enfoques de la orientación
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ENFOQUES DE LA ORIENTACIÓN
Entre los principales supuestos del Enfoque Prescriptivo en Orientación se pueden
mencionar: La concepción determinista del mundo, promulga que el mundo existe y
se mueve de acuerdo a un orden causal de las leyes naturales. Niega la existencia de lo
sobrenatural y acepta la posibilidad de una explicación natural a todos los
fenómenos. Se proyecta a la vida humana; el hombre parece integrado por dos
sectores bien definidos: lo físico y lo mental. Las experiencias vividas en las primeras
etapas del desarrollo aparecen ocultas en la conciencia de la persona. La
responsabilidad del orientado queda a un segundo plano; ya que la vida de las
personas está determinada en forma causal por sus impulsos, instintos y experiencias
pasadas, que al ser analizadas el orientador aconseja y prescribe al orientado el curso
de acción.
El Enfoque Fenomenológico representada por Snigg y Combs, está basado en los
principios de la filosofía fenomenológica sustentada por Husserl, con los siguientes
postulados: existe un mundo real con independencia del sujeto cognoscente, la única
fuente de conocimiento está dada por las inferencias mediante la razón; el individuo
tiene necesidades que representan las acciones requeridas para mantener o
acrecentar el mundo fenomónico. La tarea principal de la Orientación es la
reestructuración del mundo fenoménico actual cuando un sujeto pierde la capacidad
para aprender la trama de significaciones que lo integran.
El Enfoque Existencialista se deriva de la aplicación de la filosofía de Paúl Sartre y sus
discípulos en el campo de la psicología y la psicoterapia. Entre sus supuestos sostiene
que el hombre comparte diferentes modos de existencia y por lo tanto enfrenta
significados que complican su vida; el análisis existencial explora como y por qué
cambia el sistema de significados que integran el mundo del individuo.
Sobre estas bases el existencialismo aporta a la Orientación: la realidad más
significativa para el individuo en su propia existencia inmediata, su necesidad
fundamental es existir y ser reconocido como una persona valiosa, el énfasis está en la
experiencia inmediata del conocimiento interno, el hombre existe en un mundo de
elecciones, no solamente se le da el derecho a la elección, sino la responsabilidad de
llegar a ser lo que su potencialidades le indican. Estos aportes proveen importancia a la
Orientación al permitir en el orientador la participación con su orientado en su
existencia, compartiendo su significado e involucrarse profundamente.
El Enfoque No Directivo o centrada en el cliente, está representado por Carls Rogers,
quien parte de una posición filosófica humanista colocando en el centro de sus
afirmaciones “ La potencialidad del ser humano para resolver sus propios problemas
en materia de elección y adaptación “; el hombre es considerado como un ser racional,
social, progresivo y realista. El hombre es un ser cooperativo, constructivo y leal
cuando está libre de defensas, sus reacciones son positivas, progresivas y
constructivas; posee una capacidad de auto-regulación ante otras necesidades que le
puedan afectar. La filosofía sustentada por Rogers como objetivo básico se centra en la
libertad y responsabilidad del orientado, con el uso de técnicas para expresar la
aceptación, respeto y comprensión empática que permiten que el orientado sepa que
el orientador está captando su marco de referencia interna, pensando, sintiendo y
explorando con él.
El Enfoque Humanista en Orientación, tiene como soporte a la fenomenología, el
existencialismo y la teoría centrada en el cliente, así como los aportes del
neoconductismo, neopsicoanálisis y la psicología gestalt. También denominado
enfoque perceptivo, fenomenológico y existencial. Dentro de sus representantes
tenemos a Kelly, con su teoría de los constructos; el análisis transaccional de Grinker;
la lagoterapia de Frankl, de tipo existencial y la posición ecléctica de Thorne. Este
enfoque otorga desatacada importancia a los siguientes aspectos: en el desarrollo de
la espontaneidad y la creatividad para el logro para enfrentar los retos de un mundo
en constante cambio; el aprendizaje basado en la acción cotidiana; la presencia de los
imprevisto como estímulo para la innovación; lo inestructurado de las situaciones, que
sirvan para moviliza la acción; toma en cuenta lo improbable y lo tentativo, nada es
cierto, todo es tentativo.
La terapia Gestalt se basa en una concepción holística de la persona humana, la cual
está relacionada con el entorno. Tiene una orientación existencial, encaminada a
impulsar el crecimiento normal más que una técnica correctiva, el desarrollo del darse
cuenta de uno mismo y de los diversos aspectos del uno mismo fomenta en el
individuo una mayor libertad y facilidad para continuar su crecimiento.
La Logoterapia de Frankl y el Enfoque Existencialista, la tarea de la logoterapia consiste
en estimular el desarrollo de las posibilidades concretas del individuo, pero antes es
necesario analizar la existencia concreta del ser humano. El Análisis Existencial,
pretende hacer al sujeto capaz de tomar conciencia de su responsabilidad. El objetivo
esencial de la existencia es la realización del sentido de la vida, el cual se va
descubriendo a través de las múltiples situaciones en las que se encuentra el individuo.
La posición ecléctica constituye diversos intentos integradores de las distintas
aportaciones teóricas y metodológicas que han surgido a lo largo de la historia y
específicamente después de la postguerra. Los aportes de Thorne, intentan analizar las
contribuciones de distintas corrientes e integrarlas en un sistema, concede gran
importancia a la autorrealización, el crecimiento personal y la autocoherencia,
entendidos como motivos dinámicos primarios de la vida y con el más alto nivel de
integración; Tyler concibe una orientación basada en el desarrollo, no terapéutica y
Gilmore, precisa que el contenido de la orientación se refiere al trabajo, la relación
social y el desarrollo personal. Carkhuff, pretende con su modelo de ayuda el
desarrollo preventivo de la total potencialidad humana, tanto en la dimensión
individual, comunitaria y social; y la Psicosíntesis, su concepto clave es el “ Yo
transpersonal “ , entendido como fuerza unificadora de aspecto físico, emocional,
mental y espiritual de la existencia.
