fenomenologia, arquitectura y espiritualidad

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Revista de estudios culturales en entorno a la arquitectura, el urbanismo y el diseño.la experiencia arquitectónica extraordinaria

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    Fenomenologa, arquitectura y espiritualidadJulio Bermdez

    En gran parte, nuestro conocimiento de la relacin entre arquitectura y espiritualidad se basa en la dimensin objetiva de los edificios sagrados: su materialidad, espacialidad, geometra compositi-va y otros atributos empricos. Desde hace mucho tiempo sabemos que, si realizada correctamente, la arquitectura puede evocar lo inefable o sublime, es precisamente porque las iglesias, sinagogas, mez-quitas, y ciertos monumentos influencian profunda-mente nuestra experiencia que los hemos construi-do. El hecho de que las condiciones objetivas de la arquitectura sean mensurables y experimentables perceptivamente ha posibilitado que nuestro cono-cimiento emprico de los espacios sagrados haya evolucionado a travs del tiempo.

    Sin embargo, las obras arquitectnicas no son es-tructuras objetivas que existen independientemen-te afuera. Por el contrario, su poder y existencia provienen de como son vivenciadas por el hombre. Es su efecto en la conciencia-cuerpo lo que las hace fantsticas, inolvidables o trascedentes. En otras palabras, su valor depende de cmo cambian o afectan al ser humano. Al mismo tiempo, la subje-tividad intrnseca de tales experiencias hace difcil, su observacin, estudio y comprensin emprica. Uno de los pocos mtodos con que se cuenta para plantear este problema es recurrir a testimonios personales de fuentes fidedignas. Por ejemplo, en diversas publicaciones encontramos testimonios como los de Le Corbusier, Ando, Gehry, Pallasmaa o Campo Baeza que dan fe del poder fenomenolgico de la arquitectura sagrada1. Desafortunadamente estas certificaciones son, no solo muy pocas en nmero sino, que adems carecen de toda estruc-tura formal que las haga susceptible a un anlisis sistemtico o racional. Por lo tanto, este mtodo y sus resultados son sujetos a impugnacin cientfica

    Introduccin y escepticismo lgico por el simple argumento de que son solamente experiencias individuales y que no pueden ser generalizadas (y por lo tanto, convertirse en conocimiento) por carecer de validez estadstica y/o capacidad de ser repetidas. Por esto es que hoy se tenga un serio dficit en el entendi-miento de la fenomenologa en general y la de los espacios sagrados en particular, lo que conduce a una visin unilateral y desequilibrada de la relacin entre arquitectura y espiritualidad.

    Este artculo presenta los resultados de una inves-tigacin dirigida a cambiar esta situacin. A pesar de no haber sido originalmente concebida como un estudio fenomenolgico de lugares de fe, lo des-cubierto inevitablemente no conduce a ellos. El diseo de esta investigacin transit la senda, por un lado, de recolectar la mayor cantidad posible de testimonios usando una rigurosa metodologa (para asegurar legitimidad cientfica) y por el otro, de no perder la frescura y densidad de la experiencia reportada.

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    Baslica de la Sagrada Familia, Barcelona, Espaa. Vista interior en escorzo.

    Vista interior, techo. Fotografa de Mstyslav Chernov, 9 de Mayo de 2013 (Licencia de Wikipedia Creative Commons, CC BY-SA 3.0)

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    Las Encuestas De abril de 2007 a abril de 2008, dos encuestas paralelas e independientes (en ingls y otra en cas-tellano) fueron realizadas a travs de la web con el objetivo de acopiar informacin sobre las expe-riencias arquitectnicas ms profundas, duraderas y/o intensas. Los sondeos definan la Experiencia Arquitectnica Extraordinaria (o EAE) como:

    un encuentro con un edificio o lugar que altera funda-mentalmente nuestro estado normal de ser. Por alte-racin fundamental se entiende un fuerte y duradero cambio en nuestra apreciacin fsica, perceptiva, emo-cional, intelectual y/o espiritual de la arquitectura. En contraste, una experiencia arquitectnica comn, aunque interesante o estimulante, no causa un im-pacto significativo en nuestras vidas.

    Las EAEs fueron elegidas porque su naturaleza ex-cepcional (a) amplifica los efectos fenomenolgicos de la arquitectura lo que hace ms fcil su estudio que bajo circunstancias normales; (b) garantiza una mayor retencin mnemnica que simplifica la reco-pilacin de datos al mismo tiempo de asegurarnos una mayor confiabilidad en los mismos2; y (c) tiene consecuencias duraderas en la vida de la gente y los profesionales3. Adems las EAEs (d) estn ge-neralmente asociadas a lugares bien conocidos lo que facilita un posterior anlisis objetivo.

    Ambas encuestas tenan un total de 35 preguntas, 30 que cubran a la experiencia y 5 al participante. Estas fueron diseadas para ser completadas en 10 minutos y eran accesibles libremente por Internet4. Las encuestas generaron el mayor nmero de testi-monios personales de EAEs hasta ahora (2982: 1890 en ingls y 982 en castellano). Sin embargo, ya que la participacin era totalmente voluntaria, irrestric-ta, y sin supervisin, el resultado no constituye un muestreo cientfico de una poblacin en particular.

