ensayo de historia, el nacionalismo

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Desde 1830 el movimiento general a favor de la revolución se separó. Un producto de esa separación merece especial atención: los movimientos nacionalistas. Los movimientos que mejor simbolizan estas actividades fueron los llamados “Jóvenes”, fundados o inspirados por Giuseppe Mazzini. Este apelativo (“Joven Alemania”, “Joven Turquía”) señalaba la desintegración del movimiento revolucionario europeo en segmentos nacionales. Cada uno de esos segmentos nacionales tenía los mismos programas políticos, estrategia y táctica que los otros, en incluso una bandera tricolor. Aspiraban a la hermandad de todas, simultaneada con la propia liberación. La vanguardia de la clase media nacionalista libraba su batalla a lo largo de la línea que señalaba el progreso educativo de gran número de “hombres nuevos” dentro de zonas ocupadas antaño por una pequeña elite. Sin embargo, la importancia de los estudiantes en las revueltas de 1848 nos hacen olvidar que eran poco más de 40.000 en todo el continente. Otro factor que ayuda a comprender el nacionalismo es la adopción en documentos oficiales y libros universitarios, del idioma nacional como preferente. El latín y el griego, si bien continuaban enseñándose, quedaron relegados en la Dieta húngara y en Rumanía. Entre 1820 y 1840 se triplicó la publicación de libros en Alemania, lo cual nos habla de una evolución estratosférica en Centroeuropa. Por su parte, Francia y Bélgica tenían un 50% de analfabetos, España y Portugal llegaban al 80%. En síntesis, solo aquellos países que se habían asimilado la doble revolución tenían buenos índices de alfabetización y progreso: escandinavos, Irlanda, Inglaterra y EE.UU. sobre todo. Identificar el nacionalismo con la clase letrada no es decir que las masas, por ejemplo rusas, no se consideraran “rusas” cuando se enfrentaban con alguien de fuera. El hecho de que el nacionalismo estuviera representado por la clases

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Desde 1830 el movimiento general a favor de la revolucin se separ. Un producto de esa separacin merece especial atencin: los movimientos nacionalistas. Los movimientos que mejor simbolizan estas actividades fueron los llamados Jvenes, fundados o inspirados por Giuseppe Mazzini. Este apelativo (Joven Alemania, Joven Turqua) sealaba la desintegracin del movimiento revolucionario europeo en segmentos nacionales. Cada uno de esos segmentos nacionales tena los mismos programas polticos, estrategia y tctica que los otros, en incluso una bandera tricolor. Aspiraban a la hermandad de todas, simultaneada con la propia liberacin.

La vanguardia de la clase media nacionalista libraba su batalla a lo largo de la lnea que sealaba el progreso educativo de gran nmero de hombres nuevos dentro de zonas ocupadas antao por una pequea elite. Sin embargo, la importancia de los estudiantes en las revueltas de 1848 nos hacen olvidar que eran poco ms de 40.000 en todo el continente.

Otro factor que ayuda a comprender el nacionalismo es la adopcin en documentos oficiales y libros universitarios, del idioma nacional como preferente. El latn y el griego, si bien continuaban ensendose, quedaron relegados en la Dieta hngara y en Rumana. Entre 1820 y 1840 se triplic la publicacin de libros en Alemania, lo cual nos habla de una evolucin estratosfrica en Centroeuropa. Por su parte, Francia y Blgica tenan un 50% de analfabetos, Espaa y Portugal llegaban al 80%. En sntesis, solo aquellos pases que se haban asimilado la doble revolucin tenan buenos ndices de alfabetizacin y progreso: escandinavos, Irlanda, Inglaterra y EE.UU. sobre todo.

Identificar el nacionalismo con la clase letrada no es decir que las masas, por ejemplo rusas, no se consideraran rusas cuando se enfrentaban con alguien de fuera. El hecho de que el nacionalismo estuviera representado por la clases medias y acomodadas, era suficiente para hacerlo sospechoso a los hombres pobres (si bien trataban de atraerlos con el seuelo de una reforma agraria). Para las masas, en general, la prueba de la nacionalidad era todava la religin: los espaoles se definan por ser catlicos, los rusos por ser ortodoxos.

Fuera del rea del moderno mundo burgus existan tambin algunos movimientos de rebelin popular contra los gobiernos extranjeros (entendiendo por stos ms bien los de diferente religin que los de nacionalidad diferente) que algunas veces parecen anticiparse a otros posteriores de ndole nacional. No podemos considerar nacionales los movimientos de sij frente a los ingleses, la de los bereberes contra los pachs (el nacionalismo islmico est acuado en el siglo XX) o la de los albaneses (que no solo luchaban contra sus gobernadores provinciales, sino que reclamaban mayor autoridad del sultn turco).

El caso de Grecia es especial. Todas las clases educadas y mercantiles de los Balcanes y el rea del mar Negro y Levante, estaban helenizadas por la naturaleza de sus actividades. Durante el siglo XVIII esta helenizacin prosigui con ms fuerza que antes, debindose, en gran parte, a la expansin econmica en el floreciente Mar Negro. El nacionalismo griego fue comparable a los movimientos de elites de Occidente, lo que explica el proyecto de promover una rebelin por la independencia en los principados danubianos bajo el mando de magnates locales griegos. La philik Hetaira sociedad secreta y patritica, protagonista de la revuelta de 1821- consigui la afiliacin de sectores ms bajos.

La independencia griega fue la condicin esencial preliminar para la evolucin de otros nacionalismos balcnicos en tanto que concentr en la Hlade a la dispersa clase ortodoxa, balcnica y culta que se reparta por el resto de territorios bajo el Imperio turco, intensificando el nacionalismo de los dems pueblos balcnicos.

Los ideales de panbalcanismo o panamericanismo no eran viables, primeramente por la variedad de pequeas repblicas y segundo por la variedad de culturas e ideas. Slo Mxico, bajo la bandera de la Virgen de Guadalupe, inici un movimiento popular agrario, indio. El resto tan solo son embriones de una conciencia nacional.

En ninguna parte se descubre nada que semeje nacionalismo, pues las condiciones sociales para ello no existen. El intelectual, el comerciante de turno tendra difcil luchar contra un gobierno tradicional si los tradicionales gobernados no recogan sus ideas. Por eso, aunque se tiene a simplificar el nacionalismo como resistencia anti extranjera, en Asia, los pases islmicos e incluso frica, la unin entre intelectuales y nacionalismos, y entre ambos y las masas, no se efectuara hasta el siglo XX. Esto es porque el nacionalismo, como tantas otras cosas del mundo moderno, es hijo de la doble revolucin.