de la Mujer, en aquel tiempo un sentido débil, todavía sorprendente no se revela ni misógino ni pesimista en cuanto al tema de la mujer, pues reconoce el lugar que no era pensado en su tiempo, habla de una alianza entre hombre y mujer, la mujer en hasta finales del CVII no era imagen de Dios, fue Juan XXIII de hablar de Dios con imagen feminidad. La mujer, en cuanto persona, y su feminidad es creada a imagen y semejanza de Dios. Bernardo comienza como un profeta del CVII a considerar a María en el interno de la obra de la salvación, y en el camino espiritual del cristiano.

En el otoño del medioevo, donde hay una cristianidad viciada de una vana credulidad, de prácticas supersticiosas, se ecuentra también una cierta paz, entre los que viven la espiritualidad en la devoción moderna, es decir, hombres y mujeres que quieren vivir una intensa espiritualidad cristiana con una particularidad, transcribiendo y releyendo libros. Esta forma de vida de la devoción moderna, es la atención mira sobre la interioridad, la imitación de Cristo, la pobreza, el silencio, la comunión Eucar´sitica, y aquí María se convierte en modelo de oración, siendo un modelo de contemplación y de imitación. Giordano le dedica 225 contemplaciones, un elenco interminable de títulos, funciones aplicables a María, algunos de los cuales encontramos en la Letanía.

Típioco de este tiempo la produción de Tomás de Kempis, no de su libro celebre imigación de Cristo, pero en otras obras auténticas, en las que se dirige a Maria con prosa y poesía. Todavía la imagen de María influenciada por la glorai, tirunfo y humanidad, estos referimiento se especifica en el recordar, contemplar y rezar todavía con el canto. Ahora no hace otra cosa mas que poner en boca de María: “te advierto, hijo mio… se imitador de mi Hijo y de tu Madre, recuerda qe no puedo olvidarme de ti, …” una cierta pedantería, pero es la manera y estilo de la oreación de aquel tiempo. Aquel periodo fue influenciado también por el Feudalismo, que tiene qué ver con la relación del cristiano.

Dedicación a maría, como si fuera una especie de contrato, entre el siervo que se dona a maría gratituamente y le reconoce como Señora, y le ofrece servicio, y está seguro que recibira a cambio su protección.

En la búsqueda del timpo medieval, no se precide de los caballeros, sin miedo, siempre prontos a cumplir las grandes empresas principalmente por su país, y particularmente por su dama, a la cual es legado por un … nace así la idea de amor cortés entre hombre y mujer que tien un valor absoluto, que

no tiene nada que ver con la procreación, sino un amor a una mujer superior al siervo. El amante sevía a la mujer … en el campo religioso se ve este mismo amor cortés que influye su relación con María, que se convierte por excelencia la dama, la madonna, y tal espíritu caballeresco lo econtramos en los caballeros Teutónicos, o san Ignacio de Loyola, una consagración caballeresca.

Los frailes se persuaden de depender en todo a María, tanto que ella se convierte como propietaria del orden, del carmoelo, por eso de ella es el dimino del Carmelo, son sus personas, sus casas, sus objetos mismos, el ábito, su escapulario, la regla, todo es de Ella, ahora tenemos un carmelo que es una orden DE MARIA, que es la propietaria, y abundan las expresiones marianas. En todo lo relacionado a ella, los carmelitas son instituidos en honor a María, su espiritualidad es mariana por exelencia, en fin Ella es notada como la Abogada más potente y deseable, es gracias a esto que aumentaron los interventos especiales como el milagro de Cesti, en Inglaterra. San SImon Stock, una aparición que contribuyó a la difusión del carmelo.

2.3 EPOCA MODERNALa maximización barroca, se difunden varias formas de espiritualidad mariana. La novedad de este periodo es que la gente no está contenta con lo que se celebraba, en el sentido de que no era un culto intenso, sino un culto celebrado ocasionalmente en relación a María. En la época moderna se convirtió poco a poco en la totalidad, la organización total a ella. Esto lo vemos en muchas formas de espiritualidad mariana.

Una primera forma de espiritualidad de este tiempo es de Jean David, un poco ridículo, pues él recomendaba convertirse en Madre de Cristo, una Madre espiritual, una espiritualidad femenina como ella. Una invitación a la asimilación de varias formas, pero es demasiado exagerado y es rechazado.

La Oblación, es una oferta, una oración de ofrenda a María que fue hecha en el rito de admisión en las congregaciones marianas, fundada en el Siglo XVII por Jean Leunis, la oblación es una orientación que abraza toda la vida del congregado, es una elección de María como Madre y Señora, pero la particularidad es que la elección es hecha a modo de contrato, quedando como hijos adoptivos de la Virgen en manera particular.

Hay la concepción antropológica del hombre, donde se exalta la imagen del esclavo de maría, esta forma típica fue muy famosa, porque la esclavitud mariana será acogida por toda Europa. El mismo santo oficio en 1963 condenará el uso de las cadenas agarradas de los pies, en el intento de prevenir los abusos, es decir, una forma de … en nuestra relación con Dios y María. Pero hay contribuciones abundantes que presentan más la esclavitud mariana con otras palabras: Servitud a Cristo pero por una motivación, por una finalidad, renovar las promesas bautismales, y así se hacen esclavos de María pero para vivir siembre mejor los votos bautismales.

En esta prospectiva, el original fue un carmelitano, Miguel de San Agustín, que ha redactado la vida mariaforma, y habla de una vida mariaforme, en María para María. En María porque es una vida habitual, sin tanto esfuerzo, sino habitual, en dependencia de María, y el para maría es para enderezar el pensamiento y deseo para la mayor glorificación de María, Hiperdulía. En este periodo se amplificaba el espacio de María en el universo barroco, subrayando la excelencia de su persona. Como lo demuestran los libros del 1600, con términos como grandeza, privilegio, excelencia, majestad, pre-rogativa; en este periodo se hace camino y triunfa la idea de la superioridad de la maternidad divina

sobre toda realidad religiosa. Fue comparada a Dios Padre, no en la naturaleza, pero en … son iguales por la generación del Hijo, así, la maternidad divina, parten tres realidades que no podrá ser mejores:

1. La unión hipostática1.2. El paraíso. 3. La maternidad divina.

El abuso del lenguaje se convertir[a cada ves más explicito. Tanto que le llamarán a María un “Dios creado” un “Dios mezclado con la imperfección” “creatura deificada”, títulos ridiculos. La impostación “glorificación de la Virgen” … había quienes buscaban un culto a María más moderada… la atención disminuye sobre las apariciones, y las oraciones hechas hacia ella como la omnipotente2.

…

Ludovico Antonio Muratori, que buscaba arreglar la abusiva … a María, cuando se cree que en una Imagen simple de María habita el espíritu de María, … las procesiones son un residuo de orden bárbaro. Las palabras de Muratori caerán en … porque el no supo escuchar loq ue el pueblo quería, cosa que sí haría San Alfonso María de Ligorio y Luigi Grignon, que han jutnado lo que el pueblo busca y la doctrina de la Iglesia. San Alfonso quiere infundir fe en la gente en un mundo abundado del jansenismo, es decir, considerados como hombres sucios, que era imposible, sin la gracia de Dios, salvarse. San Alfonso pues daba esperanza, junto con su mariología, pues propone a una María que salva… San alfonso no tiene la espriitualidad estructurada y madura com ohoy, pero ha buscado ver cuál podría ser el itinierario espiritual del creyente…

Las glorais de María tienen un estilo tidavía muy barroco, tiene un principio de amplificación de la lode a María, todavía de grado muy superior, pero tiene el mérito de haber comprendido que la gente necesitaba una catequesis narrativa.

S. Luigi de Grignon tiene dos escritos que … lo hace trátmite no más la esclavitud de María, sino una consagración por las manos de María. Es decir, la consagración se hace por las manos, eso quiere decir que ella te acompaña mano a mano, se trata de una perfecta consagración a Jesúcristo por mano de María, una perfecta renovación del bautismo, vivir responsablemente la fidelidad al bautismo con acento especificamente mariano.

2.4 EPOCA CONTEMPORÁNEALibertad, fraternidad e igualdad. En la iglesia católica esta realidad contribuyó a una … entre tradicionalistas y liberales, los católicos tradicionalistas leen en aquél programa francés un programa inaceptable, y se oponen a todos los tiempos modernos, juzgando negativamente como el imperio de satanás; en contrario, los liberales, sienten el deseo de llegar a un acuerdo entre la Iglesia y mundo moderno. Así la mariología de este tiempo oscila entre un carácter liberal y un carácter restaurador. Restaurador sentimental que ha visto el renacimiento del tomismo, la neo-scolástica, abrazada de Pio IX, grandes mariologos, como Scheebe, Oswald, metodo tradicionalista-escolástico. Una crisis no sabiendo acogerla, se refugian en el pasado, aquí tenemos un trabajo con claro retorno del pasado por miedo a la

1 en el credo hay una particularidad, “en su reino no tendrá fin”, que fue agregado al credo porque algunos decían que la encarnaicón vale sólo hasta el juicio universal, en cambio, la encarnación es para siempre.2 Adam Widenfeld hace una crítica a estos fideles que abusaban de la alabanza a María.

novedad. Así, en tal contexto tradicional dan más atención al milagro, se sirvieron de las apariciones para proclamar un dogma y condenar la sociedad moderna (Bernardita Soubirous).

Lezione 30/10/2015

Santa Teresa de Lisieux recorre un camino del totalmente diverso, aquello que ama en María, no busca verla con privilegios, no negaba sus privilegios, pero no veía su dignidad que alejaba su figura de la gente, no buscaba la incomparable santidad, y menos una de tantas prerrogativas excepcionales. Por esto, la importa del apostolado mariano de Teresa es la vida real de María, el dato evangélico, la simpleza de su vida ordinaria. Esto puede ser considerado un seguimiento para el CVII. El CVII sobre la línea de Teresa dae Lisieux, busca una reflexión sobre la vida ordinaria de María, y la pone entre los humildes, los pobres que esperan la salvación de Dios, como en LG 55.

Teresa reflexiona el ser de María como humilde, ella que demuestra la Fortaleza en el sufrir, ella que sabe cuando debe callar y cuando debe hablar, que no presume nada, etc. así, tiene un peso antropológico, propiamente en la figura María, Teresa realiza la vía de la infancia espiritual.

Ella no habla de un modelo mariano estático, sino de un acostamento más natural, María es una figura que nos deja autónomos, y seremos como ella si aumentamos los elementos típicamente marianos, no ser una copia de ella, los santos no son una copia de alguien, sino la originalidad de sí mismos. Teresa critica el modelo barroco. Donde se ve el sentimentalismo como una religión sin deber, un olor sin frutos, John Henry Newman responde a tal situación mariológico.

Newman, Él distingue la devoción sana a María de la artificial. Las frases como “la Misericordia de María es infinita”, “Dios está a servicio de María”, Newman critica estas frases inaceptables, diciendo que el culto a María no puede ir en contra de Cristo, María no es rival de Cristo, sino su socia.

Frente al ateísmo creciente, se inculca una devoción perfecta, él quería inculcar una devoción de independencia para combatir la indiferencia religiosa. Así, propone un tipo de consagración a María, para el laico era una consagración sencilla, pero para los religiosos era algo especial, una especie de alianza con María “si estamos aliados con Dios, necesariamente estamos aliados a María”, con el fin de hacer una especie de sociedad con María.

San Maximiliano Kohlbe, en la famosa consagración a la inmaculada, una escuela de vida mística orientada a un empeño apostólico muy autentico y particular, Maximiliano quería conquistar el mundo mediante la Inmaculada, la maternidad espiritual de María es esa, ser salvadora junto con el hijo de toda la humanidad. El creciente interés de la devoción a María ha crecido con el crecer de nuevos movimientos laicales, los cuales buscan descubrir a María como un modelo de inspiración, un vivir por ella, vivir como ella, en la disposición de servicio a Cristo en el amor de su Dios.

La legión de María toma a María como conductor. Cristo es el único Salvador del mundo, y para vivir con él y para él se necesita la filiación eficaz a María, el legionario vive su unión con Cristo por medio del espíritu santo afidándoce a María mediante una especie de promesa, el legionario se pone a disposición de María en vida y en la muerte.

Se puede decir que la mariología del primer decenio del siglo XX ve una fase de renovación, pero necesita decir que no todos son favorable a esta renovación, otros continúan con una cierta nostalgia del pasado, con un desarrollo mariano, ellos buscaban definir dogmas, buscaban el dogma de la

mediación mariana y el dogma de la co-redención, hay un cierto desarrollo cuantitativo que cualitativo, más dogmas.

El movimiento bíblico ayuda a poner en evidencia algunas dimensiones sobre la figura de María, como la condición terrena de ella, fue un interés particular que tenemos actualmente la elaboración de más libros sobre la vida de María, así sucede con Ricther, que nota las características de María, un perfil espiritual de María, pobre, humilde, y perseguida, buscaba cómo vivir en la plena fe de Dios.

También hay el renovamiento patrístico-mariano, con Hugo Rahner, en su libro maría y la iglesia, que usa la tipología patrística de María-Iglesia, para suscitar esta analogía, un estímulo para la vida Cristiana, por ejemplo, cómo vivir inmaculadamente, cómo ser santos como ella, cómo tener la virginidad del corazón, cómo crecer en la recepción de la gracia. Crece la gracia en sentido de que mi intimidad con él crece.

En los años siguientes crece el interés del ser humano, tenemos la vuelta antropológica en la teología, con Karl Rahner, donde se piensa al hombre en todas sus dimensiones, y el interés teológico por el hombre habla también del interés mariano, donde con estos autores, como Guardini, han sabido dar un análisis antropológico de la Virgen María, en el Pos-concilio salen algunos estudiosos interesados especialmente en la teología espiritual. El interés por la teología espiritual se encuentra después del concilio, se busca no yuxtaponer la espiritual Cristiana con la espiritualidad mariana como si tuvieran el mismo valor, pero la prioridad se pone en la vida en el ES, pues es el dinamismo por excelencia, y en el interno de esta espiritualidad se coloca la forma mariana. La importancia viene puesta en el acogimiento de la gracia, de María, se trata de una aceptación, disponibilidad, un dono, una fe, el afidamento (Redemtoris Mater 85).

2.5 ALGUNAS INTERPRETACIONES TEOLOGICAS ACERCA LA VICENDA INTERIOR DE LA MADRE DE JESÚS

- La espiritualidad Cristiana tiene un carácter responsorial que se expresa en la siguiente formula: en el espíritu, por medio de Cristo, vivir en comunión con el Padre, como miembros de la Iglesia, sobre el paradigma de María, por el reino de Dios, en el tiempo y en la eternidad.

Éste es el camino espiritual del Cristiano, con muchas dimensiones, la dimensión neumatológica, una vida en el espíritu, pues por medio de esta se nos conduce a la plena dimensión cristológica, no solo, pero en comunión de amor con el Padre para vivir como sus hijos, y esta vida se desarrolla gracias a los sacramentos, comunidad de amor, carismas y ministerios, la dimensión eclesiológica, en la iglesia, María es Madre y paradigma del orden de la gracia, la dimensión mariana, la iglesia realiza todo por el reino de Dios y realiza el reino de Dios en el mundo, dimensión apostólica, realidad terrestre, que se proyecta sobre la realidad última, el regreso del señor, la eternidad, la dimensión escatológica.

La acción de Dios Trinidad es común a las tres personas cuando actúan en el hombre. Aunque la respuesta espiritual, de adoración, comunión, amor, es igualmente orientada al Padre, al HIjo y al ES, pero es necesario tener cuenta de las propiedades de las personas singular, para determinar cuál es la relación exacta con cada una de las Personas. La dimensión experiencial es una dimensión neumatológica, pues es en la fuerza del ES, por medio de Cristo que se llega al Padre, la así llamada TAXIS, el orden de la manifestación salvífica de la Trinidad en el tiempo, que se puede seguir la frase de san Pablo, “por medio de Jesucristo, nosotros podemos presentarnos al Padre unidos en el ES”. No

tenemos aquí la dimensión mariana, es una entre las tantas dimensiones de la Espiritualidad cristianas, pero hay que mencionar que la Espiritualidad mariana es espiritualidad Cristiana en diferente discurso.

El aspecto mariano, aunque menor que el trinitario, no es una opción para el Cristiano, es la respuesta perfecta al plano de la salvación, Benedicto XVI Verbum Domini.

2.5.1 María, icono realizado de la espiritualidad CristianaCon las singulares personas de la Trinidad dejan en María una acción propia, María es relativa a la plena del misterio, su ser Virgen, Esposa y Madre está en relación con el misterio trinitario divino. María es ícono de la Trinidad porque es la receptividad pura, es icono del hijo, porque el hijo es puro recibir, puro dejarse amar por el Padre, en cuanto esposa, es la icona del ES, porque el Espíritu Santo es nupcialidad eternal, vínculo entre el Padre y el Hijo; en cuanto Madre, es ícona del padre, porque el Padre es eterno generante.

- El problema dela reflexión teológica e mariológica sobre el descentramiento de la Trinidad económica a la Trinidad inmanente.

