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Frónesis: Vol. 12, No. 1, 2005: 94 - 109 ISSN 1315-6268 La ética intercultural: una herramienta para formar una ciudadanía cosmopolita Marié González Esther González María Marín Cynthia Martínez Escuela de Trabajo Social Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas Universidad del Zulia. [email protected]; [email protected]; [email protected]; [email protected] Resumen En la presente investigación nos planteamos realizar una revisión y contraste teórico para determinar la importancia de la Ética Intercul- tural para la formación de una ciudadanía cosmopolita. Partimos del concepto de ciudadanía desde un contexto de globalización creciente don- de el significado adquiere nuevos matices, se trata de concebirla ya no como una condición local, regional o nacional, sino como una condición global. Es decir, hacemos referencia a la “ciudadanía global” o termino Kantiano a la “ciudadanía cosmopolita”, que presupone ser sujeto de de- recho inserto en una comunidad supraestatal. Como resultados de la in- vestigación, consideramos la necesidad de vincular la educación al desa- rrollo de una nueva ética global, una ética intercultural la cual concebi- mos como un eje de valores que da cabida a la diversidad cultural. En Recibido: 02-02-2005 Aceptado: 30-03-2005

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  • Frnesis: Vol. 12, No. 1, 2005: 94 - 109ISSN 1315-6268

    La tica intercultural: unaherramienta para formar una

    ciudadana cosmopolita

    Mari GonzlezEsther GonzlezMara Marn

    Cynthia MartnezEscuela de Trabajo Social

    Facultad de Ciencias Jurdicas y PolticasUniversidad del Zulia. [email protected]; [email protected];

    [email protected]; [email protected]

    Resumen

    En la presente investigacin nos planteamos realizar una revisiny contraste terico para determinar la importancia de la tica Intercul-tural para la formacin de una ciudadana cosmopolita. Partimos delconcepto de ciudadana desde un contexto de globalizacin creciente don-de el significado adquiere nuevos matices, se trata de concebirla ya nocomo una condicin local, regional o nacional, sino como una condicinglobal. Es decir, hacemos referencia a la ciudadana global o terminoKantiano a la ciudadana cosmopolita, que presupone ser sujeto de de-recho inserto en una comunidad supraestatal. Como resultados de la in-vestigacin, consideramos la necesidad de vincular la educacin al desa-rrollo de una nueva tica global, una tica intercultural la cual concebi-mos como un eje de valores que da cabida a la diversidad cultural. En

    Recibido: 02-02-2005 Aceptado: 30-03-2005

  • tal sentido, precisamos abordar prcticas educativas para formar realesciudadanos que antepongan a cualquier situacin econmica, social, pol-tica, religiosa, el respeto por los derechos y la dignidad del hombre, ensu singularidad y en su diversidad. Esto implica una tica en donde elotro, desde su diferencia sea considerado un interlocutor valido. Reque-rimos una educacin que asuma el desafo de formar ciudadanos ticos,capaces de reflexionar sobre sus prcticas morales y que a su vez sea ca-paz de comprender las del diferente.

    Palabras clave: tica Intercultural. Educacin. Ciudadana Cosmopo-lita. Globalizacin.

    Intercultural Ethics: A Tool toForm Cosmopolitan Citizenship

    Abstract

    In this research we plan to carry out a revision and theoreticalcontrast in order to determine the importance of Inter-cultural Ethics inthe formation of cosmopolitan citizenship. We start from the concept ofcitizenship based on a context of growing globalization, where meaningacquires new aspects and hues, and is no longer considered as a local,regional or national condition, but as a global condition. That is to say, werefer to the term global citizenship or to the Kantian version ofcosmopolitan citizenship, that presupposes a person subject to rightsinserted within a supra-national community. As a result of this research,we consider the need to link education with the development of a newglobal ethic, an intercultural ethic which we conceive as an axis of valuesthat justifies and accomodates cultural diversity. In this sense, we need toimplement educational practices that form good citizens who put respectfor human rights and dignity over and above any religious, political,social, or economic situation, in both the singular and the diverse sense..This implies an ethics in favor of the other, even when he is different,he is to be considered as a valid entity. We require an education thatassumes the challange of forming ethical citizens, capable of reflecting on

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  • their moral practices and that at the same time are capable ofunderstanding the morals and rights of those who are different.

