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ETODOLOGÍA DE LA ETODOLOGÍA DE LA ETODOLOGÍA DE LA ETODOLOGÍA DE LA ETODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN INVESTIGACIÓN INVESTIGACIÓN INVESTIGACIÓN INVESTIGACIÓN Para una historia social de la salud Para el desarrollo de nuestra metodología es necesario la definición y operacionalización de los conceptos, así como la manera en que se van articulando. Si bien puede haber definiciones diferentes hemos escogido aquellas que se adecuan mejor a nuestro propósito. Así, el concepto de historia social se toma de Edward P. Thompson, (1981) debido a su interés por mantener una relación con la antropología. El concepto de región es el que originalmente ha desarrollado Emmanuel Leroy L. (1979). En México Guillermo De la Peña (1990) ha utilizado este concepto para ubicar teóricamente algunos trabajos antropológicos. Sin embargo, el concepto de región ha estado presente en muchos trabajos pioneros de la antropología mexicana. El concepto de salud requiere de una discusión más amplia por lo que, en este apartado, sólo se presentan los indicadores de salud y algunas propuestas teóricas de Marvin Harris (1999) sobre los modos de reproducción y los modos de producción. M M M MM

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ETODOLOGÍA DE LAETODOLOGÍA DE LAETODOLOGÍA DE LAETODOLOGÍA DE LAETODOLOGÍA DE LA

INVESTIGACIÓNINVESTIGACIÓNINVESTIGACIÓNINVESTIGACIÓNINVESTIGACIÓN

Para una historia social de la salud

Para el desarrollo de nuestra metodología es necesario la definición y

operacionalización de los conceptos, así como la manera en que se

van articulando. Si bien puede haber definiciones diferentes hemos

escogido aquellas que se adecuan mejor a nuestro propósito. Así, el

concepto de historia social se toma de Edward P. Thompson, (1981)

debido a su interés por mantener una relación con la antropología. El

concepto de región es el que originalmente ha desarrollado Emmanuel

Leroy L. (1979). En México Guillermo De la Peña (1990) ha utilizado

este concepto para ubicar teóricamente algunos trabajos

antropológicos. Sin embargo, el concepto de región ha estado presente

en muchos trabajos pioneros de la antropología mexicana. El concepto

de salud requiere de una discusión más amplia por lo que, en este

apartado, sólo se presentan los indicadores de salud y algunas

propuestas teóricas de Marvin Harris (1999) sobre los modos de

reproducción y los modos de producción.

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Historia social

El objeto inmediato del conocimiento histórico lo conforman los datos

empíricos y la investigación historiográfica, que se estructuran a partir

de un diálogo con los conceptos teóricos.

La historia no puede ser concebida como el producto involuntario

“suma de una infinidad de valoraciones individuales, entre sí

contradictorias, ya que estas ´voluntades individuales` no son átomos

desestructurados en colisión, sino que actúan con, sobre y contra cada

una de las ‘voluntades’ agrupadas: como familias, comunidades, grupos

de interés y, sobre todo, como clases” (Thompson, 1981:145). La la

experiencia, es la categoría analítica fundamental utilizada por

Thompson, en el tratamiento de la acción humana, “Ya que incluye la

respuesta mental y emocional, ya sea de un individuo o de un grupo

social, a una pluralidad de acontecimientos relacionados entre sí o a

muchas repeticiones del mismo tipo de acontecimientos” (Thompson,

1981:362).

Este autor rechaza la noción “Proceso sin sujeto”, al no reducir

a los individuos y grupos sociales a simples portadores de relaciones

sociales, al no confundir las clases sociales con las relaciones sociales

de producción y al dar un espacio propio a la acción humana. Thompson

reconoce no solo la múltiple causalidad dentro de la historia, sino

también sus diversas posibilidades de desarrollo. Sin embargo, como

el eje de su explicación no lo constituyen los determinantes

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estructurales, sino la acción y la experiencia humana, se le ha acusado

de subjetivismo o de experiencialismo.

