en cultura

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Suplemento realizado por los alumnos de 4º de Periodismo y presentado en público el 1 de diciembre de 2009.

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Page 1: En Cultura
Page 2: En Cultura

encultura2 diciembre2009

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Actividades culturales

Page 3: En Cultura

encultura 3diciembre2009

Una mirada distinta a la cultura navarra. Ésta era la idea con la que comenzamos a trabajar a primeros de septiembre y así empezó a crecer lo que hoy es encultura. Pintores, escritores, músicos, cineastas, dramaturgos, arquitectos, periodistas... han retratado la Comunidad foral.

Las 30 personas que formamos el equipo de encultura —casi todos estamos en la foto superior— queríamos aportar nuestra mirada sobre la cultura. Hay algo que no ha cambiado respecto al trabajo de las cuatro promociones que nos han precedido en esta aventura: la ilusión con la que hemos afrontado tanto la búsqueda de publicidad como la planifi cación, la investigación, la elaboración y la corrección de estas 32 páginas.

Desde la primera reunión en septiembre hasta que encultura salió de la rotativa, hemos aprendido el periodismo que no se enseña en las aulas, un periodismo que tal vez no volvamos a hacer: desarrollar nuestra propia idea, desde el título hasta el punto fi nal. Decidir cada tema, cada puesta en página, cada foto y cada coma.

Han sido muchas horas de trabajo. He-mos estado en 44 pueblos y lugares del Ca-mino de Santiago para retratar a sus gentes,

para descubrir su historia y sus curiosida-des. Hemos ido a los lugares que inspiran a los creadores con la idea de ser sus ojos, sus manos, su mentes para contarles cómo y por qué se edifi ca la cultura en Navarra.

Este suplemento es una visita a esce-narios relevantes con guías excepciona-les. Una mirada a la cultura en su sitio y con muchos de sus protagonistas que nos muestran la esencia de su creación.

Las páginas que siguen a esta no hubie-ran sido posibles sin la ayuda de Diario de Navarra y de nuestros profesores Miguel Ángel Jimeno, Luis Guinea y Paco San-cho. También nos han echado una mano Zuriñe Lafón, Mikel Arregui, David Gu-tiérrrez, Pedro Marrodán, Txema Díaz o Brian Rea. Este nos regaló una portada que, seguro, va a dar mucho que hablar.

Nuestro agradecimiento también para la escuela PCPIE de Artes y Ofi cios, que trabaja con niños discapacitados. Con mu-cho cariño, prepararon las máscaras que sirven como presentación del reportaje “Último acto”.

Después de tanto esfuerzo, esperamos que estas páginas cumplan elobjetivo con el que fueron ideadas: que sean un retrato de la cultura navarra.

DIRECCIÓNPablo Berraondo Teresa VillaverdeMaría Jiménez

FOTOGRAFÍALuis Carmona, Patricia Huércanos, Jorge Lavalle y Daniel Monreal DISEÑO Paloma Lorenzo Rebeca Blanco

REDACCIÓNJavier GómezIrene PedrueloSonia LópezLeyre HualdeMaría MarañónNerea UgaldeAna PastorIrene LarrazPaula CanteroJesús BaigetCarmen Lucas-TorresRafa DawidIgnacio SalinasFernando de la IglesiaMaite VenturaBorja ValcarceRaquel OllaquindíaMaría SorribesRoberto Escudero

PUBLICIDADLeire Escalada y Edurne Hernández

“El rol de los artistas y de los escritores siempre ha sido con-templar el mundo que les rodea

y devolver ese mundo al público con una nueva perspectiva”

Brian Rea (The New York Times), autor de la portada

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SUMARIO

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Page 4: En Cultura

encultura4 diciembre2009

UN CUENTO EN CIFRASHablar de la cultura navarra en cifras supone constatar muchas realidades.

Una: los 6,5 millones de euros que este año recibirá el mundo de la cultura de los presupuestos ge-nerales.

Dos: esa cantidad coloca a la Comunidad foral en el primer puesto de España en cuanto a pre-supuesto por habitante y año.

Tres: el Archivo General de Navarra tiene 45 kilómetros de estanterías.

Cuatro: de acuerdo con datos de 2007, existen 3,2 salas de tea-tro por cada 100.000 habitantes.Cinco: Navarra cuenta con 75 sa-las de cine. Lo indican datos de 2008.

Cinco: Navarra tiene un Cen-tro de Investigación Médica Apli-cada, dos agencias de noticias, tres universidades, cuatro empre-sas que fabrican instrumentos mu-sicales, cinco salas de conciertos, seis festivales de cine, siete con-cursos de teatro, ocho corridas de toros en San Fermín, nueve dece-nas de bibliotecas públicas y diez entidades culturales relacionadas con el euskera que recibieron fi-nanciación en 2007.

Seis: Navarra tenía el año pa-sado 779 empresas dedicadas a la cultura, algo más de la mitad de los bares que hay ahora (1.042).

Siete: Si se mira la Cultura desde el punto de vista del em-pleo, ocho mil personas accedie-ron a trabajos culturales en 2007.

Ocho: la inversión en este cam-po por parte de la Administración autonómica fue de 10.540.000 euros en 2006, aproximadamente la quinta parte de lo que cobró el actor Tom Hanks por su papel en Ángeles y demonios.

Nueve: hace un par de años, visitaron Navarra por un motivo cultural 127.000 personas.

Y diez: en 2007, se editaron en nuestra comunidad 1.389 títulos.

Pero contar la cultura en Na-varra es también hablar de mu-chas realidades que no tienen número: de los creadores y artis-tas que hacen que el espectáculo siga.

En este suplemento, sin ir más lejos, se habla de una gran familia, los Baroja; de tres pin-tores, de diez músicos, de ocho personas dedicadas al mundo del cine y cinco al del teatro, de cin-co periodistas culturales, de cin-co arquitectos y catorce peregri-nos del Camino de Santiago.

Aun así, han quedado fuera los más importantes: los 629.569 navarros que van a la biblioteca, al cine, al teatro, al museo, a los conciertos...

629.569 potenciales lectores de este suplemento.

ASÍ ES LA CULTURA NAVARRANavarra es la comunidad española con el índice más alto de lectura y de universitarios. Su presupuesto por habitante y año en cultura es el mayor de España. Los más de tres millones de libros que albergan sus bibliotecas públicas llenarían la de la Sorbona. Hablar de cultura en Navarra es también hablar en cifras.

PANORAMA GENERAL DE LA CULTURA EN NAVARRA

Con datos de 2005, comparamos el número de representaciones en el campo de la música clásica, música popular, teatro, género lírico y danza. Además, también se compara el gasto anual medio por navarro en cada uno de ellos.

CITAS CULTURALES PARA TODOS LOS GUSTOS

La popular semana del pincho, los clásicos premios Príncipe de Viana, o la alternativa semana anime son algunas de las citas que propone Encultura

enero marzo mayo junio

CERTAMENVILLA DE SAN ADRIÁNdel 1 al 5 de enero

SEMANADEL PINTXOdel 21 al 29 de marzo

PREMIOSPRÍNCIPE DE VIANAentre mayo y junio

EVOLUCIÓN DE LA INVERSIÓN NAVARRA EN CULTURA

El área de cultura es la que más sufre en época de crisis. Sin embargo, en Navarra, las inversiones han ido en aumento

AÑO 2004Navarra no destino ni un euro a cultura. Presupuesto total: 2.789

millones de euros.

cultura

educación

administracióneconomía

salud

bienestar social

AÑO 2006Navarra destinó casi un 3% a cultura. Presupuesto total: 3.380

millones de euros

AÑO 2008Navarra destina menos que hace dos años a cultura (2,18%). Presupuesto total: 4.286 mill. €

cultura

educación

Industriaeconomía

salud

administración local

cultura

educación

industriaeconomía

salud

bienestar social

30 euros

España

5.462.000

de personas

2003 20040

gasto

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2005

Espectadores en conciertos de música clásica

España

23.458.000

de personas

2003 20040

gasto

anua

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2005

Espectadores en conciertos de música popular

30 euros

España

58.112.000

de personas

2003 20040

gasto

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2005

Espectadores en salas de teatro

30 euros

Comparación de las dos comunidades con el índice más alto y Navarra.

Dato de espectadores medio en España

916.000

192.000916.0003.585.000

4.262.000

401.000

3.53.

2.703.000

289.000

SEMANA EXALTACIÓNDE LA VERDURAdel 5 de abril al 4 de mayo

Page 5: En Cultura

encultura 5 diciembre2009

CULTURATras seis años como consejero de Cultu-ra. ¿Qué balance hace de su política?Personalizar es complicado, porque no he sido sólo yo, ha habido un equipo detrás. Hay algunas cosas que son visibles. La política de archivos. Cuando llegué había un archivo decrépito en el Palacio de Na-varra y hoy tenemos uno de los mejores archivos de Europa. Y se ha avanzado en la política de acción cultural: antes éramos la comunidad peor situada en cuanto a es-pacios escénicos por número de habitantes y ahora somos la mejor. Hemos abierto ya 32 Casas de cultura. Y hemos modernizado las bibliotecas.

TEATROMuchos artistas se quejan de que reci-ben poco dinero, ¿cree que es cierto? La cultura es un abanico muy amplio. Y hay un pequeña área donde están los artis-tas del espectáculo, que tienen una gran ca-pacidad mediática y siempre piensan que ellos merecen más dinero que los archivos, las bibliotecas, los patrimonios o los mu-seos. Y yo creo que toda la líneas tienen la misma importancia. Por ejemplo, estos días hay “tema” con el teatro.

La Escuela Navarra de Teatro imparte docencia y debería estar subvencionada por Educación. Pero no puede impartir títulos oficiales porque los profesores son actores, pero en muchos casos no están ti-tulados y el Departamento de Educación, no estima que haya que subvencionarles. Este año Educación les da cero euros y nosotros 250.000. Y de los Presupuestos Generales del Estado obtienen 330.000. Tienen 100.000 euros más de lo que tuvie-ron el año pasado. Y sólo de cultura. Es un grupo cultural más, que tiene que tener una subvención en función de lo que aporte a la sociedad, no de lo que enseñe, porque Educación cree no merece nada. ¿Y no podría estimularse el que hubiese profesores titulados?Podríamos aumentar el número de funcio-narios, cargar a los ciudadanos con más costo y la escuela sería pública. Mientras ellos reivindican, recibo correos de gente que tiene academias y que me dicen que ellos no exigen que les mantengamos. Pre-tenden vivir del dinero público, no por el servicio que dan, sino por la presión me-diática. Probablemente, sin estas subven-ciones ninguno de estos actores podría sostenerse.

CINE¿Y qué opina del cine navarro? No hay una industria cinematográfica como tal.Si no hay una industria cinematográfica española, ¡cómo va a haber una en Nava-rra! En España, salvo contadas excepcio-nes, es una línea que se sostiene gracias a las subvenciones públicas y no se ha conseguido crear una industria que genere riqueza. Ahora, que haya una industria del cine navarro me parece muy pretencioso y no sujeto a la realidad de nuestra tierra. Vamos a Itzea, la casa de la familia Ba-roja ¿Prevé el Gobierno ayudar a su conservación?Itzea es un privilegio para Navarra, pero es patrimonio de una familia que tiene una línea de marcada independencia con respecto a la Administración. El Gobierno tiene el máximo respeto a la familia Baroja

“La cultura no puede vivir de las subvenciones”Juan Ramón Corpas, consejero de Cultura del Gobierno de Navarra, valora sus seis años al frente del Departamento y analiza los grandes asuntos que marcan la actualidad

octubre noviembre diciembre

FERIA DEL LIBRO ANTIGUOdel 21 al 29 de octubre

CONCIERTO DEL DÍA DE NAVARRA2 de diciembre

ALGUNAS COMPARACIONES

En los últimos seis años, Navarra ha pasado de no destinar dinero de sus presupuestos generales.

Los navarros gastaron en bienes y servicios culturales 226,5 millones de euros en 2006. Unas cuatro veces más de los que pagó el Real Madrid por Cristiano Ronaldo (94 millones

de euros)

En 2007, más de un millón de personas fueron al cine, más o menos las mismas visitas que tuvo el Guggenheim en el mismo año.

El año pasado, fueron al cine en Navarra un millón y medio de personas. Toda esa gente llenaría casi 100 campos de fútbol como el Bernabeu, el más grande de España.

En las bibliotecas navarras hay más de tres millones de volúmenes, que colocados en fila serían como X autobuses londinenses.

95

España

1.625.000

de personas

Esptaciones líricas

286 miles

12.000

2003 20040

30 euros

gasto

anua

l med

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2005España

Espectadores en representaciones de danza

1.542.000

de personas

2003 20040

30 euros

gasto

anua

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arro

2005

y no estamos cerrados a nada. Pero en este momento, la familia no contempla, ni no-sotros, hacer ninguna actuación.

SUBVENCIONES¿Cuáles son los puntos débiles de la cul-tura navarra?Creo que en el área cultural la presencia pública es mayor de lo necesario, depen-de en exceso del Gobierno. Me da la im-presión de que en el mundo de la acción cultural, los buenos profesionales se van fuera y los que se quedan quieren dinero público. Y la política que nosotros estamos haciendo es ayudar, pero nunca al cien por cien. Hace falta más compromiso. ¿Cómo podría la sociedad aumentar su compromiso con la cultura?Los grupos musicales tienen que inten-tar ganar cuotas de mercado y no esperar siempre ser subvencionados. Los grupos teatrales tienen que tratar de competir fue-ra de Navarra y no esperar a vivir de las subvenciones. No tienen ambición para intentar salir fuera.¿Fomentar la educación artística en Na-varra puede ser la solución? No lo sé. Creo que hay que tener más am-bición y menos vocación de ser subven-cionados. El Gobierno no tiene que finan-ciar todo.Y el futuro de nuestra cultura es... Navarra es la comunidad con menos paro, con menor índice de pobreza y la única que por ahora remonta la crisis. Estos datos generales se pueden trasladar al ámbito de la cultura. Aunque hay un áurea mediocri-tas, somos la Comunidad Autónoma con más índice de lectura y de universitarios. Si ese tono se mantiene algún tiempo, dará frutos brillantes. Hace falta que la socie-dad se comprometa más y que el Gobierno vaya soltando responsabilidades.

Juan Ramón Corpas Mauleón nació en Estella el 16 de diciembre de 1952. Está casado y tiene dos hijos. Es médico especialista en medicina interna. Consejero del Departamento de Cultura y Turismo desde 2003, es presidente de la Sociedad Baluarte y de la Fundación del mismo nombre.

Rincón del Camino de Santiago: la iglesia románica de Torres del Río. Pintor navarro: Juan José Aquerreta.Escritor: en prosa a Juan Gracia, en poesía, Francisco Javier Irazoki.Arquitecto: Paco Sáenz de Oiza, su alumno predilecto, Moneo y Patxi Mangado. Director de cine: Montxo Armendáriz y Félix Biscarret.Cantante o músico: la soprano María Bayo y el tenor Jose Mari Sola.Cita cultural: la Semana de Música Antigua de Estella. Edificio: el palacio de los Reyes de Navarra de Estella y el museo Oteiza. Paisaje: las Bardenas Reales, en especial la Blanca.

10.000

246.000

374.000

51.000

en PAMPLONASEMANA ANIMEdel 11 al 14 de junio

FESTIVALTELENATURAnoviembre

FESTIVALBERTSOAROAnoviembre

FESTIVAL DANZASMERINDADES10 de octubre

Page 6: En Cultura

encultura6

CAMINO DE SANTIAGO EN

NAVARRA

El Camino es un nido de cultura que crea un lazo de unión entre los pueblos y ciudades por las que pasa. El año que viene estarán de celebración por la llegada del año jacobeo.

es el número total de pueblos y de lugares del Camino de Santiago que ha recorrido encultura. Desde su entrada por Roncesva-lles hasta su salida por Viana.

44

128 kilómetros recorre el Camino en Navarra. Pero los peregrinos todavía deberán com-pletar los 611,8 que les separan de su des-tino.

LA ESTIRPE DE LA ESTIRPE DE ITZEALos Baroja marcaron la cultura del siglo XX. La casa familiar de Bera, Itzea, mantiene la esencia de una de las familias más prolífi cas

del panorama artístico español

diciembre2009

LITERATURA

LUGAR KMS.recorridos

KMS.faltan

Page 7: En Cultura

encultura 7

LA CREDENCIAL IDENTIFICA A UNA PERSONA COMO PEREGRINO

Al llegar a Roncesvalles, la credencial que el peregri-no porta para demostrar que ha realizado el Camino de Santiago está prácticamente vacía. Cuando pase por los puntos importantes de Navarra como Pamplona, Puente la Reina, Estella y Viana, podrá sellar sus pági-nas con los emblemas de los diferentes lugares.

RONCESVALLES

Nada tiene de extraño que al tro-pezarse Pío con Itzea quedara prendado de ella, porque era en-contrarse con la realidad de un sueño, de un sueño que fue com-

pletando año tras año”.Pío Caro Baroja, Itine-rario sentimental.

La puerta de hierro está entreabierta. Tras ella se ve la casona cubierta por una arboleda, como si quisiese pasar inadvertida. En las pare-des del vestíbulo, un recibidor amplio, sobrio y frío que ocupa la planta baja, cuelgan varios tapices que tejió Carmen, la hermana de don Pío, y que sirvieron de mofa a Ortega y Gasset, quien ponía en duda su autenticidad. Allí, los navarros Pedro Lozano Bartolozzi y Fernando Pérez Ollo, escritor uno, periodista el otro, ob-servan una cabeza de hipopótamo. “Es un rega-lo que Ernest Hemingway le hizo a la familia”, explica Pérez Ollo. Julio Caro Baroja les recibe en la escalinata de madera clara y brillante que une cuatro pisos de cultura y vertebra la historia de una casa, la de Itzea, que es al mismo tiem-po la historia de una familia, los Baroja. “Nadie mejor para explicar lo que hay aquí que Fernan-do”, afi rma Caro Baroja tras saludar sonriente a sus invitados. Y se retira a su estudio de la segunda planta para dejar que las visitas des-cubran la casa de la mano de los expertos. La suave música de El carnaval de Venecia llega desde el piso de arriba.

Pío Baroja y Nessi descubrió Itzea en 1912 a través de un anuncio en El Pueblo Vasco, y no tardó en enamorarse de esta construcción de piedra con ventanales granates que descansa bajo el murmullo del río Bidasoa y alberga la que, probablemente, sea la biblioteca privada más importante de Navarra.

devoción por él. Pérez Ollo cuenta que, según el mismo Julio afi rmaba, fue en las charlas que mantuvo con su tío donde aprendió más que en el propio colegio.

Pérez Ollo es considerado uno de los mayo-res expertos en la familia y es el encargado de Las memorias de Pío Baroja. Por eso, narra los entresijos de la estirpe como quien cuenta una historia casi vivida a base de tanto oírla. Pasea por la segunda planta donde miles de objetos ocupan cualquier minúsculo lugar que queda libre, desde cuadros hasta brújulas. Un mueble negro con cajones grabados que representan seres fantásticos como sirenas y caballeros, ar-madillos, cocodrilos, y decenas de pinturas del siglo XIX con motivos marítimos se amonto-nan en una sala conocida como ‘el museo’. En el estudio, Pío Caro Baroja conversa tranqui-lamente con su mujer y una amiga que hoy ha venido de visita. En el cuarto contiguo, Pedro Lozano Bartolozzi pasea por un comedor aba-rrotado de sillas de madera anchas. “De Baroja me gusta su rigor y sencillez, a diferencia de la complejidad de Cela o Valle Inclán, que eran más barrocos”, afi rma el autor, que reconoce que Baroja ha inspirado varios de sus trabajos. “Junto con Galdós, Pío era el único que domi-naba el género de novela histórica. Lograba que el conocimiento que tenía de la realidad subya-ciera en la novela sin hacerla evidente. Como un iceberg”, concluye. Tanto Pío como su sobri-no Julio investigaban a fondo en su biblioteca antes de coger la pluma. “Esta casa demuestra que han sido una familia que ha pasado su vida trabajando”, culmina Pérez Ollo.

Sin embargo, y a pesar de la devoción que algunos manifi estan por él, las versiones sobre el carácter de Pío Baroja se contradicen.

Itzea fue testigo del desarrollo artístico e intelectual de esta estirpe de artistas que supo conquistar en silencio el imaginario de miles de lectores y amantes del arte. Los hermanos del escritor, Ricardo y Carmen Baroja y Nessi, así como los hijos de ésta última, Julio y Pío Caro Baroja hicieron de sus grabados, escritos y pin-turas la base de lo que hoy es Itzea.

Ahora los descendientes de la familia ocu-pan la casa sólo de vez en cuando pues a me-nudo está vacía. Sin embargo, Pérez Ollo es un inquilino habitual que suele asomarse a las es-tanterías de la biblioteca en busca de documen-tación. “Es la mejor biblioteca privada de Na-varra”, asegura. Fue Pío Baroja quien comenzó a coleccionar libros cuando apenas tenía trece años. Sin embargo, más tarde decidió estudiar Medicina y alejarse en parte de la literatura, eje de toda una familia de editores. Trabajó como médico durante unos meses en Cestona (Gui-púzcoa), pero pronto descubrió su vocación literaria, que encontró en los parajes navarros una fuente de continua inspiración. A pesar de todo, aquellos años dedicados a la medicina no cayeron en el olvido y quedaron recogidos en la novela El árbol de la ciencia, inspirando a su personaje principal.

