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Capítulo 3.4 Escalas de valoración de riesgo de ulceras por presión Francisco Pedro García Fernández Pedro Luis Pancorbo Hidalgo Joan-Enric Torra i Bou Carmen Blasco García Citar como: García FP, Pancorbo PL, Torra JE, Blasco C. Escalas de valoración de riesgo del úlceras por presión. En: Soldevilla JJ, Torra JE (eds). Atención integral de las heridas crónicas. 1ª ed. Madrid. SPA 2004; 209-226. Escalas de valoración de riesgo de ulceras por presión Introducción La mejor estrategia frente al problema de las úlceras por presión (upp) es la prevención de su aparición; teniendo en cuenta que la mayor parte de las upp son evitables con cuidados y dispositivos adecuados, hasta un 95% según algunos autores (1) . Sin embargo, la prevención también tiene un coste elevado, tanto en recursos materiales como humanos (2,3) lo cual obliga a utilizar instrumentos de medida que permitan precisar qué pacientes necesitan los cuidados preventivos y cuales no, así como determinar el tipo de cuidados preventivos que precisan . La enfermera con experiencia selecciona a través de su juicio clínico a los pacientes a los cuales se les deben aplicar estas medidas preventivas. No obstante, existe la disyuntiva de si se pueden usar otros instrumentos de medida, que especialmente en las enfermeras menos entrenadas puedan descubrir a los pacientes con riesgo de desarrollar una UPP, proponiéndose así unos instrumentos de valoración de riesgo que reciben el nombre de escalas de valoración del riesgo de UPP (EVRUPP). A pesar de los posibles beneficios que representa la utilización de una EVRUPP, p.e, Hodge et al (1990) (4) demostraron que a los pacientes de un grupo al que se le había aplicado de manera sistemática la Escala de Norton recibían un 76% más de actividades preventivas que un grupo control sin

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  • Capítulo 3.4

    Escalas de valoración de riesgo de ulceras por presión Francisco Pedro García Fernández Pedro Luis Pancorbo Hidalgo Joan-Enric Torra i Bou Carmen Blasco García Citar como: García FP, Pancorbo PL, Torra JE, Blasco C. Escalas de valoración de riesgo del úlceras por presión. En: Soldevilla JJ, Torra JE (eds). Atención integral de las heridas crónicas. 1ª ed. Madrid. SPA 2004; 209-226.

    Escalas de valoración de riesgo de ulceras por presión

    Introducción La mejor estrategia frente al problema de las úlceras por presión (upp)

    es la prevención de su aparición; teniendo en cuenta que la mayor parte de las

    upp son evitables con cuidados y dispositivos adecuados, hasta un 95% según

    algunos autores (1) . Sin embargo, la prevención también tiene un coste elevado,

    tanto en recursos materiales como humanos(2,3) lo cual obliga a utilizar

    instrumentos de medida que permitan precisar qué pacientes necesitan los

    cuidados preventivos y cuales no, así como determinar el tipo de cuidados

    preventivos que precisan . La enfermera con experiencia selecciona a través

    de su juicio clínico a los pacientes a los cuales se les deben aplicar estas

    medidas preventivas. No obstante, existe la disyuntiva de si se pueden usar

    otros instrumentos de medida, que especialmente en las enfermeras menos

    entrenadas puedan descubrir a los pacientes con riesgo de desarrollar una

    UPP, proponiéndose así unos instrumentos de valoración de riesgo que reciben

    el nombre de escalas de valoración del riesgo de UPP (EVRUPP).

    A pesar de los posibles beneficios que representa la utilización de una

    EVRUPP, p.e, Hodge et al (1990) (4) demostraron que a los pacientes de un

    grupo al que se le había aplicado de manera sistemática la Escala de Norton

    recibían un 76% más de actividades preventivas que un grupo control sin

  • utilizar la escala de manera sistemática, no existe ni a nivel internacional ni a

    nivel nacional una uso universal de las mísmas. Dentro del contexto del primer

    estudio nacional de prevalencia sobre UPP en España (5) , se pudo determinar

    que un 72,8% de los profesionales de hospitales que respondieron al

    cuestionario utilizaban de manera sistemática una EVRUPP, un 60,31% de los

    que trabajaban en la atención sociosanitaria y un 59,5% de los que lo hacían

    en la atención primaria (6) .

