filosofia

8
RESEÑAS BIBLIOGRÁFICAS 159 De nuevo, la idea no apunta a la conformación de un pensamiento propio, sino de hacer buena filosofía; así, sin más. Con este ideal en mente, Pereda reitera una y otra vez la crítica a la razón arrogante y a la imaginación centrí- peda para favorecer la construcción de una razón con incertidumbre, porosa y argumentativa, que nos permita enfrentar la crisis de la razón sin regresar a la fiesta de los instintos y los vendavales de los deseos. Aunque no estoy seguro de que el relativismo de Villoro o la metodofobia de Ambrosio Velasco pudie- ran conducir a estos problemas, no cabe duda de que la posición de Pereda se presenta como una salida interesante de algunas de nuestras preocupaciones históricas y filosóficas. En efecto, “las tradiciones no acontecen como cae la lluvia, en parte se construyen”, mediante el diálogo, la crítica y la controversia. De ello, sobra decirlo, el mismo libro es un buen ejemplo. Para terminar estos breves apuntes sobre apuntes, no me resta sino recono- cer una dimensión extra de los distintos textos. Por aquí y por allá, el lector podrá encontrar varias decenas de frases sueltas, párrafos e incluso páginas enteras que extienden los límites de la reflexión más allá del tema que en cada texto se discute. Por así decirlo, se trata de un libro de aforismos, tesis y digre- siones que obligan a detener la lectura y a perderse un poco en temas que no podrían preverse ni por el título ni por el hilo argumentativo que se sigue. Al inicio decía que, más que apuntes de un estudiante aplicado, el libro merecía pensarse como un conjunto de indicaciones con que se conduce un curso. Si esto es así, y así me lo parece, no queda sino agradecer la calidad pero, sobre todo, la calidez de la lección. RODOLFO R. SUÁREZ Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Cuajimalpa [email protected] Guillermo Hurtado, México sin sentido, Seminario de Investigación so- bre Historia y Memoria Nacionales- UNAM/Siglo XXI , México, 2011, 83 pp. La esperanza —tan honda como una convicción— es que México saldrá de su crisis cuando los mexicanos decidan cambiar su realidad y tomar su destino en sus manos. GUILLERMO HURTADO Si un filósofo presocrático viviera en el México actual (o en casi cualquier otra parte del mundo actual) no le quedaría más que concluir que el Ser es violen- cia, esto es, muerte, destrucción, irracionalidad, nada, puro no Ser. Quizá re- nunciaría a inventar la filosofía y no le quedaría más remedio que permanecer en el mito, en la inconsciencia y la irreflexión. Nosotros no podemos renunciar a la necesidad de pensar, ni quizá a la necesidad de reinventar la filosofía a Diánoia, volumen LIX, número 73 (noviembre de 2014): pp. 159–166.

Upload: othokhani4198

Post on 18-Aug-2015

215 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

FILOSOFIA

TRANSCRIPT

RESEASBIBLIOGRFICAS 159De nuevo, la idea no apunta a la conformacin de un pensamiento propio,sinodehacerbuenalosofa;as,sinms.Conesteidealenmente,Peredareitera una y otra vez la crtica a la razn arrogante y a la imaginacin centr-peda para favorecer la construccin de una razn con incertidumbre, porosa yargumentativa, que nos permita enfrentar la crisis de la razn sin regresar a laesta de los instintos y los vendavales de los deseos. Aunque no estoy segurode que el relativismo de Villoro o la metodofobia de Ambrosio Velasco pudie-ran conducir a estos problemas, no cabe duda de que la posicin de Pereda sepresenta como una salida interesante de algunas de nuestras preocupacioneshistricasyloscas.Enefecto,lastradicionesnoacontecencomocaelalluvia, en parte se construyen, mediante el dilogo, la crtica y la controversia.De ello, sobra decirlo, el mismo libro es un buen ejemplo.Para terminar