enfermedades bucales
TRANSCRIPT
TEMA:ENFERMEDADES BUCALES.
ALUMNO:VALERIANO PONCE ARIEL.
PARALELO:1° ´´A´´.
CARRERA:ODONTOLOGIA.
DOCENTE:DR.GERARDO TAPIA SEGOVIA. MG. SC.
PERIODO SEMESTRAL:MARZO 2015- AGOSTO 2015.
BRUXISMO
El bruxismo es el hábito involuntario de rechinar o apretar los dientes. Es una de las llamadas parafunciones.
Bajo este concepto se entienden la actividades del sistema de masticación sin “propósito funcional” como, por
ejemplo, la trituración de los alimentos. Al rechinar o apretar los dientes la musculatura del sistema de
masticación está hiperactiva. Este fenómeno puede manifestarse incluso durante la infancia.
El paciente no suele ser consciente de que rechina o aprieta los dientes porque suele hacerlo, sobre todo,
mientras duerme. Rechinar los dientes mientras se duerme se produce en determinadas fases del sueño (la fase
REM). En los casos muy pronunciados de bruxismo, el afectado presiona o rechina los dientes hasta 45 minutos
seguidos con una fuerza mayor (parcialmente de más de cien kilogramos) que al masticar de forma normal. El
bruxismo también puede producirse de día. En este caso, se produce en situaciones de tensión psíquica o de
concentración extrema. La presión de los dientes extraordinariamente prolongada y con excesiva fuerza que no
corresponde a los movimientos de masticación naturales, no tiene nada que ver con la ingesta de alimentos, es
decir, se produce con la boca vacía. La sobrecarga permanente del bruxismo puede dañar el periodonto así
como la sustancia dura de los dientes.
Las fuerzas que libera el bruxismo no solo afectan a las articulaciones maxilares, sino que sobrecarga y daña
también a los músculos de masticación y a los propios dientes. Además, puede provocar tensiones en la zona de
la cabeza y el cuello así como dolor de cara y dolor de cabeza
CAUSAS
En el caso del bruxismo, las causas probables se encuentran en el cerebro y están asociadas al estrés emocional
que se procesa durante el sueño. Por tanto, el bruxismo nocturno representa también una forma de alteración del
sueño (parasomnia). Las situaciones breves de estrés en el entorno familiar o laboral también pueden
exteriorizarse mediante el bruxismo. En algunos casos es una enfermedad del periodonto la causante de los
problemas; una prótesis dental mal asentada (puentes, coronas, prótesis) o empastes pueden provocar rechinar o
presionar los dientes.
El bruxismo también puede aparecer debido a problemas ortopédicos que provocan posiciones incorrectas. Una
posible causa neurológica puede ser, entre otros, la esclerosis múltiple.
Generalmente el bruxismo es un fenómeno frecuente, no asociado necesariamente a una enfermedad psíquica u
otra enfermedad grave.
TRATAMIENTO
No existe un tratamiento que resuelve causas de rechinar o presionar los dientes (bruxismo). Sin embargo, se
pueden paliar las molestias que provoca el bruxismo y prevenir daños subsiguientes.
Mediante férulas sintéticas especiales confeccionadas por el dentista se pueden proteger los dientes y evitar que
se desgasten, así como proteger la articulación. La férula oclusal transparente debe utilizarse tanto de día como
de noche. Los ejercicios fisioterapéuticos, el tratamiento con calor y los masajes contribuyen a relajar la
musculatura de masticación.
Ser consciente en todo momento del bruxismo e impedirlo conscientemente conlleva un alivio a largo plazo. Es
decir, debe acostumbrarse de forma consciente a no rechinar los dientes. Cuánto más se observe y corrija a sí
mismo el afectado, mayor será la probabilidad de acabar con el problema. Un calendario donde registrar las
fases de bruxismo también puede ser útil. También se pueden pegar puntos de color al borde de la pantalla del
ordenador, el televisor o el volante para recordar a un paciente con bruxismo que debe relajar conscientemente
la mandíbula y mantenerla relajada.
La posición correcta de las mandíbulas entre sí es la llamada posición flotante. Los músculos de masticación
deben quedar relajados y los dientes de la mandíbula inferior y superior no deben tocarse. La distancia entre la
mandíbula y el maxilar de ser entre dos a tres milímetros. Los dientes solo deben entrar en contacto al masticar.
