estudio arqueozoológico en los buchillones. economía y

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Archaeofauna 13 (2004): 71-84 Estudio Arqueozoológico en Los Buchillones. Economía y Medio Ambiente L. R. PÉREZ IGLESIAS, J. E. JARDINES MACÍAS & C. A. RODRÍGUEZ ARCE Departamento Centro Oriental de Arqueología. Centro de Investigaciones y Servicios Ambientales y Tecnológicos (CISAT) Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente. Holguín, Cuba E-mail: [email protected] ABSTRACT: Faunal remains recovered in the archaeological site of Los Buchillones were analysed in this study. This archaeological place, located in the northern littoral zone of the province of Ciego de Ávila, Cuba, is characterized by the conservation of remains from an agroalfarera community that occupied the area between 1200 and 1600 AD. Archaeological remains from Los Buchillones are buried in anaerobic silts beneath the ocean waters, a deposi- tional environment that has conserved the archaeological remains, including wooden artefacts, in an excellent state of preservation. The zooarchaeological remains examined here have allowed the determination of animal abundance during the period of occupation, both in terms of absolute frequency and diversity of species, as well as the intensity of exploitation of the marine environment. This study also emphasizes the prevalence of fishing and gathering as sub- sistence practices capable of maintaining this population for almost 400 years. KEYWORDS: BUCHILLONES, CUBA, ZOOARCHAEOLOGY, ENVIRONMENT, UNDER- WATER ARCHAEOLOGY RESUMEN: Se realiza un estudio de los restos faunísticos encontrados en el sitio arqueológico Los Buchillones. Este depósito ubicado en el litoral norte de la provincia de Ciego de Ávila, Cuba, se caracteriza por conservar restos de una comunidad agroalfarera que habitó en el lugar entre 1200 y 1600 d. C. Sus vestigios se encuentran bajo las aguas del mar e inmersos en un sedimento anaeróbico que ha posibilitado la conservación de los materiales arqueológicos en muy buen estado, destacándose entre ellos los artefactos de madera. Los restos arqueozoológi- cos objetos del presente trabajo han permitido determinar la abundancia de la fauna de aquellos tiempos, tanto en número como en diversidad de especies, la intensa explotación del ecosiste- ma marino, así como la importancia de la pesca y recolección como medio de subsistencia de este grupo humano que permitió mantener a esta población durante de 400 años. PALABRAS CLAVE: BUCHILLONES, CUBA, ARQUEOZOOLOGÍA, MEDIO AMBIEN- TE, ARQUEOLOGÍA SUBMARINA INTRODUCCIÓN Cuando en 1940 el grupo de investigadores no profesionales Canoabo de Morón descubren el sitio arqueológico enclavado en los terrenos de la familia Buchillones, estaban lejos de imaginar el significado que años más tarde tendría para la arqueología cubana. A partir de entonces numero- sos aficionados y otras personas, han visitado el lugar, recolectando miles de piezas, muchas de ellas de gran valor. Investigaciones posteriores (Calvera, 1996), concluyeron que pertenecían a una comunidad aborigen de filiación cultural Agroalfarero de tradición neolítica según clasifica- ción de Febles et al. (1994). Los Buchillones, nombre dado al sitio arqueo- lógico, se encuentra ubicado a los 22 0 23’ de lati- tud Norte y los 78 0 47’ de longitud Oeste, en la

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Page 1: Estudio Arqueozoológico en Los Buchillones. Economía y

Archaeofauna 13 (2004): 71-84

Estudio Arqueozoológico en Los Buchillones.Economía y Medio Ambiente

L. R. PÉREZ IGLESIAS, J. E. JARDINES MACÍAS & C. A. RODRÍGUEZ ARCEDepartamento Centro Oriental de Arqueología. Centro de Investigaciones y Servicios

Ambientales y Tecnológicos (CISAT)Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente. Holguín, Cuba

E-mail: [email protected]

ABSTRACT: Faunal remains recovered in the archaeological site of Los Buchillones wereanalysed in this study. This archaeological place, located in the northern littoral zone of theprovince of Ciego de Ávila, Cuba, is characterized by the conservation of remains from anagroalfarera community that occupied the area between 1200 and 1600 AD. Archaeologicalremains from Los Buchillones are buried in anaerobic silts beneath the ocean waters, a deposi-tional environment that has conserved the archaeological remains, including wooden artefacts,in an excellent state of preservation. The zooarchaeological remains examined here haveallowed the determination of animal abundance during the period of occupation, both in termsof absolute frequency and diversity of species, as well as the intensity of exploitation of themarine environment. This study also emphasizes the prevalence of fishing and gathering as sub-sistence practices capable of maintaining this population for almost 400 years.

KEYWORDS: BUCHILLONES, CUBA, ZOOARCHAEOLOGY, ENVIRONMENT, UNDER-WATER ARCHAEOLOGY

RESUMEN: Se realiza un estudio de los restos faunísticos encontrados en el sitio arqueológicoLos Buchillones. Este depósito ubicado en el litoral norte de la provincia de Ciego de Ávila,Cuba, se caracteriza por conservar restos de una comunidad agroalfarera que habitó en el lugarentre 1200 y 1600 d. C. Sus vestigios se encuentran bajo las aguas del mar e inmersos en unsedimento anaeróbico que ha posibilitado la conservación de los materiales arqueológicos enmuy buen estado, destacándose entre ellos los artefactos de madera. Los restos arqueozoológi-cos objetos del presente trabajo han permitido determinar la abundancia de la fauna de aquellostiempos, tanto en número como en diversidad de especies, la intensa explotación del ecosiste-ma marino, así como la importancia de la pesca y recolección como medio de subsistencia deeste grupo humano que permitió mantener a esta población durante de 400 años.