estos breves apuntes sobre apuntes, no me resta sino recono-cerunadimensin extra delos distintos textos. Poraquyporall,el lectorpodrencontrarvariasdecenasdefrasessueltas,prrafoseinclusopginasenteras que extienden los lmites de la reexin ms all del tema que en cadatexto se discute. Por as decirlo, se trata de un libro de aforismos, tesis y digre-siones que obligan a detener la lectura y a perderse un poco en temas que nopodran preverse ni por el ttulo ni por el hilo argumentativo que se sigue.Al iniciodecaque, msqueapuntesdeunestudianteaplicado, el libromerecapensarsecomounconjuntodeindicacionesconqueseconduceuncurso.Siestoesas,yasmeloparece,noquedasinoagradecerlacalidadpero, sobre todo, la calidez de la leccin.RODOLFO R. SUREZUniversidad Autnoma MetropolitanaUnidad [email protected] Hurtado, Mxico sin sentido, Seminario de Investigacin so-bre HistoriayMemoria Nacionales-UNAM/Siglo XXI, Mxico, 2011, 83 pp.La esperanza tan honda como una conviccin es queMxico saldr de su crisis cuando los mexicanos decidancambiar su realidad y tomar su destino en sus manos.GUILLERMO HURTADOSi un lsofo presocrtico viviera en el Mxico actual (o en casi cualquier otraparte del mundo actual) no le quedara ms que concluir que el Ser es violen-cia, esto es, muerte, destruccin, irracionalidad, nada, puro no Ser. Quiz re-nunciara a inventar la losofa y no le quedara ms remedio que permaneceren el mito, en la inconsciencia y la irreexin. Nosotros no podemos renunciaralanecesidad depensar,niquizalanecesidad dereinventarlalosofaaDinoia, volumen LIX, nmero 73 (noviembre de 2014): pp. 159166.dianoia / resenas / 5160 RESEASBIBLIOGRFICASpartir de las condiciones extremadamente negativas en que nos encontramos.A lamaneracomonuestro estimado maestroLuis Villoro sostena haceunosaos, en nuestro caso no podemos partir de una teora de la justicia, comohacen Rawls y otros pensadores modernos, sino que debemos hacerlo de unateoradelainjusticia,estoes,deunateoradelascondicionesrealesquemortican y laceran a la mayora de las sociedades del planeta.1No podemosdarnosel lujodepartirsimplementedeunateoradelascondicionesidea-les de un pretendido losofar universalista. No obstante, si pensamos en unauniversalidad no formal,sino real,nos damos cuentade que loque prevale-ceuniversalmentenoeslajusticia,sinolainjusticia,nolapositividad,sinola negatividad, no la racionalidad, sino la irracionalidad. Quedarse solamenteen el plano ideal sin sopesar responsablemente las condiciones efectivas de laexistenciapuedesonarsimplementeaunaformadehuirdelarealidad(elpeligro intrnseco que asedia de siempre a la losofa) y de terminar constru-yendo un mero instrumento de falsa legitimacin y justicacin de la realidadexistente (la peor funcin de la losofa, la pura autonegacin del pensar). Eneste sentido, consideramos que afrontar sin reticencias, sin temor ni evasivas larealidad que nos circunda, en toda su complejidad y problematicidad, resultaserlamejortareadelalosofa,pues sloella,encuantoejerciciodel pen-samiento sin condiciones, sin restricciones ni predeterminaciones de ningunaespecie, encuantovalentadeunpensarquenoseatienesinoasmismo,puede permitirnos enfrentar lo que hay, lo que nos toca, y tratar de contribuira la comprensin y al encuentro de posibles salidas a nuestra situacin, a la si-tuacin de un pas preso de la violencia pero, sobre todo, y lo ms preocupante,preso del desnimo, del desconcierto, del nihilismo. Ese nihilismo puramentereactivo, emparejador, que no se deja tocar por ningn llamado al razonamien-to, por ninguna luz, es el desesperante y ltimo enemigo de la losofa. Es ahque ella tiene que poder mostrar su vala y su necesidad.1. Filosofar desde el aquEn el contexto de esta reexin, el libro de Guillermo Hurtado, Mxico sin sen-tido, nos ofrece