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Estado del arte sobre la relación existente entre las teorías del conocimiento tácito y las teorías de aprendizaje organizacional Daniela Vanessa Castaño Londoño Daniela Madrid Arroyave Trabajo de grado Estado del arte descriptivo Universidad EAFIT Escuela de Administración Maestría en Administración Medellín 2016

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Estado del arte sobre la relación existente entre las teorías del conocimiento tácito y las teorías de aprendizaje organizacional

Daniela Vanessa Castaño Londoño Daniela Madrid Arroyave

Trabajo de grado Estado del arte descriptivo

Universidad EAFIT Escuela de Administración Maestría en Administración

Medellín 2016

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Estado del arte sobre la relación existente entre las teorías del conocimiento tácito y las teorías de aprendizaje organizacional

Daniela Vanessa Castaño Londoño Daniela Madrid Arroyave

Trabajo de grado Estado del arte descriptivo

Directora

Mónica Henao Calad, Ph.D., MsC.

Universidad EAFIT Escuela de Administración Maestría en Administración

Medellín 2016

Page 3: Estado del arte sobre la relación existente entre las

Contenido

Pág

Introducción 7 1. El conocimiento y el aprendizaje organizacional, conceptos básicos 10 1.1 Conocimiento 10 1.1.1 Definición de conocimiento tácito 11 1.1.2 Definición de conocimiento explícito 13

1.2 Aprendizaje organizacional 14 1.2.1 Aprendizaje individual 19 1.2.2 Aprendizaje grupal 21 1.2.3 Aprendizaje organizacional 22 2. Aspectos metodológicos 24 3. Presentación y análisis de resultados 28 3.1 Del conocimiento tácito individual al aprendizaje organizacional 28

3.2 Aprendizaje organizacional y transferencia del conocimiento 33

3.3 Compartiendo el conocimiento tácito en comunidades de conocimiento 41 3.4 Proceso de aprendizaje organizacional basado en el conocimiento tácito 44

4. Conclusiones 55 Referencias 57

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Lista de tablas

Pág

Tabla 1. Objetivos y tipo de metodología 28 Tabla 2. Características del proceso de aprendizaje 46 Tabla 3. Características de la comunicación del conocimiento tácito 48 Tabla 4. El conocimiento tácito y el aprendizaje organizacional en cada 49 una de las fases

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Lista de figuras

Pág Figura 1. Generación de aprendizaje individual 29 Figura 2. Generación de aprendizaje grupal 30 Figura 3. Generación de aprendizaje organizacional 31 Figura 4. Árbol de decisión para seleccionar tipo de transferencia 34 de conocimiento común Figura 5. Condiciones para la conformación de comunidades de 43 conocimiento Figura 6. Aprendizaje organizacional en las fases de evolución empresarial 45 Figura 7. (Continuación) Aprendizaje organizacional en las fases de 46 evolución empresarial Figura 8. Alternativas generales de actuación en la gestión del conocimiento 47 Figura 9. El aprendizaje como resultado 50 Figura 10. Modelo conceptual de aprendizaje organizacional 51 Figura 11. Modelo de aprendizaje organizacional 53

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Resumen Este documento propone develar por medio de una investigación documental, los fundamentos teóricos en los que se sustenta el conocimiento tácito, el aprendizaje organizacional y la relación entre ambos conceptos, desde la revisión de la literatura existente. Se analiza en primer lugar lo relacionado con el conocimiento, sus definiciones, importancia, características, limitaciones, entre otros aspectos, haciendo énfasis en el conocimiento tácito. A continuación, se revisan los planteamientos realizados sobre el aprendizaje organizacional, es decir, conceptos, niveles, condiciones y elementos en los que se desarrolla el aprendizaje organizativo. Por último, se pretende abordar el estudio del vínculo entre el conocimiento tácito y el aprendizaje organizacional, el cual ha sido poco explorado por los autores. La mayor contribución del presente estado del arte es propiciar discusiones que generen nuevos conocimientos. Palabras claves: Conocimiento, Conocimiento tácito, Conocimiento organizacional, Aprendizaje, Aprendizaje organizacional y Aprendizaje individual. Abstract This paper proposes to reveal through a documentary research, the theoretical foundations on which tacit knowledge and organizational learning are based; and the relationship between both concepts, from the review of the existing literature. In first place, it is analyzed what is related to knowledge, its definitions, importance, characteristics, limitations, among other aspects, emphasizing on tacit knowledge. Then, there is a review of the different propositions on organizational learning, ie, concepts, levels, conditions and elements that develop organizational learning. Finally, it is intended to approach the study of the link between tacit knowledge and organizational learning which has been understudied by the authors. The greatest contribution of this state of the art is to encourage discussions that create new knowledge. Key words: Knowledge, Tacit knowledge, Organizational knowledge, Learning, organizational learning and individual learning

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Introducción

Los cambios y presiones de una economía global, rápidamente cambiante y

basada en la información, han provocado que el conocimiento sea un activo vital

para las organizaciones. Por ende, el conocimiento se ha convertido en el activo

intangible más importante que una empresa puede obtener y desarrollar (Von

Krogh, 1998), ante la necesidad de gestionar el cambio y promover la mejora

continua.

Las organizaciones e incluso los autores, tienden a enfocarse en el conocimiento

explícito, que según Bloodgood y Morrow (2003) y Collins y Hitt (2006), es aquel

que puede ser fácilmente codificado, replicado, emulado y por tanto expresado

a otros, es formal y sistémico, y puede ser fácilmente comunicado y compartido

(Nonaka, 1991).

No obstante, en todo tipo de empresa, la transferencia efectiva de conocimiento

tácito juega un importante rol en ayudar a las organizaciones a lograr sus

objetivos. Por ende, este trabajo se enfocará en este tipo de conocimiento, ya

que ha sido poco explorado y se convierte en parte estratégica para la

organización.

El conocimiento tácito es aquel conocimiento que la persona tiene incorporado

sin tenerlo permanentemente accesible a la conciencia (Polanyi, 1967), es

subjetivo y está basado en la experiencia, por lo que resulta difícil expresarlo con

palabras. Dadas estas características, el conocimiento tácito es altamente

personal y difícilmente transferible o comunicable (Polanyi, 1967).

La habilidad para transformar las capacidades tácitas en un código comprendido

por un gran número de personas dentro de la empresa, se deriva de organizar a

través de reglas de coordinación y cooperación, las experiencias grupales de los

individuos que la integran (Zander y Kogut, 1995). Es aquí donde el aprendizaje

organizacional cobra gran relevancia, ya que se ocupa de proporcionar el

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8

conocimiento adecuado a las personas apropiadas, en el momento preciso, para

que puedan tomar las mejores decisiones y evitar repetir errores, centrándose

en descubrir los conocimientos que la organización ya posee, en cómo localizar

a las personas que tienen conocimientos específicos y en cómo puede la

organización distribuir este conocimiento para que se use de una forma efectiva.

Significa entonces, que el aprendizaje organizativo es un proceso en el que se

intercambia información, conocimiento, valores y otras características entre los

miembros de la organización (Rodríguez, 2011), con el propósito de generar

beneficios para la misma. Lo que se logra con este proceso es que se pueda

transferir el conocimiento tácito entre los miembros de la organización.

Actualmente, hay pocos autores que han investigado sobre estos temas.

Respecto del aprendizaje organizacional, se ha analizado sus características,

condiciones, elementos, capacidades, culturas, entre otros. En el caso del

conocimiento tácito, se ha investigado sobre sus fundamentos teóricos, su

importancia, su correlación con el conocimiento explícito, entre otros.

De los planteamientos anteriores se deduce que no hay suficientes herramientas

para que las organizaciones pueden explotar su potencial a través de estos

procesos, por lo cual se pierde la oportunidad de crear nuevo conocimiento,

innovar, mejorar las actividades, fomentar el trabajo en equipo, incrementar el

conocimiento sobre la organización, desarrollar nuevas capacidades, contar con

elementos diferenciadores para competir en el mercado, crear nuevos productos

o servicios, desarrollar una cultura de adaptación y flexibilidad, enfrentar cambios

administrativos, entre otros.

Considerando la importancia de estos dos conceptos en el mundo actual, y más

aun lo que representa su interrelación para las organizaciones, se plantea el

presente estado del arte que pretende responder el siguiente interrogante:

¿cómo se ha abordado en el campo académico, la relación existente entre el

conocimiento tácito y el aprendizaje organizacional?

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Para llevar a cabo este objetivo, se identificarán las diferentes posturas y teorías

del conocimiento, las distintas concepciones y dimensiones (conocimiento tácito

y explícito); posteriormente, se abordará el tema de aprendizaje organizacional,

sus características y los niveles de aprendizaje, que según Garzón y Fisher

(2008) se dividen en: aprendizaje individual, aprendizaje grupal y aprendizaje

organizacional. Finalmente, se abordará el estudio del vínculo entre

conocimiento tácito y aprendizaje organizacional, analizando las diferentes

teorías que agrupan ambos conceptos, partiendo del conocimiento tácito

individual al aprendizaje organizacional, seguido del análisis del aprendizaje

organizacional y transferencia del conocimiento tácito, continuando con el

análisis de la forma en que se comparte el conocimiento tácito en comunidades

de aprendizaje y, por último, se presenta los procesos de aprendizaje

organizacional basados en el conocimiento tácito.

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1. El conocimiento y el aprendizaje organizacional, conceptos básicos

1.1. Conocimiento

El conocimiento se refiere a la capacidad que muestran los seres humanos para

resolver problemas determinados (Estrada y Benítez, 2006). Es aquello que el

individuo adquiere mediante la interacción con el entorno, lo que le permite

realizar distinciones o juicios en relación con un contexto (Tsoukas y Vladimirou,

2001). Es un proceso que se genera a través de las personas, que se orienta a

algún fin (Nonaka y Takeuchi, 1995), que es específico y atiende al contexto

donde se genere, que es individual antes que grupal y que se asocia con la

pericia, la competencia y la capacidad de actuar de cada individuo (Sveiby,

1998).

Por consiguiente, el conocimiento es el resultado de la experiencia organizada y

almacenada en cada individuo, de una forma que es única para cada persona.

Al respecto, Nonaka (1991) y Nonaka y Takeuchi (1995) definen el conocimiento

como aquella información que ha sido contextualizada e interpretada de forma

subjetiva, es decir, asimilada por un individuo, grupo u organización. A su vez, el

conocimiento se vuelve en información una vez que éste es articulado y

presentado en forma de texto, gráficos, palabras u otras formas simbólicas (Alavi

y Leider, 1999).

El conocimiento es algo complejo y profundo, en el cual interactúan las

experiencias, creencias, valores, teorías, información y saber hacer, que está

íntimamente vinculado con emociones, aspiraciones e intenciones humanas y

sirve como marco para incorporar nuevas experiencias e información (Davenport

y Prusak, 1998; Miller y Morris, 1999). Bajo esta percepción, es claro que el

conocimiento se encuentra en la mente de cada persona, haciendo parte de su

esencia, lo cual lo hace vulnerable a las experiencias particulares de cada uno.

