ese niño don simón textos 1º borrador

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Ese nio Don SimnObra de teatro en dos actos por Roberto Snchez Hernndez AccinACTO ESCENA 1 1 Escenario completamente a oscuras. A un golpe de cmbalo aparece el Cronista en un extremo, iluminado por un reflector mientras el resto del escenario contina a oscuras; conforme el Cronista inicie su parlamento se vern proyectadas en una pantalla gigante diversas fotografas de la calle de San Jacinto a Traposos: el mercado, el monasterio, la esquina de Traposos, etc. Cronista: En la Caracas vieja, en lo que hoy llamamos el centro... all est la casa...de San Jacinto a Traposos...enfrente...un convento...en la esquina norte...un mercado...en la esquina sur la casa de los primeros vendedores de ropa usada de Caracas...los que vendan los trapitos para vestir y disimular...los Traposos.

Personajes

Parlamentos

El cronista se calla y camina en diagonal por el escenario hasta colocarse en el centro encarando al pblico; el reflector lo seguir a su paso, mientras permanece a oscuras el resto del escenario Cronista: Esta casa es de las primeras construidas en Caracas desde su fundacin...(hace un gesto con la mano como sealando los espacios) aunque no tan seorial y lujosa...al principio sera solo un rancho de paredes de bahareque y techos de palmas...endeble...tan endeble que el terremoto de San Bernab, en 1641, debe haberla demolido casi por completo...en esa fecha, el Capitn Francisco Marn de Narvez la reedifica de forma parecida a la actual

El cronista camina nuevamente hasta colocarse en un extremo del escenario Cronista: Quin era este capitn Francisco Marn de Narvez?...Era nada menos que el bisabuelo de Simn Bolvar y Palacios...sta fue la mansin solariega de la familia...aqu naci ese nio Don Simn...aqu se cri...aqu murieron sus padres...de aqu sali para otra mansin parecida, la de su abuelo Feliciano Palacios cuando ste se convirti en su tutor...

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El cronista hace una pausa en la que inclina la cabeza como para reunir sus pensamientos; contina el parlamento Cronista: La casa fue vendida en 1806 a Juan de la Madrid...el terremoto de 1811 la agriet, ms no la derrib...fue reconstruida aunque hubo que eliminarle el segundo piso...estaba en esas condiciones cuando arrib a Venezuela en 1827 aquel que fuera un pequeo nio pero ya no pequeo en ninguna dimensin pues regres convertido en El Libertador...era su ltima visita a Venezuela aunque entonces cuando parti l no lo saba...no regresaran sino sus restos para otra casa ms grande...el Panten Nacional...

El cronista retrocede unos pasos, mira hacia el sector del escenario (todava a oscuras) en donde se va a representar la 2 escena, contina el parlamento Cronista: Durante la estada del Libertador en Caracas, el propietario de la casa, Juan de la Madrid, le brind un agasajo en estos salones...tuvo la atencin sutil de colocar la mesa del banquete de forma tal que la cabecera, la que ocupaba nuestro hroe, estuviese ubicada en el mismo sitio donde 44 aos antes se encontraba la cama en la que fue alumbrado...(hace un gesto hacia donde est colocado el set de la escena segunda, aun sin iluminar)... pero dejemos que ellos mismos nos lo cuenten...

El cronista se voltea en direccin al set de la escena 2; el reflector se apaga y el escenario queda a oscuras; el cronista hace mutis ESCENA 2 Se ilumina el set del banquete; consta de una mesa larga en la que estar sentados SB adulto, Juan de la Madrid, su esposa e hijos, una dama joven con parlamento, e invitados a la cena; estarn siendo servidos por dos sirvientes (supuestamente esclavos o manumisos); se escuchan los rumores de conversaciones y risas; Juan de la Madrid se incorpora y golpea con un cubierto una copa para llamar la atencin; los murmullos cesan al poner todos su atencin en Juan de la Madrid Juan de la Madrid: sta no es una ocasin para discursos pero no puedo menos que expresar los sentimientos que nos conmueven...Hemos querido en este da homenajear a Su Excelencia el Libertador Presidente de Colombia, el General Simn Bolvar...(Bolvar hace un gesto de desagrado por el formalismo; Madrid se apresura en seguir hablando para disipar el malestar)... pero al que hoy nos permitimos llamar simplemente como nuestro amigo Simn...

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(los asistentes comienzan a aplaudir y Madrid los interrumpe con un ademn del brazo)...porque es en esa calidad, la de amigo, que tan grandemente desempea, que hoy lo festejamos (hace una pausa para recibir los aplausos)... Aplausos y gritos; Juan de la Madrid se sonre muy satisfecho de su elocuencia Juan de la Madrid: Simn...cuando faltan pocos das para tu partida de Caracas, tu ciudad natal, brindamos por ti en la que fue tu casa...corrijo...la que es tu casa...la que siempre ser tu casa...repito... brindamos en tu honor y que sirva este brindis de acicate para que cumplas tu promesa de regresar un da no lejano, a quedarte para siempre entre nosotros tus paisanos...

Nuevamente aplausos y gritos; Juan de la Madrid levanta su copa; todos lo imitan Juan de la Madrid: Por Simn!

Asistentes, con las copas alzadas exclaman ms o menos al unsono: Por Simn! Entre risas los asistentes se sientan nuevamente; todos se quedan viendo a SB que permanecer sentado; al principio tiene una sonrisa melanclica; piensa unos momentos, sonre ms abiertamente y levanta la cabeza; al darse cuenta los asistentes de que va a hablar todas las caras se le quedan viendo con expresiones expectantes SB: Coincido con Juan de la Madrid, nuestro amable anfitrin en que esta no es una ocasin para discursear...me limito por tanto a agradecerle tanta generosidad y tanta amabilidad para conmigo...no puedo meno que sealar que su delicadeza ha llegado al punto de colocar esta mesa entre dos habitaciones...alguno de Ustedes lo habr notado con extraeza...Es que Juan lo ha hecho deliberadamente para que yo estuviese sentado exactamente donde estuvieron los pies de la cama en la que mi madre me alumbr...en esta misma habitacin nac...es esta misma habitacin Doa Ins Mancebo de Miyares me dio de mamar por vez primera...mi pobre madre no pude hacerlo...aqu resonaron mis chillidos de recin nacido...(hace una pausa para romper el ambiente dramtico)...creo que no he dejado de chillar desde entonces

Risas Juan de la Madrid, interrumpiendo a SB: Solo que tus chillidos se convirtieron en gritos de libertad!

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Aplausos. SB mira a Juan de la Madrid que se sonre ms abiertamente; Simn Bolvar extiende el brazo y le da un apretn de manos en seal de agradecimiento; Juan de la Madrid responde enrgicamente al apretn. SB lo suelta, vuelve a sonrer melanclicamente y se dirige a los asistentes; su tono de voz como de ensueos SB: Multitud de recuerdos me invaden...mi adorada madre...mis hermanas...mi mam Hiplita...Mateta...las diabluras que hacamos...

Dama joven, sentada a mitad de la mesa, pregunta con picarda: Libertador...Por qu no nos cuenta algunas de esas travesuras? SB la mira, titubea unos momentos, luego su sonrisa se torna en gesto tambin de picarda SB: Los asistentes inclinan las cabezas para escuchar mejor; SB comienza a hablar; su voz va decreciendo en volumen hasta que se vuelve inaudible; las luces del escenario van disminuyendo hasta que queda en total oscuridad ESCENA 3 Se ilumina el escenario sobre el set de la cocina de la Casa Natal; Hiplita junto a otra negra esclava de nombre Blanca Nieves estn preparando el almuerzo; se escucha una algaraba infantil que viene de afuera; entra a la habitacin Juan Vicente Bolvar (hermano mayor de SB, de 10 a 11 aos); viene chillando y sobndose la cabeza Hiplita: Que te pasa Juan Vicente?! Pues si supiera mi bella seorita que se me ocurren algunas...

Juan Vicente, entre lloroso y bravo: Que Simn me peg una pedrada en la cabeza! Creo que me sac sangre! Hiplita interrumpe su labor para acercarse a Juan Vicente; lo toma por la cabeza para

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observarle la supuesta herida Hiplita: Djame ver (como Juan Vicente se mueve para evitar ser tocado porque le duele)...Pero qudate tranquilo un momento que no me dejar ver nada!...(lo sujeta con ms firmeza)...Aj... Roto no ests...lo que si tienes es un tamao chichn...(sin soltar a Juan Vicente se dirige a la esclava asistente) Blanca Nieves...alcnzame una cuchara para aplastarlo...

Juan Vicente, alarmado y tratando de desasirse: Qu me vas a hacer Hiplita?! Hiplita, con severidad: Hiplita recibe la cuchara con una mano mientras sigue sujetando a Juan Vicente con la otra; le aprieta con la cuchara el sitio donde supuestamente est el chichn; Juan Vicente aumenta los esfuerzos por desasirse y comienza a berrear Hiplita: Juan Vicente, luchando: Hiplita, sin hacer caso de los berridos sigue presionando el chichn con la cuchara; se interrumpe para observar; se queda satisfecha y suelta a Juan Vicente; se dirige a Blanca Nieves Hiplita: Blanca Nieves, anda al corral a buscar una hojas de catuche... (volteando la mirada nuevamente a Juan Vicente)... una soba con aceite de oliva, y lo vendamos con un pauelo de madrs y listo pa otra pedrada... S! Porque no te la pegaron a ti! Ya deje de quejarse que parece una mujercita!...(cambiando el tema)...qu le hizo Vuestra Merced a Simoncito que le peg esa pedrada? y Ya vas a salir a defenderlo como siempre! Pero...Qudate quieto muchacho'er carrizo! Ayayay!!!...me ests matando!!!...ayayay!!! Qudese tranquilo y aguante como un varn!

Juan Vicente, lloroso: Hiplita:

Juan Vicente, refunfuando apartndose de Hiplita:

Hiplita va a replicar pero se interrumpe cuando entra a la escena Matea que trae a SB nio (de unos 8 a 9 aos de edad) halndolo por una oreja

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SB: Hiplita, airada: Matea le suelta la oreja a SB que corre a refugiarse en brazos de Hiplita Matea, con irona:

Sultame Matea que me vas a desprender la oreja! Matea!! Que le ests haciendo a mi muchachito!!

El pobre "muchachito" casi descalabra a Juan Vicente de un peonazo...

Juan Vicente se le encima a SB para acogotarlo; ste, que lo ve venir, comienza a lanzarle patadas amparado con el cuerpo de Hiplita; se presenta la situacin de Juan Vicente tratando de pegarle a SB mientras ste lo esquiva y tira patadas girando, sobre el cuerpo de Hiplita que hace esfuerzos por mantener el equilibrio; Hiplita y Matea al unsono comienzan a gritarle a los dos nios; en esto se escucha la voz de Doa Concepcin que viene de afuera del set Voz de Doa Concepcin: Todos los personajes en escena se quedan paralizados; la luz se va esfumando hasta quedar en total oscuridad ESCENA 4 Se ilumina un sector del escenario en donde se encuentra el cronista que har su parlamento desde el sitio de su aparicin, hablndole directamente al pblico Cronista, con voz solemne: Doa Mara de la Concepcin Palacios y Blanco...mantuana por los cuatro costados...descendiente de los fundadores de Caracas... Qu est pasando aqu!!

