ensayo aspectos, jonathan bidwell.pdf
TRANSCRIPT
Shocks económicos internacionales y estabilidad
chilena: diagnóstico y recomendaciones.
Autor: Jonathan Bidwell Boitano
Curso: Aspectos monetarios del comercio internacional
Profesor: Claudio Bravo
Introducción
Existe el debate sobre la posibilidad de que se estén generando desequili-
brios que traerán consecuencias macroeconómicas perjudiciales para el futuro de
Chile. Particularmente sobre el aumento del déficit en cuenta corriente, el cual,
argumentan algunos economistas, puede dejar más vulnerable al país ante shocks
externos. Esto porque los shocks internacionales pueden causar default en el país
al reducirse, por ejemplo, los precios de bienes transables, como el cobre. En sín-
tesis, cuando los países acumulan mucha deuda, tienen mayores riesgos sistémi-
cos que pueden desatar crisis financieras dentro de un boom aparente de la eco-
nomía (Reinhart & Rogoff, 2011).
Sin embargo, el saldo de la cuenta corriente no nos permite diagnosticar
adecuadamente la situación macro de un país. El análisis debe efectuarse en base
al horizonte intertemporal que tiene la economía en su conjunto. Así es como po-
demos tener déficits en cuenta corriente sostenidos con la promesa de que vamos
a crecer más en el futuro (Chile aún es un país subdesarrollado) o podemos tener
constantes superávits y no invertir adecuadamente los ahorros, estancando al
país.
Donde más ha crecido la demanda por cobre es en China, país que concen-
tra el 20% de la demanda mundial, seguido por Estados Unidos, con un 15%
(Ministerio de Hacienda, Gobierno de Chile, 2013). Ante estos hechos debemos
preguntarnos: ¿Cuál es la probabilidad de que nuestro país experimente una crisis
económica debido a posibles shocks de demanda y cómo podemos mitigar estos
shocks sin reducir el crecimiento y la inversión?
Diagnóstico
Para responder la pregunta anterior debemos, en primer lugar, analizar la
composición del saldo de cuenta corriente. Un déficit ocurre porque la inversión
está aumentando y el ahorro nacional es insuficiente para financiar estas nuevas
actividades, o porque el ahorro está cayendo (y la inversión se mantiene relativa-
mente constante). Es importante distinguir entre ambas explicaciones porque la
primera está correlacionada con mayor dinamismo en la economía, mientras que
la segunda probablemente con un gasto fiscal excesivo que no encuentra correlato
en la producción (y que no implica necesariamente mayor dinamismo, siendo una
peor alternativa). Según datos recopilados por Hacienda del Gobierno de Chile, el
mayor déficit de cuenta corriente desde el año 2009 se debe principalmente a la
primera explicación: mayor inversión y ahorro relativamente constante. El ahorro
se ha mantenido en niveles estables dado un superávit fiscal desde el año 2010,
que ha compensado el deterioro del déficit privado. Esta mayor inversión resulta
deseable, puesto que Chile es una economía emergente, que se encuentra ca-
mino al desarrollo. Debemos entonces evaluar el impacto de posibles shocks en la
economía que socaven las inversiones.
Para analizar el impacto de shocks es necesario hablar de la política de es-
tabilización financiera que ha estado llevando a cabo Hacienda a partir del año
2001. Esta política se conoce como de “Balance Estructural”. Esta política deter-
mina el nivel de gasto público según los ingresos estructurales o permanentes (de
largo plazo), y no en base a los ingresos transitorios (de corto plazo). Así, el gasto
no depende del ciclo económico. Esto implica ahorro en periodos de altos ingresos
(como el actual, donde el precio del cobre es alto), y déficit en periodos de menor
actividad y bajos precios del cobre (Rodríguez Cabello, 2013).
El Precio del Cobre de largo plazo es estimado en base a las opiniones del
comité consultivo convocado anualmente, el que entrega proyecciones para un
período de 10 años. La ley crea dos fondos para invertir los excedentes que resul-
tan de aplicar la política de Balance Estructural:
Fondo de Reserva de Pensiones (FRP): busca proveer de reserva de finan-
ciamiento para pasivos de pensiones futuros y debe recibir un crédito mínimo de
0,2% del PIB, aunque haya déficit efectivo ese año. El superávit efectivo de un año
dado primero se destina a este fondo, hasta un límite de 0,5% del PIB.
