especial 4º aniversario. nº 1 la plaza. mi plaza. nuestra … · 2015. 2. 16. · la...

2
El 15M se va a los barrios JUANVI JUANVI D espués de varias asambleas en las que se debate si debemos salir de Sol para irnos a los barrios y pueblos de la comunidad, se consigue llegar al acuerdo de levantar la acampada, dando opción a un grupo de irreductibles que decide quedarse y mantener un punto de información. Los demás, a primeros de junio, decidimos empezar a organizarnos en nuestras asambleas de forma local, acordando que seguiremos haciendo asambleas entre las distintas comisiones para llegar a consensos, pues hay problemas a nivel estatal y de comunidad que debemos seguir debatiendo. Esto tiene sus pros y sus contras. Entre lo bueno, que los temas empiezan a ser más específicos y fáciles de atacar, sobre todo a nivel local, pues nadie sabe mejor que tú lo que ocurre en tu pueblo. Al llevar el movimiento a los pueblos y barrios es más fácil expli- car a los vecinos lo que se está haciendo y damos la oportunidad de participar a compañeros que no suelen tener la opción de ir a Sol. En contra, los partidos intentan apoderarse del movimiento en los distintos pueblos, sobre todo antes de las elecciones, pero son fáciles de localizar y se tienen disputas importantes e interminables. Además, las manifestaciones en los barrios ya no son tan multitudinarias como las de Sol y no se publicitan en los medios, lo que nos resta mucha visibilidad. Conociéndonos y organizándonos En los pueblos y barrios las asambleas arrancan extrapolando la experiencia de Sol al resto de plazas. Se crean grupos de trabajo como los que había en Sol (Cultura, Educación, Social, Política, Economía, Parados, Sanidad, Comunicación, Medio ambiente, etcétera), y alguno nuevo, como Local o Ayuntamientos, que tienen como objetivo centrarse en los problemas propios de cada barrio. La expectación de estas primeras asambleas es enor- me, y, con lo que nos gusta litigar, se hacen eternas —un poco lo que pasó al principio del movimiento—. Luego se estabilizan con un número de personas más moderado, y la gente se centra más en in- tentar trabajar en las distintas comisiones. Durante el primer año entra y sale gente que viene a pedir apoyo al movimien- to: trabajadores que se ven abandonados por sus sindicatos, asociaciones de vecinos cuyas reivindicacio- nes de meses o años han sido obviadas por el ayuntamien- to de turno, asociaciones culturales que buscan su espacio, etcétera. En este tiempo se crea la Asamblea Popular de Ma- drid (APM) para coordinar y dinamizar a las asambleas locales. Asimismo, se crean también las interasambleas entre pueblos y barrios, según sus zonas, para coordinar sus acciones y conseguir un apoyo mayor en sus actividades. Uno de los grupos de trabajo más importantes, que ya empezó a funcio- nar en Sol y que merece un comentario aparte, es Vivienda, que prácticamente acabó fusionándose con la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) que surgió en toda la península. Y ya hemos visto que consiguie- ron parar más desahucios en todo el año que los que pararon en toda su vida los que dicen que nos represen- tan (quedando demostrado que representan a bancos, y no a la ciudadanía). Descentralizados pero unidos La primera vez que volvemos todos a Sol es en la manifestación del 19J, en la que formamos un bloque crítico contra el Pacto del Euro en una jornada de lucha que se repitió en más de 55 ciudades. Otro momento que quizá merece mención fue la visita del Papa en la JMJ de Ma- drid, en la que se demostró que el trato no es el mismo por parte de las fuerzas del Estado con unos ciudadanos que con otros cuando están en las calles. Un momento muy especial fue el 23J, cuando confluyeron en Madrid miles de personas que vinieron andando desde diversos puntos de España. Las columnas dieron mucha visibilidad al movimiento y lo llevaron por toda la geografía de la península, concluyendo en una gran manifestación en Sol, que ya muchos asumimos como nuestra plaza. “De norte a sur, de este a oeste, la lucha sigue cueste lo que cueste” . El momento más inter- nacional fue el 15O, donde volvimos a salir a la calle en 950 ciudades de 82 países unidos por un cambio global en el que se volvía a demostrar el músculo del 15M a la hora de llamar a la gente a que luche por sus derechos. Esta manifestación también valió para liberar el Hotel Madrid, referente del movimiento y uno de los primeros centros okupados en realojar familias desahuciadas (entre sus pare- des fue uno de los sitios donde se gestó este periódico). Seguro que se me olvidan muchas cosas que pasaron en este 2011, muchos grupos de trabajo que salieron, como Legal, Sinergias, etcétera. Pero quiero mencionar para acabar a todos aquellos que fueron detenidos durante ese año (gracias, compañeros, por vuestra lucha), pues la mayoría fue por la incom- prensión de lo que pasaba por parte de la clase política que no nos merecemos. ¡No nos representan! La Plaza. Mi Plaza. Nuestra Plaza STÉPHANE M. GRUESO STÉPHANE M. GRUESO E l pasado 16 de mayo de 2011 me mudé. Fue algo temporal. Duró algo menos de un mes pero durante esos días pasé —lite- ralmente— la mayor parte del tiempo (tanto del día como de la noche) en la madrileña Puerta del Sol, en la Plaza. En mi Plaza, nuestra Plaza. La Plaza se convirtió en nuestra casa, era un lugar donde vivir. Donde convivir y aprender. Un lugar de donde sencillamente no te podías ir. Me acuerdo de aquellas noches en las que te despedías de alguien a las cuatro de la mañana, cruzabas Sol para irte a dormir, pero una o dos horas más tarde te volvías a encontrar a esa persona en el otro lado de la plaza. Ninguno de los dos habíamos sido capaces de irnos de ella. Demasiados encuentros interesantes. Demasiado aprendizaje. Demasiada emoción como para perdértelo. Había muchas Plazas, todas distintas. Había tantas como acampadas en distintas ciudades. Tantas como personas, me atrevería a decir. Y tan diferentes como las personas entre sí. Yo viví la grande y mediática de Madrid, aquella Plaza con la mini-ciudad: comedores, biblioteca, dos puestos médicos, guardería, asambleas multitudinarias… Pero me acuerdo cómo me contaban compañeros de la acampada de Ávila que allí había noches en las que quedaban más tiendas de campaña que personas en su Plaza. De la dificultad de aguantar en esas condiciones. De cómo nos miraban. Y nosotros desde Madrid, mirando a Tahrir en