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Nº 118. Enero-Marzo 2005 Santander, nacida de la bahía En un lugar de la Caja El hidalgo ilustrado Detalle de una ilustración de José Ramón Sánchez para el Quijote (Foto: Pedro Palazuelos)

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  • Nº 118. Enero-Marzo 2005

    Santander,nacida

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    En un lugar de la Caja

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  • El Consejo de Administración

    de Caja Cantabria-Presidente: Jesús Cabezón Alonso

    -Vicepresidente primero: Julio Bartolomé Presmanes

    -Vicepresidente segundo: Alfonso Gutiérrez Cuevas

    -Secretario: Luis Santos Clemente Guadilla

    -Vocales: Eduardo Avendaño RodríguezMaría Teresa Bonilla CarmonaRicardo Calderón RivasMiguel Ángel Castanedo AlonsoAndrés Ceballos RodríguezAlfonso Díez PrietoCelestino Fernández García José Luis González LobatoFrancisco Javier López MarcanoRamón Paar GutiérrezJavier Puente GonzálezFrancisco Javier Rodríguez ArgüesoRafael de la Sierra González

    El nuevo Consejo de Administración de Caja Cantabria, en laprimera reunión tras su nombramiento, acordó designar pre-sidente del mencionado órgano a Jesús Cabezón Alonso. Enel mismo acto se eligió como vicepresidente primero a Julio Barto-lomé Presmanes; vicepresidente segundo a Alfonso Gutiérrez Cue-vas; y secretario a Luis Santos Clemente Guadilla.

    Ese mismo día, la Comisión de Control, en la primera reu-nión mantenida desde su renovación, acordó ratificar en sus cargosal presidente y al secretario de este órgano.

    Con ese trámite, continuación de la Asamblea Extraordinariacelebrada el pasado 15 de enero para nombrar a los nuevos miem-bros del Consejo y de la Comisión, se dio por concluida la renova-ción de los órganos de gobierno de la entidad, que ha afectado a lamitad de los miembros de los cinco grupos representados (Parla-mento, corporaciones municipales, impositores, instituciones de ca-rácter benéfico, social, cultural, científico o profesional, y personal).

    El Consejo de Administración de la Caja lo forman 17 con-sejeros, que se renuevan por mitades cada dos años. En cuanto a laComisión de Control, está formada por 10 miembros: 9 en represen-tación de los cinco grupos citados anteriormente, y uno como repre-sentante de la Consejería de Economía y Hacienda del Gobierno deCantabria, con voz pero sin voto.

    2— , Enero-Marzo, 2005

    Jesús Cabezón, nuevo presidente de Caja Cantabria.

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    La Comisión de Control-Presidente: Rafael Lombilla Martínez

    -Secretario: José Manuel García Diego

    -Miembros: Marina Arenal RábagoEva Fernández LópezJosé Luis Marcos FloresAníbal Ruiz GómezJoaquín Ruiz SisniegaFrancisco Vázquez QuevedoFulgencio Zaballos Hernández Salvador Blanco García, representante de la Con-

    sejería de Economía y Hacienda del Go-bierno de Cantabria, con voz pero sin voto.

    La Caja renueva sus órganos de gobiernoEl nuevo Consejo nombró a Jesús Cabezón presidente de la entidad

    Mesa presidencial de la Asamblea Extraordinaria celebrada el 15 de enero.

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  • , Enero-Marzo, 2005—3

    5 Jesús Cabezón,presidente de Caja Cantabria

    N.º 118 - ENERO-MARZO 2005

    Edita: Caja Cantabria

    Realiza: Comunicación y Relaciones PúblicasPlaza de Velarde, 339001 Santander. Teléf. 942 204 541

    Imprime: Gráficas Calima, S. A.D. Legal: SA-535-1993

    Presidente:Jesús Cabezón Alonso

    Directora:Victoria Olloqui García de Salazar

    Diseño:Armando Arconada

    Esta revista no se hace responsable ni está de acuerdonecesariamente con las opiniones de sus colaborado-res o con las respuestas de las personas entrevistadas.

    Colaboran en este número:José Emilio Pelayo, Jaime Aja, Francisco Aresti,Guillermo Balbona, Manuel Ángel Castañeda,Pilar Chato, Luis Hernández Luzuriaga, José LuisPérez, Jesús Serrera, Félix Villalba, José LuisCasado Soto, Javier Fernández Rubio, Jesús deCastro, Santiago Rego, Enrique Campuzano,Juan Antonio Muñiz Castro, José Ramón SaizViadero y Benito Madariaga.

    Fotografías:Pedro Palazuelos, José Miguel del Campo, Rober-to Ruiz, Manuel Álvarez, Antonio Aragón, RafaelCasuso, Celedonio, Esteban Cobo, Miguel de lasCuevas, Andrés Fernández, Pablo Hojas, Ángel dela Hoz, Sé Quintana, Mourosub y archivos.

    10 Santander,nacida de la bahía 39 Santa María de Yermo

    48El hidalgoilustrado

    22 Doce fotógrafos y un poeta junto al mar17 La memoria recuperada: El Centro de Documentación de la Imagen de Santander

    35Ruraltech: por laigualdad digital

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  • El Consejo de Administración

    de Caja Cantabria-Presidente: Jesús Cabezón Alonso

    -Vicepresidente primero: Julio Bartolomé Presmanes

    -Vicepresidente segundo: Alfonso Gutiérrez Cuevas

    -Secretario: Luis Santos Clemente Guadilla

    -Vocales: Eduardo Avendaño RodríguezMaría Teresa Bonilla CarmonaRicardo Calderón RivasMiguel Ángel Castanedo AlonsoAndrés Ceballos RodríguezAlfonso Díez PrietoCelestino Fernández García José Luis González LobatoFrancisco Javier López MarcanoRamón Paar GutiérrezJavier Puente GonzálezFrancisco Javier Rodríguez ArgüesoRafael de la Sierra González

    El nuevo Consejo de Administración de Caja Cantabria, en laprimera reunión tras su nombramiento, acordó designar pre-sidente del mencionado órgano a Jesús Cabezón Alonso. Enel mismo acto se eligió como vicepresidente primero a Julio Barto-lomé Presmanes; vicepresidente segundo a Alfonso Gutiérrez Cue-vas; y secretario a Luis Santos Clemente Guadilla.

    Ese mismo día, la Comisión de Control, en la primera reu-nión mantenida desde su renovación, acordó ratificar en sus cargosal presidente y al secretario de este órgano.

    Con ese trámite, continuación de la Asamblea Extraordinariacelebrada el pasado 15 de enero para nombrar a los nuevos miem-bros del Consejo y de la Comisión, se dio por concluida la renova-ción de los órganos de gobierno de la entidad, que ha afectado a lamitad de los miembros de los cinco grupos representados (Parla-mento, corporaciones municipales, impositores, instituciones de ca-rácter benéfico, social, cultural, científico o profesional, y personal).

    El Consejo de Administración de la Caja lo forman 17 con-sejeros, que se renuevan por mitades cada dos años. En cuanto a laComisión de Control, está formada por 10 miembros: 9 en represen-tación de los cinco grupos citados anteriormente, y uno como repre-sentante de la Consejería de Economía y Hacienda del Gobierno deCantabria, con voz pero sin voto.

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    Jesús Cabezón, nuevo presidente de Caja Cantabria.

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    La Comisión de Control-Presidente: Rafael Lombilla Martínez

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    -Miembros: Marina Arenal RábagoEva Fernández LópezJosé Luis Marcos FloresAníbal Ruiz GómezJoaquín Ruiz SisniegaFrancisco Vázquez QuevedoFulgencio Zaballos Hernández Salvador Blanco García, representante de la Con-

    sejería de Economía y Hacienda del Go-bierno de Cantabria, con voz pero sin voto.

    La Caja renueva sus órganos de gobiernoEl nuevo Consejo nombró a Jesús Cabezón presidente de la entidad

    Mesa presidencial de la Asamblea Extraordinaria celebrada el 15 de enero.

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    N.º 118 - ENERO-MARZO 2005

    Edita: Caja Cantabria

    Realiza: Comunicación y Relaciones PúblicasPlaza de Velarde, 339001 Santander. Teléf. 942 204 541

    Imprime: Gráficas Calima, S. A.D. Legal: SA-535-1993

    Presidente:Jesús Cabezón Alonso

    Directora:Victoria Olloqui García de Salazar

    Diseño:Armando Arconada

    Esta revista no se hace responsable ni está de acuerdonecesariamente con las opiniones de sus colaborado-res o con las respuestas de las personas entrevistadas.

    Colaboran en este número:José Emilio Pelayo, Jaime Aja, Francisco Aresti,Guillermo Balbona, Manuel Ángel Castañeda,Pilar Chato, Luis Hernández Luzuriaga, José LuisPérez, Jesús Serrera, Félix Villalba, José LuisCasado Soto, Javier Fernández Rubio, Jesús deCastro, Santiago Rego, Enrique Campuzano,Juan Antonio Muñiz Castro, José Ramón SaizViadero y Benito Madariaga.

