ezquizencefalia

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- Volumen 1 - Nº 2, 2009 CASUÍSTICA ESQUIZENCEFALIA: FENOTIPO CLÍNICO Y NEUROIMÁGENES EN 26 CASOS PEDIÁTRICOS HILDA BIBAS BONET 1 , LUIS FAJRE 2 , MARCELA SIALLE 3 , ANA MARÍA CORONEL 4 , RICARDO FAUZE 5 , JORGE FAGALDE 6 , MARTA COROLEU 7 , MARCELA D’URSO 8 1 Neuropediatra jefa del Servicio de Neurología; 2 Profesor adjunto de la Cátedra de Diagnóstico por Imágenes, Facultad de Medicina, Universidad Nacional de Tucumán; 3 Neuropediatra del Servicio de Neurología; 4 Oftalmóloga infantil jefa del Servicio de Oftalmología; 5 Neuropediatra del Servicio de Neurología; 6 Neuropediatra del Servicio de Neurología; 7 Neurocirujana infantil del Servicio de Neurocirugía; 8 Cátedra de Bioestadística, Facultad de Medicina, Universidad Nacional de Tucumán. Servicio de Neurología, Hospital del Niño Jesús. Pasaje Hungría 750 – 4000 San Miguel de Tucumán. Resumen Introducción: La esquizencefalia es un trastorno de la migración neuronal caracterizado por la existencia de una hendidura hemisférica cerebral (uni o bilateral) extendida desde la piamadre hasta el epéndimo del ventrículo lateral con paredes adosadas (labios cerrados) o separadas (labios abier- tos) de sustancia gris anormal de aspecto polimicrogírico. Objetivos: Evaluar características clínicas y deta- llar hallazgos de neuroimágenes en 26 niños con esta malformación. Población, Material y Métodos: Se in- vestigaron historias clínicas y neuroimágenes analizándose edad, sexo, historia familiar y personal, examen neuro-oftalmológico y epilepsia. Fueron clasificados en 2 grupos: lesión unilateral y bilateral (labios cerrados y abiertos). Resultados: Del total, 12 (46%) eran niñas; 15 (58%) presentaban lesión bilateral (9 abiertas) y 11 (42%) unilateral (3 abiertas) con edades entre la etapa prenatal y 9 años. No se registraron datos positi- vos para consanguinidad, antecedentes familiares o personales. La sintomatología fue precedida de un pe- ríodo seudoasintomático. Las alteraciones motoras se comprobaron en el 96%, la hemiparesia estuvo asocia- da a lesión unilateral y la tetraparesia a lesión bilateral. Presentaron deficiencia mental el 88% cuya grave- dad estuvo asociada a bilateralidad lesional. El 19% evidenciaron manifestaciones oculares relacionadas a hipoplasia del nervio óptico. La epilepsia se comprobó en el 19% y sin relación directa con la uni o bilateralidad lesional. Se detectó como hallazgo casual en el 4%. Conclusiones: La esquizencefalia presenta heterogenei- dad fenotípica. La bilateralidad de las alteraciones estructurales se relaciona a mayor daño neurológico. La sintomatología ocular obliga a descartar patología asociada. Es aconsejable el seguimiento prolongado por posible epilepsia posterior. Palabras clave: Esquizencefalia. Niños. Manifestaciones clínicas. Neuroimágenes. Summary Schizencephaly: clinical features and neuroimaging in 26 children. Schizencephaly is a disorder of neuronal migration, characterized by congenital clefts spanning the cerebral hemisphere from the pial surface to the lateral ventricle and lined by abnormal gray matter (polymicrogyria). If the walls of the cleft are in contact with each other is named closed-lip clefts, and open-lip clefts if the walls are separated. Objetives: 1/ Evaluate clinical findings. 2/ Relate with cranial imaging features. Population and methods: A retrospective hospital charts analysis and cranial imaging studies were performed and allowed us to detect 26 children aged prenatal period to 9 years. Variables included: age, sex, family and personal history, presenting symptoms, neuro-ophthalmological examination, and occurrence of seizures. Images were reviewed for the number, location, and nature of the schizencephalic cleft and the presence of other brain anomalies. Results: 12 of the 26 children were girls. The clefts were bilateral in 15 (58%) patients (9 open-lips) and unilateral in 11 (42%) patients. Clinically, motor impairment is the most frequent deficit (96%). In patients with unilateral clefts, contralateral spastic hemiparesis is the rule. Spastic tetraparesis is indeed the rule in patients with bilateral clefts. Mental deficiency is present in 88 % of patients, more severely in almost all bilaterally affected patients. Visual disturbances (19%) are associated with optic nerves hipoplasia. Five patients (19%) developed epilepsia without correlation between the type of lesion and seizure type. By contrast, completely normal examination is found in one patient. Key words: Schizencephaly, children, clinical features, neuroimaging. Recibido: 06/07/2008 Aceptado: 13/04/2009 Neurología Argentina 2009; 2: 126-132