PALABRAS CLAVE: BUCHILLONES, CUBA, ARQUEOZOOLOGÍA, MEDIO AMBIEN-TE, ARQUEOLOGÍA SUBMARINA

INTRODUCCIÓN

Cuando en 1940 el grupo de investigadores noprofesionales Canoabo de Morón descubren elsitio arqueológico enclavado en los terrenos de lafamilia Buchillones, estaban lejos de imaginar elsignificado que años más tarde tendría para laarqueología cubana. A partir de entonces numero-sos aficionados y otras personas, han visitado el

lugar, recolectando miles de piezas, muchas deellas de gran valor. Investigaciones posteriores(Calvera, 1996), concluyeron que pertenecían auna comunidad aborigen de filiación culturalAgroalfarero de tradición neolítica según clasifica-ción de Febles et al. (1994).

Los Buchillones, nombre dado al sitio arqueo-lógico, se encuentra ubicado a los 220 23’ de lati-tud Norte y los 780 47’ de longitud Oeste, en la

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región Centro-Oriental de Cuba, específicamenteen un territorio del litoral norte de la actual Pro-vincia de Ciego de Ávila. Limita al Norte con laBahía de Buenavista al Sur con el Domo de Yesode Punta Alegre, al Oeste con el pueblo de PuntaAlegre y al Este con la central azucarera MáximoGómez, a 35 Km (en línea recta) de la ciudad deMorón. Posee una extensión de 3 320 m2 y abarca1.500 m de costa, incluyendo zonas de tierra firmey zonas inundadas. Los informes de los vecinossobre hallazgos de material arqueológico podríanextender toda esta área mucho más al este, endirección al Central Máximo Gómez y hacia el sur,en casi toda la laguna, en espacios donde se hanregistrado la presencia de algún tipo de materialarqueológico, fundamentalmente de madera.

Los primeros trabajos arqueológicos controla-dos se realizan en este sitio en los años 1983 y1989. Estas investigaciones incluyeron estudiosarqueozoológicos, realizados por el Dr. CésarRodríguez Arce del Departamento de Arqueologíade Holguín (1989). Tales trabajos no llegaron aresultados integrales dado el poco material faunís-tico extraído de la porción estudiada.

La riqueza material que crecía con el tiempounido al avance del deterioro físico de la costadonde se encuentra el depósito, imponían la nece-sidad de realizar investigaciones continuadas enLos Buchillones. Estas expectativas se ven mate-rializadas en 1996, a partir de los resultados deltrabajo conjunto de especialistas cubanos y delMuseo Real de Ontario (Canadá) durante sus visi-tas en 1994, 1995 y 1996. Esto obligó a someter elsitio a un tratamiento individualizado y se decidióllevar a cabo excavaciones que permitieran estu-diarlo antes de su pérdida total.

Durante los años 1997, 1998, 1999 y 2001 sehan venido realizando intensas campañas deexcavación con importantes resultados (Calvera& Jardines, 1998; Jardines & Calvera, 1999; Cal-vera et al., 2001; Pendergast et al., 2001, 2002,2003). Los trabajos de arqueozoología se inclu-yen dentro de este conjunto de investigacionesque tienen como objetivo la descripción delmedio ambiente que rodeó esta aldea, la determi-nación de las actividades de subsistencia desarro-lladas para satisfacer sus necesidades alimenta-rias, la definición de la actividad económica(caza, pesca o recolección) y la inferencia de losecosistemas explotados.

METODOLOGÍA

El área arqueológica de los Buchillones, conpresencia de una gran cantidad de material arque-ológico disperso por la línea de costa, el mar y lalaguna interior, fue dividida en seis sectores (A, B,C, D, E y F), para poder llevar un mejor control yubicación de los trabajos y hechos relacionados(Figura 1, Foto 1).

Las excavaciones tuvieron un especial trata-miento debido a las condiciones de inundación delsuelo donde se ubicó gran parte del depósito. Porello se realizó un cercado con sacos llenos de arenay una pared de nylon, para aislar la zona de estudio.Con una motobomba se procedió a la extraccióndel agua, quedando el suelo anegado en donde serealizó la excavación arqueológica. En profundi-dad, se utilizaron la estratigrafía métrica y lascapas naturales (Guarch, 1987), junto con la exca-

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FIGURA 1

Croquis del plano del sitio arqueológico Los Buchillones.Chambas Ciego de Ávila.

FOTO 1

Imagen de la Unidad D2-1. Los Buchillones Ciego de ÁvilaCuba.

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vación de contextos arqueológicos definidos por eltipo de contacto de procedencia, (áreas de fogones,talleres de habitación, construcciones, etc), que sedenominan contextos arqueológicos cerrados (Jar-dines, 1990).

Los materiales extraídos, incluidos los restos dealimentos, se colocaron en un tamiz donde fueronlavados con agua de mar para separar el lodo enque se encontraban incluidos. Luego fueron clasi-ficados en función de su naturaleza (e.d., cerámi-ca, piedra, conchas, etc.).