Además, el breve escarceo con la medicina no hizo que el escritor abandonase su ya inicia-da recolección de libros. El autor de Zalacaín el aventurero se dedicó a guardarlos como un teso-ro, grano a grano, libro a libro, para lograr crear al fi n un paraíso: su biblioteca de Itzea. Llegó a tener 5.000 y con la posterior ayuda de toda su familia, se amplió el fondo hasta los 45.000 volúmenes que hoy alberga. De esta ardua la-bor fue en gran medida responsable Julio Caro Baroja, sobrino del escritor, que sentía una gran

Nació en Madrid el 5 de abril de 1928, siendo el cuarto hijo de Rafael y Carmen. Se licenció en Derecho y emigró a México, donde ejer-ció primero como crítico de cine y más tarde como documentalista. Tras el fallecimiento de Pío Baroja, Caro regresó a España. A partir de entonces se dedicó a documentar el folclore es-pañol, inicialmente colaborando con NO-DO y posteriormente con Televisión Española. Es el único que sigue vivo en la actualidad.

Pío Caro Baroja

Ricardo Baroja nació en Huelva, por casualidad a causa de la profesión itinerante del padre, el ingeniero de minas Serafín Baroja, apenas un año antes que su hermano Pío. Pintor, grabador y escritor, fundó en 1903 junto con Pablo Picas-so y Francisco de Asís el grupo “Arte Joven”.

Fue conocido por sus grabados de escenas cotidianas y el uso de la técnica del aguafuerte, aunque ganó el Premio Nacional de Literatura en 1935 por La Nao Capitana.

Ricardo Baroja y Nessi

Es hijo de Carmen Baroja y Nessi (hermana de don Pío Baroja) y Rafael Caro Raggio, y her-mano del documentalista, etnógrafo y escritor Pío Caro Baroja.

Nació en Madrid el 13 de noviembre de 1914. Conocido sobre todo por la profesión de antropólogo, historiador y lingüista, dedicó parte de su vida a la enseñanza, así como a la etnología, tema central en gran parte de su obra. Falleció en la capital de España en 1995.

Julio Caro Baroja

¿QUIÉNES SON?

Pío Baroja y Nessi descubrió Itzea en 1912 a través de un anuncio

en El Pueblo Vasco

Nació en San Sebastián el 28 de septiembre de 1872, aunque pasó la mayor parte de su vida en Madrid. Descendiente de impresores, se de-cantó por la medicina e incluso llegó a ejercer un tiempo en Cestona (Guipuzcoa). No tardó en descubrir su vocación de escritor, y ya en 1900 publicó su primera obra titulada Vidas sombrías. Entre sus escritos más conocidos se encuen-tran El árbol de la ciencia, Las inquietudes de Shanti Andia y Zalacain el aventurero.

Pío Baroja y Nessi

El escritor El pintor El antropólogo El documentalista

La habitación de Julio Caro Baroja , con su biblioteca personal al fondo en la que guardó sus obras favoritas a las que dedicaba mayor estudio.

diciembre2009

Page 8: En Cultura

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pasaron por Navarra en el año 2008 y su procedencia sorprende por la lejanía: Corea, Japón, Ma-lasia, Trinidad y Tobago, Finlandia, Sudáfrica…

45.311PEREGRINOS

ENTRE OBISPO Y CABALLEROEl escudo de la Colegiata de Roncesva-lles tiene una cruz con el extremo supe-rior en forma de báculo y la punta inferior afi lada en forma de espada. El báculo signifi ca que el Prior de Roncesvalles tuvo dignidad de Obispo y la espada, que podía defender sus derechos y dominios con la fuerza de las armas.

Jesús Idoate (67) Prior de Roncesvalles

El prior de la diócesis de Ron-cesvalles asegura que “muchos de los peregrinos que deciden hacer el Camino van buscando silencio para encontrarse a sí mismos”.

“EL PEREGRINO BUSCA ENCONTRARSE A SÍ MISMO”

LOS OTROS

“Los Baroja siempre hemos dicho lo que pensa-mos”, afi rmó Pío Caro Baroja cuando se cum-plió el 50 aniversario de la muerte de su tío. La clave no estaba sólo en decir lo que pensaban, sino en que pensaban mucho y sobre muchos tipos de asuntos. Además de la literatura culti-vada por don Pío, las aportaciones del resto de la familia a la historia, a la etnografía o al cine, forman parte de un legado artístico considerado como una de las principales joyas culturales del patrimonio navarro.

El primer eslabón de esta herencia fue Ri-cardo Baroja, hermano del maestro literato. En la década de 1890 demostró su talento ilustran-do los primeros libros de don Pío, como La Bus-ca, novela publicada en 1904. Su privilegiada posición dentro de los círculos culturales de la época le llevó a frecuentar las tertulias del Café Levante o el Café Varela, donde coincidió con autores como Valle-Inclán o los hermanos Ma-chado. De esas tertulias dejó constancia en un libro que escribió y que se titula Gente del 98.

El valor de sus grabados ha hecho que los expertos en la materia bautizaran a Ricardo como “el sucesor de Goya”. Diecinueve de ellos se conservan en la última planta de Itzea, donde está la biblioteca, extendidos sobre una mesa de madera situada en medio de una de las tres estancias del ático. Son miles los libros que ro-dean esta sala (cerca de 45.000), convirtiéndose casi en la fortaleza que protege las estampas en blanco y negro fi rmadas por Ricardo: retratos,

imágenes urbanas y paisajes. Ahí, escoltados por tal maraña de libros, parecen observar aten-tamente toda la cultura que les rodea.

Pero la saga de artistas de la familia no aca-ba ahí. A pesar de haber pasado la mayor parte de su vida en la casa, la hermana de Pío y Ri-cardo, Carmen Baroja, realizó aportaciones de igual o incluso mayor importancia al legado fa-miliar. “Las obras de Ricardo, a pesar de haber sido Premio Nacional de la Academia, no están al nivel de las de Don Pío. La única obra que se podría comparar sería la de su hermana Car-men: Recuerdos de una mujer de la Generación del 98”, afi rma el periodista Fernando Pérez Ollo. Estas memorias permanecieron inéditas durante más de medio siglo, hasta que la inves-tigadora Amparo Hurtado dio con ellas tras leer algunas palabras del hijo de Carmen, Julio, en referencia a unos documentos escritos por su madre muchos años atrás.

Además de esta obra y de algunos títulos de relatos infantiles, Carmen, que se escondía en sus primeros trabajos tras el sobrenombre de “Vera de Alzate”, se dedicó a restaurar gran parte de la casa. Todos los rincones conservan su esencia. Decoró repisas, pianos y otros ele-mentos que formaban parte del mobiliario con algunos de sus coloreados esmaltes de estilo bizantino, con los que llegó a ganar concursos a nivel nacional. Restauró muebles y añadió al-gunas tallas de cuero realizadas por ella. Todo ello con el objetivo de que no se descuidara lo

La luz está apagada la mayor parte del tiempo;

evitar incendios es una obsesión

Odiado por unos y adorado por otros, se ganó tanto el califi cativo de “ogro vascongado” como el de “oso vascongado”. Huraño y entrañable a un tiempo, no le faltaron detractores. Incluso Francisco Umbral llegó a afi rmar pocos años antes de morir: “Baroja ahora me gusta más, pero escribía fatal”. Sin embargo, las Aventu-ras, inventos y mixtifi caciones de Silvestre Pa-radox escrito por Pío, y que inspiró los trabajos de autores como Pedro Lozano Bartolozzi, es considerado como la obra de un genio que ha inspirado a otros tantos literatos actuales.

La joya de la coronaYa en el tercer piso las afi rmaciones se hacen certezas. La biblioteca de los Baroja, donde se apilan las primeras ediciones de libros de Filolo-gía y de Historia, tanto en francés como en cas-tellano, es testimonio de la pasión de la familia por la literatura. Junto a esta sala se encuentra la habitación de Julio Caro Baroja. Una manta de pelo blanco cubre una cama pequeña, como si el cuerpo que acogió hubiese mermado con el tiempo. Sobre un secreter, un cuaderno, un abrecartas y decenas de papeles. El dormitorio se divide en dos estancias, separadas por el um-bral de una puerta inexistente que da paso a la biblioteca privada que cultivó con mimo el so-brino de Pío Baroja. “Era celoso de su espacio y su biblioteca personal era privadísima”, afi rma

Pérez Ollo mientras ojea un ejemplar elegido al azar que sujeta con mimo. La pasión que Julio profesaba por la Antropología se refl eja en los libros rojos y verdes dedicados al estudio del hombre que albergan las baldas. Los de color rojo están escritos en latín y los restantes, como La Odisea, en su idioma original. También hay ejemplares vinculados a Italia, como Usi e cos-tumi di Napoli (Usos y costumbres de Nápoles), resultado de la admiración que Julio sentía por el país transalpino. Admiración que surgió en parte por tener un progenitor (Rafael Caro Ra-ggio) descendiente de italianos. “Al fi nal de su vida Julio fue un loco de Italia. Iba y traía mu-chos libros”, confi rma el periodista saliendo ya de la estancia.

En esa misma habitación Julio Caro Baroja guarda obras de los propios Baroja como Zala-caín. En este libro escrito por Pío en 1909 (tres años antes de comprar Itzea) el autor hablaba, como si de una premonición se tratase, de la casa de Ohando, de los escudos que presidían la fachada y en los que se acertaban a ver “dos lo-bos rampantes”. Al igual que en la de Ohando, un arroyo rodea Itzea y unos lobos son protago-nistas de su escudo.

Los visitantes prosiguen su recorrido en-cendiendo nuevas luces a su paso. Éstas per-manecen apagadas la mayor parte del tiempo; evitar incendios se ha convertido ya en una

obsesión. El ático, al contrario que el resto de las estancias, carece de ventanales y perma-nece en penumbra. En él se esconden nuevas joyas literarias. Un gran bloque de Teología y Filosofía ocupa más de la mitad de la sala. “Pío aseguraba haber leído más Teología que la ma-yor parte de curas”, bromea el periodista. En el centro de la estancia hay un belén enorme, com-pletado con fi guras recolectadas por la familia en numerosos viajes. “Pío era agnóstico, lo que no signifi ca que no tuviese un fondo religioso”, confi rma Pérez Ollo.

Lo mismo opina de su sobrino Julio: “Lo ví santiguarse cientos de veces, no se perdía ni un entierro de gente del pueblo”. También hay libros de Freud, aunque Pío asegurase discrepar con sus ideas, y de los dos pensadores que más infl uyeron sobre él: Nietzsche y Schopenhauer. Consideraba al último un verdadero fi lósofo, mientras que al primero, un buen escritor. Ade-más del agnosticismo manifi esto del literato, el anarquismo se constituía como segundo pilar fundamental de su pensamiento. “Estaba en contra del Estado fuese quien fuese éste”, con-tinúa el experto.

En el estante central se amontonan las pri-meras ediciones de textos de Voltaire cerca de uno de los rincones más enigmáticos de la casa: la colección de libros de magia que poseían Pío y Julio Caro. Ahí se pueden encontrar obras

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Baroja

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encultura 9

LAS RAMITAS DE LA BUENAVENTURACuando las hogueras de San Juan se apa-gan el 23 de junio, los habitantes de Bur-guete cuelgan ramitas de arbusto en las puerta. Intentan mantenerlas frescas todo el año para que la buenaventura acompañe a la familia.

UN PUEBLO DE CONCURSOLa simetría, el cuidado del aspecto y su imagen le han dado a Espinal varios premios.

En el frontón de Leku Ona se celebra-ba el Bost-kirol, en el que dos equi-pos que se enfrentan en las cinco modalidades de pelota.

ESPINALBURGUETE MEZKIRITZ

Los motivos marítimos son una constante en los cuadros que adornan las

paredes

De izquierda aderecha:1. La familia Baroja posa en el jardín de la casa de Itzea.2. Parte de la biblio-teca de la familia situdada en la cuarta planta de Itzea.3. Retrato de Pío Caro Baroja, el único familiar vivo, al lado de una de las cáma-ras que utilizó en sus documentales.4.La escalera que conduce a la primera planta plagada de cuadros, entre ellos, un retrato de Ricardo Caro Baroja.

que había sido para todos los miembros de la familia mucho más que un hogar. Gracias a esta labor hoy se puede disfrutar todavía de esta joya cultural navarra.

Carmen trasladó este amor por el arte a sus hijos, Julio y Pío, fruto del matrimonio con Ra-fael Caro Raggio. El primero, Julio Caro Baroja, se centró en la etnografía y realizó sus primeros escritos en su juventud, con tan sólo 15 años. Mostró especial interés por las minorías étnicas, tal y como se aprecia en su libro Estudios sa-harianos, uno de los documentos más valiosos acerca ese territorio, bajo el dominio de España por aquella época.

El segundo, Pío Caro Baroja, se decantó por el cine y los documentales, trasladándose a México para rodar sus primeros trabajos. Desde allí se dedicó a seguir cultivando el arte en sus nuevas expresiones, sin perder nunca la esen-cia familiar. Tras el fallecimiento de su tío, ha aportado una obra clave: Un abuelo fantástico, vida y obra de Serafín Baroja. Este trabajo, editado por la editorial que posee la familia, no solo describe la fi gura del patriarca de los Ba-roja, sino que con ella acerca los secretos de los comienzos de un clan que ha dedicado toda una vida a la cultura.

La obra sobre su abuelo se publicó en la edi-torial que Rafael Caro Raggio, casado con Car-men Baroja Nessi, había fundado en 1917 “Ca-ro-Raggio”, con la que comenzó a publicar las obras de su cuñado Pío Baroja Nessi. Muy atrás

quedaba ya la época en la que los hermanos de Carmen amasaban el popular “pan de Viena” en una pastelería madrileña que recibieron en herencia de su tía, doña Juana Nessi. Desde el primer momento quedó claro que el universo panadero no atrajo ni a don Pío ni a Ricardo, que ya entonces soñaban con las historias que plasmarían en libros y cuadros años más tarde.

En el número 34 de la calle Mendizábal de la capital española, Raggio llegó a imprimir obras como Momentum Catastrophicum por apenas peseta y media o Las Inquietudes de Shanti Andía por doce. Otras obras familiares están recogidas en la “Colección Itzea”. Entre ellas se encuentra Los Baroja, escrita por Julio Caro, un título considerado por muchos como una de las grandes obras de memorias de los últimos cuarenta años. En ella repasa la historia de la familia y de la sociedad de la primera mitad del siglo XX. Además, entre sus guardas fi guran cerca de trescientos títulos, porque además de editar a cualquier miembro de la familia, ha pu-blicado las obras completas de Azorín y va ya por la cuarta edición de El Fuego, la novela de Enrique Barbusse traducida del francés.

Julio Caro recordaba cómo era frecuente ver a algunos de sus aprendices de la imprenta pegar patadas a una pelota de papel en mitad de la calle de Mendizábal, mientras Pío escribía o Ricardo entintaba una plancha de cobre antes de ponerla en el tórculo. Pío Caro aún recuerda el ruido de las Minerva de día y de noche como

un arrullo lejano que se expandía por toda la casa. Todas estas situaciones ocurrieron en los primeros años de vida de este proyecto empre-sarial de los Baroja. Pero pronto algo truncaría el futuro de la editorial.

Su fundador Rafael Caro Raggio murió de-rrotado en 1943 y la imprenta fue bombardeada durante la Guerra Civil, lo que frenó el proyecto editorial de los Baroja. Lo frenó, pero no logró fi nalizar la aventura de la familia, que consi-guió recuperar lo poco que quedaba y levantar de nuevo una editorial que serviría para publi-car libros de cualquier miembro de la extensa familia.

“De la vieja editorial sólo quedaba un re-loj de pared, un cenicero de cristal y un par de engranajes de lo que fue una fl amante impre-sora. Sin embargo sobrevivía algo mucho más importante que todo lo anterior: el esfuerzo, la obra de tres hombres. Y con las portadas de los grabados de Ricardo Baroja, los textos y las novelas de Pío Baroja y la viñeta del Erasmo de Holbein, que se convirtió en el símbolo de la vieja editorial de mi padre, comencé la serie conmemorativa del centenario del nacimiento de Pío Baroja, en 1972”, describía Pío Caro en 1987, quince años después de ver lo que había quedado del edifi cio. Hoy, más de medio siglo después de su fundación, la editorial vuelve a gozar de un futuro despejado en el que se conti-núan publicando ediciones de los libros de esta ilustre estirpe.

libros hacen que esta biblioteca sea una de

las más importantes de Navarra

45.000

exclusivas de Pedro Ciruelo que inspiraron al antropólogo para escribir títulos importantes como Brujería vasca en 1985 y Las brujas y su mundo, doce años después. En el lomo de las cubiertas acartonadas se leen los títulos que, con buen pulso y tinta, escribieron, en ocasio-nes, las manos de muchos de los miembros de la familia Baroja.

Infl uencia de Itzea en las obrasEl infl ujo que Itzea tuvo en todos y cada uno de los miembros de esta familia artística llegó hasta las líneas de sus libros y hasta los trazos de sus pinturas. Además, no hay que olvidar el impacto que tuvo en Pío Baroja otra casa, la de su abuela doña Cesárea en San Sebastián, don-de pasó largas temporadas. Desde la ventana del salón de “la casa de la amona”, empapelado en verde, veía cómo los barcos de vapor partían ha-cia un destino que el joven Pío imaginaba lleno de aventuras. Andanzas soñadas que años más tarde el escritor plasmaría en una de sus obras más importantes, Las inquietudes de Shanti An-dia. En este libro incluyó un capítulo titulado “La casa de mi abuela”, en el que retrató con fi delidad el ‘cuarto verde’ en el que una brújula, un sofá y varios daguerrotipos formaban parte de las pertenencias del personaje fi cticio de la tía Úrsula. La habitación fue trasladada unos años más tarde desde San Sebastián hasta Itzea,

donde todos los objetos fueron redistribuidos.Hoy, en el nuevo ‘cuarto verde’, pasado y

presente conviven plasmados en un Ipod que deleita los oídos de los huéspedes de la casa, mientras el envejecido piano Broadwood des-cansa sin partituras sobre el atril en la misma sala. Los motivos marítimos son una constante en los cuadros que adornan las paredes. Gran-des navíos señoriales con sus velas desplega-das cuelgan de los techos o se posan sobre los muebles. Pío Baroja recurría al mar una y otra vez en sus novelas, como si sólo los recuerdos de su niñez hubiesen constituido su imaginario novelesco. Lo demostró en Naufragio de Stella Maris, del libro Las inquietudes, donde llegó a afi rmar: “Las olas batían allí abajo haciendo es-tremecerse el monte, la niebla iba ocultándolo todo y el mar se divisaba a ratos”.

Además, un violonchelo propiedad del pa-triarca familiar, Serafín Baroja, reposa asimis-mo en una esquina del cuarto tras haber viajado con su dueño desde las minas de Río Tinto hasta San Sebastián, donde todos los años tocaba en la Salve.

En Itzea no quedan huecos, y si por fortu-na se descubre alguna viga, pared o encimera vacía, es rápidamente cubierta con objetos in-sospechados. Como los dos muñecos chinos de la segunda planta, encerrados en un cristal con el que parecen protegerse del paso del tiempo.

Al parecer, fueron estas fi guritas, las que inspi-raron los personajes chinos que en Las inquie-tudes cobran protagonismo en el discurrir de un viaje por el Pacífi co.

La misma sala alberga otro elemento que obsesionaba a Julio Caro Baroja era la caja de música de su tío. Son varias las canciones que suenan, alrededor de doce piezas distintas. En-tre ellas El Carnaval de Venecia, de especial importancia para Julio, un enamorado de Italia. De ahí que trajera a la casa multitud de tex-tos originales del país transalpino, como Usos y costumbres de Nápoles. Al abrirla, la sala se llena de un sonido metálico y lento, del color de las diferentes notas de una música que ha unido a varias generaciones que han pasado durante todo el siglo XX por Itzea, la casa familiar de Bera.

La verja de hierro forjado de la puerta del jardín chirría. La humedad del arroyo que lo rodea se siente de nuevo y al otro lado de éste se adivina, como símbolo de la cultura vasca, un monumento en forma de lauburu (cuatro cabezas), un obsequio que el escultor navarro Jorge Oteiza regaló a Pío Baroja. Las visitas atraviesan el frondosos jardín y abandonan la casona. La verja que separa a Itzea del mundo real vuelve a cerrarse, protegiendo para siempre este lugar que parece haber quedado suspendido en el tiempo. ec

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VISCARRET LINTZOAIN

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Ana Garrido (30) Peregrina malagueña

“Soy de Málaga y siempre había querido hacer el Camino, pero hasta este año no había tenido tiempo. Ahora que me he queda-do en paro y puedo hacerlo, tengo que aprovechar”.

