f^' considfrdcionfs sobre cunicul1urd ipidustridl · tículo de lujo, y la ind^ustria peletera...

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^ _...._ ................_..._.^....._...___...._._____........_.......-_........_...M_.-.........._.__.._...._......_..._......_......... ' '^ MINISTERIO_ DE AGRICULTURA '^ 9tĴ CCtON DE DUBLICACIONES, PRENS'A Y PROPAOANDA ? wxwmewxnmxuuwrxrrmmnnx^ximuxm^xixmummnnmmmuununummmimuwnmtu^wmnuuoa® ^ EI conejo productor de carne. POr EMILIO AYALA, Ingeniero. Jef'e de la Goope- rativa lVaclonal tle Avi^Cuni- Apicultura. ANTECEDENTES I^OJAS DIVUL^ADORAS AÑO XXXV SEPTIEMBRE, 194^ II N U M. b 8 ' ....................................................................................................................................................................................................,= : . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . _ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ................................................................................................................. _................................_......................_............._..........._._ ............................................................................................................. ..........................................._....^............_.»...r....... ' COnSIDFRDCIOnFS SOBRE CUnICUl1URD IPIDUSTRIDL : ^ f^ .. La Cunicultura ha sido en ^1 pasado industria que se ha desarrollado en ios medios ag•rarios y, m^ís concretamen- te, en las modestas casas de labt•adores. Estas instalaciones eran suficientes para proveer de carne pat•a el abast•ecimien- to familiar, y el sobrante se dedicaba al mercado. Coincide con esta época el hecho de que la piel todavía no ti^ene valor. Existen muchas pieles naturales procedentes de animales salvajes; la peletería las considera como ar- tículo de lujo, y la ind^ustria peletera est^i en su infancia. E1 conejo no tiene m^LS valot• que el de productor de carne. Y aun esta carne se encuentra depreciacla, relegada a figo- nes y tabernas, a comidas campestres o a la cocina ]abra- dora. Ha hecho falta un déficit cárnico con nlotivo de la pa- sada conflagracíón europea, 191-4 a 1918, para clue el mtul- clo entero se haya dado cuenta de que el conejo es un mag- nífico animal productor de carn^e y que ésta es de eXCelente calidad. ^ Las dificultades econbmicas derivadas de la guerra obli- ga a poner los ojos en la pequeña ganadería, ,y dentro de ella, en la explotación del conejo. Los precios a que se cotiza est.a carne se hacen re- , I E _. I i t Estas I^OJAS se remiten gratis a quien ]as pida a la Sección de Publicaciones, Prensa y Propaganda, del Ministerio de Agricultura.

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Page 1: f^' COnSIDFRDCIOnFS SOBRE CUnICUl1URD IPIDUSTRIDL · tículo de lujo, y la ind^ustria peletera est^i en su infancia. E1 conejo no tiene m^LS valot• que el de productor de carne

^ _...._ ................_..._.^....._...___...._._____........_.......-_........_...M_.-.........._.__.._...._......_..._......_......... '

'^ MINISTERIO_ DE AGRICULTURA'^ 9tĴ CCtON DE DUBLICACIONES, PRENS'A Y PROPAOANDA ?

wxwmewxnmxuuwrxrrmmnnx^ximuxm^xixmummnnmmmuununummmimuwnmtu^wmnuuoa® ^

EI conejo productor de carne.

POr EMILIO AYALA,

Ingeniero. Jef'e de la Goope-rativa lVaclonal tle Avi^Cuni-

Apicultura.

ANTECEDENTES

I^OJAS DIVUL^ADORASAÑO XXXV SEPTIEMBRE, 194^ II N U M. b 8

' ....................................................................................................................................................................................................,=: . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . _ . . . . . . . . . . . . . . . . . . .................................................................................................................. _................................_......................_............._..........._._

............................................................................................................. ..........................................._....^............_.»...r.......

' COnSIDFRDCIOnFS SOBRE CUnICUl1URD IPIDUSTRIDL : ^f^ ..

La Cunicultura ha sido en ^1 pasado industria que se

ha desarrollado en ios medios ag•rarios y, m^ís concretamen-

te, en las modestas casas de labt•adores. Estas instalacioneseran suficientes para proveer de carne pat•a el abast•ecimien-

to familiar, y el sobrante se dedicaba al mercado.