    Key words: Intercultural ethics. education. cosmopolitan citizenship.globalization.

    1. IntroduccinLos mltiples cambios que se estn generando a nivel mun-

    dial, nos obligan a repensar el concepto de ciudadana bajo los tr-minos de la tica intercultural. Es decir, implica la bsqueda deuna respuesta a los desafos de estos tiempos, cuyos fundamentosse construyen en la tica imprescindible para un mundo globali-zado y a la vez diverso.

    En tal sentido, el propsito de la tica intercultural es apor-tar una tica al proceso dirigido a la superacin del monocultura-lismo; ser consecuente con la diversidad de valores coadyuvando ala integracin de valores de forma talque sirva al entendimientosocial.

    Pero es posible pensar en una ciudadana global? En unaciudadana cosmopolita?; de ser as Cul es la va? Cul es elinstrumento o herramienta, que nos facilitara alcanzarla?

    En el presente artculo nos proponemos efectuar un contrasteterico, cuyo objetivo es determinar la importancia de la tica in-tercultural en la formacin de una ciudadana cosmopolita.

    2. A qu llamamos >?

    Hemos considerado importante aclarar la concepcin de latica intercultural que orientar el presente anlisis. Para ello, esnecesario explicar, siguiendo a Bibeny (2004:2) el trmino diversi-dad cultural.

    Para el autor, la diversidad cultural, indica que diversas cul-turas coexisten en un mismo espacio pblico, implica interrelacio-

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  • nes tanto conflictivas como no conflictivas de intercambio entrelas culturas. Partiendo de este contexto, el interculturalismo plan-tea el reconocimiento de esta diversidad admitiendo las semejan-zas a pesar de las diferencias y poniendo nfasis en la reciproci-dad entre las culturas, acepta el relativismo en la cultura, es unmulticulturalismo integrado, no diferenciado ni exclusivo, como espor ejemplo, el diferencialismo.

    Lo anteriormente expuesto, nos permite precisar la finalidadde la tica intercultural, como:

    la contribucin, desde las actitudes y la decisin de conductas, a laconvivencia en la diversidad, de manera que se haga posible esterequisito tan esencial a la democracia pluralista. Aunque no tienenicamente este objetivo cvico, lo posee tambin moral, como esayudar a la supervivencia y prosperidad humana en condiciones dediversidad tnica, nacional y cultural. Pues la tica en s mismapretende un ser humano ms feliz, adems de quererlo ms buenoy justo (Bilbeny, 2002:119).

    La tica intercultural parte de concebir que las culturas nun-ca son impermeables unas con las otras, es decir, nunca son in-conmensurables entre s, y que por tanto siempre hay, o debemossaber encontrar, algn punto u otro en que son comparables. Eneste aspecto del anlisis coincide Cortina (2002:4), cuando dice:las culturas han estado en dilogo desde siempre, no hay culturasseparadas e independientes. Es decir, que las culturas estn mez-cladas y desde esas culturas es desde donde se pretende que todoser humano tiene derecho al ejercicio de su libertad.

    3. La Globalizacin: un recorrido para comprenderla tica intercultural

    Luego de examinar la concepcin de la tica intercultural,es importante pasar al anlisis de la contextualidad terica re-flexiva del proceso de globalizacin como la ruta a seguir paracomprender la necesidad de una tica intercultural como herra-

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  • mienta que puede contribuir a la construccin social de un realciudadano.

    En este sentido, la globalizacin supone un conjunto de pro-cesos acelerados de orden econmico, tecnolgico, informacional ysocial, en general (Bilbeny, 2004:1.)

    Explica adems, como este proceso representa la expansinde las interdependencias de todo gnero en todo el planeta, perotambin, un incremento de la conciencia de los problemas, entreestos: el creciente desequilibrio econmico mundial, la degrada-cin del medio ambiente y los comportamientos caracterizados porel racismo y la falta de aceptacin de la diversidad cultural en unmismo espacio de convivencia. Entorno al tema, Ugalde (1998)considera a la globalizacin como una manera de acceder al mun-do post-moderno, como modelo econmico que permite la unifor-midad del mercado, la informtica, el deporte, entre otras alter-nativas, sin distinciones de lenguas, religin o nacionalidad.

