especial salÓn del cÓmic de getxo -...

NÚMERO 608

SÁBADO

Héroes de tebeo

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‘XABIROI’

Nerabeenkomiki soila Euskal Herriko IkastolenKonfederazioaren Komikia,‘Xabiroi’, lau aldiz irteten daurtean eta 14.000 ale bainogehiago argitaratzen dira.Bere inguruan,marrazkigileak eta euskalliteratur munduko idazleakelkarlanean ari dira

24 DE NOVIEMBRE DE 2007

P7

ESPECIAL SALÓN DEL CÓMIC DE GETXO

El Salón del Cómic de Getxo se rinde en su sexta edición

al talento del genial Ibáñez p 1 a 9

ILUSTRACIÓN: ROBER GARAY

cómicT2 EL CORREO / SÁBADO 24 DE NOVIEMBRE DE 2007

Universos de papel

BORJA CRESPO

ensadores como Umberto Eco yRomán Gubern son grandes de-fensores de la historieta comoarte y medio de expresión. Citar

ambos nombres de prestigio es un recursotan facilón como indispensable para refor-zar el buen momento que está viviendo elcómic en nuestras fronteras. Las viñetasno son sólo cosa de niños. Algunas obrasmerecen tanto respeto, o más, que muchosgrandes clásicos de la literatura o el cine.Max es el flamante ganador de un PremioNacional dedicado a una disciplina cadavez mejor aceptada. Nos vamos acercandoa otros países, como Francia, donde leertebeos forma parte de la alta cultura. Avan-za un claro intento de recuperación del lec-tor adulto. Las editoriales están cuidandosu catálogo más que nunca, nutriéndolocon lanzamientos publicados con mayorolfato y mejor empeño. Esta apertura demiras en la política de edición ha dado un

interesante empuje a obras de lectura com-pleja dirigidas a un público maduro.

El extendido concepto de novela gráfica,títulos a medio camino entre el libro tradi-cional y el tebeo, con una edición cuidada,encuadernación de lujo y tapas duras, a unprecio de venta por encima de la media, estáayudando a que la historieta obtenga unmayor espacio en grandes superficies ylibrerías convencionales, saliendo del limi-tado gueto de los quioscos y las tiendas espe-

cializadas. La oferta crece y semueve. Una buena manera de com-probarlo es acercarse estos días alVI Salón del Cómic de Getxo. Del23 al 25 de noviembre, la localidadvizcaína acoge el mayor evento entorno a las viñetas del País Vasco,un encuentro vital, tanto para pro-fesionales del sector como para afi-cionados a las viñetas de ayer yhoy, que no se olvida de ese públi-co potencial que está volviendo acomprar cómic tras abandonar sulectura en la niñez. Profanos, eru-ditos, coleccionistas, nuevos com-pradores y gente con inquietudesen general se dan cita en un festi-val cuya oferta va desde exposi-ciones a stands de venta al públi-co, pasando por mesas redondas,encuentros, talleres, zona de jue-gos de rol, proyecciones de mate-rial audiovisual…

Acorde al interés in crescendodel público y a los sugestivos movi-

mientos del panorama autóctono de la his-torieta, el Salón del Cómic de Getxo da unimportante paso de cara a su crecimiento,afianzándose como una de las citas másimportantes del país con el arte secuencialcomo leit motiv. El espacio se amplía aRomo, a pocos metros del recinto habitualde la feria, situado en la Plaza de la Esta-ción de Las Arenas, con la instalación deuna carpa de apoyo dedicada al manga, léa-se cómic japonés, y a los videojuegos, unaopción para combatir el ocio en claro augecon muchos puntos en común con las viñe-tas. Una de las mayores bazas del sarao ge-txotarra es la visita de Ibáñez, padre de lospopulares Mortadelo y Filemón, cuyas aven-turas siguen alucinando a niños y mayores.El veterano dibujante se harta de firmarejemplares en las ferias del libro, donde lascolas que forman sus seguidores superancon creces a las de muchos escritores debest-sellers.

Historietas en euskeraIbáñez no es el único autor de peso presen-te en el Salón. Eduardo Risso, nombre pun-tero en el género negro gracias a la multi-premiada serie ‘100 balas’, también está pre-sente para el regocijo de los cazadores deilustraciones. Otros autores de sugestivatrayectoria que dedicarán a sus fans su tra-bajo durante el salón son Miguelanxo Pra-do, Andy Riley, Farid Boudjellal, Mark Buc-kingham, M.A. Martín, Mauro Entrialgo,Javier Olivares, Santiago Valenzuela, ManelFontdevila, Carlos Vermut, Enrique V.

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‘TMEO’. La irreverente revista vitoriana recibe un homenaje.

Getxo congrega a autores y aficionados

del noveno arte y amplía su oferta con

una segunda carpa dedicada al manga

VI Salón del Cómic de Getxo

HORROR ORIENTAL. Getxo acogerá una exposición con originales del dibujante japonés Hideshi Hino, un referente del manga de terror.

t 3SÁBADO 24 DE NOVIEMBRE DE 2007 / EL CORREO CÓMIC

Vegas, Alberto Vázquez, JordiBayarri, Angel de la Calle, Car-los Areces, Ken Niimura, PepoPérez, Manuel Bartual, VíctorSantos y Clara-Tanit Arqué,entre otros. Algunos de estosartistas presentan, además, susúltimas propuestas.

Para los que quieran verexpuestas páginas e ilustra-ciones originales de autores,Getxo acoge varias exposicio-nes, entre ellas una dedicadaa los veinte años de andadurade la revista vitoriana ‘TMEO’,que también recibe un premiohomenaje por su trayectoria.Gran parte de su equipo (Ata,Furillo, Santiago Orúe, Aba-rrots, Larri, Mauro, Kini, Sapo,Roger, Palli…) no faltará a lacita. El ‘TMEO’ ofrece evasiónsin cortapisas, ácida y crítica,en tiempos de excesiva correc-ción política. Desde hace dosdécadas ha arrancado carca-jadas a un público no necesa-riamente aficionado a los tebe-os, sirviendo de plataforma aautores que no siempre tienencabida en soportes profesio-nales, generalmente por razo-nes de censura.

La publicación de historie-tas en euskera ‘Xabiroi’ tam-bién cuenta con un espacioexpositivo, así como Man, res-ponsable del cartel del Salónde este año (una graciosa mu-ñeca tipo manga de juguete,con sus complementos, en sucaja de plástico) y de obrascomo ‘Kung Fu Kiyo’ y ‘Sal-tando al vacío’. Dos exposicio-nes de originales están especialmente pen-sadas para los aficionados al cómic orien-tal: el rey del horror psicológico HideshiHino y Studio Kôsen. El primero estuvo pre-sente hace un mes en la Semana de CineFantástico y de Terror de San Sebastián,donde se quedó con el personal gracias auna simpatía exacerbada que choca con suoscuro mundo interior, reflejado en álbu-mes como ‘Panorama infernal’, ‘El niñogusano’ y ‘El hombre cadáver’.

Las jóvenes artistas madrileñas AuroraGarcía Tejado y Diana Fernández Déboraforman el colectivo Kôsen. Ambas llevantrabajando juntas como dúo artístico des-de 1998 y han logrado dar el salto al extran-jero dedicándose a un género tan particu-lar como es el manga yaoi, enfocado prin-cipalmente al público femenino.

Las exposiciones paralelas al Salón,organizadas en diversos locales y aulas decultura cercanas, permiten ver el traba-jo de autores como Rubén Arocena (has-ta el 30 de noviembre en la sala de expo-siciones de Algorta), Alex Sanvi (hastael 29 en el Café Satis-tegi de Algorta),

Alberto Muriel (hasta el 3 dediciembre en la cafetería JaiAlai de Romo), Infame & Co.(hasta el 3 de diciembre en elcafé Glass de Las Arenas) yRaquel Alzate, Alex Orbe yJavier de Isusi (hasta estedomingo en la sala de expo-siciones de Romo). Cierraeste apartado una muestradel trabajo reunido en laspáginas de la revista ‘Balan-zín’ (exterior de la carpa dela plaza Estación de Las Are-nas), coordinada por la Aso-ciación Profesional de Ilus-tradores de Euskadi. Estapublicación, realizada ente-ramente por dibujantes vas-cos, se entrega gratuitamen-te al entrar al recinto parafomentar la lectura entre losvisitantes.

Máquina de bailarEl espacio manga aporta otroespacio con proyecciones deanimación al salón getxota-rra y un escenario donde tie-nen lugar todo tipo de con-cursos delirantes que encan-dilan a los otakus, entre ellosel karaoke y el friki trivial.Los seguidores de las viñetasniponas disponen de dostalleres, uno de caligrafíajaponesa, a cargo de YukaNishiwaki, y otro sobre téc-nicas de dibujo, impartidopor Ken Niimura.

Una exhibición de artesmarciales y el certamen decosplay-disfraces (los parti-cipantes deben ir caracteri-

zados de personajes de manga, anime o vide-ojuegos) acompañan la esperada final delCampeonato de España de Pump It Up, unaparato recreativo de baile que ha caladohondo entre los simpatizantes de la culturaoriental en los últimos tiempos y dio lugara la película ‘La máquina de bailar’, prota-gonizada por Santiago Segura.

Esta actividad ha estado presente en Ge-txo en anteriores ediciones. Treinta con-cursantes competirán en tres categorías ofi-ciales y se repartirán más de 6.000 euros enpremios. Los ganadores viajarán a Méxicopara participar en la final del Campeonatodel Mundo, a celebrarse el próximo 22 dediciembre. Cualquier atisbo de aburrimiento

no tiene cabidaestos días en

Getxo.

ANDY RILEY

MIGUELANXO PRADO

El padre de losconejitos suicidas

En busca de experienciasnarrativas y visuales

Se avecinan largas colas en el Salón de Ge-txo para que el dibujante británico AndyRiley dedique sus mundialmente famososconejitos suicidas al personal. Conmotivo del evento sale a la calle lasegunda entrega del best-seller‘El libro de los conejitos suici-das’, un volumen ideal pararegalar por Navidad que reúnedecenas de chistes visuales quejuegan con el humor negro y expri-men las posibilidades gráficas delcómic, con la caricatura como tótem ejem-plar. En cada imagen, sin diálogos, el lec-tor es testigo de una manera loca de qui-tarse la vida, con un conejo, o varios, comoprotagonistas de la angustiosa gesta. Méto-dos de autoexterminio tan originales comoabsurdos, irrisorios y delirantes, que danpie a la sonrisa cómplice.

Riley, además de ilustrar, tambiénescribe guiones para cine y televisión.‘Gnomeo y Julieta’, una película deDisney de próximo estreno, lleva sufirma. Comenzó su trayectoria deguionista junto a Kevin Cecil, con elque creó ‘Hyperdrive’, para la BBCTwo, y ‘Slacker Cats’, para el canalfamiliar de ABC. Otras colaboracio-nes de su cosecha para televisión son‘Black Books’, ‘Robbie the Reindeer’,

‘Trigger Happy TB’ y ‘Smack the Pony’.Destaca su participación en la serie cómi-ca de culto ‘Little Britain’. Desde

2002 dibuja la tira semanal‘Roasted’ en ‘The Obser-

ver Magazine’. Losálbumes ‘Great Liesto Tell Small Kids’y ‘Loads More Lies

to Tell Small Kids’figuran en su fla-

mante currículum co-mo artista gráfico.

Miguelanxo Prado es uno de nuestros artis-tas más internacionales, conocido más alláde la piel de toro sin la necesidad de dibu-jar superhéroes. Su proyección en el extran-jero es evidente. Continúa defendiendo continta y papel una obra personal que empe-zó a despuntar a principios de los años 80en míticas cabeceras de la época como‘Zona 84’, ‘Cimoc’ y ‘Comix Interna-cional’. Sus álbumes han sido tra-ducidos a varios idiomas y hancosechado múltiples galardones,algunos de notable prestigio, comoel Premio Alph Art. ‘Trazo detiza’, cuyos derechos están en pose-sión de Miramax para su adaptaciónal cine, es su obra más reconocida.

La serie ‘Quotidianía delirante’, empa-pada de humor negro, es otro de sus tra-bajos más celebres, junto a ‘Stratos’, ‘Tan-gencias’, ‘Crónicas incongruentes’, ‘Frag-mentos de la Enciclopedia Délfica’ y ‘Lamansión de los Pampín’. Los campos de lanarrativa y la imagen en losque ha ido trabajando a lo lar-go de su carrera se han idointerrelacionando sucesiva-mente. «De la pintura y laescritura, mis primeras acti-vidades, surgió el puentehacia el cómic», comenta elautor gallego. No es de extra-ñar, por tanto, que tambiénhaya coqueteado con el cine.Participó en la serie de ani-mación ‘Men in Black’, pro-ducida por Steven Spielberg,como creador de personajesy director de estilo. El pasa-do año estrenó una pelícu-

la de animación, ‘De profundis’, «una granmetáfora de 75 minutos, un poema visualy musical», en palabras de su responsable.Una cinta que reivindica «espacio para nue-vas experiencias narrativas y visuales».

Prado firma el guión del filme, ademásde la dirección. ‘De profundis’ es un via-je al fondo del mar, un sueño en imáge-

nes, una historia de amor, un poemaanimado compuesto por hipnóti-

cas imágenes que parten de pin-turas al óleo. Miguelanxo fue unode los autores escogidos por NeilGaiman para participar en la

novela gráfica ‘The Sandman:Endless Nights’, dibujada por

varios artistas. Ha ejercido de ilus-trador para escritores como Laura Esqui-vel o Manuel Rivas, ha colaborado en laparte gráfica de varios programas de latelevisión gallega y es director del reco-mendable Salón del Cómic de La Coruñadesde 1998.

Guía práctica

El VI Salón del Cómic yManga de Getxo se cele-bra los días 23, 24 y 25 denoviembre en dos espa-cios diferenciados: el es-pacio cómic en la tradi-cional carpa de la plazaEstación de Las Arenas,y el nuevo espacio man-ga en la plaza SantaEugenia, en Romo. Am-bos disponen de un áreade exposiciones, talleres,salón de actos (en elespacio manga se dis-pondrá de un escenariopara actividades) y unárea comercial destina-da a editoriales, comer-cios, entidades, fanzi-nes… El horario es de 11a 14.30 h. y de 17 a 21h. El precio de la entradaes de dos euros, que daderecho a estar todo eldía en las dos carpas.

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FUTURO.Inquietanteviñeta deMiguelÁngelMartín.

‘DE PROFUNDIS’. Prado ha llevado al cine su mundo.



OSKAR L. BELATEGUI

Francisco Ibáñez (Barcelona, 1936) tenía 21años cuando parió a ‘Mortadelo y Filemón’en la revista ‘Pulgarcito’. «Había que llenaruna página y me metieron prisa». Mediosiglo después, sigue considerando que el ma-trimonio mejor avenido «es el de mis nalgasy el taburete». ‘El gran libro de Mortadeloy Filemón’ (Ed. B) y la segunda parte de susaventuras en cine (estreno en enero) cele-bran el genio de un dibujante que ha con-

formado la memoria sentimental de variasgeneraciones. Ibáñez se hinchará a firmarejemplares en Getxo.–Se considera un mal dibujante.–Soy consciente de hasta dónde llego. Estees un país de dibujantes fabulosos, que podrí-an estar en el Louvre. Si me comparo conellos…–¿Qué premios tiene?–Oficiales, muy pocos; tengo el certificadode estar vacunado contra la viruela… Mispremios los recibo cuando firmo: ese niñoque ha estado ensayando a la noche lo queme iba a decir y se queda sin habla; ese abue-lete que quiere que le firme para el nieto y

en realidad es para él; el médico que se leeun ‘Mortadelo’ antes de dormir… De esos

premios tengo cientos de miles.–¿Los escritores le miran por enci-

ma del hombro?–Siempre. Tengo terror cuando

hay una firma colectiva, porquesiento su mirada en el cogote. ‘Este

tío que hace monigotes no para de fir-mar, y yo que soy un señor literato…’.

Paso mal rato. Una vez la editorial meenvió a una reunión de escritores enel Café Gijón. Sólo se me acercó Viz-caíno Casas.–Sus viñetas rebosan detalles: cara-

coles con audífono, colillas…–La viejecita con la Kawasaki subiendopor los rascacielos… En 1983, dibujé undetalle de fondo en una aventura de Mor-tadelo en Nueva York: un avión estre-llándose contra las Torres Gemelas. El11-S ni me acordé. Un lector avispa-do lo sacó en Internet. Después mepedían la combinación de la Primi-tiva, ‘¡Ibáñez, profeta!, ¡promotor del

terrorismo!’.–Ha enriquecido nuestro vocabulario:

colodrillo, píloro, Pernambuco…–No me importa perder el tiempo con un dic-cionario de sinónimos. Ya no sé si los per-sonajes hablan como la gente de la calle o lagente habla como mis personajes…–¿Mortadelo y Filemón sólo podrían ser espa-ñoles?–Se han exportado por toda Europa con unéxito fabuloso. Su carácter es muy español:la mala leche, siempre les sale mal todo…–¿España tiene historia o historieta?–Algún día ‘Mortadelo’ servirá para quealguien repase nuestra historia y encuen-tre documentación disparatada y estúpida:Maastricht, la implantación del móvil, esasjodidas leyes del prohibido fumar…–Mortadelo y Filemón viven juntos desdehace cincuenta años, nunca se comen unarosca… A ver si van a ser la primera parejade hecho de este país.–Obedece a los tiempos de la rigidísima cen-sura franquista. En un Extra de verano unseñor podía salir en traje de baño, pero unaseñora debía vestir abrigo de pieles. Y como

te cansabas de batallar, accedías. Ya enton-ces me decían que Mortadelo y Filemón

eran ‘rarillos’. Y quizá el autor. Hiceuna aventura sobre su vida privada,

donde se les veía morrear a unas chi-cas…–Ahora los manda a las Olimpíadas de

Pekín. ¿Qué criterios ha seguido paraincluir hechos históricos y personajes?

–Yo no hago críticas de los personajes.Rajoy ha salido muchas veces; para los

niños es un personaje más de la historieta,y los mayorcitos lo pillan.–¿Tiene temas tabú?–Desde que desapareció la censura, ningu-no. Pero no me gusta tocar temas tristes, como

El Salón homenajea al autor de Mortadelo

y Filemón, que festejan sus 50 años con un

libro conmemorativo y la segunda parte de

sus aventuras en cine

FRANCISCO IBÁÑEZ DIBUJANTE

«Envidio a mis personajes: ellos

UN CLÁSICO.Mortadelo y Filemónconforman la memoriasentimental de variasgeneraciones.

CÓMICt4 EL CORREO / SÁBADO 24 DE NOVIEMBRE DE 2007



OTRAS CRIATURAS

‘13 Rúe del Percebe’

F Vida de barrio. «Era la novela picares-ca española puesta al día. Dibujarlo resul-taba agotador. Todavía me acuerdo detodos los personajes metidos en susnichos: seis vecinos, Vázquez el morosoen la azotea, el del colmado, el que salíapor la alcantarilla…».

Rompetechos

F Un miope muy cercano. «Hay un tópi-co que dice que el personaje se parecesiempre a su autor. Pues Rompetechossoy yo: el mismo brillo craneano, la mis-ma miopía, el mismo despiste… Es mi per-sonaje favorito».

Pepe Gotera y Otilio

F Chapuzas a domicilio. «Son el país, lachapuza nacional. Hace poco vino un lam-pista a mi casa a cambiar una tubería enel jardín. ¡Y ríete tu de la fuente de Mont-juic! Los de ‘Manos a la obra’ me dicenque no son Pepe Gotera y Otilio. Ya».

El botones Sacarino

F Recuerdos del banco. «Supongo quesurge de mis vivencias en el banco, cuan-do empecé trabajando de botones. Saca-rino también es un mal recuerdo televi-sivo. Un día me invitaron a la grabaciónde un episodio. ‘Apareces por ahí y dicescualquier cosa’, me soltaron. Después,cuando la vi, comprendí que no era yosólo el que no tenía guión. Menos malque acabó al segundo episodio».

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las víctimas del terrorismo. Y tampoco quepuedan molestar, por eso no me decanto porningún político ni hago crítica de la CasaReal. Hay que mantener la clientela.–¿Qué le parece la multa a sus colegas de ‘ElJueves’?–Exageradísima. Si molestó, hubiera bas-tado con darles un golpecito. Ocurren cosasmucho peores y no llegan a los tribunales,y si llegan se resuelven tardísimo. Esa mul-ta, ¿a santo de qué? Supongo que recurriránal Supremo y se la quitarán.