Los restos faunísticos fueron trasladados allaboratorio del Departamento Centro Oriental deArqueología para su clasificación y estudio, reali-zada en este caso por los especialistas CésarRodríguez Arce y Lourdes Pérez Iglesias. Estosrestos representan un total de 959 individuos quefueron estudiados al culminar cada campaña deexcavación. Los restos incluían vestigios de peces,quelonios, manatíes, delfines, jutías, aves, crustá-ceos y moluscos marinos. Los materiales fueronidentificados, cuantificados y tabulados de acuer-do con la metodología desarrollada por Rodríguezy Pino (1990).

Dicha metodología consiste en la determinacióndel Número Mínimo de Individuos (NMI) porespecie de animal en cada estrato estudiado y surelación con la biomasa comestible por especie.Esta metodología se encuentra en sintonía con losmodelos de investigación arqueozoológica aplica-dos internacionalmente. Se han utilizado las expe-riencias de Cook & Treganza, 1950; Cook & Hei-zer, 1951; Heizer, 1960, Hesse. & Waspnish,(1985), para la aplicación de los métodos cuantita-tivos y taxonómicos de la investigación arqueológi-ca. Igualmente se han considerado, para el cálculodel NMI, los trabajos de Grayson, 1973; Poplin,1975 y Clason, 1972, entre otros. También noshemos apoyado en los trabajos de Pino, 1970 quehan sido aplicados en numerosas investigaciones enCuba desde 1990 (Reyes, JM, 1997; Pérez, L.,1999; Pino, M. A. Córdova, 2000) así como lasinvestigaciones realizadas en el Departamento Cen-tro Oriental del Arqueología en la década de los 90.

En una última etapa se procedió al análisis einterpretación, realizadas siempre desde los estra-tos más profundos a los más superficiales. Tal aná-lisis diacrónico permitió conocer aspectos de lavida económica del grupo humano tales como susrelaciones con el entorno, la adaptación al mediomarino y las especies animales que fueron utiliza-das preferentemente, entre otras.

De todas las unidades trabajadas (7), sólo setuvieron en cuenta en el presente trabajo tres: E-1,E-3 y D2-1. Estas tres unidades son las más férti-les en restos arqueozoológicos, por lo que son lasque mayor información pueden brindar, en rela-ción con la gestión de los recursos animales.

CARACTERIZACIÓN Y TRANSFORMACIÓNDEL ENTORNO

Paisajísticamente el área se caracteriza por seruna llanura marina formada por depósitos aluvio-coluviales de textura arcillo-limosa con vegetaciónde pastos, vegetación secundaria y bosque de man-gle sobre suelos gley húmicos, destacándose ladegradación paisajística del entorno, según constaen el nuevo atlas nacional de Cuba, 1989. Conti-gua al sitio, se encuentra una laguna litoral, la cualestá separada del mar por una estrecha barra are-nosa. En dicha barra aparecen 2 pequeños esterosque permiten el intercambio de las aguas de lalaguna con el mar interior. Los bordes de la lagu-na están cubiertos por una vegetación del bosquede mangle muy degradado con predominio deespecies como Avicennia germinans (mangle prie-to) y Conocarpus erecta (yana). Desde el punto devista geomorfológico, el sitio de habitación seencuentra sobre una llanura marina abrasiva-acu-mulativa, plana, parcialmente cenagosa, de edadPlioceno-Pleistoceno inferior.

Morfológicamente la laguna tiene un únicocuerpo de agua de poca profundidad (0.60-1.00 m)con una superficie aproximada de 550 m2 que secomunica por la acción de las mareas con la bahíade Buena Vista a través de un pequeño canal deaproximadamente 20 m de ancho.

La Bahía de Buena Vista está definida por suscondiciones de limitado intercambio con el océanocomo una macrolaguna interior hipersalina anualde 1337.2 mm y un promedio anual de evaporaciónde 2029.2 mm lo que permite asegurar que la lagu-na de Punta Alegre posee condiciones similares sitenemos en cuenta, además, que ésta sólo recibeagua dulce de la escorrentía superficial del área.

Estudios anteriores realizados por la empresaGeólogico-Minera de Camagüey revelan que enlos sedimentos de la laguna predominan las condi-ciones anaerobias, lo que conlleva un pH relativa-mente bajo, que oscila entre 6.97 y 7.22, que hafacultado durante muchos años la lenta descompo-sición de la materia orgánica.

ESTUDIO ARQUEOZOOLÓGICO EN LOS BUCHILLONES. ECONOMÍA Y MEDIO AMBIENTE 73

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Al Sur del yacimiento pero muy próximo al él,se encuentran las elevaciones de Punta Alegre,conformadas por alturas tectónico-estructurales deBloque en Cúpula salina, karstificadas (nuevoAtlas Nacional de Cuba, 1989). Se trata de unDomo salino, de yeso en superficie, donde destacala gran actividad de procesos kársticos en losyesos y calizas que lo forman. A pesar de que esteDomo posee una reducida superficie, presenta unalto grado de karsticidad con desarrollo de diver-sas formas entre las que destacan cuevas con dife-rentes orígenes.

En la actualidad se puede apreciar con muchaclaridad un franco proceso erosivo en el área litoraldonde se encuentra enclavado el sitio arqueológico,determinado fundamentalmente por un retrocesoacelerado de la línea de costa y la degradación dela vegetación original.

Por las evidencias analizadas anteriormente, sepuede considerar que el entorno estaba conforma-do desde el punto de vista natural por un territoriocostero típico, con una primera línea de costadominado por una vegetación de bosque de man-gle que representaba la primera barrera de protec-ción de la costa contra la abrasión marina, la cualpuede ser intensa en algunas épocas del año, gene-ralmente con la entrada de los nortes y el paso detormentas y ciclones tropicales notablemente fre-cuentes en las costas de Cuba.

