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Estudios y propuesta sobre la integración de la generación eoloeléctrica como actividad de

diversificación de las actividades productivas del sector rural mexicano

Preparado para: El proyecto Plan de Acción para Eliminar Barreras para el Desarrollo de la Generación Eoloeléctrica en México. Cofinanciado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF) a través del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y fungiendo como Agencia Ejecutora el Instituto de Investigaciones Eléctricas (IIE). Preparado por: Ing. Luis Martín Gómez R. (SWTDI-NMSU) Mtro. Robert Foster (SWTDI-NMSU)

Revisado por: Ing. Marco A. Borja (IIE) Dr. Jesús A. Tejeda Ricardez (IIE-PNUD) IIE: Instituto de Investigaciones Eléctricas SWTDI: Southwest Technology Development Institute-New Mexico State University

Noviembre de 2006

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Resumen Ejecutivo Introducción Actualmente, a escala global, existe amplia preocupación por asegurar el abastecimiento de energía a la vez que se desea reducir la emisión de gases de efecto invernadero para mitigar el Cambio Climático Global. Se ha reconocido que las fuentes de energía renovable pueden contribuir a solucionar este problema ya que, por su naturaleza, estas fuentes de energía son inagotables y las tecnologías que se han desarrollado para su aprovechamiento no generan gases de efecto invernadero; una de estas fuentes renovables es la energía eólica. En las últimas dos décadas, el desarrollo de la generación eoloeléctrica en el mundo se ha venido incrementando de manera sorprendente. De acuerdo con información del Global Energy Council, en los últimos 5 años la capacidad eoloeléctrica instalada en el mundo ha crecido a una tasa anual promedio cercana a 29%. A finales de 2005 la capacidad eoloeléctrica instalada el mundo ya era cercana a 60,000 MW (GWEC, 2006). Actualmente, cerca de 60 países ya cuentan con cierta cantidad de capacidad eoloeléctrica instalada. Las estrategias de desarrollo eoloeléctrico varían de un país a otro, dependiendo de sus necesidades y oportunidades. Sin embargo, la generación eoloeléctrica se ha colocado dentro del consenso mundial como un instrumento eficaz para alcanzar el desarrollo global sustentable, pues según estimaciones de la industria a nivel mundial, en el futuro cercano la energía eólica podría llegar a satisfacer una cantidad significativa de los requerimientos mundiales de electricidad, evitando la emisión de grandes cantidades de CO2. En México, documentos oficiales de planeación del sector eléctrico ya reconocen que el aprovechamiento del principal recurso eólico puede dar lugar a la instalación de cerca de 5,000 MW eoloeléctricos (Sener, 2005). La Asociación Mexicana de Energía Eólica (AMDEE) estima que actualmente el desarrollo viable de proyectos eoloeléctricos, para el período 2006-2014, es cercano a 3,000 MW (GWEC, 2006). Por otra parte, se sabe que la generación eoloeléctrica también trae beneficios sociales, principalmente en materia de generación de empleos, tanto en la fase de construcción, como en la de operación y mantenimiento; por ejemplo, la Asociación Alemana de Energía Eólica (BWE), ha estimado que en Alemania, en el año 2005, esta industria generó alrededor de 64,000 nuevos puestos de trabajo; el Global Wind Energy Council (GWEC) ha estimado que a escala mundial la industria eoloeléctrica ha generado cerca de 150,000 empleos. Además, se ha comprobado que la generación eoloeléctrica puede impulsar el desarrollo de áreas rurales, atrayendo inversiones, generando empleos y nuevas oportunidades de negocio en el ámbito de la micro y mediana empresas. Asimismo, se sabe que las centrales eoloeléctricas pueden ser una fuente de ingresos extras para los propietarios de