El Cairo y a mil sitios más. Las Plazas fueron también lugares abiertos, documentados e interconectados. Lo documentábamos todo y lo subíamos a Internet. Desde Acampadasol seguimos los eventos del violento desalojo de la plaza de Catalunya en Barcelona, o conectamos en directo con la plaza Tahrir en Egipto y nos cruzamos mensajes de ánimo. Mensajes de gentes de continentes y realidades distintas que ocupaban sus plazas, donde ambos demandaban lo mismo. Demandábamos lo mismo: tener una vida digna. Aquí lo llamábamos por entonces “tener una Democracia Real Ya!” . La Plaza era, asimismo, ese lugar donde dejabas aparte, justo antes de entrar —y esto es muy importante—, tu bandera, tu color, tu filiación y tus prejuicios. Esto te permitía entrar como una simple persona, no como organización. No como representante de nadie. Y escuchabas a los demás. No había sitio para el cinismo en la Plaza. Las Plazas no han sido lo más importante que ha pasado en torno a esto que se viene denominando Movimiento 15M, pero sí que es verdad que han sido lugares, junto con el momento en el que las tomamos y demás circunstancias, que hicieron de aquello algo muy especial, además de ser el comienzo visible del movimiento. La Plaza fue para mí, y creo que para mucha gente, como una gran universidad de ciudadanía y humanidad. Mucha gente asistió en la Plaza a su primera asamblea. Yo me dediqué, por primera vez en mi vida, a pasar horas discutiendo multitud de temas con gente a la que no conocía antes, con la que no tenía nada que ver, de la que me diferenciaba mucha edad, o con la que no estaba nada de acuerdo, una práctica que no había hecho nunca antes en mi vida. Y sin duda enriquecedora. En la Plaza aprendimos lo que es el respeto. A aceptar la diferencia, recibir un no por respuesta. En la Plaza nos mezclamos “gente nueva” con activistas con una trayectoria previa. En la Plaza fue también donde nos enfrentamos por primera vez a la violencia en los desalojos y sellamos con firmeza ese acertado pacto de no violencia absoluta por nuestra parte, resistiendo toda suerte de provocaciones. A mi entender, una de nuestras mejores decisiones. Finalmente, las Plazas fueron algo efímero, como otras tantas cosas de eso que llamamos 15M. Efímero pero muy importante. Prácticas, modos que mutaron y dieron tantas otras cosas. De las Plazas nos fuimos a los barrios, donde formamos asambleas populares. Después el 15M se fue lentamente disolviendo como un azucarillo, pero impregnando otras tantas cosas. Cosas que no es que sean del 15M, pero que no habían surgido de esa forma sin el 15M, como por ejemplo las Mareas. Por cierto, queda mucho azucarillo. A veces pienso que se regenera por las noches, como el telar de Penélope. Las Plazas fueron lugares de diálogo y democracia. De cariño. De cuidados, de mirar al otro. De propuestas. Yo creo que las Plazas fueron el lugar donde muchos de nosotros cambiamos para siempre. Y para bien. E l 15M eclosionó tras la multitu- dinaria manifes- tación del 15 de mayo de 2011 en Ma- drid y otras 50 ciudades españolas. Había sido convocada por muchos colectivos, entre ellos la plataforma Democracia Real Ya y Juventud Sin Futuro. Los manifes- tantes expresaban su rechazo al desempleo, los recortes, la corrup- ción y a un sistema injusto que considera a las personas mercan- cías. Muchos pedían derechos básicos, como el de acceso a la vivienda, al trabajo, a la cultura, a una sanidad y educación de calidad… Cuando terminó la ma- nifestación, un grupo de personas decidió acampar en la Puerta del Sol. Fueron desalo- jados por la Policía, y esto encendió la llama de la indignación por todo el país. 19 de Junio 19 de Junio Manifestación contra Manifestación contra el Pacto del Euro el Pacto del Euro B ajo el lema ‘Con- tra el Pacto del Euro y contra la crisis y el capital’, más de un millón de personas salieron a las calles en una manifes- tación simultánea que se apoyó en más de 60 ciudades españolas y en 58 europeas para denunciar un nuevo recorte en el Estado de bienestar y exigir que se ayude a los ciudadanos y no a los mercados. En un acto de res- ponsabilidad cívica y respeto, los asistentes demostraron que aque- llos que nos tachaban de violentos estaban equivocados, pues a pesar de la gran afluen- cia de personas no hubo ningún incidente. 23 de Julio Llegan a Madrid las Llegan a Madrid las marchas indignadas marchas indignadas L a Marcha Popular Indignada movilizó a miles de personas, que partieron a pie o en bicicleta desde 16 ciudades españolas has- ta la Puerta del Sol para sumarse a la manifesta- ción del 23 de julio y a la celebración del II En- cuentro Estatal del 15M y el I Foro Social 15M. Divididas en ocho columnas, las marchas fueron celebrando asambleas en cada localidad que visitan con el ánimo de dar voz a todas las inquietudes y propuestas de estas lo- calidades para ponerlas en común a la llegada a Madrid y hacerlas llegar al Gobierno. 15 de Octubre Por un cambio global Por un cambio global E l 15 de octubre de 2011, el 15M traspa- só las fronteras para convertirse en un gran movimiento global. Millones de personas de todos los rincones del mundo tomaron las calles y las plazas en más de 950 ciudades de hasta 82 países para exi- gir juntos una auténtica democracia, uniendo sus voces en un único grito: “Unid@s por un cambio global” . En Madrid, cinco columnas confluyeron en dirección a una aba- rrotada Puerta del Sol. Con pancartas como “Somos el 99%” o “15O, el cambio está en ti” , la manifestación discurrió de forma pacífica y ani- mada por los cánticos, proclamas y grupos de batucada. ESPECIAL 4º ANIVERSARIO. Nº 1 madrid 15m Nº 33 – FEBRERO 2015M Asamblea en la plaza de Fuenlabrada. A.P. 15M FUENLABRADA Acampada en Sol. MARCOS VEGA Más de un millón de personas salió a la calle. ÁLVARO MINGUITO Euforia tras un millón de pasos. BALANCÍN DE BLANCOS Concentración en Sol. LAINFORMACION.COM 2 2 2 2 2 23 3 3 3 3 3 d d d d d de J J J J J Ju u u u u ul l l l l li i i i i io 2 2 2 2 2 23 3 3 3 3 3 d d d d d de J J J J J Ju u u u u ul l l l l li i i i i io Cinco columnas confluyeron en Sol. BALANCÍN DE BLANCOS Asamblea de Villa de Vallecas. A.P. 15M VILLA DE VALLECAS 1 1 1 1 1 15 5 5 5 5 5 d d d d d de e e e e e O O O O O Oc c c c c ct t t t t tu u u u u ub b b b b br r r r r r e e e e e e 1 1 1 1 1 15 5 5 5 5 5 d d d d d de e e e e e O O O O O Oc c c c c ct t t t t tu u u u u ub b b b b br r r r r r e e e e e e