PUNTO Y SEGUIDO EN SU VIDACASAS DEL SIGLO XVIII

Grabado en las piedras del marco de la puerta de sus viviendas o con un simple le-trero a su lado, los habitantes de Viscarret dejan plasmada la antigüedad de las 45 ca-sas del pueblo, que datan del siglo XVIII.

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El cine navarro vive encerrado en una paradoja. Se ruedan películas, crece el número de profesionales, surgen iniciativas institucionales... Sin embargo, no se puede hablar de una industria cinematográfi ca propia.

LUCESY S

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CINE

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ERRO 18,20 731 AGORRETA

LOS CONSTRUCTORES IMPORTANLa historia del pueblo se escribe en las fa-chadas de las casas, por eso aparecen nom-brados en las placas que hay justo encima de la entrada de numerosas viviendas.

IRENE PUDLANE (34) PEREGRINA FINLANDESA

“Llevo dos años viniendo desde Finlandia para recorrer el Camino. Las dos veces he salido de Roncesvalles y he llegado a Santiago. Siempre llego”, dice. La palabra “retirada” no entra en su vocabulario.

EL CAMINO, POR SEGUNDA VEZ

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Maitena Muruzábal. Productora y directora de cine.

N avarra es una tierra de con-trastes: las áridas tierras de las Bardenas se contraponen a los verdes montes septentrionales; la modernidad arquitectónica de

edificios como el Baluarte convive con la se-renidad y fortaleza de los castillos e iglesias medievales; la espontaneidad de los habitan-tes de la Ribera contrasta con la callada pru-dencia pirenaica. Esta dicotomía, que afecta a la esencia de sus tierras y sus gentes, se mani-fiesta también en el séptimo arte.

Ocho profesionales de este ámbito han compartido con encultura sus inquietudes, esperanzas, miedos y conocimientos acerca de esta singular expresión artística. El cine en Navarra es un terreno con luces y sombras, dependiendo de los ojos a través de los que se mire. ¿Existe el “cine navarro”? ¿Tiene un peso específico en el panorama nacional? La respuesta no parece sencilla. Su búsqueda está llena de paradojas.

El acceso de los cineastas navarros a los medios de producción comenzó en la Transi-ción con figuras como Montxo Armendáriz, Ana Díez o Paco Avizanda. En la base de da-tos del Instituto Navarro de las Artes Audio-visuales y Cinematográficas (INAAC) están registrados 33 directores, 17 productores y 25 guionistas entre el centenar de profesionales del sector. Datos que nada tienen que envi-diar a los de otras comunidades autónomas con mucho más “peso”. Por ejemplo, Cata-luña, con siete millones de habitantes, tiene censados 33 directores, 9 productores y 31 guionistas. Pero estos números no permiten afirmar la existencia de un cine navarro pro-piamente dicho.

“No existe el cine navarro, sino navarros que hacen cine”. Esta es la frase que más se repite entre aquellos que, en la Comunidad foral, se mueven en este mundo. Juan Zapater López, crítico cinematográfico de Diario de Noticias, habla de cine hecho por navarros o en Navarra: “En este sentido, sí hay una serie de personas que en los últimos años han ejer-cido la profesión con mayor o menor fortuna. Pero entre ellos no se aprecian característi-cas, géneros o temas comunes, aunque, lógi-camente, la morfología territorial condiciona un tipo de relatos”, expone. “Hay un universo común en algunos cineastas que tratan te-mas vinculados al pasado reciente, al espacio

geográfico o al mundo rural. Pero, aunque se puedan percibir ciertas querencias dadas por el contexto, no creo que existan suficientes propuestas a lo largo del tiempo que permitan hablar de cine navarro”.

Ese contexto, la variedad paisajística ha convertido a Navarra en un inmenso plató de 10.000 kilómetros cuadrados. Desde Currito de la cruz, rodada en 1925, a The Way, en oc-tubre de 2009, se han rodado en Navarra 96 largometrajes nacionales e internacionales. Este año ha acogido tres producciones (ade-más de The Way, Lodo, Beautiful), la mitad que en 2008. En una coyuntura de crisis como la actual, rodar fuera de los centros de poder incrementa los gastos, por lo que sólo se hace cuando, argumentalmente, el espacio geográ-fico es decisivo para la trama.

La puesta en marcha del INAACA pesar de las dificultades, las instituciones navarras no bajan los brazos y se mantie-nen alerta para potenciar que los paisajes y escenarios autóctonos se conviertan en em-plazamientos para las producciones. Se cal-cula que, aproximadamente, el 30% del pre-supuesto de una película se gasta en el lugar donde se rueda.

El INAAC es una fundación que nació en febrero de 2009 como eje centralizador de la industria cinematográfica. La primera deci-sión del Instituto fue la creación de Navarra Film Commision (navarrafi lm.com), un orga-nismo cuyo único fin es fomentar y gestionar todo lo relacionado con los rodajes cinema-tográficos en Navarra. La Film Commision, además, colabora con las productoras para facilitarles los trámites, permisos e informa-ción necesarios. “Somos como una asesoría de coste cero”, explica Koldo Lasa Aristu, su presidente.

El Instituto tiene prevista para 2011 la puesta en marcha de otro ambicioso proyec-to: la filmoteca de Navarra. Un lugar donde se conserve, estudie, investigue y restaure el patrimonio cultural cinematográfico. Es de-cir, todo el cine rodado por directores nava-rros, con independencia del lugar escogido, además de lo rodado en Navarra o cuyo tema sea Navarra. Estas iniciativas demuestran el creciente interés de las instituciones por este campo de la creación artística que, a la vez, constituye una importante fuente de riqueza,

tanto económica como de promoción del te-rritorio.

La valoración que hace Lasa de los pri-meros meses de funcionamiento del INAAC es positiva: “Siempre cuesta arrancar. Nues-tro primer objetivo era hacernos visibles en la sociedad para dar a conocer nuestros plantea-mientos y funciones. Creemos que se está lo-grando”. Los profesionales navarros también consideran la puesta en marcha del Instituto como un acierto. Puy Oria Rubio, productora de los largometrajes de Montxo Armendáriz, considera que esta iniciativa “abre un proce-so muy enriquecedor de conocimiento y or-denación del sector para valorar sus insufi-ciencias, posibilidades y necesidades”. Por su parte, Maitena Muruzábal Ollo, productora y directora, asegura que el INAAC es “un gran paso adelante, una señal de que las institucio-nes quieren hacer algo por el cine”.

Muruzábal ha conseguido algo complica-do: dedicarse al cine viviendo en una ciudad sin tradición cinematográfica. Sin embargo, debe compaginarlo con otras ocupaciones, ya que Navarra carece de una industria propia-mente dicha, lo que no favorece el desarrollo de proyectos. “Muchos de los rodajes traen

sus propios equipos, tanto técnicos como hu-manos. Sólo buscan aquí personas para traba-jos poco cualificados, sobre todo auxiliares”, dice. Una de las causas que explica el escaso desarrollo de la industria cinematográfica en Navarra, además del tamaño, es la ausencia de una televisión autonómica potente. “La in-dustria audiovisual al completo es subsidiaria de la televisión y aquí falta esa cabeza que tire del resto de los vagones”, asegura Lasa.

Estas carencias provocan una fuga de ta-lentos hacia los principales centros de pro-ducción. Madrid y Barcelona acogen a todos aquellos que desean formarse en los aspec-tos más técnicos o especializarse en perfiles como la dirección, producción o escritura cinematográfica. Las opciones de formación que la Comunidad foral ofrece se reducen al ámbito universitario.

Alejandro Pardo Fernández, doctor en Comunicación por la Universidad de Navarra y profesor de Producción de Cine y Televi-sión, está en contacto permanente con esta realidad: “Muchos profesionales navarros se han distinguido por su formación autodidac-ta y su intuición. Sin embargo, poco a poco van cuajando estructuras que permitirán que el número de talentos sea mayor”. En la li-cenciatura de Comunicación Audiovisual se ponen las bases para enfrentarse a las tareas de dirección, producción o escritura de fic-ción audiovisual. No obstante, los estudios más específicos son necesarios. Por eso, mu-chos alumnos se inclinan por un posgrado en Estados Unidos, Inglaterra u otras ciudades españolas.

En su opinión, el enemigo que habría que derrotar en este campo es el localismo. “Cuando se diseñan las políticas educativas o de formación hay que huir de esta tendencia. Lo que debería procurar el poder público es que los talentos locales se formen lo mejor posible donde sea. Esa debe ser la directriz. No merece la pena invertir mucho dinero en crear una escuela de cine aquí, puesto que no hay mercado ni demanda y tampoco una gran cultura cinematográfica”.

Nacho Manubens Guarch, productor y di-rector, comparte esta visión. Considera que hace falta acercar el cine al lenguaje de los jó-venes. “Creo que cada vez se consume menos cine entre los universitarios. Me da la sensa-

El pasado mes de febrero nació el Instituto Navarro de las Artes Audiovisuales como motor de la industria cinematográfi ca

Con 620.000 habitantes Navarra cuenta con 75 salas de cine, lo que le convierte en la segunda comunidad en pantallas por persona

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encultura13 URDÁNIZ

Laura Luna (53) Peregrina cubana

“La tranquilidad que tenía en Cuba la perdí al irme a Estados Unidos. El estrés de mi vida allí me hizo desear un poco de silencio y tranquilidad que sólo pude encontrar en el Camino de San-tiago”.

“EN EL CAMINO PUEDO HUIR DEL ESTRÉS”UN PUENTE MILAGROSO

Alrededor del gran pilar central sobre el que se sostiene el milagrense puente de la Rabia sobre el río Arga, la tradición dice que los habitantes de Zubiri pasaban con los animales para que quedasen pro-tegidos.

ZUBIRI

diciembre2009 eeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeennnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnncccccccccccccccccccccccccccccccccccccccccccccccccccccccuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuultura1

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RÉS”

Puy Oria. Productora.

ción de que hay otros lenguajes que ahora son más cercanos, como el de los videojuegos o el de internet”.

Consumo de cineA pesar de esta aparente falta de interés de la juventud por el cine, Navarra se sitúa a la ca-beza de ciudades españolas según el número de pantallas por habitante. Las comunidades con mayor densidad de salas son La Rioja, Navarra y País Vasco, con 146, 107 y 103 pantallas por millón de habitantes, respecti-vamente, según el último informe de la Aso-ciación de Investigación de Medios de Comu-nicación (AIMC). Con 620.000 habitantes, el número de salas de cine es de 75, según los últimos datos del Ministerio de Cultura.

2008 fue el año de la cuarta entrega de In-diana Jones, la película más vista en Navarra. Ese año, la recaudación de las salas navarras ascendió a 8,5 millones de euros; cifra que supone un 1,37% del total español. Respec-to al número de personas que acudieron al cine, Navarra representa un 1,41% del total. Es decir, de los 620 millones de espectado-res del país, millón y medio eran navarros. Estas cifras son inferiores a las de otras épo-cas, algo que, en opinión de Alberto Cañada Juste, gerente de los cines Saide, se debe a la multiplicación de las opciones de ocio. “Lo que más me apena es que el cine haya sido expulsado del centro de las ciudades a los centros comerciales, puesto que siempre han contribuido al enriquecimiento cultural de la ciudad”, afirma.

Cuando habla de espectadores, Cañada siempre distingue los conceptos de cantidad y la calidad. Juan Zapater también: “Muchas

personas van al cine porque no tienen nada mejor que hacer. Hacen taquilla, pero se trata de personas con poco poso cinematográfico”. “La gente —sigue el crítico— ve lo que tie-ne éxito, no hay un discurso crítico. Hay más salas pero menos películas, porque se repiten. Esto va en detrimento de que tengamos acce-so a otro tipo de largometrajes. La culpa no es de la ciudad, sino del sistema. Hasta hace no mucho, Pamplona era una capital de primera división, ya que teníamos acceso a una gran variedad de películas. En los últimos tiempos, con la uniformización del mercado, cada vez se encuentran menos títulos singulares”.

La principal responsable de la entrada de estos títulos en los cines españoles es una empresa navarra: Golem, con su sección de distribución. “Probablemente, lo más im-portante que ha pasado en el sector cinema-tográfico navarro es la aportación de Golem al nivel estatal, ya que ha propiciado el es-treno de cientos de obras fundamentales para el cine contemporáneo”, explica Zapater. En este sentido, Golem trabaja para un mercado bastante específico en las grandes ciudades. Hace un decenio se proyectaban películas de sesgo independiente que, en Pamplona, te-nían un público que oscilaba entre los 800 y los 4.000 espectadores. “Ahora esto no pasa; las películas o dan mucho dinero o no va casi nadie a verlas. Esto ha mermado la presencia de ese tipo de cine”, concluye Zapater.

Creación, distribución y exhibición con-forman un mundo complejo. Los mismos pro-fesionales tienen dudas acerca de la situación del cine en Navarra. A tenor de lo expresado por ellos, hay dos ideas que parecen claras: el cine navarro no tiene entidad propia, pero le espera un futuro prometedor.

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encultura14LARRASOAÑA 34 721,8

hay a lo largo de los 143 kilómetros del Camino que recorren Navarra. La cuarta etapa, de Puente la Reina a Estella, es la que más albergues tiene, nueve.

41ALBERGUES

ZURIAIN ANTXORIZ

Boni Cáceres (28) y Marta Fernández (31)

El trabajo les impedirá terminar el viaje, pero volverán a intentarlo. No quieren dejar a medias la oportunidad de cono-cer la cultura que existe alrededor del Camino.

VOLVERÁN A INTENTARLO

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Para Juan Zapater, el gusto particular, “e incluso el mal gusto”, es privativo de cada persona. Por eso, su objetivo al hacer crítica cinematográfi ca no es convencer al lector de la belleza de una determinada película, sino entrar en diálogo con el texto fílmico y abrir nuevas vías de refl exión. “Echo de menos el espíritu crítico del público; se consume lo que los medios nos imponen”, afi rma.

Entre estas “imposiciones” de las que habla Zapater, suenan algunos nombres na-varros como el de Montxo Armendáriz o Félix Viscarret; sin embargo, la nómina de directores forales es más extensa. “Dentro del panorama nacional no estamos nada mal representados y lo estaremos mejor. Con el tiempo, veremos con más normalidad pro-puestas de cineastas de aquí”, asegura este crítico.

En el ámbito de la exhibición, el número de salas de cine en Navarra ha aumentado; sin embargo, el de películas disminuye, ya que se repiten, lo que va en detrimento del acceso a obras de sesgo independiente. Za-pater lo tiene claro: “Pamplona ya no es una capital de primera división”. “Hay mucha gente que va al cine pero no crea poso; van porque no tienen otra cosa que hacer. Consi-dero que una de las causas de la afi ción ci-nematográfi ca en Pamplona es que se trata de una ciudad muy aburrida, con muy poca oferta de ocio, sobre todo para los jóvenes”, asegura.

El séptimo arte es el más popular de todos, “por lo que cualquier mentecato se aventura a opinar acerca de una película. Esto está bien, siempre que no pretendan sentar cátedra”, expone Zapater. La educa-ción audiovisual es importante y es algo que sólo uno mismo puede proporcionarse. La labor de un crítico, tal como él la entiende, consiste en leer más allá de lo aparente para encontrar los matices de cada propuesta. De ahí que las cualidades más importantes en esta profesión sean el compromiso y la pasión: “Si uno no tiene un mínimo de pa-sión por el tema, su opinión no vale nada. Además, es necesaria la sensibilidad hacia el hecho cinematográfi co, así como otras ca-racterísticas que cada crítico aplica en mayor o menor medida: formación, ecuanimidad, honestidad, distancia, criterio o coherencia”. Este es el motivo por el que Zapater intenta hacer críticas de producciones que interesen al público y que, además, le gusten. “Car-gándote una película, no ganas nada”.

Opinan casi todos

EL CINE NAVARRO EL CINE NAVARRO VISTO POR SUS EXPERTOSVISTO POR SUS EXPERTOS

Koldo Lasa. Director de INAAC.Juan Zapater. Crítico de cine.Nacho Manubens. Productor y director.

La ofi cina de Juan Zapater se encuen-tra enfrente de la Catedral. “Las cam-panas me llaman mucho la atención. Vistas de cerca impresionan, por eso serían un elemento que incluiría en una película”.

Se formó como periodista, pero se especia-lizó pronto en medios audiovisuales. Con la puesta en marcha del Inaac, Koldo Lasa Aristu abandonó su trabajo en una producto-ra para llevar las riendas de la fundación.

“Con una andadura de apenas ocho me-ses, el balance sobre el INAAC es positivo, teniendo en cuenta que hubo que crear algo desde cero”, explica Lasa. El primer objeti-vo del Instituto fue dar a conocer al público sus objetivos y funciones. Lo primero que se hizo fue lanzar la web navarrafi lm.com, en la que se incluye una base de datos lo más completa posible de profesionales y empre-sas que trabajan en Navarra, para promocio-nar la región y el espacio geográfi co de la Comunidad foral como un lugar de rodajes.

Las Bardenas Reales y Pamplona son los escenarios más explotados por los equipos de rodaje. “Las Bardenas, al tratarse de una reserva de la biosfera, son un sitio delica-do. Cuando algun director quiere utilizarlas como plató se hacen estudios de la fl ora y la fauna del entorno para analizar las condicio-nes en las que se podría grabar”.

Además, el INAAC colabora con las productoras navarras y foráneas para facili-tarles los trámites, permisos e información necesarios. “En el fondo somos una asesoría con coste cero”, aclara Lasa con una sonri-sa. “Un equipo quería rodar en San Donato. Cuando fuimos a fotografi ar el entorno, la nevada nos impidió llegar hasta la cima así que buscamos fotos sacadas desde un heli-cóptero para enviárselas a tiempo”.

Para Koldo Lasa, la cantera de cineastas navarros es algo que hay que mimar y cui-dar, porque está llena de grandes talentos. “La gente del cine, en general, somos Quijo-tes. Es difícl vivir de esto en Navarra”. Pero, como muchos otros profesionales, no cree que se pueda hablar de “una industria del cine navarro. Hay profesionales navarros, eso es todo”. “Por supuesto que hay em-presas interesantes en Navarra relacionadas con lo audiovisual, que además subsisten y trabajan”, aclara Lasa. En su opinión, es el propio sector el que debe averiguar cuáles son sus debilidades y fortalezas para poder crecer y seguir adelante.

Mimar la cantera

Las murallas del casco antiguo y el Rincón del Caballo Blanco son los lu-gares donde a Koldo Lasa le gustaría producir un fi lm. “Su belleza e interés histórico los convierten en un gran escenario”.

Créditos y créditosProducción y cine, en general, se hallan ín-timamente ligados. Examinar la situación, valorar la evolución de la demanda del pú-blico, tener en consideración las nuevas tecnologías o plantear pautas fi nancieras al-ternativas son parte del ideario de Puy Oria. Una serie de pistas para que los productores puedan continuar disfrutando de la produc-ción audiovisual.

La propuesta de Elías Querejeta para colaborar en el desarrollo de la película Las Cartas de Alou, de Montxo Armendáriz, abrió las puertas a Puy Oria en la profesión. Su labor consistió en recoger testimonios y grabaciones en los diferentes asentamientos de emigrantes y, más adelante, participar como regidora y responsable de la contrata-ción de aquellos que participaron en la pro-ducción.

Esta oriunda de Torres del Río reconoce que no podría vivir sin su trabajo. “Lo que más me gusta es la variedad de facetas pro-fesionales que te obliga a desarrollar, las po-sibilidades creativas que te ofrece y la can-tidad de viajes y gente que puedes llegar a conocer”, afi rma.

Un problema común es el trato con los inversores: “El sector audiovisual funciona con créditos bancarios, inversión privada, coproducción y venta de nuestros produc-tos a nivel internacional. Ninguno de estos aspectos se presenta fácil en estos momen-tos”.

Oria considera que el punto de partida a tener en cuenta es saber qué supone para una comunidad un proyecto audiovisual, el apo-yo a la formación de nuevos creadores, dis-poner de un archivo fílmico o estar actuali-zado en el terreno de las nuevas tecnologías. A partir de ahí, las administraciones pueden comenzar a plantearse las partidas y las con-trapartidas que pueden llegar a recibir.

En el ámbito educativo, queda mucho por hacer en la formación de futuros pro-ductores, productores ejecutivos y gerentes de la producción, y más aún cuando en estos momentos se está produciendo un profundo cambio en el modelo de negocio del sector audiovisual”.

Puy Oria ha tenido la suerte, como productora, de poder grabar en distintas localizaciones navarras. “No tengo ningún escenario favorito, cada zona tiene su encanto particular”.

Girls never call fue su primer largometraje y de momento último. Con él cosechó va-rios éxitos en festivales internacionales y entendió lo laborioso que es el cine. Tras ésta película, y desde Estados Unidos, donde estudiaba gracias a una beca del Gobierno de Navarra, dio vida junto a otros tres asocia-dos a la productora urockfi lms.com. Ahora, elabora contenidos audiovisuales para cine y multimedia.

A pesar de su juventud, Nacho Manu-bens advierte cambios respecto a sus años de estudiante: “Hoy se puede fi lmar a muy bajo coste porque las plataformas de distribución son gratuitas. Pero sólo puede vivir del cine quien goza de un gran talento y concibe fi l-mes con cierto matiz artístico, que a su vez llegan al público, o lo que es lo mismo, al mercado”.

