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ESTUDIO DE MIGUEL HERNÁNDEZ Y SU OBRA POÉTICA. Miguel Hernández. Antología. 1. Miguel Hernández en su contexto literario. Se ha de situar la figura de este poeta en la tradición de la generación del 27 y su evolución posterior. Asimismo se ha de destacar su singularidad y hacer un breve repaso de su obra. 2. La temática de la poesía de Miguel Hernández. Se trata de incidir con, los ejemplos que se elijan de la Antología, en temas como la naturaleza, vida/muerte, amor, lo social y humano. 3. Aspectos de estilo de la poesía hernandiana. Se trata de destacar algunos de sus símbolos poéticos y principales procedimientos estilísticos en las distintas etapas de su evolución, así como de comentar ejemplos de las figuras retóricas más conocidas. Miguel Hernández Tradición y vanguardia en la poesía de Miguel Hernández Trayectoria poética de Miguel Hernández: la evolución de su poesía El compromiso social y político en la poesía de Miguel Hernández El lenguaje poético de Miguel Hernández: símbolos y figuras retóricas más destacadas Temas poéticos de Miguel Hernández La vida y la muerte en la poesía de MH 1. PANORAMA ESPAÑOL: MARCO HISTÓRICO –SOCIAL-LITERARIO Antes de abordar el estudio del grupo de poetas del 27, recuerda el momento histórico y las circunstancias político-sociales en las que se desarrollará su actividad literaria.

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ESTUDIO DE MIGUEL HERNÁNDEZ Y SU OBRA POÉTICA.

Miguel Hernández. Antología.

1. Miguel Hernández en su contexto literario.

Se ha de situar la figura de este poeta en la tradición de la generación del 27 y su evolución posterior. Asimismo se ha de destacar su singularidad y hacer un breve repaso de su obra.

2. La temática de la poesía de Miguel Hernández.

Se trata de incidir con, los ejemplos que se elijan de la Antología, en temas como la naturaleza, vida/muerte, amor, lo social y humano.

3. Aspectos de estilo de la poesía hernandiana.

Se trata de destacar algunos de sus símbolos poéticos y principales procedimientos estilísticos en las distintas etapas de su evolución, así como de comentar ejemplos de las figuras retóricas más conocidas.

Miguel Hernández

• Tradición y vanguardia en la poesía de Miguel Hernández

• Trayectoria poética de Miguel Hernández: la evolución de su poesía

• El compromiso social y político en la poesía de Miguel Hernández

• El lenguaje poético de Miguel Hernández: símbolos y figuras retóricas

más destacadas

• Temas poéticos de Miguel Hernández

• La vida y la muerte en la poesía de MH

1. PANORAMA ESPAÑOL: MARCO HISTÓRICO –SOCIAL-LITERARIO

Antes de abordar el estudio del grupo de poetas del 27, recuerda el momento histórico y las circunstancias político-sociales en las que se desarrollará su actividad literaria.

1900 1923 1931 1936-39 1950 1960 1975

CRISIS Dictadura Franco Transición - ConstituciónDE FIN DE SIGLO de Primo de Rivera

(Desastre del 98) (H. 1929 (Krack)

DEMOCRACIA

MONÁRQUICA

Sistema político: 2ª República GUERRA Liberización Desfase - Terrorismo

CIVIL política y - CEE Modernización país - PSOE

- Oligarquía de grandes enfrentamiento Desarrollo Ingreso terratenientes comunistas y fascistas Turismo OTAN

-pequeña burguesía -clase obrera

Cambios de partidos:Semana trágica de B.Huelga general de 1917Guerra del 14__partidismo, la situación se agrava en España.

1. La generación del 14. Madrid ciudad cosmopolita.En coincidencia con el estallido de la Gran Guerra hará su aparición una nueva generación de autores, que seguirán la senda de la renovación estética iniciada por sus predecesores, figuras ya consagradas aunque todavía en la plenitud creadora de su obra, avanzando por los caminos de la vanguardia.En el campo del pensamiento descolla la figura de José Ortega y Gasset. [Es el intelectual por excelencia, su pluma es puesta al servicio de su ideal renovador del espíritu y la vida política y social del país, para ello no desdeña ningún medio: el periódico, el libro, la cátedra, la conferencia, el ensayo... Hijo de Ortega y Munilla, director de los Lunes del Imparcial, recibió una educación esmerada, completada en Alemania, en Marburg -bastión del neokantismo-, Leipzig y Berlín -sede del neopositivismo alemán-, donde entró en contacto con la fenomenología de Husserl y con Heidegger. Catedrático de Metafísica en la Universidad de Madrid a los veintisiete años, en 1914 publicó su primer libro, Meditaciones del Quijote. A través de las páginas de El Espectador, iniciadas en 1916 y continuadas hasta 1934, recorrerá todas los temas, preocupaciones y aspiraciones de su generación, transformándose en su alma mater, papel que afianzaría con la fundación del periódico El Sol y las revistas España (1915-24) y Revista de Occidente (1923).

En 1923 publicó El tema de nuestro tiempo, donde, ya alejado de su inicial neokantismo, desarrolla las bases de su lebenphilosophie (filosofía de la vida), en plena concordancia con los aires que recorrían a Europa en esos años de crisis civilizatoria, representados por el éxito avasallador de Spengler y su Decadencia de Occidente y el impacto que, desde la expedición de Eddington y Crommelin en 1919, tuvo la teoría de la relatividad de Einstein, convertido a partir de entonces en un auténtico mito, que atravesaba fronteras geográficas y culturales. Ortega afianzado ya en su concepción filosófica, se adentrará en una larga reflexión sobre el papel de la historia en la génesis de la conciencia vital del hombre, en sus obras: En torno a Galileo (1933), Historia como sistema (1941) y Apuntes sobre el pensamiento (1943). Los vastos intereses de Ortega le llevaron a

ocuparse de problemas relacionados con la estética, la política o el análisis social, en Ideas sobre la novela (1914), La deshumanización del arte (1925), Vieja y nueva política (1914), España invertebrada (1921), Rectificación de la República (1933)...En 1930 publicó La rebelión de las masas, en la que Ortega expone su visión -cargada de nostalgia por la pérdida del gobierno de los notables característica del sistema político del liberalismo moderado posterior al cuarentayocho- sobre la irrupción de las masas al primer plano de la actuación política, en una Europa rasgada por la confrontación de las ideologías, movilizadas en torno a los pujantes fascismos y el nacionalsocialismo y el avance del movimiento comunista, alentado por la consolidación de la revolución de Octubre en la Unión Soviética.La influencia de Ortega en la cultura española del siglo XX encuentra pocos parangones. En el plano literario, tres nombres destacan, además del propio Francisco Ayala, por encima del resto: Ramón Pérez de Ayala, Gabriel Miró y Ramón Gómez de la Serna. A ellos habría que añadir en el campo del ensayo literario, la prosa científica y el compromiso político a Gregorio Marañon, Américo Castro, Salvador de Madariaga, Manuel Azaña y Luis Araquistáin.

Es también la obra y figura de Ramón Gómez de la Serna la que ejerció una mayor capacidad de atracción y fascinación, abanderado de las vanguardias artísticas del período de entreguerras, con claros paralelismos con el papel desempeñado por Apollinaire en el París de las vanguardias, cautivó a los jóvenes de la que sería conocida como generación del 27. Su escritura fragmentada, pletórica en imágenes y juegos metafóricos, encuentra en la greguería la forma que acaba imponiéndose en toda su obra, bordeando la literatura del absurdo recorrida por Jarry en el París de finales de siglo, introductor del futurismo a través de su revista Prometeo apadrinó todos los movimientos vanguardistas de la época. Es, sin embargo, su figura, en

calidad de inspirador y artífice de la tertulia del café del Pombo, la que adquirió tintes de leyenda como espejo y reflejo de una época, de la que ya sólo cabe la mirada nostálgica.[Con el estallido de la Gran Guerra asistimos al fin de todo un mundo, el de la Europa nacida con la Ilustración, el malestar de la cultura respecto de los valores de la Razón universalizadora, cristalizada en el positivismo como ideología, se expresa en el nacimiento de las vanguardias del París de la Belle Epoque, que precipita en la decadencia de la Viena fin de siglo para terminar eclosionando en la crisis civilizatoria de la Europa de la posguerra. Es el momento del ocaso del café de Levante, en el que se habían dado cita Azorín, Baroja, Valle-Inclán, los Machado, Rubén Darío, Penagos, Picasso, Romero de Torres, Gutiérrez Solana, Santiago Rusiñol, Zuloaga, Ciro Bayo, Corpus Barga, Bargiela, Silverio Lanza, Amado Nervo, Mateo Inurria... La guerra divide y apasiona a la opinión pública y a los intelectuales entre germanófilos y aliadófilos. Madrid se puebla de refugiados, espías y desertores del más variopinto pelaje, la capital adquiere así un repentino carácter cosmopolita, que impregna con su presencia a las tertulias de los cafés de los alrededores de la Puerta del Sol. Son los días del Palace, en los que Sánchez Carrillo escribe sus crónicas mientras se rumorea su affaire con Mata-Hari.] Se sigue la prensa con fruición, se dan pábulo a los rumores más variopintos alentados más por los deseos de los refugiados que por las realidades de los acontecimientos bélicos. Quién más quién menos se considera general de estado mayor o alto diplomático conocedor de los entresijos ocultos de los movimientos de las cancillerías. La guerra se enseñorea de las conversaciones y las tertulias, desplazando otras cuestiones ahora consideradas menores. Son los años en los que el café del Pombo comienza a brillar con luz propia. En el Antiguo Café y Botilleria de Pombo, situado en la calle Carretas, Ramón Gómez de la Serna estableció su tertulia en 1912, los sábados por la noche, como

punto de encuentro de todos los jóvenes creadores atraídos por los afanes de la renovación estética de las vanguardias, de la que quedaba excluida la política como tema de conversación, por expreso deseo de su mentor. Los años que siguen al estallido de la Gran Guerra son los del esplendor de los cafés y tertulias. Cerca del café de la Nueva Montaña, en la calle de Alcalá, se encuentran el Colonial y el

Universal; al otro lado de la Puerta del Sol, en Arenal abre sus puertas el Flor, mientras en el inicio de Preciados, enfrente del Ministerio de la Gobernación -hoy sede de la Presidencia de la Comunidad de Madrid-, se situaba el Oriental, rebasando el simbólico edificio, cercano a Carretas estaba el café de Puerto Rico -antes conocido como de las Columnas-, vecino del Antiguo Café de Levante, que marcaban el camino hacia el Pombo. Es el momento en el que nuevos personajes llenan los cafés, incorporándose o fundando nuevas tertulias, en las que conviven los nombres consagrados del noventayocho y los jóvenes del catorce que se abren paso en los círculos literarios y artísticos de la capital. Mientras en la Granja del Henar se dejaba caer Valle-Inclán, en sus

estancias en Madrid, donde Ortega y Gasset mantenía su tertulia antes de ir a la redacción de la Revista de Occidente, radicada por entonces en la sede de la librería Calpe (actual Casa del Libro), en la recién abierta Gran Vía; jóvenes como César González-Ruano, Carlos Fernández Cuenca, Miguel Pérez Ferrero o Manuel Gargallo se daban cita en el café Europeo, en torno a Enrique Jardiel Poncela, quien ya empezaba a despuntar en el mundo literario, por allí paraba ocasionalmente Antonio Machado cuando visitaba a su hermano Manuel, amén del café Metropolitano, en Cuatro Caminos, donde se encontraba con Guiomar. Del Europeo pasaran al café Comercial para terminar recalando en el Gijón, que en esos momentos comenzaría a cimentar su fama.