Detrás de la línea de manglar, en el área de lallanura emergida hasta las estribaciones de las ele-vaciones de Punta Alegre, se encontraban áreasboscosas conformadas generalmente por el bosquesemidecíduo y bosques secundarios con especiescomo los Algarrobos (Samanea saman), las Guási-mas (Guasuma tomentosa), etc. Dentro de esteterritorio, muy cercano al sitio habitacional, apare-ce una pequeña laguna de agua dulce, en cuyointerior se localiza un sumidero o manantial. Estalaguna es conocida con el nombre de Pozo de Cai-maua, ya que según las leyendas, era frecuentadapor los cocodrilos que habitaban en sus cercanías.En la actualidad dicha laguna posee aguas salo-bres, producto fundamentalmente de la penetra-ción salina y la contaminación que producen lascanteras a cielo abierto existentes en las elevacio-nes del Domo Salino.

La línea de costa mantiene escalones de erosiónsuperiores al metro en algunas de sus partes y, deacuerdo con las evidencias citadas así como deentrevistas realizadas a viejos pobladores del lugar,se puede inferir que este territorio podría tener en

la actualidad retrocesos de la línea de costa supe-riores al metro anual, lo que suponen índices alta-mente preocupantes e introduce la necesidad deaplicar medidas anti-erosivas y de protección decosta con carácter urgente (Zúñiga, 2000). A travésdel análisis de fotos aéreas a escala de 1/10 000correspondientes al año 1975, se calcula que laconfiguración de la costa era entonces entre 70 a75 m más ancha que la actual.

LAS UNIDADES Y LAS EVIDENCIASFAUNÍSTICAS

UNIDAD E-1: En esta unidad se trazaron 20cuadrantes de 5 × 5 m y se trabajaron los cuadran-tes 13, 14, 15 y 16 (Figura 1 y 2). Durante la exca-vación se detectaron dos capas naturales, denomi-nadas nivel 1 y nivel 2. El nivel 1(más superficial)estaba formado por material orgánico en descom-posición, incluyendo restos marinos así como portierra y arena; era de color negruzco. El nivel 2estaba formado fundamentalmente por materialarcilloso y en menor medida arena y restos mari-nos tierra siendo de color grisáceo. En el cuadran-te 16 se encontraron 3 capas o niveles; la primera,constituida por arena depositada por el mar, lasegunda nivel que se corresponde con el nivel 1 delos demás cuadrantes y una tercera capa equipara-ble con el nivel 2 definido para el resto de la exca-vación. Esta unidad fue excavada hasta una pro-fundidad de entre 0.90 y 1.00 m.

Los restos arqueozoológicos arrojaron una cifrade 104 individuos (Tabla 1). De ellos el 68,6%,pertenecieron a moluscos marinos, el 12,8% a ma-míferos terrestres, 6,88% a peces, 5,98% a crustá-ceos y el resto a quelonios marinos. Estas propor-ciones se mantienen, en mayor o menor medida,en el recuento de los distintos niveles de cada cua-drícula excavada, siendo en todos los casos los res-tos de moluscos marinos los elementos mayorita-rios, seguidos por los mamíferos terrestres, lospeces y los quelonios y crustáceos.

Resulta notable que más del 50% de estas evi-dencias se encuentran concentradas en las cuadrí-culas 13 y 16 (Figura 2). Durante la excavación enesta zona se notó la presencia de abundante carbóny restos de fauna quemada, que podrían indicar lapresencia de fogones en esas áreas, lo que tambiénjustificaría la concentración de los restos de fauna(Calvera et al., 2001).

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La valoración de la actividad económica depen-diente de la fauna se realizó teniendo en cuentasolamente las cuadrículas 13 y 16, dada la abun-dancia de materiales faunísticos que hay en lasmismas. En la Tabla 1 se desglosan estos datos porcuadrícula y nivel.

En el probable fogón de la cuadrícula E1-13 seobservan vestigios, en el estrato más profundo deactividades pesqueras, que representan un capítuloimportante en lo referente a biomasa comestible.Tal actividad viene acompañada de una modesta

recolección representada por el escaso número derestos de crustáceos.

El siguiente nivel (Nivel 1), además de los resi-duos de la pesca, representados por peces y quelo-nios marinos, que continúan representando losmayores aportes en cuanto a biomasa, se añade lacaza, en este caso de la jutía Capromys pilorides.También fueron encontrados restos de crustáceos ynumerosos moluscos, alguno con vestigios dehaber sido usado como instrumento en el raspadode la yuca. Los moluscos, a pesar de ser los restosmás numerosos, no aportan apenas biomasa encomparación con los peces y quelonios marinosque suponen el 86,28% de la supuestamente con-sumida en este estrato. La capa más externa, deno-minada Nivel de Superficie, resultó muy pobre envestigios de pesca, siendo la caza y la recolecciónlas actividades relevantes en la subsistencia con laprimera representando el mayor capítulo en cuan-to a biomasa.

