existe la masculinidad

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¿Existe la masculinidad? Sobre un dispositivo de saber/poder. Rodrigo Parrini Roses * http://generomexico.colmex.mx/textos/Parrini.htm ¿Tienen los estudios de masculinidad un objeto de estudio específico? Aunque el enunciado de la pregunta distinga, a primera vista, un objeto particular ―la masculinidad―, la respuesta no es tan clara ni inmediata. ¿Es el objeto de estudio del feminismo, en su vertiente académica, la ‘femineidad’? Casi cualquier feminista diría que no, aunque aquélla sería una dimensión a considerarse. ¿Cuál es el objeto de los estudios de género? Decir que la feminidad y/o la masculinidad constituiría una respuesta parcial; más bien, se diría que el género mismo es su objeto de estudio. Entonces, ¿por qué se delimita un objeto como la masculinidad para un campo de estudio?, ¿tiene esto consecuencias políticas y teóricas relevantes? Sí las tiene y de diverso tipo. Nos abocamos a ellas para defender una hipótesis: los estudios de masculinidad representan teóricamente, y políticamente, un espacio atrasado, y en muchos sentidos reaccionario, con respecto a los estudios de género, el feminismo y las teorías queer. Y esto se relaciona, de manera central, con la definición de su objeto de estudio. ¿Qué significa estudiar la masculinidad?, ¿dónde se encuentra ese talismán misterioso, un tanto nostálgico, y bastante apolillado, que algunos buscan afanosamente? La respuesta clásica ha sido: estudiar la masculinidad es investigar a los hombres. Nada muy sorprendente, por lo que se puede ver. Hombres y masculinidad. ¿Pero, por ejemplo, el feminismo estudia a las mujeres y la feminidad? En alguna medida sí, en otra no. Buena parte de la producción feminista más relevante estudia un sistema de relaciones sociales, políticas, simbólicas, culturales, subjetivas y corporales que redunda en ciertos efectos políticos: la subordinación de las mujeres, su opresión, la violencia, la desigualdad, entre otros.

