ensayo laberinto

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Contenido Introducción................................................2 Capítulo uno. “El Pachuco y otros extremos”...............4 Capitulo dos. “Máscaras mexicanas”........................6 Capítulo tres. “Todos santos, día de muertos”.............8 Capítulo cuatro. “Los hijos de la Malinche”..............10 Capítulo cinco. “Conquista y colonia”....................12 Capítulo seis. “De la Independencia a la Revolución”.....14 Capítulo siete. “La Inteligencia Mexicana”...............17 Capítulo ocho. “Nuestros días”...........................19 Apéndice. “La Dialéctica de la soledad”..................22 Conclusión.................................................25 1

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Page 1: Ensayo Laberinto

Contenido

Introducción..............................................................................................................2

Capítulo uno. “El Pachuco y otros extremos”........................................................4

Capitulo dos. “Máscaras mexicanas”....................................................................6

Capítulo tres. “Todos santos, día de muertos”......................................................8

Capítulo cuatro. “Los hijos de la Malinche”.........................................................10

Capítulo cinco. “Conquista y colonia”..................................................................12

Capítulo seis. “De la Independencia a la Revolución”.........................................14

Capítulo siete. “La Inteligencia Mexicana”..........................................................17

Capítulo ocho. “Nuestros días”...........................................................................19

Apéndice. “La Dialéctica de la soledad”..............................................................22

Conclusión..............................................................................................................25

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Page 2: Ensayo Laberinto

El laberinto de la SoledadOctavio Paz

Ensayo

Introducción

El laberinto de la soledad es uno de los ensayos más importantes a nivel del

estudio de la idiosincrasia mexicana. La soledad, dilucidada como el hilo conductor

del laberinto espacial y temporal mexicano, nace como una toma de conciencia de

la contradictoria índole mexicana. En el ensayo de Octavio Paz, se colige que la

sensación de soledad mexicana tiene como base la dualidad. México es una

nación en la que sustratos y superestratos culturales conviven, creando la

existencia de dos caracteres distintos dentro él mismo individuo, que conducen a

la falta de identidad y a la soledad. Según Octavio Paz el ser mexicano es

eternamente dúplice y necesita de dimensiones antitéticas para demostrar su

propia existencia, por ello oscila entre el mundo de los vivos y de los muertos,

entre la alegría y la tristeza. Estos extremos lo hacen sentirse protegido, la muerte

lo protege de la vida, la vida lo protege de la muerte, etc.

La madre es considerada a nivel universal como garante del patrimonio genético y

espiritual, es la encargada de la transmisión de determinadas características de

sus descendientes, su papel en el desarrollo de cada ser humano es tan

importante que su representación a nivel psicológico y su influjo en el

comportamiento humano forman los cimientos de los estudios psicoanalíticos.

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Page 3: Ensayo Laberinto

Los arquetipos del imaginario colectivo pertenecen al código genético de los

individuos y sirven para expresar información que ha sido transmitida

hereditariamente. En este tipo de estudios, el laberinto ha sido identificado con la

matriz y con el arquetipo de la gran madre. El paradigma materno puede tener

tanto un significado positivo como negativo. A nivel mexicano, en su fase positiva

este arquetipo ha sido retratado con la figura de la virgen de Guadalupe, cuya

adoración es un sustrato cultural del culto de Tonantzin. Esta Gran Madre positiva

tiene su alter ego en la imagen de la madre carnal de la raza mexicana: Malinche

El fuerte fervor que el pueblo mexicano manifiesta hacia la imagen de la virgen de

Guadalupe encarna la lucha por la conservación de la verdadera tradición

mexicana. A través de la devoción a una virgen de su misma raza, los mexicanos

recuperan la adoración a Tonantzin. La virgen de Guadalupe prueba la

preservación del patrimonio precolombino, que fue contaminado por la traición de

Malinche.

La imagen de la mujer para la sociedad mexicana es una imagen contradictoria,

cuya parte positiva viene identificada con el plano divino y por ello es inalcanzable;

mientras que su parte negativa identificada con el plano terrenal, hace de la mujer

un ser indigno de confianza e inferior.

No son pocos los escritores, es decir: novelistas, cuentistas, periodistas, poetas,

guionistas, dramaturgos y todo aquel que se gana la vida con la palabra, quienes

opinan que la obra de Octavio Paz, fue la mayor aportación de las letras

mexicanas del siglo pasado. Su obra extensa; nunca carente de interés, a menudo

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Page 4: Ensayo Laberinto

sorprende por su claridad narrativa. Cultivó la poesía y el ensayo, pero, como una

novela bien estructurada, su obra nos platica algo. Nos lleva de la mano por el

camino de la reflexión y la pregunta, del amor y la duda, de la vida y la muerte. Es

precisamente, el carácter analítico de su obra, el factor fascinante de su prosa. “El

Laberinto de la Soledad”, es un estudio del mexicano, no del criollo ni el mestizo,

no del indígena, ni el descendiente de padres o abuelos extranjeros, no del

chilango o el jalisquillo, tampoco del jarocho ni del norteño: sino de todos ellos y

muchos más. Su vigencia es impactante.

