Planteamiento del problema En la actualidad, con la presencia de la tecnología en la sociedad

y la constante influencia y cambio de los distintos sectores de la población es casi imposible no estar en contacto con alguna de estas (redes sociales, dispositivos móviles, tecnologías en el hogar) Casi la mayoría de la población ha tenido contacto con alguna de ellas, en algunos casos beneficiando y mejorando las acciones de la de cada una de las personas, pero también es necesario señalar que no todo es bueno, una población en vulnerabilidad son los adolescentes, que estos tienen una manera más accesible para poder acceder a todas ellas ,en cada una de ellas su principal objetivo es el de la comunicación pero poco a poco se van desviando del objetivo principal, se altera de varias formas, al grado que el ya no es como era originalmente.

Las redes sociales son un factor de riesgo para los adolescentes ya que se han vuelto adicciones, de ser una distracción paso a ser una obsesión, muchos de ellos piensan que su vida está en ellas por lo mismo se aíslan conviviendo más con sus “amigos” de las redes sociales que con sus familias o amigos.

Sin embargo otro de los grandes problemas es la privacidad que hay en ellas, en la mayoría de las redes es nula, esto se vuelve una obsesión al querer hacer que tus amigos virtuales participen en tu vida diaria que cualquier salida o momento es perfecto para publicar fotos de ti, lo que estás haciendo e incluso tu ubicación, sin que tú te des cuenta estas causando que tú seas una persona localizable, todos sabrán donde te puedes encontrar.

LA ADICCIÓN A LAS REDES SOCIALES EXISTE

Actualmente estamos conectados las 24 horas del día. Cuando vamos en el metro, en una sala de espera, en clase, o incluso cuando has quedado con un grupo de amigos, la escena que suele repetirse es la de gente que no es capaz de desviar la mirada de sus 'Smartphone' ni siquiera un minuto.

Cuando "nos acostumbramos y vinculamos a las cosas porque nuestra red de neuronas emite sustancias químicas, y nos hacemos adictos a las emociones que generan".

El sector más propenso a caer en esta tipo de adicción es el de los menores y los jóvenes, ya que no han aprendido a regular aún sus emociones. Además, recuerda que si aparecen síntomas como la falta de atención, la alta dispersión, o la incapacidad de alejarse del móvil puede ser señal de alarma.

Si el joven pasa mas de 3 horas en las redes sociales podemos empezar a sospechar que esta teniendo una adicción

Causas

Tienen origen familiar, a partir de situaciones de crisis donde queda dañada una familia. Esta adicción se puede producir mediante la falta de afecto de sus respectivas familias ya que el adolescente necesita buscar una forma donde pueda sentirse libre o donde se sienta bien.

El 60% de los casos son provocados por la incidencia de sus amigos, que los invitan a usar las redes sociales.

Permiten a las personas tímidas relacionarse más fácilmente, ya que pueden mentir sobre si mismos y así vencer sus miedos a conocer gente nueva.

Personalidades que llevan a cabo a esta adicción:

Los que no tienen una buena socialización, y no saben cómo acercarse a una chica o seducir a un muchacho

Los que sufren episodios o estados depresivos

Los que rechazan su identidad y su historia y quieren inventarse otra

Los que tienen una pronunciada timidez

Los que tienen baja autoestima

Los que atraviesan una desilusión amorosa y se sienten solos

Los que buscan emociones fuertes

Los que presentan elevado grado de ansiedad para las relaciones sociales cara a cara, sintiéndose más seguros con el anonimato que produce Internet.

CÓMO NOS PERJUDICA ABUSAR DE ELLAS

Un estado de conexión permanente "provoca inquietud, falta de concentración y alteraciones del ánimo“

Hay gente que no es capaz de desconectar nunca y la idea de pasar tan solo un día sin poder acceder a sus perfiles para actualizarlos o para 'ponerse al día' les parece algo totalmente imposible.

Si una persona no es capaz de renunciar y centrarse en otras cosas, puede verse afectada su capacidad para disfrutar.

También puede deteriorase nuestra capacidad para estar con otras personas y para relacionarnos

Pueden terminar sufriendo estados de ansiedad y estrés que, en muchas ocasiones, lleguen incluso a alejarlos de la felicidad.

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