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Neurología Argentina - Volumen 1 - Nº 2, 2009126

CASUÍSTICA

ESQUIZENCEFALIA: FENOTIPO CLÍNICO Y NEUROIMÁGENESEN 26 CASOS PEDIÁTRICOS

HILDA BIBAS BONET 1, LUIS FAJRE 2, MARCELA SIALLE 3, ANA MARÍA CORONEL 4, RICARDO FAUZE5,JORGE FAGALDE 6, MARTA COROLEU 7, MARCELA D’URSO 8

1Neuropediatra jefa del Servicio de Neurología; 2Profesor adjunto de la Cátedra de Diagnóstico por Imágenes,Facultad de Medicina, Universidad Nacional de Tucumán; 3Neuropediatra del Servicio de Neurología; 4Oftalmóloga

infantil jefa del Servicio de Oftalmología; 5Neuropediatra del Servicio de Neurología; 6Neuropediatra del Serviciode Neurología; 7Neurocirujana infantil del Servicio de Neurocirugía; 8Cátedra de Bioestadística,

Facultad de Medicina, Universidad Nacional de Tucumán.Servicio de Neurología, Hospital del Niño Jesús. Pasaje Hungría 750 – 4000 San Miguel de Tucumán.

Resumen Introducción: La esquizencefalia es un trastorno de la migración neuronal caracterizado por laexistencia de una hendidura hemisférica cerebral (uni o bilateral) extendida desde la piamadre

hasta el epéndimo del ventrículo lateral con paredes adosadas (labios cerrados) o separadas (labios abier-tos) de sustancia gris anormal de aspecto polimicrogírico. Objetivos: Evaluar características clínicas y deta-llar hallazgos de neuroimágenes en 26 niños con esta malformación. Población, Material y Métodos: Se in-vestigaron historias clínicas y neuroimágenes analizándose edad, sexo, historia familiar y personal, examenneuro-oftalmológico y epilepsia. Fueron clasificados en 2 grupos: lesión unilateral y bilateral (labios cerradosy abiertos). Resultados: Del total, 12 (46%) eran niñas; 15 (58%) presentaban lesión bilateral (9 abiertas) y11 (42%) unilateral (3 abiertas) con edades entre la etapa prenatal y 9 años. No se registraron datos positi-vos para consanguinidad, antecedentes familiares o personales. La sintomatología fue precedida de un pe-ríodo seudoasintomático. Las alteraciones motoras se comprobaron en el 96%, la hemiparesia estuvo asocia-da a lesión unilateral y la tetraparesia a lesión bilateral. Presentaron deficiencia mental el 88% cuya grave-dad estuvo asociada a bilateralidad lesional. El 19% evidenciaron manifestaciones oculares relacionadas ahipoplasia del nervio óptico. La epilepsia se comprobó en el 19% y sin relación directa con la uni o bilateralidadlesional. Se detectó como hallazgo casual en el 4%. Conclusiones: La esquizencefalia presenta heterogenei-dad fenotípica. La bilateralidad de las alteraciones estructurales se relaciona a mayor daño neurológico. Lasintomatología ocular obliga a descartar patología asociada. Es aconsejable el seguimiento prolongado porposible epilepsia posterior.