Coincide con esta época el hecho de que la piel todavía

no ti^ene valor. Existen muchas pieles naturales procedentes

de animales salvajes; la peletería las considera como ar-

tículo de lujo, y la ind^ustria peletera est^i en su infancia.E1 conejo no tiene m^LS valot• que el de productor de carne.

Y aun esta carne se encuentra depreciacla, relegada a figo-

nes y tabernas, a comidas campestres o a la cocina ]abra-

dora.Ha hecho falta un déficit cárnico con nlotivo de la pa-

sada conflagracíón europea, 191-4 a 1918, para clue el mtul-

clo entero se haya dado cuenta de que el conejo es un mag-

nífico animal productor de carn^e y que ésta es de eXCelente

calidad. ^

Las dificultades econbmicas derivadas de la guerra obli-ga a poner los ojos en la pequeña ganadería, ,y

dentro de ella, en la explotación del conejo. Los

precios a que se cotiza est.a carne se hacen re-

,

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Estas I^OJAS se remiten gratis a quien ]as pida a la Sección dePublicaciones, Prensa y Propaganda, del Ministerio de Agricultura.

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muneradores, y con ello se acentúa la difusión de la industria yaparec•en las explotaciones, más o menos modernas.

Precisamente en la época de la anteguerra las condiciones devida de la h^umanidad mejoran; ciertos lujos, el abrigo de piel,pasan a primeras necesidades ; se produce una mayor demanda depiel•es, ,v par ella se inicia la caza despiadada de los animales pe-aeteros, su disminución, el alza de los precios y como consecuenciala necesidad de ir a encontrar un sustitutiv^o de las pieles ricas.Y es en este momento ^en que se revaloriza la piel del conejo y apa-rece este animal como animal de renta, sumando l^os dos rendi-mientos : la carne y la piel.

En la po^stguerra los precios se elevan. Tanto la carn•e comola piel se revalor•izan y]a Cunicultura entra de lleno en la cate-g•^oría de industria muy lucrativa, apareciendo grandes explota,-

ciones industriales, y^en la actualidad otra vez los acontecimien-

•tos de guerra impulsan los precios, y a medida que las necesi-

dades au^mentan, aumentan también las explotaciones y conejares,

señalándose el momento actual como uno de los más propicias ala difusión y al fomento de la cría de este roedor.

VALOP^ CARNE Y PIEL

Todo conejo nos produce dos rendimientos, sea cual sea la i•aza

a que pertenezca : o bi•en nos producirá carne y píel, o bien carne

y pelo. En todos los casos el producto carne es común.

El valor de la carne es siempre superior al valor de la piel yal valor pelo. Partamos de una raza cualquiera de talla m•edia, que

es ]a más corriente en .las Ilamadas razas peleteras. No puedeni debe sacrificarse a un animal cuya edad sea inferior a cuatro

mes•es. En estas condiciones, cualquier gazapo nos proporcionará

en canal, carne aprovechable, como míni^mo, un kilogramo. Y este

kilogramo de carne de conejo valdrá, como mínimo también, cin-

co pesetas.

Resulta, pues, qu•e cualquier conejo, por pequeño que sea, nos

dará un rendimiento en carne de cinco pesetas, y este valor nonos lo producirá ninguna clase de piel corriente. Tampoco nos lo

producirá la raza Angora, ya que e1 pelo d•e los gazapos no tienevalor o éste es muy pequeño.

Si en lugar de calcular el rendimiento con una raza de talla

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niedia, lu caluuiamos a base de una raza gigante, la diferencia

entre el producto carne y el producto piel se hace más patente.

En definitiva, el máximo ingreso producido por el conejo es ^ro ►•respondiente a su producción cárnica.

FACTORES QUE 1NTERVIENEN EN LA PRODUCCION CAR-NICA

La Cunicultux•a es industria que p1•oduce rendimiento, y ésteserá mayor, según las condiciones en que se desenvuelva, tañto laproducción como el consumo.

Hagamos abstracción del juego en la demanda y la oferta, base

del precio, ya que ambas dependen de una serie de factores, muchoscle ellos independientes de la voluntad del ounicultor.