Fondo de Estabilización Económico y Social (FEES): es un fondo que re-
funde los antiguos Fondos de Compensación de los Ingresos del Cobre, cuyo
principal objetivo es complementar la regla fiscal y otorgar estabilidad financiera al
Fisco, permitiendo que el ahorro generado en tiempos de superávit sea utilizado
para financiar períodos deficitarios.
Es importante destacar que el Fisco chileno pasó de una posición deudora
neta que promedió 9% del PIB en el período previo a la regla de Balance Estructu-
ral, a una posición acreedora neta que promedió 4% del PIB durante la operación
de la regla (Rodríguez Cabello, 2013). Hoy en día el FEES tiene alrededor de
US$15 mil millones y reservas en torno a US$40 mil millones. Esto implica que
tenemos un mecanismo de amortiguación que nos permite enfrentar en mejores
condiciones los shocks internacionales. Además, el país ha reducido su posición
deudora neta, donde ha sido clave el hecho de que el gobierno se haya convertido
en acreedor neto del resto del mundo en la última década (Ministerio de Hacienda,
Gobierno de Chile, 2013). En definitiva, la evidencia muestra que Chile no enfrenta
un nivel de deuda elevada, lo que le quita peso a los argumentos tradicionales pa-
ra realizar un ajuste que reduzca el déficit de cuenta corriente.
Recomendaciones
Sin embargo, a pesar de que Chile cuenta con estos Fondos de estabiliza-
ción y su posición de deudor neto se esté reduciendo, es importante mejorar los
mecanismos de control e inversión de los Fondos para que no se cumpla la idea
de que “esta vez es diferente” (Reinhart & Rogoff, 2011). Una medida es aplicar el
Balance Estructural tanto en los auges como en las caídas del ciclo económico, de
manera de no ceder ante las presiones políticas de gastar más en el auge. En las
caídas, mantener un nivel de gasto sostenido aunque genere déficits transitorios.
Velar por que estas inversiones maximicen las capacidades de crecimiento, dando
prioridad a inversiones socialmente más rentables. Evaluar el tamaño óptimo de
los Fondos Soberanos, de manera de no sobre-ahorrar. Mejorar la metodología de
cálculo del Balance Estructural (por ahora sólo se basa en los precios de venta del
cobre y no en los costos, aspecto importante puesto que se cobran impuestos en
base a las utilidades y no a los ingresos) (Rodríguez Cabello, 2013).
Conclusión
En síntesis, no resulta convincente el que Chile esté desarrollando desequi-
librios macroeconómicos. El mayor déficit de cuenta corriente está asociado con
un nivel de inversión mayor que refleja dinamismo hacia el desarrollo. Además, los
niveles de ahorro permiten asegurar una mejor defensa ante shocks internaciona-
les a través de los Fondos de estabilización financiera, instrumento inexistente en
las crisis económicas previas en el país.
Por otro lado, es razonable pensar que el país puede sufrir un shock de
demanda del cobre. Sin embargo, China aún está muy lejos de reducir su consu-
mo de cobre, puesto que su consumo per cápita es menor que un tercio del con-
sumo promedio de la OCDE y un poco más de la mitad del consumo promedio de
Brasil, Chile y México. Por lo tanto, existe un potencial de crecimiento de la de-
manda de cobre para las próximas décadas, aunque por supuesto esto dependerá
del dinamismo de las economías emergentes en el futuro (De Gregorio, González,
& Jaque, 2005).
Para finalizar, es necesario potenciar los mecanismos de control e inversión
de los excedentes actuales del cobre (y, por qué no, de los excedentes empresa-
riales también a través de tributos), para así poder ampliar los Fondos de estabili-
zación, al mismo tiempo que aumentando la inversión socialmente rentable. Esto
será posible en la medida en que estos mecanismos se institucionalicen a través
de leyes en el parlamento. Así, junto a otras políticas económicas, ya sean indus-
triales o tributarias, podremos encontrarnos en mejor posición para alcanzar el
desarrollo.
Bibliografía
De Gregorio, J., González, H., & Jaque, F. (2005). Fluctuaciones del dólar, precio del cobre y términos de intercambio. Documentos de Trabajo del Banco Central de Chile.
Ministerio de Hacienda, Gobierno de Chile. (2013). Descifrando la cuenta corriente. Informe económico nº 3.
Reinhart, C., & Rogoff, K. (2011). This Time Is Different: Eight Centuries of Financial Folly. Princeton University Press, reprint 2011.
Rodríguez Cabello, J. (2013). Marco presupuestario y balance estructural en Chile.