es cristiana

Código: 2 0 1 2 5 5 7 3 (Aquí debe consignarse el código del delegado del grupo.)

PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL PERÚ

ESTUDIOS GENERALES LETRAS

TRABAJO GRUPAL

Título : La secularización a través de los teoremas de incompletitud de Gödel

Nombres y códigos :

Karina Chung - 20120104

Luis Condori Aguilar – 20125573

Gerardo Eto Bardales – 20120338

Fernanda Mora Aguirre – 20132164

Patricia Noblecilla Mejía - 20122667

Carlo Robles Melgarejo – 20121517

Tipo de evaluación : Evaluación Parcial

Curso : Enseñanza Social Cristiana

Horario : 0602

Profesor : Luis Bacigalupo


SEMESTRE 2014-1

«A completely unfree society (i.e., one proceeding in everything by strict rules of "conformity") will, in its behavior, be either inconsistent or incomplete, i.e., unable to solve certain problems, perhaps of vital importance. Both of course, may jeopardize its survival in a difficult situation. A similar remark would also apply to individual human beings.»

“Una sociedad que se conduzca por un estricto conjunto de estatutos en el conocimiento del mundo físico, en la organización del mundo político, y en la comprensión del mundo espiritual (esto es, una sociedad regida por un conjunto de creencias situadas en un espacio lógico holístico, donde se abarca cualquier hecho desde una cosmovisión multidimensional cerrada) será incapaz de aplicar totalmente aquel sistema normativo en la realidad sin dejar de lado ciertas situaciones en las que aquel código imperativo resulte insuficiente.” Esta paráfrasis de la cita original de Gödel respecto a una sociedad “esclavizada” (“unfree” de acuerdo al texto original) resulta, mediante un análisis lógico, bastante flexible, pues algunas palabras pueden ser reemplazadas por otras manteniendo con gran cabalidad el sentido original del texto e incluso enriqueciéndolo aún más. Así, el término “sociedad” puede ser reemplazado según el marco teórico presentado en el curso por “doctrina religiosa”, permitiéndonos describir los efectos, tanto negativos como positivos, de la adaptación de un espacio lógico determinado. Por ejemplo, la doctrina religiosa cristiana, cuyo mensaje predicado busca ser universal, pone en riesgo y traiciona la naturaleza trascendente (en tanto identifica a la religión en el acatamiento íntegro de sus postulados antes que en la fe en sí, es decir, en el compromiso) y social (en tanto limita al individuo en su libertad, impidiendo su realización y extendiéndose esto a la sociedad en conjunto) de la religión al buscar pretenciosamente, como si de fórmulas se tratase, un cumplimiento total y completo de cada una de las normas establecidas a lo largo de toda su historia.


Un conjunto de creencias tradicionales, que sirven al hombre para entender los designios divinos y adaptarlos a su realidad, se expresan a través de una doctrina religiosa; esta puede ser situada tanto en un espacio lógico holístico como en uno heurístico. A continuación explicaremos ambos conceptos.

En el caso de que esté situada en un espacio holístico, estará conducida por normas rígidas y tendrá como consigna la búsqueda por satisfacer todas y cada una de estas, lo que propiciará una amenaza constante a su vigencia, ya que al situarse en tal espacio lógico no solo negará la posibilidad de una variación en la realidad en que son aplicadas estas normas, sino también asumirá una perennidad solemne en la misma. Sin embargo, esta vulnerabilidad se explica también debido a la pretensión multidimensional de dicha doctrina; es decir, su constante ambición de validez total en tres diferentes niveles de la realidad: el mundo físico, donde se observa la aplicación de la fe al explicar lo existente o establecido, además de la aparición de la ciencia como producto holista de la conciencia humana; político, en tanto intenta regular las relaciones sociales a través de ritos y costumbres religiosas; y espiritual, al presentar ciertas normas (mandamientos, por ejemplo) que pretenden alcanzar la realización del hombre. En esta línea, una doctrina religiosa holística vinculará, con la intención de acaparar estos tres mundos, todos aquellos preceptos para formar una estructura monolítica y tratará de explicar la realidad (cualquier realidad; es decir, se prescindirá del factor espacio-tiempo) mediante este estatuto. Sin embargo, esto evidentemente amenazará su vigencia pues desdeñará cualquier aproximación circunstancial a los hechos.

