en el oriente profundo la cura de san pablo de yao - … · 2017-01-06 · no los pasa por debajo...

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16 CUBA ENERO 2017 VIERNES 6 La cura de San Pablo de Yao en el oriente profundo granma.—Cuando se vio solo frente a aquella señora con un sangramiento desproporcionado en medio de la Sie- rra Maestra, Denis Gabriel Santos res- piró profundo y dijo para sus adentros: «Esto lo resuelvo yo o el diablo vende billetes». La suerte es que no se turbó: estabi- lizó a la paciente a como pudo, aplicó los protocolos establecidos para casos de esa índole y se aseguró de remitirla con urgencia hacia Buey Arriba, porque hay padecimientos que, por más que él quiera, no puede curar desde un con- sultorio en San Pablo de Yao. Hasta ese paraje de la cordillera oriental llegó Denis en septiembre pa- sado, acabadito de graduar, pero fue cuestión de que los guajiros mansos de por esos contornos lo miraran dos veces para comprender que les habían man- dado un médico «como es debido». Así lo recalca Pedro Delfín López Gó- mez, vecino de San Pablo de Yao desde que nació hace tantos años que puede dárselas de historiador de la localidad y presume de conocer a todo el per- sonal de la Salud que ha pasado por la comarca. «Usted lo ve ahí, ecuánime, pero ese mé- dico es una ardilla —ilustra Pedro—: va a esta casa a ver a un enfermo, cruza el río de piedra en piedra para hacer el te- rreno, atiende a cualquier hora… y luego, esa sonrisa maravillosa que transmite En plena Sierra Maestra, una comunidad granmense se da por satisfecha con la calidad de los servicios de salud a su disposición gisselle morales rodríguez tanta confianza. Uno de verlo se siente cu- rado». Semejante exageración, típicamente montuna, es acaso el mejor piropo para el joven galeno que, al decir de su espo- sa, la doctora Leydis Montejo, apenas tuvo tiempo de adaptarse a la comuni- dad: «El recibimiento aquí fue caliente, caliente». UN PUEBLO CON HISTORIA Hasta San Pablo de Yao se sube por una carretera que, baches más, baches menos, resulta perfectamente transita- ble. La pendiente va embullándose, las palmas salpimentando el paisaje y llega el momento en que la Sierra Maestra arrecia y no queda más remedio que llenarse los ojos de montañas. Pedro Delfín López jura y perjura que la gente se asentó allí por primera vez en 1869, cuando un grupo de bayame- ses plantó campamento en esos predios luego de incendiar la ciudad; y para pro- barlo no se vale de documentos ni actas capitulares, sino de la tradición oral del caserío que denominan Yao para andar ligeros. De los trabajos que pasó en esos mon- tes no hay quien le haga cuentos a Pe- dro. «Yo le puedo asegurar que antes del triunfo de la Revolución aquí nada más hubo un médico, y salió como pe- rro que tumbó la lata cuando la guerra apretó», explica. Y para contrastar, vuelve a deshacerse en halagos hacia el doctor que tienen hoy: que ese muchacho es una eminencia, que atiende a una población dispersa por todas esas lomas, que debe ir a pie a las zonas más alejadas o montarse en un mulo prestado, que si después se arre- manga la bata blanca y ayuda a cual- quiera en su laboreo… Todo ello sin que el médico lo escu- che, porque ahora mismo anda, como casi todos los días, visitando a Salvador Carrión Escalona, un veterano de la lu- cha contra bandidos que lleva cerca de una década encamado. GUERRILLA AUDIOVISUAL Hay quien dice que a San Pablo de Yao lo puso en el mapa la Televisión Serrana, esa especie de guerrilla audiovisual que durante años ha perpetuado los modos de vida del hombre de montaña. Y hay también quien dice que no, que la Televisión Serrana se ha hecho famo- sa reflejando el día a día de los campesi- nos de la región tal como en realidad es, sin más aderezo que los rostros y los so- nidos y los dilemas de la Sierra Maestra. «Tiene de parte y parte», parece decir con la mirada Pedro Delfín, orgulloso como está de haber salido en más de un material fílmico, y lo corrobora el mé- dico con una frase rotunda: «Se puede decir que la Televisión Serrana es la institución que más nos apoya en San Pablo de Yao». Charlas, conversatorios y talleres de pre- vención sobre los más disímiles temas de salud figuran entre las acciones que em- prenden en conjunto el sistema asistencial y la televisora de los montañeses; un empeño que, si bien no resuelve los pro- blemas como por arte de magia, al menos no los pasa por debajo de la mesa. «Aquí ya algunos le han cogido el gusto a eso de salir en la televisión —confiesa con cierta picardía una vecina que trae café—; pa’ mí que se creen que son actores». EL HÉROE DE YAO En regresar a San Pablo de Yao, a su finca y a su gente pensaba el enferme- ro Luis Arjona Hernández mientras se cerraba herméticamente el traje blanco para adentrarse en la incertidumbre del ébola. A Sierra Leona fue a dar ante el llamado del Ministerio de Salud Pública: «La gente me decía: Luis, ¿tú estás loco?, pero yo solo quería ayudar en lo que pudiera. Si estaba de ley que yo sobreviviera, volvería, y así mismo sucedió. Aquella fue una experien- cia tremenda». Nadie se mantiene imperturbable ante una realidad como la del brote de ébola que asoló África Occidental, al punto en que Luis la describe con frases aisladas, como si no quisiera traerla de vuelta ni con el pensamiento: incompatible con la vida, terrible, extremadamente dura. No ha vuelto a ser el mismo, pero la comunidad lo venera desde entonces como el héroe de bata blanca que repre- sentó el desmedido altruismo de los cu- banos y, de paso, el de los montañeses de Yao, un recodo de la Sierra Maestra que, al decir de sus propios habitantes, «puede darse con una piedra en el pe- cho de estar bien cuidado». El consultorio de San Pablo de Yao atiende a más de 1 100 pobladores de la zona. FOTOS DE LA AUTORA El doctor Denis Gabriel Santos visita a Salvador Carrión prácticamente a diario. Director Pelayo Terry Cuervo Subdirectores Oscar Sánchez Serra, Karina Marrón González y Arlin Alberty Loforte (a cargo de Granma Internacional). Subdirector administrativo Claudio A. Adams George Redacción y Administración General Suárez y Te- rritorial, Plaza de la Revolución, La Habana, Cuba. Código Postal 10699. Zona Postal La Habana 6. Apartado Postal 6187 / Teléfono 7 881-3333 Correo [email protected] / ISSN 0864-0424 / Impreso en la UEB Gráfica La Habana. Empresa de Periódicos. Titulares en tu móvil: envía SMS al 8100 con el texto granma 1897 El Consejo de Gobierno de la República de Cuba, reunido en Santa Teresa, Sancti Spíritus, nombra a los funcionarios civiles que deben representar a la República en Armas en el extranjero. HOY EN LA HISTORIA El Consejo Popular San Pablo de Yao se encuentra ubicado en el municipio de Buey Arriba, en la provincia de Granma. La zona y el río adyacente tomaron su nombre del cacique aborigen Yao. www.granma.cu Granma @Granma_Digital Diario Granma GranmaDigital