IDEAS PRINCIPALES
Es el ámbito involuntario de rechinar o apretar los dientes
Rechinar los dientes mientras se duerme se produce en determinadas fase del sueño
Las fuerzas que libera el bruxismo no solo afectan a las articulaciones maxilares
Las causas probables se encuentran en el cerebro y están asociadas al estrés emocional que se procesa
durante el sueño
Puede aparecer debido a los problemas ortopédicos que provocan posiciones incorrectas.
JUICIO CRÍTICO
El bruxismo es el hábito involuntario de apretar o rechinar las estructuras dentales sin propósitos funcionales.
El bruxismo afecta entre un 10% y un 20% de la población; y puede conllevar dolor de cabeza y músculos de la
mandíbula, cuello y oído. El rechinamiento puede desgastar los dientes y ser muy molesto para las demás
personas con misofonia
CARIES
La caries es una de las enfermedades infecciosas más comunes del mundo industrializado. Casi todas las
personas se han visto afectadas por ella al menos una vez en la vida.
En las fases iniciales del desarrollo evolutivo humano esta enfermedad apenas tenía importancia. Con la
modificación del modo de alimentación, la tasa de incidencia de la caries ha venido aumentando
constantemente.
La enfermedad es desencadenada por bacterias que se hallan en los dientes y que dañan el esmalte dental con
sus productos metabólicos, ácidos. Si la caries avanza, también ataca la dentina y finalmente el nervio dental.
En el peor de los casos, puede llegar a perderse la pieza dental.
La caries es una enfermedad que puede aparecer a cualquier edad y que puede afectar a cualquier diente.
También los dientes empastados, por ejemplo, pueden enfermar de nuevo en otra zona. Precisamente los bordes
de empastes y coronas son muy propensos a sufrir de nuevo una caries en caso de higiene dental insuficiente
Inicialmente, los indicios de caries son únicamente zonas claras o de color marrón claro, más adelante aparecen
manchas oscuras a negras, se trata de defectos de los dientes que pueden llegar a ser dolorosos. Si se acude al
dentista a tiempo, limpiara y obturara la pieza, y junto a la re mineralización posterior del diente puede llegar a
detener el proceso de la enfermedad. Si ya hay defectos dentales más profundos, solo servirá la eliminación de
las zonas con caries usando una fresa.
Los huecos que quedan tras la eliminación de la caries se rellenan con materiales plásticos (composites) o con
amalgamas de plata, cada vez más en deshuso. El dentista decidirá la mejor opción para cada empaste.
Si bien las caries son bastante frecuentes, una profilaxis realizada correctamente puede evitar de forma eficaz
esta enfermedad de los dientes. Para ello es necesaria tanto una higiene dental esmerada (limpiarse los dientes
regularmente y uso de enjuagues bucales), fluoración de los dientes, visitas regulares al dentista y una
alimentación sana para los dientes.
CAUSAS
Los siguientes factores participan en la formación de la caries:
Placa bacteriana
Microorganismos (las bacterias ponen a fermentar hidratos de carbono para transformarlos en ácidos)
Alimentación (especialmente determinados hidratos de carbono, como la glucosa)
Tiempo (para la colonización y multiplicación bacteriana, así como para la formación de la placa)
Si las comidas azucaradas se pegan durante un tiempo sobre dientes colonizados por bacterias, se cumplen las
mejores condiciones para la caries. La cantidad y composición de la saliva de la boca son otros factores que
influyen en la extensión de la caries: una mayor cantidad de saliva provoca la dilución y un mejor transporte de
las comidas. Los componentes de la saliva son muy importantes para la neutralización de los ácidos en la boca,
el efecto antibacteriano y la re mineralización de los dientes.
La caries no es hereditaria. Solo la predisposición, condicionada por la forma del diente, unas costumbres de
higiene dental y alimentación deficientes, hace que sea más frecuente en unas familias que en otras. Tampoco
un sistema inmunitario debilitado provoca caries, pero si favorece una evolución grave.
TRATAMIENTO
El dentista tiene diferentes posibilidades de tratamiento dependiendo de la extensión, localización y cuadro
clínico de la caries. Cuando es posible, el profesional elimina el foco de la caries con una fresa. Para ello, salvo
en excepciones en caso de defectos puramente superficiales, se recomienda al menos una anestesia local del
nervio. En cambio, recientemente para la eliminación de la caries en caso de pequeños defectos se utiliza cada
vez más una técnica láser que no produce apenas dolor.