2. Las vanguardias y la generación del 27.La conmemoración del tercer centenario de la muerte de Góngora, organizado por el Ateneo de Sevilla en diciembre de 1927, dará lugar al encuentro de una serie de jóvenes poetas como Federico García Lorca, Jorge Guillén, Rafael Alberti, Dámaso Alonso, Pedro Salinas, Luis Cernuda, Gerardo Diego, Vicente Aleixandre, José Bergamín, Manuel Altolaguirre y Emilio Prados, más tarde conocidos como generación del 27, que encontraran en el ambiente de la Residencia de Estudiantes el lugar donde afianzar y proyectar su personalidad literaria. Si problemática resulta la denominación de generación del 98 para definir a los escritores que dominan el panorama literario del cambio de siglo, otro tanto ocurre con los poetas de la llamada generación del 27, dada la variedad de los planteamientos estilísticos, temáticos y literarios presentes entre los mismos, que parecen quedar encubiertos bajo el manto uniformizador de generación del 27, por lo que Jorge Guillén

prefería optar por el más ambiguo apelativo de generación de los años veinte, menos comprometedor en términos literario-culturales que la anterior para referirse a sus compañeros de letras. Ello no es óbice para que puedan ser señalados algunos rasgos comunes, consecuencia de su pertenencia a una misma edad generacional, de la existencia de marcos de sociabilidad comunes e influencias y problemáticas culturales similares, aunque las respuestas corrieran por caminos paralelos y a veces no coincidentes. La figura de Juan Ramón Jiménez ejerció sobre los nuevos jóvenes poetas una fuerte influencia. Las vanguardias artísticas, representadas paradigmáticamente por Valle-Inclán y Ramón Gómez de la Serna, con su permanente búsqueda de nuevos caminos a recorrer, sentando el precedente inmediatamente anterior del modernismo y el simbolismo, es consustancial al

ámbito de preocupaciones de los jóvenes poetas. Ortega y Gasset les abrió las páginas de Revista de Occidente, a la vez que sus ensayos, particularmente La deshumanización del arte (1925), les ponía en contacto con la problemática cultural europea de la posguerra, atravesada por la conciencia de crisis civilizatoria. Las actividades de la Residencia de Estudiantes con sus ciclos de conferencias y

visitantes extranjeros, en cuya amplia nómina se encontraban las figuras más insignes de la cultura europea del momento, desde la ciencia a las letras, de la filosofía y las artes, les permitió entrar en relación directa con las nuevas tendencias y movimientos que en Europa se estaban gestando y de los que fueron a la vez partícipes, como en el caso del surrealismo con García Lorca, Buñuel y Dalí. Sus viajes al extranjero, que les posibilitaron conocer directamente otros focos de irradiación cultural, con París, Alemania e Italia como lugares de atracción preferente, pero también de los Estados Unidos que emergía como sociedad joven en plena ebullición y expansión, con la ciudad de Nueva York a la cabeza, nueva metrópolis que irradiaba el espíritu de los nuevos tiempos. La vanguardia plástica de la escuela de Vallecas al surrealismo.En 1915 Ramón Gómez de la Serna organiza en el Salón de Arte Moderno la exposición pintores íntegros, en la que María Blanchard aparece como la figura más relevante. Ramón, impulsor de las vanguardias, apadrinaba así la ruptura con la pintura tradicional. En las artes plásticas esta ruptura se confirma con la Exposición Artistas Ibéricos, celebrada en la primavera de 1925 en el Palacio de Exposiciones del Retiro. El manifiesto firmado entre otros por Manuel Abril, José y Rafael Bergamín, Emiliano Bassal, Paco Durrio, Juan de Echevarría, Oscar Esplá, Manuel de Falla, García Lorca, Victorio Macho, García Maroto, Joaquín Sunyer, Guillermo de Torre y Daniel Vázquez Díaz se pronunciaba por la apertura a las corrientes vanguardistas. La exposición albergó alrededor de quinientas obras, entre las que destacaban las de Dalí, Echevarría, Valentín Dueñas, Victorio Macho, García Maroto, Moreno Villa, Pelegrín, Gutiérrez Solana, Saenz de Tejada, Ucelay, Urrutia y Pablo Zelaya, en la que se entremezclaban las primeras aproximaciones al surrealismo, con un incipiente cubismo, el informalismo y el realismo. En ella se conocieron el escultor Alberto Sánchez y Benjamín Palencia, que en 1927 crearon la Escuela de Vallecas que pervivió hasta 1936. El programa de la escuela perseguía en palabras de Alberto Sánchez "poner en pie el nuevo arte nacional que compita con el de París". En 1930 se celebró la Primera Exposición de Independientes, título que rememoraba el Salón de los Independientes parisino donde nació el impresionismo y las vanguardias artísticas. En 1931 se creaba la Agrupación Gremial de Artistas Plásticos. Las nuevas tendencias pictóricas encontraron expresión en la Exposición de Arte revolucionario organizada por el Ateneo en 1933. En esas fechas nace el grupo surrealista de Madrid, integrado por Maruja Mallo, José Caballero, Alfonso Ponce de León y Juan Antonio Morales. De esta forma las vanguardias encontraban también traducción en el campo de las artes plásticas. la Residencia de Estudiantes, cuya política de becas y ayudas permitió entrar en contacto a los jóvenes investigadores españoles con los centros más avanzados de la Europa del momento, facilitando así su proceso de formación y el establecimiento de relaciones científicas de nuestro país con el extranjero.

En este contexto surge la Junta para

la Ampliación de Estudios (JAE). Sus orígenes se remontan al ambiente regeneracionista propiciado por los fundadores de la Institución Libre de Enseñanza. El 28 de abril de 1900 se creaba el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, como consecuencia de la división del antiguo ministerio de Fomento. El nuevo ministerio se enfrentaba a la labor de proceder a una reforma del sistema educativo que fuera más allá

de los diversos ensayos reformistas del siglo XIX, que habían olvidado por completo la dimensión experimental e investigadora de la Universidad.

Las Misiones Pedagógicas intentaron llevar este ideal a la práctica mediante una actividad múltiple que comprendía desde las bibliotecas circulantes hasta sesiones de cine, pasando por la organización de lecturas, conferencias y una aproximación a la música a través de las audiciones discográficas, además de acercar el mundo del arte a la población por medio del Museo itinerante con copias de las obras del Museo del Prado. Estaban dirigidas por un patronato encabezado por Cossio y en el que se encontraban entre otros Antonio Machado, Pedro Salinas, Esplá y Barnes.

El Coro y el Teatro del pueblo, constituido por estudiantes, recorrían en verano los diversos pueblos de la provincia representando obras de los clásicos españoles. Estaba dirigido por Alejandro Casona y Eduardo M. Torner, mientras que el museo circulante estaba a cargo de Luis Cernuda, Rafael Dieste y Sánchez Barbudo, entre otros. El maestro en los pueblos era el introductor de las Misiones.

La Barraca, dirigida por Federico García Lorca, cumplió un papel de primer orden. En ella participaron estudiantes voluntarios de la Federación Universitaria Escolar (F.U.E.). Su primera gira se realizó en julio de 1931, funcionando hasta 1937.

En otras palabras, la creciente polarización política de los años treinta en Europa terminó afectando a la cultura republicana, que se vio atravesada por estas nuevas

corrientes que respondían a unos parámetros radicalmente diferentes y que encontraban sus inmediatas señas de identidad en la crisis civilizatoria que se desarrolló en los primeros años de la postguerra tras la hecatombe de 1918. En este contexto los católicos sociales de la Asociación Católica Nacional de Propagandistas, impulsada por Herrera Oria, encontró en las páginas de El Debate el medio de expresión para los tradicionalistas,

Sin embargo esta confrontación no agotaba la complejidad de las corrientes culturales que se desenvolvieron en la España republicana y que tuvieron en Madrid su mayor resonancia. Así, por ejemplo, desde el campo católico la respuesta no fue exclusivamente el tradicionalismo. Un catolicismo de carácter humanista, desde luego minoritario, se proyecto en la revista Cruz y Raya, fundada por José Bergamín en abril de 1933.

Esta creciente polarización provocó el paulatino distanciamiento y desengaño de alguno de los padres de la República como Ortega y Gasset. Otros, los denominados La tercera España siguieron la misma senda.

3. España en guerra. El fin de la Edad de Plata.

En Madrid, el estallido de la guerra había significado el desplazamiento de los republicanos y la hegemonía de las organizaciones obreras al menos hasta finales de 1937. Del Ateneo como lugar central del debate político e intelectual se pasó a las casas del pueblo y los ateneos libertarios como focos de expansión de la cultura obrera. Los intelectuales republicanos puestos en la tesitura de la guerra civil acentuaron su compromiso político, a través de la pluma o la acción directa. Ambos polos quedan representados respectivamente en las figuras de Antonio Machado y de Miguel Hernández como miliciano de la cultura o Rafael Alberti, impulsor junto a María Teresa León de la revista Octubre, fundada en junio de 1933 y mentores de Milicia Popular, diario del Quinto Regimiento cuyo primer número vio la luz el 26 de julio de 1936. En el publicaron trabajos entre otros Luis de Tapia, Ramón J. Sénder, José Bergamín, Rafael Alberti, José Herrera Peteré, Miguel Hernández y Antonio Machado. Escribieron poemas para la antología Poetas de la España leal, Emilio Prados, Manuel Altolaguirre, Vicente Aleixandre, José Moreno Villa, León Felipe, Miguel Hernández y Rafael Alberti. En su inmensa mayoría formaban parte de la Alianza de Intelectuales Antifascistas, constituida en julio de 1936, que publicó la revista El mono azul desde el 27 de agosto de 1936 hasta julio de 1938.

El 24 de noviembre de 1936 la crema y nata de la intelectualidad republicana abandonó la ciudad sitiada y maltratada por los bombardeos. El destino fue Valencia, nueva capital republicana. La nómina de viajeros comprendía un abigarrado y selecto

conjunto de figuras de las ciencias, las artes y las letras que había protagonizado el despertar de la cultura española durante el primer tercio del siglo XX y que había encontrado en Madrid su epicentro. En Valencia publicaron la revista Hora de España, de enero de 1937 a noviembre de 1938. En ella participaron León Felipe, Bergamín, Antonio Machado, Rodolfo Halfter, Luis Lacasa, Dámaso Alonso, José Gaos, José Fernández Montesinos, Alberti, Moreno Villa, Sánchez Barbudo, Rafael Dieste, Juan Gil Albert, Arturo Serrano Plaja, Manuel Altolaguirre, Ramón Gaya, Angel Gaos, María Zambrano, Rosa Chacel, Vicente Huidobro, Vicente Aleixandre, Emilio Prados, Luis Cernuda, Miguel Hernández..... Las bombas habían puesto fin a la edad de plata de la cultura española.

2. LITERATURA DEL GRUPO O GENERACIÓN DEL 27Según la edición de Vicente Gaos de la Antología del grupo poético del 27 de la editorial Cátedra , este grupo de autores recibió varios nombres, “nietos del 98”, “grupo del 27”, Cernuda les denominó “Generación del 25” basándose en las fechas como término medio de publicación de alguno de los miembros pertenecientes a dicha generación, sin embargo, prevalece la de “Grupo de 1927” eligiendo la fecha del tricentenario de Góngora, autor al que dichos escritores rindieron homenaje.

Su mentor es Juan Ramón Jiménez que pertenece a la llamada “generación novecentista” aunque uno de los grandes inspiradores fuera Ortega y Gasset también novecentista y Ramón Gómez de la Serna.

La nómina del grupo la formó Gerardo Diego en su Antología de 1932. Los poetas de esta generación constituyen un plantel por el que la crítica ha hablado de “un nuevo siglo de oro” (Lorca, Gerardo Diego, Alberti, Salinas, Guillén, Aleixandre, Altolaguirre, Prados, ¿Miguel Hernández?).

Características del arte nuevo

a) Afán de originalidadLa innovación alcanza a todo: lenguaje, métrica, temas...Se da entrada a muchas palabras inusitadas en el idioma poético; se prescinde del metro y la rima y se hace verso libre; se abandonan los eternos temas de la poesía –vida, amor, naturaleza, muerte, Dios- o se abordan despojados de su trascendencia o con humorismo.

La poesía se pone a cantar el mundo de los adelantos mecánicos, del progreso material y técnico, el ascensor, el teléfono, la máquina de escribir...Se da una deliberada falta de sentido, se eliminan signos de puntuación o no se a hace distinción de mayúsculas y minúsculas.Estas originalidades llevan a la poesía a las últimas consecuencias lo postulado por los simbolistas (Baudelaire, Rimbaud, Mallarmé y antes poetas como Góngora o los norteamericanos Poe y Walt Whitman.

b) Hermetismo.Para ser gustado de pocos, el poeta vanguardista se volvía hermético, oscuro; este afán lo copian del Romanticismo. El poeta renuncia a su antigua condición del vate, de guía espiritual de pueblos, de miembro social, para convertirse en un profesional, un técnico, un virtuoso de hacer poemas.

c) Autosuficiencia del arteLa poesía rompe los vínculos con lo real aspirando a convertirse en entidad dotada de vida independiente y autónoma, “poesía pura” o “poesía poética”. Para ello se prescinde de todo lo humano: sentimientos, emociones, anécdota, descripciones etc..., pero para otros literatos “pureza” significa “autenticidad” “sinceridad”, “lealtad”...Así que por un lado, se intenta llegar a una síntesis de todas las artes y el escritor se beneficia de procedimientos propios de la pintura o de la música, y por otro pone empeño en deslindar “literatura” y “poesía”, considerando lo literario demasiado impuro para ser poético

d) Antirrealismo y antirromanticismoEl poeta intenta eliminar en su poesía toda referencia a lo humano, que carezca de sentido y para ello se rompen los vínculos lógicos convirtiendo el poema en un sistema de signos expresado en un riguroso formalismo clásico.

Por otra parte, el poeta vanguardista combate el subjetivismo romántico (uso del Yo); así el autor desaparece tras el poema.

e) SobrerrealismoEl reino de lo infantil como promesa de futuro y reino de la incoherencia y falta de lógica se incorpora a la poesía así como el mundo de los sueños y el subconsciente popularizado por Freud. Dos notas incluye el surrealismo: la magia y la rebeldía.

f) Intrascendencia.Uno de los dogmas del vanguardismo aseguraba que el arte es una actividad inmanente que debe carecer de trascendencia moral, social, filosófica. La poesía es así mero juego, ingenioso deporte trivial, una actitud incomprometida, evasiva.

g) Predominio de la metáforaEra natural que predominara por aparecer en una poesía que aspiraba a deformar la realidad, o a eludirla.La imagen y la metáfora eran los más puros e imperecederos elementos del poema.

h) Escritura oníricaConsiste en escribir al dictado de la subconsciencia, taquigrafiarla y era congruente con el mundo absurdo y caótico que se trataba de expresar.

i) Atomización

La disolución literaria y el abuso de la metáfora convirtieron al poema en una sucesión ininterrumpida de imágenes. Se abandona el poema largo, para convertirse en un movimiento de dispersión, de desintegración.