Palabras clave: Esquizencefalia. Niños. Manifestaciones clínicas. Neuroimágenes.

Summary Schizencephaly: clinical features and neuroimaging in 26 children . Schizencephaly is a disorderof neuronal migration, characterized by congenital clefts spanning the cerebral hemisphere from

the pial surface to the lateral ventricle and lined by abnormal gray matter (polymicrogyria). If the walls of thecleft are in contact with each other is named closed-lip clefts, and open-lip clefts if the walls are separated.Objetives: 1/ Evaluate clinical findings. 2/ Relate with cranial imaging features. Population and methods: Aretrospective hospital charts analysis and cranial imaging studies were performed and allowed us to detect 26children aged prenatal period to 9 years. Variables included: age, sex, family and personal history, presentingsymptoms, neuro-ophthalmological examination, and occurrence of seizures. Images were reviewed for thenumber, location, and nature of the schizencephalic cleft and the presence of other brain anomalies. Results: 12of the 26 children were girls. The clefts were bilateral in 15 (58%) patients (9 open-lips) and unilateral in 11(42%) patients. Clinically, motor impairment is the most frequent deficit (96%). In patients with unilateral clefts,contralateral spastic hemiparesis is the rule. Spastic tetraparesis is indeed the rule in patients with bilateral clefts.Mental deficiency is present in 88 % of patients, more severely in almost all bilaterally affected patients. Visualdisturbances (19%) are associated with optic nerves hipoplasia. Five patients (19%) developed epilepsia withoutcorrelation between the type of lesion and seizure type. By contrast, completely normal examination is found inone patient.

Key words: Schizencephaly, children, clinical features, neuroimaging.

Recibido: 06/07/2008 Aceptado: 13/04/2009

Neurología Argentina 2009; 2: 126-132

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Esquizencefalia: Fenotipo clínico y neuroimágenes en 26 casos pediátricos. Hilda Bibas Bonet y col. 127

Introducción

El término esquizencefalia (EQZ), acuñado por Yakolevy Wadsworth1, 2, define la anormalidad cerebral en formade hendidura extendida desde la piamadre hasta elepéndimo del ventrículo lateral bordeada de sustanciagris con aspecto de polimicrogiria (PMG). El ancho de lahendidura fluctúa desde un fino corredor de líquidocefalorraquídeo (LCR) hasta una amplia comunicacióndeterminando así las 2 variedades de EQZ: I (labios ce-rrados) de márgenes adyacentes con una depresión enel extremo ventricular denominada «ombligo», y II (la-bios abiertos) de bordes separados y ventriculomegaliaconcordante1-4. Esta patología se incluye como complejoEQZ-PMG entre los defectos de organización cortical ymigración neuronal tardía pudiendo coexistir con agene-sia del septum pellucidum (SP) aislada o asociada ahipoplasia del nervio óptico (HNO) y agenesia-hipoplasiadel cuerpo calloso constituyendo una variante de displasiasepto-óptica (DSO) u otras anormalidades como displasiacortical focal (DCF)4-7. Los ganglios basales, tronco cere-bral y fosa posterior no suelen presentar anomalías ex-cepto la descripción de megacisterna magna4, 8, 9.

El Objetivo del presente trabajo fue correlacionar elespectro clínico de presentación con los hallazgos deneuroimágenes en 26 niños con esta malformación ais-lada o asociada a otras.

