empirismo

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EMPIRISMO: Conocimiento que se origina desde la experiencia. Sistema filosófico basado fundamentalmente en los datos de la experiencia. El empirismo sostendrá que el origen del conocimiento es la experiencia por lo cual la mente es como una tabla rasa. Esto implica negar las ideas innatas que los racionalistas aceptaban. Sin embargo, Leibniz observará que el empirismo de Locke no es absoluto en tanto deja alguna puerta abierta respecto al innatismo. Estas conseciones al racionalismo que pueden encontrarse en Locke, desaparecen completamente ya en Hume. En segundo lugar, el conocimiento humano no será ilimitado en tanto que la experiencia marca su límite. A diferencia del racionalismo, el empirismo negará toda posibilidad de ir más allá de la experiencia, lo que se advierte claramente en el escepticismo de Hume respecto a las problemáticas metafísicas. Todo conocimiento, es conocimiento de ideas. Se advierte en esta tesis, coincidencia entre ambas escuelas, puesto que la mente puede conocer las ideas, pero no las cosas y el pensar se reduce a relacionar ideas entre sí. En el caso de Berkeley, este postulado lo llevará al idealismo, negando la realidad del mundo perceptible Berkeley (1685-1753) "Es ciertamente extraño que haya prevalecido entre los hombres la opinión de que las casas, montes, ríos, en una palabra, cualesquiera objetos sensibles, tengan existencia real o natural distinta de la de ser percibidos por el entendimiento" Berkeley Berkeley manifiesta ante todo la preocupación en los ámbitos teológicos por el materialismo de Hobbes y las doctrinas de librepensadores como Toland, Collins, Shaftesbury y Mandeville. Su obra principal "Principios del conocimiento humano: donde se investigan las principales causas de error, dificultad en la ciencias como también el fundamento y origen del escepticismo, ateísmo e irreligión" exhibe claramente las intenciones de su labor filosófica. Berkeley dirá que la causa de todos los errores es suponer que la mente puede elaborar ideas abstractas (como las de "cuerpo" o "existencia") entonces critica así, la teoría de Locke sobre las ideas generales y propone un nominalismo absoluto: las ideas no son sino nombres de manera tal que toda idea o representación es individual, habiendo que tener mucho cuidado al usar las palabras. Principios del conocimiento humano Para Berkeley, solo conocemos ideas y además de las ideas no existe sino la mente que las percibe y Dios (que las hace percibir). Afirmar que existe un mundo material es la consecuencia de dejarse llevar por las falacias de la abstracción, considerando al "ser" de las cosas independientemente de su "ser percibidas". Se dice que Berkeley no es un empirista consecuente puesto que su filosofía puede clasificarse como una metafísica inmateríalista ya que niega la existencia del mundo corpóreo y afirmando la existencia de sustancias espirituales como "Dios" y "alma" se encuentra en una posición totalmente opuesta a Hobbes.

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el empirismo y sus mayores representantes

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Page 1: Empirismo

EMPIRISMO:

Conocimiento que se origina desde la experiencia.

Sistema filosófico basado fundamentalmente en los datos de la experiencia.

El empirismo sostendrá que el origen del conocimiento es la experiencia por lo cual la mente es como una tabla rasa. Esto implica negar las ideas innatas que los racionalistas aceptaban. Sin embargo, Leibniz observará que el empirismo de Locke no es absoluto en tanto deja alguna puerta abierta respecto al innatismo. Estas conseciones al racionalismo que pueden encontrarse en Locke, desaparecen completamente ya en Hume.

En segundo lugar, el conocimiento humano no será ilimitado en tanto que la experiencia marca su límite. A diferencia del racionalismo, el empirismo negará toda posibilidad de ir más allá de la experiencia, lo que se advierte claramente en el escepticismo de Hume respecto a las problemáticas metafísicas.