un punto de referencia preciso y un punto de partida inmejora-ble, pues tiene el valor tanto de invitarnos a reexionar desde la losofa sobrelas condiciones de nuestro pas como evocar la tradicin losca mexicana,particularmenteaquella,propiadel sigloXX, que no recul antelaexigenciademirarreexivamente elentorno localdel lsofo. Aslovemosdesde losfundadores de la losofa mexicana del sigloXX, los maestros Jos Vasconce-los y Antonio Caso. Esta tarea la continuaron magistralmente Samuel Ramos1Cfr. L. Villoro, Una va negativa hacia la justicia y De la idea de justicia, Losretos de la sociedad por venir. Ensayos sobre justicia, democracia y multiculturalismo,Fondo de Cultura Econmica, Mxico, 2007, pp. 15113.Dinoia, vol. LIX, no. 73 (noviembre de 2014).dianoia / resenas / 6RESEASBIBLIOGRFICAS 161y el grupo Hiperin,2y fue mantenida en los ltimos aos en la comprometiday admirable labor intelectual de Luis Villoro. Slo mencionamos, por mor dela brevedad, a algunos de los pensadores ms conocidos, aunque muchos otrossehanocupado en mayoromenor medidade responder aeste ingente reto(y,claramente,lohanhechointelectualesdeotrasdisciplinasdistintas delalosofa como literatos, socilogos, historiadores, economistas, polticos, cien-tcos, etc.). En breves pero sustanciales pginas, Hurtado reaviva la tradicinlosca de pensar sobre Mxico, bajo el principio, expuesto en sus textos an-teriores,3de que la losofa no podr asentarse en nuestro contexto mientrasnoconstruyaunatradicindepensamientocrticoymientrasnoformeunacomunidad de discusin atenta a las realidades concretas que la circundan.Ante todo, el texto de Hurtado aportaun diagnstico implacable,preciso,sin concesiones, de la situacin de nuestro pas. Lo que tenemos es una crisisde sentido: nuestro pas ha perdido el rumbo, la sociedad mexicana est des-orientada en modo extremo; las ideas y los valores se diluyen y destruyen enel embrollo de unas relaciones sociales que parecen ir al garete por los purosintereses, las ventajas, la negacin y la destruccin. Dicho en pocas palabras:hemosperdidoelsentidodenuestraexistencia colectiva (p.3). Todo esto traecomo consecuencia la prdida de la conanza, la solidaridad, las formas bsi-cas de comunidad; la ruptura del tejido social, como se dice, y, nalmente, lainevitable aparicin de todo tipo de patologas sociales, de modo destacado yescandaloso, el desbocamiento de la criminalidad y la delincuencia que hemosvivido desde hace unos aos, el envenenamiento de las instituciones por obrade una corrupcin sin freno, la reproduccin y ampliacin de diversas formasde violencia: exacerbacin de la violencia machista, de la violencia social, vio-lencia o enfrentamientos en las formas de la interrelacin humana, etc. Frentea este panorama nada alentador se nos plantean dos cuestiones: tratar de com-prender las razones de la situacin en que nos encontramos y tratar de delinearalgunas posibles soluciones o tareas.HurtadorelacionalacrisisdesentidodeMxicoconunacrisiscultural,que incluye una crisis de la cultura poltica. Central en su anlisis de nuestraproblemticaeslacuestineducativa, lapropiacrisisdel sistemaeducativonacional y sus implicaciones en todos los planos. Nuestro autor se enfoca par-ticularmenteen la educacin media superior y toma posicin en la discusinsobre lasreformasquesehanbuscado promoveryquepretenden,bajounachata e ilusa concepcin utilitarista, eliminar la presencia e importancia de lashumanidadesylalosofaenlaeducacindelajuventudmexicana.Hurta-do deende el valor de la enseanza de la losofa y de las humanidades ensufuncinnomeramentecultista, informativa, sinocomounmedioparaensearalosjvenes arazonaryapensaradecuadamente,acomprendery2Cfr. G. Hurtado(comp.), El Hiperin: antologa, Mxico, CoordinacindeHumanidades-UNAM, 2006.3Cfr. G. Hurtado, El