esos vándalos e incendiarios de ayotzinapa, la ceteg y la cnte

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Esos vándalos e incendiarios de Ayotzinapa, la CETEG y la CNTE México vive uno de los momentos más dolorosos y desesperazadores en lo que respecta al futuro de su juventud y la sociedad en general, los derechos humanos son violados de manera habitual, los derechos sociales conquistados en luchas heroicas de los campesinos, obreros, pueblos originarios y organizaciones sociales, se han minado sistemáticamente por una cauda de políticos rapaces al servicio de un sistema que todo lo convierte en mercancía; los derechos laborales, individuales, colectivos y culturales se han dinamitado. Llevamos ya más de tres décadas uncidos a una política económica que ha demostrado hasta la saciedad su incapacidad para garantizar la prosperidad del país, los resultados son la depauperación de la gran mayoría de la población y el enriquecimiento de unos cuantos; la muestra fehaciente es que más de 50 millones de mexicanos están viviendo en pobreza extrema, pero se tiene a diez de los hombres más ricos del planeta y se siguen aplicando las mismas recetas. De Acteal, Aguas Blancas, Tlatlaya, Ayotzinapa, Apatzingán y más; en sus crímenes atroces, el narcopoder nos envía un claro mensaje: los desahuciados del mercado como potenciales consumidores, somos población excedente y por lo tanto, prescindibles. En el aspecto político, la línea entre que divide a todos los políticos – puede haber excepciones que confirmarían la regla- de los partidos y la delincuencia organizada es tenue y la más de las veces inexistente; por citar unos ejemplos: ¿acaso no es delincuencia organizada la que toma por asalto en la madrugada las instalaciones de Luz y Fuerza del centro para entregarlas a precio de ganga a las propiedades de la nación a la iniciativa privada?, ¿acaso no es delincuencia organizada la que solapó y encubrió a los responsables de la muerte de 49 niños calcinados en la guardería ABC en Sonora?, ¿dónde están los responsables?; ¿acaso no es delincuencia organizada la que contamina impunemente los ríos de Sonora y sólo cuando el ecocidio es mayúsculo se reacciona, pero no se suspenden las concesiones con el pretexto de que garantizan fuentes de empleo?, ¿acaso no es delincuencia organizada la que pretende destruir la herencia arqueológica milenaria en Cholula, Puebla, para convertirla en parque temático despojando al pueblo de sus territorios e imponer un modelo de “desarrollo” que sólo favorece a los

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Se cuestiona la validez del aserto del Estado de mexicano sobre en origen de la violencia, la delincuencia organizada y la otra delincuencia. Ejemplifica las acciones del Estado que han violentado a la sociedad.