Por desgracia la tradición occidental ha descentramiento, por motive del san Anselmo de ostal, diciendo que en la Trinidad todo es común, … así, constituyendo un solo Dios ad-intra, las tres personas en la realidad inmanente, deben manifestar la misma unidad en la acción histórico salvífica, ad-extra. Así, con el tiempo, hay un cierto distanciamiento de la teología de la economía, y así la reflexión teológica de la Trinidad económica a la Trinidad inmanente, en el tiempo de san Anselmo de ostal, el discurso trinitario era de la Trinidad ad-intra, inmanente, sucede así que en la mariología, cuando deben hablar de María en relación a las tres personas divinas, la consideran en relación a la obra común a la Trinidad, no a la persona singular, así, cuando los teólogos hablan de María y la Trinidad, siempre piensan en la Trinidad inmanente, ad-intra, en vez hoy, gracias a Karl Rahner, en su Grundaxiom, el axioma fundamental que dice que la historia de la salvación es un lugar teológico que conduce al conocimiento major de la Santa Trinidad, es lo exactamente contrario de la época precedente. Lo que demuestra qué es verdadera Trinidad es la Trinidad económica, no la Trinidad inmanente.

2.5.1.1María y el proprium de la singular persona divina en su acción histórico-salvífica

Aunque el CVII con Karl Rahner confieren máxima importancia a la obra trinitaria en la historia de la salvación, donde las singulares personas revelan no solo una naturaleza unida, pero también la diferente persona constituida por una relación. Una vuelta se ha establecido que el Padre, Hijo y ES se revelan en María por una obra específica ligada a cada una de las personas, se puede ver cuál es la relación de la virgen con las personas trinitarias en singular.

María- Espíritu Santo: Podemos agregar que el Espíritu da un corazón nuevo, habilita a María a creer por puro amor, un corazón nuevo, es ahora el ES quien renueva el corazón de María en Pentecostés iluminándola para anunciar al Hijo así como es.

La relación con el Hijo, la acción propia del Verbo es la Encarnación, sólo el Verbo es quien se hace carne, María, en quien se hace la unión de las dos naturalezas, deviene como testimonio, como garantía de la verdad de la encarnación, así, la definen los padres de la Iglesia. María es garantí en su cuero de la verdad de la encarnación, es decir, las dos naturalezas no son separables, son inseparables, lo divino y lo humano son inseparables, es una verdad contra el docetismo y maniqueísmo, que todavía viven.

Más profunda es la reflexión de Von Balthasar, en la teodramática, donde María es sobre todo una mujer, una “respuesta a”, el hombre es la palabra, la mujer es la respuesta… este discurso a nivel trinitario partimos del dogma de la Encarnación, Cristo en el mundo tiene una misión particular, la de representar al Padre, ser en el mundo como un hombre masculino, en cuanto logos que sale del Padre, y es en respecto al Padre es la respuesta, la polaridad femenina. Aunque el femenino es reconducido al ES. Pero en Balthasar el ES no entra, porque lo femenino es Jesús. En este sentido viene adjunto a María, pero esto es una reflexión un poco forzada.

El encuentro de María con el Padre conduce al descubrimiento de su rostro en doble fase: cuando María ve en el Padre el “Dios nuestro padre” y después aquel del Dios de Jesucristo, la primera fase conseñada a María en el Magníficat, donde Dios le muestra a María su rostro, María lo canta diciendo el altísimo, el omnipotente, el santo, el Señor, misericordioso, pero lo que María ve de más es ternura; en la segunda fase maría cumple un progreso hasta que lo percibe como el Padre de Jesús, cuando Jesús perdido y hallado en el templo, escucha a Jesús como el Hijo su Padre. Ahora considera a Jesús más como Hijo del Padre, María crece junto con su hijo en la experiencia de filialidad, la llena de gracia cumple un progreso, un desarrollo, la santa entre el santo crece junto con Jesús en su experiencia de hijos.

“En la Virgen María todo es referido a Cristo y todo depende de El: en vistas a El, Dios Padre la eligió desde toda la eternidad como Madre toda santa y la adornó con dones del Espíritu Santo que no fueron concedidos a ningún otro. María Cultus 25,

…

Elementos del rezo: invocación, lista de las virtudes, y la gracia que quiere recibir. Es necesario agragar nuestra historia, es la base de toda lode a Dios. A través de la oración típica de san Anselmo, parte de su miseria, una situación personal de miseria, es decir, la oración debe contener la propia historia.

El vivir perijoreticamente,…

A fin de que sus discípulos sean una cosa con ellos, “te ruego Padre que sean una cosa con nosotros” ésta es la perijóresis. En san Pablo 1 Cor, dice que somos templos de Dios, y que el ES habita en nosotros, es decir, existe en el bautizado la inhabitación del Dios trinitario. Tal ejercicio de permanecer en Cristo es necesario para vivir como bautizados, nuestro ser hijos en el hijo. María nos ayuda en este camino de vivir en mutua inmanencia.

La otra forma de oración parte de María misma para vivir en la trinidad, donde se mueve a María para el encuentro con el Padre, es una vía medieval, pero es muy actual, y se trata de tener una atención específica a María en vista de un mayor conocimiento de Cristo. María no es un instrumento, no debemos instrumentalizarla, pero es una vía indispensable, una atención con ella para tener mayor conocimiento de su Hijo. Tal estilo de oración no es Mario centrismo, es decir, como querer concretar exclusivamente en María nuestra atención, pero esto no es verdad, porque estamos hablando de una figura relacional de María, su ser relacional, su atención y oración no se detiene sobre ella, porque ella nos dirige a Dios mismo, todo en ella hace referencia a Dios. En María el ser y la relación coinciden.

2.5.2 Respuesta del hombre a la trinidad en la presencia de MaríaHoy se le critica al hombre de ser un hombre perdido, el hombre es llamado “hombre en el laberinto”, también hay una cultura interesantísima, existe la cultura de la alteridad, es decir, Italo Manccinni ve la época del otro, de su rostro, del prójimo, esta descubrimiento del otro como constitutivo de la persona,

según la filosofía del dialogo o personalista, nos conduce no sólo al aceptar el principio democrático, pero reconoce la diversidad en cuanto diversidad del otro, lengua, cultura, sexo, raza, etc. En pocas palabras, hoy hemos llegado a un momento de tener una visión más equilibrada que descubre en la persona aspectos fundamentales, sobre todo, la subsistencia, ser aquello que es, la inseitá, es la subsistencia, el ser en; nacemos abiertos, en relación con el otro, pero hay otras realidades, el ser para, y ser por, la solidaridad, y la subsidiariedad, el otro tiene necesidad de mi aunque si fuese pobre.

Subsistencia, relación, solidaridad, subsidiaridad, también la espiritualidad tiene un carácter responsorial, porque es una obediencia de la palabra de Dios. La primera forma de diálogo del hombre en el Génesis fue por relación con Dios, el ser trascendente del hombre es innato, toda la humanidad tiene fe, pero depende del individuo si responde a la fe. El punto es que hemos sido creados a imagen de Dios Trinidad, dialogal, relacional. El paradigma regulativo para la vida es vivir esta estructura trinitaria en nosotros, la reciprocidad de dos abierto a un tercero trascendente.

Lezione 13/11/2015

Para Karl Rahner el hombre es un ser trascendental, porque el hombre fue creado en diálogo con el divino, Dios que viene a “ti”, el hombre es de natura suya un Yo en relación a Tu, constituido dialogo. Eso quiere decir que el hombre y la mujer en su reciprocidad, manifiestan la verdadera imagen de Dios, en esto constituye ser el ser trinitario. La reciprocidad entre dos que se abre como consecuencia a un tercero trascendental, que somos nosotros.

GS dice que Jesús aparece como un ser de relación, Jesús está abierto a Dios Padre y un ser para el mundo, para los demás. Tal horizonte cristológico abre la posibilidad de veranos como una realidad tripartita de relación, la fe de Jesús es un ser por el Padre, un ser para los demás, así también nosotros, podemos conformarnos a esta forma de Jesús: ser para el Padre y al mismo tiempo para los demás.

María es la persona por excelencia que nos puede hacer comprender la misma espiritualidad de nuestra vida como un vivir el evento dialógico de la salvación. Este evento dialógico quiere decir que, como dice la Biblia narra una historia, un evento, la Biblia no es una estructura abstracta, sino de advenimientos dinámicos, esta estructura es el evento dialógico, intervención de Dios en la historia mediante hechos, valores, sucesor, a los que el hombre responde con acciones y meditaciones. En la Sagrada Escritura no hay teocracia o antropografía, sino el encuentro de ambos. Éste diálogo está singularmente realizado en María, la esposa de la Nueva Alianza.

María manifiesta no sólo el ser dialógico, nuestra esencia estructuralmente dialógica, sino también la vía, la vocación radical que puede ser realizada en plenitud, la reciprocidad perfecta entre Dios que es la gracia y la acogida, el amor gratuitamente dado y el amor gratuitamente recibido. La Santidad en María no se muestra como cosa de ficción o fantasía, sino que es auténticamente humanizaste, porque el santo, el hombre completo, no es aquel que ha relegado el mundo y todo aquello que lo comprende, sino el que ha sabido realizar la cultura, el ser humano plenamente viviente. De hecho, la vida según el espíritu, el caminar en la santidad, es la reciprocidad perfecta, realizada, el diálogo en que se encuentran la alegría y la paz de una existencia reconciliada.

La antropología filosófico-teológica de Juan Pablo II

JPII recupera en su magisterio la dimensión subjetiva de la persona, que después acompaña una modalidad inédita de ver a la persona como un ser estructuralmente dialógico. Núcleo esencial se

convierte la reflexión del hombre a partir de la palabra, por cual el ser humano no es parte de una naturaleza muda, porque es un ser parlante, hablante, y de consecuencia, el hombre es un ser interpretante. Todos podemos teologizar, en cuanto todos somos hablantes e interpretantes, como diría David Tracy, la teología no es reservada sólo a la academia, o al pueblo religioso, sino a todos, porque es pública en este sentido.

En la creación de Adán y Eva, según JPII, la mujer viene creada de Dios, y se pone al lado del hombre como otro “yo” que puede dialogar a la par.

la teología del cuerpo, lenguaje del cuerpo

tal expresión no entiende el cuerpo sólo el cuerpo humano, o lenguaje solo aquello que produce como la boca, mímica, gesto; sino la realidad de en su totalidad, con “lenguaje del cuerpo” entendemos la persona en su totalidad, pues toda la persona es expresión, lenguaje, es revelación, interpretación, la persona es comunicación, hermenéutica, mensaje otro de sí. El cuerpo viene visto como una palabra, abierta, viva, significante, en su diversa modalidad masculina y femenina. Pero la historia nos muestra que muchas culturas han tomado el femenino como un tema individual, una especie de contradicción, una cultura que expresa a la mujer siempre de más, una enfatización de María sin relación de nadie ni nada, una acentuación exagerada, un nivel de privilegio, …

…

Hoy hablamos de una mutualidad, el feminismo tiene varios grados, no el feminismo destructivo, sino un feminismo recíproco, JPII agrega, todo el empeño eclesial de la mujer, puede y debe reflejar… según la cual maría vino a representar a… “ tipo eminente de participación, no homologada en el hombre, sino de como ella es en el mundo. Ofreciendo a la mujeres una figura mariana estrechamente ligada a la Palabra, en su acoger y mediar la Palabra de Dios.

María se ofrece libremente a colaborar la realización del plan divino, dirigido a la salvación de los hombres, ella no permanece pasiva, sino sintonizándose con …

…

La iglesia, está de rodillas frente a la mujer, porque espera que le de a la iglesia una alma, a una iglesia que es homo-sexual, porque está centrada en el hombre, necesita a la mujer para que le de un aire fresco. Necesitamos testimonios de hombres y mujeres que muestren la adhesión y respuesta al Cristo viviente. Esto significa poseer la Palabra, una palabra activa auto-determinativa, que a la luz de Maria se meustra un auténtico rostro cotidiano.

María no sólo es modelo de las mujeres, sino ícono del hombre nuevo en Cristo, todo cristiano está llamado a ser testimonio de Cristo, que no se limita a la cuestión del poseer o menos la palabra verbal, el discurso no debe tomar un camino unívoco del slogan “del silencio a la palabra” sino en línea con la tradición cristiana se necesita subrayar la participación del silencio. Reclamar el silencio no significa encorajar el silencio de consenso, o silencio de la capacidad intelectual, el hombre no está dotado de ignorancia, el hombre es ignorante porque no se ha dado cuenta de quién es, no se trata pues al silencio intelectual, sino el silencio que evoca un prisma complejo de resonancia, aplicándolo a María, JPII dice que el ejemplo de María hace apreciar el valor del silencio, pues su silencio no es sólo sobriedad en el hablar, sino la capacidad sapiencial, de hacer memoria y de recoger con fe el misterio del Dios hecho

hombre, esta capacidad de meditar sobre los misterios de Cristo que María transmite a todo creyente, en un mundo llego de mensajes de todo tipo, María promueve el espíritu contemplativo.

El silencio de María es neumatológica y sapiencial, es decir, que maría no se contenta de ver los eventos que vive, ella más bien recuerda, ya la oración en esencia es recordar, conservar en el corazón con voluntad perseverante de profundizar y acoger el sentido de aquel evento y de aquellas palabras sobre Jesús. Tal modalidad de ser un corazón silencioso no nos limita a la receptividad o al mero escuchar la palabra de Dios. María nos muestra que hay que escuchar, sino cuore-memore, capaz de profundidad, fortaleza, dominio de sí, madurada humana, fidelidad, humildad, sobre todo cuando las palabras de Dios no son sencillas de comprender, cuando son un misterio.

Un corazón capaz de intuición, las madres pueden leer lo que el rostro dice, aunque no lo exprese, estés es el genio femenino, la penetración de las cosas, circunstancias, relaciones, las mujeres son más capaces de resolver problemas concernientes a la vida humana. María responde a Dios con todo su ser humano y femenino. Todo su ser se constituye relacionalidad. La Palabra que está en ella, se hace carne. la palabra se convierte en una palabra integral y dialogal, integral porque no se separa, sino que une el cuerpo-espíritu, pasión-razón, es una palabra integral, encarnada, que integra. La Palabra es dialogal porque la palabra no puede nunca ser solitaria, porque fue constituida de interrelacionalidad.

3 LA PRESENCIA DINÁMICA DE MARÍALa presencia de María tiene una actualidad e importancia grande.

Presencia: no es sencillo definirla, especialmente cuando se hace pasa del campo humano al sobrenatural, con Gabriel Marcel dice que la noción, presencia, conoce una matriz existencialista, es decir, nace del contacto con la realidad concreta. Según Marcel, presencia no es tanto la coexistencia de dos cuerpos, de dos personas que viven en una misma habitación, sino sobre todo, la presencia es consciencia de que alguno es con migo, aquí y ahora. Es una especie de intercomunicación profunda entre dos o más personas, un influjo vital, una comunión consciente.

En el Nuevo Testamento la presencia histórica y materna de María en la vida de Jesús, su presencia es todo lo que comporta una autentica maternidad y educación materna. Pero no todos aceptaban que María pudiera agregar algo de ciencia a su hijo. La relación María-Jesús está determinado por el hijo, no de la Madre. LG dice que María se ha ofrecido totalmente como la esclava del Señor, ella poniéndose …

La maternidad de María es una maternidad creyente, ella mediante la fe se hace partícipe de todo el itinerario de Jesús. Esta presencia viene especificada como una presencia activa, en cuanto hace presente el misterio de Cristo, presencia central, de acogimiento y colaboración. San Juan menciona dos eventos importantes de la presencia de María en la vida de Jesús, en Canaán y debajo de la cruz. En este evangelista, las localidades no son simples localizaciones geográficas, sino lugares teológicos y espirituales, son situaciones permanentes, esto significa que las realidades sobrenaturales son operantes ennuestra vida, por eso, a fuerza de su asunción creemos que maría está presente con la humanidad que no ha abandonado, es una mujer viva y operante todavía.

El contacto de María con el cristiano de hoy, puede suceder sólo en el misterio de Cristo. Si María está presente, sólo en el misterio de Cristo, no autónomamente. …

Aspecto transeúnte y otro permanente. Los misterios de Jesús pueden ser representados y participados hoy, todo aquello que Jesús ha vivido no se ha perdido, gracias a su glorificación y resurrección, que ha hecho sus eventos permanentes. Estos misterios son de cualquier modo perpetuos, son pasados, según algunas circunstancias, pero es cierto que en otro modo son presentes perpetuamente, dice el Cardenal P. Bérulle, …

Todos los misterios de Jesucristo están abiertos para todos, y son eficaces para todos, creyentes y no creyentes. K. Rahner. El cristiano anónimo

A.M. Triacca, dice que la presencia y la acción de la Madre en los hechos históricos de la vida del Hijo son los presupuestos para comprender a presencia y acción de María Madre en los misterios, de la vida del Hijo actualizados en la liturgia. Esta presencia activa es hecha posible…

Si quieren verdaderamente encontrar la presencia de Cristo y María la debemos buscar en la liturgia. Es en la liturgia el centro decisivo de Cristo con su Madre sucede. Esto confirma que no hay una auténtica espiritualidad mariana sin un vivir litúrgico.

3.1 LA PRESENCIA DE MARÍA EN LA VIDA ESPIRITUALJPII pone en relieve tal aspecto de la espiritualidad mariana implicada por el acogimiento de la Madre en la vida del cristiano. RM 45.