El problema del mercado español y, por ende, del navarro es el modo de entender el cine. “El sistema se encuentra adulterado desde la raíz: los directores dependen de subvenciones y de que alguna de las televi-siones apueste por el proyecto y lo compre”. Otro problema, en su opinión, es que el pú-blico medio está falto de interés cultural. “El lenguaje de los jóvenes esta más en internet y en los videojuegos”, lamenta Manubens.

Sin embargo, se muestra esperanzado con el futuro, y cree intuir dos soluciones factibles al problema: “Hay que hacer pe-lículas muy locales que viajen muy bien, como por ejemplo las de Almodóvar o Mon-txo Armendáriz; o proyectos de mayor en-vergadura económica orientados al mercado internacional”.

De las 180 cintas producidas en 2008 en España, tan sólo se exhibieron en cartelera 70. La radiografía del negocio en España de-nuncia un sector saturado. Manubens indica que hay películas que no se estrenan porque se han cubierto gastos antes de la fecha pre-vista. “Este es el mal endémico: se hacen pe-lículas que nadie ve porque los productores muchas veces ya han obtenido benefi cios antes de que se estrenen”.

“Con esta espiral de picaresca no se ge-nera industria. El debate se encuentra vivo desde hace mucho, pero no se soluciona.”

Mejorar el lenguaje

A Nacho Manubens le gustaría rodar una escena en el camino de Vista-bella, detrás de La Taconera. “Sería una conversación entre dos personas, a las que la cámara acompañaría a lo largo del paseo”.

Nacho Manubens Juan Zapater Koldo Lasa Puy Oria

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encultura15ZABALDIKA

SAN ESTEBAN, EL MÁS VENERADOEn esta localidad, el peregrino podrá disfrutar de una acogedora iglesia del siglo XIV. Se levanta en honor a San Esteban, el santo más tributado en los monumentos de esta etapa.

Sophi Fillmore (20) Peregrina galesa

“Vengo de Gales y estoy haciendo el Camino con mis padres. Así puedo viajar, que es lo que más me gusta”.

“ES UNA OPORTUNIDAD PARA VIAJAR”

IROTZ

diciembre2009

Abrigó el deseo de dedicarse al cine en el es-treno en Pamplona de la primera entrega de La guerra de las galaxias, cuando el plano inicial, en el que el crucero estelar hace su aparición, hizo a muchos de los allí presen-tes agachar la cabeza. Era la década de los 70, los años de los blockbusters o éxitos de taquilla. Un período de gran atractivo en el séptimo arte.

Desde entonces y hasta hoy, Alejandro Pardo se dedica a explicar y desmenuzar los secretos de las películas y los entresijos del mercado del celuloide. Un negocio que en Navarra, asegura, no ha sido regular. “Pro-bablemente no se puede decir que haya cine navarro sino profesionales navarros que tra-bajan en la industria. La mayor parte se han labrado un camino a base de mucha forma-ción autodidacta e intuición”.

Si bien el balance del presente es posi-tivo, el futuro, como aclara Pardo, se intuye “más boyante y fructífero”, porque a las es-tructuras docentes y culturales ya existentes se suma la creación del INAAC, “que creará un caldo de cultivo para despertar el talento cinematográfi co en la gente que vive aquí”. “En todos los sitios en los que hay una ofi -cina de rodaje la actividad de cine se vuelve más regular y eso benefi cia a la ciudad, tanto en infraestructuras como en la creación de sinergias”, explica.

En relación con el sistema de ayudas, lo

tiene claro: “Las partidas deberían estar se-paradas para no perjudicar a quienes empie-zan”, razona Pardo, que opina que el apoyo para los nuevos talentos por parte del Go-bierno es esencial para lograr su desarrollo.

Para él, la nueva ley del cine vuelve la mirada hacia los pequeños productores y les ofrece una solución a varios de sus proble-mas. Sin embargo, existen ciertas carencias educativas que se materializan en los cole-gios, donde la enseñanza en lo literario resta peso a lo audiovisual. “No tenemos educado el ojo crítico ni sabemos expresarnos bien visualmente y esto tiene que cambiar”. ec

Formarse bien

Alberto Cañada. Historiador y gerente de los Saide. Mikel Salas. Compositor de bandas sonoras. Alejandro Pardo. Profesor de Comunicación Audiovisual.

Con la presentación del cinematógrafo en el Teatro Principal de Pamplona en ocubre de 1896 se inició la andadura del cine en Navarra. Alberto Cañada Juste ha dedicado muchas horas al estudio del séptimo arte. La procesión de San Fermín y las salidas de misa sirvieron de escenario en 1902 para los primeros ensayos con la cámara. “La cámara estaba fi ja en un lugar y la gente se ponía guapa para pasar por delante y, así, verse después en las proyecciones”, explica este historiador. El legado del cine navarro per-manecerá a partir de 2013 en la futura Fil-moteca foral. “Es necesario mantener este pedacito de nuestra cultura para evitar que se pierdan más cosas”. Una historia que co-menzó en los barracones de las ferias, que acogieron las primeras representaciones cinematográfi cas. “El cine era algo de per-sonas humildes”, cuenta Cañada. Poco a poco se construyeron las primeras salas en Pamplona y el cine se convirtió en la primera actividad de ocio entre los navarros. Pero la aparición de nuevas ofertas como la televi-sión, las discotecas, el vídeo y, de un tiempo a esta parte, de internet, ha debilitado el nú-mero de espectadores.

Como gerente, además, de la empresa Saide, pionera en la exhibición de películas en la zona, vive el cine al minuto. Según Ca-ñada, “los navarros no somos tan cinéfi los como sostiene la tradición”.

Cañada asegura que esta tendencia debi-litará la costumbre de acudir a las salas. “De-beríamos aprender de los donostiarras, que tienen la buena costumbre de frecuentar con más regularidad las salas de cine”, afi rma. Para paliar el desinterés general de los ciu-dadanos, SAIDE organiza ciclos, festivales y pases especiales de películas. Estas iniciati-vas generan algo más de movimiento, y jun-to con la implantación de casas de cultura y civivox en la mayoría de los barrios, se abre otra alternativa para el ciudadano ávido de propuestas cinematográfi cas.

“El séptimo arte ha recorrido en Navarra un largo camino, pero todavía le espera un futuro prometedor”.

No somos cinéfi los

“Muchas de las grandes pelícuas a lo largo de la historia se han rodado en los interiores de los cines”. Por eso, Alberto Cañada grabaría en el interior de los Saide, un lugar que, vacío, parece otro.

A Alejandro Pardo rodaría en un espacio cotidiano: “La explanada de la Facultad de Comunicación, donde paso horas enseñando, sería el lugar idoneo para dar vida a un proyecto”.

Estudiar Producción lejos de su Pamplona natal le sirvió a Maitena Muruzábal Ollo para soñar “un poco más” con distintos pro-yectos. Su mayor reto hasta la fecha ha sido dar vida a Nevando voy, una película gesta-da y rodada en una fábrica navarra. De he-cho, Cronopia Films, su productora, se fun-dó con vistas a grabar este largometraje. “Ha sido muy enriquecedor formar parte de todo el proceso de la película”. En Nevando voy ha escrito, producido y dirigido. Todo a me-dias con Candela, su socia. “Nunca me había planteado dirigir, porque lo que realmente me gusta es la producción, ya que para mí resulta más satisfactorio”, explica. “Sin em-bargo, de todo lo que implica la dirección, me encontré muy a gusto dirigiendo a los actores, mientras que lo relacionado con la cámara no me atrae tanto”.

En este momento, tras el éxito de Ne-vando voy, Muruzábal está concentrada en la escritura de un nuevo guión. Su inspira-ción procede “de todas partes, del día a día”. “Cada sitio me sugiere algo y, en Navarra, no faltan escenarios. Para ser una comuni-dad tan pequeña hay muchos parajes diver-sos, algo que siempre gusta a los directores”. Para la mayoría, vivir en Pamplona y dedi-carse al cine es una quimera, pero para ella es una realidad: “Aquí es donde quiero estar y donde he realizado una película, por lo que no hay nada imposible. No puedo tener un trabajo estable en el mundo del cine porque no hay rodajes, pero se puede vivir compagi-nando esta profesión con otros empleos”. En su opinión, a la Comunidad foral todavía le falta industria. Lo que no escasea es talento.

Talentos en todos los campos, técnicos y artísticos, que constituyen un movimiento incipiente que el INAAC trata de aglutinar. Esta productora es optimista: “Personalmen-te, lo que más aprecio es la posibilidad de que quienes estamos involucrados de una manera u otra en el ámbito audiovisual nos conozcamos”.

Una historia y la pasión por narrarla es lo que, a su juicio, les une a todos. Por eso Muruzábal considera de vital importancia que las ayudas institucionales lleguen al mayor número de cineastas posible, siempre que el proyecto lo merezca. Gracias al éxito de su primer largometraje, Cronopia Films, o lo que es lo mismo, Maitena y Candela, han recibido ayudas para hacer realidad su nuevo sueño. Arriesgaron una vez y ganaron. Hoy vuelven a dedicarse a lo que más les llena: contar una historia.

Falta industria

El camino que va de la plaza de toros a la Rochapea es el lugar donde Maitena rodaría una escena. “Paso todos los días por aquí y me encanta su colorido en otoño”.

Dedicarse a las bandas sonoras es algo que al pamplonés Mikel Salas, formado en el pe-riodismo, le llegó por casualidad y gracias a su afi ción por la música. En la universidad empezó componiendo para el cortometraje de unos compañeros. A partir de entonces, ascendió con paciencia hasta que compuso su primera banda sonora para un largometra-je en el año 2000.Para Salas, el proceso de composición de-pende de la propia disposición en el mo-mento y del material de la película del que se disponga. “Cuando trabajé en Bajo las estrellas, conocía desde antes al director, y supe del proyecto antes de que se rodara la cinta. Con el guión ya hecho fui sacando ideas y musiquillas”, explica. Por lo general, los directores acostumbran a llamar al com-positor con la película ya rodada y enviar-le un montaje sobre el que confeccionar la música. Sin embargo, Salas prefi ere tener a su disposición el mayor número de elemen-tos posibles: guión, montaje, etcétera, que le aportan más focos de inspiración a la hora de concentrarse en componer.

El tiempo de composición varía en fun-ción de los plazos que fi je el director. “Para la que estoy haciendo ahora, una película de dos horas, me han dado dos meses. No soy tan rápido como otros autores, me gus-ta mimar un poco más mi música”, comenta Salas. Para él, la melodía ha de adecuarse todo lo posible a la película, y confi esa no ser muy partidario de la tendencia actual de incluir bandas sonoras orquestales en cual-quier fi lme. “Las historias de ‘gente peque-ña’ necesitan ‘música pequeña’, y del mismo modo, si corren los zombis o chocan las es-padas la música sí que puede ser poderosa”.

Orquestal o no, la formación musical centrada en el cine no prolifera en Navarra. Salas se ha forjado aquí, pero de forma auto-didacta. En España el mundo de los compo-sitores está “de subidón”, ya que hay una ge-neración de gran talento, pero tropiezan con un problema considerable. “Somos muchos, pero las producciones españolas escasean y con ellas, nuestro trabajo”, explica Salas.

“Las subvenciones alcanzan para poco, y en las bandas sonoras es donde más se nota, ya que es lo primero en lo que se piensa al aplicar la tijera”, dice con resignación.

El futuro está, según Salas, no en acotar, sino en expandirse, en la apertura. No hay un cine navarro, sino navarros que hacen cine.

Hay buen nivel

“Con tanto molino de viento, parece que en Navarra ya sólo se puede rodar El Quijote”. Mikel Salas valora la variedad paisajística navarra, pero echa de menos los espacios vírgenes que había antes.

Maitena Muruzábal Alberto Cañada Mikel Salas Alejandro Pardo

Page 16: En Cultura

encultura16

OLLOKI 39 714

La arquitectura encuentra en la ciudad su ámbito propio de desarrollo. Este arte moldea lugares y los convierte en un hábitat

nuevo, muy distinto del natural, donde vive la mayoría de la población navarra. En el año 2000, el 51,8% de los navarros estaban concentrados en siete munici-pios: Pamplona, Barañáin Burlada, Cizur Mayor, Tudela, Estella y Tafalla.

Desde su nacimiento, durante la Baja Edad Media, entre fi nales del siglo XI y principios del XII, los núcleos urbanos de Navarra han evolucionado enormemente. Todos ellos surgieron bajo el amparo de grandes culturas. Pamplona, Estella, San-güesa, Puente la Reina y Olite se desarro-llaron gracias a la gran cantidad de pere-grinos cristianos que recorrían el Camino de Santiago. Tafalla y Tudela lo hicieron bajo la infl uencia musulmana, aunque en

la capital ribera su importante población judía infl uyó también decisivamente. La arquitectura, en este contexto, imprimió a las ciudades un carácter, refl ejo de las tradiciones y la cultura de sus gentes.

No obstante, la sociedad evoluciona y con ella su forma de vida. Las ciudades del siglo XXI son muy distintas las del XII, aunque muchos edifi cios del pasado sobreviven y los cascos históricos siguen constituyendo uno de sus lugares funda-

mentales. La clave hoy en día está en que los núcleos urbanos no olviden lo que fueron en el pasado. Que sepan crecer respetando su cultura y su historia. Sumar para progresar.

Se trata de hacer compatibles cultura, arquitectura y urbanismo, idea que sos-tienen los seis expertos que participan en esta sección. Cada uno ofrece su punto de vista desde un nexo común: la arquitectu-ra es cultura. ec

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IOAna Mª Andía (54) Peregrina californiana

“Soy de California, pero la distancia que me sepa-ra de la cultura jacobea es mucho menor que un océano. Mi padre es de Navarra y mi madre, de Asturias; por eso hago el Camino, para honrar a mis antepasados”.

“VOY A HONRAR A MIS ANTEPASADOS”

HUARTE

EL RIO QUE ACOMPAÑA A BUENA PARTE DEL CAMINOEl topónimo Huarte viene del euskera y signifi ca “dos aguas”. Es un pueblo rodeado por dos ríos, el Arga y el Ultzama. Huarte Pamplona es tierra de huertas y suele sufrir especialmente las crecidas, tanto en otoño como en el deshielo primaveral.

diciembre2009

ARQUITECTURA

Page 17: En Cultura

encultura17BURLADA

DE BASÍLICA A ALBERGUEAntes de entrar en Pamplona se encuen-tra la Trinidad de Arre. Allí se puede con-templar el puente sobre el río Ultzama y escuchar la caída del agua por la sonora presa. El edifi cio colindante, que fue hos-pital y basílica, es hoy un acogedor alber-gue rural.

UN CRUCERO DE BIENVENIDAEl puente de la Magdalena recibe a los peregrinos que llegan a Pamplona. También hay un crucero con una inscripción: “Peregrino, este crucero señala la ruta Santa Mª de Santiago”.

La herencia patrimonial liga-da a los cascos históricos es un ejemplo de diversidad de pla-nos urbanos y tejidos arquitec-tónico-monumentales de ins-piración europea y universal, como se observa en ciudades como Estella, Sangüesa o Ta-falla, entre otras, de manera que constituyen el espacio cultural más signifi cativo de Navarra.

No obstante, Pamplona es la ciudad más cualifi cada por la excelencia de sus valores urbanos y el equilibrio entre el centro y la periferia. El urbanismo de rehabilitación, restauración y embelleci-miento ligado al patrimonio religioso y monumental se asocia a las grandes actua-ciones de renovación urba-na en la margen derecha del Arga y a la expansión ar-moniosa y diversa de paisa-jes y arquitecturas en torno a antiguos asentamientos en la semicorona de la pe-riferia oriental.

La acertadísima pea-tonalización del Casco Antiguo y del Ensanche; la Ciudadela y su entorno novecentista y actual; la abundancia de parques y los campus universi-tarios constituyen otros espacios simbólicos de la asociación entre ar-quitectura, urbanismo y cultura.

Se ha dicho que no hay cultura sin arquitectura, proposición digna de consideración en una sociedad oc-cidental desarrollada tendente a la llamada cultura del bienestar.

Si admitimos que la cultura es una actitud, y por extensión un hecho, relacionados con el cultivo, con el desarrollo de capacidades, tanto del plano físico como del intelectual, afectivo e incluso espi-ritual, la arquitectura se constituye en cultura misma, ya que desarrolla las posibilidades del medio físico en el que se desenvuelve la huma-nidad, procurando mayor bienestar a sus actividades. Una vez superada la fase troglodita y su dependencia de la cueva, la primera modifi cación del medio acometida por el ser hu-mano se refi ere a mejorar su defensa frente a las agresiones ambientales, en forma de techo construido, al que seguirán las paredes y el suelo.

Se establece así una nueva eta-pa de la relación dentro-fuera, tan fundamental en la arquitectura y en la vida misma, ya que a partir de ese momento el ser humano decide acer-ca de los dos ámbitos, liberándose de la naturaleza en este sentido y desa-rrollando una nueva capacidad, es de-cir, fundando una cultura. El cultivo de esta habilidad derivará nada menos que en el concepto del espacio contro-lado, la territorialidad, la propiedad, su organización y defensa. Y en este sentido hablamos por igual de arqui-tectura y urbanismo.

Cuando las diferentes civiliza-ciones dejan sus huellas en forma de conjuntos de construcciones, incluso funerarias, tan fundamentales en la investigación arqueológica, se puede afi rmar que todas ellas son manifesta-ciones de la cultura, del desarrollo de las capacidades de las sucesivas civili-zaciones hasta hoy.

Se podrá decir que hubo épocas de arquitectura y arquitectos al servicio de unos pocos, pero es más cierto que la arquitectura sin arquitectos nunca ha li-mitado sus destinatarios. Así, el urbanis-mo y la arquitectura no sólo son vestigio y vehículo del desarrollo humano, sino que hoy, como siempre, se constituyen como cultura misma porque uno y otra albergan al quehacer diario, el ocio, la vida familiar y privada, el culto, las ins-tituciones y el resto de manifestaciones de la cultura.Todo ello sin restricciones respecto de la posición o condición de los miembros de la comunidad.

Las relaciones entre arquitec-tura y cultura se establecen en distintos niveles. En primer término, la arquitectura siempre surge como respuesta a una ne-cesidad humana, social, espiri-tual o cultural, por lo que siempre representa, explica o identifi ca la sociedad que la alberga tanto en sus estructuras sociales como en sus capacidades técnicas. Pero, además, está facultada para sim-bolizar una cultura ya que es en sí misma un objeto cultural dotado de extraordinarias potencialidades. La alusión a edifi cios como el Partenón, La Alhambra, San Pedro, El Esco-rial o, más recientemente, el Museo Guggenheim de Bilbao, de entre una lista que podría hacerse interminable, ejemplifi ca la capacidad de la arquitec-tura para polarizar culturalmente una determinada sociedad y un determinado momento histórico, me atrevería a decir que por encima de cualquier otro objeto cultural del período. También, aunque a otra escala, podríamos encontrar en Pamplona ejemplos de edifi cios que han signifi cado un determinado momento de la historia de la ciudad: la Catedral gótica, su fachada neoclásica, el Ayuntamiento, las torres de San Cernin y, entre los más nue-vos, el Archivo de Navarra o el Baluarte.

Por otra parte, la ciudad es el lugar natu-ral de la arquitectura y constituye en sí mis-ma el objeto cultural más complejo creado por el hombre. Su propia existencia instituye la posibilidad de cultura. Pero la ciudad nece-sita de la arquitectura que le otorga cuerpo y estructura y, a través de sus formas, le permi-te erigirse en vehículo signifi cante. Espacios urbanos tan representativos como el Paseo de Sarasate o la Plaza del Castillo, se constituyen, más allá de su aportación funcional, en auténti-cos referentes simbólicos de Pamplona.

Ningún otro arte como la arquitectura tiene la capacidad de transmitir a las ge-neraciones posteriores la realidad de la sociedad donde se construye. Cultura signifi ca cultivo, transmisión de cono-cimientos y signifi cados asociados a un determinado tiempo, construidos en un determinado espacio. La arquitectura es capaz de transmitirnos, más allá de los principios estéticos y los valores ar-tísticos de una época, un archivo de las formas de vida pública o privada de las instituciones y organizaciones políticas o económicas, además de un registro de los desarrollos tecnológicos de cada época, con sus avances materiales y sociales.

Si la arquitectura es el mejor testigo de cualquier época, considerarla como una mera cuestión de alarde formal o de impacto mediático de sus autores, supo-ne degradar el signifi cado de un arte que nunca debió someterse a los dictados de las urgencias mediáticas de la sociedad de la información. En realidad, debe man-tenerse como el resultado de una búsque-da paciente que trata de construir forma y espacio bajo un orden, pero sabiendo que su razón última no es crear objetos, sino establecer un entorno de relaciones con la sociedad, donde surge y donde quedan impresas la huellas culturales de la realidad.

La arquitectura de fi nales del siglo XX representa, también en Navarra, el re-fl ejo cultural de un manierismo moderno que, en gran medida, se ha devorado a sí mismo en un intento vano por crear ico-nos contemporáneos. Como el resto de las artes plásticas, pretende ser afi rmaciones de una realidad individual, abierta y cam-biante, pero son la repetición acelerada de imágenes superfi ciales o restos comercia-les del naufragio moderno.