Material y métodos

Se realizó un estudio descriptivo y asociativo de corte trans-versal. La población corresponde a 34 pacientes atendidosen el Servicio de Neurología, Hospital del Niño Jesús - Tucu-mán, desde enero de 1999 hasta diciembre de 2006. El cri-terio de inclusión fue la existencia de la palabra EQZ en elinforme correspondiente a neuroimágenes solicitadas por di-ferentes motivos de consulta. Los resultados fueron obte-nidos de las historia clínicas de los pacientes estudiados. Seutilizó un protocolo de recolección de datos con las siguien-tes variables: sexo, edad primera consulta, antecedentes fa-miliares, características de embarazo y parto, problemasneuro-oftalmológicos que motivaron la consulta y determina-ron el examen: trastornos motores (cuadriparesia, hemi-paresia), deficiencia mental (leve, moderada o grave sin de-sarrollo de lenguaje), crisis convulsivas (edad de aparición,tipo, medicación y respuesta al tratamiento), manifestacionesoculares (movimientos anormales, falta de fijación, visióndeficiente). Los estudios neurorradiológicos: ecografía cere-bral prenatal o transfontanelar y/o tomografía computada (TC)y/o imagen por resonancia magnética (IRM) fueron realiza-dos en diferentes centros asistenciales. En 12 (35%) casosse orientó el diagnóstico por ecografía y en 15 (44%) por TCefectuada con equipos convencionales y helicoidales en pla-nos axiales. La IRM fue aplicada en los 34 niños con equi-pos de 0.5 T y uno abierto de 0.35 T incluyendo planosaxiales, coronales y sagitales. La interpretación fue realiza-da por todos los autores y el análisis final junto a uno deellos (LF) quien no poseía conocimiento detallado de los pa-cientes. El diagnóstico de EQZ se basó en criterios ima-

genológicos: 1/hendidura cerebral recubierta por sustanciagris 2/comunicación del espacio subaracnoideo con elventrículo lateral por intermedio de la hendidura 3/sustanciagris de aspecto polimicrogírico.

Los pacientes fueron divididos en dos grupos: con lesiónunilateral (LU) o lesión bilateral (LB) consignándose la varie-dad I «labios cerrados» y II «labios abiertos», la topografíade la/s hendidura/s y las anomalías concomitantes: ausenciaaislada de SP o asociada a HNO como variante de DSO,hipoplasia del cuerpo calloso u otras. En los niños menoresde 6 meses se investigó infección congénita (TORCHS) me-diante anticuerpos específicos en muestras pareadas IgG-IgM. El estudio cromosómico por medio del cariotipo fue rea-lizado en 9 niños. Se realizó un análisis descriptivo de lasvariables estudiadas y de asociación entre las de interésmediante test exacto y test exacto de Fisher. El comité deDocencia e Investigación del Hospital del Niño Jesús, institu-ción donde fuera realizado este trabajo, aprobó el plan deestudio sin efectuar objeción ética alguna. No se requirióconsentimiento informado por no haberse realizado ningunaintervención sobre los niños.

Resultados

Se excluyeron 8 pacientes, dos por historia clínica in-completa, uno por neuroimágenes extraviadas y los res-tantes por descartarse el diagnóstico de EQZ en la revi-sión final. Del total de 26 pacientes confirmados, 12 (46%)son niñas; quince (58%) pacientes presentaban LB, 9abiertas (Fig. 1), 6 cerradas (Fig. 2); 11 niños (42%) LU,3 abiertas (Fig. 3) y 8 cerradas (Fig. 4).

El rango de edad al momento del diagnóstico oscilóentre la etapa prenatal y los 9 años, con una mediana de8 meses y una media de 17.3 meses con un IC

95%=(6.8;27.8) meses. El 54% (14 niños) tenían menos de 1 año.En la Tabla 1 se observa que el 42% de las niñas y el43% de los varones presentan LU, no existiendo eviden-cia suficiente para asegurar que el tipo de lesión estéasociada al género del paciente (test exacto de Fisher,p>0.99).

Los antecedentes familiares fueron negativos paraconsanguinidad en 23 casos (88%), los restantes eranhijos adoptivos. En un paciente portador de LB la madreera deficiente mental (4%). El embarazo discurrió nor-mal en 25 pacientes (96%) y con un pretérmino porhipertensión arterial al 8º mes. El parto fue vaginal en 22casos (85%) y por cesárea los restantes, en el 96% elrecién nacido fue considerado normal observándose de-presión neonatal transitoria en el pretérmino. No se re-gistraron antecedentes de exposición a tóxicos, drogaso infecciones.