    En realidad, dado los procedimientos e instrumen-tos utilizados para producir, difundir y completar los cuestionarios, el grupo de participantes es una representacin distorsionada de sus poblaciones en general. Los que respondieron predominantemente

    tienen algn tipo de educacin universitaria (90%, 90%), b) reconocen a la arquitectura como su rea de estudio o profesin (55%, 69%), y c) tiene entre 25 y 40 aos de edad (39%, 39%), con el grupo de 41-55 aos inmediatamente despus (28%, 36,5%).

    A pesar que estos grupos no tipifican a la demo-grafa general a la que pertenecen y esto limita la extensin de los resultados obtenidos, por el otro lado su diferencia nos ofrece ventajas notables. Por ejemplo, la participacin de gente con buena edu-cacin arquitectnica nos da una mayor confianza en los datos colectados. Esto es particularmente importante en el caso, ya que se estudia proble-mticas que son difciles de comprender, medir y describir. De cualquier forma, las casi 2900 res-puestas obtenidas permiten anlisis estadsticos de los grupos participantes con legitimidad cientfica.

    Es imposible de cubrir la amplitud y profundidad de los resultados obtenidos en el espacio de este artculo. Por lo tanto, se presentan los de mayor relevancia al caso. Aquellos lectores que estn in-teresados en profundizar otras dimensiones de esta investigacin pueden hallar otras fuentes10.

    Caractersticas generales de las EAEsEl inicio de las EAEs fue descrito como de golpe (51.5%, 58.5%)5 y sorpresivo (76%, 83%) mien-tras que su desenvolvimiento fue definido como espontneo (78.5%, 91%). Respecto de su final, las personas declararon que las EAEs tendan a concluir sin su consentimiento (51%, 44%) aun-que si consideramos el gran porcentaje de respues-tas no recuerdo (16%, 19%), se comprueba un apoyo an mayor a tal respuesta: Quin finalizara conscientemente algo tan excepcional y luego no recordarlo? Esto elevara la estadstica de fin sin consentimiento a 67%, 63% de los encuestados. En otras palabras, en la mayora de las situaciones, la EAE termina como comienza, por s sola.

    Cuando interrogados acerca de cmo las EAEs fueron sentidas, los encuestados describieron es-tados introspectivos y de silencio (87.5%, 87%) caracterizados por no hablar (62%, 57%), fuertes

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    reacciones corporales (56.5%, 43%) y un grado de conciencia superior al normal (92.5%, 78%). A pesar de que una minora dijo haber llorado (18%, 28.5%), sollozar es una reaccin tan fuerte que su presencia relativa (casi 1/5 y ms de 1/4 de todas las respuestas) confirma el poder conmovedor de las EAEs. Esto a su vez se corrobora en el enorme con-senso que estas experiencias son intensas (80%, 88.5%), profundas (89%, 91.5%) y vvidas (85.5%, 84.5%).

    Naturaleza y Consecuencias de las EAEsLas encuestas asimismo indagaban sobre la na-turaleza y consecuencias de las EAEs que fueron definidas como experiencias excepcionalmen-te emotivas, sensuales/perceptivas/fsicas, atemporales, y placenteras que producen discernimiento, belleza, alegra/satisfaccin y paz. La tabla N 1 resume los resultados ob-tenidos.

    Se puede inferir de estos resultados que las EAEs son epifanas estticas caracterizadas al menos inicialmente por su atractivo sensual/perceptivo/fsico. La belleza es una resultado fundamental de la experiencia. Es tambin claro que estas viven-cias permiten un discernimiento directo e intuitivo que, cuando consideramos todas las respuestas (ver tambin la informacin y anlisis que sigue a esta seccin), incluye un acceso profundo, intenso,

    y vvido a cierta dimensin incondicional o trascen-dente de la realidad. En este contexto, la alegra/satisfaccin declarada debe ser vista junto a la de placer, ya que en conjunto significan no slo un deleite sensual o fsico, sino tambin una apre-ciacin multidimensional que abarca sentimientos intensos y realizacin espiritual.

    Finalmente, la paz como fruto fenomenolgico debe ser interpretada con relacin a la naturaleza atemporal de estas vivencias. En su atmosfera de gran fuerza emotiva, las EAEs permiten que la atencin/conciencia llegue a una cspide desde donde se puede disfrutar la belleza, acceder a dis-cernimientos penetrantes, lograr total satisfaccin y alegra, bajo un sentimiento general de paz.

    Un descubrimiento inesperado fue la baja clasifi-cacin de lo analtico/intelectual como descriptor de la naturaleza de las EAEs (sexto, quinto lugar). Esto no necesariamente significa la falta o irre-levancia del pensamiento o anlisis en las EAEs, sino que el pensar ocupa una quinta o sexta posi-cin en importancia. El corolario es que la activi-dad intellectual necesita ser disminuda para que la EAE pueda desplegarse desinhibidamente. En otras palabras, el extraordinario arquitectnico no puede ser estudiado o explicado crtica, analtica o intelectualmente.

    Tabla 1: Resumen de las respuestas caracterizando la naturaleza y las consecuencias de las EAEs. Los porcentajes represen-tan ambos grupos encuestados en forma conjunta.