En la cuadrícula E1-16 se aprecia como elestrato más profundo (Nivel 3) resultó ser el másproductivo. En éste se detecta la intensidad de lacaptura de quelonios marinos quienes, junto con lacaza de jutías y la recolección de crustáceos, cons-tituyó la base del sustento animal. En este niveltambién es apreciable la recolección de moluscosdel infralitoral y mediolitoral, que fueron los res-tos más numerosos si bien los que menos aporte enbiomasa suponian. En los estratos siguientes dis-minuyeron las evidencias. En el Nivel 2, la reduc-

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TABLA 1

Comportamiento del Número Mínimo de Individuos (NMI) en la Unidad E-1.

FIGURA 2

Croquis de la Unidad E-1. Sitio arqueológico Los Buchillones.Chambas. Ciego de Ávila.

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ción es grande ya que solamente se observan algu-nos restos de crustáceos y una mínima cantidad demoluscos. Posteriormente hay una ausencia de evi-dencia faunística, pues este nivel corresponde conuna capa de arena compuesta por material arqueo-lógico mezclado con material actual depositadapor el mar.

Merece la pena mencionar también el nivel 2 dela cuadrícula E1-15. Aquí de nuevo domina lapesca que incluye tanto peces como queloniosmarinos. En segundo lugar en cuanto al aporte debiomasa se encuentra la caza de jutías y, por último,la actividad recolectora (crustáceos y moluscos).

Las evidencias de estas cuadrículas de la Uni-dad E-1, indican que la pesca, resultó ser la activi-dad de subsistencia más importante en cuanto alaporte de biomasa comestible se refiere. Ésta estu-vo representada tanto por quelonios marinos comopor peces. Ello, unido a la presencia de numerosasespecies de moluscos marinos, mediolitorales oinfralitorales, demuestra que los recursos marinoseran, con diferencia, el sector dominante dentro delos de origen animal.

La caza de la jutía Capromys pilorides, fue otraactividad común en la economía de la mayoría delos sitios agricultores de Cuba. Esta especie es elroedor que mayor tamaño alcanza dentro del géne-ro, teniendo entre sus hábitats preferidos los man-glares y siendo muy común en cayos cercanos alárea de Los Buchillones dónde en la actualidadperviven poblaciones de esta especie (Tabla 2).

Las evidencias faunísticas en la unidad E-1 seubican en capas arqueológicas muy bien conserva-das al menos las dos más profundas. Jardines & Cal-vera (1999) plantean que no hay alteración en elcontexto arqueológico, pues resulta imposible que elmar hubiese arrastrado hacia el lugar tales concen-traciones de carbón, fauna o conchas y las hubiesedejado en posición del modo en que han sido recu-peradas, esto es, en posición o concentradas.

UNIDAD D2-1: La Unidad D2-1 tuvo unaforma semicircular, cuya base de 25 m de exten-sión la formaba la línea de costa, y poseía un radiode 12,5 m. El área dentro del dique se dividió parasu control en 15 cuadrantes cuyos lados tuvierondiversas dimensiones, mientras que hacia el centrosu medida fue de 5 × 5 m. (Figuras 1 y 3). La capa1 estaba formada por arena y tenía un grosor de 10cm. Por debajo de ella se halló la capa de arcillagris denominada capa 2. Esta se trabajó hasta 1.00m de profundidad.

En esta unidad se contabilizaron restos de 222individuos correspondiendo el 39,6% a los peces,29,7% a los moluscos marinos, 16,6 % a los mamí-feros terrestres, 5% a quelonios marinos, 4,05% acrustáceos marinos, 1,8% a mamíferos acuáticos,0,9% a aves y un 0,4% a quelonios fluviales.

En la capa 2, correspondiente al estrato másprofundo, fueron contabilizados remanentes de 92individuos., siendo los más abundantes las vérte-bras de pescado, cuyo número de individuosascendió a 38. La alta diversidad de especies mari-nas se complementa con delfines, manatíes, jaibas,moluscos marinos y quelonios marinos (Tabla 4).

El aporte de biomasa comestible en esta capanatural indica que la pesquería constituyó la acti-vidad económica más importante. Su índice deconsumo (porcentaje de biomasa estimada) ascien-de al 94% del total de los restos. En segundo ordende importancia está la caza (5%), en este caso dela jutía. La recolección de moluscos marinos re-presentó una ínfima cantidad de la biomasa totalobtenida (0,02%).

En la capa más superficial (capa 1) se apreciauna intensificación de la actividad dado que elnúmero de individuos asciende de 79 a 139 (Tabla3). En este estrato los restos más abundantes fue-ron, al igual que en el anterior, las vértebras depescado cuyo número presenta 50 ejemplares. Ennúmero también abundante estuvieron las conchasde moluscos del infralitoral (fundamentalmenteStrombus gigas y Codakia orbicularis) así comolos restos de jutías. Otros grupos registrados enesta capa son los delfines, el manatí, las aves y losquelonios tanto fluviales como marinos.

La intensificación en esta capa no sólo está cir-cunscrita al NMI sino que también existe unaumento selectivo de la explotación de los anima-les de mayor tamaño caso de los quelonios mari-nos y de las jutías. Al realizar el análisis de la bio-masa comestible se aprecia la importancia de lasutilidades ofrecidas por la “pesquería” en la que seincluyen tanto los peces como los quelonios (flu-viales y marinos), la jaiba, el manatí y los delfines(estos 2 últimos grupos son los de mayor peso cor-poral). El índice de consumo proveniente de lapesca se mantiene en torno a un 94% respecto deltotal de los restos animales hallados en esta capa.

El cálculo del índice de consumo de la cazeríase sitúa en torno al 5%, observándose un incre-mento en este nivel respecto de la capa 2, en estaactividad subsistencial, donde la especie mássobresaliente continúa siendo Capromys pilorides.