Una experiencia de maría que conoce más grados y modalidades de presencia. El primer modo de experimentar esta ayuda materna, en la oración, para que ella interceda ante su hijo para concedernos los bienes útiles a nuestra salvación. La segunda modalidad es una forma más elevada, en aquel de la meditación, es decir, la meditación en este caso es un fruto del ver a la Virgen e intimidad con ella. Se trata de una acción materna de maría que se percibe en el alma de manera implícita, viviendo sólo los efectos, así, el interesado siente una cierta sintonía con la figura de María, siente una cierta identificación con su espíritu, una pacificación, fervor y suavidad interior. El hecho es que el interesado vive una cierta consolación espiritual, una docilidad, una paz interior, una oración virtual. Juan XXIII dice, en su recuerdo de ordenación sacerdotal, dice que cuando alzó los ojos vio la bendita imagen de la Madre, casi sonriéndome, transigiéndome una paz espiritual, como si dijera que estaba contenta, me comunicó una honda de paz que nunca olvidaré. Una experiencia materna que genera una esfera de luz, calidad y fervor.

El más alto grado de experiencia de María es una gracia mística extraordinaria, una experiencia inefable, como la ha tenido Santa Teresita de Jesús niño, en el inicio de su vida en el Carmelo, “me sentía escondida bajo el velo de la Virgen, en aquel tiempo tenía la labor del… teológicamente esta experiencia se explica recurriendo al influjo de María en la gracia, y considerar su condición glorificada. María está presente en el alma a través del influjo de la gracia, por lo tanto, María es moralmente presente a nosotros, con su oración, con su cuidado y acercamiento, obra en nosotros, junto con el Espíritu Santo para formar a Jesús en nosotros, para conformarnos a Él. Del mismo modo que el sol entra en la habitación, irradia luz y calor, anuqué no sea material. Así la Virgen presente en nosotros por un motivo evidente, es la única persona que goza todavía de la resurrección del cuerpo por gracia de Cristo, como Cristo resucitado, así maría no está ligada al espacio y al tiempo, puede estar en diversos lugares y tiempos sin ser circunscrita localmente. Esta experiencia mística no abole la fe del cristiano, no es una fe intuitiva, sino en la fe pura y viva.

La presencia de María es una realidad objetiva, invisible, espiritual y vital para nosotros, pero pertenece al reino de la gracia y de Cristo Resucitado.

Esta presencia es un tema actual y objeto de estudio muy profundo. Las tentativas más serias de explicación han tenido muchas interpretaciones:

Una presencia intelectiva: maría está presente a nosotros como el objeto conocido en el conocerte, ella inmersa en Dios, nos conoce, piensa en nosotros, ella está presente a todos y en todos.

Una presencia afectiva: como el objeto amado en el amante, es decir, con su amor materna es cercana a nosotros en el tiempo y en el espacio. Entendiendo la presencia de maría en estos sentidos, se necesita una presencia no sólo psicológica, del pensamiento y del corazón

Presencia operativa: resultado de las dos presencias anteriores, y supone un contacto más fuerte, en la visión beatífica ella nos ve, nos ama y nos acompaña, es claro que esta presencia no podrá permanecer inactiva, porque el amor es operante y comunicativo. La naturaleza de esta presencia operativa da muchas interpretaciones:

-causalidad moral: dicen que María está en nosotros indirectamente y deja algo de sí misma, ejemplo, su colaboración en las distribuciones de las gracias, la causalidad moral, María intercede ante Dios, Mariá mueve a Dios a producir la gracia en nuestra alma, así ella es causa mediata, porque hace de mediadora, mientras que sólo Dios puede producir la gracia.

-causalidad físico-instrumental: quienes piensan que maría hace obras de manera directa e inmediata en el orden de la gracia, imprimiendo una nota característica y personal, a diferencia de la causalidad moral, ella es la que produce la gracia, en cuanto Dios mismo se sirve de María para producir directamente en los hombres para producir la gracia. Esta es la que mayormente avala el pueblo cristiano. No hay Mario-centrismo en este modo, porque Dios mismo la ha querido así.

Presencia real: según un principio filosófico, la virgen es presente en nosotros no localmente, con ubiquidad (sólo Dios goza de la ubiquidad, pero también María, porque participa, gracias a su glorificación, de la ubiquidad de Dios), sino por medio de una comunicación de vida y una participación de la gracia. Es una presencia real, no de comprender de manera sacramental, como una especie de inhabitación de la Virgen en nuestro espíritu, junto y subordinadamente de la presencia de la Trinidad en nosotros.

Lezione 20/11/2015

Nos entramos en una compleja cuestión teológica, la prespecialidad en el mundo y la historia de la Virgen en cuanto cuerpo glorificado, los teólogos hoy se preguntan en qué modo María está presente hoy, en qué modo está presente el misterio de María y sus misterios. Hoy se busca de hablar en qué modo su acción histórica actual ejercita en nosotros su influjo, su maternidad, en qué modo nosotros entramos en contacto con su persona? Para no correr el riesgo de que toda la vida de María y Jesús se conviertan en un puro recuerdo del pasado, o una mera búsqueda unilateral de las fuentes de la Biblia o tradición, sería mejor analizar y subrayar la verdad de la asunción corpórea de María.

Si nos detenemos sobre la asunción, este misterio se ha demostrado que es suficiente para corregir desviaciones. En base a este misterio, las acciones de vida son posibles que vengan representadas como todos los misterios de Jesucristo en la Liturgia, en esta ocasión fuera del tiempo y del espacio. La Virgen

en cuanto asunta, no está sujeta al espacio y tiempo, sus acciones permanecen siempre eficaces. Tal contexto de fe, la propuesta sobre la presencia de María como el fruto y expresión de la verdad de la asunción, y la vemos plenamente conformada a Cristo resucitado, así ella participa de la eternidad de Dios, y participa de la ubiquidad de Dios. Pero esta ubiquidad es diferente a la de Dios. En nuestra fe, Dios está presente en medio de su pueblo, la encarnación, la presencia de Dios con nosotros, en este sentido, María no posee la inmensidad propia de Dios, sino que participa como creatura, ella hoy influye en la Iglesia en cuanto vive en Cristo, y obra junto con Cristo, esto es posible por su asunción y glorificación. María no sólo tiene pues una presencia intelectiva y afectiva, sino sobre todo una presencia personal, operativa, real, en relación a su condición glorificada.

1 Cor 15, Pablo habla de la resurrección de Jesús y de la resurrección de los cuerpos, la cuestión aquí viene comprendida gracias a la analogía de la fe, analogía con el Cristo resucitado y su cuerpo resucitado. Aquí no interesa tanto la resurrección de Jesús, sino lo que más importa es su cuerpo resucitado, la condición que es capaz de entrar en contacto con el tiempo y espacio, con las personas, pero que al mismo tiempo manifiesta no estar sujeto a este mundo.

El cuerpo de Cristo resucitado es un problema, en la entrada al cenáculo, que no lo reconocen, ellos tienen esta dificultad de describir su nueva condición, aquél cuerpo resucitado, pero el mismo cuerpo histórico, pero glorificado. El cuerpo en su existencia es el lugar donde Jesús se ha expresado, ha creado una cultura, donde era muerto en cruz, con aquel cuerpo, que era una verdadera muerte y sufrimiento, no aparente. Los autores nuevo testamentarios escribieron diciendo que Jesús tiene una nueva presencia, una nueva modalidad de influjo en medio a nosotros, aquél cuerpo de Cristo, aparte de ser un cuerpo histórico, es un cuerpo glorioso, lo dice San Pablo en Filipenses. La nota definida de este nuevo Adam es la posibilidad de comunicar la vida divina a los otros. Esta es una condición principal del cuerpo glorioso, comunicar su vida.

De la misma manera del cuerpo resucitado de Jesús, participa el cuerpo glorioso de María. María ejercita en este sentido su maternidad espiritual, en modo de glorificada, es decir, ella ejercita la maternidad espiritual en manera ejemplar, universal y profunda. Esto confirma que a ella no le debemos atribuir la ubiquidad que es una prerrogativa de sólo Dios, pero el cuerpo de María es verdaderamente glorificado, y por esto el cuerpo no está más legado al tiempo ni al espacio, por eso María tiene una presencia no definitiva en el cosmos, en sentido de que no está limitada a las coordenadas espacio-tiempo.

Cristo y María son contemporáneos a todas las épocas. Sólo es necesario evitar hablar de una presencia física estática. La relación de María es recíproca, aquí y ahora con migo y con todos, es una cosa que se realiza siempre en el encuentro.

Como consecuencia lógica y necesaria a la resurreccione de Jesús, está ligada la resurrección de los creyentes. Cristo es la primicia, y nosotros también seremos glorificados. Pablo no resuelve el problema del cómo resucitarán los cuerpos, pues él nos presenta la ragionebolezza, es Dios quien hace resurgir a los muertos, los hace resurgir en su Poder y Misericordia. La respuesta de Pablo resulta una analogía muy significativa: el primero es que nuestro cuerpo resucitará después de una transformación profunda, y será siempre el mismo cuerpo previo al transformarse en otro, el glorioso; la segunda realidad significativa es que la potencia divina es capaz de hacer incorruptible un cuerpo corruptible, sin hacerle perder su peculiaridad, en fin, el cuerpo actual, que es un cuerpo animal, corruptible, mísero, débil, tendrá todas las características del cuerpo glorioso, será transformado en incorruptible, glorioso, potente, espiritual, neumático.

Aplicando toda esta verdad al misterio de María Glorificada, debemos identificar en ella un cuerpo totalmente glorificado que tiene estas características: la incorrupción, es decir, en ella opera una victoria sobre la muerte y la caducidad; la gloria, en sentido que ella está presente activamente en la historia de la salvación; poderosa, el cuerpo tiene una cierta potencia, capaz de comunicar la vida nueva, es capaz de cumplir las obras maravillosas, milagros; espiritualidad, una realidad transformadora del espíritu.

La personalidad de María, su acto vital, personal, ¿dónde está? Hoy se habla de una múltiple presencia de María, o signos de su presencia. Según la redemptoris mater, los signos son los santuarios marianos, puede ser también la familia en sí misma, signo evidente de la presencia de la Madre de Dios, una comunidad parroquial que obra activamente la fe, la acción misionera de un joven, los institutos religiosos, la diócesis, que es la totalidad de la Iglesia, las aconas, la via pulchritudinis, no basta la vía de la teología dogmática, porque si así fuera, sería una vía parida, se necestia la via de la belleza, del espíritu, la vía de la estética, lo femenino. Pero un signo particularísimo de la presencia de María en la Iglesia son las mariofanías, o apariciones de la Virgen.

Los cristianos que piensan sobre estas apariciones como si fueran un teologumenon, un mito, un puro recuento literario, no es un elemento de una experiencia verdaderamente vivida, pero no era así para Subirous, o sor lucía, para ellos la aparición es una verdadera y propia experiencia capaz de transformar su vida, porque una de las características de María en su gloria, es la comunicación de la vida, es decir, tenemos ejemplos para decir que las vidas fueron transformadas, fueron profundamente testimoniadas con tanto sufrimiento, pero para nosotros permanece misterioso, el modo en como el cuerpo glorioso entre en contacto con nosotros, y hacerse experimental.

De frente a las apariciones marianas, hay dos posiciones opuestas: Espiritualistas, donde vienen reducidas a puro subjetivismo y nada más; Literales, en cuales tales manifestaciones vienen reducidas a un puro hecho histórico. Excluidas estas oposiciones habrá la solución a María para sugerir a la Teología una nueva hermenéutica para interpretar las apariciones marianas en la Iglesia.

En el contexto paulino de la resurrección, entre la maría de la historia y la maría de la fe, hay continuidad, en la novedad. Habiendo continuidad e identidad con lo terreno, el cuerpo de maría posee una diversidad cuantitativa, un cuerpo espiritual, pero existe una nueva forma corpórea nueva glorificada, espiritual, se puede hablar de los ojos, brazos, manos, dicen haber visto, sentido y tocado a María. Santa Catarina recuenta que sintió un brazo sobre ella y se arrodilló, apoyando sus manos sobre las rodillas de la virgen, diciendo que su cuerpo es como el nuestro, pero glorificado. Alfonso Ratisbona dice que puso sus ojos sobre sus manos, y vio la expresión de la misericordia.

Pero estas apariciones ¿son objetivas o visiones imaginativas? ¿Será Ma´ria la que pone la iniciativa al mostrarse con su cuerpo glorioso?

Hans urs von Balthasar, hablando de la asunta, dice que cuando nosotros celebramos la asunción corpórea de María en el cielo, no debemos espiritualizarla lejana de nosotros, sino cercana a nosotros, poniendo l en una relación real y conectada con nosotros. La presencia de María es una presencia única, personal, inmediata e inseparable del sujeto, y formar con el sujeto una cosa sola. el Espíritu de María es su cuerpo, así, podemos llamar las apariciones como las visiones presenciales, tal verdad de la presencia de María habla San Germano de Constantinopla. Hablando de ella como presente, que está en el cielo, como quien mora en Dios, pero su espíritu y corazón están aquí, en medio de nosotros. ¿dónde está maria? Aquí con migo.

No es que María esté sobre mí, no se trata de la dignidad superior de mi, sino que María es mi amiga, esto sintetiza toda la auténtica espiritualidad mariana: la amistad.

El cristianismo no se presenta al mundo como una religión que vive en nostalgia de lo que ha sucedido en el pasado. El cristianismo es un anuncio continuo, aquí y ahora, es una celebración viva de una presencia, aquella del Cristo resucitado en mí. Aplicando la misma doctrina a la Virgen, se debe evitar el peligro de considerarla como una figura del pasado, así buscamos poner en acto su prespecialidad súper-histórica en la vida de la Iglesia. Es un bien que ella sea llevada al paraíso, y es un bien que sea glorificada en alma y cuerpo, pues así ella puede estar presente acá. Ella es, por así decirlo, un sacramento sui generis, porque es toda relativa a Dios trinidad, y ejercita un influjo materno, intercediendo a nuestro favor. De aquí la necesidad de formular una espiritualidad que tenga presente la presencia de María en la vida del cristiano.

Noción de presencia aparece como una categoría hermenéutica central de toda la elaboración sistemática de ella, el campo de aplicación es muy basto, del diseño salvífico de Dios sobre nosotros, la liturgia, las apariciones, etc. Se revela como una categoría relacional. María, modelo de relacionalidad, así, maría con nosotros, presente con nosotros, nos lleva a Dios, a Cristo en la eucaristía, al Espíritu que transforma.

La naturaleza de la presencia de María permanece una realidad misteriosa. No se puede nunca comprender plenamente esta presencia, sobre todo por el hecho de que entre nosotros, que vivimos en el tiempo y espacio, y la condición ultra-terrena de María.

La presencia neumática de María, da cuenta de la condición del pueblo de dios, ella no sólo da su ayuda, sino que podemos relacionarnos con un “tu” viviente, es posible entablar diálogo, sin que esto se convierta una realidad puramente subjetiva, sino real. Su presencia permite a nosotros una respuesta vital, por lo tanto para los que consideran a María ausente, a cuantos la consideran ausente en la iglesia y la liturgia, viven completamente olvidados de ella, son invitados a que se den cuenta de un dato de fe de la Iglesia, y vean el rol mismo de la Madre del Señor, que Dios mismo ha querido.

En el itinerario del cristiano, la relación de María se impone al creyente como un imperativo de la fe, pero hay que vivirlo como un elemento de santidad, camino, empeño y esperanza, una auténtica espiritualidad mariana cuando es vivida plenamente, promueve ciertos objetivos que son el resultado de una auténtica vida espiritual. Sobre todo con María podemos liberarnos del pecado, y asimilar elemento evangélicos, no asimilar la figura de María como un simple modelo estático, sino como una amiga.

María se encuentra en nuestro camino, por voluntad divina, Dios quiere que María haga este servicio a la historia de la salvación, por esto está inserta en nuestra vida como Madre, por consecuencia no se puede caminar espiritualmente sin ella. Marialis cultus 57 reconoce en la devoción a la Virgen un ayudo potente en la conquista del hombre a la suya plenitud.

La memoria de la Virgen María en la liturgia de la Iglesia, expresa en diversas celebraciones y fiestas dedicadas a ella, todas estas realidades y memorias, expresen una convención fundamental que es “la virgen maría está presente y activa en el culto cristiano” si nosotros recapitulamos todas las memorias de María en la Iglesia, ve que hay una convicción, como en otros aspectos de la vida de la iglesia, la experiencia ha precedido la teología de la Iglesia. En tiempos recientes se ha desarrollado teológicamente la presencia de María en el culto cristiano.

El misterio cristiano no es un rito anónimo que evoca hechos sin sujetos, la liturgia, la presencia del Padre, Hijo y Espíritu, la presencia de la salvación, de María y de los santos, la comunión de la iglesia celeste en la iglesia terrena.

¿se puede hablar de la presencia de María en el culto cristiano en el mismo sentido que se habla de la presencia de Cristo? En la teología litúrgica de la presencia de Cristo, no han hecho la misma reflexión con María. Lumen Gentium 50, 52 que nos menciona al canon romano, donde se recuerda la expresión de comunión y veneración con la beata Virgen María: “recordamos sobre todo a la beata Virgen María”. Mientras que la presencia de Cristo y su misterio ha encontrado una amplia reflexión, la presencia de maría, no.

En realidad, la categoría de presencia, constituye una categoría fundamental y necesaria para comprender toda relación de María con la Iglesia en el hoy de la salvación. Este hecho fundamental pero poco profundizado, que Juan Pablo II ha pedido una reflexión sobre esto. Se ha visto na importancia decisiva de este tema. Dice muchas cosas al hombre, hay una serie de valencias antropológica que expresa no sólo el ser, sino el existir para Dios y los demás.

