estadísticas utilizadas - ministerio de agricultura,pesca

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rama que, igualmente, son aplicables al sector, a la cadena y a cual- quier tipo de división empírica o analítica del sistema productivo. Reconocimiento que, de nuevo, no debe interpretarse como un re- chazo de los importantes y sugestivos resultados que tales nociones pueden permitir; simplemente estamos reivindicando la necesidad de complementarlos. Junto a la inserción del espacio, Fanfani y Montresor introducen una innovación importante en el estudio de los mercados agroali- mentarios desde la perspectiva de la demanda que, en principio, puede resultar contradictoria con la idea del "consumidor univer- sal": «junto a esta demanda global, se observa también una progre- siva segmentación de los mercados de bienes alimentarios»1^3. Este cambio en la demarida final, es decir, el creciente individualismo del consumidor, incentiva «la innovación de los productos, Ilegán- dose casi a una integración entre demanda y oferta (...) Con ello cae por tierra el enfoque seguido anteriormente, según el cual el pro- ductor se remitía a la demanda como una variable dependiente de las exigencias de economicidad de la oferta»124. Aspectos sobre los que trataremos de aportar alguna evidencia empírica para el caso es- pañol en el segundo capítulo. 1.4. Fuentes estadísticas utilizadas Respecto al problema empírico que apuntábamos, vamos a pa- sar a poner en práccica la decisión de explicar La metodología y con- ceptos utilizados en las fuentes estadísticas a las que vamos a recu- rrir; alternativa que, lógicamente, no transformará una deficiente información en datos fiables, pero sí nos permitirá rechazar los ma- yores errores por defecto y detectar las más importantes omisiones. EI objetivo de este epígrafe es lograr, en la medida de lo posible, que nuestras conclusiones sean el resultado de analizar el contenido económico de la información disponible, utilizando distintas fuen- 123. Ibid., p. 17. En el mismo sencido se pronuncia R. H. Green (1992), p• 37. 124. R. Fanfani y E. Moncresor (1992), pp. 1G-17. 65

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rama que, igualmente, son aplicables al sector, a la cadena y a cual-quier tipo de división empírica o analítica del sistema productivo.Reconocimiento que, de nuevo, no debe interpretarse como un re-chazo de los importantes y sugestivos resultados que tales nocionespueden permitir; simplemente estamos reivindicando la necesidad

de complementarlos.

Junto a la inserción del espacio, Fanfani y Montresor introducenuna innovación importante en el estudio de los mercados agroali-mentarios desde la perspectiva de la demanda que, en principio,puede resultar contradictoria con la idea del "consumidor univer-sal": «junto a esta demanda global, se observa también una progre-siva segmentación de los mercados de bienes alimentarios»1^3. Estecambio en la demarida final, es decir, el creciente individualismodel consumidor, incentiva «la innovación de los productos, Ilegán-dose casi a una integración entre demanda y oferta (...) Con ello caepor tierra el enfoque seguido anteriormente, según el cual el pro-ductor se remitía a la demanda como una variable dependiente delas exigencias de economicidad de la oferta»124. Aspectos sobre losque trataremos de aportar alguna evidencia empírica para el caso es-

pañol en el segundo capítulo.

1.4. Fuentes estadísticas utilizadas

Respecto al problema empírico que apuntábamos, vamos a pa-sar a poner en práccica la decisión de explicar La metodología y con-ceptos utilizados en las fuentes estadísticas a las que vamos a recu-rrir; alternativa que, lógicamente, no transformará una deficienteinformación en datos fiables, pero sí nos permitirá rechazar los ma-yores errores por defecto y detectar las más importantes omisiones.

EI objetivo de este epígrafe es lograr, en la medida de lo posible,que nuestras conclusiones sean el resultado de analizar el contenidoeconómico de la información disponible, utilizando distintas fuen-

123. Ibid., p. 17. En el mismo sencido se pronuncia R. H. Green (1992), p• 37.124. R. Fanfani y E. Moncresor (1992), pp. 1G-17.

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tes estadísticas, esfuerzo que, a la hora de estudiar la industria espa-ñola, en general, suele ser inferior al destinado «a reelaborar con laayuda de complejos medios informáticos una deficiente información

de base»125, evitando así una extendida tendencia «a utilizar cual-quier serie disponible sin analizar antes su contenido y fiabilidad re-lativa, lo que proporciona un margen excesivamente amplio a la dis-

crecionalidad del investigador en lo que respecta a los resultados

empíricos» lzb.

La importancia que otorgamos a elaborar un cuidadoso soporte

empírico no está reñida, sin embargo, con el hecho de que, si bientenerlo en cuenta pueda ser fructífero, su examen pormenorizado re-sulta desolador. Por ello, en el texto trataremos el asunto con la ma-yor brevedad posible, resaltando aquellos aspectos que considera-

mos básicos para el tema que nos ocupa, y en el anexo al apartado

1.4 se examinarán otras cuestiones.