Cierto que el cunicultor tiene en su mano producir• poco, res-

tringiendo la ofer•ta, y procurar, mediante una propaganda in-

teligente, despertar el deseo y la afición hacia esta clase de car-nes, con lo que aum^entará la demanda ; pero nunca estará en ma-

nos de] cunicultor impedir la formación de nuevos conejares, ni

obligar al consumo de carne de conejo.

Lo que el cunicultor tiene en su mano y puede, par lo tanto,manejar es una serie de condiciones y características que vamosa señalar. Y son las si^•uientes :

1. Raza.2. Talla.3. Pr•ecocidad.4. Alimentación.5. Selección.6. Producción media.7. Castración. '8. Engrase.

9. Sacrificio.10. Buena presentación.

1. Raza.

La raza elegida tiene importancia no sólo por la cantidad decar•ne producida, sino también por su calidad. En cuanto a la can-tidad de carne, trataremos de ella en el párrafo siguiente, al ana-lizar la talla. En cuanto a la calidad, es indudable que existenrazas productoras de carne exquisita y otras de calidad mediana.

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Entre estas últimas citaremos, en primer lugar, la raza Ango-

ra, cuya ca,rne es fibrosa, seca y de poco sabor, cosa, por otra

parte, lógica, toda vez que la producción de pelo arrastra las re-

servas y partes de la alimentación ordinaria de este animal.

Otra s aza de calidad mediocre es la del Gigante de Flandes.Por el co^itrario, una raza de carne de calidad es ^el Gigante

de España, el Normando y la mayoría de los animales peleteros.Por regla general, todos los cruces verificados a base del co-

nejó .de monte y campesino, serán aptos para la producción de

carne de calidad. Por ello se han verificado una gran cantidadde cruzamientos del Gigante de Flandes con las hembras del país,de ascendencia salvaje, y sus productos se distinguen siempre por

la explotación de calidad cárnica.

Hemos, pues, de elegir, por lo pronto, una raza convenientebajo el punto de vista de la producción de carn•e de calidad, y, apartir de esta elección, tratar de mejorar ésta teniendo en cuentalos apartados siguientes :

2. TALLA.

La talla de los animales influye en la producción, por su can-tidad. Una Raza Gig•ante, con peso superior a los cinco kilogra-mos, producirá mayor cantidad de carne que la raza que no posea

esa cualidad del Gigante. Por esta consideración, la mayor partede los cunicultores principiantes se deciden por elegir una raza

Gigante para su ^explotación. Lo que constituye un grave ex•ror.

Por regla general, todas las razas gigantes póseen un creci-

miento lento. El Gigante de Flandes no llega a la edad adulta has-ta los dos años. En ese mo7nento su peso ^delre de ser como míni-

mo de cinco kilogramas. Y ahora préguntemos a los viejos cuni-cultores :^, resulta económico alimentar y cuidar a un conejo, con

tados sus riesgos, durante dos años para obtener, en brutó, ^un

peso de cinco kilogramos? La respuesta es sencilla: no conviene.

Los gastos serán siempre superiores a los ingresas.

La solución puede ser, entonces, sacrificar al animal antes deque llegue a la edad adulta, y acerca de ^este punto, trasladamos allector al párrafo siguiente, cuando tratemos de la precocidad, don-de encontrarán suficientes elementos de juicio para contestar aesta objeción.

Existen razones técnicas que abogan por la no explotación de.

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animales Gigantes, y éstas pueden reducirse a que el gigantismocrea característica,s nada compatibles con una activa prod^ucción.

Estos animales son pesados, linfáticos, perezosos para la monta,

poco cuidadosos y torpes con sus nidadas. Además, y es lógico,

cuanto mayor sea su peso, mayores serán sus nec•esidades ali^men-

ticias, y mayores también las necesidades de alojamientos (aumen-

to de medidas), lo que ocasiona por ambos lados un aumento de

los gastos de sostenimiento y d•e organización.Bajo el pwito de vista comercial, la obtención de grandes pie-

