etnomusicología
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Etnomusicología, estudio de la música en su contexto social y cultural
La etnomusicología se conceptúa como el estudio de las músicas ajenas a la
tradición clásica occidental (repertorio englobado bajo el título de músicas del
mundo). No obstante, esta ciencia estudia la música como diferentes
configuraciones del sonido y se basa en el principio fundamental de que la
música es un fenómeno social y debe ser estudiada dentro del contexto en
que se crea, interpreta y asimila. Esto significa que lo no musical queda fuera
de esta visión y que el estudio etnológico de la música clásica occidental es
no sólo posible, sino deseable. No obstante, la investigación ha tendido a
centrarse en la música folclórica y otras músicas tradicionales en todo el
mundo, así como en los grandes estilos clásicos de las civilizaciones
asiáticas (especialmente la china y la india). Una comprensión correcta del
objeto y de la metodología de esta ciencia ayuda a responder cuestiones
debatidas como si un etnomusicólogo con formación no occidental puede
ejercer como tal, o si la etnomusicología como creación occidental es un
enmascaramiento del dominio de conceptos y valores occidentales. Es
evidente que el estudio de las técnicas musicales no constituye por sí mismo
una aproximación etnológica, pero también es verdad, prescindiendo de
cualquier clase de valoración, que ese estudio forma parte de la investigación
de una sociedad. El objeto último de estudio para los etnomusicólogos es,
por encima de lo referente al sonido y la estructura de la música misma, su
función social, cómo es percibida y evaluada por la propia sociedad, quién la
produce, cómo se eligen y forman esos intérpretes, para quién tocan y con
qué propósito.Interactividad Música del mundo Esta aproximación hace de la
etnomusicología una rama de la antropología social. Al mismo tiempo, tanto
este término, acuñado en 1950 por Jaap Kunst, como el más antiguo de
musicología comparada, definido en 1885 por Guido Adler, comparten la
palabra ‘musicología’. De esto se colige que el enfoque al que se haya dado
más importancia sea aquél que se centra en el estudio de las obras
musicales mismas, a menudo por medio de la participación directa en los
procesos de aprendizaje e interpretación. El prefijo ‘etno’ resulta
problemático por su asociación con la idea de primitivismo. El equilibrio entre
lo antropológico y lo musicológico sigue siendo una preocupación
fundamental.Los orígenes de la etnomusicología se remontan a finales del
siglo XVIII. El Dictionnaire de la Musique (1768) de Jean-Jacques Rousseau
incluye obras de América y China. Otros contemporáneos franceses e
ingleses investigaron la música árabe, china e india. Muchas de estas
investigaciones, apodadas etnomusicología de salón, se basaron en
materiales traídos por otros. Algunos de los primeros recopiladores no eran
en principio músicos, como por ejemplo el matemático británico Alexander J.
Ellis (1814-1890), considerado el padre de la etnomusicología. En su obra
On the Musical Scales of Various Nations (1885) no sólo estudiaba la música
de otras culturas con rigor científico, sino que desafiaba los conceptos de las
leyes armónicas y los sonidos naturales, lo que inició el proceso de revisión
de la idea de superioridad cultural occidental.De no menor importancia fue la
invención del fonógrafo por Thomas Edison en 1877, porque permitió grabar
la música y analizarla posteriormente no necesariamente por la misma
persona. Béla Bartók es no solamente uno de los más grandes compositores
del siglo XX, sino también uno de los primeros recopiladores e investigadores
que se beneficiaron del invento de Edison.3 HERRAMIENTAS Y MÉTODOS
El trabajo de campo es realizado por especialistas. La responsabilidad
continúa cuando éste regresa a su país para trabajar sobre lo recogido
(enseñanza, publicación, interpretación o venta de lo grabado). Un trabajo de
campo satisfactorio necesita de la moderna tecnología. El fonógrafo ha sido
sustituido por la cinta magnetofónica. La pequeña cinta de casete o la
grabadora digital DAT, así como la cámara de vídeo y el ordenador
(computadora), son también fundamentales. Las muestras suelen ser
grabaciones de sonido o/e imagen, fotografías, diarios y otros apuntes,
publicaciones del país visitado e instrumentos musicales. Los tratados
escritos en la cultura estudiada son una fuente importante, especialmente en
la etnomusicología histórica, así como el estudio y clasificación de los
instrumentos (organología).El dominio de métodos de transcripción y análisis
es fundamental para facilitar la investigación, publicación y conservación.
