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Física y Semántica en la filosofía de Quine AURELIO PÉREZ FI.JSTEGUERAS (Universidad de Granada) Seguramente, la doctrina de mayor interés que Quine ha aportado a lo que sabemos de nuestra posición en el niundo en tanto que productores dc conocimiento es la de la indeterminación evidencial de nuestras creen- cias. El ha mostrado que sobre la misma evidencia sobre la que hacemos descansar nuestro edificio cognoscitivo podríamos haber construido un edificio diferente. Por otra parte, ¡a que con toda probabilidad es su doc- trina más conocida o. al menos, más famosa afirtna que traducciones dife- rentes de las expresiones de un lenguaje con respecto al cual no tengamos tradición traductiva pueden concordar igualmente bien con la conducta verbal y no verbal de los que las pronuncian o escriben. Ahora bien, aun admitiendo la similaridad entre física y traducción en cuanto a indetermi- nación evidencial. Quine ha venido sosteniendo en las tres últimas déca- das que hay un punto fundamental que las diferencia: mientras que la - síca. y la ciencia natural en general, se ocupan de algo objetivo, los ma- nuales de traducción conteniendo la gramática de la lengua extranjera y el correspondiente diccionario bilingíle carecen de tal materia objetiva. La existencia o no de este factor diferencial será el objeto de discusión de este trabajo. En las tres primeras secciones se analizan los datos iniciales del pro- bícína. a saber, la indeterminación del discurso de sentido común, del dis- curso teórico y de la traducción. En la cuarta se explora el conductismo semántico y se examina su papel en la doctrina de la diferencia entre físi- ca y traducción, En la sección final se someten a crítica las razones de Quine y se argumenta que su posición en esta materia no es consistente con una concepción pragmática de la evidencia y de lo real. 1. Indeterminación sensorial del discurso de sentido común Las afirmaciones sobre cuerpos, es decir, sobre objetos físicos de tama- ño medio, están indeterminadas por la estimulación de nuestros recepto- res sensoriales en la medida en que la postulación de tales objetos está in- determinada por dicha estimulación. La indeterminación de la ontología Revisto de Filoso/Va. 3? época. vol. III (199<)), nÚm. 3. págs. 49-7<). Editorial Complutense. Madrid

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Física y Semánticaen la filosofía de Quine

AURELIO PÉREZ FI.JSTEGUERAS(Universidad de Granada)

Seguramente,la doctrinade mayor interésqueQuineha aportadoa loque sabemosde nuestraposición en el niundo en tanto que productoresdc conocimientoes la dela indeterminaciónevidencialde nuestrascreen-cias. El ha mostradoque sobrela misma evidenciasobrela quehacemosdescansarnuestroedificio cognoscitivo podríamoshaberconstruidounedificio diferente. Por otra parte, ¡a que con toda probabilidadessu doc-trina másconocidao. al menos,másfamosaafirtna quetraduccionesdife-rentesdelas expresionesde un lenguajecon respectoal cual no tengamostradición traductiva puedenconcordarigualmentebien con la conductaverbaly no verbal de los que las pronunciano escriben.Ahora bien,aunadmitiendo la similaridad entrefísica y traducciónencuantoa indetermi-nación evidencial.Quine ha venido sosteniendoen las tres últimas déca-das que hay un puntofundamentalque las diferencia:mientrasque la fí-síca.y la ciencia naturalen general,se ocupande algo objetivo, los ma-nualesde traducciónconteniendola gramáticade la lenguaextranjerayel correspondientediccionariobilingíle carecende tal materiaobjetiva.Laexistenciao no de estefactor diferencialseráel objeto de discusiónde estetrabajo.

En las tres primeras seccionesse analizan los datos iniciales del pro-bícína.a saber,la indeterminacióndel discursode sentidocomún,del dis-cursoteórico y de la traducción.En la cuarta se explorael conductismosemánticoy se examinasu papelen la doctrina de la diferenciaentrefísi-ca y traducción,En la secciónfinal se sometena crítica las razonesdeQuine y se argumentaque su posiciónen esta materiano es consistentecon una concepciónpragmáticade la evidenciay de lo real.

1. Indeterminaciónsensorialdel discursode sentidocomún

Las afirmacionessobrecuerpos,esdecir, sobreobjetosfísicos de tama-ño medio,estánindeterminadaspor la estimulaciónde nuestrosrecepto-ressensorialesen la medidaen que la postulaciónde talesobjetosestáin-determinadapor dichaestimulación.La indeterminaciónde la ontología

Revisto de Filoso/Va. 3? época.vol. III (199<)), nÚm. 3. págs.49-7<). Editorial Complutense.Madrid

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de sentidocomún se hacevisible cuandoconsideramoslos principios ocriterios que aplicamostanto paracortar porcionesdiscretasen el conti-nuoque,primariamente,es la realidadextraiingflísticacomo para identi-ficar tales porciones.Veamosalgunosde estosprincipios.

En Las raícesde la referencia seconsiderael factor forma; a diferenciade lo que ocurre con las sustancias(a las que se refieren los términos demasa),queson informes,la división de la referenciaen el casode los cuer-postieneen cuentatanto la existenciade una forma básica,que individúaespacialmente.como la existenciade muchasotras forínasligadaspor lacontinuidad y la reversibilidad de la deformación, que individúa en eltiempo.

Otro príncipio de objetivación (no mencionadopor Quine) es el quepodemosllamar de funcionalidad.Este criterio explicaría por qué. porejemplo,una máquinaen la quese hubieranido sustituyendolas piezasporotrasiguales,hastano quedarunasolade las originales,seguiríasien-do la mismamáquina.Y, porotrolado,explicaríaporquéno siempreunapartede un cuerpoes un cuerpo.Una silla o el cigíleñal de un motor soncuerpos,peromedia silla o medio cigueñal.no; y no lo sonpor carecerdefunción. Ni siquierason partesde sillas o de motores.

Lo que importa subrayares queloscriteriosdeindividuación ontológicano están determinadospor la estimulación sensible,dependiendomásbien de finalidadese interesesespecíficosdel hombre. Esto es especial-mente claro en el criterio de funcionalidadpero se aprecia igualmentecuandoreflexionamosno ya sobreotroscriteriossino sobreel valor de laprácticamismade la individuación.¿Porquédividir la referenciade “co-nejo” en lugar de dejarlaamorfa,comola de un términode masa?Comoen el casodel agua,la referenciade “conejo” podría haber sido la total.aunquediscontinun,partedel mundo integradapor carney huesoscone-jiles. Dos conejosjuntos constituiríanunaporción mayordesustanciaco-nejil. de la misma maneraque la unión de dos porcionesde aguaformaunaporción mayorde agua.Sin embargo,dividimos la referenciade “co-nejo” en mónadasreferencialesde maneratal quedos conejosjuntos noforman un conejo másgrande.Por el extremoopuestopodemospregun-tarnospor quéunificamosen un solo objeto todoslos estadiostemporalesdel río o del conejo. Una de las razonesde todo ello es que«favorecelasconexionescasuales»(«Thingsandtheir place in theories»,p. 12). Pero,comoha mostradoPutnam.nuestrouso de las nocionesde causay expli-cación es relativoa nuestroconocimientoprevio y a nuestrosintereses.

Lo importanteen estacuestiónesapreciarhastaquépunto es flexiblela relación entrela experienciay la ontología.Esarelaciónentreclasesdeestimulacionessensorialesy las clasesde cuerposquepuedenserpostula-das a partir de las primerasno es una función. A partir de cierto tipo deestimulaciónes posiblepostularconejos.estadiostemporalesde conejos.

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porcionesde la partedel mundo integradapor carney huesosde conejos.etcétera.

La mayoría de los enunciadosobservacionalesson enunciadossobrecuerpos.En la medidaen quehablandeunosobjetoscuyaexistenciaestácorroboradagenéricamentepor la experiencia,perocuyoperfil ontológicoespecificoes un asuntopostulatorio,sonenunciadosteóricos:en la medi-da en queestánconectadosdirectamentecon la experienciasonenuncia-dosempíricos.La observaciónnosconfirma la presenciade un objeto decierto tipo. pero noslo aseguraa condicióndeque los objetosde esaclaseexistan: y esacondición no puedeserverificada por la observación.Estaúltima soporta la estructuraontológica de sentidocomún sólo parcial-mentey de manerano determinada;de maneraparecida.pues,a comoso-porta las teoriascientíficas.