    Otro importante elemento a tener en cuenta es el contexto en el cual se utiliza

    una EVRUPP. La mera inclusión de una EVRUPP sin un activo protocolo de

    prevención que permita facilitar los cuidados de prevención que requieren los

    pacientes de acuerdo con su nivel de riesgo tiene un efecto muy limitado en la

    reducción de la incidencia de UPP. Por tanto las EVRUPP deben de utilizarse

    en un contexto de protocolización de los cuidados mediante guías de práctica

    clínica basadas en la mejor evidencia posible, que dentro de su proceso de

    implementación aseguren que los profesionales disponen de los conocimientos,

    habilidades, tiempo y recursos materiales para su aplicación en un contexto de

    evaluación contínua de la calidad asistencial (7,8).

    Por tanto, para instaurar un programa de prevención de upp podemos decir que

    uno de los pasos esenciales puede ser la elección de una EVRUPP. ¿Pero

    cuál? Desde que Doreen Norton (9)presentara en 1962 su escala han sido

    recogidas en la bibliografía científica más de 30 escalas, más las

    modificaciones de algunas de ellas (10-12).

    Los criterios de adopción e implantación de una u otra EVRUPP deben basarse

    en argumentos que justifiquen de una manera científica la correspondiente

    decisión. A lo largo de este capítulo proveeremos al lector de las herramientas

    que la ciencia aporta, a través de la evidencia científica existente hasta la

    fecha, sobre el uso de las EVRUPP y analizaremos detalladamente las escalas

    más importantes así como las investigaciones que las avalan.

  • Evidencia científica sobre el uso de las escalas de valoración del

    riesgo de aparición de úlceras por presión. En la mayoría de Guías de Práctica Clínica (GPC), encontramos

    recomendaciones sobre el uso de las EVRUPP basadas en la mejor evidencia

    científica disponible. No obstante encontramos en algunas de ellas la disyuntiva

    sobre si es aconsejable adoptar una escala de valoración del riesgo o debería

    de utilizarse únicamente el juicio clínico de las enfermeras para ello. Para

    responder a esta pregunta la mayoría de las GPC se basan en la revisión

    sistemática realizada por Cullum y cols.en 1995 (11) y por McGough en 1999 (12).

    Ambos trabajos concluyen en que no hay evidencia suficiente que demuestre

    la efectividad de las escalas de valoración en la reducción de la incidencia de

    las upp, aunque si hay una pequeña evidencia de que el uso de EVRUPP es

    mejor que el juicio clínico. Sin embargo, deberíamos considerar el importante

    sesgo de selección de estos trabajos, así como de las GPC, donde sólo

    incorporan investigaciones publicadas en lengua inglesa, por lo que no

    podríamos descartar el que existan publicaciones que refuercen o contradigan

    alguno de estos resultados y no estén incorporados por el sesgo idiomático.

    Por otra parte hay que destacar que existe una cierta discrepancia ética en

    cuanto a diseñar trabajos experimentales, los que producen evidencias de

    mayor robustez, en los que un grupo control pueda verse deprivado de la

    utilización de una medida, a priori eficaz, como es la valoración sistemática de

    su riesgo. Esta circunstancia se repite en muchas otras situaciones

    relacionadas con las heridas crónicas, y nos obliga, a ser cautelosos ante

    enfoques basados exclusivamente en la evidencia obtenida mediante ensayos

    clínicos.

    En las tablas 1 y 2 se enumeran las recomendaciones de valoración del

    riesgo de la GPC más importantes. Para la fuerza de la evidencia de cada

    recomendación se han seguido lo publicado por Novell y Navarro-Rubio (1997) (13) y Gálvez Toro (2001) (14), así encontraremos recomendaciones que pueden

  • agruparse en base a tres categorías de evidenica, Grado: A= Evidencia Alta;

    Grado B= Evidencia Media; Grado C= Evidencia Baja)

    Características de la escala ideal. Diferentes autores (8,10,18, 22-26 ), han descrito los requisitos que debe reunir

    la escala ideal, o lo que es igual, los criterios exigibles a una EVRUPP y por

    tanto necesarios evaluar al validar una escala, que serían (tabla 3)

    1. Alta sensibilidad. Definida como la habilidad de un test o escala para

    identificar correctamente a los pacientes que tienen la enfermedad o

    condición entre todos los de riesgo.

