equipos met en las instituciones hospitalarias

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49 MANEJO INTEGRAL DEL PACIENTE CRÍTICO 3 LILIANA C. CASTILLO SOTO / LAUREANO QUINTERO BARRERA Equipos MET en las instituciones hospitalarias Historia Los equipos médicos de emergencias surgieron en los años noventa del siglo XX, cuando se empezaron a evaluar los regis- tros de las condiciones hemodinámicas de los pacientes que horas después entraban en paro cardiopulmonar en las salas de hospitalización general 1 con característi- cas clínicas similares independientes de su diagnóstico inicial. 2 Ross Kerridge, del Liverpool, Hospital de Sydney, Australia, utilizó por primera vez el concepto de equi- po de urgencias médicas. 3 Sin embargo, en 1989, en el University of Pittsburgh Medical Center, ya se hablaba de la creación de un equipo dedicado a transferir pacientes a la UCI desde las salas quirúrgicas y de hos- pitalización, lo cual se extendió en 1996 a todos los pacientes hospitalizados. 4 En 1995 aparece el primer estudio que habla sobre la puesta en escena y la efecti- vidad de un equipo multidisciplinario que reaccionara rápidamente al llamado del personal asistencial cuando un paciente presentaba signos de inestabilidad hemo- dinámica. 5 En publicaciones posteriores se de- mostró el impacto positivo del equipo médico de emergencias en la disminución de los ingresos no planeados a la unidad de cuidados intensivos, los paros cardiorres- piratorios y los costos por hospitalización. Desde entonces, en hospitales de Australia, Estados Unidos y Europa se generalizaron estos equipos que reportan una disminu- ción significativa en la incidencia de paro cardiaco y de muerte. 3 En el 2004 el Institute for Health Care Improvement de Estados Unidos inició la campaña “Cultura en seguridad” en va- rios hospitales, con el objetivo de prevenir 100.000 muertes en 18 meses, sustentada en seis premisas para mejorar la seguridad en salud, entre ellas la creación de un sistema de respuesta rápida. En el 2006 se informó que la campaña logró impedir 122.300 muertes en más de 3.000 hospitales. 6 Con base en estos resultados hoy es mandatoria la conformación de estos

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LILIANA C. CASTILLO SOTO / LAUREANO QUINTERO BARRERA

Equipos MET en las instituciones hospitalarias

Historia

Los equipos médicos de emergencias

surgieron en los años noventa del siglo XX,

cuando se empezaron a evaluar los regis-

tros de las condiciones hemodinámicas de

los pacientes que horas después entraban

en paro cardiopulmonar en las salas de

hospitalización general1 con característi-

cas clínicas similares independientes de

su diagnóstico inicial.2 Ross Kerridge, del

Liverpool, Hospital de Sydney, Australia,

utilizó por primera vez el concepto de equi-

po de urgencias médicas.3 Sin embargo, en

1989, en el University of Pittsburgh Medical

Center, ya se hablaba de la creación de un

equipo dedicado a transferir pacientes a la

UCI desde las salas quirúrgicas y de hos-

pitalización, lo cual se extendió en 1996 a

todos los pacientes hospitalizados.4

En 1995 aparece el primer estudio que

habla sobre la puesta en escena y la efecti-

vidad de un equipo multidisciplinario que

reaccionara rápidamente al llamado del

personal asistencial cuando un paciente

presentaba signos de inestabilidad hemo-

dinámica.5

En publicaciones posteriores se de-

mostró el impacto positivo del equipo

médico de emergencias en la disminución

de los ingresos no planeados a la unidad de

cuidados intensivos, los paros cardiorres-

piratorios y los costos por hospitalización.