El laberinto de la soledad analiza la función de la mujer en la idiosincrasia

mexicana. Paz parte de las dos figuras antitéticas que son la virgen de Guadalupe

y Malinche, para explicar la soledad a la que se ve inducido el mexicano.

Malinche, la Pasífae mexicana, copula con Cortés para dar lugar a la maldición de

los dioses y se convierte en la responsable del nacimiento del híbrido hombre

mexicano.

Contiene ocho capítulos y un apéndice en los cuales recorre la historia de México.

Sus momentos simbólicos y dramáticos. Su lectura es un deleite.

Capítulo uno. “El Pachuco y otros extremos”

Es curioso como inicia Paz su ensayo: habla sobre el adolescente y su asombroso

descubrimiento de sí mismo, que lo lleva por conclusión, a una consciente soledad

en el mundo. ¿Qué somos y cómo realizaremos eso que somos? La adolescencia,

ese preciso momento en que tomamos conciencia de nuestro ser, es comparado

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Page 5: Ensayo Laberinto

por el autor con los pueblos “en trance de crecimiento”. El México pos

revolucionario, dejó un país en etapa reflexiva que necesariamente lo llevó a la

autocontemplación. Fue entonces, cuando afloraron distintos niveles históricos

que convivían, o se enfrentaban, en un mismo presente. México, estaba hecho de

distintas razas, además de las diferentes lenguas, que ya de por sí marcaban una

brecha por entender.

Fue en la ciudad de Los Ángeles donde Octavio Paz comenzó su análisis,

comparando precisamente al gringo promedio, con más de un millón de

mexicanos que ahí radicaban.

Mexicanos que no se mezclan y que se autonombran Pachucos. Es decir, “Bandas

de jóvenes generalmente de origen mexicano, que viven en las ciudades del sur,

que se singularizan por su vestimenta conducta y lenguaje”. Personas que no

quieren volver a su origen mexicano, pero que tampoco quieren pertenecer al

sistema americano. El Pachuco, según Octavio Paz, “Es uno de los extremos a los

que puede llegar el mexicano”. Siempre marginal, al Pachuco le gusta irritar a la

sociedad, entonces, y sólo entonces, el Pachuco encuentra su lugar en el mundo y

por lo tanto, su razón de ser. Se siente libre de romper las reglas, de conocer lo

prohibido, en pocas palabras, de desafiar al sistema.

Entonces el Pachuco se sabe distinto y por ello, se sabe solo.

Paz niega el supuesto complejo de inferioridad que caracteriza al mexicano.

“Sentirse solo no es sentirse inferior sino distinto”, de hecho, la soledad no es una

ilusión, es la vida contemplada con los ojos abiertos. La soledad del mexicano,

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Page 6: Ensayo Laberinto

tiene sus raíces en su profundo sentido religioso, y en la muerte, la compañera

perfecta de la vida. Sólo en México se rinde culto a la muerte pues se sabe dadora

de vida.

La historia de México es la búsqueda de su origen: indigenista, hispanista,

afrancesado; México, quiere “volver al centro de la vida de dónde un día, en la

conquista o en la independencia, fue desprendido”.

Capitulo dos. “Máscaras mexicanas”

El mexicano no existe porque se lo impide, se niega ese derecho concedido en su

naturaleza humana, el mismo se encarga de encerrarse en la infranqueable

muralla de su propia intimidad, aquí bien nos es empleado el término de “rajarse”

que llanamente se traduce en abrirse a los demás, no hay cabida para la

vulnerabilidad del macho y en la mujer es sentenciado por ridícula regla genética.

Se encierra en su cuerpo, ese cuerpo que el mexicano disfruta, no se trata de un

trasporte del alma, el mexicano es cuerpo, lo mueve, lo cuida, lo baila, lo idealiza y

hace a los dioses merecedores del cuerpo, lo reedifica y a la vez también sufre

del, porque significa vulnerabilidad, se siente acechado por la mirada de sus

congéneres, lo oculta pues siente que esas miradas penetran su intimidad tan

celosamente guardada por que el cuerpo no guarda este preciado tesoro, si no

que la descubre y que para salvaguardarlo se creó el pudor que actúa como

defensa, he aquí la razón del por qué la virtud más admirada en el mexicano es el

recato.