Parecidasconclusionesobtenemossi nos paramosa considerarlaidentificaciónde cuerposa travésdel tiempo.Nuestrosprincipios de obje-tivación nosproporcionancriteriosparaconjeturarcuándo,anteaparicio-nes o presenciastemporalmentediscontinuasde personas,se trata depersonasdistintaso de la mismapersona;pero,evidentemente.se tratadecriterios paraformular hipótesiscon carácterde probabilidade infrade-terminadaspor la experiencia.Cabeadvertir incidentalmentequelas ase-veracíonesde identidad a travésdel tiempotienen un contenidohipotéti-co muy superioral queposeenlas merasaseveracionesde presencia:lasprimerasno son oracíonesobservacionales.las segundas,st.

2. Indeterminaciónevidencia!del discursoteórico

De un problemaqueen cierto momentotiene dos o mássolucionesigualmentesatisfactorias,enel sentidode que no seconoceun hechorele-vanteque discrimine entreambas,aunqueno seexcluyequeun tal hechopuedaexistir, se puededecirque estáinfradeterminado.De un problemaqueadmite doso más solucionesrespectoa las cualesse presumequenohay un hecho,conocidoo desconocido,que incline la balanzaen uno uotro sentido,es másapropiadodecirque está indeterminado.

La naturalezade unasituaciónde indeterminaciónviene dadapor lanaturalezade los hechosrespectoa los cualesse da la indeterminación.Por esodije queel discursosobrecuerposestáestimulativamenteindeter-minado.Ahorahablamosde indeterminaciónempiricay de indetermina-ción metodológicade la física porque,segúnuna conocidadoctrina qui-neana,cadateoría tienealternativasempíricay metodológicamenteequi-valentes que, sin embargo, no son lógicamenteequivalentes(la sección6 dePalabray objeto y «On empirically equivalentsystemsof the world»son los lugaresdondeel temaes tratadocon másdetalle).

Estatesisrecibecierta plausibilidad dela tesisdel holismopero, comohe intentado probar en otro lugar («La indeterminación de la traducción

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de teorías»),no se deducede ella. La indeterminaciónde la fisica es unode los pilaresdel sistemade Quiney, al igual quelos axiomasde una teo-ría, seríaimprocedenteexigir su prueba.Más bien debe ser enjuiciada.juntocon el holismo,la naturalezateóricadelos cuerposy el naturalismoepistemológico.por su capacidadde generarun sistemade expliquecon-vincentementeel desarrollodel conocimientoy la relaciónentrela expe-riencia y las teoríascientíficas.

La tesisafirmaquenuestrateoríafísica tienealternativasrespectoa lascuales,en el casode que las descubriésemos,no encontraríamoseventosobservablesni consideracionessistemáticasque pusieranderelieve algúntipo de ventajao desventajaen algunade ellas o en la nuestra.Seguiría-mos diciendo queesta última es la verdadera,precisamentepor serlanuestra,es decir, porquede hechoes conla queestructuramosla realidad,pero no porquehayaalgún otro sentidoen el quepuedadecirseque seaempíricao metodológicamentemejor (en la secciónquinta se volveráso-bit estepunto).

Una palabrasobreterminología.La infradetermínaciónde cualquierteoría suponequesiemprees posibleel descubrimientode un hechorefu-tador.Es razonablepensarquela probabilidadde unatal eventualidadesinversamenteproporcionalal grado de confirmaciónde la teoría. Por elcontrario,un conjuntode enunciadosestáo no está determinadopor unconjuntode datos,no lo estámáso menos.La indeterminaciónno es unasuntode grados.Estaes la razón fundamentalpor la queprefierohablarde indeterminaciónevidencialde la ciencia mejorquede subdetermina-ción evidencial,como a menudoocurre en la literaturasobreel tema. EsverdadqueQuine. con seguridadparamarcarla diferenciaquesegúnélexiste entre física y traducción.usa la mayoría de las veces ~under-determination”en relacióncon la primerae “indeterminacy”en relaciónconla segunda,perono faltan ocasionesen las queusaesteúltimo térmi-no en relaciónconla ciencia o en relacióncon la ciencia y la traducciónsimultáneamente.En otras,utiliza “under-determination”en relaciónconambasesferas.Lo importante,no obstante,es queQuineadmitequela fí-sica y la traducciónestánevidencialmenteindeterminadasen el sentidoexpuesto.Por tanto, mi terminologíano traicionasupensamiento.Si físi-cay traducciónse diferencianen otros respectoses algoquedebeserexa-minado sin necesidadde difuminar el paralelismoqueen cuantoa mdc-terminaciónevidencialexisteentre ambas.

3. Indeterminación evidencialde la traducción

Cuandodesconocemosla referenciade un términogeneralusadoporun interlocutor,porque seaplurisignificativoo porquese tratede un tér-mino desconocidoparanosotros,tenemosa nuestradisposicióntodaunabateríade expedienteslingúísticos.predicadosde identidady diferencia,

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pronombres,cuantificadores,etcétera,para llevar a cabo mediante lasoportunaspreguntasy respuestasla determinaciónde su referencia.Aho-ra bien,comoQuineha argumentadocon fuerza,bastaqueel aparatore-ferencial integradopor tales expedientesno sea compartidopor nuestrointerlocutory nosotrosparaquela referenciade los términosqueusare-suite inescrutable.

Los factoresqueestánen elorigen de la inescrutabilidaddela referen-cia de los términosobservacionalesy. portanto,de la indeteríninacióndela traduccióndel nivel observacionaldel lenguajeson tres: la indetermi-naciónestimulativade la ontologíade sentidocomún,la inexistenciadeun aparatode la referenciacompartidoy la ambigúedadde la ostensíon.Los dosprimerossoninterdependientes:si el aparatodela referenciaestáfijado, la referenciade los términoses determinable:a la inversa,si la on-tologíade nuestro interlocutorextranjeronos fuera conocida,se podríanir determinandoinductivamentelas partículasde la lenguaextranjeraquecumplen las funcionesde nuestrospronombres.cuantificadores.etcétera.Por lo demas.es claroquela ostensiónes ambigua:siemprequese señalaun conejo, se estáseñalandoun estadiotemporalde conejo,unaparte noseparadade conejo y una porción de toda la parteconejil del mundo.

He dichoquela indeterminaciónde la traducciónde los términosob-servacionalesacarreala de todo el áreaobservacionaldel lenguaje.Paraver queestoes así.piénsese,porejemplo,en las generalizacionesempiri-cas.La verdado falsedadde estasdependede la extensiónde los términosgeneralescomponentes.Si nos quedamosen el nivel de las oracionesob-servacionalestomadasglobalmente(quees como,segúnQuine.sontradu-cibles determinadamente,mediante sus significados estimulativos).sincontenidoontológicoespecífico,es indiferentetraducir«Gavagai»por «heahí un conejo» o por «he ahí un estadiotemporal de conejo»,porqueambasson estimulativamentesinónimas.Perocuandose trate de oracio-nescategóricasuniversalesno seráindiferentetraducirunasupuestagene-ralizaciónextranjerapor «todoslos conejossonmiedosos»o por «todoslos estadiostemporalesde conejosson miedosos»,porqueunapuedeserverdaderay la otra falsa,

Quine ha argumentadoespecíficamentela indeterminaciónde la tra-ducciónde las oracionesteóricasde dosmanerasbastanteconectadasen-tre sí. En «Naturalizacióndela epistemología»se dice quees un corolariode la tesisdel holismoy de unaconcepciónverificacionistadel significa-do. En «On the reasonsfor indeterminacyof transiation»se la hacede-penderde la indeterminaciónempíricadel conocimientocientífico. En eltrabajo mencionadoanteriormentehe intentadoprobarlassiguientesatir-maciones:a) el argumentode «Naturalizaciónde la epistemología»dapor supuestoqueel holismo implica la indeterminaciónempíricadela fí-sica;b) no hay tal implicación; c) el argumentode «On the reasonsfor in-determinacyof traslation»utiliza comopremisasla tesisde la indetermi-

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naciónde la fisica y Ja de queel conjuntode susconsecuenciasempiricasagotael significado de una teoría; d) esta segundapremisaes falsa. Laconclusiónfinal es quela indeterminaciónempíricade la físicano esunacondiciónsuficienteni necesariade la indeterminaciónde la traducciónde teorías.De e) se desprendeque no es suficiente,y no es necesariapor-quela indeterminaciónde la traducciónde teorías resulta serunaconse-cuenciade la indeterminaciónde la traduccióndel aparatode la referen-cia y de los términosobservacionales.