Desde entonces, en hospitales de Australia,

Estados Unidos y Europa se generalizaron

estos equipos que reportan una disminu-

ción signifi cativa en la incidencia de paro

cardiaco y de muerte.3

En el 2004 el Institute for Health Care

Improvement de Estados Unidos inició la

campaña “Cultura en seguridad” en va-

rios hospitales, con el objetivo de prevenir

100.000 muertes en 18 meses, sustentada en

seis premisas para mejorar la seguridad en

salud, entre ellas la creación de un sistema

de respuesta rápida. En el 2006 se informó

que la campaña logró impedir 122.300

muertes en más de 3.000 hospitales.6

Con base en estos resultados hoy es

mandatoria la conformación de estos

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equipos, al punto que no hacerlo se refuta

antiético.7 En este sentido, Australia está a

la vanguardia de los MET y actualmente

lidera la mayoría de las investigaciones en

ese campo.

¿Qué son los MET?

Los equipos médicos de emergencias,

mejor conocidos como MET por sus siglas

en inglés (Medical Emergency Teams), son

equipos humanos con funciones específi cas,

diseñados como componente clave de los

sistemas de respuesta rápida destinados a

velar por la salud de los pacientes hospita-

lizados cuya condición se está deteriorando,

con el objetivo de prevenir la llamada “falla

para rescatar”,8,9 es decir, no reaccionar con

rapidez y efi ciencia ante alteraciones tem-

pranas de los signos vitales del paciente, lo

que puede desencadenar un evento adverso,

defi nido como una lesión no intencional oca-

sionada en parte por el retraso o incorrecto

tratamiento médico, que expone al paciente

a un mayor riesgo de muerte.

Estudios realizados en los Estados

Unidos han encontrado que los efectos ad-

versos graves10 son relativamente comunes,

con frecuencia por causa iatrogénica, pero

también como producto de la falla para

rescatar, ya que estos hechos son precedi-

dos por advertencias clínicas observables.

Las condiciones comúnmente asociadas a

la falla en el rescate con mayor desenlace

hacia un evento adverso grave como el

paro cardiaco o la muerte inesperada son:

insuficiencia respiratoria aguda, insufi-

ciencia cardiaca aguda, alteraciones de la

conciencia, hipotensión, arritmias, edema

pulmonar y sepsis; signos de alarma que se

pueden intervenir tempranamente.

Otras situaciones asociadas a la falla

en el rescate son: el uso de monitor, con el

cual por lo regular solo cuenta la unidad de

cuidados intensivos. El control intermitente

de los signos vitales, a veces con intervalos

hasta de ocho horas y cuyo registro en oca-

siones puede ser inespecífi co o incompleto;

la visita del médico, que suele ser una

vez al día, o el retraso en la notifi cación al

médico.8

El fundamento de los MET como

equipo multidisciplinario que pretende

anticiparse a la presentación del paro car-

diorrespiratorio y la muerte de los pacien-

tes,11,12 radica en que el 80% de los paros

cardiacos son precedidos por un periodo

prolongado de pródromos reconocibles,

un conjunto de signos y síntomas que

sugieren deterioro fi siológico, el cual dura

aproximadamente de 6 a 8 horas.13 Si se

cuenta con un equipo con funciones pre-

establecidas que intervenga rápidamente

en esta fase de crisis se evitaría llegar a la

condición de colapso, situación en la cual

el paciente entra en paro cardiopulmonar

y se debe activar el Código Azul, pues el

pronóstico ha empeorado.14

Un principio elemental que subyace en

los sistemas de respuesta rápida es que la

intervención temprana puede mejorar los

resultados y disminuir la mortalidad. La

idea es reconocer si un paciente necesita de

una unidad de cuidados intensivos antes

de que sufra una falla multiorgánica o un

paro cardiaco.8

Litvak y Pronovost15 han sugerido que

este equipo debe evaluar al paciente cuan-

do se ha dado una incorrecta clasifi cación

del triage y el paciente es enviado a una sala

de hospitalización en lugar de a una UCI,

y considerando también que un paciente

puede presentar deterioro clínico a pesar

de un tratamiento adecuado.