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Page 7: Ensayo Laberinto

Ahora bien, mencionando cuestión de pudor miremos a la mujer mexicana, la

mujer mexicana se convierte en un misterio, algo así como un mito inalcanzable,

pasiva, misteriosa, pudorosa, creadora y destructora, pero estas es la cuestión

que ven los mexicanos, pero ¿y la mujer? La mujer simplemente no es ella, es un

objeto al que se le puede atribuir, más no que se atribuya a ella misma, pasa a ser

un objeto de contemplación, débil de carácter por ser sentimental y por tener un

sexo distinto, por entregarse sin contemplaciones, por que pierde su intimidad al

ofrecerse a otros con el sentimentalismo femenino. La mujer pues no tiene la

capacidad de moverse, si previamente no la han movido, y no tiene esta

capacidad porque se la han negado, se le a educado para ser como aquellas

estatuillas que pasivas y misericordiosas nos miran al entrar en los templos

impávidas y con una sola expresión en el rostro que a la vez nos intimidan y nos

dan lastima. Esta es una verdadera actitud mediocre.

El mexicano (y llamémoslo así, por simple tecnicismo, por que mantengo que el

mexicano no existe) en su celo por mantenerse cerrado y no “rajarse” se convierte

en el perfecto camaleón bípedo, y de repente se transforma, como dicen Octavio

Paz en “ninguno” me causo gracia el ejemplo que se nos ilustra, el de la

muchacha que al hacer ruido y al preguntarle que quien esta ahí ella naturalmente

responde “no es nadie, solo soy yo” y me da risa por que yo misma, he respondido

con ese argumento tan incoherente que parece insignia en el mexicano, nos

desaparecemos. ¡Sin embargo estamos ahí! Es como el camaleón, insisto, a la

vista se vuelve imperceptible, aun así él permanece estático en espera de todo y

de nada, silencioso y en apariencia inexistente

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Page 8: Ensayo Laberinto

¿Qué es lo que estamos esperando para movernos y salir de ese fingido letargo

del que tenemos miedo de “despertar”?

Capítulo tres. “Todos santos, día de muertos”

La contradicción forma parte del mexicano. “Cualquier pretexto es bueno para

interrumpir la marcha del tiempo” y las Fiestas populares, resultan el desagüe

idóneo para tal efecto. Durante las Fiestas populares, desde el grito de

independencia hasta el día de la raza, el mexicano se siente completo, seguro. La

razón es sencilla, en ese instante, en ese presente, “el pasado y el futuro al fin se

reconcilian”.

En todos los rincones de México existen sus Ferias y tradiciones, aún en los más

miserables. Los ricos, la minoría que no es pueblo, no festejan, sus reuniones son

frías y ni por equivocación se faltan los modales. “Las Fiestas son el único lujo de

México”.

Y una vez más, el círculo de la soledad se cierra. El mexicano derrocha esperando

que el derroche mismo atraiga a la abundancia y si no la atrae, por lo menos se

aparenta.

Lo importante es que, durante la Fiesta, “todo pasa como si no fuera cierto, como

en los sueños”. La gente se burla del clero, de las instituciones, del ejercito y hasta

del mexicano mismo.

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Page 9: Ensayo Laberinto

Uno de los festejos que más llama la atención: es el día de muertos. Ya desde

antes de la llegada de los españoles, los indígenas creían que la vida se

continuaba con la muerte, y de hecho, la vida misma se alimentaba de la muerte.

Nada más privilegiado en vida, que ser sacrificado para los Dioses. Mientras que

para los cristianos la muerte es la antesala a otra vida, para los aztecas, la manera

de participar fundirse con las fuerzas creadoras. Para los aztecas, ni la vida ni la

muerte les pertenecía, todo era un capricho de los dioses. La religión y el destino,

trazaban la vida de sus hijos. “La conquista de México, sería inexplicable sin la

traición de los dioses, que reniegan de su pueblo”.

Actualmente, Paz señala, “todo funciona como si la muerte no existiera”, se exalta

la salud con drogas milagrosas en un siglo donde también hubo campos de

concentración. Para el mexicano moderno, la muerte ha dejado de ser tránsito,

ahora es su amor más permanente, su juguete favorito.

Dos autores mexicanos refiere Paz en este capítulo: José Gorostiza y Xavier

Villaurrutia, autores de Muerte sin fin y Nostalgia de la muerte respectivamente.

Ambos poetas, a su manera, pretenden quitarle la máscara a la muerte, la Muerte

Original, la que fue antes de la vida. La entraña materna.

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Page 10: Ensayo Laberinto

Capítulo cuatro. “Los hijos de la Malinche”

Aquí como que el Autor se desvía un poco y podemos observar un poco de su

opinión respecto a la política y a los males que traen consigo los regímenes

totalitarios, pero recupera el tema y vemos surgir una de las actitudes que más me

gustan de mi pueblo que no es, pero está.