El interés de Thompson por la cultura, en particular la popular,

establece un contrapunto constante, a veces problemático, entre la

historia social (por naturaleza diacrónica) y la antropología (de carácter

sincrónico). Así la primera toma prestados conceptos de la segunda,

los cuales, a su vez, son enriquecidos o puesto en cuestión a través

de un discurso explicativo (el historiográfico) que concibe al tiempo

como una de sus dimensiones fundamentales. No hay que olvidar,

como dice el propio Thompson, que la historia es la disciplina del

contexto y del proceso.

El concepto de región

Aún cuando el estudio regional de las poblaciones ha tenido diferentes

momentos y criticas debido a las conclusiones apresuradas de un

determinismo geográfico; también en otras ocasiones se vuelve a

rescatar esta perspectiva como un recurso teórico-metodológico que

consideramos de gran importancia. Pensamos que la situación de

nutrición y salud de las poblaciones de México pueden estudiarse desde

una perspectiva regional debido a que, como dice De la Peña: 1) La

estructura de las sociedades es producto de procesos acumulativos;

perdura el pasado a través de los efectos de la evolución tecnológica,

los movimientos demográficos, las catástrofes naturales y el

conocimiento que se manifiesta en símbolos. 2) El comportamiento de

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una unidad social implica condicionamientos de relaciones horizontales

(con unidades semejantes: comunidades) y verticales (con la iglesia,

el estado, la ciudad); un grupo social no se basta ni explica a sí mismo,

se inserta en una estructura de clases, en un sistema de dominación

más amplio.

El concepto de región es histórico y su significado se va

modificando por las circunstancias de tiempo y lugar. Está unido al de

nicho ecológico y al de ecosistema, a los recursos de la población, y a

los criterios de optimización. La formación histórica de los territorios

esta condicionada, pero no determinada por factores geográficos. Los

espacios y el paisaje también son percibidos y realizados por quienes

lo habitan; el espacio y el paisaje son experiencia que se acumula;

proyecto de cotidianidad que puede continuarse o transformarse; son

socialmente creados porque son socialmente vividos (De la Peña

1990).

Los modos de producción y los modos de reproducción

El modo de reproducción de las unidades domésticas y de los grupos

sociales, es un indicador con el que se construye la variable de salud

desde una perspectiva social e histórica. El proceso de reproducción

biológico implica estrategias estrechamente relacionadas con un

entorno, en el sentido arriba mencionado. Los elementos de estas

estrategias de reproducción son: la edad de la madre, el embarazo,

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los abortos, la natalidad, el intervalo intergenésico, la mortalidad y el

tamaño de la unidad doméstica.

En resumen, Marvin Harris dice que: el modo de reproducción

es un conjunto interrelacionado de actividades de regulación

demográfica y de prácticas adoptadas, voluntariamente o no, que tienen

el efecto combinado de elevar o rebajar las tasas de crecimiento de la

población. Son muchos los datos que indican que las pautas humanas

de reproducción, raras veces se encuentran completamente a merced

de los imperativos sexuales, y ambientales, y que las tasas de población

preindustriales reflejan algún esfuerzo de optimización culturalmente

regulada del sexo, el hambre y la muerte. Entre los humanos el aborto

es hasta cierto punto una característica inherente de la fisiología de la

reproducción. La eficiencia de la reproducción humana y especialmente

del sistema reproductivo femenino, están relacionado con la dieta, la

carga de trabajo y las tensiones psicológicas, factores todos ellos que

afectan a los niveles de estrógenos.

El sedentarismo supone una reducción del ausentismo de los

varones, una actividad sexual más frecuente y por tanto mayores

posibilidades de concepción. Facilita un mayor uso de alimentos

vegetales y el desarrollo de tecnologías culinarias, mayor acceso de

alimentos para el destete, intervalos intergenésicos mayores; reducción

en las tensiones estacionales, aliviados por cosechas almacenadas, o

bancos de alimentos y animales domésticos; así como menores costes

del transporte de los recién nacidos.