    2. Alta especificidad. Definida como la habilidad del test o escala para

    identificar correctamente a los pacientes que no tienen la enfermedad o

    condición entre los que no son de riesgo.

    3. Buen valor predictivo. Tanto positivo, entendido como cuantos de los

    pacientes con úlcera han sido catalogados de riesgo entre el total que la

    desarrollan, como negativo, entendido como cuantos pacientes sin úlcera,

    han sido catalogados sin riesgo entre el total de los que no la han

    desarrollado.

    4. Ser fácil de usar.

    5. Que presente criterios claros y definidos que eviten al máximo la

    variabilidad interobservadores.

    6. Aplicable en los diferentes contextos asistenciales.

    En base a estos criterios vamos a analizar las EVRUPP más importantes y

    validadas en la literatura científica mediante una revisión de los trabajos

    científicos publicados a tal efecto..

    Escala de Norton La primera EVRUPP descrita en la literatura fue desarrollada en 1962

    por Norton, McLaren y Exton-Smith (27) en el curso de una investigación sobre

    pacientes geriátricos. A partir de esa fecha la escala de Norton ha alcanzado

  • una importante difusión en todo el mundo. Esta escala considera cinco

    parámetros: estado mental, incontinencia, movilidad, actividad y estado físico;

    puntuados de 4 (que indica la mejor situación de cada parámetro) a 1 (la peor

    situación) (tabla 4). La puntuación de la escala es negativa, de forma que una

    menor puntuación indica mayor riesgo. En su formulación original una

    puntuación de 14 o menor supone riesgo moderado de upp, y 12 o menor

    riesgo alto. Posteriormente, en 1987, Norton propuso modificar el punto de

    corte situándolo en 16 (27)..

    La escala de Norton es bastante fácil de usar (22) y ha sido validada

    ampliamente (9, 28-38 ) (tabla 5). Los valores medios son: sensibilidad 66 %

    (rango= 0- 92 %); especificidad, 65 % (31-94 %); valor predictivo positivo, 27 %

    (7-53 %); y valor predictivo negativo, 93 % (80-99 %). Sin embargo, presenta

    algunos problemas que pueden limitar su efectividad clínica. Las principales

    deficiencias de esta escala son: a) no realiza una definición operativa de los

    parámetros utilizados; b) no considera los factores nutricionales; y c) no

    considera la fricción sobre la piel.

    Existen numerosas escalas derivadas de la escala de Norton, en las que

    a partir de los 5 parámetros básicos se han añaden otros nuevos. Entre ellas se

    encuentran:

    - Escala de Gosnell (1973) incluye 5 parámetros: Estado mental, Incontinencia, Actividad, Movilidad, Nutrición; más 3 que se valoran sin

    puntuación: signos vitales, Aspecto de la piel y Medicación. La puntuación

    es similar a la escala de Norton (39).. .

    - Escala de Ek (1987), o escala de Norton modificada. Añade a la escala de Norton básica, dos parámetros nutricionales: Ingesta de alimentos e

    ingesta de líquidos. Se ha utilizado en varios estudios realizados en

    países escandinavos (40).. .

    - Escala Nova-4 desarrollada en 1994 en el Hospital de Bellvitge de Barcelona solo incluye 4 factores: estado mental, incontinencia, estado

    nutricional y actividad (41-2).. .

    - Escala de Norton modificada del INSALUD. (1998), elaborado por un grupo de trabajo creado en el INSALUD en Madrid. Mantiene los 5

  • parámetros de la escala inicial y la puntuación de cada uno, pero añade

    una definición operativa de términos para cada parámetro, lo que aumenta

    la fiabilidad interobservadores. No se han realizado estudios de validez

    predictiva (43).. .

    - Escala Emina © (2001) fue elaborada a partir de la escala Nova-4 por un grupo de trabajo constituido en el seno del Institut Català de la Salut,

    empleando una técnica de consenso. Inicialmente fue denominada escala

    ICS (44).. . Incluye 5 parámetros: estado mental, movilidad, humedad

    relacionada con incontinencia, nutrición y actividad, con puntuación de 0 a

    3, de forma que mayor puntuación indica mayor riesgo. Los puntos de

    corte son: 0, sin riesgo; 1-3, riesgo bajo; 4-7, riesgo medio; 8-15, riesgo

    alto. Cada parámetro presenta una definición operativa que facilita su

    aplicación (45).. .