El cronista baja la cabeza en actitud pensativa, da unos pasos por el escenario; levanta la vista y enfrenta al pblico; contina su parlamento en tono ms coloquial Cronista: Una mujer de carcter...con apenas 15 aos contrajo matrimonio con un hombre mucho mayor, tan mantuano como ella pero de mayor riqueza...Juan Vicente Bolvar y Ponte...que tena 47 aos cuando se decidi a sentar cabeza...trece aos ms tarde

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sucumba a la tuberculosis y dejaba a su viuda con 4 hijos: Mara Antonia, la mayor, Juana Nepomucena, Juan Vicente, el primognito, y Simn Jos Antonio de la Santsima Trinidad, el maraco...4 hijos que hubieran sido cinco si la ltima, Mara del Carmen, no hubiera fallecido a las pocas horas de nacida...4 hijos y una de las mayores fortunas de la provincia a la cual administrar...y solo 28 aos de edad...Ah le sali el carcter...enfrent a todos los tiburones que salieron a despedazar la herencia de sus hijos...los derrot judicialmente uno por uno...27 querellas!...acrecent la fortuna...construy la Cuadra de los Bolvar...tena tanto pero tanto guramo que apenas dos meses antes de que la misma tuberculosis que consumi al esposo se la llevara tambin a ella, estaba por San Mateo, supervisando las tierras y el trapiche...viaje no como en la actualidad, de menos de una hora por la autopista, y algunos con aire acondicionado, sino de das y das cabalgando a lomos de mulas y pernoctando en posadas de mala muerte...esa era la mujer que ahora vamos a conocer... El cronista se voltea hacia el set de la cocina el cual se ilumina mientras la iluminacin del cronista va desapareciendo simultneamente ESCENA 5 Se ilumina el set de la cocina; los personajes de la escena 3 recuperan el movimiento pero interrumpiendo la pelea; SB se queda al lado de Hiplita que le pone una mano en el hombro; Juan Vicente se endereza y queda muy rgido; Hiplita y Matea levantan la vista hacia donde viene entrando Doa Concepcin Doa Concepcin, con voz firme: Repito!...Qu est pasando aqu?! SB y Juana Vicente comienzan a hablar al mismo tiempo sin que se pueda entender casi ni una palabra; Doa Concepcin se les queda viendo a uno y otro tratando de adivinar lo que dicen; Doa Concepcin esconde una sonrisa y vuelve a hablar con la misma firmeza Doa Concepcin: Cllense los dos! (los nios obedecen)...A ver Juan Vicente!... habla t! Mam, que este carajito!...

Juan Vicente, muy excitado: Doa Concepcin, interrumpindole con tono de mayor severidad que suena como

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un latigazo:

No diga insolencias en mi presencia!

Juan Vicente, poniendo cara de compungido y sealndose la cabeza Perdn mi Seora Madre...(aade apresuradamente y con vehemencia)...Qu Simn me abri la cabeza de una pedrada!... SB al escuchar las palabras del hermano hace una morisqueta de disgusto y negacin y hace gestos vehementes de que quiere hablar a su vez pero sin atreverse a hacerlo; Doa Concepcin lo interrumpe con un gesto de la mano para a continuacin indicarle con otro gesto a Juan Vicente que se le acerque; le toma la cabeza y se la revisa; Juan Vicente hace gestos de dolor fingido Doa Concepcin: Mmmm...romperla no te la rompi...lo que te ha quedado es un chichn...(mita a Hiplita escondiendo una sonrisa)...planchado ...(recupera el semblante de seriedad, suelta a Juan Vicente y se enfrenta a SB)...ahora t...Habla! Mi Seora Madre...Juan Vicente comenz a decir que yo no soy sino un enano...que soy un expsito que dejaron en la entrada de Catedral y que fue por su bondad...(se interrumpe brevemente para hacer la aclaratoria) la suya mam, no la de l... que me recogieron y me han criado como un hijo...

SB:

Doa Concepcin se voltea hacia Juan Vicente y lo mira enarcando una ceja; Juan Vicente se apresura en contestar la muda interrogacin Juan Vicente: Mam...Simn sabe que no es sino una chanza...tampoco es para que se moleste as... Mam!...ninguna chanza!...y si lo fuera ya estoy cansado de que me tomen como bufn de caminos!

SB:

Los dos nios comienzan a discutir entre s hablando al mismo tiempo sin que nuevamente se les entienda una palabra; Doa Concepcin se lleva las manos a la cabeza como para taparse los odos; al percatarse los dos nios enmudecen Doa Concepcin, se dirige primero a Juan Vicente y despus a SB: Juan Vicente...te prohbo que vuelvas a zaherir a tu hermano....ni de esa forma ni de ninguna otra...Simn...Porqu no viniste a quejarte conmigo?...

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SB, poniendo cara de dignidad:

Yo no soy ningn delator!...(endereza el toso ponindose firme)...adems, las cosas de hombres se resuelven entre hombres...

Doa Concepcin, mantiene la cara serie pero aguantando las ganas de rerse; logra dominarse y vuelve a hablarles con serenidad y firmeza Doa Concepcin: Ya estoy cansada de estas reyertas entre hermanos...Como castigo les cancelo el paseo a la Cuadra para baarse en el Guaire...(los dos nios ponen cara de desconsuelo)...Juan Vicente...retrese...

Juan Vicente baja la cabeza y emprende la salida; SB lo va a imitar cuando Doa Concepcin lo interrumpe Doa Concepcin: No he terminado con Ud. mi Seor Simn...Su falta es mayor porque pudo haberle hecho mucho dao a su hermano mayor...por tanto...suba a su habitacin en el alto y se me queda encerrado all...sin comida...Vamos! Aprese!

SB pone cara de enfurruamiento y sale casi corriendo del set; Doa Concepcin contempla su partida meneando la cabeza; se voltea y advierte caras de desaprobacin de Hiplita y Matea Doa Concepcin: Y Ustedes que ven...par de alcahuetas...que con sus consentideras no me ayudan en lo absoluto a la crianza de estos chiquillos!...

Doa Concepcin sufre un ataque de tos ante la mirada angustiada de las sirvientas que se quedan paralizadas mientras ste dura; se tapa la boca con un pauelo que ha llevado en la manga del vestido; se repone y sale del set; Hiplita y Matea se miran una a la otra sin decir palabra...la iluminacin del set se va oscureciendo hasta llegar a la oscuridad total ESCENA 6 Se ilumina un sector del escenario en donde se encuentra el cronista que har su parlamento desde el sitio de su aparicin, hablndole directamente al pblico Cronista: Feliciano Palacios y Sojo era el padre de Doa Concepcin...En realidad no deba haber sido ese su nombre ya que era hijo de Feliciano Palacios Gedler y de Isabel Gil de Arratia...por tanto

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sus apellidos deban haber sido Palacios y Gil de Arratia...ste es uno de los detalles de los tiempos coloniales que pocos conocen hoy en da...que la gente escoga los apellidos como les diera la gana...en el caso de los Palacios, desde el tiempo de sus abuelos escogieron como segundo apellido el de Sojo, como el bisabuelo Andrs Palacios y Sojo...a lo mejor les pareci ms bonito...o queran mucho a Don Andrs...en fin...quin sabe...pero estoy divagando...Don Feliciano, a la muerte de Juan Vicente Bolvar, se convirti en el ms firme apoyo que pudo haber tenido la joven viuda...estuvo a su lado en todos los conflictos judiciales...la aconsej cabalmente para la administracin de los bienes...para la crianza de sus hijos... El cronista voltea hacia el sitio donde est montado el set de la escena 7; la iluminacin se esfuma ESCENA 7 Se ilumina una pequea sala donde se encuentran sentados Doa Concepcin y Don Feliciano Palacios y Sojo (su padre); enfrente de ellos en una mesita un servicio de caf Doa Concepcin: La verdad pap es que ya no se que puedo hacer con Simoncito...mira que he extraado a mi amado Juan Vicente desde que se nos fue...pero ahora es cuando realmente lo necesito a mi lado...a veces no s como criar ni educar a estos nios Hija...fue la voluntad de Dios

Don Feliciano:

Doa Concepcin, inclinando la cabeza: Hgase su voluntad por siempre Don Feliciano: Conchita...creo que le ests dando demasiado importancia a esa travesura...solo son nieras...no tiene sino ocho aos Por eso mismo pap...si tuviera 12 o 14, en lugar de un chichn le hubiera abierto la cabeza como una patilla cada del carretn...

Doa Concepcin:

Don Feliciano va a hablar pero en cambio suelta una carcajada; Doa Concepcin se le queda viendo con mirada de desaprobacin; se queda expectante mientras Don Feliciano hace esfuerzos por componerse Don Feliciano, enserindose: Perdname Concha, pero no aguanto las ganas de rerme cuando recuerdo eso que me contaste de que (trata de hablar con voz infantil) "las cosas de hombres se resuelven entre hombres"...

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Doa Concepcin, muy a su pesar:

sonrindose Por eso es tan difcil ponerle preparo...por esa picarda y esas maneras de gente adulta...necesita la disciplina que yo como mujer no estoy en capacidad de administrar...(le dirige al padre una mirada penetrante)... necesita un mando firme...de hombre...

Don Feliciano, adivinndole la intencin y enarcando las cejas: Ya se hacia donde te diriges, mi querida Conchita, pero no puede ser...yo he estado a tu lado cada vez que has necesitado ayuda desde tu viudez, ms no en este caso...el pequeo tunante hace conmigo lo que le da la gana...el otro da que estaba en la casa, cuando fui a dormir la siesta se me meti en la habitacin y me escondi las zapatillas...cuando despert estuve a cuatro patas buscndolas por buen rato hasta que lo escuch rerse...sal corriendo detrs de l para sacudirle el polvo de las posaderas pero peg un carrern que iba ms rpido que el viento...lo nico que me llegaban eran las carcajadas porque eso s, va corriendo y rindose...como comprenders no soy yo el ms indicado... Doa Concepcin, desalentada: Entonces, si no es contigo no se con quien contar

Don Feliciano, pensando por un momento: Se me ocurre algo...puedes hablar con el Licenciado Sanz para que se lo lleve un tiempito a su casa...ms bravo y ms estricto que l no te vas a encontrar...adems que como es tuerto, cuando te mira derecho con el ojo que le queda te da cierto sobresalto, y mucho ms a un pillastre como el nuestro... Doa Concepcin, comienza a rerse: Que cosas tienes pap!... Doa Concepcin sigue rindose; Don Feliciano la contempla y de repente la acompaa con las carcajadas; la iluminacin se desvanece ESCENA 8 Se ilumina un sector del escenario en donde se encuentra el cronista que har su parlamento desde el sitio de su aparicin, hablndole directamente al pblico Cronista: Miguel Jos Sanz...corrijo...el Licenciado Miguel Jos Sanz...uno de los mejores abogados de la Caracas colonial...que digo...de la Provincia de Venezuela...o de Caracas, como prefieran Ustedes ya que al fin y al cabo eran lo mismo...Miguel Jos Sanz...que haba obtenido el ttulo de licenciado en derecho en la muy real y pontificia Universidad de Caracas y recibido el de abogado por la Real Audiencia de Santo Domingo...Miguel Jos Sanz, el primer relator de la recin creada Real Audiencia de Caracas que era nada ms y nada menos que el Tribunal Supremo de Justicia de aquellos das...era un hombre tan

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respetable y tan respetado que, a la hora de testar, fue a l a quien escogi Juan Vicente Bolvar y Ponte para designarlo Curador ad liten de Simoncito...eso en latn...en cristiano significa que fue el abogado encargado de vigilar que al nio Simn se le respetaran los bienes que su padre le legara... El Cronista da unos cortos pasos por el escenario; se para y enfrenta al pblico; contina el parlamento Cronista: Fue a este personaje...serio...formal...adusto...a quin Doa Concepcin le pidi que le pusiese "preparo" a Simoncito...como vern a continuacin el ilustre Licenciado sabra mucho de derecho...pero poco o casi nada de psicologa infantil

Desaparece la iluminacin del cronista ESCENA 9 Se ilumina el set de una mesa de comedor en la que est cenando la familia Sanz: Miguel Jos Sanz, Alejandra Fernndez de Sanz, hijos menores (varn y hembra); se encuentra tambin SB nio como pupilo de Sanz; los comensales estn en silencio; solo se escucha el ruido de los cubiertos; SB est cortando un pedazo de carne haciendo muchos gestos como de impotencia; se mueve tanto que llama la atencin de los comensales Sanz: SB, con cara enfurruada: Qu le pasa Simn? Que esta carne est tan dura y tan llena de pellejos que no la puedo cortar! Es la misma que todos tenemos en el plato y nadie se ha quejado... Ser porque no se atreven... de Cmo dice?! Que con lo que se dice que Vuestra Merced gana como abogado bien podra servir una carne mejor!