Como comprobaremos a lo largo del trabajo, existe una abun-dante información estadística, aunque limitada y dispersa, sobre laIAA española. Con toda seguridad, la unificación en una sola pu-blicación de estos datos, mejoraría su calidad y facilitaría la arduatarea de recopilación, comparación... que actualmente tiene que re-

alizar el investigador. Por ello, sería conveniente que el InstitutoNacional de Estadística (INE), al igual que el Institut National dela Statistique et des Études Économiques (INSEE), realizase este

esfuerzo127.

1.4.1. La Encuesta indu.rtrial

La fuente de información básica para este trabajo de investiga-

ción es la Encue.rta indu.rtrial (EI en adelante), lo que nos obliga a ini-

ciar el análisis en 1978, primer año para el que se publican datos. La

elección de esta estadística no es arbitraria. En 1983 el Banco de

125. J. Segura y otros (1989), p. 9.126. Ibid., p. 9.127. Pueden verse, por ejemplo, los trabajos de M. Betther y D. Bresson (1989); D. Bres-

son (1987), publicados por el INSEE.

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Crédito Agrícola ponía de manifiesto la ausencia de un tratamiento

global del sector en la literatura económica española128. Entre las ra-zones que apuntaba, resaltaremos: «las enormes dificultades estadís-ticas existentes y la profunda dispersión de los datos relativos a lasempresas»1^9. Tres años más tarde, el Centre Français du CommerceExtérieur volvía a insistir en que la falta de conocimiento sobre laIAA española se debía, fundamentalmente, a que los datos indus-triales recientes, homogéneos y fiables no habían estado disponiblesantes del tercer trimestre de 1984, en el que el INE publicó la EIsobre el período 1978-1981: «esta encuesta estadística que abordaen particular 18 sectores de la industria agro-alimentaria es laúnica, hasta este día, que permite dar una idea de lo que repre.rentanlot diferente.r tectore.r en relación a lo.r otro.r, y, por extensión, percibirmejor las tendencias que en conjunto ha experimentado la ihdustriaagro-alimentaria en dicho período»13o.

En los dos cuadros siguientes se explicitan, en primer lugar, losdiecisiete grupos de actividad industriales de los que da cuenta estafuente, así como su número de identificación sectorial13^ y, en se-gundo lugar, los dieciocho sectores en que aparece dividido el grupoAlimentos, bebidas y tabaco (ABT en adelante):

128. A pesar de que el MAPA, en el Boletrn menJUa! de utadátira, ha venido publicando

una valiosa información sobre algunos de los sectores que componen la Industria agroalimen-

taria -Piensos, Cárnicas y Lácteas, principalmente-.

129• Banco de Crédico Agrícola (1983), p. 7.130. Centre Français du Commerce Exrérieur (1986), p. 19.131. Dado que la Ef no ha suministrado información acerca del sector Conscrucción hasta

la correspondienre a 1983-1986, hemos decidido descartarlo de nuestro escudio y, cuandoutilicemos datos de otras fuentes para el conjunco industrial, nunca induiremos dicha activi-dad secundaria. Por otra parte, nuestro grupo 13 aparece desagregado en dos en la EI: Indus-tria cextil y de la confección (65-68 y 72-74) y Cal^ado y cuero (69-71). Sin embazgo, la divi-sión que suele hacerse de ambos en otras fuentes es diferente, como vamos a ver, por lo quehemos opcado por agregarlos.

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Cuadro 1.2. Composición de la industria por grupos de actividad

y código seccorial en la Encuesta industrial

1 Energía ................................................................................. 1-7

2 Agua ..................................................................................... 8

3 Minerales metálicos ............................................................... 9

4 Producción y primeta transformación de metales ......... .......... 10-11

S Minerales no metálicos y canteras .......................................... 12

6 Industrias de productos minerales no metálicos .................. ... 13-18

7 Industria química .................................................................. 19-30

8 Fabricación de productos metálicos ....................................... 31-35

9 Maquinaria y equipo ............................................................. 36-38 y 46

10 Material eléctrico y electrónico .............................................. 39-4011 Macerial de cransporte ........................................................... 41-45

12 Alimentos, bebidas y tabaco .................................................. 47-64

13 Industria textil y de la confección-Calzado y cuero ................ 65-74

14 Madera, corcho y muebles ..................................................... 75-79

15 Papel, artículos de papel, artes gráficas y edición .... ............... 80-82

16 Transformación del caucho y matetias plásticas ... ................... 83-84

17 Otras industrias manufactuteras ................. ........................... 85-89

Cuadro 1.3. Composición de Alimencos, bebidas y tabaco.Identificación sectorial

1 Aceites y grasas

2 Mataderos e industrias cárnicas

3 Industrias lácteas4 Conservas vegecales

5 Conservas de pescado

6 Molinería

7 Pan, bolletía, pastelería y galletas

8 Azúcar '

9 Cacao, chocolate y productos de confitería10 Productos de alimentación animall 1 Produccos alimenticios diversos

12 Alcoholes13 Licores

14 v;no15 Sidrería

16 Cerveza

17 Bebidas analcohólicas

18 Tabaco

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En el anexo 1.1 recogemos esta clasificación sectorial, estable-ciendo, además, su desagregación subsectorial, es decir, de las líneasproductivas más importantes de cada una de las dieciocho esferas.No obstante, si recurrimos a fuentes de información distintas (Ta-

bla.r input-output, Centra! de balance.r...), nos veremos obligados a rea-lizar determinadas agregaciones.