Si, somos groseros, somos mal hablados y este lenguaje vulgar lo llevamos

dentro, lo acariciamos, lo guardamos y en cualquier descuido se escapa de

nuestro labios y explota en el aire tras un exceso de ira o de gracia. Pero hay una

de esas palabras que místicamente lo significa todo y la vez es la misma nada,

cambiante de matices por naturaleza, un acento, un énfasis, una letra perezosa de

más y el verbo “chingar” cambia radicalmente, es la palabra camaleónica por

excelencia del el camaleónico mexicano

Definitivamente es un verbo que lastima, que hiere y en su significación nula, su

intención es fastidiar, herir, lastimar... verdaderamente chingar, ahora pues se

puede ubicar en su multicolor estado la parte relativamente buena, aquella que se

aplica al “gran chingón” que no es otro que el Macho, el in-rajable, el agresivo que

se chinga a todos y para colmo que hace chingaderas para no dejar incompleto su

estuche de monerías, es aquel que representa a la mismísima fuerza, casi como

una divinidad, pero jamás llega a tal grado por que al poseer el poder, se aleja, se

aísla y se deslinda de toda responsabilidad con la prole, siempre lejano, y cuando

hace su dramática aparición no es más que un extraño.

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Page 11: Ensayo Laberinto

Pasamos al terreno de las deidades y aparece la adoración a el Cristo martirizado,

sangrante y misericordioso, la idolatría ante este personaje aparte de tener

influencias de aquellos tiempos precoloniales, ese basa más que otra cosa en la

esperanza del mexicano de ser así de admirado y compadecido en su actitud de

benevolente misericordia ante aquellos que lo miran con la duda reflejada en el

rostro, y aparece una segunda rama de estas adoraciones, la de la Virgen

Tonantzin, la Virgen de Guadalupe, que tan arraigada esta en las almas y el culto

religioso del mexicano actual...pero ¿por qué?...simple, el sentimiento de soledad

que invade al mexicano encuentra consuelo en el regazo del retrato inmóvil de la

pureza que representa esta Virgen india, pero tenemos a la contraparte, si ella nos

representa la pureza, la suciedad la encontramos también en una mujer, esa mujer

que traiciona a su pueblo y a la que su sentimentalismo femenil la arrastro a darse

a un español opresor de su pueblo, aquélla que después de siglos no le

perdonamos la traición, la Malinche

El mexicano resentido, reniega de la madre chingada, de la madre violada, e

incluso busca el modo de hacerle patente al mundo que “malinchismo” es

sinónimo de traición, y así el mexicano elimina su origen, ya no es español, ya no

es mestizo, ya no es indio, tan solo hombre, que empieza y termina en si mismo,

una vez más el mexicano se termina negando el derecho de existencia por su

antigua historia esta vez, y se pierde en sí mismo.

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Page 12: Ensayo Laberinto

Capítulo cinco. “Conquista y colonia”

Al llegar los españoles al nuevo continente, encontraron una civilización

perfectamente estructurada: Mesoamérica. La próxima Nueva España comprendía

el centro y sur del actual México y parte de Centroamérica, además, se

encontraba poblada con distintas culturas peleadas entre sí y con enemigo común:

los últimos pobladores del Valle de México, los Aztecas

La agricultura, el uso del maíz, el juego de pelota, y los sacrificios humanos, eran

rasgos característicos de todos los pobladores de Mesoamérica. Y todos también,

se regían por un sistema teocrático y militar. Dentro del mismo culto, los dioses

Tláloc, Tezcatlipoca, Huitzilopochtli, Mixcóatl etc., contemplaron sin duda, la

llegada del invasor.

Al arribo de los españoles, todos los pueblos sometidos por los Aztecas, vieron

una posible liberación, por ello, muchos o no oponían resistencia, o se dejaban

llevar por la indiferencia. Algunos más, como los Tlaxcaltecas se aliaron incluso a

Cortés. La meta, Tenochtitlan. Sin embargo, Moctezuma, emperador Azteca,

(sabía o creía saber) que una era cósmica estaba por terminar, para dar paso a

otra más. Todos esperaban el regreso de Quetzalcóatl, la serpiente emplumada

que juró regresar. Moctezuma recibe a Cortés con presentes, y Cortes, con un

puñado de hombres, la mayoría aventureros, realizó la conquista más absurda de

la historia. Los signos, las profecías se habían cumplido y los dioses le dieron la

espalda a sus creyentes. Ningún pueblo se habrá sentido tan desamparado como

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Page 13: Ensayo Laberinto

ellos. Cuauhtémoc se enfrenta al invasor, pero se enfrenta sabiendo de antemano

su derrota.

“Si México nace en el siglo 16 hay que convenir que es hijo de una doble violencia

imperial y unitaria; la de los Aztecas y la de los Españoles”.

España era por ese entonces una nación medieval, que tomó su lugar en la

Europa renancentista, gracias a su “descubrimiento”.

Posteriormente, el catolicismo se convierte en el corazón de la Nueva España y

los indígenas, conscientes de su orfandad, abrazan al Cristo ensangrentado, al

Cristo humillado pues de alguna manera, ven un certero reflejo de su realidad. Hay

que hacer notar, que la decadencia del catolicismo europeo coincide precisamente

con esta época.

