fayad jamís levántate y ayuda al mundo a despertar

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EL pasado 20 de octubre, Da de la Cultura Cubana, Casa de las AmØ- ricas a travØs de su Fondo Edito- rial present el cuaderno digital Madrigal para un prncipe ne- gro, de la premio nacional de Li- teratura Nancy Morejn. La edi- cin, al cuidado de Caridad Tama- yo FernÆndez y con diseæo de Pepe MenØndez, forma parte de la coleccin Pasamanos. El poema- rio inspirado en los trÆgicos suce- sos ocurridos en Minneapolis, el 25 de mayo de 2020, que causaron la muerte del afroamericano George Floyd fue compartido por los pres- tigiosos intelectuales cubanos Este- ban Morales y Vctor Fowler, acom- paæados de la autora. *** «Por su inconfundible voz poØ- tica que con austera belleza uni- versaliza la existencia indivi- dual», fue galardonada la poeti- sa estadounidense Louise Glück con el Premio Nobel de Litera- tura 2020. Profesora de inglØs en la Universidad de Yale, New Haven, Connecticut, debut en 1968 con Firstborn y gan el Premio Pulitzer en 1993 y el Na- cional del Libro en 2014. Ha pu- blicado 12 colecciones de poesa y varios volœmenes de ensayos, segœn publica nota del ComitØ del importante galardn. *** Organizada por el Gobierno de la Ciudad de MØxico y la CÆma- ra Nacional de la Industria Edi- torial Mexicana, y restringida por la COVID-19, este octubre se desarroll de forma virtual la Feria Internacional del Libro Z- calo 2020 con ventas, presenta- ciones de novedades literarias, lecturas de poesa, discusiones sobre los temas de actualidad y homenajes a guras emble- LA poesa ayuda a vivir, esa es su razn de ser, su funcin social. Y si no lo creen, lean a la luz de la adversidad que afron- tamos, el poema de Fayad Jams, Filo- sofa del optimista. En especial, estos versos: El optimista se sent a la mesa, mir a su alrededor/ y se sirvi un poco de lo poco que hall. Y ante los comen- tarios de que «haba demasiado nada», pens: tengo derecho a comer con ale- gra/ lo pocomucho que gano mientras llega la abundancia. Por supuesto, no siempre los poemas de este poeta, pin- tor, editor, traductor y periodista mexi- cano-cubano son optimistas, como no- sotros mismos en la vida real. Y suelen ser textos crticos, denunciar cualquier visin interesada de la realidad, siempre a partir de la identicacin, del amor. En 1949 Jams public en Guayos, el pue- blo donde ech races, su primer libro de poesa, Brœjula. Pero su obra lrica real- mente comienza con Los pÆrpados y el polvo, publicado en 1954 por la revista y editorial Orgenes. Cintio Vitier advirti all «una mirada poØtica muy sagaz para intuir la imagen que salta venturosa de lo cotidiano o la memoria». Roberto Fer- nÆndez Retamar dijo que era «una poe- sa real, en que la oscuridad es atributo fatal de su honradez. PoniØndole espejo el a un tiempo oscuro, esta poesa nos muestra un rostro desolado». Y Luis Ro- gelio Nogueras seæal que «ningœn poe- mario de la literatura cubana prerrevolu- cionaria es un testimonio tan autØntico y desgarrador de la alienacin del escritor marginado y preterido por el capitalismo como Los pÆrpados y el polvo». La obra maestra de Fayad Jams es su tercer libro, Los puentes, publicado por Ediciones R en 1962. Escrito en Pa- rs entre 1956 y 1957, ofrece una de las mÆs brillantes representaciones, en la poesa de lengua espaæola, del intelec- tual y su posicin ante el colonialismo y el neocolonialismo. All se expresa un sujeto excluido de la modernidad que, al hacerse consciente de esta condicin subordinada, se convierte en agente de la descolonizacin. Y su principal tarea es, ni mÆs ni menos, el asalto al poder de la representacin. Esta prÆctica poØ- tica se realiza en un momento crtico de la historia moderna, en vsperas del auge de los movimientos de liberacin nacional que, en las dØcadas de 1960 y 1970, llevarÆn a la libertad formal a cientos de colonias en todo el mundo. En 1962 Jams gan el Premio de Poe- sa Casa de las AmØricas con Por esta libertad, libro donde celebra el triunfo de la Revolucin. Ese mismo aæo apa- reci el cuaderno de poemas en pro- sa La pedrada, que da cuenta de su in- fancia campesina. Su œltimo libro, Abr la verja de hierro, aparece en 1973 y es otra obra maestra de nuestra poesa dialgica. O sea, la lrica con conciencia del otro y que entiende el lector como coautor. Entre 1973 y 1984 el poeta fue diplomÆtico en MØxico, donde revalu su identidad, segœn los textos nales de su antologa de 1995, Historia de un hombre. En todo momento, como advirti Roque Dalton, «la obra de Fa- yad Jams mantiene una tendencia ha- cia lo humano y una preocupacin por lo que estÆ mÆs allÆ de la intimidad re- ceptora, verdaderamente ejemplares». El 27 de octubre Fayad Jams Bernal cumpli 90 aæos, pero no estuvo con no- sotros porque muri el 13 de noviembre de 1988. Naci en Ojo Caliente, un pue- blito del estado de Zacatecas, en MØxico. Su padre era un emigrante libanØs, y su madre, una mestiza mexicana. Su familia lo trajo a Cuba a los cinco aæos de edad, en 1936, y su infancia estuvo marcada por una gran pobreza. La poesa le vena bien porque ha sido, siempre, una herra- mienta contra la adversidad personal o social, material o espiritual. Una mane- ra de no quedarse con los brazos cruza- dos, como nos pide Jams en su poema Mejor es levantarse: Si aœn no sabes vi- vir no enseæes a vivir en vano. / Tritura la realidad, rmpete los zapatos auscultan- do las calles, / no des limosnas. LevÆnta- te y ayuda al mundo a despertar. mÆticas de la literatura mexica- na y universal: Amparo DÆvila, Gabriel Garca MÆrquez, Carlos MonsivÆis y Charles Bukowski. *** MÆs de un centenar de obras de autores de todo el pas opta- ron por el Premio Fundacin de la Ciudad de Matanzas 2020. Ya- nira Marimn, NØster Nœæez y Norge CØspedes decidieron dis- tinguir a FØlix SÆnchez Rodrguez por Las eternidades (cuento); RubØn Daro Salazar, Marvelis Daz y Derbys Domnguez a Uli- ses Rodrguez Febles por Cua- renta das (teatro); y Dianelys Gmez BÆrbaro, BÆrbaro E. Ve- lazco Valderrama y Maylan `l- varez a Yoandry Martnez por Cuando crezcas estarØ en los columpios (literatura infantil). *** Para este noviembre (12 al 22) estÆ prevista que se realice, des- de el universo digital, la Feria In- ternacional del Libro de Vene- zuela, Filven que tambiØn se re- ajusta en tiempos de pandemia. El pas invitado de honor serÆ MØxico. En esta edicin se man- tienen las presentaciones de li- bros, las jornadas de debates y el pabelln infantil. TambiØn se darÆn a conocer premios como el Rmulo Gallegos. En Filven 2020 se les rendirÆ homenaje a Aquiles Nazoa y Earle Herrera y se recordarÆ el bicentenario de la batalla de Carabobo. 02 No. 76 Suplemento de Juventud Rebelde «La literatura al alcance de todos» DOMINGO 01 de noviembre de 2020 Lectura Amor en pantalla grande Fayad Jamís Levántate y ayuda al mundo a despertar Víctor Rodríguez Núñez Nancy Morejón. Amparo Dávila. Earle Herrera. Tintazos El escribano