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Existe la masculinidad? Sobre un dispositivo de saber/poder.Rodrigo Parrini Roses*http://generomexico.colmex.mx/textos/Parrini.htmTienen los estudios de masculinidad un objeto de estudio especfico? Aunque el enunciado de la pregunta distinga, a primera vista, un objeto particular la masculinidad, la respuesta no es tan clara ni inmediata. Es el objeto de estudio del feminismo, en su vertiente acadmica, la femineidad? Casi cualquier feminista dira que no, aunque aqulla sera una dimensin a considerarse. Cul es el objeto de los estudios de gnero? Decir que la feminidad y/o la masculinidad constituira una respuesta parcial; ms bien, se dira que el gnero mismo es su objeto de estudio.Entonces, por qu se delimita un objeto como lamasculinidadpara un campo de estudio?, tiene esto consecuencias polticas y tericas relevantes? S las tiene y de diverso tipo. Nos abocamos a ellas para defender una hiptesis: los estudios de masculinidad representan tericamente, y polticamente, un espacio atrasado, y en muchos sentidos reaccionario, con respecto a los estudios de gnero, el feminismo y las teorasqueer. Y esto se relaciona, de manera central, con la definicin de su objeto de estudio. Qu significa estudiar la masculinidad?, dnde se encuentra ese talismn misterioso, un tanto nostlgico, y bastante apolillado, que algunos buscan afanosamente? La respuesta clsica ha sido: estudiar la masculinidad es investigar a los hombres. Nada muy sorprendente, por lo que se puede ver. Hombres y masculinidad. Pero, por ejemplo, el feminismo estudia a las mujeres y la feminidad? En alguna medida s, en otra no. Buena parte de la produccin feminista ms relevante estudia un sistema de relaciones sociales, polticas, simblicas, culturales, subjetivas y corporales que redunda en ciertos efectos polticos: la subordinacin de las mujeres, su opresin, la violencia, la desigualdad, entre otros.De los estudios de gnero se puede decir lo mismo: estudian una configuracin socio cultural determinada, con efectos muy diversos a la vez que precisos, que se ancla en la diferencia sexual (sea simbolizndola, sea crendola). Pero, no obstante, los estudios de masculinidad insisten en abocarse a estacaja de sastre: la masculinidad misma, sus glorias y sus miserias. Cul es la importancia de sealar esto? Mientras el feminismo y los estudios de gnero atienden a un sistema de relaciones, mltiple y polimorfo, los estudios de masculinidad se preocupan de una categora, de un elemento discreto. Hablamos de efectos polticos: primero, reproducir el binarismo que ha sido consistentemente atacado por las teoras feministas y, ahora ltimo, lasqueer. Segundo, sostener una divisin ingenua, masculinidad/feminidad, que no asume los devastadores cuestionamientos que ha sufrido el concepto de identidad, la complejizacin del estudio de la subjetividad y la centralidad que ha adquirido la dilucidacin de las relaciones de poder que conforman cualquier objeto que se relacione sea con el sexo, con el gnero, o con ambos. Peor an si consideramos que cada vez que se estudia la masculinidad se corre a investigar a los hombres. Cul sera la nocin inmensamente ingenua que sostiene esta ecuacin y esta operacin de saber y de poder? Veamos, la distancia con respecto al sentido comn, y por lo tanto con las ideologas hegemnicas, es apenas perceptible. Cualquiera, en la calle, dira que la masculinidad es cosa de hombres.Asimismo, si existe ese continente perdido que algunos quieren estudiar, entonces tampoco se ha desembrozado el vnculo que ata de manera obligatoria, pero no menos ideolgica, masculinidad con heterosexualidad. Identidad con deseo. Se podra refutar esto diciendo: bien, pero tambin se estudia a los hombres gays. Diramos, no obstante, las operaciones epistemolgicas y polticas son semejantes. Permanecemos anclados en lo que Foucault denomin sexo verdadero, que tambin podramos denominar gnero verdadero. Una verdad y una discrecin: la masculinidad (de) los hombres.Pero: dir usted que la masculinidad no existe, que no tiene efectos, que muchos hombres sufren por ella y que otros tanto golpean a sus esposas asidos a sus definiciones? Existe, responderamos, pero como la creacin de un sistema performativo, que vincula cuerpo con identidad, que sutura ideologa y subjetividad, que obliga un deseo, que reproduce distinciones, separaciones y divisiones. Un sistema de poder, un sistema semitico, un sistema poltico.Exista o no, lo relevante es que la forma de disipar y trastocar el dispositivo de saber/poder que la permite es atendiendo, no slo acadmicamente sino que tambin polticamente, al sistema que la sostiene, a las formas en las que se constituye, a la trama que la reproduce. En s, como objeto, como contenido, importa poco. Como argucia, como estrategia, como ortopedia, importa mucho.Algunas lecturas recomendadasButler, Judith (2002) Cuerpos que Importan. Sobre los lmites materiales y discursivos del sexo. Paids, Buenos Aires. Traduccin Alciria Bixio.-----------------(2001)El Gnero en Disputa: el feminismo y la subversin de la identidad. Programa Universitario de Estudios de Gnero/UNAM, Mxico. Traduccin Mnica Mansour y Laura Manrquez.De Lauretis, Teresa (1991) Estudios Feministas/Estudios crticos: problemas, conceptos y contextos. En:El Gnero en Perspectiva: de la dominacin universal a la representacin mltiple. Carmen Ramos Escandn comp. UAMIztapalapa, Mxico, pp. 165193-----------(1991b) Tecnologas del Gnero. En:El Gnero en Perspectiva: de la dominacin universal a la representacin mltiple. Carmen Ramos Escandn comp. UAMIztapalapa, Mxico, pp. 231278.Rubin, Gayle(1996) El Trfico de Mujeres: notas sobre la economa poltica del sexo. En:ElGnero: la construccin cultural de la diferencia sexual, Marta Lamas (comp.). Programa Universitario de Estudios de Gnero, UNAM, Mxico, pp. 3596.

*Licenciado en psicologa por la Universidad de Chile, con estudios de antropologa en Espaa y Maestro en Estudios de Gnero por El Colegio de Mxico. Especialista en temas de masculinidad, sexualidad y subjetividad. Actualmente es investigador del Centro Nacional de Control y Prevencin del VIH/SIDA y coordinador del seminario 'Subjetivacin, corporalidad y produccin cultural' en el Programa Universitario de Estudios de Gnero de la UNAM. Su libroPanpticos y Laberintos: subjetiviacin, deseo y corporalidad en una crcel de hombresser publicado pronto por El Colegio de Mxico.