    Naturaleza de las EAEs Consecuencias de las EAEs

    % Respuestas Calidad Resultado % Respuestas

    72.3 Emocional Discernimiento 54.7

    64.4 Sensual/Perceptiva/Fsica Belleza 50.7

    45.9 Atemporal Alegra/Satisfaccin 43.4

    40.3 Estado de Placer Paz 38.2

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    Ejemplos de EAEsA pesar que estos resultados comienzan a esta-blecer un perfil fenomenolgico de las EAEs, tales estadsticas no pueden comunicar la naturaleza de estas experiencias. Por ejemplo, consideremos los siguientes testimonios:

    Catedral de Sevilla, Espaa, 1987. En mi primer y nico viaje a Europa, una de las ciudades que haba previsto recorrer era Sevilla. Llegu bajo un calcinante sol del verano espaol, en tren y lo nico que poda pensar era dnde habra una fuente para meterme de cuerpo en-tero a refrescarme. Camin siguiendo el mapa que me indicaba cmo llegar a la Catedral de Sevilla, que era uno de los lugares que haba registrado para visitar. Verla de lejos o en postales y guas tursticas era una cosa...pero otra muy distinta fue quedar parada fren-te a ella. Recuerdo muy claramente haber quedado muda... y no querer salir de ese estado en el que entr al verla de cerca. Todo lo que poda era sentir... sentir y sentir. Qued emocionada, como en xtasis, disfru-taba de cada centmetro que miraba...y ms todava fueron las sensaciones de paz y regocijo cuando entr a recorrerla. Estuve horas y volv a visitarla cada da que me qued en la ciudad, que en parte fueron ms de los que tena agendados porque la Catedral me llev ms tiempo. Esto fue hace exactamente 20 aos

    y mientras escribo me vuelvo a sentir tan maravillada como entonces.

    Capilla de Ronchamp, Francia. 1995. Llegu con un amigo en automvil, pudiendo divisar la capilla desde cierta distancia. Eso agrand mi ansiedad y expecta-tiva, ya que como arquitecto conoca y apreciaba la obra a travs de los libros. Al acercarme a la capilla poda sentir palpitar mi corazn. Al ingresar, se siente la presencia de algo superior o metafsico. Los rayos de sol que se filtran por las perforaciones de colores del muro se materializan en el espacio, y me pare-ca sentir que me tocaban. Escuchaba murmullos de admiracin de otros visitantes, pero a m el espacio me sobrecoga y no me permita hablar. Solo quera disfrutarlo. El espacio pareca respirar: se achicaba y se expanda. Los muros expresaban su materialidad y la cubierta de hormign flotaba sobre m. Las for-mas consumaban la blasfemia de la sensualidad en un espacio sagrado. No puedo precisar cunto tiempo estuve en la capilla, ya que todos los sentidos estaban destinados al disfrute y comprensin del edificio. Dada mi profesin, mi mirada estuvo tambin dirigida a interpretar analticamente el espacio y la naturaleza de su tecnologa, pero esta interpretacin racional es mucho menos memorable para m que la experiencia sensorial de la capilla.

    El Pabelln de Barcelona de Mies van der Roeh en Espaa. Fotografa de Megan Brady Smuin, agosto de 2005.

    El Pabelln de Barcelona de Mies van der Roeh enEspaa. Fotografa de Carl Cavallaro, agosto de 2005.

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    El Castillo, pirmide principal de Chichn Itz, Yucatn,

    Mxico. Fotografa de Jim Bassett, abril de 2012.

    Machu-Picchu, Per, 2005. Al llegar a la parte alta, desde donde se domina la famosa vista de Machu-Pic-chu, conocida mundialmente, me qued prcticamen-te sin habla, experimentando una profunda e intensa sensacin de gozo interior, de fascinacin, de admira-cin; una sensacin de hieratismo reverente aletarg mis emociones, al grado de permanecer ah por bas-tante tiempo, mudo de asombro, queriendo abarcarlo todo y lamentando que mi vista no pudiera colmar el mandato de mi cerebro, vido de imgenes. Extasiado como estaba, ni el fro hizo mella en mi nimo; una densa capa de nubes cubra toda la meseta y dejaba caer una leve llovizna. Con o sin nubes, estar ah era como araar la gloria (si bastaba alzar mi mano para palpar el humor acuoso del cielo encapotado!). Se dira que la experiencia era religiosa: una comunin con lo que de eterno tiene la naturaleza viva y la naturaleza humanizada.

    El Panten, Roma, Italia. 1996. Ya desde el ingreso al edificio del Panten de Roma fue una sensacin impactante. Fue vibrante el paso de una plaza llena de gente, de luz, de sol, de color y movimiento, a un inte-rior oscuro, umbroso, fresco casi fro, quieto, al punto que hasta las pocas personas que se encontraban all parecan inmviles, creo que por estar pasando por la misma emocin por la que pasaba yo en ese momento. Recuerdo estar entrando a un edificio monumental desde el prtico, con sus inmensas columnas y la gran altura del techo del atrio, que ya me daban una idea de lo que sera el interior, pero al ingresar me dio un fuerte escalofro y me qued con la boca abierta mi-rando la inmensidad, la perfeccin del espacio circular, el esplendor de los mrmoles de distintos colores, las monumentales estatuas y altares, y lo ms fantsti-co, el rayo de luz natural que entraba por un agujero en el centro exacto del techo que se iba desplazando lentamente, rasante sobre las paredes a medida que pasaba el tiempo. Todo conformaba un lugar nico que nunca antes haba experimentado, y adems con la carga de tantos siglos desde su concepcin... Todo result en una emocin muy fuerte que an hoy re-cuerdo despus de 12 aos.