Todo conocimiento, es conocimiento de ideas. Se advierte en esta tesis, coincidencia entre ambas escuelas, puesto que la mente puede conocer las ideas, pero no las cosas y el pensar se reduce a relacionar ideas entre sí. En el caso de Berkeley, este postulado lo llevará al idealismo, negando la realidad del mundo perceptible

Berkeley (1685-1753)

"Es ciertamente extraño que haya prevalecido entre los hombres la opinión de que las casas, montes, ríos, en una palabra, cualesquiera objetos sensibles, tengan existencia real o natural distinta de la de ser percibidos por el entendimiento" Berkeley Berkeley manifiesta ante todo la preocupación en los ámbitos teológicos por el materialismo de Hobbes y las doctrinas de librepensadores como Toland, Collins, Shaftesbury y Mandeville. Su obra principal "Principios del conocimiento humano: donde se investigan las principales causas de error, dificultad en la ciencias como también el fundamento y origen del escepticismo, ateísmo e irreligión" exhibe claramente las intenciones de su labor filosófica.

Berkeley dirá que la causa de todos los errores es suponer que la mente puede elaborar ideas abstractas (como las de "cuerpo" o "existencia") entonces critica así, la teoría de Locke sobre las ideas generales y propone un nominalismo absoluto: las ideas no son sino nombres de manera tal que toda idea o representación es individual, habiendo que tener mucho cuidado al usar las palabras. Principios del conocimiento humano Para Berkeley, solo conocemos ideas y además de las ideas no existe sino la mente que las percibe y Dios (que las hace percibir). Afirmar que existe un mundo material es la consecuencia de dejarse llevar por las falacias de la abstracción, considerando al "ser" de las cosas independientemente de su "ser percibidas". Se dice que Berkeley no es un empirista consecuente puesto que su filosofía puede clasificarse como una metafísica inmateríalista ya que niega la existencia del mundo corpóreo y afirmando la existencia de sustancias espirituales como "Dios" y "alma" se encuentra en una posición totalmente opuesta a Hobbes.

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Locke (1632-1704) La teoría del conocimiento se convierte con Locke en una rama independiente de la filosofía. Su método es, lo que el denomina "método histórico", o un análisis descriptivo de lo que hay en la mente, semejante a la enumeración y clasificación que podría hacer un biólogo. El cometido de este análisis será el de comprender en alcance de nuestro conocimiento. Efectivamente, a diferencia de la posición racionalista, Locke partirá de la convicción respecto a la limitación del conocimiento humano. Esto no implica que no deba confiarse en la capacidad cognitiva del hombre, sino tan solo, limitar las pretensiones de conocimiento universal.

¿De dónde proceden las ideas? Toda idea procede de la experiencia. A propósito de este tópico, debemos señalar que Locke distingue dos clases experiencias:

1. Experiencia externa: las ideas del hombre surgen cuando este tiene las primeras sensaciones que provienen de la experiencia externa.

2. Experiencia interna: cuando la mente reflexiona sobre las sensaciones derivadas de la experiencia externa (recuerdo, raciocinio) se produce la experiencia interna generando las ideas de reflexión.

Ambos tipos de ideas son consideradas por Locke como ideas simples porque son producidas por la experiencia directa. Cuando la mente las recibe, se comporta pasivamente, pero luego, estas ideas se transforman en nuevas ideas, la mente se activa y las combina hasta elaborar ideas complejas las cuales no son otra cosa que combinaciones de ideas simples. Surgen así, tres categorías de ideas complejas:

Modos o propiedades

2. Substancias o soportes de los modos

3. Relaciones Las ideas son signos de las cosas en sentido en que son útiles para comunicar ideas los demás. Al parecer, Locke consideraba que las ideas eran independientes de las palabras puesto que sostenía que se pueden tener ideas y pensar sin necesidad de palabras Realismo crítico Locke define el conocimiento no en relación a la experiencia sino como "la percepción del acuerdo y la conexión -o el desacuerdo y rechazo- entre cualquiera de nuestras ideas". El acuerdo entre ideas puede ser:

Identidad o diversidad

2. Relación

3. Coexistencia o conexión necesaria

4. Existencia real: La postura de Locke podría definirse como un realismo crítico porque si bien conocemos las ideas y no las cosas, no pone en duda la existencia del mundo real.