Upload: others

Post on 10-Sep-2020

1 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: ESPECIAL 4º ANIVERSARIO. Nº 1 La Plaza. Mi Plaza. Nuestra … · 2015. 2. 16. · la manifestación del 19J, en la que formamos un bloque crítico contra el Pacto del Euro en una

El 15M se va a los barrios

JUANVIJUANVI

Después de varias asambleas en las que se debate si debemos salir de Sol

para irnos a los barrios y pueblos de la comunidad, se consigue llegar al acuerdo de levantar la acampada, dando opción a un grupo de irreductibles que decide quedarse y mantener un punto de información. Los demás, a primeros de junio, decidimos empezar a organizarnos en nuestras asambleas de forma local, acordando que seguiremos haciendo asambleas entre las distintas comisiones para llegar a consensos, pues hay problemas a nivel estatal y de comunidad que debemos seguir debatiendo.

Esto tiene sus pros y sus contras. Entre lo bueno, que los temas empiezan a ser más específi cos y fáciles de atacar, sobre todo a nivel local, pues nadie sabe mejor que tú lo que ocurre en tu pueblo. Al llevar el movimiento a los pueblos y barrios es más fácil expli-car a los vecinos lo que se está haciendo y damos la oportunidad de participar a compañeros que no suelen tener la opción de ir a Sol. En contra, los partidos intentan apoderarse del movimiento en los distintos pueblos, sobre todo antes de las elecciones, pero son fáciles de localizar y se tienen disputas importantes e interminables. Además, las manifestaciones en los barrios ya no son tan

multitudinarias como las de Sol y no se publicitan en los medios, lo que nos resta mucha visibilidad.

Conociéndonos y organizándonos

En los pueblos y barrios las asambleas arrancan extrapolando la experiencia de Sol al resto de plazas. Se crean grupos de trabajo como los que había en Sol (Cultura, Educación, Social, Política, Economía, Parados, Sanidad, Comunicación, Medio ambiente, etcétera), y alguno nuevo, como Local o Ayuntamientos, que tienen como objetivo centrarse en los problemas propios de cada barrio.

La expectación de estas primeras asambleas es enor-

me, y, con lo que nos gusta litigar, se hacen eternas —un poco lo que pasó al principio del movimiento—. Luego se estabilizan con un número de personas más moderado, y la gente se centra más en in-tentar trabajar en las distintas comisiones.