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Los pueblos nómadas o semi-nómadas que han adoptado un

estilo sedentario de vida disminuyen su mortalidad infantil y aumentan

la fecundidad. Al reducirse las actividades de caza disminuye también

el contenido proteico de la dieta, especialmente cuando los cultivos

alimenticios son deficientes. La vida sedentaria basada en alimentos

domesticados no parece haber contribuido notablemente a un descenso

de la mortalidad general, ni a un aumento de la longevidad. Por su

parte, la mayor densidad de población que caracteriza a la vida aldeana

lleva a un aumento de las enfermedades, infecciosas vinculadas con

la higiene deficiente y a la domesticación de los animales. Así, las

economías agrícolas suelen caracterizarse también por la escasez

periódica de alimentos.

El mecanismo de control de la morbilidad-mortalidad empleado

por las sociedades contemporáneas, con modos modernos de

regulación de la población, es a través del racionamiento desigual de

los alimentos en el seno de los hogares. Un segundo mecanismo de

control de la mortalidad es el racionamiento de las atenciones médicas

y de crianza con o sin objetivos específicos para un género o para un

grupo de edad.

Actualmente la transición demográfica de modos de reproducción

de alta fecundidad a otros de baja fecundidad depende de la aparición

de nuevas condiciones materiales que crean unos equilibrios

económicos negativos para las familias numerosas. Sin embargo, las

tasas de crecimiento demográfico a lo largo de la mayor parte de la

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prehistoria fueron una consecuencia de las limitaciones de las

capacidades de producción de alimentos relacionados con la caza y la

recolección como un modo de producción. Estas tasas se lograron a

través de una combinación de controles mediados culturalmente, tanto

sobre las tasas de natalidad como sobre las de mortalidad. Esos

controles frenaron o ampliaron procesos biológicos como el aborto

espontáneo, la mortalidad específica por edades, el comienzo de las

mestruaciones y la menopausia, la amenorrea por lactancia, de acuerdo

con las fluctuaciones de los costes y beneficios de la crianza de los

hijos en las condiciones tecno-económicas y ecológicas locales.

Las tensiones y las contradicciones que surgen constantemente

entre la capacidad productiva del medio y la reproducción de los grupos

sociales es una condición universal de las sociedades humanas. La

aportación más importante como elemento metodológico es su

perspectiva histórica y comparada. La hipótesis que implica esta

relación es que los modos de reproducción se corresponden con los

modos de producción. De esta manera, la dinámica de reproducción

de las unidades domésticas y los grupos sociales: nómadas o

seminómadas – cazadores-recolectores– será distinto a la de aquellas

unidades domésticas que practican el pastoreo o la agricultura.

Finalmente, pueden identificarse tres elementos macro-estructurales

que determinan en gran medida la dinámica de la reproducción y

regulación de la población: la aparición del estado, las situaciones

coloniales y los procesos de desarrollo. (Harris 1999)

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La salud como variable y sus contextos sociales

En el presente estudio consideramos que la talla puede ser el mejor

indicador de salud desde una perspectiva individual, social e histórica.

Los patrones que sigue el crecimiento del ser humano son producto

de una interacción entre la biología de nuestra especie, el ambiente

físico en el cual vivimos, el ambiente social, económico y político que

cada cultura construye o al que está sometida. El patrón de crecimiento

básico es compartido por toda la gente que sobrevive. Ese patrón es el

resultado de millones de años de historia evolutiva de los homínidos,

de los seres humanos vivos y de nuestros ancestros fósiles. Así, el

crecimiento y desarrollo humano reflejan la naturaleza bio-cultural y la

historia evolutiva de nuestra especie.