    Estas cuatro historias son ejemplos de las 1078 na-rrativas que la gente comparti generosamente en

    las encuestas6. La mayora de ellas describen eventos sobrecogedores, maravillosos, transcendentales.

    Anlisis e Interpretacin FenomenolgicasCuando se consideran estos ejemplos concretos junto a las estadsticas generales, notamos una remarcable consistencia en las respuestas a los sondeos realiza-dos. De esta manera, el fuerte tenor emotivo de las EAEs va de la mano con el mayor nivel de conciencia reportado - atencin que, a su vez, es requerida porque la EAE no permite al individuo predecir y/o controlar lo que est ocurriendo o va a ocurrir en el momento siguiente. Dado que la persona experimenta el evento a medida que este se desenvuelve (esto es repenti-na, sorpresiva, y espontneamente), debe man-tenerse vigilante, despierta. Una experiencia que es tan libre y al mismo tiempo tan viva y alerta apunta a una suspensin de los prejuicios, ideas y voluntad que la gente generalmente impone a la mayora de sus situaciones. Dicho de otro modo, las EAEs son descubrimientos experienciales en devenir facilita-dos por un abandono de la persona al momento, un ser/estar-en-el-presente que est abierto a lo que tal presente revela. Relacionado a este momento ex-traordinario emergen sensaciones corporales (piel de gallina, lagrimear, temblores, palpitaciones, etc.) que demuestran un estado emotivo con poca intervencin mental. Este conjunto de cualidades experienciales deben relacionarse con la reportada mudez o el bajo uso del intelecto, lo que indica la concurrente apertu-ra de otras maneras de conocer, saber y sentir; ms all de operaciones centradas en lo discursivo (pensa-miento), el hemisferio izquierdo (razn), o la neo-cor-teza cerebral (ego, juicio). Dichos resultados sugieren

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    Capilla de Ronchamp (Notre Dame du Haut), Francia. Fo-tografa de Pieter Morlion, 7 de Julio de 2008 (LIcencia Flikr Creative Commons, CC BY-NC-ND 2.0)

    que, a pesar de la usual conjetura de subjetividad, las EAEs parecen no estar centradas en el ego, sino ms bien en un espacio que no es ni objetivo ni subjetivo, sino ambos simultneamente. Estos resultados su-gieren que las EAEs presentan condiciones fenome-nolgicas comparables a estados no-duales, que son caractersticos de experiencias pico u ptimas como as tambin de profunda meditacin7.

    Desde otra perspectiva, se constata que una buena parte de los encuestados experiment un estado psicosomtico, similar al de ciertas experiencias msticas o religiosas. Slo tenemos que referirnos a William James y su libro Las Variedades de la Expe-riencia Religiosa para encontrar paralelos. Estudios contemporneos en neurociencia apoyan tambin la conexin entre experiencias religiosas/espirituales y vivencias estticas en general que son posibles de extender a la arquitectura8. Y aunque la similitud entre las EAEs y las experiencias msticas puede parecer extraa al principio, no lo es cuando se analiza el tema

    en profundidad. Despus de todo, desde la antigedad los filsofos han reconocido la estrecha relacin entre belleza y los estados sublimes (Platn, Santo Toms, Kant, Schopenhauer, Stolnitz). Las encuestas no solo ratifican empricamente esta posicin, sino que tam-bin nos ofrecen una riqueza de detalles psico-fsicos sobre las fenomenologas esttica- arquitectnica, no conocidas hasta ahora. Y si bien este tipo de ex-periencia no la tiene todo el mundo, las encuestas confirman que existe un gran nmero de personas que encuentran en la arquitectura, o en la EAE, una apertura a lo sublime o sagrado.

    De aqu que no sea sorprendente ver a los encuesta-dos afirmar que las EAEs modificaron para siempre su entendimiento y apreciacin de la arquitectura (81.5%, 80.5%). Esto no es nada trivial. Lo que estos individuos dicen, es que estas vivencias irreversible-mente cambiaron un saber de algo bien establecido mental y afectivamente en lo ms profundo de su ser (se destaca que un 55%, 69% de los encuestados declararon que la arquitectura era su disciplina o profesin). Este notable cambio no puede ser real-mente explicado, a menos que reconozcamos a un cierto nivel el carcter inefable de estas EAEs.

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    Tabla 2. Los 12 lugares ms citados por facilitar Experiencias Arquitectnicas Extraordinarias.