Odo Casel y Schillebeckx, el misterio y la teología sistemática de los sacramentos. La unicidad del misterio pascual, un evento único, uno, que tiene la capacidad de recapitular todo §1085: “El evento de la muerte y resurrección permanece…”es una presencia continúa, vive este misterio como una acción actual, a través de las específicas mediaciones sacramentales, que pueden ser la asamblea, la palabra, la oración, los sacramentos, la Eucaristía, todas son manifestaciones expresivas y visibles del Cristo resucitado para nosotros. Aquí hablamos de una presencia real, no subjetiva, presencia única en cuanto Cristo no puede ser dividido en sí mismo en sus obras, dinámica porque está abierta a al comunión y comunicación de vida, es decir, hay una diversidad de manifestaciones sacramentales.

Ahora, por analogía, se puede hablar de la presencia de María en la asamblea que celebra el misterio. En la liturgia celebrada, María está presente, se trata de una presencia cierta, invisible, en palabras, en gestos, íconos, que son capaces de hacernos presente para nosotros. Pero no basta la analogía de la fe, es necesario pasar a la ontología del misterio, es decir, a la realidad misma del misterio, María no como de lo externo se adhiere al misterio, no se hace presente sólo por su condición gloriosa, pero está presenta gracias a la participación íntima del misterio salvífico. Ella es una persona activamente envuelta en la economía de la salvación en la economía pascual. Ella está presente como persona activa, cooperadora, singlar, única, irrepetible, no homologable a otras presencias, como la de los ángeles y los santos.

María tiene uno una presencia sacramental, pero sí cierta, invisible, subordinada a la de la Trinidad, María está subordinada a la mediación sacerdotal de Jesucristo, a la acción transformadora del Espíritu Santo, y de la fuente de la Gracia del Padre. Cuando hablamos de presencia de María en la liturgia, los misterios celebrados, no se trata de una autonomía materna. No una María al lado de Jesús.

La presencia de María en el misterio del culto es una realidad de hecho. La presencia del nombre, de la persona, son una realidad de hecho, y tal presencia se celebra continuamente, en la memoria cotidiana. El principio doctrinal que ha iluminado esta presencia, deben entenderse primero la presencia verdadera, real de María en el misterio celebrado, y no los principios doctrinales. Es decir, no se puede decir primero fue la argumentación y después la presencia. Debemos interpretar estos textos centrales del concilio vaticano II que son una respuesta a la presencia verdadera de María (SC 103). No habla

todavía de la presencia de María pero nuestra atención hacia ella, diciendo que la Santa Iglesia venera con amor especial a la Beata Virgen Madre de Dios. Esta frase contiene la razón fundamental de la presencia de María en la liturgia, donde dice que ella está involucrada a la obra salvadora de su Hijo. Se necesitaron 103 parágrafos para llegar a María, no porque ella sea una conclusión, sino en la perspectiva totalizante se puede comprender la presencia de María indisolublemente al Hijo. María está presente en toda la obra salvífica de su Hijo, de la cual la liturgia es memorial y presencia. No se pueden celebrar los misterios del Cristo sin la referencia a la presencia a la Madre del Señor.

en la liturgia celebramos una realidad prometida, un deseo de ser lo que celebramos, en María se hace presente lo que se desea. “yo soy lo que ustedes desean ser” el ejemplo perfecto de lo que la liturgia promete. Es muy raro que la Marianis Cultus no hable sobre su presencia en la liturgia, pero lo ha afrontado de manera indirecta.

…

Más significativo Juan Pablo II, discurso del 12 febrero 1984 describe la presencia de María en la liturgia con signos específicos en los sacramentos.

San Efren, habla de la relación de María y la comunidad que celebra la Eucaristía.

Lezione 27/11/2015

3.2 DESARROLLO POS-CONCILIARHay una doctrina más sólida está en …

Toda la exposición teológica en esta introducción pone en luz algunos principios teológicos bajo l título al vírgen maria en las celebración de los misterios de Cristo. Parte de una ilustración de la liturgia como una celebración de toda la obra de salvación, del cual la obra de María es del todo especial. El punto de partida es la liturgia celebrada. Una concreta ilustración de carácter litúrgico inspirada de la LG documenta el misterio de María, el sentido de su participación a estos misterios salvíficos.

Hay momentos en que la presencia de María es sobresaltada, la encarnación, la vida pública, la pascua y la efusión pentecostal del Espíritu. Esta descripción nos lleva a una afirmación global, centrada siempre sobre la presencia de Cristo en las celebraciones litúrgicas. Un parágrafo que concluye con estos valores es muy importante: los fieles adhiriéndose a la celebración litúrgica encuentran al salvador, y son insertos vitalmente en el evento salvífico. A este punto se afirma análogamente la Virgen maría asunta al cielo y junto a su hijo, ella con su múltiple intercesión continúa obtener la gracia de la salud eterna. La iglesia hoy que la une a María quiere vivir el misterio de Cristo, con ella y como ella experimenta continuamente que la virgen está al lado en la liturgia como madre socorredora.

Sin la forma mariana, la espiritualidad no está completa. ¿cómo celebra la iglesia? asociándose a la voz de la madre de Dios, bendice al padre, glorifica al Señor con el mismo cantico de lode de María, no con las mismas palabras, pero sí el mismo espíritu, con ella quiere meditar la palabra de Dios y meditarla continuamente, mantener junto lo que comprende y lo que no comprende, participar plenamente del misterio pascual de Cristo, ser asociada plenamente a la redención, con él en el cenáculo, espera la venida del paráclito con oraciones, e implora incesantemente a fin de que el Espíritu Santo de a la iglesia sus dones. Y finalmente ella que vela sobre el camino de la iglesia mueve al encuentro desinteresado

con el Señor. Celebrando los diversos misterios, la iglesia se apela a la intercesión de maría, se refugia bajo su patrocinio, la implora.

Hay una tarea de María, el de paradigma, icona del camino espiritual, es decir, se hace presente como un modela para una participación más viva y eficaz en la liturgia. Sobre todo en las acciones litúrgicas, María se pone como modelo de fiel, cooperadora al misterio de la salvación.

La introducción a la collectio missarum de la B.V. María: la liturgia por medio de los santos signos celebra la obra de la salvación hecha por Dios Padre en Cristo en el Espíritu Santo… los fieles, adheridos a la palabra de fe, y participando en el Espíritu a las celebraciones litúrgicas encuentran al Salvador y son insertos vitalmente en el evento salvífico. …

La ejemplaridad de la beata Vergine, que emerge de la misma acción litúrgica, induce a los fieles a conformarse a la Madre para mejor conformarse al Hijo. Pero los induce para celebrar los misterios de Cristo con los mismos sentimientos de ateggiamenti con los que la Virgen fue… (texto)

Pero no se encuentra una consideración directa teológica sobre el cómo y el porqué de tal presencia en los misterios del culto, y lo mismo se dice de los mariólogos, que hablan ampliamente de la presencia de María en el culto, pero sin profundizar la acción materna, en qué consiste, cuando resaltan la maternidad espiritual, lo hacen fuera del ámbito litúrgico.

Es muy común y unánime la opinión de los teólogos que han tratado el tema, la importancia de la referencia a la condición gloriosa de María, es decir, la asunción. El método de nuestro argumento parte del fundamento de la asunción, realidad única, exclusiva, no paragonable a otras presencias, como las angélicas o los santos.

3.3 SIGNIFICADO DE LA PRESENCIA DE MARÍA EN LA LITURGIAMaría como Cristo y con Cristo posee la capacidad de hacerse presente en el tiempo y el espacio, a partir de su condición gloriosa, en cuanto es asunta, ella puede hacerse presente aquí y ahora. Característica soteriológica, siempre por la salvación de la humanidad, Cristo y María están presentes.

De un punto de vista teológico, viendo la ontología de la presencia, se puede afirmar que la presencia de María, análogamente a la de Cristo, es una presencia real. María es realmente presente en la liturgia, en la Eucaristía. Su presencia es real, es decir, objetiva, no imaginaria, no simbólica, esta presencia es una presencia personal, es decir, toda su persona, cuando decimos María presente aquí, no decimos su ánima, sino toda ella: cuerpo y alma, ya no pueden ser separadas, esta presencia total de su personalidad es presencia de comunión, y de comunicación, una presencia una, única, indivisible, poniendo variedad de significados e intensidad.

Se habla de multiplicidad de presencia, podemos decir que María puede hacerse presente en diversas maneras, y lugares. Hay que ser cautos, porque una cosa es tratar la presencia objetiva de María en el misterio litúrgico, y otra presentar una nuestra percepción subjetiva de la misma. En cuanto María tiene la capacidad de hacerse presente a más personas, en diversos lugares, puede aparecerse, y hacer sentir su presencia a las personas, también interiormente en el alma, en una experiencia espiritual o mística.

Éste género de presencia, mística, depende de la capacidad antropológica, el hombre es trascendental, no es sólo Dios trascendental, es diferente decir EL trascendental y los trascendentales, sin esta facultad, María no puede aparecerse, no puede hacerse sentir, ni Cristo, ni Dios. Cuando Dios nos ha creado, nos ha creado diálogo, para comunicarnos con él, y para esto es necesario ser trascendentales. Aquí la analogía va respetada, también Cristo tiene una presencia no-litúrgica, no-sacramental, por ejemplo, Cristo está presente en el corazón de los creyentes, en el pequeño o pobre, pero su presencia no es sacramental en este caso. En el caso concreto de la liturgia es una presencia particular.

Presencia de revelación, santificación y culto. Estas son las presencias litúrgicas.

Nosotros nos referimos a una análoga de Cristo para María. Desde el punto de vista objetivo, la presencia de maría se adecua a esta estructura sacramental, a las específicas mediaciones, en analogía con las del Cristo. Obviamente él está siempre presente y operante, pero más específicamente ella nos ayuda a prolongar su presencia, a fin de que esta presencia se convierte en vida, espiritualidad mariana. Decimos que la gracia debe crecer, no debemos contentarnos de la situación presente, sino al ser perfecto. Nuestra vida en la gracia es siempre perfectible, así la presencia de María debe crecer, y convertirse en una espiritualidad mariana. La variable de esta presencia depende de la mediación sacramental, y la mediación sacramental puede ser diversas. Los sacramentos son mediaciones visibles de gracias invisibles, así María se hace visible a nosotros en cierto sentido. La oración que la recuerda, el canto que la aclama, la imagen que la representa, son todos semi-sacramentales, que evidencian su rostro y recuerdan su presencia y acción específica.

La sacramentalidad de la icona, donde está presente, es representada en los misterios de Cristo, pero para no caer en la herejía, y no decir que la icona es presencia sacramental, gracias a los concilios de Nicea II y Constantinopla IV, en el CEC se afirma la contemplación y culto de las imágenes por un motivo particular, y es que la icona nos ponen en comunión con las personas y realidad representadas, una comunicación de vida.

El discurso teológico sobre la específica presencia de María en la liturgia cristiana se hace duro cuando se pregunta ¿se puede afirmar que en la liturgia no son o se hacen presente los misterios de Cristo, pero también el misterio salvífico de María?

Aquí no entramos en especulaciones teológicas que busca intuir y desvelar el misterio, pero se necesita ser cautos, usar un lenguaje apofático, es decir, prudente.

Achille M. Triacca afirma: la presencia y acción de la Madre en los hechos históricos de la vida del hijo son los presupuestos para comprender la presencia y acción de María Madre en los misterios (hechos históricos celebrados) (texto)

Hay una simetría entre los actos divino-humanos del verbo divino y los actos históricos de María, pero los actos humano-divinos tienen una dimensión meta-histórica y así pueden hacerse presente en el tiempo, pues están asuntos en la eternidad, propio a partir de la glorificación del hijo, la misma glorificación a asunto en el cielo todos los actos divino-humanos del verbo, y pueden ser re-presentados en la liturgia, pero hay una cierta simetría entre estos actos del Hijo de Dios y los actos históricos de María, que fueron siempre cumplidos en el Espíritu Santo, fueron asuntos en la gloria de parte del Verbo, y así hechos en comunión con él. Así se puede afirmar que la presencia mistérica de María en la liturgia, legada al Hijo, depende del hecho que Cristo mismo haya asunto como elemento contractivo de

una acción suya una acción de la Virgen, en este caso, el acto de maría en cuanto asunto del verbo e inserto constructivamente en una acción salvífica suya, y … (texto)…

Esta es una hipótesis, pero está fundada, no imaginada, sobre una doble intuición teológica:

Radicada en la convicción de fe de la asunción en la gloria de Cristo, de todos los actos salvíficos, la glorificación de Cristo asume en sí todos sus actos. Así de la permanencia de él de todos sus actos salvíficos que hico en su vida histórica CEC 1085: donde se habla del hecho único y re-capitulador, que pone juntos el misterio pascual, todo aquello que Cristo es, todo lo que ha cumplido y sufrido por todos los hombres, participa de la eternidad divina, y así abrasa todo tiempo y se hace presente. Dios padre, glorificando a Cristo en su suerte y resurrección, momento que recapitula toda la economía de la salvación, ha querido que en él sea asumida en la gloria TODO AQUELLO QUE ÉL HA CUMPLIDO EN LA TIERRA, VIDA, PALABRAS, ACCIONES, nada en la vida de Cristo se ha perdido, todo ha estado glorificado, y todo ha estado hecho permanente, y capaz de ser re-presentado en la historia y espacio.

La segunda es mariológica, si como María es conjunta indisolublemente con la obra salvífica de su hijo, SC 103, aquí no sólo son los actos históricos de Jesús a ser asuntos en la gloria, también los de la madre, los actos históricos de María son conjuntos indisolublemente a los del hijo, inseparable a los de su hijo. Ningún evento salvífico del hijo sería suceso sin el acompañamiento y cooperación de María que siempre ha estado en comunión y sinergia con Jesús. A este propósito recordamos a J. Corbon:

(texto)

Pero Corbon no trata de los síngulos actos históricos en que ha participado maría, sino que afirma que ella, con su consenso materno, engloba esta participación, aquí tenemos una intuición teológica, que ella está conjunta indisolublemente a la obra del Hijo. Dios Padre, en la asunción de María, ha glorificado y hecho perpetuo y gloriosos, ha introducción en el éscaton de la eternidad, todos los misterios de la vida de María, sus palabras, sus acciones, toda su vida, y son susceptibles a ser representados en la liturgia, especialmente en el año litúrgico.

¿Qué significado tiene analizar esta presencia hoy para nosotros? Si queremos encontrar una relación viva y eficaz entre la vida de Jesús y la iglesia, la encontraremos aquí, el misterio litúrgico es siempre el momento más eficaz de garantía, de comunión recíproca entre maría y la iglesia, esta misión permite de considerar María siempre a su lugar, así se evita desviaciones, exageraciones, Mario centrismo, la Mario fobia, etc. Aquí está el verdadero lugar de María: en el misterio de Cristo, en el misterio de la iglesia. En el misterio celebrado María está en pleno dinamismo de salvación en la iglesia.

María es una figura del todo relacional. Aquí María nos devuelve a Cristo, nunca la atención se queda en ella. María no puede ser comprendida sin la iglesia, y la iglesia no puede ser comprendida sin maría. Vida litúrgica es vida mariana. Con esta afirmación no dice que María tiene el lugar central de la celebración, ella no está al centro, pero en todo y por todo subordinada a la obra salvífica del hijo, a su acción del Espíritu Santo, a la gloria del Padre.

En la Liguria es presentada como lugar de evangelización del misterio mariano. La liturgia es un medio para valorizar y profundizar la piedad popular mariana, que puede convertirse en espiritualidad mariana autentica en la imitación, comunión.

En los textos magisteriales y teólogos encontramos una cierta sobriedad, pues se le pueden atribuir elementos de Cristo y del Espíritu Santo a María, como llamarla abogada, no se trata de proponer todos los títulos de Cristo y del Espíritu Santo en femenino a María, esto es una exageración. Pero tenemos títulos eclesiales y marianos, como María que glorifica al Padre, como lo hace la iglesia, María participa al misterio pascual, hay una serie de acciones eclesiales y marianas.

También aquí buscamos hacerlo con sobriedad para no caer en herejía. En virtud de la sinergia que hay entre María y el Espíritu Santo, sin suplantar al Espíritu Santo y viendo en la Virgen la transparencia del paráclito, decimos que María prepara la asamblea para encontrar mejor a su Señor. Ayuda a prolongar la gracia.

¿Cómo traduce la iglesia sus sentimientos hacia maría? Los contenidos de la fe no se expresa en la profesión y doctrinos de concilios ecuménicos solamente. Cuando celebramos la liturgia lo hacemos públicamente, la Liguria es como una cátedra de la teología, un discurso de fe que profundiza, comenta, experimenta todo lo que el pueblo cree y vive, la lex credendi se convierte en lex orandi. La lex credenci viene no primero de la lex orandi, pero es importante.

La marialis cultus nos recuerda los elementos de la Madre del señor, la veneración profunda, amor ardiente, fiducial invocación, estupor, y de estudio. Se le venera incluso en el estudio MC 21-23.

Los attegiamenti de la iglesia que hablan de María son varios, especialmente un hablar de nosotros a ella, la oración no es a-histórica, no se puede orar sin repetir a Dios nuestra historia, lo que estamos viviendo aquí y ahora. Es un hablar de nosotros a ella con esta gama de sentimientos de pecado, gracia, gloria, esperanza, fe, etc. Pero la iglesia honora a María también con el silencio No cuando es un silencio coercitivo, pero sí con un silencio contemplativo. La veneramos en el silencio cuando la iglesia está en plena adoración, aunque cuando la liturgia no habla de María y no la recuerda explícitamente, su labor es siempre viva y eficaz. Primero porque está la lex credenti, primero la presencia cierta, y después la celebración en la liturgia.