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El conocimiento puede ser transmitido entre las personas por diferentes medios,

a través de la escucha, el lenguaje, la observación, los mapas mentales, las

bases de datos, entre otros, lo que permite a su vez generar nuevos

conocimientos, transformarlos (Briceño y Bernal, 2010) o perfeccionar los que ya

se tienen.

Para Bloodgood y Morrow (2003), Liao y Hu (2007) y Nonaka y Takeuchi (1995),

el conocimiento puede clasificarse en tácito o explícito. Asimismo, Spender

(1996) define que, el conocimiento se divide en dos dimensiones: tácito-explícito

e individual-social.

1.1.1. Definición de conocimiento tácito

Algunos autores afirman que, el conocimiento tácito se deriva de las creencias,

imágenes, intuición y modelos mentales, así como habilidades técnicas y

artesanales (Brockmann y Anthony, 1998; Leonard y Sensiper, 1998; Polanyi,

1967; Augier y Vendelo, 1999; Nonaka y Takeuchi, 1995; Sternberg y Wagner,

1986), convirtiéndolo en la forma más transparente y subjetiva de conocimiento

(Augier y Vendelo, 1999).

Para Collins y Hitt (2006) y Nonaka, Toyama y Nagata (2000), el conocimiento

tácito está influenciado por la experiencia personal, valores y creencias, que se

encuentra incorporado en las personas, sin tenerlo permanentemente accesible

a la conciencia, pero del cual el individuo hace uso cuando las circunstancias lo

requieren (Polanyi, 1958, 1967).

En muchas circunstancias dicho conocimiento es específico para un

determinado contexto, lo cual puede resultar difícil y tal vez imposible expresarlo

en palabras, oraciones, números o fórmulas (Polanyi, 1958, 1967), convirtiéndolo

en algo subjetivo, personal y específico (Garud y Nayyar, 1994; Nonaka y

Takeuchi, 1995).

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Dadas estas características, el conocimiento tácito es altamente personal y

difícilmente puede ser reducido en su totalidad en conocimiento explícito

(Davenport, 2006; Von Krogh, 2000). Su transmisión de ser posible, requiere de

actividades conjuntas y compartidas (Polanyi, 1958, 1967), o de métodos

informales y complicados, tales como el uso de historias o metáforas (Brown y

Duguid, 1991). Como menciona Levitt y March (1988), el conocimiento más

profundo no se puede transmitir o enseñar a otros.

Para Brockmann y Anthony (1998), el conocimiento tácito no puede ser

enseñado, sólo puede ser aprendido. Si el conocimiento tácito es visto como

Polanyi (1958) propone, individual y alcanzable sólo a través de la experiencia

personal, la difusión parece ser imposible (Augier y Vendelo, 1999).

Drucker (1993), reconoce la importancia del conocimiento tácito cuando

argumenta que, una habilidad techné en griego no puede ser explicada en

palabras, sean orales o escritas, sólo pueden ser demostradas y, por tanto, la

única forma de aprender una techné es a través de la experiencia.

Para Sternberg (1999), el conocimiento tácito presenta tres características

principales: (a) por lo general se adquiere con poco apoyo de otras personas o

recursos; (b) es un procedimiento natural; y (c) se refiere directamente a las

metas del individuo. El conocimiento tácito no puede ser abiertamente expresado

y se adquiere en gran medida de forma inconsciente (Kenneth, 2004) a través

de la experiencia individual y las acciones de orientación, sin ser articulado

fácilmente (Sternberg, 1999).

Este tipo de conocimiento tiene sus raíces en lo más profundo de las acciones,

así como en los ideales, valores y emociones de cada persona (Nonaka y

Takeuchi, 1995). Para Gourlay (2006) el conocimiento tácito se crea y se

mantiene a través de la experiencia, y es consecuencia de los procesos

incidentales o informales de aprendizaje.

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Según Nonaka y Takeuchi (1995), el conocimiento tácito puede dividirse en dos

dimensiones. La dimensión técnica, que incluye las habilidades, conocimientos,

las capacidades o destrezas generadas por los modelos de trabajo creados por

los seres humanos (Byosiere y Nonaka, 1996), que se expresan en el término

“Know-how” (saber hacer una tarea o trabajo), susceptibles de enseñanza, pero

difíciles de articular. La dimensión cognitiva por su parte, consiste en ideas,

valores, modelos mentales, perspectivas y creencias tan arraigadas que se dan

por sentadas, lo cual complica su articulación o codificación (Nonaka y Takeuchi,

1995).

El conocimiento tácito es aquel que ha estado en la memoria del individuo, a

través de las experiencias únicas (Spender, 1996), convirtiéndose en un

conocimiento valioso, raro, inimitable e insustituible (Brockman y Morgan, 2003).

Este conocimiento al asociarse con los sentidos, las habilidades motrices, la

percepción individual y las experiencias físicas, resulta muchas veces difícil de

transmitir a los demás (Von Krogh, 2001), a través de una forma semántica,

auditiva o visual (Byosiere, 1999), por tanto, es complicado de formalizar,

comunicar y compartir con otros, y por consiguiente de copiar. Adicional a esto,

el conocimiento tácito requiere del elemento humano para su creación y

transmisión, debido a que su generación se produce de forma espontánea, a

través de la realización de tareas y de largos periodos de experiencia.

1.1.2. Definición de conocimiento explícito

El conocimiento explícito es aquel que puede ser fácilmente codificado,

replicado, emulado y por tanto expresado a otros (Bloodgood y Morrow, 2003;

Collins y Hitt, 2006). Es formal y sistemático y puede ser comunicado y

compartido (Nonaka, 1991). El conocimiento explícito es objetivo y racional,

puede ser expresado con palabras y números (Alegre, 2004), y se comparte en

forma de datos, fórmulas, especificaciones e instrucciones (Nonaka y Takeuchi,

1995). Para Kikoski y Kikoski (2004), este conocimiento puede ser incorporado

en un código o una lengua y como una consecuencia de esto puede ser

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verbalizado y comunicado, procesado, transmitido y almacenado relativamente

fácil.

Este tipo de conocimiento puede ser fácilmente estructurado, almacenado y

transmitido en cualquier momento a otros, al estar en memorias, textos,

símbolos, códigos, mapas mentales y en sistemas de información (Nonaka y

Takeuchi, 1995; Valhondon, 2003).

De acuerdo con Polanyi (1958), el conocimiento explícito sienta las bases para

los conocimientos tácitos. El conocimiento explícito puede ser clasificado como

indica Choo (1999) de la siguiente manera:

Conocimiento basado en objetos: cuando el conocimiento se codifica en

palabras, números, fórmulas o se almacena en equipos, mapas mentales,

documentos, entre otros.

Conocimiento basado en reglas: cuando el conocimiento se compila en

reglas, rutinas o procedimientos operativos.

1.2. Aprendizaje organizacional Para Rodríguez (2011), el aprendizaje se relaciona con la transformación del

modo de pensar y el modo de actuar, es decir, está ligado a procesos cognitivos

y comportamentales. El resultado de esta transformación puede ser: nuevo

conocimiento, anticipación a los problemas, adquisición de experiencia y

preparación al cambio (Slater y Naver, 1995), lo que permite suponer que el

aprendizaje se convierta en un proceso complejo, que permite transformar la

información en conocimiento.

Según Martínez y Ruiz (2013), el proceso de aprendizaje consta de las siguientes

actividades: captación de la información, reflexión, interpretación, evaluación,

integración en los modelos mentales e implantación. La captación de la

información se realiza a través de los individuos, grupo u organización. Por medio

de la reflexión, se analiza la información, se procesa y sintetiza, para luego pasar

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a la interpretación, en la cual el sujeto internaliza la nueva información y la

examina, según sus conocimientos y habilidades. En la etapa de evaluación, se

valora su aportación e interés para la situación actual y futura. Tanto si la

valoración es positiva como negativa se crea conocimiento, el cual se integra en

los modelos mentales y/o memoria. Una vez el sujeto tiene disponible el

conocimiento, éste puede ser usado, generándose así la implantación del

mismo.

Los procesos de adquisición, distribución, interpretación y almacenamiento de la

información, son de máxima relevancia para que el aprendizaje tenga éxito

(Romme y Dillen, 1997).

Ahora bien, dentro de las organizaciones, el aprendizaje se convierte en un

proceso continuo que genera innovación y procesos de cambio (Slater y Naver,

1995), en esta perspectiva, el aprendizaje se entiende como la capacidad de la

organización para adquirir o crear nuevo conocimiento (Amponsem, 1991;

Dogson, 1993), facilitando el cambio y la mejora continua (Slater y Naver, 1995).

Para Nonaka (1991), la visión del aprendizaje está estrechamente relacionada

con el conocimiento organizacional y define la organización que aprende como

aquella que es capaz de transformar la información generada en conocimiento

organizativo, al ser capaz de evolucionar continuamente.

Fasterby-Smith y Lyles citados en Castañeda y Fernández (2007), sugieren que

el aprendizaje organizacional es el proceso mediante el cual las organizaciones

adquieren, construyen y transfieren conocimiento. Rodríguez (2011), define el

aprendizaje organizacional como el proceso mediante el cual las personas de la

organización intercambian, con sus propias características, información y

conocimientos. Steib (1997) expone que el aprendizaje organizacional se

produce cuando los sistemas y la cultura de la organización son capaces de

retener ideas y conceptos relacionados con las mejoras en los modos de actuar,

de producir, de crear, en todos los ámbitos y transferirlos a nuevos individuos.

Garvin (2000), por su parte, define una organización que aprende como aquella

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hábil en la adquisición y transferencia de conocimiento y en la modificación de

su comportamiento como reflejo del nuevo conocimiento.

Si bien hoy en día, muchas empresas entienden el aprendizaje organizacional

como las acciones que deben realizar para transformarse y cambiar su entorno

antes que la competencia (y Santisteban, 2011), expandiendo continuamente su

capacidad de construir futuro (Senge, 1992), donde el conocimiento

conjuntamente con la innovación y la cultura organizacional crean una

competencia distintiva, que se constituye en fuente potencial para desarrollar

ventaja competitiva sostenida en las organizaciones (Lado y Wilson, 1994;

Davenport y Prusak, 1998), muchas otras organizaciones delimitaron el concepto

de aprendizaje organizacional como los cambios que la entidad hace con el

propósito de adaptarse a su entorno (Boydell y Burgoyne, Kim, Pedler, citados

en Del Río y Santisteban, 2011), en el que sus mayores esfuerzos se dirigen a

resolver los problemas del día a día, de tal forma que se garantice su

permanencia en el mercado (Hedberg, 1981; March y Olsen, 1976; Duncan y

Weiss, 1979).