    ENCUESTA EN INGLES ENCUESTA EN CASTELLANO

    1 La Sagrada Familia, Barcelona, Espaa Machu Pichu, Per

    2 El Panten, Roma, Italia El Panten, Roma, Italia / La Capilla de Ronchamp (Notre Dame du Haut), Francia

    3 La Capilla de Ronchamp (Notre Dame du Haut), Francia La Sagrada Familia, Barcelona. Espaa

    4 El Instituto Salk, La Jolla, California. La Alhambra, Granada, Espaa

    5 La Catedral de Notre Dame, Paris, Francia / La Mezquita de Crdoba, Espaa La Baslica de San Pedro, Roma, Italia

    6 El Taj Mahal, Agra, India El Pabelln Barcelona, Barcelona, Espaa / El Partenn La Acrpolis, Atenas, Grecia

    7 Machu Pichu, Per / La Biblioteca Pblica de Salt Lake City, USA/ La Baslica de San Pedro, Roma, Italia / La Catedral de Chartres, Francia.

    El Taj Mahal, Agra, India

    8 La Alhambra, Granada, Espaa / Mi casa / La Casa de la Cascada, Pennsylvania, USA / El Partenn La Acrpolis, Atenas, Grecia

    Chichen Itza, Yucatn, Mxico / El Museo Guggenheim de Bilbao, Espaa

    9 El Museo Louvre en Paris, Francia / La Torre Eiffel en Paris, Francia El Banco de Londres, Buenos Aires, Argentina

    10 El Monumento a la Guerra de Vietnam en Washington, USA / El Museo de Guggenheim de Nueva York, USA

    La Torre Eiffel en Paris, Francia / La ciudad de Venecia, Italia / El Coliseo Romano, Roma, Italia / Las Ruinas de San Ignacio, Misiones, Argentina / La Catedral de La Plata, Argentina

    11 El Monasterio de Sainte Marie de la Tourette, Francia / El Museo Judo en Berln, Alemania.

    El Monumento a la Bandera, Rosario, Argentina / Las Pirmides de Giza, Egipto / El Parque Gell en Barcelona, Espaa / El Museo Judo en Berln, Alemania / La Biblioteca Nacional, Buenos Aires, Argentina / Hagia Sophia, Estambul, Turqua / La Defense en Paris, Francia.

    12

    Los Baos Termales en Vals, Suiza / El Museo de Arte Kinbell en Fort Worth, Texas, USA / Las Pirmides de Giza, Egipto / Casa de la Opera en Sydney, Australia / El Templo Mormn de Salt Lake City USA / Iglesia de Santa Mara del Fiore, Florencia, Italia.

    Teotihuacan, Mxico / El Vaticano, Roma, Italia / El Museo Xul Solar en Buenos Aires, Argentina/ Las Torres Gemelas de Nueva York, USA

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    Los 12 lugares ms citados por las EAEsLas encuestas solicitaban a los participantes definir donde haban experimentado su EAE, lo que dio una lista de obras arquitectnicas reconocidas por su belleza, historia, y calidad.

    La Tabla 2 resume la lista de los 12 lugares ms citados. Una posicin puede ser compartida por varias obras si alcanzaron el mismo nmero de referencias. Es de notar la consistencia en las res-puestas de los dos grupos sondeados9.

    El hecho de que tantos encuestados de tan diversos orgenes, lenguajes, edades, gneros y culturas con-cuerden en una mayora de lugares apoya uno de los principios fundamentales de toda empresa cientfica: repeticin. A pesar que una repeticin literal (tipo ex-perimento emprico) no es posible en nuestro caso debido a la naturaleza vivencial del suceso, el nmero de testimonios y su consistencia, no pueden ser igno-rados como algo subjetivo o estocstico neto.

    Aqu se debe observar que la mayora de los sitios registrados fueron originalmente edificios religio-sos. Evidentemente tiene sentido descubrir que la arquitectura y la espiritualidad naturalmente se encuentren, durante EAEs, en espacios dedicados

    a lo trascendente. Adems, ya que estas fenome-nologas extraordinarias son provocadas, en gran medida por la belleza de lo construido, es lgico tambin esperar que las sociedades y culturas del pasado hayan notado y explotado tal conexin tanto como fuese posible en su diseo de espacios sa-grados. El resultado ha sido, como advertimos en esta encuesta, arquitectura de gran valor esttico cuyo propsito fue conectar al hombre con Dios.

    Es notable que los encuestados generalmente fueran sorprendidos y transformados por EAEs en obras que seguramente ya conocan intelectual-mente por cursos de historia, libros de viaje, me-dios de comunicacin u otros. La calidad presencial de estos lugares fue lo suficientemente poderosa como para desvanecer cualquier familiaridad inte-lectual pre-existente y as generar una experiencia totalmente nueva que sorprende. Esto nos dice que lo cualitativo no puede ser indirectamente asimi-lado, sino que debe ser directamente encontrado y experimentado en una situacin actual. En castella-no (no en ingls) tenemos la gran suerte de poder reconocer la gran diferencia que existe entre el co-nocer y el saber, lo que nos ayuda a comprender rpidamente lo que las encuestas estn afirmando: el conocer nunca puede reemplazar el saber.