Hemoshabladojustificadamentede indeterminaciónestimulativadela ontologíade sentidocomún porqueontologíasalternativasse ajusta-rían igualmentebiena todaestimulaciónsensorialposible.Se dijo quelafísica estáevidencialmenteindeterminadaporqueteoríasempírica y me-todolgicamenteequivalentespuedenser lógicamentediversas.Hemosha-blado también de indeterminaciónevidencia] de Ja traducciónradica]porqueun traductorpodría rechazarcomoinadecuadoel manualde tra-ducciónelaboradopor un colega.y viceversa,y aun asíambosmanualespodríanconcordarigualmentebien con toda la conductaobservabledelos extranjerosy poseer,además,un nivel similardecomplejidad.Lastresindeterminacionessonempíricas,aunqueen dossentidosdistintos.La in-determinacióndela físicay de la traducciónlo sonrespectoa la conductaobservablede objetosmacroscópicos.La que llamo indeterminaciónsen-sorial o estimulativaes indeterminaciónrespectoa la estimulaciónde losreceptoressensoriales,observableo no a simple vista.

4. La doctrina del conductismo semántico

Si la indeterminaciónempírica friese la última palabrasobretraduc-ción radical,la actitudquede maneracasiobligadahabríamosde asumirhabríade serescéptica.Los extranjerostendríanun aparatode la referen-cia y unaontologíadesentidocomún,es decir,un sistemasemántico,y talvez unateoríafísica, quenosotrosnuncaconoceríamosdeterminadamente.

Esteescepticismoimplica la falsedaddel mito de un museo(véase«Larelatividad ontológica»,pp. 44-46) universal,un repertorioúnico de signi-ficadosy referenciasen cl quesolamentecambian los rótuloscorrespon-dientescuandocambiamosde lenguaje,pero por el contrario implica laexistenciade museosparroquiales.intralingúlísticos.

Segúneste modo de ver las cosas,todoslos hablantesde una lenguacompartenel mismosistemade coordenadassemánticas.«Gavagai»,porejemplo,refierea conejosparatodoslos hablantesdela lengua de la jun-gla o paratodosellosrefiere a estadiostemporalesde conejos.Una de lastareasprincipalesde la semánticaseríael estudiode tales sistemasrefe-renciales.es decir, de la interpretaciónque los hablantesde una lenguahacende sussignos.Dadoquela interpretaciónde unossignosno estáenellos mismos,la primeratareade lasemánticaseríala de descubrirel ám-

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bito dondese producenlos hechosqueconstituyeno. al menos,reflejanesainterpretación;tal vez laconductaverbaly no verbal de los hablantes,tal vez sus mentes.

Por mediodelas preguntasapropiadaspodemosdeterminar,dentrodeunalengua,la extensiónespacialy temporal,paraun individuo,de los ob-jetosdenotadospor un término,sobreel supuesto,quees precisamenteeísupuestofundamentaldel escepticismosemántico,deun aparatodela re-ferencia compartidopor el sujeto interrogadoy nosotros~.Pero es obvioqueen el casode lenguasradicalmenteajenasno hay tal comunidaddepartículasindividuativas.Ya vimos que este hechoy la indeterminaciónempíricade la ontologíade sentidocomúnestabanen la raíz de la inde-terminaciónde la traducción.

Al contrario queen la realidadfísica, de la cual no hay razonesparapensarque poseaunaestructurapropia y única al margende cualquierteoría,las creenciasextranjerastendrianuna realidadal margende cual-quiermanualdetraducción,poseyendoparanosotrosun carácternoumé-nico.

La mayoríade las páginasen las queQuineargumentala indetermi-nación de la traducción(especialmente,las secciones6 a 15 de Palabra yobjeto y «La relatividad ontológica»)son compatiblescon el escepticismotraductivo;y. sin embargo.Quine no es un escéptico.Esto puedecompro-barsecon la lecturade los pasajesen los quese comparanfísica y traduc-ción y aquellosen los que se aludea la naturalezadel lenguaje.Los pri-meroscontienendiversasvariantesde la ideade quemientrasque la físi-ca.pesea su indeterminaciónempírica.se ocupade algoobjetivo,las hi-pótesisanalíticascontenidasen los manualesde traducciónno seocupande nadareal. Los segundoscontienendiversasvariantesde la idea de queel lenguaje esconductasolamente.Paradecido gráficamente.todosesospasajescoincidenen que las microparticulasde la física existenpero nolos significadosni las referencias.

De estastesisnosvamosa ocuparcon detalleperoantesconvienetenerrespuesta,aunquesea provisional, a estasdos cuestiones:¿por qué haytantos pasajesquineanoscompatiblescon la posición escéptica?y ¿quérazoneshanpodidomovera Quineparaadoptarunaposiciónquepuedesercalificadade nihilismo semántico?La clavede la respuestaa la prime-ra preguntaestáen que la argumentacióncontenidaen el capítulo 2 dePalabra y objeto y en «La relatividad ontológica»en torno al fundamentalejemplode “gavagai” es una argumentaciónestrictamenteevidencial.y.por tanto,escéptica,queparanadadependede queel significadoo la re-ferenciatengano no unaexistencianeurológicao de otro tipo. Es verdadqueen «La relatividadontológica»el argumentoen defensade la indeter-mínactóncomienzade maneraqueparecequeva a girar alrededordel ni-hilismo seínántico(lo queQuinellama «visión naturalistadel lenguaje»yque yo. en atencióna que el carácterde este naturalismotiene poco que

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ver conel del naturalismoepistemológicoqueQuinedefiendeen relacióncon la física, prefierollamar conductismolinguistico),pero la realidadesque, comoQuine reconoce,el argumento«dependedel hechode queunconejocompletoestá presentecuandoy solamentecuandounaparte noseparadade un conejoestápresente»(p. 48). Dependede esoy de la inde-terminacióndela traducciónde las particulasdel aparatode la referencia.Cuando,despuésde reconocerquesobreesossupuestos,queson los dela indeterminaciónempíricade la traducción,sería imposible sabercuáles la correctade dos traduccionesempíricamenteequivalentesy semánti-camenteincoínpatibles.se añadequesi se considerael lenguajede modonaturalista,la misma ideade correccióno incorrecciónes absurda(p. 47),lo que se estáhaciendoes sobreponera la tesisde la indeteríninaciónlatesisdel conductismolingítístico.y no establecerunarelacióncausalentreambas.

Verdaderamente,y pasamosa contestarla segundacuestión,parece,almenosaprimeravista,quela ausenciao presenciade unamateriaobjeti-va guardapocarelacióncon la indeterminaciónde la traducción.En pri-merlugar,es obvio quesi la traducciónestáempíricay metodológicamen-te indeterminada,la ausenciadc materiaobjetiva no es condición necesa-ría de aquella.En segundolugar, nadie,queyo sepa,ha intentadoprobarqueseacondiciónsuficientey. desdeluego, no va de suyo que lo sea.

Lo indeterminadoen estamateriaes.ante todo, el discursotraductivo.es decir, los manualesde traducción,y, comoconsecuencia,la traducciónmisma del discursoextranjero.Es verdadqueel discursotraductivopro-cede como si hubieraesquemassemánticoscompartidos,pero seguiríaadelante,al igual quela traducciónmisma,aunqueno los hubiera.Si ocu-rriera estoúltimo, esediscursotendría un caráctermeramenteinstrumen-tal. Supongamosquehubieraunadiferenciaestimulativaentre un conejoy n estadiostemporalesde conejo. En estecaso habríaunfact of the mat-ter eínpírico y la traducciónno estaríaindeterminadaen principio; peroello no depende.de nuevo,de la existenciao inexistenciade una materiasemánticaobjetiva.