Durante el primer año entra y sale gente que viene a pedir apoyo al movimien-to: trabajadores que se ven abandonados por sus sindicatos, asociaciones de vecinos cuyas reivindicacio-nes de meses o años han sido obviadas por el ayuntamien-to de turno, asociaciones culturales que buscan su espacio, etcétera.

En este tiempo se crea la Asamblea Popular de Ma-drid (APM) para coordinar y dinamizar a las asambleas

locales. Asimismo, se crean también las interasambleas entre pueblos y barrios, según sus zonas, para coordinar sus acciones y conseguir un apoyo mayor en sus actividades.

Uno de los grupos de trabajo más importantes, que ya empezó a funcio-nar en Sol y que merece un comentario aparte, es Vivienda, que prácticamente acabó fusionándose con la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) que surgió en toda la península. Y ya hemos visto que consiguie-ron parar más desahucios en todo el año que los que pararon en toda su vida los que dicen que nos represen-tan (quedando demostrado que representan a bancos, y no a la ciudadanía).

Descentralizados pero unidos

La primera vez que volvemos todos a Sol es en la manifestación del 19J, en la que formamos un bloque crítico contra el Pacto del Euro en una jornada de lucha que se repitió en más de 55 ciudades.

Otro momento que quizá merece mención fue la visita del Papa en la JMJ de Ma-drid, en la que se demostró que el trato no es el mismo por parte de las fuerzas del Estado con unos ciudadanos que con otros cuando están en las calles.

Un momento muy especial fue el 23J, cuando confl uyeron en Madrid miles de personas que vinieron andando desde

diversos puntos de España. Las columnas dieron mucha visibilidad al movimiento y lo llevaron por toda la geografía de la península, concluyendo en una gran manifestación en Sol, que ya muchos asumimos como nuestra plaza. “De norte a sur, de este a oeste, la lucha sigue cueste lo que cueste”.

El momento más inter-nacional fue el 15O, donde volvimos a salir a la calle en 950 ciudades de 82 países unidos por un cambio global en el que se volvía a demostrar el músculo del 15M a la hora de llamar a la gente a que luche por sus derechos. Esta manifestación también valió para liberar el Hotel Madrid, referente del movimiento y uno de los primeros centros okupados en realojar familias desahuciadas (entre sus pare-des fue uno de los sitios donde se gestó este periódico).

Seguro que se me olvidan muchas cosas que pasaron en este 2011, muchos grupos de trabajo que salieron, como Legal, Sinergias, etcétera. Pero quiero mencionar para acabar a todos aquellos que fueron detenidos durante ese año (gracias, compañeros, por vuestra lucha), pues la mayoría fue por la incom-prensión de lo que pasaba por parte de la clase política que no nos merecemos. ¡No nos representan!

La Plaza. Mi Plaza. Nuestra PlazaSTÉPHANE M. GRUESOSTÉPHANE M. GRUESO

El pasado 16 de mayo de 2011 me mudé. Fue algo temporal. Duró algo menos de un mes pero

durante esos días pasé —lite-ralmente— la mayor parte del tiempo (tanto del día como de la noche) en la madrileña Puerta del Sol, en la Plaza. En mi Plaza, nuestra Plaza.

La Plaza se convirtió en nuestra casa, era un lugar donde vivir. Donde convivir y aprender. Un lugar de donde sencillamente no te podías ir. Me acuerdo de aquellas noches en las que te despedías de alguien a las cuatro de la mañana, cruzabas Sol para irte a dormir, pero una o dos horas más tarde te volvías a encontrar a esa persona en el otro lado de la plaza. Ninguno de los dos habíamos sido capaces de irnos de ella. Demasiados encuentros interesantes. Demasiado aprendizaje. Demasiada emoción como para perdértelo.

Había muchas Plazas, todas distintas. Había tantas como acampadas en distintas ciudades. Tantas como personas, me atrevería a decir. Y tan diferentes como las personas entre sí. Yo viví la grande y mediática de Madrid, aquella Plaza con la mini-ciudad: comedores, biblioteca, dos puestos médicos, guardería, asambleas multitudinarias… Pero me acuerdo cómo me contaban compañeros de la acampada de Ávila que allí había noches en las que quedaban más tiendas de

campaña que personas en su Plaza. De la difi cultad de aguantar en esas condiciones. De cómo nos miraban. Y nosotros desde Madrid, mirando a Tahrir en El Cairo y a mil sitios más.

Las Plazas fueron también lugares abiertos, documentados e interconectados. Lo documentábamos todo y lo subíamos a Internet. Desde Acampadasol seguimos los eventos del violento desalojo de la plaza de Catalunya en Barcelona, o conectamos en directo con la plaza Tahrir en Egipto y nos cruzamos mensajes de ánimo. Mensajes de gentes de continentes

y realidades distintas que ocupaban sus plazas, donde ambos demandaban lo mismo. Demandábamos lo mismo: tener una vida digna. Aquí lo llamábamos por entonces “tener una Democracia Real Ya!”.

La Plaza era, asimismo, ese lugar donde dejabas aparte, justo antes de entrar —y esto es muy importante—, tu bandera, tu color, tu fi liación y tus prejuicios. Esto te permitía entrar como una simple persona, no como organización. No como

representante de nadie. Y escuchabas a los demás. No había sitio para el cinismo en la Plaza.