Sanz:

SB, encogindose de hombros: Sanz, con indignacin: SB: tono y cara

Sanz pone una expresin estupefacta, de no poder creer lo que est escuchando; la expresin se torna en una de ira contenida

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Sanz: SB:

Simn...cllese y contine comiendo... Entonces que me traigan un machete porque con el cuchillo no puedo... CIERRE LA BOCA!!

Sanz, estallando: Alejandra Sanz y los hijos, amedrentados, bajan la mirada a sus respectivos platos y continan comiendo; Sanz los imita; SB, ostentosamente pone los cubiertos sobre el plato y se recuesta de la silla; pasan unos instantes hasta que Sanz nota que SB ha dejado de comer Sanz: SB:

Qu le ocurre que no come?! Y como voy a comer si Vuestra Merced me orden que cerrara la boca!

Alejandra Sanz se lleva la mano a la boca para esconder una sonrisa; el hjo no puede contenerse y suelta una risita, imitado de inmediato por su hermana; Sanz voltea la cara de disgusto hacia sus hijos, que interrumpen las risas y con gestos nerviosos siguen comiendo; Sanz toma una respiracin profunda para calmarse Sanz: Lo que quise decirle es que coma en silencio, sin proferir palabra, como estamos acostumbrados a hacer en esta familia...adems, los nios hablan cuando las gallinas mean

SB, que ha seguido atento a las palabras de Sanz, endereza el cuerpo al terminar ste; velozmente se baja de la silla y sale corriendo del set, tan rpidamente que sorprende a Sanz sin dejarle tiempo a replicar Sanz, con tono de gran sorpresa y dirigindose a su esposa: A donde diablos fue este muchacho?! Pasan unos instantes y regresa SB al set portando una gallina; aparatosamente se sienta de nuevo con la gallina en su regazo Sanz: Me puede Usted explicar que hace con esa gallina?...

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SB, con tono triunfal:

Me fui a buscarla al corral porque estando aqu jams me voy a dar cuenta y entonces voy a quedarme mudo...en cambio si la tengo as cerquita sentir el calorcito... Ha colmado Usted mi paciencia!....Lleve de vuelta esa gallina y suba a su habitacin sin terminar de cenar!

Sanz, interrumpiendo colrico:

SB muy envarado obedece la orden, toma a la gallina y sale del set; Alejandra Sanz hace un gesto como si fuera a intervenir pero lo piensa mejor y se mantiene callada; Sanz pasea la vista alrededor de su familia Sanz: La familia reanuda la accin de comer; el set se queda a oscuras ESCENA 10 Se ilumina un sector del escenario en donde se encuentra el cronista que har su parlamento desde el sitio de su aparicin, hablndole directamente al pblico Cronista: Esa fue la primera noche de ese nio Don Simn en la casa del Licenciado Sanz...Con la magia del teatro vamos a adelantarnos varios das y veamos si el carcter, la adustez y la firmeza del ilustre Miguel Jos estn dando resultados Ahora podremos continuar comiendo en paz...

Se esfuma la iluminacin sobre el cronista y se ilumina el set que asemejar la sala de la casa de Sanz; entran Sanz y SB; son recibidos en la sala por Alejandra Sanz que toma el sombrero de manos de su esposo; SB sostiene un fuete en la mano Alejandra carioso: Sanz, con tono Cmo les fue en el paseo a caballo? Muy mal...Simn estaba moliendo a fuetazos a la pobre bestia... Es que el burro no quera andar y me estaba quedando atrs...

Sanz, con ceo fruncido: SB, con cara de malas pulgas: Sanz, mirndolo con reprobacin:

Por lo visto Usted jams ser un hombre a caballo... SB, de mala gana: Y como lo voy a ser si lo que Usted me da por montura es un

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burro mataln... Sanz, respirando hondo: Ya que ni siquiera agradece el paseo, sea en caballo, en burro o a pie, est castigado...suba a su habitacin ...y sin comidas...a ver si de una vez aprende Otra vez?... SUBA!!

SB: Sanz: SB resignadamente emprende el camino y sale del set; Alejandra Sanz titubea por unos momentos, para en seguida tomar la decisin de hablarle al esposo Alejandra Sanz:

No crees que ests siendo muy duro?...Al fin y al cabo no es sino un pequeo nio... La edad no tiene que ver...Es mejor que tenga pocos aos para poder formarle el carcter...Y en cuanto a la dureza, si no lo trato de esa manera sera a mi a quien llevara a fuetazos en lugar de al burro...

Sanz, con mucha firmeza:

Alejandra Sanz menea la cabeza no muy convencida Sanz: Ya he perdido mucho tiempo con el rapaz...tengo que seguir para la Real Audiencia...

Sanz se pone nuevamente el sombrero y sale del set; Alejandra Sanz se queda viendo la marcha del esposo; vuelve a menear la cabeza; se queda un momento pensativa y luego pone cara de picarda; la iluminacin del set se desvanece ESCENA 11 Se ilumina un set que semeja un corredor de la casa, dejando imaginar que en los altos, invisibles a la vista, estn las habitaciones; Alejandra Sanz entra al set con la vista dirigida hacia los supuestos altos; en la mano lleva una cesta de mimbre (o material parecido) llena de golosinas Alejandra Sanz, al principio en tono bajo el cual va levantando hasta obtener respuesta: Psss...Simn...Simn...SIMN...

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Desde afuera del set se escucha la voz de SB, supuestamente de los altos Voz de SB: Alejandra Sanz: Me llama Seora Alejandra? S...lnzame esa cabuya que baranda...Qudate con un extremo sta? S, esa misma...aprate... est amarrada de la

Voz de SB: Alejandra Sanz: Desde lo alto cae un extremo de una cabuya; supuestamente el otro extremo lo tendra SB en el alto; Alejandra Sanz lo recibe, y ata al asa de la cesta; cuando la asegura bien sostiene la cesta a la altura de su pecho Alejandra Sanz:

Ahora sbela con cuidado...(la cesta comienza a subir) as...con mucho cuidado que no se caiga...(la cesta desaparece en la oscuridad) Ya tienes que comer...No se lo digas a nadie!...

Alejandra Sanz: Se escucha la risa alegre de SB Voz de SB:

Seora Alejandra, Usted es tan buena que parece un ngel...igualita a mi mam...

Alejandra Sanz, con una amplia sonrisa: Recuerda...(se lleva el ndice a los labios en seal de silencio)...Sshh... Se escucha nuevamente la risa de SB Voz de SB: Se desvanece la iluminacin del set ESCENA 12 Con el teatro a oscuras se escucha el sonido de un objeto de barro que se rompe como si hubiera cado desde el alto, seguido de un grito o exclamacin de Alejandra Sanz; a continuacin se ilumina el mismo set de la escena 11; se ver un porrn o matero Sshh...

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estrellado contra el piso, tierra esparcida y una mata de flores semi desprendida; Alejandra Sanz entra apresuradamente al set Alejandra Sanz, llevndose las manos a la cabeza: Jess! Qu es esto?! Se siente un ruido de carrera y voces de lo alto como si SB estuviera jugando solo Alejandra, mirando hacia el alto de manera compasiva: Pobrecito...tan solito...algo tena que hacer para distraerse... Alejandra Sanz vuelve la mirada hacia el destrozo; se agacha y comienza a recoger los restos del porrn, a esparcir la tierra y a intentar sembrar la mata de flores en un tiesto Alejandra Sanz, hablando consigo misma: Aprate Alejandra!...Ya Miguel Jos est por llegar!...(al sentir un ruido de la puerta de la calle que se abre y se levanta sobresaltada)...Ya lleg!! Alejandra Sanz comienza a sacudirse las manos y arreglarse el vestido; est en esa rutina cuando entra al set Miguel Jos Sanz Sanz, con extraeza: Alejandra Sanz, nerviosismo: con cierto Que estaba mudndole la tierra a este matero y se me resbal... Qu haces Alejandra?

Sanz, con simpata y cayendo en el engao: Pero es que es mucho peso para ti...debiste haber llamado a un sirviente para que lo moviera...(le sonre afectuosamente)...no quiero hagas fuerzas en tu estado... Alejandra, devolvindole la sonrisa y un tanto avergonzada por la mentira blanca: No es nada y estoy bien Sanz, volviendo a su actitud seria: Y Simn?...Cmo se ha portado?... Alejandra Sanz, aliviada por el cambio de conversacin: Ese nio es un santo! No lo he sentido en todo el da!... Sanz, pone primero cara de Entonces voy a liberarlo...Hazlo bajar incredulidad para volver a su expresin habitual:

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Alejandra Sanz sale del set mientras Miguel Jos Sanz se queda contemplando las matas pensativamente; a los breves instantes regresa Alejandra Sanz acompaada de SB SB: Sanz, volviendo ensimismamiento: de su Simn, he decidido levantarte el castigo...me han dicho que te portaste bien todo el da...(en tono de chanza) por lo menos no le prendiste fuego a los altos...(suelta una risita para indicar que est bromeando pero como SB se mantiene impasible Sanz vuelve a su expresin seria) anda a la cocina para que te den de comer Mucha gracias Seor Licenciado...pero no tengo hambre... Vuestra Merced me llam?

SB, con inocencia: Sanz lo enfrenta con expresin perspicaz mientras Alejandra Sanz pone expresin de alarma porque la van a descubrir Sanz:

Cmo es eso que no tienes hambre?! Acaso has comido algo?!