Estas características fueron aportadas por la poesía vanguardista europea (1920-1940) pero España fue particularmente moderada porque nuestro vanguardismo fue resultado de la fusión de las nuevas tendencias de Europa con la tradición nacional. Todos los poetas –salvo Lorca. Han seguido escribiendo después de 1940 y han evolucionado más o menos, alejándose de los supuestos vigentes cuando dicha generación inició su camino.

NEOPOPULARISMO Y TRADICIÓNLos poetas del 27 se particularizaron por unir a las técnicas vanguardistas con las técnicas de la tradición y lo popular.La originalidad de Miguel Hernández radica fundamentalmente en saber expresar los sentimientos con un lenguaje sencillo, y a veces con connotaciones negativas por vulgar, de una forma sublime.La recreación culta de la tradición de corte popular recibe el nombre de neopopularismo, especialmente desde la generación del 27, la corriente popular llega a Miguel Hernández por dos vías:

a) por transmisión oral.b) por sus lecturas.

Por una parte, el entorno rural hacía familiares coplas de estaciones, cantares de siega tal como recoge Hernández en su autosacramental o en su teatro, y además memorizaba esas coplas y gustaba de cantarlas o improvisar. Por vía escrita tenía lecturas de cancioneros folklóricos o incluso lecturas del propio Lorca .

Miguel Hernández quería revitalizar ese tipo de canciones y será en sus primeros poemas y en Cancionero y Romancero de Ausencias donde Miguel Hernández revitaliza esos poemas de corte popular y tradicional , basados en recursos como las repeticiones: estribillos, paralelismos sintácticos y morfológicos, anáforas...; pero no se olvida del corte culto. Podemos comprobarlo en poemas como Cerca del agua o Me tiraste un limón y tan amargo.

MIGUEL HERNÁNDEZ

1. BIOGRAFÍA Y OBRA

[Remitid a la ofrecida por las antologías elegidas, no obstante, tendremos en cuenta las etapas según el cuadro de Jesucristo Riquelme en la Editorial Ecir]

Hemos de tener en cuenta al abordar este punto que la vida y obra de Miguel Hernández fueron en consonancia. Los cambios vitales fueron marcando la evolución de su obra.

Según Jesucristo Riquelme podríamos observar cuatro etapas:

I. El mundo externoLa naturaleza como vivencia y objeto de observación

EL ELLO Orihuela- Madrid

1910-1934

II. El mundo internoIntrospectivo y personalista del AMOR.

EL YO PERSONAL Orihuela-Madrid

1935-1936

III. El mundo externoReferido ahora al nosotros comprometido por la igualdad social.

EL NOSOTROS Guerra Civil1936-1939

IV. El mundo interno el del hombre como especie

EL YO UNIVERSAL Las cárceles1939-1942

Estas etapas se corresponden con las siguientes obras:

I. Primeras poesías o poemas de adolescencia (recogidas después en Poesías completas.

Perito en Lunas (1932)

II. El Rayo que no cesa 1935, editado en 1936

III. Viento del Pueblo 1937El hombre acecha 1938, publicado en Poesías completas en 1960

IV. Cancionero y Romancero de Ausencias 1938-1941 publicados en 1958 en Buenos Aires

Los primeros poemas reflejan esa visión de la Naturaleza que le proporciona su ciudad natal así como el tiempo que dedica a ejercer el pastoreo, pero reproducen ya las influencias literarias de sus lecturas tales como el bucolismo de Virgilio rastreado y encontrado en sus lecturas de Garcilaso de La Vega o Fray Luis de León, sin olvidar las lecturas de San Juan de la Cruz. Por ello frente a un tema pastoril nos podemos encontrar nombres como Leda de corte clásico.

Influyen también autores como Gabriel y Galán o Vicente Medina.

Perito en Lunas es la más original muestra del engarce miniaturista de la poesía pura española. está escrita en octavas reales en las que Miguel Hernández combina la metáfora culterana –como tradición culta- y el humor o ingenio de las adivinanzas- como tradición popular, tras la aforismos de José Bergamín y las greguerías de Ramón Gómez de al Serna.Los poemas no tienen título. Les otorga unidad la aparición de la forma lunar –en sus cuatros fases- que de forma surrealista sirve para retratar seres y objetos cotidianos (sandía, palmera, cohetes, gallo, toro...) Es la versión de un gongorismo muy plástico próximo a la visión del cubismo en pintura. De hecho su título original era “Poliedros”. Cada poema es una viñeta o cuadro de bodegón vanguardista. Por motivos editoriales quedaron fuera algunas décimas en clara imitación a las usadas por Jorge Guillén en Cántico que Miguel Hernández leía y releía e imitaba, pero sin la reflexión guilleniana.

El Rayo que no cesa coincide con su 2 º etapa la del Yo interno y su segundo viaje a la capital. Es una etapa en la que el poeta compone un bloque de poemas que se conocen como el silbo vulnerado que se puede dividir en tres momentos que irán desde su primer “conceptismo cristiano” (cambia a Góngora por Quevedo) a la poesía amorosa de Imagen de tu huella, en la que se presiente ya El rayo que no cesa. El poeta constata que lo que escribe en la revista El Gallo Crisis no gusta a su nuevo círculo madrileño. Aconsejado por Neruda y Aleixandre se aleja de lo religioso y se sumerge en el surrealismo con la publicación de La destrucción o el amor de V. Aleixandre y la publicación de la Revista Caballo Verde para la poesía que postula la “poesía impura” o comprometida y Neruda incorpora a Miguel Hernández como colaborador. El Rayo que no cesa nace del dolor más hondo del poeta que en un momento de las relaciones tensaban por estas cuestiones literarias. No sólo vivió esta crisis literaria y personal, también vivió una crisis amorosa. Con Miguel H. asentado en la capital se abre una brecha entre Josefina Manresa y su castidad provinciana que sigue en Orihuela, y la vida abierta que el poeta explora en la capital. Su relación va y viene, incluso llega a interrumpirse, momento en el que se acerca a María Cegarra, que lo rechaza y que inspira parte de su poesía amorosa de este libro y la pintora Maruja Mallo, con la que sí tuvo relaciones carnales que no llegaron a buen fin.

Después de estos escarceos amorosos, retoma las relaciones con Josefina Manresa a la que dedica algunos poemas de este libro con carácter de reproche (Me tiraste un limón, Una querencia tengo por tu acento, te me mueres de casta y de sencilla).El soneto será el vehículo principal de este poemario, al modo quevedesco y junto a él tres poemas que se saltan la norma: silvas, redondillas y tercetos encadenados (Me llamo barro, un carnívoro cuchillo y la Elegía a Ramón Sijé) que muere unos meses antes a su publicación.

En este poemario ya incorpora la temática básica de MiguelHernández “la herida” del amor, de la muerte y la vida. El amor es pasión atormentada por el anhelo insatisfecho y unas ansias de posesión frustradas; el poeta pena de amor. En este “penar” por amor, un amor humano y apasionado, vivido , el poeta depura su lenguaje gongorino creando metáforas desgarradas: la pena no es sólo “cardo”, “zarza” sino también “huracán de lava” “rayo” “carnívoro

cuchillo”, la melancolía del enamorado deviene herida “Picuda y deslumbrante pena” La herida del amor (rayo/cuchillo) se encarna además con el símbolo del toro. “Como el toro he nacido para el luto”

Comienza con una dedicatoria a la amada desdeñosaLa apertura se hace con “un carnívoro cuchillo” al que siguen 13

sonetos más, el primero evoca el título “¿No cesará este rayo que me habita?”.

El eje central “Me llamo barro” escrito en silvas y en el que vemos la absoluta sumisión a la amada por parte del enamorado.Cierre “Elegía a Ramon Sijé” en tercetos encadenados y un Epílogo “Soneto final”.

La estructura y los componentes temáticos del poemario nos remiten al modelo de los cancioneros de la tradición del “amor cortés” petrarquista. Así a su experiencia amorosa se articula en tres tópicos dominantes: la queja dolorida, el desdén de la amada y el amor como muerte. El poeta vive su pasión amorosa como un permanente sufrimiento . La amada aparece siempre como inaccesible o esquiva y ante ese desdén el poeta no duda en expresar su sumisión incondicional, su “vasallaje” como vemos en “Me llamo barro”.

Además se añade la vivencia trágica del toro como comparación a ese amor frustrante y frustrado “”y dejas mi deseo en una espada , /como el toro, burlado como el toro”. También se añaden algunos sonetos de circunstancias como “Me tiraste un limón” que recrean anécdotas o situaciones del juego amoroso.

El cambio político y estético de Miguel Hernández se produce alrededor de 1935 y se afianzará alrededor del 36 cuando el agitado ambiente de la República y el estallido de la guerra civil en julio de 1936, le arrastran a una poesía de testimonio y denuncia. Los acontecimientos despiertan en él una conciencia de responsabilidad colectiva; comprende el poder transformador de la palabra, su función social y política. La solidaridad será su lema y fruto de ello será su libro Viento del pueblo.Se trata de una poesía comprometida, en la que recrea su carácter oral (sus poemas servían para arengar en el frente) , de ahí el empleo del romance y del octosílabo , verso más popular. Lo lírico cede a lo épico. El poeta asume una función “profética”. Dicha función se articula en tres tonos:

1).Exaltación (heroica de los hombres que luchan por la justicia y la libertad) . Ved poemas Vientos del pueblo, El Sudor, Canción del esposo soldado

2) Lamentación (por las víctimas de los opresores) Ved poemas El niño yuntero, Aceituneros...

3) Imprecación (a los enemigos, opresores y explotadores) “Los cobardes”. El yo lírico se funde con un nosotros , sobre todo con seres anónimos o

grupos sociales (campesinos, niño yuntero, jornaleros, aceituneros...) que se convierten en arquetipos o modelos de los oprimidos o explotados y esa llamada al “tú” lírico (función apelativa) se expresa con el apóstrofe.

El tono de exaltación es el dominante en el libro mitificando a esos seres protagonista y también se mitifica el poeta que se identifica con una

colectividad (Poema Vientos del pueblo) como pueblo combativo y orgulloso y anunciándose proféticamente el triunfo sobre el opresor.

La lamentación le sirve para identificarse con las víctimas (niño yuntero) y el tono de imprecación le servirá para insultar a los tiranos (Ejemplo el poema “las manos” que nos habla del contraste entre ricos y pobres, pueblo-tiranos.

Tras viajar a la URSS el poeta está cansado y le inunda un gran pesimismo el espectáculo bélico, viendo peligrar la victoria. Prepara entonces su segundo libro de guerra El hombre acecha.

Consta de diecinueve poemas escritos entre 1937 y 1938 posee los mismos moldes métricos –estéticos que el anterior, pero cambia el tono y el tratamiento. Es un libro más estructurado y los tonos de exaltación a los héroes enmudecen para lamentarse por las víctimas

Ved poemas “Canción primera” “llamo al toro de España” “Madre España”Se utilizan metáforas feroces en contra de los enemigos y en cuanto al

tratamiento de los temas se observa una oposición entre las fuerzas de lo positivo y lo negativo: heroísmo-solidaridad; trabajo-progreso-libertad-opresión. Para ello utiliza núcleos simbólicos: fiera-garra (hombre que acecha al hombre) toro (poder fecundador y principio de la vida: la patria, España) tierra-madre (España) y para las fuerzas negativas : símbolos zoomórficos que remiten a las fuerzas del odio y la crueldad (gallinas, lobos, águilas, tiburones, panteras, cuervos). Por el contrario “luz” y “agua” tienen valores positivos y la “sangre” doble valor: fuerza y pasión o destrucción y muerte.

En 1939, Miguel Hernández vive la muerte de su primer hijo, el nacimiento de su segundo hijo a principio de 1939 le compensará aunque él no conocerá a su padre en libertad. Miguel Hernández es detenido en mayo de 1939 y en septiembre al salir de la cárcel y antes de volver a ser detenido definitivamente , Miguel Hernández entrega a su esposa un cuaderno manuscrito titulado Cancionero y Romancero de Ausencias.

Tenía en su origen 79 poemas a los que se han ido añadiendo en diversas ediciones hasta alcanzar un número de 137 poemas construidos casi como un diario íntimo hasta 1941.

Con este último poemario, Miguel Hernández alcanza la madurez poética con una poesía desnuda (la sencillez de la lírica popular le da el molde), teñida de un tono trágico, en la que se abordan los temas obsesionantes de su mundo lírico: la vida, el amor y la muerte, sus “tres heridas” marcadas siempre por la ausencia y la elegía.Los dos grandes símbolos son “el día” y “la noche”.

El yo social pasa ahora a ser el “yo íntimo”, el yo lírico herido y desolado. Entre los signos de esa desolación están las fuerzas del odio: el tema de la guerra o el de la privación totalVed poemas Tristes guerras . Ausencia. No quiso ser. Muerto mío, muerto mío.

La privación motivada por la muerte se asocia a la muerte de su hijo y se ubica en la casa/ataúd.

