Es muy bueno conocer a Cristo.

Mejor todavía, es hablarle a los otros sobre lo que Cristo hizo por nosotros.

El ser humano tiene la tendencia de guardar aquello que le hace bien.

Comunicar a otros el amor de Cristo,

es esencial para la vida cristiana.

“La capacidad de recibir solamente se mantiene mientras distribuimos a los otros lo que recibimos.” (4CBA, 1108: 2)

El amor de Cristo solo puede crecer en nosotros cuando compartimos este amor con los que están a nuestro alrededor.

¿Para qué

existimos? “Los seguidores de

Cristo han sido redimidos para servir. Nuestro Señor enseña que el verdadero objeto de la vida es el ministerio... a todos sus seguidores les presenta la ley del servicio, el servicio a Dios y a sus semejantes...”

“... Mediante una vida de servicio a favor de otros, el hombre se pone en íntima relación con Cristo. La ley del servicio viene a ser el eslabón que nos une a Dios y a nuestros semejantes.” (PVGM, pág. 262)

Dios dispersó a los laicos por el mundo, para que hablasen de Su

amor. “En aquel día se

desató una gran persecución contra la iglesia que estaba en Jerusalén, y todos fueron esparcidos por las regiones de Judea y de Samaria,... anduvieron anunciando la palabra.”

(Hechos 8: 1-4)

Todos necesitan compartir la

salvación. “Por tanto, id y haced

discípulos a todas las naciones, bautizándoles en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado. Y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.”

(Mateo 20: 19, 20)

Compartidores del amor de

Cristo. “Y ellos salieron y predicaron en todas partes, actuando

con ellos el Señor y confirmando la palabra con las señales que seguían.” (Marcos 16: 20)

El Espíritu Santo es quien hace eficaz el testimonio del

cristiano.

“Pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo haya venido sobre vosotros, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra.”

(Hechos 1: 8)

El Espíritu Santo es concedido a los que le

obedecen. “Nosotros somos testigos de estas

cosas, y también el Espíritu Santo que Dios ha dado a los que le obedecen.” (Hechos 5: 32)

Todos necesitan conocer a

Cristo. “Y este evangelio del reino será

predicado en todo el mundo para testimonio a todas las razas, y luego vendrá el fin.”

(Mateo 24: 14)

¿Qué significa esperar

el regreso de Jesús?

“Entonces les hizo ver en qué consistía velar por su venida. No se debe pasar el tiempo en ociosa espera, sino en diligente actividad.” (PVGM, pág. 261)

Debemos hablar sobre la

vida y el sacrificio de Jesús. “Y yo, cuando sea levantado

de la tierra, atraeré a todos a mí mismo.” (Juan 12: 32)

Debemos testimoniar

valientemente. “Pues el que se

avergüence de mí y de mis palabras..., el Hijo del Hombre se avergonzará también de él cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.”

(Marcos 8: 38)

“Porque no me avergüenzo del evangelio; pues es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree, al judío primero y también al griego.” (Romanos 1: 16)

Un simple testimonio es más poderoso que la simple teoría.

Entonces la mujer dejó su cántaro, se fue a la ciudad y dijo a los hombres:

¡Venid! Ved un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho. ¿Será posible que éste sea el Cristo?...

... Muchos de los samaritanos de aquella ciudad creyeron en él a causa de la palabra de la mujer que daba testimonio diciendo: "Me dijo todo lo que he hecho.”

(Juan 4: 28, 29, 39)

Jesús no nos quiere como abogados, sino como simples testimonios de Su amor y

poder. “Y mientras él

entraba en la barca, el que había sido poseído por el demonio le rogaba que le dejase estar con él. Pero Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: -Vete a tu casa, a los tuyos,...

... y cuéntales cuán grandes cosas ha hecho el Señor por ti, y cómo tuvo misericordia de ti. El se fue y comenzó a proclamar en Decápolis cuán grandes cosas Jesús había hecho por él, y todos se maravillaban.”

(Marcos 5: 18-20)

Él conocía poco sobre Jesús, pero compartió su pequeño conocimiento y recibió mayores revelaciones del amor del Señor Jesucristo por él.

“Como testigos de Cristo, debemos decir lo que sabemos, lo que nosotros mismos hemos visto, oído y palpado. Si hemos estado siguiendo a Jesús paso a paso, tendremos algo oportuno que decir acerca de la manera en que nos ha conducido.” (DTG, pág. 307)

Más testimonios.

“Y les decía: A la verdad, la mies es mucha, pero los obreros son pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies.” (Lucas 10: 2)

El Señor te mostrará claramente lo que desea que hagas en Su obra –ora sobre eso.

Descubre la voluntad de Dios y empéñate diligentemente, siempre buscando fuerzas en Él.

Cristo murió para que Lo sirviéramos. “Cristo murió por cada hombre...

Él hizo esto para que el hombre no viviese una vida sin objetivos y egoísta, sino para que pudiese vivir para Jesucristo, que murió para su salvación.”

(4CBA 1159: 7)

Vivir para sí mismo es un insulto. “¡Es un insulto para

el Espíritu Santo de Dios que cualquier hombre elija una vida de servicio a sí mismo!” (4CBA 1159: 7)

¡La felicidad existe solamente en

un lugar!

“Solamente en una vida de servicio se logra hallar la verdadera felicidad... ¡Aquel que vive una vida egoísta y sin utilidad, es infeliz. Está insatisfecho consigo mismo y con todos a su alrededor!” (4CBA 1160: 1)

“Cristo murió por cada hombre... Él hizo esto para que el hombre no viviese una vida sin objetivos y egoísta, sino para que pudiese vivir para Jesucristo, que murió

para su salvación.” (4CBA 1159: 7)