Estos autores, sostienen el principio de que un solo método o teoría no son suficientes
para una orientación eficaz, se apoyan en los conocimientos de otras ciencias como
son la psicología, pedagogía y sociología. Se conoce también como enfoque selectivo;
el asesor debe seleccionar el enfoque más apropiado al problema y estar dispuesto a
cambiarlo en cualquier momento.
El enfoque Constructivista concibe que las personas son consideradas como
procesadores de información y creadores de estructuras cognitivas, constituye la
integración de diversos enfoques, donde se resaltan las aportaciones de: Piaget,
Ausubel, Brunner, Vygotski, Bandura, Gagné, la teoría del procesamiento de la
información y otros aportes como los de las relaciones interpersonales de Heider, la
disonancia cognoscitiva de Festinger y la atribución causal de Weiner. Lo que distingue
este enfoque es su carácter integrador y su orientación hacia la educación. Su finalidad
es configurar un esquema de conjunto para analizar, explicar y comprender la
educación, para hacerlo se nutre de otras disciplinas no estrictamente psicológicas,
como la didáctica, la sociología, la orientación o la educación especial. Tiene sus
aplicaciones este enfoque constructivista en la orientación en los procesos de
enseñanza aprendizaje, en la atención a la diversidad (educación especial) y en el
modelo de consulta, donde existe el compromiso de todos los agentes.
MODELOS DE ORIENTACIÓN
Cuando realizamos nuestra labor como orientadores en los centros, estamos utilizando
un modelo de intervención definido por unos objetivos y unas formas de actuación de
terminadas. Sin embargo, el significado de modelo tiene múltiples acepciones. En
general existen dos puntos de vista sobre el significado de modelo en orientación; la
concepción del término como “marco explicativo de la realidad” y “como una guía para
la acción” (cómo se ha de intervenir).
Concepto de modelo como una teoría o marco explicativo de la realidad.
Dentro de esta concepción de modelo podemos distinguir dos concepciones de la
orientación. La primera es la perspectiva tradicional o individual de la orientación
educativa asociada al modelo clínico en orientación. Y la segunda es la perspectiva
constructivista o curricular. Se trata del modelo de orientación más aceptado en la
actualidad. Estas perspectivas han dado lugar a dos modelos de orientación educativa
claramente contrapuestos
Modelo tradicional (centrado en el individuo) conocido como modelo clínico o
asistencial en el que el objetivo de la intervención es evaluar capacidades o/y
diagnosticar problemas. Su función es remedial o correctiva. La naturaleza de la
intervención es directa y generalmente individual. El contexto de la
intervención está aislado del resto de agentes educativos. El rol del orientador
es el de terapeuta. Las relaciones que establece el orientador con los
profesores es asimétrica.
Modelo de programas centrado en el currículo o modelo sistémico. Los
objetivos básicos de la intervención son evaluar y mejorar el contexto y el
proceso de enseñanza-aprendizaje. Tiene una función preventiva y de mejora
de las competencias de los alumnos. La naturaleza de la intervención es
indirecta y generalmente grupal. El contexto de la intervención orientadora
exige que esta sea compartida con el equipo directivo y con los profesores. Las
relaciones entre el orientador y otros profesionales son simétricas.
Concepto de “modelo” como un plan o guía para la acción.
El modelo describe los diferentes diseños, estructuras y componentes de un proceso
de intervención psicopedagógica. Estos modelos nos indican cómo intervenir en los
centros educativos. Desde esta postura nos encontramos con la propuesta de Álvarez y
Bizquerra (1996), que hace la siguiente intervención:
Directa o indirecta
Individual o grupal
Externa o interna
Reactiva o proactiva
Modelos más importantes en orientación y técnicas más utilizadas
1. Modelos de orientación desde el punto de vista teórico-conceptual:
Modelo psicométrico o conductista
Modelo clínico-médico
Modelo humanista o de consejo
Modelo psicopedagógico o constructivista. Este modelo tiene como objetivo
básico la integración de la orientación educativa en el centro educativo, en el
aula y en el currículo. Propone la colaboración del orientador con los
profesores en todos los momentos de proceso E/A: en la programación
educativa y en los procesos de aprendizaje en el aula. Este modelo propone
que el papel del orientador en los centros educativos debe focalizar la atención
en la institución escolar y en la comunidad (subrayando la importancia en los
elementos contextuales de la orientación). Establece una estrecha relación
entre el currículo y la intervención psicopedagógica, aunque no renuncia a la
intervención puntual con algunos alumnos con dificultades de aprendizaje. El
papel del orientador en este modelo debe ser ante todo colaborativo con todo
el profesorado, evitando las estrategias directivas o exclusivamente de técnico
experto.
2. Modelos de orientación desde el punto de vista organizativo
Siguiendo a Álvarez y Bisquerra (1996), podemos distinguir cinco grandes modelos de
orientación en educación:
Modelo de intervención individualizada (counseling). Este modelo se basa en
la relación personal orientador/orientado como alternativa básica para
establecer la acción orientadora. La entrevista con el alumno y las pruebas
psicopedagógicas se convierten en el instrumento más adecuado para realizar
el proceso de orientación. Aunque en determinadas ocasiones una intervención
individual puede mejorar la intervención grupal al individualizar en mayor
medida el proceso orientador, este modelo no se debe asumir en exclusiva
pues aparece desligado del proceso educativo e intenta cubrir las deficiencias
mostradas por la educación formal. Además, este modelo requiere unas
características personales y unas condiciones que limitan el proceso
orientador.