    Los datos de validación de éste grupo de escalas aparecen en la tabla 6.

    Escala de Waterlow Esta escala fue desarrollada en Inglaterra 1985 a partir de un estudio de

    prevalencia de upp, en el que se encontró que la escala de Norton no

    clasificaba en el grupo de riesgo a muchos pacientes que finalmente

    presentaban úlceras (46)..Tras revisar los factores que intervienen en la etiología

    y la patogénesis de las upp, Waterlow presentó una escala con 6 sub-escalas:

    relación talla/peso, continencia, aspecto de la piel, movilidad, edad/sexo,

    apetito, y 4 categorias de otros factores de riesgo (malnutrición tisular, déficit

    neurologico, cirugía y medicación) (tabla 7). La puntuación es positiva, considerando al paciente como de riesgo a partir de 10 puntos. Los datos de

    validación de esta escala figuran en la tabla 8. Los valores medios son: sensibilidad, 89 % (rango= 73-100 %); especificidad, 29 % (10-44 %); valor

    predictivo positivo, 14 % (7-29 %); y valor predictivo negativo, 98 % (97-100 %).

    La escala de Waterlow es utilizada, sobre todo, en Inglaterra, aunque no ha

    conseguido una implantación importante. Las principales críticas que se le han

    hecho son: a) tiende a clasificar en el grupo de riesgo a más pacientes de los

    que realmente lo tienen; b) es compleja de aplicar por el elevado número de

  • parámetros que contempla, y c) establece mayor puntuación de riesgo a

    pacientes de sexo femenino frente al masculino. Recientemente se ha

    publicado un estudio que establece que una escala de Waterlow simplificada

    con 4 subescalas (apetito, continencia, estado de la piel y edad) y una

    categoría (diagnóstico de cáncer) ofrece mejores valores de sensibilidad y de

    especificidad que la escala original(48).. .

    Escala de Braden La escala de Braden fue desarrollada en 1985 en Estados Unidos, en el

    contexto de un proyecto de investigación en centros sociosanitarios como

    intento de dar respuesta a algunas de las limitaciones de la Escala de Norton (49). Barbara Braden y Nancy Bergstrom desarrollaron su escala (tabla 9) a

    través de un esquema conceptual(50,10) (Figura 1) en el que reseñaron,

    ordenaron y relacionaron los conocimientos existentes sobre upp, lo que les

    permitió definir las bases de una EVRUPP (51).

    La Escala de Braden consta de seis subescalas: Percepción Sensorial,

    Exposición de la piel a la humedad, Actividad física, Movilidad, Nutrición, Roce

    y peligro de lesiones cutáneas, con una definición exacta de lo que se debe

    interpretar en cada uno de los apartados de estos subíndices. Como se puede

    observar si se observa la figura 1, los tres primeros subíndices, miden factores

    relacionados con la exposición a la presión intensa y prolongada, mientras que

    los otros tres están en relación con la tolerancia de los tejidos a la misma.

    La escala de Braden es una escala negativa, es decir, que a menor puntuación

    tiene mayor riesgo, con un rango que oscila entre los 5 y los 23 puntos. Se

    considera a los pacientes de riesgo a aquellos que obtienen puntuaciones

    iguales o inferiores a 16. Siendo de 15-16 puntos riesgo bajo. De 13-14 puntos

    riesgo moderado y entre 5 y 12 riesgo alto. En la tabla 10 se presentan los resultados de más de una docena de trabajos que han validado la escala de

    Braden, en diferentes medios asistenciales, desde hospitales de agudos a

    centros de larga estancia, pasando por unidades de cuidados intensivos,

    residencias de ancianos o atención domiciliaria (44-54). Según estos trabajos la

    sensibilidad media se sitúa en el 74% (rango= 27%-100%). La especificidad en

  • el 69% (19-95 %). El valor predictivo positivo en el 43% (8-77%) y el negativo

    en el 90% (71%-100%).