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Page 1: Fayad Jamís Levántate y ayuda al mundo a despertar

EL pasado 20 de octubre, Día de la Cultura Cubana, Casa de las Amé-ricas a través de su Fondo Edito-rial presentó el cuaderno digital Madrigal para un príncipe ne-gro, de la premio nacional de Li-teratura Nancy Morejón. La edi-ción, al cuidado de Caridad Tama-yo Fernández y con diseño de Pepe

Menéndez, forma parte de la colección Pasamanos. El poema-rio inspirado en los trágicos suce-sos ocurridos en Minneapolis, el 25 de mayo de 2020, que causaron la muerte del afroamericano George Floyd fue compartido por los pres-tigiosos intelectuales cubanos Este-ban Morales y Víctor Fowler, acom-pañados de la autora.

***«Por su inconfundible voz poé-

tica que con austera belleza uni-versaliza la existencia indivi-dual», fue galardonada la poeti-sa estadounidense Louise Glück con el Premio Nobel de Litera-tura 2020. Profesora de inglés en la Universidad de Yale, New Haven, Connecticut, debutó en 1968 con Firstborn y ganó el Premio Pulitzer en 1993 y el Na-cional del Libro en 2014. Ha pu-blicado 12 colecciones de poesía y varios volúmenes de ensayos,

según publica nota del Comité del importante galardón.

***Organizada por el Gobierno de

la Ciudad de México y la Cáma-ra Nacional de la Industria Edi-torial Mexicana, y restringida por la COVID-19, este octubre se desarrolló de forma virtual la Feria Internacional del Libro Zó-calo 2020 con ventas, presenta-ciones de novedades literarias, lecturas de poesía, discusiones sobre los temas de actualidad y homenajes a Þ guras emble-