zas no es conveniente para la venta. Hemos visto que la mayor

parte de la cHentela desea las piezas con un peso alrededor de

un kilogramo, lo que supone, al 60 por 100 de rendimiento, tm

peso bruto de 1.500 a`L.000 gt•amos, y este peso lo producen la^

razas gigantes a los tres meses, época en que la carne no •estáhecha para el consumo, por lo que queda.t•ía rebajada en su cali-

dad. Todas estas razones son suficientes para eliminar, en toda

explotación industrial a base de producción de carne, las razas gi-

gantes.Por otra parte, no debemos estudiar este pttnto independiente-

mente del valox• piel. La raza elegida debe ser aquella que, suma-dos los rendimientos, produzca el máximo beneficio. Las razas pe-leteras, casi todas ellas, gozan de estas circunstancias, ,y por ellocreemos que la solución ha de surgir del estudio económico de unaraza determinada, capaz de producir el máximo en ambas pr•o-ducciones.

Otra solución podrá ser el cruzamiento industrial o de prime-ra generación. Y para ello producir a bas•e de dos razas diferentes :

una, rústica, fuerte, resistente, prolífica, tal, por eiemplo, la raza

del país, y la otra, gigante o semigigante. Gracias a este cruza-

miento, los híbridos resultantes pose•er•án, aproximad^imente, las

características de la raza del país, y la talla de éstos habrá auman-tado ,y con ellos su peso y su rendimiento. Pero este sistema se

ha de seguirse con toda escrupulosidad, no criando sino con repre-

sentantes de las razas formadoras, y jamás con ]os mestizos produci-

dos, los que se dedicarán, todo^s absolutamente, al merc^tido p ningu-no a ]a reproducción.

3. PRECOCIDAD.

La precocidad es uno de los caracteres más importantes en laproducción d•e carne. La precocidad nos producirá animales que,

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en el menor tiempo posible, nos den la máxima cantidad de carnepara el mercado. ^

De nada nos serviría un animal de g•ran desarrollo si éste loobtenía en edad avanzada. Por el contrario, el animal qu^e en elmenor tiempo posible adquiere un desarrollo suficiente, es un ani-mal de renta, un animal industrial.

Hemos de procurar poseer animales pr•ecoces en nuestra explo-tación, y para ello hay que practicar una selección acertada, bajoeste punto de vista, y controlar la ma.rcha del crecimiento de ani-males, por medio de la organización.

En el libro tercero de la Biblioteca de Cuni^ultura, dedicadoprecisamente a las razas productoras de carne, damos a conocer laforma de calcular el momento óptimo para la determinación dela época del sacrificio del conejo, y a él remitimas al lector.

Sólo hemos d^e señalar la conveniencia de no ser parcos en laalimentación, de no exigir a las madres rendi^mientos exagerados,no dejar en cada parto gran número de gazapo^s y efectuar el des-tete en época conveniente, retrasándolo tado lo que económica-mente sea posible.

Con estas prácticas conseg^uiremos, en cualquier raza, en to-das las razas, producir animales que unan a sus características

primordiales las no menos interesantes de la precocidad.

4. ALIMENTACIÓN.

No podemos obtener suficiente carne para el mercado, si no

sometemos a nuestros conej^os a una alimentación racional. Ten-gamos presente, y no lo o.lvidemos, que el conejo es una máquin<^

de transformación. La primera materia usada es la alimentación;

la fábrica, es el mismo animal, y los productos que de él exigi-

mos, la carne, la piel o el pelo. Es lógico que si poseemos la pri-mera materia, la fabricación funcionará, y si la cantidad de pri-

mera materia de que disponemos escasa es, escasa será tambiénla producción. Si queremos, pues, muchos prod^uctos, mucha car-ne, deberemos dar al animal mucha ali^mentación.

Otro punto que conviene no olvidar, y lo tratamos en el tomocorrespondiente a la alimentación, es que alimentar insuficiente-mente a] animal representa un malísimo negocio. Si los alimentosque damos al conejo no bastan apenas para cubrir sus necesidades

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fisiológicas, ^,de dónde queremos que extraiga el animal los ele-

mentos precisos para crear, para fabricar la car•ne'?

Alimentemos, pues, racionaim^ente a nuestros animales. Con ellohabremos mejorado nuestro ganado, ya que la fórmula del mejo-ramiento de la ganadería sigue siendo el reposo en el seno de laabundancia.