Para desarrollar este punto de vista metodológico queremos

señalar que consideramos que el crecimiento es un fenómeno

estructural, biológico, histórico, social y cultural. El crecimiento y

desarrollo son mejor entendidos desde una perspectiva de historia de

vida del individuo y su grupo social. Esta perspectiva se aplica a las

diferentes etapas de la vida de una población moderna, así como a la

evolución del patrón de crecimiento humano. Los antropólogos han

usado modelos bio-culturales para explicar el crecimiento humano, sin

embargo la perspectiva que proponemos para este estudio, es una

visión bio-cultural, pero dentro de contextos sociales estructurantes y

como un proceso que se ha iniciado en el pasado. Es un proceso de

interacción entre la biología del desarrollo humano y el entorno, en

donde uno y otro se modifican, pero también el desarrollo biológico

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humano modifica el proceso social y cultural. De la misma manera, si

bien es conocido que el DNA regula el proceso de crecimiento, tanto o

más, las fuerzas del entorno regulan la expresión del DNA. (Bogin 2001)

En el estudio del crecimiento y desarrollo estamos de acuerdo con los

modelos bio-culturales, sin embargo hacemos un énfasis especial en

los contextos sociales estructurantes e históricos que tienen como

resultado una condición transgeneracional. Para este estudio, los

contextos sociales se refieren a la condición de población rural, la

condición de agricultores de producción de autosubsistencia, la

condición étnica y la condición de población marginal.

Dimensión histórica y social de la salud

Tratamos de dar una dimensión histórica y social de la salud al concebir

un tiempo histórico ligado a regularidades entre hechos sociales que

se producen en un marco determinado o formación social; a través del

estudio de sociedades concretas, las diversas situaciones, las

circunstancias que las integran, los cambios y las permanencias. Estas

sociedades están delimitadas por una cronología y por contextos socio-

políticos porque son sociedades que se relacionan de diversas maneras

dentro de un espacio social. Cuando las situaciones reales de los grupos

humanos varían lentamente les ubicamos dentro de factores

estructurales. Así, llamamos estructura histórica o social a un conjunto

de grupos sociales que se relacionan mutuamente en todos los ordenes

económicos, político, jurídico y que a partir de esta interdependencia

son recíprocamente delimitados, definidos y conformados porque son

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parte o están inmersos en la dinámica de una estructura social

dominante, institucionalizada y regulada como lo es el Estado.

La formación social como concepto y contenido se define como

un conjunto homogéneo de culturas y civilizaciones, inserto dentro de

un marco cronológico similar, en el que operan y se entremezclan varias

estructuras y sistemas económicos y sociales, pero en el que

predominan algunas características.

El concepto de historia social de la salud no es la narración de

los hechos pasados, sino el estudio del proceso social de la salud

desde una perspectiva de población; a través de un tiempo delimitado

y que puede observarse en la vida de los grupos sociales.

Consideramos que el estudio de la salud cumple con la metodología

general de la ciencia de la historia al cubrir el campo de su interés: la

investigación de los hechos pasados, pero que se proyectan trans-

generacionalmente. La tarea de esta investigación histórica cumple

también con dos premisas fundamentales: 1 Aprehender la realidad

social de manera dinámica, es decir en la relación entre individuos y

grupos, entre estructuras y coyunturas diversas, en el tiempo y en el

espacio; 2. La observación empírica de los hechos históricos, para

estudiar el desarrollo de los sistemas sociales y la formulación de teorías

explicativas dentro de contextos históricos (Thompson 1981).

Para el desarrollo de esta perspectiva histórica se plantea el

uso de una metodología objetiva cuyos conceptos básicos son: A) El

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hecho histórico que es la salud; B) La estructura geopolítica se refiere

al territorio en el cual se localiza históricamente la Republica Mexicana

como una federación de estados soberanos suscritos a la Constitución

General de la República Mexicana; C) Los elementos de un sistema

son: los estados federales, la organización de la producción y la

distribución de los recursos; la estratificación social de la población,

las relaciones entre los grupos sociales y la cultura; D) Las diferencias

entre sistemas, son las contradicciones que ocurren entre los sistemas

y también dentro de un mismo sistema. El fenómeno de las diferencias

y contradicciones se debe a que cada sistema tiende hacia la

reproducción y sostenimiento así como al cambio y modificaciones del

mismo, en un sentido dialéctico. Pero difícilmente hay sistemas

absolutos y cerrados, mas bien hay sistemas dominantes que reprimen

y ocultan las prácticas de otros sistemas o subsistemas pasados: por

ejemplo, las naciones, las etnias, culturas, modos de producción.