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Esos vndalos e incendiarios de Ayotzinapa, la CETEG y la CNTEMxico vive uno de los momentos ms dolorosos y desesperazadores en lo que respecta al futuro de su juventud y la sociedad en general, los derechos humanos son violados de manera habitual, los derechos sociales conquistados en luchas heroicas de los campesinos, obreros, pueblos originarios y organizaciones sociales, se han minado sistemticamente por una cauda de polticos rapaces al servicio de un sistema que todo lo convierte en mercanca; los derechos laborales, individuales, colectivos y culturales se han dinamitado.Llevamos ya ms de tres dcadas uncidos a una poltica econmica que ha demostrado hasta la saciedad su incapacidad para garantizar la prosperidad del pas, los resultados son la depauperacin de la gran mayora de la poblacin y el enriquecimiento de unos cuantos; la muestra fehaciente es que ms de 50 millones de mexicanos estn viviendo en pobreza extrema, pero se tiene a diez de los hombres ms ricos del planeta y se siguen aplicando las mismas recetas.De Acteal, Aguas Blancas, Tlatlaya, Ayotzinapa, Apatzingn y ms; en sus crmenes atroces, el narcopoder nos enva un claro mensaje: los desahuciados del mercado como potenciales consumidores, somos poblacin excedente y por lo tanto, prescindibles.En el aspecto poltico, la lnea entre que divide a todos los polticos puede haber excepciones que confirmaran la regla- de los partidos y la delincuencia organizada es tenue y la ms de las veces inexistente; por citar unos ejemplos: acaso no es delincuencia organizada la que toma por asalto en la madrugada las instalaciones de Luz y Fuerza del centro para entregarlas a precio de ganga a las propiedades de la nacin a la iniciativa privada?, acaso no es delincuencia organizada la que solap y encubri a los responsables de la muerte de 49 nios calcinados en la guardera ABC en Sonora?, dnde estn los responsables?; acaso no es delincuencia organizada la que contamina impunemente los ros de Sonora y slo cuando el ecocidio es maysculo se reacciona, pero no se suspenden las concesiones con el pretexto de que garantizan fuentes de empleo?, acaso no es delincuencia organizada la que pretende destruir la herencia arqueolgica milenaria en Cholula, Puebla, para convertirla en parque temtico despojando al pueblo de sus territorios e imponer un modelo de desarrollo que slo favorece a los inversionistas, pero encarcela y criminaliza a los defensores y legtimos cuidadores de ese territorio?, acaso no son delincuentes los polticos que agrupados en el Pacto por Mxico blindaron militarmente las cmaras para legalizar tranquilamente el atraco a Mxico en sus conquistas sociales y econmicas a travs de sus Reformas Estructurales?, acaso no es la delincuencia organizada la que negociabs con la Tuta en Michoacn y tiene en la encarcela al Dr. Mireles? y Nestora tambin es delincuente?, y oceanografa, el fobaproa, el pemexproa?, la lista es enorme, slo se enuncian unos ejemplos donde la delincuencia cobijada en la institucionalidad de los partidos polticos y las estructuras jurdico-polticas han hecho de nuestro pas el paraso donde se han normalizado todas las tropelas. En tanto, la otra delincuencia, la que transgrede y violenta la legalidad con sus propias formas, armas y recursos, slo puede hacerlo si se imbrica con la institucionalidad. La estrategia es sembrar la desconfianza entre nosotros; los delincuentes institucionales, para institucionales y paramilitares son organismos simbiticos, no pueden existir ni se explicara su existencia de los unos sin los otros. Son cara y cruz de la misma moneda, su violencia pretende infundirnos temor, atomizarnos, paralizarnos, inmunizarnos ante el dolor y la rabia de los otros como nosotros.As, sin descanso, da a da, con prisa y sin pausa, han carcomido por dentro las estructuras del Estado-nacin. Entonces, Dnde est la delincuencia organizada?, en el pueblo que diariamente trabaja para su sustento o en las cpulas partidistas y empresariales que en connivencia con los otros delincuentes generan terror y miedo enriquecindose a sus anchas?Hoy, la rabia de los estudiantes como ayer de los maestros de la CETEG, de la CNTE y en otras geografas del pas, dirigen su ira contra las representaciones simblicas de ese poder y lo que significan: violacin a sus derechos, destruccin de las conquistas histricas, despojo a los recursos del pueblo y ms. Pero quines vaciaron de sentido a esas instituciones?, quines las corroyeron al interior? Ya rodas por dentro slo les queda la fachada, y contra esa fachada, esa mentira de institucin es donde se dirige la ira contenida. A esa ira la nombran vandalismo, y cmo nombrar al socavamiento que el pacto de impunidad de la clase poltica y empresarial ha llevado al pas hasta este punto?En los ltimos das, estudiantes, maestros y parte del pueblo son acusados de incendiarios materiales, y a los incendiarios institucionales agazapados en el poder que violentaron las normas institucionales y solaparon actos de terror y barbarie, quin o quines los acusan y les piden cuentas? Ahora les cierran las puertas de Bucareli con el autoritarismo de no lo tomaste en su momento ahora viene la ley del garrote, por ese vandalismo, y los vndalos institucionales?, cundo sern juzgados y sentenciados para reparar el dao? No se destruye lo que ya est destruido, slo se evidencia materialmente lo que a todas luces se ha vaciado de sentido; no es la ira del pueblo la que destruye las instituciones, es la institucional mentira la que lo ha hecho posible. No se est agrediendo a las personas, a los funcionarios, a la estructura institucional; sino se est dirigiendo a lo que simbolizan: embuste, corrupcin, impunidad, falsedad, fraude, opacidad, mendacidad y ms. Hoy como en otros momentos de la historia, es el momento del pueblo mexicano para recuperar nuestro papel de actores polticos y autores de nuestro futuro, slo si somos capaces de actuar como sujeto colectivo, habremos de conquistarlo; asumamos el reto, juntemos nuestros dolores y nuestras rabias y tejamos un sueo colectivo sin los polticos tradicionales; hagamos poltica desde abajo. Nosotro/as podemos vivir sin ellos, ello/as en cambio sin nosotros son nadie.

Que se vayan todos y todas los que han hecho de nuestro pas un estercolero!!!Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos!!!Justicia para Ayotzinapa!!!Alto el despojo a los pueblos originarios y/o mestizos de sus territorios y su cultura!!!Justicia para todo el pueblo de Mxico!!!Desde un rincn de la Esperanza en la Mixteca oaxaquea.