LA poesía ayuda a vivir, esa es su razón de ser, su función social. Y si no lo creen, lean a la luz de la adversidad que afron-tamos, el poema de Fayad Jamís, Filo-sofía del optimista. En especial, estos versos: El optimista se sentó a la mesa, miró a su alrededor/ y se sirvió un poco de lo poco que halló. Y ante los comen-tarios de que «había demasiado nada», pensó: tengo derecho a comer con ale-gría/ lo pocomucho que gano mientras llega la abundancia. Por supuesto, no siempre los poemas de este poeta, pin-tor, editor, traductor y periodista mexi-cano-cubano son optimistas, como no-sotros mismos en la vida real. Y suelen ser textos críticos, denunciar cualquier visión interesada de la realidad, siempre a partir de la identiÞ cación, del amor. En 1949 Jamís publicó en Guayos, el pue-

blo donde echó raíces, su primer libro de poesía, Brújula. Pero su obra lírica real-mente comienza con Los párpados y el polvo, publicado en 1954 por la revista y editorial Orígenes. Cintio Vitier advirtió

allí «una mirada poética muy sagaz para intuir la imagen que salta venturosa de lo cotidiano o la memoria». Roberto Fer-nández Retamar dijo que era «una poe-sía real, en que la oscuridad es atributo fatal de su honradez. Poniéndole espejo Þ el a un tiempo oscuro, esta poesía nos muestra un rostro desolado». Y Luis Ro-gelio Nogueras señaló que «ningún poe-mario de la literatura cubana prerrevolu-cionaria� es un testimonio tan auténtico y desgarrador de la alienación del escritor marginado y preterido por el capitalismo como Los párpados y el polvo». La obra maestra de Fayad Jamís es su

tercer libro, Los puentes, publicado por Ediciones R en 1962. Escrito en Pa-rís entre 1956 y 1957, ofrece una de las más brillantes representaciones, en la poesía de lengua española, del intelec-tual y su posición ante el colonialismo y el neocolonialismo. Allí se expresa un sujeto excluido de la modernidad que, al hacerse consciente de esta condición subordinada, se convierte en agente de

la descolonización. Y su principal tarea es, ni más ni menos, el asalto al poder de la representación. Esta práctica poé-tica se realiza en un momento crítico de la historia moderna, en vísperas del auge de los movimientos de liberación nacional que, en las décadas de 1960 y 1970, llevarán a la libertad formal a cientos de colonias en todo el mundo. En 1962 Jamís ganó el Premio de Poe-

sía Casa de las Américas con Por esta libertad, libro donde celebra el triunfo de la Revolución. Ese mismo año apa-reció el cuaderno de poemas en pro-sa La pedrada, que da cuenta de su in-fancia campesina. Su último libro, Abrí la verja de hierro, aparece en 1973 y es otra obra maestra de nuestra poesía dialógica. O sea, la lírica con conciencia del otro y que entiende el lector como coautor. Entre 1973 y 1984 el poeta fue diplomático en México, donde revaluó su identidad, según los textos Þ nales de su antología de 1995, Historia de un hombre. En todo momento, como

advirtió Roque Dalton, «la obra de Fa-yad Jamís mantiene una tendencia ha-cia lo humano y una preocupación por lo que está más allá de la intimidad re-ceptora, verdaderamente ejemplares».El 27 de octubre Fayad Jamís Bernal

cumplió 90 años, pero no estuvo con no-sotros porque murió el 13 de noviembre de 1988. Nació en Ojo Caliente, un pue-blito del estado de Zacatecas, en México. Su padre era un emigrante libanés, y su madre, una mestiza mexicana. Su familia lo trajo a Cuba a los cinco años de edad, en 1936, y su infancia estuvo marcada por una gran pobreza. La poesía le venía bien porque ha sido, siempre, una herra-mienta contra la adversidad personal o social, material o espiritual. Una mane-ra de no quedarse con los brazos cruza-dos, como nos pide Jamís en su poema Mejor es levantarse: Si aún no sabes vi-vir no enseñes a vivir en vano. / Tritura la realidad, rómpete los zapatos auscultan-do las calles, / no des limosnas. Levánta-te y ayuda al mundo a despertar.

máticas de la literatura mexica-na y universal: Amparo Dávila, Gabriel García Márquez, Carlos Monsiváis y Charles Bukowski.

***Más de un centenar de obras

de autores de todo el país opta-ron por el Premio Fundación de la Ciudad de Matanzas 2020. Ya-nira Marimón, Néster Núñez y Norge Céspedes decidieron dis-tinguir a Félix Sánchez Rodríguez por Las eternidades (cuento); Rubén Darío Salazar, Marvelis Díaz y Derbys Domínguez a Uli-ses Rodríguez Febles por Cua-renta días (teatro); y Dianelys Gómez Bárbaro, Bárbaro E. Ve-lazco Valderrama y Maylan Ál-varez a Yoandry Martínez por Cuando crezcas estaré en los columpios (literatura infantil).

***Para este noviembre (12 al 22)

está prevista que se realice, des-de el universo digital, la Feria In-ternacional del Libro de Vene-zuela, Filven que también se re-ajusta en tiempos de pandemia. El país invitado de honor será México. En esta edición se man-tienen las presentaciones de li-bros, las jornadas de debates y el pabellón infantil. También se darán a conocer premios como el Rómulo Gallegos. En Filven 2020 se les rendirá homenaje a Aquiles Nazoa y Earle Herrera y se recordará el bicentenario de la batalla de Carabobo.