    En este orden de ideas, existen otras posturas para interpre-tar tan importante proceso social, entre estas, la seguida por Tou-raine (1996) al explicar que ste es un constructo ideolgico delneoliberalismo y no una rigurosa descripcin de un nuevo entornoeconmico. Igualmente, desde la filosofa intercultural Fornet(2000:2): expresa que:

    la globalizacin no es crecimiento en universalizacin o universali-dad. Al contrario, representa un proceso reductivo que, en nombrede la engaosa promesa de un construir un mundo (ONE World), loque hace es nivelar las diferencias y homogenizar el planeta, al me-nos en su superficie.

    Es decir, segn esta perspectiva de anlisis, con la globaliza-cin neoliberal se produce la perdida de la soberana territorial delas culturas, como resultado de la expansin incontrolable delneoliberalismo poltico y econmico, para homogeneizar y monito-rizar el planeta segn las exigencias del mercado capitalista, dadoque se apodera de la contextualidad del mundo, es decir, que se

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  • arroga el poder de configurar los contornos de las culturas y conello la perdida del territorio propio donde deben poner a pruebay ejercitar su capacidad de incidir eficazmente en el modelamien-to de su espacio y tiempo segn sus propios valores y fines. En pa-labras de Fornet (2004:2):

    el contexto del proceso de globalizacin nos confronta as con unaideologa totalitaria que roba a las culturas de la humanidad el ejeestructural bsico para cualquier desarrollo ulterior propio, a sa-ber, el derecho a determinar las formas de dominio sobre su tiempoy espacio.

    Es decir, en el anlisis intercultural, la globalizacin implicauna ideologa o, si se prefiere, una filosofa de la historia que consis-tira en suponer que la historia de la humanidad no tiene ms queun futuro: el futuro previsto y programado por el neoliberalismo.

    Ante estos planteamientos, el autor propone una intercultu-ralidad que permita reorganizar el orden mundial dado que esteinsiste en la comunicacin justa entre las culturas como visionesdel mundo y porque deja libre los espacios y tiempos para que lasvisiones del mundo puedan convertirse en mundo reales. Es decir,que esta opcin implica una nueva comprensin de la universali-dad, dado que se trata de una universalidad que parte de la libe-racin de los universos culturales y que por tanto, ni se imponepor imperio o fuerza de algn centro ni se logra al alto precio dela reduccin y de la nivelacin de lo diferente, por el contrario,crece desde abajo como un tejido de comunicacin libre y de soli-daridad. En palabras del autor renovar el ideal de la universali-dad como praxis de solidaridad entre las culturas (Fornet, 2004:3). Por lo tanto, desde esta postura, el dialogo intercultural consti-tuye una alternativa histrica ante la globalizacin como contex-tualidad absorbente que dicta la ruta y el horario a seguir, el dia-logo intercultural representa el proyecto o programa para articu-lar una respuesta alternativa que se opone a la integracin o asi-milacin en una supuesta cultura mundial monoculturalmente

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  • predeterminada. En este sentido, el dialogo intercultural repre-senta hoy una opcin por la esperanza, por el respeto a las cultu-ras, el respeto a la humanidad y la libertad humana. (Fornet,2004). En esta lnea de anlisis, Zolo (2000) coincide con el pro-yecto del dialogo intercultural, al plantear que ante las pretensio-nes de suprimir todo tipo de conflicto a travs de la fuerza polti-co-militar, lo que hay que hacer es sustituir el viejo modelo jerr-quico por el respeto a la diversidad de las culturas y la competiti-vidad entre los intereses de cada una de ellas. Es decir, desde estapostura antiglobalizacion, se opone a las teoras que en nombre dela soberana planetaria del mercado proponen una desregulacinpoltica global, por el contrario apuesta por revalorizar las identi-dades tnico-nacionales en nombre del pluralismo, de la compleji-dad y de la diferenciacin, de la complejidad y de la diferenciacincultural. Desde este contexto, reconoce que la alternativa esta porconstruir, pero propone pensar una perspectiva terica diferentey mas realista, apuntando a un modelo de orden mundial que seaa la vez complejo, conflictual y policntrico (op. cit: 123).

