ensayo. cul. soc y med. "seres pobres"
DESCRIPTION
Ensayo, ecologismo de los pobres en México.TRANSCRIPT
PRISCILLA DIAMANDA MENDOZA INIESTRA
CULTURA, SOCIEDAD Y MEDIO AMBIENTE
SERES POBRES
¿Cómo conseguir una nueva conciencia de nuestras responsabilidades hacia el resto de la
naturaleza y de los seres humanos? ¿Por qué sería necesario cambiar nuestra visión hacia lo
que llamamos natural? ¿Será que solo es la naturaleza la que desaparece o más bien es el
ser humano mismo que está en decadencia por causa del descuido y explotación irracional
del entorno del que es parte y del que obtiene todo lo que necesita para sobrevivir y más?
Una parte de la humanidad se ha enaltecido a partir de sus logros y avances para mejorar el
existir. No podemos negar que se han logrado beneficios para la humanidad que se celebran
a su debido tiempo y espacio, pero cuando el discurso del “desarrollo” y el “progreso” se
tornan en discursos destinados a velar solo por los intereses de unos cuántos países, para
algunas personas, dejando vulnerable a gran parte de la población en el mundo, es
imperante reflexionar sobre las acciones individuales y locales así como del orden existente
mundial, para actuar de forma responsable.
David Harvey nos dice que el capitalismo necesita de un “otro” para subsistir, el otro yo
del capitalismo son las regiones donde se encuentra la tasa más alta de desigualdad
económica América Latina, África y parte de Asia son los escenarios dónde día a día se
extraen toneladas de petróleo, minerales, agua y demás recursos naturales y humanos con
los que se enriquecen los países llamados de primer mundo, nombre que ya dice demasiado
por sí mismo.
¿Pero qué pasa en la actualidad que ha desencadenado una serie de teorías acerca de
pensamientos ecologistas y ambientales? Según Antonhy Guiddens (1996) en las últimas
décadas las acciones humanas se han caracterizado por dejar repercusiones de gran
magnitud en el mundo natural. Defender el medio ambiente, rescatar a la naturaleza y
defender valores verdes son conceptos que se han convertido ahora en lugares comunes.
(p.210).
El desarrollo no solo marginó a un gran número de seres humanos, sino que excluyó y
convirtió en una cuestión solamente utilitaria a la flora, la fauna, al sol, al viento y otros
organismos vivos también, pero que no tuvieron la fortuna de ser “seres racionales”.
Para Guiddens (1996) la crisis medio ambiental es provocada por la disolución de la
naturaleza y define a esta como cualquier objeto o proceso obtenido independientemente de
la intervención humana. (p.213). Para Ulrich Beck la naturaleza no es naturaleza, es un
concepto, una norma, un recuerdo una utopía, una contraimagen.
Naturaleza es uno más de los binomios complementarios característicos de occidente que
sustenta y justifica la creencia de una supremacía humana que permite explotar y destruir
todo lo que necesite para producir y mantener el “desarrollo” económico.
El desarrollo industrial ha producido y lo sigue haciendo, consecuencias secundarias
imprevistas. Expertos señalan que los riesgos pueden ser evaluados y vigilados para así
mantener niveles “aceptables” en la calidad del aire en una ciudad determinada por
ejemplo, aunque ello signifique tener que cerrar una fábrica algunos días. Sin embargo los
niveles solo pueden determinarse con precisión sobre un lugar y momento determinados
(Guiddens, 1996 p.215). Pero ¿cuántas de las empresas que se necesitan para mantener la
calidad del aire de verdad están dispuestas a cerrar? Estados Unidos no ha firmado aún el
Protocolo de Kioto sobre el cambio climático, siendo este el país número uno en
contaminación y emisiones de gases que causan el efecto invernadero y también el número
uno en la economía mundial, convirtiendo a la situación aún más alarmante.
Me parece que para atender a los problemas planteados es necesario abordar no solo los
mecanismo de crecimiento económicos, sino el desarrollo y aplicación de tecnologías que
van formando parte de nuestra vida y que el ser humano considera ahora fundamentales en
el vivir, además de la paradoja que consiste en que estas mismas sean aplicadas en el
arreglo de la descompensación y destrucción del medio ambiente, así como todo el daño
que la creación y uso que estas provocan al entorno. Poner suma atención en la
incertidumbre fabricada de la que habla Guiddens, pues es incierto que no se piense en el
futuro, a mi parecer se piensa en él pero no de la forma adecuada, no se acciona
reflexionando en la forma más apta para el cuidado del ambiente y la conservación de los
organismos vivos que hoy cohabitan, se actúa deseando obtener siempre la mayor ganancia
con el menor esfuerzo e inversión posibles. Considerar y pensar cómo responder ante los
conflictos morales a los que nos enfrentamos cuando caemos en cuenta que prácticas que
creíamos inofensivas y normales, arraigadas a nuestra vida cotidiana, afectan y destruyen
más de lo que pensábamos.