De lo dicho parecedesprendersequesi la traducciónse desliza,por lasrazonesindicadas,haciauna indeterminaciónevidencial,es indiferentequelos extranjerostengano no en sus mentescosastalescomosignifica-doso sistemasde coordenadasreferenciales.Desdeeste puntode vista sellegaríaa la conclusiónde queel único interésde Quineen todo estoes,precisamente.introducir en escenasu doctrina sobreel lenguaje.Perose-ría un error; seguramente.estaes la finalidad principal pero.desdeluego,no es la única.

Admitamos que la traducciónestá indeterminadarespectoa toda laconductaobservablede los extranjeros.Admitamostambién que la au-senciade materiaobjetiva en el sentidoindicadono es condición necesa-ria ni suficientede tal indeterminación.Perosupongamosquealgún día

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se descubrieranciertascorrelacionesentreexpresionesverbalesy estadosneurológicosde maneraque, por ejemplo, quedaracomprobadoque«conejo»y «estadiotemporalde conejo»estánasociadasconestadosneu-rológicosdiferentes.Sobreestabasepareceabrirseuna vía de solución ala indeterminación:aunquela traducciónestéindeterminadaporlos even-tosobservables,tal vez no lo estéfrentea los eventosmicrofísicosquetie-nen lugaren el cerebro.

Ahorabien,la última formulacióndel conductismo,la fisicalista,afir-ma quelas entidadessemánticastambiéncarecende realidadmicrofísica.Visto desdela perspectivade la traducción:dos manualesde traducciónincompatiblesentresí puedenconformarseigualmentebiena todoeventomicrofísico,incluidoslos quetienenlugaren los cerebrosdelos hablantes(«Factsof Ihe matter».p. 167; «Thingsandtheir place in theories».p. 23).Es evidente,pues,que el conductismolo que hacees negarla viabilidadde superarla indeterminaciónempíricau observacionalmedianteel pasoa un terrenoneurológico,y lo haceafirmandoquemásallá de la indeter-minaciónempíricahay una indeterminaciónfísica. Ahora podemosres-ponderla segundapreguntaquehabíamosformulado:la ausenciade ma-tenaobjetiva, el nihilismo semántico,es irrelevantepara la indetermina-ción empíricaperono parala indeterminaciónfísica de la traducción.

Se puedendistinguir tres etapasen la formulación de la doctrina de laausenciade materiaobjetiva en la traduccióny en todahipótesissobrees-tructurassemánticasno observables;y hay trestextos en los queaquellasaparecenrepresentadasparadigmáticamente:la sección 16 de Palabra yobjeto, las cincoprimeraspáginasde «La relatividadontológica»y «Factsof the matier’>. Estono quieredecirqueesasetapasseancompartimentosestancosy tampoco que no haya otros escritos importantes para lacuestión.

En la sección 16 de Pa/abra y objeto la doctrina es presentadaen elmarco de la traducciónradical: «ni siquierahay unamateriaobjetivarespectode la cual la hipótesis [analítical pudieraseracertadao desacer-tada»(p. 86). Poresta razón,para Quine las analíticasno son hipótesisgenuinas.

Las consideracionesde Quine que pueden ser contadascomo argu-mentosen favor dc la doctrina compartenun núcleocomún: la posibili-daddequehablantesquecoincidenen todaslas disposicionesal compor-tamientoverbalalcancenesaconformidadpor mediosmuydiferentes.Heaquíun pasajeen esalíneaen el que,además.secompruebaqueel alcan-ce de la doctrinava más allá de la traducción:

El hechocorrespondientetratándosede niñoscastellanoses quedos de ellospuedenconseguirun dominioidéntico dela lenguaa travésde procesosmuydiversosde asociacióny ajustepor tanteode los variosadjetivosy particulasinterdependientesen los quesebasael expedientedc la referenciadividida.

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O bien,por volver a la hipótesisde las conexionesnerviosas[...j. el idénticodominiodel castellanopor partede los dosniñospuedeserla manifestaciónexternade esquemasmuy diversosde conexiónnerviosa,(op. cit.. p. 106).

Estaes la razónpor la queQuinecritica el hechode que«todoel mun-do estádispuestoa admitir que si dos hablantescoincidenen todaslasdisposicionesal comportamientolingílístico, no tienesentidoimaginardi-ferenciassemánticasentreellos» (op. cit.. p. 92).

En la segundaetapala doctrinatoma unasvecesunaformaespecífica-menteconductista:

La semánticaestá viciada por un mentalismoperniciosoen la medida enqueconsideramosla semánticade un hombrecomoalgo determinadoen sumentemásallá de lo quepuedaestarimplícito en susdisposicionesa unaconductamanifiesta.(«La relatividadontológica».pp. 44-45)

Otrasveceses expresadade maneraplásticaa través de la crítica almito del museo.

La argumentaciónpuesta ahora en juego sigue una línea distinta de laseguidaen Palabray objeto. Los elementosqueintegranel lenguajehandeser observableso han de tenerun reflejo inmediatoen eventosobserva-bies,comoes el casode las disposicionesa la conducta,porquetodoél esaprendiendomedianteel condicionamientodetaleselementosa estímulossensibles.Aquí no hay lugar paraentidadeso relacionesteóricas,comosignificadoso referencias:

El lenguajeesun artesocialquetodosadquirimoscon la únicaevidenciadela conductamanifiestadeotrasgentesencircunstanciaspúblicamenterecog-noscibles,Los significados,en consecuencia,aquellos auténticosmodelosde entidadesmentales,acabaroncomo grano para el molino conductista.(loc, cit., p. 43).

La misma idea es reiteradaen «Naturalizaciónde la epistemología»(PP. 107 y 108).

Ya hemosvisto el matiz fisicalista (ensentidoínicrofísico)que adquie-re el conductsmolingúístico en su última fase (una fase que tiene suarranqueen «Replyto Chomsky»).Un rasgodeestaversióndefinitiva delnihilismo es la ausenciade nuevasrazonesen favor de la doctrina.

Hay, por otra parte. una antiguayeta argumentalquedebeser alinea-dajunto con lasya expuestas.Setrata dela que,señalandola inexistenciade unanoción clarade sinonimia,arrojaunasombradedesconfianzaso-bre las entidadesintensionales.De todas maneras,no debeperdersedevista quela doctrina dela ausenciade materiaobjetivaafectapor igual alsignificadoy a la referencia(«La relatividad ontológica»,pp. 44 y 53). no-ción esta última que Quine nunca ha criticado, directamenteal menos.Cuandoél dice que es un error imaginar la semánticade una persona

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como algo determinadoen su mentemásallá de susdisposicionesa laconductaobservable,no distingueentresemánticaintensionaly extensio-nal. El museosiguesiendo igualmentemítico aunquecambiemoslos sig-nificados por los objetosdenotados.

Tal vez no sea completamenteocioso ínsstir una vez más en que ladoctrina,aunqueexpuestacasisiempreen el mareode la traducción radi-cal, es una doctrina generalsobreel lenguaje.ParaQuine, las relacionesde comunicación lingúísticaentreindividuos de un mismo grupo idiomá-tico son,en realidad,relacionesdetraducción.Es más,dentrodel castella-no podemosindistintamenteimputara un interlocutorsistemassemánticoscompletamcntediferentessin queningúneventoobservableo microfísico.conocido desconocido,puedadiscriminarentreellos. Estaes la inescruta-bilidad en casa.

La presentaciónde susdistintas formulacionesno bastaparaobtenerun perfil medianamenteaceptabledel conductismo.Termino esteaparta-do con unaspalabrascomplementarias.