Modelo de intervención por Servicios. Este modelo va dirigido a un grupo de
alumnos con el objetivo de paliar unos determinados déficits, disfunciones o
problemas. Entre las características más importantes podemos destacar las
siguientes:
o Tiene un carácter público y social, puesto que ha sido diseñado desde la
propia administración educativa.
o Son servicios centrados en las necesidades del alumno con dificultades o
con riesgos y van dirigidos a núcleos parciales de la población.
o Actúan sobre problemas y no sobre los contextos que los generan. El
propósito de la orientación es remedial.
o Se centran casi exclusivamente en el especialista orientador, obviando el
resto de agentes: padres, profesores.
o Su contacto con la escuela es mínimo, actúan como agentes marginales y
pasivos, lo cual impide intervenciones distintas del diagnóstico y su ámbito
de actuación.
Modelo de intervención por programas. Este modelo va dirigido a toda la
comunidad educativa con el objetivo e elaborar programas de carácter
preventivo y para el desarrollo de diferentes capacidades y competencias
personales, académicas y sociales. Se centra en las potencialidades que ofrecen
tanto el sistema escolar como los alumnos y no se centra tanto en los déficit o
situaciones de riesgo de fracaso escolar. Desde este modelo, la orientación
educativa se trabaja a partir de programas educativos especialmente diseñados
para la consecución de unos determinados objetivos cuidadosamente
planificados, ejecutados y evaluados. La orientación es aquí una labor de
equipo en la intervienen tanto: el tutor y el equipo docente, el Departamento
de Orientación o el Servicio Psicopedagógico Escolar y el Equipo Directivo.
Modelo de consulta. Este modelo concibe la orientación a partir del
asesoramiento educativo y curricular. Se entiende por asesoramiento aquellas
actividades en las que participan profesionales de igual estatus (todos son
profesores), pero con distintas especialidades con el propósito de resolver los
problemas que se plantean en la práctica profesional. El asesoramiento se
caracteriza por un proceso de interacción personal que implica dar y recibir
ayuda y que se orienta a la resolución de problemas específicos. Dicha
interacción pretende capacitar al asesorado para que sea más eficaz en el
tratamiento de sus problemas profesionales actuales y/o futuros. El
asesoramiento, se suele definir como un servicio indirecto. El asesor,
normalmente, no ocupa una posición de autoridad administrativa con respecto
al asesorado, sino en función de su pericia con respecto a un campo
determinado. Por tanto, el experto lo es, no con respecto al asesorado, sino
con respecto al contenido del problema y a la forma de resolverlo.
Modelo tecnológico. Por último, podemos señalar el empleo de las nuevas
tecnologías de la información y la comunicación como soporte para llevar a
cabo la orientación educativa, psicopedagógica y profesional.
Así, nuestro modelo de orientación desde el punto de vista teórico-conceptual es el
Modelo psicopedagógico o constructivista y desde los Modelos de orientación desde el
punto de vista organizativo o guía para la acción va a depender del momento y de la
tareas a realizar. Así pues, el modelo de intervención que sustentamos es el modelo de
consulta psicopedagógica, que actúa por programas de intervención y hace uso del
counseling o asesoramiento individual en aquellos casos que sea necesario, derivando
a servicios externos en los casos que se requiera. Además, la utilización de medios
tecnológicos es una eficaz ayuda como herramienta para nuestro trabajo y alcanzar
nuestros objetivos.
CUALIDADES Y ACTITUDES PERSONALES DE UN ORIENTADOR (A)
CUALIDADES PERSONALES ACTITUDES
Saber observar y escuchar
Poseer madurez afectiva y
equilibrio interior
Ser objetivo e imparcial
No ser agresivo ni autoritario
Poseer capacidad de empatía
Aceptara al alumno y comprenderle
Ser cordial, afable y accesible
La intimidad del entrevistado
Ser sincero, paciente y sereno
Ser prudente y guardar el secreto
profesional
Típica:
o DIRECTIVA
Tradicional
Autoritaria
o PERSUASIVA
Elección formada y dirigida por el
Tutor
Se sugieren:
o NO DIRECTIVA O PERMISIVA
Aceptación
Comprensión
Respeto
Desarrolla el potencial
o INFORMATIVA
Recopila datos
Interrogativa
o INTERPRETATIVA
Comprensión del sentido profundo de las
palabras, gestos, silencios, etc., del
entrevista
o VALORATIVA
Valoración del sujeto o de
determinados hechos o
situaciones
FUNDAMENTACIÓN DE LA ORIENTACIÓN
Molina D (2.002) Desde el surgimiento de la orientación, diversos autores se han
encontrado con la dificultad para definirla en función de sus objetivos y campos de
acción. Son muchas las definiciones surgidas, a lo largo del siglo XX que abarcan una
amplia gama de perspectivas a las cuales no ha estado ligada siempre la educación y,
por ende la función docente.
De acuerdo con Martínez de Codès (1998:3), el concepto de orientación, sus funciones
y el modo de planificarla fueron, desde el comienzo, imprecisos, problemáticos y, con
frecuencia, contradictorios.
Según este, autor, la orientación ha sido tratada desde diversos enfoques: como
proceso que ayuda a la persona a tomar decisiones vocacionales, como forma de
asesorar al individuo para la resolución de problemas personales y/o sociales, como
sistema o modelo de intervención que brinda asistencia al sujeto y, más
recientemente, como eje transversal del currículo, presente en los actos que
emprende el docente en el contexto escolar y extraescolar.
Con el fin de comprender la conceptualización de la orientación educativa, Bisquerra &
Álvarez (1998:20) sugieren que el discurso sea analizado desde los siguientes niveles:
histórico, teórico, conceptual, prescriptivo, descriptivo, normativo y crítico.
El análisis, desde el punto de vista histórico, nos permite asumir su evolución,
comprender el presente y entender el futuro desde una perspectiva más amplia,
retomando las fortalezas y disminuyendo las debilidades en relación con los nuevos
enfoques y posturas acerca de la orientación.
Lo conceptual plantea la necesidad de establecer acuerdos acerca del uso del lenguaje.
En el campo de la orientación existen diversos enfoques, teorías, modelos y
tendencias, de las cuales se han derivado conceptos y términos que no siempre son
utilizados con el mismo sentido.