5. SELECCIÓN.

La importancia de la selección es enorme. Es indudable quelas ca.racterísticas d•e los padr•es se transmiten por herencia a los

hijos. Si queremos que éstos posean determinadas cuzllid:^des, lasdebemos exigir a los padres. Esta es la selección, que no es rnás

que la elección como reproductores de los mejores ejemplares que

F:xist<^n en la explotación. Pero esta selección la hemos de pr.ac-

ticar trndiendo a fijar, a exaltar, determinadas caractei•ísticas,y la principal es la forma que posea el animal. Un conejo de gran

cabeza, gran estómago y escaso desarrollo corporal no podrá nun-

ca ser un gran productor de carne. Hemos de tender al desarrollode los órganos productores tie carne y el mínimo desarrollo de los

^rganos secundarios a este fin, y al mis^mo tiempo procurar que

se desarrollen ampliamente los órganos o regiones del cuerpo pro-

ductores de carne de primera calidad en detrimento de los prod^ac-tor•es de carne de segunda.

Además, pensemos que un animal de gran desarrollo de esque-

leto será animal que puede pesar mucho, ya que, gracias a una

buena alimentación, será posible llenar de tejidos cárnicos ese gr•an

esqueleto ; por el contrario, un animal recogido, en forma d^e bola,

con un escas^o desarrollo óseo, difícilmente llegará a pesar ni a

proporcionarnos gran cantidad de carne para el mercado.

6. PRODUCCIÓN MEDIA.

El conocido refrán "La avaricia rompe el saco", tiene exactaaplicación en Cunicultura.

E1 conejo es un animal excesivamente proiífico. Llega hast<<

dieciséis gazapos en un solo paxto, y el cunicultor novel, que cal-

cula que puede obtener en aquellos cuarenta y cinco días de lac-

tancia dieciséis gazapos, los mutiplica por el precio probable, y sefrota las manos de gusto.

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Pero estas cuentas son cam^o las de la lechera, como las de laconocida fábula de la zorra y las uvas "que están verdes".

Pretendiendo criar aquellos dieciséis gazapos, lo que hace escomprometer la vida de los seis posibles, y en lugar de obtenei•un bu•en rendimiento, lo que obtendrá será ^una pérdida.

N^o exijamos a los animales más producción que la i•acional ;concretémonos a una producción media, que será lo suficientemen-te remuneradora, y no sólo, mediante ello, conseguiremos una rentasegura, sino que veremos mejorar sensiblemente la calidad de losanimales, aumentando la renta paso a paso, y no a salt^os.

7. CASTRACIÓN.

La castración es la operación que tiene por objeto imposibi-

litar la reproducción del ani^mal, y^con ello las pérdidas consiguien-

tes, mediante la ablación de una parte del órgano correspondiente.

La castración puede efectuarse, tanto en Ios machos como en las

hembras.

Industrialmente, la operación no se aconseja ^efectuar más queen los machos, toda vez que la dificu.ltad de la ablación del ova-rio es inmensamente mayor que la ablación del testículo. Castrarun macho está^a la altura del menar ducho ^en este arte, el riesgoprácticamente no existe y el tiempo de la duración de la operaciónes escasísima ; estas circunstancias no se dan en las hembras.

Gomo, además, un macho puede servir a varias hembras en lasfaenas de la reproducción, resulta que existen ^muchos machos quenecesariamente se han de dedicar al sacrificio, y, por ]o tanto. lacastración es más norma] en los machos que en las hembras.

La castración no sólo aumenta el peso o cantidad de ]a ^carnc^.sina que mejora enormemente la calidad y permite lr_^ convivencia

de machos y hembras, aunque no ^es práctica, desde luego reco-

mendable. Es operación quE favorece, también, la presencia de

la grasa. La forma de operar se explica en el libro correspondíent^.

el que remitimos al lector.

8. ENGRASE.

EI engrase o cebamiento es práctica complementaria de la cas-

tración, y camo ésta tiene como consecuencia el aumento en laca,ntitlad y la mejora en la calidad de la carne proporcionada por

el animal.

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El engrase ha de ser práctica usual después de la castración :pero se puede cebax• un animal aun sin estar castrado.