Componentes

En el 2005 los expertos se reunieron en el

First Consensus Conference on MET16 para

describir y crear una terminología común

para los equipos que responden al deterioro

clínico de un paciente fuera de la UCI.17 Se

defi nió que los sistemas de respuesta rápida

están conformados por los siguientes cuatro

componentes:(Figura 1).9,14

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equipos, la utilización de medicamentos y el nombramiento del personal que hará parte del equipo; además, coordina cons-tantemente la formación académica y psi-cológica del personal de la institución con respecto al proceso de pronta respuesta.

El equipo debe responder rápidamente (en minutos) a la llamada, y puede o no unirse a los médicos de cabecera del pacien-te, según lo establecido por la institución hospitalaria.

¿Quiénes deben conformar el equipo?

Desde su inicio, la crítica reiterada a los sistemas de respuesta rápida es que los equipos médicos de emergencias no han establecido con claridad quiénes deben in-tegrarlos, de tal forma que en la actualidad se presentan variantes en su conformación, así: un grupo de enfermeras de la unidad de cuidados intensivos; o un fellow en cuidado crítico más una enfermera; o un médico general, un médico especialista en cuidados intensivos y una enfermera de cuidados intensivos; un médico general, o un médico especialista en cuidado crítico, un médico especialista en medicina de urgencias y una enfermera. En algunos estudios se propone como parte del equipo a otros especialistas como anestesiólogos y cardiólogos, e incluso se habla de la participación de terapistas respiratorios y hasta farmaceutas. Esta si-tuación es, por tanto, una de las principales difi cultades a la hora de evaluar los resulta-dos obtenidos por los MET.16, 18

En la revisión bibliográfi ca publicada por la revista del CES en el 2009 no se encontraron estudios que compararan la efectividad de los equipos médicos de emer-gencias en función de los miembros que los conforman, pero con la evidencia actual y las dudas que se tienen sobre el costo benefi cio de los MET, sí se considera que no es justifi -cable la presencia de urgentólogos desde el punto de vista terapéutico.18

Figura 1. Componentes de los sistemas de res-

puesta rápida.

Tomado del Código Rojo, un ejemplo de sistema de respuesta rápida. Rev. Col. Anest. Febrero –abril 2010

Vol. 38 – No. 1: 86-99.

1. RAMA AFERENTE: Identifica a los pacientes en deterioro clínico para activar el sistema, es decir, la señal de alerta para que el equipo responda. Este componente incluye el reconocimiento de los criterios clínicos protocolizados según la institución, los medios y mecanismos para realizar la llamada y el personal que activa el sistema, que en algunas instituciones es la enferme-ra jefe con más experiencia.

2. RAMA EFERENTE: Es la respuesta. Inclu-ye al personal y el equipo para la atención del paciente. Es aquí cuando aparece en escena el equipo médico de emergencias para tratar de estabilizar la situación que ha llevado al deterioro clínico. Este equipo normalmente lo conforma personal del área de cuidados intensivos o grupos de médicos especializados en el manejo de la vía aérea y el dolor torácico (anestesiólogos, cirujanos de cabeza y cuello, cardiólogos, intensivistas).

3. COMPONENTE DE RETROALIMENTA-CIÓN: En esta etapa se recopilan los datos y se analiza el evento sucedido, con el fi n de trazar estrategias de prevención frente al deterioro clínico y optimizar el resultado en los pacientes sometidos a la evaluación por parte del equipo.

4. COMPONENTE ADMINISTRATIVO: Se encarga de facilitar tanto los recursos humanos como tecnológicos para mejorar la atención. Supervisa la compra de los

AFERENTE Detención de crisis

Llamado

EVALUACIÓN Resultados, educación, entrenamiento,

requerimientos.