Caldentey, al referirse a la agrupación 41 /42 de la CNAE que,como puede verse en el anexo 1.2, se ajusta a la clasificación sec-torial y subsectorial de ABT realizada por la EI (cuadro 1.3 yanexo 1.1), señala que «hay algunas actividades cuya inclusión eneste subsector o en el subsector del comercio depende de conside-raciones subjetivas: es el caso por ejemplo de las instalaciones demanipulación de productos hortofrutícolas para consumo enfresco o de las plantas embotelladoras de vino (separadamente de

la producción), que la CNAE incluye en la agrupación 61 (Co-mercio al por mayor)»132. Respecto al embotellado de Vino -ytambién de Licores, Sidra, Cerveza y Bebidas analcohólicas- talcomo se explicita en el anexo al apartado 1.4, su exclusión nosparece aceptable aunque sea arbitraria. Consideración que puedeextenderse al comentario del primer ejemplo citado si tenemos en

cuenta que las agrupaciones 61 "Comercio al por mayor" y 64

"Comercio al por menor" comprenden las unidades cuya activi-dad exclusiva o principal consista en la reventa de mercancías133.Dos de los grupos que se incluyen, respectivamente, en las agru-

paciones 61 y 64 son: 611 "Comercio al por mayot de materias

primas agrarias, productos alimenticios, bebidas y tabaco" y 642

"Comercio al por menor de productos alimenticios, bebidas y ta-

baco". Dentro de 611 se incluye, por ejemplo, el comercio al por

mayor del tabaco en rama, frutas, productos del tabaco... Deigual forma, dentro de 642 se incluyen los estancos, las frute-rías... Se equiparan, pues, todos estos productos.

132. P. Caldentey Albert (1988), p. 157.133. Estas pueden revenderse tal como se adquirieron o realizando previamenre las trans-

formaciones usuales en el comercio. Los destinatarios serían: comerciantes, transformadores,usuarios profesionales u otros grandes usuarios en el primer caso; el público o pequeños usua-rios en el "Comercio al por menor". Véase INE (1984), pp. 106 y 115.

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En definitiva, la CNAE incluye, dencro de las agrupaciones "co-

mercio", tanto las mercancías agrarias (productos hortofrutícolaspara consumo en fresco y tabaco en rama) como las industriales(productos del tabaco). Sin embargo, mientras el cultivo de mate-

rias hortofrutícolas y del tabaco se incluyen, respectivamente, en losgrupos 012 "Cultivo de hortalizas y frucas" y 014 "Cultivo de plan-tas industriales", ambos de la división 0"Agricultura, ganadería,caza, silvicultura y pesca", agtupación O1 "Ptoducción agtícola", latransformación del tabaco se recoge en el grupo 429 "Industria deltabaco" (véase anexo 1.2). Esta delimicación de las actividades eco-

nómicas se apoya, como se ha reconocido, en criterios arbitrarios ydiscutibles. No obstante, resulta difícil asumir que sea más (menos)conveniente incluir el manipulado de bienes hortofrutícolas dentrodel sector secundario equiparándolo, por ejemplo, con la transfor-mación del tabaco. Por nuestra parte no entraremos en una discu-sión que se nos antoja estéril y nos limitaremos a admitir la CNAE

de 1974, por ser la utilizada en la elaboración de las diferentes basesempíricas que vamos a utilizar.

Nefussi, paitiendo de que la IAA «ha sido definida como elconjunto de empresas que transforman productos en general de ori-gen agrícola para satisfacer las necesidades alimentarias de los con-sumidores» 134, afirma que sería ilusorio creer que los criterios teóri-cos permiten circunscribir de forma precisa un campo económico.

Justifica su afirmación en tres cuesciones135:

a) La fabricación de alimentos para animales se incluye, e in-

cluso la transformación del tabaco.

(3) Por el contrario, la actividad vinícola, en la frontera de laagricultura, a pesar de transformar productos agrícolas en bienes

alimentarios no se considera.v) Los despachos de pan, aunque próximos al comercio, se con-

templan dentro de las IAA y, en cambio, se excluyen las carnicerías-charcuterías.

134. J. Nefussi (1989), p. 19.t35. [bid., pp. 19-20.

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Este autor se está refiriendo a la nomenclatura de actividades y

productos de 1973, por lo que no sabemos si tales críticas son acer-tadas. En nuestro caso, dado que seguimos la CNAE que, según ex-plicita en su introducción, con el fin de permitir las comparacionesinternacionales, ha establecido «la necesaria correspondencia con la"Clasificación Industrial Internacional Uniforme de todas las activi-dades económicas" en su versión revisada por las Naciones Unidasen 1968 (CIIU 68) y con la "Nomenclatura general de actividadeseconómicas en las Comunidades Europeas" (NACE 70)»136, tales

objeciones carecen de sentido. En ptimet lugar, la CNAE denomina

a la agrupación 41/42 "Industrias de productos alimenticios, bebi-das y tabaco", por lo que se está contemplando tanto la alimenta-ción humana como la animal, las bebidas y el tabaco y, por tanto, asería infundada.