Las Plazas no han sido lo más importante que ha pasado en torno a esto que se viene denominando Movimiento 15M, pero sí que es verdad que han sido lugares, junto con el momento en el que las tomamos y demás circunstancias, que hicieron de aquello algo muy especial, además de ser el comienzo visible del movimiento.

La Plaza fue para mí, y creo que para mucha gente, como una gran universidad de ciudadanía y humanidad. Mucha gente asistió en la Plaza a su primera asamblea. Yo me dediqué, por primera vez en mi vida, a pasar horas discutiendo multitud de temas con gente a la que no conocía antes, con la que no tenía nada que ver, de la que me diferenciaba mucha edad, o con la que no estaba nada de acuerdo, una práctica que no había hecho nunca antes en mi vida. Y

sin duda enriquecedora. En la Plaza aprendimos lo que es el respeto. A aceptar la diferencia, recibir un no por respuesta. En la Plaza nos mezclamos “gente nueva” con activistas con una trayectoria previa.

En la Plaza fue también donde nos enfrentamos por primera vez a la violencia en los desalojos y sellamos con fi rmeza ese acertado pacto de no violencia absoluta por nuestra parte, resistiendo toda suerte de provocaciones. A mi entender, una de nuestras mejores decisiones.

Finalmente, las Plazas fueron algo efímero, como otras tantas cosas de eso que llamamos 15M. Efímero pero muy importante. Prácticas, modos que mutaron y dieron tantas otras cosas. De las Plazas nos fuimos a los barrios, donde formamos asambleas populares. Después el 15M se fue lentamente disolviendo como un azucarillo, pero impregnando otras tantas cosas. Cosas que no es que sean del 15M, pero que no habían surgido de esa forma sin el 15M, como por ejemplo las Mareas. Por cierto, queda mucho azucarillo. A veces pienso que se regenera por las noches, como el telar de Penélope.

Las Plazas fueron lugares de diálogo y democracia. De cariño. De cuidados, de mirar al otro. De propuestas.

Yo creo que las Plazas fueron el lugar donde muchos de nosotros cambiamos para siempre. Y para bien.

El 15M eclosionó tras la multitu-dinaria manifes-tación del 15 de

mayo de 2011 en Ma-drid y otras 50 ciudades españolas. Había sido convocada por muchos colectivos, entre ellos la plataforma Democracia Real Ya y Juventud Sin Futuro. Los manifes-tantes expresaban su rechazo al desempleo, los recortes, la corrup-ción y a un sistema injusto que considera a las personas mercan-cías. Muchos pedían derechos básicos, como el de acceso a la vivienda, al trabajo, a la cultura, a una sanidad y educación de calidad… Cuando terminó la ma-nifestación, un grupo de personas decidió acampar en la Puerta del Sol. Fueron desalo-jados por la Policía, y esto encendió la llama de la indignación por todo el país.

19 de Junio19 de Junio

Manifestación contra Manifestación contra el Pacto del Euroel Pacto del Euro

Bajo el lema ‘Con-tra el Pacto del Euro y contra la crisis y el capital’,

más de un millón de personas salieron a las calles en una manifes-tación simultánea que se apoyó en más de 60 ciudades españolas y en 58 europeas para denunciar un nuevo recorte en el Estado de

bienestar y exigir que se ayude a los ciudadanos y no a los mercados.

En un acto de res-ponsabilidad cívica y respeto, los asistentes demostraron que aque-llos que nos tachaban de violentos estaban equivocados, pues a pesar de la gran afl uen-cia de personas no hubo ningún incidente.

23 de Julio

Llegan a Madrid las Llegan a Madrid las marchas indignadasmarchas indignadas

La Marcha Popular Indignada movilizó a miles de personas, que partieron a pie

o en bicicleta desde 16 ciudades españolas has-ta la Puerta del Sol para sumarse a la manifesta-ción del 23 de julio y a la celebración del II En-cuentro Estatal del 15M y el I Foro Social 15M.

Divididas en ocho columnas, las marchas fueron celebrando asambleas en cada localidad que visitan con el ánimo de dar voz a todas las inquietudes y propuestas de estas lo-calidades para ponerlas en común a la llegada a Madrid y hacerlas llegar al Gobierno.

15 de Octubre

Por un cambio globalPor un cambio global

El 15 de octubre de 2011, el 15M traspa-só las fronteras para convertirse en un

gran movimiento global. Millones de personas de todos los rincones del mundo tomaron las calles y las plazas en más de 950 ciudades de hasta 82 países para exi-gir juntos una auténtica democracia, uniendo sus voces en un único

grito: “Unid@s por un cambio global”.

En Madrid, cinco columnas confl uyeron en dirección a una aba-rrotada Puerta del Sol. Con pancartas como “Somos el 99%” o “15O, el cambio está en ti”, la manifestación discurrió de forma pacífi ca y ani-mada por los cánticos, proclamas y grupos de batucada.