La doctrina implica la falsedadde la hipótesisde que todos los ha-blantesde una lengua compartenun untco marcoconceptual.Esa es larazón de llamarla nihilismo semántico.Lo único que los hablantesten-drían en común sería el conjunto de los significadosestimulativos, loscualesposeencontrapartidasexperiencialesclaramenteaislablesy defini-bles en términosobservacionales.Ahora bien, la inexistenciade un siste-ma semánticocompartidopuedeser debidabien a quecadahablantepo-seasu sistemaparticular,bien a que no hayasistemassemánticos,signifi-cadosy referencias,en absoluto, es decir, ni compartidosni particulares.La primera tnodalidad puedeser llamada nihilismo idiosincrásicoy lasegunda,nihilismo absoluto.

Aparentementeal menos.Quine no sedecantaen una u otra dirección.En susescritosconviven las formulacionesidiosincrásicascon las absolu-tas. En general.y de conformidad con la naturalezade los argumentospuestosen juego. en Palabray objeto predominael priíner enfoquemien-tras queen «La relatividad ontológica»y en «Naturalizaciónde la episte-mología» predominacl segundo.Un ejemplo de la versiónidiosincrastcase encuentraen el comienzodel capítulo 2 de Palabra y objeto:

Fin eslecapítulo vamos a considerarqué parte del lenguajepuederecibirsentidocontemplándolasobre la basede lascondicionesde estimulación,yqué ámbito dejaesapartea otra en la cual se desarrollala variaciónempihi-camenteincondicionadadel esquemaconceptualde cadacual. (p, 39: otrospasajesdiosincrásicosaparecenen las pp 92 y 106).

Las formulacionesde «La relatividadontológica»sonnihilistasen sen-tido absoluto.No se tratade quetal veznuncapodamosconocerel sistemade coordenadassemánticasqueun hombretieneen su mente,no se trata

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de queno tengamosaccesoa sumuseoprivado,se tratadequeno haynin-gúnmuseo.

Ya he sugeridoquela conexióndeunau otra versióndel nihilismoconunosescritosu otros debeserentendidaen un sentidodepredominancia,no de exclusividad. He aquí un pasajede Palabra y objeto de evidentecarácterabsoluto:

La discontinuidadde la traducciónradical ponea pruebanuestrassignifica-ciones,las contraponeen verdada suscorporeizacionesverbaleso. másdefi-nitivamente.no encuentranadaen estas(p. 89).

Yo no he encontradoen los escritosquineanosdatosquerevelenunainclinaciónpor unau otra clasede nihilismo.Yen realidadlas consecuen-cias prácticasde ambosseríanlas mismas.Tan cortadoestá el caminohacia unasemánticaquevaya másallá de los significadosestimulativospor no habersignificadosy referenciasen absoluto,comopor poseercadahablantelos suyos,los cuales,además,estaríansujetosa indeterminación.

Tambiénla capacidadde ambasversionespararesolverciertasdificul-tadeso paraencajarcon otras partesde la filosofía del lenguajede Quineessimilar. Al menosa primera vista, la hipótesisconductistaparecefalsa.Por un lado,repáresede nuevoen quedesdeel puntode vista observacio-nal eldiscursoemitidoporun hablantees unaseriede signosqueno poseeen símismala interpretaciónde aquellos(el metalenguajequehabladelainterpretaciónde los signosdel lenguajeobjetoes,a suvez, un conjuntodefilas de signosqueno incorporansu propia interpretación).Porotro lado,sin prejuzgarsi algúndía unateoríacausalserácapazdeexplicary, sobretodo, determinarla referenciaen términosde relacionesfísicasentre loshablantesy los objetosreferidos,hoy por hoy la tesisde la indetermina-ción de la traducciónnosdice que lareferenciaes indeterminableen fun-ción de laconducta.Entonces,si la interpretacióndelos signosno estáenellosmismosni en la conductaobservabledelos hablantes,parecerazona-ble concluir queha deestaren la mentede estosúltimos,verosímilmenteatravés de ciertas estructurasneurológicas.Pero esta conclusión está enabiertacontradicciónconla ideade Dewey,y suscritaporQuine.dequeelsignificado,y lo mismo valeparala referencia,es unapropiedadde la con-ducta.La respuestadesdela perspectivaidiosincrásicaes quela interpreta-ción de los signoses asuntode cadacual. Habríaquehablar,portanto,deunamultiplicidad de interpretaciones(essignificativoqueen unaocasiónQuineutilice el término«idiolect» [«Ontological relativity», p. 46]). Ahorabien,dadoqueno hay cienciade lo particular,esoquieredecirque losúni-cossignificadospor los quedebcinteresarsela semánticasonlosestimula-tivos; y de estossí se puededecirquesonunapropiedadde la conducta.

En estepunto se suscitaun interrogante.Nuestrodiscursosobredeno-taciones,condicionesde verdady significadostienecomo supuestotácito

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la existenciade un marcoconceptualúltimocompartidoporlos hablantesde una lengua y proporcionado,justamente,por esta última. Entonces¿quésentidotieneesediscursodesdela perspectivade quecadacual tienesu propio marco,por no hablar de la que niega la existenciade mareoalguno?AunqueQuine nuncaha dicho nadaal respecto,parecequenoquedaotrasalidaqueel instrumentalismo.Nuestrodiscursosobrereferen-cias,significadosy demásnocionessemánticasesun discursoútil para lacomunicaciónperocareceél mismode carácterreferencial;no habla deobjetosrealmenteexistentes.

El nihilismoidiosincrásicopareceestarencontradicciónconla reitera-da afirmaciónde «La relatividadontológica»de que no haylenguajepri-vado.Si un lenguajeno es sólo unaseriede filas de signosconstruidasdeconformidadcon ciertasreglassintácticassino unasfilas de signosinter-pretados,entoncescadahablantetiene en principio su propio lenguaje.Pero al conductismono le resultadifícil eliminar la contradicción.Paraello le bastaconsiderarel lenguaje,precisamente,como un conjuntodesignossin interpretar,al menospor lo quese refierea los términosgenera-les y a los signosdelaparatodela referencia.La únicainterpretacióncom-partidaes la queversasobrelos valoresdeverdadde las oracionesobser-vacionalesglobalmenteconsideradasy sobrelas conectivaslógicas. Loqueinteresade unacalculadoraes quedé 20 como resultadode sumar5 y15, y no si calculaen basedos,diez u otra cualquiera.Lo queinteresaen ellenguajees la conformidadexterna;queen circunstanciasnormalescadahablanteoiga «sí» y «no» cuandoesperaoír «sí» y «no».

La primacíade lo observablepuedeapreciarsebien en el temade lascreencias.Parece,por un lado,que si no hay ningún esquemasemánticocompartido,ni siquieraa nivel de las partículasdel aparatode la referen-cia y de los términosobservacionales,resultalógico concluir que,en gene-ral, carecede sentidohablarde las creenciasqueciertos conjuntosdeper-sonaspuedantener Por otro lado, Quine no niega que la gentetengacreencias.Sin etnbargo.creoquese puedesalvarla dificultad. Seguramen-te, Quineentiendeporcreenciaunadisposicióna la conducta:x creeA si ysólo si estádispuestoa asentircuandose le preguntaA. Ahora bien, esposibleasentirde buenafe en virtud de factoressemánticosmuy diferen-les,porqueA puedesercreídaverdaderaenbasea interpretacionesdiver-sasde los signosde A. Los hablantesde unalenguapuedentenerlas mis-masdisposicionesa la conductay diferentesesquemasreferenciales;x y zpuedentenerla misma disposicióna asentira «todoslos 5 son P» y, noobstante,interpretarcíe maneradistinta «5», «P» e. incluso, «todos».

Lo mismo ocurre con la comprensiónde una oración.En «Mmd andverbaldispositions»sesostienequees másclarohablarde la comprensiónde unaoraciónquede su significado.Alguien comprendeunaoracion siconocesuscondicionesde verdad,y conoceestassi poseela disposiciónaasentiro disentirde la misma,converdad,en las condicionesapropiadas.