En caso de caries cerca del nervio son necesarias medidas más costosas. Se trata de la colocación de materiales
específicos en la zona que queda pegada al diente. Con esta práctica se pretende conseguir una re
mineralización de la dentina adyacente al nervio para devolverla al estado en el que se encontraba antes de ser
agredida por la caries.
El defecto en la corona del diente provocado por la eliminación de la caries se cubrirá con un empaste
dependiendo de su extensión y posición. Esto aporta estabilidad al diente, restablece la función de masticación y
la estética. Para ello hay diferentes materiales de relleno plásticos premoldeados o moldeables.
El dentista aconseja sobre las diferentes ventajas y desventajas de las distintas formas de solución. El paciente y
el médico acuerdan el empaste más adecuado conjuntamente (amalgama, composite, incrustación de porcelana).
IDEAS PRICIPALES
La enfermedad es desencadenada por bacterias que se hallan en los dientes
Dañan el esmalte dental ,con sus productos metabólicos ácidos
Las caries es una enfermedad que puede aparecer a cualquier edad y que puede afectar a cualquier diente
La caries no es hereditaria
Tampoco un sistema inmunitario debilitado provoca caries, pero si favorece una evolución grave.
JUICIO CRÍTICO
Se caracteriza por la destrucción de los tejidos del diente como consecuencia de la desmineralización provocada
por los ácidos que genera la placa bacteriana. Las bacterias fabrican ese ácido a partir de los restos de alimentos
de la dieta que se les quedan expuestos. La destrucción química dental se asocia a la ingesta de azúcares y
ácidos contenidos en bebidas y alimentos. La caries dental se asocia también a errores en las técnicas de higiene
así como pastas dentales inadecuadas, falta de cepillado dental, o no saber usar bien los movimientos del lavado
bucal, ausencia de hilo dental, así como también con una etiología genética.
PERIODONTITIS
La periodontitis es una infección del periodonto. Generalmente, la infección está causada por un agente
bacteriano que provoca en un primer momento la infección de las encías (gingivitis) y que posteriormente puede
extenderse al hueso maxilar. Si la infección no se trata, el paciente puede sufrir la pérdida de la pieza dental.
La razón principal de la periodontitis es la placa bacteriana, es decir, la acumulación de bacterias en la
superficie del diente formada por una higiene dental y bucal insuficiente o deficiente.
Para tratar la periodontitis, el odontólogo debe retirar la placa bacteriana y limpiar las bolsas periodontales. Si
tras este tratamiento previo las bolsas son más profundas de cinco milímetros, lo cual suele ser el caso cuando
hay periodontitis avanzada, deben aplicarse otras medidas y eliminar quirúrgicamente las bolsas periodontales.
El tratamiento se continúa en casa, donde el paciente debe seguir las instrucciones de higiene indicadas por el
odontólogo con el fin de que la placa bacteriana no vuelva a cumularse.
La periodontitis es una enfermedad que se suele diagnosticar mayoritariamente en personas de 40 a 50 años,
aunque los primeros indicios de la enfermedad se manifiestan mucho antes. Debido a su lenta y latente
evolución, la periodontitis suele pasar desapercibida, y por ello se detecta a menudo demasiado tarde.
Una higiene bucal adecuada es imprescindible para evitar enfermedades dentales (la caries, por ejemplo) y otras
enfermedades del área bucal como las infecciones gingivales y la periodontitis. Las personas que no fuman y
cuidan su higiene bucal disminuyen el riesgo de desarrollar una periodontitis.
No obstante, la periodontitis no solo se favorece fumando y con una higiene dental insuficiente. El estrés y
enfermedades subyacentes como la diabetes mellitus, pueden favorecer una gingivitis que se extiende por el
periodonto. Además, los expertos advierten que la periodontitis en sí es un factor de riesgo para desarrollar
diabetes mellitus y otras patologías como las enfermedades cardiacas, o en caso de periodontitis en mujeres
embarazadas, la gestante puede sufrir un parto prematuro o dar a luz un bebé con un peso demasiado bajo.