Adulterio entre ballenas–‘Mortadelo’ atesora viñetas políticamenteincorrectas: a cuenta de negros, gays…–Hay que situarse en la época; hoy ‘El gue-rrero del antifaz’ cargándose moros seríaimposible. A veces la censurame afeaba el exceso de violen-cia, y al mismo tiempo se publi-caban ‘Hazañas bélicas’… Dibu-jaba con un ojo en el papel y otroen la censura. Un día pinté a laballena Moby Dick en su cuevasubmarina rodeada de cala-marcitos. Y a su lado el balle-nato que la miraba con malacara porque había un calamargigante silbando. La censura estalló. ‘¡Cómose le ocurre tratar el tema del adulterio enuna publicación infantil!’. Oiga, si son balle-nas… En ‘13 Rúe del Percebe’ vivía un inven-tor con su Frankenstein. ‘No puede ser, por-que este señor fabrica seres humanos, y esosólo lo puede hacer el sumo hacedor’. Mehicieron un favor: sacaba el piso vacío conun cartel de ‘se alquila’ y acababa antes,–¿Por qué no se jubila?–Ya. La gente debe pensar que si Mortade-lo tiene cincuenta años, ¿cuántos tiene elautor? Si los personajes estuvieran en decli-ve… Pero tienen el mismo auge que haceveinte o treinta años. Mientras el cuerpoaguante y el público lo pida vamos a seguir.–Estará forradísimo.–No, no, no… Cuidado, yo no soy un can-tante de éstos de moda. Gano la mitad de loque merezco y, de esa mitad, una mitad sela lleva Hacienda. Tampoco me quejo.–¿Cuáles son sus lujos?

–Ninguno, no me da tiempo. Envidio a mispersonajes: ellos han visto mundo. Yo lo máxi-mo que llego es a Sabadell. Tampoco soy ami-go de lujos. Tengo una torre fuera de Barce-lona, donde no voy a descansar, sino a tra-bajar. Me gusta echar una partida de dominócon los amigos, lo prefiero al mejor casino.–A los cuatro años ya emborronaba cuartillas.–El tiempo de la escasez. Dibujaba en lospapeles de mi padre contable. Hice un raton-cillo en la esquina del periódico. Mi padrelo recortó y se lo guardó en la cartera. Lollevó toda la vida.–Trabajó en un banco antes de consagrarsea la historieta.–¡Si hicieron una fiesta cuando me fui! Ten-go un hombro más bajo de los golpes que mepegaban al pillarme haciendo dibujitos.

–Su trago más amargo fueronlos tres años de litigios judicia-les con la editorial Bruguera, queabandonó en 1985.–La etapa de Bruguera tuvo susmomentos buenos, coincidimosdibujantes que nos hicimos bue-nos amigos. Pero era un escla-vismo total. Hacíamos tebeoscomo churros. Un dibujante quehace cinco páginas a la semana

ha cumplido; diez es una heroicidad; quin-ce, la locura. Pues en Bruguera hacía vein-te semanales. Me decían, ‘Ibáñez, usted esel primer escalón, después vienen impreso-res, correctores, rotulistas… Y pensaba, ‘esverdad, qué malo soy’. Bruguera era dueñade nuestros personajes, de nuestro trabajo,de nosotros mismos, de nuestras familias,del gato…–Durante un tiempo tuvo un equipo de‘negros’.–Uno hacía el guión, otro dibujaba, otro colo-reaba… El resultado era infecto, espantoso.Con Ediciones B conseguimos retirarlos delmercado. Mire, yo he llegado a estar en eldespacho de un editor que rompía origina-les porque no tenía sitio para guardarlos.Ni siquiera se los devolvían al autor. Ahorahago cinco o seis álbumes al año. Uderzosaca un Astérix cada cuatro años.–Hoy los cómics los compran aquellos niñosque son adultos.

–Los tebeos ya sólo se venden en tiendasespecializadas. Para mí, si no están en loskioscos han muerto.–Estos niños de hoy que no leen tebeos, ¿quéleerán de mayores?–Va a ser tremendo. El niño siente un terrorespantoso hacia esos bichitos negros que sellaman letras. Antes, del tebeo pasaba a loslibros de Guillermo el Travieso, de ahí a Sal-gari, Verne y Kafka, adonde yo no he llega-do nunca. Ahora van directamente al vide-ojuego.–¿Le gusta el manga?–¡Bah! Siempre veo a la Heidi y al Marco enesos mangas… Dicen que en Japón los leenen el metro y los tiran a la papelera cuandolos han leído. ¿Pero tú has visto esas imá-genes del metro japonés, todos apiñados?¿Cómo van a leer allí? El manga es unamoda.

A la hoguera–Los chavales de 16 a 24 años pasan ya mástiempo con el ordenador que ante la tele.–Sí. Quizá a partir de ahora les tengamosque obligar a ver la tele para que dejen Inter-net… Mi nieta de cuatro año sabe navegar,yo no tengo ni idea. Cuando vienen a hacer-me una entrevista a casa y ven que tengouna máquina de escribir vieja… No se cre-en que no tenga ordenador.–¿Percibe derechos de autor de series como‘Manos a la obra’ y ‘13 Rúe del Percebe’?–No. Sólo de ‘El botones Sacarino’, pero eramuy mala. La película de ‘Mortadelo’ sí quefue muy bien. Cuando me enseñaron al Beni-to Pocino… ‘Tenemos un tío que se parecea Mortadelo’. ¡Pero si era Mortadelo! Me con-formo con que la segunda parte tenga lamitad de éxito de la primera.–¿Mortadelo y Filemón morirán con usted?–No. Yo no quiero ser como el hindú que, almorir, se va a la hoguera con la viuda. Tene-mos dibujantes muy superiores a mí quepueden seguir. Otra cosa es el guión, quesale de dentro. Pero alguno habrá.–¿A sus hijas les sigue gustando más Zipi yZape?–Ja, ja. De pequeñas lo decían, pero al finalconseguí ganármelas.

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han visto mundo»

MAESTRO. Ibáñez firma cientos de ejemplares en las ferias del libro y salones del cómic: «Esas firmas son mis premios». / J. R. LADRA

«No hagocrítica de la

Casa Real, hayque mantenerla clientela»

BORJA CRESPO

na de las firmas de prestigio pre-sente este fin de semana en Get-xo es el dibujante argentinoEduardo Risso, actual estandar-

te del cómic de género negro gracias al éxi-to de la serie ‘100 balas’, ganadora de variospremios Eisner. Responsable, entre otrostrabajos, de varias historietas de ‘Aliens’ y‘Batman’ y de las viñetas de ‘Chicanos’ y‘Yo, vampiro’, con guiones de Carlos Tri-llo, para Risso «siempre es un honor» acu-dir como invitado a un evento en torno alarte secuencial. «Aunque lo de estrella estáde más», puntualiza. «Espero estar a la altu-ra de las expectativas». Su modestia le haceganar más puntos, como persona y artista.En Getxo espera compartir charla y firmarejemplares. «Este tipo de eventos nos per-mite no sólo conocer a nuestros seguido-res, sino también saber si estamos o noen el camino correcto».

Con ‘100 balas’, saga guionizadapor Brian Azzarello (‘Hellblazer’,‘Batman’), Risso ha obtenidovarios galardones de peso.«Creo que los reconocimien-tos hay que sostenerlos, con-tinuando con una buenalabor y no permitiendo quela serie se relaje y pierdasu calidad». Piensa queun buen narrador de his-torietas debe «sentirpasión por las viñetas».Su primer contacto conel medio fue muy pre-coz. «Siendo muypequeño, mucho antesde comenzar el colegio,ya los devoraba sin sa-ber leer una palabra».

¿Qué le animó a serdibujante de tebeos?«Desde aquellos pri-meros momentos sen-tí el impulso de dibu-jarlos», responde. «Más

tarde, durante mis estudiossecundarios, estaba convenci-do de que era la eleccióncorrecta. Luego, por distintasrazones, tuve que hacer otrotipo de trabajos, los cualeshicieron decantarme definiti-vamente por el cómic». Lacolaboración de Risso con Azzarello es de«mucha libertad». Habla de su metodolo-gía de trabajo: «Tras leer el guión, hago elboceto sobre la páginacon una idea bas-

tante acabada de lo que yaquiero hacer. Busco la docu-mentación necesaria y con unlápiz voy acabando todo pormomentos. Después comien-zo el pasado a tinta, que pasaa mi asistente para el relle-nado de los espacios negros.También considero dentro demi método la regularidad demi trabajo. Me siento a dibu-jar todos los días. Terminasiendo un ejercicio muy bue-no».

Lo primero que publicófue «una adaptación de una película deClint Eastwood ‘Firefox’. Podía tocar el cie-lo con las manos en aquel momento tan

esperado». En su trabajo hay clarasinfluencias cinematográficas. «Siem-pre consideré ambas artes muy uni-das», subraya. Antes de dibujar ‘100balas’, ya le atraía el género negro.«Aunque nunca leí a Chandler. Detodas maneras, estoy abierto a cual-quier género. Me encantan los desa-fíos que implican comenzar algonuevo».

Un maletín y 100 balas‘100 balas’, un excelente cómic negro toca-

do por el drama, invi-ta al suspense

viñeta a viñeta.Lo protagonizade un modo in-directo el agente

Graves, un hom-bre misterioso,

portador de unmaletín con una

carta blanca, unapistola y 100 balas, que ofrece sin mira-mientos los medios, manera y métodopara cometer un asesinato y no ser con-denado por ello.

Su estructura narrativa desgrana unasucesión de arcos argumentales quecombinan con acierto personajes atrac-tivos y diálogos absorbentes. Los dibu-jos expresivos del argentino terminan

de redondear la interesante apuesta,cuya intensa trama, trufada de sexo, dine-

ro y muerte, ha cautivado a guionistas dela talla de Warren Ellis o Garth Ennis. San-gre y pólvora contra el tedio.

EDUARDO RISSO DIBUJANTE

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Los cortometrajes, de ani-mación e imagen real, go-zan del beneplácito del pú-blico que se acerca al festi-val getxotarra. La tarde deldomingo, dedicada expre-samente a la proyección dematerial audiovisual, esuna de las más solicitadas.El salón de actos se aba-rrota de público deseoso dever piezas en movimiento,relacionadas en la mayoríade los casos con las viñetas.

Como novedad, en 2007 seha programado una peque-ña muestra de cine de bajopresupuesto. Se trata de unaselección de películas rea-lizadas con presupuestosajustados, echando mano dela imaginación para sacarel máximo partido de losmínimos medios. Rodadasgeneralmente en formatodigital, son propuestas rela-cionadas directa o indirec-tamente con el cómic, por latemática, el tono o la utili-zación de determinados re-cursos propios de los tebe-os.

Este ciclo incluye los fil-mes ‘Planeta Atlón’, de JoséRoberto Vila, ‘Amigos deJesús’, de Antonio Muñozde Mesa, ‘Doctor Infierno’,de Paco Limón, y ‘V devicioso’, de Roger Bordas.Gore, referencias a la cul-tura basura, comedia des-pendolada, ‘serie B’ de cul-to…

‘Morralla’En el apartado de cortos,puede verse un compendiode trabajos que reflejan elpanorama de la animaciónen nuestras fronteras. Tra-bajos realizados con diver-sas técnicas (flash, infogra-fía, ‘stop-motion’, métodotradicional…), entre ellos‘Perpetuum mobile’ (RaquelAjofrín y Enrique García),‘Gato blanco’ (Vanesa Guz-mán) y ‘Papá’ (José Rober-to Vila).

El Salón del Cómic de Ge-txo propone también, bajoel título ‘Cortos de tebeo’,un maratón de cortos rela-cionados con el humornegro, el cómic y las últi-mas tendencias, con traba-jos como ‘La puerta de Sin-clair’ (Paúl Ruiz), ‘Impactonupcial’ (Terror Team /Eskoria Films), ‘Animalespeligrosos’ (Ramón LópezBello), ‘La invasión de loscocos andantes’ (J. O. Rome-ro), ‘Morralla’ (Juanma Bil-bao) o ‘Cambiar el mundo’(Nacho Vigalondo). Lasobras rodadas en 35 mm. tie-nen igualmente su espacio:‘Limoncello’ (Borja Cobea-ga, Luis A. Berdejo, JorgeDorado), ‘Máquina’ (GabeIbáñez), ‘De formación: pro-fesional’ (Asier Iza), ‘Banal’(David Planell), ‘Equipajes’(Toni Bestard)…

Cinede tebeoB. C.

Una de las opciones que destaca en el nutri-do programa del Salón es el apartado dedi-cado a las mesas redondas. Al margen delencuentro con algunos autores (Eduardo Ris-so, Miguelanxo Prado, Andy Riley, Man,Manel Fontdevila…), una buena oportunidadpara que sus seguidores escuchen palabrassobre su vida y milagros, se debatirán inte-resantes temas que tocan de cerca otras dis-ciplinas al margen de los tebeos, como el ciney la literatura. Así, el conocido crítico y escri-tor Jesús Palacios, que acaba de publicar elinteresante ensayo ‘Juegos mortales’, com-partirá charla con el actor y dibujante Car-los Areces, colaborador de la revista ‘El Jue-ves’ y del programa televisivo ‘MuchachadaNui’. Ambos intercambiarán opiniones, jun-to al polémico Miguel Ángel Martín y el cine-asta en alza Nacho Vigalondo, acerca del

cómic y su relación con otros medios. Bajo elexplícito y rimbombante título ‘¿Por qué mimadre conoce a Woody Allen pero no le sue-na Robert Crumb?’, el responsable de ‘Loscronocrímenes’, película ganadora delos festivales fantásticos de Austin yTrieste y aún sin distribución en Espa-ña, fan fatal de las viñetas y bloguero,disertará el sábado por la tarde junto asus colegas sobre la impopularidad dela historieta y su interactuación conotros medios en la actualidad.

Otra mesa redonda que prome-te estar caldeada, a celebrarse eldomingo por la mañana, propo-ne un debate desenfadado sobrela crítica y teoría del cómic.¿Cuál es el estado actual delmedio? ¿En qué acabará el fenó-

meno blog? ¿Existe una evolución en el públi-co de los tebeos? A estas y otras preguntasresponderán expertos en la materia como

Pepo Pérez, Rubén Lardín, Carlos Ver-mut y Koldo Azpitarte. Las dos déca-

das del ‘TMEO’, con la intervenciónde varios de sus dibujantes, y el con-

cepto de ‘Global manga’, con Auro-ra García, Diana Fernán-dez (Estudio Kôsen) y KenNiimura, completan elconjunto de propuestasa diseccionar con eldiálogo abierto.

‘CAIN’ es una de las obras másalabadas de Eduardo Risso. / E. C.

«Nunca leí a Chandler»El argentino ha renovado el género

negro con su elogiada serie ‘100 balas’

Vigalondo y ‘Muchachada nui’


VIGALONDOpromociona‘Los Cronocrímenes’.

t 7LARUNBATA, 2007KO AZAROAREN 24A / EL CORREO KOMIKI

DANI FANO MARRAZKIGILEA

LUCÍA MARTÍNEZ ODRIOZOLA

akarrik bizi-bizirik dauden hiz-kuntzak dira jargoi edo esamol-de berriak sortzeko kapazak.‘Xabiroi’, Euskal Herriko Konfe-

derazioaren komikia, nerabeen eta gazteenbeharrak sortzeko eta asetzeko sortu zen.Dani Fano (Donostia, 1968) koordinatzaileaeta marrazkigileetako bat da.–Zelan heldu zinen aldizkaria koordinatzera?–Material didaktikorako ilustrazioak egitenhasi nintzen eta duela bi urte sortu genuenaldizkaria.–Lau ale argitaratzen dituzueurtean.–Bai, horietako bat, berezisamarra: ohiko kolabo-ratzaileekin baina isto-rio desberdinak.–Eta erosten da?–Guk inprimatzen ditu-gu 14.500 edo, eta horieta-tik 14.000 eramaten ditu-gu ikastoletara -zuzene-an erosten dizkigute--eta kalera 500 ateratzendira baina ez da horrenbes-te saltzen.–Ikastoletara bakarrik? Sare publi-kora ez da heltzen?–Ez, ez zaie eskaini bainaikusiko.–Orduan, zein da aldizka-riaren helburua?–Zoritxarrez oso komikigutxi argitaratzen da euskaraz. Editorialbakarra dago, Saure, eta gero aldizkari bat,‘Ipurbeltz’, baina haurrentzat zuzendua da.–Eta zuena?–Koskortuagoentzat, DBHtik gorako gazte-entzat, 90 urtera arte. Komikiak euskaraz-ko gazte jargoia garatzeko aukera ona ema-ten du.–Eta zer egiten duzue, esamoldeak asmatuala gazte euskaldunek esaten dutena entzun?–Bi gauzak.–Asmatu ere egin daiteke?–Bai. Aurreko ale bate-ko elkarrizketa

batean ilustratzaile batek esaten zuen komi-kian hizkuntza lardaskatu, puskatu, berre-gin eta zikindu egiten dela. Askotan erdi gal-duta geratu diren aspaldiko esamolde bat-zuk oso interesgarriak dira berreskuratzeko,edo berriak sortzeko.–Lan horren atzean badago aholkularirik?–Saiatu gara oso ondo zaintzen. Egileak nahi-ko adituak dira . Hor daude Harkaitz Cano,Patxi Zubizarreta..., euskera ondo menpe-ratzen duen jendea da eta badira zuzentzai-le batzuk.–Baina hor kontraesan bat dago: gazteek hiz-kera sortzen dute helduek ulertu ez diezaie-ten, ezta?–Oro har adin horretarako edozein gauza

diseinatzea oso zaila da. Batek daki zernahi duten nerabeek, alkimistek bilat-

zen zuten formula baino sekretuagoada. Geure helburua izan da

gazteak tontotzat ez hart-zea. Azkenean, nire

buruak onartuko due-na egiten dut, hauda, gustura ira-kurtzen dudana.–Orduan, lehenda-bizi egileari berari

gustatu behar zaio egi-ten duena?–Egiazko sorkuntzalan bat gertatzekohori da inportantee-na.

–Eta zelakoa da sortzekomekanika hori?

–Hasieran serie batzuk sortu genituen,baina gero jende berria erakartzen dugunoizbehinka ahalik eta irekiago izateko. Etaproposamen polita izan da euskal idazleakkomiki mundura deitzea.

Marrazki abstraktu–Esaterako?–Lehen esan ditudanak eta Jon Zaldua,Arantza Iturbe, Unai Iturriaga...–Gaiek helburu didaktikoa dute?–Ez, hori saihestu nahi izan dugu hasiera-

tik. Gure helburua pedagogikoa da bainaargi eta garbi utzi da beti sorkunt-

za lana dela. Eta kito. Geronorbaitek erabili nahi

badu ekintza pedagogi-ko baterako, beste edo-

zein pelikula era-biltzen denmoduan..., osoondo. Baina, berez,

egileei noizko etazenbat orrialde esa-

ten diegu.–Eta zeintzuk dira

gehien ekartzen dituz-ten gaiak?–Denak: genero beltza,umorea, fikzioa.. Aniz-tasuna bilatu dugu.–Helburua didaktikoa iza-

Egiazko sorkuntza lanbat gertatzeko egileari

berari gustatzeada inportanteena

«Aldizkari hau gozoki bat da»

KROMATIKOA. Dani Fano, komiki orrialde bati kolorea emanez. / E. C.

EURIA Aterkia ala fokua.

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‘Xabiroi’ komikiaren koordinatzaileak uste du

nerabeek nahi dutena alkimisten bilatzen zuten

formula baino sekretuagoa dela

nik, sormenari dagokionez ere emaitza onaal da?–Izan daiteke. Nik lan batzuk egin ditut etabadago helburu bat guztien gainetik: didak-tikoak izan behar dira eta egilea egokitubehar da. Egin daiteke sorkuntza lan politabaina ez da berdin. Hemen askeago gaude.Aldizkari hau gozoki bat da.–Klasiko bat: zer da inportanteagoa, irudia alahitza?–Bien arteko nahasketa orekatua.–Baina askotan irudia oso ona da eta gidoiaez hainbeste.–Lehendabizi, gidoia eta gero asmatu beharda tresna egoki bat hori bideratzeko. Tres-na izan daiteke marrazki abstraktu bat alaoso errealista. Biana kontatzekorik ez badu-zu...–Eta horretaz ari garela, nondik ‘Xabiroi’ ize-na?–Arraina da, hondartzan jartzen dena etaziztatzen duena. Ahoskatzea gustatzen zait,xa-bi-ro-i, eta itsusia eta pozoitsua denez...Gure hasierako lema ‘Sentitu komikiarenziztada’ izan zen.–Generoa eta sexismoa zaintzen dituzue?–Ez gehiegi. Ez dago borondaterik. Bakoit-zak egiten du berea gehiegi pentsatu bariketa... Pentsatzen du istorioa baina ez norkirakurriko duen.

[email protected]

POSTAGutunakbanatzekoibilgailua.


ERRIETA Marrazkigile bat,haserre. / IRUDI GUZTIAK, DANI

FANORENAK

OSCAR BELTRÁN DE OTÁLORA

ugo Pratt defendía la teoría de quepara empezar a contar una buenahistoria lo más importante estener un buen final. Cuando el

dibujante falleció, el 20 de agosto de 1995, creóel mejor final posible para su obra más impor-tante, el marinero y aventurero Corto Mal-tés. En ese momento, sólo los derechos deautor por los álbumes de este personaje supo-nían una fortuna, dinero al que se debíansumar las distintas posesiones que Pratt teníaen distintos lugares del planeta. Su herenciaera un tesoro de esos que su creación, CortoMaltés, buscaba por medio mundo, en Sibe-ria, Brasil, Venecia o el desierto de Etiopía.Cuando se leyó su testamento, su familia tem-bló de odio. El heredero universal de ese teso-ro era Corto Maltés, una figura de ficción queeste año cumple su cuarenta aniversario.