La Nueva España, no sobresalió por un arte, mito o pensamiento originales. No

poseemos a ningún reformador o místico de importancia. Pero es quizás Juana de

Asbaje o Sor Juana Ines de la Cruz, la figura más representativa de la colonia.

Poeta, monja Gerónima, autora dramática y profundamente adelantada a su

tiempo. Feminista antes de las feministas, lectora de Platón y Aristoteles, Sor

Juana representa la más pura reflexión intelectual. Cree en Dios, pero siempre

busca una explicación racional de las cosas y es precisamente, en un mundo

donde sólo las afirmaciones puras y las negaciones puras pueden existir, donde

queda fuera la duda y el examen. “Su doble soledad, de mujer e intelectual” la

coloca como la primer mujer moderna de México.

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Page 14: Ensayo Laberinto

Capítulo seis. “De la Independencia a la Revolución”

La independencia de la Nueva España, es tan ambigua como la conquista. No es

una independencia propositiva en ideas, no hay postulados ni ideas universales.

Los caudillos, es decir los sacerdotes, no tienen una idea clara de que hacer. Su

única virtud, es que escuchan de cerca al pueblo. La independencia sudamericana

inicia con San Martín y Simón Bolívar. Se crean estados y promulgan leyes. En la

Nueva España, se luchaba por liberar a los criollos de la burocracia peninsular

pero, no se pretendía cambiar las estructuras económicas ni sociales. Los ecos de

la Revolución Francesa y la Norteamericana se escuchaban por todos lados. Los

insurgentes vacilan entre la independencia total, o formas modernas de

autonomía. La guerra inicia por los abusos de la burocracia española contra los

latifundistas. Pero más allá estaba también el abuso de los latifundistas hacia sus

campesinos. “No es una rebelión de la aristocracia contra la metrópoli, sino del

pueblo contra la primera”. Hidalgo termina con la esclavitud, Morelos reparte los

latifundios, pero, la iglesia y los grandes propietarios buscan ayuda en la Corona

Española. Hidalgo, Morelos y Mina, sucumben ante la alianza. Entonces, un hecho

inesperado sucede. En España, los liberales toman el poder, transforman la

monarquía en constitución y amenazan seriamente los intereses del clero. En

México, la iglesia y los grandes propietarios, temiendo quizá una reacción en

cadena, buscan a los insurgentes vivos y ¡consuman la Independencia de la

Nueva España!

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Page 15: Ensayo Laberinto

Sin embargo, se hereda el viejo orden español sin la visión futura de una sociedad

moderna. Aparece entonces, la imagen del dictador hispanoamericano con su

primera impresión: la del libertador. Las nuevas sociedades se formaban por

militares ansiosos de repartirse el botín. En México mientras tanto, aparece una

constitución, copia de Europa y Estados Unidos que pasaban por una realidad

muy distinta a la nuestra, es decir: la revolución Industrial. Esta constitución

ligeramente liberal y democrática, era, por un lado inaplicable, y por el otro,

ocultaba nuestra realidad histórica por completo.

“La mentira política, se instaló en nuestros pueblos casi constitucionalmente”

La rueda de la historia se precipita, el Virreinato se transforma en Imperio

Mexicano con un Emperador: Iturbide. Efímero y ridículo. Todos esperan que con

un cambio de leyes la situación cambie y, como en Europa, aparecería una nueva

clase social: la burguesía. Las facciones se pelean entre sí, lo cual aprovechan los

norteamericanos para quitarle a México ¡más de la mitad de su territorio! por

medio de Antonio López de Santa Ana. “El arquetipo del dictador latinoamericano”

Los conservadores se arman, Benito Juárez responde con la Reforma; separa

iglesia de estado. Nuevamente, los conservadores piden ayuda al extranjero.

Napoleón III manada otro emperador Maximiliano de Habsburgo. A su vez fusilado

por el liberal Juárez. La Reforma consume la independencia. Y entonces aparece

la constitución de 1857. Libertad de enseñanza promulgada. El autor evita la auto

complacencia y agudamente observa “La Reforma funda a México negando su

pasado, rechaza la tradición y busca justificarse en el futuro”.

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Page 16: Ensayo Laberinto

Finalmente, la esperada aparición de una burguesía mexicana, es decir, una clase

social pudiente y productiva, jamás apareció. México era un país agrario muy

ajeno al occidente industrializado. En cambio surge una casta latifundista que

reniega del progreso. Muerto Juárez, el poder está a merced de los caudillos;

Porfirio Díaz, militar de corte liberal asume el poder. Una nueva máscara se pone

México, ahora de estilo afrancesado y pretendidamente sofisticado. Los indígenas

son desplazados de sus tierras, se abre la economía al capital norteamericano.