CAUSAS
Las causas más comunes de la periodontitis son una higiene bucal insuficiente y la falta de higiene dental. Pero
también estímulos mecánicos como prótesis mal colocadas y alteraciones en la función de la masticación
pueden provocar periodontitis y otras enfermedades del periodonto. Igualmente, en el marco de algunas
enfermedades (por ejemplo, diabetes mellitus, SIDA, trastornos metabólicos, enfermedad de Crohn) puede
verse afectado el periodonto. En casos aislados, la periodontitis surge como efecto secundario de un
medicamento.
También se ha demostrado que el fumar aumenta el riesgo de periodontitis.
PREVENCION
En el tratamiento de la periodontitis no solo se lucha contra las molestias actuales, sino también contra sus
causas. El tratamiento debe eliminar además posibles factores que fomentan la patología.
El tratamiento se basa en los siguientes tres puntos:
Tratamiento previo (fase de información, motivación e higiene).
Tratamiento de la periodontitis (tratamiento conservador y/o quirúrgico).
Tratamiento posterior (fase de atención postoperatoria y de control).
IDEAS PRINCIPALES
Provoca infección en las encías
La razón principal de la periodontitis es la placa bacteriana, es decir; la acumulación de bacterias
en la superficie del diente formada por una higiene bucal
Para tratar la periodontitis se debe retirar la placa bacteriana y limpiar las bolsas periodontales.
JUICIO CRÍTICO
La periodontitis, denominada comúnmente piorrea, es una enfermedad que inicialmente puede cursar
con gingivitis, para luego proseguir con una pérdida de inserción colágena, recesión gingival e incluso la
pérdida de hueso, en el caso de no ser tratada, dejar sin soporte óseo al diente. La pérdida de dicho
soporte implica la pérdida irreparable del diente mismo.
HALITOSIS
La halitosis (mal aliento) es un problema que sufren muchas personas y puede afectar a las relaciones
personales. Para muchas personas la halitosis es un tema tabú. Con frecuencia las otras personas no se atreven a
hablar a los pacientes sobre su mal aliento. Pero esto podría ser de gran ayuda porque la mayoría de las personas
no son conscientes de su problema.
En muchos casos, la halitosis puede tratarse sin problemas. El tratamiento dependerá de la causa del mal aliento.
La opinión de que la halitosis suele deberse con frecuencia a enfermedades del estómago es errónea. La mayoría
de las personas con halitosis tienen problemas en el área de la boca, nariz o faringe, lo que puede también
deberse a una falta de higiene bucal. Con ayuda de una higiene bucal cuidadosa, muchos afectados podrían
solucionar su problema en gran medida.
Un aliento desagradable, es decir, una halitosis, también puede deberse a enfermedades del metabolismo, del
aparato digestivo o de los órganos respiratorios, como, por ejemplo, una descompensación metabólica como la
diabetes mellitus.
El tratamiento de la halitosis depende sobre todo de sus causas. Si es una enfermedad la responsable del mal
aliento, será necesario tratar dicha enfermedad en primer lugar. Si las causas de la halitosis se hallan en el área
de la boca, nariz o faringe, lo fundamental es una buena higiene bucal. Para ello, también pueden ayudar a corto
plazo colutorios antibacterianos. También pueden ser útiles medidas que estimulan la producción de saliva. Los
afectados lo primero que deben hacer es acudir a su odontólogo, ya que en un alto porcentaje de los casos se
debe a una higiene deficiente de la boca, y como consecuencia de ello se produce una colonización bacteriana,
que en la mayoría de los casos es la causa de la halitosis.
CAUSAS
Las causas del mal aliento suelen hallarse en aproximadamente el 85 al 90% de los casos en el área de la boca,
nariz o garganta.
El mal aliento de origen bucal, surge generalmente por procesos de putrefacción provocados por bacterias. Las
bacterias producen productos metabólicos sulfurados que son la causa real del mal aliento. Las razones de este
mal olor son, por ejemplo:
Enfermedades del periodonto y de los dientes: Enfermedades como, por ejemplo gingivitis, también
pueden ser las responsables del mal aliento.
Una higiene insuficiente de los espacios interproximales y de las bolsas gingivales: Los
microorganismos pueden establecerse sin obstáculos en los espacios interproximales, en dientes algo
rotos y, especialmente, en bolsas gingivales infectadas.
Sarro bacteriano y restos de comida en la lengua: La superficie rugosa de la lengua, especialmente en el
tercio posterior, donde la lengua no tiene contacto con el paladar, supone una buena base para restos de
comida y para el sarro bacteriano.