02No. 76 Suplemento de Juventud Rebelde «La literatura al alcance de todos» DOMINGO 01 de noviembre de 2020

LecturaAmoren pantalla grande

Fayad Jamís

Levántate y ayuda al mundo a despertar

Víctor Rodríguez Núñez

Nancy Morejón.

Amparo Dávila.

Earle Herrera.

TintazosEl escribano

Page 2: Fayad Jamís Levántate y ayuda al mundo a despertar

YO nunca he ido a un cine, eso es para las grandes ciudades y como vivo en un lugar pequeño, tan pe-queño que parece una cabeza de fósforos, dudo de que a alguien se le ocurra construir uno aquí. El día que llueve fuerte, el fango nos llega hasta la gargan-ta y si por casualidad el aguacero dura par de horas, hasta los renacuajos más pequeños hacen un con-cierto en las lagunas que se forman en las calles; y aunque hubiera uno, estoy segura de que mi mamá no me dejaría ir. «Eso es para niñas tontas». Ahí buscaría por toda el aula, el barrio y hasta en la

mismísima galaxia, cuál de mis amigas me ha meti-do esas guanajerías en la cabeza. Pues no fueron nin-guna de ellas. Fue Feo, le pidió prestada la bicicleta a Cuco y como el cine queda a pocos kilómetros, él va a ir pedaleando conmigo en la parrilla, así el viento esté en contra, y cuando digo en contra lo digo en to-dos los sentidos: Soplando en la dirección inversa. En contra de que vayamos al cine. Veamos la película. Y hasta en contra de nuestro amor. Lo del viento no es mucho problema, como soy

peso pluma, solo debo agarrarme bien para no salir volando como un papalote. El viaje fue rápido, a la velocidad de un rayo salimos

disparados por el terraplén. A la bicicleta se le cayó la cadena tres veces, se le jorobó una llanta y al Þ nal llegamos ponchados y con el timón partido en cua-tro pedazos. Si Cuco se entera, seguro que nos mata. Yo nunca he visto un cine

por dentro, bueno, ni por fue-ra tampoco y la película debe-ría estar buenísima, la cola lle-gaba hasta la esquina. Aquello parecía no avanzar y daba la impresión de que llevábamos horas esperando, hasta que, al Þ n, la taquilla� íbamos a sacar las entradas� «La película es para mayores

de dieciséis».

Amor en pantalla grande Mal rayo me parta, a mí no, a ellos que no me de-

jan entrar. «Contiene desnudos ligeros». ¡Desnudos ligeros! En mi vida he visto desnudo ni a

un gato. Ojalá se vaya la luz. Feo se las ingenió, pasamos como dos sombras casi

invisibles y nos colamos por una puerta entreabierta del lateral. Después de varios kilómetros en la parri-lla de una bicicleta a la cual no se le escapaba un ba-che, no me iba a perder la película. Me impresionó lo grande y oscuro del interior, lo in-

menso de la pantalla y cuando más deslumbrada es-taba� el desnudo� Si a eso le llaman ligero. Yo creo que Feo jamás había visto a una mujer sin ropa, por-que se quedó como un bobo, lo pellizqué cuatro ve-ces para que reaccionara. A mí jamás me habían traí-do a un lugar tan maravilloso, si existiera el momen-to oportuno para enamorarse sería este, con todas las luces apagadas y sin miradas de viejas chismosas; aquí nadie iría con el cuento a mi mamá. En la pantalla, los protagonistas se aproxima-

ron. (Feo y yo nos acurrucamos más). Se dijeron palabras hermosas mientras se acercaban sus labios. (Feo tam-bién me susurró al oído). La pa-reja se iba a besar frente a no-sotros y nosotros también nos íbamos a besar fren-te a ellos. Una especie de complicidad y misterio que solo se logra en el cine.

Con la novela Cuando crezcas estaré en los columpios, Yoandry Martínez Rodríguez obtuvo recientemente el Premio Fundación de la Ciudad de Matanzas 2020. El Tintero adelanta un fragmento a sus lectores.

Yoandry Martínez Rodríguez (Pedro Betancourt, Matanzas 1983). Licenciado en Estudios Sociocul-turales. Ha publicado los libros para niños y jó-venes Ronda de tres (Ediciones Aldabón, 2011), ¿Quién esconde al Güije? (Ediciones Matanzas, 2016) y ¿Dónde está papá? (Ediciones Ácana, 2019), Premio Emilio Ballagas.

