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ESCUELA NACIONAL SUPERIOR DE FOLKLORE JOSÉ MARÍA ARGUEDAS
Programa de Complementación Académica
La práctica de la danza folklórica en el adulto mayor
Trabajo de investigación para optar el grado académico de Bachiller en Educación, Arte y Cultura
Presentado por:
Rebeca Carolina Robles Marcos
Asesor:
Mg. Xavier Fuentes Ávila
Lima, 2019
2
Para que no crean que voy a morirme,
me pasa todo lo contrario,
sucede que voy a vivirme, sucede que soy y que sigo.
Se trata de que tanto he vivido que quiero vivir otro tanto.
PABLO NERUDA
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ÍNDICE
INTRODUCCIÓN 4
DESARROLLO 6
1. La danza folklórica 6
1.1 El término folklore y su definición 6
1.2 La danza folklórica en el Perú 7
1.3 Tipos o clasificación de la danza folklórica peruana 10
2. El adulto mayor 12
2.1 El envejecimiento 12
2.1.1 Cambios fisiológicos 15
2.1.1.1 Sistema cardiovascular 15
2.1.1.2 Sistema muscular y esquelético 16
2.1.1.3 Envejecimiento cerebral 17
2.1.2 Cambios sociales 17
2.1.3 Cambios psicológicos 19
2.2 Capacidades físicas del adulto mayor 21
2.2.1 Clasificación de las capacidades físicas del adulto mayor 22
2.2.1.1 La función cognitiva en la adultez mayor 22
2.2.1.2 La capacidad funcional en la adultez mayor 23
2.2.2 Capacidades físicas condicionales 24
2.2.2.1 Resistencia 25
2.2.2.2 Fuerza 26
2.2.2.3 Velocidad 27
2.2.2.4 Flexibilidad 28
2.2.2.5 Equilibrio 30
3. La danza folklórica en la adultez mayor 32
3.1 Cómo aprende el adulto mayor 32
3.1.1 La educación permanente 33
3.2 Beneficios de la danza folklórica en el adulto mayor 35
CONCLUSIONES 39
REFERENCIAS 41
4
INTRODUCCIÓN
Conforme el ser humano envejece se originan evidencias de cambios y
alteraciones en su estado fisiológico y psicológico. Estas modificaciones son
graduales y no se pueden evitar, pero se ha hallado en diversas investigaciones,
como las de Salazar (1995), Landinez (2012), Ramírez (2015), que con la práctica
de ejercicios o con una permanente actividad física este proceso puede retrasarse.
Por ende, la práctica de ejercicio por medio de las danzas puede ayudar a mantener
o mejorar la condición física y el estado mental del adulto mayor.
Si bien es cierto que el adulto mayor pasa por una etapa de cambios
psicológicos y físicos que lo pueden llevar a manifestar fácilmente ofuscación u
hostilidad, encontrar actividades que le permitan poner en práctica sus habilidades
físicas y de esta manera elevar su autoestima lo hacen verse capaz de realizar
diversos movimientos que requieren esfuerzo físico.
En nuestra sociedad existe una población de adultos mayores y en ellos se
puede ver una condición física limitada, debido a las modificaciones y alteraciones
que sufre su cuerpo y que repercuten en su salud física y emocional. Quintero
(2017) sostiene que:
Tiene mucha importancia la relación que existe entre la salud, la
habilidad funcional y la integración social, lo que permite implementar
o crear diseños estratégicos que articulen las diferentes actividades
sociales, de esta manera se le permite al adulto mayor mejorar su
condición física y su autonomía, así como su posición y satisfacción
frente a la vida.(p. 15).
Las danzas folklóricas en nuestro país son manifestaciones culturales de los
diversos pueblos peruanos. Los movimientos del cuerpo van acompañados de
música y brindan un mensaje sobre el acontecimiento folklórico. Asimismo, la
variedad de pasos y desplazamientos aportan muchas opciones de ejercicios en las
diferentes partes del cuerpo, según como se practique.
Con un taller de danzas folklóricas, aunque este se empiece en la tercera
edad, se puede beneficiar el nivel de vida, la autonomía y el desenvolvimiento
5
funcional de la persona y colabora en la prevención de enfermedades. Esto se
corrobora en el estudio que realizaron De la Fuente, Quevedo, Jiménez y Zavala
(2010): según esta investigación, las dos terceras partes de las personas con más
de 60 años que realizaron alguna actividad física son menos propensas a sufrir
enfermedades cardiovasculares, hipertensión, diabetes, osteoporosis o hasta
depresión.
La actividad física es un eficaz instrumento para mejorar la salud de un adulto
mayor, incrementar la capacidad de ejercer su rutina diaria, limitar el avance de
enfermedades o males físicos y colaborar con la disminución en los porcentajes de
la tasa de mortalidad. La condición física del adulto mayor se beneficia o se
perjudica dependiendo de la calidad de actividad física que tenga. Si el nivel de
actividad física es inadecuado, su condición se predispone a la aparición de
mayores dolencias o enfermedades crónicas que deterioran su calidad de vida.
En este trabajo se propone dar a conocer el efecto que tiene la actividad
física, y el ejercicio integrado en la práctica de las danzas folklóricas, sobre los
adultos mayores, en sus dimensiones fisiológicas, psicológicas y sociales. También
busca comprender cuáles son los favores que brinda la ejecución de danzas
folklóricas en las capacidades físicas condicionales del adulto mayor: resistencia,
fuerza, velocidad, flexibilidad y equilibrio.
Es importante, asimismo, conocer la forma como el adulto mayor aprende,
para –con esa información– iniciar cualquier programa que se quiera realizar con
este grupo de personas. La gerontología se toma en cuenta en este trabajo como el
medio más eficaz para conocer mejor sobre este ámbito.
Se espera que el presente trabajo de compilación cumpla con los objetivos
propuestos y aporte un mayor conocimiento en cuanto a la práctica de la danza
folklórica en el adulto mayor.
6
DESARROLLO
1. La danza folklórica
1.1 El término folklore y su definición
En el libro Sociología del folklore, del autor Poviñas (1944), se menciona que
la palabra ‘folklore’ proviene de dos raíces: “folk”, que significa gente o pueblo, y
“lore”, que significa conocimiento o saber (p.1560). Es importante recalcar que el
término “lore” tiene una connotación especial ya que el saber o conocimiento al que
se refiere no es el científico, sino es un saber tradicional.
Podemos deducir entonces que, de acuerdo con su origen etimológico, el
término “folklore” significa el saber del pueblo. Este, por ende, representa todo lo
popular y aquello que perdura con el tiempo.
Poviñas (1944) menciona además que el folklore está dentro de lo colectivo
y pertenece a la sociedad. Lo folklórico está ubicado en el ámbito social y en el
quehacer diario, que crece, aumenta o disminuye constantemente (p. 1563).