Alejandra Sanz, fuera de la vista de Miguel Jos Sanz clava miradas de espanto en SB; SB la mira sin aspavientos y luego se dirige muy sereno a Sanz SB: No Licenciado...como estaba muy aburrido me recost un rato y sin poder evitarlo me qued dormido...so que era un tucusito que volaba por todos los corrales parndome de flor en flor...rojas, rosadas, amarillas, violetas...hasta senta que el sol me baaba las alas...me despert hace rato pero todava estoy muy lleno con todo el nctar que he libado...(se encoge de hombros)

Sanz se le queda viendo perplejamente mientras Alejandra Sanz respira aliviada Sanz, carraspea disimular: primero para Bueno...entonces puedes esperar hasta la cena...anda a jugar...

Alejandra Sanz le da la mano a SB, dirigindole tambin una sonrisa; SB con cierto disimulo se lleva la mano a los labios y se la besa; le sonre con picarda; ambos salen del set

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Sanz, rascndose la cabeza en perplejidad: Diantre de muchacho! El set queda a oscuras ESCENA 13 Se ilumina un sector del escenario en donde se encuentra el cronista que har su parlamento desde el sitio de su aparicin, hablndole directamente al pblico Cronista: As iban las cosas en la casa de la familia Sanz...podramos decir que en un equilibrio precario...(negando con la cabeza como apesadumbrado)...no poda durar...y no dur...

El cronista se voltea en direccin al escenario; se difumina su iluminacin mientras se alumbra con la misma velocidad en set de la sala de la casa de Miguel Jos Sanz; ha estado lloviendo y Sanz se sacude el agua de la capa y el sombrero; lo recibe Alejandra Sanz que lo ayuda a quitarse la capa y recibe el sombrero Alejandra Sanz: Sanz: Qu sucede que regresas tan temprano Miguel Jos? Solo volv en busca de unos documentos que necesito para un juicio de la Audiencia...ni te muevas que entro al despacho y me devuelvo en el acto...

Sanz sale del set; Alejandra Sanz sostiene la capa contemplando con impaciencia como escurre agua en el piso de la sala sin que lo pueda evitar; se siente un ruido de gritos desde fuera del set; Alejandra Sanz levanta la vista con expresin de alarma; Sanz vuelve a entrar al set moviendo los brazos como un energmeno Sanz: Alejandra Sanz, con alarma y preocupacin: cara de Qu pasa Miguel? ...Qu te ocurre?! QUIN HA ENTRADO A MI DESPACHO!!!

Sanz, al borde de un ataque de nervios: QU ME ENCUENTRO LOS DOCUMENTOS EN TOTAL DESORDEN SOBRE LA MESA Y FALTAN UNAS HOJAS!!...QUIN HA ENTRADO AL DESPACHO!!

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Alejandra Sanz se queda muda; Sanz: Alejandra Sanz, alarmada: Donde estn los nios!...Donde est Simn! Estn en el corral jugando en los charquitos que dej el aguacero!

Sanz se acerca al borde del set, en donde se supone que est el acceso al patio interior Sanz, vociferando: Se escucha el ruido de un nio corriendo; entra al set a toda carrera SB; al ver el rostro congestionado de Sanz cambia la cara que traa, de contento a alarma Sanz, respirando hondo para contener la clera y tratando de hablar con serenidad: Simn...T has entrado a mi despacho? SB, tras un momento de hesitacin, responde con nerviosismo: Si, Vuestra merced Sanz, redoblando los esfuerzos: Y qu fuiste a hacer?! SIMN!!...SIMN!!...

SB, viendo el tono reposado se tranquiliza un poco y responde ms tranquilo: Que estbamos jugando en el corral despus que pas el palo de agua y necesitbamos unas hojas...de repente record que Vuestra Merced tiene muchas sobre su escritorio... Sanz, respirando hondo: Y para que necesitaban las hojas?!

SB; haciendo un gesto como dicindose Qu pregunta tan tonta?: Para hacer unos barquitos de papel!... Sanz pone cara como si fuera a sufrir un ataque al corazn o una embolia; se lleva las manos a la cabeza y da unos pasos por el set, ante la mirada aterrada de Alejandra Sanz y la confundida de SB que no se ha dado cuenta de haber hecho algo malo; a los breves instantes y haciendo un esfuerzo mximo Sanz logra contenerse y habla a continuacin con voz sosegada

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Sanz: SB, muy aliviado sale corriendo del set; Sanz pasa a contemplar de frente a Alejandra Sanz que tiene una expresin confundida Sanz:

Est bien Simn...puedes continuar jugando...

Recoge de inmediato las cosas de Simn...hoy mismo lo regreso con su madre...

Alejandra Sanz, con expresin adolorida: ...Pero Miguel... Sanz, cortante: Sanz sale del set; Alejandra Sanz hace un gesto de resignacin; se apagan las luces del set ESCENA 14 Se ilumina un sector del escenario en donde se encuentra el cronista que har su parlamento desde el sitio de su aparicin, hablndole directamente al pblico Cronista: Miguel Jos Sanz no estuvo presente en los acontecimientos del 19 de abril de 1810...un ao antes haba sido expulsado del pas y se encontraba en Puerto Rico...no por razones polticas sino por un conflicto con el Marqus del Toro, y entonces, como casi siempre, el poder econmico prevalece...al enterarse de la revolucin regres a Venezuela...y cuando volvi al pas Francisco de Miranda, Sanz se convirti en uno de sus grandes amigos y colaboradores...como consecuencia, fue arrastrado en su cada y estuvo casi un ao preso en las bvedas del castillo de Puerto Cabello...al triunfar Bolvar en la campaa admirable, fue liberado e incorporado de nuevo a la causa republicana...acompaando al General Ribas, Miguel Jos Sanz muri en la batalla de Urica el 5 de diciembre de 1814, l que no era un guerrero... Sin peros!!...barquitos de papel con mis documentos!...

El cronista da tres o cuatro pasos hacia el centro de escenario, siempre iluminado por el reflector Cronista: Es de extraar que Miguel Jos Sanz no fue nunca adicto a Simn Bolvar Libertador...quizs por haberlo tratado de nio no vio en l al genio de la independencia suramericana...o quizs por haber sido seguidor casi incondicional de Miranda...el caso fue que no congeniaron...

Cronista da unos pasos hasta situarse en el

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centro del escenario; el proyector lo estar iluminando en su recorrido; una vez all encara al pblico Cronista: En honor a la veracidad tenemos que mencionar que hay historiadores que niegan que la estada del nio Simn Bolvar en la casa de Miguel Jos Sanz se haya producido...dicen que no fue sino una creacin literaria de Don Arstides Rojas, quien aseguraba haber escuchado los relatos de una hija de Sanz, testigo presencial de los hechos...como Don Arstides no dio ms detalles ni se apoy en fuentes documentales, repito, algunos piensan que no ocurrieron, pero tampoco pueden probar exhaustivamente lo contrario...Por eso aqu las recreamos y Ustedes, maravillosa audiencia, son libres de aceptarlas o no...por ltimo, algunas de las travesuras que han visto corresponden a lo narrado por Don Arstides y otras... a la imaginacin calenturienta del autor...pero recuerden que sta...es una obra de ficcin...

Se apagan las luces del escenario ESCENA 15 Se ilumina el mismo set de la escena 7; Doa Concepcin est sentada en una butaca con los ojos cerrados y expresin muy triste; lgrimas bajan de sus prpados y le corren por la cara; siempre con los ojos cerrados se lleva un pauelo y se seca; de repente deja escapar un sollozo; SB entre silenciosamente al set y con expresin angustiada se le queda observando y comienza a temblar de la emocin contenida; Doa Concepcin percibe su presencia, abre los ojos y rpidamente hace los gestos para componerse y esconder su llanto SB, acercndose: Doa Concepcin: SB, con voz triste: Doa Concepcin: Porque llora mam? No es nada hijo...no te angusties... Ser porque el Licenciado Sanz me trajo de vuelta a la casa...? Simn Cmo se te ocurre?!...Si me estabas haciendo mucha falta!

Doa Concepcin le abre los brazos; SB se precipita a abrazarla, recostando la cabeza sobre su pecho; queda con la rodillas en el piso; Doa Concepcin le acaricia la cabeza y lo besa, cuidndose de no dirigirle el

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aliento al rostro SB; con voz muy triste: Mam...yo le prometo que no voy a hacer ms travesuras...que me voy a portar bien...que voy a ser bueno... con voz T eres bueno Simn...ms bien soy yo a quien debes perdonar... Perdonar qu Mam? Por haberte enviado a la casa de un extrao...no deb hacerlo nunca...sta es tu casa, sta tu familia y es aqu donde debes estar...

Doa Concepcin, conmovida: SB: Doa Concepcin:

SB se aprieta ms contra el pecho de Doa Concepcin; a los breves instantes a Doa Concepcin le viene un ataque de tos; SB trata de incorporarse con alarma, pero Doa Concepcin, que ha terminado de toser lo retiene junto a su pecho ESCENA 16 Se ilumina el set de la escena 3; Hiplita esta trasteando en la cocina, con evidente desgano y falta de propsito y concentracin; a los breves instantes deja lo que est haciendo y se sienta con expresin muy triste en un taburete; se lleva un trapo a las comisuras de los ojos, para enjugarse alguna lgrima; SB entra cabeza gacha al set sin decir una palabra; se para viendo hacia las afueras del set (enfrentando al pblico) SB, casi musitando: Hiplita pone expresin de angustia; titubea un momento y finalmente se decide a no mentir Hiplita: SB, casi inaudible: S, Simn...Doa Concepcin est agonizando... Es por mi culpa Hiplita...Mi mam se est muriendo?...

Hiplita, poniendo cara de no haber escuchado: Qu dices? SB, alzando la voz con tono histrico: Que es por mi culpa!!...Porque soy malo!!...Por eso mi

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mam se va a morir!! Hiplita se levanta con prontitud, y se le abalanza; al llegar a SB lo toma por los hombros y hace voltear violentamente; con cara de sorpresa SB la enfrenta; Hiplita le habla con mucha firmeza Hiplita: Escchame muchachito!! Jams vuelvas a repetir tamaa barbaridad o te juro por la Santsima Virgen que te voy a dar una pela que nunca vas a olvidar!! Tu mam est enferma desde hace mucho tiempo!!...(baja un poco el tono)...Antes de que nacieras!...Por eso no pudo darte la teta y me hicieron venir corriendo de San Mateo!

Hiplita deja de hablarle con la cabeza inclinada hacia SB, sino que lo atrae a su regazo; SB la rodea con sus brazos; Hiplita le sigue hablando Hiplita: Tu mam te quiere mucho...a veces ms que a sus otros hijos...y nada de lo que tu hicieras...no importa lo grande de la travesura poda enfermarla...si ms bien se rea...(aade precipitadamente)... pero nunca contigo delante

SB, comienza a llorar abrazado a Hiplita, habla entre sollozos: Pero! Si mi mam se muere...que va a ser de m?...qu va a ser de nosotros? Hiplita, comienza a llorar a su vez: Pero yo siempre estar contigo SB: Hiplita, conmovida: Con Hiplita y SB abrazados consolndose mutuamente las luces del set se van desvaneciendo mientras se va iluminando el mismo set de la escena 2 con los mismos personajes: SB adulto, Juan de la Madrid, su familia y algunos otros invitados y los dos sirvientes de librea; SB adulto est terminando de referir su historia SB (adulto): A la muerte de mi madre mis hermanos y yo dejamos esta casa para irnos a vivir a la de mi abuelo y tutor Y con Hiplita, Su Excelencia...Qu pas? Me lo juras? Te lo juro

Dama joven:

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SB (adulto)

Hiplita no pudo cumplir su promesa de quedarse a mi lado...El abuelo Feliciano, abrumado con la responsabilidad de 4 nietos, se apresur en casar a mis hermanas Mara Antonia y Juana, muy bien casadas por cierto...tuvo buen tino...Hiplita se tuvo que marchar con Mara Antonia a su nuevo hogar...