    Como podemos observar es la escala más validada por la literatura científica,

    la que existe una mejor evidencia de su utilidad, una escala muy sensible y

    específica, cuyos principales inconvenientes pueden situarse en ser una escala

    más difícil de usar y que requiere más entrenamiento que la Escala de Norton.

    EVRUPP en pacientes de cuidados intensivos

    El progresivo desarrollo del estado de conocimiento sobre las EVRUPP ha

    propiciado interesantes debates acerca de la necesidad de disponer

    instrumentos específicos para situaciones clínicas complejas y específicas,

    como es el caso de los pacientes ingresados en unidades de cuidados

    intensivos (UCI) o en pacientes pediátricos.

    En el caso de pacientes de UCI existen grandes discrepancias en la literatura

    en cuanto a la utilización de las escalas de tipo general, así algunos trabajos

    destacan la utilidad de EVRUPP como la de Braden en pacientes de UCI

    neurológica (62-3) y en pacientes sometidos a cirugía cardiovascular (64-5), otros

    proponen modificaciones del punto de corte para la Escala de Braden en

    pacientes de UCI traumatológica (66), algunos trabajos destacan la utilidad de la

    escala de Waterlow (67), mientras que otros la ponen en duda (68).

    En la literatura también aparecen EVRUPP diseñadas específicamente para

    pacientes de UCI como la escala de Cubin y Jackson (67, 69) una EVRUPP que

    apareció en 1991 y es una modificación de la escala de Norton, el Cornell

    Ulcer Risk Score (70), la Escala Sunderland (71-2) aparecida en 1995, o la Birty

    Pressure Risk Assessment Scale (73) , aunque ninguna de ellas ha sido validada

    y sus citaciones en la literatura suelen ser puntuales, o cuando se han

    intentado validar, es el caso del Decubitus Ulcer Potencial Analyzer (DUPA),

    una modificación de las Escalas de Gosnell, Norton y Braden, su sensibilidad

    es menor a la de la Escala de Braden en los mísmos pacientes (66). .

  • En cuanto a la adición de factores específicos a escalas ya existentes, Halfens

    et cols (74), destacan que añadir variables como la circulación sanguínea a la

    Escala de Braden no mejora su sensibilidad o especificidad, mientras que

    Séller et cols (75), concluyen en que no existen factores de riesgo de UPP

    específicos en pacientes de UCI que justifiquen la creación de EVRUPP

    específicas para éste tipo de pacientes, lo que justificaría que muchos

    profesionales de UCI se basen más en el daño en los tejidos que no en

    escalas para determinar las medidas de prevención de UPP (76).

    EVRUPP en pacientes pediátricos

    Las UPP en pacientes pediátricos es un tema que día a día va suscitando

    interés. Baldwin (77) en una revisión sobre UPP en pacientes pediátricos

    encontró 22 trabajos publicados en inglés desde el año 1972. En el caso de la

    valoración de riesgo en pacientes pediátricos, Waterlow destacaba en 1997 (78)

    que existen niños en riesgo de desarrollar UPP y que su EVRUPP no era

    apropiada para su utilización en pacientes pediátricos, sobre todo en los de

    más corta edad. Posteriormente Cockett en 1998 publicó el Paediatric

    Pressure Sore Risk Assessment (79)., una EVRUPP para pacientes pediátricos

    que no había sido validada. Más recientemente Curley et cols (80)., han

    publicado en el 2003 un trabajo en el que validan una modificación de la

    escala Braden Q, una adaptación de la escala de Braden para pacientes

    pediátricos. En la escala Braden Q modificada que consta de tres subescalas,

    movilidad, percepción sensorial y perfusión/oxigenación de tejidos, se ha

    podido calcular, en un punto de corte de 7, una sensibilidad del 92% y una

    especificidad del 59%, valores similares a los de la Escala de Braden aplicada

    a pacientes adultos.

  • Resumen Para prevenir la aparición de las úlceras por presión se pueden utilizar además

    del juicio clínico escalas de valoración del riesgo de desarrollar úlceras por

    presión (EVRUPP). En el presente capítulo presentamos la evidencia científica

    existente hasta el momento sobre el uso de las EVRUPP que aportan las

    principales Guías de Práctica Clínica, publicadas. Así mismo analizaremos las

    características que los investigadores dicen que debería reunir la escala ideal.