A comienzos del siglo XXI, la so-ciedad, como la arquitectura, necesita superar esta avalancha de informalismo mediático que parece la repetición tecni-fi cada de aquel otro Modernismo de arte-sanía fl oral que, hace cien años, invadía Occidente bajo un supuesto art nouveau. Dicho informalimo desapareció ante las preguntas sobre la realidad que este siglo todavía no se ha formulado.

Afi rmar que la Arquitectura, así, con mayúsculas, es un producto cultural parece tan obvio que dudo si realmente merece la pena intentar demostrarlo.

Pero puede ser interesante, o por lo menos para mí lo es, comprobar cómo, a través de la Historia, esa relación no sólo existe, sino que se hace evi-dente en todos los tiempos y civilizaciones.

Karnak o Luxor surgieron porque tenían de-trás toda la sabiduría y el poder creativo de Te-bas.

La Acrópolis se construyó mientras a sus pies, en el Teatro Dionisos, nada menos que Eurípides, Sófocles o Esquilo estrenaban sus obras.

Santa Sofía en Constantinopla y San Mar-cos en Venecia se erigieron casi milagrosamen-te porque supieron salvar la cultura bizantina de la esterilizadora invasión bárbara.

¿Y qué ha sido de la arquitectura en el si-glo XX con sus diferentes periodos, países y gobiernos? Sugiero estudiarla un poco, des-de Estados Unidos hasta Rusia, desde Bue-nos Aires hasta París. E incluso, si nos en-contramos con fuerzas, hasta la mismísima Pamplona.

Y digo esto porque siendo como soy “de Pamplona de toda la vida” me tocó vivir y sufrir un triste y largo período de aislamiento cultural, con todas sus conse-cuencias.

Por supuesto, me refi ero a los casi cuarenta años en los que tan difícil era salir de España y donde, por otra parte, no entraban ni libros, ni publicaciones, ni periódicos, ni nada de nada que olie-se a extranjero, a democracia, o a cierto aire de libertad.

Por ejemplo, en la Escuela Supe-rior de Arquitectura de Madrid puedo dar fe de que, desde 1950 a 1956, no escuchamos nunca a ningún profe-sor hacer una alusión a la Bauhaus, ni nombrar una sola vez a Wright, a Le Corbusier, a Mies Van de Rohe, a Aalto o a cualquier otro de los que en aquel momento eran líderes re-conocidos de la arquitectura mun-dial.

Creo que ha sido el periodo en el que ha estado España en su más bajo nivel en comparación con los países que, en aquel momento, pudiéramos considerar modernos o evolucionados. Así perdimos el tren de muchas cosas importan-tes y, como no podía ser de otra manera, también el de la arqui-tectura… con muy raras y hon-rosas excepciones.

Afortunadamente hoy todo esto ha cambiado. Y creo que, a pesar de todos los pesares, en este momento nuestra ciu-dad está en el nivel cultural más alto de su historia.

Fernando RedónArquitecto. Premio Príncipe de

Viana de Cultura 2004

Miguel A.Alonsodel ValArquitecto y profesor de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra

Mariano González PresencioDirector de la Escuela de Arquitectura de laUniversidad de Navarra

Javier García-Barberena

Pte. del Colegio de Arquitectos en Navarra

Manuel FerrerCatedrático emérito deGeografía Humana en laUniversidad de Navarra

Patrimonio urbano

Forma y espacioEdificios con historia Una épocaperdida

El espacio controlado

ARRE

diciembre2009 VILLAVA

Page 18: En Cultura

encultura18PAMPLONA 42,6 706,6

CAMINANTES EN COMPAÑÍALa iglesia de la calle Compañía, que se encuentra en el antiguo barrio de los peregrinos, se ha convertido en un moderno albergue que puede aco-ger cada noche a más de 100 caminantes.

OTRO CRUCERO PARA DESPEDIREn el Campus de la Universidad de Navarra se alza otro crucero dedicado a los peregrino y que les despide. Ostenta los signos distin-tivos de los caminantes: la concha y la tau.

OTRO CREn el Cade Navardedicado despide. tivos de loy la tau.

706,6

Bill Iverson (47) Peregrino estadounidense

“Vengo desde Washington porque soy un apasionado de la cultura española y en espe-cial de la del Camino de Santiago”.

“ADORO LA CULTURA DEL NORTE”

diciembre2009

Tostadas con aceite de oliva virgen, espárragos, cogollos, pimientos del piquillo, relleno, revuelto de se-tas, txistorra, queso, embutidos y un vino tinto. Diversos productos

que tienen un denominador común: Navarra. Todos ellos, amenizan una reunión en Bodegas Otazu, al resguardado del río Arga a su paso por Echauri. Entre las barricas de roble discuten so-bre la gastronomía foral los representantes de cuatro cofradías navarras: la del Aceite de Oli-va, la Txistorra de la Sakana, el Relleno y del Vino de Navarra. Con ellos, Juan Cruz, experto en gastronomía y autor de libros como Teoría elemental de la gastronomía.

Las cofradías son un mundo desconocido. Para mucha gente se limitan a una cuadrilla de amigos que disfrutan del buen comer y mejor beber. Pero una cofradía va más allá. Es una or-ganización cultural que promociona y ensalza un producto. Javier Bañales, cofrade del vino y director gerente de Bodegas Otazu, las defi ne como “un foro para la defensa, difusión y ex-pansión de un producto”.

La actividad de las cofradías tiene un leiv motiv cultural. “Por encima del aceite de Na-varra está el aceite de oliva en sí, porque sus propiedades son sinónimo de riqueza para la salud”, dice Jesús García, Mayoral de la Cofra-día del Aceite de Navarra. Pero también puede redundar en el ámbito comercial. “Si en 1992 se vendía una txistorra, ahora se venden diez gra-cias a nuestra labor”, dice Juan María Gómez, Gran Maestre de la Cofradía de la Txistorra

Las primeras cofradías datan del siglo XVI y se localizan en el Pirineo catalán. En un prin-cipio tuvieron un carácter gremial ante las pes-tes. Hoy día conservan su aroma renacentista originario en la denominación de los cargos, vestimentas y procedimientos que revisten a los cofrades con el sabor del pasado.

Ya no son cosa de hombresDurante décadas estas asociaciones han sido ex-clusivamente masculinas, hasta que en 1989 un grupo de amas de casa tolosarras, constituyeron la Cofradía de la Alubia, la primera con carác-ter femenino de la historia. En Navarra, siete mujeres siguieron su camino en 2003, cuando fundaron la Cofradía del Relleno de Navarra. “Al principio, nos decían que nos colgásemos la medalla con el cordón de atar los chorizos, era humillante”, narra Felina Cano, presidenta de la sociedad que tiene su sede en Villava. A pesar de la evolución, la Cofradía del Espárrago de Navarra y la Orden del Volatín de Tudela siguen siendo masculinas.

Las cofradías tienen un problema añadido, la edad de su componentes y su futuro. El cofra-de tiene entre 55 y 75 años, muy pocos jóvenes recogen el testigo de sus mayores. “Las nuevas generaciones ya no tienen cultura gastronó-mica”, asegura Juan María Gómez. “Se está perdiendo la costumbre de comer en la mesa”, corrobora Felina Cano. Y además, no es una afi ción barata, pues cada capítulo (reunión de

las distintas cofradías) supone un desembolso medio de cien euros por participante.

Los capítulos constituyen la ligazón de las distintas cofradías, son su día grande. Se cele-bran siempre en la misma fecha y en algún pue-blo representativo para el producto. A él acuden otras sociedades hermanadas o amigas. Los festejos tienen un carácter festivo, están ameni-zados por música, danzas y, sobre todo, comida y bebida. Su punto central es el juramento, en el que anualmente todos los cofrades renuevan su compromiso con su producto, y también se admiten a nuevos miembros.

Cofrades de número, honor y méritoPara ingresar en una cofradía hay que ser ma-yor de edad y estar avalado por un socio. En el transcurso del capítulo, el aspirante debe pre-sentar de sus méritos. Tras el juramento, pasará a convertirse en ‘cofrade de número’. En este tipo de sociedades también hay miembros ‘de honor’ y ‘de mérito’. Los primeros reciben la invitación por las cofradías por ser personas destacadas en la cultura, el deporte, la política y otros ámbitos. Los cofrades de mérito lo son por las contribuciones que realizan: de capital

o en especie. De cualquier forma, parece que los ca-pítulos están llamados a evolucionar por su propia superviven-cia. “Si la activi-dad se limita a la celebración del capítulo, las co-fradías están muertas”, afi rma tajantemente Ja-vier Bañales. “La solu-ción pasa por realizar un macroevento en el centro de Pamplona, con todas las cofradías. Allí la gente podría conocer mejor los productos y la promoción sería excelente”.

Con la vista puesta en el futuro, los comen-sales se levantan de las sillas. Un helado de vino ha ayudado a digerir las esencias de la tierra. Un inter-cambio de productos sirve como colofón a la tertulia. Los cofrades se despiden y ponen rumbo a Cascante, Villava y Alsasua, respectivamente. Pero volve-rán a encontrarse, quizá en ese macroevento de cofradías con el que todos sueñan, y que serviría para mantener vivas a unas sociedades ancestrales, ancladas en los más profun-do de la cultura navarra. ec

Para pertenecer a una cofradía hay que tener más de 18 años y ser presentado por un miembro

Once cofradías difunden la gastronomía navarra. Medio siglo aunando el buen comer con la tradición que les ampara.

Del pimiento del piquillo de Lodosa

Lodosa, 1991. 40 miembros (4 mu-jeres). Capítulo: tercer domingo de septiembre.

Orden del cuto divino

Tafalla, 1992. 120 miembros (40mujeres). Capítulo: primeros de marzo.

Del queso del Roncal

Roncal, 2004. 150 miembros (3 muje-res). Capítulo: junio.

De hongos y setas de Navarra

Elgorriaga, 1993. 18 miembros (1 mujer). Capítulo: primer fi n de semana de octubre.

De aceite de oliva de Navarra

Cascante, 2000. 62 miembros (4 mu-jeres). Capítulo: primer fi n de semana de noviembre.

De relleno de Navarra

Villava, 2003. 36 miembros (18 mujeres). Capítulo: primer domin-

go de abril.

Orden del volatín

Tudela, 1969. 35 miembros (ninguna mujer). Capítulo: primer domingo de mayo.

Del vino de Navarra

Olite, 1989. 91 miembros (10 mujeres). Capítulo: octubre o mayo, según la vendimia.

Txistorra de la Sakana

Alsasua, 1993. 30 miembros (5 mujeres). Capítulo: tercer domingo de octubre.

Alcachofa de Tudela

Tudela,1999. 15 miembros (8 muje-res). Aún no han organizado ningún capítulo.

Las 11 cofradías de Navarra

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Espárrago de Navarra

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GASTRONOMÍA

Page 19: En Cultura

encultura19 CIZUR MENOR

DOS ALBERGUESLos peregrinos gozan de la posibilidad de elegir entre dos albergues: uno con pasado histórico y otro con ambiente familiar. El primero se sitúa en el antiguo hospital de la Orden de San Juan de Jerusalén (su bandera aparece en la fotografía), y el segundo, en una casa particular atendida por Maribel Roncal.

encultura19

tiene el punto más alto del Camino en Navarra: Roncesvalles. Para llegar al más bajo, con 347 metros, tendrá que avanzar hasta Puente la Reina.

952METROS DE ALTURA

diciembre2009

ENCUADRANDOPAISAJESLa esencia de Navarra se muestra a través de sus paisajes. Tres pintores con distintas trayectorias han tratado de captarla en el lienzo. Mediante la luz, los colores y los escenarios explican cómo han retratado sus lugares preferidos.

Pedro Salaberri en la calle San Ignacio.

Un lienzo en blanco y un paisaje por pintar. Los artistas navarros encuentran en los escenarios de su comunidad gran variedad de formas y colores que intentan

plasmar en sus cuadros. Esta diversidad les per-mite jugar con la luz y los trazos intentando con

distintas técnicas recoger el carácter navarro. Pedro Salaberri, Asún San Martín y Loli Goñi han elegido, de entre sus cuadros, aquellos que mejor representan su visión de la Comunidad foral. Desde perspectivas distintas y con estilos personales, estos artistas muestran lugares ca-paces de evocar una tradición y una cultura.

PINTURA

Page 20: En Cultura

diciembre2009encultura20

UN TOQUE MEDIEVAL EN LA CENDEA DE ZIZURUn templo del románico tardío dota de un aura medieval a este pueblo. La iglesia está com-puesta por columnas y arcos de medio punto levantados por los monjes de la orden de San Juan.

PATERNÁIN

EL MUSEO DE LOS HORRORESEnormes monigotes de latón y colores vivos se esparcen por el jardín de la casa de uno de sus vecinos: Ángel Alonso. Personajes caricaturescos, fi guras humanas con cara de diablo e insectos de largas extremidades re-ciben a los peregrinos.

Loli Goñi: “Pinté el cuadro porque me llamó la atención ese color rosa de la fachada. Lo que más me gusta de la obra es el primer plano y la forma que tienen los árboles”.

Casa Irujo2009

Pedro Salaberri, pamplonés de 62 años, lleva jugando con la luz desde que era niño. Desde entonces ha querido comunicar impresiones y sentimientos, para mostrar a los demás lo que él ve y vive. “Quiero contar una sensación, crear una atmósfera”, comenta el artista mientras di-rige su mirada hacia la pared donde un cuadro suyo con formas geométricas resalta sobre los otros. La claridad entra ya por una ventana que se abre a la Plaza del Castillo.

“Hay zonas que te acogen y otras que te expulsan y quiero trasladar esa sensación”, continúa Salaberri. Sentado en una vieja silla, con los codos sobre las rodillas, explica con sus manos y una mirada sencilla lo que es para él la pintura: “Me hace ser más consciente, intensifi -ca la sensación de vivir”.

Igual que los poetas eligen cuidadosamente las palabras para ser precisos, Salaberri omite lo superfl uo de los paisajes porque no aportan nada a la sensación que busca. Cuando pinta quiere comunicar la esencia de las cosas, por eso, a diferencia de otros pintores, prescinde de muchos detalles que “distraen de lo verdadera-mente esencial”. En cambio se fi ja cuidadosa-mente en las distintas formas que compone la luz.

Unas escaleras estrechas separan el estudio de Salaberri de la calle. Los edifi cios de Pozo Blanco, lugar adonde se accede nada más salir del portal, hacen que el ambiente quede ensom-brecido. Sin embargo, el cruce de San Ignacio con Francisco Bergamín abre el espacio y la cla-

ridad lo invade todo. Este cambio es importante porque la luz es primordial para Pedro Salabe-rri. Ella crea la historia, lo que fi nalmente queda refl ejado en el cuadro. Un mismo espacio varía de paisaje según recibe el sol. Por eso, captar el momento exacto y saber qué pintar resulta difícil para él.

La luz es primordial e incluso establece una analogía: las horas del día con las de la vida, las estaciones del año con la juventud, la madurez y la vejez. “El empezar del día -explica Salabe-rri- se puede comparar con la adolescencia, está compuesto de una luz más ácida. El mediodía se identifi ca con el verano, una luz que puede a veces ser excesiva”. Pero la favorita del pintor es aquella que refl eja el momento en que uno se retira a su casa y puede pensar con calma lo que ha vivido durante ese día: la del atardecer. “Una luz dorada, el ocaso, el otoño y la madurez… Un momento de intimidad en que sientes la ple-nitud de lo que has vivido”, declara con pasión. Durante unos segundos, sus ojos se han tornado mucho más brillantes. Sonríe.-Teniendo también en cuenta la luz, ¿qué paisa-je defi ne Pamplona?-Quizá el río Arga, con el casco viejo detrás… La armonía entre lo viejo y lo nuevo. -¿Y Navarra?-La vista desde la recta de Arguedas, yendo a Tudela: desde allí se ven las Bardenas y detrás, el Prepirineo y el Pirineo.

Si la razón manda sobre el dibujo, el color lo hace sobre las emociones. Así, porque las emociones tienen matices infi nitos, son necesa-rios todos los colores; forman parte de la vida y transmiten algo, depende de las sensaciones que quiera uno refl ejar.

Por eso Salaberri continuará jugando con la luz y plasmando las cosas que vive, porque

necesita “descubrir cada día”. Vivir y conocer su ciudad y la gente a la que quiere. Y no hay mejor modo que el artístico, porque “pintar es una manera de sujetar, de dejar algo para el que lo quiera ver… es una forma de intentar detener la belleza”.

La Plaza del Castillo es uno de los paisajes favoritos de la pintora Loli Goñi.

El cielo está parcialmente soleado y una suave brisa empieza a afl orar. No hay mucha gente en la Plaza del Castillo de Pamplona: camareros que se ocupan de las mesas en la calle, donde varios clientes siguen con el café, ancianos que pasean lentamente o gente que viene y va. Éste es uno de los paisajes favoritos de Loli Goñi Vidaurreta, una pintora de Iroz de 55 años. Para ella, igual que para otros navarros, es uno de los lugares más acogedores de Pamplona. Pero en su caso tiene además un signifi cado especial porque es uno de los paisajes que ha pintado y del que se siente más orgullosa.

Esta artista estudió en la Academia Retablo, en la Escuela de Arte de Pamplona. Tuvo como

maestros a Pedro Osés y a Nacho Amevilia. Sus obras rodaron por numerosos sitios de la geo-grafía española, pero el grueso de su trabajo ha sido expuesto en Pamplona, en sitios como la Sala Capuchinos o la Sala Gardena. Ha tenido la oportunidad de conocer y formarse al lado de algunos de los grandes maestros de la pintura Navarra, como Juan José Aquerreta o Salvador Beunza. Este último fue del que más aprendió. “Aunque le conocimos en su peor momento, fue el mejor profesor”, asegura convencida.

De vez en cuando, la pintora levanta la vis-ta y se fi ja en los porches de sus laterales, en los árboles que la rodean, o en las personas que van pasando por delante. Este paisaje lo cono-ce bien; son muchas las horas que ha pasado observando cada detalle que lo compone para poder captar su particularidad. Además, se sien-te muy cómoda y no duda en expresarlo con convicción: “Es el no va más, la sala de estar de Pamplona”.

En cuanto a su técnica, antes de ponerse frente al lienzo a pintar, suele sacar varias fo-tografías al paisaje que le ha llamado la aten-ción. Normalmente desarrolla su trabajo entre las cuatro y las ocho de la tarde, ya que prefi ere la luz del atardecer, es “más bonita”. También porque le permite jugar más con el contraste de luces y sombras, ya que para ella “la luz y el color son lo más importante”. Sin embargo, necesita percibir el encanto del lugar. Es en los paisajes con agua donde encuentra ese bienes-tar, que transmite fi jándose en los detalles.

Goñi piensa en las zonas de Navarra que más le gustan y que desearía retratar, porque esta artista se dedica íntegramente a la pintura. Roncesvalles y Puente la Reina son dos de los paisajes que mejor muestran cómo es la Comu-nidad Foral, aunque reconoce que todavía no ha pintado ninguno de ellos, aunque espera hacer-lo pronto. Goñi promete: “Puente la Reina será mi próxima obra”.

Pedro Salaberri: “En Pamplona hay una cierta armonía entre lo viejo y lo nuevo. Este paisaje, del río Arga con lo viejo detrás es quizá el que mejor la defi ne; es el paisaje mítico de esta ciudad”.

Río Arga2005

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LOLI GOÑI“La Plaza del Castillo es la sala de estar de Pamplona”

PEDRO SALABERRI“Pintar es una manera de detener la belleza”

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Page 21: En Cultura

diciembre2009ASTRAIN

CRUCE DE CAMINOSEn El Perdón también se levanta un monumento dedicado al Camino. Se cruza con la alineación de los molinos dando lugar a su simbolgía: “Donde se cruza el camino del viento con el de las estrellas”.

UNA PROCESIÓN DE GIGANTES BLANCOSEl parque eólico de El Perdón tiene 46.000 metros cuadrados. Forma una hilera de más de medio cen-tenar de gigantes blancos cuyas aspas miden más de 30 metros.

EUNATE

LAS CIEN PUERTAS DEL CAMINOLa iglesia de Santa María de Eunate es de estilo románico y su nombre se debe a su forma poligonal de más de 100 arcos, ya que Eunate signifi ca “100 puertas” en euskera.

encultura21 BASONGAIZ

A Asun San Martín le gusta el paisaje otoñal del Río Irati.

Ya no llueve en Muru-Astrain, aunque el suelo sigue mojado. Asun San Martín baja con ener-gía del coche y recoge dos cuadros del malete-ro. Los dos son paisajes de este pueblo situado a once kilómetros de Pamplona y donde pasó su infancia. Tonos verdes intensos y rojizos se entremezclan llenándolos de una fuerza y vita-lidad inusual. “La valla del cuadro es ésta de aquí, y éste, ese árbol”, explica San Martín se-ñalando los elementos fuera del lienzo. En la realidad, los colores son totalmente distintos. El otoño ha apagado los verdes y los tonos rojizos que brindaba la primavera ya no están.