Por otra parte, la privación motivada por la cárcel se orienta hacia la relación amorosa y la figura de la esposa. El amor frustrado por la ausencia, la

soledad del amor vivido desde la cárcel conllevan al dolor, pero el amor es una fuerza redentora.Ved poemas Vals de los enamorados, Menos tu vientre (La amada ahora es

esposa y madre, de ahí el símbolo del vientre)Ved poema Nanas de la cebolla

La simbología se centra en los elementos primordiales (agua, tierra, aire y fuego) los colores, los campos de luz , las flores, las aves organizándose en lo antitético; luz/oscuridad, abierto/cerrado. Por último, la desnudez de esta poesía se enmarca en la sencillez de la poesía breve, esencial, de canción con esquemas métricos de rima asonante y recursos literarios como la anáfora y el paralelismo.

2.TRADICIÓN Y VANGUARDIA EN LA POESÍA DE MIGUEL HERNÁNDEZ

Miguel Hernández absorbió desde sus lecturas a nuestros clásicos, pero también a los poetas de la Generación del 27, sus mayores. De ahí que Dámaso Alonso lo nombrara “genial epígono” del 27, aunque con ironía pues es bien sabido que lo consideraban “un provinciano” y nunca como uno de los suyos. Quizás sólo Vicente Aleixandre le profesó auténtica amistad, pero Hernández supo seguir la estela de todos, de ahí que la fusión entre vanguardia y tradición sea una característica que una a Hernández con dicha Generación.

Esta fusión se debe a tres razones:

a) la tradición literaria:

Los clásicos de nuestro Siglos de Oro, desde San Juan de la Cruz, Fray Luis de León y Garcilaso (no sólo sonetos sino también sus églogas) hasta los poetas del Barroco: el trágico sentir de Quevedo, el teatro de Lope (sonetos y su neopopularismo) y la metáfora culterana de Góngora (homenajeado precisamente del 27), y el género teatral del autosacramental de Calderón de la Barca.Poemas que reflejan eso: El silbo de afirmación de la aldea

Umbrío por la penaPintada está mi casa

Por tu pie, la blancura más bailableMis ojos sin tus ojosTengo estos huesos hechos a las penas

La poesía de Bécquer reflejada en la desnudez y la técnica del simbolismo Me llamo barro aunque Miguel me llamen

El neopopularismo versión culta de formas populares (El Romancero, el cancionero tradicional, las canciocillas de Gil Vicente) y el costumbrismo regionalista de Vicente Medina y Gabriel y Galán.

b) La influencia de la generación anterior:-La poesía simbolista-modernista de Rubén Darío, cuya influencia fue crucial en toda la poesía del XX (Pastoril)

-La poética de Juan Ramón Jiménez, maestro de la Generación del 27 que enseñó “la poesía desnuda” siguiendo la “poesía pura” de Valéry que a su vez se unió al concepto orteguiano de “deshumanización del arte”.

c) Las vanguardias literarias[Remitid a las características de las vanguardias en la introducción

de la generación del 27]Sirva para concluir en estas influencias que todos partieron de la

deshumanización del arte de Ortega en la que la anécdota humana ha de desaparecer de la poesía para dar paso a la creación metafórica en estado puro. Por ello Surge el Ultraísmo de G. De la Torre (fusión del Futurismo y el Cubismo) y el Creacionismo de Vicente Huidobro al que siguió Gerardo Diego. Prueba de ello es que tanto Hernández como el resto de la Generación en su primera etapa así lo hicieron, el mayor ejemplo en la obra poética de Miguel Hernández fue Perito en lunas en el que gongorismo y ultraísmo se funden. En los años 30 influyen más las corrientes vanguardistas como las del Surrealismo con técnicas como la escritura automática que no se llevó a cabo en su totalidad en estos autores del 27. Esta influencia implicará también una renovación de la imagen poética y una reivindicación de la “poesía impura” a través de revistas como “Caballo verde para la poesía” en 1935 por Pablo Neruda y en el que resalta el poemario de “La destrucción o el amor” de Vicente Aleixandre, libro de cabecera de Miguel Hernández.No podemos olvidar el pionero de las vanguardias Ramón Gómez de la Serna creador de las greguerías (metáfora +humor) que nos recuerdan el juego de “acertijos” encerrados en las octavas de Perito en lunas.

Así en la poesía de Miguel Hernández se produce una simbiosis de todas estas influencias. En su primera etapa la influencia clásica bajo la mano de Ramón Sijé, pero a partir del 27 será Góngora y la poesía pura de Jorge Guillén como nos muestra Perito en lunas (los cuadros representados de realizados de la vega baja del Segura se elaboran metafóricamente utilizando gongorismo, vanguardismo tardío Ultraísmo) y hermetismo intenso y lúdico del acertijo poético.

En el Rayo que no cesa (1935) por su crisis personal y amorosa sigue los pasos de Neruda por la “poesía impura” Residencia en la Tierra y la del Surrealismo de V. Aleixandre en (La destrucción o el amor) fundido con la tradición.a)Trabaja la métrica clásica (soneto, silvas, redondillas y tercetos encadenados.b)La estructura y los componentes temáticos responden al “cancionero” de la tradición del “amor cortés” petrarquista .Vemos como el poeta sufre el desdén de la amada.

Poema: Tu pie, ¿Recuerdas aquel cuello? Ser onda tu peloc) La “herida” de amor tiñe el poemario de tragedia y contemplamos “el dolorido sentir” garcilasiano y el desgarrón afectivo de Quevedo.

Poema: Umbrío por la pena casi brunoAl irrumpir la guerra, en la que Miguel Hernández se convierte en el “poeta soldado” Viento del pueblo remite a la poesía impura” "Canción del esposo soldado” o “las manos”. Desde la métrica abundan el romance y el uso del

octosílabo (neopopularismo) y en la imagen domina lo vanguardista, la metáfora surrealista. Poemas : Aceituneros, Niño yuntero. En El hombre acecha domina más el versolibrismo de la poesía impura.

Por último, en la última etapa con Cancionero y romancero de ausencias el diario íntimo de sus desgracias, Miguel Hernández camina hacia el sendero de la desnudez poética que repercute en los símbolos y en las imágenes poéticas surrealistas unidas a los escuetos esquemas de la canción tradicional o se encauzan en formas de romances con rima asonante. Nuevamente la tradición ofrece sus moldes a la vanguardia.

[Remitid al concepto de neopopularismo que se dio en el grupo del 27 y, por supuesto, en Miguel Hernández.]

REFERENTES LITERARIOS

Vida retirada

Fray Luis de León

¡Qué descansada vidala del que huye el mundanal ruidoy sigue la escondidasenda por donde han idolos pocos sabios que en el mundo han sido!

Que no le enturbia el pechode los soberbios grandes el estadoni del dorado techose admira fabricadodel sabio Moro, en jaspes sustentado.

No cura si la famacanta con voz su nombre pregonerani cura si encaramala lengua lisonjeralo que condena la verdad sincera.

¿Qué presa a mi contentosi soy del vano dedo señalado?¿Si en busca de este vientoando desalentadocon ansias vivas, con mortal cuidado?

¡Oh monte, oh fuente, oh rio,o secreto seguro y deleitoso!

Roto casi el navíoa vuestro almo reposohuyo de aqueste mar tempestuoso.

Un no rompido sueño,un día puro, alegre, libre quiero;no quiero ver el ceñovanamente severode a quien la sangre ensalza o el dinero.

Despiérteme las avescon su cantar sabroso no aprendido;no a los cuidados gravesde que es siempre seguidoel que al ajeno arbitrio está atentido.

Vivir quiero conmigogozar quiero del bien que debo al Cielo.a solas, sin testiggo,libre de amor, de celo,de odio, de esperanzas , de recelo.

Del monte en la ladera,por mi mano plantado, tengo un huerto,que con la primaverade bella flor cubiertoya muestra en esperanza el fruto cierto.

Y como codiciosapor ver y acrecentar su hermosuradesde la cumbre airosauna fontana purahasta llegar corriendo se apresura.

Y luego sosegada,el, paso entre los árboles torciendo,el suelo de pasadade verdura vistiendoy con diversas flores va esparciendo.

El aire el huerto oreay ofrece mil olores al sentido;los árboles meneacon un manso ruidoque del oro y del cero pone olvido.

Téngame su tesorolos que de un falso leño se confían;no es mío ver el lloro

de los que desconfíancuando el cierzo y el álbrego porfían.

La combatida antenacruje, y en ciega noche el claro díase torna , al cielo suenaconfusa voceríay la mar enriquecen a porfía.

A mí una pobrecillamesa de amable paz bien abastadame basta, y la vajillade fino oro labrada,sea de quien la mar no teme airada.

Y mientras miserable-mente se están los otros abrasandocon sed insaciabledel peligroso mando,tendido yo a la sombra esté cantando.

A la sombra tendido,de hiedra y lauro eterno coronado,puesto el atento oídoal son dulce acordadodel plectro sabiamente meneado.

San Juan de la Cruz

(1542-1591)

Llama de amor viva

¡Oh llama de amor vivaque tiernamente hieresde mi alma en el más profundo centro!Pues ya no eres esquivaacaba ya si quieres, 5¡rompe la tela de este dulce encuentro!

¡Oh cauterio süave!¡Oh regalada llaga!¡Oh mano blanda! ¡Oh toque delicadoque a vida eterna sabe 10y toda deuda paga!Matando, muerte en vida has trocado.

¡Oh lámparas de fuegoen cuyos resplandores

las profundas cavernas del sentido, 15que estaba oscuro y ciego,con estraños primorescolor y luz dan junto a su querido!

¡Cuán manso y amorosorecuerdas en mi seno 20donde secretamente solo moras,y en tu aspirar sabrosode bien y gloria lleno,cuán delicadamente me enamoras!

De: Floresta de rimas antiguas castellanas, por Juan Nicholas Böhl de Faber. Hamburgo: Perthes y Besser, 1821.

Estrofa: Lira (estrofa con 5-7 versos de once y de siete sílabas, con rima perfecta). Aquí se emplea el esquema: abCabC

1. En una noche oscura,con ansias, en amores inflamada

¡oh dichosa ventura!,salí sin ser notada

estando ya mi casa sosegada.

2. A oscuras y segura,por la secreta escala disfrazada,

¡Oh dichosa ventura!,a oscuras y en celada,

estando ya mi casa sosegada.

3. En la noche dichosaen secreto, que nadie me veía,

ni yo miraba cosa,sin otra luz y guía

sino la que en el corazón ardía.

4. Aquésta me guiabamás cierto que la luz del mediodía,

adonde me esperabaquien yo bien me sabía,

en parte donde nadie parecía.

5. ¡Oh noche que guiaste!¡Oh noche amable más que la alborada!

¡Oh noche que juntasteAmado con amada,

amada en el Amado transformada!

6. En mi pecho floridoque entero para él sólo se guardaba,

allí quedó dormido,y yo le regalaba,

y el ventalle de cedros aire daba

7. El aire de la almena,cuando yo sus cabellos esparcía,

con su mano serenaen mi cuello hería

y todos mis sentidos suspendía.2.

8. Quedéme y olvidéme,el rostro recliné sobre el Amado,

cesó todo y dejéme,dejando mi cuidado

entre las azucenas olvidado.

San Juan de la Cruz

Sin arrimo y con arrimo,sin luz y a oscuras viviendo,todo me voy consumiendo.

1. Mi alma está desasidade toda cosa criaday sobre sí levantada,y en una sabrosa vida

sólo en su Dios arrimada.Por eso ya se dirá

que mi alma se ve yasin arrimo y con arrimo.

2. Y, aunque tinieblas padezcoen esta vida mortal,

no es tan crecido mi mal,porque, si de luz carezco,

tengo vida celestial ;porque el amor de tal vida,

cuando más ciego va siendo,que tiene al alma rendida,

sin luz y a oscuras viviendo

3. Hace tal obra el amordespués que le conocí,

que, si hay bien o mal en mí,todo lo hace de un sabor,

y al alma transforma en sí ;y así, en su llama sabrosa,

la cual en mí estoy sintiendo,apriesa, sin quedar cosa,

todo me voy consumiendo

San Juan de la Cruz

Garcilaso de la Vega

(1501-1536)

Egloga I

El dulce lamentar de dos pastores,Salicio juntamente y Nemoroso,he de contar, sus quejas imitando;cuyas ovejas al cantar sabrosoestaban muy atentas, los amores, 5(de pacer olvidadas) escuchando.Tú, que ganaste obrandoun nombre en todo el mundoy un grado sin segundo,agora estés atento sólo y dado 10el ínclito gobierno del estadoAlbano; agora vuelto a la otra parte,resplandeciente, armado,representando en tierra el fiero Marte; agora de cuidados enojosos 15y de negocios libre, por venturaandes a caza, el monte fatigandoen ardiente jinete, que apresurael curso tras los ciervos temerosos,que en vano su morir van dilatando; 20espera, que en tornandoa ser restituidoal ocio ya perdido,luego verás ejercitar mi plumapor la infinita innumerable suma 25de tus virtudes y famosas obras,antes que me consuma,faltando a ti, que a todo el mondo sobras.