bho y la serpiente. Ensayos sobre la losofa en Mxico en elsiglo XX, Coordinacion de Humanidades-UNAM, Mxico, 2007.Dinoia, vol. LIX, no. 73 (noviembre de 2014).dianoia / resenas / 7162 RESEASBIBLIOGRFICASpracticar valores de convivencia y vida democrtica pues, ciertamente, el pro-blema de nuestro pas, su acceso a un rgimen poltico y social vlido, no seha resuelto simplemente con el establecimiento de las formalidades y los pro-cedimientos democrticos. Se han mantenido vicios y deciencias del antiguorgimen monopartidista y antidemocrtico y, en algunos casos, se han reforza-do descaradamente. No tendremos un verdadero Estado democrtico mientrasno construyamos una sociedad democrtica, una comunidad en armona conlosvaloresylasprcticasdelademocracia, esdecir, mientrasnollevemoslas prcticasylos valores de lademocracia a todos los rincones del espaciopblico (p. 37). Tarea compleja, sin duda, en la que todos debemos contribuir,da a da, en todos los lugares, para su realizacin, para su logro pleno.Para llevar a cabo la transformacin democrtica del pas requerimos con-ducirnos con una actitud correcta y ecaz. Hurtado considera que es necesariosuperar tanto las posturas optimistas de hace tiempo como las pesimistas queparecen dominar hoy da. Ambas son modalidades de una visin fatalista, se-gn la cual los procesos de la realidad se encuentran determinados de suyo, yaen un sentido positivo o ya en uno negativo, independientemente de nuestravoluntad y capacidad de actuar. Nuestro autor propone como opcin vlida loque llama meliorismo, es decir, la doctrina de que podemos estar mejor si nosesforzamos en ello (p. 29). Esto signica que la actitud con la que afrontemosnuestra realidad no puede fundarse en el puro conocimiento de datos objeti-vos, sino que requiere necesariamente la puesta en juego de una decisin de lavoluntad, incluso de un acto de fe. Dice Hurtado:Parasalirdelacrisisdebemos tenerfeennosotrosmismos,pormalquenosencontremos;feennuestrosvaloreseideales, poroscuroqueseaelhorizonte; feennuestracapacidadparatransformar nuestras vidasparabien, por dbiles que sean nuestras fuerzas. En este momento aciago paraMxico no pueden paralizarnos ni el miedo, ni las dudas, ni el desconsuelo.Estamos obligados a creer y a actuar. (p. 29)No se trata, ciertamente, de un mero acto de fe irracional, pues lo que Hurtadopropone como tema u objeto de la fe no es ningn ente o potencia extrahumanoo sobrenatural, sino simplementeesas posibilidades que forman lacondicinhumana y que, en cuanto tales, pueden devenir reales en la medida del com-promiso del individuo para realizarlas.De esta manera, el autor se dedica en las secciones intermedias del libro adiscutir algunos recursos fundamentales para la transformacin de nuestra si-tuacin: la losofa, la educacin y la democracia. Es la amalgama de estos trescomponentes socioculturales lo que nalmente aparecer como la propuesta ola alternativa de solucin que Hurtado vislumbra para Mxico, para la supera-cindenuestracrisisdesentido;setrata, pues,deunarearticulacindelsentido desde el aporte del pensamiento losco, mediado por la educaciny realizado a travs de una concepcin sustantiva y una prctica virtuosa de lademocracia.Dinoia, vol. LIX, no. 73 (noviembre de 2014).dianoia / resenas / 8RESEASBIBLIOGRFICAS 163En primer lugar, Hurtado analiza el problema de la democracia mexicana.Consideraquenuestrademocraciaharesultadoserinsucienteoqueesfa-llida, que no nos ha permitido solucionar nuestra crisis de sentido. Segn l,esnecesarioemprenderunareformamoraldelasociedad mexicanaquenosloserealiceenelplanodelasleyes,lasdoctrinasolosvalores,sinoquese construya desde la base, con la promocin de hbitos, conductas y virtudesmoralmenteadecuados. Setrata,enparticular, depromovervaloresquesu-peren los