ESPECIAL 4º ANIVERSARIO. Nº 1

madrid15mNº 33 – FEBRERO 2015M

Asamblea en la plaza de Fuenlabrada. A.P. 15M FUENLABRADA

Acampada en Sol. MARCOS VEGA

Más de un millón de personas salió a la calle. ÁLVARO MINGUITO

Euforia tras un millón de pasos. BALANCÍN DE BLANCOS

Concentración en Sol. LAINFORMACION.COM

222222333333 dddddde JJJJJJuuuuuulllllliiiiiio222222333333 dddddde JJJJJJuuuuuulllllliiiiiio

Cinco columnas confl uyeron en Sol. BALANCÍN DE BLANCOS

Asamblea de Villa de Vallecas. A.P. 15M VILLA DE VALLECAS

111111555555 ddddddeeeeee OOOOOOccccccttttttuuuuuubbbbbbrrrrrreeeeee111111555555 ddddddeeeeee OOOOOOccccccttttttuuuuuubbbbbbrrrrrreeeeee

Page 2: ESPECIAL 4º ANIVERSARIO. Nº 1 La Plaza. Mi Plaza. Nuestra … · 2015. 2. 16. · la manifestación del 19J, en la que formamos un bloque crítico contra el Pacto del Euro en una

Nacida a la par que el movimiento para darle voz, a la vista de cómo los medios de comunicación ignoraban, cuando no deformaban, la realidad del 15M.

Comisión formada durante la acampada con la fi nalidad de documentar, archivar y custodiar los diversos materiales surgidos a lo largo de la permanencia en la plaza.

El grupo se constituyó en los aledaños de Sol para debatir y trabajar documentos y propuestas específi cas sobre temas de economía y trabajo.

Comisión surgida al inicio de la acampada contra el sistema patriarcal y capitalista para garantizar la igualdad real entre todas las personas.

Surgieron al calor del 15M primero en Barcelona y después en el resto de la península, y, más que nacer, renacieron, recuperando viejas luchas por los derechos sociales.

Surgió horas después de que fi nalizara la manifestación que dio origen a la acampada para asesorar en la defensa legal a los participantes y personarse en la defensa de los detenidos o lesionados.

En febrero de 2012 veía la luz el primer número del periódico de asambleas para ser instrumento de propaganda tanto dentro como fuera del movimiento y servir como elemento de cohesión del mismo.

Se formó al inicio del movimiento indignado en mayo del 2011 para tratar los temas medioambientales tanto a nivel local como global.

Asamblea temática que surge para debatir estrategias a corto plazo que permitan la participación permanente de la ciudadanía en la política.

Surge para luchar por el fi n de la mercantilización del arte y la educación y reivindicar un uso de los recursos públicos que responda a las necesidades de la sociedad.

Nace a fi nales de marzo de 2012 para servir de plataforma audiovisual a todas las asambleas y colectivos mediante una web colectiva.

Grupos de trabajo y asambleas de barrio constituyen el TCJ ante la necesidad de perseguir a los causantes de la crisis e investigar el fraude masivo bancario.

madrid15mNº 33 – FEBRERO 2015M

20 mayo 2011: Formulación de propues

tas y

gran manifestación en Sol.

25 julio 2011: I Foro Social 15M e i

nicio

de la Marcha a Bruselas.

17 noviembre 2011: Manifestación a f

avor

de la educación pública.

15 junio 2011: Primera victoria cont

ra

los desahucios en Tetuán.

25 septiembre 2011: Manifestación po

r el

derecho a la vivienda.

29 marzo 2012: Huelga general contra la

reforma laboral.

4 marzo 2012: Consulta popular sobre

la

privatización del Canal de Isabel II

.

21 junio 2011: Grito mudo que desafía a

la Junta Electoral.

18 septiembre 2011: Manifestación a favor

de la sanidad pública.

11 marzo 2012: Manifestación contra la

reforma laboral.

23 febrero 2012: Manifestación bajo el

lema ‘Golpe de Estado Financiero’.

28 mayo 2011: Descentralización en asambleas de barrios y pueblos.

26 agosto 2011: Manifestación en contra de la reforma de la Constitución.

29 enero 2012: Concentración y asamblea en Sol contra la represión policial.

Sin fronteras:2011 cambió la historia

DAVID BOLLERO

Echar la vista atrás y tra-tar de repasar un año como 2011 no resulta sencillo. Había llegado

a Londres de manera voluntaria, con casi cuatro años de crisis en la mochila y todavía ajeno a que lo peor estaría por llegar. Aquel año contemplé desde la capital británica cómo un grupo de personas tomaba la Puerta del Sol de Madrid, cómo ciudadanos de toda España conformaban el 15M. Y cuando digo de toda España no me refi ero solo a los afi ncados en el país, sino a todos los que por un motivo u otro habíamos emigrado.

Recuerdo las primeras concentraciones ante la embajada de España en Londres, cómo éstas fueron creciendo poco a poco, cantando los mismos eslóganes que se coreaban en Sol, y cómo todos ellos inspirarían en octubre de 2011 Occupy London, que fue capaz de poner en jaque a la City.

Las sensaciones que me recorren el cuerpo con ma-yor rigor son las de orgullo y solidaridad. Orgullo de mi país, pero no desde la ópti-ca rancia de lo que algunos llaman “patriotismo”, sino de pertenecer a un grupo de gente, a un pueblo que entonces luchaba por su dignidad, apoyándose unos en otros, traspasando fron-teras y nacionalidades, pues cada vez era más frecuente codearse con irlandeses, griegos, portugueses... Conectando físicamente y a través de las redes sociales.