Por el contrario, para todos los sectores incluidos en ABT es re-lativamente aceptable su ligazón con el sector primario (en mayor omenor medida). Así, si recurrimos a la clasificación, ya apuntada, delas IAA realizada por Malassis, podemos comprobar que nos vamosa centrar en todas las denominadas por este autor Agro-industrias

(alimentarias -sectores 1 a 9 y 11: Grasas, Carne, Leche, Cereales,

Azúcar- no alinzentarias -sector 18: Tabaco- y productoras de bienes in-

termedios -sector 10: Alimentos compuestos para animales-), parte .

de las Industrias ligadas a la agricultura -sectores 12 a 17: Bebidas y

alcoholes- y, por último, una de las Industrias alimentarias no ligadas

a la agricultura -sector 5: Industrias de la pesca-. En términos es-trictos, no puede aplicarse a los dieciocho sectores que componenABT el calificativo agrarias, debido a que en ABT se consideran lasConservas de pescado por lo que sería necesario ampliar "agro" y ha-blar de agro-pesqueras o primarias137. No obstante, ambos vocabloscampoco garantizan que se solucionen las ambigiiedades terminoló-gicas. Por ejemplo, no se estarían utilizando en la acepción que Ma-lassis otorga a las Agro-industrias e Industrias ligadas a la agricultura(según que la proporción de inputs intermedios provenientes de la

136. INE (1984), p. 3•137. Sólo en el senrido del origen de los inpurs de estaz industrias.

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Agricultura supere o no el 50%). Por nuestra parte, partiremos deque todos los sectores de ABT tienen alguna vinculación, directa oindirecta, con el sector primario, ligazón que trataremos de cuanti-ficar posteriormente138. Además, no debemos olvidar que estamosexcluyendo determinadas Indu.rtrias ligadas a la agricultura: Textiles,Cuero y calzados y Madera y muebles.

Por todo ello y dejando al margen las dificultades para encon-trar otro vocablo alternativo, aunque es cuestionable aplicar el cali-ficativo de alimentarias139, dado que las únicas industrias que for-man parte de nuestro objeto de análisis son todas las denominadaspor este autor Agro-indu.rtriar ^le alimentación tanto humana comoanimal, en la acepción dada por la CNAE- e Indu.rtria.r alimentaria.rno ligada.r a la agricultura -sino al subsector pesquero, dentro delsector primario-, parece que no resulta tan disparatado hablar deIAA, puesto que el segundo calificativo sirve para aclarar que se es-tán descartando las mencionadas Indu.rtriar ligada.r a la agricultura.

Respecto a la segunda crítica apuntada por Nefussi, hemos vistoque, a partir de la CNAE, si dentro de la producción agrícola 016"Producción de uva para vinificación", que incluye las unidadescuya actividad exclusiva o principal consista en el cultivo de la vidpara obtener uva de vinificación, no puede clasificarse por separadola producción de uva y su tratamiento para vinificación, o bien seestima indirectamente esta última, o se incluye toda en 016, que esla decisión que, aceptablemente, se tomalao. El hecho de que esta so-lución nos parezca admisible no evita que se produzcan otros pro-blemas. Aunque aún no se ha iniciado el examen del contenido delas Tabla.r input-output e.rpañolas (TIO-E), puede servir como avancede las dificultades encontradas que el Si.rtema europeo de cuentar econó-

138. Según Malazsis, laz Agro-iudurtriar acaparan más del 50% de sus consumos interme-dios de la Agricultura, y laz Induttriat ligadat a!a agritultura menos de esta proporción. Sinembargo, cuando analicemo3 este ratio, veremos que cales porcentajes deben ser matizadas ensectores consíderados aquí en el primer y segundo grupo; por ejemplo, Pan (sector 7) y Vino(sector 14).

139. La CNAE no considera una de las /ndurtriat na ligadat a la agritultura de la tipologíade Malassis: Otras industriaz alimentariaz. No obstante, dada su escasa relevancia, tal exdu-sión no debe implicar problemas relevantes.

140. INE (1984), p. 48.

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micas integradas (SEC en adelante) determina que «la clasificación delas ramas de las tablas input-output se establece a partir de la

NACE -versión para la elaboración de las tablas input-output

(NACE/CLIO^, correspondiendo cada rama a uno o varios de susgrupos»14^. Pues bien, comparando las páginas 136 y 138 de estapublicación del Eurostat con la página 511 de la última TIO-E dis-

ponible (referida a 1988)142 puede comprobarse que, a pesar de queel INE pretende recoger las correspondencias CNAE-NACE/CLIO,

tal identidad no se manifiesta. En cuanto a las actividades que nosinteresan, este desajuste se produce en Aceites de oliva sin refinar yuna parte de la Industria del vino143, incluidas por el SEC en la rama

O1 Productos de la agricultura, silvicultura y pesca, mientras que la

CNAE y las TIO-E los consideran en las ramas 27 Otros alimentos y

28 Bebidas, respectivamente. Lo que debería tenerse en cuenta en lascomparaciones internacionales incluso utilizando fuentes que, enprincipio, siguen el mismo criterio.