antivalores dominantes en nuestra situacin de crisis: corrupcin, in-solidaridad, individualismo, nihilismo, desencanto, etc. La reforma moral quepropone Hurtado no puede ser impuesta coactivamente pues se negara a smisma; debe ser el producto de una decisin libre y responsable: la reformamoral debe involucrarnos a todos y debe hacerlo de una manera en que todosnos sintamos responsables de su xito o de su fracaso (p. 43).Como adelantbamos, el medio que Hurtado propone para la reforma moralde Mxico es la vinculacin de la losofa con la vida sociocultural y, particu-larmente, con la accin educativa. Nuestro autor recupera ideas de la tradicinlosca mexicana en gurasseeras como Gabino Barreda, Antonio Caso yLuis Villoro para fundamentar su insistencia en vincular la losofa con la de-mocracia. Laformabsicadeestevnculoesprctica, esdecir, nosetratasolamente de que los lsofos se ocupen del tema de la democracia desde elpunto de vista terico-conceptual (a veces incluso con una actitud arrogante),sino de que sepan aplicarla en su ejercicio de la actividad losca, desde abajoy con el resto de los ciudadanos. Dice Hurtado: la losofa debe ser una obrerade la democracia (p. 56); es decir, una constructora de democracia en todoslosespaciosenquepuedadesenvolverse. Comosabemos, lalosofabsica-mentetiene opuede tener una incidenciafundamental atravsde la accineducativa, especcamente en la educacin media superior y superior. Por esto,nuestro autor establece lo siguiente:Mi propuesta es que la losofa debe instruir a los jvenes en las diversashabilidadesconceptuales, argumentativas, crticas yhermenuticas queson centrales para la prctica democrtica. Para ello es indispensable queen la escuela de nivel medio superior se enseen materias o, por lo menos,los contenidos de la losofa. (p. 58)Hurtadoaclaraquesupropuestanoniegalaposibilidaddequelalosofapuedaydebaensearseentodoslosniveleseducativos(educacinbsica,media, superior, etc.). Ciertamente, este proyecto implicara transformacionesfundamentales de toda la poltica educativa nacional y contar con los recursoshumanos para llevarlo a cabo. Esencialmente lo que nuestro autor propone eshacer de la losofa el instrumento fundamental de la gran transformacin quenuestro pas requiere. No podemos sino loar esta propuesta que para algunosresultarsimplementeutpicayconvenirconellaentodossustrminos.Ciertamente, como aclara Hurtado, la losofa no podr cumplir su ponderadaDinoia, vol. LIX, no. 73 (noviembre de 2014).dianoia / resenas / 9164 RESEASBIBLIOGRFICAStarea si no empieza por transformarse a s misma. Una comunidad loscaorganizada parael impulsode lademocraciatendraque ser ejemplarmentedemocrtica (p. 60).Finalmente,Hurtadoprecisaenqudeberaconsistirlafuncindelaen-seanza de lalosofa en la educacin media, particularmentecon el prop-sitodecontribuiralaformacindeunasociedaddemocrtica. Nosetrata,desdeluego, deensearcontenidosmuyespeccosdelalosofa, sinodeensearlosmodosdel pensamientolosco,del losofar, quesonlosme-dios del pensamiento crtico, racional, dialgico: condiciones y procedimientosimprescindibles en la construccin desde abajo de una sociedad democrtica.Segn Hurtado:Losciudadanosdeunademocraciatienenquesaberhablar, escucharydiscutirconvalidez ycorreccin:tienen quesercapacesdeexponer susrazones y de entender las de los otros, distinguir los argumentos buenosde los malos, saber dialogar en paz y con nimo constructivo y, sobre todo,saber cmo llegar a acuerdos de manera colectiva que tengan como n elbenecio de todos. (p. 61)Quedan reunidos en este propsito los aspectos lgicos, ticos y sociales de laprcticalosca, el hecho de que el razonamiento correcto implicade suyoactitudesycompromisosmoralesyalavezfavoreceprocesosadecuadosypaccos de integracin sociocultural.2. Sinsentido e