ADMINISTRATIVO Recursos, sostenimiento

EFERENTE Equipo SME (Sistema

médico de emergencia) Respuesta rápida

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La composición del equipo se debe

adaptar a cada institución hospitalaria,

pues ella puede determinar con qué tipo

de profesionales cuenta para integrarlo y

de cuáles recursos dispone para cumplir

con sus objetivos. Por lo general, en los

grandes hospitales, el equipo incluye al

menos un médico de cuidados intensivos

encargado de la situación8, 19 o que esté

en constante comunicación con un grupo

conformado por enfermeras y terapistas

respiratorios y/o médicos generales, o

lo supervise permanentemente18 Sin em-

bargo, la literatura aún no ha defi nido

quiénes idealmente deberían conformar

el equipo médico de emergencias.

Criterios de activación

Los criterios para la activación de los

MET se basan en las alteraciones de los

signos vitales. En el Reino Unido, el mo-

mento de la llamada es determinado por

un sistema de puntuación de alerta tempra-

na20 dado por un conjunto de alteraciones

específi cas: el EWS (Early Warning Scores)

(Tabla 1, Figura 2), mientras que Australia

y algunos países de América utilizan el mo-

delo de equipo médico de emergencias,8 en

el cual la presencia de cualquier anomalía

es sufi ciente para su activación, pues dicha

puntuación puede ser mal calculada y re-

tardar el tiempo de atención.

Los signos para activar el equipo mé-

dico de emergencias son:

Vía aérea

Respiración

-

Si el paciente no respira activar Código Azul

Circulación

Si el paciente no tiene pulso activar Código Azul

Estado de conciencia

Escala Modificada de Alerta Temprana (MEWS) usada en el Hospital de Addenbrook, Cambridge, Reino Unido

Variable Puntaje de MEWS

3 2 1 0 1 2 3

-

-

Tabla 1

Modificado de: Williams and Wheeler. Criteria for UCI admission and severity of illness scoring. 2009

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La característica clave de los equipos

de respuesta rápida es que se activan

cuando un paciente cumple los criterios

predefi nidos. Muchas instituciones utili-

zan una fi cha con la mnemotecnia para

activar el MET, basada en la tarjeta dise-

ñada en el Austin Hospital en Victoria,

Australia (Figura 3).

Una revisión sistemática encontró que

muchos de los sistemas en uso cuentan

con poca evidencia sobre su validez, con

baja sensibilidad y bajos valores predicti-

vos positivos pero con especifi cidad y va-

lores predictivos negativos aceptables.20, 21

Tal vez, la reducción en los umbrales de

respuesta podría mejorar la sensibilidad,

pero a mayor costo, pues incrementa los

equipos MET para responder al aumento

del número de eventos de activación.

En un hospital de Londres se evaluó

su sistema de alerta temprana (EWS) en

433 pacientes, excluidas pacientes obs-

tétricas, intervenidos en un solo día. A

los 30 días la mortalidad fue del 6%. Las

personas que fallecieron fueron pacientes

ancianos con mayor estancia hospitalaria.

El aumento en la mortalidad se debe al

incremento en el número de variables

fi siológicas anormales como el nivel de

conciencia, la frecuencia cardíaca, la

edad, la presión arterial sistólica y la fre-

cuencia respiratoria, que son importantes

variables predictivas. No hay evidencia

actual de que estos sistemas reduzcan la

mortalidad, pero sí pueden ser utilizados

para complementar el juicio clínico y no

de manera aislada.20

Intervenciones

Como se señaló anteriormente, las

condiciones más comunes que activan el

sistema de respuesta rápida son: afecciones

respiratorias agudas, insufi ciencia cardíaca

Figura 2. Algoritmo de la escala modifi cada de alerta temprana (MEWS). Modifi cado de: Williams and Wheeler. Criteria for UCI admission and severity of illness scoring. 2009

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aguda, cambios agudos en la conciencia,

hipotensión, arritmias, edema pulmonar

y sepsis.