Este acuerdo puede ser percibido por:

Intuición (inmediatamente)

Demostración (mediatamente)

Sensación En síntesis, esta jerarquización del conocimiento, acerca a Locke al racionalismo: el conocimiento intuitivo es el más perfecto mientras que el sensible es el menos seguro. Del absolutismo al liberalismo Es interesante observar que, habiendo sido Locke el principal teórico del absolutismo, utilizando los mismos elementos conceptuales: derecho, ley natural, contrato y estado de naturaleza, cuarenta años después (en el contexto de la segunda revolución inglesa) se transforma en el ideólogo del liberalismo político. En efecto, en sus escritos de juventud, Locke identifica a la ley de la naturaleza con la ley divina por lo que todo poder deriva de Dios, en este sentido, el rol de la razón es únicamente el de saber interpretar la ley natural y elegir al gobernante. Pero en los dos Tratados sobre el gobierno civil, la ley de la naturaleza coincide con la razón y el poder del contrato social. Principales ideas del pensamiento político de Locke 1. En el estado de naturaleza los hombres son libres, iguales e independientes, pero existe derecho de propiedad que halla su fundamento en el trabajo y la ley de la naturaleza impone el respeto mutuo. (No existe guerra de todos contra todos) 2. A través de un contrato se crea el Estado. Esto saca a lo hombres del estado de naturaleza y los ubica dentro de una sociedad civil. Locke propone también la separación de poderes, estableciendo la dualidad monarca-parlamento. Con ello se pretende limitar el poder del rey y proteger la libertad de los individuos. 3. Locke defiende la libertad de pensamiento. La tolerancia implica libertad en la medida que no perjudique a los demás. Propone también una separación entre lo temporal y lo espiritual.

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David Humé (1711-1776) "Todos los materiales del pensar se derivan de nuestras sensaciones externas o internas. Sólo la mezcla y la composición de éstas pertenecen al espíritu y a la voluntad. O, para expresarme en un lenguaje filosófico: todas nuestras ideas, o percepciones más débiles, son copia de nuestras impresiones o percepciones más vivaces" Investigación sobre el entendimiento humano, Humé David Humé, en tanto que filósofo empirista, sostendrá que todo conocimiento procede de la experiencia, sea la experiencia externa (la que proviene de los órganos sensoriales) o de la experiencia íntima (auto experiencia). En esta línea, la obra de Humé, pretende examinar en un análisis de los hechos de la propia experiencia (lo que hoy llamaríamos "hechos psíquicos"), lo que denominará percepciones del espíritu, entendiendo por percepción, cualquier estado de conciencia. Algunas percepciones son recibidas de modo directo, Humé las divide en:

Impresiones de la sensación (sentidos): ej.: color, sabor.

Impresiones de la reflexión (interioridad): ej.: tristeza, angustia. Las impresiones o representaciones originarias, se diferencian de las ideas o percepciones indirectas o derivadas como la memoria y la fantasía. Puesto que el recuerdo no es un estado originario sino derivado de una impresión, algo similar sucede con la fantasía respecto al porvenir. "Con el término impresión significo pues, todas nuestra percepciones más vivaces cuando oímos o vemos o palpamos o amamos y odiamos o deseamos o queremos. Y las impresiones se distinguen de las ideas - que son las percepciones menos vivaces de que somos conscientes cuando reflexionamos sobre cualesquiera de esas sensaciones o movimientos antes mencionados" Investigación sobre el entendimiento humano, Humé Agregará Humé, que tanto las ideas como las impresiones pueden ser a su vez complejas o simples en tanto se puedan descomponer o no. En síntesis, para Humé, todos nuestros conocimientos derivan hora en forma directa, ora indirecta de impresiones. Incluso las ideas más complejas, aquellas que por lo menos a primer examen, parece más alejada de la sensibilidad. Un examen detallado, nos referiría siempre a que el origen de tales ideas se encuentra en una impresión. Humé dice, por ejemplo, que uno puede hacerse una idea de una montaña de oro y podría creer que es una producción original de la propia mente, sin embargo, se trata tan solo de una combinación operada por la mente a partir de reunir la idea de otro y la de montaña, ideas que derivan de impresiones previas. En efecto, para Humé, el espíritu humano no tiene otra posibilidad que no sea la de sintetizar, componer, dividir, y yuxtaponer el material suministrado por las impresiones. En este sentido, la actividad del espíritu responde a las leyes de asociación de ideas, a saber:

