exclusión social: indicadores para su estudio y … · las variables e indicadores intervinientes...

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INTRODUCCIÓN: MARCO GENERAL DEL ESTUDIO E n este artículo se presentan de forma resumida las conclusiones del traba- jo de investigación sobre Indicadores de Exclusión Social 1 cuya finalidad ha consis- tido en profundizar en la construcción de herramientas para la medición de la exclu- sión social. El objetivo general del proyecto se ha definido en los siguientes tØrminos: «esta- blecer un sistema de medición de los procesos de exclusión y de incorporación social que per- mita obtener un visión multidimensional de la problemÆtica objeto de estudio; a su vez que sirva como herramienta de trabajo para la realización de diagnósticos profesionales en el Æmbito de la intervención social.» Y lo hemos estructurado en tres objetivos específicos, el primero consistía en definir operativamente las variables e indicadores intervinientes en los procesos de exclusión e incorporación social. Para ello hemos analizado diferentes estudios sobre exclusión social realizados en Espaæa en el periodo 1999-2004. Hemos rea- lizado una revisión de los indicadores utiliza- dos, lo que nos ha permitido extraer conclu- siones en torno a las dimensiones sobre las que se asientan las baterías de indicadores en cada uno de los Æmbitos vitales. TambiØn nos ha permitido comprobar la existencia de Æmbitos en los que se observa una amplia convergencia de indicadores mientras que en otros sería necesario realizar un esfuerzo de concreción y consenso para delimitar y perfi- lar el universo de la exclusión con mayor homogeneidad. El segundo objetivo específico ha consistido en ponderar el peso específico de cada uno de los indicadores, para obtener un sistema que permita medir la interrelación de los factores objeto de estudio y su grado de intensidad en los procesos de exclusión y de incorporación 155 REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 70 * Profesora titular de Trabajo Social en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de La Rioja. 1 Indicadores de Medición de los Procesos de Exclu- sión Incorporación Social, financiado por la Universi- dad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea (UPV0018.160-H-15427/2003) en el periodo 2003- 2005, El informe completo puede consultarse en Raya Diez, E. (2005) Indicadores de Exclusión Social. Una aproximación al estudio aplicado de la exclusión, ed. Universidad del País Vasco, Leioa. Exclusión social: Indicadores para su estudio y aplicación para el trabajo social ESTHER RAYA DIEZ*

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INTRODUCCIÓN: MARCO GENERALDEL ESTUDIO

En este artículo se presentan de formaresumida las conclusiones del traba-jo de investigación sobre Indicadores

de Exclusión Social1 cuya finalidad ha consis-tido en profundizar en la construcción deherramientas para la medición de la exclu-sión social. El objetivo general del proyecto seha definido en los siguientes términos: «esta-blecer un sistema de medición de los procesosde exclusión y de incorporación social que per-mita obtener un visión multidimensional dela problemática objeto de estudio; a su vez quesirva como herramienta de trabajo para la

realización de diagnósticos profesionales en elámbito de la intervención social.» Y lo hemosestructurado en tres objetivos específicos, elprimero consistía en definir operativamentelas variables e indicadores intervinientes enlos procesos de exclusión e incorporaciónsocial. Para ello hemos analizado diferentesestudios sobre exclusión social realizados enEspaña en el periodo 1999-2004. Hemos rea-lizado una revisión de los indicadores utiliza-dos, lo que nos ha permitido extraer conclu-siones en torno a las dimensiones sobre lasque se asientan las baterías de indicadores encada uno de los ámbitos vitales. También nosha permitido comprobar la existencia deámbitos en los que se observa una ampliaconvergencia de indicadores mientras que enotros sería necesario realizar un esfuerzo deconcreción y consenso para delimitar y perfi-lar el universo de la exclusión con mayorhomogeneidad.

El segundo objetivo específico ha consistidoen ponderar el peso específico de cada uno delos indicadores, para obtener un sistema quepermita medir la interrelación de los factoresobjeto de estudio y su grado de intensidad enlos procesos de exclusión y de incorporación

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* Profesora titular de Trabajo Social en la Facultadde Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de LaRioja.

1 Indicadores de Medición de los Procesos de Exclu-sión � Incorporación Social, financiado por la Universi-dad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea(UPV0018.160-H-15427/2003) en el periodo 2003-2005, El informe completo puede consultarse en RayaDiez, E. (2005) Indicadores de Exclusión Social. Unaaproximación al estudio aplicado de la exclusión, ed.Universidad del País Vasco, Leioa.

Exclusión social: Indicadorespara su estudio y aplicaciónpara el trabajo social

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social. Para ello, a partir del análisis de losindicadores observados en los estudios recien-tes hemos realizado una consulta a expertosen exclusión social2. Esta consulta nos ha per-mitido establecer un orden de prioridad de losámbitos vitales sobre los que gira la exclusión,identificar el grado de consenso respecto a losámbitos vitales en general y sobre cada uno delos indicadores en particular.

El problema de la exclusión social ha gene-rado en los últimos años una nueva línea deinvestigación sociológica, en la doble vertien-te de aproximaciones teóricas al concepto y deestudios sobre los grupos sociales en situa-ción o riesgo de exclusión. No obstante, seobserva un limitado número de estudios quese hayan preocupado de la definición operati-va de las dimensiones del concepto y particu-larmente de su interrelación para un estudiocompleto de la misma. De ahí que nuestro pri-mer objetivo pretenda profundizar en lasvariables e indicadores intervinientes en losprocesos de exclusión y de incorporación y, enel segundo objetivo, tratemos de interrelacio-nar los factores intervinientes mediante laponderación que nos permitan medir operati-vamente el carácter multidimensional deltema objeto de estudio.

Establecíamos un tercer objetivo operativoque trataba de diseñar un sistema de recogi-da de información dirigido a la realización dediagnósticos profesionales que incluya losindicadores relevantes y significativos enrelación a los procesos objeto de estudio. Seha optado por no realizar una propuesta deherramienta, ante la falta de consenso de losindicadores principales para medir la exclu-sión pensamos que el reto pendiente consisteen crear una herramienta de consenso y para

ello es necesario profundizar en los indicado-res sobre los que hemos detectado una eleva-da proporción de discrepancia; depurar lasponderaciones y en definitiva definir qué seentiende operativamente por exclusión socialy por qué. Puesto que a nadie se le puedepasar por alto que estamos ante un conceptono sólo complejo por su carácter dinámico ymultidimensional, sino sobre todo por sucarácter político. En los procesos de incorpo-ración social serán objeto de intervenciónaquellas personas o colectivos que se definancomo tales, en función de los intereses concre-tos de las políticas sociales. Por ello pensamosque en esta tarea debe implicarse un mayornúmero de instancias tanto desde la Admi-nistración Pública como del Tercer Sector,objetivo que escapa a las posibilidades delpresente proyecto.