Una razón por la que muchos etnomusicólogos se embarcan en estos
trabajos es para salvar las tradiciones musicales de la desaparición o de la
influencia occidental. Al mismo tiempo, los cambios en la práctica musical y
en el repertorio, no son sólo inevitables, sino aceptados por la mayoría de los
etnomusicólogos como signo de la vitalidad de la tradición. Dado que
músicas diferentes con funciones diferentes no se comportarán de igual
forma, los cambios no deben esperarse uniformes. Si un género musical está
íntimamente relacionado con una ceremonia concreta, es bastante probable
que su uso no se limitará a esa ceremonia, pero deberá tenerse cuidado para
preservarlo en su forma original porque su eficacia se verá afectada si se
produce algún cambio. Podemos citar como ejemplos los cantos religiosos y
la música propia de determinados rituales de curación. Incluso esto no puede
proponerse dogmáticamente. Un ejemplo notable de cambios es el canto de
hombres balinés llamado sanghyang, que estaba asociado con los rituales de
exorcismo y se ha convertido en el moderno coro kecak, que acompaña una
danza con argumento para la distracción de los turistas.Partiendo de que la
premisa central de la etnomusicología es que un estilo musical está
íntimamente unido a la sociedad que lo produce, se ha intentado encontrar
paralelismos entre ellos. La etnomusicología debe situar la música dentro de
su propia cultura y en relación con las demás músicas del mundo. Por una
parte, es conocido que todas las sociedades tienen algo que puede ser
percibido como música y que forma parte de lo que mantiene cohesionada a
esa sociedad, como el lenguaje o la religión, aunque esa sociedad pueda no
tener siquiera una palabra para referirse a la música o no considere música
una manifestación concreta (para los musulmanes, la llamada del muecín
con su riqueza melódica no es música). Por otra parte, el hecho de que
nuestros oídos acepten en seguida como música creaciones de todo el
mundo, parece probar que hay algunas características universales. Las
estructuras tonales y rítmicas (véase Tono; Ritmo musical), el principio de
repetición, el reconocimiento de la octava, y frecuentemente de la quinta,
como intervalos fundamentales y la existencia de escalas pentatónicas de
Escocia a China y a los Andes, son ejemplos de esta idea.4
BIMUSICALIDAD EN LA TEORÍA Y EN LA PRÁCTICA Sería una ingente
tarea evaluar en este artículo todas las obras importantes de la
etnomusicología, o clasificar las áreas del mundo que han sido investigadas.
Cabe citar uno o dos ejemplos para demostrar los intereses cambiantes de la
disciplina. Algunos de los primeros etnomusicólogos se distanciaron a
propósito entre ellos desde un compromiso con el proceso de la creación
musical, que ellos consideraron un compromiso con su prestigio,
especialmente si eran empleados de la administración colonial. Un buen
ejemplo es Jaap Kunst. Su monumental estudio De Toonkunst van Java
(Música en Java, 1934) todavía no se ha superado. En la actualidad, los
etnomusicólogos tratan normalmente de entender la música desde la práctica
interpretativa. Se trata de superar los obstáculos y reunir la música en su
ambiente, simulando el proceso de participación en una sociedad desde el
nacimiento del músico nativo (proceso conocido como enculturación). Con
esto se intenta eliminar la tentación de hacer engañosas comparaciones con
la propia cultura del investigador y, al mismo tiempo, fomentar la enseñanza
de la música no occidental en Occidente. Sería demasiado fácil argumentar
que ningún extraño puede someterse al mismo proceso de enculturación
como un músico nativo y que el proceso de comparación nunca puede ser
eliminado realmente. Gran parte de los sistemas de argumentación y
notación todavía utilizados por los etnomusicólogos están tomados de la
tradición occidental. A pesar de esto, el concepto de bimusicalidad (análogo
al de bilingüismo) propugnado por Mantle Hood, discípulo de Kunst, y puesto
en práctica por él en las décadas de 1950 y 1960 en su programa de la
Universidad de California, ha tenido un éxito extraordinario incluso en otras
universidades.5 IMPORTANCIA DE LA ETNOMUSICOLOGÍA A pesar de su
tendencia a coger préstamos de varias disciplinas y de ser compleja y
prohibitiva en su desarrollo, la etnomusicología tiene una cara amistosa y sus
beneficios para otros estudiosos y músicos y para el público en general están
fuera de toda duda.Uno de los primeros contribuyentes al conocimiento de
las músicas no occidentales en Occidente, A. H. Fox Strangways, argumentó
en 1914 que el estudio de la música india no era sólo un propósito noble en
sí mismo, sino que también beneficiaba nuestro entendimiento de la música
occidental. El anticuado enfoque comparativo todavía se utiliza. Varios
compositores occidentales se han inspirado en la música no occidental,
desde que Debussy escuchó una interpretación de gamelán en París en
1889. Músicos como Messiaen y Britten han cogido prestado material actual,
mientras otros, por ejemplo Lou Harrison, han compuesto para instrumentos
no occidentales que han aprendido a tocar.