Para que el aprendizaje organizacional sea exitoso debe ser visto con una

mirada de pensamiento sistémico, en la cual las personas, las estrategias, las

estructuras y los procesos influyen en el proceso de aprendizaje (Garzón y

Fisher, 2008). Así como la coherencia de estos elementos es importante, los

medios que facilitan el aprendizaje deben estar presentes para lograr la sinergia

entre los mismos.

Según Garzón y Fisher (2008), la capacidad de aprendizaje de una organización

está fundamentada por cuatro variables:

a. Las fuentes: son aquellas situaciones y experiencias positivas o negativas

que ha enfrentado la empresa en el pasado, las cuales brindan elementos

para asumir eventos actuales a partir de la identificación de aquellos

conocimientos que orientan el actuar hacia las mejores prácticas que

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favorecen a la organización. Algunas fuentes de aprendizaje

organizacional pueden ser las crisis, las adquisiciones, los clientes, la

competencia, entre otros.

b. Los niveles de aprendizaje: de acuerdo con los actores que intervienen

en el aprendizaje, éste se puede clasificar en tres formas (Garzón y

Fisher, 2008): aprendizaje individual, aprendizaje de equipo y aprendizaje

organizacional.

c. La cultura: la cultura juega un papel fundamental, ya que es el elemento

que permite disminuir el individualismo y potenciar el colectivismo en la

organización, de forma tal que se promueva el aprendizaje en todos los

niveles. Según Garzón y Fisher (2008) “cada organización desarrolla

suposiciones, conocimientos y reglas que permiten compartir el

conocimiento, como oportunidad de desarrollo, creando sentido de

pertenencia, facilitando la aclimatación de los empleados, permitiendo e

incentivando la difusión del conocimiento tácito, explícito y virtual” (p.

214).

d. Las condiciones para el aprendizaje: hace referencia a los espacios,

medios y herramientas que brinda la organización, con el fin de impulsar

la transmisión, conservación y generación de conocimiento.

Para Castañeda y Fernández (2007) las condiciones que hacen posible

que el aprendizaje organizacional ocurra, son las siguientes:

Formación: esta condición es el medio que le facilita a la dirección de

la empresa transmitir la filosofía organizacional y la estrategia, bases

fundamentales para el desempeño de los empleados.

Transferencia de información: la constante relación y comunicación

con las demás personas favorecen la transferencia de información, ya

que no basta con que la información esté disponible, sino que se

pueda intercambiar conocimiento entre los individuos, lo que permite

crear nuevo conocimiento a partir de las experiencias de sus

empleados, con el ánimo de aplicarlo dentro de la organización (Choo,

1999).

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Cultura del aprendizaje: a través de este factor es que se promueve

la motivación y el compromiso de los empleados por generar y

compartir conocimiento. La cultura de aprendizaje está relacionada

con el rol que se le permite asumir al empleado y la posibilidad de

involucrarse en los procesos organizacionales, así como el papel que

adopta el líder para enseñar y acompañar a su equipo de trabajo.

También tiene implicaciones la estructura organizacional de la

empresa, mientras exista una estructura más horizontal y

participativa, más se facilita el aprendizaje (Arbaiza, 2002).

Además, Arbaiza (2002) resalta cuatro elementos que propician el desarrollo del

aprendizaje organizacional:

Liderazgo: los líderes deben caracterizarse por estimular y apoyar a sus

empleados, así como motivarlos a que desarrollen su máximo potencial.

Cultura: se debe promover una cultura que incentive la innovación, la

experimentación, el riesgo, el aprendizaje y la comunicación, con lo cual

se busca que la organización pueda anticiparse y adaptarse a los

cambios del entorno.

Estrategia: se debe disponer de las capacidades necesarias y los

modelos de interacción de las mismas para cumplir la visión de la

empresa y posicionarla frente a sus grupos de interés.

Sistema de información y comunicación: se debe contar con los medios

que facilitan el acceso a la información y al conocimiento, teniendo

prácticas adecuadas para su captura y transferencia, así como los medios

de comunicación necesarios para fortalecer las redes de trabajo y la

cooperación.

Según Garzón y Fisher (2008) los niveles de aprendizaje, de acuerdo con los

actores que intervienen en el aprendizaje, son: aprendizaje individual,

aprendizaje grupal y aprendizaje organizacional. Crossan (1999) desarrolla el

modelo 4I, que ayuda a comprender cómo se producen los procesos de

Page 19: Estado del arte sobre la relación existente entre las

19

aprendizaje en las organizaciones, este modelo se basa en cuatro

microprocesos relacionados: intuición, interpretación, integración e

institucionalización. Mientras la intuición y la interpretación se dan en las

personas, la interpretación y la integración son propias del grupo, asimismo la

integración y la institucionalización ocurren en el ámbito organizacional. La

interpretación es un puente de unión entre los niveles de aprendizaje individual

y grupal. La integración se refiere al desarrollo del entendimiento compartido y a

la implementación de acciones coordinadas por los miembros de un grupo. La

institucionalización ocurre cuando el grupo de trabajo establece reglas y

procedimientos formales e incorpora rutinas.

1.2.1. Aprendizaje individual

Todo el aprendizaje se lleva a cabo en la mente del ser humano de forma

individual (Simon, 1991). Son los individuos los de mayor fuente de retención del

conocimiento, por su capacidad de recordar, de articular experiencias y de

integrarlas con los elementos no humanos como sistemas, estructuras,

procedimientos y estrategia (Bontis, Crossan y Hulland, 2002). Por esta razón,

cada persona se convierte en parte fundamental de la organización, debido a

que, a través de su conocimiento individual, formación y desarrollo, colaboran en

la construcción del conocimiento organizacional (Muzard, 2009).

La base del conocimiento organizacional se lleva a cabo a nivel individual y

puede ser a través de un proceso de intuición, reflexión, percepción e

interpretación (Alcover y Gil, 2002; Crossan, 1999).

Nonaka y Takeuchi (citados en Garzón y Fisher, 2008) consideran que: “el

criterio que se desarrolla como resultado de la experiencia particular de cada uno

al contacto con los hechos y su inherencia con la realidad genera un

conocimiento personal, que se fortalece al compartirlo con los demás” (p. 213).

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El aprendizaje individual es un proceso complejo, que se obtiene a partir de las

actividades diarias, especialmente cuando se interaccionan con otros y con el

medio exterior (Crossan, 1999; Argyris, 2001). Para Choo (1999), la capacidad

de aprendizaje de la persona se desarrolla cuando los individuos crean una

nueva mentalidad, cambian la forma de entender las cosas y afrontan las

dificultades de una manera distinta. Tras el aprendizaje individual, el

conocimiento se transmite a otros individuos muy “cercanos”, quienes comparten

esquemas similares de interpretación (Brown y Duguid, 1991).

Si bien las organizaciones sólo aprenden a través de individuos que aprenden,

el aprendizaje individual no garantiza el aprendizaje organizacional. De acuerdo

con Hedberg (1981) y Shrivastava (1983), el aprendizaje organizacional no es la

sumatoria de los aprendizajes de sus miembros. Las organizaciones desarrollan

visiones, valores, conceptos y desarrollos propios, que tienden a permanecer,

independientemente del ingreso y retiro de las personas que las integran.

El conocimiento organizacional permite aprovechar las ideas, intuiciones y

corazonadas de los individuos, para ponerlas a disposición de la empresa en

general (Nonaka, 1991), transformando así el conocimiento personal en

conocimiento organizacional valioso para la organización (Nonaka, 1991).

El aprendizaje individual se convierte entonces en parte fundamental para las

organizaciones, debido a que contribuye a la construcción del aprendizaje

organizacional, además de ser el sustento del conocimiento colectivo (Von Krogh

y Roos, 1995), coadyuvando en el logro de los objetivos organizacionales y

facilitando su adaptación al contexto en el que se desenvuelve la misma.

Las empresas deben enfrentarse, por consiguiente, al problema de conseguir

una transferencia efectiva del conocimiento individual en toda la organización.

Los nuevos conocimientos deben comunicarse a todos los miembros y deben

ser compartidos e integrados en las rutinas organizativas (Revilla, 1996 y 1998).

No obstante, el proceso no es sencillo, ya que la naturaleza intangible del

Page 21: Estado del arte sobre la relación existente entre las

21

conocimiento (Nonaka y Konno, 1998) impide que éste sea completamente

difundido.

1.2.2. Aprendizaje grupal

El aprendizaje a nivel grupal, obedece a la interacción y el diálogo entre sus

miembros. Según Marquardt (1996), una organización que aprende es una

organización que aprende colectivamente y se transforma continuamente, para

recoger, gestionar y utilizar mejor el conocimiento, para el éxito y la

supervivencia a largo plazo de la organización (Spender, 1996). En este sentido,

la combinación de los conocimientos y competencias de las personas en un

equipo de trabajo, sin duda alguna será más provechoso que el trabajo individual

(Garzón y Fisher, 2008).

Según Offenbeek (2001), el aprendizaje grupal es un proceso iterativo de equipo,

en el que la información es adquirida, distribuida, interpretada de manera

convergente y divergente, y almacenada y recuperada, lo que permite desarrollar

enormemente las potencialidades de los individuos, no individualmente sino

socialmente (Choo, 1999).

Los grupos aprenden cuando sus miembros cooperan para conseguir propósitos

comunes, donde el intercambio de información y conocimiento se convierte en

un requisito fundamental para el aprendizaje grupal. Por lo tanto, si el aprendizaje

es tanto individual como colectivo será importante atender a lo que aprende el

grupo y a cómo se desarrolla la competencia colectiva (Gairin, 2000).

Curiosamente, el aprendizaje colectivo no proviene exclusivamente del

sumatorio de las dotaciones de conocimientos individuales de todos y cada uno

de los miembros de la organización (Spender, 1996; Nonaka y Takeuchi, 1995).

Otro de los autores que resalta la importancia del aprendizaje en equipo es

Senge (1992), quien afirma que este aprendizaje es vital porque la unidad

fundamental de aprendizaje en las organizaciones modernas no es el individuo,

Page 22: Estado del arte sobre la relación existente entre las

22

sino el equipo. Para Senge (1992), si el equipo no aprende, la organización no

aprende y una de las características que poseen estas organizaciones, se

encuentran directamente relacionadas con el desarrollo de una cultura

organizacional orientada al aprendizaje.

Las organizaciones no crean conocimiento por sí mismas. La creación de

conocimiento organizacional es un proceso que se desarrolla en espiral, durante

el cual el conocimiento tácito y explícito interactúan repetidamente (Nonaka y

Takeuchi 1995). El papel de la organización en este proceso es el de proveer el

contexto apropiado para facilitar las actividades grupales y la creación y

acumulación de conocimiento a nivel individual.