José Aparicio y su pareja habían emigrado unos me-ses antes a Malta, “dejando el país por una sensación de estancamiento, por un des-encanto hacia lo que pasaba y cómo pasaba más que por una realidad laboral”. Para José el 15M “fue una bomba con onda expansiva, nos levantó el estado de ánimo a muchos que estábamos fuera, y viví esos días con una mezcla de felicidad y decepción por no poder participar, pero siempre sintiéndolo propio”.

Al otro lado del charco, en Argentina desde 2008, Alicia González cuenta que “por residir en una ciudad con tanta tradición de lucha como Buenos Aires, viví los inicios del 15M de manera muy activa”. No tardó en formarse Democracia Real Ya Buenos Aires, “reu-niéndonos en una primera convocatoria a unos pocos en la plaza de Mayo con pancartas de solidaridad con los que estaban en Sol”. Una plataforma que iría estructurándose, ayudada también por simpatizan-tes argentinos que tenían mucha experiencia en la “protesta organizada”. Fue la distancia, con aconteci-mientos como la expropia-ción de Repsol YPF, la que hizo a Alicia ser consciente de “la maquinaria global” que manipula los hechos, evidenciado “la unanimi-dad en los discursos de las formaciones tradicionales”.

Marta Callava y Miriam Alonso forman parte de la Marea Granate en Dublín. Marta dejó España en 2008 “ante las malas perspectivas laborales y salariales”, y ha

conseguido trabajar como traductora. Recuerda cómo “en Irlanda recibimos los coletazos del 15M en forma de la acampada Occupy Dame Street (una de las ca-lles principales) y una serie de movimientos sociales heterogéneos que surgie-ron”, como Real Demo-cracy Now o Dublin Says No. Marta era consciente del “momento histórico” y veía con ilusión cómo “los ciudadanos habían desper-tado y estaban tomando la responsabilidad y el poder de decisión que, en cierto modo, nos arrebatan los partidos”.

Miriam, por su parte, llegó a Dublín tan solo 6 días antes de que se alumbrara el 15M para per-feccionar inglés para unas oposiciones de Secundaria que nunca llegaron. Unos días antes del 15M, ella misma volvió desencan-tada con el poco público que había acudido a una manifestación en Madrid convocada por Juventud sin Futuro, y cuando vio en la televisión la Puerta del Sol “fue un alivio, un subidón”, incluso “buscamos vuelos para ir a Madrid”.

Acabaríamos 2011 con la victoria del PP y el anuncio un 30 de diciembre de los mayores recortes presupuestarios de nuestra democracia. No sabíamos aún que lo peor estaría por llegar, pero también lo me-jor con un 15M replicado y amplifi cado en multitud de Mareas, movimientos vecinales y un poder ciuda-dano ante el que las élites económicas llevan tiempo temblando.

15M en Catalunya: historia de una estrellaALFONSO LÓPEZ ROJO

La noche del 16 de mayo de 2011, un hecho singular ocurrió en la plaza de

Catalunya de Barcelona: dos jóvenes disfrazados de astronautas plantaron una bandera okupa en el centro de la gran estrella que, en forma de rosa de los vientos, decora el suelo de la plaza. Con esta sencilla parodia de las conocidas imágenes de “la llegada del hombre a la Luna” se iniciaba simbólicamente la acampada de Barcelona. Justo un día después de la acampada en la Puerta del Sol de Madrid, y justo un día después de la concurri-da manifestación que —al igual que en numerosas localidades del Estado— había recorrido las calles barcelonesas bajo este lema común: “No somos mercadería en manos de políticos y banqueros”.

Pero si aquellos anónimos astronautas se volatilizaron entre los primeros participantes de la acampada, la estrella de la plaza permaneció para siempre en el movimiento del 15M en Catalunya, y a que de manera espontánea fue tácitamente adoptada como símbolo, no solo en la ciudad y sus barrios, sino en todas las poblaciones catalanas que tuvieron par-te activa en el movimiento.

Desde el comienzo la acampada no paró de crecer, tanto en número de participantes como en ca-pacidad de organización. En pocos días, la plaza de Catalunya se convirtió en un espacio lleno de vida. Y la icónica estrella pasó a convertirse en la base de un organigrama que daba cabida a las numerosas comisiones que se fueron

formando. Un puesto de información central orientaba a las miles de personas que se acercaban a la plaza, y una cocina, siempre llena de volunta-rios, se encargaba de reco-ger alimentos donados y de elaborar comidas para cientos de personas.Todo parecía perfecto, tanto que casi costaba creer que tras el letargo de las luchas sociales emergiera un movimiento de aquellas características. Pero de lo que nadie dudaba es que la causa así lo merecía. Tampoco se sabía lo que iba a venir. Y lo que iba a venir vino, y tanto que vino. Sobre la estrella de la plaza de Catalunya se sucedieron en poco tiempo el entusiasmo y la represión con el mismo grado de intensidad.

Allí quedó la noche de la jornada de refl exión electoral (21 de mayo), una muestra de desobediencia civil ejemplar. Allí aconteció el violento desalojo policial de la acampada (27 de mayo) y la rápida recuperación del espacio público de la plaza con esta consigna: “¡No tenemos miedo!”.