El nivel prescriptivo implica formular propuestas y recomendaciones para el diseño de
programas, basados en resultados de investigaciones psicopedagógicas, en teorías y
modelos de intervención de probada eficacia, y la opinión de los expertos.
El nivel descriptivo tiene como objetivo describir lo que se está haciendo. Contempla
las experiencias de orientación en los centros educativos o en una comunidad,
estudios de casos, entre otros, es decir los hechos y fenómenos, tal como suceden.
El análisis normativo se fundamenta en instrumentos legales y en elementos que
prescriben los especialistas, que sirven de patrón y/o referencia para el proceso
orientador.
Por último, la reflexión crítica, de la práctica de la orientación en este caso, es un factor
decisivo para la mejora de la propia praxis. Las discrepancias entre lo normativo (deber
ser) y la práctica (ser) puede llevar a un discurso crítico, orientado a una postura
constructiva que, en última instancia, contribuya a la mejora de la orientación.
Sobre el postulado de que no existe una definición única acerca de la orientación
educativa, tomando como premisa estos niveles, hemos procedido a realizar la
organización de los conceptos de acuerdo a su ubicación histórica, los objetivos que se
persiguen, las áreas que se indagan y las funciones que se comparten.
Los antecedentes históricos sobre la orientación constituyen una de las principales
razones para quienes se interesaban por ella y ponen de manifiesto la significación
parcializada, sesgada y limitada a una área de atención del sujeto que le atribuyeron al
principio. De hecho, los primeros enfoques consideraban a la orientación como un
hecho puntual enfocado a la orientación profesional.
Jones (1964: 50-57) fue uno de los primeros en centrar la orientación como una ayuda
y asesoría para la toma de decisiones. En su obra afirma que en la vida se dan muchas
situaciones críticas en las cuales deben adoptarse decisiones importantes y de largo
alcance. En tales circunstancias, es verdaderamente necesario que se nos proporcione,
en cierta medida, ayuda adecuada para decidir atinadamente.
En este orden de ideas, Jacobson & Reavis, citado por Vital (1976) considera a la
orientación como un servicio dirigido a ayudar a los alumnos para que seleccionen
inteligentemente, entre varias alternativas, la que se corresponda con sus habilidades,
potencialidades y limitaciones.
En la misma línea de quiénes sostienen la toma de decisiones como el centro y objeto
de orientación, Johnston (1977:18) expresa:
“La orientación es la ayuda que se presta a las personas para que resuelvan sus
problemas y tomen decisiones prudentes”.
Desde similar perspectiva, Martínez Beltrán (1980:43) concibe la orientación como un
proceso de asistencia al individuo para que se oriente en sus estudios y progrese en la
elección de los mismos.
Así mismo, Álvarez (1995:36) señala que:
“La orientación profesional es un proceso sistemático de ayuda, dirigida a todas las
personas en período formativo, de desempeño profesional y de tiempo libre, con la
finalidad de desarrollar en ellas aquellas conductas vocacionales que les preparen para
la vida adulta, mediante una intervención continuada y técnica, basada en los
principios de prevención, desarrollo e intervención social, con la implicación de los
agentes educativos y socioprofesionales”.
Para Ayala (1998), la orientación es un proceso de relación con el alumno, siendo la
meta el esclarecimiento de la identidad vocacional, estimulando la capacidad de
decisión y buscando la satisfacción de sus necesidades internas de orientación, al igual
que las demandas que la realidad exterior le presenta.
De acuerdo con Molina (2001):
“La orientación vocacional en la Educación Básica es un proceso dirigido al
conocimiento de diversos aspectos personales: capacidades, gustos, intereses,
motivaciones personales, en función del contexto familiar y la situación general del
medio donde se está inserto para poder decidir acerca del propio futuro”.
La práctica de la orientación, como se ha señalado; en lo vocacional, donde el
orientador, que bien puede ser el docente, ha recibido un entrenamiento y
preparación que le permite ofrecer asesoría y asistencia a los alumnos y les ayuda a
tomar decisiones para progresar con éxito en su vida estudiantil y profesional.
Así como los autores anteriores se refieren a la orientación como un proceso de ayuda
para la toma de decisiones vocacionales, encontramos otros expertos que la definen
como el proceso de asesoría y guía al sujeto para su desarrollo personal, a fin de
favorecer la adaptación y conocimiento de sí mismo, la socialización y comunicación en
el ámbito de las buenas relaciones humanas.
En este sentido se manifiestan Authiery et al. (1977:227),
“para quienes la orientación pretende la enseñanza de las técnicas y las aptitudes
interpersonales con las que el individuo puede resolver sus problemas psicológicos
presentes y futuros...”
Según Tyler (1978:87), la orientación intenta
“descubrir el potencial de cada sujeto y ver que cada uno tenga su oportunidad para
desarrollar ese potencial al máximo en lo que mejor pueda ofrecer a sí mismo y al
mundo”
Senta (1979:169), plantea la orientación como
“un proceso o conjunto de acciones para ayudar a otros en la solución de situaciones
críticas y conflictivas o en la satisfacción de necesidades para el logro de un estado de
bienestar”
Con una visión de la orientación dirigida al ámbito educativo, Curcho (1984:26) define
la orientación como
“un proceso destinado a atender a todos los alumnos en los aspectos de su
personalidad, a lo largo de todos los niveles educativos”.
En el contexto de la relación para el autodescubrimiento, Maher & Forman (1987: 8)
expresan que la orientación
“es una aportación directa de información cara a cara, de asesoramiento o guía por
parte del orientador a un grupo estudiantil o a un alumno individual”.