Dama joven, con cierta picarda: Y que ms travesuras nos puede contar?...O esas fueron todas? Sonrindole con gracia: Hubo muchas ms...pero en otra casa...en otra poca...y para contarlas en otra oportunidad Siempre sonriendo SB se levanta como para despedirse y marcharse; todos los asistentes lo imitan; las luces se desvanecen ESCENA 17 Se ilumina centro del encarando parlamento casa natal pantalla el borde del escenario en el mismo; aparece el cronista al pblico; durante todo su se proyectarn imgenes de la y de Guzmn Blanco en la

Cronista:

La casa permaneci en poder de la familia Madrid hasta 1876...para entonces, un nuevo poder haba surgido en Venezuela..(con tono rimbombante) el del Ilustre Americano...el General y Presidente Antonio Guzmn Blanco...y fue l mismo, el comprador de la casa...no para habitarla...no para convertirla en objeto de veneracin, no....Para alquilarla y que le produjera dinero!...porque el Ilustre senta veneracin por el nombre de Bolvar (en tono sardnico) pero en plural...(haciendo el gesto de dinero frotndose el pulgar contra los dedos ndice y medio) Bolvares!!!... Fue tal su codicia que un tiempo antes de partir definitivamente de Venezuela alguien se le quej de que en la casa donde Bolvar haba nacido, ahora muy deteriorada, funcionaba un almacn de mercancas secas...sutilmente esa persona le sugiri a Guzmn lo bueno y grande que sera rescatarla...Guzmn estuvo completamente de acuerdo y de inmediato ofreci...vender la casa....Pasaron los aos y hubo nuevas personas que se preocuparon y hasta varios intentos de adquirirla y restaurarla, sin xito, y hasta el congreso en 1891 decret su adquisicin...pero las guerras civiles lo impidieron... No fue sino en 1910 que un grupo de notables funda la Sociedad Patritica para organizar la celebracin del centenario del 19 de abril pero tambin para comprar la casa natal...le demor dos aos reunir por suscripcin popular la enorme suma de 114.326 bolvares con 80 cntimos que fue la suma que justipreciaron los herederos del Ilustre Americano como valor de la casa...la Sociedad Patritica la don a la nacin venezolana el 28 de octubre de 1912, fecha onomstica del Libertador...tras largos aos de restauracin fue inaugurada el 5 de julio de 1921, en las

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actividades conmemorativas del centenario de la batalla de Carabobo Cronista, sealando las imgenes con un ademn del brazo: sta es la casa del hroe...digmosle adis...porque ha terminado el primer acto El cronista le hace una reverencia al pblico. El teln es bajado. Fin de 1 Acto

ACTO ESCENA

2 1 Escenario completamente a oscuras. A un golpe de cmbalo aparece el Cronista en un extremo, iluminado por un reflector mientras el resto del escenario contina a oscuras Cronista: La muerte de Concepcin Palacios dej en la orfandad total a ese nio Don Simn...ya lo era de padre a los tres...ahora de madre a los nueve...y ahora tambin hurfano de casa...(hace una pausa para encogerse de hombros y proceder a explicar el porque de su aseveracin)...est bien, Ustedes podran decir que de casa no, porque est la de su abuelo...pero precisamente... era la de su abuelo...no la suya...adems sus hermanas, que podan haberlo colmado de cario y afecto se fueron, un tanto empujadas, para formar sus propios hogares...y sin Hiplita...Gracias a Dios que estaban sus tas abuelas para consolarlo...pero Don Feliciano ya estaba viejo y...

El cronista se voltea en direccin del prximo set; la iluminacin sobre el cronista disminuye hasta desaparecer mientras se va iluminando al mismo ritmo el set de la sala de la casa de Don Feliciano Palacios; Don Feliciano, SB y Juan Vicente estn sentados en los amplios butacones Don Feliciano: Juan Vicente y Simn...ya vuestras hermanas se han casado y han dejado la casa ...ha llegado entonces el momento de pensar en vuestro futuro cuando yo no est...

Juan Vicente y SB ponen caras de consternacin y se remueven inquietos en sus sillones; ambos hacen el gesto de hablar pero titubean; en pocos instantes Juan Vicente se llena de valor Juan Vicente: Pero abuelo...(titubea)...Qu quiere decir vuestra Merced con eso de " cuando yo no est"...

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Don Feliciano, principio:

rindose

al Que ya yo estoy viejo y en cualquier momento me puedo morir...

Las caras de Juan Vicente y SB pasan rpidamente de la consternacin al espanto Don Feliciano, hace un ademn para tranquilizarlos: Ea! Tontines...no pongan esa cara que no tengo la intencin de acabar con mis das en este momento...el caso es que estoy anciano y achacoso y creo prudente definir vuestro futuro...quines tomarn la responsabilidad sobre Ustedes cuando yo no est...Quiero que anticipadamente escojan a sus tutores... SB, muy nervioso: Don Feliciano, volviendo a rerse: Puedes tomarlo as, Simoncito...siempre y cuando me digas a quien prefieres como tutor...Pero vamos a respetar la primogenitura...T primero, Juan Vicente... Juan Vicente, sin titubear: Escojo a mi to Juan Flix... Su Merced...sta es una especie de chanza...Verdad?...

Don Feliciano, haciendo un inclinacin de cabeza para expresar su complacencia por la eleccin Mi hermano Juan Flix es una excelente eleccin...(dirige su atencin a SB)...Y t, Simn...A quin eliges como tutor? SB, con tono alegre: Don Feliciano, haciendo un gesto de disconformidad con la cabeza: Pero tu to Esteban est en Espaa y no sabemos todava cuando regresar... SB, con tono ligero: Don Feliciano intenta mirarlo con severidad pero no puede aguantar la risa para despus aadir con cierta formalidad fingida: Pues le agradezco a Vuestra Merced sus buenos deseos...Sea...Don Esteban Palacios y Blanco, mi hijo dilecto, ser vuestro Tutor... Don Feliciano, se levanta del silln, imitado al instante por Juan Vicente y SB: Despus de esta consulta, que he considerado necesaria, estoy Pues esperemos que Vuestra Merced no se nos muera antes!... A mi to Esteban...

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presto para redactar mi testamento...Id a jugar, rapaces Don Feliciano inicia su marcha fuera del set pero se interrumpe para dirigirse a SB Don Feliciano: Simn, en previsin de cualquier cosa que pueda pasar, voy a designar como Tutor sustituto a vuestro to Carlos, solo en caso de que sea necesario por la ausencia de su hermano Esteban...

SB pone cara de espanto pero no se atreve a contradecir a Don Feliciano; Don Feliciano prosigue su salida del set; Juan Vicente y Simn se quedan contemplndose uno al otro; las luces del set se difuminan hasta quedar en total oscuridad ESCENA 2 Se ilumina el borde del escenario en un extremo del mismo; aparece el cronista encarando al pblico Cronista: Pareciera que Don Feliciano Palacios y Blanco haba tenido una premonicin de su final, pues falleci a los pocos meses de haber testado...Juan Vicente pas a habitar la casa de su tutor Juan Flix Palacios...Simn, a la de Don Carlos, porque Esteban, el to favorito, no haba regresado de Espaa, ni regresara en muchos aos...

El cronista se pasea lentamente por el borde del escenario; se detiene y encara al pblico Cronista: El to Carlos era un soltern, poco acostumbrado a lidiar con nios...muy rgido...muy consciente del linaje e importancia de su familia...muy vigilante de sus intereses...de sus haciendas... (encara al pblico) la tutora de Simn, si bien le quitaba un tiempo precioso al distraerlo de la supervisin de sus propios bienes, por otra parte le daba la oportunidad de (con tono medianamente irnico) usufructuar una fortuna mucho mayor...los cuantiosos ingresos de Simoncito, bien administrados, le serviran a Don Carlos Palacios y Blanco para acrecentar los de l...Mucho ms adelante....(sonre al auditorio) No se asusten, no lo vamos a tratar en esta obra...repito, mucho ms adelante en el tiempo, Simn Bolvar, le exigira las cuentas de la administracin de sus bienes, en una correspondencia en la que se declaraba inconforme con el retraso en presentarlas...y este reclamo lo haca el hombre ms desprendido del mundo...as sera el desastre...as sera el desafecto por su tutor...

El cronista desanda su paseo hacia el extremo del escenario, siempre en el borde del mismo; contina el parlamento

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Cronista:

Don Carlos s cuid de los bienes...pero poco del pupilo...Ese nio Don Simn, acostumbrado a los mimos de su madre real, Doa Concepcin, de su madre negra, Hiplita, de sus hermanas Mara Antonia y Juana, de sus tas maternas, pas a estar sin una sola compaa femenina, en la casa de un to hurao y misgino, que siempre estaba ausente de gira por sus posesiones...

El cronista voltea en direccin al prximo set; las luces se difuminan ESCENA 3 Se ilumina el set de la sala de la casa de Don Carlos Palacios; los muebles sern similares a los de las salas de casas de otras escenas; Don Carlos est de salida para una gira de inspeccin de sus haciendas; el esclavo porta una bolsa de viaje que cargar hasta la calle; al llegar a la puerta el esclavo deja caer descuidadamente la bolsa al suelo para tener las manos libres con que abrir la puerta; Don Carlos, que haba estado absorto en revisarse los bolsillos por si olvidaba algo, presta entonces atencin Don Carlos, airado: Un poco de ms cuidado negro imbcil!!...Que no ests cargando un saco de cacao o de caf!! Perdone Su Merced... y Qu perdn de mis tormentos!...Recoge ese bolso y mntalo en la bestia que ya se me ha hecho tardsimo y me va a agarrar la noche antes de llegar a Petare!

Negro esclavo, amedrentado: Don Carlos, mismo tono abriendo la puerta l mismo:

El esclavo se echa la bolsa al hombro y sale del set; Don Carlos se queda mirando hacia adentro como tratando de recordar algo que se le ha olvidado; a sus espaldas se introduce al set SB que viene supuestamente llegando de la calle; Don Carlos se voltea y logra divisarlo antes de que SB se le escabulla Don Carlos, en tono irnico: Yo tratando de recordar lo que me faltaba por hacer que era saber de vuestra merced y de repente...(abre los brazos teatralmente)...se me aparece Cmo est mi seor to y tutor?

SB, sin amedrentarse:

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Don Carlos, mismo tono irnico: Yo estoy bueno y gordo...ansioso por saber algo de vuestra merced...que se desaparece de por estos predios el da entero sin nadie que le sepa ni el pie ni la pisada... SB, imitando el tono de Don Carlos: Pues yo pensaba que Vuestra Merced ni se enteraba...como nunca est por la casa Don Carlos, poniendo cara de irritacin: Si no retrasara ms mi marcha le quitara esa insolencia de la voz con un castigo ejemplar...(hace un gesto de impaciencia)...pero no tengo tiempo... Don Carlos se acomoda el sombrero e inicia su marcha hacia la puerta; al llegar a ella se detiene y voltea hacia SB Don Carlos: A mi vuelta de Guarenas os pondr los correctivos que os merecis...mientras tanto os prohbo que salgis de la casa Pero...Qu har aqu encerrado?... de Y que voy a saber yo!...Buscad algo en que entreteneros...