“Este paisaje es mi niñez, cada rincón tiene recuerdos”, afi rma la artista de 55 años mientras entra en un jardincillo a modo de antesala de la parroquia de San Esteban. Varios metros más adelante una escalera de piedra cercada por un muro conduce a una calle perpendicular estre-cha y tranquila. “He pintado este pueblo desde todos los sitios”, continua Asun. Y eso que, aun-que siempre le había atraído el óleo, al principio no se atrevía a probar: “Me parecía un insulto a los grandes pintores”. Cuando su novio le rega-ló los utensilios necesarios, se animó y desde entonces, hace ya 28 años, no ha dejado de cap-turar los paisajes que llaman su atención.

Durante sus inicios dio clases con algunos de los artistas más apreciados en Navarra. Tras pasar varios meses con Joaquín Resano, se ma-triculó en la Academia de Artes y Ofi cios, don-de conoció a su máxima infl uencia, Juan José Aquerreta, uno de los maestros navarros con-temporáneos con más proyección: “Me marcó mucho, lo es todo para mí; lo que él me enseñó me sirve ahora para enseñar a otros”. También han infl uido en ella Antonio López, Velázquez, Murillo o impresionistas como Monet.

San Martín refl eja los paisajes a través del arte fi gurativo. No se plantea empezar con el arte abstracto porque prefi ere pintar las cosas como se ven. Pero es fundamental el ambiente. “Para pintar me fi jo en algo que me transmita la sensación de ¡Oh, qué bien se está aquí!”, exclama con la mirada perdida en el horizonte. El ruido y la luz son elementos básicos a la hora de evaluar si una atmósfera es o no acogedo-ra. Y el color. “Me gusta que salga el sol y que ilumine todo”, comenta. Por eso, es durante las horas cercanas al mediodía cuando encuentra esa inspiración.

San Martín coincide con Pedro Salaberri en la idea de la diversidad de Navarra y duda al escoger un único paisaje que la defi na: “Me encanta Urederra, donde nace el río, por ejem-plo… pero también la zona del Baztán y las Bardenas”. En principio, tampoco se decanta por ningún cuadro de su obra: “El cuadro que más me gusta es siempre el que tengo por ha-cer”. Por esta razón, seguirá pintando. Para ella es una necesidad equiparable a “comer o dor-mir”. “Pintar”, dice San Martín, “es sacar algo de uno mismo”. ec

Asun San Martín: “Siempre me han gustado los paisajes con agua por los refl ejos que se forman con la luz. Además, brinda una gama cromática con el entorno muy interesante, que cambia según cómo sea el día”.

Otoño, río Irati2007

ASUN SANMARTÍN“El cuadro que más me gusta es el que tengo por hacer”

Page 22: En Cultura

encultura22UTERGALEGARDA 59,2 690 OBANOS

Óscar Hernández (32) Peregrino madrileño

“Es la segunda vez que hago el Camino. En Navarra disfruto con la comida. Los bocadillos de tortilla de patatas con pimientos son mi perdición”.

“ EN NAVARRA SE COME MUY BIEN”DRAMA Y MISTERIO‘El Misterio de Obanos’ es un autosacramental sobre la le-yenda medieval de San Guillén y la muerte de Santa Felicia. Se escenifi ca cada dos años en el mes de julio y en él participan más de 600 personas.

diciembre2009

1 2 3 4 5

¿Por dónde pasa el futuro de la cultura navarra?

21 3 4 5

¿Qué es lo mejor y lo peor de la cultura navarra?

Lo mejor es el empuje de las iniciativas de todo tipo que se producen en todos los terrenos. Sin embargo, este empuje se ve frenado por la com-placencia de la Administración regional que, como en casi todos los terrenos, piensa que Na-varra es el ombligo del mundo.

El futuro de nuestra cultura pasa por un conjun-to de medidas íntimamente relacionadas. Pri-mero, es imprescindible invertir en los nuevos creadores, al tiempo que se cuidan todas aque-llas iniciativas privadas que tratan de aportar sus ideas. Además, hemos de ofrecer siempre la mejor calidad posible, lo que implica nece-sariamente una efectiva tutela de las diversas administraciones.

Pablo Ramos Requetibate

Es redactor de Radio Nacional de España en Navarra desde hace veinte años. Trabaja en la sección de Cultura por afi -nidad con el ámbito artístico, pues es director de escena y lleva veinticinco años dedica-do al mundo del teatro.

Por establecer una política cultural clara de una vez por todas, porque hasta ahora sólo se rea-lizan acciones aisladas sin cohesión alguna y por eso resulta difícil defi nir cuál es la apuesta cultural del Gobierno de Navarra. No basta con dotar de presupuesto (casi siempre escaso, por cierto) algunos proyectos, sino que hay que es-tablecer las bases de lo que se espera de ellos a corto, medio y largo plazo. De ahí que exista una cierta sensación de que la acción cultural del Departamento de Cultura es errática.

Lo mejor, la gran cantidad de creadores que te-nemos en todos los ámbitos: teatro, artes plásti-cas, música, cine, literatura, nuevas tecnologías y otras tendencias. También hay editoriales que tratan de salir adelante, librerías con libreros vocacionales, dinamizadores culturales autóno-mos. Lo peor, la poca atención que reciben, si acaso alguna subvención de vez en cuando.

Ana Oliveira Lizarribar

Es jefa de la sección de Cultu-ra del Diario de Noticias. Lle-va nueve años trabajando en el área, lo que le permite “trasla-dar a su trabajo profesional su enorme afi ción por el cine, el teatro, la literatura y el arte en general”. En la imagen, con Pío Caro Baroja.

Por descentralizarla de Pamplona, consolidan-do una programación estable y de calidad en todos los espacios escénicos que se han creado en Navarra.

Lo mejor, el esfuerzo que se ha hecho en in-fraestructuras, especialmente en la red de Casas de Cultura. Sin embargo, la sequía cultural que sufrimos en verano es el aspecto en el que más se ha de mejorar. Es increíble, por ejemplo, que no haya ningún gran evento en Pamplona, más aún teniendo en cuenta que es actualmente can-didata a Capital Europea de la Cultura.

Nerea Alejos Garizabal

Lleva ocho años trabajando como redactora en Diario de Navarra, dedicada a diversos temas culturales, un trabajo que no ha “escogido personalmente pero que encaja a la perfección con mis inquietudes y afi ciones de ocio”. En la imágen con Pa-txi Buldáin.

Los periodistas son la ventana que comunica al lector con el mundo del Arte. Brindan la oportunidad a los creadores de divulgar su obra. Seis profesionales navarros que trabajan en sus medios en el área cultural han respondido a este cuestionario. ec

Considero básico e imprescindible el plantea-miento de Jorge Oteiza de la educación estética del niño para conseguir un hombre nuevo. El futuro debe sustentarse en impregnar de este tipo de propuestas y otras análogas, todos los ámbitos. Por supuesto, sin limitarnos a los niños y haciéndolo ampliable a toda la sociedad, des-de una perspectiva de respeto a los caminos per-sonales de búsqueda e indagación de cada per-sona. Es necesario, además, el apoyo en todas sus vertientes a los creadores, sin pedirles nada a cambio porque debemos tener la seguridad de que su obra revierte en la sociedad.

Lo más destacado es la efervescencia y fuer-za que hay en todas las áreas de la actividad cultural, que partiendo de iniciativas surgidas desde personas y colectivos de muy diversa ín-dole permiten ofrecer propuestas en ocasiones arriesgadas, experimentales y rompedoras. Lo peor es que cuando todas esas propuestas, pro-yectos y experiencias van consolidándose se ven cercenadas por motivos diversos.

Es difícil saberlo. Probablemente tenga que ver, por un lado, con consolidar la cantera de creadores que han surgido en los distintos ámbi-tos del arte, con crear las condiciones para que puedan desarrollar una carrera profesional en Navarra. Por otra parte, Navarra está buscando todavía su referencia cultural. Las universida-des ofrecen esa referencia en lo educativo, y los Sanfermines lo hacen en el ámbito folclórico. Falta algo parecido en el mundo de las artes.

Es muy positivo que de una comunidad pequeña haya surgido una nómina importante de creado-res en los distintos ámbitos de la cultura. El alto nivel educativo contribuye tanto a la aparición de creadores como a la consolidación de públi-cos. No hay que olvidar que las programacio-nes del Baluarte y del Gayarre suelen tener una magnífi ca respuesta, que las orquestas navarras cuentan con un número de asociados altísimo, que Navarra está entre las comunidades don-de más se acude al cine o más se lee. Lo peor, probablemente, la falta de proyección nacional e internacional, lastrada por la ausencia de un evento referencial.

Jesús Rubio Santamaría

Es redactor coordinador de la sección cultural de Diario de Navarra. Comenzó a trabajar en el área cultural en 2003, cuando se creó Diario 2. Se dedica al periodismo cultural porque es un “ámbito que le permite una mayor libertad en los textos”. En la imágen, con Ignacio Murillo (derecha).

Es redactor de Radio Nacional de España en Navarra. Lleva veinticinco años de labor pro-fesional en la sección de Cul-tura, que siempre le ha gustado y atraído en su más amplia ex-presión.

Patxi Tiberio López

LA VENTANAPERIODISMO

Page 23: En Cultura

encultura 23

EL TXORILa leyenda cuenta que bajo esta ar-cada románica un pajarillo (txori en vasco) cuidaba la imagen de la Virgen del puente quitándole las telarañas y lavándole la cara con las aguas del río Arga.

El pueblo navarro da nombre a la cooperativa La Cruz de Mañeru, una bodega de 1960 que elabora tintos, rosados y blancos galardonados por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen de Navarra.

CALDOS PÍOSEl puebcooperatbodega rosados Consejo de Orige

PUENTE LA REINA

UNA CRUZ EN EL CAMINOUn crucero del siglo XVI marca la sa-lida hacia Santiago. Miles de peregri-nos se detienen a rezar ante la imagen del crucifi cado en cuyo reverso apare-ce la Virgen con el niño y un querubín, ambos renacentistas.

MAÑERU

diciembre2009

312 4 5

¿Cuál ha sido la persona que más ha infl uido o infl uye en la cultura de Navarra?

412 3 5

¿Cuál es el hecho cultural más importante del año en Navarra?

512 3 4

¿Qué es lo mejor y lo peor del trabajo en la sección cultural de un medio?

Nombres propios hay muchos y en muchos te-rrenos. Pero las personas que más infl uyen son quienes, día a día, trabajan para hacer de alguna de las vertientes de la cultura una profesión.

El último estreno de una compañía navarra de teatro, danza, ópera o música.

Lo más destacado es poder conocer de primera mano el ambiente cultural. Lo peor, sin duda, es que muchas veces se escuchan sobre la cul-tura cosas que, a ciencia cierta, son erróneas o simplemente mentiras.

No sabría decir un solo nombre. Por supuesto, en la década de los años 70 y 80 estaba la familia Huarte, que hizo una gran labor de mecenazgo; ahí están, por ejemplo, los Encuentros del 72, a los que este año el Museo Reina Sofía dedica una exposición. Sin olvidar el importante apo-yo que Juan Huarte brindó a Jorge Oteiza. O la colección de Josefa Huarte, que, fi nalmente, ha pasado a manos de la Universidad de Navarra, que sí ha apostado por crear un centro de arte para albergar ésta y otras propuestas. Tanto el Gobierno de Navarra como el Ayuntamiento de Pamplona dejaron pasar la oportunidad.

Aquí no tenemos grandes actos culturales como en otras comunidades cercanas. En otros tiem-pos, teníamos los Festivales de Navarra. Hoy, ni eso. Si tengo que quedarme con algún acto, me quedo con el Festival Punto de Vista, una joyita del cine documental que deberían cuidar más, con más presupuesto, más difusión y me-jores locales donde desarrollarlo. En este punto, me gustaría recordar a Carlos Muguiro, creador de la idea de este certamen y director artístico hasta la edición de este año, pues han decidido cambiarle, no se sabe muy bien por qué.

Lo mejor, los contenidos tan diferentes que abordamos, que nos permiten acceder a perso-najes muy interesantes y a temas fascinantes de los que siempre se puede extraer alguna re-fl exión. Lo peor, que no es una sección tan va-lorada como otras, como es el caso de Política o Deportes. En este sentido, tengo que decir que en Diario de Noticias se sigue apostando por una sección diaria de muchas páginas y temas muy distintos en euskera y castellano.

Muchos proyectos dependen de la asignación presupuestaria del Gobierno y, por tanto, de las prioridades que se marquen sus responsables, sobre todo en tiempos de crisis, donde la cul-tura sale perdiendo. En lo que al Departamento de Cultura respecta, también infl uye el hecho de que vaya aparejado a incentivar el turismo, una apuesta del consejero de Cultura, Juan Ramón Corpas.

En mi opinión, el Festival de Teatro Clásico de Olite.

Lo mejor, la variedad y el atractivo de los temas que abordamos. Sin embargo, la nota negativa es que la cultura es una de las secciones menos valoradas del periódico, porque siempre se tien-de a priorizar otro tipo de noticias.

Me gustaría pensar que han infl uido e infl u-yen en la cultura de Navarra personas como Jorge Oteiza, Pablo Antoñana o Isabel Baque-dano, por citar solamente algunas destacadas.

El trabajo constante y callado que día a día, momento a momento, llevan a cabo todas y cada una de las personas del que denominamos ámbito cultural, tengan mayor, menor o ningu-na relevancia pública.

Lo más sobresaliente es la pequeñísima con-tribución que desde los medios podemos hacer a la cultura y la satisfacción de conocer a las personas que enriquecen el panorama cultural. Lo menos bueno, comprobar las grandes difi -cultades y cortapisas a las que en ocasiones de-ben hacer frente las personas del mundo de la cultura.

No creo que haya una persona dominante en la cultura navarra. Lógicamente, el responsable del ramo en el Gobierno de Navarra tiene siem-pre una gran capacidad de infl uencia. También han existido fi guras importantes dentro de la creación, emblemas como Jorge Oteiza, Rafael Moneo o Montxo Armendáriz, que sirven como inspiración para quienes les siguen. Asimismo, muchos profesionales que trabajan en la crea-ción o en la organización de los distintos even-tos tienen su esfera de infl uencia.

Como he dicho, en el ámbito de las artes fal-ta ese evento que se convierta en referencia. Desaparecidos los Festivales de Navarra, qui-zá sea el Festival de Teatro Clásico de Olite el evento con mayor apoyo institucional y mayor vocación de convertirse en un hito importante del calendario cultural nacional. En todo caso, si tomamos una defi nición de cultura más am-plia, Navarra cuenta con un hecho cultural de primer orden: los Sanfermines, probablemente la mayor aportación de Pamplona, y Navarra, al mundo.

Lo más gratifi cante es poder trabajar en un ám-bito interesante y siempre estimulante como es la cultura. Entrevistar a un artista, un actor o un gestor cultural es siempre es una experiencia agradable. Lo peor, probablemente el hecho de que la cultura nunca va a copar los grandes ti-tulares y queda relegada ante las noticias de la política, el deporte o la economía. Es posible que una gran mayoría de los lectores no sigan la actualidad cultural como lo hace con la política o la deportiva, pero sabemos que un sector de la población, probablemente el más exigente y culto, está muy atento a las noticias de la cul-tura.

Miguel Sánchez-OstizFélix ViscarretIñaki LazkozJosé Ramón AndaBarricada, BerritxarakEscuela Navarra de Teatro

Xabier EderMontxo ArmendárizPedro SalaberriJosé Ramón AndaOSNÓpera de C ámara de Navarra

Miguel Sánchez OstizMontxo ArmendárizPedro SalaberriJorge OteizaBarricadaVictor Iriarte

Pablo AntoñanaMontxo ArmendárizJuan José AquerretaElena AsínsPadre GoikoetxeaEl grupo Retablo de Figurillas

Margarita LeozMaitena MuruzábalPatxi BuldáinDora SalazarBerri TxarrakMiguel Goikoetxandia

ESCRITO

R

MÚSIC

AESC

ULTURAPINTURA

CINE

TEATRO

DEL ARTE

Page 24: En Cultura

encultura24

Libby Hefferen (38) Peregrina australiana

“Vengo desde Australia porque me gustaría sentir la determina-ción que sentían los peregrinos que hacían el Camino antigua-mente. Además, es una oportunidad maravillosa para conocer gente”.

“QUIERO SENTIR LO QUE SENTÍAN ANTES”

LORCACIRAUQUI 73,8 675,4 VILLATUERTA

Diez músicos de estilos muy dispares comparten por un día escenario en el legendario Café Iruña (Pamplona), frente al quiosco de la Plaza del Castillo, para debatir sobre el estado actual de la música navarra.

diciembre2009

Copatrono del Camino de Santiago, el santo se dis-tinguió por su constante ayuda a los pobres. No se sabe si nació en Villatuerta o en Arellano.

SAN VEREMUNDO

CON BUENA NOTA

Fotomontaje de encultura. Dentro del cedé, de izda. a dcha.: Rubén Alén y Pepe Pérez (Biscuit Box); Mateo Laiz (Sueños Rotos), Alejandro Olóriz (violonchelista); Carlos Pérez (trompetista); Luis, Ismael y Zyro Rodríguez (Leyenda Urbana) y Carlos Colina (cantautor).

MÚSICA

Page 25: En Cultura

encultura 25ESTELLA

HUELLAS HACIA SANTIAGOLos peregrinos que llegan hasta aquí se cruzan en el puente de la Cárcel, sobre el río Ega. Fue destruido en la tercera guerra carlista y reconstruido por la gran afl uencia de peregrinos ha-cia Santiago.

Giuseppe Spada (35) Peregrino italiano

“He hecho el Camino tres años seguidos. Siempre he salido desde Roncesvalles, menos este año que empecé en Saint Jean de Pied de Port. Las tres veces he viajado solo”.

“LAS TRES VECES HE VIAJADO SOLO”LAS ROCAS DE EL PUYSON DE CHOCOLATELas rocas de El Puy son dulces artesanales que consisten en pedazos de chocolate ne-gro, blanco y con leche que envuelven de-cenas de avellanas, creados por la familia Torres en honor a la Virgen del Puy.

“A veces pensamos que el compositor es un genio solitario y resulta ser la persona más corriente del mundo”

(Carlos Pérez Cruz, cantautor)

“La música te enseña a ser mejor persona”

Alejandro Olóriz Soria (18 años) estudia violonchelo en el Conservatorio. Su sueño es ser solista. Carlos Pérez Cruz (30 años) ha logrado vivir de la música. Es trompetista en un grupo de jazz, John Pinone, y conduce un programa de radio online, elclubdejazz.com. Los dos coinciden en que la música es una escuela de humanidad.

“Cantautores y joteros comparten vocación”

Carlos Colina Vitrian (23 años) es cantautor. Compone sus propias canciones desde que tenía nueve años. José Antonio Pérez Caro (27 años) es intérprete de jotas navarras. Aunque pertenecen a tradiciones diferentes los dos comparten una misma aspiración: que su canto perdure para siempre en la memoria de la gente.

C uál es el estado actual de la for-mación musical en Navarra?Alejandro: En la enseñanza ge-neral cada vez se imparten me-nos horas de la asignatura. Ade-

más, la forma de elegir a los profesores no es la más adecuada.Carlos: Todavía falta lo más importante: ense-ñar a los navarros a escuchar música y disfrutar con ella. En nuestra cultura es difícil concen-trarse. Es extraño ir a un concierto y no escu-char toses o comentarios entre el público.¿Creen que la música se valora poco en Na-varra?Alejandro: Sí, igual que en otras comunidades. En el resto de Europa la cultura musical está mucho más desarrollada que en nuestro país. No es que haya mejores músicos, sino que exis-te una mayor sensibilización.Carlos: Es generalizable a cualquier manifes-tación cultural. De Pirineos para arriba hay una tradición cultural mayor que en España.¿Cómo se puede salvar esa diferencia? Alejandro: Educando musicalmente a las nue-vas generaciones desde una edad temprana, para lo que hacen falta profesores que se hayan formado en un conservatorio. Carlos: Hay que diferenciar entre la formación de un instrumentista o un cantante y la de al-guien que quiera aprender a escuchar. Para eso no hace falta que el profesor tenga ningún tí-tulo. Hay magnífi cos críticos musicales como

Alex Ross, del New York Times, que están educando a la sociedad en el gusto por la buena música.¿La música también en-seña humanidad?Alejandro: Con tus cancio-nes puedes hacer llorar o reír a alguien, por eso la música te en-seña a ser mejor persona. Además, se puede conocer al músico por cómo interpreta sus canciones. Algunos profe-sores saben defi nir tu personalidad escuchán-dote tocar una o dos veces.Carlos: La interpretación dice mucho del músi-co, pero puede engañar. A veces pensamos que el compositor es un genio solitario y extrava-gante y después resulta ser la persona más co-rriente del mundo.Alejandro: Aunque es cierto que casi todos te-nemos una personalidad difícil. Quizá este mun-do tan competitivo es el que nos hace ser así.¿Es una competencia sana la que existe entre los músicos?Carlos: Cuando estuve en la Joven Orquesta de Euskal Herria (EGO) me sorprendió la compe-tencia malsana que había entre los componen-tes, sobre todo porque éramos jóvenes y lo lógi-co hubiera sido que nos llevásemos bien. Alejandro: En el conservatorio pue de haber mucha competencia, incluso a veces descubres

Qué creen que tie-nen en común la música de autor navarra y la po-pular?

