flores

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Buenos Aires en la placita de Flórez. Un campo es el corazón, un campo que tiene flores, que se engalana con ellas porque son sus ilusiones, con cuyo perfume alienta, cuyo perfume es su goce, cuyo perfume embalsama del corazón las regiones. Juan Valera Cinco y media de la mañana día fresco y despejado para la placita de Flórez de Medellín, lugar antiguo donde se guardan memorias de tan alegre y tan hostil pasado, tan concurrido, tan hablado y sin pensármelo me encuentro acá sentado. Mirando desde afuera su fachada notamos que no es una gran obra arquitectónica, comparándola con el moderno colegio que queda a su lado, nos damos cuenta del tiempo pasado, pues 120 años de historia no pueden compararse con la joven institución, ubicada entre la calle 50 Colombia (sur), carrera 40 (Occidente), calle 50ª (norte) y carrera 39 Giraldo (oriente), ocupa toda una manzana y tiene fácil acceso, muchas rutas de buses cruzan aquellas vías. Cada mañana, gran cantidad de campesinos madrugan a la ciudad, a llevar la cosecha para devolverse con pan, con grandes esfuerzos nuestros amigos de ruana y sombrero llegan con la papa, el maíz, la verbena y como no podían faltar con el símbolo de nuestra tierra, llegan las gran homenajeadas en nuestra feria, las bellas flores, de tantos colores, con tantos olores, representando la pureza y hermosura de nuestro campo.

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Page 1: Flores

Buenos Aires en la placita de Flórez.

Un campo es el corazón, un campo que tiene flores, que se engalana con ellas porque son sus ilusiones, con cuyo perfume alienta, cuyo perfume es su goce, cuyo perfume embalsama del corazón las regiones. Juan Valera

Cinco y media de la mañana día fresco y despejado para la placita de Flórez

de Medellín, lugar antiguo donde se guardan memorias de tan alegre y tan

hostil pasado, tan concurrido, tan hablado y sin pensármelo me encuentro acá

sentado.

Mirando desde afuera su fachada notamos que no es una gran obra

arquitectónica, comparándola con el moderno colegio que queda a su lado, nos

damos cuenta del tiempo pasado, pues 120 años de historia no pueden

compararse con la joven institución, ubicada entre la calle 50 Colombia (sur),

carrera 40 (Occidente), calle 50ª (norte) y carrera 39 Giraldo (oriente), ocupa

toda una manzana y tiene fácil acceso, muchas rutas de buses cruzan aquellas

vías.

Cada mañana, gran cantidad de campesinos madrugan a la ciudad, a llevar la

cosecha para devolverse con pan, con grandes esfuerzos nuestros amigos de

ruana y sombrero llegan con la papa, el maíz, la verbena y como no podían

faltar con el símbolo de nuestra tierra, llegan las gran homenajeadas en nuestra

feria, las bellas flores, de tantos colores, con tantos olores, representando la

pureza y hermosura de nuestro campo.

Un poco más tarde y un tanto más moderno comienza a llegar el resto de

artículos que rondan por la placita, ya no es en un carrito acabado o en camión

contratado, ahora es un turbo recién comprado. Con llantas nuevas y sin placa

llega un carro naranja a la plaza, de él se baja un señor flaco y alargado con un

gran peinado, saluda muy cordial y llama a sus empleados, luego de un saludo

generoso comienzan a descargar el carro hermoso, salsa, mantequilla, azúcar

y sal algunos productos que pude notar. Dando vueltas al mercado me

encuentro del otro lado, donde con un charco de sangre me sorprende un

animal gigante, veo un toro en el lomo de un señor que con gran esfuerzo va

cumpliendo su labor, doy permiso al viejo que pasa trotando y al animal me

Page 2: Flores

quedo mirando, un rastro de sangre el suelo es lo primero que veo, y como un

niño tras su papá yo sigo la huella del gran animal, una carnicería era de

esperarse, que gran mercado el que veo a mi lado.

Sigo caminando hasta una esquina donde me encuentro un señor y una cocina,

el festival de la grasa había llegado, morcilla, empanadas y chorizo todos los

fritos para comer estaban listos, después de pensarlo un rato cojo un chorizo,

pido un chocolate y como todos los presentes me pongo a desayunar . Ya con

un poco más de gente en la plaza va cambiando el ambiente, los vendedores

comienzan a ofrecer sus productos y los compradores a indagar por precios,

contrario a lo que pensaba el negocio que más se mueve es el de los

alimentos, pues tiene lógica más que flores se necesitan es frijoles.

El segundo nivel se encuentra algo más raro, oficinas, centros de salud,

peluquería, zapatería y esotéricos algo muy distinto a las flores, pero quizá no

a la plaza de Flórez pues esta recibe su nombre por quien dono el terreno

Rafael Flórez y no por la actividad comercial de las flores, cosa de la que me

entero en la oficina de la administración del recinto. Sus colores amarillo y

verde dan la impresión de un espacio agradable y pacifico, pero el mal estado

de sus paredes demuestra la edad del edificio, la visión desde arriba no es muy

buena pues solo se ven locales comerciales y uno que otro callejón por donde

pasa un transeúnte.

Tímidamente nos acercamos a un negocio, una señora con una voz muy paisa

nos atiende, entablamos una conversación donde pudimos extraer bastante

información, ella es la propietaria del negocio “y casi todos son de gente

humilde como yo” afirmo, nos cuenta que las flores las traen de Santa Elena y

que sus principales clientes son floristerías y funerarias situadas a lo largo de la

ciudad “como uno no tiene modo si no para estar aquí le toca venderles bien

barato, para que ellos las vendan bien caras en otros lados”; adentrándonos en

otros temas la cuestionamos sobre algunos significado de las flores, donde ella

respondió que no sabía específicamente que significaba cada una pero que

más o menos sabia en que ocasión usarlas, rosas rojas para matrimonios y

declaraciones, rosas rosadas para reconciliación, blancas para funerales entre

otros ejemplos, al finalizar el diálogo se nota gustosa por este y se despidió

Page 3: Flores

muy gentil, nos retiramos pero luego de hacerle una compra, pues después ir a

la plaza de Flórez lo mínimo es comprar una flor.

Diez de la mañana, se nota un crecimiento grande en el comercio a

comparación de la madrugada, pues la gente de buenos aires y Boston van a

comprar los ingredientes para almorzar, guiándonos por una buena

señalización encontramos el baño, entramos, paredes sucias que dan mal

aspecto y baños sin asear como era de esperar, esto no tiene gran relevancia

al menos en el de los hombres que por nuestra condición y personalidad no

necesitamos mucho aseo, seguimos nuestro recorrido hasta salir de la plaza,

analizamos su alrededor para entender la situación, ni un carro lujoso se ve

pasar, todo esto por en buenos aires quedar, colegios y bares uno al lado del

otro, negocios informales y basura de todo esto se logra ver.

De salida nos encontramos después de ver dos mundos interactuar el

campesino y el de la ciudad, entre flores y abarrotes debemos partir y cada uno

sus deberes ir a cumplir, fue una bella mañana donde conocimos mas de

nuestra bella cultura y nuestra gran ciudad.