SB, con tono de irritacin: Don Carlos, impaciencia: con tono

Don Carlos abandona abruptamente el set; SB se queda mirando hacia la puerta y le hace varias muecas burlonas; despus se voltea a mirar la sala y su derredor; la expresin que pone es de supremo desaliento ESCENA 4 Se ilumina el borde del escenario en un extremo del mismo; aparece el cronista encarando al pblico Cronista: Ms o menos de esta forma era la vida en casa de Carlos Palacios...el nio Don Simn estara desatendido por su tutor al cual muy posiblemente le fastidiara su presencia, aunque mucho le convena (hace el gesto de dinero con los dedos de la mano derecha)...

El cronista se pasea lentamente por el borde del escenario; se detiene y encara al pblico Cronista: Mientras tanto su hermana Maria Antonia...la mayor...haca su feliz vida de mujer casada...Mara Antonia tena solo 18 aos pero ya llevaba casi tres de matrimonio con Pablo Clemente y

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Francia, casi tan joven como su esposa...ambos haban constituido un hogar dichoso...abrumado por la soledad y la nostalgia familiar, ese nio Don Simn no supo sino dirigir sus pasos en su bsqueda...adems...en casa de Mara Antonia estaba Hiplita... El cronista voltea en direccin al prximo set; las luces se difuminan; se ilumina simultneamente el set de un rea interior de la casa de Mara Antonia Bolvar(puede ser un decorado que asemeje a un corredor interno, amueblado con sillas tipo ture o similares); Mara Antonia est sentada haciendo una labor de costura o bordado; se sienten unos golpes a la puerta; Mara Antonia los ignora y sigue cosiendo; al pasar unos instantes vuelve a sentir los golpes, esta vez ms enrgicos; Mara Antonia levanta la cabeza Mara Antonia, exclama con tono impaciente: Pero bueno!Es que no hay quien vaya a abrir esa puerta!... HIPLITA!! A los segundos Hiplita atraviesa el set como si fuera en direccin a la puerta; segn va caminando va refunfuando Hiplita (dentro y fuera del set): Como si yo fuera la nica que vive en esta casa!...Con todo lo que tengo que hacer en la cocina!... Mara Antonia sigue distradamente con su labor, aunque al escuchar los refunfuos de Hiplita no puede menos que sonrerse; se siente de afuera del set los ruidos de una puerta que se abre y a continuacin las exclamaciones de Hiplita, al principio de sorpresa y luego de alarma Voz de Hiplita: Mara Antonia es contagiada por la alarma de los gritos de Hiplita y se levanta de un brinco dejando caer la labor al suelo; antes de que pueda correr a la sala a enterarse SB entra de carrerilla al set y se abraza a la hermana a la que casi hace caer del impacto; Mara Antonia lo abraza a su vez y trata de verle la cara pero SB la esconde en su seno; Mara Antonia levanta la vista interrogativamente a Hiplita que viene entrando al set Simn?!...qu tienes Simn?!!!...

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Hiplita, respondiendo a la pregunta muda de Mara Antonia: Que se escap de casa de Don Carlos! Mara Antonia busca con sus manos la cara de SB; con dulzura pero firmemente lo obliga a mirarla mientras musita su nombre Mara Antonia, ternura: musitando con Simn... No poda quedarme ni un minuto ms en esa casa!...Quiero quedarme a vivir con Ustedes!...Por favor!!...Por favor!!. (estalla en sollozos mientras vuelve a esconder la cabeza en el seno de Mara Antonia)...

SB, con voz trmula:

Mara Antonia le acaricia a la cabeza; Hiplita se le acerca a la pareja abrazada y toma a SB por un brazo; comienza a halarlo para separarlo de la hermana Hiplita: Vente conmigo a la cocina que voy a prepararte algo...parece que no hubieras comido en un mes...

SB se deja halar hasta cierto punto; se queda rgido y le dirige a Mara Antonia una mirada suplicante; Mara Antonia le contesta la mirada interrogativa con una sonrisa y un gesto de asentimiento con la cabeza; al verla SB cambia la expresin a una de gran alegra y le contesta a Mara Antonia con una sonrisa esplendorosa; es l quien se separa rpidamente, toma de la mano a Hiplita y comienza a halar fuera del set en direccin de la supuesta cocina; fuera de set se oirn sus voces disminuyendo el volumen segn caminan Voz de SB: Voz de Hiplita: Camina rpido Hiplita que tengo mucha hambre! Ah no mijito!...A m no me vas a estar apurando!...Como no vas a estar muerto de hambre si lo que ests hecho es un costal de huesos y pellejo!...

Mara Antonia, llevndose las manos a la cabeza y levantando la vista al techo como en oracin: Dios mo!...Aydanos! Las luces del set se desvanecen

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ESCENA

5 Se ilumina el borde del escenario en un extremo del mismo; aparece el cronista encarando al pblico Cronista: Simn Bolvar nio se escap de la casa de su to el 23 de julio de 1795...justo un da antes de que cumpliera 12 aos...Al da siguiente su hermana y cuado lo participaron a la Real Audiencia...en realidad estaba tan abandonado el nio que el Tribunal no encontr a quien dirigirse puesto que Esteban, el tutor en propiedad, estaba en Espaa...y Carlos, el interino, no estaba en Caracas...a la Audiencia no le qued ms remedio que ordenar que Simoncito permaneciera con su hermana...Pero Don Carlos no iba a perder sus prebendas y cuando regres a la capital y se enter, de inmediato inici un juicio para recuperar la custodia, juicio que sorprendentemente dur muy poco en comparacin a lo que ocurre hoy en da...apenas dos meses...Como todos los de este tipo, fue muy desagradable...Don Carlos aduca que no era sino un intento de Pablo Clemente Francia, esposo de Mara Antonia, de ponerle la mano a la administracin de la fortuna de Simoncito...(cada ladrn juzga por su condicin)...pero la verdad es que los jvenes esposos no pedan la tutora sino poder atender apropiadamente al nio, en lugar de que estuviera realengo por el descuido del tutor oficial...la Audiencia, aun y cuando alab las buenas y rectas intenciones de los Clemente-Bolvar, consider que no consideraba conveniente...abro cita...(levanta un papel que va a leer)..."que el referido pupilo se eduque en la compaa de dichos Don Pablo Clemente y Doa Mara Antonia Bolvar, su hermana, as por el mucho amor de sta, como porque uno y otra son demasiadamente mozos, y no de la mayor experiencia para precaver los inconvenientes que nacen de una educacin voluntaria"...cierro cita ...la Audiencia sentenci a favor de Don Carlos, mxime cuando ste ofreci internar a ese nio Don Simn en la casa de Simn Rodrguez, ya entonces afamado maestro de Caracas...Ante la resistencia del nio de abandonar la casa de su hermana...la autoridad intervino...

ESCENA

6 Se ilumina el set de la sala de la casa de los Clemente-Bolvar; se encuentran Mara Antonia Bolvar, SB, Pablo Clemente, Hiplita, Don Carlos Palacios, Feliciano Palacios (hijo), un escribano, dos guardias; SB est de pie y muy plido y conmocionado al lado de Mara Antonia que tiene una postura muy envarada; Hiplita se encuentra lloriqueando en un rincn de la sala Escribano, con un documento en la mano que sostiene como si

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hubiera terminado de leer:

Por tanto, en cumplimiento de la sentencia de Real Audiencia de Caracas, se ordena la restitucin de Don Simn de Bolvar y Palacios a la custodia de su tutor legal Don Carlos Palacios y Blanco

SB, dir su parlamento con voz muy emocionada: Seor Escribano...los magistrados no pueden obligarme a que viva en casa de mi tutor...los tribunales podrn disponer de mis bienes y hacer de ellos lo que quieran ms no de mi persona...si los esclavos tienen libertad para elegir su amo a su satisfaccin, por lo menos no deba negrseme la de vivir en la casa que sea de mi agrado... Escribano, interrumpiendo: Seor Don Simn...ya es cosa juzgada y la sentencia debe cumplirse...

Don Carlos adelanta unos pasos en direccin a SB que corre a refugiarse en los brazos de Pablo Clemente en busca de proteccin Pablo Clemente, dirigiendo mirada al escribano: Escribano: la Esto es necesario Seor Escribano?! Seor Clemente...repito que la sentencia tiene que cumplirse...el pupilo debe acompaar a su tutor...

SB se aferra a los brazos de Pablo Clemente; Carlos Palacios se le aproxima e intenta tomarlo por un brazo; SB con contorsiones logra liberarse; se acerca Feliciano Palacios (hijo) y en un descuido de SB (que no le est prestando atencin sino a Carlos Palacios) le da un golpe en el pecho con la mano abierta, tan fuerte que SB es despedido de los brazos de Pablo Clemente; Carlos Palacios aprovecha la oportunidad y lo sujeta por el antebrazo con firmeza y lo arrastra hacia la salida; durante toda la escena se escucharn gritos de angustia de Mara Antonia e Hiplita y exclamaciones de los hombres presentes; salen del set Don Carlos Palacios, Feliciano Palacios (hijo), SB, el escribano y los dos guardias; se quedan Mara Antonia, Pablo Clemente e Hiplita; Hiplita permanecer visible pero apartada y no dejar de gemir ni lloriquear en toda la escena; Mara Antonia Bolvar y Pablo Clemente se quedan mirndose uno al otro con expresiones consternadas Mara Antonia: Pablo...Y ahora que haremos?...

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Pablo Clemente, desesperanza:

con

voz

de No lo se Mara Antonia...apelar la sentencia...no lo s...

Mara Antonia se acerca a Pablo Clemente; ste le abre los brazos y Mara Antonia se refugia en ellos; comienza a sollozar quedamente Mara Antonia, entre sollozos: Las luces del set se difuminan hasta quedar en total oscuridad ESCENA 7 Se ilumina el borde del escenario en un extremo del mismo; aparece el cronista encarando al pblico Cronista: De esta manera despiadada y violenta fue sacado ese nio Don Simn de la casa de su hermana Mara Antonia...Cmo no le iba a guardar rencor a su to Carlos!...Sin embargo...de ese gran mal result un mayor bien...porque gracias a l entr en la vida de Bolvar aquel que se convirti en su gua y maestro...y hoy lo sigue siendo de nosotros...Simn Rodrguez (aparece en pantalla una reproduccin de Simn Rodrguez) Mi pobre hermanito...mi pobre hermanito...