La operacionalización del planteamiento metodológico consiste

en el análisis de la salud de la población que vive en un espacio

geopolítico, la República Mexicana. El siguiente paso del análisis es

describir la situación de salud según los Estados Federales y las

diferentes regiones localizadas dentro de los mismos Estados. Otro

paso de este procedimiento es el análisis de la salud según la

organización de la producción, la estratificación y los grupos sociales.

Por último se plantea un análisis de la salud en situaciones donde hay

cambio o confrontación de dos o más sistemas. Todo lo anterior puede

realizarse por medio de la construcción de series estadísticas de

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indicadores de salud, de la homogeneización de los datos y de muestras

repetidas sobre un lapso temporal, comparables a intervalos concretos

y regulares.

El análisis cuantitativo que aquí se plantea, también se ha

aplicado en otros estudios históricos como es el caso de los temas de

economía. Por su parte en la demografía histórica hay un uso muy

variado y amplio de fuentes cuantitativas: los censos de población,

fiscales, colecciones esqueléticas, grupos sanguíneos, enfermedades

y epidemias. Algunos estudios se han enfocado en las migraciones,

las crisis económicas, las persecuciones políticas; así como también

en el estudio de la talla de reclutas y las dietas alimenticias, como

fieles indicadores del desarrollo económico. Por otro lado, la

antropología histórica ha trabajado intensamente numerosos temas, a

través del estudio de las formas de la vida cotidiana, así como de la

dieta de las gentes comunes, para reconstruir una historia del consumo;

el fenómeno de la presión demográfica y la producción agrícola, las

economías preindustriales y las crisis de subsistencia, las hambrunas

y muerte en el nivel nacional, regional, urbano o rural. Este tipo de

estudios ha sido realizado por expertos en nutrición, en países

subdesarrollados, a través de fuentes documentales como las

encuestas gubernamentales (Rotberg y col. 1985).

Si bien toda historia es social queremos mostrar, en la historia

de la salud, que los hechos del pasado se constituyen en un proceso

que se proyecta en el presente y al futuro de los grupos humanos a

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través de sus características y en sus relaciones dentro de una

sociedad: son grupos sociales, estratificados y en constante relación.

De esta manera, la salud como un proceso histórico está relacionada

de manera directa con su condición de regularidad. La salud como

fenómeno social está presente de manera subjetiva y puede ser

analizada objetiva y comparativamente, por lo cual puede ser analizada

como una regularidad transversal, es decir en un tiempo y lugar

determinado dentro de un contexto. Al comparar la distribución de la

salud en varias direcciones longitudinalmente, prospectivo o

retrospectivo, relaciona las regularidades de los sistemas y el desarrollo

o cambio de sus estructuras. Metodológicamente utilizamos como

concepto el proceso histórico porque es un grupo de hechos

sistemáticamente organizados en series de tiempo, que parten del

pasado y se van proyectando hasta el presente y al futuro. Es decir es

un proceso que no termina y que puede seguir siendo revisado y

analizado de manera sistemática.

El entorno o marco espacial, incluye el conjunto de elementos

naturales del medio físico en interacción con los factores de producción

humanos como los elementos socio-políticos y culturales. Por tanto es

un entorno geo-histórico en donde se ubican las formaciones sociales

en la realidad. Así en la interrelación de estos factores el entorno se

modifica y tiene adaptaciones y cambios. En las sociedades

preindustriales, agrícolas, el entorno espacial se constituye como

paisajes rurales que son adaptaciones y modificaciones profundas del

medio físico. (Del Moral 1999)

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Aplicación del proceso metodológico