Algunas intervenciones realizadas por

el equipo son tan simples como la adminis-

tración de oxígeno, líquidos endovenosos,

analgésicos, diuréticos, broncodilatadores,

además de realización de pruebas diagnós-

ticas y procedimientos como el cateterismo

vesical. Sin embargo, muchos de los pacien-

tes requieren ser tratados en una unidad de

cuidados intensivos.8, 22

Evidencia

En el Austin Hospital de Australia, se

han obtenido los mejores resultados. Allí se

realizó un ensayo prospectivo de la situa-

ción anterior y posterior al uso de los MET,

y se encontró una reducción global del 65%

de los paros cardiacos en adultos; en los

pacientes que sufrieron paro cardiaco se

redujeron en 80% de los días de estancia en

la UCI y mermaron en 22% las muertes du-

rante el ingreso hospitalario. Otro estudio

de gran impacto que evaluó la evolución

de los pacientes en postoperatorio mostró

Figura 3 Criterios de activación MET. Modifi cado de: Jones, DeVita and Bellomo. Rapid-Response Teams. 2011

MET Medical Emergency Team

LLAMAR AL 7777

Activar el equipo de emergencias médicas

Si usted está preocupado

por el estado de algún

paciente o si nota algún

cambio agudo en:

Vía aérea

• Obstrucción de la vía aérea• Respiración ruidosa o estridor• Alteraciones en el tubo de traqueostomía

Respiración• Difi cultad para respirar• Menos de 8 respiraciones por minuto• Más de 25 respiraciones por minuto• Saturación de oxígeno ≤ 90% a pesar

de oxígeno de alto fl ujo.Si el paciente no respira activar Código Azul

Circulación• Pulso < 40 latidos por minuto• Pulso > 120 latidos por minuto• Tensión arterial sistólica < 90 mmHg• Gasto urinario < 50 ml más de 4 horas

Estado de conciencia• Cambios repentinos en el estado

de conciencia• El paciente no responde.

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que la insufi ciencia respiratoria disminuyó

hasta un 79%; el accidente cerebrovascular,

un 78%; la sepsis, un 74%; la necesidad de

reemplazo renal un 89% y la muerte un

37%. Por lo anterior, en esta institución los

MET han registrado una reducción soste-

nida de pacientes en paro cardiaco durante

cuatro años, desde un 4,06 a un 1,9 por

cada 1.000 ingresos, y una supervivencia

sostenida en los pacientes quirúrgicos. Se

estima que por cada 17 llamadas al equipo

se evita un paro cardiaco.3, 23

En relación con los benefi cios de los

MET, es importante resaltar que las pu-

blicaciones a favor de la conformación y

utilización de estos equipos se han basado

en estudios pre y post intervención. Pers-

pectiva considerada por algunos autores

como la única fi able para su evaluación.24

Así como en los resultados obtenidos por

el Austin Hospital, hay otros estudios18

que respaldan los benefi cios de implemen-

tar los equipos de emergencias médicas

(Tabla 2).

Estudios a favor de los equipos MET

Autores Locación Tipo de estudio

Mortalidad

preintervención

(%)

Mortalidad postin-

tervención (%)

Lee et ál. 1995 Inglaterra Pre y postintervención 76 NR

Goldhill et ál. 1999 Inglaterra Pre y postintervención 57 40

Buist et ál. 2002 Australia Pre y postintervención 77 55

Bellomo et ál. 2004 Australia Pre y postintervención 89.4 36.6

Hillman et ál. 2005 Australia Multicéntrico 44 30

Aneman et ál. 2006 Australia Metanálisis 31 17

Tee et ál. 2008 Australia Pre y postintervención 85 NR

NR: No reportado

Tabla 2. Estudios a favor de los equipos MET. Modifi cado de: Cardozo A, Duque C, Halpert K. ¿Es

justifi cable para las instituciones de salud la inclusión de urgentólogos en los equipos de emergencias

médicas? Rev CES Med 2009

Por otro lado, el retraso para poner en

marcha los equipos MET, a pesar de que no

han presentado resultados clínicos adver-

sos y de que los recursos que precisa son

modestos, se ha asociado con otros estudios

que aún no demuestran sus bondades y su-

gieren, por tanto, que no se debería genera-

lizar la recomendación de conformar estos

equipos en las instituciones hospitalarias

que cuentan con una unidad de cuidados

intensivos.