La pregunta que grandes pensadores se hacen es “¿cómo vamos a vivir?” pero habría que
preguntarnos más a fondo también ¿cómo estamos viviendo?, ¿qué estamos haciendo a
nivel nacional, local e individual para comenzar a reparar la situación que pone en riesgo a
la vida como tal?
En un tiempo donde la economía y la ecología no encajan, surgen movimientos ecológicos
en todas partes del mundo pertenecientes o no al “gran otro” del capital. Movimientos que
tratan de sacar a los recursos naturales de la esfera económica buscando una “economía
ecológica” (Martínez, 1992, p.2)
Martínez Alier desarrolla un “Ecologismo de los Pobres” cuya hipótesis central plantea
que si
“Aceptamos que el sistema de mercado generalizado y/o el control
del Estado sobre los recursos naturales implican una lógica de
horizontes temporales cortos y que se asumen los costos ecoló-
gicos, entonces los pobres al pedir acceso a recursos, contra el
capital y/o contra el Estado, contribuyen al mismo tiempo a la
conservación de recursos” (Martínez, 1992, p.3)
La ecología de la supervivencia hace a los pobres conscientes de la necesidad de conservar
los recursos. Pero no se le llama ecología de los pobres o en algunos casos no es
considerado un movimiento ecológico como tal, pues surge de la relación inherente que
tienen las comunidades que trabajan la tierra y que viven directamente relacionados con
ella, no solo obtienen recursos para sobrevivir e intercambiar, también forma parte de su
cosmovisión, donde se transmite el respeto hacia el planeta y no lo ven como de su
propiedad sino saben que son parte de él.
En todo el mundo grupos de personas que viven de la tierra se oponen a la extracción
desmedida de los recursos naturales y al despojo de las tierras en las que viven. Piden que
la naturaleza se quede en el terreno de la economía moral, que sea parte de la economía
popular, y no entre en la lógica del mercado ni tampoco en la lógica del servicio al Estado
(Martínez, 1992, p.5)
Algunos ejemplos son
“Las luchas contra la contaminación del aire en los barrios
populares de las ciudades, las luchas por espacios verdes
contra la especulación urbana, la lucha en los suburbios de
las ciudades pobres por tener la suficiente agua potable, las
luchas contra el dióxido de azufre en Río Tinto, en la An-
dalucía de los años 80, o en la Oroya, en Perú, contra la Ce-
rro de Pasco Copper Corporation, o en Ilo, también en Perú
contra la Southern Perú Cooper Corporation.”
“Son luchas contra las empresas papeleras para conservar los
bosques, y para conservar la tierra contra las centrales hidro-
eléctricas, para salvar la pesca artesanal -considerando el mar
sagrado, como en Kerala- contra la utilización abusiva de la
pesca industrial. Son las luchas en los campos de algodón de
Centroamérica contra la utilización de pesticidas. Son las lu-
chas por la salud en los puestos de trabajo, y hasta nuestros
días son todas las luchas contra la militarización.”
(Martínez, 1992, p.5)
En México también existe la defensa de la tierra, algunos ejemplos es la lucha contra el
maíz transgénico, las mineras y comparte con América Latina el levantamiento en contra de
los megas proyectos que generan Parques Eólicos, hablaremos aquí un poco, refiriéndonos
a la parte afectada en la región del Itsmo de Tehuantepec que se encuentra entre los estados
de Oxaca, Chiapas, Tabasco y Veracruz, dicha región es considerada como una de las zonas
de generación de energía eólica más importantes del mundo, su particularidad geográfica es
la franja de tierra entre los océanos Atlántico y Pacífico. Posibilita la generación de entre
5000 y 10000 Mega Watt de energía anual suficiente para abastecer a unos 18 millones de
habitantes (Castillo, 2011, p.3)
La energía eólica es parte de las llamadas “energías verdes” que pretenden la disminución
de la emisión de gases de efecto invernadero y el reemplazo de los combustibles fósiles que
perjudican el medio ambiente. Pero los impactos y afectaciones que ocasionan los
proyectos que generan a estas “energías renovables” sobre las poblaciones y el medio
ambiente no son visibilizados, además de que no respetan el derecho que las comunidades
tienen para decidir acerca de lo que se hará en las tierras en las que viven, las empresas son
responsables de afectaciones directas a la vida de las personas que atañen a los ámbitos
político, social, cultural, económico y ambiental. Según el informe de SIPAZ (Servicio
Internacional para la Paz) realizado en septiembre del 2013 estas empresas las hace firmar
bajo presión y después anulan los contratos, no realizan las consultas obligatorias ante las
poblaciones dañadas. Produjeron un daño al tejido social, las comunidades se han
fragmentado, pues algunas obtienen dinero y a no. Se quiere imponer la percepción
mercantilista sobre los recursos naturales y se ha influenciado en la toma de decisiones
acatando lo que la mayoría quiere sin llegar a un consenso como lo era antes. Las tarifas de
electricidad han subido y la energía no llega a las comunidades rurales, la fauna marina es
ahuyentada por el sonido de las turbinas eólicas y se ha destruido y provocado el abandono
de la agricultura y ganadería. Se han destruido lugares sagrados y significativos para
comunidades Indígenas, han acabado con hábitats naturales y con ellos flora y fauna, sobre
todo aves, pues el Itsmo es una zona importante de flujo migratorio de aves, se contaminan
ríos, suelos y lagunas. La contaminación visual también está presente así como la inevitable
afectación al paisaje.