Carlos: Las dos se encuentran próximas al alma popular y a

su forma de entender temas esenciales como amor, des-engaño o venganza. Senti-mientos compartidos que cada colectivo expresa de forma diferente.José Antonio: El ele-mento integrador de am-bas formas de concebir la música es la temática. Como sucede en la música de autor, en la jota se canta

a la mujer, a la novia, a los amigos…los problemas ca-

pitales que afectan a la gente de a pie.

Entonces, ¿cuánto de popular dirían que existe en la música de

autor, y cuánto de personal en la música popular?

José Antonio: Aunque la jota navarra se conciba como una música tradicional, en ella existen dos elementos que la tradición no le añade: la personalidad y el sentimiento. Para cantar una jota lo más importante es ser capaz de asimilarla y de imprimirle un estilo propio. No puedes limitarte a recitar porque, aunque sean canciones escritas hace siglos pueden tener también un signifi cado aplicado a nuestros días.Carlos: Considero que la mú-sica de autor y el folklore com-parten una misma vocación. Las dos son populares en tanto que aspiran a transmitir las vi-vencias de la gente corriente. Igual que las jotas, las can-

ciones que compone un cantautor parten de la propia experiencia para elaborar un mensaje en el que todo un colectivo pueda verse refl ejado. ¿Qué les diferencia de los demás músicos?Carlos: Practico un tipo de música muy arte-sana. Trato de hacer algo muy sencillo, por una parte, y muy enraizado, por otra. Mi intención es que mi mensaje llegue a la gente a través de unos sencillos acordes. José Antonio: A diferencia de otros músicos, mi arte bebe del cantar popular. Coincido con Carlos en que la jota también es un tipo de mú-sica artesanal. En la jota navarra, a diferencia de otras jotas como la aragonesa o la manchega, que son instrumentales, el cantante se vale úni-camente de su voz y por eso tiene que explotar todo lo característico que ésta pueda tener.¿Creen que vuestros respectivos estilos go-zan de buena salud en Navarra?José Antonio: Mi impresión es que sí, el pro-blema es que la jota en Navarra no cuenta con el apoyo institucional que se le ofrece en otras comunidades. Al tratarse de una cultura musical muy arraigada, la mayoría la considera parte de su patrimonio, pero la gente joven piensa que es algo caduco por falta de educación, y ahí es donde debería intervenir la política, con más subvenciones, escuelas y festivales. En el pro-yecto de Pamplona 2016 no se mencionaba la jota navarra por ninguna parte. Da qué pensar…Carlos: Con la música de autor ocurre algo pa-recido. La mayoría de los grupos giran en torno a un cantautor, y casi todos conocemos uno o dos cantautores que nos gustan, pero existen

muchas falsas concep-ciones sobre este tipo de música. Hay que desterrar de la percepción colectiva la imagen del cantautor como “el tipo triste con guitarra”, y en esas estoy en la asociación Ojalá, donde estamos represen-tados todos los cantautores navarros.

“La jota en Navarra no cuenta con el mismo apoyo institucional que se le ofrece en otras comunidades”(José Antonio Pérez Caro, jotero)

diciembre2009

Carlos Pérez afi rma que e

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Alejandro Olóriz aprendió que el talento es capacidad de trabajo.

Carlos Colina, cantautor, afi r

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José Antonio Pérez Caro, jotero, defi ende la tradición instrumental d

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que los profesores tienen más preferencias

por unas personas que por otras. Pero lo que está claro es que quien se dedica a trabajar y a seguir su camino no necesita pisotear a nadie.¿El músico nace o se hace?Carlos: Está claro que existen habilidades in-natas, pero éstas sólo se manifi estan gracias al trabajo constante.Alejandro: Una profesora del conservatorio me enseñó que el talento es la capacidad de trabajo. Por ejemplo, a Pablo Sarasate le molestaba mu-cho que le llamaran genio porque trabajaba más de diez horas diarias para ser tan buen músico.

Page 26: En Cultura

encultura26

UNA FUENTE DE LA QUE MANA VINOLos caminantes hacen paradas en el viaje para recuperar el alien-to y, si las pueden acompañar con un buen trago de vino tinto gra-tuito, el descanso sabe mucho mejor. Desde 1991, de la fuente situada junto a las Bodegas Irache mana este líquido que a Ikaku Sato, peregrina japonesa, le resulta muy bueno para caminar.

IRACHE AYEGUI 90,3 658,9son las que forman el Camino que atraviesa el territorio de la Comu-nidad foral. Durante la séptima, los peregrinos fi jan su meta en Lo-groño, se despiden de los paisajes navarros y pasan a disfrutar de los riojanos.

7ETAPAS

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¿Cómo fueron sus inicios en la música?Mateo (Sueños Rotos): Empezamos a tocar en 2005, versionando los temas de nuestros gru-pos favoritos. Desde entonces hemos grabado tres maquetas y quedado fi nalistas del certamen musical Encuentros dos años consecutivos, en 2007 y 2008. Eso nos dio el reconocimiento su-fi ciente para comenzar a tocar en salas de con-ciertos, dentro y fuera de Pamplona.Israel (Leyenda Urbana): Empezamos a ensa-yar en 1996 en el garaje de nuestra casa y ahí seguimos. La idea de tocar en salas de concier-tos no nos emociona, nos parecen muy frías. Por aquel entonces no había muchos raperos en Navarra y no fue difícil darnos a conocer, puede decirse que fuimos pioneros. Nuestra primera maqueta la grabamos en Madrid con Zero Re-cords, en el 97. Nos costó 50.000 pesetas a cada uno.Pepe (Biscuit Box): Nosotros comenzamos a tocar en 2004, pero fue en 2005 cuando gra-cias a Localia y Canal 6 nos dimos a conocer. Siempre hemos ido buscando ambiente, mien-tras haya gente nos da igual donde tocar, ya sea un bar, las fi estas de un pueblo o una sala de conciertos.Zyro (Leyenda Urbana): Hemos llegado a to-car hasta en un ring de boxeo, durante un cam-peonato de Kick Boxing, fue toda una experien-cia, porque estábamos completamente rodeados por el público.Mateo: Mientras el público responda, nos da igual dónde tocar. Lo que está claro es que hay que esforzarse para conseguir que la gente se involucre.Después de la experiencia de estos años, ¿qué opinión les merece la industria discográfi ca Navarra?Israel: Las discográfi cas suelen ponérselo di-fícil a los principiantes. No exigen lo mismo a un grupo que puede vender 50.000 copias que a uno que apenas puede llegar a las 500. Por otra parte, la exigencia de obtener benefi cios a

veces puede coartar la crea-tividad de los músicos. Por eso, siempre hemos procura-do mantenernos al margen de la industria musical.Mateo: El problema es que siempre prefi eren apostar por lo conocido, pero esa fórmula fallará tarde o temprano, y entonces se em-pezará a valorar a los grupos menos fa-mosos.Rubén (Biscuit Box): La prueba de que esa fór-mula se agota es el abuso de los recopilatorios y las giras interminables, que desgastan a los artistas. Todo sea por el dinero.Luis: Además, hoy día las discográfi cas no son tan necesarias. Existen vías alternativas, como Internet, para llegar al público. La música ya no necesita un soporte físico.Pepe: Cuando sacamos Luz verde, sólo nos lle-gaba el 10% de lo que el disco facturaba en las tiendas, unos 60 céntimos por cada uno. No era rentable, casi ganábamos más vendiéndolo no-sotros.Israel: No hacen más que tirar de teléfono y se piensan que eso les da derecho a cobrar más que tú.¿Qué difi cultades han tenido que superar para seguir unidos?Rubén: Probablemente, lo más difícil haya sido compatibilizar la música con nuestras de-más obligaciones. Algunos de nosotros todavía somos estudiantes y otros tienen trabajo. Para quedar a ensayar a veces tenemos que hacer un puzle imposible.Israel: Luego están las cuestiones personales, que a veces difi cultan el trabajo en equipo. Un antiguo componente de nuestro grupo decidió hace tiempo buscarse la vida él solo.Mateo: Nosotros no lo tenemos muy difícil, sal-vo en ocasiones excepcionales, como en época de exámenes.Pepe: Tenéis suerte. Nuestro cantante vive en Caparroso y uno de nuestros guitarristas trabaja varios días a la semana en París.¿A qué tipo de personas mueve su música en Navarra?Zyro: Depende del ambiente, aunque en Pam-plona no están muy diferenciados, a excepción de algunos bares metaleros del casco viejo. Solemos atraer a gente variopinta, además de aquellos a los que les gusta el rap, que aquí no son muchos. Pepe: En Pamplona, como en todas partes, el público se defi ne por sus preferencias musica-

Un grupo de rap, uno de rock y otro de pop no son tan distintos aunque lo parezca. Los compo-nentes de Leyenda Urbana, (los hermanos Zyro, Luis e Israel

Rodríguez Artegui, de 25, 28 y 33 años, res-pectivamente), los de La Biscuit Box, (Pepe Pérez, 25, y Rubén Alén, 23) y el vocalista de Sueños Rotos, Mateo Láiz Machuca, de 21 años, parecen entenderse a la perfección cuando se trata de música.

“La música que más une a los navarros es el rock”

“En Pamplona se escucha una música muy estereotipada”

(Pepe, Biscuit Box)

“Hemos llegado a tocar hasta en un ring de boxeo”

(Zyro, Leyenda Urbana)

Rap, rock y pop se muestran sus puntos d

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usical entre los componentes de La Biscuit Box, Leyenda Una y Sueños Rotos.

les, y aquí lo que se escucha es una música muy estereotipada. Por eso el ambiente es muy ho-mogéneo. La gente acude a nuestros conciertos no porque le guste el rock, sino porque sabe que va a pasárselo bien. Nuestras letras son diver-tidas y nos encanta hacer el indio en el esce-nario.Mateo: Nuestra música atrae a un público muy diverso. A nuestros conciertos asisten, especial-mente, mujeres de todas las edades.Pepe: Supongo que ligaréis mucho. Nosotros, no tanto. Como no tenemos sentido del ridículo las chicas no nos toman en serio.¿Cuáles dirían que son sus infl uencias?Zyro: Cuando empezábamos a hacer rap toda-vía no había muchos grupos a los que imitar. En Madrid acababa de aparecer el Club de los Poetas Violentos y en Zaragoza, Kase-O, de Doble V, todavía estaba haciendo sus primeras maquetas. Mateo: Nuestras infl uencias pueden parecer un poco azucaradas, pero principalmente bebemos de grupos de pop nacional como El Canto del Loco, Hombres G y Pereza, y también del punk-rock americano. Por ejemplo, No Way Out, Blink 182 o Sum 41.Pepe: Lo cierto es que las nuestras son muy va-riadas. De los Beatles a la música clásica. Yo me decanto por la música ‘kalimotxera’: Barri-cada, Marea, La Fuga…Como músicos navarros, ¿creen que com-parten una esencia común?Luis a Israel (bromeando): Esas jotas que tanto te llenan…Mateo: Creo que la música que más une a todos los navarros es el rock.Rubén: Marea…Pepe: BarricadaZyro: Sin duda, el rock. ec

Page 27: En Cultura

encultura 27 AZQUETA

“PABLITO, EL DE LAS VARAS”

Si se necesita un bastón, Pablo Sáenz Zudaire es la referencia. Se le conoce como ‘Pablito el de las varas’ y lleva 23 años fabricando palos de madera de avellano para ofrecérselos a los peregrinos.

VILLAMAYOR DE MONJARDÍN PERDIDOS

ENTRE LAS VIÑASInmensos campos de viñedos se extienden por el valle conocido como San Esteban de la Solana, en las inmediaciones del pueblo de Villamayor. Las viñas se encargan de guiar al peregrino a través de un paisaje típicamente castellano.

diciembre2009

DANTZANAntzinean hasi ziren nafarrak dantzan: naturaren indarrari aurka egiteko, gaitzetatik babesteko edota giza ugalkortasuna eta lurraren aberastasuna areagotzeko erabili zuten. Gaur, errituak zirenak tradizio bilakatu dira

Otsagiko DantzakNoiz? Irailak zortzian. Non? O tsagin.Zertan Datza?Irailaren zortzian Otsagin

jasotzen diren dantzen artean, jota, “Bobo”-k zuzendutako “pañolo dantza”, eta bi makil-dantza izaten dira. Herrialde

honetako ospakizunak erlijioarekin loturik daude. Goizean goiz txuriz jantzita dantzari guztiak kalejiran elizara doaz. Sartu baino lehen eskuan daramatzaten makilak (ohikoak baino laburragoak) erabiliz dantza egiten dute, segidan eraikinean sartzeko Ama Birjinaren irudia eskuratzeko helburuarekin. Dantzariek koloredun zintak lepotik zintzilik eramaten

dituzte. Dantzari zein musikariek mezaren tartea gosaltzeko erabiltzen dute, ostean Ama Birginaren ohorez jota bat eskaini ahal gai izateko.

“Bobo” izeneko pertsonaia batek zuzenduko du honako dantza. Honen jantzia zeharo desberdina

da: jaka berde, urre eta gorria. Pañolo dantzan aurpegia mozorro berezi batekin estali egiten du: bai lepo aldetik eta bai aurrealdetik maskarak bi bisaia desberdin azaltzen ditu. Berez, “Bobo” (pertsonaia) totela da, eta oraindik ez

dago bere oinarria azaltzen duen arrazoirik. Batzuen ustez antzinako abade garrantzitsu bat omen da, eta dantzariak bere jarraitzaileak.

Lesakako ZubigainekoaNoiz? Uztailaren zazpian. Non? Le-sakan.

Zertan Datza?Onín ibaiak Lesakako herrialdea zeharkatzen du bere azalera bitan zatituz. Alde batera: Pikuzelaia auzoa. Bestera: Legarrea.

Kondairak dioenez, orain dela bostehun urte bi auzoak elkarren kontra borrokan zebiltzalarik sute bat sortu eta auzolanean lan egitera behartuta sentitu ziren le-hen elkarren etsaiak zirenak.Geroztik San Fermín egunean, ezpatadantzariak Onín ibaia inguratzen duen petrilera igo egiten dira

ezpatadantza bat antzezteko, bi aldeen adiskidetasuna-ren seinale. Alkandora eta galtza zuriz, txapel eta gerriko gorriz, eta kaskabiloak hanketan loturik ezpatadantzari gazteek eskuan daramatzaten makilekin sare ikusezi-nak marrazten dituzte airean aurrera eta atzera mugitzen diren aldi berean. Dantzari hasiera emateko kapitaianak hirutan salto egin behar izaten du zubiaren gainean eta taldeko kideek gurkera egingo dute erantzun moduan. “Zubigainekoa” bakarrik gizonezkoek dantzatzen dute, eta nahiz eta San Fermin egunean ospatu, santu honek ez zuen inolako harreman ezta eraginik izan dantza honen

agerpenarekin.

Lizarrako Larrain dantza

Noiz? Uztailaren hogeita hamaikatikabuztuaren seia arte.

Non? Lizarran.Zertan Datza?

Larrain dantzak Lizarran du bere bizkarrezurra.

Dantza mota honi buruz hitz egiten duten frogak

aurkitzeko 1864. urtera joa-na beharra dugu, Lizarrako udaletxearen paperetara hain zuzen ere. XX.mende hasieran Alfonso XIII.enak Lizarrara

bidaiatu omen zuen, eta herritar-

rek Larrain dantzarekin ongietorria eman zioten. Urteak joan ahala dantzak aldaketa desberdinak pairatu zituen eta desagertzera ere iritsi zen. Joan-etorri guzti hauek eta gero Larrain dantza berreskuratzea lortu zuten. Honela, Kalejira, Katea, Fandangoa, Baltsa, Jota Zaharra, Bol-erak eta “Azkeneko Kalejira”-k osatu zuten dantza. Beti-danik gaita eta bi danborrez languduta egin dute dantza bai gizon eta emakumeek Lizarran.

Dantza desberdinen nahaste honek ematen dio duen xarmantasuna Larrain dantzari. Kalejiraren jarraian, Ka-tean dantzariak zapi baten bidez doaz bat besteari lotuta borobilean dantzatzen eskuekin “zubiak” marrazten di-tuzten alde berean. Erritmoa areagotuz Fandagoak emat-en dio jarraiera Kateari, eta Baltsak ondoren berriz mugi-menduen abiadura moteldu egingo du. Jota Zaharrak dantzariak bi hileretan jartzera behartzen ditu, gero Bol-erak eta “Azkeneko Kalejirak” dantzariei agurra emateko datorren urtera arte.

Baztango mutildantzakNoiz? Urte osoan zehar, jai berezietan bakar-rik.Non? Baztanen.

Zertan Datza?Mutil-dantzetan gizonezkoek bakarrik parte hartu deza-kete. Borobilean jarrita eta erlojuaren orratzen zentzuar-en kontra ibiltzen dira dantzari berezi hauek. Nahiz eta Arantzan edo Lesakan mutildantza izenarekin dantza batzuk ezagutu, mutildantza berez Baztango gauza da bakarrik. Oraindik hemeretzi mota mantentzen dira, ge-hien bat Antonio Elizalde, José Telletxea eta Mauricio Elizalde txistulariek egin zuten berreskurapen lan gogor-rari esker.

Mutildantzan ez dira datozten pasuak kantatuz aurre-ratzen, mutildantzari bakoitzak buruz jakin beharko ditu eta. Borobilaren erdia txistulariari dagokio. Honek errit-moa eta doinua mantendu egingo du bi minututik zortzi minutura (abestiaren arabera), danborraren eta kaxaren laguntzaz.

Erritotik zerbait ere badauka.. “Aunitz urtez!” es-aldiarekin hasieran ematen diote dantzari eta borobila sortzeko “damuinausiak” beste kideei gonbidatu egin beharko die. Horrela, dena egin eta gero, biraka hasteko prest egongo dira. Herrialde bakoitzeko desberdinta-sunak “mutildantzari” dagokionez ez dira denboraren joanarekin gorde. 1918-an bateratuak izan ziren. Mutil-dantza batzuek beti eskema bera mantentzen dute; beste batzuk, ordea, melodiaren aldaketei pausu aldaketekin ere erantzungo diete.

Erriberako Korteseko paloteaoaNoiz? Irailaren 29 an. Non? Kortesen.

Zertan Datza?Paloteado izeneko dantza Nafarroako Erriberan soilik existitzen da. Kortesen urtero egiten dena seguruenik eskualdeko ezagunena izango da eta geroz eta jende gehiagoren presentzia erakartzeko ahalmena eskurat-zen ari da. XIX. mendearen bukaeratik irailaren 29an , San Miguel patroiaren egunarekin bat egiten, dantzariak kalez kale dabiltza makilak eskuetan dituztelarik jendea beren dantzekin alaitzen.

Batzuen ustez dantza aitzakia hutsa omen da, bene-tan garrantzitsuena arratsaldeko antzerkia baita. Hon-etan Aingeruak, Deabruak, Maizterrak eta Rabadanak, udaletxearen plazan, elkarrizketa antzeztua egiten dute herritarren aurrean. Dantzariak antzokiaren dekoratu-aren zati ezinbestekoa izan arren, ikusleen arreta aurreko pertsonaietan fokatzen da. Deabruak hasiera ematen dio hitzaldiari. Segidan Aingeruaren agerpenarekin ongia eta gaizkiaren inguruko eztabaidan galtzen dira biak, bigar-renaren garaipena iritsi arte. Hauek urtean jazotakoaren azterketa publikoa egiten dute, noizbehinka batzuk lot-saraziz. Aurten, udalaren kudeaketa goretsi eta gero, alk-ateak betetako lanarekiko jarrera kritikoa erakutsi zuten antzezlanean. ec

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FOLKLORE

Page 28: En Cultura

Antes de que una obra llegue a las tablas, los personajes del mundo del teatro protagonizan un largo proceso de creación. Después, se abre el telón. Y lo que ve el espectador es el último acto

ÚLTIMO ACTO

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Rita Lodesani (27) Peregrina italiana

“Vengo sola desde Italia. Primero en tren, después en autobús y ahora andando. Siempre viajo en solitario porque me gusta sentir la tranquilidad del silencio”.

“SIEMPRE VIAJO EN SOLITARIO”

URBIOLA 100,2 654 LOS ARCOS

RUGEN MOTORES EN EL CAMINOAquí se encuentra el primer circuito de carreras de Navarra. 3,9 kilómetros de longitud, nacen de la mano del in-geniero de Montmeló y el circuito de Cheste en Valencia. Rugirán motores a partir de 2011.

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TEATRO

Page 29: En Cultura

encultura29 SANSOL

HOGUERAS Y COMIDAS FRENTE AL SINDICATOFrente al Palacio del Sindicato Agrícola de 1702, los vecinos de la localidad encienden las hogueras de la Virgen de Nieva la víspera del día de Pentecostés. También organizan las comidas populares.