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    Machu Picchu, inmediatamente despus del amanecer. Per. Fotografa de Charlesjsharp, 12 de Abril de 2012 (Licen-cia de Wikipedia Creative Commons, CC BY-SA 3.0)

    ExtensinUtilizando la misma base de datos producidos por las dos encuestas, varios trabajos fueron ejecuta-dos en los ltimos 4 aos que complementan las in-terpretaciones y conocimientos avanzados en este artculo10. En forma breve, se pueden destacar, el primero sobre la distancia promedio de 5.520 km, 6.300 km. que los encuestados dicen haber reco-rrido para experimentar las 10 obras ms citadas. Este resultado propone que la travesa espacial y cultural juega un factor importante a la hora de tener una EAE. Se refiere as no solamente del es-fuerzo fsico, temporal, y econmico que hace el viajante sino, ms significativamente, a la distancia social, cultural, idiomtica y probablemente tni-ca y religiosa que significa un periplo de miles de kilmetros. Este desplazamiento tan extremo (que nos recuerda del ritual de peregrinaje) hace que muchas de las estructuras cognitivas cotidianas se tornen inservibles, provocando as una suerte de reduccin fenomenolgica - prctica central en la fenomenologa de Husserl que significa poner momentneamente entre parntesis los prejui-cios para as acceder al contenido no contaminado de la conciencia: pura realidad11. Este experimentar vivencial libre de preconceptos (o al menos hones-tamente abierto a lo que se presenta) se relaciona

    indudablemente con las cualidades fenomenol-gicas de las EAEs que, como vimos anteriormente, las hace similares a experiencias contemplativas, pico-ptimas, y/o msticas.

    El lector deber dirigirse al artculo especfico para encontrar los argumentos y pruebas pertinentes12.

    El segundo trabajo es un estudio comparativo de tres obras sagradas paradigmticas (el Panten, la catedral de Chartres y la capilla de Ronchamp) utilizando la taxonoma hermenutica de Lindsay Jones para vincular experiencias humanas sub-jetivas con las condiciones objetivas empricas de la arquitectura construida13. Este estudio encontr que el Panten induce experiencias espirituales mediante el uso del edificio en s como modus ope-randi contemplativo, mientras que Chartres logra el mismo objetivo mediante la combinacin de estra-tegias teatrales y contemplativas. Ronchamp, por otra parte, hace uso de su calidad de santuario y de

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    la naturaleza esttico-contemplativa. Es de notar que aunque cada uno de los tres casos es diferente en composicin, materialidad, espacialidad, luz y dems, todas las experiencias consiguen despertar un estado contemplativo. Esto es un hallazgo rele-vante porque relaciona directamente la dimensin contemplativa de la arquitectura sagrada a la es-ttica. Esto significa que la experiencia perceptiva de la obra es en s responsable por el estado psi-cosomtico alcanzado: la EAE. En otras palabras, la esttica es el vnculo entre arquitectura y espiri-tualidad (reafirmando lo examinado previamente en conexin con la neurociencia). Cuando se considera que tal contemplacin esttica (durante las EAEs en general, y en estas tres obras en particular) no fue alcanzado, por medio de la crtica, el anlisis, o sea el intelecto sino por una aprehensin intuitiva, perceptiva, y emocional directa de la arquitectura, se comienza a discernir en toda su magnitud el significado pre moderno de lo bello.

    ConclusinEl estudio estadstico de experiencias arquitect-nicas extraordinarias tiene como objetivo mejo-rar nuestra comprensin del lado subjetivo de la relacin entre arquitectura y espiritualidad. La esperanza es que esto avanzar nuestro conoci-miento disciplinar en general al iluminar y luego neutralizar el prejuicio existente hacia lo objetivo. Si bien esta accin puede parecer alentada por una negatividad crtica, la intencin es pura y su fruto beneficiar an a aquellos que deseen continuar perfeccionando una visin enfocada solo en el ob-jeto. Por ejemplo, los resultados de este esfuerzo otorgan validez emprica a lo que los diseadores de espacios (religiosos o no, centrados en el objeto o no) saban desde el principio de la historia: la ar-quitectura puede tocar el alma y llenar el espritu. El hecho que obras edilicias dedicadas a tal tarea, desde hace miles de aos, continen conmocio-nndonos a travs de las pocas, civilizaciones y culturas es un testimonio irrebatible de la presen-cia de condiciones arquetpicas objetivas pero tambin subjetivas. En este sentido, las encuestas nos ensean que si bien no podemos depender de la integridad analtica para acceder o disfrutar de una

    EAE -necesitamos en cambio confiar en nuestra capacidad emocional, perceptiva e intuitiva- pode-mos s usar el intelecto para estudiar las obras y experiencias sublimes de manera ms incisiva y amplia que hasta ahora.

    Se espera que luego de esta discusin queden cla-ros cuatro temas. Uno, es que los espacios sagra-dos contienen an muchos secretos que nos pue-den ayudar a crear lugares y obras contemporneas extraordinarias. Dos, que el estado psicosomtico y la forma en que el sujeto encuentre a la obra tiene un gran importancia en la suerte de experiencia arquitectnica que se tenga. Tres, que la fenomeno-loga nos provee con herramientas adecuadas para avanzar en nuestra comprensin de la interaccin entre sujeto y objeto si estamos dispuestos a exten-der su alcance mediante un juicioso uso del mtodo cientfico. Y cuatro, que la vivencia arquitectnica puede hacernos alcanzar el nivel de conciencia ms profundo accesible a nuestra humanidad como es la experiencia de lo divino.