El 96% de los pacientes presentaban trastornos mo-tores (Tabla 2). El 80% de los niños con hemiparesia eranportadores de LU (abierta o cerrada) contralateral y el93% de los pacientes con tetraparesia presentaban LB(abierta o cerrada), existiendo evidencia suficiente paraasegurar que la característica del trastorno motriz está

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Fig. 1.– Corte axial de TC. EQZ bilateral de la-bios abiertos fronto parietal. Obsérvese la au-sencia de septum pellucidum.

Fig. 3.– RMN ponderada en T2 corte axial. EQZunilateral de labios abiertos frontotemporal de-recho.

Fig. 2.– RMN ponderada en T1 corte axial. EQZ bi-lateral de labios cerrados temporoparietal, consigno del ombligo y displasia cortical frontal uni-lateral derecha.

Fig.– 4 RMN en tiempo T1 corte axial. EQZ unila-teral cerrada parietooccipital derecha.

significativamente asociada a la uni o bilateralidad de lalesión (test exacto, p= 0.00023) (Tabla 3).

El 92% de los casos presentaban el perímetro cefálicodentro de límites normales, solo en el 8% se comprobómicrocefalia (PC menor de 2DS por debajo de la mediapara edad y sexo).

En 23 pacientes (88%) se encontró deficiencia mental(Tabla 2), existiendo evidencia suficiente para asegurar

Tabla 1.– Frecuencia de niños según sexo y tipo de lesión.

Sexo Tipo de Lesión Total

Unilateral Bilateral (100%)

Femenino 5 (42%) 7 (58%) 12

Masculino 6 (43%) 8 (57%) 14

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Tabla 2.– Frecuencia de niños según tipo de manifestación y tipo de lesión.

Manifestación Tipo de Lesión Total p-value Lesiones Asociadas

Unilateral Bilateral (n=26)

(n=11) (n=15)

Motora 10 (40%) 15 (60%) 25 (96%) 0.42 Agenesia del SP (2)

Deficiencia Mental 8 (35%) 15 (65%) 23 (88%) 0.063

Ocular 1 (20%) 4 (80%) 5 (19%) 0.356 DSO (4)

DSO+ (1)

Epilepsia 1 (20%) 4 (80%) 5 (19%) 0.356

Normal (baja talla) 1 (100%) 1 (3.8%) 0.423 Quiste Aracnoideo Supraselar

Abreviaturas: SP Septum Pellucidum. DSO: Displasia septo-óptica. DSO +: otras anomalías

Tabla 3.– Frecuencia de niños con manifestaciones motorassegún semiología y tipo de lesión.

Manifestación Tipo de Lesión Total

MotoraUnilateral Bilateral

Hemiparesia 8 (80%) 2 (20%) 10

Tetraparesia 1 (7%) 13 (93%) 14

Monoparesia 1 (100%) 0 1

Tabla 4.– Frecuencia de niños según grado de deficienciamental y tipo de lesión.

Deficiencia Mental Tipo de Lesión Total

Unilateral Bilateral (100%)

Normal 3 (100%) 0 3

Leve-Moderada 7 (58%) 5 (42%) 12

Severa 1 (9%) 10 (91%) 11

que la bilateralidad de la lesión (abierta o cerrada) estásignificativamente asociada con la severidad de la defi-ciencia mental (test exacto, p=0.004) (Tabla 4)

Cinco pacientes (19%) (Tabla 2) presentaban mani-festaciones oculares tales como movimientos anorma-les, nistagmus, falta de fijación o visión deficiente. En to-dos se comprobó HNO al examen de fondo de ojoacompañándose de agenesia del SP e hipoplasia delcuerpo calloso conformando la DSO.