Yoandry Martínez Rodríguez

Nuestros ojos brillaban en la oscuridad, ahora sí pa-recíamos gatos. Sentí una sensación rara en el estó-mago, como si miles de libélulas revolotearan en él. Su aliento muy pegadito a mí me hizo suspirar. Ce-rré fuerte los ojos y esperé el beso que lo cambiaría todo. Desde ese instante las cosas serían diferentes. No sé por qué, pero los besos que más se añoran du-ran una eternidad en pasar. Si hubiese sido yo la de la iniciativa lo hubiera besado en fracciones de segun-dos, pero él era el protagonista de esta película y no podía robarle su papel. Sus labios demoraron siglos rozar los míos. No me atreví a abrir los ojos para no romper el hechizo. (La próxima vez tiene que ser más rápido). Sentí su aliento muy cerca, e imaginé nues-tros universos uniéndose por primera vez� Una luz casi me encegueció detrás de mis pár-

pados cerrados. Creí que una nave extraterrestre me estaba abduciendo hacia el espacio. Abrí len-tamente los ojos, deseando que fuera el brillo de la pantalla, con sus enamorados y el desnudo li-gero. Para mi sorpresa el resplandor se hizo más

intenso, no eran extraterrestres, ni plati-llos voladores� la luz de una linterna

me inundó las pupilas. Nos habían descubierto. Y sin darnos tiem-

po ni siquiera a escondernos, nos sacaron del cine por cul-pa del maldito desnudo lige-ro y tuvimos que regresar, sin terminar de ver la pelí-cula, sin el beso y con la bi-cicleta rota.

Juventud RebeldeLECTURA en el tintero0202 domingo 01 de noviembre de 2020

Page 3: Fayad Jamís Levántate y ayuda al mundo a despertar

La inspiración por sí sola es insuficienteJuventud Rebelde el tintero y su ENTREVISTA 0303domingo 01 de noviembre de 2020

CARLOS Ettiel Gómez Abreu tiene una manía con la escritura: revisar mucho. «Escribo en papel. Paso a computado-ra y arreglo. Termino de teclear todo y vuelvo a �pasarle la mano�. Lo llevo al ta-ller. De nuevo, hago los cambios nece-sarios. Entonces queda listo para me-jorarlo cada vez que vuelva sobre él. Mi manía es buscar hacer una entrega lo mejor posible», admite quien se gradua-ra de Licenciatura en Derecho y traba-jara como abogado, antes de convertir-se en instructor de literatura en la casa de cultura Rolando Escardó de Jagüey Grande, la tierra donde nació en 1978. En la pasada Feria del Libro de Ma-

tanzas escuché a este poeta, narra-dor, escritor para niños y miembro de la Uneac, hablar de sus premios

literarios recibidos en Cuba; y de su lista de textos publicados, que ya so-brepasa la decena, recuerdo per-fectamente algunos títulos: los li-bros de poesía para niños Polvo de hadas (Ediciones Matanzas, 2012) y Los caprichos del tiempo (Premio

La Edad de Oro, Gente Nueva, 2015), las noveletas Proyecto Mellizos (Premio Hermanos Loynaz, 2016) y Despierta, Benjamín (Premio Regino Boti, El mar y la montaña, 2018), así como Ponle sa-zón a la décima, que viera la luz con la Editorial José Martí en 2016 y obtuviera el Premio Aquelarre. Dice Ettiel que los prime-

ros libros que leyó fueron: El cochero azul, La Edad de Oro, El Principito, El Conde de Montecristo, Akeké y la jutía, La noche, y El sol de Arturito. Y me escribe que el

mundo de la lectura le intere-só desde muy niño. A los cuatro años ya escuchaba las historias de su veci-no Manuel, descendiente de gallego. «Aprendí a leer temprano y me acer-qué a los libros para niños de la librería Minerva en Jagüey Grande. La bibliote-ca no me gustaba al principio, pues te-nía que devolver el libro», conÞ esa. �¿Cuánto te aportaron los talleres

literarios?�Descubrí mi interés por la escritura

en segundo grado. Integré el taller lite-rario Los zapaticos de rosa en la Casa de Cultura. Luego, el del escritor José Manuel Espino y el curso del Centro Onelio contribuyeron a que diera el sal-to de escribir por aÞ ción y tomar la li-teratura con la mayor seriedad y pro-fesionalidad. Estos espacios me permi-tieron el intercambio con escritores y

tomar herramientas técnicas necesa-rias para crear una obra literaria con mayores valores estéticos.«Es necesario conocer y dominar los

recursos literarios para crear. La inspi-ración por sí sola es insuÞ ciente para obtener una obra acabada. En los ta-lleres se perÞ lan estos conocimientos. Confrontar un texto también es impor-tante para saber qué parte se debe me-jorar o prescindir de ella».�¿Cómo asumes la poesía?�El proceso creativo en mi poesía es

muy variado. Depende si es para niños o adultos, así como de las diferentes es-tructuras, pues no es igual para el ver-so libre que en la décima, en la que hay que tener en cuenta rima, métrica y ele-mentos expresivos. Me gusta experi-mentar con los tropos, ya sean recursos de lenguaje o de pensamiento, además, con la estructura y todo lo que me lleve a escribir una obra inquieta, novedosa y lírica. La poesía es otra cosa: dejar libre el espíritu y que escriba él (pero auxilia-do por ingenio y oÞ cio).�¿Y la narrativa?�Para escribir narrativa, en el caso de