Asociación por semejanza

Asociación por contigüidad en tiempo y espacio

Asociación por causa y efecto Principio fundamental del empirismo "Todos los materiales del pensar se derivan de nuestras sensaciones externas o internas. Sólo la mezcla y la composición de éstas pertenecen al espíritu y a la voluntad. O, para expresarme en un lenguaje filosófico: todas nuestras ideas, o percepciones más débiles, son copia de nuestras impresiones o percepciones más vivaces" Investigación sobre el entendimiento humano, Humé Los argumentos sobre los cuales, Humé intentará probar el principio empirista serán:

Qué "cuando analizamos nuestros pensamientos e ideas, por más compuestos y sublimes que sean, vemos siempre que se reducen a ideas tan simples como eran las copias de sensaciones precedentes. Aun aquellas ideas que parecen más alejadas de este origen, después de cuidadoso examen aparecen como derivadas de él" Investigación sobre el entendimiento humano, Humé

Incluso, al respecto dirá quela idea de Dios (ser infinitamente inteligente, sabio y bueno) surge al reflexionar sobre las operaciones que acontecen en nuestro propio espíritu sobre lo cual aumentamos ilimitadamente las cualidades de bondad y sabiduría. Que si ocurriera que "por defecto del órgano una persona no es capaz de experimentar ninguna clase de sensación, tiene la misma incapacidad para formar ideas correspondientes. Así un ciego no puede formarse noción de los colores ni un sordo de los sonidos" Investigación sobre el entendimiento humano, Humé.

Crítica a la noción de causalidad La idea de causalidad posee una enorme significado puesto que al ser una noción que se nos impone pero que la utilizamos permanentemente. En efecto, si estuviésemos dentro de una habitación oscura y escuchásemos una voz, inmediatamente imaginaremos que una persona la ha reproducido pues nadie pensaría que la voz está allí por sí sola. De esta forma, se establece un vínculo causal entre causa (fuente) y efecto (voz). Este tipo de previsiones resulta imprescindible para el desarrollo de la vida humana. Pero si se tratara de una idea compleja, el análisis de la idea de causalidad, revelaría:

Un primer hecho (causa) que inicia el proceso

Un segundo hecho (efecto) que termina el proceso

Una sucesión temporal entre los dos hechos (causa y efecto)El primer hecho debe influir necesariamente para que aparezca el segundo