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La recolección de moluscos continúa representan-do el índice de consumo más bajo, aunque al igualque la caza y la pesca, se aprecia un incrementorespecto del momento anterior.

En las dos capas delimitadas se observa la domi-nancia de la pesquería sobre la caza y la recolección

siendo significativo que el consumo animal acuseun incremento desde la capa más profunda hasta lamás externa esto es, entre los momentos más tem-pranos y tardíos de la ocupación (Tabla 4).

En la unidad D2-1, también es evidente laimportancia de la explotación de los recursosmarinos respecto de los terrestres y fluviales, aun-que en este caso se debe destacar la aparición delos remanentes del manatí, mamífero acuático quehabita en los ríos y su desembocadura así como enlagunas y aguas costeras de poco fondo, lo cualpudiera influir en el aumento de la explotación delmedio fluvial. De forma general se observa que losrecursos marinos representan un 81% de la bioma-sa estimada que desciende a 12% para la fluvial y5% para la terrestre.

UNIDAD E-3: La Unidad E-3 se dividió en 35cuadrantes de 2 × 2 m cada uno (Figuras 1 y 4). Ensuperficie aparece una capa estéril compuesta pormateria orgánica en descomposición, de aproxima-damente 15 cm. A continuación aparece una segun-da capa de color grisáceo donde se ubican todas lasevidencias arqueológicas. En ella se excavó alrede-dor de 10-15 cm, no pudiéndose continuar en pro-

ESTUDIO ARQUEOZOOLÓGICO EN LOS BUCHILLONES. ECONOMÍA Y MEDIO AMBIENTE 77

TABLA 2

Aporte de la biomasa comestible y su correspondiente índice de consumo por actividades subsistenciales. Unidad E-1, Los Buchillones.

FIGURA 3

Croquis de la Unidad D2-1. Sitio arqueológico Los Buchillones.Chambas. Ciego de Ávila.

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fundidad, donde aparentemente continuaban losrestos, por la complejidad de la excavación al finalde la campaña.

En E3 no fue posible realizar la extracción delmaterial de forma estratificada como lo exige lametodología, por las condiciones de inundación delsuelo, el cual no permitió la separación por capas,de haber existido. Esta unidad fue muy fértil en evi-dencias faunísticas, habiendo sido identificadasrestos de 34 especie (Tabla 5), cuantificados comose muestra en la Tabla 6, agrupados según grupos yunidad ambiental donde se ubicaron.

Al realizar un cálculo porcentual de la distri-bución numérica por clases zoológicas y unidad

ambiental se puede observar un predominio delos restos de moluscos marinos (66%) seguidosde los peces (11,7%), mamíferos terrestres(9,8%) crustáceos terrestres (5%), queloniosmarinos (3,8%), moluscos terrestres (1,58%),crustáceos marinos y celenterados (madréporas)(0,6% para ambos), quelonios fluviales (0,3%) yaves (0,3%).

El recuento fue realizado a partir del materialextraído en 24 cuadrículas. Se observa como lamayor concentración de remanentes se ubica delas cuadrículas E-28 a la E-35 y E-39, secundaria-mente entre E-19 y E-25, y por último entre lascuadrículas E-2 a la E-10.

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TABLA 3

Comportamiento del Número Mínimo de Individuos (NMI) en la Unidad D2-1. Los Buchillones.

TABLA 4

Aporte de la biomasa comestible y su correspondiente índice de consumo por actividades subsistenciales. Unidad D2-1, Los Buchillones.

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Es importante precisar como no todos los restosfaunísticos fueron utilizados para su consumo. Enestos casos se encuentran los corales, animales demuy diverso uso (raspadores, pesas de red, etc. Otrocaso lo tenemos con el caracol Codakia orbicularis,cuyas conchas fueron usadas en su totalidad como ras-padores, apreciándose claramente la huella dejada portal acción sobre las mismas. Ello no invalida la hipó-tesis de que su carne no fuera utilizada para consumo.

Varios restos de estas zonas, caso de algunoshuesos de jutías, presentaban lo que denominamos

“efecto burneo” que no es más que la sombra deja-da en el hueso cuando éste, con el músculo adhe-rido es sometido al fuego. Esto constituye un indi-cador de la posible existencia de hogueras en estasáreas. Huellas de quemaduras también se presentaen los exoesqueletos de crustáceos.

En las tres zonas de máxima concentración elmayor índice de consumo corresponde a la activi-dad pesquera, que representó un 90% de la bioma-sa cárnica estimada. Ésta estuvo centrada en la“pesca” de quelonios marinos, sin especificar espe-cie al no contar con elementos diagnósticos apro-piados. También fueron importantes los peces,pero no así crustáceos marinos. (Tabla 7).

La caza de caprómidos, aves y crustáceos te-rrestres constituye la segunda actividad en impor-tancia (Tabla 7), centrada sobre los roedores, cabela posibilidad de que la infrarepresentación de losotros grupos refleje una pérdida diferencial de res-tos más frágiles en origen.

Por último la recolección, con un amplio rangode especies tanto del mediolitoral como de infrali-toral fue asimismo intensa. Desde el punto de vistade su contribución de biomasa, fue la actividadmás secundaria, dado las pequeñas tallas de losanimales. Las especies más explotadas fueron

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TABLA 5

Listado de especies rescatadas de la unidad E-3. Los Buchillones.