injusticiaComounaformadecontribuiralastareasqueproponeellibrodeHurtadomediantelamultiplicacinyprofundizacindelaaccinreexiva,quisira-mos plantear algunos desarrollos que complementan sus propuestas. Primero,consideraremos otros aspectos que nos ayuden a entender la crisis de sentido,el Mxico sin sentido que l analiza. En segundo lugar, delinearemos, a partirde lo anterior, algunas vas adicionales de resolucin de nuestra problemtica.Retomamos aqu el antecedente de la reexin culturalista de Luis Villoro.Segn este pensador, una de las funciones fundamentales de lo que llamamoscultura es proporcionar sentido a la existencia de los individuos que participanenella, tantoindividual comocolectivamente.4Unaculturaenajenadaeltemacrticodelalosofadelaculturamexicana, desdelasreexionesdeSamuel Ramos5es aquella que es incapaz de cumplir esa funcin, es decir,es aquella cultura que se encuentra desfasada con respecto a la realidad y la4Cfr. L. Villoro, Estado plural, pluralidad de culturas, Paids/Facultad de Filosofay Letras-UNAM, Mxico, 1998.5Cfr.M.T.Ramrez(coord.), FilosofadelaculturaenMxico,PlazayValds,Mxico, 1997.Dinoia, vol. LIX, no. 73 (noviembre de 2014).dianoia / resenas / 10RESEASBIBLIOGRFICAS 165vida efectiva de los sujetos. En el caso de Mxico, este desfasamiento es hist-ricamente constitutivo de nuestro ser como sociedad y como ordenacin pol-tico-institucional. Es el resultado ineludible del proceso de colonizacin delbrutal proceso de colonizacin que formul y form el pas que somos.Lacolonizacin como proceso de dominacin eimposicincultural deunpoder externo sobre la cultura y la vida de un grupo social previamente con-formado y, particularmente, las modalidades propias que adquiri la coloniza-cin en nuestra historia, no pudo producir a la larga sino una sociedad en laque: a) el sector colonizado, dominado, se siente en principio excluido de todoelorden institucional establecido, enlamedidaenquelopercibecomounaestructura ajena, como uno ms de los instrumentos de control y expoliacineconmicaycultural;b)elsectorcolonizador,dominante,sesienteajenoala sociedad real, no siente ningn compromiso ni responsabilidad social y notieneotra consigna queenriquecerse lo msquepueda, extrayendo el mxi-mode gananciasenel menortiempoposibleyconel mnimode esfuerzo einversin; no le cabe, por ende, ninguna responsabilidad social, cultural, me-dioambiental; ningn sentido de institucionalidad verdadera ni de congruencianormativamente vinculante. As, los principios, valores, normas, leyes y regu-laridades resultan palabras huecas para todos. Para unos porque no se sientenautnticamente identicados con tal orden; para otros porque slo lo asumen ycreen en l en la medida que puedan utilizarlo a su conveniencia.En situaciones de crisis social o de crisis econmica, ese descrdito del or-dennormativo-institucionalpuedellevaralasociedadcomosucedeenlaactualidad a la predominancia de las formas ms extremas de lo que mileDurkheim conceptualiz como la anomia social, es decir, modos de rupturasistmica de las estructuras de la integracin social y comunitaria. Pues bien, loque tenemos en nuestro pas actualmente es el crecimiento sistemtico de lasformas de la anomia social, esto es, la explosin de comportamientos irraciona-les que atentan contra toda posibilidad de una vida social medianamente lleva-dera. Algunos actos de la delincuencia tienen el sello de actos verdaderamentedemenciales, en los que parece que ya no hay ningn lmite ni restriccin.El desfasesocial queatraviesaalasociedadmexicanaes,pues,msquedeclasesygrupossociales,undesfasecultural, estructural. MxicosondosMxicos. No hay, en verdad, una comunidad nacional, una sociedad integrada.Nadie siente un compromiso con nadie. En particular, no poseemos una lite,ungruposocialdirigente,queasumaunaresponsabilidad