En tanto que este tiempo que adivinoviene a sacarme de la deuda un día, 30que se debe a tu fama y a tu gloria(que es deuda general, no sólo mía,mas de cualquier ingenio peregrino

que celebra lo digno de memoria),el árbol de victoria, 35que ciñe estrechamentetu gloriosa frente,dé lugar a la hiedra que se plantadebajo de tu sombra, y se levantapoco a poco, arrimada a tus loores; 40y en cuanto esto se canta,escucha tú el cantar de mis pastores. Saliendo de las ondas encendido,rayaba de los montes al alturael sol, cuando Salicio, recostado 45al pie de un alta haya en la verdura,por donde un agua clara con sonidoatravesaba el fresco y verde prado,él, con canto acordadoal rumor que sonaba, 50del agua que pasaba,se quejaba tan dulce y blandamentecomo si no estuviera de allí ausentela que de su dolor culpa tenía;y así, como presente, 55razonando con ella, le decía:

Salicio:

¡Oh más dura que mármol a mis quejas,y al encendido fuego en que me quemomás helada que nieve, Galatea!,estoy muriendo, y aún la vida temo; 60témola con razón, pues tú me dejas,que no hay, sin ti, el vivir para qué sea.Vergüenza he que me veaninguno en tal estado,de ti desamparado, 65y de mí mismo yo me corro agora.¿De un alma te desdeñas ser señora,donde siempre moraste, no pudiendode ella salir un hora?Salid sin duelo, lágrimas, corriendo. 70

El sol tiende los rayos de su lumbrepor montes y por valles, despertandolas aves y animales y la gente:cuál por el aire claro va volando,cuál por el verde valle o alta cumbre 75paciendo va segura y libremente,cuál con el sol presenteva de nuevo al oficio,y al usado ejerciciodo su natura o menester le inclina, 80siempre está en llanto esta ánima mezquina,cuando la sombra el mondo va cubriendo,o la luz se avecina.Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.

¿Y tú, de esta mi vida ya olvidada, 85sin mostrar un pequeño sentimientode que por ti Salicio triste muera,

dejas llevar (¡desconocida!) al vientoel amor y la fe que ser guardadaeternamente sólo a mí debiera? 90¡Oh Dios!, ¿por qué siquiera,(pues ves desde tu alturaesta falsa perjuracausar la muerte de un estrecho amigo)no recibe del cielo algún castigo? 95Si en pago del amor yo estoy muriendo,¿qué hará el enemigo?Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.

Por ti el silencio de la selva umbrosa,por ti la esquividad y apartamiento 100del solitario monte me agradaba;por ti la verde hierba, el fresco viento,el blanco lirio y colorada rosay dulce primavera deseaba.¡Ay, cuánto me engañaba! 105¡Ay, cuán diferente eray cuán de otra maneralo que en tu falso pecho se escondía!Bien claro con su voz me lo decíala siniestra corneja, repitiendo 110la desventura mía.Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.

¡Cuántas veces, durmiendo en la floresta,(reputándolo yo por desvarío)vi mi mal entre sueños, desdichado! 115Soñaba que en el tiempo del estíollevaba, por pasar allí la sienta,a beber en el Tajo mi ganado;y después de llegado,sin saber de cuál arte, 120por desusada partey por nuevo camino el agua se iba;ardiendo yo con la calor estiva,el curso enajenado iba siguiendodel agua fugitiva. 125Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.

Tu dulce habla ¿en cúya oreja suena?Tus claros ojos ¿a quién los volviste?¿Por quién tan sin respeto me trocaste?Tu quebrantada fe ¿dó la pusiste? 130¿Cuál es el cuello que, como en cadena,de tus hermosos brazos anudaste?No hay corazón que baste,aunque fuese de piedra,viendo mi amada hiedra, 135de mí arrancada, en otro muro asida,y mi parra en otro olmo entretejida,que no se esté con llanto deshaciendohasta acabar la vida.Salid sin duelo, lágrimas, corriendo. 140

¿Qué no se esperará de aquí adelante,por difícil que sea y por incierto?O ¿qué discordia no será juntada?,

y juntamente ¿qué tendrá por cierto,o qué de hoy más no temerá el amante, 145siendo a todo materia por ti dada?Cuando tú enajenadade mi cuidado fuiste,notable causa diste,y ejemplo a todos cuantos cubre el cielo, 150que el más seguro tema con receloperder lo que estuviere poseyendo.Salid fuera sin duelo,salid sin duelo, lágrimas, corriendo.

Materia diste al mundo de esperanza 155de alcanzar lo imposible y no pensado,y de hacer juntar lo diferente,dando a quien diste el corazón malvado,quitándolo de mí con tal mudanzaque siempre sonará de gente en gente. 160La cordera pacientecon el lobo hambrientohará su ayuntamiento,y con las simples aves sin ruidoharán las bravas sierpes ya su nido; 165que mayor diferencia comprendode ti al que has escogido.Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.

Siempre de nueva leche en el veranoy en el invierno abundo; en mi majada 170la manteca y el queso está sobrado;de mi cantar, pues, yo te vi agradadatanto que no pudiera el mantuanoTítiro ser de ti más alabado.No soy, pues, bien mirado, 175tan disforme ni feo;que aún agora me veoen esta agua que corre clara y pura,y cierto no trocara mi figuracon ese que de mí se está riendo; 180¡trocara mi ventura!Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.

¿Cómo te vine en tanto menosprecio?¿Cómo te fui tan presto aborrecible?¿Cómo te faltó en mí el conocimiento? 185Si no tuvieras condición terrible,siempre fuera tenido de ti en precio,y no viera de ti este apartamiento.¿No sabes que sin cuentobuscan en el estío 190mis ovejas el fríode la sierra de Cuenca, y el gobiernodel abrigado Estremo en el invierno?Mas ¡qué vale el tener, si derritiendome estoy en llanto eterno! 195Salid sin duelo, lágrimas, corriendo. Con mi llorar las piedras enternecensu natural dureza y la quebrantan;los árboles parece que se inclinan:las aves que me escuchan, cuando cantan, 200

con diferente voz se condolecen,y mi morir cantando me adivinan.Las fieras, que reclinansu cuerpo fatigado,dejan el sosegado 205sueño por escuchar mi llanto triste.Tú sola contra mí te endureciste,los ojos aún siquiera no volviendoa lo que tú hiciste.Salid sin duelo, lágrimas, corriendo. 210 Mas ya que a socorrerme aquí no vienes,no dejes el lugar que tanto amaste,que bien podrás venir de mí segura;yo dejaré el lugar do me dejaste; ven, si por sólo esto te detienes; 215ves aquí un prado lleno de verdura,ves aquí una espesura,ves aquí una agua clara,en otro tiempo cara, a quien de ti con lágrimas me quejo. 220Quizá aquí hallarás (pues yo me alejo)al que todo mi bien quitarme puede;que pues el bien le dejo,no es mucho que el lugar también le quede.

Aquí dio fin a su cantar Salicio, 225y suspirando en el postrero acento,soltó de llanto una profunda vena.Queriendo el monte al grave sentimientode aquel dolor en algo ser propicio, con la pesada voz retumba y suena. 230La blanca Filomena,casi como doliday a compasión movida,dulcemente responde al son lloroso. Lo que cantó tras esto Nemoroso 235decidlo vos Piérides, que tantono puedo yo, ni oso,que siento enflaquecer mi débil canto.

Nemoroso:

Corrientes aguas, puras, cristalinas,árboles que os estáis mirando en ellas, 240verde prado, de fresca sombra lleno,aves que aquí sembráis vuestras querellas,hiedra que por los árboles caminas,torciendo el paso por su verde seno:yo me vi tan ajeno 245del grave mal que siento,que de puro contentocon vuestra soledad me recreaba,donde con dulce sueño reposaba,o con el pensamiento discurría 250por donde no hallabasino memorias llenas de alegría.

Y en este mismo valle, donde agorame entristezco y me canso, en el reposo

estuve ya contento y descansado. 255¡Oh bien caduco, vano y presuroso!Acuérdome, durmiendo aquí alguna hora,que despertando, a Elisa vi a mi lado.¡Oh miserable hado!¡Oh tela delicada, 260antes de tiempo dadaa los agudos filos de la muerte!Más convenible fuera aquesta suertea los cansados años de mi vida,que es más que el hierro fuerte, 265pues no la ha quebrantado tu partida.

¿Dó están agora aquellos claros ojosque llevaban tras sí, como colgada,mi ánima doquier que ellos se volvían?¿Dó está la blanca mano delicada, 270llena de vencimientos y despojosque de mí mis sentidos le ofrecían?Los cabellos que víancon gran desprecio al oro,como a menor tesoro, 275¿adónde están? ¿Adónde el blando pecho?¿Dó la columna que el dorado techocon presunción graciosa sostenía?Aquesto todo agora ya se encierra,por desventura mía, 280en la fría, desierta y dura tierra.

¿Quién me dijera, Elisa, vida mía,cuando en aqueste valle al fresco vientoandábamos cogiendo tiernas flores,que había de ver con largo apartamiento 285venir el triste y solitario díaque diese amargo fin a mis amores?El cielo en mis dolorescargó la mano tanto,que a sempiterno llanto 290y a triste soledad me ha condenado;y lo que siento más es verme atadoa la pesada vida y enojosa,solo, desamparado,ciego, sin lumbre, en cárcel tenebrosa. 295

Después que nos dejaste, nunca paceen hartura el ganado ya, ni acudeel campo al labrador con mano llena.No hay bien que en mal no se convierta y mude:la mala hierba al trigo ahoga, y nace 300en lugar suyo la infelice avena;la tierra, que de buenagana nos producíaflores con que solíaquitar en sólo vellas mil enojos, 305produce agora en cambio estos abrojos,ya de rigor de espinas intratable;yo hago con mis ojoscrecer, llorando, el fruto miserable.

Como al partir del sol la sombra crece, 310

y en cayendo su rayo se levantala negra escuridad que el mundo cubre,de do viene el temor que nos espanta,y la medrosa forma en que se ofreceaquello que la noche nos encubre, 315hasta que el sol descubresu luz pura y hermosa:tal es la tenebrosanoche de tu partir, en que he quedadode sombra y de temor atormentado, 320hasta que muerte el tiempo determineque a ver el deseadosol de tu clara vista me encamine.

Cual suele el ruiseñor con triste cantoquejarse, entre las hojas escondido, 325del duro labrador, que cautamentele despojó su caro y dulce nidode los tiernos hijuelos, entre tantoque del amado ramo estaba ausente,y aquel dolor que siente 330con diferencia tantapor la dulce gargantadespide, y a su canto el aire suena,y la callada noche no refrenasu lamentable oficio y sus querellas, 335trayendo de su penaal cielo por testigo y las estrellas;

desta manera suelto yo la riendaa mi dolor, y así me quejo en vanode la dureza de la muerte airada. 340Ella en mi corazón metió la mano,y de allí me llevó mi dulce prenda,que aquél era su nido y su morada.¡Ay muerte arrebatada!Por ti me estoy quejando 345al cielo y enojandocon importuno llanto al mundo todo:tan desigual dolor no sufre modo.No me podrán quitar el doloridosentir, si ya del todo 350primero no me quitan el sentido.

Una parte guardé de tus cabellos,Elisa, envueltos en un blanco paño,que nunca de mi seno se me apartan;descójolos, y de un dolor tamaño 355enternecerme siento, que sobre ellosnunca mis ojos de llorar se hartan.Sin que de allí se partan,con sospiros calientes,más que la llama ardientes, 360los enjugo del llanto, y de consunocasi los paso y cuento uno a uno;juntándolos, con un cordón los ato.Tras esto el importunodolor me deja descansar un rato. 365

Mas luego a la memoria se me ofrece

aquella noche tenebrosa, escura,que siempre aflige esta ánima mezquinacon la memoria de mi desventuraVerte presente agora me parece 370en aquel duro trance de Lucina,y aquella voz divina,con cuyo son y acentosa los airados vientospudieras amansar, que agora es muda. 375Me parece que oigo que a la cruda,inexorable diosa demandabasen aquel paso ayuda;y tú, rústica diosa, ¿dónde estabas?

¿Ibate tanto en perseguir las fieras? 380¿Ibate tanto en un pastor dormido?¿Cosa pudo bastar a tal crüeza,que, conmovida a compasión, oídoa los votos y lágrimas no dieras,por no ver hecha tierra tal belleza, 385o no ver la tristezaen que tu Nemorosoqueda, que su reposoera seguir tu oficio, persiguiendolas fieras por los monte, y ofreciendo 390a tus sagradas aras los despojos?¿Y tú, ingrata, riendodejas morir mi bien ante los ojos?

Divina Elisa, pues agora el cielocon inmortales pies pisas y mides, 395y su mudanza ves, estando queda,¿por qué de mí te olvidas y no pidesque se apresure el tiempo en que este velorompa del cuerpo, y verme libre pueda,y en la tercera rueda, 400contigo mano a mano,busquemos otro llano,busquemos otros montes y otros ríos,otros valles floridos y sombríos,do descansar y siempre pueda verte 405ante los ojos míos,sin miedo y sobresalto de perderte?

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Nunca pusieran fin al triste llorolos pastores, ni fueran acabadaslas canciones que sólo el monte oía, 410si mirando las nubes coloradas,al tramontar del sol bordadas de oro,no vieran que era ya pasado el día,la sombra se veíavenir corriendo apriesa 415ya por la falda espesadel altísimo monte, y recordandoambos como de sueño, y acabandoel fugitivo sol, de luz escaso,su ganado llevando, 420se fueran recogiendo paso a paso.

Fragmento de la “Égloga I”, de Garcilaso de la Vega.