1.2.3. Aprendizaje organizacional

El aprendizaje organizacional es un proceso dinámico (Riquelme, Cravero y

Saavedra, 2008) que involucra a los individuos, a los grupos y a la organización,

el cual se logra por la interacción social, dirigido a la generación y desarrollo de

competencias que permitan a la organización mejorar su actuación y resultados

(Riquelme, Cravero y Saavedro, 2008). En este nivel, el aprendizaje se asocia

con tres elementos de la acción humana (Polanyi, 1967; Nonaka, 1991; Gourlay,

2006): intencionalidad, autonomía e interacción, convirtiendo el proceso de

aprendizaje en algo social y voluntario.

Así pues, se entiende por aprendizaje organizativo el proceso de adquisición,

almacenamiento, transferencia y aplicación del conocimiento, que tiene por

objeto incrementar la capacidad de una organización de tomar acciones

efectivas y mejorar su desempeño (Revilla, 1996). Para Nonaka y Takeuchi

(1995), el aprendizaje organizacional es la capacidad de una compañía para

generar conocimientos, diseminarlos entre los miembros de la organización y

materializarlos en productos, servicios y sistemas, permitiendo responder

adecuadamente a los cambios del entorno (Collis, 1994).

Page 23: Estado del arte sobre la relación existente entre las

23

Para Argyris (1977) el aprendizaje organizacional es el proceso de detección y

corrección de errores, mientras que McGill, Slocum y Lei (1992) lo define como

la habilidad de una organización de ganar visión a partir de experiencias, por

medio de observación, experimentación y análisis. Esto no sólo le permite a la

empresa renovar y generar conocimiento, mejorando continuamente sus

procesos y rutinas, respondiendo adecuadamente a los cambios del entorno,

sino que da la habilidad para prever dichos cambios y, muchas veces,

provocarlos por medio de la innovación (Collis, 1994 y Collis y Montgomery,

1995). Es por esto que, el aprendizaje organizacional, conjuntamente con la

innovación y la cultura organizacional, han sido considerados una competencia

distintiva que se constituye en fuente potencial para desarrollar ventaja

competitiva sostenida en las empresas (Lado y Wilson, 1994).

Todo lo anterior permite inferir que el aprendizaje organizacional cumple las

siguientes características: es un proceso organizativo que puede ocurrir a nivel

individual, grupal y organizativo; el aprendizaje organizacional, a través del

conocimiento adquirido, permite desarrollar competencias, difíciles de imitar y

que contribuyen a la obtención de una ventaja competitiva y, finalmente, existe

una relación importante entre el aprendizaje organizacional y el rendimiento de

la empresa (Riquelme, Cravero y Saavedra, 2008).

Para llevarse a cabo el aprendizaje en la organización, Nonaka y Takeuchi

(1995) plantean que es necesario que exista un ambiente que facilite el diálogo,

la discusión, la observación, la imitación, la práctica y la experimentación;

ambiente que debe ser promovido desde toda la organización, convirtiéndose en

un modelo para todos.

En este sentido, el verdadero aprendizaje organizativo tiene lugar cuando el flujo

de generación-creación, retención-adquisición, transferencia y utilización del

conocimiento tiene efectos en la estructura, los procesos, los procedimientos y

la estrategia de la organización (Revilla, 1996).

Page 24: Estado del arte sobre la relación existente entre las

24

Existen diferentes enfoques teóricos que abordan el aprendizaje organizativo,

sin embargo, todos coinciden en que el conocimiento se convierte en el principal

recurso de la organización (Spender, 1996; Grant, 1996), por ser un recurso

especialmente valioso, raro y difícil de imitar (Grant, 1996), siendo éste un

componente estratégico, que permite a la organización delimitar sus objetivos,

conseguir y mantener sus fines, además de sostenerla en los contextos

complejos en los que se desenvuelven las organizaciones actuales (Drucker,

1993), constituyendo la base fundamental de la ventaja competitiva de la

organización.

2. Aspectos metodológicos

El desarrollo de toda propuesta de investigación supone la recopilación

bibliográfica exhaustiva, revisión cuidadosa de estudios, literatura existente

sobre el tema, entre otros, que permite el estudio del conocimiento acumulado

dentro de un área específica. Estas propuestas de investigación se pueden

clasificar en cualitativas, cuantitativas y mixtas, siendo el enfoque de

investigación cualitativo el más acertado para efectos de la presente

investigación, ya que su definición y planteamiento se ajustan al tipo de trabajo

planteado en este documento.

El procedimiento investigativo para la construcción del presente estado del arte

se realizó a partir de una investigación documental. Para la investigación

cualitativa, el trabajo documental, no es sólo una técnica de recolección de

información, sino que se constituye en una estrategia de investigación con

particularidades propias en la obtención de información, el análisis e

interpretación (Vélez y Galeano, citados en Molina, 2005).

El estado del arte se puede definir como una modalidad de la investigación

documental, a partir de la cual se recupera y transciende reflexivamente el

conocimiento acumulado sobre un determinado tema, mediante distintos

Page 25: Estado del arte sobre la relación existente entre las

25

abordajes y metodologías, donde habrá que examinar bibliografías, no para

fundamentar nuevas propuestas, sino, por el contrario, donde las propuestas de

investigación y sus productos se convierten en un nuevo campo de investigación

(Calvo, citado en Jiménez, 2004). Para Vélez y Calvo (en Molina, 2005), el

estado del arte es un estudio analítico que tiene como objetivo inventariar y

sistematizar la producción en un área del conocimiento, ejercicio que no debe

quedarse tan sólo en el inventario, sino que debe trascender más allá, porque

permite hacer una reflexión profunda sobre las tendencias y vacíos en un área

determinada.

Según Schwarz (en Londoño, Maldonado y Calderón, 2014), el estado del arte

contiene la base más profunda de la investigación, que permite descubrir

conocimiento nuevo al revisar la literatura asociada al tema de investigación de

manera que pueda determinarse quiénes, cómo, cuándo, dónde y por qué han

tratado de resolver el problema de investigación, determinar su actualización y

descubrir hasta dónde se ha avanzado sobre el tema en el que se está

trabajando.

Un estado del arte no es un inventario de textos, sino una manera de crear

nuevos conocimientos y comprensiones a partir de documentos existentes.

Teniendo esto presente, para Londoño, Maldonado y Calderón (2014) los

objetivos de un estado del arte, son:

Obtener datos relevantes acerca de los enfoques teóricos y disciplinares

dados al objeto de estudio, de las tendencias y de las perspectivas metodológicas.

Estudiar la evolución del problema, área o tema de una investigación. Ampliar el conocimiento sobre lo estudiado con el fin de aportar

argumentos que contribuyan a justificar y definir el alcance de una investigación.

Generar nuevas interpretaciones y posturas críticas en torno a un tema, área o disciplina.

Identificar vacíos o necesidades referidas a la producción documental en el campo del saber objeto de investigación. (pp. 11-12)

Page 26: Estado del arte sobre la relación existente entre las

26

Hoy en día se considera que el estado del arte puede abordarse desde tres

perspectivas fundamentales. Sea cual fuere el abordaje del estado del arte, se

considera que su realización implica el desarrollo de una metodología resumida

en tres grandes pasos: contextualización, en la cual se plantea el problema de

estudio y sus límites, así como el material documental a utilizar; clasificación, en

la cual se determina los parámetros que deben tenerse presentes para la

sistematización de la información, la clase de documentos que se estudian, las

líneas de investigación, entre otros; y, por último, está la categorización, en la

cual se tiene en cuenta la jerarquización y generación de la información para su

correcto manejo, facilitando así el estudio del tema investigado. Todo lo anterior

debe ser complementado por una fase adicional, que permita la clasificación de

la investigación según los objetivos propuestos y los métodos empleados, con el

objetivo de dar un mejor punto de vista metodológico a la forma de cómo se va

a realizar y desarrollar la investigación (Vélez y Calvo, citado en Londoño,

Maldonado y Calderón, 2014).

Se determinó realizar un estado del arte sobre la relación existente entre las

teorías del conocimiento tácito y las teorías de aprendizaje organizacional. La

investigación se realizó a través de un diseño cualitativo e interpretativo de tipo

documental, que, a través de la contextualización, clasificación y categorización,

se determinó el procedimiento de selección, acceso y registro de la muestra

documental.

Definir la muestra documental es de suma importancia en la elaboración de un

estado del arte. En este punto se determinan los criterios para seleccionar la

muestra documental, facilitando los procesos de búsqueda. Para este caso,

mediante una matriz bibliográfica de Excel, se reseñaron un total de 141

documentos de diverso tipo de material: artículos de revista, trabajos de

investigación, libros, trabajos de grado de pregrado y posgrado, provenientes de

bases de datos como EBSCO, Emerald, Good reader, Google Academic, Jstor,

Redalyc, Scielo, Scopus y 3 Ciencias. Se escogieron autores cuya producción

intelectual haya sido publicada en el periodo comprendido entre los años 2005 a

Page 27: Estado del arte sobre la relación existente entre las

27

2016. Luego se pasó a la selección de la muestra, usando diferentes filtros

(planteamientos conceptuales, metodología, tipo de material, referencias

bibliográficas, entre otros).

El plan de análisis para la construcción del presente estado del arte se detalla a

continuación:

Búsqueda en las bases de datos antes mencionadas, estableciendo las

siguientes categorías para la investigación: generalidades del

conocimiento; conocimiento tácito y conocimiento explícito, aprendizaje

organizacional, aprendizaje individual y grupal y documentos que

estudiaran conjuntamente el conocimiento tácito y aprendizaje

organizacional, con el fin de documentar y analizar las diferentes posturas

que se han tratado en relación con ambos conceptos.

Para el análisis de los diferentes documentos se realizaron lecturas de

manera lineal, exigiendo la revisión consecutiva de la información

obtenida en las fuentes bibliográficas, y la revisión transversal que

permitió la comparación de las fuentes a partir de las categorías aplicadas

para identificar las repeticiones, vacíos, confirmaciones, ampliaciones,

falencias, así como la calidad y cualidad de la información sobre el objeto

de investigación. Las observaciones sobre los hallazgos en las fuentes se

reseñaron igualmente en la matriz de Excel.

Para la presentación y análisis de resultados, se realizó un rastreo

bibliográfico y estudio detallado en torno a la dimensión del conocimiento

tácito y las características del aprendizaje organizacional, con el fin de

determinar la relación entre ambos conceptos.

De acuerdo a los objetivos del presente trabajo y el tipo de investigación que se

realizó, se detalla a continuación la metodología utilizada para dar cumplimiento

a los mismos:

Page 28: Estado del arte sobre la relación existente entre las

28

Tabla 1. Objetivos y tipo de metodología

Objetivo Tipo de investigación Metodología Objetivo general: Construir un estado del arte del conocimiento tácito, el aprendizaje organizacional, y la relación existente entre ambos conceptos.