Page 4: Empirismo

Lo que correspondería entonces es comprobar si cada uno de estos cuatro componentes tiene su correspondiente impresión o no, y en este sentido, el cuarto con ponente que determina la conexión causal, sería el más difícil de verificar. Cuando miramos los objetos externos a nuestro alrededor, y consideramos la acción de las causas, si en un solo caso somos capaces de descubrir alguna fuerza o conexión necesaria, alguna cualidad que ligue el efecto a la causa y que hace que el uno sea la infalible consecuencia de la otra. Solo encontramos que el primero realmente, de hecho, sigue a la otra. Investigación sobre el entendimiento humano, Humé En efecto, son simples sucesiones lo que la experiencia nos muestra. Podría pensarse que la noción de fuerza o conexión necesaria proviniese de la razón, como un conocimiento innato, invalidando el supuesto central del empirismo. Pero Humé negará esta hipótesis argumentando que la razón procede siempre guiándose por el principió de contradicción, de tal manera que es racionalmente posible todo lo que no sea contradictorio: En otras palabras, sin recordar nada que sepamos de antes y valiéndonos únicamente de la experiencia como recurso, no es posible llegar a saber de que efecto será capaz, porque racionalmente no cabe la contradicción en un sinnúmero de posibilidades. Entonces tampoco puede decirse que la idea de conexión necesaria proceda de la razón. Origen de la idea de causalidad Humé introduce una hipótesis: una persona muy inteligente, aparece en nuestro mundo careciendo de las experiencias de la infancia y la juventud. Se pregunta entonces qué conocería del mundo que se presenta ante sus sentidos que estaría observando por vez primera. Dicho personaje n vería en el mundo nada más que simples sucesiones de hechos y no causalidades, pero transcurrido cierto tiempo, su opinión habría de cambiar. A medida que el personaje va adquiriendo experiencia comienza observar que ciertas sucesiones, en circunstancias similares, siempre se vuelven a producir, entonces, consecuentemente de esta experiencia podrá llegar a predecir algo que va a suceder: por ejemplo, que la bola de billar se mueva cuando es impactada por otra. Lo que se pregunta pues, Humé es si esa persona después de haber visto tantas veces un mismo fenómeno ve algo más que lo que vio en la primera ocasión que lo observó. Es evidente que no ve nada nuevo, en otras palabras, que no recibe impresiones diferentes que las que recibió la primera vez, sin embargo, sucede algo distinto: el personaje infiere lo que va a suceder (por ejemplo, el movimiento de la segunda bola de billar a partir del movimiento de la primera). ¿Qué es lo que ha ocurrido? ¿Cuál es el factor que cambia si se excluye la razón y la experiencia? Humé concluye que la inferencia es posible a partir del hábito (o costumbre). Sintéticamente, la noción de conexión necesaria que conforma el núcleo central de la idea de causalidad, no parte de la razón ni tampoco de las impresiones sensoriales. Surge como consecuencia del hábito del mismo modo que cada vez que acercamos la mano al fuego nos quemamos, concluyendo que existe una relación necesaria entre el fuego y el calor. Crítica a la noción de substancia El concepto de substancia es criticado por Humé, prácticamente en los mismos términos en que critica la idea de causalidad. La noción de substancia, es en primera instancia muy clara y se emplea con frecuencia en la vida cotidiana en la que substancia equivale a cosa. Humé se preguntará si hay impresión de substancia o cosa. Efectivamente, tenemos impresiones de los accidentes: el color rojo de una mesa, la dureza al tacto de la madera... ¿pero tenemos la impresión de la mesa en sí misma? Humé concluirá con que tal impresión no existe. Lo único que nuestros sentidos pueden percibir son los accidentes de la mesa, no su substancia. Pero al igual que en el caso de la causalidad, cabe preguntarse cómo es que se forma la idea de substancia. La explicación es similar: si al cerrar los ojos y al abrirlos vuelvo a tener las mismas impresiones, esta asociación se convierte en un hábito que me llevará a creer que esas impresiones agrupadas, no se limitan a acompañarse las unas a las otras sino que se hallan reunidas porque algo las une y es a lo que damos el nombre de substancia. De esta manera, lo que llamamos "mesa" no sería propiamente una substancia sino un conjunto relativamente estable y constante de impresiones (ideas simples) que designamos con un nombre que facilita el recuerdo o la mención de una palabra en particular para referirnos a un conjunto de impresiones. La idea de substancia (...) no es más que un conjunto de ideas simples que están unidas por la imaginación y poseen un nombre particular asociado a ellas, por el cual somos capaces de recordar para nosotros mismos o para los otros, ese conjunto. Investigación sobre el entendimiento humano, Humé Crítica a la noción de alma La misma crítica a la noción de substancia, se aplicará también a la substancia pensante (el alma o el yo). En efecto, Humé observará que la idea de alma es paralela a la de substancia material, lo que estoy pensando en este momento, la experiencia del dolor o algún deseo en particular. Todos estos, serían estados pasajeros, accidentes del alma, es decir de la 'substancia pensante' que soy yo. La pregunta en rigor será: ¿tengo impresión de mi alma o yo? Humé dirá que no se puede dudar de que la impresión de la reflexión existe, así como también existe la impresión de dolor, por lo tanto, uno posee una impresión de los accidentes de su propia alma. Pero diferente sería afirmar que uno pudiera tener impresión del alma en sí misma, porque tan solo se trataría de expresiones o estados pasajeros. Lo que se percibe de uno mismo (myself) se refiere siempre a algún estado en particular, y no a la noción de alma en especial. Lo que llamamos "alma" o "yo" no sería más que un conjunto de pensamientos, no es base o suporte misterioso de diversos estados como postula Descartes. Para Humé, solo es adecuado hablar de percepciones que se suceden continuamente y que consideradas como una totalidad, se asimilan a la noción de "yo".