    Posteriormente analizamos detenidamente las tres EVRUPP más importantes,

    la Escala de Norton y sus modificaciones (Gosnell, Ek, Nova-4, Emina©), la

    Escala de Waterlow y la Escala de Braden, detallando los trabajos que las han

    estudiado desde su inicio y sus principales características favorables así como

    sus principales limitaciones. Finalmente analizaremos las situaciones

    especiales para las EVRUPP, como son los pacientes de Cuidados Intensivos,

    de Unidades Pediátricas, etc. analizando la capacidad de adaptación de las

    mismas a estas situaciones.

    Puntos clave - Las escalas de valoración del riesgo de úlceras por presión (EVRUPP) son

    instrumentos de ayuda al juicio clínico de las enfermeras para identificar a

    pacientes con riesgo e iniciar medidas preventivas.

    - La valoración del riesgo debe realizarse inmediatamente tras el ingreso del

    paciente y repetirla de forma periódica o siempre que cambie

    significativamente su estado clínico.

    - La EVRUPP ideal debe tener alta sensibilidad y especificidad, buen valor

    predictivo, definición clara de sus términos y ser fácil de usar.

    - Las EVRUPP que actualmente ofrecen mayor garantía de validez son la

    escala de Braden y escala de Norton por este orden.

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  • Tabla 1:

    Guías de práctica clínicas sobre prevención de UPP con graduación y jerquización de niveles de evidencia NICE: National Institute for Clinical Excellence: Pressure ulcers risk assessment and prevention (2001) (16)

    UIGNIRC: University of Iowa Gerontological Nursing Interventions Research Center: Research dissemination Core. Prevention of Pressure Sore (2002) (20)

    EPUAP: European pressure Ulcers Advisory Panel: Directrices sobre la prevención de úlceras por presión (1999) (17)

    RNAO: Registered Nurses Association of Ontario:The Nursing Best practice Guideline: Risk Assessment & Prevention of Pressure Ulcers. (2002) (21)

    AHCPR: Agency for Health Care Policy and Research: Pressure ulcers in adults: prediction and prevention. Clinical Practice Guideline (1992) (18)

    RCN: Pressure ulcers risk assessment and prevention. Technical Report (2000) (15)

    JBI: The Joanna Briggs Instituted for Evidence Based nursing and Midwifery Best Practice: Pressure Sores. Part 1: Prevention of Pressure Related Damage (1997) (19)

    Fuente: Elaboración propia

  • Tabla 2:Resúmen de recomendaciones según nivel de evidencia y fuentes

    Recomendación Nivel de evidencia

    Grado: A= Evidencia Alta; Grado B= Evidencia Media; Grado C= Evidencia

    Baja) Novell y Navarro-Rubio (13) y Gálvez Toro (14)

    Fuentes

    El uso de las escalas de valoración del riesgo deben usarse como

    ayuda, pero su uso no reemplaza al juicio clínico

    A NICE(16), AHCPR(18), EPUAP (17),

    La valoración del riesgo va más allá de la aplicación de una escala

    y en ningún caso deberá tenerse en cuenta de cómo una mera

    valoración protocolizada e inflexible de los cuidados que requiere

    el paciente

    C EPUAP (17),

    La valoración del riesgo debe realizarse inmediatamente al ingreso

    del paciente, sin embargo, esta valoración podría precisar de un

    cierto tiempo para completarse totalmente si la información no

    esta disponible de forma inmediata.

    C EPUAP (17),

    El riesgo debe ser reevaluado a intervalos periódicos. A EPUPAP(17),

    AHCPR (18),

    JBI (19)

    Para valorar el riesgo se pueden utilizar escalas validadas como la

    de Braden o Norton.

    Braden: B

    Norton: C

    AHCPR(18),JBI(19),

    UIGNIRC(20),

    RNAO(21),

    AHCPR

    (18),JBI (19),

    Pacientes con una puntuación de la Escala de Braden igual o

    menor de 16 en hospitales o igual o inferior a 18 en centros de

    larga estancia deberían ser considerados de riesgo.

    B UIGNIRC (20),

    La evaluación del riesgo debe ser realizada por personal

    entrenado en el reconocimiento de los factores de riesgo que

    contribuyen al desarrollo de úlceras por presión.