Para la mitología del cómic, Corto Maltésnació en julio de 1967 en las páginas de larevista ‘Sargento Kirk’, fecha en la que secomenzó a publicar ‘Una ballata del maresalato’ (La balada del mar salado). Para enton-ces, el marinero ya tenía la biografía más in-teresante de todas las obras del cómic mun-dial. Había nacido el 10 de julio de 1887 enMalta, hijo de un marinero galés y una gita-na del sevillano barrio de Triana. Cuandoera un adolescente, una adivina se asustó alver que en su mano no aparecía la línea dela fortuna. El futuro pirata corrió a por unanavaja de afeitar de su padre y se la dibujóde un certero tajo. Luego estudió la Cábala,viajó por el mundo en busca de tesoros y aven-turas, se mezcló con personajes de toda raleay conoció a mujeres fascinantes. Siempre, enla frontera de lo real y lo soñado. Fue ami-go de Jack London cuando éste cubríacomo periodista la guerra ruso-japo-nesa; se hizo colega de Stalin enItalia; de Hemingway, con quienrobó un cargamento de oro

escondido en una iglesia italiana; de ButchCassidy; ayudó al IRA en 1918 en Irlanda; pre-senció la muerte del Barón Rojo y tuvo unextraño sueño en la casa de Hermann Hes-se, en el que bebió el elixir de la eterna juven-tud.

Una de las claves del éxito de Pratt comoguionista es que sus personajes históricosestán acompañados por unas figuras inven-tadas con tanta fuerza como los reales. Encierto sentido, los ‘secundarios’ de Hugo Prattson a veces los verdaderos protagonistas decada uno de sus cómics y el marinero mal-tés se convierte en un testigo de sus aventu-ras. El primero de ellos es Rasputín, un sol-dado ruso, desertor de la guerra ruso-japo-nesa, que aparecerá de forma regular en lasaventuras del marino. Rasputín, feo, barbu-do, con nariz ganchuda, es el álter ego de Cor-to, su contrapunto. Mientras que Corto pue-de llegar a ser romántico y solidario, Ras-putín es un depredador, un psicópata violentosin escrúpulos. Pero es el mejor amigo delhéroe. Pratt, que en todas sus obras huye delmaniqueísmo, sitúa siempre la fronteraentre el bien y el mal en un puntoimposible de definir, como la si-nuosa línea que separa el marde la arena en una playa. Enla misma playa en la queCorto se tumba para ob-servar el vuelo de lasgaviotas.

Además de Rasputín hay personajes comoJeremiah Steiner, alcohólico, profesor de Kaf-ka y amigo de Freud; el judío Levi Colombia,un erudito obsesionado con la búsqueda delugares míticos como El Dorado o la Atlán-tida. Y Cush, un enigmático guerrero etíope,islamista convencido y en el que el fanatis-mo se mezcla con un riguroso sentido de laamistad. Será el último amigo de Corto quehable de él.

Pero, sin duda alguna, los compañeros másinteresantes de Corto Maltés son las muje-res. El feminismo militante de Pratt hace quesus protagonista sean fuertes, poderosas einteligentes. Son ellas las que llevan las rien-das de la acción, con una determinación quenada tiene que ver con las hasta entoncesheroínas ñoñas de las historias de aventu-ras. En todo el elenco de personajes femeni-nas aparece Boca Dorada, una bruja de Sal-vador de Bahía que lo mismo apoya a las revo-luciones sudamericanas de comienzos desiglo que se sumerge en las empresas másmercenarias entre contrabandistas y pira-tas. Es Boca Dorada la que mantienen elsiguiente diálogo con el marinero:

–Corto Maltés: «Sería bonito vivir uncuento».

–Bocadorada: «Tú ya lo haces constan-temente aunque ya no te das cuenta. Cuan-do un adulto entra en el mundo de los sue-ños es para siempre, ¿no lo sabías?»

Cosas parecidas le dicen Esmeralda, lamulata que lleva en la mejilla izquierda unpequeño tatuaje con los cuatro palos de la

PIRATA. Corto estudió lasenseñanzas de la Cábala.

Corto cumplecuarenta añosHugo Pratt creó en julio de 1967 la novela

gráfica con las aventuras de un marinero,

hijo de un galés y una gitana

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Sus personajeshistóricos están junto aunas figuras inventadascon tanta fuerza como

las reales




baraja francesa, o Venexiana Stevenson, unapeligrosa ladrona de Venecia; o Banshee, unamiembro del IRA que trae la desgracia a loshombres que conoce, al igual que PandoraGrovesnore, la primera mujer que apareceen la saga del maltés.

Burdeles en puertos La teoría de Pratt: toda buena historia nece-sita un buen final. Así que a una de las muje-res de Corto le da uno de los mejores finalesde la historia del cómic. En las últimas pági-nas de ‘Corto Maltés en Siberia’, Shangai Li,una revolucionaria china que estádispuesta a hacer de todo con talde robar el oro del zar tras laRevolución de Octubre, recibela visita de Corto y le con-fiesa que durante toda laaventura que han vivi-do juntos, ella le hatraicionado. No

VENECIA. Hugo Pratt concibió cada aventura de su personaje como una puerta al país de los sueños.

La editorial Dolmen acaba depublicar ‘Hugo Pratt, la manode Dios’, del experto en có-mics Ángel de la Calle. Estelibro es, sin duda, el mejorestudio en castellano que seha hecho sobre la figura deldibujante italiano y todas susobras. El libro comienza conuna declaración de Pratt enla que, al ser preguntado porla fama, se compara con Ma-radona. El dibujante recuer-da que al ‘Pelusa’ le aplaudencien mil personas en Mara-caná pero cuando él vende200.000 álbumes de Corto escomo si otras tantas personasse pusieran en pie para lan-zarle una salva de aplausos.

En el mundo de la culturapopular, la figura de Pratt esindispensable. Según Ángelde la Calle «su importanciaes trascendental, ya que mar-ca un antes y un después enla historia del cómic». Segúnel experto, si un cómic de losaños 70 ha conseguido man-tenerse, con más vigor si cabe,en el siglo XXI ello se debe «ala perfecta sintonía entre loque se cuenta y la forma decontarlo». «Su supervivenciase debe a la genialidad en eldibujo, la belleza de sus his-toria, añadidas a la inimita-ble manera de llevar la narra-ción adelante. En realidad, noes un cómic de los setenta».«Los clásicos», puntualizaÁngel de la Calle a EL CO-RREO, «no tienen fecha decaducidad».

En el libro ‘La mano deDios’, no sólo hay una biogra-fía de Pratt, sino también unanálisis de su influencia enautores actuales como FrankMiller, el creador de ‘Sin City’así como un repaso a todas susobras, desde las primerizas de‘As de picas’ hasta las últimas,entre las que se encuentra‘Brisa de mar’, una de las his-torias más bellas jamás escri-tas o dibujadas. En esta últi-ma, los personajes femeninosvuelven a ser inolvidables.«Una de las claves de Pratt esque siempre demostró un granrespeto por la mujer. En suobra siempre fueron elemen-tos activos y fundamentalmen-te inteligentes. Las bellas muje-res que dibujaban Pratt tení-an la capacidad de parecersea las mejores chicas que nosencontramos en nuestra vidareal», afirma el escritor.

Hugo Pratt,la mano de DiosO. B. O.

sólo le ha robado el tesoro sinoque ella, de quien el marineroparece haberse enamorado, estácasada. En las viñetas finales,Corto Maltés escucha las expli-caciones de su amiga entre mari-posas que vuelan a su alrededor.El dibujo se va haciendo másesquemático en cada viñeta. Elmarinero sujeta la cabeza de lajoven entre sus manos y mirán-dola a los ojos le dice: «Basta, esinútil hablar». Entonces se marcha y ella que-da sola entre las mariposas, con un árbol alfondo. Shangai cruza sus brazos en señal dedesamparo y mira al suelo.

Otra de las claves que aparece en toda laobra de Corto Maltés es la introducción deun mundo místico donde mezcla La Cábalay las mitologías más diversas, y que contrastacon el materialismo de unos personajes quecorren en pos de tesoros y botines robados yno paran de fumar y beber en burdeles detodos los puertos del mundo. Para entenderesta afición de Pratt es imprescindible leerun texto que se incluye en la edición de ‘Fábu-la de Venecia’, en la que Pratt describe suinfancia en los patios de los judíos de la ciu-dad flotante y su relación con distintos aspec-tos de las sabidurías de la Thorah. En unmomento de ese texto, el dibujante escribeque todo ese mundo «ofrece, en mil reflejoscolorados, lo que desea cada cual». Y poreso, ‘La Fábula de Venecia’, tiene un finalúnico –de nuevo, Pratt buscaba una ter-minación perfecta– en el que Corto Mal-tés llama a escena a todos los persona-jes del cómic para que saluden al lectory luego se pierde en una puerta mági-

ca. Entonces, Pratt, escribe: «Hay enVenecia tres lugares mágicos y recóndi-

tos: uno es la calle Dell’amor degli amici,otro en las proximidades del Puente delle

Maravegie y el otro en la calle Dei Marrani,cerca de San Geremia, en el Barrio Antiguo.Cuando los venecianos se cansan de la auto-ridad establecida acuden a estos tres lugaressecretos y, al abrir las puertas, se adentranen lugares maravillosos». Porque para Pratt,cada una de sus historias era una puerta aun lugar único, una entrada al país de lossueños, un puente al mundo donde cada unoes lo que quiere ser.

Y esos sueños se reflejaron en doce álbu-mes que cambiaron la historia del cómic.Con la publicación hace ahora cuarenta añosde la primera aventura de Corto Maltés,Pratt crea el concepto de novela gráfica, algopoco común en un campo acostumbrado ala obra por entregas. El creador italiano dioun paso de gigante para transformar un tipode producto dedicado al lector adolescenteo juvenil en una obra destinada a los adul-tos. Pratt –un apasionado de Borges, deJoseph Conrad, de Stevenson o de Kipling–consiguió un tipo de creación increíble has-ta el momento al llevar la gran literatura a

un producto destinado al con-sumo popular. Introdujo temascomo el feminismo o la fusiónentre culturas cuando esos tér-minos eran un tabú. Y prescin-dió de todo el maniqueísmo delas novelas de aventuras al dejarclaro que su personaje, aunquesiempre procura estar con losperdedores, es un anarquistadesconfiado.

Umberto Eco dijo de HugoPratt que el creador de Corto Malés «escri-bía en viñetas» y conseguía con ellas que «elplacer de las palabras y las imágenes serenueve a cada momento». Sus dibujos, eneste sentido, evolucionaron hacia una sen-cillez total, en la que supo resumir historiascomplejas con trazos simples. Pero esta sim-pleza tenía sus contrapuntos. Como siem-pre buscaba mezclar el realismo con los sue-ños, encargó a un arquitecto –Guido Fuga–que pintase con perfección absoluta los tre-nes, los aviones o cualquier máquina queapareciera en los álbumes. Así consiguióuna obra irrepetible.

Gracias al marinero maltés, Pratt se con-virtió en un autor de culto. Y gracias a Pratt,Corto se convirtió en un icono del siglo XX.Su imagen con las patillas, el pendiente y lagorra blanca han sido empleadas en todotipo de merchandising –desde calzoncilloshasta la colonia Dior–. El aventurero ha sidollevado al cine de dibujos animados con desi-gual fortuna y en Internet se pueden com-prar reproducciones de su gorra de marino.

Pratt tenía que buscar un buen final paraCorto Maltés. Según los planes del dibujante,el marinero debía haber muerto en la Gue-rra Civil española, ayudando a la Repúbli-ca en su lucha contra Franco. Ese álbumtenía que haber cerrado la historia del mal-tés, su periplo por medio mundo en buscade aventuras, sueños y tesoros. Su muerte,además, marcaba el fin de una forma deentender la civilización, mucho más huma-na y comprometida, que desaparecería conla Segunda Guerra Mundial.

Así que Pratt decidió no dibujar nunca elcómic con la muerte de Corto Maltés. Fueincapaz de acabar con la vida de su máximacreación. Se limitó a que uno de sus amigos,Cush, afirmara en una obra posterior –‘Picco-lo chalet’, de la serie ‘Los escorpiones del de-sierto’– que Corto había desaparecido en laGuerra Civil española. Según le explica a unmilitar polaco, la última noticia que tuvo delmarinero fue gracias a que le envió un rega-lo: un halcón de cetrería que acompaña alguerrero dankalo. Pratt conseguía así que elmarinero siguiera con vida. Y como le habíahecho beber el elixir de la eterna juventud,quizás sea posible todavía cruzarse en algu-na playa desierta con un marinero que fumamientras mira con nostalgia hacia el mar. Ensu oreja izquierda lleva un pendiente y secubre con una gorra blanca. Es Corto.

Hugo Prattera un

apasionado deBorges, Conrad,

Stevensony Kipling


CÉSAR COCA

o han gozado, sal-vo excepciones, delapoyo de grandessellos discográfi-

cos ni de agentes internacio-nales que les garantizarangiras continuas por el mun-do, al estilo de algunas ruti-lantes estrellas del teclado.Pero desde mediados del siglopasado, varias generacionesde pianistas españoles se hansituado en silencio, con dis-creción, entre los mejores desu profesión si se juzga estric-tamente por el valor de susinterpretaciones. La colec-ción Grandes Pianistas Espa-ñoles, lanzada al mercadohace ya cuatro años por elsello RTVE, publica dos nue-vos álbumes, dedicados alzaragozano Luis Galve y elcatalán Josep Colom. Dosartistas distantes en el tiem-po, pero unidos por una inso-bornable búsqueda de la per-fección y por anteponer laesencia de la música a losoropeles de la fama.

Los compactos dedicadosa Galve y Colom hacen losnúmeros 7 y 8 de una colec-ción que ya ha dedicado otrosa Rosa Sabater, Esteban Sán-chez, Federico Mompou,Rafael Orozco, Alicia deLarrocha y Joaquín Achúca-rro. Se trata, en todos loscasos, de grabaciones proce-dentes de la radio, que hansido tratadas digitalmentepara conseguir un sonidomás nítido, aunque inten-tando no perder ‘autentici-dad’. De hecho, en alguna delas grabaciones de Galve seperciben sin dificultad los más bien abun-dantes ruidos generados por el público queasiste al concierto. Las grabaciones de Gal-ve datan de mitad de los setenta (aunqueuna de ellas está sin documentar) y las deColom de entre 1990 y 2000.

Un niño prodigioGalve (Zaragoza 1908-95) fue uno de esosniños prodigio que asombró al público desu tiempo. Su carrera inicial siguió esemodelo: debutó a los cinco años en el tea-tro Principal de su ciudad, ayudado porun extensor que le permitía llegar hastalos pedales. Pronto se trasladó a Madridpor recomendación nada menos que deArtur Rubinstein y apenas pasada la ado-lescencia ofreció conciertos en salas impor-tantes, como el Kursaal de San Sebastián,que le proporcionaron el reconocimientounánime de la crítica y el público. Susiguiente destino fue París, donde debutóen la sala Erard y vivió el intenso ambien-te artístico de su tiempo.

La Guerra Civil rompe lo que estaba lla-mado a ser una carrera internacional

importante. Galve regresa a España y esmovilizado por el Ejército de la Repúbli-ca, donde está enrolado hasta el final delconflicto. A principios de los cuarenta vuel-ve a las salas de conciertos, pero entonceses la Segunda Guerra Mundial la que dejaescaso margen para la actividad artística.A los 45 años da un concierto en el neo-yorquino Carnegie Hall. Su actuación reci-be elogios del gurú de la crítica musical

de ese tiempo, Harold Scho-enberg, pero es ya algo tardepara una carrera interna-cional y hay una generaciónde pianistas de 30 años queviene pegando. Además, Gal-ve se niega a aceptar algunasimposiciones de los agentes.

Así que regresa a Europa ytrabaja con calma, se relacio-na con personalidades de lacultura de su tiempo, recibehomenajes y se instala final-mente en su Zaragoza natal,donde ya octogenario da suúltimo concierto en la mismasala donde debutó. El álbumrecoge su interpretación delConcierto para piano yorquesta Nº 4 de Beethoven(con la Sinfónica de RTVEdirigida por García Asensio)y las versiones para piano solode ‘El amor brujo’ y ‘El som-brero de tres picos’ de Falla,junto a piezas breves del com-positor gaditano y Debussy.

Estilo francésEntre los pianistas jóvenes aquienes Galve aconsejó enalgún momento de su carre-ra está Josep Colom (Barce-lona 1947). El catalán crecióen un ambiente familiar muypropicio para la música perono fue un niño prodigio. Dehecho, no debutó hasta los 19años. Luego, llegaron pre-mios en concursos impor-tantes pero también a unaedad relativamente avanza-da. El más notable de todosellos, el Internacional de San-tander, lo ganó cumplidos yalos 32 (había obtenido el mis-mo galardón cuatro añosantes, cuando la competiciónera de ámbito nacional).

Colom se fue también a París y su for-mación en la capital gala ha marcado suforma de ver la música. Sus interpreta-ciones de Falla tienen un toque afrance-sado que encaja muy bien con un autormarcado por el impresionismo; su Scria-bin tiene un perfume que recuerda aDebussy, y sus lecturas de Brahms y Schu-bert muestran un refinamiento que quizáchoque un poco a quienes prefieren lec-turas más densas, más ‘germánicas’.

El álbum de RTVE recoge precisamen-te obras de los dos autores franceses quemejor simbolizan el impresionismo: Ravel(‘Gaspard de la nuit’ y ‘Jeux d’eau’) yDebussy (algunas piezas de las ‘Estampas’y ‘L’isle joyeuse’). El compacto empiezacon un compositor que no era francés perovivió la mitad de su vida en París: Chopin,de quien Colom interpreta su Balada Nº 4y la Barcarola. Un programa exquisitopara un pianista que recibió el premioNacional de Música hace una década y quesigue trabajando con el mismo espírituque ha marcado toda su carrera.

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SinfónicoSinfonía Nº 5Compositor: MahlerDirector: Gustavo DudamelJoven Orquesta Sinfónica SimónBolívar de VenezuelaDeutsche Grammophon

Tras sus vibrantes sinfonías 5 y 7 deBeethoven, el director venezolano ysu juvenil orquesta se lanzan a unmundo más complejo, con más aris-tas. El resultado esuna versión muycontrastada (tiem-pos rápidos muyrápidos y lentosmuy lentos) quecon seguridad suresponsable mati-zará con el pasodel tiempo. Sigue llamando la aten-ción la capacidad de Dudamel paraobtener grandes resultados de unaorquesta más bien modesta. La ver-sión no será la mejor de la discogra-fía pero aguanta la comparación condignidad.

CámaraInvenciones y PartitaCompositor: BachViolín: Janine Jansen; Viola:Maxim Rysanov; Violonchelo:Thorleif ThedeénDecca

Janine Jansen se adentra ahora enla música de cámara para hacer cre-cer su discografía.Y lo hace contranscripcionesde partituras‘menores’ deBach, junto a unapieza mayor: laPartita Nº 2. Enlas ‘Invenciones’,Jansen y sus acompañantes disfru-tan haciendo música y sumergién-dose en el universo de Bach. Pero lomejor del disco es sin duda la Parti-ta. Aquí el ambiente es otro, y la vio-linista se pone muy seria. Su inter-pretación emociona y sirve parademostrar que la técnica no le plan-tea ningún problema.

Bandas sonorasMúsica de cine 2Compositor: Alan SilvestriDirector: Alan Silvestri. Orques-ta Filarmónica. Coro de RTVERTVE Música

El sello RTVE Música editó hace unaño el concierto en el que TrevorJones dirigió sus propias obras en elcontexto del festi-val Soncinemad.El segundo invita-do ha sido Silves-tri, autor de lamúsica de pelícu-las como ‘ForrestGump’, ‘Náufrago’,‘Regreso al futu-ro’, ‘Un ratoncito duro de roer’, ‘Elpadre de la novia’, ‘The Polar Express’y otras. Música de calidad, que no pier-de interés desvinculada de las imá-genes a las que sirve, y que permitedetenerse en el talento de los com-positores que hoy trabajan para Holly-wood. Algo que el espectador no siem-pre percibe en la sala de cine.

LOSDISCOS La búsqueda de la perfección

La colección Grandes Pianistas Españoles lanza

sendos álbumes de Luis Galve y Josep Colom

AL PIANO. Josep Colom, ante su instrumento. / MAITE BARTOLOMÉ

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músicaT10 EL CORREO / SÁBADO 24 DE NOVIEMBRE DE 2007

La colección��

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Luis GalveObras de Beet-hoven, Falla yDebussy

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Josep ColomObras de Ravel,Debussy y Cho-pin

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ELENA SIERRA

e iban poniendo mustios, comolos pinos transplantados por jar-dineros torpes, hasta que final-mente fallecían», escribe Masuji

Ibuse sobre sus compatriotas víctimas de labomba atómica. «(...) cuyas caras grises dearroz...», anota por su parte George Welleren referencia a los soldados aliados hechosprisioneros por los ‘japos’. Son dos descrip-ciones que se estructuran de la misma for-ma –adjetivos, comparaciones con algo queen un momento estuvo vivo– y que, sinembargo, cuentan historias muy distintas.