Sobre este concepto, Tamayo (1997) nos dice que el folklore es una
expresión que sobrevive al tiempo y tiene un lazo especial con la sabiduría del
pueblo peruano antiguo: “El folklore y el pueblo peruano tienen como uno de sus
más grandes vínculos su cultura y tradición, que forman parte de su patrimonio […].
Las danzas, las poesías y las canciones forman parte del pueblo y brindan frutos en
todos los aspectos de la vida popular” (p 15).
Se puede decir, gracias a las investigaciones anteriormente mencionadas,
que el folklore forma parte de todos los pueblos, desde sus orígenes. Estos han
trasmitido todos sus saberes de generación en generación por medio de todos los
tipos de lenguajes existentes. No hay ni una sola civilización negada a compartir su
forma de ver el mundo, su folklore, su idiosincrasia.
1.2. La danza folklórica en el Perú
Con respecto a la danza como expresión artística, Dallal (2007) dice lo
siguiente: “La expresión artística de la danza se manifiesta con el movimiento del
cuerpo, manteniendo una relación estrecha con el espacio o entorno e impregnando
7
de significado la acción que originan sus movimientos” (p. 20). Toda expresión
dancística está relacionada con el movimiento del cuerpo, la transmisión de un
mensaje o con la búsqueda de un objetivo en específico.
La danza es una expresión del ser humano que tiene la intención de
comunicar y que utiliza como herramienta al cuerpo en su tiempo y espacio.
Además, mantiene una estructura musical con un ritmo único y un estilo con
movimientos específicos. Asimismo, siempre estará vinculada con el tiempo en la
historia y con el lugar donde se ejecuta.
También podemos decir que la danza, en cualquier cultura, forma parte del
patrimonio de una nación, ya que es el legado de todo el conocimiento y la sabiduría
acumulados por nuestros antepasados.
La práctica de la danza permite desarrollar técnicas del movimiento corporal
con el propósito de fortalecer y armonizar el cuerpo. El movimiento corporal
coordinado desarrolla las propias capacidades orgánicas; así también se consigue
una disciplina que permite potenciar o adquirir destrezas. Practicar danza permite
que la persona afirme su identidad social y cultural, y su derecho a ser creativo y
libre.
El Ministerio de Educación del Perú (2007), en cuanto a los lenguajes
artísticos, plantea que la música, la danza o el teatro son expresiones que forman
parte de la cultura de un pueblo y permiten que todo poblador fortalezca su identidad
de manera que desarrolle sus habilidades propias y potencie su existencia,
incluyéndose en una sociedad gracias a los conocimientos y valores que le rodean
(p.4).
Según García Ruso (1997), “la danza folklórica refleja los valores culturales
transmitidos por todas las generaciones […]. Su estructura se debe a la manera de
ser de un determinado pueblo, con aspectos específicos como la geografía, historia,
el clima o la cultura” (p. 168). La danza engloba a todos aquellos bailes que se
producen y se ejecutan en un lugar específico: por ejemplo, un pueblo, una familia
o un grupo de personas se organizan y bailan con la vestimenta y la utilería de su
propio pueblo.
Según el Minedu (2007), “las festividades y danzas folklóricas permiten
consolidar la identidad social, cultural, así como la inventiva y liberación de la
8
persona, ya que en ellas se expresan maneras de pensar, de actuar frente a la vida
y la historia que une historias”. Y eso se reafirma al saber que el Perú es un país
con una vasta riqueza en danzas folklóricas, aquellas que se muestran en todos los
meses del año en contenidos festivos de las tres regiones. (Minedu, 2007, pp. 8-9).
Todos los pueblos de las diferentes regiones del Perú han desarrollado
diversas expresiones artísticas desde sus orígenes. Así, por ejemplo, se tienen
manifestaciones culturales reflejadas en el canto, la música, la danza, la literatura
oral, el teatro, la gastronomía, entre otras.
Estas expresiones de arte las realizaron teniendo un lazo muy estrecho con
el entorno. Es así que se ha considerado que el espacio o el lugar donde se
desarrolla una manifestación artística tiene maneras de comunicar lo que
representa y significa para la población.
En el Perú se hallan 1.800 distritos, en los que residen 5 mil comunidades
campesinas e indígenas reconocidas. Con esta cantidad de personas dentro del
país –y cada una con una forma distinta de ver el mundo y de expresarse–, se puede
inferir que son miles de manifestaciones artísticas, incluidas las danzas. Estas se
convierten, entonces, en el fruto del arte que han producido muchos pueblos a lo
largo del tiempo. En cada danza encontraremos sus saberes, sus intereses y sus
propios conceptos de la belleza.
La danza folklórica es representada por personas de todas las edades en los
diferentes pueblos de nuestro país. Por ejemplo, pueden formar parte de ella adultos
mayores que desean rendirle homenaje a su ciudad natal (figura 1).
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Figura 1. Adultos mayores cusqueños rindiendo homenaje a su ciudad natal a
través de la danza.
Tomado de: ANDINA (2015). Adultos mayores y comerciantes saludaron con
danzas a Cusco en su mes jubilar.
1.3. Tipos o clasificación de la danza folklórica peruana
La danza folklórica peruana tiene diferentes tipos o clasificaciones según
algunos criterios en su ejecución. A continuación, se da mención a las principales
clasificaciones de la danza folklórica en el Perú.
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Tabla 1
Principales tipos de danzas peruanas
Tipos o clasificación de la danza folklórica en el Perú
Características principales
Ciclo Vital Son danzas que se realizan con base en las etapas o el ciclo de vida: nacimiento, bautizo, iniciación, propiciatorias, matrimoniales, fúnebres.
Número de participantes Individuales: danzas de un solo bailarín.
De pareja o grupales: parejas bailando dentro de un grupo o un solo bailarín en grupo.
Coreográficas: danza con una coreografía estilizada y simétrica usando figuras, desplazamientos, etc.
Candencia rítmica Son todas las danzas con un ritmo musical y de movimiento suave, pausado y fuerte.
Cronología Las danzas tienen como base el tiempo de la historia del Perú en el que fueron creadas: danzas incas, danzas coloniales y danzas republicanas.
Mensaje Se diferencias según su contenido: danzas agrícolas, danzas guerreras, ganaderas, danzas costumbristas, danzas festivas, danzas regionales, danzas satíricas, danzas religiosas, danzas carnavalescas y danzas románticas.
Género Se realizan solo con integrantes de un solo género: danzas de varones y danzas de mujeres.
Tabla 1. Principales tipos de danzas peruanas. Nota: Adaptado de: ¿Cómo calificar
en concursos y festivales de danzas folklóricas? Vallenas Fournier, Julio, 2019. Lima,
Perú.