Investigación cualitativa – documental

Análisis material documental y registro en la matriz bibliográfica

Examinar las teorías del conocimiento tácito

Investigación cualitativa - documental

Análisis material documental y registro en la matriz bibliográfica

Examinar las teorías del aprendizaje organizacional

Investigación cualitativa - documental

Análisis material documental y registro en la matriz bibliográfica

Analizar la relación existente entre las teorías del conocimiento tácito y las teorías de aprendizaje organizacional

Investigación cualitativa - documental

Análisis material documental y registro en la matriz bibliográfica

Fuente: elaboración propia, 2016. 3. Presentación y análisis de resultados

3.1. Del conocimiento tácito individual al aprendizaje organizacional

Según los planteamientos de Garzón y Fisher (2008), cuando el individuo

interactúa con el entorno, es decir, observa lo que le rodea, enfrenta problemas,

usa los sentidos y vive diferentes experiencias, logra adquirir un aprendizaje

individual (Figura 1). Cuando el sujeto aprende, apropia un nuevo conocimiento

tácito que sólo le pertenece a él, ya que cada uno contempla una realidad

diferente de acuerdo con las situaciones vividas y su conocimiento previo. La

interacción del conocimiento tácito de varios individuos permite construir un

aprendizaje en equipo (Figura 2), pues como lo indica López, citado en Garzón

y Fisher (2008) “el cociente intelectual del equipo desarrollado en ambientes de

trabajo colaborativo, en pequeños equipos heterogéneos, es potencialmente

superior al de los individuos” (p. 213).

Page 29: Estado del arte sobre la relación existente entre las

29

Figura 1. Generación de aprendizaje individual

Fuente: elaboración propia, 2016.

Page 30: Estado del arte sobre la relación existente entre las

30

Figura 2. Generación de aprendizaje grupal

Fuente: elaboración propia, 2016.

Si bien el aprendizaje se potencia a medida que interactúan otras personas,

continúa su despliegue en varios niveles de la organización y departamentos,

pues la generación de nuevo conocimiento individual y grupal, conlleva a la

generación de aprendizaje organizacional (Figura 3). En este sentido, el

aprendizaje organizacional surge a partir del aprendizaje individual, el cual tiene

como base el conocimiento tácito.

Aunque se distinguen tres sujetos de aprendizaje, es preciso aclarar que el único

que aprende es el individuo, el equipo y la organización son facilitadores de

Page 31: Estado del arte sobre la relación existente entre las

31

condiciones y mecanismos para propiciar el aprendizaje personal y

constantemente retroalimentan el conocimiento individual.

Figura 3. Generación de aprendizaje organizacional

Fuente: elaboración propia, 2016.

Martínez (2006) coincide con Garzón y Fisher (2008) al plantear que “el

aprendizaje organizativo está sustentado en los procesos de aprendizaje

individual que experimentan los miembros de la empresa” (p. 319), aclarando

que aunque son los individuos quienes aprenden, el conocimiento organizativo

es mucho más que la suma de los conocimientos individuales.

Bajo este modelo, el aprendizaje individual se compone por dos ciclos: un primer

ciclo operacional que hace referencia al aprendizaje que se adquiere para

"hacer" actividades cotidianas, mientras que el segundo ciclo denominado

conceptual, se refiere al “saber hacer”, es decir, la fundamentación y

entendimiento de las actividades que se llevan a cabo, el cual se basa en los

modelos mentales de las personas. Ahora bien, cuando los modelos mentales

de una o varias personas cambian, pueden influenciar cambios en los modelos

de otros individuos de la organización, así como actividades rutinarias

Page 32: Estado del arte sobre la relación existente entre las

32

individuales pueden ser adoptadas por la organización. En este sentido, la gran

preocupación de este modelo es lograr que el conocimiento tácito individual

pueda compartirse con las personas que participan en la organización e

integrarse al quehacer de la misma, pues para que realmente exista un

aprendizaje organizativo deben darse las fases de generación, creación,

almacenamiento, transferencia y uso de conocimiento en beneficio de la

estrategia de la organización. Para ello las empresas deben tener la capacidad

de combinar el conocimiento tácito con el conocimiento explícito, con el fin de

generar nuevo conocimiento, y así transferir el conocimiento individual al

conocimiento organizativo, lo cual es complejo dadas las características del

conocimiento tácito que no facilitan su difusión, por cuanto es necesario que se

logre dar una transferencia de los modelos mentales que generan el nuevo

conocimiento. Los modelos mentales organizativos dan lugar al conocimiento

organizacional, al mismo tiempo que el intercambio e integración de

conocimientos que generan el aprendizaje organizativo condicionan el

aprendizaje individual.

Las dos propuestas mencionadas anteriormente, toman como fuente del

aprendizaje organizacional el aprendizaje individual, el cual se genera de la

transformación permanente del conocimiento tácito individual.

Mientras Garzón y Fisher (2008) establecen tres niveles de aprendizaje, a saber:

aprendizaje individual, de equipo y organizacional, Martínez (2006) no distingue

entre el aprendizaje colectivo y el organizacional. Si bien este último fundamenta

su propuesta en los modelos mentales de las personas, ambos resaltan la

responsabilidad de las organizaciones de propiciar estrategias que faciliten la

dimensión colectiva del conocimiento y permitan la difusión y transferencia del

mismo en doble vía, es decir, del conocimiento tácito individual al conocimiento

tácito grupal y organizacional y viceversa.

En las diferentes posturas de los autores, en algunos casos se identifican tres

niveles de aprendizaje, aprendizaje individual, grupal y organizacional, mientras

Page 33: Estado del arte sobre la relación existente entre las

33

que otros dan por hecho que el aprendizaje colectivo es una micro-organización,

por lo que no consideran necesario diferenciarlos.

3.2. Aprendizaje organizacional y transferencia de conocimiento tácito

Para Argyris (1999) citado en Castaño (2009) el aprendizaje organizacional se

da por dos vías. La primera es cuando la organización se plantea un propósito y

lo logra, y la segunda es cuando se desvía de los resultados propuestos y se

hace necesario emprender planes para corregir la situación presentada. Esta

corrección puede darse de dos maneras: aprendizaje de un solo circuito y de

doble circuito. El aprendizaje de un solo circuito se presenta cuando se hace

necesario realizar un ajuste en las acciones, pero no se afecta el objetivo,

mientras que en el aprendizaje de doble circuito, las acciones se cambian debido

a los ajustes realizados en el objetivo y/o resultados, o en los modelos mentales,

lo que implica cambios más complejos y transformación en las personas.

Argyris (1999), citado en Teles, Alves, Giuliani, y Rueda (2010) introdujo el triple

circuito de aprendizaje, donde el individuo desarrolla su propio modelo para

aprender a aprender.

Ligado a esta postura, pero complementándola, Batenson (2000, citado en

Castaño 2009) indica unos niveles de profundidad del aprendizaje, desde la toma

de conciencia hasta la acción, a saber:

El aprendizaje 0 o no aprendizaje, el individuo no cambia su acción a pesar de que fracase varias veces (…). Aprendizaje 1, bucle simple, el individuo detecta y corrige el error y cambia su respuesta específica, pero manteniéndose dentro del mismo conjunto de opciones que tenía antes (…). Aprendizaje 2, o bucle doble, es un cambio en la definición del problema, una modificación en el conjunto de acciones posibles, un cambio en los objetivos y un cambio en la forma de interpretar la situación (…). Aprendizaje 3, o bucle triple, es un cambio en la forma de generar interpretaciones. Es salir del modelo mental con el que opera y considerar otros (…). (p. 227).

Page 34: Estado del arte sobre la relación existente entre las

34

Si bien estas etapas presentan el inicio del aprendizaje y la identificación de la

situación a intervenir, el proceso debe completarse con la transferencia del

conocimiento, pues si éste no se comunica y difunde, difícilmente se convertirá

en aprendizaje organizacional. La transferencia del conocimiento tácito constituye

un proceso social de manera que cuando las personas se comunican, comparten

espacios y analizan los comportamientos e interpretan los juicios de otros, se

logra compartir conocimiento (Zapata, 2004, citado en Castaño, 2009).

En la transmisión del conocimiento juegan un rol fundamental el emisor y el

receptor. El emisor es el que posee el conocimiento a transferir y tiene la

responsabilidad de comunicarlo y lograr que sea entendido por el receptor, éste

a su vez debe tener la capacidad de asimilar el nuevo conocimiento, incorporarlo

al conocimiento tácito previo y modificar su comportamiento en función de éste.

Figura 4. Árbol de decisión para seleccionar tipo de transferencia de conocimiento común

Fuente: Pineda (2006), citado en Castaño (2009, p. 230).

Page 35: Estado del arte sobre la relación existente entre las

35

Para explicar la forma de transferir conocimiento de un grupo a otro, Dixon (citado

en Castaño, 2009) propone cinco tipos de transferencia de conocimiento (figura

4):

Transferencia Serial: se utiliza en grupos que realizan una tarea y luego la efectúan en un nuevo contexto. Transferencia Cercana: aplica de un grupo de trabajo a otro que realizan tareas similares en un contexto similar. Transferencia Lejana: transferencia de conocimiento tácito de una tarea no rutinaria. Transferencia Estratégica: transferencia de conocimiento complejo cuando se encuentran separados en tiempo y espacio. Transferencia Experta: transferencia de conocimiento explícito de tareas que no se realizan frecuentemente. (p. 230)

En su modelo de análisis integrado de experiencias, Peluffo (2010) propone que

compartir las buenas prácticas y las lecciones aprendidas en una organización,

puede orientar el desarrollo de las actividades hacia un objetivo establecido y

realizar procesos de mejoramiento continuo, propiciando el aprendizaje

organizacional a partir del conocimiento tácito experto.

El punto de partida es la identificación y selección de las prácticas o experiencias

que ha tenido la organización en torno al tema a desarrollar, lo cual se realiza a

nivel individual o grupal, y la información relacionada se registra agrupando por

tipología de experiencias. Posteriormente, se caracteriza cada tipo de

experiencia con base en criterios previamente establecidos, con lo que se

pretende integrar la información y consolidarla bajo un esquema común. Así

mismo, será necesario identificar los factores críticos de éxito y los factores de

riesgo no previstos de las experiencias. Con esta metodología se logra convertir

el conocimiento tácito organizacional a un conocimiento explícito experto, que

favorece el aprendizaje organizacional, pues como lo indica Peluffo (2010) “se

aprenden nuevas competencias a partir de los errores cometidos” (p. 45).

Holste y Fields (2010) enmarcan la generación de aprendizaje del conocimiento

tácito en las relaciones e interacciones que tienen las personas en el campo

Page 36: Estado del arte sobre la relación existente entre las

36

laboral, la cual está sujeta a espacios formales e informales, de acuerdo con la

cultura de la organización y la disposición de los empleados. Algunos de los

supuestos son:

En la medida que exista mayor afecto entre dos personas, será más fácil

intercambiar conocimiento tácito, pues la comunicación será más fácil y

fluida.