San Jermán de Constantinopla: (texto)

3.4 ¿UN QUINTO DOGMA MARIANO?Se trata de un acercamiento promocional de María, María abogada, corredentora. Había muchos obispos en el concilio vaticano II que se definiera un quinto dogma, en el texto definitivo LG aparece el término mediatriz, pero no le da relevancia alguna, sino que viene puesta junto a otros títulos, como en el parágrafo 62, se usan otros términos para hablar de la misma relación, como maternidad, economía de la gracia, o influjo.

Fue Juan Pablo II que en Redentoris Matir hace emerger el término mediatriz, en la tercera parte de la encíclica. Pero este hecho fue explicado a la luz de la doctrina conciliar, no como una mediación junto a la de Cristo, sino como una mediación EN Cristo, una mediación participada, como RM 38.

Especialmente en los Estados Unidos aflora una cierta nostalgia de la vieja mariología. Como el texto de Miravalle, María corredentora, mediadora, abogada. La congregación de la doctrina de la fe a puesto a algunos mariológicos ha respuesta a una específica condición creada para estudiar esta cuestión, es decir, el título así como viene presentada, mediatriz, abogada y corredentora, son ambiguos, pues pueden comprenderse muy diversamente, ahora estos mariólogos dicen que estos términos necesitan

un posterior profundamente, en una perspectiva más trinitaria, cristológica y antropológica. La misma academia decide no hacerlo por motivos ecuménicos, como con los luteranos.

Mientras que los títulos mediatriz y abogada vienen de una tradición patrística litúrgica y mariológica, en vez, la de corredentora, la más popular en nuestros tiempos, causa muchos problemas, como el de confundir al pueblo. El problema es que no dice claramente que la relación de Cristo y de María es una relación asimétrica.

Hay contrarios de este tema, por el tema de la peligrosidad, y prefieren hablar de la maternidad espiritual de la madre del Señor, y se propone una teología alternativa, ya que con Kant, el hombre y la mujer no deben ser considerados simples medios, sino fines. Así, el término mediación viene equívoco, y no expresa la acción humana, así ahora en el ámbito católico se prefiere hablar de presencia, y no de mediación. Hoy está más de moda hablar de presencia que de mediación.

Regresando sobre el argumento del 2000, la pontificia academia mariana internacional dirige una carta a los mariólogos donde avanza la propuesta a favor de la mediación mariana. Pero se salva una particularidad, toda la doctrina se mueve en línea con la doctrina conciliar, es decir, una interpretación auténtica de la tradición eclesial en la Redentoris Mater, cuando habla de una mediación participada. Estos dos temas fundamentales están estrechamente conexos al discurso sobre la mediación mariana, también la mariología y la espiritualidad mariana no pueden hacer menos de la mediación, más allá de estos peligros lingüísticos o precisiones filosóficas del término, la mediación permanece una realidad que nos toca, en nuestro vivir y existir, porque toca la noción de persona como un ser esencialmente relacional. La persona no se comprende sin el encuentro, sin la mediación. De otra manera, el hombre no podrá crecer.

Lezione 12/04/2015

3.5 MARÍA EN LA RELIGIOSIDAD POPULARLa religiosidad popular, limita y legitima; unido a la vivencia cristiano-comunitario; gran relación a los valores tradicionales; la vivencia cristiana popular porta al creyente en Dios en fuerza de la presencia divina experimentada en la propia vida individual.

La figura de la Señora está ligada a un rostro comúnmente reconocido como religiosidad popular, no existe un significado universalmente conocido del a expresión religiosidad popular, para salir de esta ambigüedad en la teología, es necesario que quien hable explica lo que entiende con el sustantivo abstracto religiosidad y popular. Cuando hablamos de religiosidad entendemos una vivencia religiosa en sus objetivaciones, sino sus raíces antropológicas y existenciales, aquí ponemos el acento sobre lo que el hombre es de naturaleza suya, es decir, el deseo de trascenderse constantemente y proyectase a otro de sí mismo, aquí lo que el término ex – istir, ser constantemente proyectado hacia un objetivo, un absoluto.

Una precisión sobre popular, que significa el modo en que esta religiosidad de expresa, es decir, un modo de vivir y expresar la propia religiosidad una específica inculturación, una de las fundamentales características de la religiosidad popular es la vivencia, la experiencia, la experiencia directa de lo sagrado, que tiene una necesidad constante de un contacto físico con las cosas, como las reliquias, tocar

la tumba de los santos o imágenes, una presencia siempre constante y activa de figuras carismáticas, como los santos, o María.

Una religiosidad que se encuentra con las mediaciones, se vie siempre el riesgo de la superstición e idolatría, una valorización de la vivencia y experiencia, es decir, escuchar el corazón, la espontaneidad y el sentimiento. La lógica del corazón precede a la razón.

Hay una atención constante al Cristo hombre sufriente, o a María la dolorosa, y ahí que el pueblo se siente inmediatamente unido a Cristo que está como nosotros, opreso, doloroso, marginación, y aquí la esperanza del pueblo que vive esta modalidad de ser en la iglesia, la esperanza de una liberación. En el sufriente el pueblo interpreta las propias problemáticas y necesidades. Así en la liturgia la fiesta central es siempre la Pascua, del pueblo que vive de la religiosidad popular las más sentidas son el nacimiento, el viernes santo, y la dolorosa, pues les dice más de su condición.

El peligro mayor es la tendencia proyectiva de esta religiosidad que es portada constantemente de siglos a la construcción subjetiva de los mediadores, es decir, pensar siempre el propio referente celeste, como la madre considerada como mediadora, abogada, refugio, así considerada su figura en base a necesidades inmediatas, con el riesgo de blocar la referencia indispensable de Cristo, su única mediación, su revelación, su iglesia, así tenemos una tarea, no dejar esta religiosidad popular sola, pues está en riesgo de tradicionalismo.

Hay también el peligro a una contraposición a la liturgia oficial, es decir, celebrar el domingo lejos de la parroquia, las instrumentalizaciones políticas-eclesiales, donde la religiosidad popular no ha sido evangelizada, ni purificada. La religiosidad popular puede caer también en un integrismo religioso,

Pero hay que recordar que el cristiano está llamado a una plenitud de la vida en Cristo, vivida en al liturgia eclesial. No podemos contestarnos con aquello que viene de otros formas de devoción o religión, la evangelización nuestra no puede olvidar lo que es esencial, el de conducir a los fieles a la misa, a la palabra y la Eucaristía, la vivencia de la pascua de Jesús. No se puede promover una religiosidad popular que mantenga a los fieles como si fueran un categoría secundaria, y lejana de la Iglesia y liturgia, hay que evangelizar la religiosidad popular.

La religiosidad popular sin embargo tiene un lugar propio en la iglesia, y hay que acoger a la gente y la actitud de religiosidad como una acción de gracia en la iglesia. Se necesita un nuevo modo de percibir la religiosidad popular como si fuera un cristianismo no legítimo o subdesarrollado, sino como una encarnación de la fe. Pero debemos agradecer al Señor la presencia de la Religiosidad popular, que revela a los simples y pequeños, y la religiosidad es un lugar teológico, para una mayor comprensión de varios componentes y realidades de la iglesia.

Una piedad mariana puramente tipológica no tiene ningún valor informativo, una ilusión, inútil, es una ilusión decir que la Virgen María es ejemplo de la fidelidad a la Palabra, que María es modelo de fortaleza y dolor, y debemos imitarla, es una ilusión pastoral si no se pone el ligamen, el afecto sano y amor verdadero a la persona de María. Para ver la fecundidad de una imitación, del carisma de María, se necesita que el ligamen nos conduzca siempre al attegiamento mariano. La nueva evangelización, no es un nuevo evangelio, pero depende de nosotros ser nuevo, un nuevo método, ardor…

Esta modalidad de cristiandad popular sacra, es un tiempo de cristiandad muy difuso, como para hablar de una praxis pastoral de hecho y de derecho, a nivel de encontrar documentos pontificios que hablan

de manera positiva de la religiosidad popular como un auténtico modo de relacionarse con el Creador SC 13,

Esta forma de cristianismo por muchos es rechazada y criticada, que se interpreta de un puro emocionalismo, a las personales frustraciones acumuladas en situaciones de subdesarrollo. Pero la religiosidad popular es un complejo fenómeno en continua evolución.

La praxis pastoral se convierte en una especie de soporte, garantizar la mayor cantidad de secuaces, como una pastoral de conquista, buscar reconquistar cristianos alejados de la iglesia, no es una pastoral misional, o una decisión personal, de libre acogimiento de la fe con madurez, etc. La vivencia cristiana popular lleva a creer en Dios no en base de una doctrina, sino de una presencia divina experimentada, casi tocada en la vida individual, una experiencia vivida, una especie de teoría espontánea. Otra actitud pastoral es la de mantener, un mimetismo pastoral, un “engaño” pastoral, no son pocos los pastores que se aprovechan del tiempo de la adolescencia para trasmitir a los jóvenes y nuevas generaciones tradiciones, costumbres, creencias sin tantas preguntas, así, la acción pastoral privilegia a los niños, adolescentes, los más receptivos, se llega a infantilizar el mundo cristiano, que no ayuda a madurar, sino la preocupación de la conservación, lo importante sería la cantidad de los miembros, no la calidad.

Ya san Pablo habla de los neo-natos en cristo, a los que son incapaces del nutrimiento sólido, de un conocimiento profundo de la Salvación. Cuando el evangelio afirma que nosotros debemos acoger el reino como niños, no dice que seamos niños, sin responsabilidad, sino como niños con corazón disponible, se exhorta a ser niños en cuanto a malicia, pero hombres maduros en cuanto a juicio. La madurez cristiana exige de ser pasar de ser niños, ignorantes, imperfectos, canales, al estado de adultos, perfectos, espirituales, maestros. De hecho todo el Nuevo Testamento invita a convertirnos a personas maduras y profundizar, crecer en la fe y el amor, crecer en la gracia.

4 MARÍA Y LA CRUZEn la carta apostólica salvificis doloris, se anuncia el singular aporto al evangelio del sufrimiento ofrecido de María, con su presencia en el calvario bajo la cruz de Jesús. Juan pablo II llama a María como icono viviente del evangelio del sufrimiento. Existe un evangelio del sufrimiento, se trata de un anuncio que el dolor del sufrimiento por Cristo, puede ser transformado en un dolor salvífico. Decir que María es paradigma de todo esto, significa que en su concretización de que el dolor es salvífico. A diferencia de las demás mujeres que estaban en el calvario, María se encuentra ahí específicamente “como su Madre”, vemos bajo la cruz esta presencia materna que es estructuralmente activa, porque Dios lo quiere, así la dolorosa es una persona que tiene un sufrimiento que nace y termina en ella, no se apodera del dolor salvífico de Cristo, sino que ella participa de este dolor de amor de Cristo, sufriendo por ÉL y con ÉL. Recordando la LG que habla de María como la que sirve al misterio de la redención, con él y por él. Desafortunadamente la tradición no ha puesto la figura de María en el calvario.

Realmente la vida de María no es una tragedia, María seguramente sufrió, no debemos banalizar su dolor, porque Jesús mismo no ha banalizado el mal. No debemos ver a María como una tragedia, porque ella se alegra, se regocija, pero ya a partir del XIV siglo, el pueblo cristiano a acogido los siete dolores de María: la profecía de la espada, la fuga en Egipto, la presencia de María en el calvario, María bajo la cruz, la sepultura y otros. Pero lo importante es decir que María ha sufrido verdaderamente las dificultades de la condición humana.

El Evangelista san Juan en su descripción de la muerte de Jesús, no se preocupa de trasmitir los detalles, de hacernos comprender la situación interior de María ni comunicar su llanto, pero en san Ambrosio se dice que era presente, pero no que lloraba, así se concluye que María no sufrió, porque es la inmaculada concepción.

Pero si la figura de María en san Juan mira al dato histórico salvífico, no se puede decir que ella no ha conocido el dolor, pues ella está enteramente integrada en la obra del Hijo, debe participar del misterio pascual de Cristo. Así pues Juan Pablo II dice que fue sobre el calvario que el sufrimiento de María, toma un vértice ya difícilmente imaginable en la alteza del punto de vista humano, pero misterioso y sobrenaturalmente fecundo a los fines de la salvación universal (JP II, SD 25)

En Ineffabilis Deus de Pío IX han encontrado una indiscutible “horizonte agónico”, se hace mucha referencia al binomio de enemistad entre María y el demonio, como en el génesis 3, así el primer libro de la biblia pone en relieve y relación entre la mujer y satanás, y el último libro, María y el Dragón, siempre una relación de enemistad. Así la Mujer (María) triunfa después de una larga lucha, así, Pio IX al decir mujer-dragón hace referencia a la lucha mesiánica de Cristo, en la cual María ha participado. María participa en esta lucha iniciando en la encarnación de su Hijo y la mediación materna, para perfeccionar bajo la cruz su lucha en la hora del Hijo, esto indica una victoria, la victoria sobre el mal y el pecado, esta es también nuestra lucha, la de la fe, la lucha cristiana. María no es ausente del hecho martirial de la vida humana y cristiana, con dolor y sufrimiento no sólo espiritual, sino también físico.

Comprender el verdadero sufrimiento de María hay necesidad de mencionar su “si” de la anunciación, que acompaña toda su existencia. Cada sí, que como maría, tú dices al Señor, es un sí que desciende de la cruz, por eso hay que estar preparados, pues no es posible ningún sí a Dios que no sea un sí a la cruz.

Jesús es una carne de la misma carne de la Madre, que es la nuestra carne, carne de la entera humanidad, san Ireneo habla de este tema, (texto anexo pag. 10). María es la dolorosa porque es la asunta, el misterio pascual que para el hombre no espera sólo un fin desastroso y de dolor, pero un final de vida y de luz, así María fue llamada puerta el cielo, aurora de nuestra salvación,

Kénosis de la fe:

….

Lezione 11/12/15

4.1 MODELO DE LA MUJER¿Puede la María ser o no modelo de la Mujer? Conviene notar que María no representa la figura ejemplar de humanidad retenida únicamente para las mujeres, de hecho el magisterio reciente ha hecho una reflexión que María tiene elementos ejemplares para todos los hombres. En la Redentoris Mater se propone la ejemplaridad de María en la vía de la fe. Una más decisiva insistencia sobre este tema improductivo lo encontramos en la Mulieris Dignitatem 5, donde María es representada y archetipo de todos los hombres.

Esto supera la así dicha sextorialización discriminante, que según los hombres deberían referirse sólo a Cristo y a Dios, mientras que las mujeres sólo a María, esta es la tipología-Cristi. Así por siglos enteros

tenemos esta interpretación rígida que para las mujeres les obliga representar la dependencia de la naturaleza humana débil respecto a Dios. Así, muchos filósofos hablarán de la feminidad como el segundo sexo.

Se puede encontrar los elementos femeninos en todo ser humano, pues en la reciprocidad somos imagen de Dios, singularmente el masculino no es Dios, sino ambos, en la masculinidad y la feminidad se refleja la semejanza divina. Así la presencia femenina en todo ser humano, y en cada itinerario espiritual hay algo de femenino, así en María, lo femenino no entiende como el alternativo al masculino, sino al contrario, en la revelación profunda, porque lo femenino es ayuda a la existencia del hombre. María integra su femineidad en la plenitud de la humanidad nueva redenta por Jesucristo. El binomio María-Mujer, es un binomio utilizado mucho, especialmente por Juan Pablo II.

Mientras más se exalta a María, menos se respeta a la mujer. Esta es la así dicha mística mistificante de lo femenino, pero gracias a la impostación del Concilio Vaticano II ha sido espléndido ver a María puesta en su lugar, en la normalidad del misterio, que es la comunidad eclesial, tanto es verdad que la mariología del Concilio Vaticano II ve a María en el misterio de Cristo y el misterio de la Iglesia. Una atención in crescendo, utilizando temáticas eclesiológicas y antropológicas, bíblicas, que nos conduce a contemplar a María en su peregrinar de la fe. Si queremos análoga y la atención a la mujer.

El verdadero problema en que la cuestión de María y la mujer se ligan es en el modelo, ¿Puede la mujer reflejarse en María? Nosotros somos herederos de una historia y cultura que ha conducido a la mujer a lo anónimo y privado. Así en este último siglo, se ha preocupado y alarmado de una pérdida de sí de la mujer, pero los pontífices del siglo XX consideraban esta promoción de la mujer como una pérdida de sí, pues no alcanzaban a concebir lo que era considerado su rol ordinario, no alcanzaban a ver una mujer que junto con el hombre trabaja, y entra en la vida pública, política, o sólo a partir del año 80 enseñar la teología, que era inimaginable.

María de Nazaret estaba presentada como mujer que obedece lo masculina, como esclava, una María escondida, que emerge sólo al pie de la cruz como conviene a todas las mujeres. Esta era la lectura mariológica por mucho tiempo, pues era normal para una mujer ser relegada al misterio del nacer y del morir, un punto de vista muy biológico de la vida. Son estas todas sugestiones del mensaje del Concilio Vaticano II. La gran vuelta del último decenio es la manera de concebir a María en el nuevo rol, dejar que la mujer vea a María. Por primera vez se habla de femineidad en un documento pontificio, entendiendo la determinación profunda de ser persona de sexo femenino. Nunca antes se había considerado como parte de una persona. Son sugestiones que interpelan y gratifican a las mujeres de nuestro tiempo. No se trata de dar o re-dar la palabra a la mujer, pues ella siempre la ha tenido.