En contraste a lo anterior, existe otra forma de situar una doctrina religiosa: la vía heurística. Este espacio lógico, a diferencia del anterior, es circunstancial y se legitima en la práctica; es decir, no buscará consistencia (lo cual corresponde a una intención utópica, pues cada situación nueva abrirá una fisura en el mármol holístico) sino coherencia, i.e. correspondencia entre pensamiento y acto. Por otro lado, el espacio lógico heurístico se mueve dentro de lo posible, y abarca los aspectos


fundamentales de la doctrina, es decir, aquellos con cuyo reconocimiento y aplicación no pierde sentido. Esta reinterpretación del designio divino estará construida por principios y ética particulares donde la vigencia depende del problema y de la meta que se haya propuesto. La correcta interpretación de esta lógica permite la mejor solución de un problema mediante experiencias combinadas e información que el contexto nos pueda brindar. Esto apela a la capacidad creativa del individuo, que puede ser limitada y afectada si actúa dentro de un acto racional holista. Es importante mencionar que existe la posibilidad de confundir la vía heurística con una tendencia individualista. Sin embargo, como funciona según suposiciones futuras cuyo fin es un beneficio social, corresponde más a un esfuerzo de comunión.

Recientemente, la aparición de un fenómeno vinculante entre ambas vías se ha descrito. Este proceso, conocido como secularización, responde a las demandas de realidad que el holismo no pudo abarcar a cabalidad, formándose así los vacíos de la doctrina holística. Estos vacíos derivan en el desplazamiento valorativo de la doctrina religiosa dentro de la vida del sujeto, lo que además permite describir la secularización como la elección de la opción heurística, lo que abre una reinterpretación de la doctrina, i.e. una situación transicional de lo holístico a lo heurístico. Cabe resaltar que este desplazamiento valorativo no implica necesariamente una connotación negativa: antes que una pérdida se trata de una transformación.

Ahora bien, el fenómeno de la secularización ha dilucidado un punto crítico entre ambas formas de abordar la doctrina religiosa. A continuación, se ejemplifican ambas aproximaciones.

1.-La secularización como proceso mediante el cual una doctrina religiosa deja progresivamente de ser determinante en la organización del mundo político, físico y espiritual.

A partir de esta premisa podemos afirmar que este proceso (desde el análisis político) es producto de un cambio de intereses de las sociedades; por ello, proponemos el siguiente ejemplo:


Durante siglos, en Europa los monarcas gobernaban de la mano con la Iglesia, pues en la religión y la fe se basaba su poder (voluntad divina). A partir del siglo 19, con las revoluciones liberales, y el surgimiento de estados laicos, el proceso se hizo evidente en el ámbito político marcando notables distancias con el rol de la Iglesia, pues si bien se mantiene su importancia, no intervienen directamente en la toma de decisiones de los países. Si a esto le agregamos, que si bien muchos feligreses aseguran profesar una fe y vivir según las normas de esta, en el plano práctico se prescinde de muchas y la fe es reconcebida mediante criterios personales hasta distanciarse considerablemente entre lo postulado por la tradición y lo ejecutado cotidianamente. Este cisma puede explicarse con la primacía que se le otorga al uso de la razón antes que a la fe, pero no es sino otra manifestación de la insuficiencia del dogma frente a las demandas contemporáneas. No obstante, esta falta de vigencia era poco menos que inaudito en épocas anteriores (la medieval, por ejemplo), donde la prédica era incuestionable, una sola y legítima; en contraste con las discusiones que afloran actualmente en torno a ella debido a intersticios e incongruencias semejantes como proclamar “amar al prójimo como a uno mismo” pero, al mismo tiempo, “disgregar a idólatras, adúlteros, afeminados, homosexuales, ladrones, avaros, borrachos, los maldicientes, estafadores del reino de Dios”.