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16cubaenero 2017 viernes 6

La cura de San Pablo de Yaoen el oriente profundo

granma.—cuando se vio solo frente a aquella señora con un sangramiento des proporcionado en medio de la Sie-rra Maestra, Denis Gabriel Santos res-piró profundo y dijo para sus adentros: «Esto lo resuelvo yo o el diablo vende billetes».

La suerte es que no se turbó: estabi-lizó a la paciente a como pudo, aplicó los protocolos establecidos para casos de esa índole y se aseguró de remitirla con urgencia hacia buey arriba, porque hay padecimientos que, por más que él quiera, no puede curar desde un con-sultorio en San Pablo de Yao.

Hasta ese paraje de la cordillera oriental llegó Denis en septiembre pa-sado, acabadito de graduar, pero fue cuestión de que los guajiros mansos de por esos contornos lo miraran dos veces para comprender que les habían man-dado un médico «como es debido».

así lo recalca Pedro Delfín López Gó-mez, vecino de San Pablo de Yao desde que nació hace tantos años que puede dárse las de historiador de la localidad y presume de conocer a todo el per-sonal de la Salud que ha pasado por la comarca.

«usted lo ve ahí, ecuánime, pero ese mé-dico es una ardilla —ilustra Pedro—: va a esta casa a ver a un enfermo, cruza el río de piedra en piedra para hacer el te-rreno, atiende a cualquier hora… y luego, esa sonrisa maravillosa que transmite

En plena Sierra Maestra, una comunidad granmense se da por satisfecha con la calidad de los servicios de salud a su disposición

gisselle morales rodríguez

tanta confianza. uno de verlo se siente cu-rado».

Semejante exageración, típicamente montuna, es acaso el mejor piropo para el joven galeno que, al decir de su espo-sa, la doctora Leydis Montejo, apenas tuvo tiempo de adaptarse a la comuni-dad: «El recibimiento aquí fue caliente, caliente».

Un PUeBLO COn HisTOriAHasta San Pablo de Yao se sube por

una carretera que, baches más, baches menos, resulta perfectamente transita-ble. La pendiente va embullándose, las palmas salpimentando el paisaje y llega el momento en que la Sierra Maestra arrecia y no queda más remedio que lle narse los ojos de montañas.