Son las dos caras de la misma moneda. Lamoneda es la que se arrojó durante la Segun-da Guerra Mundial. En cierta parte del mun-do su cara, o su cruz, se transformó en unateoría de bomba atómica hecha práctica endos hongos nucleares en las ciudades deHiroshima y Nagasaki con tres días de dife-rencia. Masuji Ibuse novelaría con el pasode los años lo ocurrido en la primera en ‘Llu-

NAGASAKI. Más de 40.000personas murieroninstantáneamente. / AP

HIROSHIMA. Un grupo de niñas se protege de la radiación, tres años después de que EE UU lanzara la bomba atómica. / AP

Historias de bombas atómicas‘Lluvia negra’, del escritor japonés Masuji Ibuse, y

las crónicas del corresponsal de guerra George

Weller se publican por primera vez en castellano

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via negra’, publicada ahora por primera vezen castellano por Libros del Asteroide. Geor-ge Weller, corresponsal de guerra del ‘Chi-cago Daily News’, consiguió entrar en lasegunda apenas un mes después de que labomba la arrasara y redactó unas crónicasque recupera ahora Editorial Crítica.

Es curioso el camino que han recorridoambas obras, expuestas en las estanterías delas librerías al mismo tiempo en este otoñode 2007. Porque mientras la del japonés, nun-ca vista por estos lares hasta ahora, fue unéxito inmediato en el Imperio del Sol Nacien-te en la década de los 60 del pasado siglo, ladel yanqui ha tenido que esperar siete déca-das para ver la luz. El general MacArthurdestruyó los partes enviados por Weller des-de Nagasaki, éste perdió los originales enpapel carbón y no fue hasta después de lamuerte del periodista en 2002 cuando su hijo,el escritor Anthony Weller, los encontró y losenvió a la imprenta.

Las contradicciones entre la obra litera-ria y la periodística van más allá todavía.Así, ‘Lluvia negra’ se publicó casi veinteaños después de los hechos por capítulos enuna revista mensual, al estilo de los folleti-nes europeos de hace un par de siglos (y conel mismo gancho que aquellos). Las cróni-cas de Weller, concebidas para ser publica-das inmediatamente después de las bombasuna por una en una serie, no han visto la luzmás que como un volumen, todas juntas,mucho tiempo después.

Hay también coincidencias. Ambos auto-

res se tomaron su trabajo como una mane-ra de investigar sobre la verdad de los hechosy como un mosaico de ideas y sensaciones.Ibuse, como el periodista yanqui, se docu-mentó con papeles oficiales y diarios priva-dos y entrevistó a multitud de supervivien-tes de la bomba de Hiroshima; su tarea fueprácticamente la de un periodista. La dife-rencia es que el japonés contó el sufrimien-to de sus compatriotas que en la década delos 60, tal y como refleja en la novela, eraignorado por quienes no se vieron afectadospor la radiación y los incendios. Weller optópor transmitir las vivencias de los aliados,cómo vieron y sintieron las bombas atómi-cas, y cómo era su día a día en unos camposde prisioneros que llegaron a tener en todoJapón una población de 140.000 personas. Yla diferencia lleva a la similitud también eneste punto: el olvido que cayó sobre este temaen la posguerra.

Masuji Ibuse nació en Kamo, en la Pre-fectura de Hiroshima, en 1898. A finales dela década de los 30 era ya un escritor reco-nocido en Japón. Durante la guerra sirvióen las unidades de propaganda y cuando Esta-do Unidos arrojó la primera bomba atómica,estaba de vuelta en su pueblo natal. Desdeallí pudo observar el famoso hongo y ver elmovimiento de las mareas humanas quedurante semanas entraban y salían de Hiros-hima.

‘Lluvia negra’ nos cuenta desde la pers-pectiva de la familia de Shigematsu Shizu-ma, un hombre de mediana edad que escri-be un diario, el horror de una ciudad en lla-mas, destruida, cubierta de cadáveres y enla cual ronda la Enfermedad X, el resultadode la exposición a la radiación. Su sobrinaYasuko, que sólo pisó Hiroshima días des-pués de la bomba, sufre con los años el dolorde esta extraña enfermedad. No es sólo lacaída del cabello, las llagas y la anemia, contodas sus consecuencias, sino el estigmasocial. Es imposible que la joven lleve unavida normal, ningún hombre querrá formarcon ella una familia y, aunque así fuera, lamuerte temprana parece segura.

Su tío Shigematsu, etiquetado por los cono-cidos como vago porque la debilidad le impi-de trabajar, sabe lo que representa ese estig-ma. Y el olvido y la ignorancia y el abandonode las víctimas. «La vida era una sucesión dehechos deprimentes», reflexiona. Para lucharcontra todo ello se pone a recopilar las expe-riencias de otros afectados. De cada historiase desprende una sola conclusión: «La gue-rra nunca hizo nada bueno por nadie».

Desde luego, no por los japoneses. Se cal-cula que en los primeros instantes en Hiros-hima la bomba mató a más de 120.000 per-sonas de una población de 450.000, causan-do otros 70.000 heridos. En Nagasaki, elnúmero de muertos se estima en 40.000 y30.000 el de los heridos –de 195.000 habitan-tes–. Con el tiempo, otros cientos de miles severían afectados en mayor o menor medidapor la radiación.

Pero el sufrimiento de los civiles, en unaguerra, parece el único pago aceptable. A losprisioneros aliados a los que el correspon-sal George Weller entrevistó tras la rendi-ción de Japón en los campos de Nagasaki,las cifras que se manejaban por entonces lesparecían hasta pequeñas. El periodista reco-gió, un mes después de la explosión, testi-monios como el del conductor Pickstone: «Labomba atómica no mató ni a la mitad de losque debió haber matado». El sargento NoelRobbins aseguró que no podía «imaginar uncastigo lo suficientemente duro para los bui-tres de Oriente».

La explicación a estas reacciones es la pro-pia guerra, que ya dicen los protagonistasde ‘Lluvia negra’ que no es buena para nadie.«La bomba atómica salvó muchas vidas», lerespondió el preso Reginald Nagor a Weller.«Hambre, humillación y brutalidad», «elinfierno sobre la tierra», «más de tres añosde tortura mental y física, enfermedades,inanición y muerte» son algunas de las des-cripciones que los cientos de soldados queentrevistó le facilitaron. Con ellas se com-pone la otra versión del sufrimiento de la IIGuerra Mundial en el Lejano Oriente.

historia 11tSÁBADO 24 DE NOVIEMBRE DE 2007 / EL CORREO

culta de un artista que emplea un lenguajecontemporáneo y muy personal para inter-pretar clásicos, figuras mitológicas y moti-vos religiosos.

La institución ha reunido veintiochoobras del sevillano que aluden a esa condi-ción, entre ellas, algunas tan sugestivas comola célebre ‘Venus del espejo’, propiedad dela National Gallery de Londres, una piezamaestra que ya justifica una asistencia a lapinacoteca. Además, la cita se completa conotras veinticuatro de artistas que influye-ron, de una manera u otra, en el pintor deCorte.

Los criterios en la elección son diversosy no se limitan a perfilar un escenario artís-tico en el que, sin lugar a dudas, Velázquezbrilló con luz propia. Según sus responsa-bles, el objetivo no se circunscribe al meropropósito de establecer un contexto nece-sario, sino que aspira a establecer diversosvínculos puesto que las obras seleccionadashablan de una multitud de convergenciasen tiempo y lugar.

El itinerario previsto por la exposicióncombina el criterio cronológico y aspectosparciales vinculados con esa vocación narra-tiva. El recorrido se inicia en la Sevilla natal,la ciudad donde adquiere su formación ygoza de la primera proyección bajo la hábiltutoría de Francisco Pacheco. En este pri-mer apartado se alude al manifiesto interéspor la pintura religiosa, escasamente pre-sente en etapas futuras, y la utilización delretrato en sus escenas bíblicas.

AprendizajeA ese respecto, la exhibición de una obrade juventud como ‘Cristo en casa de Mar-ta y María’ atestigua ya la impronta per-sonal, materializada en el recurso a unaelaborada composición, herramienta queemplea para trascender las convencionesde estampas estereotipadas, y que, segúnalgunos autores, se antoja más un bodegónde aire costumbrista y el interés por un rea-lismo de fuentes nunca tampoco fehacien-temente esclarecidas. Asimismo, la primerasección nos ofrece, entre otras aportacio-nes, el contrapunto del lienzo del flamen-co Joachim Beuckalaer, dedicado al mismotema, permite distinguir la precoz perso-nalidad del pintor andaluz de la elabora-ción de gusto más clasicista. Por otra par-te, la inclusión de la ‘Anunciación’ de El

Greco atestigua otro tipo de singularidadplástica que atiende a la espiritualidad endetrimento del componente realista.

La presencia, en el mismo de una escul-tura de Juan Martínez Montañés tambiénse relaciona con ese período de aprendiza-je. El escultor modeló la cabeza del rey Feli-pe IV y, a su vez, sirvió como modelo al pin-tor cuando ambos participaron en los tra-bajos preparatorios de una estatua ecuestredel monarca. La pieza atestigua una estre-cha relación, basada en la admiración delpintor hacia el veterano tallista.

El consejo del flamenco Pedro PabloRubens fue determinante para que el joven,ya nombrado pintor de Corte, viajara a Roma

artes plásticasT12 EL CORREO / SÁBADO 24 DE NOVIEMBRE DE 2007

GERARDO ELORRIAGA

uizá una de las pruebas que evi-dencian la genialidad de algunosartistas sea la capacidad paraaproximarse a su trabajo desde

diferentes vertientes. A la manera de unpoliedro, las obras capitales ofrecen diver-sas facetas que enriquecen su lectura y pro-porcionan una visión más completa de unatrayectoria siempre susceptible de sor-prendernos. Incluso la de un maestro de latalla de Diego Velázquez permite diferentesinterpretaciones según la atención de perí-

La historia segúnVelázquez

‘LA VENUS DEL ESPEJO’. Obra cedida por la National Gallery de Londres.

‘LOS BORRACHOS’. La exposición recoge una se

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odos cronológicas o las temáticas aborda-das. Posiblemente, cada intervención gene-raría una propuesta atractiva de cara alespectador formado, y también seduciría algran público.

Dentro del programa inaugural de sureciente ampliación, el Museo del Pradoapuesta por esta fórmula y dedica una expo-sición a su perfil como pintor de historia.La muestra pretende poner de manifiesto ladimensión y la evolución de esta dimensióndentro de una producción mayoritariamentedecantada por el retrato de encargo y, a lapostre, consigue resaltar la personalidad

Una exposición del Museo del Prado aborda

la dimensión narrativa en la obra del pintor

sevillano, y se completa con cuadros de artistas

que le influyeron, como Caravaggio o Zurbarán

La exposición ‘Fábulas de Velázquez’trata de mostrar la producción mito-lógica y religiosa de Velázquez; esdecir, sus obras que pertenecen a los

repertorios narrativos más prestigiosos, y enlas que podía demostrar mejor toda la exten-sión de sus capacidades. Para ello, junto a 28pinturas del maestro sevillano se exhiben 24obras de otros dieciséis artistas, que señalanun contexto útil para comprender mejor laproducción de aquél. De la contemplación delas obras narrativas de Velázquez y de sucomparación con las de sus colegas surge laimagen de un artista consciente de sus posi-bilidades y del lugar que ocupa dentro de latradición pictórica, amigo de las paradojasnarrativas, y aficionado a convertir la pin-tura en tema de la propia pintura. Todo ellolo convierte en uno de los artistas más suti-les y complejos de su tiempo.

Para comprender ese gusto por la com-

plejidad y ese afán de originalidad es muyútil comparar la obra que abre la exposicióncon el cuadro que la cierra. ‘Cristo en casade Marta y María’ data de 1618, cuando el pin-tor no había cumplido veinte años. ‘Las hilan-deras’ se fecha generalmente cuatro décadasdespués, en los últimos años de su carrera.Ambas llaman la atención por su carácteranticlásico y su complicación iconográfica.Una de las reglas básicas del clasicismo esque la escena o el motivo principal desde elpunto de vista de su significado tienen queocupar un lugar también principal dentro dela narración pictórica o literaria, lo que redun-da en la claridad de lectura de la obra. Veláz-

quez, sin embargo, subvirtió esa regla, e hizoque el primer plano de ambos cuadros estéocupado por una escena aparentemente cos-tumbrista: en un caso dos mujeres en unacocina, y en el otro unas hilanderas en sutaller. Al mismo tiempo, relegó al fondo el epi-sodio evangélico de la visita de Cristo a lacasa de Marta y María, y la historia mitoló-gica de la disputa de Palas y Aracne, crean-do sendas estructuras artificiosas y comple-jas.

A partir de esas semejanzas, las dos pin-turas muestran importantes diferencias deforma y contenido, que nos hablan del rum-bo que tomó la carrera de su autor. Frente al

tema religioso de Cristo en casa de Marta yMaría, que fue pintado en la época sevillanade su autor, ‘Las hilanderas’ evoca un episo-dio mitológico y fue realizada para un miem-bro de la corte. Es en su dedicación a los temasde la mitología en las últimas décadas de sucarrera donde Velázquez mejor se revela comoun cortesano cuyo punto de referencia fun-damental eran las colecciones reales. En ellasabundaban los cuadros de la escuela vene-ciana y de Rubens, dos de los grandes mode-los que le sirvieron para avanzar desde elnaturalismo que caracteriza la obra de 1618,hasta encontrar un estilo propio que tienecomo punto de referencia fundamental el

El pintor narrador: la clave está en el fondoJAVIER PORTÚS COMISARIO/ JEFE DEL DEPARTAMENTO DE PINTURA ESPAÑOLA DEL BARROCO DEL MUSEO DEL PRADO

elevado número de piezas de todo tipo paravestir templos y conventos, y los clientespúblicos y privados también requerían obraspías.

La ‘Aparición del apóstol San Pablo a SanPedro’ de Francisco de Zurbarán ejempli-fica esta tendencia mayoritaria. Como expli-ca Gabriele Finaldi en el catálogo de la expo-sición, se barajan diversas razones paraexplicar esta escasez, desde un pretendidocarácter laico hasta inquietudes creativasceñidas al estudio de la representación olos débitos profesionales y sucompromiso con la Corte. Aun-que tan sólo ejecutó media doce-na durante su primeros añoscomo pintor y otras seis poste-riormente, ninguna desmerecede su talento y tampoco son aje-nas a sus habituales inquietu-des.

En la sección destinada aexhibir ‘El desnudo’ y ‘La filo-sofía y la historia’ se puedencontemplar ‘La Venus del espejo’ y ‘Marte’,dos espléndidas obras de madurez. La alu-sión mitológica nos permite admirar unaestética cristalizada en torno al vínculo entreluz y color para definir cuerpos y caracte-res, destacar las figuras en un escenario sinnecesidad de perfilarlas.

El trazo ligero las dota de cierta ligerezaque también remite a esa especie de transi-toriedad, de recalcar lo efímero del instan-te en que son atrapadas por el pincel. La pre-sencia de ‘Las tres Gracias’ de Rubens y‘Venus recreándose en la música’ de Tizia-no indican una cierta deuda con la idea deprogreso pictórico que culmina el artistasevillano.

La última parte de la exposición gira en

torno a sus obras cumbres, compendio deesas virtudes desarrolladas entre Sevilla,Madrid y Roma, adonde volvió con el encar-go de buscar piezas para la colección realdel Alcázar, refugio del monarca en sus añosmás difíciles. Como piezas centrales paratestimoniar esa consolidación estética halla-mos ‘Las hilanderas’ y ‘Las Meninas’, aun-que este cuadro físicamente no se halle enel recinto cerrado para la exposición sinoen su habitual emplazamiento dentro de lacolección permanente.

Homenaje a los maestrosA juicio de los expertos, la narración inser-ta en ‘Las hilanderas’ comprende un cúmu-lo de elementos dotados de significado quetrascienden cualquier interpretación mera-mente costumbrista y que remiten, de unamanera muy sofisticada, a la mitología y unhomenaje a los maestros que le precedieron.El cuadro nos habla de un Velázquez madu-ro, convertido en un alto funcionario realque compatibiliza sus funciones burocráti-cas como aposentador del rey con el ejerci-cio de la pintura y la elaboración de retra-tos y cuadros de historia, fundamentalmentepara decorar el Salón de los Espejos de aqueledificio. Como ocurre con la venus entre-vista tan sólo en el cristal en el que se refle-ja, este lienzo da cuenta, en el plan formal,de la investigación del creador en el ámbi-to de la representación y de la superposi-ción de espacios de lectura puesto que lastejedoras elaboran un copia de ‘El rapto deEuropa’ de Tiziano.

Tampoco ‘Las Meninas’ se puede clasi-ficar como un mero retrato palaciego. Sumagnitud y el complejo juego de relacionesentre el pintor, situado en un primer pla-no, con los personajes del fondo o el miste-rio en torno al modelo que ejecuta en el

lienzo, introducen una serie deargumentos que enriquecen eseaspecto narrativo convertidoen eje básico de toda la mues-tra. En el lienzo confluyen prin-cipios de jerarquía palatina,una exaltación y reflexión sobreel arte y el enigma como unirresistible acicate para elobservador, atrapado en unintento de establecer conjetu-ras o, siquiera, de establecer

planos de significado.En cualquier caso, existe una general

coincidencia en que nos encontramos anteun cuadro que surgió con el interés mani-fiesto, y sumamente ambicioso, de conver-tirse en un referente para la historia del arte.Como un cúmulo de los propósitos y prin-cipios relatados a través de la exposición,‘Las Meninas’ habrían de colmar todas lasexpectativas surgidas en torno a esas pro-piedades ligadas a la narración. El juegocromático y de luces, o la sutil relación cre-ada en torno a los personajes nos hablan deun individuo consciente del valor de la pin-tura como un arte que compendia la vida ytiene voluntad de testimoniarla y trascen-derla.

t 13SÁBADO 24 DE NOVIEMBRE DE 2007 / EL CORREO ARTES PLÁSTICAS

ección dedicada a este lienzo: escena báquica que liga la pintura de Velázquez con la mitología sin renunciar al crudo realismo.

za. Se trata de un preludio a ese periplo ita-liano del que poco se conoce, pero que hadejado dos obras cruciales, ‘La fragua deVulcano’ y ‘La túnica de José’, sobre los quepivota la sección.

Se trata de trabajos inusuales porque sur-gen por iniciativa propia y se refieren a asun-tos mitológicos y bíblicos desde una pers-pectiva que, según los analistas, prueba lainfluencia italiana. Esta se advertiría en lacomplejidad de las dos composiciones colec-tivas en las que se pueden apreciar cues-tiones tan esenciales como el estudio ana-tómico o el sentido narrativo.

La cruel revelación de Apolo a Vulcanosobre la infidelidad conyugal y la presenta-ción de la túnica ensangrentada de José asus hermanos implican un alto contenidodramático y el autor recurre a la profundi-dad psicológica y la plasmación dinámicade las figuras, que parecen interactuar paraenriquecer el contenido emocional de ambosinstantes.

Este estudio se complementa con la con-currencia, en la misma sección de la mues-tra, de lienzos de autores de la talla de Cara-vaggio, para denotar ese poderoso ascen-dente, o Nicolas Poussin, otra figura esencialcautivada por Roma, aunque su plantea-miento estético es muy diferente al del artis-ta andaluz y la relación personal entreambos nunca ha quedado probada.

El sentido moral que parecen transmitirlos cuadros anteriores se convierte en ‘leitmotiv’ de ‘Devoción y meditación’, el apar-tado siguiente, centrado en el regreso aMadrid. Curiosamente, otra prueba de lasingularidad del artista radica en su esca-sa atención a los cuadros religiosos en unperíodo, el siglo XVII, en el que las diversasinstituciones eclesiásticas demandaban un

Usa un lenguajecontemporáneopara interpretara los clásicos, lamitología y la

religión

color. El color fue el instrumento principalpara crear un espacio convincente, para evo-car el movimiento y para conseguir una sen-sación de vida y animación, como prueban‘Las hilanderas’ y tantas otras pinturas de lasúltimas décadas de su carrera.

En ese cuadro, además, el propio arte de lapintura y el lugar donde se sitúa el autor den-tro de la tradición pictórica forman parte delcontenido, algo muy revelador de la acusadaconciencia histórica que fue adquiriendo suautor con el paso del tiempo. Una de las cla-ves de la obra es el tapiz del fondo, que repro-duce ‘El rapto de Europa’ pintado por Tizia-no, copiado por Rubens y poseído (original ycopia) por Felipe IV. Esa presencia sirve paraleer la disputa de Palas y Aracne, que se repre-senta ante él como una alegoría del progresoartístico, que es una de las interpretacionesque recibía ese episodio mitológico duranteel Siglo de Oro.

y ampliara sus conocimientos. Se trata deuna estancia controvertida, ya que contrasta,en el análisis de los especialistas, la precozmaduración del estilo velazqueño con laintensa impresión que pudo causar aquellaciudad exquisita, donde el poder y la opu-lencia siempre tenían un trasunto artísti-co, y Caravaggio había dejado, tras su muer-te, una estela de seguidores de su claroscu-ro e intensidad naturalista.