Tumores en la zona de la boca, nariz o garganta: El mal olor puede deberse a que se han desprendido
partes de un tumor.
Menos salivación (sindrome de Sjögren): Una salivación escasa favorece el mal aliento. Las mucosas se
secan por lo que se forman depósitos bacterianos. Factores como roncar, respirar por la boca o ayunar
también pueden reducir la salivación, al igual que determinadas enfermedades de las glándulas salivales
o medicamentos (como los psicofármacos). Por la noche, la producción de saliva suele bajar
fuertemente, por ello al levantarse la mañana siguiente es más apreciable un olor y sabor desagradables.
También las personas ancianas padecen a menudo de una menor salivación.
Infecciones bacterianas del área de garganta, nariz y faringe: Enfermedades como la sinusitis, la
tonsilitis o también un resfriado (rinitis), pueden provocar mal aliento transitoriamente.
TRATAMIENTO
El tratamiento de la halitosis dependerá del causante de las molestias. Un gran número de casos de halitosis se
deben a un aumento del número de bacterias en la zona de la boca. Una reconstrucción dental integral supone la
base necesaria para el tratamiento de la halitosis. Además, el dentista trata las enfermedades existentes del
periodonto (tratamiento de la periodontitis). Una explicación detallada sobre la correcta higiene dental supone
también un punto fuerte en el tratamiento de la halitosis: una higiene bucal cuidadosa y regular con cepillo de
dientes, seda dental y limpiador lingual, contribuye en gran medida a eliminar de forma permanente el mal
aliento. Además, pueden emplearse colutorios antibacterianos para eliminar en parte las bacterias. En definitiva,
para tratar la halitosis se debe acudir al odontólogo, el cual tras tratar os problemas causantes, deberá explicar
detallada las técnicas de higiene necesarias para evitar la halitosis
Una mayor producción de saliva reduce el olor desagradable, por lo que debería favorecerse la salivación; esto
puede conseguirse masticando chicles sin azúcar o manzanas. Los afectados deben evitar comidas muy
especiadas. Si fuera una enfermedad determinada la causante del mal aliento, será necesario tratarla. Si la
responsable del mal aliento es una bronquitis purulenta, la halitosis desaparecerá cuando se haya curado la
bronquitis. Si estamos ante una halitosis esencial, en la que los responsables del mal aliento son ácidos grasos
malolientes, el tratamiento consistirá por lo general, en una dieta pobre en grasas con requisitos especiales
IDEAS PRINCIPALES
El tratamiento dependerá de la causa del mal aliento
Personas con halitosis tienen problemas en el área de la boca, nariz o faringe
También puede deberse a falta de higiene bucal
Las bacterias producen productos metabólicos sulfurados que con causa real del mal aliento
JUICIO CRÍTICO
La halitosis es un signo clínico caracterizado por mal aliento u olor bucal desagradable. Generalmente está
provocada por bacterias, y afecta al 25% de la población.
SINDROME DE LA BOCA ARDIENTE
El síndrome de la boca ardiente o estomatodinia consiste en una alteración sensorial desagradable y estresante
para la persona. Los pacientes experimentan sensación de quemazón, punzadas, ardor, picor o dolor,
especialmente en la lengua, sin que se acompañe de una alteración orgánica significativa. Esta sensación en la
lengua suele ir acompañada de otros síntomas. Otras zonas como la mucosa del paladar o las zonas interiores de
las mejillas presentan molestias similares. La lengua y la mucosa pueden presentar un aspecto perfectamente
normal, por eso suele ser muy complicado realizar un diagnóstico.
El síndrome de la boca ardiente se caracteriza por presentar síntomas que pueden estar causados tanto por
cuadros clínicos generales como por estímulos en la cavidad bucal. Entre las enfermedades típicas que pueden
desencadenar la sensación de quemazón en la lengua están la anemia, deficiencia de vitaminas, diabetes
mellitus, las infecciones por bacterias u hongos y las enfermedades que provocan sequedad bucal (como el
síndrome de Sjögren).
Los estímulos pueden ser, por ejemplo, mecánicos: en estos casos, los bordes afilados de los dientes o la presión
de una prótesis dental pueden provocar la quemazón. La mucosa también puede reaccionar de forma alérgica a
determinados alimentos o, en casos raros, al material que utilizan los dentistas para rellenar los empastes
dentales.