La resistencia ante las injusticias se conforma de comunidades y de organizaciones civiles
que se solidarizan, defienden sus derechos con diversas actividades como demandas
civiles, mesas de diálogo, marchas, encuentros, foros, acciones directas, difusión
informativa e incidencia a nivel nacional e internacional. Actualmente el conflicto
permanece abierto entre empresas, gobierno y comunidades opositoras del Itsmo, no
obstante se ha anunciado la apertura de otros dos parques en zonas cercanas (SIPAZ, 2013)
Siendo México un país mega diverso, con riqueza inmensa tanto en flora, fauna y recursos
naturales pero también donde se concentra pobreza extrema, encontramos movimientos a
los cuales se les puede denominar parte del “ecologismo de los pobres” sin embargo a mi
parecer la exigencia, el reclamo y el cumplimiento por una trato justo y por el respeto a sus
derechos de tomar decisiones, plasmado por la OIT en el convenio 619, no es proporcional
a la cantidad de recursos explotados y afectaciones causadas a las poblaciones que son
desplazadas y despojadas de sus riquezas. Se necesita más fuerza en el reclamo por sus
derechos y por la conservación de sus tierras y vidas, las energías renovables no tienen que
estar en disputa con comunidades que también cuidan del medio ambiente. Es necesario la
articulación con más sectores de la población y que el gobierno acepte que atendiendo a la
economía de los sectores marginados se verá también un incremento a la economía del país.
Por otra parte considero que todas las personas somos pobres, nos han robado ya el agua,
tratan de cobrarnos los rayos solares, las grandes empresas contaminan el aire que
respiramos y día con día vivimos los efectos secundarios que hasta el momento no se han
podido nivelar como hablan algunos científicos. En la ciudad de México experimentamos
las cuatro estaciones del año en un día, y el aire está cada vez más contaminado, somos
parte del otro yo del capitalismo pero preferimos vivir en una ignorancia voluntaria, la clase
media se estira cada vez más y son las comodidades las que nos ciegan. Que no se atente
contra nuestras necesidades básicas día con día nos da pauta para no articularnos y no
reclamar que vivimos en un estado injusto. No obstante esto no recae solo en la clase media
o baja del país, en un futuro los conflictos llegarán a todo ser viviente del planeta, es
necesario abandonar el ecologismo superficial y apostar a un ecologismo profundo que no
solo sea parte de un movimiento social. La conciencia que lleve a comprender que la
naturaleza no es una propiedad, que el ser humano está inmerso en ella y que es naturaleza
misma, debe ser parte de la educación que se imparte tanto en las escuelas como en la
familia. Faltan muchos esquemas por romper, pero la urgencia de atender el problema
desde una escala individual, local y transnacional es innegable.
BIBLIOGRAFÍA
Castillo, Problemática en torno a la construcción de parques eólicos en el Istmo de Tehuantepec. México, Revista Desarrollo Local Sostenible Vol.4, nº 12., 2011, p.3.
Giddens, Anthony; tr., Ma. Luisa Rodriguez Tapia (1996). Cap VIII "La modernidad bajo un signo negativo: Cuestiones ecológicas y políticas de la vida" en Más allá de la
izquierda y la derecha: el futuro de las políticas radicales.(pp. 205-234). México: Cátedra.
Martínez, J. (1992). "El ecologismo de los pobres" (pp. 1-15). Perú, Lima. En el Seminario-Taller de la nueva izquiera latinoamericana.
SIPAZ (2013) “Informe SIPAZ vol. XVII No. 3 en http://www.sipaz.org/es/informes/117-
informe-sipaz-vol-xviii-no-3-septiembre-de-2013/468-enfoque-impactos-y-afectaciones-de-
los-proyectos-de-energia-eolica-en-el-istmo-de-tehuantepec.html