    Fotografías:Pedro Palazuelos, José Miguel del Campo, Rober-to Ruiz, Manuel Álvarez, Antonio Aragón, RafaelCasuso, Celedonio, Esteban Cobo, Miguel de lasCuevas, Andrés Fernández, Pablo Hojas, Ángel dela Hoz, Sé Quintana, Mourosub y archivos.

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    Promover la iniciativa empresarial, y el mantenimiento y creación de nuevos puestos de trabajoen la comunidad autónoma, es el fin que se propone el acuerdo firmado por Caja Cantabria y laSociedad de Garantía Recíproca de Santander (SOGARCA). A través de él, la Caja destinará5.500.000 euros para arbitrar una línea de financiación de carácter específico, destinada a laspequeñas y medianas empresas de la región.

    Al convenio podrán acogerse todas las empresas de carácter mercantil, con forma jurídica tan-to individual como societaria, con domicilio fiscal en Cantabria, que sean socias de SOGARCA, yque justifiquen la realización de la inversión en esta comunidad autónoma.

    Fotos: JOSÉ MIGUEL DEL CAMPO

    Javier Eraso, directorgeneral de CajaCantabria; JesúsCabezón, presidente dela entidad de ahorro;Ramón González,presidente de Sogarca; yJavier de la Torre,director general de lasociedad de garantía.

    Bancantabria, filial de Ca-ja Cantabria para financia-ción especializada, obtuvo elpasado ejercicio un beneficiode 2 millones de euros. ElGrupo mantiene un importan-te ritmo de desarrollo, lo quele ha permitido duplicar su ba-lance en los tres últimos años,hasta situarse en los 473 mi-llones de euros.

    Bancantabria ha conclui-do con éxito el plan estratégi-co diseñado para el período2002-04, en el que ha conse-guido, además, triplicar lacifra de beneficios. El ratio deeficiencia del establecimien-to financiero sigue siendouno de los mejores del sec-tor, y se sitúa en el entornodel 36%.

    Bancantabriaduplicósu balanceenlostres últimos años

    Francisco MartínezSampedro, directorde Negocio deCaja Cantabria; Enrique Presa,director regional deONO; y ValerianoTeja, director de laUrbana 26 de laentidad de ahorro.

    La operadora de cable ONO ha reforzado sus vínculos co-merciales con Caja Cantabria mediante un acuerdo para canali-zar parte de su actividad financiera a través de la oferta de pro-ductos y servicios de la entidad de ahorro.

    ONO es una de las principales compañías de servicios inte-grados de comunicaciones por banda ancha para particulares yempresas. Con su red propia de cobertura nacional, la operado-ra de cable presta, desde fechas recientes, el servicio de voz ydatos a toda la organización dependiente de Caja Cantabria.

    ONO y Caja Cantabriaestrechan relaciones

    comerciales

    Caja Cantabria y Caja Navarra han firmado un acuerdo por elque la entidad cántabra se suma al programa “Viálogos”, iniciativaque se puso en marcha en 2002 y que ya comparten otras 11 cajasde ahorros. El objetivo de este programa es aportar valor añadidoal tejido empresarial de las comunidades autónomas en las que ope-ran las cajas firmantes, a través de la oferta de servicios de infor-mación, financieros y de apoyo al desarrollo del negocio. El progra-ma, denominado en esta comunidad “Viálogos.Cantabria”, suponeuna apuesta de Caja Cantabria por establecer un diálogo perma-nente con el empresario, basado en la asunción de compromisosde mejora en el servicio a las empresas.

    “Viálogos.Cantabria”, apoyoyservicios paralas pymes

    La Caja destinará 5.500.000 euros parafinanciara empresas avaladaspor SOGARCA

    Javier Eraso,JesúsCabezón yEnriqueGoñi, directorgeneral deCajaNavarra.

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    El entrevistadoJesús Cabezón Alonso nació en Palencia el 9 de mar-zo de 1946. Reside en Santander desde 1974, y haocupado cargos políticos a escala regional, nacionaly europea. Miembro del Consejo de Administraciónde Caja Cantabria desde enero de 2003, y presi-dente de su Comisión de Obras Sociales hasta co-mienzos de este año, se estrena ahora como máxi-mo representante de la entidad de ahorro cántabra.Su entrevistador, José Emilio Pelayo, ha invitado anueve compañeros de profesión a compartir con élese coso periodístico que nos acercará al perfil, pú-blico y privado, del nuevo presidente de la Caja.

    Los entrevistadoresJaime Aja: Director de Radio Nacional de España

    en Cantabria.Francisco Aresti: Director de Radio Santander-Ca-

    dena Ser.Guillermo Balbona: Jefe de Sección de Cultura de

    “El Diario Montañés”.Manuel Ángel Castañeda: Director de “El Diario

    Montañés”.Pilar Chato: Redactora de Política de “El Diario

    Montañés”.Luis Hernández Luzuriaga: Director de Radio Po-

    pular-Cadena COPE en Cantabria.José Emilio Pelayo: Director adjunto de “El Diario

    Montañés”.José Luis Pérez: Redactor jefe de “El Diario Mon-

    tañés”.Jesús Serrera: Subdirector de “El Diario Monta-

    ñés”.Félix Villalba: Jefe de Sección de Economía de “El

    Diario Montañés”.

    jesúscabezón:“Reivindico mi condición humana”

    “En el tiempohe asesinado a los dioses de mi infanciaa los credos inútiles por inserviblesa las consignas reiteradas como tormentospara acercarme al hombreal hombre con piel y sueños...”

    Jesús Cabezón Alonso“En el tiempo” (“Desde mi particular paraíso”, 2003)

  • FÉLIX VILLALBA:– Caja Cantabria obtuvo un beneficio neto en 2004 de 28

    millones de euros. ¿Cuál cree que debe ser el nivel de bene-ficios de una entidad como la Caja?

    – Es un beneficio que me gustaría repetir, pero es una cifra muyexigente. Aún así no renuncio a que, con el gran equipo profesionalque tiene la Caja, podamos igualar, e incluso mejorar, los resultados.

    – La expansión es uno de los objetivos que Caja Canta-bria ha fijado en su plan estratégico. ¿Se trata de la única fór-mula para incrementar el negocio?

    – No es la única fórmula, pero sí un instrumento muy nece-sario. La expansión tiene que estar medida por la prudencia, y creoque debe ir acompañada por la presencia de nuevos productos fi-nancieros...Y hablo, por ejemplo, de hipotecas para jóvenes, fon-dos de inversión con rentabilidad asegurada, productos vincula-dos a seguros y planes de pensiones, alianzas en inversiones es-tratégicas... La suma de todo ello puede derivar y producir un ni-vel de expansión en beneficio del balance final.

    – El sector ha puesto esperanzas en las nuevas tecnolo-gías como factor de crecimiento. ¿Se han cumplido las ex-pectativas para la Caja, o simplemente es un servicio másque se ofrece al cliente?

    – La aplicación de las nuevas tecnologías debe ser un servi-cio para el cliente de bastante más recorrido que el que tiene enla actualidad. Es necesario profundizar en ese tema, y ser cons-cientes de que los servicios de la banca electrónica pueden serapropiados tanto para el pequeño cliente como para el grande.

    FRANCISCO ARESTI– Ha sido senador, diputado regional, eurodiputado, con-

    sejero de la Caja... Puestos muy diferentes, ¿con algún de-nominador común?

    – Responden a responsabilidades distintas.Y significa, quizá,que he dado una oportunidad a mis propias osadías.

    – Nacido en Palencia en 1946. ¿Se considera cántabro opalentino?

    – Me considero cántabro, porque llevo aquí más de treintaaños. Eso sí, tengo sentimientos vitales hacia Palencia, y me gus-ta ese gran paisaje castellano, el que me enseñó a amar Unamu-no y más tarde Machado. Pero me siento de esta tierra.

    – Después de tantos años como eurodiputado... ¿Europarepresenta...?

    – Europa es un propósito compartido con la mayoría de losespañoles. ¡Dios nos libre de estar aislados del mundo!

    PILAR CHATO:– A alguien que ha tenido grandes responsabilidades en

    Europa... ¿Le hubiera gustado estar en estos momentos ensu escaño del Parlamento Europeo?

    – No es un mal momento para vivir el Parlamento Europeo.Y dicho esto, estoy bien donde me encuentro ahora. No perte-nezco al momento histórico del nacimiento de la Constitución Eu-ropea, pero puedo asegurar que he sido testigo y actor de sugestación.

    – Cuando tomó posesión el actual Gobierno regional us-ted deseó que “fuera audaz en sus ambiciones, riguroso ensus comportamientos, entusiasta en sus propuestas y gene-roso en su dedicación”. ¿Se ha cumplido?

    – Volvería a decir y a escribir lo mismo. Creo que el Ejecutivodebe ser más audaz en sus propósitos; más riguroso, lo más ri-guroso posible, en todo; y, cómo no, más entusiasta. Son concep-tos vitales que permanecen.

    – Su trayectoria en el PSOE es larga. ¿De verdad cree quese han superado los enfrentamientos internos? ¿No será quesu posición en el poder los tiene contenidos?