    C RCN (15),

    Si se usa una escala de valoración del riesgo es recomendable

    que la misma sea testada en el sitio donde es utilizada

    C RCN (15),

    Todas las valoraciones del riesgo deben ser registradas.

    C RCN(15), NICE(16),

    AHCPR(18)

    ,JBI(19),

    UIGNIRC(20),RNAO

    (21). Fuente: Elaboración propia

  • - Tabla 3: Características de la EVRUPP ideal

    Alta sensibilidad Alta especificidad Buen valor predictivo Fácilidad de uso Criterios claros y definidos Aplicable en diferentes contextos asistenciales Fuente: Torra i Bou JE. Valorar el riesgo de presentar úlceras por presión. Escala de Braden. Rev ROL Enf. 1997. 224: 23-30. Tabla 4. Escala de Norton Estado físico Estado mental Actividad Movilidad Incontinencia4 Bueno 4 Alerta 4 Camina 4 Completa 4 No hay 3 Débil 3 Apático 3 Camina

    con ayuda 3 Limitada ligeramente

    3 Ocasional

    2 Malo 2 Confuso 2 En silla de ruedas

    2 Muy limitada 2 Usualmente urinaria

    1 Muy malo 1 Estuporoso 1 En cama 1 Inmóvil 1 Doble incontinencia

    Fuente: Norton D. Norton revised risk scores. Nursing Times. 1987. 83 (41):6.

  • Tabla 5. Validación de la escala de Norton.

    Autores y año publicación

    Tipo de Centro

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    Norton et al. 1962 (9) Centro geriátrico

    250 63 % 70 % 39 % 86 %

    Robert y Goldstone, 1979 (28)

    Hospital 64 92 % 61 % 37 % 96 %

    Newman y West, 1981 (29)

    88 83 % 63 % 14 % 98 %

    Goldstone y Roberts, 1980 (30)

    Hospital 64 92 % 61 % - -

    Goldstone y Goldstone, 1982 (31)

    Hospital (traumatologia)

    40 89 % 36 % 53 % 80 %

    Lincoln, Roberts y cols. 1986 (32)

    Hospital 50 0 % 94 % - -

    Smith, 1989 (33) Hospital (traumatologia)

    101 60 % 31 % - -

    Stotts, 1988 (34) Hospital (cirugía

    cardiovascular y neurocirugía)

    387 16 % 94 %

    Wai- Han et al. 1997 (35)

    Centro geriátrico

    185 75 % 67 % 9 % 98 %

    Pang y Wong, 1998 (36)

    Hospital (rehabilitación)

    138 81 % 59 % 33 % 93 %

    García y cols, 1999 (37)

    Hospital 3030 89 % 81 % 21 % 99 %

    Schoonhoven y cols. 2002 (38)

    Hospital 1229 46 % 60 % 7 % 94 %

    Fuente: Elaboración propia, basado en los trabajos de Torra i Bou (10), Cullum y cols. (11) y McGough (12).

  • Tabla 6. Validación de escalas derivadas de Norton.

    Escala

    Autores y año publicación

    Tipo de Centro

    Tam

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    o

    Gosnell Gosnell, 1973 (39).. Centro

    geriátrico30 50 % 73 %

    Nova- 4 García Fernández y cols,

    1999 (41)..

    Hospital 187 84 % 54 % 43 % 67 %

    EMINA Fuentelsalz, 2001(45)..

    Hospital 673 77 % 72 % 17 % 98 %

    Fuente: Elaboración propia.

  • Tabla 7. Escala de Waterlow Relación peso / talla

    Tipo de piel y aspecto visual de las áreas de riesgo

    Sexo / Edad Riesgos especiales

    Malnutrición tisular 8. Estado terminal / caquexia 5. Insuficiencia cardiaca 6. Enfermedad vascular periférica 2. Anemia 1. Fumador

    0. Media 1. Superior a la media 2. Obeso

    3. Inferior a la media

    0. Sana 1. Fina 1. Seca 1. Edematosa 1. Fría y húmeda2. Color alterado 3. Lesionada

    1. Varón 2. Mujer 1. 14 a 49 años2. 50 a 64 años3. 65 a 74 años4. 75 a 80 años5. Más de 81 años

    Déficit neurológico Continencia Movilidad Apetito 5. Diabetes,

    paraplejia, ACV Cirugía 5. Cirugía ortopedia por debajo de la cintura 5. Más de 2 horas en mesa de quirófano Medicación