Pedro Delfín López jura y perjura que la gente se asentó allí por primera vez en 1869, cuando un grupo de bayame-ses plantó campamento en esos predios luego de incendiar la ciudad; y para pro-barlo no se vale de documentos ni actas capitulares, sino de la tradición oral del caserío que denominan Yao para andar ligeros.

De los trabajos que pasó en esos mon-tes no hay quien le haga cuentos a Pe-dro. «Yo le puedo asegurar que antes del triunfo de la Revolución aquí nada más hubo un médico, y salió como pe-rro que tumbó la lata cuando la guerra apretó», explica.

Y para contrastar, vuelve a deshacerse en halagos hacia el doctor que tienen hoy: que ese muchacho es una eminencia, que

atiende a una población dispersa por todas esas lomas, que debe ir a pie a las zonas más alejadas o montarse en un mulo prestado, que si después se arre-manga la bata blanca y ayuda a cual-quiera en su laboreo…

Todo ello sin que el médico lo escu-che, porque ahora mismo anda, como casi todos los días, visitando a Salvador carrión Escalona, un veterano de la lu-cha contra bandidos que lleva cerca de una década encamado.

GUerriLLA AUDiOvisUALHay quien dice que a San Pablo de Yao

lo puso en el mapa la Televisión Serrana, esa especie de guerrilla audiovisual que durante años ha perpetuado los modos de vida del hombre de montaña.

Y hay también quien dice que no, que la Televisión Serrana se ha hecho famo-sa reflejando el día a día de los campesi-nos de la región tal como en realidad es, sin más aderezo que los rostros y los so-nidos y los dilemas de la Sierra Maestra.

«Tiene de parte y parte», parece decir con la mirada Pedro Delfín, orgulloso como está de haber salido en más de un material fílmico, y lo corrobora el mé-dico con una frase rotunda: «Se puede decir que la Televisión Serrana es la institución que más nos apoya en San Pablo de Yao».

charlas, conversatorios y talleres de pre-vención sobre los más disímiles temas de salud figuran entre las acciones que em-prenden en conjunto el sistema asistencial y la televisora de los montañeses; un

empeño que, si bien no resuelve los pro-blemas como por arte de magia, al menos no los pasa por debajo de la mesa.

«aquí ya algunos le han cogido el gusto a eso de salir en la televisión —confiesa con cierta picardía una vecina que trae café—; pa’ mí que se creen que son actores».

eL HÉrOe De YAOEn regresar a San Pablo de Yao, a su

finca y a su gente pensaba el enferme-ro Luis arjona Hernández mientras se cerraba herméticamente el traje blanco para adentrarse en la incertidumbre del ébola.

a Sierra Leona fue a dar ante el llamado del Ministerio de Salud Pública: «La gente me decía: Luis, ¿tú estás loco?, pero yo solo quería ayudar en lo que pudiera. Si estaba de ley que yo sobreviviera, volvería, y así mismo sucedió. aquella fue una experien-cia tremenda».

Nadie se mantiene imperturbable ante una realidad como la del brote de ébola que asoló África Occidental, al punto en que Luis la describe con frases aisladas, como si no quisiera traerla de vuelta ni con el pensamiento: incompatible con la vida, terrible, extremadamente dura.

No ha vuelto a ser el mismo, pero la comunidad lo venera desde entonces como el héroe de bata blanca que repre-sentó el desmedido altruismo de los cu-banos y, de paso, el de los montañeses de Yao, un recodo de la Sierra Maestra que, al decir de sus propios habitantes, «puede darse con una piedra en el pe-cho de estar bien cuidado».

El consultorio de San Pablo de Yao atiende a más de 1 100 pobladores de la zona. fotos de la autora El doctor Denis Gabriel Santos visita a Salvador Carrión prácticamente a diario.

Director Pelayo terry Cuervo Subdirectores oscar

sánchez serra, Karina Marrón González y arlin al ber ty

loforte (a cargo de Granma Internacional).

Subdirector administrativo Claudio a. adams George

Redacción y Administración General suárez y te-

rritorial, Plaza de la revolución, la Habana, Cuba.

Código Postal 10699. Zona Postal la Habana 6.

Apartado Postal 6187 / Teléfono 7 881-3333

Correo [email protected] / ISSN 0864-0424 / Impreso

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Titulares en tu móvil:

envía sMs al 8100 con el texto granma

1897 el Consejo de Gobierno de la república de Cuba, reunido

en santa teresa, sancti spíritus, nombra a los funcionarios

civiles que deben representar a la república en armas

en el extranjero.

Hoy en la HIstorIa

El consejo Popular San Pablo de Yao se encuentra ubicado en el municipio de buey arriba, en la provincia de Granma. La zona y el río adyacente tomaron su nombre del cacique aborigen Yao.

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