escenar o it música · escenar. 1 o r it,¡ e o orquestas y las partituras. al parecer, ka-...
TRANSCRIPT
Escenar.1 O r It ,¡ e o
orquestas y las partituras. Al parecer, Ka- resultaron ciertamente i~téresantes. Adéplan fue uno de tantos y tantos melóma- más de sus valores estéticos fundamennos que, al conocer la música de Mahler, tales, esta sinfonfa tiene 'algunos extrasquedaron fascinados, hipnotizados y pro- que le añaden interés al espectáculo de sufundamente impactados. Hasta aquf, todo interpr.etación en conciertó:' u~a"orques
normal. Lo peculiar del caso es que; ~s- ta enorme, una soprano y li"na" ~eZzoso
pués de escuchar la Sinfon(a Resumicci6n " piano solistas, un 'cor~ !t'i>{t¿, un~ b!ndade Gustav Mahler, el señor Kaplan llevó demetaleS, percusiOnéS yCamPanas'tUerasu transfiguración mucho más allá que el " -de'l8 eS,céóa. las reacclOnesal~bajo decomún de los mortales. Se dedicó deSdé - Kapisn:-tanto eOtre' elPúbii~como entreentonces a conocer profundamente 18 ;,' Ios propios "ulsicO~, tuéron"Positlvas enobra tomando para ello cursoS especiti'- ' " g~ner~l, consid~ando la~clÍ'éunst8nCias.les d~ música y dirección orquestal. Oes- o" ~ Si'bief¡'fu~ ' ~onocido el h~hÓ<'d~-qoo Ka
pués de un tiempo, Kaplan comenzó Sviá- ,' ~plan do~pce "Y,anÍa proftjn~n:iente estajar por el mundo, buscando en las mejores ~ , he~~'m8hleriá~a,''S8 ~izo presentesalas de concierto todas las interpretacio~ ' " ,el comeñtario~ó el sentidOde que le faltanes en vivo de esta obra que pudo locali- /~;;. ,,),,' "; "'" .
zar. Siguió estudiando la obracon singular 'empeño y, finalmente, como un auténtico amateur en toda la ext'ensión de la palabra, utilizó sus amplios recursos económicos para tener a su dispoáición ' a laOrquesta Sinfónica Americana en el Uncoln Center de Nueva York, donde finalmente cumplió su deseo supremo: dirigirla segunda sinfonfa de Mahler. Lo más normal es que la historia hubiera terminadoahí, pero el caso es que tanto los músicoscomo el público y la critica decidieron que,para ser un aficionado, el seftor Kaplan lohabfa hecho bastante bien, y hibla demostrado conocer a fondo la complicadapartitura de Mahler. A partir de entonces,comenzaron a 1I0verle invitaciones para dirigir la Sinfon(s Resurrección por todo elmundo: Inglaterra, Gales, Japón, Hungrra,Suecia y muchos otros lugares h~n atestiguado el profundo amor de Kaplan poresta sinfonfa de Mahler, y su comproml- ,-so total con ella. .-:,'
Asf fue como Gilbert Kaplan se convirtió, para asombro de propios y extraños,en el especialista en la Resurrección deMahler. Por si ello fuera poco, Kaplan hainvestigado a fondo todo lo relativo a lacomposición de la obra, y ha producido algunos textos interesantes al respecto.Además, recurriendo de nuevo a su biendotado bolsillo, Kaplan adquirió el rnanuscrto original de la partitura, ,Y publicócon sus propios recursos una ediciónJacsimilar de la obra. Más aún: Kaplan aplicó ".algunos de sus billetes para colaborar a lareconstrucción de la casita de campo a orinas del lago Attersee,en la que Mahlerpasó muchos veranos componiendo, yque fue el lugar de nacimiento de la segunda sinfonfa.
Con todos estos antecedentes, Kaplanse presentó en la Sala Nezahualcóyotl dela UNAM a mediados de agosto para dirigir la Resurrección en dos conciertos que
MúsicaMAHLER Y suESPECIALISTA
Por Juan Arturo Brennan
En el medio teat ral mexicano se recuerda con cariño y admiración a Carlos Ancira, en primer lugar porque fue un estupendo actor, y en segundo lugar, por suscontinuas y numerosísimas representaciones del Diario de un loco, que le dieron unprestigio que incluso trascendió nuestrasfronteras . Ancira fue , ni más ni menos, elespecial ista en Diario de un loco. Del mismo modo, el pianista italiano Aldo Ciccolini es renombrado en todo el mundo porsus interpretaciones de la música de ErikSatie . Si bien Ciccolini es un pianista conamplio repertor io, incluyendo cierta preferencia por las obras de Camille SaintSaens. lo cierto es que le conocemos comoel especialista en Satie .
¿Hasta dónde se puede llevar ciertatendencia a la especialización en el campo de la interpretación artística7 Haceunas semanas, en agosto de este año, losmelómanos de la ciudad de México tuvieron un curioso acercamiento a un notablefenómeno de especialización musical, enla figura del señor Gilbert Kaplan.
En el séptimo programa de la Temporada 1988 de la Orquesta Sinfónica de Minerfa, Gilbert Kaplan fue invitado á dirigirla obra única de dicho programa: la enorme Sinfonía No. 2 en do menor, Resurrección. de Gustav Mahler. Enprincipio, cualquier interpretación de esta gran partituraen una de nuestras salas de concierto esen sí misma un acontecimiento, no sólopor el valor intrínseco de la música deMahler, sino por lo infrecuente de la apa rición de la Sinfon{a Resurrección en nuestros programas de concierto. Pero ademásdel interés puramente musical, la presencia de Mahler en este caso estuvo rodeada de una interesante historia, que se refiere a la peculiar vocación de GilbertKaplan.