    0. Completa, sondaje vesical 1. Incontinencia ocasional 2. Sonda vesical / Incontinencia fecal 3. Doble incontinencia

    0. Completa 1. Inquieto 2. Apático 3. Restringida 4. Inerte 5. En silla

    0. Normal 1. Escaso / sonda nasogástrica 2. Líquidos IV 3. Anorexia / Dieta absoluta

    4. Esteroides, Citotóxicos, Anti-inflamatorios en altas dosis

    Puntuación: Más de 10 puntos: en riesgo. Más de 16 puntos: Alto riesgo. Más de 20 puntos: Muy alto riesgo. Fuente: Waterlow J. A risk assessment card. Nursing Times. 1985. 81 (49): 5155

  • Tabla 8. Validación de la escala de Waterlow.

    Autores y año publicación

    Tipo de Centro

    Tam

    año

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    Smith, 1989 (33) Cirugía ortopédica

    101 73 % 38 %

    Edwards 1995 (47) Atención primaria

    31 100 % 10 % 7 % 100 %

    Pang y Wong, 1998 (36)

    Hospital (rehabilitación)

    138 95 % 44 % 29 % 97 %

    Schoonhoven y cols 2002 (38)

    Hospital 1229 89 % 22 % 7 % 97 %

    Fuente: Elaboración propia.

  • Tabla 9. Escala de Braden

  • Tabla 10. Validación de la escala de Braden.

    Autores y año publicación

    Tipo de Centro

    Tam

    año

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    Bergstrom, Braden y cols 1987 (51)

    Hospital 99 100% 90% 70% 97%

    Bergstrom, Braden y cols.1987 (51)

    Hospital Larga Estancia

    100 100% 64% 25% 100%

    Bergstrom, Demuth y cols 1987 (52)

    Cuidados Intensivos

    60 83% 64% 61% 85%

    Langemo y cols 1991 (53)

    Hospital 190 64% 87% 47% 93%

    Bergstrom y Braden 1992 (54)

    Residencia de ancianos

    200 97% 19% 77% 71%

    Salvadalena y cols. 1992 (55)

    Hospital 99 40% 70% 23% 79%

    Barnes y Payton 1993 (56)

    Hospital 361 73% 91% 33% 91%

    Braden y Bergstrom 1994 (57)

    Residencia de ancianos

    102 79% 74% 54% 90%

    Ramundo 1995 (58) Cuidados domiciliarios

    48 100% 34% 21% 100%

    Capobianco y McDonald 1996 (59)

    Hospital 50 71% 83% 63% 88%

    Halfens 1997 (60) Hospital 320 74% 70% 30% 94% Pang y Wong, 1998

    (43)Hospital

    (rehabilitación)138 91 % 62 % 37 % 96 %

    Vap y Donahue 2000 (61)

    Hospital Larga Estancia

    555 27% 95% 53% 74%

    Schoonhoven y cols 2002 (38 )

    Hospital 1229 43 % 68 % 8 % 95 %

    Fuente: Elaboración propia, basado en los trabajos de Torra i Bou (10), Cullum y cols. (11) y McGough (12).

  • Figura 1. Esquema conceptual del desarrollo de las úlceras por presión.

    Disminución de la movilidad

    Tomado de Braden B, Bergstrom N. A conceptual schema for the study of the etiology of pressure sores. Rehab Nurs. 1987;12 (1):8-16.

    Disminución de la Actividad Presión

    Disminución de la pecepción

    sensorial

    Factores Extrinsecos (Humedad, Fricción,

    Tolerancia de los

    Tejidos

    Cizallamiento)

    Factores Intrinsecos

    Desarrollo de las

    úlceras por presión

    (Nutrición, Edad, presión arteriolar y

    otros)

    Capítulo 3.4Escalas de valoración de riesgo de ulceras por presiónEscalas de valoración de riesgo de ulceras por presiónEscala de WaterlowTabla 4. Escala de NortonMalnutrición tisularDéficit neurológicoCirugíaMedicación