El cronista se mover hacia el centro del escenario; en la pantalla se mantendr la imagen de Simn Rodrguez; el cronista se voltear a ver la imagen sin llegar a darle la espalda al pblico; pasar unos instantes contemplndola; lentamente volver a encarar al pblico Cronista: Simn Narciso Rodrguez...Un personaje muy singular de nuestra historia...Era un expsito, expresin que hoy en da no usamos comnmente y que, segn el diccionario de la Real Academia, quiere decir un recin nacido (con ambas manos hace el gesto de abrir comillas) "abandonado o expuesto o confiado a un establecimiento benfico" (hace el gesto con las manos de cerrar comillas)...Naci un 28 de octubre de 1769...el da de San Simn...de ah su nombre...fue criado por dos buenas mujeres, Manuela de Silva y Rosala Rodrguez...de ah su apellido...junto a l estaba su hermano Cayetano...no sabemos si de crianza o de sangre porque no usaron el mismo apellido...Cayetano adopt el de Carreo, por la proteccin que le dispensara desde nio el sacerdote Alejandro Carreo...pero de que eran hermanos lo eran...en Caracas siempre vivieron en la misma casa, an y despus de casados ambos...y cuando el Maestro Simn abandon Venezuela en 1797, su esposa Mara Ronco seguira viviendo con la familia de su cuado hasta su muerte...Por cierto que uno de los hijos de Cayetano fue Manuel Carreo, el autor

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del Manual de Buenas Costumbres, que tanta falta nos hace leer hoy en da, y Manuel a su vez, fue el padre de Teresa Carreo, nuestra insigne pianista...entonces Don Simn Rodrguez es, entre otras cosas, el to abuelo de la gran Teresita El cronista se mover hacia el sitio inicial donde comenz la escena Cronista: Simn Rodrguez ya se haba destacado como maestro en esa Caracas colonial e iletrada...a su casa fue entonces a parar como pupilo ese nio Don Simn

El cronista voltea la cara en direccin al prximo set; desaparece la iluminacin del cronista para aparecer en el siguiente ESCENA 8 Se ilumina el set de la habitacin de SB en la casa de Simn Rodrguez; el mobiliario ser muy modesto: una cama, una mesa que tendr un aguamanil, una bacinilla colocada debajo de la cama pero en un lugar visible al pblico, un armario, una mesa ms pequea colocada a un lado de la cama con una lmpara tipo quinqu sobre ella; en la pared del copete de la cama estar colgado un crucifijo grande; SB est sentado en la cama con su bolsa de viaje a un lado sin saber que hacer a continuacin; entra al set Simn Rodrguez Simn Rodrguez de pie junto a la cama: Pues bien, Simn, me complace ver que ya ests acomodado en tu aposento...he hecho un esfuerzo para que tengas una alcoba para ti solo...(se rasca la cabeza haciendo a la vez un mueca como expresando dificultad)...nos hemos tenido que apretar un poco todos los dems pero...Qu caray! (le echa un vistazo a la bolsa de viaje)...Que ocurre que no has desempacado?... SB, mirando a su vez la bolsa de viaje: Estaba esperando que un sirviente lo hiciera... Simn Rodrguez, con una sonrisa simptica: Pues eso no lo encontrars aqu...y eso es lo bueno de esta casa...no hay sirvientes y todo nos lo tenemos que hacer nosotros mismos...(comienza la accin de abandonar el set, se para un momento y voltea a ver a SB)...De modo que aprate en vaciar la bolsa y ordenar tus cosas en el armario...y de paso te puedes vestir para asistir al aula de clases... SB, con cara desconsuelo: y voz de Tan pronto?

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Simn Rodrguez, soltando una breve carcajada con una sonrisa simptica: No hay tiempo que perder (vuelve a iniciar su salida y vuelve a interrumpirla para dirigir la mirada a SB)...y no te olvides de tomar tu saco y tu sombrero...(sale del set SB, se le queda viendo cuando se marcha con expresin de desconcierto; a continuacin habla para s: Saco y sombrero para estar en el saln de clases? SB se queda un momento pensativo; a continuacin hace el gesto de llevarse el dedo ndice a la sien y darle vueltas como diciendo Est loco!; de seguidas vaca el saco sobre la cama y comienza a acomodar sus pertenencias; las luces se difuminan hasta extinguirse ESCENA 9 La escena ocurre en un campo, con rboles, flores etc; Simn Rodrguez entra caminando a paso rpido Simn Rodrguez, volteando la cabeza hacia atrs: Qu pasa Simn?...Qu te demora? SB, entra a la escena caminando a paso ms lento; tiene apariencia de cansado y resuella un poco: Que Vuestra Merced camina muy rpido...claro...como tiene esas zancas tan largas no hay manera de alcanzarlo... Simn Rodrguez, con una sonrisa semi burlona: Que!...Ya te cansaste?... SB, echn: Simn Rodrguez, sonrisa burlona: ampla la De todas formas es mejor que te sientes para que recuperes el aliento... De ninguna manera...puedo caminar hasta el fin del mundo

SB, se sienta en el suelo recostando la espalda de un rbol: Yo no saba que hay casas por estos lares tan apartados Simn Rodrguez: Que yo sepa no hay ninguna

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SB, con cara de confundido:

Entonces...Dnde est la sala de clases?

Simn Rodrguez, abriendo los brazos y sealando con ellos a su alrededor: sta es la sala de clases! SB; con cara de sorpresa: Simn Rodrguez comienza a hablar con entusiasmo creciente: El mejor saln de clases del mundo!...Aqu no requieres de papel, pluma, tintero o libros...Aqu solo necesitas de tus ojos y odos para ver y escuchar, de tu imaginacin para formularte preguntas, de tu curiosidad para inquirir el porque de las cosas...aqu tienes sol, aire, ro, pjaros, peces, en fin todo.... SB, dudoso: Y que voy a aprender con todo eso? ste campo?!

Simn Rodrguez, con expresin paciente : No vas a aprender...Vas a ser!...Vas a crecer!...Por lo pronto vas a caminar mucho para robustecerte las piernas y el resuello...vas a aprender a nadar en el Guaire... SB, interrumpindolo vivamente: Ya yo se nadar... Simn Rodrguez, lo mira directo a los ojos sonriendo nuevamente: Con las manos amarradas a la espalda? SB, poniendo una expresin de Para qu? Y porque tendra que aprender eso que no tiene uso? Simn Rodrguez: Supongo que tu quieres ser militar como lo fue tu padre (SB asiente con la cabeza)...Ahora supn t que...Qu se yo! Nos invaden los ingleses y por mala suerte el enemigo te hace prisionero y te conduce en una piragua con las manos amarradas a la espalda...Te lo puedes imaginar?...(nuevo asentimiento de SB)...Con un movimiento del cuerpo puedes volcar la piragua (SB hace la mmica con su propio cuerpo) y entonces tus captores, con la sorpresa y el impedimento de las armas, posiblemente se ahoguen, mientras que t, que aprendiste con tu maestro Simn a nadar amarrado, llegars a la orilla zambullndote como un pez, solo con la cola, y desde all cuando logres liberarte le puedes hacer una higa a los supervivientes

Simn Rodrguez hace el gesto de la higa a unos distantes e imaginarios enemigos; SB al verlo suelta una alegre carcajada

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Simn Rodrguez: SB, interrumpiendo nuevamente pero vivamente interesado:

Tambin vamos a escalar ese cerro...

El vila? Pero Por qu?...Para qu?... Simn Rodrguez: Porque est ah!...Para ver que se siente estando arriba!...Para estar por encima de la ciudad!...Para estar ms cerca del cielo!... (sealando a SB con el ndice y movindolo de arriba a abajo) Y para que adquieras todava mayor resistencia y puedas escalar ms adelante todas las alturas... Cmo cuales, Maestro Simn?

SB, divertido:

Simn Rodrguez, al principio encogindose de hombros como quin no sabe: No s!...Puede ser...El Chimborazo!...La montaa ms alta de Amrica y quizs del mundo! Simn Rodrguez se pasea en silencio por el set como reuniendo sus pensamientos; SB lo sigue con la mirada en actitud muy atenta Simn Rodrguez, deteniendo su caminar y enfrentando a SB: Simn...estamos casi en vsperas de un nuevo siglo y grandes cosas han de pasar...en la poltica, en la economa, en la ciencia, en todo...la revolucin de los inglesitos del norte con su nueva repblica y la revolucin de la Francia van a cambiar por completo los esquemas...es imposible que nosotros nos mantengamos en la misma inaccin que hemos observado durante 300 aos...Ha llegado la hora de nosotros los americanos...(se interrumpe al observar la cara de desconcierto de SB) SB, con voz confundida: Pero...Nosotros somos espaoles...

Simn Rodrguez, negando con la cabeza: No!...Somos americanos!...Somos una nueva raza que rene el pundonor y la heroicidad del hispano, la fortaleza y valenta del negro y la dulzura y la comunin con la naturaleza del indio...Somos diferentes...no mejores, no peores...simplemente somos otros y como tal debemos ser tratados, o mejor an, respetados...Para Espaa no somos sino colonias, sbditos de inferior nivel de quienes se presume la incapacidad para gobernarse y por tanto hay que mandar a altivos peninsulares para que dispongan de nosotros...Y quines los envan?...Monarcas incapaces o locos...puesto que hasta all ha llegado la degradacin de la Madre Patria... SB , con expresin de horror, se lleva las manos a la boca; SB lo mira a los ojos

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Simn Rodrguez:

Por supuesto que nada de esto debes de repetirlo en ninguna parte, si no quieres ver a tu maestro colgado de uno de estos rboles (levanta la vista hacia los supuestos rboles; SB niega enrgicamente con la cabeza))

SB contina su paseo con SB expectante por sus palabras Simn Rodrguez: Simn..."la Europa es ignorante, no en literatura, no en ciencias, no en artes, no en industrias...pero s en poltica...Un velo brillante cubre en el viejo mundo el cuadro ms horroroso de miseria y de vicios"...Es aqu en Amrica donde reside el futuro del mundo...con estas nuevas razas...con estos hombres nuevos a los que hay que educar...(le sonre)...comenzando contigo...

Simn Rodrguez se acerca a SB y se sienta a su lado Simn Rodrguez: Simn," no pasar mucho para que en Amrica se piense como nunca se ha pensado, se oigan cosas que nunca se han odo, se escriba como nunca se ha escrito...y todo esto formar opinin a favor de la reforma que nunca se ha intentado...La de la sociedad!"...Y t deber formar parte de ese proceso!...Ms an...me atrevo a pronosticar que estars entre quienes lo dirijan...pero para eso tienes que formarte y luego tienes que estar all...porque "el hombre que no naci para emprender cosas grandes nunca aparece en el lugar donde se ejecutan..."

Simn Rodrguez lo mira con mucha fijeza, mirada que es sostenida sin pestaear por SB Simn Rodrguez: SB, parndose de un salto: Simn Rodrguez rindose por el nuevo entusiasmo que demuestra SB se incorpora con un poco ms de lentitud, se sacude la ropa y encabeza la marcha, seguido por un SB muy alegre; salen del set; se difuminan las luces hasta la total oscuridad ESCENA 10 Se ilumina el borde del escenario en un extremo del mismo; aparece el cronista encarando al pblico Cronista: As comenz la relacin entre Simn Bolvar y Simn Rodrguez...las tediosas clases dictadas en una habitacin fueron Listo para continuar la marcha? Listo! Hasta el fin del mundo!!