El conocimiento de sí mismo y del mundo que rodea al individuo constituye elementos
esenciales en la conceptualización de Rodríguez (1991:11), quien señala:
“Orientar es, fundamentalmente, guiar, conducir, indicar de manera procesual, para
ayudar a las personas a conocerse a sí mismo y al mundo que los rodea; es auxiliar a un
individuo a clarificar la esencia de su vida, a comprender que él es una unidad con
significado capaz de y con derecho a usar de su libertad, de su dignidad personal
dentro de un clima de igualdad de oportunidades y actuando en calidad de ciudadano
responsable tanto en su actividad laboral como en su tiempo libre”
Para Bisquerra (1998:9), la orientación es
“un proceso de ayuda continua a todas las personas, en todos sus aspectos, con el
objeto de potenciar el desarrollo humano a lo largo de toda la vida”.
El concepto de orientación de los autores reseñados se enmarca en el desarrollo
personal-social, dirigida a promover la autoestima, relaciones humanas, socialización y
atención a las necesidades e intereses del individuo, de acuerdo a sus potencialidades,
habilidades y destrezas.
Para estos autores el estudio de su dimensión individual tiene como objetivo facilitar al
sujeto el conocimiento de si mismo para que pueda establecer una línea de actuación
personal que procure la felicidad interna y el equilibrio personal.
En cambio en su dimensión social, está enmarcada en una serie de circunstancias
espacio-temporales, humanas, sociológicas y antropológicas. Es significativo que el
sujeto conozca la sociedad en lo que va actuar, pues de su integración, socialización e
interrelación va a depender su autorrealización.
Cuando el centro de atención se dirige a la dimensión escolar, la orientación es
considerada un proceso educativo que tiene como finalidad ayudar al educando a
confrontar las dificultades que surgen al encarar las exigencias del medio escolar y a
encontrar solución satisfactoria a los problemas de aprendizaje.
La orientación académica es definida por Nerici (1990:21) como
“un proceso educativo a través del cual se asiste al educando con el fin de que éste
pueda obtener pleno rendimiento en sus actividades escolares, formular y realizar
planes según sus aptitudes e intereses para que alcance armónicamente los fines
últimos de una educación integral”.
La orientación escolar y/o académica implica, según Ayala (1998),
“un proceso de asesoramiento continuo donde el docente promueve actividades de
tipo preventivo dirigidas a la formación de hábitos de estudio, atención y
concentración en clase, aprovechamiento del tiempo y desarrollo de habilidades
cognitivas”.
Como asesoría y guía al alumno en el ámbito académico, Mora de Monroy (2000:9)
considera la orientación escolar como
“proceso dirigido a ofrecer ayuda y atención al alumno para que alcance un alto
rendimiento académico y progrese en sus estudios”.
Desde el punto de vista de la relación enseñanza-aprendizaje, Molina (2001) define la
orientación escolar como:
“un proceso dirigido al desarrollo de habilidades y destrezas para aprender a aprender
y formar hábitos, actitudes, valores y comportamientos positivos hacia el medio
escolar en relación a las actividades de aprendizaje.”
Las definiciones de la orientación vista como un proceso de asesoría al alumno en el
área escolar denotan como eje clave en el desarrollo académico la formación de
hábitos de estudio, el dominio de métodos y técnicas para el aprendizaje, y la
promoción del trabajo cooperativo dentro y fuera del aula con la intervención directa
de los padres y representantes.
El centro de atención de la orientación es la asesoría al alumno para que alcance un
alto rendimiento académico y progrese en sus estudios. De ahí que la
conceptualización que se aborda está dirigida a la ayuda y asesoría en actividades de
aprendizaje, formación de hábitos de estudio y técnicas de aprendizaje eficaz.
Las diversas concepciones presentadas con visión parcializada acerca de la orientación
han sido superadas por un enfoque más amplio, integral, y holístico que incide en una
orientación que tome en consideración los distintos contextos educativos, que atienda
al sujeto como un todo integrado, pero sobre todo, que asuma funciones de
prevención y desarrollo.
Una orientación, dice Martínez de Codès (1998), dirigida a los escolares y a cuantos
agentes participen en el proceso educativo, una orientación, en definitiva, que
transcienda el recinto escolar.
Esta nueva propuesta, centrada en la atención, guía y asesoría del sujeto en lo
personal, escolar y vocacional, tiene su asidero en los años sesenta donde la
orientación empieza a considerarse como un conjunto de áreas y/o dimensiones.
En esta época, con una visión integrada de la orientación, García Hoz (1960), expresa
que la orientación se diversifica en función de las necesidades de atención del
individuo en: orientación profesional, como una ayuda para atender a los alumnos, en
los problemas relacionados con la escuela orientación escolar, y orientación personal a
través de la cual se promueve el conocimiento de sí mismo para que sea capaz de
resolver los problemas de la vida.
Desde un punto de vista sistémico, según Santacruz (1990:15), una definición completa
del proceso de orientación debe contener los siguientes elementos:
- La naturaleza de la orientación: ¿qué es?, un proceso que no escapa de la posibilidad
de definirlo como una actividad, como técnica, pasando por considerarla una relación
(que es la tendencia más frecuente), restando así importancia a otros aspectos de la
orientación.
- La justificación del proceso: ¿por qué? atiende a una situación que no es abordada
por otros procesos dentro de la estructura social.
- El propósito: ¿para qué se orienta?, la intención y la justificación contribuirán a
definir el objetivo, tanto de la sociedad como del individuo.
- El método: el ¿cómo? significa la manera de abordar el proceso de asesoría, según los
procedimientos, técnicas e instrumentos utilizados para ofrecer orientación
preventiva.
- El momento del proceso responde a la pregunta ¿cuándo se orienta?, que se refiere a
un proceso permanente, a lo largo de toda la vida.
Bajo una concepción más amplia de la orientación que incluye las áreas de atención y
la integración de las mismas en su operacionalización, Millán (1990), considera que la
ayuda al individuo se debe ofrecer en ocho áreas básicas vocacional, pedagógica,
universitaria, profesional, económica, social, política, y cultural, las cuales no podrán
ser atendidas de forma independiente ya que los problemas que confronta el sujeto
difícilmente corresponden a una sola área.