hacialacolectivi-dad y acte en conformidad con las problemticas y necesidades del pas. Hay,en general, una desarticulacin permanente entre el grupo gobernante, el go-bierno mismo, y la sociedad en general y sus diversos grupos. En las ltimasdcadas este desfase se ha acentuado de modo extremo. El desgajamiento entreel Estado y la sociedad, y el desgajamiento en la propia sociedad, es cada vezms maniesto.Nuestro problema no es simplemente que tengamos una sociedad sometidaalalgicaeconmicadelcapitalismo, sinoquevivimosbajouncapitalismoatroz y voraz, totalmente irresponsable, que vive de producir y reproducir lasDinoia, vol. LIX, no. 73 (noviembre de 2014).dianoia / resenas / 11166 RESEASBIBLIOGRFICASformas ms extremas de injusticia y desigualdad: los mayores extremos de ri-quezaypobrezaconvivenenl. Nadaestanriesgosocomojuntaresosex-tremos. Ah donde existe una sociedad que limita esos extremos, bien porquelamayoravivemedianamente bieno bien porquetodos son pobres, nohaylugar para la ambicin excesiva, para el deseo exacerbado, para violentar confacilidadelordencompartido. Porelcontrario,lacondicindedesigualdadextrema, casi innita, como la que se da en Mxico, resulta el caldo de cultivoperfectoparalosestallidos sociales,el resentimiento,larebeldanihilista,ladelincuencia sin freno; es la condicin inmejorable para que toda ambicin ytodo deseo de posesin se sienta legitimado, as recurra a las peores artimaas,a las acciones ms inaceptables, ms oprobiosas, ms criminales. No se podravanzar un pice en la superacin del desorden social e institucional de nuestropas si no se agenda en la discusin pblica y poltica el tema de las condicionesestructurales del orden socioeconmico y cultural que nos rige.sta sera nuestra tesis o hiptesis con respecto a la provocacin en el librodeHurtado: cuandoenunasociedadlainjusticiaseconvierteenlagurasistmica, enlaformageneralizadadelasrelacionessociales, esasociedadno puede sino producir el sin sentido, vidas sin sentido, acciones y visionessinsentido; nihilismoydestruccin. Cualquieradenosotros, si vivieraunasituacinde injusticiailimitada,sinsolucin (despojo, violencia, impunidad,ausencia de oportunidades, porvenir oscuro), no encontrara otra opcin quelarebeldasinsentido,elactoirracionalque,aln,atentacontraelpropiosujeto que lo ejecuta. La condicin de la violencia sin freno es, precisamente,que el sujeto que la ejecuta se asume ya a s mismo como un ser sin sentido,sin valor, sin realidad ni verdad. Cualquier catstrofe puede suceder.Qu podemos hacer? Ciertamente, est claro que nuestro pas requiere conurgencia cambios estructurales. Retomar la lnea de las polticas econmicas,sociales y culturales de forma comprometida y ecaz. Reasumir, por parte delEstado y de la sociedad en su conjunto, las responsabilidades sociales, comu-nitarias. Cierto, nadie quiere regresar a los tiempos del estatismo revolucio-nario,asus mecanismosclientelares, represivos yantidemocrticos. Laplu-ralidaddelasociedad mexicanaesunhechoyesunvalorqueno podemosnegar ni cancelar, como seala el propio Hurtado en la parte nal de su texto.Sin embargo, en el seno de esa pluralidad se pueden asumir responsabilidadescolectivas en benecio de todos.Transformaciones estructurales, cambios en la mentalidad nacional, modi-cacin de actitudes, crtica a nuestros desfases socioculturales, bsqueda dela justicia, proceso educacional generalizado: tales son las tareas abiertas parasuperar el Mxico sin sentido que Hurtado diagnostica con inteligencia y con-tundencia, tales son las tareas necesarias para reconstruir o construir un pascon verdad, razn y justicia; un Mxico con sentido.MARIO TEODORO RAMREZUniversidad Michoacana de San Nicols de [email protected], vol. LIX, no. 73 (noviembre de 2014).dianoia / resenas / 12