Las fiestas, en sus diferentes contextos (patronales, cívicas y familiares),
están organizadas en el Calendario Festivo del Perú, que existe desde la época
prehispánica, cuando los pueblos estaban organizados en diversas labores y
desarrollaban diferentes actividades como la agricultura, la ganadería, la pesca, la
construcción, etc. Las fiestas se realizaban por lo menos una vez al mes, de acuerdo
con las actividades de producción, las estaciones o el clima. (Minedu, 2007, p. 8).
En el Perú, cada fiesta organizada por las poblaciones incluyen al adulto
mayor, ya que se busca que se le valore dentro de su comunidad con acciones que
11
fortalezcan su identidad y que se le dé la oportunidad de expresar y dar a conocer
sus tradiciones culturales, heredadas a través del tiempo.
Figura 2. Pareja de adultos mayores con la vestimenta del Huaylarsh, una
de las danzas más representativas de carnaval de la región sierra.
Tomado de: El Plan Nacional de los Adultos Mayores 2013 - 2017 (p. 20).
2. El adulto mayor
2.1. El envejecimiento
Es importante plantear la diferencia entre el envejecimiento poblacional y el
envejecimiento del individuo: para el envejecimiento poblacional se debe tener en
cuenta todos los indicadores relacionados con la planificación del trabajo en todas
las áreas y todos los aspectos; y para el envejecimiento del individuo se analiza todo
lo que sucede desde el momento en que la persona no entiende el envejecimiento
12
en su fisiología, su fisiopatología, etc. Hay que considerar además que el
envejecimiento de manera individual es el cúmulo de diversas circunstancias que
afronta cada persona a medida que pasan los años.
En la actualidad es significativo señalar que la etapa de la vejez, día a día,
abarca mayor cantidad de años. Existen definiciones que pueden aclarar más este
punto:
El envejecimiento de la población indica los cambios que se producen
en la estructura social conforme las personas van envejeciendo [...]. La
palabra vejez presenta una relación con varios fenómenos multiformes de
una situación real muy compleja en la que la mayoría de las personas tienen
una vaga idea, lejana o perteneciente a otros […]. El envejecimiento no
significa tiempo de enfermedades, en una persona con buena salud se
mantienen las funciones correctas de sus capacidades y la función correcta
de su organismo donde cada vez hay menos capacidad para soportar
equilibrio homeostático (Cornachione, Vejez, pp.16-35-61).
La vejez es una etapa de la vida que no puede evitarse. Existen muchas
opiniones y definiciones que hacen ver a la vejez como un tiempo negativo de la
vida, pero no se resaltan las fortalezas y oportunidades que se pueden obtener de
este periodo.
Naciones Unidas considera a una persona como anciano o adulto mayor
desde los 65 años en los países primermundistas y desde 60 años en los países
que se encuentran en desarrollo. Eso significa que en el Perú se debe considerar
como adulto mayor a las personas que tengan de 60 años en adelante.
En el Perú y en el mundo hay una amplia preocupación por el proceso de
envejecimiento de la población, es por ello que se hace hincapié en la importancia
esta etapa y por ende en las personas que la conforman. “El Perú empieza a
envejecer de manera pausada pero infalible. Este es un proceso vigente en toda la
nación, sin embargo con diversos niveles de intensidad y aumento […] este
trascurso del envejecer de manera estadística presenta retos y exigencias”
(PLANPAM 2013-2017). La Organización Mundial de la Salud (OMS), por su parte,
maneja la frase “Envejecimiento Activo” para referirse al envejecimiento exitoso, una
experiencia positiva y una vida más larga.
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Los adultos mayores en el Perú tienen dificultades para encontrar una vida
activa dentro de la sociedad y demandan la implementación de programas que
satisfagan sus necesidades y les permitan encontrar oportunidades para ofrecer sus
conocimientos y capacidades.
Hay que tener en cuenta que el adulto mayor tiene derecho a oportunidades
de crecimiento, desarrollo, aprendizaje y a experimentar nuevas vivencias como en
las demás etapas de su vida. La OMS indica lo siguiente: “A menudo nos olvidamos
precisamente de eso, que es otra etapa de vida, así que debemos vivirla y respetarla
como tal” (OMS, 2015, p. 4).
El estilo de vida que tenga una persona en la adultez mayor está fuertemente
relacionada con su capacidad funcional, es decir, con su independencia física,
psicológica y social. Deben existir metas establecidas que generen nuevas ilusiones
o intereses en los adultos mayores. Ellos deben tener una vida que les dé la
oportunidad de mantenerse y sentirse libres, independientes y satisfechos.
(Cornachione, p.64).
La etapa de la vejez puede verse de dos formas (figura 3): de manera
deficitaria, con características que no contribuyen al bienestar del adulto mayor; y
como un modelo de desarrollo, una etapa más, con características más eficaces y
positivas para el adulto mayor.
14
Figura 3. Modelos de vejez. Tomado de: Limón. La educación
transformadora, como recurso básico para vivir la vejez. (p. 18)
Asimismo se debe entender cuáles son los cambios que presenta una
persona al iniciar el proceso del envejecimiento: primero, se observan los cambios
fisiológicos, sus alteraciones físicas y la pérdida de un buen funcionamiento en sus
sistemas; luego se visualizan los cambios sociales que debe enfrentar, la forma
como la sociedad se muestra ante el adulto mayor y las oportunidades o barreras
que esta le presentan; y, por último, se presentan los cambios psicológicos que
influyen en su desenvolvimiento en su medio. Conocer estos puntos ayudará a tener
más claro el panorama que enfrenta una persona cuando llega a la etapa del
envejecimiento y las necesidades que con ella trae.
2.1.1. Cambios fisiológicos
El envejecimiento es un proceso del organismo que produce alteraciones en
la mayoría de los órganos y tejidos. Estas modificaciones dan pie a una disminución
de la flexibilidad, la pérdida de células nerviosas, el endurecimiento de los vasos
sanguíneos y la disminución general del tono corporal.
Existen muchos motivos que se asocian a este declive durante el
envejecimiento, entre ellos, los genéticos, los cambios en la actividad metabólica
celular y en los procesos bioquímicos, las alteraciones hormonales y las condiciones
ambientales (Landinez, 2012, p. 565).
2.1.1.1. Sistema cardiovascular
Tabla 2
Principales cambios estructurales y sus consecuencias fisiológicas en el proceso
del envejecimiento
Cambios estructurales Consecuencias fisiológicas
15
● Disminución del número de células miocárdicas y de la contractilidad.
● Aumento de resistencia al llenado ventricular.
● Descenso de actividad del marcapasos AV, velocidad de conducción y sensibilidad de los barorreceptores.
● Rigidez de las arterias. ● Descenso del gasto cardíaco y del
flujo sanguíneo de la mayoría de los órganos.