La exposición también recoge una sec-ción dedicada al lienzo ‘Los borrachos’, lasplasmación de una escena báquica que ligala pintura de Velázquez con la mitología sinrenunciar a un crudo realismo, evidente enlos rostros populares y la impresión de chan-

‘CRISTO CRUCIFICADO’. Obra quepintó tras su estancia en Italia.

GERARDO ELORRIAGA

e sorprende y emociona que algoque creé en los años sesenta, aúnsiga interesando a los más jóve-nes». Cuando Miguel Milá (Bar-

celona, 1931) rememora sus mejores logros,menciona la lámpara TMC, su chimenea A-14 y el banco TRAM, entre otras obras, y recal-ca una cualidad que las determina y que siem-pre, según confiesa, anima su imaginaciónante los retos propuestos por la producciónindustrial. «La perdurabilidad», señala. «Yosoy partidario de que duren el máximo posi-ble y que permanezcan hoy en día en el mer-cado me llena de satisfacción». Su trayecto-ria profesional abarca medio siglo y fue pre-miada en 1987 con el Premio Nacional deDiseño. Aún en activo, recupera buena par-te de su trabajo en una exposición itineran-te que acaba de recalar en Bilbao. La sede dela empresa Santa & Cole (Barrainkua, 6) aco-ge la muestra, agrupada por temas genéri-cos, y reúne 60 piezas de uno de los pionerosde esta disciplina en España.

Frente a esa afán por perdurar en su fun-ción práctica, la belleza no opone resisten-cia porque tampoco se plantea como anta-gonista. «No, el arte forma parte necesariade la formación y ésta, cuanto más profun-da sea, mejor traducirá el ideal estético ensu trabajo», alega. Sin embargo, admite laexistencia de cierta confusión terminológi-ca en torno a los límites de esa labor. «Si digo

que soy diseñador, lo primero que me pre-guntan es si hago moda, quizás porque estáde moda el diseño y los modistos se han auto-denominado diseñadores de profesión y, bue-no, una cosa y otra no tienen nada que ver»,protesta. «En fin, somos víctimas de la moda,yo procuro huir todo lo que puedo, me influ-ye y me asusta que me influya».

En cualquier caso, la carrera de Milá pare-ce ajena a los avatares de la variabilidad cícli-ca de los gustos. Desde que en 1956 diera cuer-po a la lámpara Tía Nuria, un encargo paradicha pariente, y fundara Trabajos Molestos,su empresa, el rigor en el dibujo y el respetoa sus objetivos han marcado su quehacer.«Estoy casi acomplejadamente aferrado alfuncionalismo porque es lo que debe man-dar», indica y manifiesta su admiración haciaquienes son capaces de hacer cosas inútilesdesde el prisma mercantil. «Yo, si no atiendoa una función estricta, no sé hacer nada».

Década de los sesentaBuena parte de sus mejores aportaciones sefechan en la década de los sesenta, especial-mente fructífera, a pesar de las carencias dela época. «Era incómoda porque teníamospocos medios, pero eso te hace estar más acti-vo», aduce y contrapone a la escasez las ven-tajas de un periodo desarrollista. «Había queaportar cosas nuevas porque no había naday se recurría a refritos de utensilios viejoscon modificaciones para adaptarse a lasdemandas».

Su respuesta estaba muy influida por elbagaje de las vanguardias, el eco de laBauhaus, y el diseño finlandés. «Me impre-sionó que los diseños locales son los de siem-pre y no se impacientan por transformar.Realmente son pocos los que se han dejadode emplear. ¿Para qué cambiar lo que estábien? ¡Innovar no es cambiar!»

Sin embargo, su aparentemente esparta-no concepto del utilitarismo no se circuns-cribe al ámbito de lo racional. «Ha de res-ponder también a las emociones, que suvisión genere un impacto, como me ocurrea mí cuando veo algo acertado». Según su cri-terio, la funcionalidad está compuesta pornumerosos requerimientos, algunos tan suti-

les que bordean la poesía.Diseño es una palabra manida, tan habi-

tual que se ha devaluado y asumido tintespeyorativos. Milá regresa a la polémicasemántica para explicar esa degradación.«Es la confusión de siempre», sentencia ylamenta ese tono despreciativo con el quedespachan muchas aportaciones en la copio-sa oferta de mobiliario. «A mí me dicen quemis diseños tienen poco diseño y me gusta».

Como consecuencia de ese inmutable deseode escapar del esnobismo, también se sacu-de la fascinación por los nuevos materiales.«No quiero que me atrape la novedad, que seerija en protagonista frente a otros requeri-mientos», indica y niega que lo nuevo sea,indefectiblemente, maravilloso ‘per se’.

Aunque se mantiene al tanto de los últi-mos compuestos y sus prestaciones, «los lami-nados plásticos son fantásticos», apuesta porlos naturales, como la caña de bambú y lapiel. «O la madera, que es eterna. Yo tenía un

carpintero que decía que estaba viva y la aca-riciaba. Siempre me ha gustado, pero... hayque atender al precio», confiesa.

Tampoco se deja fascinar por cierta omni-presencia de los diseñadores estrella comoPhilippe Starck, capaces de dibujar los pla-nos de un edificio, vestir su interior y elabo-rar los prototipos de una silla o una motoci-cleta. «Yo no sé cómo entrar en tantos ámbi-tos», reconoce. «Cada uno hace lo que leconviene hacer y a mí me gustan los estudiospequeños y los equipos también exiguos».

Pero esa modestia no impide que se aso-me al futuro, dispuesto a dar forma a todoaquello que generen las nuevas tecnologías.«Uno tiene que estar atento a todo lo que saley me parece bien asumir compromisos por-que te mantiene vivo», arguye. «Me sorprendoque, a mis 76 años, sostenga ese interés porla creación. No he perdido el entusiasmo,aunque tal vez no sean similares mis facul-tades, y eso, supongo, me mantiene vivo».

ORIGINAL. Miguel Milá observa con atención su lámpara TMC. / BERNARDO CORRAL

«Me gusta cuandodicen que mi diseñotiene poco diseño»Miguel Milá, uno de

los pioneros de esta

disciplina en

España, presenta una

retrospectiva en Bilbao

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ARTES PLÁSTICASt14 EL CORREO / SÁBADO 24 DE NOVIEMBRE DE 2007

MARÍA BENGOA

l escritor argentino RicardoPiglia (Adrogué, 1940) atesora ensu obra todo un laboratorio sobrela ficción y no sólo porque sea

un estudioso de la literatura de primerorden, lúcido crítico y ensayista, y desta-cado docente primero en la Universidad deBuenos Aires y después como profesor deLiteratura Latinoamericana en la Prince-ton University desde 1977. Es que, además,Piglia ha practicado la ficción en tres nove-las y otros tantos libros de relatos con talacierto y originalidad que muchos lo con-sideran hoy el mejor escritor vivo de laArgentina.

Probablemente, sea lo más cercano a Bor-ges que podamos leer en el mundo actual,sin que en ningún momento haya rozadola tentación de imitarlo, ni engrose el falli-do catálogo de sus epígonos. Su voz singu-lar es menos críptica y más analítica, menosfría y más inmersa en lo emocional que ladel gran maestro de la ‘Biblioteca de Babel’.Pero también se percibe en ella el eco demuchas lecturas y una erudición nadapedante que participa de la magia de lostextos de aquel lector «disperso en la flui-dez y el rastreo» (definición del propioPiglia sobre Borges en su ensayo ‘El últi-mo lector’ (2005). Así, el círculo queda cerra-do como en una de las galerías hexagona-les interminables de aquel Babel borgiano,el universo que otros llaman biblioteca.

Tanto los ensayos de Piglia (‘Crítica yFicción’, ‘Formas breves’ y ‘El último lec-tor’), como sus novelas (‘Respiración arti-ficial’, ‘La ciudad ausente’ y ‘Plata quema-da’) y los libros de relatos (‘Invasión’, ‘Nom-bre falso’ y ‘Prisión perpetua’) han sidopublicados por Anagrama. Este último,recién reeditado por ese mismo sello, sepublicó originalmente en 1988por Suramericana y, en Espa-ña, Lengua de Trapo lo editóhace siete años.

El narrador lectorPodemos aplicar gran parte delo dicho a ‘Prisión perpetua’.En efecto, esta obra es un labo-ratorio de la narración porqueaunque formalmente es unlibro formado por dos ‘nouve-lles’, o novelas cortas con tintes autobio-gráficos, cada una contiene a su vez variosrelatos menores. Se suceden las siguientesvariantes: autobiografía, diario, relato poli-cial, histórico, fantástico y sentimental. Enuna entrevista Piglia señalaba que «no pode-mos conocernos pero sí narrarnos». Élnarra su infancia y juventud a través de su‘alter ego’ que no es otro que Emilio Ren-zi, presencia constante en los libros de fic-ción de Ricardo Emilio Piglia Renzi. EsteRenzi, segundo nombre y segundo apelli-do, narra cómo en 1957 la familia abando-nó Adrogué, el suburbio de Buenos Airesdonde nació y se crió Piglia, porque supadre (un médico peronista) se vio obliga-do a instalarse a 400 km. de distancia, enMar de Plata.

El muchacho de 16 años, futuro escritor,vivió ese viaje como un destierro y empe-zó a escribir diarios que aún hoy continuaescribiendo. Un día se dio cuenta de quereflejaba allí historias cada vez más extra-vagantes sobre sí mismo y sus amigos y,por lo tanto, estaba haciendo ficción. Así

que, extrajo de allí sus primeros relatos.Aparece pronto un amigo inglés, Steve, queescribe a su vez un relato interminable «queproliferaba y se expandía», de quien el

muchacho es un lector privado.Aquí cada historia sitúa al lec-tor ante la reflexión sobre elacto de narrar. Un personajedice: «Narrar es como jugar alpóquer, todo el secreto consis-te en fingir que se miente cuan-do se está diciendo la verdad»;otro afirma: «Narrar es trans-mitir al lenguaje la pasión delo que está por venir». Y en unúltimo intento de reflexionar

sobre un texto que, sin embargo, en ningúnmomento pierde el hilo narrativo, un ter-cero afirma que intercalar reflexiones retra-sa la acción: «Pensar (se refiere a la narra-

ción) es un modo de crear suspense».Con lo dicho hasta ahora se comprende

que estamos ante una escritura proteica,de ideas, a la que siempre hay que agrade-cer algún argumento que lle-varnos a la boca. Pero es queleyendo a Ricardo Piglia escu-chamos pensar a una mente pri-vilegiada con infinita capaci-dad de brindarnos una lecturaprovechosa gracias a su erudi-ción literaria y filosófica, y asus cualidades como pedagogo.Esta obra, llena de frases efec-tistas y paradójicas, es una bue-na manera de hincar el dientea este extraordinario científico de la fic-ción o de profundizar en él. Pero que nadiecrea que aquí sólo hay ideas. Hay, no una,sino varias historias excelentes a partir de

dos personajes inolvidables que, eso sí,aman la literatura.

Piglia sostiene que los géneros se hanmetamorfoseado y le interesa la narracióncomo una forma de argumentar. Y tambiénnarra con los ensayos, tanto es así que ‘Elúltimo lector’ lo publicó en 2005 en la colec-ción de narrativa del sello Anagrama. Lasreflexiones sobre la lectura vertidas en ‘Cri-tica y Ficción’, ‘Formas breves’ y ‘El últi-mo lector’ le han acreditado como una delas mentes más lúcidas de la literatura enlengua española y es brújula imprescindi-ble de lecturas, del mismo modo que lo sonKundera o David Lodge en la literaturaanglosajona. ‘El último lector’ realiza unahistoria imaginaria de los lectores: empie-za con Borges y acaba con Joyce que «poneal lector en el lugar del narrador».

Su tesis es que la ficción no depende sólode quien la construye: «Los grandes textosson los que cambian el modo de leer», ase-gura. Madame Bovary, Ana Karenina y DonQuijote son lectores a los que leer hasta lescambia la forma de vivir. Desde luego, Pigliaescribe textos que cambian la forma de leery se diría que, como Borges, casi inventó lahipertextualidad antes de la era Internet.

Alusiones a la dictadura militarSu primera novela, ‘Respiración artificial’,fue todo un acontecimiento literario y aúnse la considera uno de los más felices expe-rimentos formales en la narrativa de hablahispana. Abrió nuevos caminos narrativosy deslumbró. Los relatos incluidos en lanovela a modo de capítulos trabajan la men-tira como mecanismo de la ficción. En elúltimo, ‘Homenaje a Roberto Arlt’, el narra-dor dice: «Esto que escribo es un informeo mejor un resumen: está en juego la pro-piedad de un texto de Roberto Arlt, de modoque voy a tratar de ser ordenado y objeti-vo. Yo soy quien descubrió el único relatode Arlt que ha permanecido inédito des-pués de su muerte». Este modo de hurgaren la literatura y ponerla boca abajo, desaber leer: «para leer, hay que sabe asociar»dice Piglia, defendiendo el atractivo de lalectura como ejercicio intelectual.

Este sello indiscutible de su modo dehacer literatura explica la circulación dehistorias múltiples en el relato marca deautor. Lo que unifica esa novela, segúnPiglia, es que «todos están investigandoalgo». Hoy está admitido que la obra con-tiene de forma elíptica alusiones a la dic-tadura militar que imperaba en Argentina

cuando se publicó (1980).Sumergirse en el laboratorio

de Piglia, entre pipetas y matra-ces aforados, donde Kafka es laenergía, Borges el tiempo,Proust la memoria y todos losgrandes tienen un lugar; eso esrozar una nueva dimensión deluniverso. Cada magnitud pasaasí por la letra impresa y rindetributo a la soledad del hombreconsigo mismo, solo en comu-

nicación con los espíritus de otros, graciasa la ciencia de Guttenberg y a sus prede-cesores, donde la música de leer viene delsilencio limpio de escuchar.

El laboratorio de ficción

Le interesa lanarración como

forma deargumentar ytambién narra

con los ensayos

Cambia la formade leer y se diría

que, comoBorges, casiinventó la

hipertextualidad

Se reedita el libro de relatos ‘Prisión perpetua’, de Ricardo Piglia, considerado

el autor más cercano en la actualidad a su compatriota Borges

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I. URRUTIA

La Feria del libro y disco vasco de Duran-go tendrá una amplia cobertura la sema-na que viene en ‘Territorios’. Cinco pági-nas del suplemento cultural –cuatro en eus-kera y una en castellano– presentarán lomás destacado de este encuentro, que secelebrará entre el 5 y 9 de diciembre y ser-virá de escaparate a 554 trabajos literarios

y discográficos. El eje principal de esta 42edición será el humor, como ya deja claroel póster de este año: un Olentzero desnu-do que se cubre estratégicamente con elcartel que anuncia el evento. Así se expli-ca el protagonismo de Andoni Agirrego-mezkorta –integrante de ‘Vaya semanita’–,que dará la conferencia inaugural y tam-bién aportará su opinión en ‘Territorios’con un artículo.

Sendas entrevistas a Nerea Mujika, pre-sidenta de Gerediaga Elkartea –colectivopromotor desde 1965 de la feria– , y al escri-tor Xabier Mendiguren –autor de ‘Elvis hilzen urtean’– aportarán las claves para valo-rar la proyección de un acontecimiento quedestaca como la mayor cita anual de la cul-tura euskaldun. La cobertura en ‘Territo-rios’ se completará con una panorámicade los libros y grabaciones que coparán elinterés en Durango. Y no faltará dónde ele-gir: 395 títulos nuevos (un 35% más que en2006) y 75 sellos discográficos frente a los45 del pasado año despertarán la curiosi-dad del público, además de la literaturageorgiana, que pondrá la nota exótica.

Número especial de ‘Territorios’por la Feria de Durango

ÁLVARO SÁNCHEZ

literatura 15tSÁBADO 24 DE NOVIEMBRE DE 2007 / EL CORREO

Entre el rojo y el negro

EDUARDO LAPORTE

ijo Borges en una entrevista quecuando se volvió ciego todo sehizo crepúsculo, pero que los colo-res aún guardaban su identidad.

Todos, menos el rojo y el negro, que se vol-vían una cosa marronácea. No como en lanovela de Stendhal donde el tono coloradoalude a la vestimenta militar, y el oscuro a

las sotanas sacerdotales. Ni como en la Vene-zuela de 2007, la de Hugo Chávez y su Repú-blica Bolivariana, cada vez más polarizadaentre el rojo socialista de los que están conel Gobierno, y el negro de las listas de losque se muestran críticos.

Juan Carlos Chirinos (Valera, Venezuela,1967) y Juan Carlos Méndez Guédez (Bar-quisimeto, Venezuela, 1967) llevan diez añosen España, en Madrid, desde donde hanpublicado la mayoría de sus libros, en edi-toriales como Lengua de Trapo o Alianza.En los primeros noventa, formaron parte deuna joven promoción de escritores que tra-taban de colarse en el sector editorial de supaís. Los ‘narradores del noventa’, los lla-maban. La política pasaba por momentosconfusos, con el fallido golpe de estado deChávez contra el entonces presidente Car-los Andrés Pérez, en 1992, pero entre la comu-nidad literaria no existían aún brechas insal-vables. Sí ganas de cambiar las cosas, y has-ta ciertas simpatías hacia la deriva rebeldedel entonces golpista Chávez. La política ocu-paba un lugar considerable en las preocu-

paciones de la intelectualidad venezolana,pero no obligaba al posicionamiento, no mar-caba la vida pública, tampoco la privada, delos escritores. «En este momento, se ha rotola relación entre los que han tomado unapostura y otra», sostiene Méndez. «Antesestábamos juntos, nos reuníamos, hacíamosproyectos, y no había diferencias ideológi-cas, vamos, que daba igual el partido al quepertenecieras. Lo importante era que éra-mos jóvenes, escritores, y con ganas de publi-car», cuenta este venezolano, que en 2004quedó finalista del Premio Fernando Qui-ñones con ‘Una tarde con campanas’.

Juan Carlos Chirinos, autor de la elogia-da ‘El niño malo cuenta hasta cien y se reti-ra’, recuerda un acto cultural que se celebróen la Universidad de Salamanca, en 1997. Allíse encontraron el hoy opositor a Chávez,Rafael Arráiz Lucca, y Tarek William Saab,al que ahora se conoce como ‘el poeta de laRevolución’, y que simultanea su trabajolírico con el cargo de gobernador de Anzoá-tegui, un estado venezolano con abundantesrecursos petroleros. «Es impensable hoy esacombinación», asiente Chirinos.

Ilustra también esta fractura MilagrosMata Gil (Caracas, 1951), narradora, ensa-yista, con un encuentro en la UniversidadCatólica de Eichsttat, en Alemania, que reu-nió a 22 escritores venezolanos para debatirsobre su realidad, a mediados de los noven-ta. «Éramos felices y nos sentíamos pares.

Diez años después no podríarepetirse un evento así: algu-

nos han muerto, otro opta-ron por el autoexilio fue-

ra o dentro del país. Otrosse odian hasta la muerte», se

lamenta esta escritora, firmedetractora del actual estatus polí-

tico. «Al principio escribí muchoseñalando las grietas del régimen, hacia

dónde nos conducía todo ello. Por ello,pagué alto precios, entre ellos agresionescontra mi vida. La división política es obvia,y ya nunca seremos como antes», reconoce.

Escritores con ChávezEl magnetismo que desprende la figura delos hombres de Estado, su mera situación depoder sobre los demás, puede resultar muyatractiva. Allí están los casos de las simpa-tías de García Márquez hacia Fidel Castro,o las que el propio Borges sentía hacia Augus-to Pinochet. La escritora y activista políticamexicana Elena Poniatowska entrevistó esteverano al presidente Hugo Chávez, con indi-simulada admiración, como se puede com-probar en YouTube, lo que le valió críticasde los sectores más críticos con el régimen.

Situarse en la órbita del poder resulta ten-tador, sobre todo en escritores que puedenbeneficiarse de sus simpatías con el esta-blishment. Según Juan Carlos Chirinos, sonun «montón» los autores que se han man-

tenido próximos al poder. En su opinión,hay dos corrientes de literatos, dos modos

distintos de apoyar a Chávez. Uno deesos grandes grupos lo formaríanaquellos ya veteranos, de reconocida

trayectoria. «De pronto, empezaron aapoyar a Chávez con el discurso de que

en los cuarenta años anteriores habíansido obliterados», critica Chirinos. «Eran

gente que habían viajado, publicado, gana-do premios, recibido todo el apoyo del Esta-

do y ahora su discurso es «que pobrecitossomos que nunca hemos ganado nada»,añade este venezolano casado con una ala-vesa.