El engrase o cebami•ento es operación completamente econó-

mica : el exceso de gasto que supone una alimentación de ceba-

miento queda compensada y con creces con el aumento de carrre

que supone esta práctica.

Hemos de tener presente que el c•ebamiento posee dos car<^,c-

terísticas completamente distinta ŝ, según que el animal se encuen-

tre som•etido a esta operación. Si el animal es joven, el exceso de

alimentación quedará abscrito a la formación de carne abundante;

si el ani^mal es adulto, el exceso de alimentación, por lo menos de

una buena parte de ella, quedará dedicado a la fabricación rle

g•rasa.

Como consecuencia, si queremos animales con gran produc-

ción de carne, iniciaremos •el cebamiento de los animales jóvenes;

si lo qu^e deseamos es grasa abundante, dentro de la escasa can-

tidad que posee el conejo, hemos de partir en el cebamiento de

animales ya formados, de adultos.

9. SACRIFICIO Y BUENA PRESENTACIÓN.

El sacrificio, la torma en que se opera la muerte del animal,

constituye una cualidad que repercute en el precio.

Empecemos por recordar que la carne deb•e quedar completa-

mente desangrada, si deseamos una ^materia higiénica y conve-

niente. Y que el desalxgrado debe 11•evarse a fondo. No basta que

el animal pierda una determinada cantidad de sangre; es necesario

^lue no quede en su cuerpo ni una sola gota, si es posible.

• Por ello, se comprende fácilmente que el conejo debe ser desan-nrado antes de su apertura. ^, Cómo? Prescindiendo de todo sen-timentalismo, el conejo debe de ser desangrado por ambos ojos.

No pretendemos convencer a nadie mediante complicados ra-

zonamientos. La px•áctica conv^encerá a los cunicultores de la bon-

dad del producto desangrado o muer^to a golpe. Unicamente sí re-

cordamos que el animal sacrificado mediante ^uno o varios ^;olpes,

^;•eneralmente demasiados, en la nuca, pres^enta esta región com-

pletamente negra, impropia para ]a alimentación, no sólo por la

desagradable presentación de esa parte del cu•erpo, sino por su^

malas condiciones alimenticias. Y la pérdida de 50 gramos o 10(^

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gramos por animal representa, en unos millares de cabezas, una

respetabl•e cantidad en metálico, que no querrán perder los cuni-

cultores.

Es, pues, necesario preocuparse de la forma en que ha de serverificada la muerte de todo animal, como condición precisa paralas siguientes líneas, en las que vamos a tratar de la buena pre-sentación :

10. PRESENTACIóN EUENA DE LA MERCANCÍA.

La carne no debe ser ni consumida ni embalada en caiiente.La operación que debe seguir al sacrificio y apex•tux•a del ani-

mal es el enfriado, a cuyo fin se coloca,rá al anima] sobre un ca-balllete, con el vientre abierto al aire, a fin de que se oree y seenfríe. Ciertamente que durante esta operación el agua perdidasignifi^ca una pérdida en el peso; pero es condición indispensable,sobre tado cuand^o el animal ha de ser embalado, por consumirseen punto alejado del sitio del sacrificio.

En todos los casos, el conejo debe de ser presentado en formaagradable a la clientela y conservarse hasta el momento de su ventaen las máximas condiciones de limpieza e higiene.

RESIIMF.N

Como resumen a todo lo dicho, para que la cax•ne de coneju

se cotice a los precios que le corresponde, es necesario tener mu^

px'esent^es las siguientes conclusiones :

1.° E1 conejo debe ser amplia y i•acionalmente alimentado,

sobre todo en el mes que precede al sacrificio.

'^.° Debe de provenir de ^un establecimiento modelo y habervivido en jaul^^s que r-eúnan todas las condiciones higiénicas v téc-nicas deseables.

^.° Ha de ser sacrificado de manera conveniente.4.^ Si se transpox-ta, ha de ser bien embalado, y en todos los

casos ha de ser sometido a una buena presentación.

DATOSBELGAS

Como enseñanza, vamos a dar unos datos acerca del movimien-to del comercio belga de carne de conejo, industria que tuvo un

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g^ran florecimiento en ciertas regiones de1 país belg•a, y más con-

cretamente en I+ landes oriental, y todo el litoral especializado en

la ^exportación de conejo hacia ei ^mercado de Inglaterra.