Por último, en cuanto a la cuestión a), la CNAE aclara que losdespachos de pan no se incluyen si no efectúan simultáneamente lacocción, ni tampoco las carnicerías-charcuterías cuando su actividadprincipal consista en la venta al por menor de productos cárnicosaunque realicen actividades secundarias de transformación decarne144, por lo que no llegamos a comprender que, entre ambas es-feras, se produzca la asimetría denunciada por Nefussi.

1.4.2. Las Tablas input-output

Otra importante fuente de información son las Tablas input-out-

put (TIO en adelante), por lo que en el anexo al apartado 1.4 se ana-lizan algunas cuestiones metodológicas sobre las mismas.

141. Eurostat (1988), p. 33.142. INE (1993 6), p. 511.143. Se consideran en la Industria del vino: el champagne, los vinos espumosos y los ape-

ritivos a base de vino. Véase, Eutostat (1988), pp. 136 y 138.

144. Véace anexo al apartado 1.4.

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La primera TIO de la economía española (TIO-E) hace referenciaal año 1954145 y fue publicada por el Instituto de Estudios Políticos.La Organización Sindical Española estima las correspondientes a lostres años consecutivos siguientes y elabora las de 1958, 1962 y1965. En 1980 se elabora, por primera vez en nuestro país, unaTIO-E integrada con la Contabilidad nacional de E.rpaña (CNE), si-guiendo el SEC. Fue publicada por el INE, Organismo que tambiénha elaborado/estimado las posteriores (1985, 1986, 1987 y 1988).Por tanto, disponemos de cinco TIO-E para la década de los ochentaque siguen una metodología homogénea. Sin embargo, dado que

cuatro de ellas son consecutivas, parece razonable, para abordar unanálisis estructural de nuestra economía, introducir las dos relativasa la década de los setenta, publicadas por:

EI Instituto de Estudios de Planificación para 197014G.

El Fondo para la Investigación Económica y Social -FIES- para197514^.

Es importante señalar que, si bien el primer año en que se in-tegran las TIO y los demás elementos de la CNE utilizando los cri-terios del SEC es 1980, desde 1970 ambas se apoyan en dicha me-todología14S. A pesar de ello, como tendremos ocasión decomprobar, existen diferencias entre las dos tablas de los años se-tenta y las publicadas por el INE que sólo cabe interpretar como

disparidades en las normas utilizadas que, en teoría, deberían serlas mismas149.

145. Como punto de referencia puede tenerse en cuenta que «la ptimera tabla inpuc-out-put oficial relativa a la economía estadounidense (.. J correspondía a 1947» , W. Leontief(t988), p. 56.

146. Inscituto de Estadios de Planificación (1975).147. FIES (1980).148. Véase, FIES (1980), pp. 15-16; INE (1990), p• 13; Inscituto de Estudios de Planifi-

cación (1975), p. 32.

149. Con toda seguridad, la comentada integración de la TIO en la CNE desde 1980 hamejorado no sólo la calidad de la información sino también el rigor en tas definiciones utili-zadaz. [lustrativo de ello puede ser que las TIO de 1970 y 1975, aunque siguen la misma me-codología (SEC) que la CNE, utilizan el término secror refiriéndose a las ramas de actividad:«la seccorización de las Tablaz Inpuc-Oucpuc se hace por incegración de ramas homogéneaz deactividad económica», Inscicuco de Escudios de Planificación (1975), p. 35.

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Como es bien sabido, una TIO es una tabla de doble entrada que

representa las relaciones económicas o flujos de bienes y servicios dela economía de un país que ha sido dividida en n ramas de activi-

dad^so. Como se ha señalado, el examen pormenorizado de las TIO se

encuencra en el anexo al apartado 1.4, donde también se insiste enla distinción entre rama y sector de actividad en el ámbito de las

clasificaciones estadísticas, que resumiremos en los siguientes tér-minos: «el sector corresponde al conjunto de empresas que ejercen

la misma actividad principal. La rama reagrupa el conjunto de em-

presas o partes de empresas que producen un mismo bien a títuloprincipal o secundario»ls^. Tal diferencia teórica es, sin embargo, di-fícil de materializar en la práctica, en los datos que finalmente sepublican, como tendremos ocasión de comprobar en el siguienteapartado destinado a comparar la información de las diferentes basesempíricas, lo que puede explicar la relativa confusión con la que sehan venido utilizando en el seno del análisis económico. Junto aesta escasa referencia estricta a los conceptos rama y sector, hay queseñalar, además, que ambos son imperfectos «en la medida en queretienen actividades ajenas a la estudiada por el primero, o aprehen-den mal la dimensión de los actores implicados en el segundo (...)El sector es utilizado (...) cuando se pretende analizar las firmas, sufinanciación, sus invetsiones (...) La rama, elaborada a partit de lasactividades principales y secundarias de las firmas, es utilizada (...)para el cálculo de los consumos intermedios y los valores añadidos,

por ejemplo en las tablas input-output»15z.

Estos dos conceptos, cuya diferencia hace referencia a las pro-ducciones secundarias, sirven para demarcar las nociones de produc-ción efectiva (VABpm + CI) y producción distribuida (PE y PD res-

pectivamente) que se recogen en las TIO, aspecto que pasamos a

desarrollar.