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Alguien, por tanto,comprende«estoes rojo» si asientea ella en presenciade algo rojo y disienteen ausenciade rojo. Perosupongamosqueparasabersi alguiencomprendeunacierta oraciónno observacional.porejem-pío, unaoracióncategóricauniversal, le preguntamossobresuscondicio-nes de verdad. Puesbien, podríamosconcluir a partir de sus respuestasquelasconoceperfectamentey, aúnasí,lascondicionesdeverdad,paraél,de esaoraciónpuedenser diferentesde las condicionesde verdadde lamisma,paranosotros.Así pues.la afirmacióndeQuinedebeserentendidacomo diciendo que un hombrecomprendeuna oración en la medida enqueconocealgunode los posiblesconjuntosdecondicionesquela hacenverdadera.

Así, al menos,seríanlas cosasdesdela perspectivadel nihilismo idio-sincrásico.Segúnel nihilismo absoluto,la conformidadexternaes logradaen partemedianteel condicionamientode disposicionesa la conducta,yen parte en virtud de mecanismosneurológicosaún desconocidosperoque,encualquiercaso,nadatienenqueverconstgnificadosni referencias.

5. Crítica del conductismo semántico

Como hemosvisto, hay dos manerasde argumentar la doctrina de laausenciade materiaobjetiva. La primera,a cuyoanálisisha estadodedica-da la mayorpartede la secciónanterior,va encaminadaa mostrarla ine-xistenciade marcossemánticoscompartidospor los hablantesde unalen-gua.Como serecordará,estalíneaconsta,esencialmente,dedosargumen-tos: i) la posibilidad de que hablantesque coincidenen todaslas dispost-ciones a la conductaalcancenesa conformidad medianteprocesosyestructurasneurológicasdiferentes(con lo que quedaría bloqueadalaposibilidad de explicar el significadoy la referenciaen términosfísicos opsicofisiológicos);Ii) dadoqueel aprendizajedel lenguajees puramenteinductivo, el lenguajemismono puedeir másallá de lasdisposicionesa laconductainducidas.

Michael Friedman.en «Physicalismand the indeterminacyof transía-tion», crítica i) alegando,substancialmente,queuna meraposibilidad noes la pruebade un hecho(p. 368); y oponea u) lo siguiente:

Aprendemosel lenguajeapartir de la conductaobservabledeotraspersonasyaprendemoshechossobrelos electronesa partirde laconductade losobjetosobservablesordinarios.En ningunodelos doscasoslo primeroestáepistémi-camente(aúnmenos.ontológicamente)determinadopor lo segundo(p. 336),

Creoquela críticade Friedmanesjusta.Ello mepermitepasaradelante.La segundalínea deargumentaciónes menosdirecta:no habríamate-

ría objetiva en la semánticaporqueaquellahabríadeestarconstituidapor

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elementosintensionalescomo el significado y la sinonimia, y éstos nodebenseradmitidoscomoobjetosy relacionesde la ciencia.

Lasnocionesintensionalespuedenserdadasde ladopor suresistenciaa dejarsedefinir en términos observacionales.En «Quine, los conceptosintensionalesy la lógicadel lenguajeordinario»y en «Sobreel argumentode la indeterminaciónde la traducción»RaúlOrayenha criticadola ten-dencia,presenteen algunospasajesde Palabray objeto, a exigir definicio-nes operacionalesde las nocionalesintensionales(tendenciacontrariaala posiciónmantenidapor Quine en relacióncon las nocionesteóricasdela física). También su crítica me parecejusta.

Ahora bien,Quinepodríaañadirque los motivosquetienepararecha-zar las nocionesintensionalesvan másallá dela ausenciade eritexiosope-racíonalesy. de hecho,esto es lo quehizo en su «Respuestaa Orayen».Trasreconocerqueun términoteóricodebeser admitidoen la ciencia «sípermite construir un eslabónen explicacionescausalesplausibles,auncuandoseansutiles los criterios para aplicarlo»(p. 73). advierteque «[lJadificultad que presentanla analiticidady la sinonimiaconsisteen quenopermitenconstruir tales vínculosexplicativos,para compensarla escasezde criterios conductíslicospara su uso» (ibídem).

En las páginasque restanprocuraré,fundamentalmente,hacerverquenocionessemánticascomolas de significadoy referenciasi intervienenenla construccióndeexplicacionescausales.Sobreestabasesostendréqueelnihilismo semánticoes una doctrina pococonvincentedesdela perspecti-va de una concepciónpragmáticade la evidenciay de lo real, e insitiré enalgo queya ha sido señaladocon anterioridad(porejemplo,por Hockney,en «The bifurcation of scientific theoriesand indeterminacyof transía-tion»): que estadoctrina es incongruentecon la filosofía de la ciencia deQuine. Finalmente,relacionarémis conclusionescon la indeterminaciónevidencialde la física.

Antesque nada,formularé dos advertenciasprevias. La doctrina delainexistenciade materiaobjetiva es másfuerte que la del rechazode lasnocionesintensionalesporque,junto a estas,incluye a la referencia.Porotra paite.la razónpor la que.al hablaren estetrabajode sistemassemán-ticos, no se ha hechodistinción entrenocionesextensionalese intensiona-les es, justamente.que el nihilismo semántico no distingue entre ellas.Además,la cuestióndesi lasconsideracionesaquí contenidasvaldrían, talvez, paralasprimerasperono paralas segundases algo quedependedc laclarificaciónde la nociónde significadoy estoes. evidentemente,un ternaabierto.

El primer pasoparaargumentarla tesisfundamentalseráponerde re-lieve que las hipótesis analíticasno son reduciblesa descripcionesde. ohipótesissobre,disposicionesa laconductaverbal.Paraapreciarla verdadde la afirmación esconvenientevolver la mirada haciael origen dela mdc-terminaciónde la traduccióntal y como ha sido expuestoenla secciónter-

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cera.En la adopcióndeun mareoreferencialhayun ingredienteteóriconodeterminadopor la experiencia.Esta indeterminaciónes lo quepermiteque imputacionesde esquemasreferencialesdiferentespuedanser igual-mentecompatiblesconla conductaobservablede los extranjeroso, dichode otra manera,quesistemasdiferentesde hipótesisanalíticaspuedanserigualmentecompatiblescon las disposicionesde los extranjerosa la con-ductaverbaly no verbal.La razónes clara: las hipótesisanalíticasversan.precisamente,sobreaquelingredienteteórico.

Acabamosde ver queno hay una relaciónbiunívoca entrehipótesisanalíticasy disposicionesa laconductapero importa advertirqueni aunen el casode que la hubierasehabríaavanzadomuchoen la direccióndeun reduccionismoconductista,porque es imposible definir en términosobservacionaleslas disposicionesa la conductacorrespondienteaun grannúmerode oraciones.Al final de 4. vimos que,para Quine, alguiencom-prendeun enunciadosi tienela disposición,algo no directamenteobserva-ble, aasentira él en las circunstanciasadecuadasy a disentiren ausenciade las mismas.Esto funcionabien para «estoes rojo» o cualquierotroenunciadoobservacionalperono paraotros enunciados.La definición deunadisposiciónes,en realidad,la descripciónde un test: un objeto,o unasustancia,tiene unacierta disposiciónsi, sometidoa tal y tal manipula-ción,secomportadetal y cualmodo.Es sencillo describirel testapropiadopara el casode la solubilidad en aguay también parala disposiciónaasentira «estoes rojo»,pero es imposible hacerloparaenunciadosfijosporque,al serverdaderos,o falsos,en cualesquieracircunstancias,la dis-posicióna afirmarlos,o negarlos,no puedeserligada a ningúntipo especí-fico de condicionesobservables.Y ocurrelo mismocon oracionesocasto-nalescomo «ahí estámi padre»o «estoes un lisosoma»;estasoracionespuedenserafirmadasanteconjuntostan diversosde circunstanciasobser-vables que resulta imposible fijar los testsque definan las disposicionescorrespondientes.

Estasituaciónes reconocidapor Quine. En Wordand objectya se decíaque «lo más notable de las hipótesisanalíticases que rebasantodo loimplícito en las disposicionesde cualquierindígenaa la conductaverbal»(p. 70). En «Mmd andverbaldispositions»sesacanlas oportunasconclu-siones:

En general.cuandosetratade sentenciasfijas, yo no sé cómoacercanosa lanoción de comprensiónen términosde disposicionesa la conducta.Quizásno se puedahacertomandolasoracionesuna a una(p. 89).