    – Se han superado bastantes tensiones internas, y tambiénes verdad que el hecho de tener responsabilidades en el Gobier-no regional colabora a diluir algunas tensiones. Con diálogo, más

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    JOSÉ EMILIO PELAYO VALDEOLIVAS. Fotos: PEDRO PALAZUELOS y archivo familiar

    Ya peina canas. En su rostro, tocado muchas veces por una pomada que le impregna de seriedad y ri-gor, se visualiza el tiempo vital. Décadas de ejercicio de la política, entendida siempre por él como vo-cación de servicio y elección propia. Jesús Cabezón, cántabro-cántabro, es desde el pasado mes de ene-ro el nuevo presidente de Caja Cantabria. Una designación que llega mediante la confianza depositadaen él por los consejeros de la entidad y por la secretaria general de su partido, el PSC-PSOE, al que Ca-bezón ha dedicado sus mejores años, y los que quedan por venir, desde la reflexión interna de que siperteneces a una organización es para decir “aquí estoy, a disposición”.Ahora, el reto es distinto y Cabezón lo afronta con las mismas ganas con las que sigue escapándose ca-da noche en el silencio para escribir versos. Y es que Jesús (don Jesús como un periodista le designóhace muchos años en reconocimiento a su haber, su quehacer y su saber estar –señorío– en política)quiere que su paso por la entidad deje el poso de la labor bien hecha, de haber cumplido con saldo po-sitivo en este nuevo cometido. ¿Amortizado para...? Cabezón responde que no renuncia a nada, ni a co-meter errores ni a sumar aciertos. Reivindica, y lo dice en alto, su condición humana, un ejercicio de li-bertad que siempre le acompaña.Pero, ¿quién es Jesús Cabezón?, ¿qué piensa?, ¿cómo asume su llegada a la presidencia de Caja Can-tabria?, ¿sigue escribiendo?... Diez periodistas cántabros hemos sometido a Cabezón a toda una bate-ría de preguntas. Treinta interrogantes que encontraron respuesta. Y, como apunte final, dos cuestionesmás: la pregunta que ninguno de los entrevistadores le hizo y la que él –el Jesús Cabezón persona, ce-loso de su interior, tímido, dialogante, culto– nunca jamás se haría.

  • , Enero-Marzo, 2005—7

    diálogo, ideas, y más ideas, y sentido común, es más sencillo re-ducir esas tensiones.

    JESÚS SERRERA:– El Gobierno impulsa el Proyecto Comillas en un edificio

    propiedad de la Caja... ¿Cuál es su opinión personal sobreese proyecto?

    – El Proyecto Comillas debe ser liderado por el Gobierno re-gional con el apoyo de las instituciones del Estado. Tiene que serambicioso pero administrable; dicho de otro modo, realista. Es unainiciativa que requiere avanzar. Un proyecto vinculado al castella-no y amparado en el marco de una arquitectura modernista en Co-millas, debe plantearse sin demasiados condicionantes previos, ydescansar en el desarrollo urbanístico de la localidad. A eso aña-do que una intervención urbanística rigurosa en Comillas no debeasustar a nadie si responde a un plan cultural exigente y serio.

    – Muchos ciudadanos creen que la Caja está a merced delos intereses de los partidos, que se pactan cargos y preben-das, y que la gestión es poco profesional... ¿Es posible conci-liar una gestión bancaria moderna y el espíritu de servicio a lacomunidad que constituye la base fundacional de la Caja?

    – Debe ser obligatorio compaginarlo. La prioridad de una ins-titución financiera es ganar dinero. Si no hay beneficios no es po-sible desarrollar ese espíritu de servicio a la comunidad. Si la Ca-ja destina el 30% de sus beneficios a la acción social y cultural,está claro que cuantos más beneficios se registren más amplia se-rá ésta.

    – En alguna ocasión ha dicho que le gustaría ser alcaldede Santander... ¿La presidencia de la Caja acaba definitiva-mente con esa inquietud política?

    – He manifestado en varias ocasiones la importancia deser alcalde de la ciudad en la que uno vive. Es una afirmación quetiene y seguirá teniendo todo su valor. Actualmente, mi trabajo ymis responsabilidades no parece que vayan en la dirección de

    plantearme cargos municipales de ningún signo. Pero eso no al-tera mi opinión: ser alcalde de tu ciudad es la función más impor-tante que alguien puede desarrollar en su vida política.

    LUIS HERNÁNDEZ LUZURIAGA:– El ejercicio de la política le ha hecho participar en cam-

    pos muy dispares en distintos cargos... ¿Un político debe va-ler para todo?

    – No, creo que no. No se es tan polivalente como para podervaler para todo, para un roto y para un descosido.Y ello con inde-pendencia de que, cuando asumes una responsabilidad, debeshacer el esfuerzo de adaptarte, formarte y responder a las exi-gencias de ese cargo.

    – Libertad de información. ¿Es usted partidario de la exis-tencia de limitaciones (técnicas, jurídicas, académicas) paraejercer la profesión periodística, o aboga por el libre ejerciciosin necesidad de título alguno?

    – No hay que poner limitaciones a la libertad de expresión. Losexcesos, si los hubiere, deben quedar para los tribunales. Y la ti-tulación académica puede dar un bagaje, un añadido, pero, en elcaso del periodismo, la realidad y mi experiencia me han conven-cido de que no es absolutamente necesaria.

    – ¿Se considera perteneciente a una clase de políticos/asque pudiéramos denominar neo-gramáticos/as que reinven-tan cada día la gramática castellana a fin de que todos/as sea-mos políticamente correctos/as, aunque seamos, gramati-calmente por supuesto, lelos/lelas, o es, simplemente, unapersona gramaticalmente normal?

    – Me considero gramaticalmente normal. Siempre he intenta-do serlo.

    JOSÉ LUIS PÉREZ:– ¿Cuál ha sido la mayor transformación social que ha ob-

    servado en la región desde el inicio de su carrera profesional?

    Las frasesEl político:– “La satisfacción no la dan los cargos sino el trabajo

    que realicemos en cada cosa que se nosencomiende”.

    – “Europa es un propósito compartido con lamayoría de los españoles”.

    El hombre:– “Me siento de esta tierra”.

    – “Cuando escribo trato de transmitir sensaciones,nostalgias, vivencias, ensoñaciones...”

    El presidente:– “La prioridad de una institución financiera es ganar dinero. Si no hay beneficios no es posible desarrollar

    el espíritu de servicio a la comunidad”.

    – “Las Cajas han demostrado sobradamente que son instituciones modernas, y que su modelo esperfectamente correcto.

    En su estudio.

  • – Primero, la transforma-ción de la provincia en comu-nidad autónoma.Y después latransición, no concluida, deuna región fundamentalmenteganadera con un significativosector industrial, a una comu-nidad que debe compaginarmejor el desarrollo de esesector industrial con un poten-te sector de servicios, queabarca bastante más que elárea estrictamente turística.

    – ¿En qué tres cargospúblicos que no ha ejercidocree que podría haber de-sarrollado una buena tarea?

    – La satisfacción no la danlos cargos sino el trabajo querealicemos en cada cosa quese nos encomiende. ¿Apeten-cias? Puestos a decir algo...embajador de España en al-gún país de América central.

    – ¿Qué representa y sig-nifica para usted el concep-to amistad, y cuántos ami-gos de los de verdad le hapermitido acumular su an-dadura política?

    – La andadura política ensí misma no proporciona ami-gos. Algún amigo procede demi relación personal durante el ejercicio de la política, pero misamigos –tengo muy pocos– han surgido y se mantienen con in-dependencia de mi actividad política.

    GUILLERMO BALBONA:– La entidad que preside es la más veterana y sólida en

    lo que a aportación cultural se refiere. ¿En qué aspectos de-be avanzar?

    – La progresión cultural de la Caja debe ralentizarse en la me-dida que hay otras realidades sociales nítidas que atender. CajaCantabria, a través de la Obra Social y Cultural, no debe ni pue-de abandonar sus proyectos ni su protagonismo en el área de lacultura, pero la actividad cultural debe promocionarse también porotras instituciones públicas y privadas. Estaremos siempre ahí,avanzaremos, pero desde la reflexión serena.

    – ¿Cuál es la seña de identidad de la Obra Social y Cultu-ral en el ámbito cotidiano en el que se mueve el ciudadano?¿No cree que muchas veces la entidad cubre las carencias deactuación de otras instituciones de la región?

    – La Obra Social es el elemento diferenciador de las Cajasrespecto a otras entidades financieras, en la medida en que su acción es el dividendo social que devuelve a quienes han deposi-tado su confianza en ellas. La Obra Social de la Caja debe evitarcualquier competencia con las administraciones, y ser realmenteun elemento complementario que colabore con el desarrollo so-cial, cultural y económico de la comunidad autónoma, pero siem-pre con identidad propia, apoyando e impulsando la cultura regio-nal como promotor potente y estable.

    – Pese a su actividad política ha desarrollado una notablecreación dedicada a la poesía. ¿Qué lugar ocupa en su vida,en el presente, el hecho poético? ¿Se considera un poeta

    frustrado o vocacionalmen-te truncado por las circuns-tancias de una biografía conobligaciones políticas?