INDICADORES EN CIENCIAS SOCIALES

El uso de los indicadores sociales comometodología de aproximación a la realidad enlas Ciencias Sociales se ha desarrollado des-de una doble vertiente. Por un lado, a partirdel «movimiento de los indicadores sociales»(Duncan, 1969) que trata de obtener informa-ciones rigurosas sobre el punto de partida ylas consecuencias de diferentes actuacionessociales, derivadas de decisiones políticas. Ypor otro lado, desde una vertiente más con-ceptual y menos empírica aparece la cuestiónde los indicadores entendidos como «pistaprecientífica» para aprehender los conceptosque no son directamente observables. En estalínea se sitúa Lazarsfeld, quien identifica elindicador con los datos observables relaciona-dos con la estructura latente de un concepto.

La diferencia sustancial entre los autoresvinculados al movimiento y estos últimospodemos representarla gráficamente a travésde su visión de la relación entre indicador yobjeto indicado. Mientras que para los prime-ros el objeto indicado es la Realidad para lossegundos consiste en el Concepto, puesto quela realidad no puede aprehenderse de forma

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2 Se ha consultado a expertos procedentes del ámbi-to universitario con actividad docente y/o investigadoraen Trabajo Social y Ciencias Políticas; del ámbito profe-sional tanto de la Administración Pública como del Ter-cer Sector con funciones de dirección y gestión de pro-yectos y también en atención directa con población ensituación o riesgo de exclusión.

directa sino a través de construcciones con-ceptuales de la misma.

Si definimos los indicadores como instru-mento útil para aproximarnos al conoci-miento de algún fenómeno empírico,podemos señalar que el uso de los indicadoresestá vinculado al estudio de los fenómenossociales más complejos y de conceptualizaciónmás abstracta. Un procedimiento metodológi-co riguroso de investigación científica utilizan-do indicadores nos permite aproximarnos pro-cesualmente al conocimiento de estas realida-des, procurando establecer relaciones progre-

sivamente más sólidas entre los datos disponi-bles y las dimensiones y conceptos que se pre-tenden estudiar (Casas, 1989:116).

Lazarsfeld señala que la construcción deindicadores requiere partir de la represen-tación literaria del concepto, para identifi-car las dimensiones relevantes, que permi-tan establecer los indicadores observablesde cada dimensión y finalmente determi-nar los índices que en mayor medida sinte-tizan el concepto estudiado. Esto puederepresentarse gráficamente de la siguientemanera:

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EL CONCEPTO DE EXCLUSIÓN SOCIAL

En los últimos años se ha avanzado en larealización de estudios sobre el fenómeno dela exclusión social, aceptándose una ciertaaproximación conceptual, en cuanto a su vin-

culación con los procesos de cambio enel mercado de trabajo, en las políticassociales y en los sistemas de relacióninterpersonal. Ahora bien, se trata de unconcepto y un fenómeno relativamentereciente sobre el que las Ciencias Sociales y

Finalmente, una definición de síntesispuede ser la facilitada por Estivill, en suinforme titulado «Panorama de lucha contrala exclusión social» donde destaca que «laexclusión social puede ser entendida como

una acumulación de procesos concluyentescon rupturas sucesivas que, arrancando delcorazón de la economía, la política y la socie-dad, van alejando e «interiorizando» a perso-nas, grupos, comunidades y territorios conrespecto a los centros de poder, los recursos ylos valores dominantes» (Estivill, 2003:20).

Lo que nos interesa subrayar en este apar-tado, además de la variedad de definicionespara delimitar el concepto que nos ocupa, esreconocer por un lado la noción dinámica delconcepto, que atraviesa al sujeto modificandoy reorientando su conducta en función de susituación y, por tanto, generando una histo-ria personal de sujeto excluido, susceptible de

3 El Observatorio de Políticas Nacionales para com-batir la exclusión social fue creado por la Comisión en1990 y eliminado en 1994.

4 Informe de la Subcomisión para el estudio de laexclusión social en España, para el estudio de sus causasy consecuencias, así como de las medidas de todo tipode apoyo que es preciso adoptar para desarrollar políti-cas específicas tendentes a solucionar este problema, enBoletín Oficial de las Cortes Generales, Congreso de losDiputados, Serie D, 18 de noviembre de 1997, nº 26.

en particular la Sociología están construyen-do y reconstruyendo sus marcos teóricos yanalíticos. Se puede decir que todo está porconstruir (Marco, 2000; Mateo y Penalva,2000; Brugué, Gomá y Subirats, 2002). Prue-ba de ello es que bajo el mismo término sedenotan diferentes realidades sociales: laexclusión equiparable a otras formas históri-cas de desigualdad y estratificación; la exclu-sión como concepto equivalente al de margi-nación; o, finalmente, la exclusión enmarca-da en los procesos postindustriales.

Desde nuestro planteamiento considera-mos que en el nuevo contexto postindustrial yde globalización de las sociedades occidenta-

les avanzadas la exclusión, como forma dedesigualdad social, muestra nuevas formasde fractura de la integración y la cohesiónsocial, que parten del mundo del trabajo yalcanzan diferentes formas de participaciónsocial. En este contexto ubicamos el conceptode exclusión social, cuya definición encierrauna doble dificultad: su complejidad, dado elcarácter dinámico y multidimensional delmismo por un lado y por otro lado, la inten-cionalidad, o ambigüedad interesada, paragenerar la sensación de que cualquier medidade política social es válida para atender unproblema tan complejo. En el siguiente (Cua-dro 1) recogemos algunas definiciones «oficia-les» sobre exclusión social:

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«Existe exclusión social cuando (los menos favorecidos): a) sufren desventajas generaliza-das en términos de educación, formación profesional, empleo, recursos de financiación devivienda, etc.; b) sus oportunidades de acceder a las principales instituciones sociales quedistribuyen estas oportunidades de vida son sustancialmente inferiores que las del resto dela población; c) estas desventajas persisten en el tiempo.» (Comisión Europea en el marco delTercer programa de Pobreza, 1990-1994, conocido como Pobreza 3)

«El fracaso de, al menos una de las cuatro integraciones civil, económica, social o inter-personal, correspondientes a cada uno de los sistemas legal y democrático; mercado de tra-bajo; estado de bienestar, familia y comunidad». (Observatorio de Políticas Nacionales paracombatir la exclusión social3)

«La ruptura del vínculo social, una desconexión social por sus graves dificultades paraincorporarse a la participación» y aclaran que se trata de un término más reducido que el depobreza (Subcomisión para el estudio de la exclusión social en España4)

CUADRO 1

variación. Y por otro lado, destacar su carác-ter multidimensional que se manifiesta nosólo en la escasez de recursos económicos,sino en la exclusión de la participación en losintercambios, prácticas y derechos socialesque constituyen la integración social y, portanto la ciudadanía. Ambos aspectos debenser tomados en consideración en cualquierintento de análisis y conceptualización deeste fenómeno que afecta a nuestras socieda-des planteando un reto para las políticassociales en todos sus niveles de intervención,desde el ámbito local hasta el internacional.