    Ante esta realidad social, el Grupo de Porto Alegre niega yrechaza el actual proceso de globalizacin y propone considerar ala globalizacin como un proceso mundial de homogenizacin delmodo de modo de produccin capitalista, de mundializacin de losmercados y de las transacciones financieras, de entrelazamientode las redes de comunicacin y del control mundial de las imge-nes y de las informaciones. Este proceso es definido por LeonardoBoff (2004) como un fundamentalismo del pensamiento nico queexpresa el modo de produccin capitalista con su mercado globali-zado y la ideologa poltica del neoliberalismo con su democraciaelectoral y delegativa como nica forma razonable de organizar elmundo. De acuerdo con esta postura, el que est en el mercadocompetitivo, vence y existe, o es derrotado, desiste y no existe. En-tre las vctimas de esta lgica se encuentra casi la mitad de la hu-manidad, condenada, segn la postura referida, a la exclusindespiadada y desprovista de cualquier sostenibilidad.

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  • Ante esta realidad social, niegan al proceso de globalizacinbajo las caractersticas descritas y proponen otra globalizacinque pasa por la solidaridad desde la base, por una globalizacinde los derechos humanos, por la socializacin de la democraciacomo valor universal, por el control de los capitales especulativos,por la universalizacin del cuidado para con la Tierra y con losecosistemas y por la valoracin de la dimensin espiritual del serhumano y del universo.

    Por otra parte, desde la perspectiva de la tica de la moderni-dad critica, se plantea la necesidad de orientar el proceso globali-zador hacia metas voluntariamente queridas y se pregunta:hacia dnde debera encaminarse la globalizacin? Hacia el idealde una ciudadana cosmopolita, hacia un mundo en que todas laspersonas se sepan y se sientan tratadas como ciudadanas. Anteeste requerimiento, la autora sugiere a los movimientos antiglo-balizacin, que en vez de limitarse a la manifestacin y repulsade lo que hay, presentaran alternativas moralmente deseables ytcnicamente viables. Que en lugar de decir , dijeran: (Cortina, 2004:1).

    Adela Cortina explica que si la meta principal de la globali-zacin es construir una ciudadana cosmopolita, para ello se de-ben reformar las instituciones internacionales, crear otras nuevasy asegurar comunidades transnacionales que se unan medianteacuerdos, pero ante todo, es indispensable educar en el cosmopoli-tismo, entendiendo que es a travs de la educacin como el hom-bre puede llegar a ser hombre.

    4. La educacin en la formacin de una ciudadanacosmopolita

    La educacin en su sentido ms amplio juega papel prepon-derante ante los cambios de estilos de vida y comportamientosque caracteriza la sociedad actual, convirtindose en un instru-mento fundamental para poder enfrentar la complejidad creciente

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  • de nuestro mundo. La educacin no es la nica responsable de laformacin del ciudadano ni de solucionar los problemas sociales,pero lo habitual de lo humano en las sociedades interculturales esla ciudadana en democracia, y la educacin debe educar para laciudadana en democracia.

    Por su parte el ejercicio de la ciudadana consiste en cooperaren la construccin democrtica de una sociedad ms justa. SealaFalk que la idea moderna de ciudadana ha estado ligada al surgi-miento de individuos dotados de derechos en relacin con el go-bierno de Estados territoriales soberanos (s.f.: 1).