    – La poesía nunca ha si-do un espacio prioritario. Esun acto voluntario de intentode creación. Soy conscientede que se trata de un desafío,un atrevimiento, y quizá mimodesta creación ha estadocondicionada por la actividadpública... Ahora sigo escri-biendo, y tengo bastante avan-zado el que será mi quinto li-bro de poesía. No renuncio ala libertad en el esfuerzo decreación literaria. Reivindicomi condición humana.

    JOSÉ EMILIO PELAYO:– ¿Cree que Caja Can-

    tabria debe contar con unpresidente ejecutivo?

    – No, no soy partidario.Hay que diferenciar lo que sonlos órganos de gobierno de laCaja, es decir, el Consejo deAdministración, la Comisiónde Control..., de lo que es elequipo directivo, que debe te-ner un perfil altamente profe-sional. Es preciso intentar

    mantener una relación adecuada y fluida entre ambos núcleos, eneste caso entre el presidente de la entidad y el director general.

    – Reflexión: “Estoy amortizado políticamente y ahora lle-go a la presidencia de la Caja”. ¿Lo siente así?

    – Me sentía amortizado políticamente hace tiempo, pero cuan-do alguien tiene una responsabilidad en ese campo, y piensa quepuede desarrollar un trabajo determinado de confianza, la res-puesta, la mía, es decir que estoy aquí, y a disposición. Y eso eslo que pasó precisamente cuando, hace dos años, la secretariageneral del PSC-PSOE me llamó para proponerme que ocuparaun puesto en el Consejo de Administración de Caja Cantabria...Lógicamente, además de acceder, querría responder a ese nivelde confianza que se ha depositado en mí.

    – Décadas y décadas en política... ¿A qué ha tenido querenunciar? La familia, ¿la gran perjudicada?

    – Hay enormes beneficios y enormes satisfacciones en el ejer-cicio de esa actividad, y no sería justo, ni honesto, decir que meha perjudicado. Si bien es verdad que, a veces, la dedicación a unpuesto que exige tiempo genera algunas complicaciones. No sien-to que la familia haya sido la gran perjudicada. En todo caso, de-terminadas aficiones, la intensidad de algunas relaciones perso-nales, o el hecho de no poder vivir tan de cerca el crecimiento detus hijos sí está en el debe. Pero siempre se intenta compensaresa carencia de otra manera. Creo que mi vida familiar no habríadiscurrido por aires distintos si me hubiera dedicado a otra cosa.

    JAIME AJA:– Usted vivió varios años en Bruselas para desempeñar

    las funciones de eurodiputado, ¿echa en falta la independen-cia en lo personal y la perspectiva que da la distancia en lopolítico?

    8— , Enero-Marzo, 2005

    En su domicilio santanderino.

  • – En Bruselas pasé unosaños muy agradables. Unosiempre tiene limitada su inde-pendencia. Siempre lo limitanlo ajeno y los ajenos, desdefuera. En cualquier caso, no esuna limitación a la libertad, esalibertad que te permite cometererrores (y aciertos, claro).

    – Jesús Cabezón diceque aprovechó las largasesperas en los aeropuertospara componer versos. Aho-ra que ya no viaja tanto,¿cómo se inspira?

    – Algunos ratos por la no-che... horas nocturnas aisladodel resto de las preocupacio-nes y responsabilidades. Cuan-do escribo trato de transmitirsensaciones, nostalgias, viven-cias, ensoñaciones...

    – Ha protagonizado unalarga carrera política. Co-menzó de concejal en elAyuntamiento de Santander,luego fue senador e integróla primera representaciónespañola en el Parlamentoeuropeo, cámara en la queluego ha permanecido va-rias legislaturas. ¿Lo cam-biaría todo por una cátedraen la Universidad, institu-ción por la que siempre mostró gran interés?

    – No. La enseñanza es una tarea importante en la medida enque puedes desarrollar tus conocimientos hacia los demás. Perono... cada uno tiene la vida que tiene. No me parece que deba plan-tearme lo que pudo haber ocurrido. Si no ocurrió, es que no debióde ocurrir.

    MANUEL ÁNGEL CASTAÑEDA:– Las Cajas de Ahorros responden a un modelo antiguo

    de la vida y la economía. ¿Cree que es el momento de priva-tizarlas?

    – Las Cajas no responden a un modelo antiguo. Son antiguaspor historia, y más nuestra Caja que ya es centenaria. La clave esanalizar si han sido capaces de responder a los desafíos de la so-ciedad, y si son entidades financieras competitivas. En los últimos25 años creo que han demostrado sobradamente que son insti-

    tuciones modernas, y que su modelo es perfectamente correcto, aunque se diferenciedel de los grandes bancos enla propiedad y en el reparto debeneficios. Como entidadesprivadas con representaciónpública, presentan una estruc-tura específica, pero han res-pondido a los retos de la mo-dernidad. Prueba evidente desu buen funcionamiento esque no le han costado nada alerario público, al contrario delo que ha ocurrido con algu-nos bancos.

    – Cantabria necesita cre-cer, pero aparecen dos mo-delos: uno de más industriay menos medio ambiente,y otro que preconiza loopuesto ¿Cuál es el másadecuado?

    – Se puede y se debeapostar por un desarrollo in-dustrial sostenible. No creoque haya que establecer ne-cesariamente ese enfrenta-miento entre el desarrollo in-dustrial y la protección me-dioambiental. El mundo civili-zado ya va por el camino delequilibrio. No tiene sentidooponerse porque sí a un de-

    terminado sector de la industria. Todo es mesurable y debe serracionalizado y medido. No hay confrontaciones insuperables.

    – ¿Por qué una gran parte de los fondos de la Caja estáninvertidos en los fondos multinacionales y no en empresasde la región?

    – Es una política muy común en las entidades financieras el noinvertir en industrias y empresas llamémoslas tradicionales o conun riesgo cierto. Pero eso no supone que, en el caso de la Caja, sepermanezca alejado del desarrollo regional.Todo lo contrario, CajaCantabria está presente en ese desarrollo tanto directamente co-mo a través de la financiación a empresas, y también por la vía dela participación en instituciones y proyectos clave para la comuni-dad, como Sodercan, Sogarca, o intervenciones que afectan al sue-lo industrial, a la vivienda, etcétera, por citar algunos ejemplos. Pe-ro es cierto que las entidades financieras optan, lógicamente, por lainversión en sectores estratégicos. ■

    , Enero-Marzo, 2005—9

    Lo que falta:– ¿Qué pregunta echa en falta en esta entrevista?– Tras su gestión... ¿qué le gustaría que quedara? Y contestaría: Que he sabido responder a la responsabilidad que me han enco-mendado; y que la Caja ha conseguido mejorar los niveles de confianza que depositan en ella los clientes y la sociedad, sin perder suidentidad regional, y contribuyendo activamente al desarrollo de la región.

    Y lo que sobra:– ¿Cuál es la pregunta que nunca se haría?– ¿Qué le hubiera gustado hacer y no ha podido?: No se pueden plantear los imposibles. Cuando uno cree que podía y no lo ha con-seguido será que, objetivamente, no estaba a su alcance. Esas cuestiones pertenecen a un tipo de melancolía que no me interesa, queno produce. Prefiero otra clase de melancolía.

    Berlín Este, a la derecha de la foto, meses antes de la caída del muro (1989).

    Helsinki, 1991.

  • JOSÉ LUIS CASADO SOTO*

    El 9 de enero de 1755 el rey Fernando VI firmaba en Madrid el decreto que concedía a la villa deSantander la categoría de ciudad. Seis meses más tarde llegaba a las Casas Consistoriales, enla Plaza Vieja, la preciosa ejecutoria en pergamino que consagraba el hecho para el futuro. Enconsecuencia, se cumplen ahora 250 años de aquellas efemérides, que fueron el pistoletazo desalida hacia el rápido desarrollo y la prosperidad de la población que hoy es capital de la co-munidad autónoma de Cantabria.

    Se cumple un cuarto de milenio de la concesión del título

    Santandnacida de la bahía

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    Hasta hace un cuarto de siglo la historia de es-te enclave portuario comenzaba en el sigloXI, tiempo del que proceden las primeras no-ticias escritas conservadas, aquellas en las que sealude a un puerto y abadía dedicados a los santosEmeterio y Celedonio. El resto de la información dis-ponible eran hallazgos fortuitos, descontextualizadosy adobados por voluntariosa confusión especulativa.

    DESDE LA PENUMBRA DE LOS ORÍGENESTodo comenzó a cambiar a partir de las exca-

    vaciones llevadas a cabo bajo los pavimentos delconjunto monumental de la catedral de Santander,único suelo que permanecía en su sitio del asenta-miento primitivo, pues todo lo demás desaparecióen el curso de los radicales desmontes efectuadosantes de reconstruir el centro de la ciudad, consu-mido por el incendio de 1941.