FIGURA 4

Croquis de la Unidad E-3. Sitio arqueológico. Los Buchillones.Chambas Ciego de Ávila.

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Lucina pectinatus, Strombus gigas y Fasciolariatulipa (Tabla 6).

En la Tabla 7 se muestra el aporte de biomasacomestible proteico representado por el mediomarino el cual es notablemente superior al de losmedios terrestre y fluvial. Esto sucede también conlos utensilios donde los raspadores de Codakiaorbicularis y Lucina pectinatus y otros útileshechos a partir del gasterópodo Strombus gigas(picos, cucharas, platas puntas etc.) así como ador-nos de uso corporal caso de las cuentas de collarfabricadas a partir de vértebras de pescado o lospendientes de Oliva reticularis dominan las mues-tras. El empleo de madréporas (Acrophora cervi-cornis) como escofina para el raspado de madera yyuca también parece claramente constatado.

DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES

El sitio arqueológico de Los Buchillones cons-tituye un área rica en testimonios arqueológicos.

La amplia muestra de evidencias arqueozoológi-cas rescatadas de las tres unidades contempladasen el presente estudio abarcan gran diversidad deespecies. El grupo más numeroso son los molus-cos marinos, que incluye especies del infralitoraly del mediolitoral, siendo las primeras más abun-dantes.

La diversidad y abundancia de peces constitu-yeron un elemento de apreciable valor para estacomunidad. Estos no sólo representaron una fuen-te significativa de alimentos, sino que además fue-ron utilizados como materia prima en la confec-ción de adornos corporales (cuentas de collar).

Los quelonios marinos, constituyen un segundogrupo notablemente abundante en las diferentesunidades. Ellos poseen gran cantidad de biomasacomestible (alrededor de 40 Kg de valor medio),por lo que su “pesca” resultó de gran valor. En launidad E-3 fueron especialmente numerosos. Losquelonios fluviales (Trachemys decussatta),mucho menos importantes, indican que los caza-dores se trasladaron varios kilómetros hasta losríos más cercanos.

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TABLA 6

Comportamiento del Número Mínimo de Individuos (NMI) en la Unidad E-3. Los Buchillones.

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En todas las unidades estuvieron presentes res-tos de Capromys pilorides, una de las especiesclave en Los Buchillones. Esto se debe tanto a suaporte cárnico como por su abundancia en laregión, ya que se la puede encontrar fácilmente enlos bosques y en las cayerías, aún en la actualidad.Otros roedores fueron Capromys melanurus (jutíaandarás) y Geocapromys sp. (esta última actual-mente se encuentra extinta).

La presencia de Trichechus manatus (manatí)en la unidad D2-1 fue significativa ya que se tratade un mamífero que alcanza pesos de hasta 590 Kg

de los cuales se calcula que son aprovechablesaproximadamente unos 250 Kg. Hay que destacarque los huesos del manatí, en especial las costillas(17 pares), son muy gruesas y pesadas lo que leresta gran cantidad de biomasa comestible de supeso corporal. Dicha especie vive en ríos, esteros,lagunas y en aguas costeras de poco fondo, sininternarse mucho en el mar, aunque se han descri-to casos de manatíes permaneciendo en fuentes deagua dulce que brotan en el mar, como es comúnen lugares cercanos a las costas y en las cayerías,(Varona, 1980). También fueron encontrados, en

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TABLA 7

Aporte de la biomasa comestible y su correspondiente índice de consumo por actividades subsistenciales. Unidad E-3, Los Buchillones.

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esta unidad, restos del delfín mular (Tursiops trun-catus), común en las aguas costeras y abundanteen las aguas próximas a Los Buchillones. Su pesocorporal alcanza los 230 Kg de los cuales sonaprovechables aproximadamente 150. La escasezde estos restos unido a la puntualidad de su hallaz-go pudieran hacer dudar de su utilización comoalimento, pero su ubicación en un contexto tandefinido hace poco probable que llegaran allí porcausas ajenas a la actividad humana.

La avifauna de la región donde se emplazanLos Buchillones es muy rica actualmente, por loque en tiempos pretéritos esta riqueza seguramen-te fue mayor. Probablemente dispusieron de nume-rosas especies de porte apreciable caso de Peleca-nus occidentalis, Phalacroconax auritus, Ardeaherodeias, Nycticorax violaceus, Anas crecca, Aixsponsa, Dendrocygna arborea, Fulica americana,Gallinula chloropus, Phoenicopterus ruber, Ajaijaajaja, Eudocimus albus y Plegadis falcinellus(Rodríguez, 1999).

Crustáceos marinos y terrestres fueron tambiénfuente de alimento si bien como ocurría con losmoluscos sólo constituyeron complementos en ladieta. No obstante, la caza de los crustáceos y larecolección de moluscos siempre formaron parte dela actividad subsistencial, a la que debemos añadirel valor utilitario que poseen los moluscos, emplea-dos en la elaboración de diversos instrumentos.

Restos secundarios fueron los corales (madré-poras), empleados como instrumentos de trabajo yel perro, recientemente reubicado en género yespecie como Canis lupus familiaris (Jiménez &Fernández-Milera, 2002), que corresponde con elIndocyon caribensis de Arredondo (1981). Esteanimal sería utilizado como animal de compañía ypara la caza.