El proceso metodológico básico de este trabajo tiene como finalidad

construir un referente empírico sistemático, comparativo y universal

sobre la salud, tomando como caso a la población mexicana. Cada

uno de los elementos de este proceso se utiliza para construir un

concepto teórico de la historia social de la salud de los niños. Este

concepto se va construyendo con los referentes empíricos de la

investigación. En otras palabras el proceso metodológico que se sigue

es a través de un acercamiento a la realidad en un nivel macro, medio

o regional y local. Cada una de las observaciones se realizan por

medio de instrumentos y variables fácilmente replicativas, verificables

y con un mínimo de error. Para consolidar las observaciones, en cada

etapa se busca dar una perspectiva histórica de los referentes

empíricos.

El análisis de las observaciones en el nivel macro social permite

comprobar un presupuesto teórico de la epidemiología: que la salud y

la enfermedad tienen una distribución diferencial en el espacio, en el

tiempo y en las personas o grupos sociales. De esta misma manera,

es diferencial la distribución y exposición a los condicionantes y

determinantes de la enfermedad. Pero el aspecto más importante de

este análisis es que permite conocer y ubicar en el tiempo y en el

espacio a las poblaciones y grupos sociales con mayor riesgo de daños

en la salud, debido a una mayor exposición a los condicionantes y

determinantes de esta.

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La primera etapa de observaciones es en el nivel macro social,

pues incluye el análisis de variables relacionadas con la salud, en

comunidades rurales que representan regiones del país. Estos espacios

se han delimitado con base en estudios socioeconómicos sistemáticos,

realizados por geógrafos y epidemiólogos mexicanos desde 1970. Para

lograr una perspectiva histórica de la salud en el nivel macro, se hacen

observaciones en cuatro momentos distintos de cada una de las

regiones, durante las últimas décadas. De esta manera se puede

analizar la situación nutricional y de salud, comparativamente a través

del tiempo. Con el total de las regiones inicialmente delimitadas se

construye un conglomerado para definir regiones nutricionales, con el

fin de articular el nivel macro social con el nivel medio o regional.

En la segunda etapa las observaciones se realizan por medio

del trabajo de campo, en el cual se busca conocer de manera directa

algunas regiones del país. Cada uno de los estudios regionales que se

planearon tiene elementos que los hacen comparativos con el análisis

macro y también en el análisis entre regiones. Por otro lado cada uno

de los estudios tiene además algunas variables que permiten describir

y explicar la situación de salud y nutrición en esa región en particular.

La perspectiva histórica y el análisis comparativo son también

elementos importantes del trabajo de campo en esta segunda etapa.

Es decir, en cada región se localizan todos los estudios realizados por

diversos investigadores que aporten elementos para el análisis de la

situación de salud y nutrición de los grupos sociales de cada región.

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En la tercera etapa las observaciones se realizan por medio de

la descripción y análisis de cada una de las comunidades estudiadas

durante el trabajo de campo. De esta manera se puede profundizar

sobre el momento actual por el que atraviesa una comunidad; con

base en los estudios anteriores y al comparar los resultados se

construye una trayectoria sobre el cambio o la reproducción de la

situación de salud de cada comunidad. Otro aspecto metodológico

importante de la tercera etapa es la posibilidad de profundizar, en el

nivel familiar, sobre diversos aspectos de gran importancia para la

historia social de la salud.

A manera de síntesis podemos decir que la metodología que

guía este trabajo parte de una perspectiva general hacia una situación

regional y local. Esto permite tener un conocimiento de la situación de

las regiones y comunidades en el pasado, sus cambios en el trascurso

del tiempo y la situación actual. Este procedimiento describe y explica

la problemática local y posibilita el análisis al interior de la familia,

aunque en este caso no se lleva a cabo. Finalmente, el proceso

metodológico es dialéctico, debido a que la investigación parte del

concepto general de historia social de la salud y lo confronta con

referentes empíricos de la realidad. A partir de esa confrontación se

hace una nueva abstracción y definición del concepto de salud;

nuevamente se va hacia la realidad en busca de otra confrontación y

redefinición.