El único estudio multicéntrico alea-

torizado y controlado que evaluó los

equipos médicos de emergencias es el

MERIT,25 el cual después de 2 meses de

observación y 4 meses de preparación, en

12 hospitales de Australia en los cuales se

implementaron los equipos de emergen-

cias medicas y 11 como control, encontró

que la implementación del equipo MET

no se asoció con una disminución de los

paros cardiacos, ingresos en UCI o muertes

inesperadas. Un análisis posterior en los

mismos 12 hospitales mostró que el 85,6%

de las activaciones del equipo no estaban

relacionadas con paro cardiaco o muerte, y

además que entre los hospitales había una

variación signifi cativa en el uso del MET.

Quizás esto explica por qué el MERIT no

halló ninguna diferencia en los resultados

de los hospitales del estudio y los del

grupo control.

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Estos hallazgos, sin embargo, dan pie

a algunas hipótesis. Las implicaciones del

estudio MERIT han sido objeto de muchos

debates, debido a las variaciones en las

estadísticas, el análisis de datos, el diseño

y ejecución del estudio, además de la con-

taminación (al utilizar equipo de prueba

para evaluar a los pacientes que no se en-

contraban en paro cardiaco ni respiratorio).

Algunos estudios no aleatorizados,

de un solo centro, antes y después de la

intervención, han mostrado mejores re-

sultados,26 pero su nivel de evidencia es

aún bajo.

Dos metanálisis más recientes no han

demostrado una disminución en la tasa

de ocurrencia de paro cardiaco o en la

mortalidad con la implementación de un

sistema de respuesta rápida.27, 28 Por lo tan-

to, la efi cacia de esos sistemas sigue siendo

controvertida.

Equipos MET en pediatría

Comparada con los adultos, la inciden-

cia de eventos adversos pediátricos es más

baja. Sin embargo, con la implementación

de un equipo médico de emergencias pe-

diátricas (PMET), más que una interven-

ción oportuna se busca prevenir como un

benefi cio signifi cativo, pues su principal

objetivo es evitar las secuelas, principal-

mente neurológicas, que puede dejar un

paro cardiaco.

En los últimos cinco años las publi-

caciones han sido variables en cuanto a

los criterios para activar el PMET, pero el

punto clave sigue siendo el deterioro de la

oxigenación y del estado de conciencia y

las variaciones de la frecuencia respirato-

ria, la frecuencia cardiaca y la tensión arte-

rial según la edad.3 En algunos hospitales

del mundo, ya se han logrado resultados

positivos, principalmente en la prevención

del paro respiratorio. No obstante, en el

2010 se publicó un estudio observacional

retrospectivo, realizado en el Quaternary

Children’s Hospital, a lo largo de diez

años, el cual encontró que la reducción

en la mortalidad, con intervención o sin

intervención de un equipo médico de

emergencias pediátricas (PMET), no ha

presentado cambios signifi cativos.29

Actualmente los MET están siendo

implementados en 3.700 hospitales de

EE.UU, que participan en la campaña

“Cinco millones de vidas” del Institute

for Healthcare Improvement. En Canadá y

países escandinavos su puesta en marcha

ha aumentando rápidamente, aunque su

rentabilidad y resultados sobre los pacien-

tes no se han determinado aún.

A pesar de algunas difi cultades como

el costo adicional que pueden representar

y del tiempo que se tarde en entender

el porqué de un sistema de respuesta

rápida, pero principalmente de que aún

falten pruebas que respalden su efi cacia,

los equipos médicos de emergencias ya

están siendo implementados en hospita-

les de todo el mundo, con el fundamento

de los benefi cios que trae la intervención

temprana en eventos potencialmente

prevenibles.

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