En muchos casos el componente psíquico juega un papel relevante. El estrés y el miedo pueden provocar e
intensificar el dolor ardiente e incluso hacer que se prolongue en el tiempo o que no se pueda resolver con
ningún tratamiento. En algunos casos, los síntomas de quemazón en la mucosa o la lengua se consideran una
enfermedad en sí misma porque no encontramos ninguna patología a la que se halle asociada. Los médicos
utilizan, entonces, el término síndrome de la boca ardiente o estomatodinia o glosodinia.
Los pacientes con sensación de quemazón en la lengua acuden frecuentemente primero al dentista. Tras una
conversación extensa, el médico explora minuciosamente la boca y la mucosa de la lengua. Si se observan
alteraciones del tejido visibles, como la presencia de puntos de una coloración anómala o puntos sin papilas
(depapilados) en las zonas doloridas de la boca, el dentista podrá sospechar en algunas de las posibles causas de
las molestias. En función de la patología que se sospeche, es recomendable hacer otras pruebas diagnósticas
(por ejemplo, un análisis de sangre). La indagación de las causas de la sensación de quemazón en la lengua es
importante porque el tratamiento se rige normalmente por la causa de las molestias. En muchos casos se
requiere tiempo y paciencia hasta lograr que las molestias desaparezcan.
CAUSAS
En muchas ocasiones es difícil determinar las causas exactas de la sensación de quemazón en la lengua. Las
posibles causas son muy variadas. Esta alteración sensorial aparece, entre otros motivos, cuando la mucosa
bucal o de la lengua se inflama o irrita o reacciona de forma alérgica a determinadas sustancias. También en el
marco de determinadas enfermedades comunes generales se puede experimentar quemazón en la lengua. Las
causas pueden ser, entonces, por ejemplo, enfermedades hematológicas. En algunos casos la quemazón en la
lengua se considera una enfermedad en sí misma: es el llamado síndrome de la boca ardiente. Su propio nombre
deja claro que esta enfermedad se caracteriza por presentar ardor en la boca y, por tanto, también sensación de
quemazón en la lengua.
TRATAMIENTO
En el caso de la presencia de quemazón en la lengua es un reto para el médico determinar cuál es el mejor
tratamiento, ya que existen muchas causas distintas para la quemazón en la lengua y que el médico debe
descubrir y tratar. No siempre es posible determinar si el causante es una enfermedad común subyacente o si se
debe a la mala posición de una prótesis dental o causa similar. En algunos casos la sensación de quemazón en la
lengua y la mucosa bucal se debe a un síndrome que se trata de una enfermedad en sí misma (síndrome de la
boca ardiente o estomatodinia).
Si una indagación profunda revela como causa un cuadro clínico común como, por ejemplo, una anemia o una
infección, el médico puede tratar la enfermedad desencadenante. Normalmente, una vez se ha corregido la
causa, la lengua ardiente remite.
Si, por el contrario, no se pueden determinar las causas de la lengua ardiente, los afectados deberían consultar a
su médico qué medicamentos pueden tomar (por ejemplo, pastillas analgésicas o enjuagues bucales). Además es
importante que los pacientes participen activamente en el tratamiento de la quemazón en la lengua. Por ejemplo,
el afectado debe intentar determinar cuál es la causa de la dolencia y en qué situaciones siente con menor
intensidad la quemazón en la lengua o no la experimenta para nada (por ejemplo, durante las vacaciones). Esto
puede contribuir a gestionar mejor la sensación desagradable permanente en la boca.
IDEAS PRICIPALES
Los pacientes con sensación de quemazón en la lengua acuden frecuentemente primero al dentista.
Esta enfermedad consiste en una alteración sensorial desagradable y estresante para la persona
los síntomas de quemazón en la mucosa o la lengua se consideran una enfermedad en sí misma porque
no encontramos ninguna patología a la que se halle asociada
JUICIO CRÍTICO
Es una enfermedad de origen desconocido sin etiología definida que se caracteriza por sensaciones dolorosas de
ardor en la cavidad bucal. Los pacientes refieren una sensación persistente de quemazón, pero la exploración
visual de la mucosa y los resultados de pruebas analíticas no detectan anormalidades que las expliquen. Aunque
relativamente común, se sabe poco aún acerca de su etiología y fisiopatología.