Considerando la exclusión social como unfenómeno específico de las sociedades postin-dustriales, enmarcada en los procesos decambio anteriormente señalados, nos encon-tramos por tanto ante un fenómeno complejo,tanto por la propia naturaleza del mismo,como por una cierta intencionalidad o cuandomenos, conveniencia política de mantener laambigüedad del mismo para dar la sensaciónde que cualquier política que se encaminehacia la lucha contra la exclusión social res-ponde a un objetivo «políticamente correcto»por escaso que sea, puesto que difícilmentepuede solventar el problema en su conjunto(Estivill, 2003).

El avance en la regulación de políticas yprogramas sociales para combatir la exclu-sión social contrasta con la insuficienciade los sistemas conceptuales y analíti-cos en torno al problema. «Cada aproxima-ción científica intenta construir un campopropio haciendo bascular la exclusión haciaél» (Estivill, 2003:51)5.

ESTUDIO EMPÍRICO DE LA EXCLUSIÓNSOCIAL

En este apartado vamos a presentar losprincipales resultados obtenidos a partir deltrabajo de investigación realizado en torno alos indicadores de exclusión social. En primerlugar, a partir del análisis comparativo deestudios sobre exclusión social realizados enEspaña desde 1998 a 2005; y, en segundolugar, a través de la consulta a expertos sobreuna batería de indicadores propuesta.

En relación a la primera parte del trabajo,nuestro interés se ha centrado en analizar elsistema de indicadores utilizados en diferen-tes estudios sobre exclusión social, buscandolos puntos de convergencia y divergencia conla finalidad de extraer conclusiones que per-mitan proponer una batería de indicadoresque sirvan como base de herramienta de aná-lisis y/o diagnóstico de los procesos de exclu-sión social6. Los criterios para la selección deestos trabajos han sido principalmente suaccesibilidad, son estudios publicados o con-sultables a través de los servicios de docu-mentación; parten de un concepto de exclu-sión social vinculado a los procesos de cambioy transformación social en las sociedades pos-

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5 Prueba de ello es que desde 1998 se ha avanzadoen la elaboración de Planes de lucha contra la ExclusiónSocial, tanto a nivel europeo como estatal y autonómi-co, sin que se disponga de una definición homogéneasobre este concepto. En los últimos años se ha avanzadolentamente en la construcción de indicadores macroso-ciales que permitan comparar las políticas europeas eneste ámbito, sin determinar qué es la exclusión desde unpunto de vista microsocial.

6 LAPARRA, M. (1999) El espacio social de la exclusión.El caso de Navarra, Tesis doctoral.

Gobierno de Navarra (1999). Plan de Lucha contra laExclusión Social en Navarra 1998-2005, dpto de Bienes-tar Social, Deporte y Juventud.

Comunidad de Madrid (2002) La exclusión multidi-mensional en el espacio urbano. Investigaciones de basepara la elaboración del Plan de Lucha contra la ExclusiónSocial en la Comunidad de Madrid, Consejería de Servi-cios Sociales de la Comunidad de Madrid.

Federación Sartu (2002) Estudio de Trayectorias deIncorporación Social del Observatorio de procesos deExclusión y de incorporación social, Federación SARTU,Fondo Social Europeo, BBK Gaztelanbidea.

Diputació de Barcelona (2003) Situacions de pobre-sa i exclusió social a la provincia de Barcelona, Institutd�estudis regionals i metropoltans.

SUBIRATS, J. (dir.) (2004), Pobreza y exclusión social, unanálisis de la realidad española y europea, Colección deEstudios Sociales, nº 16, Fundación La Caixa.

tindustriales y la metodología de aproxima-ción al problema se realiza a través de indica-dores sociales a nivel microsociológico. Portanto, se trata de estudios comparables entresí y coherentes con nuestra conceptualizacióndel fenómeno objeto de estudio.

En primer lugar, hemos considerado ladefinición del concepto de exclusión (Cuadro2), como punto de partida para el análisis delos indicadores, siguiendo el esquema deLazarsfeld, anteriormente comentado.

En el análisis comparativo de las diferen-tes definiciones aportadas por los estudios(Cuadro 2), cabe subrayar en primer lugardiferencias en cuanto al grado de concrecióndel concepto. Los estudios de Laparra, 1999;Comunidad de Madrid, 2003 y Subirats, 2004ofrecen una definición descriptiva del concep-

to de exclusión social, situándose en lo queLazarsfeld denomina la fase de representa-ción literaria del concepto. Por su parte, elestudio del Gobierno de Navarra, 1999, el delObservatorio de Procesos de Exclusión eincorporación social, 2002 y el de la Diputa-ción de Barcelona ofrecen un definición másoperativa para la aprehensión del concepto,siendo los dos primeros los que en mayormedida establecen criterios predeterminadospara identificar las situaciones de exclusión.

Desde el punto de vista del contenido, seobservan mayores disimilitudes en las defini-ciones, si bien todos los estudios convergen enconsiderar la exclusión social como un fenó-meno enmarcado en los procesos sociales decambio de las sociedades postindustriales ysus consecuencias en términos de integracióny ciudadanía social. La más llamativa de las

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CUADRO 2. DEFINICIONES DE EXCLUSIÓN SOCIAL

Fuente: Elaboración propia.

divergencias se produce entre Laparra, 1999y Mur i Petit, autora del estudio de la exclu-sión social en Barcelona. Ambos señalan larelación entre el concepto de exclusión socialy los de pobreza absoluta y relativa. Ahorabien, mientras que para Laparra, el conceptode exclusión se asimilaría al de pobreza abso-luta, y el de vulnerabilidad al concepto depobreza relativa; Mur i Petit plantea la vin-culación del concepto de exclusión en sudimensión económica con un enfoque relati-vo, asociado a la insuficiencia o carencia deingresos, y considera el resto de situacionesde exclusión desde un enfoque absoluto.