La centralidad de la mujer está representada en muchos términos, en textos recientes se le habla como modelo, reflejo, luz, prototipo, paradigma, expresión, mujer ejemplar, mujer por excelencia, ideal de la femineidad, todavía parece que son comúnmente cargado de no unívoca lectura. El peor entre ellos es “el modelo” pues se busca imitar la mayor cantidad posible de características de su vida. Un ejemplar al cual conformarse a partir de una definición ya adquirido. Esto es un error, pues el modelo te hace estático. El modelo se hace una proyección en el que se puede hacer una ideología, en suma, estos términos se quiere indicar en María el modelo primigenio, originario, y anticipador.

Sería mejor juntar María a la mujer según un significado específico e inmediato de modelo, no se ve como un paradigma, no un modelo, sino un espacio de encuentro. Pues así deja a las dos ser personas

en sentido totalizante. María no como modelo ya adquirido, sino una figura que llama, interpela, no sólo a la mujer, sino al hombre también, que llama hacia Dios que es siempre Otro.

Es bueno llamar a María con el término bíblico de misterio, pues según el diseño de Dios, todos estamos llamados a participar al misterio de Dios, de Cristo, todos estamos llamados a esto. Ahora el diseño de Dios por sí mismo es muy simple, en las primeras páginas de la génesis: “a imagen de Dios los creó, a su imagen y semejanza lo creó” es decir, la reciprocidad, no hay cualquier cosa de particular para descubrir, es decir, esta frase bíblica, a imagen de Dios lo creó, dice reciprocidad, pero hay un segundo significado, el ser para, es el imperativo ético. Su capacidad de ser siempre en diálogo del hombre, el hombre nace como diálogo, porque Dios lo quiere así, lo quiere como su compañero, y para poder hablar con Dios tenemos que tener la facultad de hablar. Así el hombre entra en este diálogo por el hecho de ser imagen de Dios, es en la reciprocidad en el ser orientado hacia el otro que es la trama profunda de nosotros como personas. Así la reciprocidad es el constitutivo entitativo, el ser para el otro, el servicio, es un imperativo ético, lo que tengo que ser para corresponder a la imagen de Dios.

Hay infinitos modos de traducir este ser para el otro, pero podemos hablar como lo masculino y femenino, es decir, la expresión de aquello que somos, pues ambos son el modo en que las personas de cada sexo se introducen en el universo creado su ser a imagen y semejanza divinas. Este diseño espléndido que encontramos en la Génesis JPII lo analiza en la Mulieris Dignitatis, usando términos como persona, comunión, don, diciendo que hay el mal que hace que el hombre no comprenda su modalidad estructural de ser en el mundo como masculino o femenino. Con el pecado en el hombre, ya no son recíprocos, ya no son seres para el otro, no se hace menos lo que constituye el hombre o la mujer, pero sí reduce la capacidad para expresar en la vida ordinaria el ser para el otro. En el pecado sucede que el hombre domina a la mujer, y la mujer acoge al hombre en modo alienante, que desdice el diseño original; El pecado destruyó todo. Es hasta el evento Cristo que de por sí cancela este error.

El misterio de María y el misterio de la mujer se ligan en este cuadro de pecado y laceración. Hay la premisa de la mujer, que está ligada a ella, sabemos que este signo se cumple en María de Nazaret, el problema es que esta feminidad la tradición cristiana lo ha ignorado, esta dificultad de acoger el misterio de lo femenino como una estructura salvífica no podía ser escuchada por una cultura cristiana masculina, así la cristiandad ha resuelto esta feminidad dentro de la estructura salvífica conociendo a María, pero poco reconociendo a la mujer.

La mariología, para la teología feminista y para la teología de la liberación, representará una hipócrita cobertura de la malvada conciencia para quien encuentra en maría una excusa la injusticia hacia la mujer, así para calmar las conciencias, daban todo a la inmaculada, la inalcanzable, la llena de privilegios. Así las feministas hoy oscilan entre el rechazo completo de la figura de María, o hay quien busca recuperar su figura en prospectiva liberante. Así se distancia más la imagen de María muy doméstica e idealizada.

De frente a la madre de Jesús, otras feministas prefieren buscar el descubrimiento de la verdadera María, la figura más bíblica y libre de las incrustaciones culturales y de la instrumentalización ideológica, como C. Halkes, que propone una doble liberación de María, pues según ella es tiempo de liberarla de la imagen que está hecha de ella y de la proyección que la tradición eclesiástica masculina ha hecho de ella, liberarla de las imágenes que subyugan a María.

Relativizar la maternidad biológica de María. Como en el Evangelio que Jesús resalta la fe sobre la biología, así María es discípula y cercana a Jesús no por su realidad biológica, sino por su cercanía y actitud discipular.

También se puede ver evangélicamente a María como una mujer libre, que acepta libremente a Dios. También hay que darle a la figura de María una carga liberadora, como en su Magníficat, pero hay que evitar ciertos términos que insisten de hablar de María como Nueva Eva o esposa del Espíritu Santo, y ver a María como un ser EXCLUSIVAMENTE relacional, sin autonomía, es decir, usando la relacionalidad para perpetuar la subordinación o la masculinización, esta es la prepuesta de algunos de abrir el ministerio y sacerdocio ministerial a la mujer. Bajo la idea de que las prohibiciones están basadas por la fijación de que los hombres tuvieron la prohibición contra la sangre, que hacen a la mujer impura por su función biológica. Pero cualquiera de estas exigencias han sido escuchadas por JPII en Marialis cultus, donde el papa invita a no ver a María como una cierta literatura devocional (MC 34) el papa dice que hay que confrontar una figura Mariana más evangélica, y descubrir cómo puede ser considerada como espejo de toda la humanidad, y especialmente de la mujer (MC 37) y en cuanto al sacerdocio ordenado, la Inter Insegniores, publicado el 15 octubre de 1976 no niega específicamente el acceso a las mujeres al sacerdocio, pero más tarde JPII teniendo cmo su bastó Ratzinger, en la ordinatio sacerdotalis agrega el motivo mariano, diciendo que María no hacia parte del colegio de los apóstoles. Se debe afirmar que este tema está todavía en subida, al menos a nivel teológico, sólo de reflexión, ya que lo aceptamos por fe.

María es imagen de la Iglesia TODA, no sólo parte de ella, no una columna de la iglesia, no puede haber dos iglesias, una masculina y otra femenina.

El ámbito educativo. Esto hace referencia a la formación integral de la persona, pues la mujer educa para formar íntegramente a la persona. Podemos ver que la historia nos enseña que una actividad femenina es el dar y recibir, a ellas les toca trasmitir la belleza invisible. Respecto al proyecto educativo de la mujer, María es la indicación de una vía, de un ayudo a este camino, pues ninguno como ella ha caminado esta vía. [Juan Pablo II, offrite ai giovani della nuova generazione una cultura che sia attenta alla vita umana fin dal suo sorgere, discorso alla comunità della pontificia facolta di scienze dell’educazione “auxilium” (19.v.2000) en insegnamenti di Giovanni paolo II, XXIII/1, 891]. Y “A la luz de María, la Iglesia lee sobre el rostro de la mujer los reflejos de una belleza, que és espejo de los más altos sentimientos” (Redemptoris Mater 46). (texto adjunto 11) A las mujeres la tarea de ser centinelas de lo invisible. La mujer es constitutivamente querida por Dios con esta tarea de una percepción del sentido del otro, del concreto y de un providencial amor, lo esencial sólo visible con los ojos del corazón, el pleno donarse a los otros. Esta profunda vocación de la mujer es tomada de Dios.

Hoy se siente en la espiritualidad mariana la necesidad de una renovación, la palingénesis mariológica, sobre todo en el reconocer el primado de la palabra de Dios, no para comenzar metodológicamente a partir de la escritura, sino el reconocer el primado de la palabra quiere liberar a María de un estilo lógico-deductivo de las cosas, para favorecer su referencia en la historia de la salvación. La Virgen parecería la figura abstracta de su figura, mientras que nos concentramos en la escritura, así podemos recuperar la concretización histórica de ella. La realidad histórica de María y la realidad de gracia.

(Texto adjunto 11) Una Palingenesia3 mariológica se habla también de la inculturación, la mariología no es una ciencia aislada de las otras ciencias, como lo era antes, debe regenerarse partiendo de las culturas de nuestro tiempo. También evitar el riesgo de una presentación funcional, una ambigua divinización de la Virgen y una vana credulidad de los fieles. La categoría personalística evita una biologización e ideologización de la figura mariana, la persona de hecho trasciende su dato bio-psíquico.

4.2 LA CONSAGRACIÓN MARIANAEsto se lo debemos a Ildefonso e Toledo y a Luigi de Grignion M. Monfort, que ponen siempre la consagración mariana a aquella debida a Dios. A diferencia de otros hombres y santos que se limitan a proclamarse con la boca y decir que son siervos de María, Ildefonso de Toledo se proclama con la vida, vive este servicio como un estado de vida que es fruto de su convicción teológica. De hecho Ildefonso distingue el servicio dado a Dios al servicio dado a María, el servicio a Dios es al divino, el servicio a María es a una creatura. Se trata de un servicio mariano que es derivado de un servicio de Dios, una derivación del servicio de Cristo que es necesariamente finalizado, pero algunas formas de espiritualidad mariana como en alguna congregación, fue gracias a San Luigi que la consagración a María, o como él decía “a Cristo por las manos de María” que hubiera una gran difusión en Europa y en el mundo, y una original acentuación a la inhabitación trinitaria adquirida por el bautismo. Con su tratado de Verdadera devoción a María, se propaga esta devoción.

Lezione 18/12/2015

Monfort habló positivamente a la consagración de María, como a Cristo, por manos de María. Esta consagración ha tenido una difusión muy amplia por su originalidad, una consagración concentrada por la renovación de las promesas bautismales. La consagración es una realidad muy difusa en el mundo actual, sobre todo en los institutos de inspiración monfortianas, y muchas asociaciones como la legión de María, la milicia de la inmaculada, etc., aunque hay individuos que por una madura decisión se consagran a María brotan dudas e interrogativas. Al hombre de hoy así tan alérgico a las cosas sagradas, especialmente en l mundo juvenil, el hablar de consagración tiene irrelevancia, incomprensible, una cosa antigua. Pero hay algunos que piensan que tal espiritualidad consagradora es como un opio alienante, una pérdida de tiempo, incapaz de transformar el mundo, porque al hombre de hoy le interesa el cómo transformarlo.

A lo que corresponde la consagración mariana, por una parte las apariciones de Fátima parecen que relanzan esta consagración al corazón inmaculado de María que bien pacíficamente aceptado del pueblo cristiano y del magisterio. Por otra parta la consagración es contestada por motivo de la secularización, que en sí es una caducidad de lo sagrado y la consagración, pues quien se consagra se separa del mundo. La consagración fundamental es la del bautismo, y no hay otra, tan así que en la teología todas las demás consagraciones son consideradas superfluas o devocionales. Las consagraciones marianas son criticadas recientemente por teólogos modernos como Schillebexs o Rahner, aunque son favorables a la consagración. Schillebexs reconoce la altísima espiritualidad de monfort, pero niega las expresiones ligadas al siglo XVII, acepta la consagración pero con reservas. Se necesita el coraje para conservar la

3 Reincarnazione dell’anima individuale o rinnovamento morale dell’individuo in seguito all’iniziazione. Nel primo significato, il termine non implica necessariamente una teoria sistematica della reincarnazione: l’idea del ritorno del morto tra i vivi in un nuovo corpo si riscontra infatti anche in religioni primitive. Il significato di rinnovamento morale risale particolarmente all’orfismo e al pitagorismo: nei misteri il novizio subisce un processo di morte e rinascita, anche ritualmente espresso.

esencia. Él continua diciendo su razonamiento que en el pasado, la expresión “esclavo de María” respondía a una profunda religiosidad, ahora no es así, se insiste pues en lenguaje, pues hoy se vería como algo privado de autenticidad.

También Rahner se mueve en esta línea de crítica, y pone en defensa sobre el peligro de la así dicha monomanía, que es la obsesión con una palara, con una idea, un proyecto, es decir, prácticamente repite la teoría de Schillebexs, que todo sea hecho con la perspectiva más moderna posible. Y Attard da objeciones de orden antropológico, haber una consagración no sólo en el mundo laico, que se siente cada vez más dueño de sí y de su historia, y cómo hablar de consagración en un mundo religioso donde se busca de adorar en espíritu y en verdad; si cada acto consciente y libre va orientado hacia Dios, ¿Qué se entiende por acto de consagración que se empeña en un instante toda la vida? ¿Qué valor tiene coinvolgere todo el suceder de eventos que sucede, el mundo la vida es un momento, cómo consagrarme para toda la vida cuando no sé qué sucederá luego?

Los minimalistas tienen enorme dificultad con esta consagración a la Madre, ¿Cómo se puede consagrar a alguien que no es Dios? Pues sólo se consagra teológicamente hablando sólo a Dios, cómo consagrarnos a una creatura? Este tipo de consagraciones no son sacramentos, sino sacramentales, es decir, no tienen valor ex opere operator. Se necesita abrirse a una reflexión más crítica sobre las fórmulas de cómo lo explicamos, y poner su sentido pleno el acto consagratorio.

Afrontando seriamente el problema de la consagración con una mentalidad de revisión, pues se trata de comprender y a profundizar la realidad sin eliminarla, hay teólogos como Joseph de Finance y Juan Alfaro. Definance analiza en el ámbito de lo sacro, y dice que se trata sobre todo de hacer algo o alguien sacro, “¿a quién se puede consagrar? A Dios sólo” la consagración se consagra a María a la luz de su participación misteriosa al plan divino de salvación, en cuanto ella es la Theotocos, pues este título dice que no sólo es la madre biológica, sino la acción que deriva de esta relación. si dependemos de ella, es posible en sentido secundario, en manera analógica, consagrarse a ella. Analógicamente porque es el único modo de aplicar un término a Dios y a una creatura es recurrir a la analogía, es decir, en base de una semejanza en la diferencia.

Entre los intérpretes más agudos de la consagración análoga de María están quienes parten de la consideración de que la consagración fundamental del bautismo, como Bosart, al bautismo debe responder el creyente, y responde con una consagración personal. Consagrados por Dios, debemos consagrarnos a Él. Esta doctrina está fundada sobre Cristo mismo, pues él consagrado por el Padre, se consagra nuevamente a Él. Un doble movimiento descendente y ascendente. Bosart precisa que el problema de la consagración a María está ligado a la latría o adoración, y para resolver este problema reclama tres principios fundamentales:

unidad del plan divino de salvación: por cual cada consagración parte de Dios y termina en él. En este movimiento está implicada la aceptación de las mediaciones a Jesucristo en Cristo, comprendida también la de María, ella interviene como Madre, que interviene con una acción universal y permanente.

Consagrarse a Dios viviendo la exigencia del bautismo: viviendo el bautismo implica el lugar que María tiene, se necesita reconocer su lugar y su acción. Está fundado sobre las mismas palabras de Monfort, consagrarse a Dios por las manos de María, una perfecta renovación del bautismo.

Las dos consagraciones, a Cristo y a María, son un único movimiento, pero permanecen distintas. La primera indica una relación de estricta latría o adoración, que no vale para maría

pues permanece pura creatura, y la de María difiere por naturaleza a la de Cristo, y se puede justificar por la analogía. Stefano di Fires ha agregado en esta corriente diciendo que cada don de sí, debe ser incluso en aquella consagración única a Dios. La consagración a María como participante e incluida en la de Dios, no es una consagración paralela, o que hace competición con la hecha a Dios, sino que es derivada y finalizada en la de Dios. Las dos consagraciones no son idénticas, pues hay que reconocer la naturaleza creatural de María, pero la consagración de María no es de segunda calidad, no se clasifica en manera funcional.

Juan Alfaro concuerda con esta tendencia, y dice que una consagración propiamente dicha no se hace sin una persona divina, pues la consagración es un acto de latría cuyo fin es únicamente Dios. Pero la consecuencia de Alfaro se distingue de sus predecesores, pues según él no se puede aplicar el término consagración a María, pues es un concepto reservado a Dios. La consagración a María es un concepto impropio. Según Alfaro, sólo en sentido grande se puede hablar de consagración a María, cuando sólo se entiende en sentido muy estricto, una donación de sí total a Ella. Dada la función de María en el misterio de la salvación, el cristiano no puede eximirse de una unión permanente con ella.

René Laurantan, él insiste en esta consagración, pero dice que ciertos tipos de consagración son idolátricos, la consagración se debe sólo a Dios, y hay que buscar un nuevo lenguaje. Juan Pablo II ha buscado un nuevo lenguaje al respecto. Él menciona todavía “consagración” pero la define con un nuevo lenguaje, y usa expresiones como fiarse, dedicarse, recomendarse, meterse en las manos, actos de servicio, espiritualidad mariana. Es decir, todas estas realidades dicen lo mismo, una consagración mariana, y opta mayormente por “afidamento” sin dejar de usar “consagración”. Algunos han buscado definir la consagración y el “afidamento” tan así que en el diccionario Maria Nuovissimo Dizionario hay dos artículos, sobre ambos términos, pues no son intercambiables, en cuanto consagración se refiere inmediatamente al movimiento descendiente de Dios al hombre, el hombre viene consagrado por Dios a través de la Iglesia, mientras el “afidamento” pertenece al movimiento ascendente del hombre hacia Dios, aquí el consagrado está bajo la acción de la gracia. Esta es la verdadera definición de consagración a María: quien se consagra se sumerge al afidamento de María a Dios. Nuestra respuesta adquiere algo de la robustez de la respuesta de María, así nosotros tendremos algo de la solidez de la respuesta de María a Dios.