En esemismotrabajoQuineaventurala hipótesisdequeen el futuro elanálisissemánticode estasoractonesen términosconductistasseocuparáantetodode las interrelacionesde unasconotras.Dadoque no adelantanadasobre las líneasa lo largo de las cualesdiscurriría tal análisis,no

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insistiréenla cuestión.Sólo diré que,en mi opinión (queexpongoen «Laindeterminacióndela traducciónde teorías»),unaoraciónteóricaaislada,aunquecarecede significado empírico, sí poseeun significado analógicopropio.

La irreducibilidad de las hipótesisanalíticasa descripcionesde dispo-sícionesataconductaesparalelaa la irreducibilidaddel lenguajeteóricoalenguajeobservacionaly quedaplasmadaenel hechode quelos manualesdetraducciónno son coleccionesde descripcionesde esegénero.Y lo mis-mo ocurre en la comunicaciónintralingilistica. los diccionariosde unalenguano soncoleccionesde disposicionesa la conductasino, másbien,de homólogosintralingoisticosde las hipótesisanalíticas.

El segundopasode mi argumentoconsisteen ponerde manifiestoquelas hipótesisanalíticassonimprescindiblesparacualquiergénerode comu-nicaciónquequeramosestablecercon los hablantesdeotraslenguas.Esteesun puntoqueQuine admiteabiertamente.En la sección15 dePalabrayobjeto taleshipótesissonel medioparahacerprogresarla traducciónmásallá del colapsoal quese veríaabocadasi el único instrumentopuestoenjuego fuerael constituidopor los significadosestimul-ativos.En la secciónsiguiente todo ello queda resumido en una reveladorafrase: «líja traduc-ción radical completa procedeentonces,y las hipótesis analíticassonindispensables»(p. 88).

Dejandoa un lado el reconocimientode Quine, resulta significativoqueen siglosde prácticatraductivalo único quese noshayaocurridoseaesteprocedimiento.

En mi opinión, ni enel ámbitode la traducciónni enel intralingílísticoel instrumento de las disposicionesa la conductaes suficientepara expli-carla comunicaciónverbal.Lasdisposicionestienencomoobjetosoracio-nes,no términos, como es puesto de relieve por el hechode que el expe-diente clave para su fijación sea el asentimientoy el disentimiento;estoquieredecirque la predicciónde la conductaverbalde nuestrosinterlocu-toressobrela basedetalesdisposicionesexigiría quecadauno de nosotrosconocieraun númeroinfinito de las mismas.Piensoquelo queocurre es,más bien. que predecimosel valor de verdad que nuestro interlocutor leconcedea cualquierade las infinitas oracionesde la lenguapor medio dchipótesissobreel significadoy la referenciaque le concedea un númerofinito de palabras.

Es verdadque, dado,por ejemplo,un condicionalgeneralizado,pode-mosinterrogarrepetidamentea un interlocutorsobrealgunosdelos condi-cionalesque son susInstanciasde sustitucióny. si sus respuestassiempreson afirmativas,podemossuponerrazonablementeque creeverdaderalageneralización.Así pues,parecequeestamosen presenc½de un procedi-miento puramenteinductivo que hace innecesarioel uso de hipótesissemánticasdccaráctermásteórico.Peroel procedimientono esbueno.Enprimerlugar, no es capazde distinguir entrecuantificaciónsustitucionaly

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objetual;en segundolugar, no valdría para las oracionesocasionales;y,porúltimo, elmétodomásqueparapredecirun hechosirveparadescribir-lo unavez queha ocurrido.

Portodo lo dicho,es razonablepensarquelo queocurre realmenteesquemediantenuestrashipótesisanalíticas,el conjuntode lascualescons-tituye la hipótesisgeneralsobreel esquemasemánticode nuestrosinterlo-cutores,conjeturamossus disposicionesa la conductalingílística.

El últimopasoes unainferenciamuy simple.Si las hipótesisanalíticassonindispensablesy, además,no son reduciblesa hipótesissobredispost-cinesa laconducta,es claroqueformanparteinelimínabledeun mecanis-mo teórico encaminadoa explicary predecirla conductade los extranje-ros (algo similar cabedecir de sushomólogosintralingdisticos).

Es fácil apreciarla incompatibilidadque,desdeun punto devistaprag-mático,hay entreestaconclusióny la doctrinade la ausenciade materiaobjetiva.De todasmaneras,enlo quesiguese alcanzaráunacomprensiónmásdetalladade estepunto.

Pasoahora a razonarla afirmaciónde que la posturaqueQuinehaadoptadohacia el lenguajeno es congruentecon la quemuestrahacialaciencia natural.

A estepropósito.interesatenerpresenteel realismode Quine;un realis-mo cuyas característicasmás destacadasson su compatibilidadcon elindeterminismoepistemológicoy susectarismodelaverdad.Esreal lo queuna teoría verdaderaafirma como real. Una teoría es verdaderacuandoreúnedos requisitos: tenersuficienteevidencia a su favor y ser, efectiva-mente,nuestrateoría.

La primeracondiciónexigeque la teoría,ademásde hacerprediccio-nesconfirmadaspor los hechos,satisfagaunaseriede valoresmetodológi-cosque la comunidadcientífica estimacomo relevantes.La varianteonto-lógica de estepragmatismoapareceexpresadacon fuerzaen el siguientepasajeantiescéptico:

Habiendoadvertidoque el hombrecarecede toda evidenciaen favor de laexistenciade cuernosqueno seaelhechodequesu asunciónle ayudaaorga-nizarlaexperiencia,habriamoshechobien,en vezde negarquehayaeviden-cia para la existenciade los mismos,enconcluir: tal es.pues,en el fondo loquela evidenciaes.tantoparalos cuerposordinarioscornoparalasmolécu-las («Positsand reality», p. 238).

La misma idea es remachadapoco másadelante:

Los beneficiosde la doctrinamolecularque tanto nos impresionaronen lasección1, y los obviosbeneficiosde la ancestralpostulacióndecuerposordi-narios,son la mejorevidenciaderealidadquepodemospedir(sin quequedeexcluidala existenciade evidenciadel mismo géneroparaalgunaontologiaalternativa)(loc. cit.. pp. 238 y 239).

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La segundacondición,el sectarismode la verdad,es del todo razona-ble, a pesarde lo que puedaparecera primeravista. Cuandotrabajamosdentro de una teoría, es ella la quetrazalos perfiles del mundo y de ellanosservimosparatenerun cierto dominio sobreel mismo.Es posiblequepudiésemosvivir en otra casacontantaseguridady comodidadcomoen lapropia, peronuestraverdaderacasaes la querealmentehabitamos.Es unuso sensatode la noción de verdad declararfalsa cualquier teoríaque.aunqueempíricamenteequivalente,sea lógicamenteincompatiblecon lanuestra(y si medianteel procedimientode Davidson—considerarcomomeramentehomónimosa los términos queaparecenen los enunciadosqueestánen contradicción,o cambiarlesla grafia— eliminamosla incom-patibilidad,entoncesla teoría ajenaadquiereun carácterornamentalo demeracuriosidad).

Yo creo queal llegar a estepuntoes visible la inconsistenciaquepre-tendo ponerde relieve. Los cuerpos,las moléculasy los númerossehanganadoel derechoa la existenciapor pertenecera la ontologíade teorías,de scnlidocomúno cientificas,quecontribuyena ordenarel flujo actualya predecirel tiujo futuro de la experiencia.Sin embargo,los significadosylas referencias,que forman parteinsustituiblede la ontologíade un siste-ma teórico dc comunicacióny acuerdosin el cual esasteoríasno habríanpodidodesarrollarse.no pasande sermerasficciones.Peroestaes la cues-tión: paraun pragmatistaes contradictorioreconocerla necesidadprácticade unasentidadesy. acontinuación,declararsu inexistencia.Es contradic-todo ahrmarsimultáneamenteque las hipótesisanaliticassonimprescin-dibles y que.no obstante,no versansobrenadaobjetivo.