Desde un punto de vista científico, Repetto et al. (1994:87), expresan:
“la orientación es la ciencia de la acción que estudia desde la perspectiva educativa y
por tanto diagnóstica, preventiva, evolutiva y ecológica, la fundamentación científica
del diseño, la aplicación y la evaluación de los intercambios dirigidos al desarrollo y al
cambio optimizado del cliente y de su contexto”.
En este sentido, abogan por una orientación centrada en el acto pedagógico, con
carácter de diagnóstico, de prevención y ecológico, cuyo fin va dirigido al desarrollo del
sujeto y en función de las características socioculturales y demográficas.
Con una visión más amplia, Álvarez & Bisquerra (1996:6) consideran la orientación
como un enfoque vital que ayuda a todas las personas, a lo largo de toda la vida, en
todos sus aspectos.
La orientación como proceso integrado al acto educativo, según Martínez de Codès
(1998), está íntimamente relacionada al desarrollo integral del alumno; la meta es
lograr que éste adquiera una mejor comprensión de su carácter al hacerle consciente
de sus valores morales y desarrollar su dimensión enfocada al desempeño profesional.
Desde un punto de vista constructivista, Álvarez, et al. (1998:67) expresa que la
orientación constituye la suma total de experiencias dirigidas al máximo desarrollo del
sujeto en las áreas personal escolar, vocacional y/o profesional, las cuales se funden
interactivamente en una concepción holística de la personalidad.
Con un planteamiento integrado, Martínez de Codés (2001) señala que la orientación
es:
“proceso de ayuda continua y sistemática, dirigida a todas las personas, en todos sus
aspectos, poniendo un énfasis especial en la prevención y el desarrollo personal, social
y de 1a carrera, que se realiza a lo largo toda la vida, con la implicación de los
diferentes agentes educativos (tutores, orientadores, profesores) y sociales (familia,
profesionales y para profesionales)".
En relación a la variedad y extensión de la acción orientadora, la citada autora admite
cuatro áreas de intervención: orientación profesional, orientación de los procesos de
enseñanza-aprendizaje, atención a la diversidad y orientación para la prevención y el
desarrollo humano.
Hasta aquí hemos abordado el significado de la orientación desde diversos autores. En
nuestro contexto educativo más próximo, el diseño curricular de la Educación Básica
Venezolana (1997), el concepto de orientación va ligado a un proceso global que
contempla el desarrollo integral de la persona con relación a los aprendizajes
realizados, de manera que partiendo de la naturaleza multidimensional del ser
humano, incite al desarrollo de la capacidad de autodeterminación en la construcción
y reestructuración de un proyecto de vida basado en el conocimiento de los
determinantes personales y situacionales.
La orientación es un proceso integrado al currículo, con énfasis en los principios de
prevención, desarrollo y atención a la diversidad y en las áreas afectiva-emocional,
escolar y vocacional del educando, con el objeto de que perciba sus reales y
potenciales aptitudes para una mejor comprensión de su situación socio-educativa y
toma de decisiones pertinentes, en aras de su desarrollo personal, social y profesional.
El enfoque constructivista que fundamenta el diseño curricular de la Educación Básica
concibe la orientación como un proceso integrado al acto de enseñar y aprender, el
cual exige al docente-tutor comportarse como orientador con el pleno propósito de
facilitar la comunicación interpersonal, el espíritu de autoformación, la promoción de
hábitos y la participación de los agentes educativos.
La orientación desde una Visión Holística: según Valcárcel, (1990) se refiere a la
orientación como un proceso dirigido a la atención del individuo como una unidad,
estableciendo varios campos: personal – social, escolar, vocacional y / o profesional.
Millán (1.990) hace énfasis a que es un proceso dirigido a la ayuda del individuo en las
diferentes áreas de desarrollo.
Repetto (1.994) dice que es un proceso centrado en el acto pedagógico con carácter de
diagnóstico y ecológico, cuyo fin va dirigido al desarrollo del sujeto.
El Ministerio de Educación en el Diseño Curricular (1.997) proceso integrado al
currículo con énfasis en los principios de prevención, desarrollo y atención a la
diversidad en las áreas afectiva, emocional, escolar y vocacional.
Martínez (1.998) Dice que es un proceso intimadamente relacionado con el acto
educativo, tiene carácter procesal y orientado al desarrollo integral del individuo.
Álvarez et al., (1.998) Suma total de experiencias dirigidas al logro del máximo
desarrollo del sujeto.
Álvarez & Bisquerra (1.996) Proceso de ayuda a todas las personas, a lo largo de toda
la vida en todos sus aspectos.
ÁREAS DE LA ORIENTACIÓN
A partir de estos enfoques se formularon las Áreas de la Orientación, que son:
Vocacional-Profesional, Escolar y Personal-Social.
En sus inicios la Orientación estuvo dirigida al área vocacional. En 1908 Frank Parson
fundó el Vocational Bureau y publicó en 1909 la obra Vocational Guidance, donde
aparece por primera vez el término Orientación Vocacional. Parson es considerado el
“Padre de la Orientación Vocacional”.
La finalidad del Vocational Bureau era brindar asesoría a los jóvenes en la búsqueda de
trabajo acorde con sus capacidades, intereses y habilidades.
Frank Parson (Sanz, 2007), definió la Orientación Vocacional como un medio por el cual
los individuos tendrían que tener una mejor comprensión de sí mismos y del mundo
del trabajo, deberían escoger las ocupaciones apropiadas y prepararse y progresar en
ellas.
En 1988 este término evoluciona y pasa de ser un medio para la elección de una
ocupación que se realizaba fuera de la escuela a definirse como un proceso de ayuda al
individuo en el contexto escolar implicando la escogencia de estudios, currículo y
elección de escuelas y universidades, en busca de una mejor ocupación y/o profesión.
La Orientación Profesional es definida por Mira y López, como una actuación científica
y continuada, destinada a conseguir que cada sujeto se dedique al tipo de trabajo
profesional del cual con el menor esfuerzo, pueda obtener el mayor rendimiento,
provecho y satisfacción para sí y para la sociedad.