El carácter gradual o dinámico de los pro-cesos de exclusión aparece en el conjunto delas definiciones analizadas. En Laparra, 1999y Observatorio, 2002 se plantea de forma

explícita. El primero diferencia tres situacio-nes en el espacio social de la exclusión (vulne-rabilidad, exclusión y marginación) y en elsegundo se identifican tres niveles de intensi-dad de la exclusión social (grave, moderada yleve) para cada ámbito vital y para la variablede conjunto (posición social). También en elestudio sobre pobreza y exclusión social (Subi-rats, et al, 2004) se plantean teóricamente lasdiferencias de grado entre exclusión y vulne-rabilidad, aunque no en el estudio empírico,donde se centran en determinar los factoresde exclusión social propiamente dichos.

Respecto a la cuestión de la multidimen-sionalidad, puede observarse a partir de laconsideración de los ámbitos vitales que cadaestudio incluye en su análisis la exclusiónsocial (Cuadro 3).

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CUADRO 3. ÁMBITOS VITALES DEL CONCEPTO DE EXCLUSIÓN SOCIAL

Fuente: Elaboración propia.

En general, se observa una confluencia deámbitos vitales. En todos los estudios se con-sideran los relacionados con las formas deintegración social primarias, como son elempleo, los recursos económicos, la vivienday la educación. La salud es considerada en

todos los casos, excepto en el estudio de laDiputación de Barcelona, y la cuestión de laintegración social y familiar y las relacionessociales recibe un tratamiento diferente deunos estudios a otros, como veremos poste-riormente.

La segunda parte del estudio ha consistidoen la realización de una consulta a un grupode expertos7 sobre los indicadores selecciona-dos a partir del análisis comparativo comen-tado anteriormente. Se le pedía que se posi-cionaran sobre dos aspectos. En primer lugar,la priorización de los ámbitos vitales en rela-ción a las situaciones de exclusión, en unaescala de 1 a 7, donde 1 significa mayorinfluencia y 7 menor influencia. El objetivo deesta cuestión es conocer en qué medida sepuede dar mayor peso a un ámbito vital sobreel resto en el estudio e intervención en losprocesos de inserción e incorporación social.Los resultados obtenidos en relación con estacuestión se ofrecen en la tabla 1.

La situación económica seguida de lasituación laboral aparecen como los ámbitosvitales que mayor repercusión tienen en losprocesos de exclusión social. Por su parte, elámbito denominado de brecha digital y enmenor medida el ámbito de la educación apa-rece en último lugar de prioridad, es decir,con menor incidencia en los procesos deexclusión. El resto de los ámbitos vitales con-siderados queda situado en las posicionesintermedias, con ligeras variaciones en fun-ción del estadístico de aproximación. La bre-cha digital no es percibida como una situa-ción de exclusión social propiamente dicha.De forma unánime la puntuación es de 7, esdecir, mínima incidencia. En el caso de laeducación se observa mayor dispersión en lasrespuestas, con puntuaciones que oscilanentre la posición 4 y la posición 6, siendo estaúltima la más determinante. Por su parte, losámbitos de relaciones sociales, salud y vivien-da, estarían en zona de alerta con respecto a

los procesos de exclusión. Y son la situacióneconómica y laboral, las que se perciben comode mayor incidencia.

El segundo aspecto a considerar por partede los expertos consistía en la ponderaciónque darían a una batería compuesta por 153indicadores distribuidos por ámbitos vitalesen una escala de 1 a 10, donde 10 es el máxi-mo valor y 1 mínimo valor del indicador res-pecto a dicho ámbito. Asimismo podían darvalor 0 a los indicadores que considerasen sinrelevancia para el tema objeto de estudio.

Antes de describir las respuestas obteni-das en cada uno de los ámbitos vitales convie-ne hacer un balance general de las respuestasobtenidas del cuestionario, que permitan con-textualizar el análisis individualizado decada ámbito. En la tabla 2 se ofrece un resu-men de los datos extraidos del cuestionario:

El ámbito de la salud presenta el mayornúmero de indicadores propuestos para suvaloración, seguido de vivienda y empleo, ydespués la situación económica; a cierta dis-tancia se sitúan los indicadores de brechadigital y de educación. Teniendo en cuenta elnúmero de indicadores propuestos se ha cal-culado la ratio de respuestas de acuerdo algrado de consenso. Este ratio lo hemos defini-do a partir del coeficiente de variación8. En latabla se expresa la relación entre el númerode indicadores según el grado de consenso ylos indicadores totales correspondientes acada uno de los ámbitos vitales considerados.

Los ámbitos vitales de situación económi-ca y vivienda presentan un amplio consenso,

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7 Se invitó a participar a 25 expertos procedentes dediferentes instituciones cuya actividad o trayectoria pro-fesional estuviera vinculada con el tema de la exclusiónsocial. Se han recogido 15 cuestionarios. 7 de los cualesproceden del ámbito universitario, 7 del tercer sector y1 de la Administración pública; la actividad principal delas personas es docencia (6 casos), investigación (3), ges-tión de programas y proyectos (3) y atención directa (3).

8 Coeficiente de variación es el cociente entre ladesviación típica y la media e indica la dispersión de lasrespuestas del grupo. Cuanto menor es el porcentajemenor es la dispersión y, por tanto, es mayor el consen-so del grupo. Hemos considerado Unanimidad en lasrespuestas, cuando el porcentaje es inferior al 10%;Consenso, cuando se sitúa entre 10 y 25%, Mayoría,para los indicadores que obtienen entre un 25 y un 40%de las respuestas y divergencia en los que presentan uncoeficiente superior al 40%.

considerando de forma conjunta las respues-tas de unanimidad y consenso supera en elprimer caso el 70% de los indicadores y en elsegundo el 56%.

Los ámbitos de empleo, salud y educaciónpresentan unas tasas de consenso aceptables,si tenemos en cuenta la adición entre las res-puestas de consenso y las de mayoría. Final-mente, los ámbitos de relaciones sociales ybrecha digital, especialmente este último,presentan elevadas tasas de divergencia, queapuntan la necesidad de una revisión en pro-fundidad de las baterías de indicadores utili-zadas.

También del análisis de conjunto cabe des-tacar como los indicadores que obtienenmayor grado de consenso son los que tiendena puntuarse con los valores superiores en laescala de exclusión (1-10), mientras que losindicadores con posiciones divergentes mues-

tran valores más bajos, e incluso de 0 (indica-dor rechazable).