Cual suele el ruiseñor con triste cantoquejarse, entre las hojas escondido,del duro labrador que cautamentele despojó su caro y dulce nidode los tiernos hijuelos entretantoque del amado ramo estaba ausente, y aquel dolor que siente, con diferencia tanta por la dulce gargantadespide que a su canto el aire suena,y la callada noche no refrenasu lamentable oficio y sus querellas, trayendo de su penael cielo por testigo y las estrellas: desta manera suelto yo la riendaa mi dolor y ansí me quejo en vanode la dureza de la muerte airada;ella en mi corazón metió la manoy d’allí me llevó mi dulce prenda,que aquel era su nido y su morada. ¡Ay, muerte arrebatada, por ti m’estoy quejando al cielo y enojandocon importuno llanto al mundo todo!El desigual dolor no sufre modo;no me podrán quitar el dolorido sentir si ya del todoprimero no me quitan el sentido

Garcilaso de La Vega

Soneto

Luis de Góngora y Argote

Mientras por competir con tu cabello,oro bruñido al sol relumbra en vano;mientras con menosprecio en medio el llanomira tu blanca frente el lilio bello;

mientras a cada labio, por cogello.siguen más ojos que al clavel temprano;y mientras triunfa con desdén lozanodel luciente cristal tu gentil cuello:

goza cuello, cabello, labio y frente,antes que lo que fue en tu edad doradaoro, lilio, clavel, cristal luciente,

no sólo en plata o vïola troncadase vuelva, mas tú y ello juntamenteen tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada

GóngoraMiré los muros

Miré los muros de la patria mía,si un tiempo fuertes ya desmoronadosde la carrera de la edad cansadospor quien caduca ya su valentía.

Salíme al campo: vi que el sol bebía 5los arroyos del hielo desatados,y del monte quejosos los ganadosque con sombras hurtó su luz al día.

Entré en mi casa: vi que amancilladade anciana habitación era despojos, 10mi báculo más corvo y menos fuerte.

Vencida de la edad sentí mi espada,y no hallé cosa en que poner los ojosque no fuese recuerdo de la muerte.

De: Floresta de rimas antiguas castellanas, por Juan Nicholas Böhl de Faber. Hamburgo: Perthes y Besser, 1821. Estrofa: Soneto (catorce versos de once sílabas: dos cuartetos [o serventesios] y dos tercetos)

Cerrar podrá mis ojos la postreraSombra que me llevare el blanco día,Y podrá desatar esta alma míaHora, a su afán ansioso lisonjera;

Mas no de esotra parte en la riberaDejará la memoria, en donde ardía:Nadar sabe mi llama el agua fría,Y perder el respeto a ley severa.

Alma, a quien todo un Dios prisión ha sido,Venas, que humor a tanto fuego han dado,Médulas, que han gloriosamente ardido,

Su cuerpo dejará, no su cuidado;Serán ceniza, mas tendrá sentido;Polvo serán, mas polvo enamorado.Quevedo

Poema Soneto Amorosode Francisco de Quevedo

A fugitivas sombras doy abrazos;en los sueños se cansa el alma mía;paso luchando a solas noche y día

con un trasgo que traigo entre mis brazos.

Cuando le quiero más ceñir con lazos,y viendo mi sudor, se me desvía,

vuelvo con nueva fuerza a mi porfía,y temas con amor me hacen pedazos.

Voyme a vengar en una imagen vanaque no se aparta de los ojos míos;

búrlame, y de burlarme corre ufana.

Empiézola a seguir, fáltanme bríos;y como de alcanzarla tengo gana,

hago correr tras ella el llanto en ríosQuevedo

Poema Definición del Amorde Francisco de Quevedo

Es hielo abrasador, es fuego helado,es herida que duele y no se siente,

es un soñado bien, un mal presente,es un breve descanso muy cansado.Es un descuido que nos da cuidado,un cobarde con nombre de valiente,

un andar solitario entre la gente,un amar solamente ser amado.

Es una libertad encarcelada,que dura hasta el postrero paroxismo;enfermedad que crece si es curada.

Éste es el niño Amor, éste es su abismo.¿Mirad cuál amistad tendrá con nada

el que en todo es contrario de sí mismo! Quevedo

En lo penoso de estar enamorado

¡Qué verdadero dolor,y qué apurado sufrir!¡Qué mentiroso vivir!¡Qué puro morir de amor!

¡Qué cuidados a millares!¡Qué encuentros de pareceres!¡Qué limitados placeres,y qué colmados pesares!

¡Que amor y qué desamor!¡Qué ofensas, qué resistir!¡Qué mentiroso vivir,qué puro morir de amor!

¡Qué admitidos devaneos!¡Qué amados desabrimientos!¡Qué atrevidos pensamientosy qué cobardes deseos!

¡Qué adorado disfavor!¡Qué enmudecido sufrir!¡Qué mentiroso vivir!¡Qué puro morir de amor!

¡Qué negociados engañosy qué forzosos tormentos!¡Qué aborrecidos alientosy qué apetecidos daños!

¡Y qué esfuerzo y qué temor!¡Qué no ver, qué prevenir!¡Qué mentiroso vivir!¡Qué puro morir de amor!

¡Qué enredos, ansias, asaltos,y qué conformes contrarios!¡Qué cuerdos, qué temerarios!¡Qué vida de sobresaltos!

Y que no hay muerte mayorque el tenerla y no morir.

¡Qué mentiroso vivir!¡Qué puro morir de amor!

3. TEMÁTICA Se relacionan tres grandes temas: vida, amor y muerte.Sin embargo, alrededor de esos tres grandes temas siempre está uno

básico de forma secundaria: La naturaleza.3.1. LA NATURALEZA ha estado ligada a Miguel Hernández como poeta y como persona. Desde sus cuatro años, el poeta oriolano entra en contacto directo con una naturaleza viva en la que se suceden las estaciones anuales, donde aprende el nombre de plantas y animales, sus olores, sus costumbres ritos, asiste al parir de las bestias, a su amamantamiento, su trabajo de cabrero, por otra parte le enseña a silbar a uquear, a ordeñar...Por ello, la presencia constante de la naturaleza más que en sus temas está en su imaginario poético.

En los versos iniciales de adolescencia plasma la naturaleza oriolana transmitiendo su visión directo de lo sensorial y lo acústico “Glu, glu, glu, en cuclillas/ordeño una cabrita y un sueño”, a las que añade el modernismo trasnochado de Vicente Medina y el costumbrismo bucólico de Gabriel y Galán. Provienen de sus primeras lecturas ofrecidas por Almarcha y la Biblioteca local, a las que se añaden autores como Zorrilla, Bécquer, Campoamor, Espronceda o Rubén Darío. De Salvador Rueda toma la afición por los paisajes coloristas: el azul (cielo levantino) o el verde (de la huerta) , el blanco o el negro, y el amarillo (limonar) este último unido a la sensación de amargura. A su vez se deja impresionar por la naturaleza bucólica de Virgilio a través de las “églogas” de Virgilio.

Su primer libro de poemas “Perito en lunas” recoge este tema de la naturaleza en cuanto que son descripciones de elementos naturales “la palmera”, la sandía ...casi todos elementos femeninos presididos por la luna, símbolo de fecundidad. La metáfora lunar es el nexo que da unidad al libro. Evoca la naturaleza mediante la flora: azucenas, nardos, lirios, alhelíes,

claveles, rosas y el azahar, que inspira una octava y será símbolo del “blanco” a lo largo de toda su poesía;La huerta que es un elemento del huerto del poeta que estará siempre presente en su poesía “Volverás a mi huerto y a mi higuera”, a veces con connotaciones eróticas y la palmera (del paisaje levantino) “alto soy de mirar a las palmeras”. La fauna forma parte del hábeas de su naturaleza: “el toro” y “el gallo” inspiran algunas octavas y “el toro” será un símbolo omnipresente en El rayo que no cesa . A partir de este libro la naturaleza se fundirá con el imaginario poético de MH. Así el limón que fue primero un elemento de inspiración de su vega pasa a ser símbolo de la pena de amor: recordemos que ese limón que la amada le tira, símbolo erótico de su pecho, provoca herida de “una picuda y deslumbrante pena”También los vergeles y flores son elementos del mundo poético-simbólico de Hernández en los poemas amorosos: No salieron jamás del abrazo /...y ante el rojo rosal de los besos rodaron. El jazmín y el clavel son símbolos florales “En ti tiene el oasis su más ansiado huerto/ el clavel y el jazmín se entrelazan” el huerto símbolo de fertilidad o el oasis la amada. Se suceden otros elementos como la granada, la zarzamora , las amapolas..., cardos, azahar, nardos.Se dejan sentir en la naturaleza simbolizada los fenómenos naturales ligados a la fuerza de los sentimientos, o a la idea de libertad: por una lado la familia léxica del viento (aventar, vendaval) en Vientos del pueblo y huracán (huracanado como adjetivo que predomina en su poemario); el campo asociativo de la “tormenta” (truenos “relámpago” y “rayo” simbolizando el dolor). La vida se le presenta al poeta siempre amenazada por fuerzas cósmicas incontrolables, pero a veces la naturaleza connota rasgos positivos como en el Poema de la Elegía. Frente al dolor las abejas y almendras, rosas que connotan la esperanza.

Por otra parte, la poesía hernandiana se nutre de símbolos del animalario –ya habíamos visto- el toro, que en El rayo que no cesa representa el paralelismo simbólico entre el poeta y el toro de lidia, destacando en ambos su destino trágico de dolor y de muerte, su virilidad, su corazón desmesurado, la fiereza y la pena. Frente al toro, el buey que es el vasallaje del enamorado como en el poema “Me llamo barro aunque Miguel me llame” en el que dice “como un nocturno buey”, en cambio en Vientos del pueblo representan la mansedumbre, la sumisión, la cobardía. Los bueyes mueren vestidos de humildad y olor a cuadra. El ruiseñor , otro símbolo del huerto hernandiano será en este mismo libro símbolo del poeta-cantor del pueblo “Cantando espero la muerte,/ que hay ruiseñores que cantan /encima de los fusiles y encima de las batallas” y con ello aparecerán en otros poemas otros pájaros como la alondra y el jilguero que simbolizarán al hijo y el poder liberador de la infancia. (“tu risa me hace libre, me pone alas” “alondra de mi casa”.

Las metáforas y símbolos de la poesía relacionadas con la naturaleza responden a objetos muy comunes y cotidianos como la cebolla en “Nanas de la cebolla” o la manzana en la Elegía dedicada a Federico García Lorca.Otros elementos metafóricos naturales son la tierra y el mar. La primera es barro a los pies de la amada, y será “la madre en Vientos del pueblo o “el

hombre acecha” “Decir tierra es decir madre que me ha parido” y a su vez nos encontramos el símbolo del tronco y de los árboles , hijos de la tierra que son los hombres del pueblo y el mismo poeta; con un significado próximo se observa en el niño yuntero “levantando la corteza/ de su madre con la yunta ./Cada nuevo día es /más raíz, menos criatura”. El mar en oposición es tanto el amor como la muerte “Ventana que da al mar, a una diáfana muerte en “Orillas de tu vientre”.

Concluiremos que Hernández se identifica con el ser universal, llega a hacer del hombre y la naturaleza una sola unidad.

3.2. EL AMOREl tema de la vida, el amor y la muerte pugnan o luchan con idéntica

insistencia por dominar la poesía de Miguel Hernández tal como lo resume el poema escrito en Cancionero y Romancero de Ausencias.Llegó con tres heridas:la del amor,la de la muerte, la de la vida.El mundo poético de Miguel Hernández se puede concentrar en este trío de elementos en correspondencia mutua:Vida= Amor + muerte; Muerte= Vida +Amor; Amor= Muerte+Vida

Ahora bien, si tuviéramos que reducir o sintetizar la poesía hernandiana, tendríamos que calificarla de poesía amorosa: ningún poema de Miguel Hernández queda al margen del sentido amoroso: a la naturaleza, a la mujer, al hijo, a los amigos, al pueblo, a la vida. El sentimiento amoroso es el gran eje a cuyo alrededor gira la poesía hernandiana, mas este amor adoptará formulaciones distintas.

El amor- lamento y el amor-ilusión de tradición literariaEl amor hacia una mujer, probablemente real, es expresado dentro de la tradición literaria. Acude al artificio del amor sobre modelos de la tradición: el amor cortés del siglo XV y poemas bucólicos (poemas pastores de amor, del siglo XVI, de raíz petrarquista).

La metáfora de la herida, perteneciente al lenguaje del amor-pasión de los cancioneros medievales y de la mística se convierte en el vehículo simbólico de toda la existencia hernandiana.

El amor sensual

En Perito en lunas ese amor se ve más reflejado hacia la naturaleza ., pero no exenta de sensualismo. Su poemario se caracteriza por sus manifestaciones de sensualidad. En la Orihuela de los años 30 no debía ser frecuente que un poeta dedicase una poesía a entretenimiento sexuales como los que Miguel recoge, como en la octava “Sexo en instante” (tema del onanismo) o al tema de la violación “Negros ahorcados por violación·”

El amor- dolor que va de la tradición a la realidad

Pero será en El rayo que no cesa donde Miguel Hernández encuentra su voz y su herida, la del amor (su muerte y su vida), El poemario nos revela la inmensa herida de su interior encarnada en el “el rayo” o el “cuchillo” que tiñen de sangre los temas del amor y de la vida.