Según datos que fueron apareciendo enlos medios locales de comunicación, laprofesión original de Kaplan tiene más quever con las acciones, las tasas de interésy las transacciones bursátiles, que Con las
Gustav Mahler
b
-------------- 29 _
E s e e n a r .I O
Es fác il ver que la comb inación de estostextos y estas ideas con la poderosa música de Mahler no puede ser sino enormey apocalíptica. y se hace muy comprensible la avalancha de emociones que unabuena interpretación de la obra puede despertar. Si un amateur musical como Gilbert Kaplan hubo de elegir una obra para 'hacerla tan íntimamente suya, sin duda eligió bien al poner sus ojos, sus oldos Y sualma en la Sinfonía Resurrección de Gustav Mahler . o
" En el cuarto mov imiento hay palabrascantadas : con el Urlicht (Luz primera)iluminan la impenetrable avalancha de .sonido. tejida de ambientes, pero construida según sus propias leyes. Elhornbre canta , con piadosas palabras toma.das de El cuerno mágico del doncel , suconfianza en Que Dios le dará una velapara guiarlo a una vida de felicidad eterna. Aqu l casi se nos da un programapara el siguient e movimiento: vagandoen la Luz primera. Una visión semejantedete rminó la forma general del movimiento . La música y la idea se acercan.La imaginación de Mahl er es dominada por el Juicio Final , y desde el iniciodel quinto mov imient o en adelante, sepuede sentir el conf licto entre una serie de imágenes mentales y el desarrollo de la música . La mús ica debe ceder,y esto es fácil de enten der al recordarlas emociones de un hombre poseldopor tales ideas. Sin embargo, con el desarrollo a la marcha de los temas corales. el músico domina ot ra vez, y cedeante el poeta sólo con la entrada de laGran l/amada. Con la sublime músicaen que Mah ler transformó el poema deKlopstock sobre la Resurrección, y alque añadió en verso la expresión de susesperanzas y conv icc iones, respondepor vez primera a la angust ia, la duda,las preguntas que to rt uraban su alma.En sonidos transfigurados , inspiradospor el elevado mensaje de su corazón, •Mahler alcanza la solemne afirmacióndel f inal : 'Moriré para vivir"."
obra completa se estrenó en la misma ciudad en dic iembre de ese año, bajo la baotuta del mismo Mahler. La partitura fueeditada en el invierno de 1896-97, juntocon su reduc ción a dos pianos, preparada por Bruno Walter. Fue precisamenteBruno Walte r. amigo cercano y promotorde Mah ler, el autor de una de las bioqratras más cálidas e ilust rat ivas del grancompos ito r. En ella. Walter se refiere asla la Sinfonfa Resurrección :
Movimiento IV: La emotiva voz de la fepura alcanza nuestro oído: Soy de Dios.y a Él he de volver.
Movimiento V: Suena la voz en el desierto: ha llegado el f in de la vida, y seacerca el Día del Juicio . Las tumbas seabren, los muertos desf ilan... suenanlas trompetas de la Revelación. Un suave coro de santos y seres celest ialescanta: 'Resurrección, sí, la Resurrec·ción os será concedida' . Y aparece laglor ia de Dios. Y no hay juicio, no hayjustos ni pecadores , no hay cast igo nirecompensa . Un el}orme sent imientode amor nos transfigura ."
Movimiento 111: De regreso a la turbulencia de la vida. Todo parece horrible.. .como mirar desde fuera un brillante salón lleno de gente que baila, sin poderescuchar la música . La vida parece notener sentido, es como una pesadilla dela que uno despierta con un grito .
Movimiento 11 : Recordando el pasado ,como un rayo de luz en la vida delhéroe .
gunta : ¿Con qué propós ito has viv ido?La respuesta la doy en el último mov imiento .
Los movimientos primero y tercero de estaenorme obra fueron dirigidos por RichardStrauss en Berlín en marzo de 1895, y la
_______________ 30
¡ ' .. ..
; '.'Movimient o 1: Lo he llamado rito tú. nebre. Estoy depositando al héroe demi primera sinfonía (el Titán) en su turnba. Al mismo t iempo , hago esta pre-
una experiencia musical más completa enel ditrcil campo de la música sinfón ica. Dicho de otro modo: se antoja difícil llegardirectamente al corazón de Mahler sin haber pasadoantes por Haydn, Mozart, Beethoven, Schubert , Brahms y Bruckner. Decualquier forma , y aun ante el posible escepticismo de músicos más preparados-que Kaplan, lo,cierto es que la suya es unaverdadera labor de amor musical, amorque les falta a otros que t ienen un entre namiento más completo.
> ¿Qué hay, pues, en la Sinfonía Resurrección de Mahler, que pueda haber pro -
•~ocado la peculiar especialización de Gilbert Kaplan? Mahler conc ibió la sinfoníahacia 1887, y la terminó en junio de 1894,
~n Steinbach, a orillas del Attersee . La parte medular de la obra fue escrita por Mah-
, ler 'en Hamburgo, donde el compositor, asisti ó al funeral del gran director orques
•. tal Hans von Bülow . Fue durante esta ce-re'l!1onia q~e Mahler concibió la idea de inc~rporar el himno La Resurrección deKlopstock al último movimiento de la obra.Junto con la tercera sinfonía, ésta es pro-
..t l ,_ '. . '
bablemente la obra más programática deMahler. De hecho, el compositor escrib ióú~¡' largbte~to descript ivo de la SinfoníaResurrecc ión , del que transcribo aquí algünos, fragmentos interesant es:
~=====------~