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las tierras, sin interrumpir o modificar sus actividades agropecuarias habituales. Un estudio realizado recientemente por los Laboratorios Nacionales de Energía Renovable de los Estados Unidos, concluyó que las inversiones en centrales eoloeléctricas pueden generar más beneficios en materia de generación de nuevos empleos, ganancias e impuestos que los que producen las inversiones en centrales eléctricas convencionales. Actualmente, en México existe un gran interés por lograr el mejor aprovechamiento del recurso eólico, por lo que diversas organizaciones, tanto públicas como privadas, están realizando acciones para dicho fin. Dentro de estas acciones de promoción de la energía eólica, el Instituto de Investigaciones Eléctricas (IIE), a través de su Gerencia de Energías No Convencionales, se encuentra desarrollando el proyecto Plan de Acción para Eliminar Barreras para el Desarrollo de la Generación Eoloeléctrica en México. Entre las metas de dicho proyecto está la generación de estudios orientados a proponer esquemas innovadores de negocio que tengan amplio potencial de réplica. En este contexto, se generó un estudio y propuesta para integrar la generación eoloeléctrica como una actividad de diversificación de las actividades productivas del sector rural mexicano. Planteamiento general En el ámbito de la promoción de la generación eoloeléctrica en México, una de las ideas que ha venido surgiendo es que se puedan integrar Pequeñas y Medianas Empresas conformadas por grupos de Pequeños Propietarios de tierras eólicas o inclusive por Ejidos, para generar electricidad en la modalidad de Pequeña Producción de Electricidad. De hecho, este es un esquema que ha probado generar amplios beneficios en algunos países industrializados, tal como es el caso de Alemania, líder mundial en generación eoloeléctrica, en donde actualmente existen cerca de 35,000 propietarios de pequeñas centrales eólicas que venden la energía que producen a las compañías eléctricas; en el marco de una legislación y regulación ad hoc. Un esquema de esta naturaleza podría generar beneficios multisectoriales, pues además de ser una oportunidad de promover el desarrollo socioeconómico de sectores rezagados, es también una opción más para la diversificación energética del país y para contribuir a mitigar el cambio climático global. Por inicio, la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica y su Reglamento, permiten la generación de electricidad en la modalidad de Pequeña Producción (centrales con capacidades menores que 30 MW). Generalmente, se reconoce que existe rezago en el sector rural mexicano y que, por consiguiente, existen muchas oportunidades de mejora para impulsarlo. Es ampliamente conocido que gran parte de la población rural de México, particularmente los jóvenes, suelen migrar hacia lugares que les ofrecen mejores oportunidades de desarrollo. En términos generales, se reconoce la importancia de buscar e implementar nuevas oportunidades de desarrollo del sector rural mexicano; este estudio se trata el tema de la generación eoloeléctrica como una actividad que podría contribuir a dichos fines.

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Alcance del estudio Partiendo desde los principios de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el estudio identifica los elementos legales, reguladores e institucionales que podrían sustentar una iniciativa de esta índole. Asimismo, identifica aquellos objetivos del Plan Nacional de Desarrollo y de los Programas Sectoriales con los que la idea planteada es congruente. Supone un escenario en el que en una pequeña parte de los ejidos se pudieran instalar pequeñas centrales eoloeléctricas (con capacidades iguales o menores que 5 MW) para que empresas ejidales pudieran generar electricidad en la modalidad de pequeña producción (para venta exclusiva a la CFE). Asimismo, supone que el resto de las tierras ejidales podría ser arrendado para la construcción de grandes proyectos eoloeléctricos. Por supuesto, considera que el área no afectada por los proyectos eólicos (cerca del 97%) se seguiría usando para realizar las actividades tradicionales o mejoradas en materia agropecuaria. Con base en dicho escenario se estimó el potencial de dichos proyectos para 13 entidades federativas que cuentan con recurso eólico. Asimismo, se estimaron los posibles beneficios socioeconómicos y los ambientales. Finalmente, se identificaron los retos que habría que enfrentar y superar para lograr que los proyectos de esta índole fueran realizables y se esbozaron las posibles soluciones. Resultados principales. En términos generales se encontró que en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos existen principios y artículos específicos que podrían sustentar una iniciativa de esta índole. Asimismo, se identificó que dichos principios ya están establecidos en Leyes y que en el Plan Nacional de Desarrollo y en Programas Sectoriales existen objetivos claros al respecto. Con base en el escenario supuesto y en consideraciones específicas para cada estado, se estimó que el potencial para pequeños proyectos eoloeléctricos ejidales en trece entidades federativas1 que cuentan con recurso eólico sería cercano a 161 proyectos lo que con base en una capacidad de 5 MW por proyecto acumularía 805 MW. Suponiendo que dicha capacidad eoloeléctrica operara con un factor de planta promedio de 25% (escenario conservador), la generación de electricidad correspondiente sería cercana a 1,763 GWh/año. La mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero sería cercana a 390,560 Gg.

