ESPACIO PARA LA CREACIÓN JOVEN

Juan César Solano Tello

Emplazamiento: Villanueva de la Serena (Badajoz)

Arquitecto: José María Sánchez García

Fecha de visita: 23 de diciembre de 2014

Reseña:

La construcción del Espacio para la Creación Joven de Villanueva de la

Serena, proyectado por el Arquitecto José María Sánchez García, ha

consistido en la remodelación de antiguos depósitos de agua de los años 30.

El edificio era un depósito de agua, un depósito cerrado, sin huecos,

inhabitable y la intervención ha sido precisamente esa, la de abrir los huecos

necesarios para convertir el edificio en un espacio habitable, un espacio

dónde puedan suceder cosa, un espacio que promueva la creatividad de los

jóvenes para hacer cine, tocar música, pintar, incluso para practicar deportes

como skate.

La intervención principal ha sido la de aperturas de huecos (todos ellos,

excepto el de la puerta de entrada son circulares).

El primer conjunto de huecos ha consistido en los huecos en el techo de las

bóvedas, huecos creados mediante claraboyas que se utilizan para obtener

luz.

Otro conjunto de huecos son huecos que permiten el paso de unas estancias

(bóvedas) a otras. Huecos en muros de más de 70 cms, que sirven, a la vez de

zonas de paso, para liberar espacio.

El espacio se configura como un gran espacio abierto. La intervención se

complementa con cilindros de material traslúcido dónde se alojan los espacios

que necesitan de un aislamiento del resto del edificio (zonas de ordenadores,

administración…)

Al acceder al edificio, a través de un pequeño hueco rectangular, de poco

más de un metro de anchura, nos sorprende el espacio interior.

El edificio en planta, está configurado por dos conjuntos de cuatro naves

abovedadas, separadas por muros de gran espesor. A estas naves se les han

realizado huecos, a modo de lucernarios (24 huecos en total), distribuidos de

manera equidistante, que consiguen iluminar el amplio espacio interior.

Fuente: http://www.jmsg.es/

El espacio se conforma como grandes espacios diáfanos, unidos a su vez, por

grandes huecos circulares que se han abierto en los muros separadores.

Fuente: www.redfundamentos.com

Todo el interior está enfoscado, y pintado de color blanco. Este acabado

consigue una gran luminosidad al espacio. Estas paredes, blancas en un

principio, van cambiando su color temporalmente, siendo soporte de lienzos

de jóvenes artistas urbanos, símbolo de la actividad que se desarrolla en el

interior.

Las grandes aberturas en los muros, permiten, por un lado organizar el espacio

y las actividades que se realizan, a la vez que permiten una interconexión

entre los mismos. Esto permite que haya una relación directa, pero organizada

de las diferentes actividades que realizan los jóvenes (pintura, música, deporte,

cine…)

El edificio, exteriormente es compacto, sin aberturas hacia el interior, a

excepción de una pequeña puerta de entrada, que difícilmente puede

adelantar la gran actividad que existe en su interior. Los muros exteriores son

de piedra, con forma trapezoidal, para permitir el empuje de las bóvedas.

Las únicas aberturas de que dispone el edificio hacia el exterior, son las

aberturas superiores a modo de lucernarios.

Por otro lado, está el gran silo, que está unido al resto del edificio interiormente.

Exteriormente, al igual que el resto del edificio, se ha intentado mantener el

aspecto original.

Fuente: www.redfundamentos.com

A través de un escalera circular que perfora una de las bóvedas, se puede

acceder a la cubierta del edificio.

José María Sánchez, en este edificio ha conseguido un espacio único, dónde

se aprovechan los grandes espacios abovedados, convirtiéndolos con una

mínima intervención, no sólo en espacios habitables, válidos para la realización

de las actividades que allí se realizan, sino en un espacio arquitectónico con

mayúsculas.