TORRES DEL RÍO

UN MENÚ DEL PEREGRINO MUY POCO RENTABLEA pesar de su reducido tamaño, esta localidad posee un restaurante con menú para el peregrino, pero eso no supone ninguna ventaja. Su precio es similar al del resto de comensales (10 euros) aunque, como reclamo, fun-ciona a la perfección.

La gente se va acomodando. Algún rezagado sigue buscando su asien-to. Mientras, una voz en off señala que la obra va a comenzar y ruega a los asistentes que desconecten sus

móviles. Poco a poco el murmullo se acalla y la sala queda a oscuras.

-¡Silencio! -Bernarda Alba acaba de entrar en escena-. He dicho silencio.

Son cien años los que han pasado desde que el poeta español escribiera esta frase. Sin embargo, la esencia del teatro con la que soñó Federico García Lorca sigue intacta y la maes-tría de los actores continúa levantando la misma pasión en los espectadores.

Detrás de las bambalinas se esconden dra-maturgos, directores, escenógrafos, iluminado-res y un sinfín de profesionales que consiguen que el sueño se haga realidad. Allí cada uno re-presenta su propio papel en una obra que nadie ve. Pero para llegar a este momento se necesitan

meses de preparación previa. Porque el teatro no es, ni mucho menos, improvisación.

Una parte de ese esfuerzo viene de la mano de las instituciones. El Gobierno de Navarra apuesta por el impulso de este arte a través de cincuenta Casas de Cultura, 75.000 euros de ayudas a montajes escénicos y los ciclos de tea-tro propios. Estos últimos están compuestos por dos rondas (primavera y otoño) con 72 actua-ciones, el ‘correpueblos’ que cuenta con 39 y el Festival de Teatro Clásico de Olite, que este año cumple diez años.

Al contrario de la mayoría de profesiones, que necesitan de un título para ser reconocidos, en el mundo teatral el diploma no basta. Tal y como señala el director y actor Ángel Sagüés Irigoyen, la profesionalidad hay que ganársela en el escenario, ante el público y la crítica. El talento es fundamental, pero también requiere formación, trabajo y esfuerzo. La Escuela Na-varra de Teatro (ENT) recibió este año alre-

dedor de 480.000 euros para sus actividades. Desde hace casi un cuarto de siglo se encarga de perfeccionar las aptitudes de quienes quieren dedicarse al arte dramático con asignaturas tan variadas como técnicas de voz, historia del arte o análisis lingüístico. Por sus aulas han pasado 25 generaciones de alumnos entre los que se encuentran fi guras tan destacadas como Belén Ochotorena, Alfredo Sanzol o Marga Reyes. Sin embargo, de los 34 estudiantes matricula-dos en el curso actual, no todos se ganarán los aplausos del público ni todos vivirán del teatro. Por este motivo, es muy difícil calcular el nú-mero de actores profesionales en Navarra.

“Cuando un director decide montar una obra, ya tiene en mente a qué actores quiere. Al fi nal, somos pocos los que nos dedicamos a este ámbito por lo que nos conocemos entre todos”, explica Sagüés. Encultura fue testigo de la cer-canía que existe en el mundo del teatro navarro durante la sesión de fotos que realizó para este

promociones de alumnos han pasado por las aulas de la Escuela Navarra de Teatro

25 Dramaturgo - Pablo del Mundillo

Pablo del Mundillo (Pamplona, 1968) empezó tarde a es-cribir y a actuar. No fue hasta que llegó a la universidad

para estudiar Ingeniería Química, cuando se dio cuenta de que lo suyo no eran las probetas y los tubos de ensayo sino el escenario. “Para dedicarse al teatro, sobre todo en Navarra, hay que tenerlo muy claro porque se trata de una profesión en la que vas a contracorriente”, explica este dramaturgo. Como

él mismo admite, los actores navarros se ven obligados a sa-lir de su comunidad y los escritores lo tienen mal en cual-quier lugar: “Son el último eslabón de la producción teatral”.

A pesar de que el panorama actual no es muy alentador, Pablo del Mundillo no pierde la esperanza y en estos momen-tos trabaja en un montaje que conjuga el monólogo con la música, El mundillo pirata y la isla del tesoro. “Mi esquema de trabajo es variable pero suelo partir de una trama y, a par-tir de ella, desarrollar las escenas”. Aunque, como él señala, lo más importante es mirar las cosas como espectador. Ade-más de escribir, Del Mundillo también interpreta sus propios papeles, la mayoría, en clave de humor y con un estilo que

hace que el espectador suelte su primera carcajada nada más salir a escena. Se ha disfrazado de cojo, de tuerto, de manco y hasta de Don Quijote de Navarra para, como él dice, mover al público de su butaca.

El dramaturgo tiene claro cúal es la receta para convertir-se en un buen discípulo de Buero Vallejo o Jardiel Poncela: “Hay que intuir cómo va a llegar la idea que uno tiene en la cabeza porque luego el trabajo en escena es un trabajo de precisión. Si el engranaje y las palabras que se dicen son ya buenos, ese trabajo es más sencillo mientras que si el texto es malo, aunque los actores sean estupendos, la obra, probable-mente, será un fracaso”.

El teatro es una mentira que aceptamos. ¿Cómo se hace realidad esa fi cción? Todo un proceso creativo se esconde detrás para que el espectador pueda contemplar la obra. La inspiración del dramaturgo, las decisiones del director, la composición del escenógrafo y del iluminador y la interpretación de los actores. Todos con-fl uyen en el escenario. Conocer su proceso de construcción es conocer a quienes forman parte de la obra, detrás y delante del telón.

Pero para que esto se haga realidad se tienen que dar las condiciones adecua-das. Financiación, formación y buenos equipos para lograr la calidad que da acce-so a los grandes escenarios. En Navarra el panorama es complejo. Los profesiona-les hablan de la eterna crisis en el teatro y las instituciones se ciñen al presupuesto que se destina. Aunque el teatro es una mentira, detrás hay personas reales, que viven de ello. Todo forma parte de los entresijos que dan lugar al último acto.

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“Si el texto es malo, la obra será un fracaso”

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VIANA 128 611,8MUERTE DE UN TIRANOUn busto de César Borgia rememora un pedazo de historia: el tercer hijo de Alejandro VI, consa-grado como un tirano por la obra de Maquiavelo, se retiró a Navarra para pedir la protección del rey Juan III y murió en Viana combatiendo contra los castellanos.

Dirige el despacho situado en la iglesia de Santa María donde se sellan las creden-ciales. Lleva ocho años y ha visto de todo. Cuenta que una pareja de peregrinos se co-noció en Viana y cuando decidieron casarse y lo hicieron allí.

Carmen Olano (65) Sella credenciales.BODAS PEREGRINAS

Director - Ángel Sagüés Irigoyen

Cuando se abre el telón él no aparece en es-cena. Tampoco está detrás manejando de-

corado, luces o sonido. Cuando se abre el telón, su presencia no es fundamental; su trabajo pare-ce que ha terminado. Él es el director, y su obra está expuesta al público.

Cada representación es única. Sorprenderse todos los días con la actuación de los actores es lo que más le gusta al director teatral Ángel Sa-güés Irigoyen. Para él, no existe una forma ofi -cial de dirigir, cada director construye su propio método basado en la experiencia. Sagüés tam-bién actúa y a veces, incluso, hace de escenó-grafo e iluminador. Concibe el teatro como una carrera de fondo donde cada detalle importa y el aprendizaje se da en las distancias cortas, en cada ensayo y en el trato con los actores.

Hace más de 25 años comenzó en el teatro desde la base, siendo actor, y pronto este mundo le inundó por completo e hizo que se interesa-ra por todo el proceso. Desde la escritura de la obra hasta la dirección, pasando por la elección del vestuario. La formación de este profesional abarca la mímica, el movimiento y la danza, la interpretación, la dirección, técnicas de voz y escenografía. “Para dirigir se necesita un poco de bagaje, de ofi cio”, reconoce este pamplo-nés, para quien los estudios de dirección no te convierten en director. “Hay que tener una gran vocación para contar historias”, opina. Recono-ce que, aunque ayude, no es fundamental saber actuar o conocer el mundo de la iluminación para dirigir, pero identifi carse con el autor mí-nimamente, sí.

Cada libreto cuenta una historia. A veces esa historia está encerrada entre las tapas del libro y es el director quien debe sacarla. Para conseguirlo, la historia debe transmitir a través del texto ese mundo que da el teatro y que va más allá del papel; debe sugerir al director para que éste decida dónde poner el acento. Se trata de asumir lo leído, hacer una lectura personal y transcribirlo a lenguaje teatral; hacer realidad lo que está escrito. Sacar fuera de las letras a esos personajes, su entorno y sus palabras, y dejar que fl uya.

Desde quince días hasta tres meses es el tiempo que puede llevar montar una obra de teatro. A partir de ahí, es demasiado. “Quince días es poco tiempo, pero no es peor que tres meses, no tiene por qué”, asevera Sagüés. Y añade que, si uno sabe dónde quiere llegar, tie-ne bastante camino hecho. Sin embargo, al fi nal del sendero, todo recae en la labor que realicen los actores.

A diferencia del cine, donde el director elige y el espectador observa lo que éste quiere, aquí el director hace su puesta en escena, pero es el espectador quien decide si mirar la cara de la chica, del chico, cómo camina… el actor tiene gran poder sobre el escenario y es él quién aca-para la atención.

Pero la dirección no termina cuando la obra está montada. Sagüés asegura que hay que aprender de los aplausos, valorarlos y darse cuenta de que no siempre se acierta. “Obser-vas la reacción del público y ves que esto que habías pensado no está bien, o piensas que no lo has hecho como es debido. Es una forma de madurar”.

Escenógrafo - Javier Saez Istilart

Toda obra tiene un momento de descubri-miento, el silencio que sigue a la conquis-

ta de la esencia de la historia. En el mundo de la escenografía, ese momento llega cuando se logra sustraer el alma de la obra y dotarla de un sentido universal. Entonces, el público que asiste a la obra, la comprende y “ve el lado de la comunicación, de la expresión, de los senti-mientos” que cada montaje transmite, explica Javier Saez Istilart, escenógrafo navarro.

“Hay que reproducir un ambiente para que se entienda el mensaje que quieres transmitir”, dice. Sin embargo, no todas las obras permi-ten su adaptación a tiempos modernos. La es-tética cambia y los temas clásicos no siempre conjugan bien con la visión moderna. “Muchas adaptaciones, óperas y obras musicales, estaban inscritas en un contexto histórico muy determi-nado a otros ambientes y al descontextualizarlas pierden el sentido, no se entienden”.

La labor de la escenografía carece de una intención práctica, incluso de una fi nalidad es-tética. Más bien se trata de una intención dra-mática, de concebir un modo adecuado de lle-gar a la esencia del espacio. “Lo que hace el escenógrafo es inventarse el mundo, aunque sea una reproducción”. Una creación delimitada por la actuación de los personajes y la presencia del lugar en la historia. “Aunque es una inven-ción, parte de la vida cotidiana, de la realidad”, señala Saez.

reportaje. Apretones de manos, sonrisas, y conversaciones so-bre proyectos futuros se sucedieron al ritmo de los fl ashes de la cámara. “¡Qué ilusión! ¿A quién voy a ver?”, preguntó la actriz Marta Juániz Azcárate cuando llegó al Auditorio de Barañáin.

Actualmente, no consta ninguna compañía en Navarra que cuente entre sus fi las con los trabajadores sufi cientes para reali-zar un montaje. Al igual que el director de teatro busca su propio elenco, en otras ocasiones son los propios actores los que toman la iniciativa acudiendo a los casting. Es decir, la mayoría de las compañías profesionales navarras tienen una media de dos per-sonas y el resto del equipo se constituye según las necesidades de la obra. Así, los aspectos más técnicos como la iluminación o el sonido dependen de empresas de servicios culturales o de autónomos.

24 compañías en la Red de Teatros de NavarraLa recién creada Red de Teatros de Navarra publicó el pasado mes de octubre un catálogo que intenta organizar a los artistas individuales como a las compañías que participan de las artes

escénicas. Como señala su director, Álex Ruiz Pastor, se trata de un proyecto abierto y en permanente actualización que propone, entre otras cosas, formalizar la situación de los artistas. Por aho-ra, se han inscrito 24 compañías en el área de teatro.

“El teatro se encuentra en crisis desde que nació, pero sigue funcionando tan bien como antes”. El director de Comunicación

del Gayarre, Txema Moreno Martín, resume con las anteriores palabras la situación de este arte en Navarra, señalando que se debe a la falta de formalización que reina en la comunidad. La prueba es que no existe un censo de actores, ni tampoco se realiza un recuento de las obras profesionales representadas en Navarra. A todo ello se une que el título de la Escuela no está ofi cializado.

La Asociación de Profesionales de las Artes Escénicas de Navarra (NAPAE) ha criticado la falta de interés y de empeño a la hora de formalizar la Red de teatros. “Los profesionales he-mos hecho nuestro trabajo creando la asociación, colaborando y asesorando, abordando espectáculos de más envergadura y compromiso creativo. Pero nuestro sector ni es apoyado ni se defi ende como los demás”.

A la hora de seleccionar las obras, Navarra se encuentra al nivel del resto de las comunidades. Sin embargo, todavía no ha surgido ninguna compañía que consiga cierto renombre a nivel nacional. Esto no se debe a la falta de profesionalidad. “En el ámbito nacional, el alcance de un montaje está determinado por

Ninguna compañía en Navarra cuenta con

sufi cientes trabajadores para realizar un montaje

“El teatro es una carrera de fondo”

“Siempre parto de la vida cotidiana”

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un círculo muy cerrado de distribuidoras en el que es difícil pe-netrar”, señala Moreno.

Un Gayarre lleno de actividadSiglo y medio después de su fundación, el Teatro Gayarre acoge el mayor número de representaciones en Navarra. Bajo los cri-terios de calidad y variedad, este año incluye 71 actuaciones de teatro en su programa. Aunque no son todas las que se proyectan en el escenario, ya que la sala se alquila por 3.150 euros por función.

Este organismo, que depende del Ayuntamiento de Pamplo-na, pretende promover el teatro a precios asequibles. Son 1.300 los jóvenes que disfrutan de todos los espectáculos a un precio de tres euros. Además de ésta, existen otras iniciativas para fi delizar al público. Una de ellas es la tarjeta Gayarre Amigo, que incluye descuentos, pases especiales a los ensayos generales o la venta de entradas anticipadas. La medida está funcionando y cuenta ya con 700 personas inscritas. “La intención es formar un público crítico, que sepa distinguir el teatro de calidad”, insiste Moreno.

Este objetivo se completa con la formación de aquellos que quieren averiguar cómo es el proceso de creación de una obra. Así, se ofertan cursos de iluminación, dramaturgia o escenogra-fía y el Festival de Primavera destinado a profesionales y que reúne un elenco de especialistas.

Pero también los niños pueden descubrir las maravillas del teatro a través de las visitas guiadas que se realizan en colabo-ración con la Escuela. Durante todo el año, unos cómicos de la lengua perdidos en el tiempo conducen a los escolares por los recovecos del Gayarre hasta alcanzar el escenario donde repre-sentan una pequeña función.

Según Moreno, “el Teatro se esfuerza por integrar las compa-ñías y actores navarros a través del ciclo Pequeñas obras, grandes autores y las producciones propias como La Casa de Bernarda Alba o Luces de Bohemia”. Estos proyectos buscan promover la difusión de los profesionales locales dinamizando el sector.

El teatro es ilusión. Pero entre tramoyas se oculta un trabajo hecho real en el escenario. Segundos antes del fi nal, todos ellos aguantan la respiración y la tensión acumulada se concentra en las últimas palabras. Ojos abiertos. Las manos sudorosas de los espectadores se amarran a sus butacas. Bernarda Alba se enfren-ta al escenario una última vez:

-¿Me habéis oído? ¡Silencio, silencio he dicho! –se baja el telón-. ¡Silencio! ec

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SELLADA POR LOS PUNTOS CARDINALESViana es una plaza fortifi cada. El centro de la ciudad, al princi-pio, estaba cerrado por cuatro portales situados en cada pun-to cardinal y se situaban en las vías principales. El portal del oeste es el de San Felipe, en el este se encuentra el de San Nicasio o Estella, al sur, el de la Concepción y al norte, el de Santa María.

El peregrino abandona los paisajes navarros y ya está un poco más cerca de su destino. En el recorrido, habrá podido disfrutar de la cultura navarra a través de la naturaleza, los monu-mentos y las gentes de cada lugar.

Lleva más de dos décadas subida a un escena-rio, pero todavía sigue poniéndose nerviosa.

Marta Juániz Azcárate (Estella, 1964) es cons-ciente del trabajo que hay detrás de una obra de teatro y sabe que, en gran medida, los aplausos van a ir en consonancia con su interpretación. “Me da igual que haya más o menos gente en la sala porque el nudo en la garganta se me forma de todas maneras. Siento mucho respeto por lo que hago”, reconoce esta actriz navarra. “Hace poco interpreté La sorpresa del roscón, de El-vira Lindo, en una sociedad de un pueblo ante ocho personas y el vértigo nada más salir a es-cena fue increíble. Como suelo decir, el público es el público y yo siempre intento darle lo mejor de mí para que se emocione”.

Estudió Trabajo Social porque “era otra época” pero pronto se dio cuenta de que lo que le gustaba era calzarse un disfraz, entrar en un personaje y contar historias. No se equivocó y, tras estudiar arte dramático en la Escuela Nava-rra de Teatro, se marchó a Argentina a ampliar sus conocimientos.

Desde entonces, no ha parado de recorrer la geografía española. “Estuvimos en el Teatro Español de Madrid con La casa de Bernarda Alba en un montaje de Carme Portaceli. Era una producción muy especial porque todo salió del Gayarre y, además, su puesta en escena era muy arriesgada, con un código de barras colgando como único elemento decorativo en el escena-rio”, recuerda. Y es precisamente la Bernarda de Lorca uno de los personajes que más alegrías le ha regalado a esta actriz. “El día del estreno justo antes de vestirme, me puse a llorar. Me entró una angustia muy grande por la responsa-bilidad del personaje, pero luego todo salió a las mil maravillas”, recuerda.

Casada con el director y actor Miguel Mu-nárriz, su casa de Morentín (Navarra) está re-pleta de recuerdos y de premios teatrales como el que recibió en el año 2008 de la cadena SER o el Kino de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra. Se siente muy orgullo-sa de sus raíces y de la formación que recibió en la Escuela pero echa en falta más oportuni-dades de trabajo: “Hay gente joven que lo está haciendo realmente bien pero lo tienen compli-cado para ganarse la vida con ello. Antes, por lo menos, no éramos tantos”. Eso sí, señala que, en estos veinte años, no todo han sido, ni mucho menos, atrasos en el mundo de la escena. Ella abandonó su hogar de Estella sin saber muy bien adónde acudir para formarse como actriz y, una vez que lo consiguió, tuvo que buscarse la vida para sobrevivir. En cambio ahora, expli-ca, “cualquier chaval de cualquier pueblo sabe qué hay escuelas y más aún, becas con las que poderse pagarse los estudios”.

Su mayor miedo es que se le olvide el tex-to mientras representa, pero es muy meticulosa y pasa mucho tiempo estudiando. Primero lee la obra con atención e intenta imaginarse en el papel porque es muy importante visualizarse en él. A continuación, repite el texto hasta memo-rizarlo. Tras los ensayos en casa, llega la puesta en escena junto al resto de la compañía, aunque la falta de recursos limita mucho esta fase. “Lo último es ponerse en pie e ir fi jando los diálogos con el movimiento”.

Iluminador - Santos García Lautre

El ofi cio del iluminador es el de contar una historia. Debe manejar la luz al igual que

los actores interpretan sus papeles. Todos la perciben, pero pocas veces de forma consciente y en la mayoría de las ocasiones queda relegada a la función que le es esencial: alumbrar la obra.

“La iluminación funciona como la pintura. El claroscuro de Caravaggio deja ver por dónde entra la luz. En el teatro sucede lo mismo, es una sucesión de escenas que se pintan como si fueran cuadros, con la complejidad de que in-tervienen más elementos, como el movimien-to”. Santos es iluminador de la empresa Global. Su labor es pintar cada escena del acto. Sin él, el resto de la obra sería invisible.

La luz tiene su propio hilo conductor que narra con sombras, contraluces, siluetas, ángu-los… Un amplio abanico de posibilidades que se mide con la habilidad de cada iluminador para crear ambientes, ya que como señala Santo García, “iluminar es contar una historia con es-cenas de luz”. La temperatura de la escena con-diciona el tono, y dependiendo de si se emplean colores cálidos o fríos la luz se descifrará con distintos lenguajes.

“La luz lleva al espectador sensaciones, crea un código para resaltar emociones, iden-tifi car a un personaje”, indica. Así, se convierte en un elemento más que conduce al público a desentrañar los secretos de la historia. Recuerda que en Esperando a Godot, había una escena que acontecía delante de un árbol. “Colocamos elementos que se intercalaban en el haz de luz proyectando una imagen con un fi ltro verde que creaba la sensación de hojas en movimiento”.

Los niños pueden descubrir las maravillas del teatro a

través de las visitas guiadas al Gayarre

Actriz - Marta Juániz Azcárate

“Mucha gente joven lo hace muy bien”

“Iluminar es contar una historia”

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