La diferencia entre PE y PD, que aparece por primera vez en

1980, surge por el hecho de que toda TIO «tiene que cumplir el re-

150. [NE (19gG a), p. 100.151. J. P. Angelier (1991), p. 42.152. Ibid., pp. 42-43.

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quisito de que un producto tiene que ser distribuido por una únicafila, aunque haya sido producido en varias ramas de actividad. Dado

que en la producción efectiva de una rama aparecen productos quedeben ser distribuidos por otra rama y, a su vez, existen otros produc-

tos que dicha rama no ha producido y que a su vez debe distribuir, sehace necesario realizar un ajuste que permita pasar de la noción pro-ducción efectiva por ramas de actividad a la de producción distri-

buida por grupos de productos»153. Como veremos a continuación,en rigor, el término PE se relaciona más con sector que con rama.

La diferencia entre PE y PD se debe, por tanto, a que existen uni-dades de producción informantes que no se ajustan con exactitud a lasunidades de análisis retenidas por el SEC, por ejemplo por producir

en una misma unidad de encuesta bienes y/o servicios que no puedenclasificarse en una misma rama de actividad (existe una actividadprincipal y una secundaria que es, a su vez, actividad principal en otrarama). Como consecuencia de ello, en cada columna o estructura deinputs existe «un cierto grado de mixtura (...) al referirse éstos no sóloa los necesarios para elabórar los productos principales, sino tambiénlos secundarios»ts4. A este problema no es ajena la metodología de laTIO pues explicita: "se asume la «impureza" de las ramas, con la con-trapartida de un mayor respeto a las fuentes de información»^ss.

Si cada unidad de encuesta (empresa, establecimiento...) asig-nara tanto sus inputs como su producción diferenciando su activi-dad principal de las secundarias, no existirían problemas. En otrostérminos, sería necesario «romper a la firma en dos subfirmas inde-

pendientes, una productora del producto principal y otra del secun-dario. Muchas firmas no registran los datos de forma que les sea po-sible tal contabilización»^s^.

Partiendo del significado de una TIO por filas y columnas, quese desarrolla en el anexo al apartado 1.4, vamos a tratar de ilustrar,

con un ejemplo, la diferencia entre la producción efectiva y la dis-

153. INE (1986 a), p. 123.154. J. M. Martínez Galbete y M. V. García Olea (1990), p. 363.155. INE (1990), p. 114.156. R. E. Miller y P. D. Blair (1985), p. 154.

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tribuida. La CNAE establece que la Indu.rtria vinícola comprende lasunidades cuya actividad exclusiva o principal consista en la obten-ción de diferentes tipos de vino. No abarca el tratamiento de la uvaque no pueda clasificarse separadamente de la actividad agrícola,considerándose entonces como Producción de uva ^ara a^inificación.

Igualmente, incluye o no la actividad de embotellado según se rea-lice conjuntamente o de manera independiente a la obtención; en

este último caso se considera dentro de la actividad Comercio.

Pues bien, en el contexto de las TIO españolas, supongamos quetenemos tres unidades de encuesta (establecimientos), con las si-

guientes actividades principales y secundarias^s':

I

II

Actividad principal: Produaión de uva para rinificación (A)

Actividad secundaria: Tratamiento uva ^ lndurtria vinícala (6)

Actividad principal: Industria vinírola (B)

Actividad secundaria: Embotellado de vino ^ Coraerrio (c)

III Actividad exclusiva: Conrercio (C)

I II

A

0

B

III

157. A los efectos de esta ilustración, se considera que ambos úpos de actividad puedendiferenciarx, encuadrándose en el grupo de la CNAE correspondiente.

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La delimitación de las ramas "homogéneas", aunque con el co-mentado grado de impureza, sería simple a nivel teórico, puesto quepueden considerarse tres unidades de producción homogénea-UPH- (a=A, (3=B=b y 6=C=c). Así, cabe distinguit tres ramas,una "pura" (1=a=A), y dos "mixtas", al referirse tanto a actividadesprincipales como secundarias (2=B+6 y 3=C+c). Sin embargo, en lapráctica, su obtención «a partir de una información de base prove-niente de establecimientos presenta, obviamente, mayores dificulta-des»158. En este sentido, la finalidad, para cada rama, de la fila detransferencias de productos es «lograr la perfecta homogeneidad delos productos que finalmente aparecerán en los recursos de cadarama. Se utiliza pues para hacer fluir por ella aquellos bienes y ser-vicios que son típicos o exclusivos de otra rama y que no pueden eli-minarse a la hora de diseñar las UPH y las ramas»159. Por ello, desde1980, esta línea se ha utilizado, entre otras razones «para transferira la rama correspondiente aquella producción secundaria que no hapodido tratarse conforme al método teórico del SEC. De esta formase consigue, por adición algebraica, la denominada producción dis-tribuida que es plenamente homogénea, constituyendo esta produc-ción los recursos de origen interior»1^.