● Disminución de la reserva
cardíaca. Escasa respuesta del pulso con el ejercicio.
● Arritmias. ● Aumento de la presión
diferencial del pulso. ● Aumento de la presión arterial. ● Respuesta inadecuada al
ortostatismo. ● Síncopes posturales.
Nota: Tomado de Revista Cubana de Salud Pública (2012) Proceso de
envejecimiento, ejercicio y fisioterapia. p. 566.
2.1.1.2. Sistema muscular y esquelético
En el informe mundial del envejecimiento y la salud se encuentra una
descripción de los cambios o adaptaciones del cuerpo cuando llega a la etapa de la
vejez: la masa muscular disminuye y eso trae como consecuencia la disminución de
la fuerza y la función musculoesquelética.
La tonicidad muscular en el adulto mayor presenta cambios considerables y
sus capacidades físicas como la fuerza o el equilibrio se ven afectadas, por lo que
se recomienda a la persona realizar actividad física permanente. Una forma de
verificar el nivel de la funcionalidad del músculo es midiendo la fuerza en el
momento de la prensión o el agarre. Este es el mejor semáforo para anteceder a la
mortalidad, sin depender de una enfermedad en específico. (p. 55).
La OMS (2015) menciona también otros cambios: en la etapa del
envejecimiento se producen alteraciones importantes en las articulaciones y los
huesos. Con los años, la densidad ósea disminuye, en especial en las mujeres. Esta
disminución puede traer como consecuencia unas posibles osteoporosis, artrosis y
artritis y el riesgo de una fractura. Incluso esto puede generar una discapacidad,
una calidad de vida de bajo nivel y la mortalidad (p.56).
16
2.1.1.3. Envejecimiento cerebral
Tabla 3
Principales cambios estructurales y sus consecuencias fisiológicas en el proceso
del envejecimiento
Cambios estructurales Consecuencias fisiológicas
● Pérdida neuronal variable. ● Disminución de conexiones
interdendríticas y de neurotransmisión colinérgica.
● Disminución del flujo sanguíneo cerebral.
● Disminución de la velocidad de conducción.
● Alteración en los mecanismos de control de temperatura y de la sed.
● Alteraciones intelectuales. ● Lentitud y escasez de
movimientos. ● Hipotensión postural, mareos,
caídas. ● Reaparición de reflejos primitivos. ● Hipo e hipertermia. ● Deshidratación.
Nota: Tomado de: Revista Cubana de Salud Pública 2012; 38(4): 562-580 Proceso
de envejecimiento, ejercicio y fisioterapia, (p. 566)
2.1.2. Cambios sociales
Los primeros cambios sociales se presentan en el adulto mayor de manera
personal y única, en su grupo familiar principalmente.
El siguiente cambio social se da en la comunidad. Con el pasar del tiempo
las costumbres, los estilos y los pensamientos de vida propician grandes diferencias
en el adulto mayor y en su rol en la sociedad, lo cual genera un distanciamiento con
el resto de las nuevas generaciones. La vejez se presenta con cambios en los roles
y en la posición social del adulto mayor, y se enfrenta también a la pérdida de
relaciones cercanas.
Otro cambio importante es el rol laboral: cuando llega el momento de la
jubilación, abandona el espacio del trabajo y pone límites a las relaciones sociales
(López, 2013, p. 18).
Sin embargo, el adulto mayor encuentra motivación en el planteamiento de
metas y actividades nuevas, acordes con su nueva realidad. Esto compensa la
pérdida de algunas capacidades y comienza a desarrollar otras, que incluyen por
ejemplo el manejo de la tecnología y la práctica de nuevas habilidades.
17
La OMS (2015) afirma que los proyectos y las preferencias motivacionales
también pueden presentar cambios: dejan de lado ideas materialistas por ideas o
pensamientos más trascendentales. Algunas de estas modificaciones pueden ser el
resultado de la experiencia de nuevos roles, una nueva visión de la vida, opiniones
modificadas, etc. (p.27).
Es necesario considerar nuevas estrategias que fortalezcan los cambios
psicosociales que enfrenta el adulto mayor. Habrá que ayudarle a recuperarse,
adaptarse y a obtener un crecimiento individual y social. Así logrará afrontar los
problemas de salud que van llegando conforme pasan los años.
Para entender todo lo mencionado, el Informe mundial sobre el
envejecimiento y la salud, emitido por la OMS (2015), registra el testimonio de Moon
(figura 4), un adulto mayor de 88 años que lleva una vida activa en Tailandia. Feliz
y con energías, disfruta de servir a su comunidad. “Me gusta mantenerme activo, y
me traslado en bicicleta”, explica. “La tristeza no es una buena cosa”, agrega (p.38).
Figura 4. Moon, 88 años, Tailandia.
Nota: tomado de OMS. Informe mundial sobre el
envejecimiento y la salud (2015, p. 38)
18
2.1.3. Cambios psicológicos
Castellón, Gonzáles y Martínez (2018) sostienen que: “El funcionamiento
psicológico no se da simétrico y paralelo al funcionamiento biológico” (p. 63). Está
claro que los seres humanos no son un producto que deba analizarse solo desde el
campo biológico. El lado psicológico también entra en juego, y este va a depender
del contexto cultural que se tiene como referencia para todos los grupos de edades.
Así por ejemplo tenemos a los adultos mayores, que son un grupo humano
muy diverso como cualquier otro, pero del cual aún se siguen escuchando muchas
generalidades, como por ejemplo: “los ancianos son incapaces”, “los viejos están
llenos de achaques”, etc. Estos puntos de vista, de manera lamentable, han
influenciado a través del tiempo en la opinión de la población y, principalmente, en
la psicología de ellos. Y así lo analiza Erikson (1995, p.22): “Se define el
envejecimiento a partir de los 65 años en adelante, observando aspectos personales
y sociales. Su investigación indica que la crisis principal es integridad vs.
desesperación. Las principales fortalezas son la prudencia y la sabiduría”.
En el aspecto psicológico se afirma que existen varias formas de envejecer.
Se puede encontrar adultos mayores que aceptan su proceso de envejecimiento
manteniendo un buen ánimo, están activos en sus capacidades intelectuales y
tienen motivaciones para seguir adelante. Por otro lado, hay adultos mayores que
enfrentan esta etapa aislándose o deprimiéndose por las carencias que se van
presentando y por las enfermedades crónicas o degenerativas que pueden
aparecen.
“La teoría del ciclo vital sostiene que los acontecimientos, decisiones y
conductas de la persona en etapas previas a la vejez determinan la situación y la
posición social vivida como adulto mayor”. (Superintendencia Nacional de Chile,
2008, p. 24). Esta teoría indica que la vejez es una etapa más de la vida de una
persona y que, como toda etapa, tiene sus propias características, roles, normas,
niveles y posibilidades. Se toma en cuenta como parte de una etapa y no como la
etapa terminal de la vida.