¿Cómo se hace la consagración? De por sí se hace por una fórmula, y esta fórmula da voz a la voluntad del individuo. Quien se consagra por medio de la voluntad, que es el corazón, se ama con la voluntad, ese es el corazón. La fórmula se puede expresar en el texto oficial, en palabras propias, pero lo importante es la voluntad expresada en la fórmula. El afidamento consiste en la serie de decisiones principalmente que buscan colmarse de la vitalidad extraordinaria de María a Dios.

Giovanni Meaolo, que no descarta el término consagración, pero prefiere el término afidamento, pero busca una identidad sustancial, y divide un poco los dos términos diciendo: no es alternativa, o consagración o afidamento, en la pura unión es coligación, la consagración es afidamento. Consagrarse ES afidamento. Una dimensión mística de la consagración, la diferencia entre ambos términos no es por movimiento ascendente y descendente, sino en aspecto de actividad. El acto es una acción por lo que es un don y un empeño, mientras que el afidamento es más receptivo, la sintonía fiducial disponible. Afidamento es un ponerse en la fe de otro, afidamento quiere decir una cualidad de fe en otro. También para la Biblia el afidamento es una cualidad elemental del creyente, pues en los salmos se habla mucho del “Dios mío, confío en ti no ser confundido”, es dedicarse a los otros con total disponibilidad.

5 MARÍA Y EL DIÁLOGO ECUMÉNICOMaría no ha sido nunca una figura de división. El que dice que María ha sido motivo de división, es pura opinión, no una realidad. Ciertamente el tema sobre María hoy crea menos tensiones, y el diálogo inter-confesional sobre María es una feliz realidad. Hoy será la Sagrada Escritura el punto referencial para conocer y comprender mejor a María según el plan divino y la vía ecuménica. Hoy la iglesia católica no quiere más el pueblo cristiano como un pueblo imbécil, que repite errores pasados, como el exceso de afecto. Lo incongruente del fenómeno de la simetría, como si fuese María igual a Dios, si Dios es Rey, ella Reina, él mediador, ella mediadora, etc. En el pasado la mariología estaba muy anclada a la perspectiva del privilegio, que el servicio, pero ahora la iglesia no quiere que se repitan estos errores.

La teología ortodoxa no ha precisado el sentido exacto del culto de la Madre de Dios porque en la espiritualidad oriental no hay una teología mariana. Los ortodoxos tiene la fe en ciertas verdades fundamentales acerca a María, la Madre de Dios, creen en la Theotokos según Éfeso; también María siempre Virgen, como Constantinopla; la intermediaria del género humano, pues así se define en el IV Concilio Ecuménico. Pero la cualidad que más ha fascinado a los orientales es la Theotokos, pues está ligada al misterio de la encarnación. San Gregorio Nacianceno: “si alguno no recibe a María como Theotokos se separa de la divinidad”. Hay mucha insistencia en esta verdad concentrada sobre la deificación de la humanidad. El culto mariano ortodoxo implica una relación entre la mariología y la capacidad de transformación del mundo y a los hermanos que están junto a nosotros.

Lezione 08/01/2016

Ellos la celebran en el culto, pero por desgracia, la teología ortodoxa y espirituaidad oriental no ha precisado el sentido exacto del culto de la Madre de Dios, ni ha definido el lugar que la mariología tiene en el todo de las verdades dogmáticas en la iglesia, de por sí tiene ciertas verdades fundamentales marianas, como la Madre de Dios, y la Siempre Virgen, pues ellos siempre siguen los varios consilios ecumnénicos, o el símbolo niceno-constantinopolitano. La iglesia se ve también como intermediaria del génrero huamno, el IV concilio ecuménico la había definido como tal. Y como lo demusestran los icónos, es la Theotokos la verdad que más ha afasinado a los orientales, más que una ismple imagen de laTheotokos, es que la Marde de Dios es causa de la deificación de la humanidad, una espiritualidad concentrada sobre la propia transformación, es decir, la imagen mariana sirve para que el cristiano sepa transfigurarse, no se transifguran las personas, sino también las cosas, pues con el hijo de Dios tenemos n nuevo orden de cosas, como dice el AP, yo hago todas las cosas nuevas.

Muy presente en la fe de los orientales, es la respuesta positiva de María a Dios, aquello que decimos como el “si mariano”, considerando la grandeza d ela obra divina efectuada en María, la espiritualidad orietnal nunca a faltado de subrayar la parte activa de María, nosotros cuanod sentimso esta palabra acción, dest´ra sd eesta teología hay una profundidad de pensamiento y de vida, y falta en la comunidad de los reformados y en los protestantes.

Su participación al misterio de Cristo se siente en el oriente, participación que la ve colaboradora, coperadora, a éste título que María participa tmaibóen al sufrimiento del Hijo, porque María realmente sufre por participar realmente a la gloria del Hijo. Verdaderamente sufrió, verdaderamente murió, y verdaderamente resucitó, es asutna verdaderamente, como el hijo. Pero hubo una taloposiicón, hubo teólogos como Spassky, que niega del todo la verdad de la inmaculada, porque la retiene en

contradicción con el dogma de Calcedonia, otros teoólogoc retiene la verdad del sentido de pecado en María, de hecho el el pensamiento y la fe de los grandes docotores bizantinos, que han afirmado la santidad inmaculada, como nosotros los católicos, hasta el instante de su concepión. Pero su pasado doctrinal es contrario, no se trata de negar la santidad de María, ni negar la ausencia de pecado en ella, pero hay motivos protestantes, porque hay todavía una reacción de oposición al poder del Papa, una reacción hostil contínua al pimado de Pedro y a toda definición pontificia. Así vemos más motivos de esta reacción hostil a la inmaculada, pero hay un punto, nosotros los católicos afirmarmos un dogma basados en un punto negativo: la preservación de la mancha del pecado original; en sentido netativo según ellos, pues la teologái católica por sí misma no ha insisito en el aspecto negativo en sí, pero el ser llena de gracia, el sentido positivo. La historia del catolicismo han siempre creído que María es la TODA SANTA, es decir, el aspecto positivo, que como consecuencia implica el sentido negativo, la preservación del pecado original. Así sucedió el dogma de la asunción. Pues viene de Roma sucita en los orientales una oposición. Así la oposición no es contra la verdad y doctrina en sí, sino contra la utoridad que define el dogma.

En la comunidad de protestantos y reformados, se sabe que hay un elemento muy crítico contra el culto mariano, la espeirtualidad mariana, o cualquier doctirna mariana, principialmente la hostilidad a todo aquello que en la obra de la salvación comporta una verdadera colaboración al plano salvífico, del hombre con Dios; esto es negado hasta ahora por los protestantes. Al contrario de la iglesia oriental, que acepta la participación de una mujer y de los hombres para la salvación. Constatando un particular negativo hoy contra la figura Mariana en el protestantismo, no fue así en la historia de los reformadores, pues Lutero amaba tanto a la Virgen María y la veneraba, y buscaba imitar las virtudes evangélicas que relataban en su vida. Es decir, en él había una espiritualidad Mariana, asumir a Maria como un apersona viva. Extraño que haya protestantes con ataques doctrinales contra su virginidad perpetua, cuando en la historia se sabe que los reformadores han afirmado la virginidad perpetua unánimemente, ya Lutero o Zuinglio afirman la pureza de ella.

No es sin una cierta sorpresa que ses constata en Lutero, Zwinglio las palabras favorables a la inmaculada Concepción y a la asunción. Especialmente en una época donde la inmaculada no era dogma, y cuando el dogma de la inmaculada encontraba una oposición en ciertos teólogos católicos como santo Tomás de Aquino, Lutero admitía en su vida este excepcional privilegio de ella, justificándolo con el principio de la virginidad de María, pues él ya veía la virginidad como un aspecto que pone a María entre Cristo y los hombres, no hablaba como mediatriz, pero si la unicidad de mediación con Cristo.

Al fin, no es ausente ni un signo material de culto, pues nosotros decimos que las iglesias protestantes no tienen imágenes, no era así en la vida de Lutero, que tenía en su cuarto una imagen de María y el niño Jesús. Algunos protestantes como Barth no son teólogos marianos, pues él acepta que María es Madre de Dios, pero rechaza el dogma, pues implica a la luz de la mariología católica romana un reconocimiento de la cooperación. Un reconocimiento a la acción de María en el plano de salvación, y Barth rechaza tal principio fundamental de la dogmática católica, y así descartar la idea según la cual la creatura humana pueda colaborar en su vida con la gracia. “Ministerio” no existe en el protestantismo.

Se sabe que ya el mismo Barth está al tanto de una deficiencia de su doctrina, pues él ha buscado modificar. El principio de la verdadera colaboración humana inclusa en la encarnación como aplicada a María como perfecta creatura como nosotros, no se ve en Barth, pero en otro teólogo reformado,

Hasmusen, que habla de la sola gracia obra en los hombres que cooperan. Y María es el signo erigido en la historia de la humanidad que sólo la gracia obra, pero en los hombres que cooperan como ella. La decisión tomada de la Virgen a nombre de la humanidad manifiesta el rol positivo principal en el desarrollo de la encarnación.

Max Turian se aleja de Barth diciendo que María, en su maternidad, comporta una verdadera y propia relación Madre-Hijo, y no da por descontado, pues Tomás de Aquino dice que no existe una relación real entre María y Jesús, pues según él había sólo una relación de razón, pero no real. Una relación entre una creatura y un Dios, según Tomás no puede tener una relación de dependencia de una creatura, pues Dios no depende de su creación, en viceversa, nosotros siempre dependemos de Dios, así hay una relación real en relación e María con su hijo, pero no de su Hijo para con María. Este punto lo negará Duns Scoto y todos los católicos siguientes, como san buenaventura. Jesús ha aceptado el abajamiento, acepta la encarnación y acepta todo el resto, “estaba sometido a sus padres terrenos que no lo comprendían” Lc 2. Aquí vemos un punto muy innovador en Max Turien que dice que María fue verdadera educadora de Jesús, pero esto es un punto importante y revolucionario, Jesús recibe sabiduría de una creatura, de su propia Madre.

Juan Pablo II en la encíclica Ut unum sint, de 1995, n. 79 habla de 5 difíciles temáticas exigentes y necesarias para pre-disponer una agenda ecuménica, y conseguir un consenso de fe: y elenca a María en cuanto Madre de Dios, icona de la Iglesia, y en cuanto Madre espiritual que intercede por los discípulos de Jesucristo. Importantes exegetas y teólogos ven a María como compendio, como síntesis viva y personal de todo el misterio cristiano, por eso la virgen María es un tema actual, otro de ser bíblicamente cómodo, un fragmento humilde en que se puede reflejar el todo de la fe. el descubrimiento de la maría bíblica, es el descubrimiento de una maría más completa, más necesitada de misericordia, que ha recibido un don, una vocación, que ha conocido las dificultades y la belleza de la fe y maternidad.

Una maría así propuesta no ofusca el primado axiológico de Cristo, pues al decir que María es síntesis de la fe no oscurece a su Hijo. Ahora en nuestro tiempo es testimonio en nuestra iglesia del pasar del ocultamiento a la acogida como ejemplaridad, Archetipo.

Antes de cerrar este punto, hay que hacer presente el primer tentativo orgánico de una mariología ecuménico se concreta en el 1996-1998 en el grupo Scrito Dombes (), con el volumen MARÍA EN EL DISEÑO DE Dios EN LA COMUNIÓN DE SANTOS, este grupo busca estudiar, rezar juntos, y publicar en vista de la comunión plena entre cristianos. A la luz de la biblia y del credo han estudiado a María, y considerando la importancia de la jerarquía de verdades, ye l principio de la justificación del pecador por medio de la fe, han pasado en reseña los puntos de convergencia entre católicos y protestantes, y los puntos de desacuerdo de María entre nosotros y protestantes: como el punto de la virginidad perpetua de María. No se encuentran más incompatibilidades irreductibles. No hay espacio para hablar de María como un elemento divisivo. Debemos recordar a un documento publicado por la comisión internacional anglicana y católica, María, gracia y esperanza en Cristo. La clave interpretativa de este documento como la declaración de Seattle, es la Escritura, y busca reflexionar, y declara que los puntos que son de la doctrina y devoción a María, no deben ser vistos como divisibles de la comunión. Pues MARIA NO PUEDE SER VISTA, NI A NIVEL ECUMÉNICO COMO SI FUERA UNA MATER DIVISIONIS, PERO COMO UNA MATER UNITATIS, como lo era y es tutora. Se toma conciencia que María es un patrimonio común. Uno

de los valores más importantes de la fe cristiana. Si falta ella, falta algo de indispensable para una vida auténticamente cristiana.

6 LAS APARICIONES MARIANASResulta muy arduo y coragioso afrontar el tema o interpretar el fenómeno de las mariofanías. No sólo por las problemáticas inherentes a las manifestaciones sensibles, el fenómeno en sí, de punto de vista antropológico, teológico y pastoral, pero también por las problemáticas inherentes a los sujetos que reciben estas visiones y apariciones. La problemática de la experiencia. Envuelve otras problemáticas de orden objetivo, pues cuando empiezan las mariofanías, hay expresiones devocionales, y hay algo de corrupción, aspectos económicos, intereses personales. Problemáticas de orden subjetivo, como el imaginario colectivo, emocionales, símbolos, grupos, locuras, etc. La cuestión es ¿cómo interpretar el evento? Toca a nosotros problematizar las cosas, no hay que ser personas problemáticas, pero si hay que problemizar la situación, es un deber para el cristiano y para el teólogo, pues la crítica es necesaria.

La literatura busca interpretar, que normalmente o niega todo en modo irracional, o en el otro extremo da todo por contado. Falta la crítica, no banalizar el evento, pues si se cree todo a priori se banaliza, pues hasta el evangelio debe ser criticado, ¿cómo hacer una meditación sin aplicarlo a mi historia? Así se problematiza el evangelio, para hacerlo más actual, asimilarlo más, así sucede con las mariofanías.

Muchos han buscado explicar seriamente las mariofanías usando la Sagrada Escritura y la Tradición. Es muy útil saber de qué se trata la “aparición”, visión, advenimiento prodigioso, etc. La interpretación casi nunca es unívoca sobre lo que es una mariofanía o aparición. Pues la respuesta de un psicólogo es diversa a la del teólogo. El psicólogo que carece de la fe religiosa lo reduce a un mecanismo alucinatorio, una percepción sin objeto, y serán los visionarios turbados psicológicamente, un producto del subconsciente. El teólogo parte de la posibilidad de fe, y de la posibilidad de Dios de auto comunicarse, manifestarse y revelarse a la humanidad, en una historia comunitaria, mediante una red de signos ordinarios y extraordinarios, un sentimiento de la presencia divina; también aquí hay la importancia de la experiencia, pues es el encuentro de un existente que se comunica.

Visión y aparición: La visión se entiende la percepción sobrenatural de un objeto que es naturalmente invisible al hombre. La aparición es manifestación sensible de una persona y de un ser, cuya presencia no puede ser explicada según el curso ordinario de la naturaleza.

La visión no implica necesariamente la experiencia real, actual del objeto; pero la aparición la supone, así por ejemplo los místicos como Margarita Alacoqu, Bernadette Soubirous, que proponen un conocimiento del dato revelado, pero seguido de un encontró personal, sentido, porque el sujeto lo acoge en su vida. “sé a quién he creído” dice san Pablo, es decir, la percepción es verdadera, el conocimiento del dato revelado está hecha en base al encuentro personal. Ambas, la visión y aparición, forman parte de la así dicha revelación privada, que no pertenecen al depósito de fe (que es la revelación publica cerrada con la muerte del último Apóstol, a la que no se le puede agregar nada). Karl Rahner dice al respecto que la revelación privada o particular no puede ser puesta en el mismo plano de la revelación fundadora divina, dada de Cristo, reportada en la Escritura y trasmitida en la tradición de la Iglesia. Las revelaciones privadas son en su naturaleza un imperativo de conducta, un mandato de cómo debe vivir la cristiandad ante una determinada situación. Son un verdadero y propio carisma de profecía,

un ayudo sobrenatural a un singular o aun pueblo creyente, que responden a la pregunta del ¿Cómo vivir la alianza y fe en Jesús?

Es necesario observar algunos criterios elementales de valor, según la Congregación para la Doctrina de la Fe, se asume en dos criterios fundamentales:

1. El juicio histórico: verificar la historicidad del fenómeno, la realdad de los fenómenos que hacen decisión sobre la autenticidad o in-autenticidad de una revelación privada

2. El juicio ontológico-teológico: el buscar comprender si el fenómeno bajo observación sea efectivamente de origen natural, diabólico, divino o sobrenatural.

Es una gracia gratis dada para la utilidad de la iglesia, no en función de la persona. Obviamente hay signos y milagros a manifestar la verdad de la sobrenaturalidad del hecho. Verificada la verdad de estas mariofanías, estas manifestaciones extraordinarias consienten libertad de adhesión por la cual el creyente que no cree, no debe ser condenado.