DIMENSIONES E INDICADORESDE LA EXCLUSIÓN SOCIALPOR ÁMBITOS VITALES

En las próximas páginas se exponen losprincipales resultados obtenidos de la inves-tigación para cada uno de los ámbitos vitalesconsiderados.

El primer ámbito analizado ha sido el rela-tivo a la situación económica, por ser éste elque aparece como prioritario en la consultarealizada a los expertos. Los estudios plante-an indicadores respecto a tres dimensionesrelacionadas con la situación económica: elvolumen de ingresos, la procedencia de losmismos y los hábitos de consumo. La primera

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TABLA 1. PRIORIZACIÓN DE LOS ÁMBITOS VITALES

Fuente: Elaboración propia.

TABLA 2. RESUMEN DE DATOS DEL CUESTIONARIO

Fuente: Elaboración propia.

dimensión vincula claramente el concepto deexclusión con el de pobreza y con las metodo-logías de aproximación a la misma a partirdel cálculo de los ingresos del hogar en rela-ción a los ingresos medios (o medianos) de lasociedad en su conjunto. Se observan diferen-tes escalas, desde quienes plantean única-mente dos situaciones hasta quienes diferen-cian cuatro intervalos. La dimensión de laprocedencia de los ingresos estima la situa-ción de exclusión a partir de la naturaleza delos ingresos, considerando tanto los proce-dentes del Sistema de protección social públi-co como de asistencial o comunitario y/o fami-liar. La tercera dimensión identifica hábitosde consumo, en términos de recensiones o pri-vaciones a las que se ha visto sometido elhogar como consecuencia de la situacióneconómica.

En líneas generales se constata una ampliasimilitud en la propuesta de indicadores entodos los estudios analizados, en las diferentesdimensiones. No obstante, hay que señalarque algunos estudios sólo plantean indicado-res en la primera dimensión mientras queotros únicamente utilizan datos procedentesde la última. Esta variación puede estar rela-cionada con la disponibilidad de los datos enlos estudios. Desde nuestro punto de vista y ende cara a plantear una herramienta de análi-sis / diagnóstico de la exclusión social seríaconveniente considerar indicadores en las tresdimensiones, puesto que si bien los relativosal volumen de ingresos pueden ser los más fia-bles para determinar el grado de exclusión deuna persona o unidad familiar, no siempreestá disponible este dato y el conocer la fuentede los ingresos por un lado y las privacionesdel hogar por otro, pueden ser informacionescomplementarias. También hay que destacarcómo de la consulta realizada a los expertos eneste ámbito vital se observa un elevado gradode consenso, particularmente en lo relativo alvolumen de ingresos, pero también en el restode dimensiones.

El alto grado de similitud en los estudios yde convergencia entre los expertos en el

ámbito económico contrasta con la mayor dis-persión observada en el ámbito laboral. Cadaestudio plantea una forma particular deagrupar las variables relacionadas con esteámbito. Las dimensiones básicas en las quepueden estructurarse los indicadores son: larelación entre situación laboral y económica;relación entre empleo y nivel de estudios;situación de desempleo y, finalmente, condi-ciones laborales. Algunos estudios planteanindicadores para todas las dimensiones aun-que la mayoría se centra en los dos últimosaspectos. También cabe destacar que algunosestudios plantean indicadores teniendo úni-camente en cuenta la situación de la personaentrevistada mientras que otros consideranla situación del hogar.

La mayor confluencia en los estudios seobserva en los indicadores relativos a lasituación de desempleo, considerándose comomayor exclusión la de los hogares donde lapersona sustentadora principal está en situa-ción prolongada de desempleo. La relaciónentre exclusión y desempleo es manifiesta.Sin embargo, como han señalado GarcíaSerrano y Malo (2003:119), el desempleo sevincula a la exclusión cuando se prolonguetanto en el tiempo que suponga un grave pro-blema el retorno al empleo, por desgaste delcapital humano y cuando no se disponga defuentes alternativas de ingresos suficientespara no estar en situación de pobreza. Tam-bién se vincularía en aquéllos casos en los queaun no prolongándose de forma continuadaen el tiempo, la persona sufre tantos periodosde desempleo que le impiden desarrollar unaverdadera carrera laboral. La mayor parte delos estudios niega la asimilación absolutaentre ambas realidades y plantea tambiénindicadores que destacan riesgo de exclusiónen función de las condiciones laborales,poniéndose de manifiesto la existencia depersonas que trabajan y están en situación oriesgo de exclusión.

La consulta realizada a expertos sobre esteámbito vital muestra un alto nivel de consen-so respecto a un limitado número de indica-

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dores que perfila la exclusión al mercado detrabajo de todos los miembros del hogar, o almenos de la persona sustentadora principal.Este tipo de indicadores son ponderados convalores altos en la escala, lo que manifiestasituaciones de exclusión de alta intensidad.Con un menor grado de consenso y tambiéncon una menor valoración en la escala deintensidad aparece un grupo de indicadoresque presentan situaciones de vulnerabilidado precariedad laboral. Queda un amplionúmero de indicadores, (que suponen un 40%de los indicadores planteados relativos adicho ámbito) que deberían ser reformuladoso revisados antes de ser considerados comoindicadores de exclusión. Se trata de indica-dores que presentan situaciones de desventa-ja social o desfavorecida, pero que no impli-can a priori necesariamente una situación oriesgo de exclusión, como por ejemplo la dehogares cuyo sustentador principal no tieneempleo fijo y a jornada completa o la de hoga-res sin ningún ocupado con empleo fijo.

El ámbito de la vivienda presenta unaamplia convergencia en cuanto a los indica-dores propuestos en los estudios considera-dos. Generalmente tienden a subrayarse tresdimensiones: la accesibilidad y el régimen detenencia; las características de la vivienda yel equipamiento. Si se observan algunasdivergencias en indicadores concretos comoes el de hacinamiento, algunos estudios serefieren al tamaño de la vivienda en generalsin considerar el número de miembros; enotros se establece un número de metros cua-drados o de huecos por persona. También seobservan diferencias de matiz importante encuanto a los equipamientos, en algunos estu-dios se hace referencia a la carencia de deter-minados bienes, mientras que otros matizanel motivo económico de dicha carencia, puestoque no es equiparable no disponer de cochepor voluntad propia a que sea por falta derecursos económicos para adquirirlo. Cierta-mente estas diferencias que a priori puedenparecer poco relevantes pueden representargraves diferencias en el tratamiento que a

posteriori se hace de los datos, incidiendo cla-ramente en los resultados.