México –que nació endeudado como país- se endeuda más. Aparentemente

México progresa, se construyen los ferrocarriles, se estimula el comercio e

industrias modernas. Díaz recibe el nuevo siglo y de repente, cumple 33 años en

el poder.

La Revolución mexicana, tampoco tuvo precursores ideológicos conscientes de la

verdadera situación del país. De los más radicales, los hermanos Flores Magón,

que militaron desde el exterior del país, poco queda en las reformas de los

trabajadores. Francisco I Madero, un místico convencido, resumió el cambio que,

según él, México necesitaba: “Sufragio Efectivo no reelección” los males del país

se debían a la eterna presencia del general Díaz y sus “científicos” en el poder.

Madero, de cuna terrateniente, no se daba cuenta de la naciente clase obrera

mexicana y de la explotación de los caciques hacia los campesinos. Doroteo

Arango, mejor conocido como Pancho Villa y Emiliano Zapata, ambos surgidos del

pueblo mismo lo entendían. Aún así, sus limitaciones se hacían evidentes. Los

líderes revolucionarios se amparaban en sus respectivos planes para cambiar las

estructuras políticas y económicas del pueblo. Desterrado el viejo general, Madero

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Page 17: Ensayo Laberinto

asume el poder. Nada cambia. La situación política se complica pues desde el

norte, un golpe de estado, perpetrado por Victoriano Huerta se consume. Madero

y Pino Suarez son fusilados. Villa, Zapata, Álvaro Obregón y un viejo porfirista

Venustiano Carranza, forman sus bandos, la guerra civil entre los líderes

revolucionarios deja un saldo trágico pues de alguna manera, todos mueren a

manos de todos y a la postre, se convierten en mitos populares. “Villa cabalga

todavía en el norte, en canciones y corridos; Zapata muere en cada feria popular;

Madero se asoma en los balcones agitando la Bandera Nacional; Carranza y

Obregon viajan aún en aquellos trenes revolucionarios, en un ir y venir por todo el

país. Todos los siguen: ¿a dónde? Nadie lo sabe. Es la revolución, la palabra

mágica, la palabra que va a cambiarlo todo y que nos va a dar una alegría

inmensa y una muerte rápida”.

Capítulo siete. “La Inteligencia Mexicana”

Octavio Paz define de la siguiente manera a la “Inteligencia” mexicana: “sector que

ha hecho del pensamiento crítico su actividad vital” aunque señala que la obra de

esta “Inteligencia” no se encuentra del todo en libros, sino más bien en su

influencia en la obra pública. Y es José Vasconcelos, el fundador de la educación

moderna en México, el primero en citar. Miembro del grupo Ateneo, Secretario de

Educación Pública que pretende continuar la obra de Justo Sierra: ampliar la

educación elemental y perfeccionar la enseñanza superior. Vasconcelos funda sus

principios educativos en la tradición. La nueva educación, anota Paz, “se funda en

la sangre, la lengua y el pueblo”. El filósofo y escritor, nutre su proyecto con la

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Page 18: Ensayo Laberinto

revolución, colaboran poetas, escritores, pintores, artistas en general, que como

Vasconcelos, siente al periodo revolucionario como la verdadera cara de México.

Emergen las artes populares, los muros son para los muralistas y se fundan

escuelas en todos los rincones de México. La literatura mexicana, reflexiona sobre

la conquista y el pasado indígena, y los autores más atrevidos en la reciente

revolución.

Había que levantar al país y quién mejor que los intelectuales para hacerlo. Los

caudillos se allegaron de gente de estudios, y muy pronto: los poetas estudiaron

economía, los novelistas se hicieron abogados y ejemplos por el estilo.

Por supuesto que no todos los miembros de la “Inteligencia” colaboraron; algunos

incluso se opusieron al régimen y como en el caso de Manuel Gómez Morín y

otros, fundaron el partido de oposición. El Acción Nacional.

Otros miembros de la “Inteligencia” que por su impacto nombra el autor serían:

Samuel Ramos, autor de El perfil del hombre y la cultura en México, primer estudio

del mexicano y antecedente directo de El laberinto de la soledad, Jorge Cuesta,

quien dedica su obra a indagar el sentido de nuestras tradiciones, Daniel Cosío

Villegas, fundador del Fondo de Cultura Económica, Textos de todo tipo al alcance

de todos, José Gaos, exiliado español y filósofo, Alfonso Reyes, escritor

apasionado, poeta crítico y ensayista, quien pretendía “Buscar el Alma Nacional”

Leopoldo Zea, historiador, y algunos más de tipo político.