Personalidades como Luis Britto, LuisAlberto Crespo o Alfredo Chacón, seña-la Chirinos, enarbolan ahora el dis-curso de construir la «verdadera

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La llegada de Chávez al poder ha fracturado la

tradicional convivencia literaria en Venezuela

DECIDIDO. Chávez, enla presentación delPartido SocialistaUnido Venezolano. /REUTERS

LITERATURAt16 EL CORREO / SÁBADO 24 DE NOVIEMBRE DE 2007

t 17SÁBADO 24 DE NOVIEMBRE DE 2007 / EL CORREO LITERATURA

Venezuela de todos, cuando ellos han sidoparte de la élite, de la cúpula».

La otra tendencia, prosigue Chirinos, esla de los «mediocres». Autores que no habrí-an tenido oportunidad de nada, según él, yque «se sumaron al chavismo y ahora ocu-pan cargos directivos, y publican, y repre-sentan a Venezuela en actos oficiales».

Rafael Arráiz Lucca, escritor, historiadory columnista en ‘El Nacional’, cita a pareci-dos nombres: los poetas Alberto Crespo yMiguel Márquez, con «obra significativa».También coincide con sus colegas en seña-lar a Luis Britto, autor de una importanteobra de tipo experimental, con libros como‘Abrapalabra’ o ‘La orgía imaginaria’, quecosecharon premios relevantes como el Casade las Américas o el Nacional de Literatura,como uno lo más afectos a Chávez.

Pero, ¿de qué manera benefician los inte-lectuales al engrandecimiento de Chávez?Rafael Arráiz relativiza y recuerda que elactual régimen se basa en el culto al gober-nante, en su adulación, y añade que es unerror creer que los intelectuales tienen algoque aportar. Los verdaderos asesores y enal-tecedores del chavismo hay que buscarlosfuera, como apunta el escritor disidente vene-zolano Aleksander Boyd, autoexiliado enInglaterra y ahora en España.

Todo régimen de deriva autoritaria aca-ba creando su propio aparato de propagan-da, más o menos consciente. El activista polí-tico Boyd se refiere al intelectual y revolu-cionario venezolano Haiman El Trudi comouno de los asesores más directos de Chávez,sombra en sus viajes internacionales ysupuesta conexión con países como Irán. ElTrudi es autor de ‘El Salto Adelante. La Nue-va Etapa de la Revolución Bolivariana’, unlibro con vocación de ‘biblia’ del chavismo,en que se definen las pautas de ese socialis-mo de nuevo cuño,. También cita a intelec-tuales cubanos en esta labor de formaciónideológica: «Son maestros en la propagan-da».

Eva Golinger, una abogada venezolano-norteamericana que acaba de publicar ‘ElCódigo Chávez’, donde desmenuza las incur-siones de la Administración Bush en el paíssudamericano, y su implicación en el golpede Estado de 2002, que intentó derrocar elactual Gobierno. Otro caso es el de RichardGott, periodista británico de ‘The Guardian’,autor de ‘Hugo Chávez y la revolución boli-variana’, donde analiza favorablemente lagestión del mandatario.

EditorialesEn este contexto, ¿cómo sale parada la lite-ratura? No todo son discursos apocalípticos.La empresa privada, con editoriales comoNorma, los periódicos que se mantienen inde-pendientes, las universidades que no depen-den del Estado, mantienen un ritmo alto deactividad cultural, así como las que son depropiedad pública. Como aseguraba la auto-ra Gisela Kozak, opuesta al régimen, en ‘ElUniversal’, el ritmo de producción literariaen su país pasa por un momento fértil. Unaeditorial del Gobierno, El Perro y la Rana,lleva a las librerías un ejemplar diario, porejemplo. La editorial Monte Ávila pertene-ce al Estado, lo que no significa connivenciapermanente con el Gobierno. Su presiden-te, Carlos Noguera, se mueve entre las deli-cadas aguas del necesario apoyo al régimenimperante y su compromiso con la literatu-ra, por encima de las ideologías. Escritorescomo Méndez o Chirinos lamentan su silen-cio, pero comprenden su difícil papeleta. «Hasido muy respetuoso», considera MilagrosMata.

Esta empresa pública, una de las de másenvergadura de América Latina, se fundóen 1968, y lleva editados 2.000 títulos, de auto-res de relevancia. El escritor Luis Britto,declarado chavista y vicepresidente de estaeditorial, reconoce a ‘Territorios’ que allí sepublica «sistemáticamente» a autores de laoposición. «Pregúntele a Ana Teresa Torres,Gisela Kozak, Eugenio Montejo, FranciscoMassiani e infinidad de otros opositores»,arguye. Señala, en cambio, un veto o margi-

nación a la inversa, ese que se da en medioscontrarios a Chávez, y que fueron afines algolpe de Estado del 11 de abril de 2002. A sujuicio, el entramado privado, «con un círcu-lo de 90 periódicos, 60 televisoras y más demedio millar de radioemisoras», rechaza deun modo permanente a todo aquel que apo-ya «el Gobierno democrática-mente electo por los venezo-lanos». Para este escritor, quegoza de prestigio literario, sonlos «monopolios privados»quienes dominan el parquemediático.

Sin embargo, como denun-cian los disidentes, es elGobierno quien gestiona ycanaliza gran parte de la vidacultural, la presencia en ferias internacio-nales y las actividades que ayudan al sus-tento económico de muchos escritores. Mila-gros Mata Gil señala la existencia de listasnegras, y asegura estar incluida en una queelabora la web aporrea.org, junto a 200 nom-bres más como Ana Teresa Torres, Rafael

Arráiz Lucca o Milagros Socorro. La propiaMata Gil se enorgullece de haber creado unapublicación virtual antisistema, ‘El Gusanode Luz’, pero habla en términos trágicos:«Desde el año 2000, diez de mis mejores ami-gos han muerto. Por un balazo. Por el estrés».

Rafael Arráiz también es consciente deformar parte de «listas discri-minatorias» y asegura que reci-be infinidad de insultos en sucorreo electrónico. «Recibo hos-tilidad y agresiones, cuando noel silencio, y eso que fui amigode muchos de ellos», lamenta.Un tinte amargo oscurece suspalabras: «Siento que desde lejosno se entiende el drama que vivi-mos aquí. Ustedes no lo tolera-

rían ni un segundo. Es tan humillante, tanindigno, tan denigrante de la condiciónhumana, que se les revolvería el estómago».

Del color que sea, la narrativa venezola-na pasa por uno de sus capítulos más revuel-tos, complejos, y es vital que haya quien loescriba.

Más de treinta etnias conviven en un paísde pequeñas proporciones, Bolivia, delque el 60% son indígenas. El analfabe-tismo ha sido la nota predominante des-de hace siglos, y el quipu, un sistema incabasado en combinaciones de nudos, el sis-tema para perpetuar la cultura entre lasgeneraciones.

El presidente electo, Evo Morales, sali-do del ámbito indígena, no concede exce-siva importancia al poder de la palabra.El periodista argentino Nicolás GarcíaRecoaro, buen conocedor del actual esce-nario literario del país andino, recuer-da una anécdota sobre el actual presi-dente, que decía que no era muy amigode los libros ni de los intelectuales, por-que el «leía la realidad en la vida mis-ma».

El sector editorial en Bolivia es peque-

ño, y muchas de sus firmas más notablestratan temáticas universales, como Maxi-miliano Barrientos, Rodrigo Hasbún oPaz Soldán, autor de ‘Palacio quemado’,la obra más teñida de política, con unacrítica tanto a derecha o a izquierda.Además, no existen grupos mediáticosen manos del Gobierno de Evo Morales,y la mayor parte de las editoriales per-tenece a las élites, entre las que seencuentra la española Santillana.

El movimiento más significativo, enque se reivindica toda una actitud social,es el que recupera a jóvenes autores bajolos paraguas de la Yerba Mala Cartone-ra y Mandrágora. Estas dos pequeñaseditoriales publican en soportes de car-tón reciclado a bajo precio, y distribu-yen los libros en las ferias populares, conconsiderable aceptación. Sus temas, sim-patizantes con el indigenismo que aban-dera Morales, no caen en el proselitis-

mo, como señala Roberto Cáceres, unode los fundadores de Yerba Mala: «Enrealidad, no hay un apoyo político a EvoMorales, sino una valoración de lo boli-viano, de su cultura, de los mitos andi-nos».

Bolivia, del quipu al cartónE. L.

La abogada Eva Golingerdenuncia la intromisión de EE UU.

ESTUDIANTES. Opositores y partidarios se enfrentan al término de una manifestación. / AFP

Chirinos lamenta que los escritoreschavistas sean «un montón».

Según Méndez, «antes noimportaba de qué partido eras».

Los verdaderosasesores del

chavismo vivenfuera, apunta

Aleksander Boyd

Edmundo Paz Soldán. / EFE

LEIRE ITURREGI

XI. mendean gaude.Zibilizazioaren gailu-rrean. Baina gizakiabezain zaharra den

gatazkak, gerrak, jarraitu egitendu. Ez hori bakarrik. Inoiz bai-no ospe eta eragin handiagoadute gerraren begiek, korres-pontsalek. Hala izan da azkengerran. Iraken, hain zuzen ere.

«Gerra da gure etsaiak gurenahia betetzera behartzen dituenindarrezko ekimena». Carl vonClausewitz izan zen arlo honetanaditu aitortuenetariko bat his-torian zehar. Rousseau, Sun Tsueta beste hainbat saiatu diragerraren inguruko teoriak etaelementuak aztertzen. Orainarteko azken gerra modernoan,Iraken, inoiz baino kazetarigehiago bildu dira gatazkarenberri ematera. Eta fenomenoberri bat gertatu da: askok utzidute beren lekukotza hainbatliburutan idatzia. Haien artean,bi euskal herritar: Joseba Irion-do eta Jon Sistiaga, hurrenezhurren, ‘Palestina Hotela’ eta‘Ninguna guerra se parece a otra’liburuen egileak.

Joseba Iriondo EITBko kaze-taria Bagdaden izan zen; hogei-ta hamabost urte zituen, eta,2001ean, Afganistanen ere ibiliazen. 2003ko otsailean iritsi zenIrakera, eta apirilaren 12an etxe-ra itzuli zen arte bizi izandako-ek osatzen dute bere kronika.Hasieran, Ali Babaren lurralde-an historian zehar gertatutakoalabur-tzen du, gaur eguna kokat-zeko. Begirada, kazetariarena da:«Hala egin nahi izan dut, nireikuspuntua hori delako, etagatazka horretan kazetarienheriotzak ere albiste izan dire-lako, beste gerra ba-tzuetan bai-no gehiago».

Elea argitaletxeak atera zuenliburua. Hiru edizio egin dira,eta 3.200 ale saldu. «Harrera itze-la izan zuen. Gu ere harrituta gel-ditu ginen, ez genuen esperohorrenbeste», dio Eleako IñakiMendizabalek. Berak izan zuenlan hori sortzeko ideia: “Neuriotu zitzaidan. Josebaren kroni-kak jarraitzen nituen, eta bitxiazen: euskaldun bat genuen Ira-keko azken gerran! Eta dotoreegiten zuen, gainera. Handikbueltatu zenean, liburu bat egi-teko xaxatu nuen, eta esan etaizan».

Gerra ezberdin batJon Sistiaga, Tele5telebistako kazetariazen 2003an. Berrogeiurte zituen Irakerajoan zenean. Afga-nistanen, Kolonbianeta Ruandan izanazen. ‘Ninguna guerrase parece a otra’ libu-ruan egondako lekuhorien berri ematen

du, baina Irakeko esperientziahartzen du haritzat. AEBetakoarmadako kide batzuek Palesti-na Hotelaren kontra tiro egin,eta Sistiagarekin lanean ibili zenkamera, José Couso, bertan erailzuten. Ezbehar horrek biltzenditu bere kontakizun guztiakhalako geruza fin batez, orrial-de eta abentura guztietan nabar-men geratzen denez.

Iraken bizi izandako une la-tzak; zentsura saihesteko ahale-ginak; korrespontsalen betebe-harrak, beldurrak, pozak; gerrabarnean sortzen diren adiskide-tasunak, gorrotoak; diktadura-pean bizi den gizarte baten ‘ezki-zofrenia’ren deskribapena, etabeste hainbat bizipen aurki dai-tezke Sistiagaren liburuan. Bai-ta kazetariek jasandako presioaeta sentitutako batasuna ere:«Hainbesteko tentsioa bizigenuen eta hain susmo txarrakgenituen, zorakeriarik ez egite-ko tratua egin baikenuen kaze-tarion artean». Irakekoa izan zeladio inoiz baino hobeto kontatuden gerra.

Lehengo ‘tribua’Mercedes Gallego izan zen egun-kari honen korrespontsala Ira-ken. Bere lehen gerra izanik,AEBetako armadarekin bateraibili zen lanean. ‘Más allá de labatalla’ liburuan, marineekineguneroko bizitza nolakoa zenkontatzen du. ‘El País’ egunka-riko Francisco Peregilek Bagda-detik idatzitako kroniken labur-penak eta abenturak kontatu zi-tuen ‘Reportero en Bagdad’lanean. EFE prentsaagentziakhamabi kazetari izan zitueninguruko herrialdeen sakaba-natuta; haietako bat, AlfonsoBauluz, marineekin. Elkarrekinidatzi zuten bere kronika: ‘Obje-tivo Bagdad. 12 reporteros en laGuerra de Irak’. Autoreen arte-an gazteena, Cadena SERekoOlga Rodríguez izan zen. Irake-koa zuen lehen gerra, eta hogei-ta zazpi urte zituela abiatu zenabentura hartara; ‘Aquí Bagdad’du izenburu bere testigantzak.

Historian zehar, hainbat lanargitaratu dira gerra-korres-pontsalek gatazketan sentituta-koa ezagutzera emateko. Kristoaurretik laurehun urte bainogehiago atzera begiratu behardugu fenomeno honen jatorrirajoateko. Tuzidides jotzen da lehengerra-kazetari, eta ‘Peloponeso-ko gerraren historia’ da harenlekukotasuna. Aro modernoko

lehen gerra-korres-pontsala, hala ere,William Howard Rus-sel dugu; Krimeakogerran ibili zen, XIX.mendean, ‘TheTimes’ Londreskoegunkarirako lanean.Eta, begirada ger-tuago botatzen badu-gu, denoi bururatuko

zaizkigu izen ezagunak. Hurbi-leko adibidea dugu Manu Legui-neche bizkaitarra, ‘tribu’ horrenmaila gorenean jarri behar dugu-na, liburu piloa idatzi eta bestehorrenbeste sari jaso dituena.

Gatazkaren xarmaGerraren erakargarritasunahainbat alorretan nabaritzen da.Leire Moure EHUko irakasleak‘Nazioarteko Harremanak’ ira-kasgaia ematen du kazetaritza-ko ikasleentzat. Argi daukagatazkak harrera berezia duelabere eskoletan. «‘Gerra’ hitzaaipatuz gero, arreta ziur piztukoduzu. Momentu horretatik aurre-ra, ezinezkoa da pentsatutakoegitasmoak bete-tzea». Mourekziurtatzen duenez, gatazkarekinlotutako gaiek bakearekin etakooperazioarekin zerikusia dute-nek baino interes askoz handia-

goa pizten dute gelan. «Behar-bada, zerikusia izan dezake bizidugun ikus-entzunezko kulturahonek, eta gerra-filmen arra-kasta ere ildo horretatik doa.Gerra oso ikusgarria da».

Orain dela hamahiru urteargitaratu zen Arturo PérezReverteren ‘Territorio Coman-che’. Bi urte geroago izen bere-ko filma atera zen, arlo horretangaztelaniaz egin den ezagunene-tarikoa. Balkanetako gerran ger-tatutakoaren gaineko errepor-taje, neurri handi batean, auto-biografikoa da. Kazetaribatentzat ‘lurralde koman-txe’bat zer den azaltzen du, hasieran:«Autoa gelditzeko eta atzera egi-teko senak esaten dizun tokia.Bideak hutsik daude eta etxeakhondar erreak besterik ez dira.Ilunabarra ematen du beti, etahormari atxikirik ematen duzu

pauso bakoitza, urrunean ent-zuten diren tiroen norakoan,zure oinazpietan kristal apur-tuen ho-tsa entzuten duzun bitar-tean […]. Zuk inor ikusi ez arren,zuri adi daudela jakinik; zuk fusi-lik ikusi ez arren, haiek zu ikus-ten zaituzten tokia».

Gerren bihotzera joatera au-sartzen direnak, ezberdinak iza-nik ere beren artean, zerbait badu-te komunean: gatazkan sor-tzenden lagunkidetasuna izan daite-ke bat; agian inoiz argira aterakoez diren sekretuen jakintasunabeste bat; edo gizakia, bere giza-tasunaren mugetatik irteten dene-an, zer egiteko gai den ikusi iza-naren lekukotasuna. Garaiakaldatu dira. Gerrak egiteko moduaere bai. Funtsa, ez hainbeste. Etapizten duten erakargarritasuna,irrazionala izanik, benetan biziada oraindik.

kazetaritzaT18 EL CORREO / LARUNBATA, 2007KO AZAROAREN 24A

«Zuk fusilikikusi ez arren,

haiek zuikusten

zaituztentokia»

Irakera joan ziren kazetariek hainbat

liburutan utzi dute beren begira da

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GOITIK BEHERA. Gerra-korrespontsalak beren lana egiten. / REUTER

Gerraren erakargarritasuna

enbat balio dute atzo irakurtzenpasatu nituen hiru orduek? Zerkontzeptu jarriko dut bihar era-kusketa batera egingo dudan bisi-

taren fakturazioan, eta nori pasatuko diotfaktura? Galdera inozoak dira, ero batenak,hartu dudan bideak ez darama inora. Ezerbalio ez duten gauzen gorazarre egitera nara-mate, eta horrek areagotu egiten du nire pi-tzaduraren neurria: liburu baten aurreanhiru ordu betazalak erretzen pasatu eta gero,«zertarako balio du horrek?» galdetzen badi-date, «ezertarako ez, eta zer?», ez zait besteerantzunik bururatzen. Beste erantzunenbaten bila jarriko banintz, galdera egin dida-naren logikan sartuko nintzateke. Trukea-ren, dirutan baizik neur ez daitekeen balio-aren eremuan. Ez. Vasili Grossman-en ‘Viday destino’ irakurtzen pasatutako hiru orduekez dute kontabilitaterik, ez bada galerenzerrendan apuntatzeko: galdutako orduak,hiru.

Eta zer?Gure kobazuloetako gizonak harri bat

zorrozten pasatzen zituen orduek ere ez zutenezer balio. Eta, gainera, gorriak eta bi en-tzun beharko zituen, komunitatekoek alfer-tzat edukiko zuten-eta. Baina harri zorro-tzak animaliak zauritzeko balio zuela ikusizutenean, beste begirune batez hasiko zirentratatzen gure alferra. Teknologiak beti izandu propaganda ona.

Beste urrats bat: alferraren lagunen batekharri landua hartu eta emakume baten lepo-an jarri zuenean, alferraren lagunak ema-kumearen esker oneko irribarre sentsualairabaziko zuen. Gizaki okupatuak badakidekorazioaren alde apaingarria estimatzen.

Baina gure alferrak kobazuloko paretakmargotu zituenean? Irudi haiek ez zuten ehi-zarako balio, ezta emakumearen lepotik zin-

tzilikatzeko ere. Ez ziren teknologia, eztadekorazioa ere. Ez dago oso fantasia handi-koa izan beharrik komunitatean zer-nolakoeztabaida piztuko zen imajinatzeko: batzuekmarrazkiok itsusi amorratutzat zeuzkaten;baten bat izango zen, ordea, marrazkilarialferraren belarriak gozatuko zituena: «ede-rra duk zaldi hori, pottoko!».

Degigun jauzi sekulakoa denboran, etademagun Einsteinen erlatibitatearen teoria.Zertarako balio dezake? Ez du etekinik, ezdu bilakabide baliagarririk, etaetorkizunean halakorik izangoduen, ikusteko dago. Kobazulo-etako zoko galduren bat dagoenmargo baten antzekoa da. Ez duezertarako balio. Gehienera ere,errealitatea hobeto ulertzeko,baina horrek ez du ezer mate-rialik gorpuzten.

Hala ere, baliagarriaren etaalferrikakoaren muga ez da osoargia, eta, aldi berean, egia daatzo alferrikakoa zena, gaur era-bilgarri bihur daitekeela. Begiratu besterikez dago zer nolako industria sortu den kodegenetikoaren erabilgarritasun praktikoarenharitik. Baina Francis Crick-ek eta JamesWatsonek kodea deskubritu zutenean, ezzuten imajinatu ere egin deskubrimenduhark zer ekar zezakeen. Plazer hutsa eta erre-alitatearen alde ezkutu baten argiketa, lehenmomentuan ez zioten beste etekinik ikusideskubrimenduari. Badakigu zer gertatu dengero: zientzia hutsaren bideak ez dio Crickietekin ekonomikorik eman, errentagarrita-sun praktikoarenak, aldiz, Watson aberastudu.

Horra, bada, auziaren alde bat, nabarme-nena agian: ukitu, neurtu, zenbatu daiteke-en zerbait produzitzeak du benetako balioa.