la novela, hago antes un diseño de ca-racterización de personajes, esquema argumental, notas de ideas para conß ic-to, dramaturgia y escenas. Luego desa-rrollo sobre la marcha capítulos seria-dos que planteen o resuelvan pequeños contratiempos a la vez unidos a una tra-ma general. Intento sugerir, apoyado en «lo que no se dice» para mantener el in-terés constante del lector. El dato escon-dido, la ironía, el humor, son algunas de las técnicas que preÞ ero.�¿Qué personajes e historias le in-

teresan a Ettiel Gómez? �Los personajes e historias que me

llaman la atención son los diferentes, originales, que me cuenten algo nuevo. Hay muchos libros con argumentos

parecidos e irrelevantes. Con dos pági-nas, sé si me va a interesar. Por eso tra-to de ir de un extremo a otro en mis no-velas, construir mundos Þ ccionales total-mente nuevos desde los nombres de los personajes hasta lo narrado, apoyado en el absurdo y todo recurso del que pueda sacar provecho para hacer algo distinto.�Tienes en proceso editorial un li-

bro para niños que se relaciona con la profesión que estudiaste��Mi libro Ética Pelética busca abo-

gado, en proceso por la Editorial Orien-te, tiene que ver con mi profesión. El Derecho está presente en algunos de mis textos. Para un policiaco son úti-les la Medicina Legal y Criminalística que estudiamos los abogados. Con es-tos conocimientos puede narrarse me-jor una escena del crimen, las pistas y pruebas para resolver el caso. También lo he usado en conß ictos jurídicos en-tre personajes. Las leyes están presen-tes en toda nuestra realidad social. En Ética Pelética... el director Manosuave va a juicio acusado de sustraer carne de la empresa que dirige. Su hija busca abogado para defenderlo. Si es inocen-te o culpable debes descubrirlo leyen-do hasta el Þ nal.�¿Y qué libros o autores, cubanos y

extranjeros sugiere leer Ettiel Gómez?�Sugiero a la familia leer clásicos y

contemporáneos: El Quijote, El Prin-cipito, La Ilíada, El Decamerón, El co-chero azul, La noche, María Virginia está de vacaciones, La Edad de Oro, El oro de la edad... Autores cubanos como: Nersys Felipe, Aramís Quinte-ro, Mildre Hernández, José Manuel Es-pino, Nelson Simón, Ivette y Enid Vian, Luis Cabrera, Enrique Pérez Díaz, Elaine Vilar, Raúl Flores, Eldys Baratute, Olga Montes... Se me quedan muchísimos y, sobre todo: Carlos Ettiel. Pues, con hu-mildad, también recomiendo mis libros.

TornoSo bre una mesa de caoba que

empieza a reblandecer he ins-talado el torno: máquina para labrar objetos de forma circu-lar mediante una cuchilla. El torno puede ser un buen aside-ro en la desesperación. Hay que moldear las piezas, pulirlas, se-parar lo muerto de lo no muer-to. La cuchilla traza sus propios

surcos y el olor dulce del cedro o de los robles me hace pensar en bosques que jamás he visto ni soñado. Suponer que es di-ciembre y uno quiere olvidar el polvo, el calor y las cenizas que en el viento llegan con una paz que asusta. Así vengo, en las tardes, a ver pasar la vida frente al obstinado girar de las cuchillas.

Ausencia quiere decir olvido¿Te he contado alguna vez que

ese era el sillón de mamá? Un

sillón de ébano, estilo Luis XVI, que había heredado de la abue-la. Allí se sentaba, en el rincón, después de colar café, para ver pasar a los viajeros con sus pe-queños bultos de ropa al hom-bro. Dos o tres días después de que mamá muriera el sillón per-dió una pata en circunstancias que no valdría la pena recor-dar. Entonces quisimos reparar-lo, pero nunca era un buen mo-mento. Y con el tiempo lo olvi-damos. Hasta que hoy nos hizo falta algo de leña para el fogón y pensamos casi con tristeza en el rinconcito en que mamá bebía el café viendo pasar a los viajeros. Casi con tristeza vemos arder el ébano con el consuelo de creer que hicimos lo correcto.

Ojos de perroEsta tarde miré a los ojos de los

carpinteros. Grandes ojos de pe-rro, mansos y vacíos, como los de algunos muertos que conoz-co. Son duros estos días de agos-to. Ellos iban a descansar bajo la sombra de los pinos sin más am-bición que recostar la espalda contra el suelo y ser felices. Aca-so fue en la fugacidad de un ins-tante o en la fugacidad de una vida. Pude mirar los ojos apaci-bles y vacíos de los carpinteros, sin más ambición que ser felices. Esta tarde, miré sus ojos y sen-tí envidia, sentí las hondas raíces de la envidia aÞ ncarse fuerte. Si buscas en mis ojos, tal vez aca-bes por encontrar algo que no esperas.