    AgradecimientoQuiero agradecer a las miles de personas de todo el mundo que brindaron su tiempo al participar en las encuestas. Cada uno de esos 2.872 actos altruistas, no slo ayuda al avance de nuestro conocimiento, sino que, ms importante an, estos actos son una prueba viviente del poder verdadero y duradero de la arquitectura en nuestra existencia.

    Salk Institute de Louis Kahn en La Jolla, California. Patio principal mirando al ocano Pacfico.

    Fotografa de Shawn Benjamin.

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    8. William James, Las Variedades de La Experiencia Religiosa, traduc-cin de J. F. Yvars con Prlogo de Jos Luis L. Aranguren (Ediciones Pennsula, 1994). Respecto de la neurobiologa, en el simposio de la IFRAA en La Jolla, California, en 2006, Patrick Rusell y Andrew Newbert presentaron evidencias persuasivas que los estudios neurocientficos de experiencias religiosas pueden ser aplicados a fenomenos percep-tivos de arquitectura religiosa. Los resultados preliminares de mi tra-bajo en neurociencia y arquitectura contemplative apoya esta misma hiptesis, algunos de los cuales pueden ser vistos en una conferencia que d en la Academy of Neuroscience For Architecture (ANFA) en La Jolla, California, en Septiembre 2012: http://www.youtube.com/watch?v=PalHtOrY9E4 (consulta del 27 de Julio de 2013). Finalmente, la literatura cientfica sobre la relacin entre salud, bienestar y espi-ritualidad es extensiva y siempre creciente. Buenas referencias aqu son Eugene G. DAquili and Andrew B. Newberg, The Neuropsycho-logy of Aesthetic, Spiritual, and Mystical states, Zygon, vol.35, no.1 (2000), pp.39-51. Eugene G. DAquili and Andrew B. Newberg, The Neuropsychology of Religious Experience, en Handbook of Religion and Mental Health, Harold G Koenig ed. (San Diego, CA: Academic Press, 1998), pp.75-94. Richard Davidson, Spirituality and Medicine: Science and Practice, Annals of Family Medicine, vol.6, no.5 (2008) pp. 388-389. Richard Davidson, Well-Being and Affective Style: Neural Substrates and Biobehavioural Correlates, Philosophical Transaction of the Royal Society (Biological Sciences), vol.359 (2004) pp.1395-1411. 9. Las obras en Tabla 2 denotan un pequeo prejuicio hacia lo local debido a la influencia que mis conexiones con gente de Utah (USA) y Argentina tuvieron a la hora de fomentar la participacin en las encuestas. Estimo que el impacto de este fenmeno sobre el total de las encuesta puede ser de hasta un 20 o 30%. El prejuicio de referencia puede observarse en la aparicin de dos edificios en la encuesta en ingls (de un total de 26): La Biblioteca Pblica de Salt Lake City y el Templo Mormn de Salt Lake City, Utah. En el caso de la encuesta en castellano, hay cinco obras con un inusual peso estadstico (de un total de 28): el Banco de Londres en Buenos Aires, Las Ruinas de San Ignacio en Misiones, La Catedral de La Plata, el Monumento de la Bandera en Rosario, la Biblioteca Nacional en Buenos Aires y El Museo Xul Solar en Buenos Aires, todos en Argentina. La eleccin relativamente enfocada de individuos de estos dos grupos (en Utah y en Argentina) deforma un poco los resultados generales.10. En refencia a Julio Bermudez, El Rol del Distanciamiento en lo In-efable Arquitectnico, Revista MODULO (en prensa). Julio Bermudez y Brandon Ro, Fenomenologas Extraordinarias de la Arquitectura Sagrada - Los Casos de Chartres, Ronchamp, y el Panten, Arquitec-tura del Sur, no.42 (2013), pp.88-101. Julio Bermudez y Brandon Ro,