Para que pueda darse aprendizaje, las personas deben confiar en los

demás y tomar la decisión de aplicar el conocimiento tácito en su actuar

cotidiano, esperando obtener resultados positivos al usar dicho

conocimiento. En este sentido, el receptor debe suponer que el emisor del

conocimiento es experto en el tema y posee información relevante y

confiable, lo cual se afianzará, si éste cuenta con una reputación

profesional adecuada en la organización.

Una persona tendrá mayor disposición a compartir conocimiento tácito

cuando existe una alta confianza basada en el afecto, mientras que una

persona tendrá mayor disposición a aprender conocimiento tácito cuando

existe una alta confianza basada en la cognición. En este orden de ideas,

tanto la confianza en el afecto como la confianza en el conocimiento son

necesarias para el intercambio de conocimiento tácito.

El aprendizaje en la organización estará sujeto a los tipos y niveles de confianza

entre los empleados, por tanto, se deben establecer estrategias y mecanismos

para dinamizar las relaciones entre los compañeros de trabajo y propiciar la

cooperación y la voluntad para compartir y recibir conocimiento.

Sagastizabal et al., (2006, citado en Tovar, 2008), resalta cuatro elementos

fundamentales que deben considerarse para la transferencia del conocimiento:

La información no es conocimiento: es fundamental diferenciar los

conceptos de dato, información y conocimiento, pues la construcción de

conocimiento se genera cuando se organizan principios y teorías para darle

sentido a la información y a los datos.

Page 37: Estado del arte sobre la relación existente entre las

37

La acción precede al conocimiento: el conocimiento tácito es el fruto de la

interacción colectiva de los modelos mentales de aprendizaje entre las

personas que conforman la organización y el entorno organizacional, que

promueve un ambiente de aprendizaje, a partir de los errores cometidos y la

toma de decisiones para orientar las actuaciones hacia los objetivos

propuestos.

El conocimiento a la vez es insumo y producto: el conocimiento es un

insumo para la organización y al mismo tiempo hace parte de los resultados

que se originan por las acciones desarrolladas. El proceso de aprendizaje

organizacional será posible si se logra generar nuevos conocimientos para

comprender la naturaleza y la actuación de la organización.

Las organizaciones no constituyen un conjunto de personas, sino una interacción de comunidades y prácticas establecidas: “las

organizaciones son el conjunto de las interacciones que se producen en ellas”

(Tovar, 2008, p. 244), por ello, las comunidades de práctica constituyen un

medio fundamental para el desarrollo del aprendizaje organizacional.

Otro autor que se refiere a la transferencia del conocimiento tácito es Rodríguez

(2007), quien considera dos fases: la primera consiste en la identificación de las

fuentes de conocimiento tácito, y la segunda se refiere a diferentes técnicas para

expresar este conocimiento, entre las que se encuentran: “análisis cognitivo,

técnica del incidente crítico, la documentación de lecciones aprendidas,

protocolos de pensamiento en voz alta, y simulación y reconstrucción de

escenarios” (2007, p. 243). Evans III, Harper y Jentsch (2004, citados en

Rodríguez, 2007) consideran que cuando los equipos comparten modelos

mentales, es más probable que alcancen altos niveles de rendimiento, por lo

tanto, valores y principios comunes, costumbres similares y objetivos

semejantes, se convierten en elementos facilitadores de la transferencia del

conocimiento tácito.

Algunos autores como Selamat y Choundrie (2004, citados en Rodríguez, 2007),

manifiestan que las personas deben desarrollar “metahabilidades”, es decir,

Page 38: Estado del arte sobre la relación existente entre las

38

cualidades específicas para lograr hacer efectivo el conocimiento, entre las que

se encuentran recursos cognitivos, el autoconocimiento, la determinación, etc.

Una vez se logra externalizar el conocimiento tácito, se podrán fomentar las

actividades para compartir dicho conocimiento, y en la medida que se fortalecen

los vínculos intergrupales, el aprendizaje organizativo se dinamizará para que un

experto transfiera su conocimiento y otra persona receptora lo acepte, hecho que

se presentará, cuando se considere que la fuente es confiable y competente. En

relación con esto el autor resalta que “si el conocimiento tácito no se incorpora a

los procesos de aprendizaje se produce una pérdida de la memoria organizativa”

(Rodríguez, 2007, p. 237), sin embargo, si el experto logra generar aprendizaje

a partir de su conocimiento tácito, este merece un reconocimiento, sin dejar de

lado que un individuo de cualquier nivel en la organización, puede impactar el

aprendizaje organizativo.

El planteamiento de Máynez, Cavazos y Nuño (2012) se refiere a que “la

capacidad de absorción individual afecta de forma positiva y significativa la

transferencia de conocimiento dentro de la organización” (p. 206), de manera

que habrá un mayor aprendizaje individual si el nuevo conocimiento tácito se

relaciona con un conocimiento previo, pues de esta manera el individuo lo

comprenderá con mayor facilidad, lo enmarcará en su realidad y lo aplicará de

un forma más sencilla y determinante. Si en caso contrario, el individuo no logra

asimilar el conocimiento y encontrar su significado, no le será fácil usarlo en sus

propias experiencias. Igualmente, el autor resalta la interacción y buenas

relaciones entre los empleados, como un aspecto que puede facilitar el

aprendizaje organizacional, al mismo tiempo que se impulsa la capacidad de

absorción individual.

Para Núñez (2004), el aprendizaje organizacional se logra cuando los individuos

son capaces de hacer explícito su conocimiento tácito y compartirlo con los

demás miembros de la organización, sugiriendo que el diálogo es el medio que

Page 39: Estado del arte sobre la relación existente entre las

39

permite que las personas analicen la forma como su conocimiento tácito influye

en la compresión de nuevas ideas. Este autor cita a Senge cuando enuncia que:

el diálogo no es sólo un conjunto de técnicas… Durante el proceso de diálogo, la gente aprende a pensar en conjunto, no sólo en el sentido de analizar un problema común o de crear nuevos datos compartidos, sino en el sentido de ocupar una sensibilidad compartida donde los pensamientos, emociones y acciones resultantes no pertenecen a un individuo sino al conjunto. (Núñez, 2004, p. 46)

Un lenguaje común en la organización facilita la generación, uso y comunicación

del conocimiento tácito. Aquellos grupos que se desempeñan en ámbitos

similares tienden a tener puntos de referencia comunes y una comunicación

fluida, por lo tanto aprenden más fácil, sin embargo, es menor la generación de

nuevo conocimiento tácito organizacional. Por otra parte, los grupos que trabajan

en contextos diferentes, la comunicación es más compleja por la amplia

diferencia en su conocimiento tácito, lo que afecta el aprendizaje; no obstante, la

diversidad de este conocimiento impulsa la generación de nuevo conocimiento

tácito organizacional.

Las personas estructuran su conocimiento tácito de acuerdo con las experiencias

vividas al interactuar en la sociedad, lo cual está sujeto a aspectos genéticos, el

contexto y su conocimiento tácito previo. Este conocimiento tácito se forma de

tres maneras (Boateng, 2011):

A través de la transmisión oral de la información, las ideas expresadas por

otros, libros, informes, etc. Experiencia directa, la recepción de los datos sensoriales como el color,

el sonido y el dolor; y Mediante la reorganización de lo que ya sabemos en una nueva

configuración, creando así nuevos conocimientos. (p. 6) Si bien el aprendizaje individual depende de cada individuo, el aprendizaje

organizacional está ligado a la disponibilidad de otros miembros de la

organización para compartir su conocimiento tácito. Esto se refiere a que cuando

las personas usan su conocimiento tácito para beneficios propios, son selectivos

Page 40: Estado del arte sobre la relación existente entre las

40

con los colegas con quienes lo comparten o lo retienen como fuente de poder,

en estos casos el aprendizaje organizacional se ve afectado. Si por el contrario,

el conocimiento tácito individual está disponible para los demás, es compartido

en la organización y se manifiesta en las acciones y comportamiento de los

miembros, generándose aprendizaje organizativo. Por ello, es fundamental la

existencia de una conciencia en relación con los procesos de aprendizaje,

logrando que el conocimiento tácito se haga explícito y su transferencia haga

parte de los procesos organizacionales rutinarios.

Como aspecto común de estas propuestas se encuentra que el aprendizaje

organizacional se genera después de que se desarrollan acciones y, de acuerdo

con los resultados obtenidos, se concluye si se aplicaron buenas prácticas o si

por el contrario, se presentaron errores que impidieron cumplir los objetivos;

pero en ambos casos es posible el aprendizaje, pues al desarrollar acciones

comunes que convergen en conocimiento tácito común, se facilitará la

transferencia del conocimiento.

También se resalta la importancia de las relaciones entre los miembros de la

organización, ya que el aprendizaje es un proceso social en el que debe fluir la

comunicación, existir confianza entre el emisor y el receptor del conocimiento,

así como el interés de transferir conocimiento.

Así mismo, las personas seleccionan los miembros de la organización con

quienes desean compartir su conocimiento, y de ello depende que el aprendizaje

individual trascienda a aprendizaje organizacional, o permanezca en este nivel.

Si bien en estas propuestas se refieren a la transferencia del conocimiento tácito

para lograr el aprendizaje, sólo dos de ellas indican que el conocimiento tácito

debe convertirse en conocimiento explícito, para poder compartir el

conocimiento y generar aprendizaje organizacional.

Page 41: Estado del arte sobre la relación existente entre las

41

3.3. Compartiendo el conocimiento tácito en comunidades de conocimiento

Para las organizaciones es fundamental aprovechar al máximo el conocimiento

tácito que posee cada individuo y procurar porque éste sea compartido y

difundido en la organización. Para ello, Bennet y Bennet (2008) plantean algunas

estrategias a considerar:

Las comunidades de práctica brindan una atmósfera para compartir

pensamientos, sentimientos, promover el diálogo y la sana discusión,

intercambiar información y opiniones, realizar cuestionamientos y responder

preguntas, es decir, es un ambiente propicio para exponer el conocimiento de

los integrantes de la comunidad. Entendiendo que el conocimiento tácito no es

fácil de transmitir, los participantes deberán hacer un gran esfuerzo por

“verbalizar su conocimiento inconsciente” (Von Krogh et al., 2000, citado en

Bennet y Bennet, 2008, p. 89), para que “el oyente pueda recibir información

suficiente para recrear una parte significativa del conocimiento del hablante

dentro de su propia realidad cognitiva” (Bennet y Bennet, 2008, p. 89), logrando

comprender el significado del conocimiento tácito transmitido por el emisor, lo

cual estará ligado a los modelos mentales y creencias del oyente, siendo esto

determinante para interpretar el mensaje de manera adecuada o inadecuada.

Contar con un marco común de referencia de todas las partes, será la base para

lograr un diálogo fluido y armónico.

De este grupo se desagregan micro comunidades de conocimiento, las cuales

se conforman entre cinco a siete miembros con proyectos y objetivos comunes,

para quienes se facilita el lenguaje y la comunicación.