    Las primeras campañas de excavación arqueo-lógica científica realizadas en el municipio, no sóloaportaron vestigios y datos con que jalonar el tiem-po de su existencia desde los orígenes, sino quetambién permitieron interpretar las escasas refe-rencias conocidas, así como dilucidar viejas discu-siones sobre el primer nombre y lugar fundacionaldel asentamiento urbano. El conocimiento paraleloproporcionado por intervenciones arqueológicas e investigaciones documentales en otros puertosaledaños de la fachada atlántica europea, ha per-mitido valorar comparativamente el papel jugado poreste puerto desde la antigüedad. de ciudad a la capital de Cantabria

    er� Escudo que encabeza la Carta Real del Título de

    Ciudad a Santander (1755).

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    Los objetos proporcionados por la ar-queología ponen de manifiesto que el pri-mer asentamiento urbano que hubo enlos litorales de la gran bahía santanderinafue creado por los hombres del empe-rador Octavio Augusto, contemporánea oinmediatamente después de las guerrascántabras con que culminaron los roma-nos la conquista de Hispania. El llamadoHermes de Santander y el trípode zoo-morfo hallado en la iglesia baja de la ca-tedral pertenecen a ese preciso momentohistórico.

    mitad del IV. Ello puede ser interpretado co-mo consecuencia de una reactivación del co-mercio marítimo en las costas atlánticas, trasel proceso de fortificación de los puertoshasta entonces abiertos, en reacción a losasaltos protagonizados por los francos po-cos años antes. Los restos de murallas apa-recidos recientemente en Gijón son contem-poráneos a las estructuras santanderinas.

    Sin duda, las idóneas condiciones natu-rales portuarias que ofrecía la ría de Becedo,gracias a su notable calado y protección detodos los vientos, así como la fácil defensa

    Del estimable monetario romano apare-cido, reseñado y recogido del solar santan-derino desde el siglo XVII –compuesto porvarios centenares de piezas– casi la mitaddata del siglo IV, repartiéndose la otra mitadentre los tres siglos y medio precedentes.Este dato coincide, plena y significativamen-te, con la estratigrafía y estructuras apareci-das bajo el suelo de la parroquia del Cristo,ya que los edificios más notables documen-tados, como las termas y la maciza fortifica-ción que coronaban el cerro de Somorrostro,pertenecen a finales del siglo III y primera

    � Restos del Puerto de la Victoria, en la iglesia baja de la catedral de Santander.Campaña arqueológica 1982-83.

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  • Octavio Augusto, elprimer emperador deRoma, fundador delPuerto de la Victoria.�

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    que propiciaba el cerro de Somorrostro, des-de donde se dominaba visualmente el con-junto de la bahía, decidieron a los invasoresromanos a fundar allí el Portus Victoriae Io-lubrigensium, consignado por Plinio. La pros-peridad y riqueza proporcionada por las pes-querías y el comercio marítimo de mineralesy frutos de la tierra, posibilitaron la formaciónde fortunas suficientes como para que algu-nos patricios se construyeran grandes man-siones dotadas de todas las comodidades,como las aparecidas en el istmo de la penín-sula de La Magdalena, sobre el antiguo cabo

    Maurano pudiera elegir entre varios bar-cos para trasladarse a Burdeos y visitar latumba de san Martín de Tours en el año580; hecho que quizá pueda relacionarsecon la antiquísima ermita dedicada a estesanto que se construyó en el cabo de sunombre, sobre las ruinas de la gran villamarítima.

    Otras ruinas romanas también fueronsacralizadas por la fe cristiana en la AltaEdad Media. El horno de sillería de las ter-mas públicas del Puerto de la Victoria fueutilizado en el siglo VIII para guardar las ca-

    de San Martín, en la bajada de La Gándarao en el cementerio de Maliaño.

    Desarticulado el Imperio Romano a ma-nos de los invasores bárbaros, éstos tam-bién atacaban por las costas, como ya hi-cieran los francos en el año 260. Hidacioconsignó el cruel asalto a los litorales deCantabria, ejecutado por una flota de sietebarcos con cuatrocientos hérulos en el 456.

    A pesar de la general inseguridad, lavida siguió, y las comunidades que sabíanrecoger la riqueza de la mar continuaronhaciéndolo, como indica el que el cántabro

    �Texto romanceadodel fuero otorgado porAlfonso VIII en 1187.

    Bronce del siglo I a. C.representando aHermes, dios delcomercio, los ladrones ylos piratas, hallado enel istmo de LaMagdalena en 1898. �

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    bezas de los santos Emeterio y Celedonio,martirizados durante la persecución de Dio-cleciano, hacia el año 300 en Calahorra.Desde allí las trajeron los hispanorromanosque huyeron de la invasión árabe de la Pe-nínsula, y sobre ellas fundaron un monas-terio, que la vieja tradición medieval fechaen el año 791, a iniciativa del rey asturianoAlfonso II, el Casto. Asimismo, sobre las rui-nas de la villa romana de Maliaño se aca-baría levantando en el siglo XII la iglesia ro-mánica de San Juan.

    La actividad pesquera y agrícola de lacomunidad que sostenía al monasterio deSan Emeterio, permitió a éste crecer hastaconvertirse en una notable abadía, graciastambién al favor real; iglesia a la que Alfon-so VII, el Emperador, acabó elevando al ran-go de colegiata en 1131.

    DEL FUERO AL DOMINIO DEL MARLa decidida política de repoblación, di-

    namización y fortificación de la costa can-tábrica emprendida por Alfonso VIII, se con-cretó en Santander en la recuperación demanos señoriales de la parte de la villa queno era de realengo (1173), y en el otorga-miento de fuero al conjunto de los vecinosen 1187, documento por el que, además deconceder el privilegio de notables libertadesa sus habitantes en aquel contexto feudal,

    aquitanos, sino también para que los reyesde Castilla tomaran conciencia del potencialinstrumento bélico que aquella abundanciade barcos y aguerridos hombres de marproporcionaba a la Corona.

    La armada que conquistó Cartagena en1245, a las órdenes de Roy García de San-tander, y la que propició la toma de Sevillatres años más tarde, bajo el mando de Ra-món Bonifaz, además de constituir el hechofundacional de la Marina de Castilla, inicia-ron un proceso de estrecha colaboración delos puertos cántabros con los reyes, en elesfuerzo del avance reconquistador del surpeninsular en manos de los árabes. El otor-gamiento de nuevos privilegios y exencio-nes, que completaban las libertades conce-didas por los fueros, ponía en evidencia elagradecimiento regio, a la vez que facilita-ba las posibilidades de mayor desarrolloeconómico y demográfico.

    El liderazgo en la conformación de laHermandad de la Marina de Castilla, lasquejas de los reyes ingleses a los castella-nos por las actuaciones de los mareantessantanderinos en el Canal de la Mancha, supresencia en el Mediterráneo, en las feriasde París, y en los principales puertos euro-peos hasta Brujas, además de las pesque-rías practicadas en aguas francesas, irlan-desas y saharianas, no hacen sino poner de

    les encomendaba a la autoridad del abadde su colegiata.

    El rápido crecimiento de la población,atraída por las nuevas oportunidades eco-nómicas que ofrecían las pesquerías y el co-mercio marítimo, hicieron posible la acumu-lación de importante riqueza excedente, quese dedicó a un programa ciertamente es-pectacular de obras públicas. En menos deun siglo los vecinos de Santander fueron ca-paces de construir el fuertísimo Castillo delRey, con su esbelta torre del homenaje, lagran y peculiar colegiata con dos iglesias su-perpuestas, y el circuito de murallas de casikilómetro y medio de longitud, que abarcabaa la vieja Puebla Alta, a la Nueva que se es-taba formando al otro lado de la ría de Be-cedo, y al puerto interior constituido por lapropia ría (en total, once hectáreas).Tambiénlevantaron los dos conventos de San Fran-cisco y Santa Clara, y contribuyeron a laconstrucción de la catedral de Burgos, ade-más de erigir un buen número de torres se-ñoriales a cargo de los linajes dominantes.

    El constante incremento de la flota san-tanderina, junto con la del resto de las Cua-tro Villas de la Costa de la Mar (Castro, La-redo y San Vicente), fue conformando unnotable poder naval, que no sólo les sirviópara expandirse y alcanzar otros mercados,a cuenta de desplazar a los bayoneses y

    Su estratégico estuario y su puerto potenciaronel desarrollo de la urbe

    � Nao cantábrica en el Códice de las Cantigas de Al-fonso X, el Sabio.

    Reconstrucción de las Reales Atarazanas de Galeras�de Santander (1372).

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  • manifiesto el protagonismo y la preponde-rancia alcanzada por aquellas gentes demar en un ámbito tan duro, difícil y arries-gado como el de las aguas oceánicas.

    Las ventajosas condiciones de la bahíasantanderina para la concentración de flo-tas mercantes y armadas reales, decidieronal rey Enrique II, tras la clamorosa victorianaval en La Rochela sobre un número ma-yor de barcos de guerra ingleses, a ordenarla construcción en el seno de la villa deSantander del enorme edificio para la épo-ca conocido como Reales Atarazanas deGaleras. Este arsenal, levantado sobre lamisma ría de Becedo, fue la base de la ar-mada castellana que había de operar enaguas atlánticas, desde aquel año de 1372hasta la época de los Reyes Católicos. Pa-ra garantía de su defensa se construyóotro castillo al nivel de la mar, al que se lla-mó la Bastida de la Villa, situado junto alfortificado boquerón que daba acceso alpuerto interior.