    La ciudadana bajo esta perspectiva, adquiere nuevas dimen-siones, requiere de nuevos roles de los ciudadanos y ciudadanasante los retos de la sociedad globalizada. Todos estos elementosson imposibles de lograr si no es empezando desde la educacin,empezando a educar ciudadanos autnticos, verdaderos sujetosmorales, dispuestos a obrar bien, a pensar bien y a compartir conotros accin y pensamiento. El ciudadano cosmopolita es alguiencapaz de hacer su propia vida, pero con sus iguales; hace su viadano se la hacen, pero no la hace en solitario, sino en la polis, en laciudad. (Cortina, 2003). En este sentido, se requiere educar ciuda-danos que puedan ofrecer y construir nuevas alternativas al ac-tual proceso de globalizacin como ideologa neoliberal. Para en-frentar estos retos resultan imprescindibles los profesionales y losexpertos para orientar la globalizacin de otra manera, propo-niendo alternativas moralmente deseables, tomando en cuentaque las nuevas dimensiones de la ciudadana cosmopolita estnsustentadas en ciudadanos habilidosos, prudentes y en saber bus-car una vida de calidad.

    En atencin a esto la ciudadana global solo puede ser ejerci-da por un ciudadano desterritorializado, an por encima del ejer-cicio cvico que lo une a una colectividad poltica predefinida.

    Para Filmus (s.f.: 2) una de las paradojas centrales de lapoca consiste en que el avance tecnolgico est siendo acompaa-

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  • do de alarmantes tendencias hacia la marginacin de importantessectores de la poblacin. De acuerdo a esto, la compleja realidaddel mundo actual, plantea desafos para quienes no tienen la posi-bilidad de acceder a los saberes que les permitan comprender yparticipar en los nuevos procesos sociales que genera la globaliza-cin. De esta forma es imposible lograr ciudadana sin contar conlos conocimientos que genera el sistema educativo.

    Por estos motivos, la educacin tiene un rol central en el pro-ceso de la globalizacin, como espacio de transmisin de una nue-va mirada y de reflexin en torno a sus implicaciones.

    5. Los fundamentos de una educacin cosmopolita

    Cortina (2004), nos trae un interesante planteamiento sobrela educacin cosmopolita, el cual consideramos esencial, si preten-demos educar para la formacin de ciudadana; seala que la edu-cacin cosmopolita debe fundamentarse en el conocimiento, laprudencia y la sabidura moral.

    Con respecto al conocimiento, para la autora:

    una sociedad bien informada tiene mayor capacidad de aprovecharsus recursos materiales, es menos permeable al engao que una so-ciedad ignorante, y puede ofrecer alternativas al actual proceso deglobalizacin (op. cit:1).

    No es desde la ignorancia desde donde se puede lograr unmundo ms humano, por ello es imprescindible que la sociedadcuente con suficientes profesionales que pongan sus conoci-mientos al servicio de la construccin de alternativas humani-zadoras y viables.

    Esto presupone una condicin: la necesaria comprensin en-tre las personas. Para Morn (2000), all se encuentra la misinespiritual de la educacin, es decir, ensear la comprensin entrelas personas como condicin y garanta de la solidaridad intelec-tual y moral de la humanidad. Por su parte Hoyos (s/f: 20), plan-

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  • tea que una educacin comprensiva reflexiva y dialogal en valo-res, prepara mejor para superar el autoritarismo, la intoleranciay la frivolidad, gracias a un mayor compromiso y pluralismo.

    Siguiendo este orden de ideas, no basta tener conocimientos,la educacin cosmopolita requiere la formacin de un hombre fun-damentado en la prudencia (fronesis), como una virtud que le per-mitir discernir lo que es bueno para l y para la sociedad. Arist-teles (2004), en su tica a Nicomaco, planteaba que, necesaria-mente, la prudencia es una disposicin racional verdadera y prc-tica respecto de lo que es bueno para el hombre.

    Se observa que el sentido Aristotlico de la filosofa prcticatiene que ver con el logro de una vida buena, alcanzable solo atravs de la praxis del ciudadano virtuoso.

    Sobre estos fundamentos, se hace necesaria la educacin ci-mentada en la prudencia, teniendo en cuenta que lo que hace bue-no el conocimiento es la bondad del fin que se persigue, por ello espreciso educar para ser tcnicamente habilidosos, pero tambinpara ser prudentes y saber buscar una calidad de vida.