    Citas1. Por ejemplo, ver: Le Corbusier en el Partenn en la Acrpolis de Atenas, Grecia [Le Corbusier, El Viaje de Oriente (Valencia, Spain: Artes Graficas Soler S.A., Second Edition, 1993 - the first Edition was publi-shed in 1984)]; Bruno Taut en la Villa Katsura en Kyoto, Japn [Bruno Taut, Houses and People of Japan (Tokyo: The Sanseido Co., 1937)]; Frank Gehry en la Catedral de Chartres en Francia [Frank O. Gehry, en Studio Talk: Interview with 15 Architects, ed. Yoshio Futagawa (Tokyo: A.D.A. EDITA, 2002)]; Tadao Ando en la Capilla de Ronchamp, Fran-cia [Tadao Ando, Tadao Ando on Le Corbusier, en Architects on Architects, ed. Susan Gray (New York: McGraw-Hill, 2002)]; Juhani Pallasmaa en el Templo de Karnak en Luxor, Egipto [Juhani Pallasmaa, The Aura of the Sacred, en The Religious Imagination in Modern and Contemporary Architecture: A Reader, ed. Renata Hejduk and Jim Williamson (New York: Routledge, 2011), ver p.237]; y Alberto Campo Baeza en el Panten de Roma, Italia [Alberto Campo Baeza, Principia Architectonica (Madrid: Mairea Libros, 2012), pp.85-92]2. Cuando se les pregunt sobre la claridad del recuerdo de sus experiencias, la mayora de los encuestados dijo ser muy vvido (como si fuese ayer) (63.5%, 63.5%) con moderadamente vvido en un lejano segundo lugar con 33.5%, 34%. Solamente un 3%, 2.5% dijo tener un vago recuerdo. Este alto grado de recapitulacin mnemnico afirma que las EAEs quedan fuer-temente impresas en la memoria lo que aumenta nuestra confiabilidad en las respuestas brindadas en las encuestas.3. Referirse por ejemplo a Tony Hiss, The Experience of Place (New York: Knopf, 1990); Lindsay Jones, The Hermeneutics of Sacred Architecture (Cambridge: Harvard University Press, 2000); Robert Ivy, The Essence of Education (Editorial), Architectural Record 07 (2006) p.17; Norman Koonce, Erasing the Boundary Between the Physical and the Spiri-tual, the AIA Journal of Architecture (July 2005) p.24. El cuestionario empleado est disponible en: http://faculty.cua.edu/bermudez/alive/experiencia-arquitectonica-extraordinaria_en-cuesta-espaol.pdf5. El hecho de que los porcentajes para comienzo gradual son to-dava altos (46%, 39%) implica que un arribo ms lento de la EAE no necesariamente disminuye su efecto asombroso.6. Para ver ms ejemplos de historias en castellano dirigirse a Bermu-dez (2008) y (en prensa). Para ejemplos en ingls, dirigirse a Bermu-dez (2009, original de este artculo) y (2011, Profound Experiences of Architecture). Las citas bibliografcas de estos trabajos se encuetran en la referencia [10] debajo.7. En referencia a Mihaly Csikszentmihalyi, Experiencia Optima: Estu-dios Psicolgicos del Flujo de la Conciencia (Bilbao: Editorial Desclee de Brouwer, 1998); y a Daniel Goldman, The Medidative Mind: The Varie-ties of Meditative Experiences (New York: G.P. Putmans Sons, 1988)

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    The Effect of Gender, Age, and Education in Extraordinary Aesthetic Experiences EDRA44 Proceedings (Providence, RI: EDRA Publications, 2013), pp.279-280. Julio Bermudez y Brandon Ro, Memory, Social Interaction and Communicability in Extraordinary Experiences of Architecture, en Proceedings of the 2013 ARCC Conference, C.Jarrett, K-H Kim and N. Senske eds. (Charlotte, NC: University of North Ca-rolina, 2013), pp.677-684. Julio Bermudez, Empirical Aesthetics: The Body and Emotion in Extraordinary Architectural Experiences, en Proceedings of the 2011 ARCC Conference, P. Plowright & B. Gamper eds. (Detroit, MI: Lawrence Tech University, 2011), pp.369-380. Julio Bermudez, Outcomes of the Architectural Extraordinary: An Empi-rical Study. en Collected Abstracts of the Third Architecture, Culture & Spirituality Symposium (Electronic Publication), J. Bermudez & P. Tabb eds. (Serenbe, GA: ACS Forum, 2011). URL: http://www.acsforum.org/symposium2011/papers/bermudez.pdf (consulta del 27 de Julio de 2013). Julio Bermudez, Profound Experiences of Architecture. The Role

    of Distancing in the Ineffable, 2A - Architecture and Art Magazine, No.17 (2011), pp.20-25. Julio Bermudez Definiendo lo Extraordinario en la Arquitectura. Estudios Estadsticos de la Fenomenologa de lo Bello, RELEA n 28 (2008), pp.17-3811. La reduccin fenomenolgica es propuesta en varios estudios de Edmund Husserl, como Ideas Relativas a una Fenomenologa Pura y a Una Filosofa Fenomenolgica (Mxico, F.C.E, 1986).12. Bermudez, El Rol del Distanciamiento en lo Inefable Arquitec-tnico.13. Bermudez, Fenomenologas Extraordinarias de la Arquitectura Sagrada - Los Casos de Chartres, Ronchamp, y el Panten. Respecto del modelo de Lindsay Jones, refer to Jones, The Hermeneutics of Sacred Architecture.

    Julio BermdezSu investigacin y docencia se enfocan a construir una filosofa y prctica de Simplicidad Arquitectnica Voluntaria (VAS), la fenome-nologa de la arquitectura y la relacin entre arquitectura, cultura y espiritualidad. Actualmente trabaja en un estudio de neurociencia sobre estados contemplativos inducidos por la arquitectura con el Brain Institute de Utah y en el continuo anlisis de dos encuestas sobre fenomenologas excepcionales de lugar. Entre los ltimos reconocimientos recibidos se destacan: el Premio a la Exelencia Docente 2006 otorgado por ACADIA (Association for the Computer-Aided Design In Architecture), y el Premio Sasada por su contribucin significativa a la investigacin y enseanza en el rea digital entregado for CAADRIA (Computer-Aided Architectural Design Research In Asia) en 2010.