Excepto uno de los pacientes de este grupo que pre-sentaba también malformaciones somáticas (agenesiaunilateral del pectoral y dextrocardia), no se comproba-ron alteraciones dismorfológicas asociadas.

La aparición de crisis epilépticas (19%) (Tabla 2) de-terminó la primera consulta en 2 pacientes, y otros 3 de-

sarrollaron crisis en algún momento posterior al diagnós-tico entre los 3 meses y los 6 años de seguimiento. Elrango de edad al inicio de las crisis osciló entre los 4meses y los 6 años, con una mediana de 10 meses y unamedia de 21.5 meses. La semiología de las crisis y eltipo, variedad y topografía de las lesiones fueron lassiguientes: crisis parciales complejas en un caso de LUcerrada en región TO derecha (20%); generalizadas tó-nico-clónicas en 3 casos de LB abierta (1 en regiones FTy 2 en TP) (60%), y espasmos epilépticos con hipsarrit-mia en 1 caso de LB cerrada FT (20%). Los pacientesfueron medicados según el tipo de crisis con carba-macepina, fenobarbital o ácido valproico lográndose con-trolar las mismas en el 60 % de los casos. La severidadde la epilepsia no guardó estricta relación con el tipo delesión pues se mostraron refractarios el caso de LU ce-rrada con crisis parciales y un paciente con LB abierta delocalización TP necesitando ambos medicación múltiple.

Entre los 11 casos con LU figura un niño de 9 añoscon inteligencia normal, sin alteraciones neuro-oftal-mológicas y estudiado en endocrinología por baja tallacomprobándose en RMN un quiste aracnoideo supraselary EQZ abierta de pequeño tamaño localizada en regiónfrontal derecha.

En cuanto a la localización de las lesiones (Tabla 5)no se encontró evidencia suficiente para asegurar que eltipo de LU o LB esté asociado a la localización cerebralpara ninguna de las regiones.

Las anomalías neuroradiológicas concomitantes iden-tificadas fueron las siguientes: agenesia aislada de SPen 2 casos de LU, displasia cortical focal (DCF) en doscasos: uno de LB y 1 en LU contralateral a la misma, yuna caso de quiste aracnoideo supraselar en el niñoasintomático. Ninguno presentaba anomalías de la fosaposterior excepto uno con cisterna magna amplia.

El resultado del análisis TORCHS para infección con-génita intrauterina efectuado en 11 pacientes menoresde 6 meses reveló normalidad de la investigación en 10 ypositividad para citomegalovirus en 1 paciente no confir-

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Tabla 5.– Frecuencia de niños según localización y tipo de lesión.Resultado de test exacto de Fisher (nivel 5%).

Localización Tipo de Lesión Total p – value

Unilateral Bilateral

Frontal 1(100%) 0 1 0.42

Parietal 0 3 (100%) 3 0.24

TemporoOccipital 2 (67%) 1 (33%) 3 0.38

FrontoParietal 2 (33%) 7 (67%) 9 0.22

FrontoTemporal 4 (44%) 5 (56%) 9 >0.99

TemporoParietal 4 (36%) 7 (64%) 11 0.70

mado por PCR y sin calcificaciones parenquimatosas enla neuroimagen. El cariotipo efectuado a doce pacientes(5 con LU y 7 con LB) fue considerado normal.

Comentarios

La EQZ se considera un trastorno primario que involucraríalas fibras gliales radiales de los neuroblastos sube-pendimarios y la migración neuronal. Los mecanismosmoleculares promotores de esta etapa de la neurogénesisno están todavía totalmente dilucidados3-5, 7, 9. La descrip-ción de varios miembros en una familia sugiere factoresgenéticos con herencia autosómica recesiva10, 11. Tres de8 pacientes citados en la literatura con EQZ tipo II resul-taron heterocigotas para mutaciones funcionales de novoen el gen homeobox EMX2 localizado en el cromosoma10q2.6.12, 13 Este gen, regulador de otros implicados en laproliferación y migración neuroblástica, sería también res-ponsable del desarrollo de vasos sanguíneos encefálicos.De acuerdo a estas investigaciones se acepta que almenos algunos casos de EQZ resultarían de una codifi-cación genética defectuosa7, 11-13. En nuestra casuísticano hemos encontrado, excepto una madre deficientemental, historia familiar con referencia a factores genéticoso consanguinidad entre progenitores. Tampoco alteracio-nes cromosómicas en el cariotipo realizado en nueve pa-cientes.