Esta manerade ver las cosasse reproduceen relación con la sintaxts.Un sistemade regiascapazdegenerarla totalidaddelas cadenasbien for-madasde fonemasde la lenguaes un sistemaque se ajustaa la conductade los hablantesy la explica,pero,segúnQuine, el hechode queseanposi-bles sistemasdiferentesde reglasque,sin embargo,generanel mismo con-junto de oracionesle quita todo sentidoa afirmar quelos hablantesestánguiados,aunqueinconscientemente,por dicho sistema.Pensarotra cosaseria tanto como «suponerque el nativo otorga susfavoresa uno frenteaotro de dossistemasextensionalmenteequivalentes»(«Reflexionesmeto-dológicassobrela teoría lingúística actual».p. 124).

En la física laposibilidadde sistemasalternativosal nuestrolleva a Qui-ne a rechazarla pretensióndel realismometafísicode que lo real poseeuna estructurapropia al margende toda teoría,perono le lleva a negarleunamateriaobjetiva,ni tampocoa preguntarsesi es queacasola naturale-zaotorgasusfavoresa unode variossistemastisicosempiricatnenteequi-valenles.Yo no veola razónparaquela indeterminaciónempíricade lossistemasteóricoslleve en el casode la física a un realismoconstructivista(existenciademateriaobjetiva)y. por tanto,a un sectarismode la verdad,y

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en el casode la linguisticalleve al instrumentalismo(ausenciade materiaobjetiva).

El corolariometodológicode estaposición de Quine es que,mientrasque el método de la ciencia es el hipotético-deductivo,el método de lasemánticahade ser,segúnél, el estudiodelas disposicionesa la conducta,es decir, la inducción empírica(véase,«Existenciay cuantificación»,p.137).

Confío en que las consideracionesllevadasa caboen este apartadohayancontribuidoa hacerplausiblela tesisde que los hablantesde unalenguacompartenun mismomarcoreferencial.El sistemade las hipótesisanalíticasy el de sushomólogosintralingílísticossuponenla existenciadetalesmarcoscompartidos.A suvez, talessistemas,juntoconlos dela cien-cia natural,formanpartede unaestructurateóricade la quenos valemosparaorganizarel flujo de la experiencia.

Contra el nihilismo idiosincrásico se puedeañadir una razón suple-mentariadecaráctermetodológico.La hipótesisdela idiosincrasiasemán-tica implicaría la necesidadde toda tina seriede ajustescompensatoriosentrela ontologíay el aparatode la referenciaen el senodel idiolecto decadacual al objetode conformarla conductaa la de los demáshablantestan perfectamentecomosi no hubieraningunadiferenciasemánticaentreellos.Ahora bien.la complejidadde esosajustessería(le un gradotal queobligaríaa suponeren cadauno de los usuariosde la lenguaunacreativi-dadontológicaincreíbley unainteligenciasobrehumana.Resultaevidenteque la hipótesisde la homofonía,que es un corolario de la hipótesis delsistemasemánticocompartido, es la más simple.

Tambiénpareceque la consideracióngenéticaes contraria al nihilis-mo.Es atractivopensarqueunaevolucióncomúndebehaberconducidoalos miembrosdeun gruposocial a un esquemaconceptualcomún.Peroenrealidadunareflexiónde estegénerocontribuyemása suscitarproblemasquea resolverlos.En concreto,la hipótesisdel marcosemánticocomparti-do abre un interroganteacerca del aprendizajedel lenguaje:¿cómoesposibleque, deniños,aprendamosun sistemasemánticoqueno estáen laconductaobservablede los adultos?Dicho de otra manera,¿cómoes posi-ble que,másallá dela inducción,cadaniño seacapazde desarrollarun talsistema de hipótesis teóricas y hacerlo en la misma dirección que losdemásniños?Claro estáque aún más asombrososeríaquecadauno de-sarrollaseun sistemadiferentey, además,nuncasenotasenlas diferencias.

Paraterminar,dirijamosuna última mirada a las relacionesentrefísi-ca, semánticaintralingílistica y traducción. La primera consideraciónahacerva de suyo: dado que la doctrina de la diferenciaentrefisica y tra-ducciónse sustentadirectamenteen cl nihilismo semántico,es obvio quelas críticasa esteúltimo soncriticas a dichadoctrina.La hipótesisde unsistemasemánticocompartido por los hablantesdc una lengua, hipótesisque suponela existenciade museossemánticosparroquiales,autoriza a

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entenderlasgramáticasy los diccionariosde nuestralenguacomodescrip-ciones,mejoreso peores,naturalmente,de algo real, de manerasimilar acomoentendemosquelas teoríasfísicasdescriben,mejoro peor, la reali-dad física. Los hablantesde una lenguaradicalmenteextranjeratambiénposeeránsu museosemántico,pero esto no elimina la indeterminaciónempíricaa la queestásometidala traducciónde sudiscurso.En la traduc-ción no podemosafirmar queunavezseleccionadoun sistemade hipóte-sis analíticaséstedescribeel mareoreferencialde los extranjeroso quede-fine el significado de sustérminos. En esto consistíael escepticismotra-ductivo y esto es lo que ahora nos hacever que desdeun punto de vistaepistemológicolo quediferenciaa la física y a la semánticaintralingílísticade la traducciónradical es que en las dos primeraspodemos,razonable-mente,ser realistas,mientrasqueen la última lo razonablees serescépti-cos y, por tanto, instrumentalistas.

¿Haybasepara manteneralgunaesperanzade queen el futuro encon-tremos la manerade desbloquearla indeterminaciónde la traducción?Ahorasomosescépticosporqueno hemosencontradoen laconductani enel cerebronadaque puedaservir para determinarcuál de entrevariosmanualesde traducciónes el correcto.Reflexionemosuna vez mássobrela indeterminaciónempírica y física de la traduccion.

Ya se dijo queno es descartablea priori quedescubramosalgúndía lamaneradeconectarciertaspautasdeconductaconciertosobjetos-Noobs-tante,cuandopiensoenlo que,almenoshoy por hoy, parecenserlos datosdel problema, no encuentro motivos para el optimismo. Porque,paradecirlo conuna imagen,no se trata,seguramente,de queun grupo socialen los alboresde su desarrollocomo animaleshablantesconceptualizarade cierta forma la realidadqueencontrabafrentea sí y, después.actuarade acuerdocon ese esquemaconceptual;de maneraque si el esquemaadoptadohubierasido distinto, tambiénla conductade los individuosdelgrupohubierasido otra.Másbiendebemospensarquedesdeel comienzola conceptualizaciónincluía comoobjeto la conductamisma.Lo sometidoa conceptualizacionseriaunadoble acción,la de los individuos sobrelanaturalezay la de éstasobre los individuos. Por lo demás,dado que unconjunto de expresíonesadmite interpretacionesvarias, es evidentequeunaconsideraciónespecíficade la conductaverbalno resuelvanada.Perosi una misma conducta puedeser conceptualizadade formas diversasesclaroque la coneeptualizacióncontieneun elementoteórico.postulatorio.queestámásallá deesaconducta.Dicho deotra manera,la conceptualiza-ción no es función de la conducta:y esoes la indeterminaciónempíricadela traducción.

No soy mucho más optimista respectoa una posibledeterminaciónfísica o psicofisiológica.Todo intento, en esta línea, de discriminarentretraduccionesobseí-vacionalmenteequivalenteaunquesemánticamentein-compatiblesdeberáapoyarseen la previafijación, dentro de la lenguadel

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traductorradical,deunamatriz última de átomossemánticos.intensiona-les o extensionales.decadauno delos cualesdeberáconocerseel correlatoneurológico.Peroaunqueesose lograra.y quedaraestablecidala constan-cia de la conexiónde «conejo»conun estadoneurológicoy la de «estadiotemporaldeconejo»conotroestadodistinto,no por ello estaríagarantiza-do queesamatriz fuera universalni tampocoqueen otraslenguasy otroscerebroslas correlacionesfueran las mismas.Por tanto, los resultadosobtenidosenla lenguadel traductorno serianextrapolablesa la lenguadelos extranjeros.

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