Carlos Ettiel Gómez Abreu

La poesía de... Rubiel G. LabartaRubiel G. Labarta (Holguín, 1988). Poeta y narrador. Miembro de la AHS. Egresado del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso. Ha recibido los premios Pinos Nuevos 2016, Manuel Navarro Luna 2016, Mangle Rojo 2017, Paco Mir Mu-let 2018, América Bobia 2018, Hermanos Loynaz 2018, Ciudad de Holguín 2019, Beca Prometeo de la Gaceta de Cuba 2019, Calendario 2020 y Beca Dador 2020. Tiene publicados los libros Los dioses secretos (La Luz, 2013), Los hijos de Caín (Letras Cubanas, 2016), Los túneles (Orto, 2019), Las regiones devastadas (Án-coras, 2019), Castillos en el aire (El Fortín, 2019), Figuras de madera (Vigía, 2019), País de humo (Loynaz, 2019), Las contemplaciones (La Luz, 2019)

Foto: Naskicet Domínguez

Yunier Riquenes García

Page 4: Fayad Jamís Levántate y ayuda al mundo a despertar

Juventud RebeldeTINTA FRESCA en el tintero0404 domingo 01 de noviembre de 2020

LEERTE es morir de risa y renacer una y otra vez. Sin freno, sin pared. Sin lí-mites o sin una idea clara de adónde nos llevas. Cuando uno te descubre, ya nunca más será él mismo. No importa si te conocimos de niño, de grande, ale-gres o tristes. Siempre nos llevas de la mano a tu mundo de acertijos y enre-dos, vulnerando todas las esencias lite-rarias, saltándote las fronteras de lo co-tidiano y erigiendo un discurso eman-cipador, que nos libera sin decirlo, sin transparentarlo siquiera, solo con tu originalidad a prueba del más mortal aburrimiento. Solías decir que para entrar a una

historia debía emplearse el momento oportuno. No importa si el autor llega-ba por una puerta, una ventana, ape-nas una hendija. Lo importante era sa-ber el momento justo en que se comen-zaba a contar una historia. Enseñaste a todos que el humor es una herramien-ta demoledora de cualquier conven-ción y a la vez un «ábrete sésamo» para domeñar cualquier voluntad por férrea que parezca. Maese de Fantasía, tú nos regalaste

el don de la risa, del asombro y la des-mesura de recrear lo cotidiano con ojos nuevos. Habías nacido un 23 de octu-bre de 1920 en Omegna, Piamonte, Ita-lia, y hoy por hoy �40 años después de tu muerte� con toda justicia se te con-sidera uno de los renovadores más fer-vorosos de la pedagogía y la literatura para niños, no solo de tu tierra, sino del mundo entero.Periodista y posteriormente es-

critor, te iniciaste muy joven en el

magisterio que yo diría nunca has dejado de ejercer, pues tus libros constituyen verdaderas lecciones maestras para quienes se adentren en el arte de contar historias o para los profes deseosos de contagiar la lectura a sus pupilos. Jovial, humanista, desenfadado, al-

truista, justiciero, provocador, beli-gerante a veces, fuiste un artíÞ ce de la palabra que, no por mucho respe-tar, dejaste de emplear en todas las formas posibles.

Morir de risa leyendo

No es una película de Bollywood, pero podría serlo

Enrique Pérez Díaz

Herson Tissert Pérez

Centenario de Gianni Rodari

Tus cuentos, a veces de un par de pá-rrafos, en ocasiones de cuartillas ente-ras, constituyen un verdadero acerti-jo para el lector y una guía para quie-nes apuesten por el difícil mundo de las letras.Inicialmente tu creación vio la luz en

periódicos de corte progresista, pues no se debe olvidar que fuiste un ac-tivo militante del Partido Comunis-ta en tu tierra y que, desde las pá-ginas del diario Paesse Sera, diste a conocer todos aquellos relatos tan

famosos y polémicos porque se bur-laban continuamente de la sociedad de consumo.Exquisito, exigente, riguroso hacia tu

obra, haciendo honor a tus libros teóri-cos, Gramática de la Fantasía y Ejer-cicios de Fantasía, solo diste a la luz una parte de tu creación literaria, quizá aquella que considerabas de más valor. Tu muerte prematura a los 60 años no fue óbice para que nos dejaras un im-presionante legado de cuentos, novele-tas, libros de retahílas y artículos teóri-cos sobre la lectura y literatura para ni-ños, que no cesan de reeditarse en el mundo entero.Aunque para algunos hoy tu litera-

tura no se considere a la vanguar-dia de las letras italianas �donde Þ -guran autores como Bianca Pitzor-no, Silvana GandolÞ , Susana Tamaro, Patrizia Rossi, entre otros� siempre vuelves a ser noticia cada vez que tus herederos desempolvan algún ma-nuscrito �que con su rigor, espíri-tu autocrítico y selectividad habitual tú habías desestimado� y lo confían a alguna editorial para que cada Na-vidad aparezca otro libro tuyo entre las novedades de los escaparates.No creo que alguien te supere porque

tú sabías ser tú y nadie más que tú. Tus ansias renovadoras, tus deseos Þ rmes de emancipar a la infancia, te convier-ten para siempre en uno de esos gue-rreros imprescindibles de la causa más justa: esa que deÞ ende la ilusión y la fantasía como premisas para legar a los humanos un mundo mejor, un futu-ro venturoso y posible.