La consulta realizada a los expertos enmateria de vivienda muestra también un altogrado de consenso (56% de los indicadorespropuestos). Contrariamente a lo que cabíaesperar, lo ausencia de vivienda no ha sido lacaracterística más sobresaliente como indica-dor de exclusión en este ámbito. Los indicado-res que obtienen la unanimidad de las res-puestan tienden a reflejar la incapacidadpara manternerla (proceso de expulsión) oadecuarla a los estándares de calidad de vidade nuestra sociedad (carencia de serviciosbásicos o deterioro). Mientras que los indica-dores con un alto consenso se refieren a laausencia de vivienda, la carencia de equipa-mientos básicos que garanticen la salud oautonomía de las personas y carencias en elentorno.

Otras situaciones que son también unamanifestación de la carencia de vivienda,como la dificultad para la emancipación opobreza encubierta de los jóvenes que vivenen el hogar paterno por falta de recursoseconómicos, obtienen menor grado de consen-so. También dentro de este grupo se incluyenalgunos de los indicadores relativos al haci-namiento. Este aspecto no parece un indica-dor muy aceptable para establecer la exclu-sión en relación a la vivienda, si considera-mos que otras definiciones de indicadores quelo incluyen se sitúan en la zona de discrepan-cia, al igual que algunos de los indicadoresque presentan diferentes formas de ausenciade vivienda (personas que habitan en vivien-das cedidas gratuitamente u ocupadas ilegal-mente), y también indicadores que muestranun elevado grado de endeudamiento o algu-nos de carencia de equipamiento por motivoseconómicos.

La salud como ámbito vital relacionadocon la exclusión es abordada en los estudiosteniendo en cuenta diferentes dimensiones.La mayoría de los indicadores está relaciona-da con definiciones descriptivas del estado o

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situación sanitaria a nivel de personas ocolectivos. De forma complementaria, losestudios también destacan indicadores rela-cionados con la situación de personas u hoga-res con problemas de salud que necesitanapoyo o cuidados para la vida diaria. Tam-bién se incluirían en este grupo los indicado-res que relacionan la situación económica conel estado de salud de las personas o familias.Otro grupo de indicadores gira en torno a lacuestión del acceso al sistema sanitario; setrata de indicadores que por un lado destacanla cobertura del mismo y por otro el uso deservicios sanitarios por parte de la población.De hecho, en teoría, en sociedades con siste-mas sanitarios universales, se supone que noexiste problema de cobertura sanitaria, perolas diferencias se forjan principalmente encuanto a los usos de los servicios sanitarios.Algunos de los estudios también consideranel tema desde la perspectiva subjetiva, des-tacándose por un lado la percepción del esta-do de salud individual o familiar y por otrolado, la percepción sobre derechos sociales decarácter sanitario.

Este apartado que sobresale como el másfecundo en cuanto al número de indicadoresencontrados muestra también una granvariedad en la naturaleza de aquéllos. Asívemos que algunos indicadores son excesiva-mente amplios y difícilmente discrimansituaciones de exclusión de otros problemassociales. Por ejemplo, indicadores relativos alestado de salud de la población infantil;población según internamiento en centros,personas con tuberculosis, personas conSIDA, etc. Todos estos indicadores respondenmás a descriptores de una determinada reali-dad que a una construcción teórica de un con-cepto analítico. En el extremo opuesto algu-nos indicadores son excesivamente restricti-vos que por su significado cabe preguntarse siresponden al concepto de exclusión social, porejemplo, algunos de los aportados por el estu-dio de Subirats (2004): «personas con un índi-ce de masa corporal superior a 30, que sufrenobesidad grave o mórbida» o «personas que

han visitado a un médico más de diez veces alaño». Ante este tipo de indicadores nos pare-ce necesario interrogarse sobre la existenciade relación entre un problema de salud (obe-sidad mórbida) y la exclusión social, o comoen el segundo ejemplo, ¿el número de consul-tas al médico puede indicar un riesgo deexclusión social?

La interrelación entre exclusión y saluddebe analizarse más detenidamente, con elfin de afinar mejor los instrumentos de estu-dio. Pensamos que la variedad de indicadoresobservada en los estudios analizados puedeestar señalando una falta de consenso y deconcreción sobre el significado y las repercu-siones de la exclusión respecto a la salud y elámbito sanitario.

La afirmación anterior también se confir-ma con el análisis del grado de consenso entrelos expertos consultados. Los indicadores queobtienen mayor grado de consenso hacenreferencia a la situación sanitaria de loshogares o individuos y también en la interre-lación entre salud y situación económica, coníndices de exclusión de 7 y 8. Estos índicesharían referencia a situaciones de exclusióngrave pero no de extrema exclusión.

Otra serie de indicadores logra menor gra-do de consenso entre los expertos, pero obtie-ne ponderaciones superiores, es decir, se con-sideran situaciones de mayor exclusión, entrelas que se incluyen indicadores de uso del sis-tema sanitario, de cobertura y también indi-cadores que interrelacionan la situacióneconómica y sanitaria.

Asimismo es destacable que un 43% de losindicadores propuestos en la consulta obtieneun coeficiente de variación que los ubica enzona de discrepancia entre los expertos. Loque debería llevarnos a la necesidad de surevisión o reformulación. En este grupo deindicadores se incluye la mayor parte de losindicadores relativos a cobertura y uso. Tam-bién los que hacen referencia a la tenencia dedeterminadas enfermedades así como indica-

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dores hipotéticos sobre la mejora de la situa-ción económica en función de la política sani-taria.

La discrepancia también está presente enel ámbito de las relaciones sociales, tanto enel análisis comparativo de los estudios comoen la consulta realizada a los expertos.Hemos incluido bajo el epígrafe de Relacionessociales tanto los enfoques de las relacionessociales desde diferentes manifestaciones deconflicto o anomía (conflictos familiares, con-ductas asociales, conductas delictivas) comolos enfoques que abordan la cuestión de lasrelaciones interpersonales y de participaciónsocial. Pensamos que los diferentes indicado-res pueden analizarse desde la teóría deredes sociales, identificándese algunos con elconcepto de Red Social. Este concepto se aso-cia con las características estructurales de lasredes sociales. En este primer grupo se inclu-yen todos aquellos indicadores que tratan decontabilizar la cantidad de las relacionessociales que tiene una persona. Por su parteel Apoyo Social recoge las funciones que cum-plen las personas o grupos que configuran lared social de un individuo y los efectos quetienen en el bienestar individual. En esteapartado se incluyen los indicadores que rela-cionan las situaciones de exclusión con lasproblemáticas existentes en la biografía per-sonal o familiar de un individuo, poniéndosede manifiesto la calidad (o ausencia de cali-dad) de la misma. Por último, está lo que elautor denomina Red de Apoyo y se refiere alsubconjunto de esas relaciones con funcionesde apoyo en momentos críticos de necesidad ydemanda de apoyo, en este caso, como indica-dor de exclusión se incluiría el que hace refe-rencia a la ausencia de red de apoyo.