Las reuniones informales de los equipos de trabajo impulsadas por lo líderes,

pueden considerarse espacios para intercambiar experiencias, proponer mejores

prácticas, reflexionar sobre hechos pasados y proyectar futuras acciones, por lo

tanto, se generará aprendizaje en la medida que los participantes compartan su

conocimiento tácito con el grupo.

Page 42: Estado del arte sobre la relación existente entre las

42

La figura de tutoría es un proceso de intercambio de conocimiento tácito más

directo, donde el experto busca desarrollar en su aprendiz, la capacidad de

analizar un tema desde la perspectiva racional y la emocional. Así como en las

comunidades de práctica, es necesario que los participantes tengan un marco

común de referencia, para lograr una mejor conexión y entendimiento.

Por otra parte, Garzón y Fisher (2008) también plantean unas condiciones para

facilitar la transmisión del conocimiento en las organizaciones, entre las cuales

se encuentran:

Las comunidades de aprendizaje, resaltan la autonomía y el cumplimiento de

los roles de los participantes. Aprovechan al máximo el conocimiento colectivo,

y constantemente buscan ampliar la creación de conocimiento de los integrantes

de la comunidad. Nonaka et al. (1999) y Krogh et al. (2001) citados en Garzón y

Fisher (2009), indican que estas comunidades son grupos abiertos integrados

por personas de diferentes departamentos o áreas de la organización, que

gestionan el conocimiento tácito de manera flexible e independiente.

Las comunidades de compromiso “permiten generar una capacidad de

aprendizaje sobre el concepto de una idea compartida” (Garzón y Fisher, 2008,

p. 210), y están basadas en el diálogo y la confianza. El conocimiento compartido

se soporta en los mapas cognitivos de sus miembros, caracterizados por un alto

sentido de trabajo en equipo y sentido de pertenencia hacia la organización

(Garzón y Fisher, 2009).

Las comunidades de práctica son equipos que emergen de manera autónoma

y natural. Tienen un lenguaje y conocimientos comunes, y son una fuente

importante de conocimiento en las organizaciones. Bhardwaj y Monin (2006)

plantean que el conocimiento tácito se genera en una acción social, pues éste

surge a partir de la acción y las vivencias que experimentan las personas.

Igualmente, Martínez (2006) plantea que “el aprendizaje individual es más un

fenómeno social que solitario” (p. 318).

Page 43: Estado del arte sobre la relación existente entre las

43

Las comunidades de conocimiento se conforman por personas que comparten

su saber, su estilo y sus experiencias sobre un tema de interés común. La

principal finalidad de la comunidad es aprender, por ello sus miembros deben

participar activamente en el intercambio de conocimiento tácito, es decir, estar

receptivos al conocimiento que brindan los demás y al mismo tiempo aportar a

la generación de nuevo conocimiento, pues, aunque éste sea en una primera

instancia individual, las comunidades permiten que éste se socialice y difunda en

la organización. Como señalan Martínez, Prieto, Rincón, y Carbonell, (2007), “las

comunidades se constituyen como vías para desarrollar y orientar los

conocimientos, las mismas se convierten en canalizadoras de distintas formas

de pensamientos, de su estructuración y sensibilización” (p. 60).

Figura 5. Condiciones para la conformación de comunidades de conocimiento

Fuente: Martínez, Prieto, Rincón, y Carbonell, (2007, p. 62).

El comportamiento de estas comunidades se fundamenta en valores como la

confianza, las buenas relaciones y la responsabilidad con los roles asumidos, y

su actuación cotidiana se basa en los aportes de conocimiento que brinda a la

organización. En la figura 5 se expone las condiciones para la conformación de

comunidades de conocimiento.

Page 44: Estado del arte sobre la relación existente entre las

44

Aunque existen diferentes clasificaciones para estas comunidades, de acuerdo

con el nivel de conciencia que se tiene al compartir el conocimiento y el nivel de

formalidad y autonomía que tienen en la organización, en todas se busca

intercambiar el conocimiento tácito a través del diálogo y la discusión, y la

exposición de experiencias y reflexiones, esperando que el conocimiento sea

interpretado correctamente, dadas las condiciones desarrolladas por el grupo en

términos de lenguaje y conocimiento tácito previo comunes.

3.4. Procesos de aprendizaje organizacional basados en el conocimiento tácito

Estrada y Restrepo (2010) establecen el proceso de aprendizaje organizacional

para las etapas de evolución empresarial, buscando “incrementar el

conocimiento de manera que se pueda realizar generalización o particularización

de los significados de acuerdo con la realidad” (p. 98). A continuación, se

describe el aprendizaje para cada una de las fases (figura 6):

1. Fase de renovación: generación de nuevo conocimiento en el aprendiz a

partir del conocimiento previo de los demás integrantes de la organización,

estableciendo metas con beneficios en doble vía.

2. Fase de estructuración: motivación para aumentar tanto el aprendizaje

individual como el organizacional, fijando retos y oportunidades para alcanzar

nuevos escenarios.

3. Fase de creación futurista: desarrollo del potencial de las capacidades y

competencias individuales, aportando a los objetivos de la organización.

4. Fase de reinvención: promoción del autoaprendizaje a partir de situaciones

difíciles y frustrantes, que permitan identificar oportunidades de mejora y

generar nuevo conocimiento para aplicarlo en rol profesional.

5. Fase de conservación: disposición para adquirir nuevas ideas y

conocimientos que permitan mejorar su desempeño en el “saber hacer” y

“saber convivir”.

Page 45: Estado del arte sobre la relación existente entre las

45

Figura 6. Aprendizaje organizacional en las fases de evolución empresarial

Fuente: elaboración propia, 2016.

Page 46: Estado del arte sobre la relación existente entre las

46

Figura 7. (Continuación) Aprendizaje organizacional en las fases de evolución empresarial

Fuente: elaboración propia, 2016.

Las características de este proceso de aprendizaje pueden apreciarse en la tabla

2.

Tabla 2. Características del proceso de aprendizaje

Fase de renovación

Fase de estructuración

Fase de creación futurista

Fase de reinvención

Fase de conservación

Entendimiento de la situación actual.

Relación de los sentimientos con las experiencias nuevas.

Identificación de la necesidad de nuevo conocimiento.

Clima de confianza y aprendizaje.

Búsqueda de nuevos escenarios y retos.

Se genera aprendizaje individual que al compartirse permite producir aprendizaje organizacional.

Uso de aprendizajes previos para la adquisición de nuevos conocimientos

Satisfacción de necesidades individuales y colectivas.

Integración de conceptos y experiencias para la generación de nuevo conocimiento.

Aplicación del conocimiento tácito.

Desarrollo de Independencia cognoscitiva.

Relación de nuevos conocimientos con conocimientos previos.

Aplicación del aprendizaje para mejorar la calidad de vida.

Mantener e incrementar el conocimiento tácito.

Realización de actividades de manera autónoma.

Fuente: Elaboración propia a partir de Estrada y Restrepo (2010).

Page 47: Estado del arte sobre la relación existente entre las

47

Por otra parte, Moreno y Plaz (2014) proponen un modelo para la gestión del

conocimiento compuesto por seis procesos (figura 7):

1. Captación de información y conocimiento: identificación de las fuentes de

información o conocimiento clave, a nivel interno y externo de la organización,

es decir, se pretende conocer quién sabe qué internamente y dónde se

encuentran las conexiones o redes que son de interés para la empresa y que

deben actualizarse contantemente.

2. Gestión y retención del conocimiento experto (tácito): aplicación de

herramientas para la socialización del conocimiento clave y diferenciado al

servicio de la organización. Entre éstas se encuentran la gestión por pares,

que consiste en la asignación de una misma tarea a al menos dos personas,

buscando que ambas desarrollen la competencia para la misma. La

formación interna se refiere a jornadas en la que un experto comparte sus

conocimientos para generar aprendizaje en algunos individuos, y los mapas

de conocimiento como medio visual para el registro y retención de los

conocimientos del experto. Por último, se encuentran las entrevistas a

personas que poseen conocimiento clave, con el fin de capturar sus lecciones

aprendidas y buenas prácticas.

Figura 8. Alternativas generales de actuación en la gestión del conocimiento

Fuente: Moreno y Plaz (2014, p. 11)

Page 48: Estado del arte sobre la relación existente entre las

48

3. Comunicación y difusión: se refiere a “esquemas de comunicación y

difusión que pueden adaptarse mejor a la naturaleza tácita del conocimiento”

Moreno y Plaz (2014, p. 13). (Tabla 2).

Tabla 3. Características de la comunicación del conocimiento tácito

Factor clave Características

Configuración de canales Variedad de canales Características de los canales Nivel de formalidad

Configuración de mensajes y productos de información

Contexto de los mensajes Articulación de los contenidos Tipo de lenguaje Tipo de formato Recursos audiovisuales Material sintetizado

Configuración de perfiles de información específicos

Estructura funcional Perfiles existentes Contenidos ajustados a los intereses y necesidades de cada miembro

Fuente: Elaboración propia a partir de Moreno y Plaz (2014, p.14).

4. Accesibilidad: hace referencia por un lado a la gestión documental que debe

facilitar la búsqueda y recuperación de información y conocimiento. Por otra

parte, se refiere a las relaciones entre las personas que hacen posible la

transferencia del conocimiento, se sugiere la conformación de comunidades

de expertos para desarrollar temáticas a nivel colectivo, y la estructuración

de canales de consulta y preguntas frecuencias como herramientas que

permiten explicitar el conocimiento tácito. 5. Aprendizaje: a nivel individual se pretende potenciar las competencias de las

personas en un ambiente que favorezca el aprendizaje. Algunas estrategias

a considerar son “dinámicas de comunidad, socialización de conocimiento,

narrativa, desayunos de trabajo, simulaciones, participación activa en redes

temáticas, etc.” (Moreno y Plaz, 2014, p. 16). Para el aprendizaje

organizativo, se propone la conformación de comunidades de práctica para

desarrollar temas específicos, intercambiar opiniones y pensamientos y

compartir conocimientos.

Page 49: Estado del arte sobre la relación existente entre las

49

6. Renovación: para completar el ciclo, la organización debe renovarse a través

de dinámicas de innovación y mejora. En relación con la mejora se proponen

mecanismos de diagnóstico y autoevaluación, con el fin de conocer el

desempeño de la organización y realizar propuestas de mejora. En cuanto a

la innovación, se plantea el desarrollo de la creatividad y un modelo de

innovación formal que se apliquen en el día a día de la organización.

En la tabla 3 se relacionan el conocimiento y el aprendizaje organizacional en las

fases del modelo de gestión del conocimiento.

Tabla 4. El conocimiento tácito y el aprendizaje organizacional en cada una de las fases

Captación de información

y conocimiento

Gestión y retención del conocimiento

experto

Comunicación y difusión Accesibilidad Aprendizaje Renovación

Identificación del

conocimiento tácito clave

Compartir el conocimiento

tácito para generar aprendizaje

Comunicación del

conocimiento tácito en toda

la organización

Acceso al conocimiento

tácito y mecanismos

para su transferencia

Aprendizaje individual y organizativo

Aplicación del

conocimiento tácito

aprendido

Fuente: elaboración propia, 2016.