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sustituidas por las largas caminatas, las jornadas a lomos de burro o mula o caballo, las escaladas, incluso las noches a la intemperie...todo lo necesario para dar fortaleza al cuerpo y al mismo tiempo, paso a paso... as como quien no quiere la cosa... se dejaban caer las nociones de ciencia, de libros, de pensamientos, para darle reciedumbre al alma...pero no dur mucho...los vientos de cambio que el Maestro Simn anticipaba se acercaron a las costas venezolanas y fue precisamente en un punto de ellas, en La Guaira, donde se manifestaron...s...en La Guaira...donde naci la idea de la primera revolucin y que, a diferencia de la que triunf el 19 de abril, contemplaba la unin de las cuatro castas: blancos, pardos, indios y negros...la revolucin de Manuel Gual y Jos Mara Espaa...la inexperiencia y la ingenuidad dieron al traste con la noble conspiracin... una delacin la dej al descubierto y entonces comenzaron a caer cabezas...Simn Rodrguez era uno de los conjurados...as de la noche a la maana tuvo que huir de Caracas para no volver jams... ESCENA 11 Se ilumina con baja intensidad el set de la habitacin de SB (que se encontrar dormido, para dar la sensacin de que es de noche); entra Simn Rodrguez completamente vestido con ropas de viaje, portando en su mano una palmatoria con una vela encendida la cual dejar sobre la mesita de noche; se inclina hacia SB y le sacude el hombro con gentileza Simn Rodrguez, quedamente: hablando Simn!...Simn!....Despierta!

SB, todava medio dormido se incorpora a medias: Ya vamos a clase?...(se espabila un poco dndose cuenta de la hora)...No es de noche todava? Simn Rodrguez: No va a haber clase Simn...no van a haber ms clases...

SB, dndose cuenta de que esta ocurriendo algo serio se espabila totalmente y habla con voz de alarma: Por qu?!! Simn Rodrguez: Han ocurrido unos acontecimientos que me obligan a alejarme de Caracas y de la provincia durante un tiempo, Simn...quizs por mucho tiempo...me est esperando afuera un pen con una bestia para llevarme a la costa, pero no quise partir sin despedirme de t Por mucho tiempo?...Pero que pas?

SB, consternado:

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Simn Rodrguez:

No puedo explicrtelo...solo te dir que las autoridades pueden iniciar mi bsqueda en cualquier momento y mi cabeza est en riesgo... Ser por lo de la consp...?

SB: Simn Rodrguez, interrumpindolo bruscamente:

Silencio!!...No lo menciones!!...(Simn Rodrguez baja la cabeza, pone expresin de incredulidad y comienza a hablar para s como si no notara la presencia de SB)...Que mal hemos hecho las cosas cuando hasta los nios conocan nuestras andanzas! Con razn nos delataron! (sacude la cabeza como para ahuyentarse los pensamientos y toma conciencia de la presencia de Simn)...Tengo que irme ya (se incorpora de la cama y toma la palmatoria, mira a SB pero al ver que este le tiende los brazos Simn Rodrguez se inclina y ambos se abrazan) SB, abrazado a Simn Rodrguez: Maestro Simn...con Usted lejos...Quin me educar? Simn Rodrguez, con delicadeza se deshace del abrazo, se incorpora, toma nuevamente la palmatoria, retrocede unos pasos, lo mira fijamente: No estar nunca lejos de ti...cada vez que tengas una pregunta que hacerte, escuchars desde lo ms profundo de tu mente una respuesta...ser como si yo estuviese a tu lado...(se voltea y emprende camino hacia la supuesta puerta) SB, con voz trmula: Entonces...Se acab?...

Simn Rodrguez, ya en el quicio de la puerta se voltea hacia SB con una sonrisa: Eso nunca!...Las aventuras de los dos simones no han terminado! (sale del set) Se difuminan las luces del set ESCENA 12 Se ilumina el borde del escenario en un extremo del mismo; aparece el cronista encarando al pblico Cronista: Don Simn Rodrguez abandon su pas en 1797...no regresara en vida...afuera le esperaba una tierra extraa...Jamaica...un idioma diferente...el ingls...y un nuevo nombre...Samuel Robinson...

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El cronista se pasea por el escenario, se detiene y contina su parlamento; cuando mencione la palabra juramento aparecer en la pantalla la imagen del cuadro de Tito Salas "Juramento en el Monte Sacro" Cronista: Palabras profticas del maestro fueron aquellas en las que aseguraba que las aventuras de los dos simones no haban terminado...Ocho aos ms tarde, Simn Bolvar y Simn Rodrguez se reencontraron en Francia y otra vez el maestro pudo continuar su ctedra, solo que el discpulo haba dejado de ser un nio, y las palabras, cada vez ms profundas, caan como semillas en una tierra ms frtil y apropiada para germinar y crecer...y como de aventuras se trata, continuaron con sus paseos...solo que ahora de mayores escalas...ya no por las cercanas de Caracas...ahora de Francia a Italia...a veces en coche...otras a caballo...pero casi siempre a pie...hasta culminar en Roma...en el Monte Sacro...con el juramento (hace una pausa dramtica; la imagen en pantalla se mantendr durante toda la pausa)

Despus de la pausa el cronista cambia de posicin en el escenario Cronista: Se puede decir, aunque esto pueda sonar como una blasfemia a algunos, que con el juramento del Monte Sacro se haba cumplido el propsito de vida del Maestro Simn...todo los esfuerzos dedicados al indoctrinamiento del discpulo obtenan su fruto a partir de ese momento...cuando ese, que haba dejado de ser el nio Don Simn, comprometi su destino a la liberacin de un continente...en ese momento naci el futuro Libertador...

El cronista camina hacia su posicin inicial; concluye su parlamento Cronista: Simn Rodrguez no logr ningn otro cometido en su larga y penosa vida...de vuelta a Amrica en 1822, tuvo breves momentos de relevancia, coincidentes con el apogeo del prestigio del discpulo...pero, incomprendido, no tuvo las posibilidades de implantar su proyecto de formar a nuevos hombres, pertenecientes a la nueva raza, para la creacin de las nuevas repblicas...Simn Rodrguez, para colmo de la desgracia, suya y nuestra, perdi en un incendio casi toda su obra escrita y fue poco lo que nos pudo legar...a la edad de 84 aos y 4 meses, Simn Narciso Rodrguez muri en Amotape, Per, el 22 de febrero de 1854 ...exactamente cien aos ms tarde, sus restos fueron a acompaar a los de su discpulo en el Panten Nacional (aparece en pantalla una fotografa de la lpida de Simn Rodrguez en el Panten Nacional)

Las luces del set se difuminan conjuntamente con la disolvencia a negro de

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la pantalla ESCENA 13 Se ilumina el set de la habitacin de SB en la casa de su to Don Carlos; el mobiliario es parecido al de la casa de Simn Rodrguez pero ms lujoso, por ejemplo la cama pude tener dosel con mosquitero y copete; SB, vestido con uniforme de cadete est parado frente a un espejo de cuerpo completo; se voltea de un lado a otro contemplando su imagen en el espejo; hace entrada al set Don Carlos Palacios; SB se voltea al sentir su presencia pero sin darle importancia vuelve a verse en el espejo Don Carlos, con voz de sarcasmo porque SB no le prest atencin a su llegada: Aqu estis, admirndoos como un petimetre presumido... SB voltea ligeramente la cabeza y sin hacerle caso a la irona prosigue su contemplacin; hace un gesto de acomodarse el correaje del tahal; Don Carlos, pareciera que se resigna y se sienta en el borde de la cama Don Carlos: He venido a hablaros de vuestras nuevas responsabilidades...A partir de este momento habis dejado de ser un nio...al entrar como cadete en el batalln que fund vuestro padre, tenis la obligacin de mantener con honor el prestigio de vuestros apellidos...

SB, encarando por primera vez a Don Carlos: No tenga recelos Vuestra Merced...el apellido que el Coronel Juan Vicente Bolvar me ha dejado como mi mayor honra, no ser demeritado en forma alguna por mi comportamiento como cadete del Batalln de Blancos de Aragua Don Carlos, con voz de despecho: Y el apellido Palacios no cuenta? SB: El apellido de mi madre es sagrado para m...solo que Vuestra Merced mencion nicamente a mi padre se encoge quedarse de sin En fin, espero que aprovechis vuestro tiempo...que no ser demasiado porque apenas se tranquilicen las cosas en la Europa, marcharis a Espaa a reuniros con vuestro to Esteban...all se completar vuestra instruccin... a ver si podemos sacar algo til de vos...

Don Carlos, hombros al argumentos:

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Don Carlos espera respuesta de SB, al quedarse ste inmutable, Don Carlos hace un gesto de exasperacin, se levanta y sin decir palabra sale del set SB, apartndose por primera vez del espejo comienza a hablar para s: Se nota que el buen Don Carlos est desesperado por quitarme de en medio, eso s, sin perder la administracin de mis bienes...pero no importa...todo sea por viajar a Espaa SB comienza a mostrar una expresin de inseguridad SB: Ser cierto que dej de ser un nio, como dice ese belitre de mi to?...porque no podra sentir mayor inseguridad...ante tantas cosas que desconozco no se que hacer...(hace un gesto de recordar algo) ...Qu fue lo que deca el Maestro Rodrguez... (se escucha la voz de Simn Rodrguez)..."cada vez que tengas una pregunta que hacerte, escuchars desde lo ms profundo de tu mente una respuesta...ser como si yo estuviese a tu lado"... (SB se queda pensativo, toma una decisin mental y contina su parlamento)...Que me pregunte a mi mismo...aqu va Qu he de hacer para tomar decisiones acertadas sin equivocarme...(SB se queda en silencio como esperando la respuesta de su interior; se vuelve a escuchar la voz de Simn Rodrguez)..."el que no hace nada no est expuesto a reconvenciones porque nunca yerra; la inaccin es un yerro que vale por muchos"...

SB que ha estado escuchando atentamente la voz como si saliera de l mismo se sonre, pone una expresin de serenidad, levanta los ojos al cielo y contina su parlamento SB: Entonces la respuesta es que tengo que actuar y tomar decisiones sin miedo a equivocarme porque no actuar sera la peor de las equivocaciones... Gracias Maestro Simn...ahora s s que siempre estar conmigo...

Se difuminan las luces mientras baja el teln ESCENA 14 Eplogo. Se ilumina el centro del escenario con el teln abajo. El cronista hace su aparicin desde el borde y camina hacia el centro: el reflector lo seguir por todo su andar; el cronista encara al pblico Cronista: Respetable pblico, aqu termina "Ese nio Don Simn", y no poda ser de otra manera, porque esta obra trata de un nio y al

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dejar de serlo, la obra finaliza...No hay forma de continuarla a menos que hablramos de "Ese hombre Don Simn" y eso no es posible en el tan breve espacio de tiempo del que dispone una pieza de teatro...Con un Bolvar que dej de ser nio terminamos, no sin recordarles que no crean a pie juntillas todo lo que les hemos escenificado...recuerden que hemos mezclado la realidad con la ficcin...aunque con Bolvar nunca se sabe...su realidad muchas veces super a todo lo que un autor pueda inventar... El cronista hace una inclinacin al pblico; detrs de l se va alzando el teln y aparecen en el escenario todo el elenco; reverencia y saludos al pblico Aplausos del pblico? Fin del Segundo Acto Fin de la obra Roberto Snchez Hernndez Caracas, 28 de enero de 2006 Observacin 7.931 palabras de parlamentos, aproximadamente 66 minutos

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