Por tanto, si las UPH o tamas de partida no han sido diseñadas,por cualquier motivo, como los establecimientos o parte de los mis-mos que concurren en el ejercicio de una única actividad, sea éstaprincipal o secundaria, (a, (3 y Q), sino que se han agregado ambasen algún caso, (por ejemplo 1*=A+b; 2*=B+c), mediante la línea detransferencias (Tr.) se realizarán los siguientes ajustes:

RAMA Prod. efectiva de PD homogénea del productolas actividades tTc = rama o actividad (UPH)

1* A+b -b 1=a=A2* B+c -c+b 2=B+6

158. INE (1990), p. 110.159. INE (1986 a), p. 107.160. Ibid., p. 107. En el mismo sentido, INE (1990), p. 112.

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Como cendremos ocasión de comprobar, en las ramas del com-

plejo agroalimentatio tal línea no es marginal y, por otra pane, en elmodelo input-output, es preciso elegir una producción decermi-

nada, por lo que queremos dejar constancia, a partir del ejemplo an-terior, de un hecho que, en el contexto de este último, presenta unagran trascendencia. Hemos insistido en que al incluir, en una ramadeterminada, actividades principales y secundarias, en su estructurade inputs se produce un cierco grado de impureza, puesto que éstosaluden a los requerimientos para elaborar tanto los ptoductos prin-cipales como los secundarios. Sin quitar importancia al asunto, quese traduce en considerar, por ejemplo, que el proceso de producciónde Vino realizado en I(b) y II (B) son homogéneos en la rama

2=B+b, parece aún menos plausible que sean uniformes los procesosproductivos incluidos en 1* o en 2*, debido a que, en este caso, se

equiparan actividades distintas.

En este ejemplo, no se está teniendo en cuenta la diferenciacióndel producto, puesto que se considera cualquier tipo de Vino. Perosí se resolvería, siempre que fuese posible ofrecer los datos como ra-mas homogéneas, la cuestión de empresas o escablecimientos multi-producto, como se avanzó en el apartado anterior. No obstante, cadarama, tal como las ofrecen las fuentes estadísticas, no es homogéneani tampoco presenta una desagtegación tan detallada como la que seha suministrado en el ejemplo. Prueba de ello, y por lo tanto, de laruptura del supuesto de homogeneidad del modelo input-output, esque las TIO presentan una línea de transferencias. Respecto a la di-visión en ramas, desde 1985 todas las actividades de Bebidas seagregan en una, por lo que la heterogeneidad no sólo se manifestaríapor la presencia de producciones secundarias sino, además, en queen el producto Bebidas se están asimilando las técnicas de todas

ellas. Por tanto, no se garanciza que cada mercancía sea un procesoproductivo «en la línea en que Leontief entiende lo que debe ser unsector de su modelo (...) Pero lo que en realidad se denomina comoproducto en una tabla es un conglomerado de productos, es (...) unamedia de tecnologías»16^. En definitiva, dada la diversidad que pre-

161. J. M. Manínez Crelbete y M. V. García Olea (1990), p. 376.

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sentan las ramas de las TIO, mayor cuanto menor sea su nivel de de-

sagregación, no se adecuan al supuesto de tecnología de producto,es decir, se deteriora el principio de homogeneidad, lo que hemos detener presente a la hora de extraer conclusiones.

1.4.3. La Central de balanc^r

También recurriremos a esta base de datos ofrecida por el Bancode España desde 1983, puesto que resulta fundamental e imprescin-dible para realizar un análisis económico-financiero empresarial. En elsiguiente epígrafe trataremos de mostrar las principales diferencias en

la cuantificación de las variables que cada una de las tres fuences su-ministra, divergencias que, en general, obedecen a las disparidades decriterios metodológicos y conceptuales. Por ello, en el anexo al apar-tado 1.4 también se exponen, brevemente, los rasgos generales de am-bas cuestiones en la Central de balancer (CB en adelante).

Las empresas162 contestan voluntariamente a las solicitudes deinformación de la CB, lo que provoca que se produzcan determina-dos sesgos, de los que aquí nos interesa resaltar que la actividadABT no figura entre las explicitadas como bien representadas163.

Dado que es la única fuente de información que permite abordar unestudio de la rentabilidad empresarial, la utilizaremos para ello, así

como en el análisis de determinadas cuestiones que las otras dosfuentes, sin duda más representativas del grupo ABT, no permitenemprender.

Es preciso, en cuanto a las actividades, dejar constancia de una

precisión conceptual que la CB señala: «la Contabilidad Nacional(o, mejor dicho, la Tabla Input-Output en que se basa) determinalas distintas operaciones y saldos por actividades, mediante la agre-

162. Como consecuencia de que la unidad producciva ucilizada por la CB sea la empresa y,en cambio, la E/ y la CNE emp(een como unidad de análisis el establecimiento, se originarán,lógicamente, decerminadas divergenciaz entre la información de la primera y laz otraz y debe-mos tenerlo en cuenta a la hora de incerprecar algunos resulrados.

1G3. Banco de España (1990 a), p. XIV.

