Es un tema controversial desde hace tiempo. Los deportistas profesionales, especialmente los que se encuentran en grandes clubes, ganan una enorme cantidad de millones de euros con los que pueden vivir una vida placentera.

Según la revista Forbes en el TOP10 de los deportistas mejor pagados, el resultado es verdaderamente sorprendente, todos solemos pensar en los millones que cobran los futbolistas, sin fijarnos en otros deportes. Pues esta vez, son solamente dos futbolistas los que se encuentran en las primeras posiciones. En primer lugar, el boxeador Floyd Mayweather con 105 millones de dólares, en segundo lugar el futbolista Cristiano Ronaldo con 80 millones de dólares, en tercer lugar el basquetbolista LeBron James con 72.3 millones de dólares y en cuarto lugar el futbolista Lionel Messi con 64.7 millones de dólares.

El deporte es un negocio, si un empleador le paga a su empleado una cantidad de dinero es porque esto es beneficioso para ambos. Además de eso, los jugadores de mayor nivel obtienen inmensas cantidades de dinero gracias a contratos de publicidad. Algo parecido ocurre en las profesiones que tienen cierto público y cierta demanda. Los mejores cantantes, actores, cocineros, modelos o arquitectos del mundo ganan incluso más dinero que los mejores futbolistas. 

Todos ellos ganan esas espectaculares cantidades de dinero legalmente porque lo generan, porque tienen talento para lo suyo, porque son insustituibles y, en definitiva, porque lo merecen. Y lo mejor de todo es que con su talento ellos se enriquecen y enriquecen a otras personas económicamente y a muchas más con su trabajo y sus creaciones.

En lo que no estoy de acuerdo es en la comparación de salarios. ¿Por qué un cirujano que salva vidas no cobra varios millones de euros al año? ¿Es más importante Messi por los goles que marca o ese cirujano que le ha salvado la vida a un familiar? Yo creo que lo segundo importa mucho más, pero paradójicamente las retribuciones que percibe por su trabajo están muy lejos.

Creo que como sociedad nos toca reflexionar, porque no es normal que unos cuantos privilegiados vivan en un mundo aparte mientras la inmensa mayoría tiene que trabajar 8 a 12 horas para poder mantener a su familia.