El bienestar mental del adulto mayor está directamente relacionado con las
diversas formas de actividad que existen en la vida cotidiana y que influyen en su
salud. Por ejemplo, la teoría de la actividad. Esta “fue propuesta por Havighurs. Se
19
basa en la importancia del mantenimiento de los roles y las acciones y de las
ocupaciones sociales para mantener una vejez satisfactoria”. Esta teoría menciona
que la vejez es solo una extensión de la vida, una acumulación de experiencias, de
hábitos y que con normalidad el adulto mayor puede mantener una vida activa.
(Ortega, 2011, p.23).
2.2. Capacidades físicas del adulto mayor
En el Informe mundial del envejecimiento y la salud (OMS, 2015) se
menciona que “la capacidad física comprende las fortalezas relacionadas con el
área de la salud; esta permite a una persona ser y hacer lo que es importante para
ella […]. La capacidad intrínseca es la fusión de las capacidades físicas y mentales
que tiene una persona” (p. 30).
El adulto mayor utiliza todas sus capacidades, físicas y mentales, para
desenvolverse de la mejor manera posible. Todo lo adquirido durante años juega un
papel importante en su salud y en todos los aspectos de su vida.
El espacio o ambiente en el que se desenvuelve el adulto mayor también
comprende todos los aspectos que interfieren en un individuo para el desarrollo de
dichas capacidades. “El ambiente involucra a todos los medios del mundo exterior
que forman la vida y su contexto de una persona. Se toma en cuenta desde el nivel
micro hasta el nivel macro, es decir, desde el hogar, la comunidad y la sociedad en
general” (OMS, 2015, p. 30)
En la figura 5, podemos entender la importancia de la herencia genética
desde nuestra concepción, al momento de nacer y durante las experiencias
posteriores. Asimismo, se describe cómo el entorno y la capacidad intrínseca del
adulto mayor influyen trascendentalmente en la búsqueda del envejecimiento activo
y saludable.
20
Figura 5. Envejecimiento saludable.
Nota: tomado del Informe Mundial sobre el envejecimiento y la salud, de OMS (2015,
p.31)
2.2.1 Clasificación de las capacidades físicas del adulto mayor
2.2.1.1 La función cognitiva en la adultez mayor
“Los cambios cognitivos y de comportamiento resultan de las múltiples
alteraciones biológicas que las desencadenan y la limitación del estado funcional se
relaciona con enfermedades producto de hábitos inadecuados en el desarrollo de
su ciclo de vida” (Santos, 2009, p. 6)
Cada persona es el resultado de la función de todas sus áreas intelectuales,
en las que se incluyen el pensamiento, la noción espacial, el cálculo, la memoria, la
comprensión y la resolución de problemas. Y esta función va cambiando con el
transcurrir de los años de cada persona.
Como se sabe, se generan muchos cambios y alteraciones con el
proceso de envejecimiento, y la función cognitiva es uno de los
aspectos que se ve más afectado. La función cognitiva es la capacidad
21
de analizar información mediante la percepción, orientación, lenguaje,
memoria, pensamiento abstracto, razonamiento, capacidad para el
cálculo, capacidad para el juicio, capacidad de aprendizaje y habilidad
constructiva. (Gonzales, 2010, p. 48).
Así también Landinez (2012) indica al respecto: “La alerta más notoria de los
cambios cognitivos es la pérdida de memoria reciente […]. Los adultos mayores
presentan mayor dificultad para retener información […], especialmente si hay algún
esfuerzo de por medio o si al recibir una nueva información tienen algún factor
distrayente” (p. 569). Esto se diferencia de la memoria a largo plazo, que se
mantiene adecuadamente conservada, ya que los adultos mayores o ancianos
retienen situaciones y hechos antiguos.
2.2.1.2. La capacidad funcional en la adultez mayor
Toda persona se desarrolla, física y mentalmente, desde la etapa de la
infancia y llega a cierta madurez en la etapa de la adultez. Conforme pasan los años
y la persona aumenta en edad, su capacidad funcional va en declive. Y esto se
evidencia mucho más en la etapa del envejecimiento, a partir de los 60 años en
adelante.
La OMS determina la capacidad funcional como la capacidad de ejercer
fuerza muscular y un buen rendimiento cardiovascular, y afirma también que esta
capacidad funcional tiene su pico más alto en la etapa de la juventud y con el pasar
del tiempo y los años va disminuyendo (OMS, 2000, p. 8).
Esta disminución depende de varios factores que la persona haya
experimentado y tiene relación con hábitos como el fumar tabaco, el alcohol, el
sedentarismo, la mala alimentación, la situación socioeconómica, el nivel educativo
y las condiciones de trabajo.
Con el avance de los años se produce una lentitud de las funciones
motrices. La capacidad funcional se entiende como la habilidad de
realizar todas las acciones necesarias en la vida diaria, y de esta forma
mantenerse y perdurar de una manera libre. (De la Fuente, Quevedo,
Zavala y Jiménez, 2010, p. 1).
22
El adulto mayor presenta una necesidad relevante de cumplir con sus
actividades básicas, y el proceso del envejecimiento en muchos casos no colabora
con ello. Por esa razón, el adulto mayor debe recurrir a nuevas dinámicas que le
permitan mejorar su estilo de vida.
Una señal importante que ayuda a medir la calidad de vida del adulto mayor
es el nivel de capacidad funcional que tiene al atenderse por sí mismo y en su
desenvolvimiento dentro del seno familiar y la sociedad. (Mendoza, 2016, p. 20).
2.2.2. Capacidades físicas condicionales
Existen distintas definiciones y clasificaciones afines a las capacidades
físicas. Encontramos palabras como cualidad, facultad, aptitudes motrices,
capacidades biomotoras, capacidades condicionales, entre otros términos utilizados
por diferentes autores (tabla 3).
Tabla 3
Definición de capacidades y cualidades físicas por diferentes autores.
23
Nota: Tomado de Conceptos y clasificación de las capacidades físicas.
Fernando Guío Gutiérrez. Revista De Investigación Cuerpo, Cultura Y
Movimiento.
2.2.2.1. Resistencia
Porta (1988) nos plantea que resistencia es “la capacidad de realizar un
trabajo, eficientemente, durante el máximo tiempo posible”.
La resistencia es el nivel de soporte que ejerce nuestro cuerpo durante un
tiempo determinado. Esta puede clasificarse de acuerdo con el punto del organismo
que se desea desarrollar: resistencia cardiovascular, resistencia muscular,
resistencia cardiorrespiratoria, etcétera.