1 Baja California, Baja California Sur, Chiapas, Chihuahua, Hidalgo, Nuevo Leon, Oaxaca, Quintana Roo, Sinaloa, Tamaulipas, Veracruz, Yucatán, y Zacatecas.

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Se estimó que la generación de empleos directos sería: 7,245 durante la fase de construcción y 3,220 durante la fase de operación y mantenimiento. Considerando la venta de electricidad a la CFE en la modalidad de Pequeña Producción (a 85% del Costo Total a Corto Plazo (CTCP) y un valor promedio del CTCP de $ 600 pesos M.N. por cada kWh) la facturación anual correspondiente sería cercana a 82 millones de dólares, lo que implicaría un promedio cercano a 500,000 dólares anuales por cada proyecto de 5 MW. Retos principales Es evidente que para lograr que proyectos de esta índole pudieran realizarse, sería necesario que el marco regulador e institucional aplicable contara con instrumentos específicos que condujeran a la viabilidad financiera de dichos proyectos; por ejemplo, instaurar programas de financiamiento adecuado, establecer mecanismos para garantía de pago de deuda, y desarrollar las capacidades técnicas y administrativas requeridas. Por inicio, los proyectos eoloeléctricos son intensivos en capital. El monto de la inversión podría estar entre 1,500 a 2,000 dólares por kW instalado (dependiendo del proyecto específico). Esto implica que el potencial de las inversiones para lograr instalar 805 MW eoloeléctricos en esta modalidad podría estar entre 1,208 a 1,610 millones de dólares. Es decir, entre 7.5 a 10 millones de dólares por cada proyecto de 5 MW. En las condiciones actuales, la remuneración por venta de electricidad a la CFE difícilmente sería suficiente para que proyectos de esta naturaleza fueran financiables y rentables en términos comerciales. Por ello, es posible que se requirieran apoyos específicos como podrían ser préstamos blandos, incentivos a la producción, o bien un incremento en el porcentaje de compra-venta de la energía eléctrica para estos casos (por ejemplo subir del 85% del CTCP al 99% del CTCP en la modalidad de recepción automática para pequeña producción de electricidad por empresas ejidales). Asimismo, un plan de esta naturaleza requeriría establecer los mecanismos para el financiamiento y la garantía de pago de deuda. Por inicio, se identificó que el esquema más adecuado sería mediante un fideicomiso institucional. Principales conclusiones y sugerencias • Se observó que la generación eoloeléctrica como actividad de diversificación de las

actividades productivas del campo en México, ofrece un amplio potencial de beneficios socio-económicos, además de contribuir a la diversificación energética en el contexto del desarrollo sustentable.

• En términos generales, el marco constitucional y el legislativo no requerirían

adecuaciones para que se pudieran llevar a cabo los proyectos. Asimismo, el Plan

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Nacional de Desarrollo y los Programas Sectoriales contemplan objetivos en los que una iniciativa de esta índole podría encontrar plena congruencia.

• No obstante, existen retos importantes que se tendrían que superar para lograr la

implementación de un plan o de un programa enfocado a los fines mencionados; entre ellos, el desarrollo de capacidades tanto en el ámbito institucional como en el local.

• Se considera que el nicho de oportunidad puede ser muy valioso para impulsar el

desarrollo del sector rural Mexicano. • Se sugiere implementar un Plan Piloto; por ejemplo con cuatro proyectos

eoloelécticos de hasta 5 MW, considerando su posible implementación en ejidos que ya estén avanzados en el conocimiento del tema eoloeléctrico.