Ba al dago beste desberdintasun nabar-menen bat erabilgarritasuna bilatzen zaionekimen intelektual baten eta hausnarketa‘inutila’ren artean? Aurrekoaren ondoriologiko bat: bezeroaren existentziarena. Gaur-ko artegintza plastikoan, inoiz ez bezala era-biltzen da ‘bezero’ hitza. Sarritan entzutenditugu horrelakoak: artea krisian baitago,bezeroek nahiago dute beste inbertsio-klasebatzuetara jo; bezeria krisian dago; bezero-en esku dago galerien etorkizuna… Bitxia

dirudi, baina badu bere logika.Ez da, noski, arte hutsaren logi-ka, baina artea ez da ba merka-tu batean mugitzen?

Beti oso praktikoa izan dengure euskal gizartean gero etahots gehiago entzuten ari garaikerketaren, bikaintasun zienti-fikoaren alde. Teknologiak etazientzia praktikoek ekarrikodigutela etorkizuna, han etahemen ez dugu besterik entzu-ten. Hori da gaurko buruzagi

politikoek eta akademikoek herri honentzatnahi luketen plan estrategikoaren muina,eta bide horretatik egiten ari diren inber-tsioak gero eta handiagoak dira.

Ez dut deus horren kontra. Edo bai. Ez duthumanitateei eta izpirituaren doaneko lan-ketari buruzko hitzik entzuten. Hor duguGuggenheim-en adibidea: arte munduan eginden ahaleginik garestiena —bai politikoki,bai ekonomikoki— diskurtso utilitarista bate-kin promozionatzen digute: sekulakoak omen,Bilbori ekarri dion ospea eta turismoarengorakada. Ekarri artistikoren bati buruzkohausnarketarik, bakar bat ere ez.

Miraz nago nola ez diren oraindik filoso-fia edo arte ederrak bezalako fakultateak bir-ziklatzen hasi.

Eta zer?Z��

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Charles Bukowski idazle estatubatuarraren 21 narrazio biltzen dituen ‘Sata-nen seme’ liburua kalean da. Mikel Olanok itzuli ditu kontakizunak ingelese-tik euskarara eta Elkarrek argitaratu du liburua. ‘Satanen seme’n BukowskikAEBetako jende xehearen erretratua egiten du, horretarako bere ohiko gaiakerabiliz: alkoholismoa, prostituzioa, idazlearen gainbehera, langileen etsipe-na, eta abar. Elkarrek Xabier Mendiguren Elizegiren ‘Elvis hil zen urtean’ ele-berria ere kaleratu du. Bertan, 1977ko hainbat euskal herritako errealitate sozia-la jaso du Mendigurenek.

Bukowskiren ‘Satanen seme’argitaratu da euskaraz

Herenegun kaleratu zuen Elkar argi-taletxeak, Mikel Laboak 1988an argita-ratutako ‘Lekeitioak’ diskoa CD eus-karrian. Argitaletxetik jakinarazi dute-nez, ‘Lekeitioak’ zen CD formatuankaleratu gabeko Laboaren disko baka-rra, eta bertan, Laboaren esentziarikberezkoena gordetzen da.

Laboaren‘Lekeitioak’,CDan

Euskal Herriko Unibertsitateko ArteEderretako ikasleen ehunen bat ikus--entzunezko obra ikusgai jarri dituzteBBVAren Bilboko aretoan. Argazki bil-dumek, bideo kreazioek eta multime-dia instalazioek osatzen dute aben-duaren 15a arte zabalik egongo den era-kusketa.

EHUko ikasleenlanak, ikusgai

JAVIER ROJO

atxi Salaberri Zaratiegik eta JuanJose Zubiri Lujanbiok biraoen bil-duma eskaini nahi izan dute‘Biraoak Nafarroan bilduak’ izen-

buruko liburu honetan. Liburua, funtsean,hiztegi moduko bat da, ikerketa lan batenondorioa, non, berriemaile-ei galdeketak eginez, halakozerrenda burutzea lortu bai-tute. Atal desberdinak dauz-ka liburuak: hiztegi modukoatala (alfabetoaren hurren-keran ordenatua), adierarenarabera sailkatutako birao-ak, indargarrien zerrendaeta literatur testuetatik ate-ratako atalak. Lana interes-garria da, dudarik gabe, etaahozko hizkuntzaren erabi-lera ezagutu nahi duenak horaurki dezake material inte-resgarria gutxitan urratuta-ko bideetan zehar abiatzeko.

Liburuak, nire ustez, ozto-po bat besterik ez dauka, eta,hitzaurrean egileek berekdiotena kontuan hartuta,nago haiek ere oztopo horrenjakitun direla: biraoenzerrenda eskaintzen zaigu,baina definizio lausoegiaeman diote biraoari, hainlausoa non zabalegiak gera-tzen baitira kontzeptu horrenmugak. Liburuan biraoak etairainak biltzen dira, baina, hainbat adibideikusita, ez dago jakiterik benetan non dago-en irainaren eta hitz deskriptibo arruntbaten arteko muga. ‘Burusoil’ hitza har deza-

gun. Liburu honetan iraina izango balitzbezala agertzen zaigu, baina ‘burusoil’ hi-tza iraina izango da halako helburuarekinerabiltzen bada, eta irainaren jasotzaileakhalakotzat hartzen badu. Gauzak honela,liburu honen irakurketatik, ondoriotzat ate-ra liteke iraina bera eta gaur egun politiko-ki ez-zuzentzat jotzen dena sinonimoak dire-

la. Edota edozein hitz irainizan daitekeela, halako hel-buruarekin erabilita bada-go.

Salaberrik eta Zubirik ezdute beste hitz honen berriematen liburuan (behintzatez dut aurkitu horren erre-ferentziarik), baina, Nafa-rroako euskaldun askorenahotan, ‘gipuzkoano’ hitzakgaitzespen kutsu handiadauka… Xehetasun haualde batera utzita, liburuabenetan interesgarria da,eta dibertigarria. Honela-ko harribitxiak aurkituahal ditugu: ‘goizoilanda’,‘poteoso’, ‘urde martxandi-za’.

Iraintzeko ere trebea izanbehar da, eta honelako hi-tzen oinarrian ironia ego-ten da askotan. Liburuhonekin topiko bat gezur-tatu nahi izan dute egileek,hots, euskaraz ez dagoelahonelako hitzik. Eta liburupraktikoa izan dadin, hau

da, irakurleek irainen beharra duteneanmomentuari hobekien dagokion hitza biladezaten, idazleak, ahal izan duten neurrian,irainaren gogortasuna zehazten saiatu dira.

Nola iraindu

Narrazioak

Patxi Salaberri Zaratiegieta Juan Jose ZubiriLujanbio. Biraoak Nafarroan bil-duak

Argitaletxea PamielaNafarroa, 2007Orrialdeal 344Salneurria 21, 40 €

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Anjel Lertxundi��

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«Gaurkoartegintzan,

inoiz ez bezalaerabiltzen da

‘bezero’ hitza»

ANTZ-AZTURAK. Bukowskiren 21 kontakizun euskaraz.

t 19LARUNBATA, 2007KO AZAROAREN 24A / EL CORREO BEGIAK ZORROZTEN

lecturasT20 EL CORREO / SÁBADO 24 DE NOVIEMBRE DE 2007

La figura del hombre que llevó a seismillones de judíos a la muerte, a Ale-mania al desastre y al mundo a la gue-rra sigue suscitando hoy el deseo decomprenderla y la misma fascinaciónque el mal en estado puro precisa-mente porque no se acaba de com-prender. Sobre esa fascinacióny ese deseo de ‘entender’ aldemonio del siglo XX acabóde escribir Mailer en lasvísperas de su falleci-miento esta obra, quetrata de explicar aAdolf Hitlermediante el fenó-meno del incesto.El punto de parti-da del libro es elencargo que reci-be Dieter, unagente de las SS,por parte deHimmler de inda-gar concienzuda-mente qué basecierta puede haberen los rumores quepesan sobre el ‘Führer’del origen semita de su pro-pio abuelo. Dieter se pondráenseguida manos a la obra yllegará a la ‘tranquilizadora’conclusión de que la acusaciónde sangre judía en Hitler estotalmente falsa pero confir-mará, sin embargo, en la nove-la que debe escribir en torno ala infancia y la adolescenciadel monstruo que sus orígenesson incestuosos por partidadoble. En realidad el materialnarrativa con el que está cons-

truida ‘El castillo del bosque’ es el pro-pio relato que Dieter debe fabricar. Loque el lector se encuentra en este tex-

to es toda la colección de fantasmas,obsesiones, deseos y temores, filias yfobias íntimas que constituyen la inte-rioridad del gran émulo de Satanás.

No es ajena a esta recreación nove-lesca de Hitler la condición de judío deNorman Mailer, que en este libro ha deluchar contra las propias obsesionesde su autobiografía. Mailer ha contadocómo la figura de Hitler, aborrecida porsu madre desde sus primeras apari-ciones en el escenario político, planeósobre toda su infancia. De esta mane-

ra, ‘El castillo en el bosque’ es tam-bién e inevitablemente una nove-

la sobre la propia interioridadpsicológica de Mailer, sobrecómo un judío ve a quién per-siguió de tan cruento modo asu etnia, sobre lo que puedepensar de una figura tanamenazante. Para llevar acabo este retrato del maltan arquetípico se puededecir que Norman Mailer

no repara en gastostécnicos y estilísti-cos. Hay en la nove-la elementos de lagran literaturacomo la falta de

pudor, la provoca-ción, la crítica radi-

cal o el humor ácidoy hay también trucos

más superficiales yefectistas que Mailer sabe

dominar a la perfeccióncomo padre que fue, junto a

Capote, del llamado ‘nuevoperiodismo’ y como el hábil bió-grafo que demostró también seren los retratos narrativos dePicasso, Marilyn Monroe o LeeHarvey Oswald. Aunque es pre-ciso señalar que esa facetaperiodística, que es la que másllega al lector medio, contras-ta con las pretensiones teoló-gicas del libro, con las lucu-braciones sobre Dios y el Demo-nio que a la hora de la verdadquizá terminan sirviendo paramagnificar injustamente la per-sonalidad burda de un matari-fe. Quizá hay demasiada lite-ratura y no siempre de la mejoren ‘El castillo del bosque’ paraexplicar a un sujeto vulgar, pesea los efectos catastróficos quetuvieron sus fantasías y deli-rios.

Norman Mailery descifrar a Hitler

Narrativa

Norman MailerEl castillo del bosque

Editorial Anagrama. Barcelona,2007Páginas 520Precio 25 €

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J. ERNESTO AYALA-DIP

Edith Wharton los lectoresla suelen conocer por sunovela ‘La Edad de la ino-cencia’. Este título agran-

dó su prestigio cuando Scorsese lopuso imágenes en una hermosa pelí-cula. Pero esta gran escritora nortea-mericana podría haber pasado a laposteridad incluso con obras de menorambición formal. Me refiero a dosnovelas cortas o ‘nouvelles’ como son‘Estío’ y la que comento ahora, ‘EthamFrome’. La Wharton fue discípula res-petuosa de Henry James. No lo fue porla densidad de sus tramas ni la ambi-güedad metódica de sus personajes.Lo fue sobre todo por el respeto escru-puloso a las leyes elementales de lospuntos de vista. En la novela que hoynos convoca, el punto de vista es capi-tal. Edith Wharton, como James,entiende que nada dice tanto como loque no se dice, que nada muestra tan-to como lo que se escon-de.

En el prefacio de esta‘nouvelle’, la Whartonhace referencia a esa cir-cunstancia técnica. Y yaen el relato mismo, elnarrador dice que «el sig-nificado más profundo deesta historia estaba pre-cisamente en las lagu-nas». Esta es la historiade un amor imposible.Estamos a fines del sigloXIX, en una zona rural yen la Nueva Inglaterra.Condimentos necesariospara dibujar un relatotriste como el que más.No tenemos que olvidarque lo que se nos cuenta,lo que nos cuenta elnarrador, es lo que sabe-mos a través de otrosrelatos secundarios queel narrador intenta sintetizar y vaciarde prejuicios para acercarnos a la ver-dad («Me contaron esta historia variaspersonas», comienza el narrador). Elgranjero Etham, su mujer y la primade ésta conforman el triángulo de unaspulsiones humanas al filo mismo dela tragedia. Y de la impotencia y lafrustración. Y, sin embargo, EdithWharton con ese material tan pocoproclive a ninguna esperanza ni feli-cidad, construye una novela corta deimpactante relevancia estética. Paramí ha sido un placer inmenso releer-la, el mismo que experimenté cuandome la descubrieron.

La estética delo imposible

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Narrativa

Edith WhartonEthan Frome

Trad. Ángela PérezEditorial Alba. Barcelo-na, 2007Páginas 165. Precio 13, 46 €

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MIGUEL ARTAZA

on cada nuevo libro que publi-ca, Iban Zaldua se confirmacomo uno de los mejores escri-tores vascos contemporáneos.

‘La isla de los antropólogos’, ‘Mentiras,mentiras, mentiras’, y, ahora, ‘Porvenir’son tres muestras de su dominio de ungénero tan difícil como el relato corto. Enrecopilaciones anteriores, el tema central

sobre el que giraba su literatura era casiexclusivamente el llamado ‘conflicto vas-co’.

Sin dejarlo de lado en absoluto, Zalduase pasa a la ciencia ficción, un género alque se confiesa adicto y que ya practicóen su hasta ahora única novela, ‘Si Sabi-no viviría’. Pero también la vida cotidia-na, las relaciones de pareja o las mater-no-filiales tienen cabida en sus cuentos.La naturalidad con la que Zaldua cambia

de registros, o mejor dicho, los adapta parasu propósito, es uno de sus mayores méri-tos como escritor.

Divertidos, redondos y diferentes, a

medio camino entre la literatura fantás-tica y el relato político, casi todos sus cuen-tos se sitúan en un contexto geográficoperfectamente reconocible: Euskadi. UnGargantúa que, en lugar de a un tobogán,conduce a un agujero espacio temporal;una interpretación en clave económicadel cuento de la Bella Durmiente; máqui-nas del tiempo; talleres de escritura cre-ativa que permiten a sus alumnos rees-cribir sus vidas... Estos son sólo algunosde los insólitos artefactos de los que elautor se vale para construir sus relatos,siempre frescos e impactantes. ‘Porvenir’,ganador del Premio Euskadi de Literatu-ra en Euskera 2006, es un libro indispen-sable.

Ficción vasca

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Narrativa

PorvenirIban Zaldua

Trad. El propioautorEditorial Len-gua de TrapoPáginas 182Precio 17, 50 €

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MIKEL CASAL

IÑAKI EZKERRA

Coincidiendo de manera inesperada con la muerte de Nor-man Mailer, Anagrama publica ‘El castillo del bosque’, laúltima novela de este escritor judío en la que recrea lainfancia de Hitler

MARÍA BENGOA

Excelente ‘nouvelle’ inédita de la auto-ra judía Irène Némirovsky (Kiev, 1903-Auschwitz,1942) que, tras una discre-ta carrera en los años 30, ha sido reu-bicada en el canon literario del sigloXX gracias al descubrimiento en 2004de ‘Suite Francesa’

Antes de que la editorial Salamandra editara en Espa-ña la conmovedora ‘Suite Francesa’, cuyo manuscri-to se descubrió inesperadamente en Francia y causóuna pequeña conmoción en el mundo editorial, Much-nik Editores ya había publicado en los años ochentados novelas breves de esta autora: una delicada perlarescatada del olvido, ‘El baile’, y otra traducida por elpropio Mario Muchnik, ‘Las moscas del otoño’. ‘Elardor de la sangre’, recién publicada, posee la breve-dad compositiva de aquellas ‘nouvelles’ ambientadasen torno a la adolescencia y su mismo encanto; si bienla madurez de planteamiento y las reflexiones del hom-bre casi anciano que la protagoniza se acercan más ala voz doliente de la extraordinaria ‘Suite Francesa’que ha conmocionado a más de un millón de lectoresen todo el mundo al relatar cómo los parisienses selanzaron a la huida cuando se acercaba la invasión

alemana y analizar des-pués sin piedad la ambi-valencia cruel de muchosfranceses ante la ocupa-ción.

La escritora de estasobras publicadas póstu-mamente fue hija de adi-nerados banqueros rusosque huyeron tras la revo-lución bolchevique aParís. Se licenció enLetras en la Sorbona, perosu prometedora carreraacabó a los 39 años enAuschwitz, asesinada porlos nazis. Hoy disfruta unasegunda vida literaria gra-cias a estos inéditos degran calidad aparecidos enuna maleta que dejó a suhija y –en el caso de lanovela que nos ocupa–completados por un des-cubrimiento de sus bió-grafos. Precisamente, elescenario en el que sedesarrolla ‘El ardor de lasangre’ es el pueblo realfrancés en el que se refu-gió Némirovsky antes deser capturada. Asistimos

al relato en primera persona de un hombre que resi-de en la campiña francesa entre la burguesía rural. Alas puertas de su vejez, la contemplación de una his-toria pasional que desemboca en un asesinato espoleasus recuerdos. Y resucita en él una parte de su pasa-do que había decidido olvidar.

Un inesperado giro que convertirá al narrador-testi-go en protagonista aumentará la tensión argumental yrelacionará a personajes ajenos en apariencia. Las pági-nas de la segunda parte del relato se atraviesan con laurgencia de asistir a sucesivas confesiones que desve-lan la compleja intriga. La hipocresía y el ocultamien-to típicos de una cerrada sociedad rural son analizadoscon maestría y el fuego de la pasión se relaciona con elciclo vital como si la edad fuera el único extintor anteplacer tan depredador y voluptuoso (‘el ardor de la san-gre’ del título).

La eficiencia del ritmo narrativo y la calidad de laprosa recuerdan por momentos a magnéticas novelasbreves como ‘El último encuentro’ de Sándor Márai, o‘Veinticuatro horas en la vida de una mujer’ de StefanZweig, dos contemporáneos de la Némirovsky a los quela vida les dio más tiempo y con los que, tras estas afor-tunadas recuperaciones, la malograda escritora judíapuede medirse.

t 21SÁBADO 24 DE NOVIEMBRE DE 2007/ EL CORREO LECTURAS

La pasión segúnNémirovsky PABLO MARTÍNEZ ZARRACINA

a joven Mei decide abrir una agencia de detec-tives en el centro de Pekín. Se trata de una

mujer independiente y emprende-dora que simboliza el cambio deuna sociedad en la que la moderni-dad entra en conflicto con las tra-

diciones más férreas. Mei conduce un bólidorojo y tiene como secretario a un hombre: estodo lo contrario a una chica sumisa y en oca-siones tiene que enfrentarse a reacciones fran-camente hostiles. Uno de sus familiares leencarga que averigüe el paradero de una joyade la dinastía Huan que fue robada durantela Revolución Cultural. Es probable que en elpersonaje de Mei haya mucho de Diane Wei

Lang, la autora de esta nove-la que viene precedida de cier-to éxito en los mercados inter-nacionales. En su época uni-versitaria, la joven escritorachina participó en los movi-mientos democráticos estu-diantiles y estuvo en la plazade Tiananmen. Después dejósu país y trabajó como profe-sora universitaria en EstadosUnidos e Inglaterra. Su pri-mera novela confirma que elgénero negro es un buen ins-trumento para analizar la rea-lidad social de un país. Lafotografía panorámica queDiane Wei Lang hace de laconvulsa China de nuestrosdías es lo mejor de esta correc-ta novela de intriga.

Intriga en Pekín

P. M. Z.

l alemán Bernard Schlink es un vie-jo conocido de los aficionados a lanovela negra. Junto a Walter Popp,creó al anciano detective Selb, un

antiguo fiscal nazi que resuelve casos en losque la intriga convive con el análisis de la his-toria reciente de Alemania. Además de lastres novelas de la serie de Selb, Schlink esautor de una novela muy medida y vagamen-

te autobiográfica, ‘El lector’,que obtuvo una gran acogida,y de una colección de histo-rias titulada ‘Amores en fuga’.Su nuevo libro es una histo-ria de reencuentros que guar-da algunas similitudes conestos últimos cuentos. El tonoantirretórico y la falta deénfasis, por ejemplo. Tambiénel interés por desenmarañarlas razones del pasado y elmodo en que la sombra deéste llega a nuestros días. Enesta ocasión el protagonistade la novela, Peter Debauer,es un hombre que decide ave-riguar cómo termina unanovela que, siendo un niño,leyó en la pequeña editorialde libritos populares que lle-vaban sus abuelos. Para ellotendrá que encontrar a suautor, que resultará ser unexperto en borrar sus propiosrastros. La búsqueda termi-nará teniendo implicaciones

personales para Debauer y le obligará aenfrentarse a su propia historia y a la de supaís. Ambientada en el Berlín dividido por elMuro, la novela de Schlink avanza con meti-culosidad por los intrincados laberintos deespejos de la memoria individual y colectiva.