Gianni Rodari es considerado uno de los renovadores más fervorosos de la pedagogía y la literatura para niños.

UNA vez que aceptamos que nunca vamos a aprender-nos los 1 001 términos del glosario y decidimos que ni si-quiera nos hacen falta, podemos disfrutar de una novela como Una vida poco común, de Baby Halder, publicada por la editorial Arte y Literatura, en 2018, traducida por Aida Bahr y que se encuentra por las librerías cubanas. El relato autobiográÞ co de esta escritora bengalí de

nombre aparentemente anglosajón no es imposible de llevar a un musical de Bollywood. Después de todo, tiene una historia de abandono y superación, una mu-jer que suponemos hermosa y en cuanto al baile, a los productores de la millonaria industria cinematográÞ ca india jamás les ha temblado la mano para montar una coreografía en cualquier escenario y circunstancia. El obstáculo fundamental, sin embargo, está en la fal-

ta absoluta de malvados envidiosos y héroes salvado-res. El único que se acerca a esta última condición es un honorable y pacíÞ co señor que difícilmente imagi-namos haciendo piruetas en una moto, mostrando su torso desnudo y moviendo el pelo, aunque repito, nun-ca se puede subestimar a un productor de Bollywood. Los muchísimos personajes, algunos bastante impresenta-

bles, que se atraviesan en la vida de Baby son, en su mayoría,

sobrevivientes. Y los sobrevivientes no son ni buenos ni ma-los, solo sobreviven. Son amables hasta un punto, y luego no lo son más, y tal vez, después, vuelven a serlo.Abandonada por su madre, casada siendo una niña

con un hombre muchos años mayor, madre de tres hi-jos a temprana edad, golpeada y abusada por su espo-so, desantendida por un padre débil, una madrastra de carácter variable y unos hermanos egoístas, Baby se aferra a cualquier gesto de amabilidad, que la mayoría de las veces proviene de parientes no tan cercanos, y extraños. Y es su fe, su compasión, su manera de agra-decer todo lo bueno que le sucede lo que la salva. De su padre, agradece que no la dejara abandonar la escue-la; de sus empleadores (aún trabaja como doméstica), la posibilidad de tener techo, comida y mantenerse a sí misma. No es una rebelde en sí, todo lo contrario. Siem-pre trata de adaptarse y evitar los problemas hasta que, no puede ser de otro modo, todo explota.Su historia pudiera ser abrumadora. Tantos vaivenes y

desgracias, contadas por una persona sin educación for-mal, pudiera generar rechazo y aburrimiento. Baby cuen-ta mayoritariamente en primera persona, de manera lineal, sin artiÞ cios. Su relato es vívido y conmovedor, sin otro

recurso literario que la honestidad. Honestidad en lo que vive y lo que siente y lo que cree que siente. Muestra una India que siempre ha estado ahí, pero

que muchos no estamos dispuestos a ver, encegueci-dos por los musicales, y el yoga, y los taxistas de sim-pático acento en Nueva York, y los genios de la infor-mática. La India es todo eso, pero también es lugar de atrocidades, desigualdad, pobreza, sexismo, castas, es-clavitud. El relato de Baby nos acerca a un país terrenal, acaso no tan diferente a parte de nuestra realidad.Baby logra triunfar. Otros en su piel se hubiesen vol-

cado al activismo, a convertir su ejemplo en una doctri-na. Ella preÞ ere seguir su trabajo de doméstica para el hombre que terminó de modelar su educación. ¿Agra-decimiento? ¿Miedo al riesgo? Es fácil decirlo cuando siempre se ha tenido algo para llevar a la mesa.No pierdo la esperanza de ver esta vida poco común, o

demasiado común según se mire, llevada a la pantalla. O al menos a las tablas, en un musical de Broadway. Si ya han hecho zafra con los clásicos y montado una obra sobre el trabajo en un astillero, qué no harán con la his-toria de Baby, que, a Þ n de cuentas, ha tenido un Þ nal feliz. De momento ya podemos leer su historia.

EDITOR: José Luis Estrada Betancourt/ Yunier Riquenes

SUPLEMENTO DE JR «LA LITERATURA AL ALCANCE DE TODOS»

CORRECCIÓN: Equipo de Correctores

DISEÑO: Rolando Padilla Hernández

COLABORADOR: Claustrofobias Promociones Literarias