Según esta definición los individuos eligen carrera tomando en cuenta no solo la
satisfacción de sus necesidades sino también las de la sociedad en la cual se desarrolla.
Ferretti sostuvo que la Orientación Vocacional debe ser una elección racional donde se
tome en cuenta las necesidades del mercado laboral, posibilidades profesionales y
vocación del individuo.
La Orientación Profesional es considerada hoy en día como Orientación para el
Desarrollo de la Carrera, siendo esta una de las principales áreas de la Intervención de
la Orientación Psicopedagógica. La intervención de la Orientación Profesional se
reducía al momento de la elección vocacional, mientras que el Desarrollo de la Carrera
es un proceso que se extiende a lo largo de la vida del individuo abarcando las
experiencias familiares, escolares, profesionales, laborales y sociales las cuales van
perfilando la carrera de una persona (Bisquerra, 2008, p. 233).
Para las sustentantes de esta tesis, la Orientación Vocacional y/o Profesional es un
proceso de asesoría al sujeto en la toma de decisión de una carrera para la vida, donde
debe tomarse en cuenta los intereses, habilidades y destrezas del mismo, el
conocimiento del mundo laboral, de las ocupaciones y profesiones, de la oferta y la
demanda y la necesidad de formación de los profesionales que demande la sociedad
para su desarrollo sostenible.
En 1913 J. Davis integra la Orientación a los programas escolares con el fin de atender
a la problemática vocacional y social de los estudiantes, convirtiéndose así en el
pionero de la Orientación en las escuelas (Martínez, 2002, p. 26).
Truman L. Kelly (1914), fue el primero en aplicar el termino de Orientación Escolar en
su tesis doctoral titulada “Educational Guidance” en 1914, definiéndola como un
proceso de ayuda al escolar, íntimamente unido al proceso educativo, en los ámbitos
de la elección de estudios, la solución de problemas y la adaptación a la escuela
(Martínez, 2002, p. 26).
Brewer en 1942 señaló en su obra Education as Guidance, que la Orientación es un
“elemento esencial del proceso educativo” con la doble vertiente de distribución y
ajuste de los alumnos al régimen escolar y de elemento indisolublemente unido al
proceso educativo y al desarrollo humano (Matínez, 2002).
Esta consideración que hace Brewer sobre la Orientación Educativa llegó a tomarse
como una posición extremista que la confundía con las funciones de la Educación,
alterando los fundamentos de la orientación, ligando el proceso orientador al proceso
educativo y al proceso del desarrollo humano, siendo el currículum el núcleo de la
Orientación. Este postulado encontró apoyo en las obras de Mathewson (Guidance
Police and Practice, 1955), Gordon (The Teacher as a Guidance Worker, 1956), entre
otros autores.
Imídeo G. Nérici (1976) sostenía que la Orientación Escolar es el reconocimiento de la
realidad del educando como ser portador de posibles dificultades que necesitan
atención, para que él pueda dedicarse a los estudios con posibilidades de rendimiento
satisfactorio.
Esta definición de Orientación Educativa reconoce al estudiante como un ser individual
con carencias que necesita ser asistido para poder superarlas y así poder obtener un
máximo rendimiento en los estudios, integrándose adecuadamente a la escuela y su
entorno social y familiar.
Las sustentantes sostienen que la Orientación Educativa es un proceso de asistencia
que se realiza dentro del contexto escolar y que pretende ayudar a los educandos a
reconocerse a sí mismos como seres en formación con la finalidad de aportar las
técnicas y las estrategias de estudios que le permitan construir los conocimientos
necesarios que les garanticen el éxito escolar. En esta asistencia participan junto con
los orientadores y los estudiantes los demás actores que intervienen directa o
indirectamente en la educación.
En resumen la Orientación Educativa debe atender los procesos de enseñanza-
aprendizaje, esto engloba los programas de estudio, habilidades de aprendizaje, el
aprender aprender, las estrategias de aprendizaje, técnicas de estudio, comprensión
lectora.
La Orientación Personal-Social se originó en la década de los ´40 con el arribo a los
Estados Unidos de psicólogos y psiquiatras alemanes que huían de Adolf Hitler y los
nazis.
La Orientación Personal-Social surgió muy ligada al movimiento de Higiene Mental
dirigido a las personas con problemas afectivos y conflictos personales. El termino de
Orientación Personal se ha denominado posteriormente como Couseling o
Asesoramiento (Martínez, 2002).
Carl Rogers en su obra Counseling and Psychotherapy (1942) es quien le da a la
Orientación Personal-Social la connotación de relación de ayuda entre el orientador y
el cliente, la cual se da de manera voluntaria, y está dirigida a sujetos de la población
considerada normal y con objetivos que van más allá de la selección profesional
basada únicamente en capacidades (Martínez, 2002, p. 25).
Rogers sostenía que la elección profesional debía realizarse tomando en cuenta las
aptitudes, motivaciones e intereses de los individuos, para lo cual convenía realizar un
diagnostico global de su personalidad, de su historia personal y su contexto.
En 1950 como consecuencia de las psicoterapias clínicas y la teoría del espacio vital de
Lewin, la Orientación Personal comenzó a dirigirse hacia la formulación de proyectos
de vida, búsqueda de la auténtica vocación y realización personal en el seno de la
comunidad (Martínez, 2002).
En Opinión de las sustentantes, actualmente, la Orientación Personal-Social, es una
relación de ayuda que se origina voluntariamente entre un profesional de la
Orientación debidamente capacitado y el Orientado, el cual necesita de apoyo para
comprender y entender los problemas que la vida le presenta con la finalidad de poder
valorar alternativas de solución de los mismos.
La Orientación Personal-Social utiliza la entrevista y el consejo como herramientas
principales de intervención con el objetivo de lograr la adaptación, el conocimiento de
sí mismo, la salud mental, el desarrollo de una autoestima adecuada y la toma de
decisiones responsables por parte del individuo.