24
Según Pastor y Gutiérrez (2007), “también se puede considerar como una
cualidad fisiológica múltiple, como la destreza que tiene un individuo para soportar
la fatiga, en los planos anatómicos, biológicos, cerebral, etc.” (p. 47)
La resistencia se clasifica, de acuerdo con Prieto (2011, p. 3), según la vía
energética que se vaya a usar:
● Resistencia aeróbica: es la capacidad que tiene el cuerpo de
mantenerse haciendo un esfuerzo prolongado durante un tiempo
largo, haciendo un esfuerzo leve o moderado.
● Resistencia anaeróbica: es la fortaleza que muestra la persona para
realizar un esfuerzo manteniendo un nivel de intensidad elevado
durante el mayor tiempo posible.
Se debe de tener en cuenta el tiempo utilizado en las actividades físicas que
se realicen para saber con exactitud qué tipo de resistencia se está ejecutando.
Como lo mencionan Pastor y Gutiérrez (2007), “una energía que se mantiene en un
promedio de tres a cuatro minutos se considera de resistencia anaeróbica o
específica. Si este esfuerzo o energía supera este tiempo este sería considerado
resistencia aeróbica o general” (p. 48).
2.2.2.2. Fuerza
“La fuerza y la resistencia del músculo pueden determinarse como la
capacidad de generar tensión en los músculos y mantenerla durante un periodo
prolongado”. (Fernández, Carral y Pérez, 2001, p. 140) .
La fuerza en la actividad física se relaciona con la capacidad que tienen los
músculos para resistir, mover objetos pesados u obstáculos externos o internos.
Todos los movimientos que realiza la persona se definen por el grado de magnitud
y velocidad con la que trabajen los músculos.
No necesariamente la persona que tenga una proporción mayor de masa
muscular tiene fuerza; eso realmente dependerá de su anatomía y fisiología.
En los adultos mayores la pérdida de la fuerza es atribuida a la pérdida de la
masa muscular debido al desgaste de fibras musculares. Sin embargo, los adultos
mayores que participan en actividades físicas de resistencia y ejercicios aeróbicos
de manera regular (figura 6) pueden mantener una buena resistencia muscular por
25
muchos más años, lo que les brinda la oportunidad de continuar con sus actividades
diarias, laborales y su independencia.
Figura 6. Uno de los variados ejercicios para trabajar la
fuerza en el adulto mayor.
Nota: tomado de Quintero, Pinillos, Herazo, Vidarte,
Sanmiguel y Morales. (2017). Ejercicio físico para la
condición física funcional en el adulto mayor: estrategia
de intervención. Barranquilla.
2.2.2.3. Velocidad
La velocidad se define en el área de la Educación Física como la habilidad
de hacer movimientos rápidos en periodos cortos de tiempo. (Zaciosrskij, 1968).
Esta capacidad incluye, además, nociones vinculadas con la velocidad de traslación
del cuerpo entero, la velocidad de alguna o varias partes del cuerpo -a la que se le
denomina segmentaria- y la velocidad de reacción para iniciar un movimiento
(Pastor y Gutiérrez, 2007, p. 49).
Se distingue a la velocidad como velocidad cíclica, que tiene que ver con
desplazamientos o movimientos sucesivos (correr, andar), y velocidad acíclica, que
implica movimientos o desplazamientos aislados (lanzar).
Otros autores distinguen a la velocidad como:
● Velocidad de reacción: respuesta inmediata hacia un acción
estimulante, en el menor tiempo posible, o la velocidad en que el
cuerpo reacciona para realizar una determinada actividad.
26
● Velocidad gestual o segmentada: son los movimientos que realizan las
partes del cuerpo de manera independiente. Por ejemplo, el
movimiento rápido del brazo en deportes como tenis o vóleibol, o el
movimiento rudo del tronco en un salto.
● Velocidad de traslación: es la capacidad de recorrer un tramo o
distancia, o repetir una acción, en un menor tiempo posible.
Sgaravatti, Santos, Bermúdez y Barboza (2018) mencionan que caminar o
marchar, por ejemplo, son funciones exclusivas en la persona. Su disminución está
relacionada con la pérdida de independencia o autonomía, y eso se puede notar
más en los adultos mayores.
2.2.2.4. Flexibilidad
La flexibilidad, la calidad física, está íntimamente relacionada con el
movimiento de las articulaciones y el nivel de elasticidad que tiene el
músculo, por lo tanto, con la independencia del adulto mayor y su estilo
de vida, pues su estimulación es fundamental para la salud del ser
humano de una forma general, sobre todo bajo el aspecto de
motricidad humana. (Vale, Dantas y Aragao, 2003, p. 24)
Hollman y Hettinger, citados en Dantas, proponen que: “La calidad física es
responsable de la ejecución voluntaria de un movimiento de amplitud angular
máxima, por una articulación o conjunto de articulaciones, dentro de los límites
morfológicos, sin el riesgo de provocar lesión” (1999, p. 57).
La flexibilidad se clasifica en:
● Flexibilidad dinámica: se ejerce cuando se realiza un movimiento que
logra la amplitud máxima de una articulación y el estiramiento máximo
de un músculo. Con esta clase de flexibilidad se pueden desplazar una
o varias partes del cuerpo.
● Flexibilidad estática: no se presenta ningún movimiento específico.
Con una posición determinada se busca un nivel de estiramiento que
no genere dolor y que debe de mantenerse por unos segundos. Se
consideran también los movimientos con ayuda.
27
“Los ejercicios de estiramiento correctamente ejecutados pueden lograr que
el cuerpo se mantenga flexible y ágil; eso brinda que los movimientos sean libres en
las acciones cotidianas” (Planamasd, 2011, p.24)
Para aumentar la flexibilidad en el adulto mayor se pueden realizar
estiramientos de los hombros y de la parte superior de los brazos (figura 7).
Figura 7. Ejercicio de flexibilidad corporal en el adulto mayor.
Tomado de: Quintero, Pinillos, Herazo, Vidarte, Sanmiguel y
Morales. (2017). Ejercicio físico para la condición física funcional
en el adulto mayor: estrategia de intervención. Barranquilla.
2.2.2.5. Equilibrio
El equilibrio es la capacidad que tiene el cuerpo de mantenerse en posición
erguida, manteniendo estable su movimiento y dominando el espacio. Está
relacionado con el sistema vestibular, el cerebelo y la tonicidad muscular. Se dice
también que es la capacidad de adoptar una posición en contra de la gravedad.
Cuando la persona está quieta se puede denominar equilibrio estático, y
cuando el cuerpo está desplazándose se le llama equilibrio dinámico.
Según Sánchez y Motilva (2003), citados por Chalapud y Escobar (2017), es
importante mantener o mejorar el equilibrio en los adultos mayores, ya que esta
condición es necesaria para que se puedan realizar desplazamientos correctos y a
su vez se evite el riesgo de caída (p. 99).