    Aunque a lo largo del siglo XV se fuehaciendo notar la creciente competencia delpuerto de Bilbao, Santander siguió crecien-do, tanto intramuros como en los dos arra-bales que flanqueaban la villa, el de Fuerala Puerta de San Pedro, en Calzadas Altas,y el de Pelleja, formado por las calles de LaMar, Enmedio y Arrabal, aún conservadas.

    aquel siglo tan dinámico y turbulento, uni-dos a la dependencia del Consulado deBurgos para los tráficos internacionales y ala competencia privilegiada de Bilbao, asícomo a la progresiva e incesante saca dehombres para las armadas reales, tuvieronla virtud de desarticular la urdimbre del co-mercio a larga distancia, es decir, la Carre-ra de Levante (Mediterráneo) y la de Flan-des (mar del Norte).

    Cuando tal cosa se estaba consumando,a lo largo del último tercio del siglo XVI, San-tander volvió a convertirse en puerto logísti-co y estratégico de primordial importanciapara el aparato bélico de la Monarquía His-pánica. La construcción de la primera seriede galeones oceánicos de guerra de la his-toria en Guarnizo (1581-84), a la que si-guieron otros muchos que se remataban yarmaban en el puerto de la villa; así como laconcentración de enormes contingentes desoldados y marineros para las armadas rea-les, reactivó, sin duda, los tráficos y la circu-lación de dinero, pero también destrozómuelles y fue causa de nuevas epidemias, laúltima de las cuales, la contagiada a la villapor el navío real Rodamundo, venido deFlandes, además de diezmar su población,se expandió desde aquí por toda España,desencadenando en el país la mayor crisisdemográfica de la Edad Moderna.

    LA VILLA RENACENTISTA ANTELA EXPANSIÓN UNIVERSAL

    Aunque Santander compartiera con La-redo la condición de base logística para laformación de armadas reales, a partir de1496, año en que embarcó allí la princesaJuana hacia Flandes, el puerto de la granbahía y los Santos Mártires siguió siendo elmás activo de los del Cantábrico respecto ala exportación de lanas castellanas, por lomenos hasta la quiebra del Consulado deBurgos, a finales del siglo XVI.

    La arribada a este puerto de la armadaque traía a la princesa Margarita de Austriapara casar con el Príncipe de Asturias, en1497, inició un ciclo recurrente de pestilen-cias en la villa que llegó a colocarla al bor-de de la marginación. Según una pesquisarealizada en 1533, casi la mitad de las 641casas que componían el núcleo urbano deSantander estaban deshabitadas, y más dela mitad de las restantes caídas. Las fami-lias del gremio de pescadores de San Mar-tín de la Mar conformaban entonces más dedos tercios de la población, así como el pro-ducto de su trabajo uno de los renglonesprimordiales de la economía local, puesconvenientemente salado o escabechadose exportaba a toda Castilla.

    Los conflictos internacionales en que sevio involucrada la Corona de España en

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    � Vista de Santander dibujada por Joris Hoefnagelhacia 1565.

    � Reproducción de la talla con una vista de la villade Santander del siglo XVI, que se quemó en el in-cendio de 1941.

    � Primer plano conocido de San-tander, levantado por PelegrinoZuyer, espía del Papa, en 1660.

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    En aquel contexto de conflicto, quepronto sería generalizado, y de intensa re-lación con los puertos protestantes, Felipe IItuvo la iniciativa de proponer al Vaticano laseparación de una porción del enorme obis-pado de Burgos, para crear otro nuevo consede en Santander. La resistencia de la ciu-dad castellana y su cabildo catedralicio fueradical, dando lugar a un costoso y despro-porcionado proceso que duraría casi dos si-glos, hasta culminar el 12 de diciembre de1754, cuando el ilustrado papa BenedictoXIV firmó la bula de desmembración deBurgos y la creación del flamante Obispadode Santander.

    A lo largo de todos aquellos años decultura tridentina y barroca, la villa portua-ria siguió desempeñando el papel de centrode concentración de fuerzas navales y ba-se logística para las escuadras de la Arma-da del Océano. Los abades de su colegiatase esforzaron por dignificar el templo conobras de mejoramiento y ampliación, a lasque contribuyeron las familias más podero-sas, mediante la construcción de preciosascapillas. Se instalaron en la villa los jesuitas,donde construyeron un gran colegio condos claustros, del que resta la actual iglesiade la Compañía. Para no ser menos, losfranciscanos rehicieron su convento, y sefundó otro de clarisas en Calzadas Altas, elde Santa Cruz. Algunos de los linajes más

    de próceres montañeses radicados en In-dias y en la Corte, empeñados en hacer loposible por sacar a Santander y a La Mon-taña toda del atraso acumulado, en conse-cuencia con el espíritu del siglo de las luces.

    El abad Arriaza, el padre Rábago y elministro Ensenada, ganada la voluntad deFernando VI, lograron la erección del Obis-pado de Santander, precisamente al año si-guiente de que se concluyera el primer ca-mino público de la historia de España no fi-nanciado por los pueblos de su recorrido, si-no por la Hacienda Real.

    Consecuencia de haberse convertido ensede episcopal, fue el inmediato título deciudad. No tardó en llegar la posibilidad decomerciar directamente con América y elPacífico, tras la ruptura del monopolio anda-luz para el trato con los Nuevos Mundos, elConsulado de Mar y Tierra de Santander, laSociedad Cantábrica de Amigos del País,las obras de los nuevos muelles y el primerensanche moderno de la ciudad.

    Desde entonces no ha dejado de fructi-ficar y multiplicarse la semilla del progresoy el bienestar para los habitantes de San-tander. ■

    *José Luis Casado Soto es el director del Mu-seo Marítimo del Cantábrico.

    poderosos levantaron casas-palacio en elcorazón de la Puebla Nueva, como los Ri-vaherrera, y el concejo construyó sus nue-vas casas consistoriales, mientras se abríancaminos, y bregaban infructuosamente poratraer a la villa a los consignatarios ingle-ses, holandeses y franceses radicados enla vecina Bilbao.

    EL IMPULSO DEL FAVOR REALA mediados del siglo XVIII Santander era

    una villa costera con una vida mortecina, re-ducida a casi la mera economía de subsis-tencia, y apoyada en las pesquerías y do-mésticas labores agrícolas. Salvo algunascasas nobles de mayor empaque, entre eldegradado caserío, constreñido por el cintu-rón de viejas murallas, y el aún más humildedesparramado por los arrabales extramuros,destacaban los abundantes y relativamenteenormes conventos y casas de religión. Noobstante, aquel núcleo urbano contaba conla gran bahía y puerto natural que siemprehabían estado en su razón de ser.

    Fue entonces cuando confluyeron sobrela voluntad del Rey, por un lado, las ideas deinteligentes ministros que venían protagoni-zando las reformas borbónicas, conocedo-res (por propia experiencia en las fábricasde cañones de La Cavada y con buques deguerra en Guarnizo) del alto valor estratégi-co del enclave; y, por otro, las pretensiones

    � Portada de la Bula pontificia de Benedicto XIV,por la que se creó el Obispado de Santander(1754).

    � Reconstrucción de la Plaza Vieja de Santander,con el gran Colegio de los Jesuitas y el palacio delos Rivaherrera, cuando se estaba construyendola Casa Consistorial de la Villa, hacia 1668.

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  • JAVIER FERNÁNDEZ RUBIOFotos: ROBERTO RUIZ y fondos CDIS

    El silo del Centro de Documentaciónde la Imagen de Santander (CDIS) esuna habitación de paredes blancas, deluz difusa, insípida al olfato, inodora aloído, ni fría ni caliente, aunque ligera-mente fresca, carente de presencia hu-mana o con presencia humana pocohabitual. En el silencio que reina en suinterior, con las constantes estables delos enfermos monitorizados, aguardanen gavetas de metal los retazos de me-moria de una comunidad. El espesorde la memoria del silo –pues a eso sedestina, a conservar el recuerdo– essorprendente. Sin embargo representala milmillonésima parte de los recuer-dos que se han ido generando en unterritorio a lo largo de la historia: leveso graves, significativos o intrascen-dentes, dolorosos o placenteros, en lasucesión, no infinita pero si incontable,de instantes vividos por los centenaresde miles de habitantes que existen ohan existido.

    , Enero-Marzo, 2005—17

  • El silo del Centro de Documentación de laImagen de Santander (CDIS) es como uncerebro. Sus registros –material fotográficoen los más variados soportes: albúminas, vi-drios, papel y celuloide, aunque faltan a la

    cita daguerrotipos y colodiones, muy cotizados en elmercado privado– son sus neuronas. Relacionadasentre sí, conforman el acontecer diario de la histo-ria, pese a que, como la célula elemental, vayan per-diéndose de nuestro cerebro y del cerebro colectivocomo retazos de vida que han ido precipitándose enel olvido, arrinconados en desvanes, arrojados a labasura en las liquidaciones de herencias, despre-ciados y envilecidos por la ignorancia y la incuria.