    Ahora bien, debemos aclarar que la calidad de vida que lamodernidad ha generado, es la calidad instrumental, es decir, sig-nifica perfeccin tecnocrtica y sofisticacin de medios, indepen-dientemente de su contenido poltico y su relevancia cultural. Seidentifica con la competicin desenfrenada e interesada, que tien-de a acumular bienes materiales independientemente de los valo-res ticos de validez intercultural. Sander (1990) refiere que la ca-lidad sustantiva de vida humana refleja una condicin tica e in-trnseca del ser humano como actor individual y social, poltica-mente engranado en la sociedad.

    Calidad sustantiva significa calidad de vida construida hist-ricamente por la sociedad, y en tal sentido se refiere a dar priori-dad a la definicin y a la satisfaccin de las necesidades bsicas ya la promocin colectiva de toda la poblacin en su medio cultural.Se trata de preocuparse por la distribucin equitativa de los bie-

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  • nes materiales producidos, se identifica con promocin abierta detodos los individuos y grupos en las decisiones que afectan el biencomn, as como el respeto a las instituciones y a los valores end-genos. Est condicionada a la inclusin, la diversidad y el plura-lismo y por sobre todo a la libertad.

    La calidad de vida o buena vida est asociada al logro debuena salud, de emotividad positiva, nobleza, espiritualidad.

    Respecto a esto Cortina (2004) considera que tener prudenciasignifica saber que es lo que le conviene en la vida. La personaprudente trata de conservar las riendas de su existencia, no sedeja impresionar por lo material, que al cabo lo subyuga sino queselecciona las actividades que por s mismas producen libertad

    La prudencia conlleva al buen obrar, y al respecto es necesarioreorientar los saberes hacia el logro de una vida buena para todoslos ciudadanos. Nussbaum (1998) en su disertacin hacia una teo-ra del bien humano refiere que la vida humana consiste en la lu-cha constante contra las necesidades y los lmites que la constri-en. Por ello la ocupacin del gobierno desde el punto de vista aris-totlico, es no cesar hasta que se hayan eliminado todos los impedi-mentos que se oponen entre el ciudadano y su cabal funcionamien-to en tanto que ser humano. Ello implica consecuencialmente lo-grar que todos los ciudadanos tengan la posibilidad de lograr obte-ner calidad de vida. Ante esto la tica, tiene que ser ante todo unatica de los fines y de las maneras de alcanzarlos. No puede renun-ciar a aclarar a la gente cules son los fines de la vida, la vidabuena, en el contexto de una vida buena en general.

    Adems de conocimiento y la prudencia tambin es precisoatender las demandas de justicia. De acuerdo a Cortina (2004:1)No basta con el egosmo inteligente, es necesaria la justicia lci-da. Es decir, no solo es preciso ensear a solucionar los conflic-tos, es preciso ensear a resolverlos con justicia, tomando encuenta a todos los involucrados, sus necesidades e intereses, sobretodo los ms dbiles.

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  • Se trata de lograr mnimos ticos irrenunciables, unas exi-gencias innegociables de justicia, que se conviertan en el sentircomn de los ciudadanos.

    Esta es una tica de unos mnimos de justicia, libertad y res-ponsabilidad por debajo de los cuales no es posible una conviven-cia social pacfica, digna y plenamente humana. Esos mnimossuelen ser, entre otros, valores como la libertad, la igualdad, lasolidaridad, el respeto, la tolerancia.

    Para Nussbaum, es necesario poner en prctica, en la educa-cin y en la poltica el ideal cosmopolita que preconiza un respetoigual para todos. Propone cultivar las facultades de objetividad eimaginacin que nos permiten reconocer la humanidad en el des-conocido y en el otro.

    Es preciso educar en y hacer poltica desde una mayor com-prensin, respeto y cooperacin que trasciendan las fronteras nacio-nales y de cualquier otro tipo, puesto que las sociedades deben en-contrar respuestas colectivas a unos desafos que, como las crisisecolgicas, las guerras o las epidemias, no respetan tales fronteras(Nussbaum, 2004: 1).

    De acuerdo a esto, la vida en convivencia con otros, requierefuertes sentimientos orientados hacia la justicia en un mundo in-justo y hacia la ayuda en un mundo donde muchos viven sinaquello que necesitan.