Velásquez (2005) también plantea un proceso de aprendizaje individual y

organizacional compuesto por tres etapas:

Identificar o crear el conocimiento: al interactuar con el entorno y las personas

se adquiere un conocimiento tácito a partir de los juicios que hacemos, el

significado que damos a los conceptos y a las acciones que realizamos, ya que

como plantea Krogh (2001, citado en Velásquez, 2005), “el conocimiento es una

construcción de la realidad más que algo cierto en sentido abstracto o universal”

(p. 62).

Compartir el conocimiento: un individuo comparte su conocimiento tácito y lo

transfiere a otras personas que lo incorporan, interiorizan y retroalimentan de

acuerdo con sus modelos mentales. Andrade, Dyner y otros afirman que “sólo a

partir de la transformación de los modelos mentales, acerca del mundo real, se

Page 50: Estado del arte sobre la relación existente entre las

50

produce aprendizaje profundo” (Andrade, Dyner y otros, 2001, citados en

Velásquez, 2005, p. 58). En esta etapa son fundamentales la comunicación, la

cooperación y la interacción entre las personas.

Aplicar el conocimiento: no basta con que se aprenda conceptualmente, es

necesario aplicar el conocimiento en el contexto apropiado. De los cambios de

los modelos mentales a nivel organizacional surgen nuevas prácticas y la

disponibilidad de herramientas para la toma de decisiones, pues en coherencia

con lo que enuncian Argyris y Schön (1978, citados en Velásquez, 2005), “los

miembros de la organización responden a cambios en los entornos interno y

externo de la organización” (p. 64).

Como resultado de este ciclo iterativo se obtiene (Figura 8):

Aprendizaje individual: ocurre cuando una persona potencia su capacidad de

acción en una situación, bien sea en el ámbito personal o laboral.

Aprendizaje organizacional: ocurre cuando un conjunto de personas de la

organización comparten su aprendizaje individual y se crean modelos mentales

comunes.

Figura 9. El aprendizaje como resultado

Fuente: elaboración propia, 2016.

El modelo conceptual de aprendizaje organizacional (figura 9) propuesto por

Acosta (2015), tiene como punto de partida los datos, los cuales se convierten

Page 51: Estado del arte sobre la relación existente entre las

51

en conocimiento tácito cuando el individuo experimenta un proceso de

aprendizaje, es decir, después de identificar la información que considera

relevante y convertirla en un insumo para transformarla en su mente. En este

sentido, “dos individuos ante la misma información pueden tener interpretaciones

totalmente diferentes, obteniendo como resultado un conocimiento distinto. Esto

se debe al conocimiento previo con el que cuenta el sujeto que interioriza dicha

información” (2015, p. 142).

El primer proceso que plantea este modelo es el aprendizaje individual. En

primera instancia el individuo experimenta una situación y analiza consciente e

inconscientemente lo que ocurre, haciéndose una idea o “concepto abstracto” de

lo que observa. Luego, aplica el concepto en algún contexto que considera

pertinente, generando una vivencia diferente e iniciando el ciclo de aprendizaje

nuevamente. Si bien es fundamental el factor del contexto en este proceso, no

se pueden dejar de lado los factores internos de las personas en relación con su

conocimiento tácito para influir en el aprendizaje, como son los principios, la

experiencia y la educación. A partir del aprendizaje individual se genera el

conocimiento tácito, siendo el que el determina la forma en que vemos y

comprendemos la realidad de nuestro entorno. Así mismo, ese conocimiento

previo actúa como guía para organizar la información, conservarla y usarla

cuando se requiera.

Figura 10. Modelo conceptual de aprendizaje organizacional

Fuente: Acosta (2015, p. 140).

Page 52: Estado del arte sobre la relación existente entre las

52

El siguiente proceso es la transferencia de aprendizaje, el cual consiste en hacer

explícito el conocimiento tácito individual para desarrollar el conocimiento tácito

organizacional, con el propósito de conservar el conocimiento en la organización

sin depender del conocimiento que posea una persona en particular. En este

orden de ideas, el aprendizaje organizativo estará sujeto a la capacidad de los

integrantes de la organización para crear modelos mentales compartidos.

Posteriormente se encuentra la retroalimentación, la cual es definida por Isaacs

(1993, citado en Acosta, 2015) como “una disciplina de pensamiento colectivo,

un proceso en el que se transforma la calidad de la conversación y, en concreto,

el pensamiento que reside debajo de esta” (p. 144). En este proceso juegan un

papel fundamental la representación gráfica y el medio oral de comunicación del

conocimiento tácito, siendo los mecanismos para fomentar el aprendizaje

organizacional, ya que permite que las personas expresen su razonamiento,

sentimientos e intuición. En consecuencia, el objetivo de la retroalimentación es

entender la forma en la que el conocimiento tácito concibe el mundo que nos

rodea.

En la medida que estos procesos se dan, puede presentarse el efecto de apatía

cognitiva, el cual se refiere a que como el conocimiento tácito se genera a partir

del aprendizaje individual y viceversa, si el conocimiento tácito no se ajusta a los

cambios que se dan en el entorno, el proceso de aprendizaje tampoco se

adaptará, es decir, se debe procurar que el conocimiento tácito cambie sus

puntos de referencia de acuerdo con las necesidades, para permitir visiones

diferentes y la renovación del mismo en torno a nuevas posturas.

Por último, se encuentra la marcha, que es el resultado del modelo de

aprendizaje y se refiere a la aplicación en contexto del aprendizaje, tanto

individual como organizacional, el cual posteriormente termina convirtiéndose en

conocimiento tácito.

Page 53: Estado del arte sobre la relación existente entre las

53

Cuando el conocimiento tácito individual se aplica en una situación

organizacional, se genera un impacto en el entorno, propiciando aprendizaje

individual en los miembros de la organización, y cuando se comparte este

conocimiento en la organización, se genera aprendizaje organizacional. Este

modelo propuesto por March y Olsen (1995, citados en Niño, 2007), se

representa en la Figura 10:

Figura 11. Modelo de aprendizaje organizacional

Fuente: March y Olsen (en Niño, 2007, p. 23).

En esta misma línea, Senge (citado en Niño, 2007) expone que “aprender en una

organización significa someterse continuamente a la experiencia y convertir esa

experiencia en conocimiento y transferir éste a toda la organización en pro de las

metas de la misma” (p. 17).

En cada una de las propuestas se presentan diferencias en el rol que asume el

aprendizaje:

En la primera propuesta de Estrada y Restrepo (2010), el aprendizaje está

presente en cada una de las fases y es el elemento fundamental del

modelo.

En la segunda propuesta de Moreno y Plaz (2014), el aprendizaje hace

parte de una de las fases del modelo de gestión del conocimiento.

Page 54: Estado del arte sobre la relación existente entre las

54

En la tercera propuesta de Velásquez (2005), el aprendizaje tanto

individual como organizacional son el resultado de las tres etapas del

proceso.

En la cuarta propuesta de Acosta (2015), el aprendizaje individual hace

parte de una de las fases, pero el aprendizaje organizacional es el

resultado del proceso de retroalimentación.

En la quinta propuesta de March y Olsen (1995, citados en Niño, 2007),

el aprendizaje individual y el organizacional son vistos como la aplicación

del conocimiento tácito y hacen parte del ciclo de aprendizaje.

En las cinco propuestas existe un elemento común que es la práctica del

conocimiento, en la primera se denomina conservación, en la segunda

renovación, en la tercera aplicación del conocimiento, en la cuarta marcha y en

la quinta acción individual y social. Igualmente, el punto de partida de las cinco

es la identificación o captación del conocimiento tácito y en todas hacen

referencia al aprendizaje individual y al organizacional, siendo el primero el

detonador del segundo.

Al fusionar las diferentes propuestas en torno a los modelos de aprendizaje

organizacional se plantean las siguientes etapas: captación de nuevo

conocimiento tácito, aprendizaje individual, transferencia de conocimiento tácito,

aprendizaje organizacional, aplicación del conocimiento organizacional y

realimentación del conocimiento tácito. Es importante aclarar que estos modelos

tienen un comportamiento cíclico, un proceso puede ser al mismo tiempo un

resultado y el entorno ejerce una influencia significativa en el aprendizaje.

Page 55: Estado del arte sobre la relación existente entre las

55

4. Conclusiones

Al reunir las posturas de los diferentes autores, se puede concluir que el

conocimiento tácito es propio de cada persona, de acuerdo con las experiencias

vividas y la influencia del entorno, se construye modelos mentales, emociones,

valores y creencias que se almacenan en lo más profundo de la conciencia,

encontrándose disponibles cuando las circunstancias lo requieren. El mejor

medio a través del cual se logra aprender conocimiento tácito es la experiencia,

ya que aunque se realice difusión del mismo y se pretenda convertirlo en

conocimiento explícito, su transmisión resulta difícil dadas su características de

individual, subjetivo e inimitable.

El aprendizaje se relaciona con un proceso de transformación, tanto a nivel

cognitivo como comportamental, es decir, el conocimiento adquirido debe

ponerse en práctica para que pueda materializarse el aprendizaje. Se pueden

distinguir tres niveles de aprendizaje a saber: aprendizaje individual, aprendizaje

grupal y aprendizaje organizacional, los cuales se articulan y asumen el papel

tanto de resultado como de insumo para el siguiente nivel de aprendizaje,

generando un ciclo de realimentación permanente.

Ahora bien, el aprendizaje organizacional se considera un proceso social en el

que interactúan las personas, los grupos de trabajo y la organización para

generar conocimiento en beneficio de los resultados de la organización, a través

del diálogo, la observación, la experimentación, las lecciones aprendidas, las

buenas prácticas, análisis del contexto, entre otros.

En términos de los conceptos y teorías estudiadas, se puede afirmar que para

que pueda darse aprendizaje organizacional, en primera instancia debe darse el

aprendizaje individual, ya que no son las organizaciones las que aprenden, sino

las personas que hacen parte de las mismas. Por su parte, el aprendizaje

individual surge del conocimiento tácito previo que tienen las personas junto con

las vivencias que experimentan y la influencia del entorno, de manera que el

Page 56: Estado del arte sobre la relación existente entre las

56

aprendizaje organizacional se da cuando se logra transferir el conocimiento

tácito individual, permitiendo establecer un conocimiento tácito común en los

miembros de la organización, condición necesaria para que pueda generarse el

aprendizaje organizacional, entendiendo que éste no es la suma del aprendizaje

individual, sino que es un sistema en el que confluye el conocimiento

organizacional.

Cabe agregar que el aprendizaje puede surgir tanto de las experiencias positivas

como de las negativas, puesto que de los errores también se pueden potenciar

nuevas competencias.

Page 57: Estado del arte sobre la relación existente entre las

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