Fallece a los 105 años el sacerdote más anciano de China, el padreYe Yaomin. Ordenado sacerdote en 1948. En 1955, los comunistasacusaron al joven sacerdote de tener recortes de prensa. Fue deste-rrado a la desolada provin-cia de Quinghai, dondeestuvo cuidando cerdos 30años. Ya con 70, pudo ejer-cer como párroco y ayudara los más pobres, sin impor-tar religión o creencias.

OBRAS MISIONALES PONTIFICIAS

ENFERMOS MISIONEROSFray Juan Gil, 5 - 28002 Madrid Tel. 91-590 27 80 - Fax 91-563 98 33

Coordinador: Justo Amado - Diseño: Antonio AunésGráficas Dehon - MADRID - DL M-44018-1990

Se acaban de celebrar los 400 años de

la llegada de los primeros misioneros

jesuitas a Vietnam. Hicieron amistadcon la población local, aprendieron sulengua y su cultura, y fijaron la escritu-ra vietnamita con los caracteres latinosque utilizan los más de 90 millones devietnamitas en la actualidad.

La Obra Misional Pontificia de laInfancia Misionera ha hecho llegar

8.000 dólares a los campos de refugia-dos de Mogadiscio, en Somalia, levan-

tados en medio de las ruinas de losedificios. Con este dinero se han com-

prado alimentos de primera necesidad,entre ellos, 75 sacos de arroz.

Intenciones misionales del PapaMARZO: Para que se reconozca cada vez más lacontribución propia de la mujer a la vida de la Iglesia.

ABRIL: Para que los cristianos perseguidos sientan lapresencia reconfortante del Señor Resucitado y la solida-ridad de toda la Iglesia.

Si quiere ayudar a las misiones puede hacerlo en lasiguiente cuenta de las Obras Misionales Pontificias:

B. Santander. ES32/0049/5117/2821/1009/4950

Soy tu Dios y Señor, tu Dueño y Amo…

y sin embargo, en cruz crucificado.

¿Se puede amar más hondo y elevado,

pues de amor me derrito y me derramo?

Jadeo, gimo. A juicio te reclamo:

¿por qué eres viento esquivo, descastado,

que vas, que vienes, que me das de lado?

Si yo, amor, por tu amor, ay, ¡cuánto te amo!

¡Si lograra hacer más de cuanto he hecho!:

Amor en cruz, maltratado, ¡ay!, ¡cuánto te amo!

¡Ay, locura de amor, que te amo tanto!

“Cumplido está”. ¿Es todo? Estoy deshecho

en llanto. En ti destilo todo cuanto

pudiera Dios amar, ¡pues te amo tanto!

Francisco Contreras

«Vosotras no temáis, pues sé que buscáis a

Jesús, el Crucificado; no está aquí, ha resuci-

tado, como lo había dicho».(Mateo 28, 5-6)

Este anuncio a las santas mujeres es el corazón delmensaje cristiano, transmitido fielmente de genera-ción en generación.

Somos hombres y mujeres de resurrección:

cada cristiano, cada bautizado en Cristo, ha resu-citado espiritualmente de ese sepulcro. Hemosresucitado con Él.

Nuestra esperanza tiene fundamento: el BuenPastor ha cargado sobre sus espaldas toda heri-da, todo sufrimiento, todo dolor, y ha resucitado.

A la luz de la mañana de Pascua: aprendamos avivir cada momento y acontecimiento de nues-tra vida a la la luz de esa mañana, que vivieronlas santas mujeres.

Queridos chicos y chicas, al mundo de hoy le falta

llorar. Lloran los marginados, lloran aquellos que son

dejados de lado, lloran los despreciados, pero aquellos

que llevamos una vida más o menos sin necesidades

no sabemos llorar. Ciertas realidades de la vida se ven

solamente con los ojos limpios por las lágrimas. Los

invito a que cada uno se pregunte: ¿Yo aprendí a llo-

rar? ¿Yo aprendí a llorar cuando veo a un niño con

hambre, un niño drogado en la calle, un niño que no

tiene casa, un niño abandonado, un niño abusado, un

niño usado por una sociedad como esclavo? ¿O mi

llanto es el llanto caprichoso de aquel que llora por-

que le gustaría tener algo más? Y esto es lo primero

que yo quisiera decirles: Aprendamos a llorar.

Campo de deportes de la Universidad de Santo

Tomás, Manila. Domingo 18 de enero de 2015

La religiosa española Julia Aguiar García, naturalde Villar de Barrio, Ourense, es el alma del hospitalsanitario y nutricional Gbèmontin en Zagnanado,Benín, creado y dirigido por las hermanasFranciscanas Misioneras de la Madre del DivinoPastor, conocido por ser pionero en el tratamiento dela úlcera de Buruli.

“Sin duda os acordáis lo que quiere decir GBE-MONTIN, el nombre de nuestro centro: «donde seencuentra la vida». No es un nombre fácil: exige nobajar jamás los brazos aunque se pueda sentir lafatiga. Nombre que obliga también a reconocer quees OTRO quien nos lleva y nos permite responder ala llamada de los más pequeños, que no pueden ele-gir cuando la enfermedad se ceba en ellos. Un nom-bre pesado de llevar cuando la situación sanitariadel país es tan poco eficaz que nos encontramosinválidos por casos desesperados, que con frecuen-cia están decididos a no luchar más en la búsquedade la salud. «No tenemos el derecho de abandonaruna vez más»… sin embargo, hemos de reconocer-lo, aún con dolor en el corazón, que no somos DIOS,sino solamente sus pequeños servidores, y que lavida no nos pertenece”.