También, en algunos estudios se destacala perspectiva de la participación social comocondición de ciudadanía, y se señalan indica-dores de ausencia de participación social porun lado, y de carencia o limitaciones en parti-cipación en actividades lúdicas o de ocio, porotro lado.

El análisis comparativo realizado en esteámbito vital permite afirmar un bajo nivel deconvergencia en la propuesta de indicadoresentre unos estudios y otros, lo que por un ladono sólo supone dificultades comparativasentre los resultados de unos estudios y otrossino también dificultades para establecercómo afectan las relaciones sociales a los pro-cesos de exclusión, cuando diferentes expe-riencias ponen de manifiesto la influencia deaquéllas para paliar los efectos devastadoresde los procesos de exclusión y, al mismo tiem-po, conferir garantías de éxito a los procesosde incorporación social.

La consulta realizada a los expertos en tor-no a los indicadores de ámbito relacional noslleva a conclusiones similares. Se observandiscrepancias en el 57% de los indicadorespropuestos. Este dato nos debe llevar a pen-sar en la necesidad de redefinir con mayorprecisión la interrelación entre exclusión yrelaciones sociales. Dentro de este grupo deindicadores aparecen cuestiones como laausencia o carencia de relación con el padre ola madre, con otros familiares; la falta de par-ticipación política o sindical; limitación en elocio relacional (salir de vacaciones, ir a res-taurantes, etc.). También es destacable la fal-ta de consenso en el indicador que señala elhecho de «no acudir a nadie en caso de proble-mas personales o afectivos». A priori pareceser ésta una manifestación básica de los pro-cesos de exclusión, esto es, cuando una perso-na se encuentra en situación de aislamientosocial. Sin embargo, un análisis detalladosobre estos indicadores nos podría aclarar sila discrepancia reside en la definición delindicador - que en sí mismo no aclara el moti-vo de no acudir a nadie, esto puede ser porproblemas de aislamiento social y entonces serelacionaría con la exclusión social o puederesponder a otros motivos (superación indivi-dual de los problemas personales) y, por lotanto, estaríamos ante una situación diferen-te � o, por el contrario, la discrepancia se debea la falta de acuerdo en la interrelación entreaislamiento y exclusión social.

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El ámbito vital de la educación suele serconsiderado como uno de los elementos bási-cos presentes en los procesos de exclusión. Laconsulta realizada a los expertos sobre laprioridad de los ámbitos vitales nos lleva asituarlo en las posiciones de menor prioridad,justo antes del ámbito de la brecha digital.También hay que destacar la observación deun mayor nivel de convergencia en relación alas dimensiones e indicadores propuestos enlos estudios analizados que el constatado enotros ámbitos, como son el del empleo, lasalud o las relaciones sociales.

Los diferentes analistas de la educaciónseñalan la amplitud de marcos donde las per-sonas adquieren formación y aprendizajepara el desarrollo de su vida. El avance de lasociedad de la información y el conocimientoreduce el protagonismo esencial del espacioacadémico como fuente de saber y conoci-miento. Este aspecto aparece bien explícita-mente bien implícitamente en las investiga-ciones sobre exclusión social revisadas ennuestro trabajo. No obstante, la mayor partede los sistemas de indicadores propuestos secircunscriben a la educación reglada o acadé-mica. Los estudios tienden a subrayar el nivelde competencias alcanzado, y en relación a laexclusión, las carencias en relación a losmínimos legalmente obligatorios. Tambiéntienden a señalar la existencia de fracasoescolar síntoma de exclusión social.

Los otros espacios educativos tienen unpeso residual articulado a través de la forma-ción ocupacional. Todavía no se incluyen indi-cadores que muestren la interrelación entreeducación y sociedad del conocimiento. Quizádentro de unos años nos encontremos condesarrollos teóricos y metodológicos quecomiencen a incluir también esta dimensiónen los análisis. La construcción de los indica-dores de formación académica es bastantesimilar entre unos estudios y otros, aunquevarían sensiblemente las edades de cortepara delimitar las situaciones de exclusiónfrente a las de vulnerabilidad.

Respecto a la formación ocupacional seconsidera un complemento educativo directa-mente relacionado con la posibilidad de acce-so al mercado de trabajo. Algunos indicadoresidentifican situaciones de exclusión o riesgode la misma en función de la ausencia de for-mación ocupacional en personas desemplea-das mientras que otros indicadores describenla situación de las personas en cuanto a larealización (o no) de actividades de formaciónocupacional y su situación en el mercado detrabajo.

De la consulta realizada a expertos cabedestacar un nivel aceptable de consenso fren-te a un limitado, pero significativo número deindicadores con discrepancia. Los indicadoresque consiguen un alto grado de consenso sonlos que muestran situación de baja o nulaescolarización y nivel de estudios. Junto aéstos hay que destacar los que obtienen unconsenso de mayoría, con una mezcla de indi-cadores tanto de formación reglada como ocu-pacional. Finalmente, los indicadores con dis-crepancia describen situaciones que puedenidentificar vulnerabilidad pero no necesaria-mente exclusión social.

Por último, hemos incluido en el estudio ladimensión de la Brecha digital, conscientesde que resulta totalmente novedoso, si nosatenemos a las dimensiones que se incluyenen los estudios «clásicos» sobre el tema objetode estudio. Sin embargo, nos parece un ámbi-to sobre el que hay comenzar a trabajar en eldesarrollo de marcos teóricos y analíticospara que la brecha digital no se convierta enotra forma de exclusión social adicional. Elavance de la sociedad del conocimiento seconvierte en un riesgo de incremento de laexclusión social de quienes parten de unainfraposición. Además, si consideramos lapoblación afectada por la brecha digital comoun todo homogéneo se corre el riesgo de deri-var el gasto público en reducir la distanciasocial entre los colectivos «conectados» aInternet y los «desconectados» de Internet,sin modificar la situación «digital» de lapoblación excluida socialmente.

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La novedad de este ámbito vital conlleva lacarencia de modelos claros y asentados quepermitan enmarcar el análisis. Los estudiossobre brecha digital tienden a mezclar losniveles micro y macrosociales, y a describirlas fronteras entre quienes están conectadosfrente a quienes están al margen. No se esta-blecen medidas para conocer cómo están digi-talmente hablando quienes están al margenen otros ámbitos de lo social; qué riesgos sonprevisibles de suponer para quienes no estánconectados o alfabetizados digitalmente, y enparticular, para quienes desde una posiciónde exclusión social también suman la digital.