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gación de las distintas unidades de producción homogénea (estable-cimientos o centros de producción) que producen el mismo bien oservicio. En cambio, las empresas de la Cencral de Balances se agre-gan según su actividad principal, es decir, sin tener en cuenta a es-tos efectos sus actividades secundariasN^^^. Por lo tanto, advierce queno exisce identidad conceptual encre los agregados de la CB y las ra-mas ofrecidas por la CNE, que puede también hacerse extensiblecon los sectores de la E!. No obstante, como se ha señalado, la claradelimitación teórica no siempre permite que los dacos se registrenen la práctica en ramas estrictas, ni tampoco la demarcación de sec-tor es tan rigurosa como nos gustaría.

A pesar de ello, utilizando el mismo esquema que se realiza parala diferenciación entre rama y sector en el anexo al aparcado 1.4, po-demos tratar de representar, además, los agregados de la CB:

Sector A

1

[[

III B

Rama A Agregado A

16^. Ib^d., p. XIV.

A

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En todo caso, las díferencias se producirían también porque la

CNE y la EI utilizan el establecimiento mientras que la Central va

dirigida a las empresas (I, II y III en el ejemplo).

1.4.4. Structure and activity of indu.ctry

En las comparaciones internacionales recurriremos, en general,a esta publicación del Eurostat, que recoge «los principales resulta-dos de la encuesta anual coordinada sobre la actividad industrialefectuada por los Estados miembros» ^bs, encuesta que no es reali-zada por el propio Eurostat, sino por los organismos competentes decada país (el INE en España), que transmiten sus resultados según

un esquema común.

Respecto a nuestro país, los datos son una reproducción de al-

gunos de los ofrecidos por la Encue.rta indu.rtrial, aplicando un tipo

de cambio medio anual (las variables monetarias se suministran enunidades de cuenta europea -ECUs-), por lo que la metodología se-guida para España no sufre alteraciones. Con todo, «no están toda-vía totalmente coordinados con la encuesta comunitaria, por lo quelas comparaciones con los otros Estados miembros debe ser efec-tuada con cierta prudencia» ^^. EI Eurostat ofrece datos sobre nues-tro país desde 1980; no obstante, dado que disponemos de la EI

desde 1978, también podemos tomar este año como punto de par-tida. Es preciso advertir que existen problemas conceptuales y nu-méricos imporcantes, que iremos planteando a medida que explote-

mos esta información.

En cuanto a la sugerencia del Eurostat respecto en cuanto a lanecesidad de cautela al efectuar comparaciones, posiblemente unade las más relevantes es que para España y Portugal se ofrecen losdatos de todos los establecimientos industriales mientras que, para•el resto de países, sólo se ofrece la información de las empresas (o es-tablecimientos en el caso del Reino Unido) «que ocupan 20 o más

165. Eurostac (1990), p. 17.166. Ibid., p. 18, que es excensible a Ponugal y Grecia.

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personas y cuya actividad principal corresponda a(...) la nomencla-tura general de actividades económicas de las Comunidades euro-peas (NACE) relativa a la industria»167.

1.5. Comparación entre fuentes estadísticas

Una vez que hemos estudiado la metodología de las fuentes deinformación básicas para este crabajo y los principales rasgos distin-tivos entre sí, vamos a pasar al estudio comparativo, cuando sea po-sible y sólo para los sectores del grupo ABT, de la cuantificación deuna serie de variables. Previamente, en el anexo 1.3 hemos estable-cido la correspondencia para ABT, entre los dieciocho sectores queconsideraremos a partir de la EI^^ las ramas de las diferentes TIO-

E169 y los cinco agregados que se diferencian en la CB. También seespecifica para otras actividades que posteriormente utilizaremos.

1.5.1. Producción bruta y contumo.r intermedio.r

Pues bien, si resulta difícil solucionar aceptablemente la termi-nología que debemos emplear en un estudio de las Industrias agroa-limentarias, a la vista del cuadro 1.4 podemos intuir que tampoco elanálisis empírico presenta un panorama optimista. Como puede

167. Ibid., p. 17.168. Cabe advertir que de las diferentes T/0-E que vamos a utilizar, sólo en la del año 1975

es posible estudiaz dieciocho ramas de ABT (el mismo número de sectores de la IAA que con-templa la En a parcir de las ciento veintisiete en que se dividió el conjunto económico.

169• Desde el año 1985 disponemos de cuatro T/0-E publicadas por el INE para los añoscorretativos 1985, 1986, 1987 y 1988, que consideran cincuenta y siete ramas de actividad,desagregando ABT en cinco. Dado que el análisis económico que puede efeccuatse con la me-todología inputwutput, en general, ofrece rasgos estructurales, de las tres últimas disponiblesúnicamence utilizaremos la tabla de 1988. No obstante, en esta comparación, o cuando así losugiera el análisis empírico, también recurricemos a los valores de las TIO de 1986 y 1987. Espreciso advertir que exiscen algunas disparidades metodológicas entre las Tl0-E de la décadade los ochenta y las dos de los setenta que también utiliiaremas. Por ocra parte, entre las cua-tro últimas, la compatación tampoco resulta siempre inmediata. Por ejemplo, entre 1985 y1986, como consecuencia de la incroducción del IVA, se produce una ruptura sustancial enlas series. Disparidad que también se mantiene en el bienio posterior 1986/87, porque en esteúltimo año se desagrega el IVA en interior e impottado.

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