Además de la hipótesis genética existe otro mecanis-mo etiopatogénico relacionado a patología subyacentepor hipoperfusión circulatoria que provocaría infartos enla matriz germinal e impediría la migración completa du-rante la secuencia normal entre las 8 y 16 semanas degestación. La existencia de corteza polimicrogírica tapi-zando la hendidura sugiere un mecanismo común de pro-ducción, y la insuficiencia vascular en el período post-migracional precoz es implicada en la patogénesis deambas lesiones3-5, 7-9, 14, 15. En cuanto a la relación con laDCF, evidencias procedentes de estudios anatomo-clíni-

cos han sugerido que todas estas anomalías de la mi-gración neuronal resultarían de un mismo proceso pato-lógico, que al implicar la capa superficial del cerebro fe-tal provocaría la DCF o la PMG y al afectar todo el espe-sor con compromiso de las fibras gliales determinaría lahendidura esquizencefálica4-8, 16,17.

La EQZ ha sido asociada con agentes transmisibles,en especial citomegalovirus, que provocaría una vascu-litis interrumpiendo el proceso migratorio neuronal (18);además, con tóxicos como warfarina19, formaldehído (5),y alcohol formando parte del síndrome fetal-alcohólico20.No hemos encontrado en nuestra serie dato alguno rela-cionado con tóxicos y entre los 11 pacientes estudiadospara infección congénita se encontró solo un caso positi-vo para citomegalovirus pero sin confirmación por PCR.En algunas publicaciones se describió hipertensiónarterial al final del embarazo mencionándose también na-cimientos prematuros pero es difícil su asociación conesta patología que acontece antes del 4º mes4, 5, 8, 10. Aun-que la mayoría de las hipótesis apuntan a la probabilidadde lesiones vasculares subyacentes adquiridas ogenéticas, hasta el momento no está totalmente diluci-dada la etiopatogenia de la EQZ.

En cuanto al desarrollo de las manifestaciones clíni-cas, los niños pueden permanecer pseudoasintomáticosdurante el periodo neonatal y los primeros síntomas de-tectarse entre el 2° y tercer trimestre de vida con varia-ble compromiso neurológico representado principalmentepor las dificultades motoras y el retraso madurativo.

En cuanto a las alteraciones visuales en los niños conHNO se destaca que, aunque no se pudo establecer unaasociación estadísticamente significativa (test exacto deFisher p=0,278), los 5 pacientes presentaron manifesta-ciones clínicas y sus lesiones (variedad abierta) siemprecomprometían, aunque parcialmente, el lóbulo frontal.

En relación a las crisis convulsivas, cabe enfatizarque en todos nuestros casos las lesiones incluyeron ellóbulo temporal. En algunas series publicadas alrededordel 50% de los pacientes presentaron epilepsia lográn-

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dose un control adecuado en los 2/3 de los casos4-6, 8, 21.La explicación del control relativamente fácil de la epi-lepsia estaría dada por observaciones sugerentes de quea pesar de las marcadas anomalías morfológicas en lasneu-roimágenes los cambios en la citoarquitectura corticalpodrían ser mínimos y de que la reorganización de lasvías córtico-corticales y córtico-subcorticales entre los doshemisferios podría inhibir la propagación de la descargaepiléptica9, 21, 22. Las manifestaciones epilépticas suelenpresentarse en el transcurso de las 2 primeras décadaspero también han sido relatadas de manera inicial enpacientes de 21, 27 y 38 años en quienes lasneuroimágenes revelaron hendiduras esquizencefálicas22,

23. De nuestros pacientes el 81% estuvieron exentos decrisis pero esta evidencia no puede considerarse definiti-va pues el rango máximo de edad ha sido de 9 años.Sería aconsejable el seguimiento prolongado de estospacientes pues la epilepsia podría debutar tardíamente.