Concluye Paz, “exceptuando la revolución hemos vivido nuestra historia como un

episodio de la del mundo entero. Nuestras ideas, así mismo, nunca han sido

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nuestras del todo, sino herencia o conquista de las engendradas por Europa” Sin

embargo, sostiene “el mundo moderno ya no tiene ideas” México, a partir de su

conquista, fue influenciado por las ideas liberales, que como el mundo mismo, se

tenían que actualizar. La diferencia histórica de una Europa: vanguardia de las

artes, las guerras, las ideas y el pensamiento filosófico, con un México nacido de

la violencia y cursando un tiempo histórico distinto, fue lo sucedido.

Pero a partir de la Revolución, México y el mundo viven al día. “Con un futuro por

inventar”.

Capítulo ocho. “Nuestros días”

Antes de continuar con el estudio del libro, quiero recordarte que fue escrito en

1950, es decir y perdón la redundancia a mediados del siglo pasado.

Continuemos.

“La revolución no ha hecho de nuestro país una comunidad o siquiera una

esperanza de comunidad”. Sin embargo, como todas las revoluciones del mundo, -

la de México fue la primera del siglo veinte- ninguna ha terminado

satisfactoriamente su labor. ¿Y cuál sería el punto culminante de una revolución?

El autor nos contesta: “En primer término, liquidar el régimen feudal, transformar el

país mediante la industria y la técnica, suprimir nuestra situación de dependencia

económica y política y, en fin, instaurar una verdadera democracia social”. Ahora

bien, la historia va a la par para todos, el planeta, unificado desde la expansión

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imperialista, enredó por completo las economías de todos los países. Desde

luego, unos beneficiados y otros no. “Lo conquistado hay que defenderlo todavía”

Particularmente, en México, el crecimiento demográfico, no previsto por los

primeros gobiernos, se presentó como una máscara que esconde el actual

desequilibrio. La reforma agraria por su parte, cuenta todavía con millones de

campesinos en extrema pobreza; principal causa de braceros en Estados Unidos.

La industria y los centros de producción son insuficientes para absorber la

demanda de trabajo en las ciudades. Ahora bien, si bien el General Lázaro

Cárdenas al expropiar el petróleo y el ferrocarril entre otros impulsó la economía

interna del país, también es cierto que tocó fibras muy sensibles, económicamente

hablando, del vecino país del norte.

Con la industrialización del país, surge la clase obrera, aquella que según Marx

“lleva el curso de la historia”. En México, esa clase obrera y mediana burguesía,

surge desde las entrañas mismas del poder. Primero se apoya a Venustiano

Carranza –buen momento para recordar que también fue gobernador porfirista-

luego a Álvaro Obregón y finalmente a Plutarco Elías Calles. El estado desde

entonces ha protegido las organizaciones sindicales. La burguesía por su parte, se

alió directamente con el gobierno así, el banquero se convirtió en senador o

diputado. Desgraciadamente, carecemos de una industria básica por la sencilla

razón de que somos un país productor de materias primas. Entonces,

dependemos de los grandes capitales que imponen condiciones cual viejos

conquistadores. También carecemos de una industria pesquera, el turismo y los

dólares equilibran, sensiblemente, la economía pero nada más. Paz propone: “La

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inversión de capitales públicos ya sea en préstamos gubernamentales o por medio

de las organizaciones internacionales”. Y más adelante continua: “Podríamos

hacer más si nos unimos a otros pueblos con problemas semejantes a los

nuestros” incluye África y los países asiáticos.

Sorprende la visión y crítica de Paz hacia los países comunistas y la

“cristalización” de la “Dictadura del Proletariado” encarnado por la entonces Unión

de Repúblicas Soviéticas y Socialistas. Su carácter visionario es evidente.

Finalmente el autor nos hace reconocer que “muy pobres son nuestros

instrumentos intelectuales, hemos pensado muy poco por cuenta propia. Pero

somos nosotros los equivocados, no la historia” Aunque también nos recuerda

“Somos por primera vez en nuestra historia, contemporáneos de todos los

hombres”.

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Apéndice. “La Dialéctica de la soledad”

La soledad es tan enigmática que nos atrae, romántica por excelencia y

secretamente nos otorga una duda que nos acompaña aun después de la muerte,

convierte al hombre en un ser extraordinario desesperado de sí mismo que abraza

a él la idea de encontrar en algún punto la comunión entre vida-soledad-muerte y

es que este sentimiento tan adorado y temido es una dualidad en más de un

sentido, sentirnos solos nos implica saber que estamos porque sentimos esa

soledad y ella misma y su sentir nos habla de querer escapar de lo que somos

para no estar solos.

Se nos menciona el sentimiento del amor y contraria a la concepción mustia que

tenemos de él se nos presenta como es, el amor es escándalo, es prohibición,

tentación y esta privado de la libre elección.