2.- La secularización como proceso cultural mediante el cual una doctrina religiosa deja progresivamente de ser holística para reconvertirse en heurística:Enfocaremos esta definición en la noción de libertad y moral.La doctrina religiosa entendida desde el holismo plantea que la sociedad siga sus normas abarcando todos los aspectos (tanto en el mundo físico, como político y espiritual) y el proceso de secularización nos plantea la noción de definir en qué aspectos debemos seguir ciertas normas y en cuáles no (heurística).

Partiendo de que existen dos grandes conceptos de moral, uno general y que se aplica para toda la sociedad (donde existen normas que han adquirido un consenso que las avala) y otro personal o particular que


refiere a la moral como un concepto más subjetivo, proponemos el siguiente ejemplo para respaldar esta definición de secularización:Uno de los temas que ha entrado en debate recientemente en nuestro país, y que también ha sido analizado en el curso, es el proyecto de Unión Civil, si bien es un tema que abarca la defensa de los derechos de las personas involucradas y que básicamente ha sido analizado desde el aspecto político y social vamos a tratar de verlo como sustento que respalde la noción de moral y libertad en el proceso de secularización. Pues bien, la doctrina religiosa cristiana (como ha sido expresada oficialmente por sus autoridades) plantea que este proyecto afecta en general a la moral y a las normas establecidas por su institución. Ante esto surge la pregunta si en verdad se puede analizar un tema de tal envergadura no solo a la luz de una doctrina religiosa (lo cual atentaría contra la inmanente laicidad de una democracia) sino usando como punto de referencia el carácter más rígido y holista de esta. Por último, una argumentación de los clérigos en contra de dicho proyecto de ley, no debería sustentarse en los preceptos que predican, pues sería anular cualquier eventual objeción al obligar a los adversarios a “utilizar el lenguaje religioso holístico”.

Antes en el imaginario colectivo común se abordaba ''lo que es correcto'' como lo que se encontraba dentro de lo que la religión católica profesaba. Actualmente, muchos de los valores del catolicismo siguen vigentes para este imaginario colectivo pero son tomados de manera general y al plasmarse en los casos específicos se termina cediendo de alguna forma para acomodarse más hacia la realidad; lo cual demuestra que ya no se toman los valores de una manera tan dogmática si lo que se quiere es solucionar un problema de forma consensuada.

En conclusión, según nuestra interpretación la cita tratada tiene como mensaje final que cualquier sistema lógico falla al solucionar problemas básicos si actúa bajo pétreas reglas de “conformidad”. De esto, nosotros inferimos que, ante la disyuntiva que ofrece el holismo, la vía heurística se perfila como la mejor opción para abordar la situación problemática. Es más, esto puede ejemplificarse usando el ejercicio planteado en el curso


Enseñanza Social Cristiana a manera de examen parcial. La consigna era traducir correctamente de la cita presentada, pero, ¿resulta conveniente abordarla de forma holística, es decir, como un bloque inmutable, cuyos términos y posiciones de los mismos deben respetarse formulaicamente ciñéndonos a una traducción más bien literal y estrecha; o, más bien, resulta más sensato colegir la idea central de la cita y concebirla más como un esquema cuya maleabilidad permitirá la traducción cabal, aun cuando se requiera de términos complementarios para mantener aquella idea central? Una traducción literal, lo cual correspondería a una forma de interpretación holista, y al pie de la letra no abordaría a cabalidad el sentido de la cita, pues caeríamos en el calco de un sistema sintáctico (el del idioma inglés) en otro (el del español) en el cual no necesariamente llegue a calzar. En contraste, proponernos como meta no una mera permutación de términos entre dos diccionarios, sino la búsqueda de la coherencia entre ambos textos y la conservación de la idea central original, lograría la genuina finalidad de cualquier traducción: una precisa comprensión.

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