Teoría del desarrollo de la carrera
La elección de carrera es uno de los factores más importantes que determina cómo un
individuo se identifica a sí mismo y cómo lo identifican los demás. La teoría del
desarrollo de carrera busca explicar por qué las personas toman las decisiones que
toman. Entender qué es lo que lleva a una persona a elegir un trabajo en particular y
hace posible el éxito es una herramienta importante para los asesores que trabajan
ayudando a sus clientes a armar un plan de carrera que encontrarán gratificante. Un
gran número de teorías de desarrollo de carrera han emergido en los últimos años,
muchas de las cuales todavía continúan en uso.
Teoría desarrollista de Donald Super
De acuerdo con la teoría desarrollista, a medida que las personas maduran, cambian y
se adaptan conforme sus propios conceptos. La teoría de Donald Super define las
etapas de desarrollo de carrera y de la vida, y les asigna subetapas con características
vocacionales específicas. Durante la etapa de crecimiento, que llega hasta la
adolescencia media, las personas ganan un sentido de sus intereses y talentos.
Durante la etapa que le sigue, la de la exploración, exploran los roles de carreras
mediante la escuela, el trabajo y las actividades recreacionales, y tentativamente
comienzan una carrera. En la etapa de establecimiento, que comienza a mediados de
los 20 años y llega hasta la mediana edad, los trabajadores se comprometen con una
carrera y aumentan sus niveles de habilidades y responsabilidad. Durante esta etapa
las carreras llegan a su punto máximo. En la etapa que sigue, la de mantenimiento, los
trabajadores tienden a buscar estabilidad en sus roles y relaciones. La etapa de
descenso comienza cuando los trabajadores más viejos disminuyen su productividad y
se preparan a retirarse. Super reconoció que las personas a menudo se mueven de una
etapa a otra a medida que se adaptan a los cambios en su vida y en su ámbito de
trabajo.
Teoría de los trazos de John Holland
Holland remarcó la idea de la "orientación personal modal" para describir el proceso
por el cual la herencia y las reacciones de los individuos ante el medio en el que viven
les introduce actitudes, intereses y comportamientos (trazos de personalidad) que
influencian su elección de carrera. Holland definió seis tipos de personalidades y los
tipos de ocupaciones que son más factibles de elegir. Las personalidades realistas
tienden hacia lo masculino, y gravitan hacia el trabajo manual, como en la construcción
y la conducción. Las personalidades investigadoras son pensadoras y analíticas, se
sienten atraídas por las ciencias y otros trabajos basados en sistemas, como la
programación de computadoras. Las personalidades artísticas tienden hacia lo
femenino, eligen trabajos creativos como artistas, escritores y músicos. Las
personalidades sociales, también consideradas un tipo femenino, disfrutan de trabajar
con gente en trabajos sociales, enfermería y asesoramiento. Las personalidades
emprendedoras están asociadas con la masculinidad, son oradores con fuertes
personalidades, son líderes naturales aptos para carreras en política, negocios y
derecho. Las personalidades convencionales se sienten cómodas con la rutina y
actividades autodirigidas, son trabajadores dependientes que gravitan hacia las
carreras administrativas.
Teoría social-cognitiva de John D. Krumboltz
Las teorías social-cognitivas sostienen que las cosas que una persona aprende e imita
de los demás influencian su propio desarrollo. Un factor importante es la autoeficacia:
cómo al creer en sí mismo y en sus habilidades hace que el individuo alcance el éxito.
La premisa básica de la teoría de Krumboltz es que la gente elige una carrera basada
en sus influencias sociales, del medio y genéticas, y en cómo éstas recompensan,
refuerzan o castigan ciertos comportamientos. También reconoció el hecho de que los
roles cambiantes y las prioridades de los trabajadores influyen en sus decisiones de
carrera.
Teoría cognitiva social de desarrollo de carrera de Lent, Brown y otros
La teoría cognitiva social de desarrollo de carrera se desprende de la teoría social-
cognitiva, también enfatiza la autoeficacia e incorpora la cultura, el género, la genética,
y factores sociales y del medio que pueden tener una mayor influencia en las
decisiones de carrera que los resultados de estas decisiones en sí mismas. De acuerdo
con la Universidad Estatal de Pennsylvania, los autores de esta teoría atribuyeron las
decisiones de carrera a las creencias formadas mediante el aprendizaje a través de los
otros, la persuasión social y los estados y reacciones psicológicos. Esta teoría define al
proceso de desarrollo como dinámico, no estático: cambia y se reforma a lo largo de la
vida de uno.
Desarrollo humano
El desarrollo humano es el proceso por el que una sociedad mejora las condiciones de
vida de sus miembros a través de un incremento de los bienes con los que puede
cubrir sus necesidades básicas y complementarias, y de la creación de un entorno
social en el que respeten los derechos humanos de todos ellos. También se considera
como la cantidad de opciones que tiene un ser humano en su propio medio, para ser o
hacer lo que él desea ser o hacer. El Desarrollo Humano podría definirse también como
una forma de medir la calidad de vida del ser humano en el medio en que se
desenvuelve.
En un sentido genérico, el desarrollo humano es la adquisición de parte de los
individuos, comunidades e instituciones, de la capacidad de participar efectivamente
en la construcción de una civilización mundial que es próspera tanto en un sentido
material como espiritualmente;[cita requerida] también es muy importante decir que
el desarrollo humano, es parte integral para que el uno como individuo logre un
conocimiento más profundo de sí mismo, es decir, no tanto de forma externa, si no ya
más íntima con uno mismo.
Las sociedades humanas se encuentra en un constante cambio social, no sólo en lo
referido a los avances tecnológicos de lo cual estamos al tanto, sino también en todo lo
que se refiere al desarrollo social. Es por ello que el concepto de desarrollo humano se
ha ido alejando progresivamente de la esfera de la economía para incorporar otros
aspectos igualmente relevantes para la vida, como la cultura, que también fue
redefiniendo su papel frente al desarrollo.