Ved poemas de “Un carnívoro cuchillo” “No cesará este rayo que me habita” “Como el toro he nacido para el luto”El amor es pasión atormentada por el anhelo insatisfecho y unas ansias de posesión frustradas; en el que vemos la pena de amor, de un amor humano y apasionado utilizando metáforas intensas (pena es cardo, zarza, arado y también huracán de lava, rayo...) y la melancolía de enamorado se encarna en el símbolo trágico del “toro”.Su amor real y su sufrimiento sigue los modelos del “dolorido sentir de Garcilaso” y el desgarrón de Quevedo y sus modelos modernos (Aleixandre, Guillén y Neruda) se unen a su vivencia real y dolorosa por imposible (Maruja Mallo) la distancia de la novia (Josefina Manresa) y el amor como lejanía platónica (María Cegarra)A su vez la estructura y los componentes nos remiten al modelo de “cancionero” de la tradición del “amor cortés” petrarquista. Así su experiencia amorosa se articula en tres tópicos: la queja dolorida, el desdén de la amada y el amor como muerte. Su pasión la vive como una tortura, un sufrimiento (Umbrío por la pena) o como el suplicio de Prometeo al que un ave le devoró las entrañas “el rayo picotea mi costado”. Por otra parte, la amada aparece como inaccesible y esquiva.

La imaginería dominantes en este poemario son símbolos recurrentes:-El TORO que representa la figura del amante: virilidad, ímpetus de la sangre; por otro lado; es el destino trágico (“mi corazón vestido de difunto” de una lucha que lleva irremediablemente hasta la muerte.-Instrumentos de dolor y tortura hirientes como el cuchillo, la espada, la guadaña, espinas ,puñales, martillo hachas, piedras. Símbolos de las heridas de amor.- Fenómenos atmosféricos: huracán vendaval, tormenta y sobre todo el rayo que visualiza la fuerza aniquiladora de la pasión amorosa.

El poeta con ello traslada la vivencia del dolor amoroso a la esfera del dolor físico.El amor alegría. El amor-fraternidadCon el agitado ambiente de la República y el estallido de la Guerra Civil , Miguel Hernández se ve arrastrado a una poesía de testimonio y denuncia. Es una poesía comprometida con función social y política; es la poesía impura reflejada en su poemario Viento del Pueblo en el que el tema de la solidaridad será el predominante.

En este contexto el tema del amor se funde con la poesía de combate.Ved poemas “Canción del esposo soldado; ahora el poeta canta su amor, encendido por una dimensión erótica (como en el Cantar de los Cantares de San Juan de la Cruz), canta a la esposa, la compañera, preñada de su simiente. Es un amor quevediano “Más allá de la muerte”. El amor se hace “cántico”; la amada “esposa”; el poeta “soldado” y el hijo que esperan “símbolo de la victoria de la “República”

El amor-odio

Pero la victoria se aleja y el poeta, pese al nacimiento de su primer hijo está cansado, cuando surge El hombre acecha donde la poesía se vuelve más intimista porque el odio y la muerte lo salpica todo y sólo el amor es la única esperanza entre la crueldad de la guerra. La comunicación ahora es “la carta”Ved poema “Carta”En ese odio y ese temor; el hombre se animaliza, esgrime sus garras. El bestiario de ferocidad y cobardía que se asignaba al enemigo en el libro anterior, se asigna a la amenaza del hombre mismo (el hombre es un lobo para el hombre)“Hoy el amor es muerte,y el hombre acecha al hombre”“Canción primera”

El amor-esperanza

Muere en 1938 su primer hijo y sólo el nacimiento de su segundo hijo a quien dedica sus “Nanas de la cebolla” alegrará su existencia, pero no conocerá a su padre en libertad pues a partir de 1939 será detenido y al poeta sólo le quedará cárcel, sufrimiento y muerte. Antes le entrega a Josefina un cuaderno con poemas que había titulado Cancionero y Romancero de Ausencias en el que predominará una poesía desnuda, íntima en el que aborda los tres grandes temas obsesionantes “vida, amor y muerte” marcadas por la ausencia o la elegía.Ved poemas Llegó con tres heridas, Menos tu vientre, Antes del odio, La boca, El vals de los enamorados.

Se canta a la esposa ausente. El poeta acosado confecciona sus claves de esperanza para seguir viviendo y para huir del terror de la muerte, mira más atentamente a la vida. La afirmación de la vida corre junto a la afirmación del espacio del amor.

Se une también el tema del amor al hijo que conecta, trascendentalmente, con el amor fraternal, el amor a los hombres.“Con el amor a cuestas, dormidos y despiertos,seguiremos besándonos en el hijo profundobesándonos tú y yo se besan nuestros muertos,se besan los primeros pobladores del mundo”

En este diario de privación (ausencia) y dolor por la vida, el amor y la muerte, “día” y “noche” son los grandes símbolos, lo masculino y lo femenino necesario para la fecundación y el “vientre” es el símbolo de la “madre”. La amada es ahora esposa y madre como salvación a esos polos negativos muerte-hijo y cárcel-amor/esposa ausente).Por otra parte, el símbolo del agua es generador de vida frente a la sed en el desierto o el arenal (la esposa es un “oasis” en “casida del sediento”. La sed, por su parte es símbolo del deseo de la amada y también sed del deseo de liberta también “Antes del odio”.Por último la casa que iluminada con luz victoriosa cuando vivía el hijo se convierte en “hoyo/ataúd tras su muerte. Ahora se identifica con el palomar en “Cantar” o símbolo del arraigo similar al del vientre.

En definitiva, la mujer, esposa y madre, es ahora, evocada en su ausencia, centro/vientre y salvación/oasis; así en “La boca” se cierra el círculo de las “heridas” hernandianas dejándolas grabadas en los labios de la esposa.

Boca que desenterrastreel amanecer más clarocon tu lengua. Tres palabras,tres fuegos has heredado:vida, muerte, amor. Ahí quedanescritos sobre tus labios.

Al desánimo producido por una vida llena de ausencias que le tiñeron de amargura, M. Hernández culmina con un canto de esperanza y victoria de sus ideales.

3.3. VIDA-MUERTEVida y muerte se aúnan en dos sentidos:

a) uno, en el sentido existencialista del filósofo Heidegger , por ejemplo, “el hombre es un ser nacido para la muerte”, ya anticipado por Quevedo en la literatura española “vivir es ir muriendo a cada instante”.

b) Otro, en el sentido solidario de la muerte-semilla, como cantó Walt Whitman. La vida que retoña, la mujer que proporciona la vida es un motivo recurrente en la obra hernandiana. El símbolo al que acuda es el del vientre materno. Eros y Thánathos- amor y muerte-, aparecen unidos para que la vida del ser humano se perpetúe como especie.Así los cementerios, los muertos, esqueletos son símbolos de permanencia de y constancia de la especie humana.Ved poemas Canción del esposo soldado, Hijo de la luz y de la sombraPorque la especie humana me han dado por herencia/ la familia del hijo será la especie humana/ Besándonos tú y yo se besan nuestros muertos,/ se besan los primeros pobladores del mundo. “Hijo de la luz y de la sombra”.

Recordad también que Miguel Hernández escribió a parte muchos poemas elegíacos dedicados a amigos y poetas (Federico García Lorca, Garcilaso de la Vega, Gabriel Miró, Vicente Aleixandre y Ramón Sijé)

Ved Elegías

Algunos símbolos se relacionan con la dualidad vida/muerte en su poesía. Así huesos es un símbolo que evoluciona:a) En su primera poesía se relaciona con la muerteb) En su poesía amorosa símbolo del impulso amoroso “se

persiguen los astros y los huesos”c) En su poesía de combate se relacionan con “el empuje de los

combatientes republicanos: Huesos-ser humano.d) En Cancionero de ausencias, se vuelve al sentido de la muerte.

Otro símbolo utilizado es la lluvia. El primer uso se refiere a la realidad natural, pero en su etapa amorosa, la lluvia es amor y el efecto de la lluvia es la amada

“llueve, amor, sobre mi vida seca” y en las elegías se asocia a la pena por la muerte de alguien “Yo quiero ser llorando el hortelano” y fatalidad absoluta, pero capaz de alcanzar la fecundidad “alimentando lluvias(...)/daré tu corazón por alimento” .En la etapa bélica y en Cancionero de Ausencias las vivencias personales de Miguel Hernández(la guerra primero y después el hijo muerto) hacen que el símbolo se transforme. Coincide el sentimiento y del significado de la lluvia que identifican al hijo muerto y al conjunto de muertos de la guerra. Con esta imagen se refiere a la muerte personal y colectiva y le añade el significado de lluvia regeneradora de vida. Su idea es aplicable a toda la humanidad.“Llueve sobre el tejado/ como sobre una caja/ mientras la hierba crece/ como una joven ala” (Cancionero)El ala metonimia del vuelo y de la vida que se eleva, con la esperanza en la naturaleza a pesar de la tragedia que el poeta está viviendo. Es el mensaje positivo que nos deja el último Hernández.

4.COMPROMISO SOCIAL Y POLÍTICO DE Miguel HernándezVed poemas “En mi barraquica” “Vientos del pueblo” “Andaluces

de Jaén” “Canción última” “El niño Yuntero” “ Guerras” “Madre España” “Tristes guerras”

En la primera obra teatral (autosacramental) publicada de M. Hernández Quien te ha visto y quien te ve y sombra de lo que eras (1933-34),condena los actos revolucionarios de los campesinos; critica con acritud alas posiciones políticas de los anarquistas y los comunistas y de los sindicatos obreros. Este pensamiento conformista y reaccionario del pensamiento hernandiano va ir desapareciendo.

Cuando en marzo de 1934, Miguel Hernández viaja por segunda vez a Madrid, comienza una nueva etapa en la que se introducirá en la intelectualidad de la capital y se despegará definitivamente del ambiente oriolano, lo que provocará una crisis personal y poética de la que saldrá su voz definitiva. Comenzará a colaborar en la revista “Cruz y Raya” dirigida por José Bergamín, y tomará contacto con la Escuela de Vallecas (de ahí su relación con Benjamín Palencia y Maruja Mallo), Altolaguirre, Alberti, Cernuda, María Zambrano o Pablo Neruda. En el 1935 cuando escribe El rayo que no cesa conoce a Vicente Aleixandre cuyo poemario La destrucción o el amor se convierte en su libro de cabecera y colabora con Pablo Neruda en la revista Caballo Verde para la poesía, con lo que se decantará por la “posía impura” y junto a su trabajo en la enciclopedia “Los Toros” con José María Cossío se incorpora con Enrique Azcoaga a las Misiones Pedagógicas (1931-1936) que fueron un proyecto pedagógico basado en la Institución Libre de Enseñanza. Dicho proyecto persigue difundir la cultura general y la educación docente en aldeas, villas y poblaciones rurales donde el índice de analfabetismo era altísimo. En ese momento comienza el compromiso social de Miguel Hernández. Es el paso del yo personal al “nosotros”

Muy pronto, el estallido de la Guerra Civil lleva a Hernández a dar el paso al compromiso político. Defiende la República ; se incorpora como voluntario en el Quinto Regimiento, más tarde, es nombrado Jefe del

Departamento de Cultura para que se encargue del periódico de la brigada y de la biblioteca. En el 1937 es trasladado al Altavoz de Frente Sur, en Andalucía, utilizando la poesía como arma de combate. En Marzo se casa con Josefina Manresa en Orihuela por lo civil, pero regresa a Andalucía a dirigir El Frente Sur y en ese tiempo compone “Viento del pueblo” publicado en Valencia en 1937. En dicho libro, Miguel Hernández comprende el poder transformador de la palabra, su posible función social y política. La solidaridad es su lema político. Poesía comprometida, poesía de guerra y denuncia y poesía de solidaridad con el pueblo oprimido. Esta concepción de “poesía como arma” que domina en este poemario implica que lo lírico cede a lo épico: el poeta asume una función profética ( su voz se alza para proclamar el amor a la patria, para educar a los suyos en la lucha por la libertad y la justicia y para increpar a los opresores de la patria y de los hombres).

Dicha función se articula en tres tonos:1).Exaltación (heroica de los hombres que luchan por la justicia y la libertad) . Ved poemas Vientos del pueblo, El Sudor, Canción del esposo soldado2) Lamentación (por las víctimas de los opresores) Ved poemas El niño yuntero, Aceituneros...3)Imprecación (a los enemigos, opresores y explotadores) “Los cobardes”. El yo lírico se funde con un nosotros , sobre todo con seres anónimos o grupos sociales (campesinos, niño yuntero, jornaleros, aceituneros...) que se convierten en arquetipos o modelos de los oprimidos o explotados y esa llamada al “tú” lírico (función apelativa) se expresa con el apóstrofe.

El tono de exaltación es el dominante en el libro mitificando a esos seres protagonista y también se mitifica el poeta que se identifica con una colectividad (Poema Vientos del pueblo) como pueblo combativo y orgulloso y anunciándose proféticamente el triunfo sobre el opresor. Como ejemplo, la exaltación de los jornaleros en Andaluces de Jaén o a los campesinos en “campesinos de España”.

En estas composiciones, el poeta se identifica con una colectividad (el pueblo español) que queda glorificada en sus atributos de fuerza y orgullo a través de la hipérbole simbólica que hace uso de bestiario (“yacimientos de leones” y de fenómenos atmosféricos que connotan fuerza y violencia. Con el pueblo se siente identificado y comprometido “Acércate a mi clamor/ pueblo de mi misma leche). También sufre con los explotados “Me duele este niño hambriento/ como una grandiosa espina/ y su vivir ceniciento/ revuelve mi alma de encina).