Cabe aludir finalmente al paciente de 9 años sinsintomatología neuro-oftalmológica que fuera estudiadopor baja talla y donde la LU frontal derecha fue conside-rada un hallazgo inesperado (4%). Se han descrito pa-cientes con LU sin deficiencia mental ni anormalidadneurológica entre el 7 y el 9% de algunas series publica-das5, 21. Se ha sugerido que a pesar de la malformaciónsería más importante la reorganización funcional de lacorteza afectada con la intacta en la determinación delresultado clínico22.

En cuanto al diagnóstico diferencial, cabe mencionarla distinción de la EQZ abierta con la porencefalia y lahidranencefalia. Se define como porencefalia la resul-tante de un proceso destructivo de la corteza cerebraldebido a traumatismos perinatales o postnatales, oclu-sión vascular o hemorragias, cambios post-inflamatorioso post-quirúrgicos. La imagen está caracterizada por unacavidad que contiene LCR, no delimitada por sustanciagris y comunicada o no con la superficie cortical, elventrículo o ambos15, 24. En cuanto a la hidranencefaliase trata de una condición en la cual la mayor parte de loshemisferios cerebrales es reemplazada por LCR quedan-do como escasos remanentes la cara medial inferior delos lóbulos frontales y temporo-occipitales con preserva-ción de los tálamos. La fisiopatogenia propuesta para estapatología ha sido la interrupción bilateral del flujo san-guíneo in útero de las arterias carótidas internas y la sub-siguiente desaparición de parénquima en el territoriovascular de distribución de las mismas15, 24-26.

En relación con la EQZ cerrada corresponde distin-guirla de otros trastornos congénitos del desarrollo corticalde tipo bilateral como la displasia bilateral perisilviana ounilateral como la PMG y la DCF.

La displasia bilateral perisilviana o PMG bilateralperisilviana se caracteriza por la presencia de una corte-za anormal en ambas regiones perisilvianas, con exposi-ción de la región insular y patrón de PMG con inter-

digitaciones entre la sustancia gris y blanca en forma depequeños giros fusionados27. La DCF presenta como al-teraciones visibles en la RMN la corteza focalmente anor-mal tanto en espesor (engrosado) como en giración y untípico borramiento de interfase entre sustancia gris y blan-ca, no hay efecto de masa ni cambios en la señal congadolinio28.

Conclusiones

Se puede concluir tras el análisis de 26 casos pediátricosde EQZ que:

1. No se han encontrado diferencias significativas entrefrecuencia de LU y LB ni se ha podido establecer aso-ciación entre tipo de lesión y género de los pacientes.

2. El fenotipo clínico fue variable, desde un niño asin-tomático hasta tetraparesia espástica severa con de-ficiencia mental y epilepsia. En general suele exis-tir un periodo pseudoasintomático tras un embarazo ynacimiento sin complicaciones.

3. Las manifestaciones motoras se presentaron en el96%. La LU (abierta o cerrada) se asocia significa-tivamente a hemiparesia contralateral. La LB (abiertao cerrada) a tetraparesia espástica.

4. La gravedad de la deficiencia mental se relacionó conla bilateralidad de las lesiones. La hendidura únicapuede cursar sin deficiencia o con deficiencia leve.

5. Las manifestaciones oftalmológicas se correlacionaroncon HNO uni o bilateral conformando en neuroimá-genes la DSO con localización frontal de la EQZ.

6. La epilepsia se comprobó en el 19% y sin diferenciassignificativas entre LU y LB. La topografía lesional fue,al menos en parte, en el lóbulo temporal. La refrac-tariedad (40%) no guardó relación con la variedad dela lesión.

7. La heterogeneidad anatomo-clínica probablementerefleje la heterogeneidad fisiopatogénica.

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