Si aceptamos que Internet tiene un poten-cial igualador al romper fronteras espaciotemporales habrá que explorar los benefi-cios, las fortalezas y oportunidades para lapoblación en situación o riesgo de exclusión,buscar los mecanismos de reducción de lasdesigualdades en el acceso y el uso de Inter-net, haciéndolo extensible de forma particu-lar a este sector de población. La red abre laspuertas a un amplio sector de la población,pero también se las cierra a los más desfavo-recidos, ampliando las diferencias entre losdistintos colectivos. Abogamos porque noocurra lo mismo en su estudio, como pasoprevio para corregir las diferencias en sudesarrollo.

Las dimensiones e indicadores señaladosacerca de la brecha digital nos muestran pau-tas a tener en cuenta cuando hacemos refe-rencia a la exclusión en el ámbito citado. Laexclusión social es un fenómeno multidimen-sional, por tanto, su análisis debe evitar plan-teamientos unidireccionales, que induzcan asesgar el análisis, considerando como exclui-das a personas por una única dimensión. Aligual que toda la población desempleada noestá excluida socialmente, toda la poblaciónexcluída digitalmente no está excluída social-mente, ni toda la población excluida social-mente está necesariamente excluida digital-mente. Para realizar un análisis que refleje larealidad social debemos de tener en cuentatodo el conjunto de variables, y para ello, es

preciso que avancemos en la construcciónintegrada de indicadores, que en este casopasan por la definición y redefinición de larelación entre brecha digital y exclusiónsocial.

Nuestra propuesta de indicadores pasapor considerar por un lado, indicadores des-criptivos de la brecha digital en relación a lapoblación en situación de exclusión, a partirde las dimensiones de equipamiento, acceso,alfabetización digital y uso de Internet. Porotro lado, pensamos que también cabe redefi-nir los indicadores propuestos en cada ámbi-to vital incluyendo explícitamente aspectosrelativos a la brecha digital. No obstante, enrigor hay que decir que nos encontramos enuna fase muy temprana en este tema cuyoprincipal objetivo se conforma con apuntaruna dirección en la que esperamos surjannuevas investigaciones en próximos años.

En la consulta realizada a los expertosdecidimos incluir la cuestión de la brecha dig-ital, aun siendo conscientes de la necesidadde ahondar en su análisis. Lógicamente losresultados han sido los esperados. El índicede discrepancia en las respuestas ha sido ele-vado, no considerándose los indicadores pro-puestos como indicadores de exclusion social,y en su caso, éstos marcarían vulnerabilidado exclusión leve.

CONCLUSIONES

Respecto a la primera operación, relativa alanálisis comparativo de los estudios sobreexclusión social hemos constatado diferenciasen cuanto al grado de concreción del conceptode exclusión social. Algunos estudios se sitúanen lo que Lazarsfeld denomina fase de repre-sentación literaria del concepto, mientras queotros ofrecen una definición más operativapara identificar las situaciones de exclusiónsocial. En cuanto al contenido del concepto, seobservan algunas diferencias significativasaunque todos tienden a subrayar el carácterdinámico y multidimensional de la misma.

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Este último aspecto, desde nuestro puntode vista, no aparece bien resuelto en lasinvestigaciones. Creemos que en la medidaque la exclusión social es un fenómeno multi-causal es preciso realizar aproximaciones queinterrelacionen los diferentes factores coexis-tentes en una misma situación, para determi-nar su situación o grado de exclusión social.En la mayoría se plantea como una amalga-ma de problemáticas sin considerar su inte-rrelación. Así se plantean análisis descripti-vos para cada una de las dimensiones sobre laque se estructura la exclusión social, sin esta-blecer criterios explícitos para determinar lainfluencia de la multidimensionalidad. Esteaspecto también se observa en los Planes deInclusión Social aprobados por el Ministeriode Trabajo y Asuntos Sociales en los que seofrece una visión global de la exclusión social,a través la descripción de situaciones de dife-rentes colectivos y grupos susceptibles depadecer exclusión social.

Por tanto, consideramos preciso y necesa-rio profundizar en el diseño de metodologíasque introduzcan operativa y empíricamenteel carácter multidimensional de la exclusión,que permitan obtener una fotografía dinámi-ca de los procesos de exclusión y de incorpora-ción social. Este tipo de instrumentos debenservir al mismo tiempo para el diseño deherramientas de diagnóstico, que lejos decomplejas operaciones matemáticas y algorít-micas, informen de forma sencilla a los profe-sionales sobre los procesos de exclusión �incorporación de las personas con las que tra-bajan.

En conexión con las consideraciones ante-riores, hay que subrayar la necesidad deavanzar en el diseño de indicadores precisosque permitan aproximaciones adecuadas alconcepto de exclusión. Hasta el momento,gran parte de los estudios se basan en indica-dores elaborados de acuerdo a la disponibili-dad de datos procedentes de fuentes secunda-rias de información (PHOGUE, Estadísticasde servicios sociales, EPA, etc.). Este tipo deindicadores presenta, en ocasiones, dudas

respecto a su vinculación con la exclusiónsocial definida teóricamente; pueden ser indi-cios, sin embargo, ante la ausencia de datosmás precisos se toman por válidos. Conside-ramos que es necesario el desarrollo de estu-dios ad hoc que �partiendo de una bateríaconsensuada de indicadores� contrasten lautilidad de los mismos y que a medio plazopuedan influir en el diseño de indicadoresestadísticos secundarios y no a la inversa,como parece ser la tendencia actual.

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RESUMEN En el artículo se presentan los resultados de un proyecto de investigación realizado entre2003-2005 sobre los indicadores de medición de los procesos de exclusión y de incorporaciónsocial. La finalidad de este proyecto ha consistido en plantear una herramienta para elanálisis y el diagnóstico de la exclusión social. El punto de partida consiste en la delimita-ción de los indicadores de exclusión social. Para ello se ha realizado un análisis comparati-vo de los estudios realizados en España en el periodo 1998-2005. Esto nos ha permitidodetectar los ámbitos vitales relativos a la exclusión social consolidados y los que muestrangrandes disparidades entre unos autores y otros. Posteriormente se ha realizado una con-sulta a expertos para determinar el peso de los indicadores en la medición de la exclusiónsocial. El análisis conjunto de los datos nos permite plantear las líneas básicas para la ela-boración de una herramienta de trabajo que sirva como base para la realización dediagnósticos de exclusión social.