Sobre la estrella se vivió, también, la insólita noche de celebración de la victoria del Barça en la Champions (28 de mayo), una mezcla de fútbol y reivindicación social

difícilmente repetible... Mientras que el propio hilo de los acontecimientos fue el que hizo que la estrella y la multitud se desplazaran hasta el Parlament de Catalunya (15 de junio) para denunciar la aprobación de los primeros recortes sociales draconianos. Nueva jornada intensa ésta a la que sucedió (19 de junio) una manifestación multitudinaria por las calles de la ciudad en contra de la criminalización del movimiento. Poco después se organizaría la participación en la Marcha Popular Indignada, que culminaría el 23 de julio de 2011 con la llegada a Madrid de las columnas organizadas de todo el Estado.

Pues bien, casi ni que decir tiene que la pancarta que encabezaba a la columna de Catalunya en la marcha indignada no era otra que la que, desde el comienzo de la acampada, representaba a la estrella de la plaza en el punto de información del movimiento. Al llegar a la Puerta del Sol, unos jóvenes colgaron la pancarta en un andamio. La estrella quedó bien alta. Tan alta como la dignidad que rebosó por doquier en esta primera etapa del movimiento del 15M. Respetémosla.

DD

avaypAlglcE1Easme

clefpeei2f

yy

Occupy Dame Street in Dublin. Irlanda, 08-10-11. HTTP://3.BP.BLOGSPOT.COM/

madrid15m

eforma Laboral:Reetroceso

reistóricohis

Santiago Alba RicoReforma laboral e ingenieria genética

Página 15

Vicenç NavarroLa lucha por la democracia

Página 15

19 al 25 de marzoSemana de Lucha por el Derecho a la Vivienda

Páginas, 8, 9 y 10

15 M Madrid Comunidad“Marea violeta” contra los recortes en igualdadPágina 4Relevo en Delegación de Gobierno. Y con ella llegó… ¿El escándalo?

Página 6 15 M Estado español “Iaioflautas”: vienen de lejos y lo tienen muy claro

Página 11 15M Sin fronteras La verdad sobre los “disturbios” en Atenas

Página 12Occupy London pierde la batalla de St. Paul’sPágina 12Cultura

“Marea amarilla” en defensa de las bibliotecas públicas

Página 13

PERIÓDICO DE ASAMBLEAS DEL 15M Nº 1 – MARZO 2012

EJEMPLAR GRATUITO

http://madrid.tomalosbarrios.net

www.madrid15m.org

http://madrid.tomalaplaza.net

[email protected]

[email protected]

mos en el número anterior, la temida

Como anunciábam

e ha convertido este mes en crudísi

reforma laboral se

-

ha hecho en los funestos términos

ma realidad. Y lo h

nos temíamos: el despido, que ya

que todos y todas ngratuito, ahora es abiertamente fo

era prácticamente g

-ario, que antes tenía la sartén por

mentado; el empresa

ene entera; el nuevo tipo de con

el mango, ahora la tie

-

trato, con el 50% de la prestación y el año de prueba,

solo cabe definirlo como "humillante"; los parados

que estén cobrando desempleo podrán ser obligados

a "prestar servicios a la comunidad"... Todo eso, y mu-

cho más... En definitiva, un retroceso histórico que pre-

tende enterrar más de cien años de lucha y conquistas.Páginas 6, 7, 8 y 9

@madrid15m

madrid15m

Valencia: represión

contra la respuesta social

policial, re

Página 11

MARC SACC RDON

ÁLVALL RO MINGUITO

madrid15mMillones de Mpersonasp gritan sNO a la reformaN

Daniel AlbarracínPero, ¿cómo es posible que nos gobiernen éstos?

Página 15

Moncho AlpuenteYo quiero ser zombie

Página 15

Violencias machistasas y patriarcalesLa iglesia siempre gana (en España)Marea Roja: La Soli-iidaridad que prendePágina 10

15 M Madrid ComunidadSemana de Lucha por el Derecho a la ViviendaPágina 7Las Huertas Populares se coordinan en Madrid

Página 5 15 M Estado español ¿Código ético? ¡Dación en pago con carácter retroactivo ya!

Página 11 15M Sin fronterasOccupy Wall Street y algunos

nombres de cualquieraPágina 12

CulturaNos comimos la cultura

Página 13 TEMASESPECIAL. Consulta social

.sobre el Canal de Isabel II

Páginas 8 y 9

PERIÓDICO DE ASAMBLEAS DEL 15M Nº 2 – ABRIL 2012

EJEMPLAR GRATUITO

http://madrid.tomalosbarrios.net

www.madrid15m.org

http://madrid.tomalaplaza.net

[email protected]

r

[email protected]

@madrid15m

madrid15m

Patricio RealpeFotografías: Fotogracción, Diego González, Olmo Calvo, Periodismo Humano, Tomalaplaza, Álvaro Minguito, Juanvi. Ilustración: Enrique Flores.

En su primer año de vida el 15M creó infi nidad de colectivos para trabajar en la consecución de los objetivos que se había marcado en Sol. Muchos de ellos siguen trabajando, y aquí destacamos una pequeña parte de ellos.

f d d t l

tit ó l

C i ió id l i i i d

S i l l d l 15M i

Surgió horas después de que

En febrero de 2012 veía la luz el

S f ó l i i i d l i i t

A bl á i

G d b j bl

N fi l d d