    Desde la creación de la fotografía en la primeramitad del siglo XIX, millones de instantes han sidocapturados por el disparo del obturador en Santan-der y en Cantabria. Del conjunto, sólo una pequeñaparte se guarda en este granero de la imagen. Ins-tantáneas de las obras del servicio de aguas de lacapital, fotos de excursiones campestres, vistas desorprendente calidad de México o de Nueva York y,sobre todo, el gran filón: décadas de imágenes dela vida cotidiana, cocinadas día a día por los fotó-grafos de prensa.

    Mucho se ha perdido, pero otro tanto queda endepósito. Se han puesto los cimientos para recons-truir la memoria. Las imágenes se digitalizan y, ac-to seguido, se momifican; no se tocan, no se volve-rán a ver salvo que sea estrictamente necesario,existirán en silencio en esa habitación de luz tenue,como si se trataran de enfermos sometidos al ais-lamiento de los agentes agresores del exterior. Aellas se sumarán las donaciones y conservacionesfuturas, para demostrar que el pasado puede ser re-cuperado desde el futuro.

    CLON INFORMÁTICOManuela Alonso Laza espera a la puerta del si-

    lo mientras se pone los guantes blancos. Porta unguardapolvo igualmente blanco, y parece un sanita-rio a punto de entrar en la habitación de un enfermo.En cierto modo es así. Su trabajo consiste en tras-ladar, guardar, digitalizar, archivar, investigar y do-cumentar, sola o en compañía de becarios, las másde cien mil imágenes que se guardan en el silo.

    El enfermo es la memoria fotográfica de la ciu-dad, y en el silo se le cuida para que no desapa-rezca. Una vez dentro, la coordinadora del CDIS

    18— , Enero-Marzo, 2005

    A veces el fotógrafo se encuentra

    con la belleza sin pretenderlo.

    Esta foto de Samot pertenece

    al Ayuntamiento de Santander, que

    siempre ha realizado encargos para

    recoger documentalmente diversos

    aspectos de la ciudad. La imagen

    fue tomada en la década de los

    años 30, y el interés del autor

    parece residir casi exclusivamente

    en registrar los raíles que

    proliferaban por la ciudad. Se trata

    de una vista parcial de la calzada y

    las vías del ferrocarril de la calle

    Calderón de la Barca. Los charcos,

    las siluetas espectrales, el punto de

    vista bajo, que prácticamente

    suprime el escenario de las calles,

    confieren a la toma una

    inquietante estética.

    � El silo se mantiene en con-diciones estables de luz,temperatura y humedad.

  • Se trata de una de las imágenes más impactantes de

    las que se conservan en el centro. Pertenece al

    propio fondo del Ayuntamiento de Santander, pero el

    autor es desconocido.

    Sí se sabe que

    corresponde a una

    corrida de toros

    celebrada en la Plaza

    de Cuatro Caminos

    entre 1945 y 1960.

    Pero,

    independientemente de

    la autoría y de las

    circunstancias en que

    fue obtenida, lo

    destacable de esta

    imagen es su propia

    plasticidad, y la

    inteligencia de su

    composición. El torero

    herido es trasladado a hombros por los subalternos

    por el callejón que rodea el coso en dirección a la

    enfermería. Tal vez las circunstancias, tal vez una

    decisión deliberada, dotan a esta imagen de una gran

    fuerza. Recorrida por la línea diagonal que forma el

    burladero, subrayada

    por otra línea casi

    paralela que marca la

    frontera entre la

    sombra y la luz sobre el

    albero, el encuadre

    parece desequilibrado:

    en el tercio inferior

    izquierdo se concentra

    la atención del

    espectador, entre la

    cabeza desenfocada de

    un espectador

    y el propio burladero;

    pero la figura solitaria

    en el ruedo

    proporciona el

    contrapeso necesario para que la imagen

    no quede descompensada.

    , Enero-Marzo, 2005—19

    abre una gaveta y extrae un objeto envuelto en pa-pel blanco. Es una foto. La deposita en una mesa.Con sus manos enguantadas la desenvuelve delmaterial de preservación y queda, desnuda y vul-nerable, la imagen de la memoria.

    La imagen es digitalizada, convertida en archi-vo informático, al que se recurrirá siempre que senecesite acceder a la fotografía, porque el original,el enfermo, no se volverá a tocar. La imagen setransmuta en un archivo informativo con una sor-prendente calidad. En el CDIS se trabaja con dos ti-pos de resoluciones digitales: una baja, más mane-jable porque los ordenadores requieren menostiempo para abrirlas; y otra, en alta resolución, conuna calidad que poco tiene que envidiar al original.Es de este modo como cada retazo original del pa-sado adquiere su propio clon informático.

    El soporte informático Apcimatge, facilitado por elcentro homólogo de recuperación de la imagen deGerona es, tal vez, el más avanzado en estas tareasde catalogación. La imagen original se devuelve almausoleo de las fotografías donde, debidamentepreservadas, se conservan a una temperatura cons-tante que oscila entre los 17 y los 18 grados, y unahumedad relativa entre el 40 y el 50%.

    La tarea prosigue con el archivo informático, queahora se adentra en el campo de la catalogación. Ca-da imagen tiene una ficha, y cada ficha se cataloga.

    � El archivo conserva imágenes de gran valor histórico y artístico.

  • 20— , Enero-Marzo, 2005

    Quienes posan en la foto son los aviadores Juan

    Pombo y Enrique Bolado. La imagen fue

    tomada junto al aparato “San Ignacio”

    por un autor desconocido, en el aeródromo

    de La Albericia, y pertenece a la colección

    de Manuel Martínez Tafall, aunque

    reposa en los archivos del CDIS. La datación

    de la fotografía se ha situado en 1913.

    Dos cosas llaman la atención: el atildamiento de

    los intrépidos aviadores, que aparecen con traje,

    corbata y pellizas; y la dedicatoria. En la

    esquina superior derecha, sobre el positivo,

    aparece escrito: “A mi amigo Pedrero. (Firma)

    Enrique Bolado.” Otro dato curioso es la

    presencia del público al fondo de la imagen.

    � El CDIS abrirá sus puertas al público cuando esté avanzada la catalogación.

  • , Enero-Marzo, 2005—21

    Para hacerlo se describe la imagen, bien como inte-grante de un fondo o colección, bien como un ejem-plar aislado, o como parte de una unidad documen-tal (un reportaje por ejemplo). La catalogación no essencilla, ya que, junto a la descripción física, se en-cuadra la imagen en su momento histórico, y paraello hay que metamorfosearse en investigador, bu-cear en archivos y bibliotecas, consultar frecuente-mente las hemerotecas, y ponerle, al final, nombre alos rostros que carecían de él.

    DEL AHF AL CDISEl Centro de Documentación de la Imagen es re-

    lativamente reciente. Con anterioridad se denomina-ba Archivo Histórico Fotográfico de Santander: com-pendio más o menos concienzudo y voluntarioso deimágenes del municipio que se conservaban en elCentro Cultural Doctor Madrazo. Pero el archivo teníacarencias importantes. Los cristales se enmohecían,y auténticas joyas se han perdido irremisiblemente.Con el traslado del depósito a la calle Bonifaz el ar-chivo ha conocido una segunda juventud e iniciadouna recuperación lenta pero inexorable.

    El CDIS es un ejemplo de colaboración entreinstituciones. El centro, que es municipal, se en-cuentra ubicado en la última planta del edificio endonde se asienta la Filmoteca regional, dependien-te de la Consejería de Cultura. Surgió realmente deotra colaboración interinstitucional –la creación deun taller de empleo–, y ahora sigue su curso natu-ral con la continuidad garantizada.

    Entre preservar la memoria y darla a conocer gi-rará la actividad futura del centro. Una cosa irá pa-reja a otra, pero sólo se abrirá a la consulta públicacuando esté avanzada la digitalización y cataloga-ción del archivo existente. El CDIS pondrá entoncesa disposición pública los fondos, y cobrará la explo-tación de imágenes que tenga un interés lucrativo.Cuando no sea así, se cobrará sólo el coste de lossoportes para las copias. Entonces se podrá com-probar cómo era la región y la capital, y cómo lo queotrora parecía inamovible y eterno conforma ahoralos restos medio derruidos de ese país inexistenteque es el pasado. ■

    Fondos y colecciones– Colección Ayuntamiento: Se remonta a 1958. No es especialmente voluminosa, pero tiene ejemplares de valor, como la colo-

    cación de la primera piedra de la Biblioteca Menéndez Pelayo, una imagen de gran interés plástico y documental. Del conjunto,destaca el álbum sobre las obras de la traída de aguas, y el álbum “Recuerdo de una inolvidable excursión a la tierruca”.

    – Fondo Pablo Hojas Llama: Se está digitalizando y se compone de más de 100.000 negativos. Prácticamente abarca todos losámbitos de la vida cotidiana e institucional desde 1960 a 1976.

    – Fondo Enrique Madrazo: De tema médico, es una valiosa colección de albúminas, con gran valor documental.

    – Fondo Casanueva Piñeiro: 105 negativos, 37 de ellos en vidrio.

    – Fondo Centro de Estudios Montañeses: Es un depósito de fotos sobre patrimonio.