La credulidad irracional y la incredulidad escéptica. las mariofanías especialmente las de Fátima, confirman un cuidado materno, pues en Fátima se ve como una verdadera luchadora, porque está junto a mí, enemiga del maligno, y se alcanza a ser luchador no como los gladiadores ni legionarios, pero con la humildad, con una receptividad crística, dejarse conformar de Jesucristo, la fortaleza teologal, la obediencia, la santidad, etc. Así, María en estas apariciones aparece su mensaje que invita a la adoración de Dios, a la conversión del corazón, la oración verdadera por la paz, por el enemigo, el pecador, invita a ser nosotros eucaristía para el mundo, vivir testimoniando la fe.

La profecía no es el proveer tragedias, sino el consolar, eres profeta cuando consuelas, encorajas, eres un elemento de fortaleza y fortificación.

María enseña, en-seña a Cristo, lo indica, conduce a él, pues como madre, creyente y sierva de Dios tiene acceso a su corazón. Sus apariciones permanecen para refleixonar como iglesia, en un mundo pos-moderna y pos-secular, siempre más sínica, nihilista, indiferente, relativistas, la Iglesia debe saber responder, con la testimonianza, que es más convincente que lo demás.

7 CONCLUSIÓNA todo discurso sobre María, que no se convierta una realidad a considerar un pedazo de museo, o un celebre juego académico, sino afirmar una nueva era para la espiritualidad mariana, una era renovada mariológica. Rahner dice que la Mariología no está finalizada, pues tiene un ahistoria orientada al futuro por descubrir, la iglesia busca la esencia de la mujer y de María y de sí misma. En conexón con esta motivación de eclesiológico y antropológico, Hans Küng dice no dejar en nuestro tiempo fuera de una lode a María, que debe tener ciertos imperativos de renovación que de ecumenismo.

Hemos tratado la historia de la espiritualidad mariana con sus corrientes, en el pasado ha habido modalidades de vivir y relacionar con María que ya están superadas, como la esclavitud, pero no debemos dejarla aparte a María. Hay una confirmación de la posibilidad de una espiritualidad mariana renovada. En la teología no se gana nada si continúa con su silencio sobre ella, o su ser tímidos en el hablar de María, o en el pensamiento negativo sobre ella, perdería el elemento indispensable e importante para su salvación. María es desde el inicio de la tradición cristiana como verificable, garantía,

testimonianza de la cristología. La cristilogía que tenemos hoy es patrimonio nuestro gracias a la mariología y a la espiritualidad mariana, no viceversa. La mariología continua con su noesis, intuición, la sana mariología revela una sana cristología. La realidad de María es siempre un apoyo sobre Cristo. Estamos en un tiempo en que el legamen de humanidad y divinidad de Cristo está algo oscuro, en el pensamiento de no sólo los que opinan, pero también en los cristianos.

Jeann Calout, ya observaba dos peligros graves para el cristiano: el docetismo, es decir, parece ser que nos acercamoa a Cristo como si fuera una simple idea, bella fabula querida sólo para los niños; el otro de negar la divinidad de Jesucristo en el tentativo de afirmar sólo una especie de presencia de Dios en el hombre-Jesús, que peramenece seimrpe como una creatura como nosotros, adoptado por Dios. La Theotocos se presenta por 2000 años de vida cristiana como un antídoto de esta enfermedad mortal del cristianismo. La eclesiología recibe luces de la figura de María, como la intuición que han tenido los padres de la Iglesia, especialmente Justino e Ireneo con el binomio María-Iglesia que es un binomio indispensable para la vida cristiana, porque María revela el misterio de la iglesia en su forma genuina, María es forma de la iglesia sierva, pobre, que no fue inventada por el Papa Francesco, fue siempre así en María, que es siempre el modelo de la Iglesia sierva y pobre. Madre de los fieles, esposa, acompañante de quienes reciben la palabra, iglesia que espera. Será una iglesia espiritualmente mariana la que reflexione la gloria de Jesús sin desviarse del poder, dinero, corrupción, es posible porque María es el modelo por elección del Señor, artífice de la vida terrena y temporal, y la celeste y eterna.

Fue el magisterio de JPII quien confirma esta verdad, que el aspecto femenino de la Iglesia y en la Iglesia es el aspecto … no poner aparte la función masculina-petrina de la iglesia, ni se busca reivindicar el feminismo inútil, pero se busca releer las varias formas de participación a la vida eclesial según la modalidad femenil de vivir el cristianismo, que no está ligada a las solas mujeres, el genio femenil pertenece a las mujeres, pero la modalidad femenina del cristianismo no está legado a las solas mujeres, porque se hablaba exclusivamente de “roles”, pues antes ser un masculino que repetía o asumía un rol femenino era algo desordenado o gay, no es así para la Iglesia, pues la modalidad femenil de vivir el cristianismo es, por ejemplo, la totalidad, a la que todos estamos invitados, la gratuidad, el sacrificio, el don de sí, la paciencia, el acogimiento, la concretización, la ternura: son elementos femeninos, pero no exclusivos de la mujer, pues están integradas perfectamente en Dios, son características del Espíritu Santo y pueden ser características nuestras. La humanidad unida, holística, plenamente masculina y femenina. JPII dice que los hombres guían la iglesia, pero las mujeres la conducen (acompañar, mano a mano).

Lezione 15/01/16

No hay que entender un cierto abajamiento a la función sacerdotal apostólica a una serie de reflexiones de indicación femenil, sino entender releer la vida de la iglesia, la participación según la modalidad femenil de ser en el mundo y de vivir el propio cristianismo. La presencia de la figura de María en esta renovada visión, ayuda a superar una impostación muy ligada al sistema masculino.

Mientras la iglesia es guiada por los hombres, las mujeres la conducen. Un aspecto exquisitamente eclesiológico, nada que ver con los sexos. La iglesia es jerárquica, está naturalmente constituida así, “tu eres pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia”, hay la estructura jerárquica masculina, que por siglos ha insistido en el hacer, pone el acento en la organización de la estructura, que cierto son necesarias, pero este aspecto que subraya lo visible, y por eso insiste en el poder, lo transitorio. Pero lo esencial del sistema carismático mariano, el acento está en el ser, no en el hacer, el ser virgen, ser en

estrecha unión con Cristo, el ser esposa, acogiendo la Palabra de Dios, formando nuevos hijos para Dios. En este sentido que el pontífice precisa que las mujeres, o mejor dicho, el aspecto femenino, conducen a la Iglesia en la misión de ser, virgen, esposa y madre.

En la iglesia, sobretodo en el magisterio pontificio, la realidad de que María es modelo de la Iglesia no se comprende porque sea de la mujer, y viceversa, mientras más se comprende la dignidad de la mujer, mientras más se tiene una visión holística, más se comprende el misterio mismo de la iglesia. Tan claro el misterio eclesial, más el creyente apreciará la figura holística. Parece inconcebible en la eclesiología hablar de la Iglesia sin conocer el carácter propio de la feminidad. La relevancia antropológica de la figura de la Virgen está en el hecho de que en su autonomía, no en el ser unida a, ella propone al hombre el cumplimiento profético de su advenimiento, el sentido definitivo de la existencia humana. Llamar a Maria modelo da sentido a la totalidad de la existencia. La espiritualidad mariana ES espiritualidad cristiana. Porque ella ha vivido el proyecto soteriológico. En María se ofrece continuamente y habitualmente una visión serena de la vida, una palabra asegurante, ella representa la victoria de la esperanza sobre la angustia.

La salvación de Cristo está siempre en circulación vital con el optimismo división, la cual hoy es una profecía urgente. Pues más allá del pesimismo, en una lectura superficial de la historia, sólo ver con los ojos pesimistas… no obstante con la presencia de sacerdotes con visión trágica, la iglesia se empeña a elaborar a través de una fatigosa cultural, un optimismo costoso, costoso en sentido de Bon Hoeffer, la gracia costosa, pero precioso. El optimismo trágico de Mounier, que hace partícipe de las tragedias del mundo, es el reflejo de la resurrección, que es vida, optimismo, el único a ser capaz de reproducir el misterio pascual al completo, pues une cruz y gloria. Esta es la vida, unir la cruz y vida, unión que no permite a la iglesia convertirse una especie de sacramento de pesimismo, como decía Bernard Hering.

El momento de abandonar una racionalidad muy estática para meterse en la lógica superior de Dios, no significa que los mariólogos son atacados o amenazados con la desocupación. Sino que se reconoce este nuevo florecer de la mariología que ha trabajado para renovarse. Hoy podemos notar que hay una verdadera renovación de la mariología, que afecta varios sectores, especialmente en lo bíblico, teológico y espiritual. Entre los nuevos trabajos de la mariología están como aquellos de profundizar los datos y argumentos sobre la naturaleza de la presencia de María en la vida de la Iglesia.

También hay condiciones para una futura mariología, sobretodo reconocer el primado axiológico de la Palabra de Dios. La figura bíblica de María debe acompañar todo el hacer de Dios para la salvación del hombre, es decir hacer referencia a la biblia no es repetir lo que ya se dijo, no es acumular lo importante, sino el sentido profundo de estos estudios evangelios a la luz de otros temas bíblicos del Antiguo Testamento y del misterio pascual. El estudio bíblico de María tendrá esta cualidad de unidad.

Otra condición para una mariología auténtica hay que saber leer los signos de los tiempos. No hay que dejarnos encapsular por las modas culturales. Los discursos de María deben saber valorizar la cultura, sus corrientes, y buscar purificar, madurar la misma cultura. Saber adoptar diversos modelos de pensamiento, como el histórico-crítico, el hermenéutico. Debemos ser seres interpretadores. Uno de los signos de los tiempos es la mujer, por muchos motivos, sobretodos porque son muchas publicaciones que critican la iglesia por la falta de atención a este punto, la crítica de la teología feminista, que tiene dos obstáculos principales, que la mariología, según esta teología, a la emancipación de la mujer: especialmente las imágenes tradicionales de María, una imagen súper elevada, y presentada como exclusivamente esposa, madre dulce pasiva; la otra es la mitificación, es decir aquellos textos,

documentos y modos de ser que idealizan el retrato de la Virgen, quitando la fuerza revolucionaria de la propia concretización. El esfuerzo actual es el de individuar el espacio donde se puede individuar esta carga revolucionaria de la Virgen.

Otro elemento es recuperar la estética de la fe. la tradición mariana conoce una forma singular de pensamiento en que la verdad no puede ser analizada racionalmente, especulativa, una racionalidad discursiva, sino que el discurso de la verdad va ilustrada del interno en fuerza de sus nexos profundos y vitales. La verdad siempre se ilustra sola. la verdad no tiene necesidad de ningún apoyo por la fuerza espiritual que posee en sí misma. En vez de ser fría racionalidad, cuando está cargada de poesía, cuando está cargada de una fuerza educativa. La capacidad de manifestar la gloria del Señor. Esta tradición mariana como estética de la fe, se une con la vía pulchritudinis, de la que hablaba ampliamente Pablo VI, en el VII congreso mariano mariológico de 1985, 6 mayo. La belleza de la verdad la deja fructificar en pensamientos simbólicos de ricas imágenes. Nace con Pablo VI la explicación de lo que Balthasar llamaba la estética teológica, en su teodramática. El dato fundamental de la belleza analizada es seguramente la profundidad del ver. En el Film Jesús de Nazareth le dice “abre no la mente, sino tus ojos y tu corazón”. Abrir el corazón para ver en la profundidad.

Son comprensivas las citaciones de algunos teólogos contra esta propuesta de recorrer la vía de la belleza, que usa el lenguaje simbólico, y asume como material la intuición poética, artística. Pero se observa que no obstante las críticas, el lenguaje simbólico es muy importante. La simbología es como una cifra del misterio, un reclamo al trascendente. La vía de la belleza debe ser considerado el valor de la iconografía mariana, que no vienen estudiadas del punto de vista artístico, sino siendo un elemento importante de la liturgia y una expresión de vida, de piedad, así la belleza de la virgen no puede ser considerada como un dato meramente objetivo, ni basta una contemplación veritativa. La vía veritatis sola es inútil, sólo es completa si se une a la vía pulchritudinis. Tiene necesidad de la vibración del sentimiento, un modo de intuir los valroes que se traducen emocionalmente en imágenes y eventualmente en expresiones artísticas.

María bajo el cuadro socio-político

El dato no es del todo desconocido, pues en la Escritura ya hay una relación entre María y el dato sociológico y político. En el magnifican María es leída en el cuadro de atención por los pobres y últimos, y la esperanza de su liberación. El autor más importante es Leonardo Boff, con el rostro materno de Dios, que responde a la situación de opresión en América Latina insiste en la carga liberadora y revolucionaria del magníficat. Leonardo dice que María como profeta, mujer corajosa, fue envuelta en la liberación mesiánica en la historia de los pobres. Juan Pablo II en Zapopan, hace una testimonianza de la verdad de María en un contexto político y social, él sabe que un mensaje de Jesús auténtico, no se aleja de la vida social y la fe de la iglesia. El intimismo o el espiritualismo comporta un riesgo, el de condenar la evangelización al fracaso. En esta homilía hay una correlación entre las relaciones horizontales y verticales de María: “Dios ensalza a los humildes, y en el caso derriba del trono a los poderosos”. Clodovest Boff ve en este intervención una domesticación del magnífico. María es vista como la contemplativa, y si ella es la contemplativa, está vuelta hacia el Otro, es decir, no está cerrada en sí misma, introvertida, sino que el ser contemplativa de Dios, esta fuerza la pone en éxodo, pues en quien contempla a Dios vive siempre un “otro” el próximo. No se puede contemplar a Dios olvidando al otro. La misión quiere decir ser continuamente pleno de gracia, lleno de este contacto con Cristo. Juan Pablo II presenta a María como la libre y liberadora, la empeñada por el otro.

Al final se necesita saber traducir la mariología en espiritualidad mariana. En el futuro no serán las academias las que hablarán de ella, sino el testimonio.

8 GUÍA DEL EXAMEN:1. En qué sentido María es pobre de espíritu2. Analizar la tesis de la recirculazio, san Ireneo, que tiene dos efectos, el renovador y el

perfeccionante.3. Por qué en la época medieval se habla del principio mariano de la omni-contenenza4. En la historia de la espiritual moderna el itinerario de la vida María-forme “vivir una vida en

María, y una vida para María”

Vida en-María: es la propuesta de un carmelitano, miguel de san Agustín, que fue robada de Luigi Monfort, y propuesta al mundo como propia, pero se es autónomo, libre y plenamente activo, aunque cuando se conduce una vida en dependencia de María, en su materno cuidado.

El modelo de inmola, una cosa muy estática, un ya dado que no es pastoralmente muy motiva, pero el attegiamento mariano es más personal, más en consonancia con la filosofía personalítica, respetuosa de la persona, buscar asimilarse a María.

Vida mariana Para-María: se trata de dirigirse a ella, dirigir los afectos, pensamientos, deseos a su mayor glorificación, buscar trabajar para hacerla conocida más. Una vida íntima, pero para hacerla conocida y venerada por los demás, una respiración mariana, ininterrumpida y sincronizaca en una amorosa atención a ella.

5. A la acción de Dios trinidad, ella responde con attegiamenti espirituales que consittuyen su … ¿Cuáles características maría revela de Dios Padre? La ternura y la filialidad. Dios Padre de Jesús, ella crece junto con Jesús en la experiencia filial, en María opera una fides theologali, pues está inmersa en la fe de Jesús. Un proceso que durará durante toda su vida.

6. Hay varias interpretaciones teológicas que se pueden conducir a la presencia intelectivo-efectiva operativa y real, ¿qué se entiende por presencia operativa?

7. Por qué motivo teológico se puede hablar de una presencia de María en la celebración del misterio del culto cristiano análogamente aquella del hijo Jesús? Las obras de cristo permanentes que pueden ser re- presentadas en el culto. Jesús asume el misterio y los misterios de María EN ÉL. (Triacca).

8. Qué significa llamar a María icona viviente del evangelio del sufrimiento? Documento salvifici doloris, el amor sufrido por el amor de Dios se convertirá en amor salvífico. El sufrimiento no es principalmente efecto del pecado, el sufrimiento es una via de redención. María es icona del evangelio del sufrimiento, quiere decir que ella, en su concretización visible, contiene y revela los valores espirituales que son el valor salvífico y la gloria definitiva

9. A la luz del discurso en el binomio María y Mujer. ¿Cuáles son las tareas más importantes en orden de una Mariologia liberada y liberadora? Restituir a Ma´ria a la humanidad, y no verla como si fuera una diosa, la figura evangélica que libera esta tentación de convertirla en la cuarta persona de la trinidad, en lugar de eso la María histórica, concreta. Otra tarea más urgente, Jesús mismo ha mostrado que privilegia el ser discípula, resalta la fe en la palabra de Dios más que el ser biológicamente Madre de él. Otro es ver la persona autónoma, cargada de esa fuerza revolucionaria de ser una persona que responde verdaderamente a Dios, el símbolo de la nueva humanidad. Evitar términos como nueva eva, esposa como si fuera ella un ser exclusivamente

relacional (sí es en relación a Dios, pero evitamos que sea un ser exclusivamente relacional en detrimento de la propia persona, usando la relacionalidad para perpetuar la subordinación y la masculinización, en fin abrir el discurso a los ministerios, y para algunos incluso el sacerdocio ministerial para las mujeres, tienen motivos serios no-banales…).

10. Sobre la consagración mariana.