Este tono se asienta no sólo en lo colectivo sino también en la fusión entre el amor y el heroísmo (esposo y soldado). Es el valor por defender al pueblo pero esperando a que la contienda acabe y vuelva a ser sólo esposo.

La lamentación le sirve para identificarse con las víctimas (niño yuntero) y el tono de imprecación le servirá para insultar a los tiranos (Ejemplo el poema “las manos” que nos habla del contraste entre ricos y pobres, pueblo-tiranos, trabajadores y explotadores.

En 1937 y pese a la alegría del nacimiento de su hijo comienza su segundo libro de guerra El hombre acecha. Supone un cambio con respecto al anterior las metáforas feroces para enemigo (monstruos, fieras, hienas, liebres, podencos..) pertenecen ahora sólo para el hombre en general. El propio título del poemario nos da la clave: del pueblo, mundo colectivo y solidario de su

primera obra de guerra, que se insuflaba con el “viento”, pasa ahora al hombre, referencia genérica a la condición humana, que rige una fuerza amenazante, el “acecho”. “el hombre acecha al hombre” con la figuración de “garras /tigre”. (Poema “Canción última” Este tono culmina en”El tren de los heridos” , que es un tren que avanza en un terrible silencio nocturno sin estación donde detenerse, que es la imagen simbólica de la vida humana cruelmente azotada y arrastrada a la muerte.

Con este tono, el poeta evidencia una situación (muerte, odio, crueldad) que su pueblo (y la condición humana en general) está padeciendo. Y en ello busca la razón de su canto (Ved poema: Llamo a los poetas) , en el que el poeta elige el retoricismo superficial a la hueca divinización de los poetas por lo humano (trabajo, dolor, amor, tristeza ) como Neruda y Aleixandre.

Otro de los grandes temas, en este libro, es España (Ved poema toro de España y Madre España. ) el símbolo de España es la tierra como madre primigenia, “Decir madre es decir tierra que me ha parido”; el poeta se siente a salvo abrazado a esas entrañas maternales de la patria-tierra madre. Y en los temas esenciales, Miguel Hernández los poemas suelen establecer una oposición entre lo negativo y lo positivo: heroísmo-solidaridad; trabajo-progreso; libertad-opresión.

Según avanza 1938, el poeta asiste al desmoronamiento del bando republicano además de perder a su primer hijo. En 1939 es arrestado y comienza su peregrinaje de cárceles y en Madrid es juzgado y condenado a muerte por participar en la contienda y por se acusado de pertenecer al Partido Comunista, haber intervenido en conferencias y mítines, escribir versos contra las fuerzas nacionales y contribuir, con ello, “a los crímenes perpetrados por los rojos”. En la cárcel coincide con Buero Vallejo autor del retrato más conocido del poeta. Más tarde le conmutaran la pena pero enfermo de gravedad accede a casarse por lo eclesiástico con Josefina, única concesión que hizo a los que le persiguieron por sus convicciones.

En Cancionero y Romancero de ausencias ya no hay canto combativo, ni exaltación de los héroes del pueblo, ni imprecación a los verdugos, sólo hay lamento por el destino de cárcel y muerte que le aguarda. La guerra se retrata con una desnudez terrible, como un cuadro expresionista (“la sangre recorre el mundo, enjaulada, insatisfecha.../ Ansias de matar invaden /el fondo de la azucena... En el poema Guerras , Miguel Hernández nos muestra la esencia de la guerra: “Un fantasma de estandartes/ una bandera quimérica/ un mito de patrias: una/ grave ficción de fronteras” y el silencio posterior al horror “un silencio de vendas” . Es la muerte que queda prendida en los hombres y en su tierra, en sus miembros mutilados y en sus cárceles. Por eso nos legó una esperanza para la paz en una posición más positiva en este poema.

Tristes guerrassi no es amor la empresa.Tristes, tristes.

Tristes armassi no son las palabras.Tristes, tristes.

Tristes hombressi no mueren de amores.Tristes, tristes.

5. ASPECTOS ESTILÍSTICOS DE LA POESÍA HERNANDIANAMiguel Hernández sabe utilizar con perfección el lenguaje poético sacando el mayor rendimiento a todos los niveles del lenguaje: nivel fónico, léxico semántico, sintáctico.5.1.En cuanto al nivel fónico destacan.

-La utilización de rima asonante y consonante así como la utilización de la doble rima o rima interna.- La utilización del ritmo:

Escoge varios esquemas de acentuación-La utilización de la aliteración:de nasales (n, m) para expresar sensualidad

de velares (k,g) que expresan tristeza y el dolorde vibrantes (r , r doble) para expresar la tragedia-Variedad métrica y estrófica

Utiliza el versolibrismo y solemne verso alejandrino (7+7 sílabas) para expresar la solidaridad revolucionaria y el verso corto para los poemas más íntimos de Cancionero.Y en cuanto a las composiciones utiliza (redondillas y tercetos encadenados, octavas, soneto quevedesco, silvas).

5.2. A nivel léxico- semántico: IMÁGENES Y SÍMBOLOS DE LA POESÍA HERNANDIANA.

A pesar de las constantes, en cada etapa, tienen preeminencia algunos símbolos muy diferenciados.

1º etapa Luna: Valor máximo como lenguaje de la naturaleza

2ª etapa Rayo: Metáfora esencial del espacio amoroso-existencialToro: Símbolo de la pena amorosa

3º etapa: Viento: Valor épico de la Historia y de la Historia destruidaTierra: Imagen de la naturaleza y del trabajo

4ª etapa: Luz y sombra: Trasuntos de lo elevado y lo descendido: la alegría y la esperanza frente a lo trágico y lo funesto

En Perito en Lunas, la luna se erige en el centro de su universo, de hecho se declara “perito”, experto en lunas, y lo hace en dos acepciones: una la natural, por su contemplación como pastor y la otra artística: todos los objetos de su entorno pueden quedar retratados como formas lunares: la redonda (luna llena) o de cuernos (luna creciente o menguante). Pero la luna es también paradigma

del comportamiento de la naturaleza constelada por las grandes ciclos míticos de la fecundidad y la fatalidad. También como significado del infortunio recogido de la tradición popular “la luna y la fortuna pronto se mudan” (cancionero de ausencias).

También la luna puede simbolizar el modelo del proceso creativo del escritor, teniendo en cuenta el proceso y las fases lunares.

En Perito en Lunas sobresale el símbolo del toro, con el significado de sacrificio y muerte (sus cuernos son “mi luna menos cuarto” y los toreros “émulos imprudentes del lagarto” y la palmera elemento paisajístico del mediterráneo comparada con un chorro que nos recuerda al soneto de Gerardo Diego “el ciprés de Silos”. Por otra parte, en este libro hay símbolos de su tiempo como las veletas “danzarinas en vértices cristianos/injertadas: bakeres más viudas” en alusión a la bailarina J.Baker de moda en “Veletas”. Después símbolos sexuales como (remo exigente, higuera de higos en pelo) referido al miembro masculino o (nácar hostil) al femenino, o al deseo sexual (fuego del arenal, serpiente), entre otros.

El tema fundamental de El rayo que no cesa es el amor insatisfecho y trágico sobre el que giran todos los símbolos. Así el rayo que es fuego y quemazón, representa el deseo amoroso enlazando con San Juan de la Cruz (Llama de amor viva), añadiendo también el concepto de herida. El mismo valor tienen (cuchillo, espada).Ved poemas: Como el toro he nacido para el luto, No cesará este rayo que me habita, Me tiraste un limón y tan amargo, umbrío por la pena. Elegía, Me llamo barro, Por tu pie , la blancura más bailable.

Sin embargo, el rayo pugna poéticamente con lo negativo y lo positivo, como símbolo de esperanza en los poemas postreros:“Pero hay un rayo de sol en la lucha / que siempre deja la sombra vencida”.

A su vez la sangre es el deseo sexual , la camisa, el sexo masculino y el limón el pecho femenino en “Me tiraste un limón.” La frustración que produce en el poeta la esquivez de la amada se simboliza en la pena (“Umbrío por la pena”) y todos estos símbolos se ven resumidos en “Como el toro”, soneto en el que vemos el paralelismo entre el poeta y el toro de lidia, destacando en ambos su sentido trágico. El toro uno de los símbolos más importantes en este poemario, con ese significado de tragedia.Alrededor hay otros símbolos cortantes e hirientes como la espada, cornada, cuernos, puñales turbio acero, pétalos de lumbre, este rayo que no cesa, carnívoro cuchillo, que son los instrumentos de amor y muerte del poeta, o de amistad y muerte como ocurre en la elegía a Ramón Sijé. (un hachazo, un manotazo duro, un empujón brutal, tormenta de piedras, rayos y hachas estridentes, dentelladas secas y calientes...).Otros símbolos sirven en este poemario para reflejar el vasallaje ante la amada (buey, barro, pie en poemas como Me llamo barro , Por tu pie en el que Miguel Hernández culmina servil diciendo “pisa mi corazón que ya es maduro”

En Viento del pueblo lógicamente el viento es el símbolo por excelencia de la poesía épica de Miguel Hernández, frente a su simbología como valor natural de fenómeno atmosférico o la mujer deseada en el segundo periodo. En cambio, en su poesía épica, el viento pasa a concebirse como la fuerza del pueblo. La poesía se entiende como una función social dominante, el poeta es viento, viento del pueblo, cuya fuerza nace del pueblo y regresa a él como protector. Y representa también la voz del poeta que esparce como el viento semillas para el modesto trabajador.

Ver poema de “vientos del pueblo”

Finalmente en el cuarto periodo el viento se transforma en el viento del encono, de los huracanes que atentan y acosan a los enamorados tras la guerra cuando se ha impuesto la paz.

Ahora bien en Viento del pueblo, libro que representa la guerra utiliza también otra simbología la del bestiario: buey como símbolo de sumisión y león como símbolo de fiereza.Ved poemas Vientos del pueblo, niño yuntero, Canción última, Madre EspañaFrente a estos se añaden otros que aportan la significación del aire orgulloso y combativo como águilas, toros con los que el poeta combatiente se identifica , pero también como poeta están los ruiseñores (que hay ruiseñores que cantan/encima de los fusiles / y en medio de las batallas).La pena sigue existiendo como símbolo pero ahora es la pena de los oprimidos, fruto de la injusticia porque su mirada se vuelve solidaria hacia los que sufren (“carne de yugo referido al niño yuntero, en el que aparece también la tierra como madre símbolo de España en El hombre acecha .En éste también aparecen símbolos como colmillos y garras símbolo de fiera como sus equivalentes tigre, lobo, chacal, bestia animal) símbolo de la animalización regresiva del hombre a causa de la guerra y el odio.La sangre aquí es llanamente el dolor y la muerte viene significada por un tren que no se detiene. Cobran sentido también los troncos y árboles y el tópico tierra-madre(vientre-España en poemas como Madre España. Por último la “Canción última” refleja el símbolo de la casa que nos recuerda a Quevedo en “miré los muros de la patria mía”Por último en Cancionero y romancero de ausencias que se abre con elegías a la muerte de su primer hijo, Manuel Ramón, pero que con la venida de su nuevo hijo Manuel Miguel (1939) Miguel Hernández renueva la esperanza y en ese hijo que representa “el sol” queda simbolizada la pervivencia del poeta. A él le dedica “Nanas de la cebolla”.Ved poemas Nanas de la Cebolla, La boca, Cantar

En este poema risa, alas, aves representan la esperanza, la libertad, y otros símbolos como la luz identificada como el hijo vivo y la amada, que ahora es esposa y madre y frente a la luz, la cárcel, la muerte y el sufrimiento son la sombra y la ausencia.

Los símbolos luz/sombra en la última poesía hernandiana pugnan entre sí para significar la vida y la muerte, la esperanza y la frustración respectivamente, si bien cierra con versos de reafirmación de la victoria de la luz sobre la sombra. Triunfa la esperanza.

En este poemario como en Jorge Manrique también el mar simboliza la muerte (“Esposa sobre tu esposo/suenan los pasos del mar” y en “La boca” la boca de la esposa se encarga de dejar para la eternidad la escritura del poeta y sus heridas. Por el contrario, la tierra adquiere un sentido de vida, como regeneración. Tierra como sepultura y cuna de la vida.

5.3. OTRAS FIGURAS RETÓRICAS:Son prosopopeyas “Temprano madrugó la madrugada”, metáforas “mis ojos son dos hormigueros solitarios”, metonimias y sinécdoques “son mis labios sin tus rojos”, “ mis manos sin tus manos”comparaciones poéticos, hipérboles “que por doler me duele hasta el aliento”, sinestesias...

5.3.1. Nivel sintáctico

Retorcimiento culterano (Perito...) hipérbaton (en toda su poesía, sobre todo en Perito...y El rayo...) , fórmulas sintácticas gongorinas (A, si no B; a, si B; “sobre con el sentido de “además”...).Repeticiones de palabras: anáforas, epíforas, anadiplosis, epanadiplosis, polipote, retruécanos, redundancias...Paralelismos: su última poesía se simplifica en las formas y adquiere el talante del intimismo de la canción.Oralidad (rasgos de estilo directo y vibrante al dirigirlo a un implicado lector); apóstrofes líricas, imperativos en 2ª persona, interrogaciones retóricas (tanto directas como indirectas)