    – Fondo José Uzcudun: Abarca casi un siglo de temática varia.

    – Fondo Julián Fresnedo de la Calzada y familia: 50 fotografías, algunas estereoscópicas.

    – Fondo Echevarría Ubierna: Negativos de nitrato y vidrio, algunos estereoscópicos.

    – Fondo Regiones Devastadas: Reconstrucción de Santander.

    � Desnuda y vulnerable aparece la imagen de la memoria.

    � Los registros del pasado se conservan en sus más variados formatos y soportes.

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    24— , Enero-Marzo, 2005

  • , Enero-Marzo, 2005—25

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  • 28— , Enero-Marzo, 2005

    JESÚS DE CASTRO. FOTOS: MOUROSUB*

    El mar custodia en su interior parte de nuestra cultura. Los restos del España, del Skottland, Río Miera,Genoveva Fierro... descansan en sus profundidades a la espera de que alguien desvele su misterio. Asílo entienden unos buzos profesionales, especializados en filmaciones submarinas, que han decidido fun-dar la sociedad cultural Mourosub. El proyecto de esta sociedad, denominado “Los últimos buscadoresde pecios”, pretende sumergirse en esa parcela oculta de nuestra cultura para recuperar y dar continui-dad a historias y singladuras truncadas en aguas del Cantábrico.

    UNA ASOCIACIÓN CULTURAL RECUPERA EL RASTRO HISTÓRICO DE LOS NAUFRAGIOSOCURRIDOS EN NUESTRAS COSTAS

    BUSCADORES DE

  • Retrocedamos 68 años en la espiral deltiempo. Es la mañana del 30 de abril de1937, en plena Guerra Civil española, y elacorazado España cumple ya ocho mesesparticipando con el bando nacional en el

    bloqueo de la costa cantábrica. Su misión consisteen impedir el tráfico marítimo entre los puertos delbando republicano y sus aliados, y hostigar las po-siciones enemigas en tierra.

    El abuelo, como se le conoce popularmente,acumula ya entre sus planchas de acero 22 años alservicio de la Armada Española, y más aventurascon regusto a salitre de las que podrían ser estiba-das en su bodega. Sin embargo, el destino ha es-cogido esta mañana para escribir su postrer cua-derno de bitácora.

    Tras una larga noche apoyando al destructor Ve-lasco en su misión de sembrar de minas el Abra deBilbao, los dos buques regresan hacia la base de ElFerrol. Mientras la luz del amanecer trata en vano deatravesar la calima, llegan a la altura de Cabo de Ajo,y avistan al carguero inglés Knitsley tratando de bur-lar el bloqueo para llegar a Santander. El Velasco ini-cia la persecución a toda máquina, y apenas ha lar-gado un par de disparos cuando se oye un estruen-do sordo y potente. ¿Serán las baterías costeras deCabo Mayor interviniendo? La duda se resuelve almirar hacia el España: está escorado a babor y haizado una señal de petición de auxilio. Acaba de cho-car con una mina submarina, de las colocadas porsu propio bando: es evidente que hace aguas.

    Según los datos recopilados por Rafael Gonzá-lez Echegaray(1), en este percance fallecieron cua-tro hombres de la sección de máquinas; el resto dela tripulación pudo trasladarse al Velasco, que sepegó borda con borda, mientras los artilleros de am-bos buques repelían el ataque de tres avionesGourdou-Lesseure que, alertados por los vigías deCabo Mayor, despegaron de La Albericia para re-matar la faena con sus bombas. No hicieron blanco,pero la mina fue suficiente para hundir toda una le-yenda de la Armada Española.

    Así evoca Echegaray los últimos momentos delveterano acorazado: “El ‘España’ aún flotaba cuan-do el Velasco desapareció tras Cabo Menor (a esode las 10.40 horas). El viejo ‘abuelo’ perdió estabili-dad, dio la voltereta y puso su quilla roja completa-mente al sol: desde El Sardinero se vio perfecta-mente su pirueta final. Se hundió de popa y sacócompletamente vertical un tercio de la eslora, desdeel puente hasta su coronamiento. Impresionante”.

    Desde ese momento, el abuelo yace a unas tresmillas al norte de Cabo Galizano, a 75 metros de pro-fundidad, convertido en refugio de peces, crustáceos

    En la página anterior,uno de los buceadores

    inicia el descenso haciael pecio. Arriba, Leo delRincón y José Bermejo

    en la lancha que utilizanpara aproximarse a la

    zona de buceo. A laderecha, Leo realiza lasúltimas comprobaciones

    antes de sumergirse.

    PECIOSJE

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  • y demás fauna marina; a solas con los restos de suartillería, de su sala de máquinas, de todo lo que hi-zo de él durante dos largas décadas un referente pa-ra la marina de guerra. Arrullado por las corrientes,visitado tan sólo por los habitantes de las profundi-dades, continúa custodiando las auras de sus tripu-lantes, las huellas de sus batallas, las cargas y obu-ses que no llegó a utilizar, el frenesí de la marineríaevacuando la nave durante aquellaúltima singladura; todo guardadobajo la quilla, su zona más visibledesde aquella fatídica jornada.

    INMERSIÓN HACIA EL PASADORealizamos un nuevo quiebro

    en la línea del tiempo, y nos situa-mos en el pasado verano, más con-cretamente en la segunda mitad delmes de julio. Las condiciones de lamar en la costa de Cantabria soninmejorables para realizar inmer-siones como la que tienen en men-te desde hace tiempo Leo del Rin-cón y José Bermejo. Ambos soninstructores de buceo, expertos enmejorar la seguridad en las inmer-siones, y fundadores de la Asocia-ción Cultural Mourosub.

    Con sede en el Puerto Deporti-vo Marina del Cantábrico, y páginaweb en activo www.mourosub.com–,la asociación está especializada enfilmaciones submarinas y trabaja enel proyecto denominado “Los últi-mos buscadores de pecios”. Paraello, Leo y José cuentan con el apo-yo de José Manuel Guerra, respon-sable de la edición, montaje y pos-producción de las filmaciones querealizan.

    Del Rincón y Bermejo conocenal dedillo el libro de GonzálezEchegaray sobre los naufragios, yhan consultado hemerotecas ymantenido innumerables charlascon veteranos pescadores y mari-nos de nuestra costa. Después hancartografiado las zonas más pro-metedoras y realizado decenas deinmersiones cubriendo círculosconcéntricos, muchas de ellas in-fructuosas, para verificar posiblespistas e indicios. Así han visitadopecios como el Río Miera, uno delos más conocidos en la costa can-tábrica, y localizado otros como elScottland, el Genoveva Fierro, y al-gunos más que no desvelan porelemental prudencia.

    Pero en esos días de julio to-dos sus pensamientos viajan haciael España. Lo tienen perfectamen-te localizado, de hecho lo han visitado ya en variasocasiones, pero esta es la primera vez que se dis-

    Uno de los buzos junto ala proa del “Río Miera”.Abajo, sobrevolando losrestos del “Skottland”.

    ponen a filmarlo, y no es una empresa fácil: el pe-cio descansa sobre su cubierta principal, a 75 me-tros de profundidad, en una zona de aguas frías yfuertes corrientes.

    La fase de los preparativos es tan prolija y ex-haustiva como imprescindible. La seguridad es prio-ritaria, y las comprobaciones se multiplican. “Si encualquier inmersión –precisa Leo– un fallo puede

    resultar nefasto, en el ‘España’, a75 metros de profundidad, el míni-mo descuido puede convertirse entragedia”. Han calculado las distin-tas mezclas de gases de fondo, deviaje y descompresión; y planifica-do el perfil de la inmersión y lasdistintas tablas de descompresión.El equipo habitual para este tipo deactividad, mezcla de buceo profun-do y espeleo-buceo, es amplio: dosembarcaciones con sendos bar-queros, por si es precisa una eva-cuación urgente, dos buceadoresde apoyo en las cotas de descom-presión y tres buceadores técnicospara el trabajo: uno para explorar yseñalar el camino, otro para filmarel pecio y un tercero como dota-ción adicional de seguridad.

    La mañana del 26 de julio vie-ne mucho más despejada queaquella en la que la pertinaz brumacontribuyó al naufragio del España.Antes de las ocho los buceadoresestán ya sobre el abuelo, y hanafianzado el ancla al propio pecio.Tienen que contener la impacienciapor sumergirse, y realizar antes to-das las comprobaciones de seguri-dad; a continuación cada uno seequipa con las cuatro botellas (dosTrimix como gas de fondo, una deNitrox como gas de viaje y una deoxígeno 100% para la descompre-sión final), además de los regula-dores, boyas de seguridad, carre-tes guía… Leo carga también conel equipo de filmación: una DV camPDX-10 de formato profesional,con su correspondiente carcasa yfocos. Han tardado un buen rato endistribuir adecuadamente todo es-te material alrededor de sus chale-cos, y ahora portan cada uno 80 ki-los adicionales. Equiparse de talguisa resulta extenuante: los sub-marinistas han de sentarse unosminutos sobre la borda, cargadoscomo tortugas, para recobrar elaliento y realizar con calma la últi-ma revisió