    Para Cortina (2004), educar para el cosmopolitismo conllevano solo a tener ciudadanos bien informados y prudentes en suselecciones de vida buena; sino tambin ciudadanos con un profun-do sentido de la justicia y la solidaridad.

    Todos estos planteamientos configuran la urgente necesidadde replantearnos no solo las perspectivas desde donde concebimosla ciudadana y el modelo de sociedad que aspiramos, sino tam-bin los nuevos roles que le corresponden a la educacin para que

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  • nadie se quede excluido del sistema y que conlleve a una integra-cin cultural a partir del reconocimiento de las diferencias.

    6. Algunas Reflexiones

    De la misma manera que el mundo ha cambiado, tambin losproblemas a los que nos enfrentamos han cambiado.

    Hemos visto como la nueva realidad social, est obligando ala educacin a desarrollar nuevas prcticas, nuevos discursos, queestn en sintona con los cambios. Siempre se ha habla de los re-tos del siglo XXI, de all la necesidad de generar un nuevos espa-cios para la convivencia humana.

    Estamos entonces ante la necesidad de vincular la educacinal desarrollo de una nueva tica global, una tica intercultural, lacual concebimos como un eje de valores que da cabida a la diversi-dad cultural.

    Se precisa el desarrollo de una tica en donde el otro, desdesu diferencia sea considerado un interlocutor vlido. Para ello esnecesario que la educacin asuma el desafo de formar ciudadanosticos, capaces de reflexionar sobre sus prcticas morales y que asu vez sea capaz de comprender las del diferente.

    Esta nueva tica global es importante e indispensable pararescatar los valores y principios que la humanidad necesita parasobrevivir en un mundo que quiere obviar esos valores en aras decrear un individualismo que excluye a millones de seres humanosen el globo. La tica intercultural no es excluyente, sino ms bienincluyente.

    Para finalizar, la educacin para una ciudadana cosmopolitaes siempre una construccin colectiva y esta construccin slo sepuede dar si todos los implicados reconsideran capaces de hacerlo.

    Por ser una construccin colectiva significa que el resultadoes producto de la relacin entre los actores que participan del pro-ceso de enseanza, es algo que est en la trama de las relaciones

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  • humanas. Es el producto de un autentico dilogo, de una ticadialogica, y cuando hay dialogo la verdad no est en uno ni enotro de los que participan en el dilogo, sino que est entre ellos.

    Educar para una ciudadana cosmopolita, implica facilitareste proceso de construccin dialgica, generar las condiciones,animar a la accin, a la participacin, a la creacin; y fomentar lavivencia de valores como la solidaridad y el desarrollo humanoequitativo.

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    La tica intercultural: una herramienta para formaruna ciudadana cosmopolita 109

    New Table of ContentsLa revolucin feministaElida Aponte SnchezSeccin de AntropologInstituto de Filosofa del DerechoUniversidad del Zulia. Maracaibo, Venezuela9The feminist revolution

    Tiempo y devenir. Imaginariode futuros imposiblesRaiza AndradeRaizabel MndezUniversidad de Los AndesMrida VenezuelaTel. 58-274-2633350/2402041.E-mail: [email protected] and Coming Events: The Images of Imposible Futures

    Una contrapropuesta latinoamericana para la integracin hemisfrica*Juan Carlos Morales ManssurLucrecia Morales GarcaAlba Ivonne Len de LabarcaLorena Rincn EizagaHudil RodrguezMara Alejandra FernndezSeccin de Integracin Latinoamericana. Instituto de Filosofa del Derecho. Facultad de Ciencias Jurdicas y Polticas. Universidaddel Zulia. Maracaibo-Venezuela. E-mail : [email protected]; [email protected]; [email protected]; [email protected]; [email protected] Latinamerican Counterproposal for Hemisferic Integration

    La tica intercultural: una herramienta para formar una ciudadana cosmopolitaMari GonzlezEsther GonzlezMara MarnCynthia MartnezEscuela de Trabajo SocialFacultad de Ciencias Jurdicas y PolticasUniversidad del Zulia. E-mail: [email protected]; [email protected]; [email protected]; [email protected] Ethics: A Tool to Form Cosmopolitan Citizenship