28
Los programas o talleres de actividad física dirigidos al adulto mayor deben
combinar ejercicios para fortalecer el equilibrio y así evitar las caídas. También
deben de ser medios acordes para conservar la funcionalidad y la autonomía del
adulto mayor. Es necesario que este encuentre programas que le brinden una ayuda
acorde a sus necesidades, con el objetivo de fortalecer sus capacidades físicas, de
manera individual o mediante trabajos en equipo (figura 8).
Algunos de los ejercicios que se pueden realizar para mejorar el equilibrio
son: pararse sobre un pie, caminar de talón a dedos y tai chi. (Planamasd, 2011, p.
75)
Figura 8. Equilibrio corporal.
Nota: tomado de Quintero, Pinillos; Herazo,
Vidarte, Sanmiguel, Morales. (2017).
Ejercicio físico para la condición física
funcional en el adulto mayor: estrategia de
intervención. Barranquilla.
3. La danza folklórica en la adultez mayor
29
3.1. Cómo aprende el adulto mayor
La educación tradicional está en deuda con la población de adultos mayores:
en la actualidad las personas que ingresan a los 60 años de vida no encuentran
suficientes medios en los que puedan seguir creciendo, se puedan recrear,
comunicar, compartir sus vivencias, mantener su formación personal, aprender y
enseñar.
Ante ello, la gerontogogía aparece como una disciplina que va dirigida a las
personas de edad avanzada o adultos mayores. Asimismo, una nueva disciplina
que se hace presente en la educación de los adultos mayores es la pedagogía
gerontológica, que fomenta el desarrollo de la persona, brindándole una
capacitación constante como miembro contributivo y respectivo de la sociedad
(García, 2007, p. 56).
Lo importante de la educación para los adultos mayores, más que seguir un
patrón, es lograr motivar a las personas de la tercera edad a redescubrirse y
transformarse continuamente desde una necesidad personal y bajo un clima de
respeto.
Algunos de los desafíos que asume la educación para los adultos mayores
son alentar la motivación y el estado de satisfacción con sus estilos de vida,
fomentar vínculos sociales e intergeneracionales y apoyar la resolución de conflictos
propios de la vejez.
3.1.1. La educación permanente
La UNESCO propuso el concepto de educación permanente (EP) en la I
Asamblea Mundial del Envejecimiento, llevada a cabo en Viena (1982), y fue
aceptado por todos los países que participaron.
La educación permanente está dentro del Plan de Viena y su primera
iniciativa es fomentar conciencia sobre los problemas y soluciones acerca de la
prolongación de la vida humana. En este plan están incluidas 62 recomendaciones
específicas en los diversos aspectos que preocupan a los adultos mayores,
incluyendo la educación. Ante ello, García (2007) explica que en la Conferencia
Internacional de Educación de Adultos, que se llevó en Hamburgo en 1997, se
planteó que la educación en el transcurso de la vida tiene un valor mucho más
30
importante que un simple derecho. Esta es una de las claves del nuevo siglo, y a su
vez ofrece una ciudadanía activa y una participación plena en la sociedad (p. 59).
La educación permanente nació a fines del siglo XX para afrontar las
necesidades de una población que va envejeciendo y va exigiendo ciertas
condiciones para seguir aprendiendo. En la figura 9, se observan cuáles son las
características del concepto de educación permanente y que involucran
directamente al adulto mayor.
Figura 9. Las características del concepto de educación permanente. Nota:
tomado de Limón: La educación transformadora, como recurso básico para
vivir la vejez. p. 22.
Esta misma educación permanente plantea algunos retos para los alumnos,
la institución y el docente.
● Los alumnos deben enfrentarse al reto de descubrir nuevos aprendizajes y
crear nuevas relaciones.
● La institución educativa debe introducir un nuevo espacio para un alumnado
que desea aprender sin esperar obtener un certificado o título.
● El docente debe estar capacitado para enseñar a un grupo de educandos
con diversidad de conocimientos previos y estar presto a obtener
enseñanzas de sus estudiantes.
“Los programas de EP rectifican los pensamientos o las ideas prejuiciosas
conocidas, que indican que en la etapa de la vejez la persona deja de ser capaz de
31
aprender” (García, 2007. p. 60). Los adultos mayores, como educandos, tienen la
capacidad para seguir aprendiendo nuevos conocimiento y tienen la oportunidad de
aprender aquellos temas que dejaron inconclusos o no pudieron aprender por
diversos motivos, como por ejemplo: trabajo, tiempo, familia, etc. Y, como educador,
el adulto mayor puede además tener la ocasión de brindar sus conocimientos
obtenidos a través de los años.
Eso sí, el adulto mayor tiene que tomar en cuenta algunos aspectos para
tener una óptima educación:
● Relación consigo mismo: debe fortalecer su autoestima, aceptándose
a sí mismo y promoviendo su crecimiento personal.
● Con los demás: debe remediar lazos, compartir expectaciones y
perspectivas, participar de acontecimientos sociales, brindar servicio
y apoyo a otras personas.
● Con la naturaleza: descubrir su entorno y valorar su espacio.
● Con lo trascendente: debe darle sentido a la vida y encontrar
respuestas a las enfermedades, al dolor y a la muerte.
Todo lo anteriormente mencionado obliga a todas las naciones a brindar
recursos educativos que favorezcan a aquellas personas que van terminando con
su vida laboral o que están próximos a alcanzar esta etapa. (García, 2007. p. 60).
3.2. Beneficios de la danza folklórica en el adulto mayor
El ejercicio físico realizado de forma correcta es el mejor instrumento
disponible para mantener una buena condición física en el adulto mayor, ya que
ayuda a prevenir o retrasar los efectos del envejecimiento y fortalece la salud y el
bienestar de la persona.
Según la Organización Mundial de la Salud (2016), en su Guía virtual para la
actividad física, la persona en la adultez mayor debe practicar “150 minutos de
ejercicios cada semana con un nivel de intensidad moderada o 300 minutos de
ejercicio de nivel bajo o leve”.
Llevar una vida física saludable le brindará al adulto mayor energía y vitalidad
para realizar sus actividades diarias con facilidad, disfrutará del tiempo de ocio,
32
enfrentará los tiempos de emergencia sin fatiga, desarrollará su nivel intelectual y
vivirá con alegría todas las experiencias que se le presenten.
Realizar ejercicios y mantener el organismo entrenado correctamente,
contribuirá a la mejora de la capacidad funcional de los sistemas orgánicos del
adulto mayor. Landinez, Contreras y Castro (2012) indican que: “En aspectos
generales, la práctica de ejercicio ayuda a mantener o mejorar la condición física de
las personas mayores en su función musculoesquelética, osteoarticular,
cardiovascular, respiratoria, endocrino-metabólico, inmunológica y
psiconeurológica” (pp. 574-577).