Ya en 189L se expox-taban por el puerto de Ostende la cantidadde ^33.000 cajas, que contenía cada una, una media d^e 100 conejos,lo que supone 3.^OU.000 cabezas.

En aquella época, tan distante, ^el conejo venía a valer, portérmino medio, unos dos francos. Importaba, pues, estas exporta-ciones la cantidad de unos siete millones de francos belgas.

Esta espor-tación fué disminuyendo poco a poco hasta el

año 1913, en que la cifra de •exportación se redujo a.la mitad.

Esta disminución en la exportación fué a consecuencia de que,

habiendo me;jorado enormemente el nivel de la vida de los campe-

sinos, una gran parte de la producción se consumía en el mercado

interior, quedando tui pequ•eño excedente, que era el que se ex-

portaba.

A principios de siglo, año 1900, los precios a que se cotizabala carne de conejo eran :

Pranc^skilogramos

En el mes de diciembre ................................. 1,40^n el nies de enero ....................................... 1,50

Fn el mes de febrero ..................................... 1,00

Pasados unos años, 191^, se nota una ligera mejoría en los

^^recios :

Francosbel^as

Mes de ciiciembre .......................................... 1,65

Mes de enero ................................................... 1,75b4es de febrero ................................................ 1,85

Ya en el año 19Z6, la carne d•e conej^o adquiere ,un precio res-

petable, cotizándose alrededor de 15 francos el ki.logramo, y la

exportación vuelve a iniciarse con más fuerza, ya que el año 1926,

tan sólo cuatro primeros mes•es .del año, la exportación quedó ci-

frada en 8.152.000 francos, contra 5.159.000 en igual época ,y me-

ses del año anterior.

Una de las causas fijadas por los belgas como origen de lasdisminuciones de las exportaciones a Inglaterra fué el poco cui-dado y prestigio de los cunicultores belgas con mercancías des-

Page 12: f^' COnSIDFRDCIOnFS SOBRE CUnICUl1URD IPIDUSTRIDL · tículo de lujo, y la ind^ustria peletera est^i en su infancia. E1 conejo no tiene m^LS valot• que el de productor de carne

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valoradas y el exceso de vigilancia sanitaria por par-te inglesa. Loque nos obliga a ser exigentes siempre en la calidad de la mercan-cía a exportar y a su prestigio.

El proc•eso pai•a la exportación belba era el siguiente :En un día fijo, generalmente el jueves, los pequeños comer-

ciantes se presentaban en los mercados de los pueblos con la mer-cancía recogida en todos los alrededores. Eran adquiridos.

Bien de mañana, los conejos se sacrificaban, se d^^spojaban, va-

ciaban, preparaban y se colocaban a enfriar, y, m^tis tarde, se pro-

cedía al embalaje, en cajas de claraboya, formada por listones de

madera.

Las cajas así preparadas se remitían inmediatamente al puerto

expoi~tador, generalmente Ostende.

Desde este puerto existía un servicio regular Ostende-Tilbury,que partía de la primera población a las dos d•e la tarde, existien-do tres navíos afectos a esta navegación, y que se denominaban :Topacio, Racbí y Zafiro.

El navío que salía de Ostende (Bélgica) a las dos de la tarde,llegaba a las ocho a Tibury (Inglaterra). Inmediatamente un tren,con toda la mercancía llegada, partía para Londres, donde lIega-ba a las cuatro de la madrugada.

Mediante este servicio, los conejos sacrificados en Bélgica du-rante la noche del jueves al viernes, eran vendidos en Londres elsábado y consumidos el domingo.

Una buena organización de transporte, de distribución y deventa es el mejor complemento para tada indust,ria bien organi-zada, y esta organización, que sale de los límites de la Empresaprivada y del esfuerzo individual, debe ser obra del espíritu dea.sociación, de sindicación y de cooperación.

Esta ha de ser obra que ha de llevar a cabo la CoopexativaNacional de Avi-Cuni-Apicultura.

CRAFICA9 IICIIINA.-MELENDEZ ^ALDES, L-3[ADRID