Las unidades más ricas en diversidad de espe-cie fueron la E-3 y la D2-1 seguidas de la unidadE-1, esta última pobremente representada. Ademásde la riqueza en especies de las unidades E-3 y D2-1, éstas mismas fueron las más ricas en cuanto anúmero de individuos, contabilizándose 632 parala E-3 y 222 para la D2-1. La E-1 contó con 105individuos. Esto debe estar relacionado con laexistencia de fogones de gran tamaño, donde regu-larmente se encuentran estos residuos, en los sitiosarqueológicos.

Las evidencias faunísticas muestran el desarro-llo de actividades de pesca, caza y recolección.Entre éstas la más productiva, en cuanto al aportede biomasa comestible se refiere, tenemos la pesca,

seguida de la caza y por último la recolección, quese manifestó regularmente en todas las unidades. Apesar de que la recolección fue la menos rentable,hay que resaltar que fue la más sistemáticamenterealizada. La clasificación y análisis de los restosfaunísticos y las evidencias culturales permitierondefinir que este grupo humano, además de practi-car la agricultura, desarrolló una explotación eco-nómica intensa del medio circundante que elevó lapesca y la recolección marina a desempeñar unpapel fundamental en la gestión de los recursosnaturales (Gráfico 1).

Las utilidades aportadas por la gestión subsis-tencial dependiente de la fauna en estas 3 unida-des fueron mayores en las unidades D2-1 y E-3,en correspondencia con su mayor abundancia derestos. En este caso la unidad D2-1 fue la másrica en especies de mayor porte alcanzando uníndice de 48,5% frente al 40,66% de la unidad E3(Gráfico 1). Ello es debido a que la unidad D2-1contenía, entre otros, restos de delfín y de mana-tí, mamíferos acuáticos, de gran talla. En la uni-dad E1 el índice no alcanza ni siquiera un valordel 11%.

El medio marino fue intensamente explotadopor este grupo humano. En él encontraron diversi-dad de ecosistemas, con gran riqueza en recursosaprovechables para su alimentación. El manglar,que se ubica en las cercanías del sitio así como enlas cayerías es especialmente abundante en molus-cos y caprómidos. El medio subacuático marino yfluvial, con gran riqueza de peces, cetáceos ymoluscos les sirvió como fuente inagotable de ali-mentos. Este es especialmente abundante en lascercanías de los cayos, que se encuentran a 10 Kmal norte, a los cuales llegaron utilizando los mediosde navegación que poseían (canoas), y que fueronencontrados durante las excavaciones. Tierra aden-

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GRÁFICO 1

Comportamiento de las actividades de caza, pesca y recolecciónen las unidades estudiadas.

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tro debió ubicarse un bosque semidecíduo escena-rio de la caza de caprómidos y la recolección defrutas.

A pesar que el presente trabajo abarca solamen-te el estudio de tres unidades, podemos deducirque esta estrategia de subsistencia se caracterizópor una gran estabilidad, lo que pudiera ser indica-tivo de que estas gentes fueron capaces de explo-tar los recursos de que disponían de forma planifi-cada. Muestra de ello sería la permanenciaprolongada, durante mas de 400 años, calculadosentre el 1225 y 1640 DNE (Pendergast et al.,2003) realizada por el Laboratorio Isotrace de laUniversidad de Toronto, Canadá.

Podemos de esta forma inferir que la explota-ción del entorno en los Buchillones significó unaforma de subsistencia segura para esta poblaciónde agricultores con una orientación de sus activi-dades hacia la pesca. La dominancia de ejemplaresadultos entre los restos estudiados, además de seruna muestra de las amplias potencialidades que elmedio natural ofrecía, es indicativo de los posiblesconocimientos empíricos de la dinámica de laspoblaciones faunísticas. Para la obtención de esterecurso además de las tradicionales actividades decaza, pesca y recolección, no podemos descartarque se apoyaran ocasionalmente en la cría contro-lada y la domesticación de ciertos animales (¿jutí-as?), o en el almacenamiento, la utilización detrampas y corrales de animales vivos y la conser-vación de alimentos ahumados y salados comoplantea Las Casas (1951).

La escasez de los huesos de aves se correspon-de con lo detectado en otros depósitos arqueológi-cos cubanos, incluso de ubicación costera comoéste (Pérez & Guarch, 2000) y creemos que podrí-an obedecer a factores taxonómicos.

En las unidades donde fué posible la diferen-ciación de dos capas o niveles naturales, se ponede manifiesto una intensificación de la actividadcon el tiempo. Ello debió estar ligado al creci-miento demográfico de este asentamiento de agri-cultores, pero los datos actuales no permten aven-turar a más.

Por otra parte, los estudios realizados en LosBuchillones indican que el medio físico se ha veni-do transformando y recibiendo impactos provoca-dos por el hombre, desde tiempos precolombinos.La influencia de este grupo agricultor ceramistadependiente, por una parte, de la agricultura de layuca, y por otra, de una intensa explotación de losrecursos faunísticos, hizo posible que se produje-

ran transformaciones del entorno, probablementelas más antiguas en la región sobre las que, enestos momentos, sólo cabe especular.

Este trabajo arqueozoológico que ha aportadoinformación sobre la economía y el medio ambien-te, forma parte de los estudios arqueológicos inte-grales que se realizan de este excepcional depósi-to. Sus resultados han dotado a la arqueologíacubana de un amplio conjunto de evidencias mate-riales, relacionadas con la vida, costumbres y cul-tura de esta antigua comunidad de agroalfareros;conservadas en un excelente estado, por lo que LosBuchillones constituye un yacimiento arqueológi-co de referencia para Cuba y Las Antillas.

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