Memoria y laberinto

Narrativa

Diane Wei LangEl ojo de jade

Trad. Lola DíezEditorial SiruelaMadrid, 2007Páginas 225Precio: 17, 90 €

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Narrativa

Bernhard SchlinkEl regreso

Trad. Rosa PilarBlancoEditorial Anagra-ma, Barcelona,2007Páginas 363Precio: 19, 50 €

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Narrativa juvenil

Carlos Ruiz ZafónLa Trilogía de laNiebla

Editorial PlanetaPáginas 878Precio 27, 50 €

‘La Trilogía de la Niebla’ reúnelas tres primeras obras queescribió para los jóvenes RuizZafón, antes de ser conocido por‘La Sombra del viento’. ‘El Prín-cipe de la Niebla’, ‘El Palacio dela Medianoche’ y ‘Las luces deseptiembre’ albergan tres ar-gumentos en los que cabe laintriga criminal y el suspensemás logrado, los hechos fantás-ticos y las escenografías góti-cas, trenes en llamas y hasta unfabricante de juguetes queesconde en su casa un secreto.

De aventura ymisterio

NarrativaLos príncipesvalientesJavier PérezAndújar

Editorial TusquetsPáginas 234Precio 17 €

En ‘Los príncipes valientes’Pérez Andújar presenta el rela-to autobiográfico de una inicia-ción en la literatura y la vida pre-sidida por los tebeos, las seriestelevisivas y los libros de quios-co; es decir, por esa culturamenor y plebeya que analizó Ecoen ‘Apocalípticos e integrados’.El autor, a través de esa niñez enuna ciudad del cinturón indus-trial de Barcelona, describe laeducación sentimental de unmuchacho que oye de su madrelas historias de un mundo ruralmitificado.

Educaciónintegrada

NarrativaJonathon KingEl filo azul de lamedianoche

Editorial PàmiesPáginas 282Precio 17, 95 €

Reconocida con el Premio Edgarde Novela, ‘El filo azul de lamedianoche’ se basa en las desa-pariciones de niños detrás delas cuales se halla un peligrosoasesino en serie. Quien investi-gará el caso es Max Freeman,un ex policía atormentado porel recuerdo de un tiroteo en elque mató a un niño y que lo ale-jó de ese oficio. Ahora Freemantiene no sólo la ocasión de redi-mirse resolviendo ese caso sinola necesidad de hacerlo porquelas circunstancias lo convier-ten en sospechoso.

El clásico expolicía

NarrativaStephen KingLa llegada de lostres

EditorialPlaza&JanésPáginas 540Precio: 22 €

En ‘La llegada de los tres’, Step-hen King presenta la segundaentrega de ‘La torre oscura’, enla que el heroico Roland es ata-cado por una banda de mons-truos marinos al despertarse enuna playa y vérselas con tressalidas, cada una de las cualeslo conduce a Nueva York a unmomento una persona distin-tos. En 1987 le espera un heroi-nómano; en 1964 una herederaafroamericana que ha perdidosus piernas en un accidente, yen 1977 la muerte en carne yhueso.

Una playa ytres salidas

Narrativa

Irène NémirovskyEl ardor de la sangre

Trad. J.A. Soriano MarcoEditorial: SalamandraBarcelona, 2007Páginas: 160Precio: 12,50 €

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CASTELLANO

FICCIÓN1. El niño con el pijama de rayas.

John Boyne. Salamandra2. La bodega. Noah Gordon. Roca

Editorial3. El mundo. Juan José Millás. Pla-

neta4. Villa Diamante. Boris Izaguirre.

Planeta5. La elegancia del erizo. Muriel Bar-

bery. Seix Barral6. La ladrona de libros. Markus

Zusak. Lumen7. Antonio B. el Ruso. Ramiro Pini-

lla. Tusquets8. Las benévolas. Jonathan Littell.

RBA9. El jardín de la oca. Toti Martínez

de Lezea. Maeva10. El cuaderno dorado. Doris Les-

sing. Ediciones B

NO FICCIÓN1. El viaje al amor. Eduardo Punset.

Destino2. Cartas a un joven español. Jose

Mª Aznar. Planeta3. Sexual-mente. Nuria Roca. Espa-

sa4. La era del estreñimiento. Oscar

Terol. El País-Aguilar5. Las mentiras del cambio climá-

tico. Jorge Alcalde. Libros libres6. Años de hierro. Pío Moa. La Esfe-

ra.7. El efecto Guggenheim. Iñaki Este-

ban. Anagrama8. El número de tontos. Juan Bas.

El Correo9. Adiós Cataluña. Albert Boadella.

Espasa.10. Jesús de Nazaret. Joseph Rat-

zinger. La esfera

EUSKERA

FIKZIOA1. Pijama marradunaz jantzitako.

John Boyne. Alberdania2. Dinosauroak Horizontean. Xabier

Amuriza. X. Amuriza3. Zu bezain azul. Karmele jaio. Elkar4. Zubigilea. Lutxo Egia. Susa5. Eskuetan mapak. Asier Serrano.

Txalaparta

EZ FIKZIOA1. Dakiguna ikasten. Patziku Peru-

rena. Alberdania2. Biraoak Nafarroan. P. Salaberri-

J.J. Zubiri. Pamiela3. Western basque festival. Miel A.

Elustondo. Susa4. Volksgeist/herri gogoa. Joxe

Azurmendi. Elkar5. Anarkia hutsa. Woody Allen. Meet-

tok

Librerías consultadas: Cámara (Euskalduna,6), Casa del Libro (Colón de Larreategui, 41 yAlda. Urquijo, 9), El Corte Inglés (Gran Vía,20), Elkar (Licenciado Poza, 11 e Iparraguirre,26), Tintas (Alda. San Mamés, 40 y GeneralConcha, 10), TopBooks (Gran Vía, 22) enBilbao. Arriaga Megadenda (San Prudencio,7), Casa del Libro (Arca, 11) y Study (Fueros,12) en Vitoria-Gasteiz.

LIBROS MÁSVENDIDOS

Ernest Hemingway

publicó ‘Por quién doblan las campanas’ en1940. Por primera vez, una prueba editorialcorregida a mano por el escritor saldrá a subas-ta el 29 de noviembre en una sesión de la salaSwann Galleries de Nueva York. La prueba estáfirmada por el escritor y dedicada a su amigoToby Bruce. El precio estimado de venta seencuentra entre 75.000 y 125.000 dólares.

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Kindle

es el nuevo dispositivo de lectura electrónicaque acaba de presentar Amazon.com, la mayorlibrería de internet. Cuesta 399 dólares, pesamenos de 300 gramos y su pantalla ofrece unacalidad de lectura semejante a la del papel.Kindle se conecta directamente sin cables aAmazon y permite comprar y leer 88.000 libros,al precio de unos 10 dólares cada uno.

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LAJETDEPAPEL

Astrid Lindgren

creadora de ‘Pipi Calzaslargas’, uno de los per-sonajes más célebres de la literatura infantil,ha cumplido este mes 100 años. Lindgren esun icono nacional en Suecia, donde todo el paísha festejado su cumpleaños. Nacida en 1907en Vimmerby, cuyos paisajes son los de las his-torias de Pipi, la escritora vivió luego en Esto-colmo y ahora reside en Vasastaden.

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Amélie Nothomb,

laureada con el premio del parisino Café deFlore por su novela ‘Ni d´Eve ni d´Adam’, seha comprometido solemnemente a acudir todoslos días de este año al Flore para tomarse lacopa de ‘pouilly-fumé’ que el establecimientoofrece gratis al ganador del premio. La nove-la de Nothomb fue excluida de la última vota-ción del Goncourt, aunque era la favorita.

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JOSÉ MARÍA ROMERA

prendimos de pequeños que losnombres propios de persona nodeben llevar artículo: Antonio,no ‘el Antonio’; Mercedes, no ‘la

Mercedes’. El empleo del artículo constitu-ye un vulgarismo que empequeñece, subes-tima y ofende al mencionado. Tal vez poreso en el habla actual va dejando de acom-pañar a determinados sustantivos comunes.Ya es normal oír expresiones como ‘Voy aresolver unos asuntos en Diputación’ o‘Fuentes de Gobierno informan de la aper-tura de negociaciones’. Aquí la Diputacióny el Gobierno parecen no sólo quedar per-sonificados, sino adquirir cierto rango denobleza precisamente por la omisión delnecesario determinante artículo. Bien, alfin y al cabo se trata de instituciones a lasque los ciudadanos profesan alguna forma

de respeto, como si se tratase de personasdistinguidas. Hay, por así decirlo, un factorpsicológico que explica el error. Donde resul-ta menos comprensible es en otras situa-ciones corrientes donde el nombre privadode artículo designa un lugar, espacio o depen-dencia común y corriente. Ocurre muchoen el lenguaje de la burocracia administra-tiva (‘Persónese en Secretaría’, ‘Hemos reci-bido un informe de Inspección’, en vez de‘la Secretaría’ o ‘la Inspección’), que proba-blemente ha inspirado a los hablantes enotros ámbitos donde la supresión del artí-culo ya es vicio habitual. ‘Abonen sus com-pras en caja’, advierte el rótulo de un comer-cio. ‘Te necesitamos en plató dentro de unahora’, dice la voz de un anuncio. ‘Acceso acomedor’, se lee en un bar-restaurante.‘Pidan información en mostrador’, en unatienda. ¿Será que el artículo está llamado adesaparecer?

IÑAKI EZKERRA

a historia del ‘Miserere’ deAllegri es el más hermosoejemplo que a uno le viene a lacabeza cuando se trata de ilus-

trar el fenómeno de la censura y su gra-tificante fracaso. No cabe imaginar unaobra más exageradamente prohibida.Aunque la prohibición que pesaba sobreella fuera parcial y quedara levantadadentro de los límites temporales de laSemana Santa o de los espaciales de laCapilla Sixtina, el castigo que amenaza-ba a quien se atreviera a vulnerarla erael de la excomunión. Nunca la violaciónde un ‘copyright’ tuvo una multa tan espi-ritual y pintoresca. A mediados del sigloXVII el músico cumplió el encargo hechopor el papa Urbano VIII de elaborar unapieza musical para ser única y exclusi-vamente interpretada bajo las pinturasde Miguel Ángel, una obra coral cuyasnotas y voces hubiesen sido sólo pensa-das y diseñadas para rebotar en los ángu-los y los arcos de la nave vaticana. El‘Miserere’ de Gregorio Allegri perma-neció como propiedad exclusiva del coropapal y como celoso secreto de la Iglesiadurante más de un siglo. Hasta el Vier-

nes Santo de 1770 en el que Mozart lo oyeen Roma y rompe esa ley de censura almemorizarlo. Al dejar la Capilla Sixtinaya se lo lleva íntegramente registrado ensu cabeza, dispuesto a reproducirlo fiel-mente fuera del templo. Cuando imagi-no a Mozart metido entre el público y gra-bando la pieza en el disco duro de sugenial cerebro no puedo evitar pensar enlo ajenos que se encontraban a ese hecholos personajes que formarían ese audi-torio. No puedo evitar especular sobre loinsólito que les habría resultado a todosellos tener noticia de los secretos movi-mientos que se estaban produciendo enla cabeza de Mozart en aquellos instan-tes y en la desproporcionada distanciaque habría entre esas cabezas y la delautor del Réquiem. Dicho de otra mane-ra, entre un grupo de tarugos, de apáti-cos, de sujetos vulgares, gregarios y con-formistas frente al veto papal, hay unindividuo que no ha acudido a esa misaa perder el tiempo; una sola mente pen-sante, consciente, activa; unos oídos comode agente secreto de la Humanidad, unosojos que miran de otra forma, que sesalen del tiempo. Lo que hubiera dadouno por ver esa mirada de desafío queatravesaba los siglos.

Censura

PUNTODEVISTALAMIRADA

JUEGODEPALABRAS

Sin artículo

MIGUEL GONZÁLEZ SAN MARTÍN

uando yo era niño se usabatanto la palabra ‘auto’ comola palabra ‘coche’. Al menosen mi pueblo, pero segura-

mente no sólo en mi pueblo. Algunasfamilias, pocas, tenían auto, como la deUlises, el de los tebeos. Resultaba cho-cante que la familia de Ulises tuvieraauto. Uno se figuraba que habrían sacri-ficado otras cosas a ese modo de viajary de distinguirse. Ahora, incluso sinsaber inglés, denominamos ‘roadmovies’ a películas, pero también anovelas, historias que suceden duran-te un viaje. La mayoría de las novelasson ‘road movies’ porque cuentan lascosas que pasan en viajes exteriores,como ‘El Quijote’ o ‘La Odisea’, perotambién en el interior de las cabezas olos corazones, o viajando en el tiempo.Tan importante como el medio en el quese viaja, es la velocidad con que se hace.Es un error creer que todos los viajesdeban ser vertiginosos. Sólo deberíarecorrerse paseando el camino que lle-va de San Polo a San Saturio. A veces,más como consecuencia del azar quepor una decisión deliberada, se produ-ce una sintonía perfecta entre la velo-cidad de los libros y la de su lectura.Uno de los elogios más tópicos de loscríticos, que más felices hace a los escri-tores, es que el libro se lea de un tirón.La velocidad de lectura no siempredepende de la voluntad del lector sinotambién de sus ocupaciones y de su esta-do de ánimo. Hay libros que se leen atrompicones, sea cual sea su velocidadintrínseca. Otras lecturas no se termi-nan nunca. Hay clásicos que fuimosdejando para otra ocasión y que ya nun-ca leeremos. ‘Rayuela’, que era unanovela desigual, más desigual al menosque los cuentos de Cortázar, se singu-larizó porque llevaba instrucciones deuso. Los más pedantes discutían si leshabía gustado más por un camino o porotro, leyendo de seguido o saltando entrecapítulos, como el escritor sugería quepodía hacerse. Hay libros que deberíanllevar como sencilla instrucción de lec-tura que no sean leídos, en ningún caso,de un tirón. Sucede con ‘La carretera’,de Cormac Mc Carthy, el último premioPulitzer, una inquietante ‘road movie’crepuscular. Lo he descubierto por cir-cunstancias, pero tengo la sensación deque ha sido un acierto leer ese libro deuna manera lenta y entrecortada.

La velocidadde los autos

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LECTURASt22 EL CORREO / SÁBADO 24 DE NOVIEMBRE DE 2007

MAURICIO-JOSÉ SCHWARZ

n ataque de herpes zóster, tam-bién conocido como ‘culebrilla’,dura de dos a cuatro semanas ycomienza habitualmente con sen-

sibilidad a la luz, dolor de cabeza, fiebre ymalestar general. Estos síntomas puedenanunciar también una migraña o variostipos de infecciones, y por ello el pacientepuede verse sujeto a diversos diagnósticosequivocados que retrasan el tratamientocorrecto de la afección. En un plazo de apro-ximadamente una semana se presenta undolor extremo en los nervios afectados, don-de aparece, en la mayoría de los casos, unaerupción que formará dolorosas vesícu-las llenas de un líquido seroso, y que lue-go se llenan de sangre para formar cos-tra en un plazo de 10 días más mientrasel dolor cede lentamente. Además, pue-de haber síntomas tan preocupantescomo la pérdida de la audición, cegue-ra, encefalitis, neumonía y, en muypocos casos, llevar a la muerte delpaciente.

Una vez que ha desaparecido la erup-ción, aproximadamente uno de cadacinco pacientes desarrolla una neural-gia postherpética (NPH), unatroz dolor constante y debili-tante que no siempre respondeal tratamiento y que puede alte-rar radicalmente la vida ordi-naria del paciente durantemeses o, incluso, años.

El responsable de este cua-dro sin duda preocupante es elvirus ‘varicella zoster’, o virusdel herpes humano, muy cono-cido por ser el responsable dela varicela, esa común enfer-medad que adquieren, pade-cen y superan prácticamentetodos los niños. La varicelaes más benigna en los pacien-tes de menor edad, y casinunca tiene secuelas graves,comenzando con síntomasgripales que evolucionanhacia dos o tres oleadas deerupciones con picor queforman pequeñas llagasabiertas que, habitual-mente, sanan sin dejar cica-triz. El principal peligro dela varicela es el contagio amujeres embarazadas, yaque el virus puede dañargravemente a los fetos demenos de 20 semanas dedesarrollo, provocando unavariedad de malformaciones ydesórdenes que pueden ser sumamenteseveros. El tratamiento de los síntomasde la varicela implica, según decisión delmédico, el uso de un poco de bicarbonato desodio en la bañera y el uso de antihistamí-nicos para paliar el prurito, parecetamol eibuprofeno (pero nunca, nunca, aspirina nimedicamentos que la contengan), una bue-na higiene de la piel para evitar infecciones

Nueva vacuna contra un antiguo virusEl doloroso herpes zóster, una afección

que aumenta entre los ancianos, tiene hoy

otra terapia para su control

ciencia y tecnología 23tSÁBADO 24 DE NOVIEMBRE DE 2007 / EL CORREO

Una importante observación realiza-da en el estado de Massachusets, en EEUU, fue que la incidencia de herpes zós-ter aumentó hasta casi duplicarse des-de que se empezó a incrementar lavacunación infantil contra la varice-la, de 1999 a 2003, confirmando que losadultos mejoraban su protección inmu-ne contra el herpes zóster si estabanexpuestos a niños con varicela. Quizáuna de las mejores formas de mejorarla efectividad de la vacuna contra elherpes zóster sea disminuir el uso dela vacuna contra la varicela, una para-doja que presenta difíciles aristas éti-cas y una elección compleja que tardeo temprano deberán tomar las autori-dades sanitarias.

La protecciónM.J.S.

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secundarias y el mal desaparece al cabo deunos veinte días, pero su agente causante,el virus del herpes humano, no lo hace.

Así como la ciencia ha descubierto diver-sos antibióticos para luchar contra infec-ciones causadas por bacterias y otros orga-nismos unicelulares, la lucha contra losvirus es una historia totalmente distinta.Los antibióticos son absolutamente inúti-les contra los virus (razón por la que no serecomienda el uso de antibióticos en episo-dios de gripe, que es ocasionada por unvirus). Para evitar las infecciones virales

hemos acudido, princi-palmente, a las vacunas,que al darle al cuerpo unaforma debilitada del virusle estimula a producirdefensas contra dichovirus, de modo que al pro-ducirse una infección seael propio cuerpo el queenfrenta a los virus. En el

caso de la varicela, la vacuna apenas se pusoa disposición de la práctica médica en 1995,pero la protección que ofrece no es perma-nente, y la vacuna debe volver a adminis-trarse cada diez años.

Estado latenteEl virus del herpes humano eseliminado de nuestro cuerpopor las defensas excepto en losganglios adyacentes a la colum-na vertebral, y de la base delcráneo, donde permanece enestado latente. Si estos virus sereactivan, por motivos que aúnno conocemos, recorren losnervios en una migraciónhacia la piel donde comienzana presentar los síntomas del herpes zóster.Curiosamente, las personas que por algunacausa no hayan padecido jamás la varicelason inmunes a esta forma más agresiva dela infección viral. El herpes zóster puede serpadecido por personas jóvenes, pero prin-

cipalmente afecta a personas mayores de 65años de edad. Las armas del médico en esecaso están muy limitadas: algunos antivi-rales que inhiben la replicación del ADNdel virus son el principal tratamiento, jun-to con diversos medicamentos que dismi-nuyen la severidad de los episodios. El tra-tamiento temprano con aciclovir reduce laduración del ataque y, sobre todo, evita losmás graves síntomas y la gravedad de la neu-ralgia postherpética, si ésta llega a presen-tarse. El tratamiento puede incluir ademásreposo en cama, lociones tópicas para cal-mar la erupción, aplicación de compresasfrías en las zonas cutáneas afectadas, este-roides e incluso antidepresivos, si los efec-tos del ataque se reflejan muy notablemen-te en el estado de ánimo del paciente.

En 2006, finalmente, se aprobó para su uti-lización una vacuna derivadade la que se utiliza contra lavaricela. En un estudio en elque se administró la vacuna a38.000 pacientes se demostróque evitaba la mitad de loscasos y, principalmente, sereducían los casos de neural-gia postherpética en dos ter-cios. Así, aunque la vacuna noes tan efectiva como lo son

otras que utilizamos, su utilidad puede sergrande en cuanto a la cantidad de sufri-miento que puede evitar. Sin embargo, y pese

a que ya se estáadministrando

en lugares comoel Reino Unido,

se trata de unavacuna costosa

(entre 100 y 200euros) de la que aún

no se conocen susposibles efectos

secundarios indesea-bles retardados, y tam-poco se sabe durantecuánto tiempo estaránprotegidos quienes sevacunan. En términosgenerales se reco-mienda sólo para per-

sonas de más de 60 añosque no tengan alergia a

ningún componente de lavacuna, que no tengan debi-

litado el sistema inmune poralguna otra afección, que no ten-

gan un historial de cáncer demédula ósea o sistema linfático y

que no tengan tuberculosis activay sin tratar. Pese a todas las adver-

tencias y conocimiento aún escasode la vacuna, algunas personas, espe-

cialmente quienes ya han sido vícti-mas de un ataque de herpes zóster, con-

sideran que conviene vacunarse, sin dudaalguna.

MIKEL CASAL

Las personas queno han padecidojamás varicelason inmunes

PUBLICIDADt16 EL CORREO / SÁBADO 24 DE NOVIEMBRE DE 2007

especial salÓn del cÓmic de getxo -...

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