Es importante tener en cuenta que todos los programas de ejercicio o
actividad física propuestos para adultos mayores deben estar orientados a la mejora
de su condición física, pero principalmente a mejorar su equilibrio, mantener o
favorecer su funcionalidad de manera independiente y beneficiar su estilo de vida.
La práctica de ejercicio en danzas folklóricas tiene resultados positivos en la
mayoría de personas que viven esta experiencia. Si no es en todas las funciones
orgánicas, aporta en mantener la funcionalidad e incluso a mejorarla. El efecto que
tiene la práctica de las danzas como ejercicio es considerado como una opción de
terapia para contrarrestar el inevitable proceso del envejecimiento.
En diversas investigaciones, como las de Ramírez (2015), Salazar (1995),
Prieto (2007), Gonzales (2005), García, Carbonell y Delgado (2010), Mora (2008),
Fernández, Carral y Pérez (2001), Landinez, Contreras y Castro (2012), se ha
constatado que el ejercicio en la adultez mayor fortalece la fisiología de la persona;
el sistema musculoesquelético se ve beneficiado con el retraso de varias
degeneraciones óseas (osteoartritis, osteoporosis); se reduce el riesgo de tener una
discapacidad en su desenvolvimiento funcional; y hay un progreso de la fuerza
muscular, la flexibilidad y la estabilidad postural.
El ejercicio correctamente practicado mejora la capacidad funcional del
adulto mayor, disminuye el riesgo de caídas y fracturas en sus desplazamientos,
33
reduce el estilo de vida sedentaria y baja la tasa de mortalidad, lo que permite el
aumento de la longevidad.
La danza folklórica también contribuye en la mejora del sistema metabólico,
pues disminuye las cantidades de grasa y, por el contrario, aumenta la grasa magra
-lo que incrementa el gasto energético basal-, mejora la hipertensión, produce
aumento de ingesta alimenticia compensatoria y disminuye los niveles de LDL-
colesterol (colesterol malo) y triglicéridos.
A nivel psicológico, se menciona que la danza folklórica mejora la autoestima
y permite que se recupere la confianza en sí mismo. El autoconcepto es fortalecido
y el estrés disminuye, al igual que los niveles de ansiedad, ya que el ejercicio
aumenta los niveles de betaendorfina, que genera un sentimiento de bienestar y de
gusto. El insomnio también disminuye y se fortalece el vínculo con las personas que
le rodean, por ende con la sociedad.
En el sistema neuromuscular se confirma que la práctica de ejercicio ayuda
al cerebro de dos maneras principalmente: 1) interviene en la contribución adecuada
de nutrientes, ayudando en el proceso de homeostasis de la glucosa y del oxígeno
y en los procesos de vascularización cerebral; y 2) colabora óptimamente en la
eficacia funcional de las neuronas, interviniendo en los procesos de excitabilidad
neuronal y de plasticidad sináptica.
El ejercicio físico y la danza folklórica ayuda también a ampliar las zonas
cerebrales, combinando acciones musculares y reacciones fisiológicas, como por
ejemplo: el crecimiento de flujo sanguíneo, la respiración, el ritmo cardiaco y el
control del sistema sensorial y perceptivo para generar equilibrio.
34
Figura 10. Adultos mayores del distrito de Lince celebraron la clausura de sus
talleres de danzas con una presentación llena de talento y demostrando lo
positiva que es la práctica de la danza en esta etapa.
Nota: tomado de Programa del Adulto Mayor de Lince. 2017
http://www.munilince.gob.pe/articulo/adultos-celebraron-durante-clausura-
de-talleres-de-danzas-guitarra-y-coro
35
CONCLUSIONES
En estos tiempos en que las sociedades experimentan el envejecimiento de
su población, nace el interés y la preocupación por el desafío de prolongar y mejorar
la calidad de vida del adulto mayor y, en ese contexto, dar un alcance oportuno de
cómo se puede afrontar esa realidad brindando una herramienta que esté al alcance
de todos. Por ello, se considera coherente y oportuno este tipo de investigación ya
que da luz al mejoramiento y la preservación de la vida del ser humano y brinda una
visión más amplia del adulto mayor en la sociedad en general.
En relación con el objetivo de describir el efecto que produce la práctica de
la danza sobre la dimensión fisiológica del adulto mayor, se ha podido determinar
que se reducen los factores de riesgo de sufrir hipertensión y enfermedades
cardiovasculares, óseas y musculares; se fortalecen las capacidades funcionales
como resistencia, fuerza, flexibilidad y equilibrio; se previenen las caídas, y hay un
mejoramiento de la respiración y de la postura corporal.
En relación con el objetivo de describir el efecto que produce la práctica de
la danza sobre la dimensión psicológica del adulto mayor, se ha podido determinar
que permite una mejor comunicación; se superan frustraciones, miedos y
depresiones; se vence a la soledad y el aislamiento; se da pie a las demostraciones
de afecto, satisfacción o sentimiento de logro; y se obtiene una autoimagen positiva,
mayor autoestima, autonomía, liderazgo, mayor tranquilidad consigo mismo y un
nuevo y mejorado concepto de la vida.
En relación con el objetivo de describir el efecto que produce la práctica de
la danza sobre la dimensión social del adulto mayor, se ha podido determinar que
pasar tiempo con sus pares puede ser muy recompensante; se mejora la interacción
con los demás, la socialización, la comunicación; nace un sentimiento de
cooperación, de hacer amigos fácilmente, y disminuye la tristeza y el aburrimiento.
Esta investigación permite eliminar pensamientos o estereotipos negativos
en cuanto a la práctica de actividad física o ejercicios específicos como la danza
folklórica en la adultez mayor. Aún hay mucho tramo por andar en torno a este tema,
pero el presente trabajo intenta dilucidar muchas interrogantes o temores que el
36
adulto mayor lleva consigo y que no le permiten explorar nuevos espacios o adquirir
nuevas experiencias que lo van a favorecer en diferentes aspectos.
Este trabajo brinda, de igual manera, una compilación de algunas de las
investigaciones realizadas con éxito sobre la práctica del ejercicio o danzas
folklóricas en el adulto mayor. Asimismo, detalla todos los beneficios que se pueden
adquirir al hacer efectiva una correcta actividad física: por ejemplo, conocer su
cuerpo y sus limitaciones, y abrir un nuevo concepto que aporta a un mejoramiento
de la calidad de vida del adulto mayor.
La vejez es responsabilidad de todos y, aunque no se sepa lo que vaya a
suceder en el futuro en relación con el envejecimiento de la población, en este
trabajo se establece el compromiso de seguir investigando y buscando alternativas
que permitan una mejor sociedad para el adulto mayor.
37
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