La mujer de nueva cuenta aparece y no deja de ser un objeto de idolatría del

hombre que esta resignada a seguirse vistiendo con los prejuicios y la femineidad

que le ha creado el mismo hombre, puesto que ella no la ha creado ni a nacido

con ella, se la han impuesto educaciones con siglos de mala aceptación, de ahí el

género de los “poetas malditos” aquellos que se atreven a descubrir y enseñar lo

más “repugnante del hombre, el incesto, la pasión desenfrenada, lo grotesco de

las desviaciones de carácter, no son más que estallidos desesperados del amor

que ha sido reglamentado por la sucia conciencia del hombre “manchado en sus

mismas raíces”

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Se puede ver que en las distintas etapas de crecimiento del hombre la incansable

batalla contra la soledad, cuando uno es niño se crea en el entorno su propio

medio y se ubica dentro de él, se siente un solo ente recupera un poco de ser

seguro ambiente que le fue arrebatado al salir del útero materno, pasamos la

niñez y llega (para mí la favorita) adolescencia, ser adolescente nos duele,

adolecemos de esa extraña etapa narcisista porque sentimos esa soledad caer en

nuestros nostálgicos pensamientos nos hacemos poetas, melancólicos y

disfrutamos de ella con placer tiránico y por último la madurez, el miedo creciente

a sentirnos solos lo suprimimos, sabemos que está ahí, pero lo ignoramos y nos

vamos transitando por la vida en banalidades, pues si nos distraemos corremos el

riesgo de sentir esa soledad latente a nuestro alrededor.

El hombre no puede permitirse el sentimiento de soledad, se mantiene en grupo,

se maneja en comunas y crea mitos en los que después de la muerte se reúne

con más espíritus, pero ¿qué es lo que el hombre teme de la soledad? La imagen

trágica de ella se la ha creado el mismo.

Le teme por que se sabe solo desde el momento en que fue arrancado del vientre

de la madre, donde se encontraba el dentro de otro, no estaba solo y no era capaz

de nada más que limitarse a existir de una manera biológica, le teme al hecho de

que saber que dentro de su soledad encontrar algo que quizá no es tan grato

(dentro de sus estereotipos ya predispuestos) como él quisiera.

Para la sociedad, el amor equivale a tener hijos pues la familia, es el primer reflejo

de la sociedad. La doble moralidad aterriza directamente en el concepto del

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Matrimonio, es decir la naturaleza conservadora de la pareja. Al amor garantizado

constitucionalmente.

El verdadero amor es antisocial y revolucionario, y es precisamente en la

adolescencia, en dónde se expresa en su forma más pura y contradictoria. La

adolescencia no implica únicamente soledad sino “los grandes amores, el

heroísmo y el sacrificio”.

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Conclusión

El Laberinto de la Soledad incorpora la heterogeneidad del ser mexicano en una

sociedad que él se niega a integrar. Paz trata de descifrar las causas de la

alienación de una etnia que se cuestiona el propio origen. La obra de Paz es de un

gran poder analítico; no puede limitarse a una simple crítica de la modernidad

mexicana, ni a un rescato de los estratos sagrados de la cultura mesoamericana

original. Paz propone la solución del problema de la soledad que está

consumando al mexicano como parte integral de una nación, su obra parte del

análisis del presente y del pasado mesoamericano para proponer la solución del

futuro. La sociedad mexicana, marcada por su historia e influenciada por sus

mitos, debe madurar para poder salir de su estado de aislamiento. La única

manera para salir de su estado actual es la comunicación consigo mismo y con los

demás; el mexicano debe aceptarse a sí mismo para tomar las riendas de su

destino.

A medida que se lee el libro, se puede interpretar que para el autor la historia

mexicana ha servido como hilo conductor de la soledad, que incluso es una suerte

de enfermedad mexicana. La caída del imperio azteca, la conquista, la colonia, la

independencia, la revolución, han contribuido a una continua mutación que impide

que la nación mexicana salga de su adolescencia.

El laberinto de la soledad nos presenta al mexicano como un ser ensimismado en

un gran dilema intelectual a causa de su naturaleza dúplice. El pachuco, el criollo,

el mestizo, el indio, la mujer, el hombre; todos los mexicanos desean entender el

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verdadero fondo de ellos mismos. La búsqueda de su propia natura, les dificulta su

interrelación con el otro. La soledad es un estado de purgatorio en el que el

mexicano se encontrará hasta que no decida salir de su laberinto. Las máscaras

que el mexicano utiliza para esconder su falta de identidad lo sumergen en una

incomunicación profunda. El mexicano se esconde en la fiesta, en la celebración e

incluso en la violencia.

El comportamiento del mexicano es un gran código que sirve para esconder una

naturaleza que ni siquiera él mismo conoce. Las máscaras, que según Paz tienen

un origen histórico-mítico-psicoanalítico que se relaciona con la concepción del

mexicano, tienen una función que se basa en la deformación de la realidad. En el

laberinto de Paz confluyen todos los elementos que constituyen la idiosincrasia

mexicana. La soledad del laberinto surge como una expiación que eliminará la

angustia y la inestabilidad del ser mexicano.

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